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Recuerdo del primer mensaje :
Después del partido para seleccionar los titulares del equipo. Después de aquella grata sorpresa de ver que era capaz de jugar con alguien de forma más... bueno, pues en equipo y no individual, algo que debía ser lógico pero no para Lex. Hasta ese día le mantenían allí, según él, porque repartía tortas y tenía buena puntería, y probablemente porque temían comunicarle que estaba fuera...
Pero por primera vez, se había sentido realmente formando parte de algo, le gustaba como jugaba el ruso y había resultado más cómodo y estimulante jugar con él que simplemente repartir tortas sin control...
Así que estaba motivado. Mucho para ser él, o al menos lo suficiente para madrugar esa mañana e ir al campo antes de clases.
Hacía frió, así que intentó darse calor con su respiración entre sus manos mientras caminaba con la escoba bajo el brazo hacia el campo de entrenamiento. Solo quería dar un par de vueltas con la escoba, lanzar un par de tiros... Aleksei había marcado más tantos que él y quería mejorar eso, no por impresionarle ni demostrar a nadie que era mejor, sencillamente no... quería quedarse atrás.
Sin embargo, había algo con lo que no contaba. Alguien más estaba en el campo de entrenamiento. Y sabía quién era. El capitán del equipo de Gryffindor, ese tipo de séptimo que... No sabía su nombre, pero sí sabía quién era...
Más o menos.
Presionó su mandíbula, era mejor que se marchara porque estaba seguro que aquel día, en verano, cuando había ido a una de las ciudades muggle en una de sus broncas él le había visto...
O al menos le pareció verle, le sonaba y no estaba seguro de qué... Pero ahora que le veía sobre la escoba estaba más que claro. Se le había olvidado el asunto porque no se había cruzado con él desde el inicio del curso. Aunque si no había dicho nada... Tal vez no supiera nada. Y en cualquier caso... ¿Qué podía decirle?
Estaba mal visto pero pelearse con muggles no era ilegal... Aunque definitivamente no quería que eso se supiera.
Lex miró a varios lados, parecía que no había ninguno más de los leones por allí... Si, debía irse, pero mierda, no había madrugado para nada.
—Es hora de reserva para entreno Slytherin.—Gritó en alto, con su voz bien grabe resonando con eco por la acústica lugar.
Hunted CON Graham EN Campo de entrenamiento A LAS 06:00h, 03 de octubre |
Después del partido para seleccionar los titulares del equipo. Después de aquella grata sorpresa de ver que era capaz de jugar con alguien de forma más... bueno, pues en equipo y no individual, algo que debía ser lógico pero no para Lex. Hasta ese día le mantenían allí, según él, porque repartía tortas y tenía buena puntería, y probablemente porque temían comunicarle que estaba fuera...
Pero por primera vez, se había sentido realmente formando parte de algo, le gustaba como jugaba el ruso y había resultado más cómodo y estimulante jugar con él que simplemente repartir tortas sin control...
Así que estaba motivado. Mucho para ser él, o al menos lo suficiente para madrugar esa mañana e ir al campo antes de clases.
Hacía frió, así que intentó darse calor con su respiración entre sus manos mientras caminaba con la escoba bajo el brazo hacia el campo de entrenamiento. Solo quería dar un par de vueltas con la escoba, lanzar un par de tiros... Aleksei había marcado más tantos que él y quería mejorar eso, no por impresionarle ni demostrar a nadie que era mejor, sencillamente no... quería quedarse atrás.
Sin embargo, había algo con lo que no contaba. Alguien más estaba en el campo de entrenamiento. Y sabía quién era. El capitán del equipo de Gryffindor, ese tipo de séptimo que... No sabía su nombre, pero sí sabía quién era...
Más o menos.
Presionó su mandíbula, era mejor que se marchara porque estaba seguro que aquel día, en verano, cuando había ido a una de las ciudades muggle en una de sus broncas él le había visto...
O al menos le pareció verle, le sonaba y no estaba seguro de qué... Pero ahora que le veía sobre la escoba estaba más que claro. Se le había olvidado el asunto porque no se había cruzado con él desde el inicio del curso. Aunque si no había dicho nada... Tal vez no supiera nada. Y en cualquier caso... ¿Qué podía decirle?
