Ronda 2 | Turno de Jazz | Jardín | 9:00

Salió detrás de Lizzie al jardín y se puso a andar como loca por el césped. El día acababa de comenzar y ya estaba siendo una locura. Ahora había prácticamente soltado a un puñado de animales salvajes al pueblo, y quizá habían arruinado su casa irremediablemente. Empezó a mover las manos. Aquello era demasiado para ella, porque sabía que era su turno. No podía. Tenían que entender que no podía. Tenía que haber otra forma.

-No puedo- anunció cuando su padre salió por la ventana- Papá no puedo tirar. De verdad, no me dan las manos- dijo enseñándoselas temblorosas- Puede que esa estampida arrolle a más gente, ya me sentía bastante mal por lo de la serpiente. El cazador está por ahí y... ¡Y puede que no tengamos casa!- Miró a Lizzie. Sería lo que fuera pero era la más cabal del grupo- Díselo tú, a ti te escucha. Tiene que haber otra manera de arreglar esto que no sea jugando, mirad dónde estamos- dijo señalando con los brazos a su al rededor y señalando a la casa- ¿Dónde nos vamos a esconder? Si puede que la casa se venga abajo.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 am | DATO

Cuando salió por la ventana, Jay se apoyó en sus propias rodillas para descansar por un momento de esa locura. Quería preguntar por el estado de cada uno, cerciorarse de que su familia no había salido herida en esa huida. Pero la voz angustiada de Jazz disparó todas sus alarmas, y se acercó inmediatamente a su lado. "Cariño, cariño, tranquila" repetía Jay, tomando las manos temblorosas de su hija, mirándola agachado delante suya.

Incluso intentó conseguir ayuda de Lizz a la que Jay miró por un momento, con los ojos cargados de preocupación pero también con la resolución de que tenían que seguir. "Jazz escúchame" dijo, llamando la atención de la niña "Tienes que tirar los dados cariño. Cuanto antes lleguemos al final, antes acabará todo" le dijo, aunque eso ya lo habían dicho antes, comprendía el miedo de Jazz y de los demás. "Lo decían las instrucciones, ¿verdad Scott? Que todo volvería a la normalidad al terminar" preguntó a su hijo, mirándole con una leve sonrisa, porque él al menos quería mantener la esperanza.

"Además si la casa acaba mal podemos comprar otra, te dejo elegirla" bromeó con su hija, intentando hacerla sonreír. Buscó los dados y se los ofreció. "Sé que puedes Jazz y no estás sola, tu familia está aqui" le dijo su padre, dejando un beso cariñoso en su frente.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Jayden

Scott salió de la casa por la ventana detrás de su madre, para poder ayudar a Jazz y que no se cayese o algo por el estilo. Cuando estuvieron fuera, comprobaron que no había ningún animal por allí que pudiera suponer un problema. Ni tampoco el cazador que perseguía a la chica. Tocaba plantearse qué hacer ahora. Intentaba pensar... pero no le salía. Porque ahí fuera... cualquier cosa se volvía más peligrosa y no había dónde esconderse, porque la casa ahora tenía varias entradas... si es que aguantaba en pie.

Pero antes de que pudiera decir nada sobre eso, Jazz pareció entrar en pánico. Que no es que la culpase, entendía que pudiera pasar eso porque... todo lo que estaba pasando era grave. Pero tenían que terminar el juego, eso era lo único que tenía claro.

Miró a Jay cuando le pidió su opinión y asintió.- Sí. Todos lo hemos leído. Es lo que dice el tablero. ¿Quieres volver a verlo? -Ofreció a la chica, por si leerlo por sí misma la ayudaba a calmarse un poco.- Cuando uno llegue al centro y diga Jumanji, habremos terminado y todo volverá a la normalidad. -O eso decía la teoría y, sinceramente, prefería creer eso. Total, con todo lo que estaba pasando incluso aquello era creíble.

- Pero no tienes que tirar ya. -Quiso animarla con un último intento.- Podemos... podemos pensar en cómo hacerlo. Al menos para tu tirada. No sabemos lo que va a salir, pero tenemos que intentar tener un plan de escape. O un lugar seguro donde estar. -Ya ni siquiera tenían la cocina para atrincherarse.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Jayden

Por lo menos habían podido salir de la casa, no es que se sintiera especialmente segura ahí fuera ni mucho menos, pero cuando te quitabas del medio una maldita estampida podías permitirte respirar unos segundos, más aún cuando todos estuvieron con ella. Pero Jazz entró en pánico, ¿qué hacía ahora? Hasta el momento había sido la que había creído en el juego la primera, si ella se venía abajo iba a ser difícil recuperarla. Confiaba en que su padre tuviera la suficiente costumbre como para manejar la situación.

