Ronda 3 | Turno de Scott | Exteriores casa de la vecina | 9:45

Al final Jazz había conseguido coger la escopeta y ellos terminaron por apartarse del cazador antes de que Jay le golpeara. No había pasado como en las películas que el malo se quedaba inconsciente, pero sí que parecía que no se iba a mover... o al menos no podía hacerles daño por ahora.

Pero no es que se fueran a quedar mirando, claro. Era mejor volver a por el coche y alejarse de allí.- Sí, vamos. -Asintió, guardando las llaves inglesas de nuevo en sus bolsillos y buscando el tablero para recogerlo. Asió después la muñeca de su madre, que no es que no fuera a salir de allí como todos, pero quería asegurarse de que estaba con ellos. Que no tenía sentido igual, pero necesitaba hacerlo.

Lo mejor era volver sobre sus pasos, por el lado de la valla que dejaba llegar más rápido, o al menos eso creía, por eso fue en esa dirección primero. Prefería no pensar en que era su turno y tendría que tirar en algún momento. Ahora lo que importaba era alejarse de allí.

Scott | Ronda 3 | Turno de Scott | Exteriores casa de la vecina | 9:45

Con un buen trabajo en equipo habían logrado desarmar a aquel tipo y Jay ahora tenía la escopeta así como la munición. Comenzaron a avanzar para salir de allí y en cierto modo casi agradeció que Scott tirase un poco de ella para poder reaccionar. Aún tenía el cuchillo en la otra mano y la verdad es que escuchar que tarde o temprano iría a por la niña le había puesto los pelos de punta. No podía evitar sentir que estaban dejando algo peligroso inacabado. El león, el cazador, el cocodrilo, las hormigas, las serpientes...todas esas cosas andarían por ahí intentando matarlos y eso pensando que el gorila no encontrara la forma de darse a la fuga.

De todas formas tampoco es como que pudiera hacer nada más, por mucho que amenazara a alguno de los niños plantearse siquiera acabar con la vida de alguien era demasiado descabellado. Al final solo corrieron para poder ir hacia la casa lo más rápido que pudieron. De nuevo con el cuchillo en la mano, no le hacía especial gracia correr con eso pero no se iba a poner a parar a nadie para guardarlo.

No se detuvieron hasta llegar al bendito coche que al menos esta vez esperaba que no tuviera serpientes dentro. Lo que tampoco recordaba si tenía dentro eran las llaves.

— ¿Llevas las llaves encima? Porque perder el tiempo entrando en la casa me pone nerviosa pero tampoco sé hacer un puente. — igual era una de esa cosas que se apuntaría para el futuro. Una máquina de correr y unas clasecitas de robos de coches. Si salían vivos.

Scott | Ronda 3 | Turno de Scott | Exteriores casa de la vecina | 9:45

El pecho se le cogió cuando vio que su padre le cogía la escopeta. Estuvo a punto de gritar que no, que no lo hiciera por ella, no podían disparar a una persona, no lo superaría en la vida. Pero no, su padre era un hombre bueno, y simplemente le dejó inconsciente. Le temblaban las manos pero corrió hasta su padre y se agarró a él como si fuera un monito.

Aferrada a su padre, se dirigieron hacia el coche, girándose intranquila cada dos segundos por si el cazador se despertaba. Le daba un poco de miedo subirse en el coche con la cantidad de bichos que habían salido del juego. Pero no tenían muchas más opciones. Desde luego no se iban a quedar allí esperando a que cualquiera de las cosas les matara. - Yo puedo entrar en un momento. - Dijo, en relación a las llaves, por tal de sentirse útil, sin soltarse de su padre. - Pero deberíamos llevarnos la escopeta y su munición, por si sale otro bicho peligroso, al menos se asustará si disparamos al aire.

Jazz | Ronda 3 | Turno de Scott | Exteriores casa de la vecina | 9:45

Ronda 3 | Turno de Scott | Pueblo | 10:00

Le dieron ganas de soltar un taco de los gordos, o una serie de ellos, cuando su madre preguntó por las llaves del coche una vez que llegaron junto a él. Es que no se le había pasado por la cabeza que fueran a necesitarlas.
Y no, no le parecía buena idea que Jazz entrara ahí sola. Porque, ¿dónde podían estar las llaves? ¿En su dormitorio con un gorila durmiente? ¿En el salón con las plantas que casi se lo tragan? O igual en cualquier sitio donde hubiera una serpiente esperando para atacar.
La casa era en aquel momento lo más peligroso que había visto y entrar ahí no parecía buena idea.

