You get a lifetime

"And  i  can't  really  say  that  i'm  in  love  with  you  back,  but  there's  no  one  else,  no  one  else,  that  i  would  go  to  hell  for.  and  we've  got  literally  forever  to  figure  out  what  the  rest  means."


Charles hablaba muy en serio cuando le dijo a Edwin, a su eterno compañero de armas, que tenían literalmente toda la eternidad para redescubrir sus propios sentimientos. Cuando estabas muerto, el tiempo era relativo y se suponía que no había prisa alguna. Incluso ambos habían logrado un acuerdo a su favor, gracias a un vacío legal, que les permitiría seguir funcionando su agencia de detectives.

Lo que no podía esperar, era que el próximo caso que tuvieran que atender llegara a tocar justo a la puerta de su oficina de manera desesperada.

Monty, con su peligrosa y tentadora forma humana, llegó a pedir ayuda porque, aparentemente, no tenía dónde ir. Charles ni siquiera sabía que los cuervos pudieran volar distancias transatlánticas y aparecer en Londres a rogar por ayuda. La historia de Monty, con sus enormes ojos tristes contando que un lejano familiar de Esther Finch decidió liberarlo de sus lazos mágicos, no parecía tan impresionante como Edwin diciendo que, por supuesto, no podían dejarlo a la deriva.

Mientras Crystal estaba ausente, arreglando sus propios asuntos familiares, todos los espacios vacíos los ocupaba Monty, con libros de astrología y cartas del tarot. Pero quizás la mayor traición para Charles, era que Edwin, contra todo pronóstico, parecía haber hecho borrón y cuenta nueva, aceptando la presencia de Monty como si fuera un caso cualquiera.

Charles, al borde de perder la cordura, decidió que la única forma de poner punto final a este caso, era investigando precisamente al brujo que estaba causándole semejante pesadilla: Edward Brown. Un brujo taciturno y demasiado solitario que, al parecer, no necesitaba de ningún cuervo familiar que lo ayudase. Charles estaba determinado a llegar al fondo de todo esto y así, por fin, recuperar su normalidad.

Recuperar, por supuesto, su rutina con Edwin en Londres.

ONE ON ONE▸ INSPIRED ▸ TV Series

Love in Plain sight

Chapter III

Monty estaba acomodado lo mejor que podía en el sofá, mientras que Edwin continuaba con la vista posada sobre aquel enorme libro de hechizos. Charles se había ido hacía unos minutos, luego de que Monty lo ayudara con la dirección de casa de Edward Brown. Monty recordaba con claridad la expresión de Charles, quien estaba convencido de que él los estaba engañando otra vez, aunque había sido lo bastante respetuoso para no decirlo en voz alta.

En cuanto a Edwin, éste continuaba revisando no sólo el árbol familiar de Esther, sino quería saber si encontraba algún hechizo que explicara cómo Monty era humano nuevamente. Monty se miró las manos de nuevo y estiró un poco las piernas. Su cuerpo humano estaba justo como lo había hecho Esther. No estaba seguro de cómo había sucedido, no recordaba nada y, aunque Edwin estaba dándole el beneficio de la duda, Charles no parecía que iba a tenerle tanta paciencia.

Monty sabía que no podía vivir de la caridad de Edwin y Charles de manera indefinida, pero de verdad no tenía adónde ir.

—Gracias por dejarme quedar unos días, Edwin —volvió a decir Monty. Creía que se lo había dicho por lo menos una docena de veces, pero presentía que no le estaría lo bastante agradecido. Tenía un sitio dónde quedarse, un techo sobre su cabeza, algo que pensaba que no iba a tener cuando Edward Brown lo echó de su casa—. Te prometo que no voy a dar problemas. De hecho, quería ir con Charles, pero… supongo que debe estar muy seguro de poder lidiar con Edward.

Monty no creo que Edward fuera a atacarlo, aunque sí que tenía un pésimo humor. Después de todo, el brujo insistió muchas veces que no sabía hacer hechizos. Que, al parecer, no era bueno con la magia. Monty estaba escandalizado, Edwin y Charles pusieron la misma expresión de incredulidad y no podía culparlos.

¿Cómo iba a existir un brujo que rechazara la magia? Eso no tenía sentido. La magia se tenía o no se tenía. Edward no podía negar esa parte de él.

Monty ▸ Londres ▸ Con Edwin

Love in Plain sight

Chapter III

Edwin estaba bastante satisfecho con las respuestas de Monty al interrogatorio que Charles y él le habían hecho. Charles le había dejado a él dirigir las preguntas, aunque había sido mucho más incisivo de lo que solía ser en las preguntas. Monty había sido consistente en sus respuestas, tanto en lo que sabía como en lo que no sabía.