— Tienen razón, no podemos quedarnos quietos ahora, confiar en lo que diga un juego suena a locura pero es todo lo que tenemos. Si paramos ahora esas cosas seguirán persiguiéndonos. — lo mejor que podían hacer era intentar terminar, aunque pareciera que cada vez se metían más en el fango. Ante las palabras de Scott asintió despacio, aunque sinceramente, no es como que se le ocurriera ninguna táctica maravillosa que pudiera ayudarles, pero igual pensar que lo hacían calmaba un poco los ánimos. Además, como ya no era su turno le hizo gestos a su hijo para que le pasara la mochila y ser ella la que la llevara en esa ronda, así no tendrían que cansarse tanto — Déjame este turno a mi, nos podemos ir cambiando. — le dedicó una sonrisa suave, para que supiera que seguía confiando en él, pero no tenía sentido agotarse uno solo pudiendo repartirse la carga. Lo de que era su hijo y prefería jugársela ella no necesitaba compartirlo — La verdad es que la casa no parece el lugar más estable. Sé que no queríais recurrir a esto pero tal vez sea el momento de buscar alguna otra casa o lugar, no sé. Si no es así tendremos que hacerlo en campo abierto y después de lo de las arenas y el león...— si es que parecía mentir que estuviera diciendo todo eso, era como una mala broma. No quería decir lo de ir a la casa de la vecina de nuevo, pero cada vez le parecía a opción más lógica, aunque le diera pena la señora, si es que no era la que había muerto.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Turno de Jazz

Jazz suspiró, pero no pudo por menos que agradecer el gesto de su padre con una leve sonrisa. Eso de "su familia" habría que discutirlo cuando acabara todo aquello. Pero tenía que admitir que Scott la hizo sentir mejor, y a la vez peor, porque le mosqueó haberse mostrado tan nerviosa y en pánico hacía oslo unos minutos. A Lizzie la miró de reojo. Para una vez que reclamaba su sentido común y también quería seguir jugando. Igual su hijo y ella estaban más acostumbrados al cansancio, el dolor de miembros y los nervios, pero ella no.

Aún así, tenían razón. Miró a los lados y dijo- Al jardín de la vecina se puede entrar por aquí. O al menos se podía- se acercó a la valla del jardín, donde dos de los tablones se movían, y prácticamente hacían de portezuela al jardín de al lado- No sé que es lo que nos pueda salir, pero podemos escaparnos por aquí a la casa de al lado...- Tenía un poco de miedo y culpabilidad por llevarse el desastre a otra parte, pero no podían quedarse allí parados mucho más tiempo- Además, si el loco de la escopeta nos busca... vendrá a esta casa ¿no? Quizá lo mejor será que estemos en otro lado- Miró el tablero y las manos le volvieron a temblar, esperando que los demás dieran su aprobación- ¿Alguna idea para entrar en casa de la vecina si no está?- O si está muerta, pero eso no lo quería decir.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 am |

Se alegró de que Scott ayudara a calmar a Jazz y pareció conseguirlo. Su familia tenía varias ideas y todas eran ciertas. Tenían que dejar esa casa, no es que fuera segura con todo lo que había ya dentro de ella. Además, aunque no creía que la estampida hubiera roto ningún muro de carga, no era segura con tanto escombro, planta, insecto o animal dentro.

“Tenéis razón, será mejor que nos movamos antes de que ese loco vuelva por aquí” Jay puso una mano en el hombro de su hija, de forma protectora. Con tantas cosas que habían pasado apenas se acordaba ya del cazador que buscaba a su hija, puesto que era el que más se había alejado de su rango. No quería quedarse allí para cuando volviera con más munición.

