I love you so much it hurts

Historia y personajes extraídos de  Siempre fuiste tu

Ambos eran de familias de la nobleza y de renombre. Se habían conocido desde que eran unos niños donde compartían juegos aunque Emily si lo consideraba muy brusco. Ella desde muy pequeña era toda una señorita que le costaba entenderlo. Pero todo cambia, cuando se presentó en la sociedad y él solo por que quiso - o tal vez porque no la quería ver con nadie más - comienza a pretenderla y enamorarla.

Las familias estaban ilusionadas porque el compromiso se dio y con el pasar de los meses no ocurrió nada. Jeremy partió con sus padres y hermanos a su hogar, y todo quedo en nada, provocando una gran desilusión en Emily, es que todo iba tan bien y cambió de la nada. Había quedado con el corazón destruido y eso provoco que por muy hermosa que fuera no tuviera prospectos.

Pasaron los años y los Cavendish volvieron a la ciudad donde vivían las Fairchild. Philippe, el hermano mayor y futuro duque buscaba esposa y fue una gran sorpresa que eligiera muy rápidamente a la rebelde Amber. Eran amigos y se encontraba el aprecio, sinceramente eran perfectos.

Fue inevitable, por parte de los dos hermanos menores sintieran algo de envidia - no de la mala - sino porque eran ellos los destinados a casarse y los chicos habían tomado el protagonismo, ella no quería apartarse de su hermana y Jeremy, viendo lo molesta que estaba con él quería mejorar las cosas aunque sin promesas: ¿Un matrimonio por convivencia no estaría tan mal, verdad?

Muchas veces el amor llega después y cuando están más juntos.

2. Vinculo y confianza

El hecho de que la joven le interesaba, que le gustaba y que realmente era la mujer con la que algún día preferiría sentar cabeza, era real. Así que la respuesta ante la pregunta de Emily era sí, sí pretendía ir en serio a conquistarla. — Cuando me propongo algo, es en serio. — le comento, pues en estos momentos lo único que rondaba por su mente era el poder conquistarla. Con cada sonrisa, con cada mejilla sonrojada, con cada mirada… hacía que le atrajera más. Así que sí las flores ayudaban a que las cosas funcionaran, le traería todas las que quisiera.

— Los bailes suaves son mis predilectos. — murmuro, pues eran esos los que solían dar la oportunidad de apreciar más a su pareja de baile. Lo encontraba más atrayente. — Pero igual los valses movidos pueden llegar a ser… divertidos. — señalo con una sonrisa, no pretendía intimidarla.

Su mejor aliado en la conquista de Emily definitivamente era Fury. El gato era símbolo de la amistad que había surgido entre ellos desde pequeños. Que si bien se habían distanciado seguían teniendo esa conexión aún. Era bastante evidente que la chispa no se había perdido. Es más ahora la chispa era más potente. — Muchas gracias, ya casi termino. — le aseguro mientras terminaba de tomar su té y la seguía escuchando hablar de las mascotas. — Entonces tiene de todo un poco. — Sonrió, él había sido siempre más de gato. Posiblemente, porque la actitud de estos animales solía ser compatibles con su forma de ser.

Jeremy le hizo una seña de que ya había terminado su té y se puso en pie para acompañarla al jardín. No tenía ni que mirara para notar la presencia de su hermana tras ellos. Pisaba demasiado fuerte el suelo intentando mantenerles el paso. Fue cuando estuvieron ya en el jardín que llegaron los animalitos a su encuentro, aunque al final no parecían muy contentos con su presencia y le comenzaron a ladrar desde una distancia segura. — Creo que sí, uno cree que no, pero de seguro han de estar oliendo a Fury quien se acercó a mí esta mañana demandando atención antes de que partiera. — Reconoció el rubio para luego volver su atención a las perritas. — Encantadoras como la dueña. — señalo el chico. — ¿Cree que se dejen acariciar la cabeza? — pregunto. Lo menos que deseaba era ser mordido por una adorable bola de pelos. — Imagino que los gatos han de estar aventurándose por la mansión. ¿No? — añadió, pues solo tenía a los canes frente a él.

2. Vinculo y confianza

Ella solo correspondió con una sonrisa pues se sintió muy bien que el chico fuera en serio. Eso solo le indicaba que su hermano estaba equivocado y que terminarían por casarse y así, formar una linda familia. Era muy atractivo así que ya estaba suponiendo que sus hijos serían preciosos. Se sentía muy dichosa que la pretendiera.

Soltó nuevamente una cantarina risa y terminó por coincidir con lo que decía.— Prefiero los suaves, aunque admito que los rápidos también son muy divertidos, más aún porque tienen varios pasos — Le gustaba cantar y bailar, era algo que siempre hizo con su hermana y se divertían tanto que hasta creían que alguna vez podrían cantar en algún bar lo cual no era posible pero soñar no costaba nada, entonces si lo hacían para la familia. Corey amaba oírlas.

