• ÍndiceÍndice  
  • Últimas imágenesÚltimas imágenes  
  • BuscarBuscar  
  • RegistrarseRegistrarse  
  • ConectarseConectarse  
  • Tree Of Life
    ¿Quieres reaccionar a este mensaje? Regístrate en el foro con unos pocos clics o inicia sesión para continuar.
    2 participantes

    Página 2 de 2. Precedente  1, 2

    Alchemist
    Ivanka
    Alchemist
    Link del mensaje
    Jue Mar 25, 2021 5:02 pm
    Recuerdo del primer mensaje :


    Once upon a dream
    CON Marcus EN Patio sur A LAS 11:00 del 25 de febrero de 2001
    ¡Gal! – Abrió los ojos de golpe y se dio cuenta de que estaba jadeando. Se frotó los ojos y trató de regular al respiración. Hillary y Donna estaban sentadas al borde de su cama con cara de preocupadas. – Tía, estabas teniendo una pesadilla. De las feas además, mírate, no puedes ni respirar. – Gal carraspeó. – ¿Una pesadilla? – A ver, a ver, un momento, porque ella no se sentía como en una pesadilla... De hecho... Se llevó la mano a la frente y dijo. – ¿He dicho algo? Estoy un poco confusa... – Pero ya iba recordando. Y no. No tenía nada que ver con una pesadilla. Cerró los ojos y tragó saliva. Su cerebro le reprodujo amablemente las imágenes de Marcus y ella... Ay, por todos los dragones, eso no estaba bien. Que hacía un mes que se habían peleado muy fuertemente, aunque ya se hubieran perdonado, y encima por lo que se habían peleado. Suspiró. Hillary le tomó la mano. – Al menos esta vez no te has puesto a toser. No, pero tenía pinta de que iba a empezar en cualquier momento, porque estaba la pobre que no podía respirar. – Gal suspiró. Se sentía mal haciéndoles creer aquello a sus amigas, pero es que no les iba a explicar que en verdad eran jadeos y lo que su cabeza le estaba enseñando. – Voy a... A ducharme. – Terminó por decir. – ¿No quieres dormir un rato más? Es domingo.Ya, ya... Pero no, no. De verdad, creo que la ducha me va a venir bien.

    Se puso el agua tan caliente que el picaba en la piel, pero es que eso le gustaba, le hacía sentir mejor. Aunque, ciertamente, no ayudaba con... Ah, quien fuera prefecta solo y exclusivamente para poder meterse  en el baño de los prefectos, ella sola, con las bañeras enormes, y los chorros de colores... Y allí podrían entrar todos los prefectos, ¿no? Y Marcus era prefecto... Ay, por Merlín, qué mal estaba. Eso lo tenía que remediar antes de enfrentarse al día. Pero claro, ella no era un prefecta con acceso a un maravilloso baño casi privado. Aunque... En verdad era muy temprano... Y era domingo...  Sacó la cabeza por la portezuela de la ducha. Por allí no había nadie y raro sería que apareciera alguien a esas horas. No sería el baño de prefectos, pero...