“Si no está podemos romper algún cristal y entrar. No es que me guste allanar casas ajenas, pero no tenemos otra opción” opinó Jay, si su vecina estaba podían dar explicaciones, si no, esperaba terminar el juego antes de que volviera porque todo aquello era realmente difícil de explicar. “Entonces probemos suerte con la casa de al lado, ¿vamos?” preguntó, esperando la respuesta tanto de Scott como de Lizz.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Jayden

Todos estaban de acuerdo en que tenían que terminar de jugar para que aquello desapareciera, todo regresara a la normalidad o por lo menos los bichos que ya habían salido no les siguieran más. Joder, que había un loco con una escopeta queriendo matarla, no podían vivir con eso toda la vida. Aunque con suerte igual los policías lo habían encontrado y lo tenían entre rejas. Pero viendo el comportamiento del tablero, le costaba creer que pudieran tener tanta suerte.
Al menos parecía que habían conseguido tranquilizar a Jazz y convencerla de que siguiera adelante con el juego. Estaban más cerca de llegar al centro, solo necesitaban tirar los dados bien.

No le puso pegas a su madre cuando le pidió la mochila para turnarse según les tocara.- Vale. -Asintió, quitándosela para dársela.

Ahora tocaba pensar en la estrategia y él no veía que la casa les pudiera servir ahora mismo para seguir con el juego. Así que lo de ir a otra parte como decía su madre, era lo que les quedaba. Y prefería no pensar que la casa más cercana según habían dicho era la de la vecina... y que una anciana de allí cerca había muerto.

- El viejo de la escopeta es un cazador... si nos busca, nos rastreará. Igual podemos dejar algo que le despiste. -Propuso o, más bien, pensó en voz alta.- Y si salimos por ahí dejarlo todo sellado como si no hubiera sido así. -No se le ocurría cómo, pero por lanzar ideas.

- Cuando lleguemos a esa casa habría que comprobar si hay alguien antes de tirar... No podemos dejar que esas cosas hagan daño a más personas. -Ya estaban destrozando el pueblo y sabían que una persona había muerto.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Jayden

Jazz había decidido volver a entrar en el juego, lo cual era sin duda una buena noticia porque si no lo acababan iban a tener que seguir corriendo para siempre y la verdad, no se veía para nada en esas, casi que prefería la idea de Jay de comprar una máquina de correr. Mientras la chica hablaba sobre la forma de acceder aprovechó para guardar el cuchillo en un costado de la mochila, así sería más seguro poder correr sin tantas preocupaciones, se quedaría solo con la sartén en la mano en caso de que tuviera que darle algún golpe a algo y de todos modos podía agarrar de nuevo el mango del objeto afilado si se veía en necesidad – y no se enganchaba en nada – así que bueno, ahora más cómoda, con todo en la espalda, los observó con atención.

— Suena bien pero no tengo ni idea sobre cómo sigue un cazador el rastro, así que...— ella por lo menos no podía aportar absolutamente nada a lo de dejar una pista falsa, ¿qué hacían corrían por el jardín en diversas direcciones? Eso lo habían hecho la noche anterior, no sabía si se notaría qué era más fresco y qué no, sus conocimientos se basaban en las películas y dudaba que fueran fuentes fiables. Sin embargo a sus siguientes palabras suspiró — A ver, si lo que sea lo podemos dejar en el jardín podemos tomarnos el tiempo de llamar a la puerta y todo eso, pero imagina que son otra vez algo como los mosquitos. — hizo una mueca, negando con la cabeza y pensando — En ese caso perseguirán principalmente a Jazz, creo que si pasa algo así, algo que vuele o que pueda seguirla debería correr, nos colamos en la casa, que se encierre en alguna habitación y ya nos encargamos del resto de dar una explicación. Bueno, ella sola no, podrías ir tú con ella si pasa algo así, Scott. — a esas alturas – si no de siempre – confiaba bastante en su hijo como para simplemente encerrarse en una habitación vacía de una casa nueva, si total ellos se iban a quedar atrás vigilando el nuevo peligro, en teoría allá donde se encerrasen no debía haber nada, así había sido hasta ahora...quería pensar que así seguiría siendo o ya no tendrían ni idea de cómo actuar — Es todo lo que se me ocurre. — que sinceramente les había salido una maldita estampida, no iba a decirlo en voz alta porque lo de ir dando lástima o de pesimismo extremo no era lo suyo, ¿pero qué puedes planear cuando puede salirte una puñetera estampida de una pared? Cualquier plan parecía absurdo a esas alturas.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Turno de Jazz

Eran demasiadas variables. No había contado con que el cazador la pudiera rastrear, porque claro, nunca se había planteado algo así. Scott estuvo rápido con lo de dejar un rastro falso, pero no tenia ni idea de como se hacia eso. No sabía ni qué podía disuadir al loco ese de perseguirla, ni si había un método que no fuera. cargárselo... Pero ya la habían liado suficiente con lo de la serpiente. Vio como Lizz guardaba un cuchillo y deseó tener algo así, algo en la mano que aunque fuera pudiera arrojar, pero parecía que su mejor opción era callarse y aceptar que Scott la ayudara. Asintió mirando a todos y dijo.