Estaba mal visto pero pelearse con muggles no era ilegal... Aunque definitivamente no quería que eso se supiera.
Lex miró a varios lados, parecía que no había ninguno más de los leones por allí... Si, debía irse, pero mierda, no había madrugado para nada.
—Es hora de reserva para entreno Slytherin.—Gritó en alto, con su voz bien grabe resonando con eco por la acústica lugar.
Merci Prouvaire!
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Hunted CON Graham EN Campo de entrenamiento A LAS 06:00h, 03 de octubre |
Un amigo... De modo que el gatito era hijo de muggles. No era que conociera el linaje familiar de nadie, en realidad no era algo que le importara realmente y al parecer tampoco era nada raro entre los Gryfindor. Bueno entre cualquier casa salvo la suya, no sabía si no los aceptaban o ya por prejuicio ninguno quería ir allí. Lo que fuera, tampoco eso le importaba demasiado.
Y si... Verle por allí era una sorpresa, porque él no era hijo de muggles, se había tenido que escapar para llegar, pero probablemente el contrario no lo supiera... O si, después de todo era Slytherin, había ciertas cosas que podían darse por hechas, como por ejemplo, que eran algo estrictos con lo de la sangre que a Lex se la soplaba, pero bueno, también había que tener mala suerte para escaparte a una ciudad muggle y encontrarte con un compañero de escuela, meterte en una pelea y que te reconociera. Aunque podría haber dicho algo ya... y no lo había hecho.
Y fue curioso que dijera que él había ido allí en busca de pelea también, porque siempre la encontrabas hicieras lo que hicieras... y no pudo evitar sonreír, tenía razón... Y no podía creerse que alguien compartiera ese... interés por meterse en broncas. Tendría que ir con más cuidado de no pelearse con el gatito, por si a caso. O si, y a ver quién recibía más.
Asintió, pasándose la lengua por los labios. Secreto. Perfecto. Era raro en el momento que compartías secretos con el capitán del equipo de tu casa rival por excelencia. Aquel año estaba empezando muy raro. Como se estaba poniendo su cara.
—Oye tío... ¿Estás bien? Es que estás tan pálido para parecer Slytherin...—Dijo frunciendo el ceño y acercándose un poco. No estaba así antes, estaba un poco raro y para nada saludable.—¿...te... te acompaño al castillo o algo? Puedo llamar a... alguien.—A ver si le había dado un chungazo con tanta vuelta.
Merci Prouvaire!
Spring Wizard
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Hunted CON Lex EN Campo de entrenamiento A LAS 06:00h, 03 de octubre |
¿Eh? – Centró su mirada en Lex con esa pregunta, como si aquello no fuera con él. No era la primera vez que se encontraba así. Por supuesto que era por las piruetas, pero no quería preocuparle en exceso. Además, se le pasaba con el tiempo. – Ahora que lo dices, tengo hambre. – Comentó, encogiéndose de hombros. – Creo que voy a cambiarme y me voy al Comedor a comer algo.
Hizo el esfuerzo de levantarse, pero el mareo le hizo sentarse por un segundo. Lo disfrazó con una risa, aunque sí era cierto que no solía quedarse tanto tiempo con ese malestar en su cabeza. Bueno, nada que un buen tónico que había en la enfermería no pudiera curar. Acudiría sin mencionar el entrenamiento, con un dolor de cabeza consecuencia de clase de Alquimia (tan insoportable como de costumbre, aunque no hubiera entrado aún). – ¿Me echas un cable? – Le tendió la mano, en una señal de confianza. No iba a negarle el auxilio, ¿verdad? Si le había dicho si llamaba a alguien. – No hace falta que me acompañes al castillo, pero, vamos, tengo que limitar las espirales a dos por entrenamiento o algo. – Y otra risa, porque no pasaba nada. Como si se fuera a volver más tonto después de todo eso, bah, tonterías.
Consiguió incorporarse, no sin antes mirar al cielo una última vez esa mañana. – ¿No es genial estar ahí arriba? – Era una pregunta, pero él siempre tenía su propia respuesta. Graham era un hacha en el Quidditch, un chico que se pasaba todo el tiempo en las nubes, aquello era todo lo que sabía hacer. – Es mucho mejor que estar aquí abajo, ¿no te parece? – Porque ahí arriba nadie le criticaba, nadie hablaba de sus notas o de lo despistado que era. Ahí arriba era el mejor cazador de Gryffindor en décadas, un diestro de la escoba.