    Una hora más tarde y considerablemente más tranquila, mientras se hacía una trenza, bajaba a uno de los patios con uno de sus libros de poesía, que no era una gran idea teniendo en cuenta cómo se haba levantado, pero hacía sol, y no le apetecía estar dentro del castillo, y tampoco le apetecía charlar demasiado con su amigas, porque iba a acabar soltando algo que no debía sobre su sueño... Había que fastidiarse con su cabeza, justo ahora decidía producirle un sueño así. Y llegando al patio sur, el más soleado, vio al protagonista del sueño allí sentado en un banquito, con los ojos cerrados y puesto al sol. "Eres como el sol de verano", le había dicho en el pasillo. Y así le veía ella, como un sol eterno, siempre brillante, siempre alumbrando el camino, siempre dándole más calor del que necesitaba o le convenía.  Suspiró. Lo inteligente sería ir en dirección contraria hasta que se le pasara la tontería del sueño de esa noche, pero sus pies se habían dirigido solos hasta su altura. Mejor afrontarlo con humor y ligereza, como si no hubiera pasado nada. Bueno, y es que no había pasado. Solo en su imaginación. Se dejó caer a su lado con una sonrisa. – ¡Ja! Pero O’Donnell, yo pensando que estabas estudiando y mira dónde te encuentro. – Deslizó la cabeza casualmente hasta su regazo, estirándose en el banco, y abrió su libro. Ahí estaban, el jin y el jan, el sol y la luna. Le sonrió y dejó caer, sin quitar la vista de por donde tenía marcado el libro. – Te gusta más el sol que a mis plantitas. – Parpadeó un poco y dijo en tono más bajo. – A mí también. – Y no se refería al sol que había en el cielo. Pero eso solo lo sabía ella.  
    Merci Prouvaire!


    Once upon a dream - Página 2 Whatsa10

    El Pájaro en el espino, el comienzo:

    Golden Shields:

    Juntos, somos el Todo:
    16 de enero de 2002:
    Ivanka
    2862Mensajes :
    20Honra :

    Once upon a dream - Página 2 Empty


    Alchemist
    Freyja
    Alchemist
    Link del mensaje
    Mar Mar 30, 2021 4:49 pm

    Once upon a dream
    CON Alice EN Patio sur A LAS 11:00 del 25 de febrero de 2001
    Miraba de reojo sus manos agarradas y se mojaba los labios esperando su respuesta, deseando que fuera "no, no acaba ahí" y necesitando que, en cambio, dijera "sí, hasta ahí llegaba"... ¿O sería al contrario? Su curiosidad le pedía más información sobre aquello, y también su deseo. Pero su mente le decía que alguien tenía que parar aquello. Y ese alguien no era él, por desgracia ya había quedado demostrado que ni sabía ni podía. Al parecer, ese alguien tampoco era Alice. Al menos que los sueños decidieran donde había que poner el punto y final.

    Cerró los ojos pesadamente y se mojó los labios. Por supuesto que no acababa ahí, Alice siempre iba un poco más lejos. Hasta en los sueños las estrategias por alejarse eran inútiles, porque acababan donde realmente querrían haber acabado ya varias veces y no lo habían conseguido, por los motivos que fuera. En honor a la verdad, lo ocurrido después de Navidad pensó que abriría una brecha de separación entre ellos... No, por supuesto que no. Ahí estaba, agarrando su mano y oyendo como el Marcus del sueño de Alice iba a buscarla deliberadamente, a continuar con aquel peligroso juego y a pedirle que pasara las manos por su cuerpo. Y el Marcus real, el que estaba allí apoyado en la columna, estaba sintiendo demasiada envidia de ese Marcus en ese momento.

    Estaba sin capacidad de articular palabra alguna escuchando todo aquello, notando como si las sensaciones se le reprodujeran en su propio cuerpo, tratando de que no se le notara que había dejado de respirar con naturalidad y ahora parecía no saber hacerlo como una persona normal. Abrió los ojos y volvió a reposar la cabeza en la columna, mirando hacia arriba, mojándose los labios. Preguntándose hasta dónde iba a llegar ese sueño, hasta donde estaría dispuesta Alice a contar... Y qué iba a hacer él cuando acabara. Cómo la iba a enfrentar. Cómo iba a ponerse frente a ella y no lanzarse a besarla apasionadamente como deseaba hacer desde hacía un rato, desde hacía... Meses.

