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Vie Jul 03, 2020 12:33 pm por Freyja
Recuerdo del primer mensaje :
Love at second sight
Original ৹ Ciencia ficción
Chico conoce a chica y...
Año 2030. Jeremy ya está en su primer año de universidad y ahora se lamenta de no haber aprovechado mejor su tiempo en el instituto. En concreto, de haberse animado a hablar con... Ella. Adelaide... La chica perfecta, o al menos para él. Lleva enamorado de ella desde hace años pero un pobre friki como él ni siquiera se atreve a decirle hola sin echarse a temblar, ¡pero si solo tiene un amigo! ¿Cómo va a intentar algo con... La maravillosa Adelaide? Es imposible. El instituto se ha acabado y, aunque a veces la ve por el campus, sus posibilidades se han visto reducidas de pocas a ninguna. Ha perdido su oportunidad con ella...
O no. Aaron, el hermano de su mejor amigo, está diseñando un experimento aún en fase de pruebas. Consiste en ayudar a personas con dificultades para relacionarse poniéndolas en otro contexto... En concreto, muchos años antes. Lo que ahora puede ser un pardillo, quizás en años anteriores sea una persona bastante popular, ¿no? Quizás viajar a una época anterior le dé confianza en sí mismo, ya que en los años 50 él sería un tío guay... ¿No? No es que termine de convencerle la idea, pero quizás un viaje en el tiempo le permita tener con la chica de sus sueños la oportunidad que no tuvo en el instituto.
En una realidad en la que ya se ha probado que la reencarnación existe, buscar a la Adelaide de la vida anterior cuando aún no haya acabado el instituto sería como una segunda oportunidad para él, ¡para una versión más guay de él a los ojos de la chica, además! Lo que no podía imaginar era que Adelaide y Cindy, su yo anterior, si bien eran físicamente idénticas no podían ser más diferentes en su personalidad... Y teme no saber cuál le gusta más de las dos.
Año 2030. Jeremy ya está en su primer año de universidad y ahora se lamenta de no haber aprovechado mejor su tiempo en el instituto. En concreto, de haberse animado a hablar con... Ella. Adelaide... La chica perfecta, o al menos para él. Lleva enamorado de ella desde hace años pero un pobre friki como él ni siquiera se atreve a decirle hola sin echarse a temblar, ¡pero si solo tiene un amigo! ¿Cómo va a intentar algo con... La maravillosa Adelaide? Es imposible. El instituto se ha acabado y, aunque a veces la ve por el campus, sus posibilidades se han visto reducidas de pocas a ninguna. Ha perdido su oportunidad con ella...
O no. Aaron, el hermano de su mejor amigo, está diseñando un experimento aún en fase de pruebas. Consiste en ayudar a personas con dificultades para relacionarse poniéndolas en otro contexto... En concreto, muchos años antes. Lo que ahora puede ser un pardillo, quizás en años anteriores sea una persona bastante popular, ¿no? Quizás viajar a una época anterior le dé confianza en sí mismo, ya que en los años 50 él sería un tío guay... ¿No? No es que termine de convencerle la idea, pero quizás un viaje en el tiempo le permita tener con la chica de sus sueños la oportunidad que no tuvo en el instituto.
En una realidad en la que ya se ha probado que la reencarnación existe, buscar a la Adelaide de la vida anterior cuando aún no haya acabado el instituto sería como una segunda oportunidad para él, ¡para una versión más guay de él a los ojos de la chica, además! Lo que no podía imaginar era que Adelaide y Cindy, su yo anterior, si bien eran físicamente idénticas no podían ser más diferentes en su personalidad... Y teme no saber cuál le gusta más de las dos.
El chico Dylan O'Brian ৹ Freyja AÑO 2030 Jeremy Norman, 18 años, estudiante de informática. Sujeto de pruebas 1 para el experimento de entrenamiento en habilidades sociales por cambio de entorno social. Viajero en el tiempo. |
La chica Imogen Poots ৹ Timelady Año 2030 Adelaide Pyne, 18 años, estudiante de económicas. Guapa, sexy, inalcanzable, popular. Año 1952 Cindy Olsson, 17 años, estudiante de último año de instituto. Ingenua, dulce, risueña, inocente. |
Otros Eventuales Michael Cooper - Mejor amigo de Jeremy, 18 años, estudiante de informática. NPC de Freyja Aaron Cooper - Hermano de Michael, 24 años, psicólogo y diseñador del experimento. Pj eventual de Timelady |
- Tablilla para post:
- Código:
<link href="https://fonts.googleapis.com/css2?family=Alex+Brush&family=Six+Caps&family=Source+Sans+Pro&display=swap" rel="stylesheet"><center><div style="background-image: url(https://i.imgur.com/GuuCVTX.png); width: 380px; border: 15px solid #fafafa; padding: 10px"><div style="width: 350px; background-color: #fafafa; padding: 10px"><table align="center"><tr><td><div style="background-image: url(IMAGEN O GIF DE TU PERSONAJE 150*150); background-size: 100%; width: 150px; height: 150px; background-position: center; border-radius: 200px 20px 200px 200px; box-shadow: 5px 0px 15px 0px #2c2c2c inset; padding: 5px"></div></td><td align="center"><div style="font-family: Alex Brush; font-size: 40px; width: 150px; color: #7a6a5e; text-align: center; text-transform: lowercase">COLOCA</div><div style="font-family: Six Caps; font-size: 20px; letter-spacing: 3px; color: #aba19a; text-align: center; text-transform: uppercase">ALGO INTERESANTE</div><div style="font-family: Source Sans Pro; font-size: 8px; text-align: right; line-height: 100%; margin-right: 5px; text-transform: lowercase; letter-spacing: 1px; margin-top: 10px; color: #bbb3ad">[b][i]quién eres[/i][/b]
con [i][b]quién estás[/b][/i]
al/a las/en la [i][b]hora/mañana/tarde[/b][/i]
en [i][b]lugar[/b][/i]</div></td></tr></table><div style="background-image: url(http://38.media.tumblr.com/51fc61ac770a524e9468f174afa94d7f/tumblr_inline_n1xc79Kcic1rb3m8r.png); width: 300px; height: 30px"></div><div style="width: 300px; font-family: Source Sans Pro; color: #7a6a5e; line-height: 100%; text-align: justify; padding-bottom: 5px; height: 350px; overflow: auto; font-size: 12px">TEXTO ACÁ TEXTO ACÁ TEXTO ACÁ TEXTO ACÁ TEXTO ACÁ TEXTO ACÁ TEXTO ACÁ TEXTO ACÁ</div>
</div></div><div style="font-family: Source Sans Pro; font-size: 6px; color: #000; letter-spacing: 1px">[url=https://treeoflife.foroactivo.com/u971]TY[/url]</div></center>
Última edición por Freyja el Mar Ago 11, 2020 2:50 pm, editado 1 vez

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Jue Ago 27, 2020 5:58 pm por Timelady
Time mechanism Capítulo 3 Aaron Cooper con Jeremy Norman a las 16:30 horas en laboratorio año 2030 |
Escuchó con atención la suposición que quería plantearle, esperando alguna clase de hipótesis interesante para su proyecto. Por desgracia en aquel momento la cabeza de Jeremy estaba, comprensiblemente, centrada en otros asuntos.
No tenía que pensar la respuesta, ya que estaba bastante clara, pero no fue necesario explicarla. Él mismo se dio cuenta de que no era algo que pudieran poner en experimento. No había que olvidar que todas esas chicas eran personas con una vida en su momento y que no podían influir en ella, después de todo, Jeremy únicamente iba a pasar un tiempo en ese momento de la línea temporal. Lo suficiente para practicar sus habilidades, o esa era la idea.
Aaron se limitó a dejar que se tomara su tiempo para tomar la decisión, o para conseguir un modo de expresarla, porque no dudaba ya cuál sería. Se giró en su silla para mirar de nuevo el escritorio y buscar los documentos que tenía cuando finalmente dijo que era aquella. Pero le miró de nuevo cuando afirmó que iba a cagarla.
- Sinceramente, Jeremy, no creo que las relaciones interpersonales de una vida pasada influyan en la presente. -Expuso, abriendo las manos durante su explicación.- Hay algunas corrientes que intentan investigar la posibilidad de relaciones entre traumas pasados y los cambios que se producen en la personalidad. Pero aún no se ha demostrado nada y hay muchas cuestiones que tengo que poner en duda sobre ello. -Comentó, dado que él no era muy dado a creer en ese tipo de teorías.- Aunque tienes que tener en cuenta que la Adelaide de los 50 tiene que seguir con su vida aunque ahora te incluyamos a ti en ella para mejorar tus habilidades. -No quería meterle más miedo, pero el peligro de que cambiara algo en la historia de esa chica y en cómo viviría su vida después podría crear una paradoja temporal bastante compleja. Teniendo en cuenta que si moría antes o después de lo que se suponía la propia Adelaide del presente no nacería en la fecha correcta y quizá eso hiciera que Jeremy no la conociera o sintiera lo mismo por ella, ergo no tomaría esta decisión.
Si no lo decía de momento era para no disparar los niveles de ansiedad del muchacho que ya se veía bastante nervioso ante la posibilidad de cometer errores.
- De acuerdo. Los pasos que nos quedan serían, rellenar tus datos en el ordenador para que nos envíen tu permiso de viaje. -La regulación de los viajes en el tiempo aún parecía novedosa, pero era mejor seguir la legalidad de los procedimientos.- Prepararte un vestuario y una base de datos que me sirva para poder ayudarte desde aquí. Mientras tanto también podrías acudir a la hemeroteca y leer algunos periódicos o incluso ver alguna película de la época. No quiero que te lo estudies, sino que tengas datos que puedan servirte para introducirte en una conversación, ¿de acuerdo? -No necesitaba que fuera un papagayo, pero sí que estuviera al tanto de las ideas, modas y ese tipo de cosas que predominaban por entonces.
No tenía que pensar la respuesta, ya que estaba bastante clara, pero no fue necesario explicarla. Él mismo se dio cuenta de que no era algo que pudieran poner en experimento. No había que olvidar que todas esas chicas eran personas con una vida en su momento y que no podían influir en ella, después de todo, Jeremy únicamente iba a pasar un tiempo en ese momento de la línea temporal. Lo suficiente para practicar sus habilidades, o esa era la idea.
Aaron se limitó a dejar que se tomara su tiempo para tomar la decisión, o para conseguir un modo de expresarla, porque no dudaba ya cuál sería. Se giró en su silla para mirar de nuevo el escritorio y buscar los documentos que tenía cuando finalmente dijo que era aquella. Pero le miró de nuevo cuando afirmó que iba a cagarla.
- Sinceramente, Jeremy, no creo que las relaciones interpersonales de una vida pasada influyan en la presente. -Expuso, abriendo las manos durante su explicación.- Hay algunas corrientes que intentan investigar la posibilidad de relaciones entre traumas pasados y los cambios que se producen en la personalidad. Pero aún no se ha demostrado nada y hay muchas cuestiones que tengo que poner en duda sobre ello. -Comentó, dado que él no era muy dado a creer en ese tipo de teorías.- Aunque tienes que tener en cuenta que la Adelaide de los 50 tiene que seguir con su vida aunque ahora te incluyamos a ti en ella para mejorar tus habilidades. -No quería meterle más miedo, pero el peligro de que cambiara algo en la historia de esa chica y en cómo viviría su vida después podría crear una paradoja temporal bastante compleja. Teniendo en cuenta que si moría antes o después de lo que se suponía la propia Adelaide del presente no nacería en la fecha correcta y quizá eso hiciera que Jeremy no la conociera o sintiera lo mismo por ella, ergo no tomaría esta decisión.
Si no lo decía de momento era para no disparar los niveles de ansiedad del muchacho que ya se veía bastante nervioso ante la posibilidad de cometer errores.
- De acuerdo. Los pasos que nos quedan serían, rellenar tus datos en el ordenador para que nos envíen tu permiso de viaje. -La regulación de los viajes en el tiempo aún parecía novedosa, pero era mejor seguir la legalidad de los procedimientos.- Prepararte un vestuario y una base de datos que me sirva para poder ayudarte desde aquí. Mientras tanto también podrías acudir a la hemeroteca y leer algunos periódicos o incluso ver alguna película de la época. No quiero que te lo estudies, sino que tengas datos que puedan servirte para introducirte en una conversación, ¿de acuerdo? -No necesitaba que fuera un papagayo, pero sí que estuviera al tanto de las ideas, modas y ese tipo de cosas que predominaban por entonces.
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Miér Sep 02, 2020 5:20 pm por Freyja
Time mechanism Capítulo 3 Jeremy Norman con Aaron Cooper a las 16:30 horas en laboratorio año 2030 |
Bueno, eso de que no estuviera probado que los traumas de vidas anteriores influyeran en la presente, confirmado por un psicólogo especializado en viajes temporales, era un consuelo. Eso quería decir que si Adelaide no le podía ver era simplemente porque era un pringado de pies a cabeza, sin la excusa de lo que hubiera hecho en su vida anterior. Genial...
Asintió a eso de que la Adelaide de los años 50 tenía que continuar con su vida. Sí sí, faltaría más. Él quería a la de ahora, dudaba que la otra, por mucho que se pareciese, pudiera siquiera igualarla... Era demasiado... Perfecta. Solo iba a ser una "fase de pruebas", algo así como un tester. Además, lo que le faltaba ya era enamorarse de otra Adelaide, se pega un tiro vamos. Y de una versión de ella que ya ni siquiera existe, pues lo que le faltaba. Además de ser súper creepy. No no, solo iba a testear. Eso sí que lo tenía claro... Esperaba que lo tuviera igual de claro cuando la tuviese de frente.
