Las cosas estaban tan complicadas y confuses que la verdad era que Ellie no sabía que hacer. No había sido lo suficientemente valiente como para comentarle a sus hermanos de lo sucedido, además de que la avergonzaría enormemente, pero había encontrado un buen apoyo tanto en Joe como en Altair, especialmente en el último que como siempre dejaba en claro en cada momento lo que sentía por ella. Podía ser increíblemente terca, pero la verdad era que el joven Gryffindor le mostraba continuamente lo mucho que le importaba y que siempre estaba dispuesto a ayudarla o robarle una sonrisa.

Una vez que llego al jardín donde había acordado en verse con él, especialmente aprovechando las bajas temperaturas que significaba que casi nadie salía como ellos, se acercó a besar su mejilla. Había muchas cosas que tenían que hablar, muchas cosas que de hecho era necesario que se dijeran, pero Ellie prefería dejar todo como estaba por lo menos por ese momento, aún le dolía mucho recordar como Nick la había rechazado tratándola como si fuera tan solo una niña. – ¿Llegue tarde? Lo lamento, estaba mi hermano en Slytherin dando vueltas y no tuve chance de salir antes. – Especialmente porque Mark siempre tenía un ojo abierto y no quería que Altair tuviera problemas por su culpa.
 

15.12.19 - Jardines

Después de su confesión todo había sido un poco extraño. El colegio se estaba volviendo loco, él quidditch se había cancelado, los profesores eran tres veces más estrictos y él se sentía en una pequeña burbuja. Eleanor se había marchado y con ella ciertas esperanzas. Cuando dijo que le gustaba no esperaba nada a cambio, pero en el fondo de su mente tenía una pequeña esperanza. Era un tonto, lo sabía, su vida era la que era y no estaría a la altura de Eleanor por muchos años que pasaran.

Era una sensación pesada en su pecho, una que ni siquiera se había podido quitar a risas con Bash o Phil. Sus amigos pasaban por su lado sin darse cuenta y Altair fingía ser la persona divertida que era siempre. No había nadie que pudiese ayudarle, ni siquiera estaba seguro de que hubiese una sola persona que se sintiese como él, pero claro, eso era lo que todos los adolescentes terminaban creyendo.

Las semanas pasaron y su relación con Eleanor parecía la de siempre, quedaban cuando nadie los veía, reían un rato y luego ella se marchaba. Si que la había visto más decaída en un par de ocasiones, pero había intentado levantarla de la forma más rápida que podía y allí estaban, antes de navidad.

El beso en su mejilla le hizo sonreír, queriendo girarse y probar sus labios, pero manteniendo su fachada. En parte sería mejor no quedarse enganchado a esa sensación, pero era incapaz de no quedarse ahí.

— No te preocupes, sé que es más difícil para ti librarte que para el resto de mortales — respondió en un tono tranquilo—. ¿Cómo has estado? — eso era siempre lo que más le importaba al joven.
 

15.12.19 - JARDINES

Era a veces complicado actuar con normalidad alrededor de Altair, porque que hubiera dicho aquello en voz alta había sido como si hubiera vuelto realidad toda la situación. Lo quería mucho, era de las mejores personas que conocía, guapo y realmente no le era indiferente, pero si tan solo fuera un sangre pura todo sería mucho mejor. Sabía bien de los movimientos políticos de su padre, su lucha con Gid y toda la situación, lo que menos quería era meterse en problemas o que terminaran sus hermanos metidos en problemas si él consideraba que no la habían cuidado adecuadamente.

—No es por eso, pero sabes que Mark siempre tiene un ojo encima de mí y realmente no he estado de ánimos para aguantar lo sobreprotector que es. — agradecía que su hermano quisiera cuidarla como lo hacía, la hacía sentir importante pero luego simplemente se tornaba insoportable. Además, eso era también lo que la hacía quedar como una niña pequeña delante de todo el mundo y no le gustaba en lo absoluto.

Saco del bolsillo de su chaqueta una rana de chocolate y se la extendió, sonriendo de lado tímidamente. — La compré para ti y no hice momento de dártela el otro día. — porque especialmente su mente se había ido completamente en el momento en que le había dicho que le gustaba. — ¿Emocionado por volver a tu casa? — se apoyó en el árbol, mirando el cielo por unos momentos, encantada por como nevaba. Ella no estaba para nada emocionada de volver, las cosas estaban complicadas y a pesar que sus hermanos estuvieran allí siempre se sentía sola. Inclusive con lo malo que era en ocasiones se sentía más acompañada en Hogwarts que con sus padres cerca.
 