    A él también le temblaba el cuerpo entero, al Marcus real, como a la Alice del sueño, y no de frío precisamente. Notó como aferraba su mano aún con más fuerza y él correspondió con la misma intensidad. Y entonces, la sintió girarse. La sintió ponerse frente a él y el corazón se le detuvo, reanudando el latir a gran velocidad cuando la chica, antes de que pudiera apenas percibirla, cerró sus ojos. Casi soltó un jadeo de la impresión, de la intensidad, y su mente corría a toda velocidad y, al mismo tiempo, no era capaz de pensar claramente nada. Todas estas sensaciones no fueron nada comparado con lo que sintió su cuerpo al notar sus labios tan cerca de su oído, al percibir esas palabras y al recordarlas. "¿Y si no me puedo contener?". No, no se podía contener. Apenas tardó un par de segundos en reaccionar, en notar como su desbocado corazón y su respiración agitada le pedían a gritos rozar sus labios con los de ella. Aun tenía los ojos cerrados, ni siquiera había podido cambiar de postura. Pero quiso buscarla... Y ya se había ido.

    Abrió los ojos y, como quien despierta de un sueño, la realidad le golpeó en la cara. Alice no estaba, se había esfumado y se había llevado su sueño y sus palabras con ella, pero no las sensaciones que le inundaban por completo. Bajó la cabeza y echó aire por la nariz, mojándose los labios. Cerró los párpados con fuerza e hizo una mueca. Maldita sea. ¿Por qué maldecía? ¿Por haberse quedado con las ganas de besarla, o por haber caído en esa tentación otra vez? Habían tenido momentos preciosos, habían tenido momentos intensos, pero también habían tenido un momento bastante desagradable en Navidad que por nada del mundo quería que se repitiera. Y ellos eran amigos, amigos y nada más, amigos que pueden perfectamente estar con otras personas y que, de hecho, lo habían estado. Ambos. Con distintos resultados... Pero lo habían estado. ¿Por qué demonios caía hechizado tan pronto ella le susurraba de esa forma? ¿Por qué su cuerpo se activaba como un interruptor ante ciertas frases? Si empezaba a analizar, tendría que llegar mucho más profundo y preguntarse cosas aún más simples, como por qué sonreía cada vez que veía sus trenzas y pensaba lo guapa que estaba. Y si empezaba a hacer eso... A saber lo que se podía encontrar. Era mejor dejarlo estar. Se lo había repetido mil veces: Marcus, déjalo estar. Pues nada.

    Respiró hondo y la buscó con la mirada. Vale, Marcus, solo era un sueño, nada más. Te lo ha contado porque se lo has pedido. Ya está. No ha pasado nada. Tenía que repetirse eso demasiadas veces para no confundirse de más. Detectó a la chica mirando por una de las ventanas del claustro y, guardándose las manos en los bolsillos, se dirigió hacia ella. Nada más acercarse, se detuvo ante sus palabras. A pesar de que sonaban un tanto distantes, no pudo evitar esbozar una sonrisa ladeada. Tensa, frustrada, extraña... Pero que reflejaba el cariño que sentía por su amiga. Porque eso sí que estaba por encima de todas las cosas: Marcus adoraba a Alice, fuera cual fuera la circunstancia. Sin decir nada, se acercó a ella y rodeó con suavidad y cierta prudencia su cintura por la espalda, abrazándola y colocando su barbilla en su hombro. - Yo siempre te sigo... Aunque no haga falta. - Clavó su mirada en el Lago Negro, el cual veían desde allí, y sonrió con suavidad. - ¿Qué sería de mí sin tus locuras? - Preguntó con suavidad. Ella misma se lo había dicho antes, ¿no? Podía ponerse todo lo digno que él quisiera... Pero era verdad. Sin las locuras de Alice, Marcus era poco más que un prefecto regañón y un estudiante tan modélico como aburrido.