Al final habían decidido que Charles iría a buscar al brujo mientras Edwin seguía revisando los libros que creía que les podría dar alguna luz sobre los familiares y su transmutación de animales a personas. Seguro que Esther no había inventado aquel hechizo. Charles no había estado muy conforme, pero para Edwin era más lógico quedarse revisando él los libros dado que estaba más familiarizado con ellos.

Además, creía que tal vez conseguiría algo más de Monty si no estaba intimidado por el contexto del interrogatorio.

—No tienes dónde ir Monty, para eso están los amigos —replicó Edwin sin apartar la vista del libro que estaba revisando—. Además, ahorraremos tiempo si estás aquí para hacerte preguntas según lo que avancemos.

No lo decía por decir. Aquel libro describía diferentes síntomas para los familiares después de transformados. No tendría que esperar ahora a volver a ver a Monty para preguntarle si como humano todavía tenía ganas de graznar o eso había desaparecido por completo con la transformación.

Al parecer había distintos tipos de tranformaciones, aunque todas parecían dolorosas. No quería pensar que Monty había pasado por aquello.

—No te preocupes por Charles —añadió con seguridad—. Si alguien sabe llegarle a otras personas, es Charles. Es la persona más empática que conozco. Sabe conectar con las personas y con las criaturas...

Realmente Charles era perfecto. Por más que Edwin intentaba sacarse de encima el enamoramiento que llevaba cargando años, sus sentimientos no habían cambiado ni un ápice. A pesar de saber que Charles no le correspondía, Edwin no podía dejar de pensar que era la persona más maravillosa de cualquiera de los planos existenciales.

Edwin▸ Londres ▸ Con Monty

Love in Plain sight

Chapter III

Monty no pudo evitar emocionarse un poquito cuando Edwin le reafirmó que eran amigos. Su corazón palpitó con fuerza, era una sensación agradable saber que, a pesar de que Edward Brown lo había echado de su casa sin miramientos, tenía alguien en el mundo que se preocupaba por él y que estaba dispuesto a ayudarlo. Se preguntó qué hacían las personas que estaban realmente solas en el mundo, debía de ser una sensación terrible. Monty no quería volverse a sentir igual de desesperado como cuando salió de casa de Edward Brown el día anterior.

Sin embargo, lo que aquejaba su pecho, era un sentimiento que le gustaba un poco menos: culpa. Sabía que Edwin no tenía por qué tratarlo así de bien luego de todo lo que había sucedido entre ellos. ¿Por qué había escogido perdonarlo? Monty no comprendía su bondad, pero escogía aceptarla a manos llenas.

—Me alegra que todavía creas que somos amigos… —comentó Monty, con una sonrisa cargada de nostalgia, mientras se fijaba en Edwin. Seguía tan guapo como lo recordaba, aunque suponía que no debería tener ese tipo de pensamientos acerca de sus amigos—. ¡Eres el primer amigo que hice! Prometo que me portaré bien y pensaré qué hacer. Sé que no puedo quedarme aquí de manera indefinida.

Aunque tenía la impresión de que Edwin no pondría demasiados peros ni tampoco le exigiría una fecha específica para irse, no estaba tan seguro con Charles. Parecía que él no lo había perdonado y no quería nada que ver con él.

Monty no podía culparlo, era obvio que tenía todo el derecho a estar enfadado. ¡Gracias a Monty casi los matan! Eso no era fácil de perdonar.

—No estoy dudando de Charles, es que… —Monty suspiró hondo, recordando con tristeza cómo Edward Brown ni siquiera quiso considerar dejarlo quedarse allí unos días. No tuvo piedad con él y Monty se alteraba de sólo recordarlo—: Edward Brown parece bastante convencido de que no le sirvo. Ni siquiera, ni siquiera me dio la opción de liberar el lazo que me une a su familia. Simplemente… simplemente me echó. Así como hizo conmigo, de seguro que hará con Charles. Ojalá Charles lo haga pasar un mal rato, se lo deseo. Dice que es un brujo, pero que no puede hacer magia. Me parece la cosa más ridícula, de seguro que es Virgo, no me cabe la menor duda.

Monty miró a Edwin avergonzado, que lo estaba mirando con una expresión bastante curiosa. Pronunció una sonrisa nerviosa, bajando la mirada.

—Pero confiaré en Charles, ya que tú lo haces —Monty lo miró, curioso, aguantando las ganas que tenía de preguntarle si ya le había dicho a éste lo que sentía por él.

