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Mar Abr 19, 2022 1:18 pm por Bacco
do you ever wonder the demons he's facing on his own
Lazarus llevaba tres días explotando contra quien se atreviera a dirigirle la palabra. Nunca había sido alguien que fuera capaz de aceptar que sus planes fallaran, y que justo aquel lo hubiera hecho lo había empujado a romper aquella fachada controlada de la que siempre fardaba, y simplemente estar furioso.
Así que cuando aquella mañana una lechuza había llegado a su ventana buscándolo, enviada por ni más ni menos que Nicholas Simmons, se había visto obligado a aceptar la invitación de ir a comer con él. Quería mirar a los ojos al maldito necio que había conseguido ganarle a la hora de conseguir la mano de Carrie en matrimonio. Por lo que a la hora indicada, Lazarus se había esforzado en ponerse sus mejores galas, dibujar una falsa sonrisa en su rostro, y acudir al lugar del encuentro.
Llegó unos minutos antes de que lo hiciera el contrario, y lo aprovechó pidiéndole al sumiller que trajera a la mesa una botella de su mejor tinto. Si iba a obligarse a pasar tremenda tortura, al menos esperaba disfrutar de alguna manera. Cuando finalmente, su acompañante hizo acto de presencia, Lazarus le dedicó una sonrisa. — Supongo que debo felicitarte por vuestro compromiso.— Dijo, nada más el contrario se sentó en la mesa.



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Sáb Abr 30, 2022 1:04 pm por Bewölkt
DO YOU EVER WONDERTHE DEMONS HE'S FACING ON HIS OWN
Nicholas no tenía ni idea de qué incluía ser un buen marido. Suponía que tenía una parte cubierta, y eso era cumplir en el dormitorio, aunque siempre que lo pensaba se sentía como sacado de una novela antigua. Si lo pensaba, esas eran realmente las costumbres que conservaban, lo que su padre esperaba de él era lo mismo que se leía en esas novelas de época que algunas de las chicas de su casa fingían no leer.
Pensó que tal vez debería empezar por acercarse al círculo de Carrie, a toda esa gente con la que Nicholas podría haber crecido. Suponía que de alguna manera había pertenecido al grupo adecuado de personas, pero en ese instante lo mejor para él era involucrarse, sentir que estaba haciendo la mitad del esfuerzo que hacía su prometida por él.
Pensó que era una buena idea acercarse a Lazarus. Había escuchado de él, no solo a través de la Ravenclaw que llevaba su anillo familiar en el dedo. Él que siempre pensaba lo mejor de la gente hasta que se le demostraba lo contrario, tenía altas expectativas de su encuentro con él. Una de sus ideas era llegar pronto, pero cuando lo hizo el chico ya estaba allí.
—Gracias— afirmó, aunque estaba cansado de que lo felicitaran, siempre ponía buena cara —. Y gracias por aceptar mi invitación, me parece un buen momento para conocer a los amigos de Carrie... Casi no da la impresión que compartamos escuela, ¿no?— dijo, tomando asiento frente a él y pidiendo también que le sirvieran una copa para acompañarlo. Su padre había recomendado aquel lugar, y aunque Nicholas no solía seguir su consejo, supuso que no le quedaba más remedio puesto que dudaba que su bar favorito en el Londres Muggle fuera a hacerle mucha gracia al contrario.
Pensó que tal vez debería empezar por acercarse al círculo de Carrie, a toda esa gente con la que Nicholas podría haber crecido. Suponía que de alguna manera había pertenecido al grupo adecuado de personas, pero en ese instante lo mejor para él era involucrarse, sentir que estaba haciendo la mitad del esfuerzo que hacía su prometida por él.
Pensó que era una buena idea acercarse a Lazarus. Había escuchado de él, no solo a través de la Ravenclaw que llevaba su anillo familiar en el dedo. Él que siempre pensaba lo mejor de la gente hasta que se le demostraba lo contrario, tenía altas expectativas de su encuentro con él. Una de sus ideas era llegar pronto, pero cuando lo hizo el chico ya estaba allí.
—Gracias— afirmó, aunque estaba cansado de que lo felicitaran, siempre ponía buena cara —. Y gracias por aceptar mi invitación, me parece un buen momento para conocer a los amigos de Carrie... Casi no da la impresión que compartamos escuela, ¿no?— dijo, tomando asiento frente a él y pidiendo también que le sirvieran una copa para acompañarlo. Su padre había recomendado aquel lugar, y aunque Nicholas no solía seguir su consejo, supuso que no le quedaba más remedio puesto que dudaba que su bar favorito en el Londres Muggle fuera a hacerle mucha gracia al contrario.


