Grupo dos: Rosie, Orion, Lise, Asa, Harmony, Nate, Leo, Tessa y Lin

Los grupos que estaban disfrutando del concierto empezaron a dispersarse. Algunos se aferraron a sus amigos, a aquellos que podían sujetar con sus manos. Estaba claro que el plan era dividirlos, arrinconarlos para que no tuvieran una fácil escapatoria.

Habéis sido rodeados por un grupo de once hombres con capas oscuras, sois incapaces de reconocer sus facciones debido a las máscaras que esconden sus rostros. No os dan tregua, uno de ellos lanza un depulso en dirección a Harmony, otro lo imita y lanza su hechizo hacia Lise. Otro de ellos lanza un Glacius hacia los pies de Asa y un cuarto enfoca su atención en Tessa, susurrando un Everte Statum en su dirección.

Información general:
— Tenéis la información sobre el funcionamiento del combate aquí. Además una lista de hechizos que podéis usar aquí.
— Aquellos que hayan sido atacados pueden reaccionar, los que no han recibido ataque pueden responder también con un ataque o intentando proteger a sus compañeros.
— El tema estará abierto hasta el 3 de octubre, se harán intervenciones varias con narración según vuestras respuestas.

21.12.19 + Callejón Diagon

Intentaron levantarlo por los aires pero no lo permitió, siguió avanzando en dirección a una de las tiendas que parecía haber abierto sus puertas para recibir a algunas personas. Quizá desde dentro sería mas fácil trasladarse.

—¡Protego!— volvió a chillar, seguido de un bombarda para intentar causar una explosión que aturdiera a los enmascarados que los seguían.

—Sigue caminando— pidió a Lin, mientras seguía cubriéndola con su cuerpo.

21.12.19 + CALLEJÓN DIAGON

Todo a vuestro alrededor es caos. Veis a vuestros amigos heridos, intentando huir, algunos compañeros y conocidos corriendo para intentar refugiarse, algunos intentan defenderse, otros parecen demasiado nerviosos como para sujetar la varita y apuntar correctamente.

Entre los murmullos escucháis que un Nundu ha aparecido en la zona norte del callejón. Hay quienes dicen que los aurores acaban de sacar un Erumpent de uno de los costados. Mencionan que hay estudiantes heridos y no podéis evitar pensarlo ¿habrá pasado algo con alguno de vuestros amigos? ¿Estarán bien vuestros familiares?

Algunos intentan trabajar en equipo, otros fracasan en el intento. La cuestión es sobrevivir.

Rosie ayuda a Lise a levantarse, sin embargo los enmascarados no parecen interesados en permitir que os quedéis juntas. Lanzan un expelliarmus y un incarcerous hacia ella, si no han podido retener a una pelirroja lo intentarán con la otra.

Tampoco parecen estar dispuestos a permitir que Orion se levante, lanzan un petrificus totalus en su dirección, aunque os da la impresión de que los enmascarados empiezan a dispersarse, como si hubieran recibido una señal.

Sin embargo, no piensan marcharse sin dejaros aun más confundidos. Uno aprovecha para lanzar un flipendo en dirección a Harmony, otro lanza un bombarda para intentar evitar que Lin y Nate entren a una tienda.

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—¡¿ME EXPLICÁIS POR QUÉ SEGUÍS DISCUTIENDO?!— gritó, dándose cuenta de que había llamado de más la atención. La cabeza le dolía, sentía cada parte de su cuerpo arder y le estaba costando respirar por el golpe recibido.

Pasó de largo, caminando delante de Asa y Harmony, soltando la mano de la pelinegra, con la varita preparada por si acaso, siguiendo la voz de Orion que la había llamado e ignorando por completo las idioteces de las chicas, que parecían estar más preocupadas por su guerra fría que por la situación.

Detuvo al enmascarado antes de que este pudiera petrificarlo, lanzando el mismo hechizo en su contra para que se mantuviera en el sitio mientras ayudaba a Orion a levantarse.

—Tus amigas te estaban buscando— dijo, señalando en dirección a Rosie y a Lise, que estaban haciendo el esfuerzo de acercarse.

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Empujó a Lin dentro de la tienda en el momento en el que lanzaron un bombarda hacia ellos, haciendo lo posible por cubrirla mientras intentaba parar el hechizo.

—¿Estás bien?— se giró a preguntarle a la Hufflepuff.

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Algunas de las personas que estaban corriendo por el callejón han encontrado refugio en los comercios cercanos que no han sido destruidos. Los adultos intentan ayudar a los mas jóvenes, incluso están empezando a realizar hechizos de protección en las puertas para impedir el paso de los enmascarados.