Monty ▸ Londres ▸ Con Edwin

Love in Plain sight

Chapter III

Monty parecía realmente entusiasmado de que fueran amigos. Edwin sabía que en el fondo Charles tenía razón de no olvidar que Monty los había traicionado, que los había conocido como parte del plan de Esther, pero no podía evitar sentir que era sincero cuando hablaba con él.

Estaba solo.

Edwin recordaba lo que era estar solo, aunque hacía 30 años que había dejado de estarlo. Ojalá Monty pudiera encontrar alguien como él había encontrado a Charles. Pero no debería estar solo teniendo una familia.

A menos con lo que había entendido de los familiares. La verdad no habían trabajado mucho con ellos.

Tenía poca literatura sobre el tema para revisar.

—Charles nos dará una buena perspectiva sobre Edward Brown —le aseguró. Por un momento extrañó a Crystal y su habilidad de encontrar cosas sobre las personas en el teléfono—. Pero por lo que dices parece ser un brujo que tiene cierto conflicto con su naturaleza. Eso no es usual.

Edwin no era un gran fan de los brujos. Podían ser terribles y, dependiendo de lo poderosos que fueran, muy peligrosos. Eso le inquietaba un poco de haber dejado a Charles ir solo. Por eso solían trabajar juntos.

Estaba solo a un espejo de distancia... pero igual se preocupaba.

—Tal vez todo lo que necesiten es hablar con más calma para entenderse —sugirió—. Tu aparición pudo tomarlo por sorpresa, probablemente no sabía de tu existencia.

Quizá el mago era desconfiado. Algo que Edwin debía aprender hacer.

Aunque quizá Charles tendría problemas para convencerlo de confiar en Monty cuando él mismo no lo hacía.

Edwin▸ Londres ▸ Con Monty

Love in Plain sight

Chapter III

Monty se sintió automáticamente mejor cuando escuchó a Edwin hablar. Aunque sabía que tenía cómo refutar cada cosa que decía, el tono calmado y lógico de Edwin le brindaba algo de consuelo. Quizás él tenía razón, tal vez había llegado de manera abrupta a la vida de Edward Brown y él no lo había sabido manejar, quizás no quiso dejarlo en la calle, completamente a su suerte. Si lo que decía era cierto, y no era un mago tan experto, quizás no tenía idea de las implicaciones que tenía que lo hubiera echado de su casa.

Aunque tuviera esta apariencia, Monty no era realmente una persona. No tenía una identidad, no podía conseguir un trabajo como cualquier persona, buscarse dónde vivir. Dependía enteramente de lo que el mago o bruja quisiera ofrecerle. Esther, a pesar de todo, siempre había sido bastante buena con él. Al menos, mientras Monty fue un cuervo, luego las cosas empezaron a torcerse y así había quedado aquí, frente a Edwin.

Monty se estremeció al pensar en ello, sintiéndose otra vez azorado y superado por las circunstancias.

—Supongo que… tienes razón, quizás le sorprendió todo lo que le dije. Yo también estaba un poco alterado, pero… —Monty miró a Edwin, con los labios apretados en un mohín bastante infantil—. Estaba asustado. Asustado y confundido. Era un cuervo de nuevo, lo recuerdo bien, si Edward dice que no es lo bastante poderoso para hacer ese hechizo, ¿cómo es que tengo esta apariencia de nuevo?

Monty, por un instante, se aferró a la idea de que Esther podía estar viva. Pero ya no sentía el vínculo, ahora, cuando se concentraba lo suficiente, lo que aparecía en su mente no era la imagen de la bruja, sino la siniestra figura de Edward Brown, pidiéndole que por favor se fuera de su casa cuanto antes.

Se humedeció los labios, tratando de no desesperarse, estuvo a punto de decirle algo a Edwin para que no lo mirara de esa manera, pero entonces, sintió el vacío en su estómago. Monty se llevó una mano al vientre, preguntándose cómo era posible no haberlo notado antes. En casa de Esther, no se había preocupado por ello, porque se sentía en casa, pero, ahora, era diferente. El segundo sonido en su estómago lo comprobó más que nunca: tenía hambre.

—Lo… lo siento —dijo Monty, alzando la vista hacia Edwin, completamente avergonzado—: Creo que… no he comido desde ayer.

Monty ▸ Londres ▸ Con Edwin

Love in Plain sight

Chapter III

Edwin confiaba en la habilidad de Charles con las personas. Ese mago era un caso difícil, y temía que iba a ser necesario comprender su manera de pensar para resolver este caso. Porque era difícil precisar cuál era el problema. ¿Por qué el brujo no aceptaba a Monty? ¿O por qué Monty era un humano de nuevo? ¿O si ambas cosas estaban relacionadas?