    Se mojó los labios y bajó ligeramente la mirada, dejando soltar un poco de aire entre los labios. ¿De verdad iban a dejar eso así? ¿Ahí? Había estado a punto de besarla, lo habría hecho si no se hubiera ido, y seguía muriéndose de ganas. Desde su posición, miró de reojo hacia arriba, enfocando su rostro desde allí... Y volvieron las ganas. Se separó lentamente, mirándola aún desde su espalda, entreabriendo ligeramente los labios... - ¡Vaya! ¡Si estáis aquí! - Se giró súbitamente. Maldito Sean, o bendito de él. No sabía su amigo lo que acababa de interrumpir. - Aaaww, qué sitio más romántico. ¿Cómo que no me has traído antes, polluelito mío? - Se podría haber quejado o haber saludado disimulando, pero ante semejante comentario solo pudo arquear lentamente una ceja y mirar a Sean. ¿¿Polluelito?? Tuvo que fruncir los labios con más fuerza que en toda su vida para no echarse a reír. Por supuesto, Sean, que podía jugarse una mano que no estaba conforme con ese mote, tenía que hacer la de la normalidad. - Bueno, nosotros tenemos otros sitios, este suele estar ocupado. - Trató de decir él para excusarse, aunque con una risita nerviosa. Patrice le miraba con ojitos de enamoramiento y estaba enganchada a su brazo con ambas manos como si estuviera andando sobre una tabla puesta a kilómetros de altura, ni que se le fuera a escapar. - ¿Y me vas a llevar a alguno de esos sitios? - Le dijo melosa. Su novio rio incómodamente otra vez. - Bueno, es que ya que nos hemos encontrado con ellos, no nos vamos a ir, ¿no? - Trató Sean de salvar. Marcus hizo un gesto con las manos. - Oh, por nosotros no os preocupéis. - No no, si os estábamos buscando. - Vale, quedaba patente que Sean no quería pasar más domingo del necesario a solas con Patrice. La chica se inclinó hacia él y le susurró. - A lo mejor quieren estar solitos, polluelito. - Y soltó una risita. Marcus abrió la boca para contestar, pero ya se adelantó Sean. - No creo. Habíamos quedado aquí, ¿verdad? - Y miró intensamente a Marcus y a Alice. Estaba claro: era una llamada de socorro. - Sí, sí. - Trató de seguirle el rollo a su amigo... Pero aquello era divertido, así que no se lo iba a poner tan fácil. Carraspeó. - Aunque no querríamos interrumpir un momento de polluelitos. - No sabía cómo había podido decir eso sin reírse. Sean le estaba asesinando con la mirada, pero Patrice se echó a reír. - El polluelito es él, porque es Ravenclaw. Yo soy su minina de Gryffindor. - Precisó, mientras rozaba adorablemente su nariz con la mejilla de un Sean visiblemente avergonzado. Marcus intentó disimular, pero no pudo. Tenía los ojos tan abiertos que le ocupaban media cara. Los giró para mirar a Alice de reojo, y tan pronto se encontró con la misma mirada atónita de la chica, se tuvo que tapar la boca. Le iba a recordar eso a Sean toda la vida... A falta de no poder contarle lo que acababa de parar.
    Merci Prouvaire!


    We are
    Once upon a dream - Página 2 Alchem10

    Once upon a dream - Página 2 Firma110

    La eternidad es nuestra:
    Freyja
    5259Mensajes :
    177Honra :

    Once upon a dream - Página 2 Empty

    Alchemist
    Ivanka
    Alchemist
    Link del mensaje
    Mar Mar 30, 2021 7:24 pm

    Once upon a dream
    CON Marcus EN Patio sur A LAS 11:00 del 25 de febrero de 2001
    Sabía que había sido demasiado brusca yéndose así. Pero es que si se quedaba, se iba a abalanzar sobre él. Pero no parecía enfadado, quizá se lo había tomado solo como un juego, y ahora que el juego había terminado, simplemente volvían a lo del principio de la mañana... Le iba a costar pero... Pero nada.