15.12.19 - Jardines

Lo del hermano de Ellie era de otro planeta, parecía que vivía sobre ella, sin querer que nadie se acercase a su hermana. Eleanor tenía derecho a pensar como ella misma sin necesidad de que su hermano la vigilase a cada paso. En parte entendía que fuese la pequeña de tres hermanos, pero al menos su hermano más mayor parecía estar más abierto a que ella hablase con quien quisiera.

—No te preocupes, al final, no lo entiendo, pero puedo esperar por ti— eso lo tenía bastante claro, Altair haría cualquier cosa por Eleanor. Era tonto, se sentía un poco como el pagafantas de turno, pero era incapaz de voltearse y negar lo obvio.

Agradeció el gesto de la chica, guardando la rana de chocolate en su bolsillo para poder abrirla más tarde. No siempre caían regalos de esa clase y era mejor mantenerlos cerca de uno. Estiró los brazos y mostró una sonrisa.

—Si, echo de menos la comida de mi padre, es el mejor cocinero del mundo— y puede que tuviese que ver con su herencia Italiana, pero no había que cocinase mejor de lo que él lo hacía, cosa que le alegraba de sobre manera—. ¿Tú cómo ves la vuelta a casa? — No se la veía feliz, teniendo en cuenta todo.  
 

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Sonrió con cierta timidez por la connotación que les dio a esas palabras, era claro que los dos no habían hablado realmente de todo lo que había pasado luego de la confesión de su amigo, pero a la propia Eleanor se le hacía bastante complicado seguir mirándolo de la misma manera. De repente, cada cosa que hacía o decía Altair llegaba a tener un tinte mucho más amoroso del que ella quisiera aceptar y, además, que no le desagradaba en lo absoluto. — No me gusta hacerte esperar, así que por eso puedes quedarte tranquilo. — termino murmurando, dedicándole una sonrisa de lado un tanto nerviosa.

—Me gustaría mucho probar su comida algún día. — ella realmente no tenía un gran recuerdo de la comida de su madre, de su padre ni hablar que de lo único que se ocupaba era de su trabajo. Cuando escuchaba hablar a todos sus amigos de la emoción de volver a casa, de alguna manera terminaba sintiéndose culpable por no sentir lo mismo que ellos. — Bien, seguramente pasaremos tiempo juntos como familia y todo eso. — era una gran mentira, no había duda alguna de eso, pero era mejor que decir que seguramente los tres serían ignorados por sus padres hasta el día de la ceremonia. — ¿Crees que podamos vernos en las vacaciones? — cuestiono, sabía que sería difícil salir, pero de repente le resultaba emocionante la idea de poder escaparse a pasar tiempo con él.
 

15.12.19 - Jardines

Un calor en su pecho pareció crecer cuando la escuchó decir esas palabras. Eleanor siempre tenía ese poder de hacer que sus neuronas dejasen de funcionar por momentos. Notaba el latido de su corazón en su pecho, bombeando como un martillo y sintiendo que merecía la pena la espera. Ella era un mundo al que le encantaría entrar, su sonrisa, sus buenos modales, esa forma de hacerlo sentir especial sin que se diese cuenta.

—Por mi encantado, estoy seguro de que le encantaría que trajese a algún amigo a casa, siempre están preguntando y creo que piensan que soy una persona solitaria— comentó, con una sonrisa agría en sus labios. A veces era difícil compartir los dos mundos, sus padres no tenían ni idea de lo que pasaba en el colegio fuera de lo que él explicaba y en cuanto a las clases y amigos era difícil llegar a un empate. Además, en vacaciones solían irse a Italia para ver a la familia de su padre, así que era difícil hacer cualquier cosa.

Los ojos de Altair brillaron cuando Eleanor le sugirió verse en vacaciones, acarició su mejilla suavemente en un impulso.

—Espero que si— su padre todavía no le había avisado del viaje que harían, y Altair se encontraría las maletas hechas y a sus padres metiéndolo en un coche para ir al aeropuerto antes de poder decir nada— ¿Crees que podríamos vernos en el festival?
 

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—Todos los somos, al fin y al cabo, en mi caso supongo que solo estoy rodeada de los amigos de mis padres. Ya sabes, tienen una especial atención en el hecho de forjar una amistad o lo que sea bastante intensa con las demás familias puras. — Para su padre, era fundamental que estuvieran junto a las personas correctas todo el tiempo y ella lo había entendido por años, sin cuestionarlo, en ese entonces comenzaba a cuestionarlo un poco más porque Altair no era puro y, al fin y al cabo, era uno de sus mejores amigos.