Era muy difícil resolver un problema sin tener una pregunta clara.

Le habría gustado discutirlo con Charles, pero este caso parecía tenerlo particularmente alterado. Al parecer la pregunta para Charles era "'¿cómo hacer para que Monty se vaya?". Y Edwin no llegaba a ver eso como una prioridad. El chico necesitaba ayuda y por lo general, a ellos se les daba bien ayudar.

Sobre todo a Charles.

—Podemos concentrarnos en tu transformación —señaló, pensando que era una buena idea para empezar—. ¿De casualidad recuerdas algo del rito que usó Esther? Tal vez lo que hizo era más definitivo de lo que creías.

Quizá era un resquicio del hechizo con el cual lo había transformado.

Antes de que pudiera explicarl eeso, sin embargo, Monty habló de tener hambre. Edwin miró a su alrededor preocupado.

—No sé si Crystal dejó algo de comida por acá, Charles y yo no la necesitamos —comentó preocupado por Monty, evidenemente necesitaría comer—. Pero supongo que algo de dinero debemos tener, podemos irte a comprar algo de comer.

No era como que los fantasmas necesitaran mucho dinero. Pero había que pagar la renta del local y a veces necesitaban materiales para sus casos.

Así que se dirigió al frasco conde guardaban sus ahorros. Después le explicaría a Charles.

No podía dejar a Monty pasar hambre.

Edwin▸ Londres ▸ Con Monty

Love in Plain sight

Chapter III

Monty se quedó muy quieto cuando Edwin le preguntó si recordaba algo sobre el ritual. La verdad era que sí recordaba, más de lo que estaba dispuesto a admitir. Esther nunca había sido especialmente dulce con él, pero siempre lo trató bien. Le daba comida y un sitio cómodo para que Monty pudiera dormir. Pero, en esa ocasión, supo que algo andaba mal porque ella lo sostuvo con fuerza entre ambas manos, aprisionándolo, como si supiera que Monty iba a intentar escaparse cuando viera lo que ella estaba a punto de hacerle.

Recordaba cómo le había cortado las alas, le había arrancado las plumas. Monty había tenido la sensación de que ella lo había destruido y luego vuelto a reconstruir, donde antes había plumas ahora había piel y huesos. Había sido una sensación imposible de describir.

Sin embargo, cuando despertó en Londres, no había sentido nada de aquello. Fue como si estuviera abriendo los ojos luego de un largo sueño.

—Cuando Esther me hechizó la primera vez fue… —Monty se humedeció los labios y luego miró al piso. No quería mentirle a Edwin, pero tampoco quería sonar demasiado patético—. Fue doloroso. Incómodo. Como si me estuvieran cosiendo de adentro hacia afuera. Pero… cuando desperté en Londres, no sentí nada de eso. Fue como despertar de una larga siesta.

Monty sabía que eso no era suficiente para ayudar a Edwin a seguir investigando, pero, de momento, era todo lo que tenía. Además, el tiempo apremiaba para todas cosas, en especial cuando Edwin le dijo que podía prestarle dinero para que fuera a buscar algo de comer. Monty parpadeó varias veces, convenciéndose de que no había oído mal.

—¿De verdad? —exclamó, con un gesto avergonzado—. Muchas gracias, Edwin. Yo… no sé qué hubiera hecho si no los hubiera encontrado, tuve suerte de aparecer en Londres. No sé qué habría sido de mí. Ni siquiera tengo dónde ir, o qué hacer para comer. Ser humano es… al menos como cuervo hubiera podido arreglármelas mejor. Pero los humanos tienen reglas para todo. Te lo compensaré, lo prometo. A ti y a Charles.

Monty se sintió muy estúpido de hacer semejante pregunta, porque en realidad no sabía cuándo estaría en posición de compensárselo todo a ambos. Quizás lo más rápido sería conseguir un trabajo, pero cuando vivía en casa de Esther no tenía que preocuparse de esas cosas.

Ser humano era demasiado complicado.

Monty ▸ Londres ▸ Con Edwin

Love in Plain sight

Chapter III

A la respuesta de Monty le faltaba precisión. Era tan vago en sus detalles que no le serviría para identificar exactamente cuál era el rito utilizado, pero al decir que había sido doloroso e incómodo le dio la sensación de que no quería hablar al respecto. Monty era muy transparente con sus emociones, lo que era una suerte para Edwin, dado que el empático de ambs era Charles.