    Cuando sintió los brazos de Marcus rodeándola, su cuerpo pegado al suyo por la espalda y esas manos sobre las que tuvo que posar las suyas como si así lo pudiera retener, su cuerpo entero se estremeció. Aquellas palabras le hicieron cerrar los ojos y apoyar la cabeza en su hombro, notando como Marcus hacia lo propio en el de ella. Intentó tomar aire otra vez, normalizar su respiración. Pero no podía, simplemente no podía. – Marcus... – Susurró. Entonces, él se separó y la miró desde donde estaba. Y ella a él. Y lo tenia tan tan cerca... Aquellos labios abiertos para ella... – Marcus... ¿Quieres... – "¿Quieres venir conmigo a cualquier lugar de este castillo donde podamos pasar horas solos? Besándonos, tocándonos o simplemente mirándonos así sin miedo a que nos descubran?" Pero no le dio tiempo a decirlo, porque oyó la voz de Sean, y nunca le habían dado más ganas de girarse ladrando como una energúmena a quien fuera que osara acercársele. Pero eso sería un poco raro. Así que simplemente suspiró con hastío.

    Sean y Patrice eran de lo más inaguantable que había, de verdad que la ponían enferma. Deshizo la postura con Marcus, aún un poco embotada y contestó a la chica. – Sí que lo es. – Vaya, ni lo había pensado bien. Volvió a suspirar y tragó saliva, deseando quitarse de en medio ya cuanto antes y deseando tumbarse en alguna parte y simplemente mirar el cielo y las nubes, tratar de borrar aquellas imágenes de su sueño, o el tacto de la mano de Marcus, o el de sus brazos, su aliento tan cerca del de ella. Basta. Parecía que Marcus le estaba siguiendo bastante el rollo a Sean, y mensos mal, porque ella estaba en otra parte.  – ¿Estás bien? – Preguntó Patrice mirándola. Ella parpadeó y movió la cabeza. – Sí, sí... Es que he dormido poco... – La chica la miró alzando una ceja. – ¿Seguro que no preferís quedaros solos? – Espera, espera... – ¿Has dicho polluelito? – Y Marcus también tiró por allí. Mira, solo por eso haba merecido la pena la interrupción. Se mordió los carrillos para aguantar la risa, y cruzó una mirada con Marcus para confirmar que él estaba igual. Miró a Sean, solo por confirmar que estaba sufriendo de lo lindo con aquella situación. Y tuvo que retener una carcajada de garganta cuando dijo lo de minina. – Pues ojito con eso, que mi minina caza los polluelos que da gusto. – Y tuvo que girar la cabeza para no morirse de risa delante de aquellos dos.  – ¿Y qué estabais haciendo vosotros? – Preguntó Sean con toda la intención. Pero ya Gal le había perdido el miedo. – Nada, la verdad, disfrutar del domingo. – Miró a Marcus y sonrió dejándole una leve caricia en la mejilla y una mirada que estaba segura que traslucía pura adoración. – El prefecto me estaba dejando clara una parte del reglamento que se me escapaba. – Eso hizo reír a su amigo. – Sí, ya, claro. A ti se te escapan todas las partes del reglamento. – Ella le miró con la ceja alzada. –¿Y tú por qué no recitas todos esos sitios tan románticos a los que llevas a tu novia delante del prefecto a ver si son reglamentarios? – Sean se quedó boqueando, buscando una respuesta inteligente, pero Patrice, usándole de ancla, agarrada a su brazo como si se le fuera el polluelo a escapar volando, ese inclinó hacia delante y dijo. – No somos novios. somos compañeros dee vida. Eso de novios es muy antiguo, y yo lo que quiero es estar al lado de Sean y compartirlo todo con él. De ahí lo de compañeros de vida. – Gal puso una sonrisa de absoluta complicidad y miró a Marcus. – Absolutamente genial, ¿no te parece?
    Merci Prouvaire!