De acuerdo. Corroboró a sus instrucciones sobre lo que les quedaba por hacer, aunque con la voz algo temblorosa. Era... Un paso enorme, la verdad. Era una locura, todo sea dicho. Pero... Lo cierto es que Aaron le estaba ayudando mucho con eso, y transmitía bastante tranquilidad. Era un alivio que el proyecto lo llevase él. Tenía esa habilidad para que se sintiera tranquilo en su presencia, además de que le conocía desde hacía años por ser el hermano de su mejor amigo. Bajó un poco la mirada y, mordiéndose los labios, añadió. Gracias por... Todo. Por esto. Salga o no salga bien... Gracias por intentarlo conmigo.
Una semana podía pasar muy lenta y a la vez muy rápida, lo cual era en sí mismo un contrasentido, cuando tenías algo así en el horizonte. Ese mismo día iba a estar, en apenas unas horas, en un punto del tiempo tan previo a ese que no habían nacido ni sus padres. Y eso era... Una rallada muy fuerte. Prefería no darle demasiadas vueltas.
Sonrió cuando Aaron le abrió la puerta del laboratorio, y fue a decir "ya estoy aquí", pero apenas abrió la boca sin decir nada. No le salía la voz del cuerpo. Mal empezaban. Es... Estás seguro, ¿no? De... De que soy la persona... Adecuada para esto, quiero decir.
Asintió a eso de que la Adelaide de los años 50 tenía que continuar con su vida. Sí sí, faltaría más. Él quería a la de ahora, dudaba que la otra, por mucho que se pareciese, pudiera siquiera igualarla... Era demasiado... Perfecta. Solo iba a ser una "fase de pruebas", algo así como un tester. Además, lo que le faltaba ya era enamorarse de otra Adelaide, se pega un tiro vamos. Y de una versión de ella que ya ni siquiera existe, pues lo que le faltaba. Además de ser súper creepy. No no, solo iba a testear. Eso sí que lo tenía claro... Esperaba que lo tuviera igual de claro cuando la tuviese de frente.
De acuerdo. Corroboró a sus instrucciones sobre lo que les quedaba por hacer, aunque con la voz algo temblorosa. Era... Un paso enorme, la verdad. Era una locura, todo sea dicho. Pero... Lo cierto es que Aaron le estaba ayudando mucho con eso, y transmitía bastante tranquilidad. Era un alivio que el proyecto lo llevase él. Tenía esa habilidad para que se sintiera tranquilo en su presencia, además de que le conocía desde hacía años por ser el hermano de su mejor amigo. Bajó un poco la mirada y, mordiéndose los labios, añadió. Gracias por... Todo. Por esto. Salga o no salga bien... Gracias por intentarlo conmigo.
***
Una semana podía pasar muy lenta y a la vez muy rápida, lo cual era en sí mismo un contrasentido, cuando tenías algo así en el horizonte. Ese mismo día iba a estar, en apenas unas horas, en un punto del tiempo tan previo a ese que no habían nacido ni sus padres. Y eso era... Una rallada muy fuerte. Prefería no darle demasiadas vueltas.
Sonrió cuando Aaron le abrió la puerta del laboratorio, y fue a decir "ya estoy aquí", pero apenas abrió la boca sin decir nada. No le salía la voz del cuerpo. Mal empezaban. Es... Estás seguro, ¿no? De... De que soy la persona... Adecuada para esto, quiero decir.
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Dom Sep 06, 2020 8:03 pm por Timelady
Time mechanism Capítulo 3 Aaron Cooper con Jeremy Norman a las 16:30 horas en laboratorio año 2030 |
La semana había pasado bastante rápido entre nuevas sesiones con otros futuros sujetos del proyecto y la preparación del viaje de Jeremy. Claro que las cosas eran más sencillas cuando podías contar con compañeras que te echaran una mano con esas cosas y el proyecto, a cambio de una pequeña retribución, por supuesto.
Había calibrado la máquina a la perfección y estaba haciendo lo propio con los comunicadores intertemporales cuando el chico apareció en su puerta. Aaron le sonrió como siempre, tratando de tranquilizarle cuando volvió a mostrar esas dudas que esperaba fueran desapareciendo conforme el proyecto avanzara.- Jeremy, si no estuviera seguro te lo habría dicho a estas alturas. -Medio bromeó, aunque a veces no estaba seguro de que fuera la mejor forma de afrontar sus dudas.- Además, no se trata de que tú seas la persona adecuada, sino de que el proyecto lo sea para ti, ¿de acuerdo? -Que él lo necesitaba estaba más que claro para el ojo clínico de Aaron, pero lo que de verdad estaba a prueba ahí era que su experimento funcionase y pudiera ayudarle. Sí, el psicólogo tenía sus propias dudas, pero intentaba afrontarlas de la mejor manera posible.
- Ahí tienes tu traje espacial, por así decirlo. -Señaló la percha donde había una especie de bolsa de la tintorería con la ropa de la época. No era tan diferente a simple vista con lo que podía llevar cualquier día, pero había determinadas cosas que el paso de los años y las modas habían mejorado.- En cuanto te cambies, podemos empezar con el viaje, lo tengo todo preparado para ti.
En la mesa estaban los intercomunicadores, incluyendo la microcámara para que pudiera ver lo que él y así orientarle mejor, junto a su ordenador, donde ya tenía abierta en una ventana la base de datos que iba a utilizar para asesorarle. Un par de libros que le habían conseguido desde los propios 50 y un cuaderno donde había anotado instrucciones sencillas para la máquina, simplemente para que tuviera la seguridad de que no iba a equivocarse.
Todo estaba preparado, solo hacía falta dar comienzo a la fase de experimentación.
Había calibrado la máquina a la perfección y estaba haciendo lo propio con los comunicadores intertemporales cuando el chico apareció en su puerta. Aaron le sonrió como siempre, tratando de tranquilizarle cuando volvió a mostrar esas dudas que esperaba fueran desapareciendo conforme el proyecto avanzara.- Jeremy, si no estuviera seguro te lo habría dicho a estas alturas. -Medio bromeó, aunque a veces no estaba seguro de que fuera la mejor forma de afrontar sus dudas.- Además, no se trata de que tú seas la persona adecuada, sino de que el proyecto lo sea para ti, ¿de acuerdo? -Que él lo necesitaba estaba más que claro para el ojo clínico de Aaron, pero lo que de verdad estaba a prueba ahí era que su experimento funcionase y pudiera ayudarle. Sí, el psicólogo tenía sus propias dudas, pero intentaba afrontarlas de la mejor manera posible.
- Ahí tienes tu traje espacial, por así decirlo. -Señaló la percha donde había una especie de bolsa de la tintorería con la ropa de la época. No era tan diferente a simple vista con lo que podía llevar cualquier día, pero había determinadas cosas que el paso de los años y las modas habían mejorado.- En cuanto te cambies, podemos empezar con el viaje, lo tengo todo preparado para ti.
En la mesa estaban los intercomunicadores, incluyendo la microcámara para que pudiera ver lo que él y así orientarle mejor, junto a su ordenador, donde ya tenía abierta en una ventana la base de datos que iba a utilizar para asesorarle. Un par de libros que le habían conseguido desde los propios 50 y un cuaderno donde había anotado instrucciones sencillas para la máquina, simplemente para que tuviera la seguridad de que no iba a equivocarse.
Todo estaba preparado, solo hacía falta dar comienzo a la fase de experimentación.
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Miér Sep 09, 2020 11:40 am por Freyja
Time mechanism Capítulo 3 Jeremy Norman con Aaron Cooper a las 16:30 horas en laboratorio año 2030 |
Asintió con obediencia. Eso estaba claro, que el experimento era adecuado para él, ¿quién más que él necesitaba esa ayuda? Bueno, probablemente mucha gente, pero... Él era una de esas "gente", hasta ahí llegaba. La cuestión era que su inseguridad le impedía ver qué parte útil podía jugar él en todo aquello. ¿Y si de toda esa "gente" los había mucho mejores que él para no fastidiarlo? Pues seguro... Se moriría de vergüenza si jorobaba todo aquello. Además, temía que la universidad la pagara con Aaron, podrían pensar que había metido a un idiota en una cosa súper importante por "enchufe". Vale, para, Jeremy. Mejor no seguir haciendo una montaña con sus propios pensamientos o se agobiaría aún más.
Respiró hondo y se dirigió a la percha que Aaron le señaló, abriendo la bolsa de ropa. ¿Esa era la ropa de la época? Se miró a sí mismo. Vale, captado. No se diferenciaba demasiado de la que él llevaba, ahora entendía eso de que "no iba a la moda". Menos mal que el psicólogo se había encargado de esa parte, porque él cuando pensaba en "ropa antigua" se imaginaba el frac y el bombín. Así al menos se iba a sentir menos raro.
Se cambió lo más rápido que pudo y salió, mirándose a sí mismo y sintiéndose... Bastante cómodo, la verdad. Sí que tenía un toque más antiguo, pero no se sentía excesivamente diferente. Bueno, ya voy a desentonar menos en aquella época que en esta. Bromeó. Si al final iba a tener sentido y todo lo de ser guay en la época que no era...
Respiró hondo y se dirigió a la percha que Aaron le señaló, abriendo la bolsa de ropa. ¿Esa era la ropa de la época? Se miró a sí mismo. Vale, captado. No se diferenciaba demasiado de la que él llevaba, ahora entendía eso de que "no iba a la moda". Menos mal que el psicólogo se había encargado de esa parte, porque él cuando pensaba en "ropa antigua" se imaginaba el frac y el bombín. Así al menos se iba a sentir menos raro.
Se cambió lo más rápido que pudo y salió, mirándose a sí mismo y sintiéndose... Bastante cómodo, la verdad. Sí que tenía un toque más antiguo, pero no se sentía excesivamente diferente. Bueno, ya voy a desentonar menos en aquella época que en esta. Bromeó. Si al final iba a tener sentido y todo lo de ser guay en la época que no era...
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Dom Sep 13, 2020 7:13 pm por Timelady
Time mechanism Capítulo 3 Aaron Cooper con Jeremy Norman a las 16:30 horas en laboratorio año 2030 |
Mientras Jeremy se cambiaba, Aaron volvió a comprobar un par de veces más la lista para asegurarse que no le faltaba nada. La verdad es que estaba algo nervioso, aunque intentaba que el chico no lo notara porque lo último que necesitaba era ver que él podía tener algún tipo de dudas o pensamiento de que algo podría salir mal.
Por supuesto, todo estaba controlado, si Jeremy tuviera algún problema en el pasado con la máquina o alguna cosa, Aaron podría avisar a la agencia para que acudieran a ayudarle. Pero aún así, no quería llegar a tener que hacer eso.
Trató de relajarse cuando regresó y sonrió por la broma que quiso hacer.- Bien, pues ya nos queda menos. -Comenzó.- Aquí tienes una mochila, con el cuaderno de notas básicas y alguna que otra cosa para dar el pego. También tienes una cartera con tu nueva documentación. -Básicamente todo era igual salvo por los años, que se habían cambiado.- Algo de dinero. Una botella de agua y un zumo. -Importante y necesario por los posibles efectos secundarios del viaje.- Si te doliera la cabeza, en este bolsillo hay otro pequeño oculto con un genérico, que nadie te vea tomártelo y no pasará nada. -Que sí, que las pastillas ya existían, pero podrían no reconocer el medicamento y hacerle algún tipo de interrogatorio.- Y por último... colócate esto detrás de la oreja -El comunicador era un apósito en la piel apenas visible.- y déjame tus gafas un segundo. -Cuando lo hizo colocó la microcámara en uno de los laterales.- Como ya hemos hablado... evita ponerte auriculares y ten mucho cuidado si te limpias las gafas.
Con todo preparado, Aaron introdujo los códigos en su ordenador antes de ir a la máquina.- Está programada, solo tienes que pulsar este botón para viajar y este para regresar. -Indicó, aunque era algo que ya sabía por los manuales y las veces que lo habían hablado.- Te dejará en un callejón y se camuflará cuando pulses aquí. -Poco más había para decirle que no hubieran hablado ya o pudieran hablar a través del intercomunicador.- Si no necesitas nada más, puedes irte acomodando y esperar que salga de la habitación para empezar. Te va a ir bien. -Aseguró por última vez poniendo una mano en su hombro.
Por supuesto, todo estaba controlado, si Jeremy tuviera algún problema en el pasado con la máquina o alguna cosa, Aaron podría avisar a la agencia para que acudieran a ayudarle. Pero aún así, no quería llegar a tener que hacer eso.
Trató de relajarse cuando regresó y sonrió por la broma que quiso hacer.- Bien, pues ya nos queda menos. -Comenzó.- Aquí tienes una mochila, con el cuaderno de notas básicas y alguna que otra cosa para dar el pego. También tienes una cartera con tu nueva documentación. -Básicamente todo era igual salvo por los años, que se habían cambiado.- Algo de dinero. Una botella de agua y un zumo. -Importante y necesario por los posibles efectos secundarios del viaje.- Si te doliera la cabeza, en este bolsillo hay otro pequeño oculto con un genérico, que nadie te vea tomártelo y no pasará nada. -Que sí, que las pastillas ya existían, pero podrían no reconocer el medicamento y hacerle algún tipo de interrogatorio.- Y por último... colócate esto detrás de la oreja -El comunicador era un apósito en la piel apenas visible.- y déjame tus gafas un segundo. -Cuando lo hizo colocó la microcámara en uno de los laterales.- Como ya hemos hablado... evita ponerte auriculares y ten mucho cuidado si te limpias las gafas.