—Estoy pensando en leer sobre los ritos que pudo haber usado Esther para transformarte —le explicó, mientras buscaba el dinero para salir—. Tal vez si idetificamos el método usado tenga alguna relación con que hayas regresado a la forma humana otra vez.

Hasta ahora era la única vía de investigación que veía viable, aunque se preguntaba si Monty querría que lo ayudaran a recuperar la forma de cuervo o si querría permanecer como humano.

Tal vez era una decisión difícil. Tal vez solo quería regresar a ser un pájaro y encontrar otra familia a la que servir. Edwin no tenía claro cuál sería la mejor opción.

—Vamos a buscar tu comida —señaló, pensando que no sabían cuánto tardaría en regresar Charles—. Será mejor que estemos de regreso para que Charles nos cuente de su conversación con tu brujo.

Edwin esperaba que en el fondo fuera todo un gran malentendido. Que el hombre recibiera a Monty y pudiera seguir adelante con un brujo que lo tratara mejor que la bruja Esther.

Pero desde que estaba vivo, Edwin había aprendido que nada solía ser tan simple.

Edwin▸ Londres ▸ Con Monty

Love in Plain sight

Chapter III

Monty tenía muy claro que estaría en deuda con Edwin y Charles para siempre. No tenía cómo pagar todo lo que estaban haciendo por él, incluso si no parecía que Charles estuviera convencido de su presencia allí. Pero le estaban dando un lugar donde dormir y también estaban dispuestos a alimentarlo. Cuando pensaba en ello, sentía todavía más rencor por Edward Brown, que ni siquiera tuvo un ápice de piedad con él y lo dejó en la calle.

No quería pensarlo, pero tal vez todo esto era una especie de castigo por haber traicionado a Esther de aquella manera tal vil. No se suponía que los espíritus familiares traicionaran a sus dueños. Monty pensaba compensarlo todo con Edward Brown, quien pensaba que podía ser un maravilloso nuevo comienzo.

Era evidente que se había equivocado.

—Estoy seguro que tú podrás encontrar algo que me ayude —dijo Monty, creyendo cada palabra que decía. Pronunció la sonrisa, mientras tomaba con suavidad la mano de Edwin. Monty no se había equivocado en entregarle todos sus sentimientos humanos a alguien tan bueno como Edwin. Que éste todavía estuviera dispuesto a ayudarlo y ser su amigo, le confirmaba que era una persona maravillosa—: Eres la persona más lista que conozco. Mientras tanto, prometo que daré pocos problemas.

Monty acompañó a Edwin hacia la puerta, dispuesto a dejar que éste lo guiara. ¿Dónde irían a comer? Monty había estado tan angustiado hasta encontrarlos que no tuvo tiempo para ambientarse en las calles de Londres, pero si estaba en compañía de Edwin sabía bien que no le pasaría nada.

Sin embargo, cuando estuvo en el umbral de la puerta, ladeó el rostro hacia atrás.

—¿Charles no se molestará si vuelve y ve que no estamos? Puedo… no me pasará nada si lo esperamos —quiso decir Monty, pero, como si supiera exactamente lo que estaba diciendo, su estómago rugió de nuevo. Monty se avergonzó hasta las mejillas, sonrojadas por completo—: Lo siento.

Monty ▸ Londres ▸ Con Edwin

Love in Plain sight

Chapter III

Le resultó adorable que Monty quisiera simular que no tenía tanta hambre para esperar el regreso de Charles. Sonrió, y negó rápidamente.

—¿Por qué razón crees que Charles se va a molestar de que no estemos? —preguntó, restándole importancia—. Tampoco vamos a tardar tanto en volver.

Era cierto que Charles se había estado portando un poco extraño y estaba defensivo con Monty. Sospechaba de sus intenciones y había asumido una postura protectora. Edwin suponía que seguía resintiendo haberse dejado engañar por él la primera vez que se habían tratado.

Pero si el chico tenía hambre al punto de que le sonara el estómago no tenía sentido que lo hicieran pasarla mal su tenían el dinero para llevarlo a comer.

—Vamos a que comas algo y regresamos pronto —insistió—. ¿Qué problema puede haber con eso?

Le sonrió a Monty, intentando animarlo. Tan solo esperaba no llevarse una sorpresa al respecto porque últimamente Charles estaba incomprensible. Tal vez les había hecho mal tener a Crystal tanto tiempo con ellos y ya no sabían estar solos los dos. Parecía imposible, después de 30 años donde solo se tenían el uno al otro, ¿cómo iban a perder eso?

Pero Edwin no terminaba de entender qué sucedía con él.