Dejo que terminará sus bocados y té para ir a ver a sus perritas y gatos que sabía que estaban en su habitación, por lo cual por eso mando a su dama a buscarlos, uno era algo huraño por las condiciones que lo encontró y solo confiaba tanto en ella como en su dama que pasaba gran parte del tiempo con ella, solo que seguro estaba dormido y así que seguro la pobre le costaría, la recompensaría con una hora libre si era así o terminaba lastimada. — Sí... — Contestó cuando dijo que tenía de todo un poco.

Fueron al jardín a donde se encontraban sus perritas y que miraron con desconfianza a Jeremy. Su teoría era muy acertada — No es tan solo por eso — Exclamó Emily mientras se acercaba a ellas con naturalidad y las acariciaba una por una, depositando un beso en la cabecita de las tres. No le incomodaba mostrarse como era —Es simplemente que me cuidan mucho, tampoco les cae muy bien Henry cuando no sé me regaña...y su olor es distinto, juntando el de Fury  se ve la desconfianza. — Señalaba la chica que se quedó ahí solo por si acaso y asintió cuando el chico preguntó si podía acariciarlas. — Creo que Belle, ella se deja acariciar con rapidez, Perla ni pensarlo porque es temerosa por todo lo que tuvo que pasar y Rose si que es desconfiada — Murmuró mientras le acercaba la spaniel para que la acariciara.

— Oh sí... mande a mi dama a buscarlos para que los conozca, a esta hora duermen así que no creo que se lo tomen muy bien, pero quería que los conociera, Puede que hasta se vuelvan amigos de Fury cuando se conozcan — Indicó la chica que ya se estaba formando toda la una historia en su cabeza que serían marido y mujer muy pronto.

2. Vinculo y confianza

Ahora mismo no podía esperar era que llegara esa próxima fiesta para así poder danzar juntos. En estos momentos Jeremy lo único que deseaba era poder estar cerca de la chica. Ganarse un lugar especial en su corazón. Pues a pesar de su poco interés por el compromiso sí tenía un lugar especial para ella en el suyo. Por supuesto que eso no quitaba que estuviera haciendo un descarado y que la muchacha en realidad no se la merecía. — En ese caso si me lo permite y no hay inconveniente podríamos bailar una pieza de cada género. Porque definitivamente sería algo que disfrutaría punto Si no es mucho atrevimiento por supuesto. — El muchacho sabía que independientemente si la chica tenía un claro favorito para cortejarla que en este caso por lo visto era él. De todos modos iba a tener que aceptar algunos bailes con otros caballeros solo por cuestión de cortesía y amabilidad. Pero desde ya me dejaba saber cuán grande era su interés.

Cuando fueron hacia el patio fue el momento Que conoció a las perritas de Emily. En ese momento esperaba que no se lo fueran a querer comer vivo, pues evidentemente no están acostumbradas a su presencia. — Entiendo, para ellas soy un extraño tomar algún tiempo en que me acepten. Hacen bien en cuidarla. — Reconoció el chico y es que él no la dañaría, pero… a veces no todos los daños suelen ser soñó físicos. Y quizás los animalitos intuían que el chico no era la mejor opción para su dueña. — Sí, el aroma de Fury es la cereza del pastel. — añadió, porque en realidad sí también el olor a felino podía volver loco a los perros.

El muchacho escuchó con detenimiento las advertencias de antes de que intentara hacerle alguna gracia a sus mascotas. Bueno en este caso creo que comenzaré por ganarme a ver y ya duermo poco a poco veremos con las otras. Respondió con una sonrisa antes de arrodillarse por un momento e intentar acercarse a la perrita con precaución. Tal como la chica había dicho esa era cariñosa así que no tardó en menear la cola. Aunque las otras dos una miraba con desconfianza y la otra se escondía detrás de la más grande.

— Me encantaría conocerlos, claro que sí. Ya sabe que soy amante de los felinos. — añadió Jeremy mientras se volvía a erguirse con ese porte que lo caracterizaba. — Eso sería bueno para Fury. Le hace falta tener amigos de su misma raza. — aseguro el Cavendish. — Es que si lo viera, ya no es la pequeña bola de pelos que vio una vez. Está enorme. — comentó Jeremy. — Agradezco mucho la ayuda que me dio con él, porque de verdad ha sido un buen compañero. — se sinceró con la muchacha, de todo lo que había hablado con ella posiblemente era lo más trasparente que le hubiera podido contar. — Es una lástima que ya seamos grandes y no nos dejen simplemente ser. Como cuando niños. — Murmuró, pues era obvio que aun estando en el patio estaban siendo observados. Cuanto le hubiera encantado besarla detrás de alguno de los árboles donde solo fueran ellos dos. Por desgracia sabía que era muy prematuro e inapropiado hacer tal proposición. Aunque no lo hacía más por lo prematura de la relación, que porque fuera inapropiado porque él no era el más correcto que digamos de su familia. No por nada tenía aquella reputación que tanto fingía que no existía haciendo creer que solo eran calumnias de Henry.