Se mordió el labio inferior con ciertos nervios, si iba al festival y lo veía Mark se volvería loco, conocía lo suficiente a su hermano como para saberlo, pero quizás si estaba entretenido con algo más podría darse una pequeña escapada a verlo. — No sé si voy a ir, no creo, pero si voy por supuesto que sí. — Se sentía algo nerviosa por eso, porque no sabía si saldría bien y tampoco quería hacerlo sentir mal. — Pero lo de las vacaciones por supuesto, encontrare la manera de que nos veamos, lo prometo. — Se quedó mirándolo a los ojos por unos instantes, terminando por dedicarle una tímida sonrisa. — Además, sino se me harán largas las vacaciones sin verte.
 

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Altair no entendía ese sistema. Daba la impresión de que las familias puras se conocían desde hacia eones y aun así seguían trabajando para que esas viejas alianzas no se rompieran. En sus cinco años en el colegio había visto a demasiados puros levantar la cabeza con ganas de pisar a los demás y era hasta curioso. Los dos primeros años no parecía que la brecha fuese tan grande, pero cuanto más crecían más parecía que se alejaban los unos de los otros. Sin duda alguna aquel sistema hacia un mundo dividido, pero Altair no era nadie para decirles cómo comportarse, eso sí, le dolía no poder estar más con Eleanor por ello.  

—Oh, si no puedes ir tampoco te preocupes, yo espero poder acercarme, aunque mis padres siempre suelen tener planes para navidad que no me cuentan hasta que llego a casa— comentó con una sonrisa en los labios. Lo de mandar cartas hasta Hogwarts era algo que todavía se les dificultaba y eso que en aquel último año todavía había recibido alguna, pero si, los padres de Altair eran lo más muggle que uno pudiese tirarse a la cara.

Aquel último comentario hizo que su corazón diese un pequeño vuelvo en su pecho, podía sentir sus palabras atascarse en su garganta y sus manos empezar a sudar más de la cuenta. Se limpió las mismas en la túnica y puso su mejor sonrisa.

— Es bonito escucharlo,  siempre que paso más de un par de días sin verte te extraño— y no era mentira, la mirada de Altair siempre buscaba a Eleanor cuando entraba en una clase, aunque esta no fuese a hablarle en toda la hora.

Una de sus manos se atrevió a moverse, agradeciendo haberse limpiado el sudor, acarició la mejilla de la joven y sonrió. Si tan solo fuese un poco más valiente.
 

15.12.19 - JARDINES

No sabía si su padre la dejaría ir al festival, suponía que si, además siempre Mark estaba dispuesto a acompañarla y unirla en sus planes. Eso hacía todo mucho más sencillo, lo complicado sería poder perderse cinco minutos lejos de su hermano o de los ojos de su padre si es que iba para poder verse con el Gryffindor. Si fuera un puro no tendría esos problemas, pero no podía decírselo a riesgo de que se sintiera mal, él no tenía la culpa de la sangre que corría por sus venas y lamentablemente ella tampoco de que su familia fuera de aquella manera.

Se mordió el labio inferior cuando le acarició la mejilla de aquella manera, porque él la hacía sentir de una manera un tanto extraña, inclusive una manera que no la hacía sentir Nick quizás por el simple hecho de que nunca habían tenido un acercamiento de ese tipo. — Encontraremos la manera de vernos entonces, nos comunicaremos por lechuza ¿Te parece? — No sabía bien como se manejaba él en vacaciones, pero suponía que podía enviarle una lechuza para avisarle donde podían verse, no podía ser muy lejos del callejón diagón o su hogar en realidad, aunque también era peligroso.

Se quedó mirándolo, sin alejarse ni tampoco acercarse mucho más, sintiendo esa sensación en su estómago que no podía explicar realmente. — Tú también me gustas. — Confesó por bajo, sintiendo la necesidad de que lo supiera ya que cuando él se lo dijo se había quedado en silencio. Merecía saberlo, especialmente por lo bien que la hacía sentir todo el tiempo.
 

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Altair asintió con suavidad, los gestos de Eleanor estaban haciendo que las palmas de sus manos sudasen más de la cuenta y para cuando bajó las manos lo único que pudo hacer fue secarlas con disimulo sobre su túnica.

—¡Claro! —Respondió más rápido de lo que sería normal, pero para él, que Eleanor quisiera tener cualquier tipo de contacto era una celebración por si sola—. Siempre tengo ganas de hablar contigo y si te parece bien podría incluso mandarte alguno de los dulces que hacemos, mi padre es italiano así que solemos tener comida que vosotros no— la cultura terminaba siendo diferente. Si entre los muggles se notaban, no quería saber hasta que punto podrían notarlo los magos.