Con todo preparado, Aaron introdujo los códigos en su ordenador antes de ir a la máquina.- Está programada, solo tienes que pulsar este botón para viajar y este para regresar. -Indicó, aunque era algo que ya sabía por los manuales y las veces que lo habían hablado.- Te dejará en un callejón y se camuflará cuando pulses aquí. -Poco más había para decirle que no hubieran hablado ya o pudieran hablar a través del intercomunicador.- Si no necesitas nada más, puedes irte acomodando y esperar que salga de la habitación para empezar. Te va a ir bien. -Aseguró por última vez poniendo una mano en su hombro.
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Lun Sep 14, 2020 6:09 pm por Freyja
Second sight Capítulo 4 Jeremy Norman con Cindy Olsson a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Aaron le tranquilizó, aunque empezó a notarse cada vez más y más nervioso. Cuando entró en la máquina estuvo a punto de salirse de nuevo, de un saltito hacia atrás, como cuando ibas muy diligente a las duchas de las piscinas y en cuanto te rozaba el agua helada te pensabas dos veces eso de bañarte. Pero ya no había marcha atrás. Tenía que hacerlo. Y las puertas se cerraron tras él.
¿Ropa de época? Hecho. ¿Intercomunicador? Hecho. ¿Gafas preparadas? Hecho ¿Dinero, agua, zumo? Hecho, hecho, hecho. ¿Últimas palabras de ánimo de Aaron a través de la puerta mientras le escuchaba mandarle a 1952? Ay, Dios. Hecho. ¿Pánico total y absoluto? Hecho. Aproximó un dedo tembloroso hacia el botón... Y... Hecho.
¿Ya podía salir? No había notado gran cosa. ¿Ho-Hola? Preguntó al intercomunicador. Pues sí que iba a inaugurarlo pronto. ¿A-Aaron? ¿P-puedo... Puedo salir? Joder, qué mal rollo. ¿¿Pero quién le mandaba a él meterse en eso?? Dio un respingo cuando oyó la voz del psicólogo como si estuviera dentro de su cabeza. Que sí, que podía salir.
Abrió la puerta con prudencia y se asomó, mirando a los lados. No había nadie. Era un callejón normal y corriente, podía ser perfectamente de 2030. ¿Habría ido bien al sitio, no? Aaron le dijo que aparecería en un callejón, hasta ahí, bien. Que estuviera en el año correcto... Pues... Esperaba que sí.
Al menos los intercomunicadores funcionaban. Era como el botoncito del pánico que te daban cuando te hacían una prueba médica complicada, no bastaba con tenerlo, había una necesidad imperiosa de comprobar si funcionaba. Pues comprobado. Ahora solo tenía que... Pues empezar.
Caminó un par de metros y, al salir del callejón, abrió los ojos como platos. Joooooder... Chaval... Musitó. Sí que era 1952. ¡¡Que había un tío vendiendo periódicos a gritos en mitad de la calle!! ¡¡Muy fuerte!! ¡¡Como en las películas!! La ropa de la gente, los coches... Eran los cincuenta. Flipante era poco.
Pero, ¿y dónde estaba Adelaide? Bueno, la anterior Adelaide. Porque él había aparecido en mitad de la calle en una ciudad que ni conocía, osea que, si no estaba cerca, aquello iba a ser como buscar una aguja en un pajar. Giró la cabeza y vio una cafetería también muy de película, con un pastelito en la puerta y tonos pastel. Se acercó por instinto y miró por el cristal. Había bastante gente, casi todos de su edad. Y...
El corazón le dio un vuelvo. A-Aaron... Está... Es... Era ella. Era ella, cien por cien. Llevaba un vestido que parecía sacado de Grease, sentada a una mesa con unas amigas... Y estaba... Más preciosa que nunca. Se iba a desmayar. Y ahora, ¿qué? ¿Entraba y le hablaba y ya está? Como mínimo tenía que conseguir despegarse del cristal... Porque se había quedado embobado mirando.
¿Ropa de época? Hecho. ¿Intercomunicador? Hecho. ¿Gafas preparadas? Hecho ¿Dinero, agua, zumo? Hecho, hecho, hecho. ¿Últimas palabras de ánimo de Aaron a través de la puerta mientras le escuchaba mandarle a 1952? Ay, Dios. Hecho. ¿Pánico total y absoluto? Hecho. Aproximó un dedo tembloroso hacia el botón... Y... Hecho.
¿Ya podía salir? No había notado gran cosa. ¿Ho-Hola? Preguntó al intercomunicador. Pues sí que iba a inaugurarlo pronto. ¿A-Aaron? ¿P-puedo... Puedo salir? Joder, qué mal rollo. ¿¿Pero quién le mandaba a él meterse en eso?? Dio un respingo cuando oyó la voz del psicólogo como si estuviera dentro de su cabeza. Que sí, que podía salir.
Abrió la puerta con prudencia y se asomó, mirando a los lados. No había nadie. Era un callejón normal y corriente, podía ser perfectamente de 2030. ¿Habría ido bien al sitio, no? Aaron le dijo que aparecería en un callejón, hasta ahí, bien. Que estuviera en el año correcto... Pues... Esperaba que sí.
Al menos los intercomunicadores funcionaban. Era como el botoncito del pánico que te daban cuando te hacían una prueba médica complicada, no bastaba con tenerlo, había una necesidad imperiosa de comprobar si funcionaba. Pues comprobado. Ahora solo tenía que... Pues empezar.
Caminó un par de metros y, al salir del callejón, abrió los ojos como platos. Joooooder... Chaval... Musitó. Sí que era 1952. ¡¡Que había un tío vendiendo periódicos a gritos en mitad de la calle!! ¡¡Muy fuerte!! ¡¡Como en las películas!! La ropa de la gente, los coches... Eran los cincuenta. Flipante era poco.
Pero, ¿y dónde estaba Adelaide? Bueno, la anterior Adelaide. Porque él había aparecido en mitad de la calle en una ciudad que ni conocía, osea que, si no estaba cerca, aquello iba a ser como buscar una aguja en un pajar. Giró la cabeza y vio una cafetería también muy de película, con un pastelito en la puerta y tonos pastel. Se acercó por instinto y miró por el cristal. Había bastante gente, casi todos de su edad. Y...
El corazón le dio un vuelvo. A-Aaron... Está... Es... Era ella. Era ella, cien por cien. Llevaba un vestido que parecía sacado de Grease, sentada a una mesa con unas amigas... Y estaba... Más preciosa que nunca. Se iba a desmayar. Y ahora, ¿qué? ¿Entraba y le hablaba y ya está? Como mínimo tenía que conseguir despegarse del cristal... Porque se había quedado embobado mirando.
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Sáb Sep 19, 2020 12:22 pm por Timelady
Second sight Capítulo 4 Condy Olsson con Jeremy Norman a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Normalmente Cindy no solía quedarse tan tarde fuera de casa, porque sí, para ella ya era tarde. Pero aquel día tenía permiso para ir a tomar un batido a la cafetería con sus amigas, ya que era el cumpleaños de una de ellas y sus padres habían considerado que era una celebración apropiada a la que podía acudir, siempre que no se retrasara y estuviera en casa para hacer los deberes antes de la hora de la cena.
No había nada a su alrededor salvo por aquella pequeña concesión en las normas de su padre, que indicase que algo realmente extraño iba a pasar en su vida.
Fue entonces cuando Betty y Martina empezaron a hablar entre ellas y reírse por lo bajo.- ¿Qué pasa chicas? -Preguntó Cindy, frunciendo un poco el ceño porque no lo comprendía del todo.
Sus amigas le dijeron que había un chico muy mono mirando en su dirección a través de la ventana, que parecía que se había quedado fijo en ella. La rubia en seguida notó cómo se le subían los colores.- No, seguro que no es eso. -Le quitó importancia.- Puede que... nos conozcamos de algo. -Bueno, la verdad es que no le sonaba de nada, pero podría ser que se hubiera olvidado, a veces iba muy despistada.
No tardaron mucho sus amigas en insistir para que se acercara y hablase con él usando la excusa de comprobar si se conocían. Para cualquier otro sería evidente que pretendían que la chica hablase con un chico y la posibilidad de que se echara novio... para Cindy no. Pero terminó cediendo y levantándose de la mesa para salir afuera y acercarse al chico.
- Disculpa... Mis amigas han notado que estabas mirando nuestra mesa, ¿nos conocemos de algo? -Preguntó con su tono dulce y algo apenada por no acordarse si es que le conocía.
No había nada a su alrededor salvo por aquella pequeña concesión en las normas de su padre, que indicase que algo realmente extraño iba a pasar en su vida.
Fue entonces cuando Betty y Martina empezaron a hablar entre ellas y reírse por lo bajo.- ¿Qué pasa chicas? -Preguntó Cindy, frunciendo un poco el ceño porque no lo comprendía del todo.
Sus amigas le dijeron que había un chico muy mono mirando en su dirección a través de la ventana, que parecía que se había quedado fijo en ella. La rubia en seguida notó cómo se le subían los colores.- No, seguro que no es eso. -Le quitó importancia.- Puede que... nos conozcamos de algo. -Bueno, la verdad es que no le sonaba de nada, pero podría ser que se hubiera olvidado, a veces iba muy despistada.
No tardaron mucho sus amigas en insistir para que se acercara y hablase con él usando la excusa de comprobar si se conocían. Para cualquier otro sería evidente que pretendían que la chica hablase con un chico y la posibilidad de que se echara novio... para Cindy no. Pero terminó cediendo y levantándose de la mesa para salir afuera y acercarse al chico.
- Disculpa... Mis amigas han notado que estabas mirando nuestra mesa, ¿nos conocemos de algo? -Preguntó con su tono dulce y algo apenada por no acordarse si es que le conocía.
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Jue Sep 24, 2020 9:39 pm por Freyja
Second sight Capítulo 4 Jeremy Norman con Cindy Olsson a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Habían cruzado las miradas. Habían cruzado las miradas. Pánico. Aaron, me ha mirado. Susurró. Vaya lata le iba a dar al pobre Aaron, lo estaba viendo venir. Me ha mirado, Aaron. Como si por alterar el orden de la frase fuera a cambiar algo la situación.
Vale, no podía entrar en colapso tan pronto porque acababa de llegar, porque estaba a través de un cristal y porque esa chica no le conocía de nada. Pero... Se la veía tan guapa, y tan... Dulce. Tenía un punto de dulzura especial, distinto al de Adelaide. Se mojó los labios y retiró la mirada mientras escuchaba las pautas del psicólogo en su oído. Que recordara lo que habían hablado. Que no pasaba nada. Que respirara. Que él estaba allí. Ya.
Respiró hondo y, tras hacerlo, volvió a mirar por el cristal... Y la chica estaba de pie y mirándole. Y se movía. Hacia allí. Ah, viene. Pánico otra vez. Viene hacia aquí. Viene hacia aquí. Como si fuera un pterodáctilo en vez de una chica. Y mal empezaba, ¿no iba a ser él quien tomara la iniciativa? Al menos esta no le huía... Por ahora. Quizás le decía "¿qué haces mirándome, pervertido?" o algo así.
Tragó saliva y de nuevo respiró, aclarándose la garganta e intentando aparentar la mayor normalidad posible cuando la vio salir y dirigirse a él. Y cuando le habló... Solo le preguntó si se conocían. Pero no como se lo había preguntado Adelaide. De otra forma totalmente distinta. Y era muy raro porque sentía... Como si fuera la misma y no fuera la misma para nada, todo al mismo tiempo. Sí. No. Bueno. Muy bien. Había dado como todas las respuestas posibles. Eemm. Bajó la cabeza para reconfigurar sus propios pensamientos, dándose un toquecito en el puente de las gafas para recolocarlas y devolverlas a su sitio. En... Realidad... No. No mucho. Osea, no. Qué bien lo estaba haciendo. Te... Creo que te he confundido... Con alguien que conocí... Hace mucho tiempo. Si quería espantarla, probablemente lo estuviera haciendo de escándalo. Se mojó los labios y se rascó la nuca, riendo un poco nervioso mientras bajaba la mirada otra vez. Perdona, no quería asustarte.
Vale, no podía entrar en colapso tan pronto porque acababa de llegar, porque estaba a través de un cristal y porque esa chica no le conocía de nada. Pero... Se la veía tan guapa, y tan... Dulce. Tenía un punto de dulzura especial, distinto al de Adelaide. Se mojó los labios y retiró la mirada mientras escuchaba las pautas del psicólogo en su oído. Que recordara lo que habían hablado. Que no pasaba nada. Que respirara. Que él estaba allí. Ya.
Respiró hondo y, tras hacerlo, volvió a mirar por el cristal... Y la chica estaba de pie y mirándole. Y se movía. Hacia allí. Ah, viene. Pánico otra vez. Viene hacia aquí. Viene hacia aquí. Como si fuera un pterodáctilo en vez de una chica. Y mal empezaba, ¿no iba a ser él quien tomara la iniciativa? Al menos esta no le huía... Por ahora. Quizás le decía "¿qué haces mirándome, pervertido?" o algo así.
