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Dom Ago 02, 2020 5:23 pm por Timelady
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Sam Heughan
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Freyja
O al menos eso es lo que la mayoría sabe de este proyecto localizado en la Isla de Trealora, un emplazamiento mágico cerca de las costas de Australia y Nueva Zelanda.
Charlie Weasley, conocido por su trabajo con los dragones en el santuario de Rumanía, ha sido invitado expresamente para hacerse cargo de supervisar las instalaciones, tratamiento y entrenamiento de los dragones que se encuentran en el refugio.
Emmerald Sommers es la encargada de controlar la organización y buen funcionamiento de la reserva. Así como de supervisar la adaptación de los nuevos especímenes, fruto de la investigación de criaturas mágicas, a los diferentes ambientes.
Así pues, la reserva está siendo utilizada, además, para la investigación en criaturas mágicas, Algunos de los empleados creen que se trata de recoger y colaborar en la adaptación de especímenes creados a partir de la experimentación de algunos magos oscuros, pero lo cierto es que es en las mismas entrañas de la isla donde se están llevando a cabo estos experimentos que ponen a prueba el control de los magos sobre las bestias. Y la delgada linea que les separa del peligro inminente.
Encargada Jefe
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Bryce Dallas Howard
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TimeladyEmmerald Sommers
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Bryce Dallas Howard
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Timelady
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Última edición por Timelady el Dom Mayo 15, 2022 4:35 pm, editado 1 vez
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Dom Ago 02, 2020 7:25 pm por Freyja
De hecho, por algún extraño motivo quienes le contrataron se empeñaron en que su traslado de empleo se realizara por los cauces muggles. ¿Significaba eso que iba a trabajar con muggles allí? ¿En una reserva de dragones? Lo dudaba profundamente. Pero, fuera como fuese, le habían hecho realizar el viaje en avión. ¡En avión! Bueno, no era la primera vez que se montaba en uno, supuso que había heredado de su padre esa curiosidad por los chismes y la complicada forma de hacer las cosas de los muggles.
Aceptó con la novelería de hacer un viaje en avión... Y vaya si se arrepintió. No solo el vuelo de Rumanía a Nueva Zelanda era tremendamente largo, sino que la diferencia horaria de diez horas te golpeaba de una forma más abrupta cuando viajabas por la vía muggle. Sentía que le habían arrebatado un día de vida. Tanto era así que había abandonado su reserva en Rumanía un 5 de agosto y, entre horas de vuelo, aeropuertos y trasladores que le llevaron de Nueva Zelanda a la Isla de Trelaora, se encontraba entrando por las puertas de las instalaciones que serían su nuevo hogar de trabajo un 7 de agosto. Le habían robado un día. Eso sí que parecía obra de la magia, pero una magia que no le gustaba nada.
Se frotó los ojos mientras el asistente que le había recogido en el punto en el que le dejó el traslador le guiaba por las instalaciones y le aseguraba que iba a conocer a la persona encargada del proyecto hoy mismo. Que se encontraba reunida, pero que podía esperarla en su despacho. Muy bien. Charlie odiaba las reuniones, y además estaba tan cansado que podría quedarse dormido de pie. En peores sitios y condiciones había dormido. Hizo aun así un esfuerzo estoico por seguir toda la palabrería del asistente... Pero de la mitad no se estaba enterando. Por su cabeza solo cabía preguntar una cosa: ¿pero cuándo podré ver a los dragones? Parecía un niño pequeño, pero realmente era lo único que le interesaba.
El lugar se le antojaba bastante... Aséptico. Parecía un laboratorio muggle, había visto más de uno. Esperaba una reserva natural, como mucho un edificio con despachos como el Ministerio de Magia... Pero no. El extraño silencio que allí reinaba le perturbaba un poco. No veía la hora de salir de allí. Cuando se dio media vuelta, se encontró con el que charlatán asistente había abandonado la sala y dejado a Charlie en mitad de un despacho vacío que no era suyo. Arqueó las cejas, se agarró las manos tras la espalda y comenzó a pasear en círculos, algo incómodo. Y aburrido. En serio, ¿cuándo podría ver a los dragones?