Pero, por suerte, Jay aún tenía las llaves encima.- Gracias. -Se le escapó sin pensar siquiera con un suspiro.
Dejó que examinara el coche, al menos por encima. Si había algo en la guantera o en el maletero esperaba que se quedara ahí hasta que se bajaran. No parecía pedir tanto.

Una vez en el coche y con los cinturones, miró de nuevo el tablero. Era su turno, pero a decir verdad no quería tirar. Lo único que le motivaba es que cada vez quedaba menos para el final y ahora... estaban armados si aparecía algún bicho enorme de nuevo.- Tenemos que encontrar un lugar seguro para tirar. Si vamos al pueblo ya nos seremos los únicos en encontrarse de frente con esto. -Porque de algún modo, Scott aún no había pensado en qué podían haber provocado las criaturas en el pueblo. O quizá es que prefería no pensarlo y centrarse solo en lo que tenían entre manos.

Scott | Ronda 3 | Turno de Scott | Exteriores casa de la vecina | 9:45

Cuando Jay dijo que tenía las llaves no pudo contener un suspiro de alivio, asintiendo con la cabeza porque al menos ese era un problema menos, y cualquier problema menos era un verdadero regalo dada la situación. Esperó a que abriera y revisó la parte de atrás también, haciendo un gesto a Scott para que subiera. Ella se sentó atrás con Scott para que Jazz se pudiera sentar delante junto a su padre, porque podía comprender que en ese momento quisiera estar cerca de él, se sentiría más segura y tranquila.

— No sé si eso es bueno o malo. — sonrió ligeramente, aunque era una sonrisa tensa. Ser los únicos por un lado era bueno porque  no metían a nadie más en problemas, pero por otro era terrorífico porque no podían pedir ayuda, así que la verdad es que aunque su tono hubiera sido en broma realmente no sabía qué pensar al respecto — Tal vez haya algún lugar relativamente tranquilo donde tirar. Sé que es difícil pero si no intentamos pensar en que esto desaparecerá cuando terminemos no vamos a ser capaces de hacer nada, porque ninguno quiere hacer daño a otra persona o a sus bienes, pero es que cada vez tenemos menos opciones y si no acabamos el juego simplemente seguirá así. — dejó escapar un pequeño suspiro, mirando por la ventana. Meterse en alguna trastienda o local que esté cerrado sonaba como buena opción para dejar encerrado lo que quiera que saliera de allí, pero estaban en las mismas, era estropearle el lugar a alguien, sin embargo si no hacían nada no podrían acabar ese juego y estaba claro que el aire libre no funcionaba, no quería ni pensar si la tormenta hubiera ocurrido en la calle, ¿dónde habrían estado los límites? — Jay, Jazz, ¿no hay algún local que pueda estar abandonado, en alquiler o algo de eso? — a fin de cuentas ellos deberían conocerlo mejor.

Lizz | Ronda 3 | Turno de Scott | Pueblo | 10:00

Iba sentada completamente en tensión en el coche, manos, mandíbula, todo en ella rechinaba. Estaba completamente atenta a todo lo que pasaba, y pronto empezó a ver lo que se temía: caos, caos por todas partes. No puedo evitar echarse hacia delante en el asiento del coche e inclinarse sobre el salpicadero, observándolo todo. - Papá, aquí está pasando algo... Hay que dejar el coche en algún sitio e ir a donde podamos controlar al siguiente tirada... - Al pasar la policía un pensamiento cruzó su cabeza, y volvió a entrarle el agobio. - ¿Y si alguien se entera de esto del juego y nos culpan a nosotros? - Se volvió a echar para atrás, apartándose el pelo aún empapado de la cara y con ganas de llorar. Aquello tenía que estar siendo sencillamente una pesadilla.

Trató de respirar y se giró hacia a Scott, que iba detrás, con el tablero sobre sus rodillas. Debía estar asustado, como ella, pero se le veía fuerte y determinado. Y Jazz no podía ser menos. Trató de poner atención en lo que decía Lizz y suspiró. - Déjame pensar... - Vamos, Jazz, vamos, tendría que haber algún sitio ¿no? En el centro no, pero... - En la zona del instituto. Ahí antes había una tienda que vendía caramelos y demás, y lleva cerrada un par de años... Además, por ahí vive menos gente, será mejor ¿no?- Preguntó mirando a Lizz, como buscándole alguna lógica, como si hubiera una opción que fuera ligeramente buena. Trató de sonreír a Scott y dijo - Y... si sale otro bicho infernal, mejor que se cargue el insti que otro sitio ¿No?