Tragó saliva y de nuevo respiró, aclarándose la garganta e intentando aparentar la mayor normalidad posible cuando la vio salir y dirigirse a él. Y cuando le habló... Solo le preguntó si se conocían. Pero no como se lo había preguntado Adelaide. De otra forma totalmente distinta. Y era muy raro porque sentía... Como si fuera la misma y no fuera la misma para nada, todo al mismo tiempo. Sí. No. Bueno. Muy bien. Había dado como todas las respuestas posibles. Eemm. Bajó la cabeza para reconfigurar sus propios pensamientos, dándose un toquecito en el puente de las gafas para recolocarlas y devolverlas a su sitio. En... Realidad... No. No mucho. Osea, no. Qué bien lo estaba haciendo. Te... Creo que te he confundido... Con alguien que conocí... Hace mucho tiempo. Si quería espantarla, probablemente lo estuviera haciendo de escándalo. Se mojó los labios y se rascó la nuca, riendo un poco nervioso mientras bajaba la mirada otra vez. Perdona, no quería asustarte.
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Dom Sep 27, 2020 4:23 pm por Timelady
Second sight Capítulo 4 Condy Olsson con Jeremy Norman a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
La rubia inclinó la cabeza hacia un lado, como un cachorrito confuso cuando el chico respondió a su pregunta de aquella manera. ¿Le conocía? ¿No? ¿Puede?
Pensaba que quizá es que se habían encontrado por casualidad, teniendo en cuenta que ella hablaba con casi todo el mundo y no siempre sabía sus nombres... pero si fuera así le sonaría su cara, o eso pensaba.
El chico parecía un poco nervioso, como si no encontrase las palabras o le costara hablar u ordenar sus ideas. Lo primero que pensó es que quizá era tartamudo y por eso no conseguía expresarse bien. Pero solo necesitaba paciencia para sacar lo que fuera que quería decirle. Así que esperó un poco más para poder escucharle.
Terminó por decir que la había confundido con alguien y se disculpaba por las molestias. Qué tierno. Cindy sonrió y negó con la cabeza.- Oh, no te preocupes, no me he molestado. -Aseguró para que pudiera estar tranquilo.- Además, me alivia saber que no nos conocemos, porque me sentiría muy mal si no te recordara y tú a mí sí. -Expuso, explicando de ese modo su punto de vista.- Y esa chica a la que me parezco, ¿vive por aquí? Porque quizá mis amigas o yo la conozcamos y si la estás buscando estaríamos encantadas de ayudarte. -Se ofreció abiertamente. Claro que quizá debería consultar con las chicas si querían ayudarle, pero no creía que se negaran.
Pensaba que quizá es que se habían encontrado por casualidad, teniendo en cuenta que ella hablaba con casi todo el mundo y no siempre sabía sus nombres... pero si fuera así le sonaría su cara, o eso pensaba.
El chico parecía un poco nervioso, como si no encontrase las palabras o le costara hablar u ordenar sus ideas. Lo primero que pensó es que quizá era tartamudo y por eso no conseguía expresarse bien. Pero solo necesitaba paciencia para sacar lo que fuera que quería decirle. Así que esperó un poco más para poder escucharle.
Terminó por decir que la había confundido con alguien y se disculpaba por las molestias. Qué tierno. Cindy sonrió y negó con la cabeza.- Oh, no te preocupes, no me he molestado. -Aseguró para que pudiera estar tranquilo.- Además, me alivia saber que no nos conocemos, porque me sentiría muy mal si no te recordara y tú a mí sí. -Expuso, explicando de ese modo su punto de vista.- Y esa chica a la que me parezco, ¿vive por aquí? Porque quizá mis amigas o yo la conozcamos y si la estás buscando estaríamos encantadas de ayudarte. -Se ofreció abiertamente. Claro que quizá debería consultar con las chicas si querían ayudarle, pero no creía que se negaran.
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Miér Sep 30, 2020 2:35 pm por Freyja
Second sight Capítulo 4 Jeremy Norman con Cindy Olsson a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
¿Ah no? Respondió automáticamente. Que no se había molestado... La estaba espiando desde un cristal "sin conocerla de nada" (al menos ella a él, y él a esa versión de ella), le había respondido ininteligiblemente y... ¿No le molestaba? De hecho, cuando le sonrió sintió que el corazón se le saltaba un latido. Oh... Eso sí que era nuevo.
Ah. Sí. No. ¡¡Deja de hacer eso!! Quiero decir... Agachó un segundo la cabeza para recolocarse las gafas, y volvió a levantarla pero mirando a otra parte. No, no creo que la conozcáis. Es de otra ep...Tado. Es de otro Estado. Casi. De Arkansas. ¿¿Qué?? ¿¿Por qué Arkansas?? Y yo también. Si su cerebro tuviera brazos ahora mismo estaría con la mano en la cara. ¿Por qué había tenido que decir nada de Arkansas? Supuso que fue el primer lugar que se le ocurrió, ¡¡pero él no había estado allí nunca!! Ni tenía ni idea de como estaba Arkansas en los 50, ¿y si la chica le preguntaba? O peor, ¿y si ella o alguna de sus amigas eran de allí?
Definitivamente la mejor idea era irse, porque se había metido él solito en un callejón sin salida del que dudaba que pudiera salir. Pero gracias por... La ayuda... Sonrió con timidez. Debería... Irse. Debería irse. Pero entonces se atrevió a mirarla...
No. No podía irse. No llevaba ni cinco minutos en esa "misión" y ya se estaba rindiendo. Y la chica... Oh, qué guapa era. Y qué dulce. Era una versión como mucho más dulce que Adelaide, una Adelaide 2.0, y eso que le parecía imposible que una diosa así pudiera ser mejorada. Pero... En realidad... No se creía lo que iba a hacer. De verdad que no se lo creía. Se rascó la nuca. Bueno, eem... Soy nuevo por aquí, y... ¿Puedo invitarte a un batido? Casi podía oír a Michael gritando si le hubiera visto hacer eso. Pero ahí estaba. ¿No había hecho todo aquello para probar sus habilidades, para atreverse a hablar con Adelaide, para arriesgarse? Pues eso.
Ah. Sí. No. ¡¡Deja de hacer eso!! Quiero decir... Agachó un segundo la cabeza para recolocarse las gafas, y volvió a levantarla pero mirando a otra parte. No, no creo que la conozcáis. Es de otra ep...Tado. Es de otro Estado. Casi. De Arkansas. ¿¿Qué?? ¿¿Por qué Arkansas?? Y yo también. Si su cerebro tuviera brazos ahora mismo estaría con la mano en la cara. ¿Por qué había tenido que decir nada de Arkansas? Supuso que fue el primer lugar que se le ocurrió, ¡¡pero él no había estado allí nunca!! Ni tenía ni idea de como estaba Arkansas en los 50, ¿y si la chica le preguntaba? O peor, ¿y si ella o alguna de sus amigas eran de allí?
Definitivamente la mejor idea era irse, porque se había metido él solito en un callejón sin salida del que dudaba que pudiera salir. Pero gracias por... La ayuda... Sonrió con timidez. Debería... Irse. Debería irse. Pero entonces se atrevió a mirarla...
No. No podía irse. No llevaba ni cinco minutos en esa "misión" y ya se estaba rindiendo. Y la chica... Oh, qué guapa era. Y qué dulce. Era una versión como mucho más dulce que Adelaide, una Adelaide 2.0, y eso que le parecía imposible que una diosa así pudiera ser mejorada. Pero... En realidad... No se creía lo que iba a hacer. De verdad que no se lo creía. Se rascó la nuca. Bueno, eem... Soy nuevo por aquí, y... ¿Puedo invitarte a un batido? Casi podía oír a Michael gritando si le hubiera visto hacer eso. Pero ahí estaba. ¿No había hecho todo aquello para probar sus habilidades, para atreverse a hablar con Adelaide, para arriesgarse? Pues eso.
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Lun Oct 05, 2020 8:10 pm por Timelady
Second sight Capítulo 4 Condy Olsson con Jeremy Norman a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Cindy negó suavemente con la cabeza para confirmarle que no la había molestado, ¿por qué iba a hacerlo? Simplemente se había confundido, no es que pudiera culpar a nadie. Si realmente se parecía a esa chica es normal.
Inclinó un poco la cabeza al escuchar que no creía que la conocieran y asintió al oír que era de Arkansas y él también. Vaya, nunca había estado en Arkansas, sabía que el río Misisipi pasaba por allí y su capital, pero no mucho más.- Habría sido una coincidencia que os encontraseis aquí los dos, ¿verdad? -Comentó con una sonrisa, imaginando que por eso tenía esa cara de incredulidad cuando la miraba antes. Era una coincidencia muy extraña.
- No hay de qué. -Respondió a su agradecimiento y se preparó para despedirse, pero de pronto él pareció cambiar de idea y terminó ofreciéndole un batido.
De pronto Cindy notó que sus mejillas enrojecían y apretó sus manos un poquito, mirando por la ventana a sus amigas que nos les quitaban ojo. No es que quisiera rechazarle, en realidad no le importaría aceptar, le parecería mal no hacerlo porque él solo quería ser amable y darle las gracias. Además, es que era mono.
Su padre no quería que saliera con chicos, claro, pero... no es que fuera una cita cita y sus amigas iban a estar ahí todo el tiempo.
- De acuerdo. Aunque no puedo quedarme mucho. -Le avisó, porque no quería llegar tarde uno de los pocos días que tenía permiso para salir.- Y creo que... deberíamos presentarnos primero, ya que no soy la chica de Arkansas. Me llamo Cindy. -Sonrió ofreciéndole la mano para presentarse.
Inclinó un poco la cabeza al escuchar que no creía que la conocieran y asintió al oír que era de Arkansas y él también. Vaya, nunca había estado en Arkansas, sabía que el río Misisipi pasaba por allí y su capital, pero no mucho más.- Habría sido una coincidencia que os encontraseis aquí los dos, ¿verdad? -Comentó con una sonrisa, imaginando que por eso tenía esa cara de incredulidad cuando la miraba antes. Era una coincidencia muy extraña.
- No hay de qué. -Respondió a su agradecimiento y se preparó para despedirse, pero de pronto él pareció cambiar de idea y terminó ofreciéndole un batido.
De pronto Cindy notó que sus mejillas enrojecían y apretó sus manos un poquito, mirando por la ventana a sus amigas que nos les quitaban ojo. No es que quisiera rechazarle, en realidad no le importaría aceptar, le parecería mal no hacerlo porque él solo quería ser amable y darle las gracias. Además, es que era mono.
Su padre no quería que saliera con chicos, claro, pero... no es que fuera una cita cita y sus amigas iban a estar ahí todo el tiempo.
- De acuerdo. Aunque no puedo quedarme mucho. -Le avisó, porque no quería llegar tarde uno de los pocos días que tenía permiso para salir.- Y creo que... deberíamos presentarnos primero, ya que no soy la chica de Arkansas. Me llamo Cindy. -Sonrió ofreciéndole la mano para presentarse.
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Vie Oct 23, 2020 11:01 pm por Freyja
Second sight Capítulo 4 Jeremy Norman con Cindy Olsson a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
¡Y tanto! Soltó con una carcajada. Demasiado efusivo. Se aclaró la garganta y volvió a recolocarse las gafas. Coincidencia, sí, claro. Si la chica supiera... Mejor que no, porque saldría corriendo. Y ya con una versión de Adelaide que huía de él tenía suficiente.
Se le hizo eterno el momento hasta que contestó, se notaba el corazón en la garganta y la saliva no le pasaba cuando intentaba tragar. Aunque su reacción no había sido la que solía tener Adelaide: ¿se había... ruborizado? Oh, eso era nuevo. Y miraba a sus amigas. Vaya, seguro que estaba pidiendo que la rescataran o algo así. ¡Maldita sea! ¿Por qué había tenido que decir nada? Ah, quería hablar con Aaron, decirle que abortara la misión porque iba mal, pero no podía ponerse hablar solo ahí como un loco. Ojalá pudiera leerle el pensamiento, porque en su cerebro le estaba pidiendo socorro a gritos.
Y entonces aceptó. Abrió mucho los ojos. ¿En serio? Se le escapó, y debía notársele en la cara que estaba flipando. Se aclaró la garganta y redirigió. Es decir... Guay. Espera, ¿se decía "guay" en los 50? Osea, estupendo. Rió un poco nervioso y volvió a tragar saliva. Aaron tenía que estar pasándoselo pipa viendo el ridículo que estaba haciendo. ¡Pues que no le hubiera escogido!
Oh. Claro, su nombre. Importante eso. Volvió a colocarse las gafas con una sonrisilla tímida y estrechó la mano de la chica. Jeremy. ¿No habían dicho de cambiarle el nombre, no? Qué más daba, si total, no iba a conocer nunca a su yo presente. Y ya lo que le faltaba era tener que aprenderse otro nombre y usarlo, si apenas podía decir dos frases coherentes. Encantado... Cindy. Cindy. Era un nombre bonito, muy dulce... Como ella. Se quedó unos instantes mirándola con una sonrisilla, como un bobo, hasta que reaccionó. Oh, emm... Se dirigió a la puerta y la abrió, haciéndole un gesto con una sonrisa para que pasara. Eso sí, con la cabeza agachada. ¡Vaya! Primer acto caballeroso de su vida. Sí que se estaba animando. Total, no tenía nada que perder... ¿no?