-Sí, vamos a casa de la vecina. En una casa que no esté a punto de venirse abajo estaremos más tranquilos- Pasó por los tablones inclinados y se dirigió a la casa de la anciana. Pero ya de lejos, vio las tiras amarillas de la policía. Así que sí, había sido la pobre viejita a la que las serpientes habían atacado. Pobre mujer. Tenían que acabar con aquello lo antes posible. Se quedó quieta esperando que Scott se pusiera a su altura y susurró- ¿El policía dijo que se la habían llevado ya, no? Me da un poco de...- No era miedo era como... Repelús- Respeto- Miró hacia atrás y sus ojos, sin querer, se deslizaron hacia Lizz- ¿Se os ocurre cómo podemos entrar? Papá y Scott pueden ayudarme a subir al tejadillo del garaje y de ahí puede intentar abrir alguna ventana. Y ya una vez dentro, os abriré la puerta, y le dejaremos abierta antes de tirar por si hay que entrar corriendo.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 am |

Con todos en pie, siguieron a Jazz que cruzó los tablones que los separaban de su casa al terreno de la siguiente. Jay se quedó un momento mirando las pisadas que se quedaban grabadas en el suelo fangoso a causa de las lluvias del día anterior. “Scott ayúdame a disipar las huellas un poco” le pidió al chico antes de que éste cruzara, quitando un poco las de un lado y las del contrario, una vez ya cruzados.

Jay se tomó la molestia también de colocar mejor los tablones y que no se viera ninguna huella de que habían cruzado por allí.

Después tomaron camino hacia la casa, que estaba precintada por la policía. Como a su hija, aquello también le daba algo de respeto, sobretodo porque había conocido a su vecina. Pero no tenían otro remedio. Se preguntó a sí mismo si esa mujer volvería a la vida una vez terminado el juego, restaurándose como todo lo demás. Cuando Jazz dio una idea de como entrar, Jay pensó que era bastante buena en vez de ponerse a romper cosas. Si eso no funcionaba, ya podían empezar a romper cristales.

“Me parece bien, pero ten mucho cuidado, ¿vale?” le pidió a su hija. “Una vez dentro podemos quedarnos en un lugar abierto como el salón, y si algo te persigue, seguimos la idea de Lizz de encerrarte en una habitación hasta que podamos deshacernos de lo que sea” comentó, ya que no le había parecido mala idea. Que mujer. Esa cabeza suya funcionaba demasiado rápido. Aunque también tendrían que ver a que tipo de amenaza se enfrentaban. “Vamos a intentar subirte” dijo después, acercándose hasta la puerta del garaje para que Scott le ayudara a subir a la pequeña.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Jayden

Pues si era sincero, no. No tenía ni idea de cómo se podía despistar a un cazador como ese o variar un rastro de alguna manera. Sus únicas ideas eran las películas, pero viendo cómo se las gastaba el juego no creía que fueran a tener mucha suerte...
Así que mejor centrarse en lo que podían hacer cuando llegaran a casa de la anciana. Lo de tirar fuera y antes de entrar no era mala idea, claro. Pero dependía de lo que te saliera, pero es que el mismo problema había si tiraban dentro. Hicieran lo que hicieran, el juego iba a buscar una forma de intentar matarles. Era lo único de lo que estaba seguro.

Siguió a Jazz por el hueco de la valla y se dio cuenta de que Jay se retrasaba un poco por dejar aquella salida bien sellada... Esperaba que funcionara para que no les siguieran.
Miró a su madre cuando dijo que si lo que salía era algo que fuera a perseguir a Jazz podría encerrarse en una habitación, añadiendo que él fuera con ella para que no estuviera sola.- Vale. -Respondió, pero en su tono se notaba que no estaba muy convencido. Y no era por lo de acompañar a la chica, ya lo había hecho antes, no le importaba, pero esa idea implicaba dejar a su madre, y a Jay, fuera lidiando con lo que quiera que apareciera. No. Eso no le gustaba lo más mínimo.