Jazz | Ronda 3 | Turno de Scott | Pueblo| 10:00

Estaba claro, cada vez más conforme avanzaban, que había hablado demasiado rápido cuando había dicho que "ya" no serían los únicos en enfrentarse a ese tipo de cosas. Porque quedaba a simple vista que en el pueblo habían estado lidiando con las consecuencias de la partida desde que los animales empezaron a escaparse de la casa. No es que no hubiera sentido culpabilidad cuando habían escuchado a los policías hablar de la señora que había muerto. Pero ahora era aún peor, porque de alguna forma, se había convencido de que solo ellos estaban pasando por la pesadilla y no que todo estaba causando estragos a los demás.

Así que estuvo de acuerdo con su madre, un local abandonado o cerrado serviría, para atrapar dentro a lo que fuera o causar menos incidentes. Que no podían seguir haciendo eso sin pensar en los demás, ¿no?
Aunque levantó la mirada cuando Jazz se giró hacia él tras dar la idea del local junto al instituto. Incluso sonrió ante la idea de que lo cargasen, porque, sinceramente, solo pensar que iba a tener que pasar por un primer día de instituto a mitad de curso ya le daban ganas de destruirlo.

Como estuvieron de acuerdo con la idea, después de aparcar se dirigieron a la tienda que había dicho Jazz, pudiendo ver el instituto allí cerca. Lo de colarse... bueno, resultó más fácil de lo que parecía porque por lo visto no eran los primeros en meterse allí por la puerta de atrás.

- De acuerdo... ¿estáis listos? -Preguntó, mirándolos a todos después de abrir el tablero y comprobar que todo seguía en su sitio. Cerró los ojos y tiró los dados.
El recorrido del pequeño elefante no fue mucho, así que la esfera se iluminó pronto revelando el mensaje que el chico leyó.- Será mejor que la melodía no se vuelva estruendo, no les ganaréis por salir corriendo. -Miró a los demás intentando saber si a alguno se le ocurría algo.- "Que la melodía no se vuelva estruendo"... ¿será algo que hace ruído? o quizá que nosotros no debemos hacerlo... -Bajó el tono para añadir lo último, por si acaso.

Scott | Ronda 3 | Turno de Scott | Exteriores casa de la vecina | 9:45

Ronda 3 | Turno de Scott | Pueblo | 10:00

Aquello era un desastre, no es que quisiera evitar ver la realidad pero sinceramente, en ese momento tampoco servía de nada ver los estragos que estaba causando aquel maldito juego. Lo único que sacaba en claro del entorno es que daba igual lo que hicieran, el juego afectarí a absolutamente todo. A su parecer lo mejor era seguir con la estrategia de intentar mantener los daños en zonas controladas, aunque a veces se les hubieran escapado o no pudieran evitarlo, como con las hormigas o aquella estampida. De resto...cruzar los dedos y rezar a cualquier divinidad porque realmente aquel ridículo tablero cumpliera con su palabra.

Cuando se colaron en el local que Jazz había recomendado, a lo que ella había asentido con una pequeña sonrisa satisfecha, a estaba pensando en si su siguiente sitio para tirar debía ser el instituto. No es que estuviera de acuerdo con que acabara destruído pero estaba cerca y normalmente algunos alumnos tenían sus rincones por los que entrar y salir para fugarse las clases. De cualquier forma, ella estaba cerca de la puerta trasera por la que habían entrado, escuchó lo que había salido en aquella esfera de boca de su hijo y frunció el ceño.

— No sé por qué me inclino más a pensar en lo segundo. — torció el gesto. ¿Qué se suponía que iba a aparecer con lo que ellos no pudieran hacer ruido — Y casi que deberíamos ir preparándonos, no parece que esta vez correr nos vaya a servir de mucho. — aferró el cuchillo por pura inercia hacia el frente, haciendo un gesto con la otra mano para apurarlos a que se dirigieran hacia la puerta. Cuanto más cerquita de la salida todos juntos mejor, ¿no? Ya era difícil armar una estrategia pero...en fin. De momento solo miraba a todos lados esperando ver aparecer cualquier cosa, o escuchar cualquier melodía infernal mientras esperaba a que la familia se reuinera y pusieran el juego a buen recaudo — ¿Hacia el instituto? — susurró, por si acaso.