Edwin▸ Londres ▸ Con Monty

The Space Between US

Chapter IV

Edward Brown era sin duda una de las personas complicadas que Charles había conocido, y eso que la lista era larga, tenía bastante competencia. Pero la manera en que Edward estaba convencido de que no aceptaría a Monty en su casa lo había hecho enojar. En primer lugar, pobre esto corroboraba la historia de Monty: no les había mentido, lo que hacía que el chico se viera ahora doblemente frágil a ojos de Edwin. En segundo lugar, porque entonces parecía que sería todavía más difícil que Monty los dejara en paz.

Pero como Charles no daba su brazo a torcer tan fácilmente, luego de una intensa conversación, y de decirle a Edward que era un fantasma poderoso, dispuesto a convertirse en espíritu vengativo, si no le daba a Monty una oportunidad, al menos había conseguido que estos se reuniesen en domingo.

Al menos, Edwin parecía complacido con lo que había hecho, tanto que le dedicó una sonrisa que a Charles le robó el aliento.

Edwin, que parecía desconfiar bastante de Edward Brown, le había pedido a Charles que también fueran al parque Victoria, en caso de que Monty los necesitara. Charles tan sólo había respondido con un gruñido, pero no se negó. Esperaba que Edward fuera consecuente con su promesa y se diera la oportunidad de, al menos, conocer un poco a Monty.

Para Charles era muy claro: Monty tenía que irse a vivir con Edward. Bajo qué términos, no le importaba, pero éste tenía que irse a otro sitio.

Saltaba a la vista que Edwin pensaba de otra manera, él no estaba dispuesto a dejar que Monty se fuese a vivir con alguien en quien desconfiaba. ¿Por qué Edward Brown tenía que ser tan testarudo?

Charles y Edwin llevaban aproximadamente media hora en la misma banca del parque, viendo cómo un grupo de familias estaban alimentando a los patos que había en el lago.

—Mira, hasta el momento Monty no ha regresado, y le dijimos que podría encontrarnos aquí. Así que quita esa cara de preocupación —dijo Charles, tratando de animarlo—. Quedamos en que regresaríamos los tres juntos, pero piensa que quizás logren entenderse. Después de todo, a menos que Edward quiera deshacer el hechizo que los vincula, Monty sigue ligado a él. Eso aún lo tenemos que resolver, pero… paso a paso.

Charles no quería resolver nada, pero Edwin no lo dejaría estar y él lo apoyaría. Así era como habían sido siempre, no cambiaría justo ahora.

Charles ▸Victoria Park ▸ Con Edwin

The Space Between US

Chapter IV

Edwin estaba nervioso por Monty. Nada de lo que había oído sobre el brujo le hacía parecer que fuera una persona razonable y no quería que hiciera pasar al chico otro mal rato. Pero Charles lo había logrado convencer y tal vez Monty finalmente se ganaría una oportunidad con él.

Mientras tanto, esperar con Charles en el parque era agradable. No solían tener espacios como aquel en el que estuvieran juntos y afuera, sin estar trabajando algún caso. Percibía que Charles estaba tenso, probablemente esperando el resultado de su negociación previa con el brujo.

Cada vez que pensaba en que les hacía falta Crystal, Edwin sentía una punzada de incredulidad. Pero con la chica, Charles nunca se quedaba callado. Siempre tenía qué decir o bromear. Pero ahora, sin ella de por medio, parecía que solo sabían hablarse de casos.

Aunque tal vez no era Crystal. Tal vez era que con el paso del tiempo Charles comprendía cada vez más el significado de su confesión y eso los alejaba. Cuando finalmente Charles le habló, por supuesto que fue sobre el caso.

—Lo sé, seguro que está bien —admitió—. Pero eso no resuelve la situación, más allá de lo que Edward Brown decida debemos resolver todavía lo de que Monty regresara a su forma humana. Imagina que resuelven las cosas y regresa a ser un cuervo sin previo aviso.

Le preocupaba genuinamente aquello. Sin embargo, no había nada que pudieran adelantar al respecto ahí en el parque. Así que suspiró y se giró para ver a Charles a los ojos.

—Igual no podremos avanzar mucho mientras esperamos aquí —añadió—. Supongo que podemos disfrutar un agradable descanso en un parque. No recuerdo haber hecho eso nunca.

No solían tener descansos. Y cuando estaba vivo, no solía estar solo ni libre. Nunca fue un alma libre como Charles.

Edwin▸Victoria Park ▸ Con Edwin

The Space Between US

Chapter IV

Charles pronunció la sonrisa mientras escuchaba a Edwin hablar de manera tan intensa sobre la situación. Incluso cuando estaban hablando sobre Monty y aquel brujo de pacotilla, Charles estaba contento de verlo hablar con tanta intensidad de un caso. Era como si estuvieran retomando la normalidad que habían perdido, antes de Crystal y mucho antes de que decidieran embarcarse a una aventura en Estados Unidos.