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Miér Jun 15, 2022 1:08 pm por Bacco
do you ever wonder the demons he's facing on his own
Tuvo que esforzarse para que una risa no se le escapara de entre los labios. Gracias. Era obvio que Nicholas no sabía dónde se estaba metiendo. Se llevó la copa a los labios, intentando ahogar su malestar con el sabor dulzón del vino, aunque él sabía que aquello no lo podría conseguir ni aún bebiendo sangre de unicornio.
— Habla por ti, porque yo al menos tengo una buena idea de quien eres.— Su voz era cortante, pero no perdía la sonrisa por un segundo. Probablemente lo mejor que habría podido hacer habría sido intentar pasar la noche de manera cordial. Tristemente para Nicholas, Lazarus aún no había aprendido a digerir el rechazo de Carrie. — Nicholas Arthur Simmons, Ravenclaw de último año, hijo de Richard y Genievieve, que en paz descanse, ambos de familias de sangre pura, aunque él gozaba de más pedigrí que ella. Sin hermanos conocidos. Tus amigos te describen como alguien amable y encantador. Has mantenido un perfil bajo en tu estada en Hogwarts, sin relaciones conocidas, hasta que un día de la nada se anuncia tu compromiso a una Carrie Marian Donovan. — Lazarus ladeó la cabeza, manteniendo fija su mirada en los ojos del contrario. No había nada en ellos que demostrara que era alguien a quien valía la pena prestarle atención. Descorazonador. —¿Me he equivocado en algo? ¿O hay algo que te gustaría añadir?
Volvió a llevarse la copa a los labios, para esta vez encontrársela vacía. Con un movimiento elegante, le indicó al metre que se la llenara de nuevo. Solo alguien como Simmons lo llevaría a un restaurante donde los camareros estaban tan mal entrenados que esperaban a que los comensales se acabaran la bebida. —No eres digno de ella. Lo sabes, ¿verdad?— Preguntó, dejándose caer contra el respaldo de su silla.
— Habla por ti, porque yo al menos tengo una buena idea de quien eres.— Su voz era cortante, pero no perdía la sonrisa por un segundo. Probablemente lo mejor que habría podido hacer habría sido intentar pasar la noche de manera cordial. Tristemente para Nicholas, Lazarus aún no había aprendido a digerir el rechazo de Carrie. — Nicholas Arthur Simmons, Ravenclaw de último año, hijo de Richard y Genievieve, que en paz descanse, ambos de familias de sangre pura, aunque él gozaba de más pedigrí que ella. Sin hermanos conocidos. Tus amigos te describen como alguien amable y encantador. Has mantenido un perfil bajo en tu estada en Hogwarts, sin relaciones conocidas, hasta que un día de la nada se anuncia tu compromiso a una Carrie Marian Donovan. — Lazarus ladeó la cabeza, manteniendo fija su mirada en los ojos del contrario. No había nada en ellos que demostrara que era alguien a quien valía la pena prestarle atención. Descorazonador. —¿Me he equivocado en algo? ¿O hay algo que te gustaría añadir?
Volvió a llevarse la copa a los labios, para esta vez encontrársela vacía. Con un movimiento elegante, le indicó al metre que se la llenara de nuevo. Solo alguien como Simmons lo llevaría a un restaurante donde los camareros estaban tan mal entrenados que esperaban a que los comensales se acabaran la bebida. —No eres digno de ella. Lo sabes, ¿verdad?— Preguntó, dejándose caer contra el respaldo de su silla.



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Jue Ago 04, 2022 9:44 pm por Bewölkt
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De repente aquello dejó de sentirse como una comida, y pasó a ser más similar a un interrogatorio. Cuando escuchó toda la información que Lazarus tenía sobre él, se removió incómodo en la silla. Se llevó la copa a los labios, dándole un trago mas largo de lo que esperaba antes de apoyarla.
—No, creo que no te has dejado nada... Mi tipo de sangre, tal vez— dijo, aunque suponía que ese dato no era precisamente relevante en la comunidad mágica. Nicholas perdía mucho tiempo leyendo libros de medicina de todo tipo, en su intento de deshacerse de sus propios temores para poder ayudar ao tros a futuro.
No sabía que estaba esperando de aquella conversación teniendo en cuenta la forma en la que había dado inicio, pero su siguiente afirmación fue tan tajante que Nick estuvo a punto de atragantarse con su propia saliva. Afortunadamente el camarero los interrumpió para llenarles de nuevo las copas, y Nick se aclaró la garganta.
—Que sepas quienes son mis padres no hace que me conozcas lo suficientemente bien como para hacer un juicio de valor semejante— afirmó, aunque él también lo pensaba. Carrie merecía a alguien que entendiera de mejor manera los valores que ella perseguía, él no era la persona que ella esperaba, ni lo sería —. Así que ¿por qué lo afirmas?— preguntó, esperando entender su punto de vista, ¿se le notaban tanto las inseguridades acaso?
—No, creo que no te has dejado nada... Mi tipo de sangre, tal vez— dijo, aunque suponía que ese dato no era precisamente relevante en la comunidad mágica. Nicholas perdía mucho tiempo leyendo libros de medicina de todo tipo, en su intento de deshacerse de sus propios temores para poder ayudar ao tros a futuro.
No sabía que estaba esperando de aquella conversación teniendo en cuenta la forma en la que había dado inicio, pero su siguiente afirmación fue tan tajante que Nick estuvo a punto de atragantarse con su propia saliva. Afortunadamente el camarero los interrumpió para llenarles de nuevo las copas, y Nick se aclaró la garganta.
—Que sepas quienes son mis padres no hace que me conozcas lo suficientemente bien como para hacer un juicio de valor semejante— afirmó, aunque él también lo pensaba. Carrie merecía a alguien que entendiera de mejor manera los valores que ella perseguía, él no era la persona que ella esperaba, ni lo sería —. Así que ¿por qué lo afirmas?— preguntó, esperando entender su punto de vista, ¿se le notaban tanto las inseguridades acaso?


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