Cuando llegaron a la casa de la vecina, con el cordón policial y todo eso, prefirió no decir nada, pero a él también le daba respeto y otras cosas la idea de entrar ahí, y eso que no conocía a la señora.
El plan de entrar por una de las ventanas no era del todo malo, y así no quedaba un cristal roto por el que pudiera entrar o salir... un mosquito gigante, por ejemplo. O cualquier otro bicho que les mandaran ahora. Se acercó para ayudar a Jay a subirla, dejando el bate apoyado en la pared.- Oye, ten cuidado cuando entres... si le ha pasado algo a la señora y no lo han cogido... -Si había sido una de las serpientes podría seguir ahí dentro, escondida. No tenía ni idea, pero lo mejor era que tuvieran cuidado con cualquier cosa.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Scott

Cuando atravesaron hacia la otra casa se quedó mirando aquel cerco policial, sintiendo algo retorcerse en su interior. Si realmente algo le había pasado a esa mujer por culpa de ellos el cargo de conciencia no era poco. Aunque lo que más le preocupaba en ese momento era que lo que hubiera sido responsable de su muerte pudiera seguir ahí. Al parecer Scott pensaba igual de ella porque lo dijo en voz alta, pero por algún motivo Jay apoyó la idea de la muchacha de entrar en la casa. En ese momento la verdad es que no tuvo muy claro qué decir. Desde que aquello había empezado sus esfuerzos se habían centrado en mantener a sus hijos a salvo y no le parecía la mejor de las ideas dejar que Jazz entrara sola en territorio totalmente desconocido, pero después de todo era su padre, ella tenía claro que a su hijo no se lo habría permitido tan fácilmente, claro que ella era sobreprotectora eso lo sabía.

— Intenta no abrir nada o tocar nada, Jazz. — y si dijo eso mirando por un segundo de reojo a su hijo fue porque se acordó de su manía de revisar muebles y sabía que a él se le habría pasado por la cabeza la disparatada idea de abrir algún cajón, no dudaba que lo haría cuando entraran, pero bueno era más fácil si estaban todos dentro para echarse una mano que si estaba sola. Solo se dio la vuelta para echar un vistazo alrededor, caminando despacio para ir hacia las ventanas por si lograba ver algo a través de los cristales, cualquier sombra o movimiento extraño.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Turno de Jazz

Vio que la idea de entrar en la casa había tenido buena acogida, sobretodo en el sector masculino. Asintió a la advertencia de Scott y le dedicó una leve sonrisa. La verdad es que era bastante listo y se le ocurrían cosas importantes. Parpadeó y se concentró en coger impulso para subir. No le costó mucho, y quizá en otro momento hubiera tenido algo de miedo de la altura, pero después del Daisis y la noche que habían pasado... La altura del garaje era lo más tonto.

Con un poco de esfuerzo, consiguió levantar la ventana que más cerca quedaba del tejadillo y se coló por ella. Un escalofrío recorrió toda su piel al entrar en la casa. No, no podía pensarlo. Bajar corriendo, no tocar nada, abrir la puerta. Bajar corriendo, no tocar nada... No conocía la casa, pero estaba bastante abierta, lo cual, quizá, no era lo mejor teniendo en cuenta su circunstancia, pero le ayudó a orientarse. Deshizo el pestillo pro dentro y abrió la puerta en la que ya estaban su padre y los otros- El vestíbulo y las escaleras parecen bastante abiertos... Bueno para salir corriendo pero malo para encerrar... Quizá sea lo mejor tirar aquí por si hay que huir- Dijo señalando el lugar en el suelo para poner el tablero. Con manos temblorosas cogió los dados,  y los tiró, cerrando los ojos y tragando saliva, esperando que los demás le dijeran lo que salía, porque la verdad, ni se atrevía a mirarlo.