Pasó al interior de la cafetería y no pudo evitar mirar a su alrededor bastante impresionado. Todo tenía unos bonitos colores pastel y esos taburetes que te ponían en las tiendas de cupcakes cuando querían darle un toque "vintage", como ellos decían. Había un tocadiscos gigantesco y sonaba una música alegre con bastante mala calidad. Se acercó a la barra lentamente, devolviendo la mirada a la chica y agachando la cabeza justo después. Nunca he venido. Mira, eso sí que era verdad. ¿Me... Recomiendas alguno? Por lo que le parecía ver en la carta tampoco es que hubiera mucha variedad, al parecer en los 50 tenían los cuatro o cinco sabores básicos y no tantas pijadas como en 2030. Pero igualmente prefería que eligiera Cindy... Además, prefería mirarla a ella a mirar la carta. Al menos mientras no se daba cuenta, claro.
Se le hizo eterno el momento hasta que contestó, se notaba el corazón en la garganta y la saliva no le pasaba cuando intentaba tragar. Aunque su reacción no había sido la que solía tener Adelaide: ¿se había... ruborizado? Oh, eso era nuevo. Y miraba a sus amigas. Vaya, seguro que estaba pidiendo que la rescataran o algo así. ¡Maldita sea! ¿Por qué había tenido que decir nada? Ah, quería hablar con Aaron, decirle que abortara la misión porque iba mal, pero no podía ponerse hablar solo ahí como un loco. Ojalá pudiera leerle el pensamiento, porque en su cerebro le estaba pidiendo socorro a gritos.
Y entonces aceptó. Abrió mucho los ojos. ¿En serio? Se le escapó, y debía notársele en la cara que estaba flipando. Se aclaró la garganta y redirigió. Es decir... Guay. Espera, ¿se decía "guay" en los 50? Osea, estupendo. Rió un poco nervioso y volvió a tragar saliva. Aaron tenía que estar pasándoselo pipa viendo el ridículo que estaba haciendo. ¡Pues que no le hubiera escogido!
Oh. Claro, su nombre. Importante eso. Volvió a colocarse las gafas con una sonrisilla tímida y estrechó la mano de la chica. Jeremy. ¿No habían dicho de cambiarle el nombre, no? Qué más daba, si total, no iba a conocer nunca a su yo presente. Y ya lo que le faltaba era tener que aprenderse otro nombre y usarlo, si apenas podía decir dos frases coherentes. Encantado... Cindy. Cindy. Era un nombre bonito, muy dulce... Como ella. Se quedó unos instantes mirándola con una sonrisilla, como un bobo, hasta que reaccionó. Oh, emm... Se dirigió a la puerta y la abrió, haciéndole un gesto con una sonrisa para que pasara. Eso sí, con la cabeza agachada. ¡Vaya! Primer acto caballeroso de su vida. Sí que se estaba animando. Total, no tenía nada que perder... ¿no?
Pasó al interior de la cafetería y no pudo evitar mirar a su alrededor bastante impresionado. Todo tenía unos bonitos colores pastel y esos taburetes que te ponían en las tiendas de cupcakes cuando querían darle un toque "vintage", como ellos decían. Había un tocadiscos gigantesco y sonaba una música alegre con bastante mala calidad. Se acercó a la barra lentamente, devolviendo la mirada a la chica y agachando la cabeza justo después. Nunca he venido. Mira, eso sí que era verdad. ¿Me... Recomiendas alguno? Por lo que le parecía ver en la carta tampoco es que hubiera mucha variedad, al parecer en los 50 tenían los cuatro o cinco sabores básicos y no tantas pijadas como en 2030. Pero igualmente prefería que eligiera Cindy... Además, prefería mirarla a ella a mirar la carta. Al menos mientras no se daba cuenta, claro.
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Lun Oct 26, 2020 9:40 pm por Timelady
Second sight Capítulo 4 Condy Olsson con Jeremy Norman a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Le pareció gracioso que pareciera tan extrañado de que aceptara su invitación.- Sí, en serio. -Respondió con una risita. Asintiendo cuando dijo que era estupendo y guay... no era una palabra que Cindy estuviera acostumbrada a escuchar, pero suponía que significaba "bien" por el contexto y lo demás. Quizá fuera una palabra que usaban los chicos de Arkansas, pero parecía de mala educación preguntar.
- Es un placer, Jeremy. -Sonrió estrechando su mano cuando se presentó.
Después de eso él se acercó a la puerta para abrirla, dejándola pasar primero, como hacían los caballeros en las películas o los señores mayores. Muchos chicos ya no hacían esas cosas, pero le pareció un gesto bonito. Se acercaron a la barra, aunque ella dudó un momento en sentarse, porque casi podía escuchar las risas de sus amigas en la mesa que ocupaban. Pero Jeremy le preguntó por el batido, así que volvió a prestarle atención, mirando la carta, aunque ya se la sabía.
- La verdad es que están todos muy buenos. -Respondió con sinceridad, porque le gustaban todos.- Mi preferido es el de chocolate, pero hoy quería tomar otra cosa, por eso me bebí antes uno de fresa... ahora creo que me gustaría de vainilla. -Terminó por comentar, pensando que igual había hablado demasiado y no es que le hubiera ayudado mucho a decidir...- ¿Me disculpas un momento? -Le pidió de pronto, porque sentía que no estaba del todo bien estar ahí con él sin más.- Es que creo que debo explicarles a mis amigas que me has invitado, para que no se molesten. -Le explicó, porque no le parecía necesario mentir o decir otra cosa.- Si quieres puedes pedir mi batido mientras.
- Es un placer, Jeremy. -Sonrió estrechando su mano cuando se presentó.
Después de eso él se acercó a la puerta para abrirla, dejándola pasar primero, como hacían los caballeros en las películas o los señores mayores. Muchos chicos ya no hacían esas cosas, pero le pareció un gesto bonito. Se acercaron a la barra, aunque ella dudó un momento en sentarse, porque casi podía escuchar las risas de sus amigas en la mesa que ocupaban. Pero Jeremy le preguntó por el batido, así que volvió a prestarle atención, mirando la carta, aunque ya se la sabía.
- La verdad es que están todos muy buenos. -Respondió con sinceridad, porque le gustaban todos.- Mi preferido es el de chocolate, pero hoy quería tomar otra cosa, por eso me bebí antes uno de fresa... ahora creo que me gustaría de vainilla. -Terminó por comentar, pensando que igual había hablado demasiado y no es que le hubiera ayudado mucho a decidir...- ¿Me disculpas un momento? -Le pidió de pronto, porque sentía que no estaba del todo bien estar ahí con él sin más.- Es que creo que debo explicarles a mis amigas que me has invitado, para que no se molesten. -Le explicó, porque no le parecía necesario mentir o decir otra cosa.- Si quieres puedes pedir mi batido mientras.
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Sáb Nov 14, 2020 4:10 pm por Freyja
Second sight Capítulo 4 Jeremy Norman con Cindy Olsson a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Se había quedado mirándola como un idiota y quizás tardó más de la cuenta en reaccionar. Y quizás, también, se hubiera puesto un poquito colorado. Pero nunca antes Ad-¡es decir! Esa chica que tanto se parecía a Adelaide le había hablado tanto tiempo seguido... Claro, Jeremy, si la acabas de conocer. Lo que quería decir es que era... Raro. Adelaide y ella perecían dos gotas de agua físicamente, y sin embargo... Nunca había visto a su gran amor del presente de esa forma, sonriendo tanto (hacia él, quería decir) y hablándole y usando ese tono de voz tan dulce. Era... Raro.
Asintió rápidamente y volvió a recolocarse las gafas en un acto reflejo. ¡Claro, claro! Confirmó sonriendo, viendo como la chica se retiraba y se acercaba a hablar con sus amigas. Y otra vez se quedó embobado mirándola, pero esta vez retiró la mirada rápidamente cuando vio que alguna de las chicas le miraba escondiendo la risita. Carraspeó un tanto nervioso y se giró en el taburete para dar la espalda a la escena.
Agachó un poco la cabeza y, poniéndose un dedo índice en su oído, susurró. ¿Cómo voy? ¿Perdón? Jeremy alzó la cabeza con los ojos como platos. El caramero le miraba mientras le sacaba brillo a un vaso con un trapo. No, eh, no, esto... Emm... Se aclaró la garganta y se recolocó las gafas otra vez. ¿Qué iba a decir? ¿Que no estaba hablando con él? Había visto psiquiátricos de los cincuenta en películas y no tenía ganas de pasar por uno. ¿Podría ponerme dos batidos de vainilla, por favor? El hombre asintió y se dirigió al lado de la barra que tenía los surtidores de bebidas. Mejor se mantenía en silencio.
Aunque dio un violento respingo en el taburete cuando escuchó la voz de Aaron decirle que lo estaba haciendo muy bien. Simplemente sonrió, conteniendo los nervios y mirando de reojo al camarero, que volvía a devolverle la mirada como si fuera el bicho más raro que había visto nunca. Mejor no contestaba o definitivamente le echarían de allí por loco. Esperó a que el hombre le diera los batidos con cara de suspicacia y pagó ambos, viendo como la chica volvía de nuevo donde él estaba y sonriendo. Me he pedido el mismo porque seguro que está rico. Dijo, así como sin pensar mucho, y luego pensó que debió quedar como un tonto inseguro, o como un pelota. Pero en fin. Eem, espero no... Haberte interrumpido. Y que tus amigas no se hayan molestado contigo porque... Se rascó la nuca. Perdona, te he interrumpido tu quedada con ellas.
Asintió rápidamente y volvió a recolocarse las gafas en un acto reflejo. ¡Claro, claro! Confirmó sonriendo, viendo como la chica se retiraba y se acercaba a hablar con sus amigas. Y otra vez se quedó embobado mirándola, pero esta vez retiró la mirada rápidamente cuando vio que alguna de las chicas le miraba escondiendo la risita. Carraspeó un tanto nervioso y se giró en el taburete para dar la espalda a la escena.
Agachó un poco la cabeza y, poniéndose un dedo índice en su oído, susurró. ¿Cómo voy? ¿Perdón? Jeremy alzó la cabeza con los ojos como platos. El caramero le miraba mientras le sacaba brillo a un vaso con un trapo. No, eh, no, esto... Emm... Se aclaró la garganta y se recolocó las gafas otra vez. ¿Qué iba a decir? ¿Que no estaba hablando con él? Había visto psiquiátricos de los cincuenta en películas y no tenía ganas de pasar por uno. ¿Podría ponerme dos batidos de vainilla, por favor? El hombre asintió y se dirigió al lado de la barra que tenía los surtidores de bebidas. Mejor se mantenía en silencio.
Aunque dio un violento respingo en el taburete cuando escuchó la voz de Aaron decirle que lo estaba haciendo muy bien. Simplemente sonrió, conteniendo los nervios y mirando de reojo al camarero, que volvía a devolverle la mirada como si fuera el bicho más raro que había visto nunca. Mejor no contestaba o definitivamente le echarían de allí por loco. Esperó a que el hombre le diera los batidos con cara de suspicacia y pagó ambos, viendo como la chica volvía de nuevo donde él estaba y sonriendo. Me he pedido el mismo porque seguro que está rico. Dijo, así como sin pensar mucho, y luego pensó que debió quedar como un tonto inseguro, o como un pelota. Pero en fin. Eem, espero no... Haberte interrumpido. Y que tus amigas no se hayan molestado contigo porque... Se rascó la nuca. Perdona, te he interrumpido tu quedada con ellas.
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Mar Nov 24, 2020 11:47 am por Timelady
Second sight Capítulo 4 Condy Olsson con Jeremy Norman a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Aunque Cindy pensaba que las chicas iban a echarle en cara lo de que las hubiera dejado por un chico, en cuanto llegó empezó tal interrogatorio que la dejaron abrumada por unos instantes. Pero ya después les explicó que había habido una pequeña confusión porque se parecía mucho a otra chica y que no le parecía bien rechazar una invitación.
Por supuesto, un par estuvieron de acuerdo en que era demasiada casualidad lo de la equivocación y que sonaba a excusa barata para conocer a alguien. Pero todas estaban de acuerdo en que el chico era mono y que Cindy nunca salía con ninguno porque no le daban permiso, así que por un ratito podían hacerles ellas de tapadera.
Así que cuando la rubia volvió a la barra lo hizo estando un poquito más roja de lo normal. Porque le habían metido en la cabeza que le gustaba a Jeremy y que aquello era una especie de cita y... es que iba a ser su primera cita.
Pero cuando se sentó en el taburete y él le dijo eso solo pudo sonreír con naturalidad.- ¿De verdad? Espero que te guste también. -Respondió sincera, porque quería que le gustase y porque a pesar de lo que las chicas habían dicho, no pasaba nada, era una conversación del todo normal.
Entonces él empezó a disculparse y solo le escuchó, esperando que pudiera terminar de expresar lo que quería decirle, aunque desde el principio sabía que iba a terminar negando con la cabeza, justo como estaba haciendo.- No te preocupes, no se han molestado. -Explicó.- Pero sí dicen que me van a esperar para que podamos volver juntas a casa. -Entre otras cosas que habían dicho, claro.
No tenía pensado contarle que su padre era muy estricto con sus horarios y compañías porque sabía que para la mayoría de los chicos eso era algo anticuado ya y no le gustaba dar explicaciones.
Probó el batido, que estaba muy rico, como siempre.- Entonces, ¿te has mudado aquí hace poco? ¿Desde Arkansas? -Preguntó, dudando un poco.
Por supuesto, un par estuvieron de acuerdo en que era demasiada casualidad lo de la equivocación y que sonaba a excusa barata para conocer a alguien. Pero todas estaban de acuerdo en que el chico era mono y que Cindy nunca salía con ninguno porque no le daban permiso, así que por un ratito podían hacerles ellas de tapadera.