Sin embargo, empezáis a escuchar gritos en la distancia. Algunos seguís al descubierto, y al levantar la cabeza veis un dragón sobrevolando el callejón, que abre sus fauces para soltar llamaradas sobre vuestras cabezas.

Algunas tiendas que ya estaban en un estado bastante precario empiezan a incendiarse, la gente que corre por las calles ya no está segura de dónde refugiarse.

A pesar de todo, el dragón parece estar volando con un objetivo hacia el oeste, donde se concentra la parte principal de la lucha contra los aurores (y vuestros maestros). Los enmascarados empiezan a desplazarse, aunque el caos a vuestro alrededor no remite.

Hay heridos por todas partes, y las personas que quedan están intentando ayudar a apagar los fuegos. Los aurores que han llegado a esta zona del callejón se unen a los esfuerzos por apagar las llamas y empezar las actividades para evacuar primero a los más heridos.

Información general:
— Todos aquellos al aire libre en el momento de la aparición del dragón, por favor tirad el dado "Numérico 4" para saber si a vuestro personaje le ha ocurrido algo estando fuera. Si estáis a cubierto, no hace falta tirar.
— Después de tirar el dado (a quien le haga falta), y dependiendo de la consecuencia, tenéis un espacio de rol libre para atender a los heridos o seguir haciendo el esfuerzo de localizar a vuestros conocidos.

Dados:

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¿Su estrategia había funcionado?

Daba la impresión, al ver como los encapuchados se iban hacia atrás o no le prestaban atención. Leo estaba intentando no mirar demasiado a su alrededor, a los cuerpos caídos, los cristales rotos o la gente gimiendo de dolor. Bastante tenía con su cabeza, y temía, temía que si miraba demasiado encontrase a algún conocido o peor, que viese a Zephyr entre los cuerpos inmóviles.

Alzó la vista ante el ruido en el cielo y cuando vio al dragón tan solo un «Vamos no me jodas» se escapó de sus labios, refugiado en el callejón pudo ver el fuego. El olor a quemado lo hizo dar un pequeño gritó, empezando a quitarse la ropa hasta quedarse solo con los pantalones mientras veía su capa nueva arder.

—Era de marca— suspiró derrotado, apoyándose en la pared.

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Una mirada a través del cristal fue suficiente para darse cuenta de que el peligro no había acabado. Tuvo que apartarse ante la llamarada, que le hizo algo de daño en los ojos. Afortunadamente estaba dentro de la tienda, y el fuego no llegó a encender la madera del local donde estaban.

—¿Qué narices está pasando?— preguntó, mas para sí mismo que para cualquier otro. Uno de los dependientes del lugar abrió la puerta, asomándose para ver como los enmascarados iban desapareciendo uno a uno. Salió, empezando a reunir a los heridos y pidiendo ayuda.

Nate salió de la tienda, y solo entonces vio a Leo, con solo los pantalones puestos y con su capa que terminaba de arder a su lado. Corrió hacia él, escaneándolo rápidamente.

—¿Estás herido?— le preguntó, mirando a su alrededor aun con la varita en la mano, solo por si acaso.

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—¡Rosie!— Lise agradeció que su amiga la ayudase tomando su mano para poder levantarse, sentía todavía un poco el resentimiento del golpe, pero no parecía tan malo como cuando había sentido los cristales enterrarse en su piel. Todo estaba siendo un desastre, pero al menos habían conseguido refugiarse cuando la criatura paso delante de sus ojos.

Se aferró a Rosie, más de lo normal, abrazando a la chica casi desesperadamente, buscando a Orion con la mirada hasta que vio que estaba con ellas.

—Orion...—Estiró la mano hacia él, esperando para poder abrazarlos a ambos—. ¿Estáis bien? ¿Os han hecho alguna herida de gravedad?

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Estaba viendo como su capa ardía en el suelo, la máscara de señor hijo de puta que solía tener estaba caída. Solo estaba cansado y agradecido de no haberse llevado golpes, lo máximo que tenía era un arañazo en la mejilla, así que tenía que estar agradecido con ello.

Escuchó la voz de Nate y tuvo que sonreír de soslayo, se habían separado cuando fue a ver a Zephyr y no había vuelto desde entonces, así que verlo de una pieza era agradable.

—Si, me he quedado sin túnica nueva lo único— respondió, soltando un suspiro, no era que estuviesen a salvo, porque si se fijaban había un dragón enorme al final del callejón, pero le importaba todo una mierda ya—. ¿Y tú? 

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