Abrió un ojo y leyó la esfera de en medio- El tablero marca la mitad de vuestra aventura, y el cielo anuncia el cambio de luna- levantó la mirada, en completa tensión cuando acabó de leer. Quizá no se revelaba aún. Quizá hasta la noche no ocurría nada, pero ella estaría preparada para salir corriendo según la estrategia de Lizz.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 am |

Ronda 2 | Turno de Jazz | Jardín | 9:15

No es que le gustara enviar sola su hija allí adentro, pero era la única que podía entrar por una ventana tan pequeña, y además sabía que sería lo suficientemente responsable como para bajar corriendo para abrirles la puerta sin hacer nada que fuera problemático.

Una vez toda la familia entró en la casa, Jay estuvo de acuerdo en lanzar en un espacio abierto, después, según lo que saliera, podían ver de esconderse en un lugar u otro. Porque por muy abierta que fuera la casa, seguía teniendo habitaciones con puerta. Cuando Jazz tiró los dados, se pudo ver el nuevo mensaje en el centro del tablero.

"Vale, supongo que quiere decir que estamos a mitad de camino del final" pronunció Jay por la primera parte del acertijo. "Bueno, al menos una buena noticia" quiso ser positivo y mostrar una sonrisa ante su familia, ¡aquello estaba bien! Iban por la mitad del camino, y Jay era de los que veía el vaso medio lleno en vez de medio vacío. "Lo de la luna.. ¿qué creéis que puede ser?" preguntó a los demás, alzando su mirada del tablero para ver al resto de su familia.

"Quizás.. ¿lobos?" se atrevió a decir, por el tema de que estaban asociados con la luna y sus cambios de fase. Pero todo lo que había salido de ese juego parecía tropical y del ambiente de una jungla.. quizás los lobos no tenían nada que ver. Esperó para ver qué ideas tenían los demás.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Jayden

Ronda 2 | Turno de Jazz | Casa de la vecina | 9:15

Siguió a la chica con la vista hasta que se metió por la ventana y trató de no impacientarse mucho hasta que apareció por la puerta. Igual tenía que haberse ofrecido él, tampoco era mucho más grande que ella y podría haber hecho lo mismo.
De todos modos se sintió un poco más tranquilo cuando llegó y abrió la puerta. Habían acordado que si lo que salía perseguía a Jazz correrían a encerrarse en una de las habitaciones. así que Scott intentó buscar con la mirada la puerta más cercana que pudieran ver.

Tenía una, no sabía a dónde daba, pero había una puerta a la derecha. Miró el tablero, intentando pensar que quizá si tenían suerte y sacaban unos dobles buenos, la siguiente ronda podría ser la última para terminar aquella locura de juego. Porque no estaba seguro de que hacer trampas fuera muy buena idea.

Jazz tiró los dados y la esfera volvió a iluminarse... miró a Jay asintiendo a sus suposiciones sobre lo de que estaban a mitad, pero lo de la luna...- ¿Algo que salga de noche? -Apuntó.- Quizá murciélagos... -Le parecían más propios de la selva tropical que los lobos, aunque... en El libro de la selva había lobos y elefantes y tigres... mejor no pensar en todo lo que no les había salido todavía.

Pero entonces, empiezan a caer gotas sobre el tablero y sobre ellos. Scott alzó la mirada para encontrarse que el techo de la habitación en la que están ahora parece un cielo nublado... un cielo muy oscuro y tormentoso. Y la lluvia se hace cada vez más intensa. Recoge el tablero rápidamente, pues ya lo ve flotar sobre uno de los charcos que se está formando en el suelo. ¿Se está inundando la casa?

- ¡Tenemos que subir! -Gritó, pensando que esa era la única solución.- El agua está subiendo, se va a inundar todo... -Y se suponía que ante una inundación había que buscar un lugar seco y elevado.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Scott

Se había quedado caminando en paseítos pequeños de un lado a otro como una histérica mal contenida – para qué negar la evidencia – y no descansó hasta que la niña les abrió la puerta. Tomó aire profundamente, mucho más relajada ahora que estaban todos juntos otra vez. Al pasar cerraron la puerta pero a esas alturas echar pestillos en posibles vías de escape no parecía muy sensato así que casi mejor sin seguridad, de momento, por si acaso.

Decidió dejarse la mochila puesta y no pudo más que asentir tanto a las estrategias como a la idea de tirar ahí mismo, sin mucho más que aportar en ese momento que no fuera redundante, ahora cada vez que veía esos dados rodar por el tablero se sentía igual que cuando metías una mano dentro de un agujero oscuro y no sabías lo que había al otro lado, solo que en este juego lo que había te podía matar. Se había puesto de pie de nuevo al tener ya el mensaje de la esfera porque con la mochila estar acuclillada era incómodo.