Así que cuando la rubia volvió a la barra lo hizo estando un poquito más roja de lo normal. Porque le habían metido en la cabeza que le gustaba a Jeremy y que aquello era una especie de cita y... es que iba a ser su primera cita.
Pero cuando se sentó en el taburete y él le dijo eso solo pudo sonreír con naturalidad.- ¿De verdad? Espero que te guste también. -Respondió sincera, porque quería que le gustase y porque a pesar de lo que las chicas habían dicho, no pasaba nada, era una conversación del todo normal.
Entonces él empezó a disculparse y solo le escuchó, esperando que pudiera terminar de expresar lo que quería decirle, aunque desde el principio sabía que iba a terminar negando con la cabeza, justo como estaba haciendo.- No te preocupes, no se han molestado. -Explicó.- Pero sí dicen que me van a esperar para que podamos volver juntas a casa. -Entre otras cosas que habían dicho, claro.
No tenía pensado contarle que su padre era muy estricto con sus horarios y compañías porque sabía que para la mayoría de los chicos eso era algo anticuado ya y no le gustaba dar explicaciones.
Probó el batido, que estaba muy rico, como siempre.- Entonces, ¿te has mudado aquí hace poco? ¿Desde Arkansas? -Preguntó, dudando un poco.
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Jue Dic 17, 2020 1:34 pm por Freyja
Second sight Capítulo 4 Jeremy Norman con Cindy Olsson a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Miró de refilón a las chicas. Desde luego que no se habían molestado, de hecho parecían bastante entretenidas. Se puso un poquito colorado, bajando la cabeza y reajustándose las gafas, porque tan pronto las miró se creó un murmullo aliñado con risitas y todas se sacudieron como pajaritos. Lo que le gustaba a él, ser el foco de atención. Al parecer, esas chicas tenían bastante claro que intentaba ligar con Cindy, cosa que NO era verdad... Bueno, un poco sí, pero osea, no. Solo estaba practicando... Vaya, eso sonaba súper feo, casi mejor lo de ligar.
¡Ni una cosa ni otra! Solo estaba hablando con esa chica, Cindy, porque le recordaba mucho a otra chica con la que SÍ quería ligar y NO era capaz de hablar. Fin. Y porque era simpática. Ya está. Natural. Tan natural como haber tenido que viajar en el tiempo para hacerlo. Para ya, Jeremy. Se dijo a sí mismo, porque como siguiera por ese torrente se iba a agobiar aún más.
Claro, claro. Normal. Osea, que me parece bien. Porque si le decía él de acompañarla iba a parecer un acosador o algo, ¿no? Claro que a lo mejor si no se lo decía quedaba como un maleducado. Buf, qué difícil. Pero bueno, le iba a venir bien la baza de las amigas si ellas se le habían adelantado en esa tarea. Dio un sorbo al batido y reaccionó a la pregunta. ¿Qué? Ah. Sí. Bueno, no. ¿Qué había dicho? Mierda, se le había olvidado. ¡Si es que no se podía mentir, y menos estando nervioso! Vaya liada. Osea, vivía allí de pequeño. Y hace unos meses. Eso no tiene ningún sentido, Jeremy. Pero es que no podía decir que llevaba allí toda la vida, ¡porque no tenía ni idea de como era Arkansas! Y menos en aquella época, ¿qué le iba a contestar? Es que mis padres viajan mucho. Genial. Añade más sitios. Bueno, tampoco mucho. Un poco. Piensa en alguno que esté lejos, que no haya ido. Italia, por ejemplo. ¿¿¿Qué??? ¡¡Pero no tan lejos!! Tienen... Muchas... Cosas... Romanas... Y... Pizzas... ¿Estaba colando? ¿Estaba sonando a hombre interesante y de mundo? Lo estaba intentando, al menos.
Pero, ¿qué estaba haciendo? ¿De verdad necesitaba mentir para poder hablar con una chica? Tragó saliva, bajó la mirada avergonzado y volvió a acoplarse las gafas. Eemm bueno... No... Echó un poco de aire. Lo siento, Cindy, no es verdad. Es que... Me he puesto un poco nervioso. Se encogió de hombros. Es verdad que me recordabas mucho a... Otra chica que conozco, pero no es de Arkansas. Ni de Italia. Chistó con fastidio, sin levantar la mirada. Soy un idiota, perdona. Preparándose para que le echase de allí en 3, 2, 1. Es solo que... Me dio vergüenza que me pillaras mirándote, no supe qué contestar, me inventé eso, luego me sentí mal, y al preguntarme he intentado arreglarlo y quedar bien y que no pienses que soy un pardillo y... En fin. Que mejor voy recogiendo y me voy.
¡Ni una cosa ni otra! Solo estaba hablando con esa chica, Cindy, porque le recordaba mucho a otra chica con la que SÍ quería ligar y NO era capaz de hablar. Fin. Y porque era simpática. Ya está. Natural. Tan natural como haber tenido que viajar en el tiempo para hacerlo. Para ya, Jeremy. Se dijo a sí mismo, porque como siguiera por ese torrente se iba a agobiar aún más.
Claro, claro. Normal. Osea, que me parece bien. Porque si le decía él de acompañarla iba a parecer un acosador o algo, ¿no? Claro que a lo mejor si no se lo decía quedaba como un maleducado. Buf, qué difícil. Pero bueno, le iba a venir bien la baza de las amigas si ellas se le habían adelantado en esa tarea. Dio un sorbo al batido y reaccionó a la pregunta. ¿Qué? Ah. Sí. Bueno, no. ¿Qué había dicho? Mierda, se le había olvidado. ¡Si es que no se podía mentir, y menos estando nervioso! Vaya liada. Osea, vivía allí de pequeño. Y hace unos meses. Eso no tiene ningún sentido, Jeremy. Pero es que no podía decir que llevaba allí toda la vida, ¡porque no tenía ni idea de como era Arkansas! Y menos en aquella época, ¿qué le iba a contestar? Es que mis padres viajan mucho. Genial. Añade más sitios. Bueno, tampoco mucho. Un poco. Piensa en alguno que esté lejos, que no haya ido. Italia, por ejemplo. ¿¿¿Qué??? ¡¡Pero no tan lejos!! Tienen... Muchas... Cosas... Romanas... Y... Pizzas... ¿Estaba colando? ¿Estaba sonando a hombre interesante y de mundo? Lo estaba intentando, al menos.
Pero, ¿qué estaba haciendo? ¿De verdad necesitaba mentir para poder hablar con una chica? Tragó saliva, bajó la mirada avergonzado y volvió a acoplarse las gafas. Eemm bueno... No... Echó un poco de aire. Lo siento, Cindy, no es verdad. Es que... Me he puesto un poco nervioso. Se encogió de hombros. Es verdad que me recordabas mucho a... Otra chica que conozco, pero no es de Arkansas. Ni de Italia. Chistó con fastidio, sin levantar la mirada. Soy un idiota, perdona. Preparándose para que le echase de allí en 3, 2, 1. Es solo que... Me dio vergüenza que me pillaras mirándote, no supe qué contestar, me inventé eso, luego me sentí mal, y al preguntarme he intentado arreglarlo y quedar bien y que no pienses que soy un pardillo y... En fin. Que mejor voy recogiendo y me voy.
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Dom Dic 20, 2020 8:01 pm por Timelady
Second sight Capítulo 4 Condy Olsson con Jeremy Norman a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Cindy bebía de su batido mientras esperaba que Jeremy le contase sobre Arkansas, nunca había estado así que sentía cierta curiosidad. Además, se imaginaba que hablar de algo que conocía haría que se sintiera algo más tranquilo. Solo que al parecer tuvo el efecto contrario.
Le dejó hablar, porque pensaba que interrumpir a alguien mientras hablaba estaba mal. Pero realmente quería hacerle parar para que pudiera tranquilizarse un poco. No entendía qué pasaba, pero estaba claro que algo no iba bien.
Y entonces se disculpó y todo empezó a tener sentido.
Cindy abrió la boca, pero no llegó a decir nada, solo le dejó terminar intentando entender lo que le estaba diciendo, o más bien pensando en cómo se supone que debería sentirse acerca de esa historia tan extraña. Solo le seguía pareciendo un poco tierno que hubiera decidido decirle la verdad.
- Tendrías que habérmelo dicho desde el principio. -Terminó confesando con un pequeño reproche, pero no demasiado serio, claro.- Quiero decir, no nos conocemos de nada, no tenías por qué mentirme para quedar bien o algo así. -Le dijo, moviendo la pajita dentro de su vaso, esperando que comprendiera que era una tontería.- No me iba a enfadar porque me hubieras confundido con una chica de... donde sea. -Creía que había dejado claro que no se había molestado.
Dio un sorbito más.- Y ahora que me has dicho la verdad y yo te he perdonado. ¿Me quieres contar algo sobre ti mientras nos terminamos el batido? -Ofreció con una sonrisa tímida.- Algo que sea verdad esta vez.
Le dejó hablar, porque pensaba que interrumpir a alguien mientras hablaba estaba mal. Pero realmente quería hacerle parar para que pudiera tranquilizarse un poco. No entendía qué pasaba, pero estaba claro que algo no iba bien.
Y entonces se disculpó y todo empezó a tener sentido.
Cindy abrió la boca, pero no llegó a decir nada, solo le dejó terminar intentando entender lo que le estaba diciendo, o más bien pensando en cómo se supone que debería sentirse acerca de esa historia tan extraña. Solo le seguía pareciendo un poco tierno que hubiera decidido decirle la verdad.
- Tendrías que habérmelo dicho desde el principio. -Terminó confesando con un pequeño reproche, pero no demasiado serio, claro.- Quiero decir, no nos conocemos de nada, no tenías por qué mentirme para quedar bien o algo así. -Le dijo, moviendo la pajita dentro de su vaso, esperando que comprendiera que era una tontería.- No me iba a enfadar porque me hubieras confundido con una chica de... donde sea. -Creía que había dejado claro que no se había molestado.
Dio un sorbito más.- Y ahora que me has dicho la verdad y yo te he perdonado. ¿Me quieres contar algo sobre ti mientras nos terminamos el batido? -Ofreció con una sonrisa tímida.- Algo que sea verdad esta vez.
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Dom Feb 07, 2021 8:19 pm por Freyja
Second sight Capítulo 4 Jeremy Norman con Cindy Olsson a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Bajó la cabeza con una muequecita avergonzada. Sí, tenía que habérselo dicho desde el principio... Ahora le daban ganas de confesarlo literalmente todo, ¿pero qué iba a pensar esa chica, de los años 60 y a la que acababa de conocer, si le decía "en verdad soy un viajero del tiempo y acabo de llegar"? Iba a llamar al psiquiátrico, y no tenían muy buena fama los psiquiátricos de aquella época como para querer entrar en uno.
Perdona, he sido un idiota. Dijo con tono musitado y avergonzado. Estaba completamente seguro de que el experimento se había acabado allí, de que Cindy le iba a echar, o directamente iba a marcharse ella... Pero no. Le miró un tanto sorprendido, hasta se quedó unos segundos con la boca abierta. Ella, en cambio, estaba de lo más normal y adorable, sorbiendo el batido con su pajita. ¿De verdad quería que le contara más sobre él? Que una chica le dijera que quería saber más sobre él le había pasado antes un total de... Cero veces. ¿Qué se respondía a eso? Quizás no hubiera sido mala idea llevarse un guion.
Eeemm... Se recolocó las gafas se nuevo y se aclaró un poco la garganta. Bueno... Esto... Estoy en la universidad, en mi primer año, y estudio... ¿Informática? ¿En los 60? Vale, podría ser, pero... Cosas. Estudio cosas. Tuvo que contener un respingo, porque Aaron había empezado a decirle cosas por el pinganillo. Ah, sí, ordenadores. Osea, los primeros ordenadores. Quiero decir, los ordenadores. Bien, Jeremy, "los primeros ordenadores". De verdad... Creo que... Es interesante. Me gustan esas cosas. Había dicho la palabra "cosas" ya demasiadas veces. ¿Y tú?
Perdona, he sido un idiota. Dijo con tono musitado y avergonzado. Estaba completamente seguro de que el experimento se había acabado allí, de que Cindy le iba a echar, o directamente iba a marcharse ella... Pero no. Le miró un tanto sorprendido, hasta se quedó unos segundos con la boca abierta. Ella, en cambio, estaba de lo más normal y adorable, sorbiendo el batido con su pajita. ¿De verdad quería que le contara más sobre él? Que una chica le dijera que quería saber más sobre él le había pasado antes un total de... Cero veces. ¿Qué se respondía a eso? Quizás no hubiera sido mala idea llevarse un guion.
Eeemm... Se recolocó las gafas se nuevo y se aclaró un poco la garganta. Bueno... Esto... Estoy en la universidad, en mi primer año, y estudio... ¿Informática? ¿En los 60? Vale, podría ser, pero... Cosas. Estudio cosas. Tuvo que contener un respingo, porque Aaron había empezado a decirle cosas por el pinganillo. Ah, sí, ordenadores. Osea, los primeros ordenadores. Quiero decir, los ordenadores. Bien, Jeremy, "los primeros ordenadores". De verdad... Creo que... Es interesante. Me gustan esas cosas. Había dicho la palabra "cosas" ya demasiadas veces. ¿Y tú?
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Sáb Feb 20, 2021 8:10 pm por Timelady
Second sight Capítulo 4 Condy Olsson con Jeremy Norman a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Aunque estaba de acuerdo en que había hecho muy mal al no decirle la verdad desde el principio, no le parecía que mereciese ningún tipo de insulto.