Para Charles era maravilloso. Esperaba que este asunto con Monty se resolviera pronto. Pero recordaba la conversación que había tenido con Edward Brown. Era un tipo bastante desagradable, cosa que Charles hubiera podido pasar por alto, pero el verdadero problema era que Edward Brown era terco como una mula. No quiso escuchar sus razones y ni siquiera podía culpar a Monty de salir huyendo de él. Charles mismo apenas había soportado estar con él en la misma habitación.

—Lo de que vuelva a ser cuervo no lo había pensado hasta ahora. No puedes culparme, estoy seguro que te habrías sentido igual si te hubiera tocado hablar con el brujo aquel. Te hubiera sacado de quicio a los dos minutos —comentó Charles, encogiéndose de hombros—. Además, según él, es un incompetente, así que tampoco creo que tenga idea qué hacer con el hechizo de Monty. ¿Le has preguntado él qué quiere? Porque quizás lo que le interesa es regresar a ser un cuervo.

Técnicamente, Charles no estaba seguro si eso era verdad. Pero también había escuchado a Monty decir que eso de ser humano le había traído muchos problemas. A Charles le gustaba bastante ser humano, pero nadie lo había hechizado antes de ser fantasma, así que no tenía idea de qué podía estar sintiendo Monty.

Miró a su alrededor, en el parque, la gente parecía completamente ajena a ellos. Charles suspiró, pues el paisaje tranquilo no conseguía hacerlo sentir mejor.

—Si Monty y Edward no arreglan sus asuntos, ¿vas a ofrecerle que se quede con nosotros? —preguntó, más ansioso de la cuenta.

Charles ▸Victoria Park ▸ Con Edwin

The Space Between US

Chapter IV

Edwin meditó un momento la pregunta de Charles. No sabía si este arreglo de tener a Monty con ellos a largo plazo funcionaría. En especial porque Charles no parecía estar disfrutrando para nada su compañía. Edwin podría usar la carta de que Charles había llevado a Crystal con ellos y él podía hacer otro tanto.

Pero sentía que no sería bueno para ellos tampoco. ¿Cómo era que no podían regresar a la dinámica que habían tenido por 30 años? Edwin quería ayudar a Monty, pero Charles era su prioridad.

—No lo vamos a echar a la calle —respondió lentamente—. Pero Monty tendría que decidir qué quiere hacer con su vida. Dudo que quedarse con nosotros sea su elección. Podría querer regresar a su país. O regresar a ser un cuervo. O buscarse otro brujo. Será temporal, de una forma y otra.

Miró a Charles y le dedicó una sonrisa.

—Seremos nosotros dos —le aseguró—. Como ha sido siempre.

Ojalá pudiera creerse sus palabras. Que realmente volverían a ser ellos dos, sin que sus sentimientos y su declaración se interpusieran entre los dos.

Edwin▸Victoria Park ▸ Con Charles

The Space Between US

Chapter IV

Charles ya había perdido la cuenta de todas las veces que su carácter e impaciencia lo habían metido en problemas. Pero nunca eso había mermado su relación con Edwin. Al contrario, sus personalidades tan opuestas habían hecho de ambos un gran equipo. Así que no podía creer que esto se le estuviera escapando de las manos tan fácilmente. En especial porque él sabía bien que no estaba pensando de manera racional el asunto de Monty.

Edwin, en cambio, sí que estaba siendo razonable. Si el brujo Brown echaba a Monty a la calle de nuevo, si lo dejaba a su suerte, ellos lo mínimo que podían hacer era acogerlo mientras éste trataba de retomar su vida lo mejor que pudiera. No era enteramente su responsabilidad, pero hasta a Charles le sabría mal desentenderse. Una cosa era ser un fantasma que estaba todavía atrapado en el mundo de los vivos. Pero Monty había sido un cuervo y ahora tendría que vivir entre los humanos y eso implicaba entender un montón de cosas que él desconocía.

Edwin, como siempre, tenía toda la razón.

—Lo siento… —dijo de pronto, con resignación, mientras buscaba la mirada de Edwin. Charles le regaló una sonrisa, algo tensa, pero muy sincera—: Quizás no he manejado este asunto muy bien. Es sólo que… bueno, Monty estuvo trabajando para una tipa que nos quiso matar, ¿sabes? Era obvio que iba a sospechar de él al principio. Esa mujer… quiso hacerte mucho daño y eso no se perdona tan fácil. Además, estarás de acuerdo conmigo en que suena muy extraño que Monty haya aparecido de nuevo y como humano. No es cualquiera el que puede hacer ese tipo de hechizo.

