La tensión en Ravka crecía cada vez más. Mientras escuchaban rumores que decían que en Shu Han estaban preparando una nueva arma para acabar con los grisha, El Oscuro al mando del ejército ravkiano se estaba preparando para un contraataque, yendo y viniendo a través del a Sombra para buscar más adeptos grisha para proteger y preparar para combatir.

Kaelle había escapado de Kerch, lo compraron en una casa de uno de los mayores millonarios de la ciudad y creció como académico, pero de todas maneras cuando Kirigan llegó a buscar grisha, el vendavno dudó en escapar. Quería unirse al Segundo Ejército y vengarse de los humanos, sean de Shu Han o no, porque fueron los humanos quienes lo apresaron. Y así pasó los siguientes años.

En cambio, Zarek Althar es un ravkiano que tenía más de una oportunidad en su vida, pero así como la mayoría de los muchachos de su edad, no pudo escapar de la llamada casi obligatoria del ejército de Ravka. Con una guerra siempre a punto de estallar, tanto en Shu Han como en Fjerda, todo muchacho con la complexión buena como para luchar, era adquirido por el Primer Ejército.

Las guerras y los peligros en el mundo ya eran normales desde hacía años. Kaelle, gracias principalmente a su predisposición para el estudio, había conseguido amplificadores y, además, una buena posición en el Segundo Ejército. No era el segundo de Kirigan, pero sí sabía su nombre y lo mandaba en pequeñas misiones.

Zerek no tenía nada que ver con los grisha, y así como todos los humanos, fue criado para mirarlos de lejos, para no confiar en ellos, para creer que todos los grisha pensaban que estaban muchos peldaños arriba de los simples humanos. Nada de eso era raro, grisha y humanos siempre se veían a la distancia sin confiar uno al otro.

Pero, en un momento, cuando dos chicos tienen que trabajar juntos, se dan cuenta que quizás lo que sienten es bastante diferente a la aversión natural y se parecen mucho más de lo que creen.