Además, había que apreciar que se arrepentía y había terminado confesándolo todo. Eso no lo hacían todos los chicos. Claro que ella no sabía mucho del tema, pero era lo que sus amigas le contaban.
Siguió bebiendo su batido mientras él empezaba a contarle algo de él que fuera de verdad. Vaya, así que estaba en la universidad, eso quería decir que era mayor que ella, un año tan solo. Y estudiaba informática... no tenía muy claro que era eso hasta que mencionó los ordenadores.- Es muy interesante, dicen que muy pronto no podremos hacer nada sin las computadoras, así que no te faltará trabajo cuando te gradúes. -Comentó, pensando que no sabía mucho sobre el tema, pero había escuchado hablar cosas muy interesantes sobre ello.
Sonrió un poco cuando le preguntó por ella misma.- Bueno, yo estoy en el último año de instituto. -Explicó brevemente.- Pero también quiero ir a la universidad, mis padres están de acuerdo y mis profesores creen que tengo posibilidades. -Eso era lo que había convencido a sus padres.- Creo que estudiaré literatura. Aunque aún no me he decidido del todo. Pero no es nada tan emocionante como las computadoras, claro. -Aunque esos eran campos donde solo los chicos podían entrar.
Además, había que apreciar que se arrepentía y había terminado confesándolo todo. Eso no lo hacían todos los chicos. Claro que ella no sabía mucho del tema, pero era lo que sus amigas le contaban.
Siguió bebiendo su batido mientras él empezaba a contarle algo de él que fuera de verdad. Vaya, así que estaba en la universidad, eso quería decir que era mayor que ella, un año tan solo. Y estudiaba informática... no tenía muy claro que era eso hasta que mencionó los ordenadores.- Es muy interesante, dicen que muy pronto no podremos hacer nada sin las computadoras, así que no te faltará trabajo cuando te gradúes. -Comentó, pensando que no sabía mucho sobre el tema, pero había escuchado hablar cosas muy interesantes sobre ello.
Sonrió un poco cuando le preguntó por ella misma.- Bueno, yo estoy en el último año de instituto. -Explicó brevemente.- Pero también quiero ir a la universidad, mis padres están de acuerdo y mis profesores creen que tengo posibilidades. -Eso era lo que había convencido a sus padres.- Creo que estudiaré literatura. Aunque aún no me he decidido del todo. Pero no es nada tan emocionante como las computadoras, claro. -Aunque esos eran campos donde solo los chicos podían entrar.
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Mar Abr 06, 2021 5:11 pm por Freyja
Second sight Capítulo 4 Jeremy Norman con Cindy Olsson a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Se le escapó una risa. Te lo aseguro. Eh, ¿Jeremy? Pensó otra vez. ¿Acababa de decirle a la chica que le podía asegurar que "muy pronto no podremos hacer nada sin las computadoras"? Carraspeó y volvió a empujarse las gafas por el puente de la nariz, bajando la mirada. Es decir, sí, es como tú dices, tiene futuro. Al parecer... Van a... Dar mucho trabajo. Sí. Quieren meter ordenadores en... Cosas. Ya estaba otra vez con las cosas. Y que estén en las empresas y... En las casas de la gente. ¿Se estaba adelantando demasiado? Se encogió de hombros. Vamos, digo yo. Estaría bien, ¿no? Mejor no le hablaba de los móviles. O de las máquinas del tiempo.
La chica empezó a hablar de ella y él pudo respirar un poco, con cierto alivio, e incluso sonreír levemente y beber batido. Mejor así, si solo escuchaba, no podía meter la pata... Creía. Sorbió un poco y asintió. Oh, eso es... Bonito. Y no estaba relacionado con la economía, como la Adelaide del futuro. Mejor. Al parecer, solo se parecían en el físico. Eso era... ¿Bueno?
Lo que le sorprendió fue que le dijera que algo suyo era mejor que algo de ella. Otra cosa que le había pasado un total de cero veces en su vida. Oh, bueno. Rio levemente avergonzado, tocándose las gafas otra vez. Debería meterse las manos en los bolsillos. Son... Cosas distintas. Hay que ser muy inteligente para estudiar literatura. Es decir, tener mucha memoria y cultura y... Eso. Se encogió de un hombro, con la mirada baja. Yo solo pulso teclas, al fin y al cabo. Dijo con una humilde sonrisa y la mirada baja. Y entonces, cayó en algo. ¿Habría visto esa chica algún ordenador en su vida? ¿Y si...? Podrías venir. Soltó sin pensar. Mejor se explicaba. A la universidad, me refiero. Es decir... Claro que vas a ir a la universidad. Rio avergonzado otra vez. Me refiero ahora. Conmigo. O sea. A ver mis cosas. Ordenadores. ¿¿Mis cosas, Jeremy?? Puedo... Enseñarte a usarlo. Por si acaso... Estuvieran... Algún día en nuestras casas, y eso. Ya sabes. Sonrió un poco. ¡Lo había hecho! ¡Acababa de pedirle una cita a una chica! No a una chica cualquiera, ¡a esa chica! A lo mejor le mandaba a la mierda, pero oye, si le decía que sí... Oh, cayó de repente. Y, por si no había caído, ya escuchó la voz de Aaron en su oído. Tragó saliva e intentó que no se le notara en la cara que acababa de meterse en un pedazo de jardín. Como le dijera que sí, a ver cómo se colaba él ahora en una universidad en los sesenta...
La chica empezó a hablar de ella y él pudo respirar un poco, con cierto alivio, e incluso sonreír levemente y beber batido. Mejor así, si solo escuchaba, no podía meter la pata... Creía. Sorbió un poco y asintió. Oh, eso es... Bonito. Y no estaba relacionado con la economía, como la Adelaide del futuro. Mejor. Al parecer, solo se parecían en el físico. Eso era... ¿Bueno?
Lo que le sorprendió fue que le dijera que algo suyo era mejor que algo de ella. Otra cosa que le había pasado un total de cero veces en su vida. Oh, bueno. Rio levemente avergonzado, tocándose las gafas otra vez. Debería meterse las manos en los bolsillos. Son... Cosas distintas. Hay que ser muy inteligente para estudiar literatura. Es decir, tener mucha memoria y cultura y... Eso. Se encogió de un hombro, con la mirada baja. Yo solo pulso teclas, al fin y al cabo. Dijo con una humilde sonrisa y la mirada baja. Y entonces, cayó en algo. ¿Habría visto esa chica algún ordenador en su vida? ¿Y si...? Podrías venir. Soltó sin pensar. Mejor se explicaba. A la universidad, me refiero. Es decir... Claro que vas a ir a la universidad. Rio avergonzado otra vez. Me refiero ahora. Conmigo. O sea. A ver mis cosas. Ordenadores. ¿¿Mis cosas, Jeremy?? Puedo... Enseñarte a usarlo. Por si acaso... Estuvieran... Algún día en nuestras casas, y eso. Ya sabes. Sonrió un poco. ¡Lo había hecho! ¡Acababa de pedirle una cita a una chica! No a una chica cualquiera, ¡a esa chica! A lo mejor le mandaba a la mierda, pero oye, si le decía que sí... Oh, cayó de repente. Y, por si no había caído, ya escuchó la voz de Aaron en su oído. Tragó saliva e intentó que no se le notara en la cara que acababa de meterse en un pedazo de jardín. Como le dijera que sí, a ver cómo se colaba él ahora en una universidad en los sesenta...
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Mar Abr 20, 2021 3:14 pm por Timelady
Second sight Capítulo 4 Condy Olsson con Jeremy Norman a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Lo cierto es que Cindy no había escuchado hablar demasiado de ordenadores o computadoras, su padre no estaba muy convencido con el tema tecnológico y si tenían una televisión era porque así podían ver las noticias y los discursos. Pero en comparación con el resto de sus amigas su casa era bastante tradicional en ese aspecto.
- Sí, parece que están hechas para ayudar con cualquier tarea. -Opinó ella, sobre que estaría bien que hubiera computadoras en los hogares normales. Quizá no en su casa, pero habría familias que necesitasen ese tipo de facilidades... aunque si lo pensaba bien seguramente no se lo podrían permitir. Claro que no sabía cómo funcionaba eso.
Le habría preguntado a Jeremy si no creyera inoportuno interrumpirle mientras él opinaba acerca de sus estudios y la forma que había tenido de compararlos.- ¿Tú crees? -Preguntó con una tímida sonrisa al escuchar que pensaba que era inteligente, colocando un mechón tras su oreja y pudiendo notar sus mejillas cálidas.- También hay que tener memoria para las teclas, ¿no? Para no pulsar el botón equivocado. -Quiso animarle, porque no quería que se hiciera de menos. Lo suyo parecía mucho más importante e interesante.
Lo que no esperaba fue aquella invitación a la universidad, para que pudiera ver los ordenadores con los que estudiaba. Quería enseñarla a usarlos. Eso se le antojaba muy difícil y menos algo que hacer en una sola tarde.- No creo que pueda, Jeremy, lo siento. -Se disculpó al negarse.- Lo cierto es que tengo unos horarios de salida algo reducidos y visitar la universidad creo que está fuera de los límites. -No es que quisiera decir en voz alta que su padre no la dejaría ir, porque se suponía que era mayor, pero... era así.- Además, en la zona de computación habrá... muchos chicos, ¿verdad? -Eso lo añadió algo más bajito. No se sentiría cómoda estando sola entre tantos de ellos, mayores, y sin conocerles.
Antes de que pudiera añadir algo más, pudo ver a una de sus amigas hacer señas detrás de Jeremy para que mirase el reloj.- ¡Caracoles! Se me hace tarde. -Exclamó cuando bajó la vista a su muñeca.- Tengo que marcharme ya. -Comentó mientras se terminaba lo poco que le quedaba de batido.- Ha sido un placer, Jeremy, espero volver a verte pronto. -Sonrió, ofreciéndole la mano para estrecharla.
- Sí, parece que están hechas para ayudar con cualquier tarea. -Opinó ella, sobre que estaría bien que hubiera computadoras en los hogares normales. Quizá no en su casa, pero habría familias que necesitasen ese tipo de facilidades... aunque si lo pensaba bien seguramente no se lo podrían permitir. Claro que no sabía cómo funcionaba eso.
Le habría preguntado a Jeremy si no creyera inoportuno interrumpirle mientras él opinaba acerca de sus estudios y la forma que había tenido de compararlos.- ¿Tú crees? -Preguntó con una tímida sonrisa al escuchar que pensaba que era inteligente, colocando un mechón tras su oreja y pudiendo notar sus mejillas cálidas.- También hay que tener memoria para las teclas, ¿no? Para no pulsar el botón equivocado. -Quiso animarle, porque no quería que se hiciera de menos. Lo suyo parecía mucho más importante e interesante.
Lo que no esperaba fue aquella invitación a la universidad, para que pudiera ver los ordenadores con los que estudiaba. Quería enseñarla a usarlos. Eso se le antojaba muy difícil y menos algo que hacer en una sola tarde.- No creo que pueda, Jeremy, lo siento. -Se disculpó al negarse.- Lo cierto es que tengo unos horarios de salida algo reducidos y visitar la universidad creo que está fuera de los límites. -No es que quisiera decir en voz alta que su padre no la dejaría ir, porque se suponía que era mayor, pero... era así.- Además, en la zona de computación habrá... muchos chicos, ¿verdad? -Eso lo añadió algo más bajito. No se sentiría cómoda estando sola entre tantos de ellos, mayores, y sin conocerles.
Antes de que pudiera añadir algo más, pudo ver a una de sus amigas hacer señas detrás de Jeremy para que mirase el reloj.- ¡Caracoles! Se me hace tarde. -Exclamó cuando bajó la vista a su muñeca.- Tengo que marcharme ya. -Comentó mientras se terminaba lo poco que le quedaba de batido.- Ha sido un placer, Jeremy, espero volver a verte pronto. -Sonrió, ofreciéndole la mano para estrecharla.
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Miér Jun 02, 2021 4:55 pm por Freyja
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A ver, que no cundiera el pánico. Solo le había dicho a una chica que podía ir con él a SU universidad a ver SUS ordenadores cuando acababa de aterrizar en una época que no era SU época, que no habían nacido ni sus abuelos. ¿Qué pensaba hacer ahora? ¿Fingir su propia muerte? Porque no veía muchas más salidas posibles. ¡Si es que lo sabía, ya se había cargado el experimento! Y Aaron diciéndole en su oído "bueno relájate, ya pensaremos algo". Ya, claro. Como se notaba que no era él quien estaba ahí. Quien quería falsos ordenadores de los años cincuenta cuando tenías una sonrisa perfecta y una titulación en psicología y... ¡¡Se estaba liando!!
Pero le dijo que no. Casi se le escapa una sonrisa de alivio si no fuera porque... Le había dicho que no. Vaya bajona. A ver, Jeremy, ¿qué esperabas? Era tan sumamente pringado que había tenido que meterse en una máquina del tiempo para aprender a hacer algo similar a ligar, y pretendía que una chica a la que acababa de conocer se fuera así sin más con él. Claro que sí. Total, que él solito había hecho una propuesta para la que ninguna respuesta le iba a saber bien. Oh, claro, ya, sí, por supuesto, no te preocupes. Para. Se recolocó las gafas de nuevo y carraspeó. Aunque su pregunta le hizo reír un poquito, con una risita suave y nerviosa. Casi en exclusiva. Y sin el casi. Si en el año 2030 ya eran mayoritariamente tíos, no se quería imaginar como sería en los años 50. Pero... Sería muy guay... Que hubiera una chica por allí... Aunque fuera de visita, y eso. Que ya te ha dicho que no. Mejor se relajaba.