Lizz | Ronda 3 | Turno de Scott | Pueblo | 10:00

Ronda 3 | Turno de Scott | Pueblo | 10:00

Casi se había sentido segura de poder meterse en el local aquel, cuando Lizzie les recordó que quizá tenían que salir corriendo una vez Scott hubiera tirado. Suspiró y miró por la ventana del local, señalando la valla. – Creo que por donde las canchas hay un hueco que los chicos han abierto para colarse a jugar cuando el instituto está cerrado... – Achicó los ojos, pensando. – Y de ahí podríamos ver si alguna de las ventanas de las clases o las puertas está abierta. – Seguía mirando de brazos cruzados por la ventana, cuando oyó los dados caer. Se giro y escuchó a Scott, asintiendo y arrodillándose frente al tablero, guardando silencio.

Fue en ese silencio en el que lo oyó. Era como un rumor, y luego empezó a parecerse a como se odian las bandadas de gaviotas en la playa... Y entonces apreció allí el pájaro. Y luego otro. – Los pájaros... ¿Pueden atacar? – No lo parecía. No era como el león o el maldito cazador. Pero cada vez había más, y la habitación empezaba a llenarse. Pronto estarían todos sobrevolándoles. Y estaban en un espacio cerrado, y viendo cada vez más, con esos graznidos y sus aleteos, imponían. A Jazz le duró la tranquilidad y la interrogación, lo que tardaron los pájaros en sobrevolar en masa el local. Y el culmen fue cuando empezó a sentir como que la perseguían. – ¡Vamos fuera, aquí lo tienen más fácil para venir a por nosotros! – Y salió de nuevo a la calle. Y lo que vio no le gustó nada.

Se bloqueó unos segundos, al ver la cantidad de pájaros que venían hacia su posición. Miró hacia atrás y dijo. – ¡Vamos al instituto por donde he dicho! ¡Creo que sé dónde está! – Y salió corriendo hacia el hueco en la valla, como si tuviera el contador de una bomba a su espalda, en forma de pájaro. Solo se paró cuando vio la alambrada levantada, para meterse bajo ella y empezar a otear por el patio donde encontrar una ventana o puerta abierta.

Jazz | Ronda 3 | Turno de Scott | Pueblo| 10:00

Él también había pensado como su madre, que quizá debieran guardar silencio y eso bastara para no llamar la atención de lo que quiera que apareciese, tal como parecía que había pasado con las plantas de la casa. Además, era buena idea eso de pensar en hacia dónde correr cuando tuvieran que salir pitando de allí. Y Jazz parecía tener la solución... Parece que al final sí iban a destrozar el instituto.

Antes de que pudiera decir que estaba de acuerdo, el graznido le hizo girar la cabeza de golpe, mientras aún recogía el tablero del suelo. Un pájaro... podría ser casualidad. Salvo que, cómo no, no lo era. Apareció un segundo en otra parte de la vieja tienda y se fueron multiplicando...

- ¡Será mejor que nos larguemos! -Estuvo de acuerdo y siguió a los demás hasta fuera. Cerrar la puerta tras ellos retrasaría a los pájaros un poco de no ser porque ¿también habían aparecido fuera o habían salido por otra parte?
Aquellos animales estaban por todas partes y de momento no bajaban demasiado, pero lo harían. Scott echó de menos que su sudadera tuviera capucha al escuchar a Jay decir algo que ya sabía. Los pájaros podían atacar.

Pasaron por el hueco y siguieron hasta el edificio, aunque no se veía ninguna ventana abierta. El zumbido de los graznidos era incesante y si no era cosa suya, le parecía que estaban volando más bajo. Casi estaba por decirle a Jay que intentase disparar, a ver si los espantaba, pero también pensaba que los disparos atraerían la atención de la policía sobre ellos.

- ¡Por allí! ¡Creo que he visto una! -Y los pájaros empezaban a descender, de momento no le atacaban en la cabeza, pero sí en los brazos y manos, como si quisieran que soltase el juego.

Scott | Ronda 3 | Turno de Scott | Exteriores casa de la vecina | 9:45

Los pájaros podían atacar, claro que sí, había toda una película basada en lo que podían hacer esos bichos. No quería quedarse sin ojos o pillar alguna enfermedad, por bonitos que le pudieran parecer, así que en cuanto aquello comenzó a ser evidentemente un nuevo ataque del tablero estaba claro que lo mejor era buscar un nuevo refugio. Y no lo encontrarían en el exterior, donde más pájaros cubrían el cielo.

Sintió que se le encogía algo en el estómago pero por suerte no tenía que pensar, solo correr, seguir a Jazz hasta un lugar seguro pues aquel era sus terreno, esperaba que eso pudiera ayudarles de algo. Al llegar se puso también a mirar ventanas e incluso encontró una puerta pequeña que tal vez debía ser de la cocina o algo así. Dio un par de tirones pero estaba a todas luces bien cerrada.