    Once upon a dream - Página 2 Whatsa10

    El Pájaro en el espino, el comienzo:

    Golden Shields:

    Juntos, somos el Todo:
    16 de enero de 2002:
    Ivanka
    2862Mensajes :
    20Honra :

    Once upon a dream - Página 2 Empty

    Alchemist
    Freyja
    Alchemist
    Link del mensaje
    Mar Mar 30, 2021 8:28 pm

    Once upon a dream
    CON Alice EN Patio sur A LAS 11:00 del 25 de febrero de 2001
    Sean tenía el don de la oportunidad, o más bien ellos tenían el don de la no-oportunidad, porque ya había perdido la cuenta de las veces que les habían interrumpido. Si fuera de la cuerda de la Profesora Hawkins, como Alice le había dejado caer antes de broma, estaría rallándose con algo del tipo quizás el destino no quiere que vayamos más allá... Y un poco lo pensaba. ¿Qué habría pasado si no les hubieran interrumpido en el campo de lavandas? ¿Y en el desván? ¿Y en ese momento? Porque la frase de Alice, ese volvemos cuando tú quieras, martilleaba peligrosamente en su cabeza. Un segundo más y, quizás, eso que la chica decía de que era un sueño improbable de cumplir, lo hubieran tenido que llevar a debate.

    No había nada que debatir ahí: eran amigos y punto. Era cuestión de parpadear, salir del embotamiento, hablar con otras personas y darse cuenta de que esa era su realidad, la realidad de dos amigos y nada más. Ahora solo tenía que centrarse en la estampa que tenía delante... Si no fuera porque... Marcus... ¿Quieres...? En lo que las chicas intercambiaban comentarios, bajó la mirada y tragó saliva. ¿Qué, Alice? ¿Qué ibas a decir? ¿Que si quiero, qué? Porque algo le decía que la respuesta iba a ser "sí". Sacudió la cabeza, moviendo los rizos. Tenía que quitarse del embotamiento, tenía que dejar de pensar... Ah, genial, y Sean le estaba mirando. Se cruzó con su mirada nada más alzar la suya. Le conocía lo suficiente como para verse venir el interrogatorio en cuanto aquello terminara.

    Reconectó con el presente cuando Alice dijo que el prefecto le estaba aclarando una parte del reglamento que no tenía clara. Soltó una muda carcajada dentro de sus labios cerrados e ignoró con todas sus fuerzas el escalofrío que le había producido eso. - Es cierto. - Corroboró. - Eso y, aprovechando el solecito, nos habíamos puesto a leer y debatir como buenos Ravenclaw. Sobre las cosas que son realidad, y las que son... - Miró a Alice. - ...Reinterpretables. - Sonrió y, haciendo como que la cosa estaba tan normal, devolvió la mirada a la parejita con las cejas arqueadas en expresión de superioridad. Se tuvo que contener una risa muy fuerte, entrelazando las manos tras la espalda y balanceando los pies mientras trataba de no perder su expresión altiva, cuando Alice le dijo a Sean que recitara esos sitios delante suya. - Eso, que yo les dé mi visto bueno. - Claro, porque tú eres experto en sitios románticos ahora. - Yo soy experto en todo lo que me propongo, Hasting. Me gusta hacer bien las cosas. - Patrice soltó una risita, mirándole, pero se agarró aún más a Sean. Esa chica a veces enviaba señales confusas.

    Fue entonces cuando la Gryffindor soltó un alegato sobre si eran novios o no que Marcus intentó escuchar con la expresión más respetuosa posible en su rostro, tratando por todos los medios de no mirar a Sean, porque le iba a ver la cara de desesperación e iba a estallar en una carcajada muy poco respetuosa. Alice, por fortuna, siguió con el rollo y le dio un buen pie. Asintió en una falsa mueca impresionada, sacando el labio inferior. - Más que genial, yo diría perfecto. - Patrice volvió a reír y a engancharse mimosamente de su "compañero de vida", mirándole con una ternura que se pasaba de cursi. - Es que mi polluelito y yo somos perfectos el uno para el otro, ¿verdad que sí? - Como cualquier gato para cualquier pájaro. - Dijo Marcus tratando de seguir aquella locura, pero ya se le estaba notando mucho tanto el comentario irónico como que se estaba aguantando la risa. Sean le iba a matar, se lo veía en la cara. Pero oye, que no hubiera venido.