Merci Prouvaire!
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Hunted CON Graham EN Campo de entrenamiento A LAS 06:00h, 03 de octubre |
A ver... que si quería morirse allí era solo asunto suyo, pero de verdad que prefería que si decidía acabar con su vida, no le involucrara, porque todos iban a echar la culpa a la serpiente, casi seguro. Y más tratándose de un Gryffindor... Que le pasaba algo estaba más que claro, si él quería ocultarlo o dejarlo correr...
Pues no era asunto suyo. Pero que no solo se trataba de hambre, aunque probablemente le iría bien ingerir algo.
Y sin embargo, hizo el amago de acercarse a sujetarle cuando vio que intentaba levantarse y volvía a caer. Eso si que parecía bastante jodido... Iba a necesitar ir a comer, sí... Pero probablemente necesitara algo de ayuda y algo más que solo comida.
¿Por qué tenían que ser tan orgullosos los leones? Estaba claro que necesitaba ayuda... Claro que, de estar en la situación contraria, probablemente tampoco aceptara su ayuda... O tal vez sí. En cualquier caso, le sorprendió que acabara pidiéndosela y Lex asintió, extendiendo su mano y sujetándola para tirar con fuerza, llevando su otra mano al hombro del Gryffindor para asegurarse de que se mantenía derecho, sujetándole.
No pedía que le acompañara, aunque no tenía muy claro que consiguiera llegar solo... Pero tampoco era... en fin, responsabilidad suya.
—Pues... no lo sé.— Y respondió sinceramente, mirando hacia el cielo. Había jugado siempre a quidditch, no le entusiasmaba pero sí le gustaba estar con la escoba. Tanto como estar mejor que en el suelo... No podría decir.—Aunque me gusta la adrenalina y el viento en la cara.—Reconoció. Al darse cuenta de que no le había soltado y que seguía demasiado cerca, y ya parecía sostenerse en pie, se separó del león, despacio y todavía mirando que no fuera a caerse.
—Eres un tío raro... Ahm... Graham.— Le dijo la sartén al cazo. Un curioso encuentro y un curioso entrenamiento...
Merci Prouvaire!
Spring Wizard
Faun
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Hunted CON Lex EN Campo de entrenamiento A LAS 06:00h, 03 de octubre |
Parecía que se encontraba mejor. Claro, tendría que desayunar, se pondría las botas con la fruta que ofrecía el Gran Comedor, pero, mientras, solo tenía que llegar de pie a Hogwarts y, a ver, no era la primera vez que hacía algo así. Se sujetó en el hombro de Arthur… espera, no, ¿no era el hermano del prefecto de Ravenclaw? Ay, que no se llamaba Arthur. Mierda, ¿cómo era entonces? ¿Alex? ¿Cómo el otro Slytherin? No, ese era Alek, entonces sí podía ser Alex. – No lo dices muy convencido con lo bien que juegas. – Porque no tenía que estar ciego para no fijarse en él cuando jugaban uno contra otro, pero, oye, pocos hacían cumplidos a sus rivales. – Y gracias por el entrenamiento, tío, me ha venido muy bien. Y esto queda entre tú y yo.
Su último comentario le hizo reírse. – Pf, me han llamado toda la vida o raro o tontito, así que, no me sienta mal, Alex. – Tontito los profesores, porque se pasaba la vida jugando al fútbol o al quidditch. Raro sus compañeros cuando desaparecía durante meses y volvía a Liverpool o cuando le veían estudiar ahí arriba. Ya que le costaba entender los libros, qué menos que flotar. – Pero, eh, tan raro como un hijo de magos peleándose a mano limpia en Liverpool. – Le guiñó un ojo y se dirigió a los vestuarios para cambiarse. Ya se encontraba mejor y la sangre ya estaba redistribuida por su cuerpo. Se lo había pasado bien, siempre podían repetir en otro momento si el Slytherin lo veía bien.
Merci Prouvaire!
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