Escuchó entonces la voz de su hijo. Agradeció ver un poco de luz, de esperanza, porque no pintaba bien. Ya había localizado una ventana a la que podrían acceder tal vez rompiéndola con alguna piedra pero necesitaría la piedra, demasiadas cosas. Solo siguió la voz de su hijo para ir hacia la ventana que decía. Estaba un poco alta para entrar sin más pero ayudándose sería muy fácil. No lo dudó antes de entrelazar ambas manos, doblar un poco las rodillas y tenderlas hacia delante, como apoyo para que los menores pusieran un pie.

— Venga, id subiendo. — suponía que Jazz iría primero así que le hizo un gesto con la cabeza, esperando que comenzaran a entrar. Primero ellos y luego que subiera Jay, él tendría más fuerza para ayudarla tirando desde arriba y a ella le resultaba más fácil empujar desde abajo, así que era lo lógico, a menos que alguien tuviera un plan mejor, solo era hacerlo y ponerse a cubierto.

Lizz | Ronda 3 | Turno de Scott | Pueblo | 10:00

Ronda 3 | Turno de Scott | Pueblo | 10:00

Los astros se habían alineado para que Scott encontrara un lugar con la ventana abierta. Dio gracias interiormente, porque los pájaros la tenían más que agobiada, y corrió hacia donde estaba Scott, saltando como si le fuera la vida en ella para colarse por la ventana. Se había quedado con medio cuerpo dentro del aula, cuando oyó todas las sirenas. En su absurdo pensamiento de persona que en realidad está aterrorizada, pensó “Ya está, vienen a por nosotros, pero qué raro que manden a la policía a por unos que se cuelan en el instituto”. Luego ella sola se dio cuenta de que había problemas más grandes sueltos.

Entró hacia lo más profundo del aula y se dio cuenta de que había dos pájaros que les habían seguido hasta allí, pero parecían inofensivos. – ¿Qué? ¡Ahora no sois tan valientes! – Les espetó. De verdad que necesitaba que aquello terminara porque se le estaba yendo la cabeza. – Como os intentéis acercar a Scott vais a ver. – Esperó a que los padres entraran y se acercó al chico. Cogiéndole del brazo. – Tira corriendo, mientras estemos aquí dentro tenemos una oportunidad. – Se puso al lado de la puerta del pasillo. Cerrada con llave. Bueno a las malas la rompían. – Papá, igual tenemos que romper esta puerta. O hacerle una barricada. Depende de lo que venga. Sea lo que sea, mejor que alguien se quede por aquí. – Igual era hasta posible que salieran con vida de aquella pesadilla. Se quedó rondando por la clase, vigilando a los pájaros.

Jazz | Ronda 3 | Turno de Scott | Pueblo| 10:00

Tuvo que dar un par de golpes con el tablero a los pájaros que se le habían ido acercando, tratando de espantarlos mientras corría hacia la ventana. Jazz subió primero y después él, ayudando a Jay y por último a su madre a entrar en la clase. En todo el trasiego un par de aquellos bichos se habían colado en el aula, pero parecía que preferían ir a su aire o quizá la sirena que sonaba de fondo les estaba confundiendo.

Apenas podía apartar la mirada de la ventana, temiendo que rompieran el cristal a picotazos. Pero escuchó a Jazz decir su nombre y la vio amenazar en cierto modo a las aves. Le dedicó una sonrisa, por raro que fuera en aquella situación.

Jay se acercó a la puerta y comprobó que podría abrirla llegado el caso, preguntándole después si estaba seguro de tirar.- No vamos a encontrar ningún sitio bueno para eso, así que mejor hacerlo. -Respondió.- Colocaos de forma que podamos salir de aquí lo antes posible, sea lo que sea lo que salga, ¿de acuerdo? -Esperó a que todos estuvieran bien posicionados y cogió los dados. Al menos sabía que no podía sacar una tirada peor que la anterior, solo confiaba en poder acercar la ficha más al centro, para poder aumentar sus posibilidades.

Tuvo que convencerse internamente para dejarlos caer sobre el tablero y esperar la aparición del acertijo. Lo leyó atentamente una vez y luego en voz alta.- No será fácil volver a tirar, ahora la tierra empieza a temblar. -Tragó saliva.- Creo que será mejor que nos preparemos para un terremoto o algo así. -Comenta, mirando el aula y todas las cosas que se les pueden caer encima. Cierra el tablero con la intención de meterlo en la mochila. Si tienen que salir pitando estará más seguro ahí.

Scott | Ronda 3 | Turno de Scott | Exteriores casa de la vecina | 9:45

Ronda 3 | Turno de Scott | Pueblo | 10:15