— Igual no viene al caso pero cuando estaba embarazada me dijeron que con los cambios de l- — se quedó a media frase porque sintió una gota caerle en la cara y casi salpicarle de forma incómoda en el ojo. A la mierda su anécdota de sala de espera de preñada. En cuanto miraron hacia arriba y de nuevo hacia abajo quedó muy claro que su hijo tenía razón — ¡Venga! Será mejor que corramos antes de que tengamos que nadar. — y pese a todo ya había comenzado a hacerlo, asegurándose de que Scott llevara el  juego asegurado y todos se hubieran puesto en marcha fueron hacia las escaleras. No sabía muy bien si esa lluvia, monzón, huracán, tormenta tropical o lo que carajos fuera estaba solo en el piso inferior pero al menos en la planta de arriba primero tendría que bajar, ¿no? Esa debía ser la esperanza. Se tuvo que aferrar al pasamanos porque al intentar subir el primer escalón se le resbaló el pie y casi se fue de boca — ¡WUH! La mad...cuidado con las escaleras. — nota para el futuro, nada de moquetas que pudieran interponerse entre tú y una escapada de una tormenta in doors, que mojadas eran una jodienda, al parecer.

Ronda 2 | Turno de Jazz | Casa de la vecina | 9:15

Ronda 2 | Turno de Jazz | Casa de la vecina | 9:15

Y, como siempre en ese maldito tablero, al principio pareció no pasar nada. Y tan pronto como se había preguntado que estaría pasando, le cayó una gota en la nuca. Era fría y desagradable, y le bajó un escalofrío por la espalda. Pero eso no fue nada comparado con el torrente que sintieron encima en unos segundos. Le costó reaccionar, una vez más, porque para lo que estaba preparada era para salir corriendo, y aquella lluvia parecía estar... Básicamente por todas partes. El techo no parecía estar resguardándoles.

Oyó la voz de Scott e intentó hacer lo que decía, cuando notó como un torrente la arrastraba escaleras abajo sin piedad. -¡Papá! ¡Papá!- Gritó como loca, tragando un poco de agua en el intentó. Trató de calmarse. Ella sabía nadar, y sabía nadar muy bien. Solo tenía que dejar de tragar agua. Movió los pies con rapidez y trató de desplazarse a donde estaba su padre- ¡El tablero, papá! ¿Quién lo tiene?- El agua estaba helada y no le dejaba pensar con claridad, además el ruido era estruendoso- ¡Tenemos que salir, nademos hasta arriba! Podemos salir por la ventana por la que entré

Ronda 2 | Jardín | 9:15 am |

Escuchaba las suposiciones de los demás cuando comenzaron a caer las primeras gotas sobre el tablero. Apenas le dio tiempo a decir nada más cuando la lluvia comenzó a caer tan fuerte y tan rápido que ya estaban todos calados hasta los huesos. Se movió junto con su familia, escaleras arriba, y alcanzó a coger a Lizz del brazo cuando ésta resbaló con el escalón húmedo, ayudándola para que no cayera. Sin embargo el torrente de agua que bajó por las escaleras lo tomó por sorpresa, tirándolo a la planta inferior junto a todos los demás.

Jayden quedó sumergido por un momento, aún agarrando el brazo de Lizz. Cuando salieron a la superficie escuchó los gritos de Jazz y su mirada buscó a los dos niños. “¡Cogeros todos de las manos! ¿Me estáis escuchando? Así subiremos juntos” Jay tenía que hablar en voz muy alta porque con todo el ruido del agua era complicado escucharse.

“¡Scott! ¿Tienes el tablero, verdad?” le gritó cuando estuvieron más cerca. Creía haberlo visto cogerlo cuando había empezado a llover más fuerte, pero esperaba que no se le hubiera caído ni escapado por la corriente. Una vez estuvieron todos más unidos, comenzaron a intentar subir por la escalera, agarrándose a la barandilla. Jay, que estaba en uno de los extremos de la cadena, fue el que puso fuerza en tirar de los demás para que fueran capaz de llegar al apoyo e intentar subir.

Ronda 2 | Jardín | 9:00 AM | Jayden

Ronda 2 | Turno de Jazz | Casa de la vecina | 9:15