    - Bueno, que ya han puesto el almuerzo. ¿Es que no tienes hambre? Porque sería la primera vez. - Preguntó Sean, y Marcus confirmó. - Sí, sí, vámonos a comer. - Que ya me ha dado mucho el sol por hoy. Patrice saltó de nuevo. - ¿Podremos sentarnos los cuatro juntos? - Marcus respiró hondo y la miró con una sonrisa cordial. - Seguro, aunque siendo domingo, a lo mejor hay mucho jaleo de gente. - ¡Ay! Pues vámonos rápido, antes de que nos quiten el sitio. - La chica empezó a caminar hacia fuera del claustro, enganchada de Sean y arrastrándole, mientras comentaba con un tono artificialmente distendido. - Además, los jugadores de quidditch tenemos que sentarnos pronto con quien queremos porque, ¡uf! Ya sabes, los fans. Tooodos se quieren sentar con nosotros, ¿a que sí mi amor? Y teniendo en cuenta que ayer ganamos el partido contra Hufflepuff peor aún, porque... - Marcus aprovechó que Patrice estaba demasiado metida en su conversación para quedarse deliberadamente atrás mientras la dejaba cotorreando. Se mojó los labios. Había algo que tenía que solventar antes de irse de alli.

    - Alice... - Empezó, pero fue cruzar la mirada con la de ella y... Se quedó bloqueado. ¿Qué le iba a decir? ¿Y si solo era un juego? ¿Y si solo era confusión por un sueño? ¿Y si metían la pata? ¿Y si volvía a salir a flote lo de Navidad? Ah, lo de Navidad. Alice ya había tenido su primera vez y no parecía muy contenta. ¿De verdad iba él a, apenas un mes y medio después, ofrecerse para...? No. No le podía hacer eso. Eran amigos. Se iban a confundir. Se iban a hacer daño. Y Alice ya tenía lo que parecía una experiencia fallida con otro, y con él varias a medias. Se detuvo en el pasillo, se puso histérico cuando el desván... ¿Y si le volvía a pasar? Di algo, Marcus, que te has quedado callado. - Eem... - Se aclaró la garganta. Tenía que decir algo. ¿Qué ibas a preguntarme, Alice? ¿Que si quiero, qué? - Nos hemos dejado los libros en el banco. - Dijo sin pensar, y señaló al lugar con el pulgar. - Voy a por ellos. - Antes de darle opción a contestar, se dirigió al trote hacia el banco, cerrando los párpados y resoplando por el camino, aprovechando que le daba la espalda. Cogió ambos libros y se volvió. Llegó hasta ella con una sonrisa un tanto tensa en los labios y le tendió el suyo... Pero se quedó con este sujeto. - Ha sido... Interesante, lo de los sueños. - Se mordió un poco el labio, con una sonrisa ligeramente nerviosa. - Y ese tal Poe... - ¿Venís o qué? - Bramó Sean en la lejanía, haciéndole dar un leve respingo por lo tenso que estaba. Soltó el libro, volvió a sonreír y se guardó las manos en los bolsillos. - Anda, vamos, que se nos muere el polluelo. - Bromeó con una leve risa, señalando a Sean con la cabeza y echando a andar hacia fuera del claustro. Pero mientras salían, la miró de reojo y sonrió. Sí que estás loca, Alice, pero... Yo también creo que los sueños se pueden hacer realidad.
    Merci Prouvaire!


    We are
    Once upon a dream - Página 2 Alchem10

    Once upon a dream - Página 2 Firma110

    La eternidad es nuestra:
    Freyja
    5259Mensajes :
    177Honra :

    Once upon a dream - Página 2 Empty

    Página 2 de 2. Precedente  1, 2