Charles suspiró y, con cuidado, colocó una mano sobre la rodilla de Edwin, sin dejar de sonreírle.

—Pero lo resolveremos —dijo, convencido de lo que estaba diciendo—. Juntos. Como siempre.

Charles ▸Victoria Park ▸ Con Edwin

The Space Between US

Chapter IV

Si bien era cierto que Edwin consideraba que Charles se había equivocado en varios puntos con respecto a la fomra de manejar la situación con Monty, no quería que se culpara tampoco. Charles era una persona bondadosa por naturaleza. Sin embargo, los últimos acontecimientos los habían afectado a todos.

—Charles... Está bien. Los últimos tiempos han sido difíciles —le reconoció—. En algún momento todo lo que quise fue regresar a como era todo entre nosotros antes de ir a Estados Unidos. Me preguntaba si eso era lo qeu te pasaba ahora, si también querías intentar volver a como éramos antes. Lamento haber hecho que cambiaran las cosas.

Hasta ahora no se había disculpado de confesar sus sentimientos porque no lo lamentaba. Había entendido con Niko que debía hacerlo y se sentía mejor desde entonces. Pero sí extrañaba la relación que tenían antes. Muchísimo. Y sabía que mientras hubiera alguien viviendo con ellos, no lo lograrían.

Pero tenían que ayudar a Monty.

—En efecto tenemos que ayudar a Monty a descifrar lo de su cambio de naturaleza —añadió—. Y después... siempre podremos dedicarnos a nosotros. Lo necesitamos.

Le sonrió a Charles, y, tras dudarlo un momento, extendió el brazo para tomarlo de la mano. Charles no se retiró, por lo que Edwin estrechó su mano, pero luego se obligó a soltarlo.

Trabajar en ellos iba a implicar eso. Marcar nuevos límites entre ellos. En una relación donde él estaba enamorado, pero Charles no.

Quizá por ahora sería más fácil enfocarse en Monty y el brujo.

Edwin▸Victoria Park ▸ Con Charles

The Space Between US

Chapter IV

Cuando escuchó a Edwin disculparse, Charles se sintió presa del pánico. Se dio cuenta entonces que todo lo que llevaba haciendo los últimos días, desde que regresaron a casa, había estado lastimando a Edwin y eso era justamente lo último que Charles deseaba. Todo lo contrario, él también deseaba que las cosas fueran como antes.

El problema era que ahora tenía las palabras de Edwin confesándose sus sentimientos y Charles se sentía miserable porque, ¿cómo podía borrar eso? ¿Cómo podían volver sobre eso? Charles quería decirle que necesitaba darse cuenta si podía mirarlo de otra manera. Pero, ¿cómo le decía eso sin espantarlo? El peor escenario que podía pasar era que Edwin alimentara falsas esperanzas y Charles destruyera del todo su relación. Charles no podría perdonarse eso nunca y la única alternativa era alejarse de Edwin antes de que siguiera haciéndole más daño.

Pero, como siempre, Edwin tenía razón cuando le decía que primero tenían que solucionar el asunto de Monty. Con ese cuervo revoloteando a su alrededor, jamás podrían tener una conversación sincera.

—Lo sé, yo también… quiero decir, yo también he sido un poco estúpido las últimas semanas. Por favor, lo siento. Creo que he estado muy alterado, después de todo lo que pasó en Estados Unidos, pensé que no íbamos a librarla. Una cosa es estar muertos y otra que tengamos que pasar al otro lado, ¿sabes? Yo creo que todavía tenemos muchas cosas que hacer aquí. Ambos… —Charles hizo énfasis en la última palabra, haciéndole ver que quería que lo hicieran juntos, como habían estado hasta ahora—. Prometo que dejaré de comportarme como un idiota. Resolveremos el asunto de Monty.

Charles se fijó por un instante en Monty y el brujo Brown, aunque desde esta distancia sólo podía ver sus siluetas.

De verdad esperaba que ese hechicero de pacotilla, según las palabras del propio señor Brown, se diera cuenta de que ahora Monty estaba a su cargo. Eso solucionaría muchos problemas.

—De momento Monty no ha salido huyendo, ni parece que estén discutiendo fuertemente. ¿Crees que eso sea buena señal? —preguntó, girándose rápidamente hacia Edwin. Quizás demasiado rápido, pues seguían muy cerca.

Demasiado cerca.

Charles ▸Victoria Park ▸ Con Edwin