Por un segundo lo único que pudo escuchar fue un pitido, que no estaba seguro de si venía de fuera o era su cerebro procesando las palabras que la chica acababa de decir. Estaba bastante seguro que sus ojos se habían abierto por completo y su boca se había quedado en una expresión de sorpresa bastante evidente. Notaba su corazón martilleando dentro de su pecho como una taladradora.

—¿De verdad? — Fue lo único que llegó a responder, antes de dar un paso hacia adelante para posar sus labios sobre los ajenos por puro instinto. Tal vez se arrepentiría después, pero en ese momento todos sus impulsos lo habían llevado a querer besar a la chica.
 

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Aunque supiera perfectamente lo mal que estaba ilusionarse con todo aquello, no podía negarse a sí misma lo mucho que la emocionaba la idea de que él le enviara algo cocinado por sí mismo solo porque se trataba de ella. Siempre le había llamado la atención la gastronomía, conocer la muggle no era algo que le fuera a desagradar mucho en realidad, es más, la emocionaba, aunque no lo admitiría. — Eso me parece perfecto, aunque ahora me tendrás esperando tu paquete con comida. — su padre se la pasaba trabajando en vacaciones, seguramente siquiera se enterará que se lo habían mandado y ya pensaría que hacer con Mark, quizás podría pedirle ayuda a Gideon con toda aquella cuestión.

Aquel día estaba plagado de errores con lo que supuestamente debería hacer, pero que no estaba haciendo. No debería decirle que le gustaba tampoco, como tampoco debería sentirse emocionada ante la idea de que le mandara algo a su hogar durante las vacaciones de invierno, pero era inevitable. Más allá de todo lo vivido con Nicholas, todo terminaba resultando francamente inevitable cuando de Altair se trataba. Por eso mismo, tampoco hizo nada por evitar aquel beso, simplemente se dedicó a cerrar los ojos y corresponderlo con torpeza.

No se imaginaba mejor persona en el mundo a quien entregarle su primer beso que no fuera el Gryffindor.
 

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Estaba nervioso, una parte de él había imaginado que la joven lo apartaría, tal vez hubiese tomado mal las señales y siguiesen en ese mismo punto. Altair había hablado de sus emociones y quería pensar que en algún momento recibiría una respuesta positiva, puede que aquella no lo fuese, pero estaba cerca. Por eso se había atrevido a dar un paso hacia delante, a juntar sus labios de manera torpe en un beso cargado de sentimiento.

Se apartó, mirándola directamente, notando como su corazón palpitaba con fuerza y sonriendo dulcemente en dirección de la chica.

—Yo, esto…—No sabía que decir en ese momento, lo único que tenía claro era que la quería y que ojala pudiese pasar más tiempo a su lado.
 

15.12.19 - JARDINES

La manera en que él la hacía sentir distaba mucho de lo que cualquier otro chico le había provocado nunca, le hubiera gustado inclusive decir que con Nicholas había sido así, pero comenzaba a verlo más como una ilusión que cualquier otra cosa. Aún así sus sentimientos no cambiaban, quería mucho a Nick, le hubiera encantado que aceptara de alguna manera como lo quería pero…todo se había dado de aquella manera con Altaír haciéndolo mucho más sencillo, inclusive contando el hecho que era un sangre impura.

Se mordió el labio inferior cuando se separó, mirándolo a los ojos ligeramente sonrojada, sin saber bien que decir pero con una sonrisa en los labios. — Yo…creo que…debería irme a la sala común. — sentía que iba a morir de nervios en ese momento y quizás era lo mejor que podía hacer, además, pronto comenzarían a ir más a esa zona y podrían verlos.
 

15.12.19 - Jardines

No estaba muy seguro de la razón por la que había dado el paso hacia Ellie, era consciente del riesgo, pero su cuerpo no podía quedarse atrás. La slytherin siempre estaba en su cabeza y  por toda la conversación se vio correcto. Ahora no era más que un niño nervioso sin saber muy bien que hacer, notando su pecho inflarse una y otra vez.

—Nos vemos a la vuelta — consiguió decir cuando la joven ya se estaba alejando con el corazón a mil por hora, miró a su alrededor y tan solo tomó una gran bocanada de aire para moverse hacia su sala común y terminar de arreglar sus pertenencias. Aquellas navidades iban a ser más largas de lo esperado, pero sobre todo no poder ver a Eleanor todos los días.
 

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