Y entonces dijo que se iba. Dio un saltito nervioso de la banqueta. Oh, claro, ya, sí, por supuesto. Sonrió nerviosamente y le estrechó la mano. ¿Cómo se despedía uno? Quizás con un ha sido un placer conocerte o... ¿Te apetece quedar? Oh. Eso le había salido solo. ¡¡Reconduce!! Em, quiero decir... No... No conozco a mucha gente y... Estaba bueno el batido. Bravo, Jeremy. Brillante línea de diálogo. Podríamos... Tomarnos otros, si quieres, un día que puedas salir... Aquí mismo... Y... En fin. Si te apetece, claro. Al menos esa propuesta era más razonable que la de la universidad.
Pero le dijo que no. Casi se le escapa una sonrisa de alivio si no fuera porque... Le había dicho que no. Vaya bajona. A ver, Jeremy, ¿qué esperabas? Era tan sumamente pringado que había tenido que meterse en una máquina del tiempo para aprender a hacer algo similar a ligar, y pretendía que una chica a la que acababa de conocer se fuera así sin más con él. Claro que sí. Total, que él solito había hecho una propuesta para la que ninguna respuesta le iba a saber bien. Oh, claro, ya, sí, por supuesto, no te preocupes. Para. Se recolocó las gafas de nuevo y carraspeó. Aunque su pregunta le hizo reír un poquito, con una risita suave y nerviosa. Casi en exclusiva. Y sin el casi. Si en el año 2030 ya eran mayoritariamente tíos, no se quería imaginar como sería en los años 50. Pero... Sería muy guay... Que hubiera una chica por allí... Aunque fuera de visita, y eso. Que ya te ha dicho que no. Mejor se relajaba.
Y entonces dijo que se iba. Dio un saltito nervioso de la banqueta. Oh, claro, ya, sí, por supuesto. Sonrió nerviosamente y le estrechó la mano. ¿Cómo se despedía uno? Quizás con un ha sido un placer conocerte o... ¿Te apetece quedar? Oh. Eso le había salido solo. ¡¡Reconduce!! Em, quiero decir... No... No conozco a mucha gente y... Estaba bueno el batido. Bravo, Jeremy. Brillante línea de diálogo. Podríamos... Tomarnos otros, si quieres, un día que puedas salir... Aquí mismo... Y... En fin. Si te apetece, claro. Al menos esa propuesta era más razonable que la de la universidad.
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Vie Jun 11, 2021 9:38 pm por Timelady
Second sight Capítulo 4 Condy Olsson con Jeremy Norman a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Notó que la reacción de Jeremy fue un poco diferente al haber dicho ella que no quería acompañarle a su universidad. No es que le gustara rechazar la idea, porque le parecía emocionante y él no parecía un mal chico.
Pero creyó que la había entendido un poco cuando había mencionado a los chicos y sonrió de forma algo incómoda ante su leve risa. Al menos no se lo tomaba mal del todo.
- No sé si todos pensarían lo mismo. -Comentó ella pensando en voz alta.- Me habría gustado aceptar, de verdad. Pero no podría ir. -Repitió a modo de disculpa, mordiéndose el labio después.
De todos modos, no podía seguir hablando de eso, porque ya era muy tarde y no podía quedarse todo el tiempo que quisiera.
Estrechó su mano alegremente y se quedó paralizada por su pregunta, porque no la esperaba, desde luego. Aquello era nuevo y extraño, quizá porque la mayoría de los chicos conocían a su familia y no tenían ganas de vérselas con su padre. Pero se vio pensando en cómo podía hacer para aceptar aquello, por la novedad o porque Jeremy de verdad que le caía bien.
- Oh, pues... me gustaría. -Asintió con una sonrisa.- Pues... los jueves termino antes del taller de economía doméstica. Suelo ir a la biblioteca después, pero supongo que por un día no pasa nada. -Propuso, sin pensar que fuera una mala idea sacrificar una hora de estudio por un encuentro con un posible amigo. Bueno, al menos si sus padres no la descubrían.- Podrías recogerme allí, ¿te parece? -Preguntó, cayendo en la cuenta después...- Bueno, si sabes dónde es, claro. -Acababa de recordar que era nuevo en la ciudad, así que quizá no estuviera familiarizado con la zona del instituto.
En cuanto Jeremy respondió, una de sus amigas apareció para cogerla del brazo, presentarse rápidamente y recordarle, de nuevo, que tenían que marcharse o llegaría tarde. No le pasó desapercibido que mencionara a su padre y su mal humor dedicándole cierta mirada de advertencia al chico. Así que no le quedó otra que despedirse.
Pero creyó que la había entendido un poco cuando había mencionado a los chicos y sonrió de forma algo incómoda ante su leve risa. Al menos no se lo tomaba mal del todo.
- No sé si todos pensarían lo mismo. -Comentó ella pensando en voz alta.- Me habría gustado aceptar, de verdad. Pero no podría ir. -Repitió a modo de disculpa, mordiéndose el labio después.
De todos modos, no podía seguir hablando de eso, porque ya era muy tarde y no podía quedarse todo el tiempo que quisiera.
Estrechó su mano alegremente y se quedó paralizada por su pregunta, porque no la esperaba, desde luego. Aquello era nuevo y extraño, quizá porque la mayoría de los chicos conocían a su familia y no tenían ganas de vérselas con su padre. Pero se vio pensando en cómo podía hacer para aceptar aquello, por la novedad o porque Jeremy de verdad que le caía bien.
- Oh, pues... me gustaría. -Asintió con una sonrisa.- Pues... los jueves termino antes del taller de economía doméstica. Suelo ir a la biblioteca después, pero supongo que por un día no pasa nada. -Propuso, sin pensar que fuera una mala idea sacrificar una hora de estudio por un encuentro con un posible amigo. Bueno, al menos si sus padres no la descubrían.- Podrías recogerme allí, ¿te parece? -Preguntó, cayendo en la cuenta después...- Bueno, si sabes dónde es, claro. -Acababa de recordar que era nuevo en la ciudad, así que quizá no estuviera familiarizado con la zona del instituto.
En cuanto Jeremy respondió, una de sus amigas apareció para cogerla del brazo, presentarse rápidamente y recordarle, de nuevo, que tenían que marcharse o llegaría tarde. No le pasó desapercibido que mencionara a su padre y su mal humor dedicándole cierta mirada de advertencia al chico. Así que no le quedó otra que despedirse.
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Vie Jul 09, 2021 1:01 am por Freyja
Second sight Capítulo 4 Jeremy Norman con Cindy Olsson a las 17:00 horas en Cafetería año 1952 |
Economía doméstica. Guau. Se imaginaba lo que podría pasar si alguien le proponía a Adelaide cursar economía doméstica y probablemente esa historia no acabara bien. Pues sí que habían cambiado las cosas en todos esos años, qué fuerte. Que a la pobre hasta le daba miedo sentirse fuera de lugar porque en informática iba a haber muchos chicos. Reconecta, Jeremy, que te pierdes. Lo que le faltaba, perderse en lo que la chica le contaba. Era enterándose y la liaba.
De hecho, algo se había perdido, porque se había quedado pillado. Estaban en silencio. Le había hecho una pregunta, ¿verdad? ¡Maldita sea! Ahora iba a quedar como un idiota preguntando. Menos mal que tenía a Aaron en el pinganillo. Oh, sí, claro. Carraspeó y se recolocó las gafas. Te recojo allí. Sonrió, pero entonces el psicólogo le recordó algo. ¡Ah, claro, importante eso! ¿A las seis te viene bien? A ver como iba a recogerla si no sabía ni la hora. Definitivamente, le hacía falta práctica.
No tardaron en llegar sus amigas y hacerle alguna que otra referencia que le puso un pelín nervioso. Pues lo que le faltaba, un padre de los años cincuenta dispuesto a cortarle los huevos si se acercaba a su hija. Aunque bueno, siempre podía hacer bomba de humo, que para algo no era ni de esa época siquiera. Él que ya estaba nervioso con tanta chica junta y teniendo que saludar, encima con amenazas veladas. Sonrió nerviosamente y, con un gestito de la mano, dijo. A-Adiós. Le había salido más tembloroso de la cuenta, pero bueno.
Lo importante era... Que había sobrevivido. Había tenido lo más parecido a una cita en toda su vida y ahí estaba, vivo y con otra apalabrada. ¿¿Has visto eso?? Le preguntó a Aaron, eufórico, pero el que se giró hacia él fue el señor de la barra. Carraspeó. Genial, a ver si podía hacer que le encerraran en un psiquiátrico antes de que acabara el día. Se despidió con un gesto tímido de la cabeza y salió del bar, rumbo al callejón en el que había aparecido. Con una sonrisa nerviosa e incontenible. Y, desde luego, con una sensación de triunfo que iba a tardar mucho tiempo en quitársele.
De hecho, algo se había perdido, porque se había quedado pillado. Estaban en silencio. Le había hecho una pregunta, ¿verdad? ¡Maldita sea! Ahora iba a quedar como un idiota preguntando. Menos mal que tenía a Aaron en el pinganillo. Oh, sí, claro. Carraspeó y se recolocó las gafas. Te recojo allí. Sonrió, pero entonces el psicólogo le recordó algo. ¡Ah, claro, importante eso! ¿A las seis te viene bien? A ver como iba a recogerla si no sabía ni la hora. Definitivamente, le hacía falta práctica.
No tardaron en llegar sus amigas y hacerle alguna que otra referencia que le puso un pelín nervioso. Pues lo que le faltaba, un padre de los años cincuenta dispuesto a cortarle los huevos si se acercaba a su hija. Aunque bueno, siempre podía hacer bomba de humo, que para algo no era ni de esa época siquiera. Él que ya estaba nervioso con tanta chica junta y teniendo que saludar, encima con amenazas veladas. Sonrió nerviosamente y, con un gestito de la mano, dijo. A-Adiós. Le había salido más tembloroso de la cuenta, pero bueno.
Lo importante era... Que había sobrevivido. Había tenido lo más parecido a una cita en toda su vida y ahí estaba, vivo y con otra apalabrada. ¿¿Has visto eso?? Le preguntó a Aaron, eufórico, pero el que se giró hacia él fue el señor de la barra. Carraspeó. Genial, a ver si podía hacer que le encerraran en un psiquiátrico antes de que acabara el día. Se despidió con un gesto tímido de la cabeza y salió del bar, rumbo al callejón en el que había aparecido. Con una sonrisa nerviosa e incontenible. Y, desde luego, con una sensación de triunfo que iba a tardar mucho tiempo en quitársele.
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Mar Jul 27, 2021 6:34 pm por Timelady
Want something? Capítulo 5 Adelaide Pyne con Jeremy Norman a las 18:30 horas en Campus año 2030 |
Empezaba a odiar a su profesor de economía analítica. Aquel trabajo era algo completamente inútil. En un mundo tan cambiante y evolucionado, ¿cómo podía darle tanta importancia al crack del 29?
Pero nada, quería sacar la mejor nota del curso, así que ahí estaba, en la biblioteca, recabando información mientras tecleaba sin parar en su portátil para dar forma a una futura presentación que dejaría a todo el mundo boquiabierto en clase. Porque por supuesto, Ady daba por hecho que impresionaría al profesor lo suficiente como para que fuera escogida para exponer.
Resopló con fastidio cuando se conectó el equipo de megafonía para romper el silencio y anunciar que en media hora cerraban. Al menos hasta que empezaran los exámenes, la biblioteca seguía con el horario restringido.
Ady recogió de mala gana sus cosas y seleccionó los libros que quería sacar para seguir trabajando en su cuarto. Con suerte su compañera decidiría ir a esa fiesta a la que las habían invitado y ella iba a tener que perderse.
La chica del mostrador la miró casi con compasión, cosa que la hizo alzar la nariz con petulancia, no estaba ahí para dar pena.
Aunque la situación, desde luego, se iba volviendo cada vez más en su contra.
Los nubarrones oscuros que cubrían el campus amenazaban con romperse y descargar una tormenta de un minuto a otro y ella había decidido ir andando a la biblioteca.
¿Qué podía salir peor?
Pero nada, quería sacar la mejor nota del curso, así que ahí estaba, en la biblioteca, recabando información mientras tecleaba sin parar en su portátil para dar forma a una futura presentación que dejaría a todo el mundo boquiabierto en clase. Porque por supuesto, Ady daba por hecho que impresionaría al profesor lo suficiente como para que fuera escogida para exponer.
Resopló con fastidio cuando se conectó el equipo de megafonía para romper el silencio y anunciar que en media hora cerraban. Al menos hasta que empezaran los exámenes, la biblioteca seguía con el horario restringido.
Ady recogió de mala gana sus cosas y seleccionó los libros que quería sacar para seguir trabajando en su cuarto. Con suerte su compañera decidiría ir a esa fiesta a la que las habían invitado y ella iba a tener que perderse.
La chica del mostrador la miró casi con compasión, cosa que la hizo alzar la nariz con petulancia, no estaba ahí para dar pena.
Aunque la situación, desde luego, se iba volviendo cada vez más en su contra.
Los nubarrones oscuros que cubrían el campus amenazaban con romperse y descargar una tormenta de un minuto a otro y ella había decidido ir andando a la biblioteca.
¿Qué podía salir peor?
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