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Mar Ago 04, 2020 8:47 pm por Timelady
La sola mención de yacimientos atraía el interés de más inversores y colaboradores, lo que nunca estaba de más. Igual que la presencia de los mejores entre su equipo.
Terminada la reunión, su asistente le informó de que el nuevo supervisor de los dragones esperaba en su despacho. Consultó el reloj para comprobar la puntualidad y decidió aprovechar el trayecto para redactar un mensaje a vuelapluma para el señor Hammonest, el creador de aquella maravillosa reserva.
Así que estaba aún hablando cuando entró a su despacho.- ... los informes nos hablan de que el grupo supervisado de Opaleyes está a punto de migrar desde Nueva Zelanda, prevemos que se acerquen a la isla para poder controlar la evolución y hacer el seguimiento. Con suerte encontrarán el entorno preparado y decidirán usar la zona para anidar en la próxima temporada de reproducción. -Levantó el dedo al ver que el hombre que estaba ahí tenía intención de hablar, esperando que entendiera la señal y no interrumpiera, confundiendo a la pluma.- Los inversores se sienten atraídos por los informes que nos llegan desde Grecia y Europa, pero quieren ver pruebas antes de firmar. Informaré al equipo de que nos mande algún tipo de resto que pueda convencerles.... -Hizo una pausa para comprobar algo en la mesa de su escritorio.- También acaba de unirse a nosotros el entrenador de dragones que recomendó, Charles Weasley, me aseguraré de que reciba la bienvenida que merece y esté al corriente de lo necesario.
Le ruego que me comunique cualquier novedad sobre el caso que estaba investigando su equipo.
Un saludo, Sommers.
Le pluma firmó antes de que ella tomara el pergamino y la dejara descansar sobre el escritorio. Su asistente se encargaría de enviar el mensaje al jefe. Después, miró al hombre que tenía delante.- Debe de ser el señor Weasley, lamento no haber podido estar aquí para recibirle, tenemos una semana muy ajetreada. -Se disculpó educadamente.- Soy Emmerald Sommers, encargada jefe de la reserva. -Extendió la mano al presentarse con una sonrisa.- ¿No le ha ofrecido nada para tomar mi ayudante? Debe pensar que somos algo desconsiderados, por favor, pida lo que le apetezca. -Ofreció, haciendo también un gesto para que tomara asiento mientras ella hacía lo propio en su sillón, ordenando rápidamente los documentos que había sobre su mesa para localizar los referentes al dragonologista que tenía delante.
- Es mi deber y un placer darle la bienvenida a la Isla de Trealora, donde pretendemos instalar una reserva para que todo tipo de criaturas puedan vivir en un entorno que garantice su seguridad y permita a los magos conocerlas sin resultar un peligro para las mismas. -Era el discurso estandar.- Como puede comprobar en su contrato. -Documento que le acababa de extender- Dada su amplia experiencia y recomendaciones ocupará el puesto de supervisor de las zonas destinadas a los dragones. Poseemos algunos especímenes residentes que se están recuperando en nuestros dominios, pero también tenemos interés en que una colonia de las cercanías decida trasladarse a la costa sur de la isla. Contará con un equipo bajo su mando que lleva algún tiempo con nosotros y conoce el funcionamiento, estoy segura de que podrán ayudarle a hacerse pronto con nuestro modo de trabajo. -Ya que ella con el trabajo de campo no podía ayudarle en lo más mínimo.- Deberá estampar su firma tanto en el contrato laboral como en los documentos sobre confidencialidad y responsabilidad legal. Huelga decir que si descubre algún tipo de delito entre nuestros empleados deberá dirigirse a mi directamente o se convertiría en cómplice del mismo. -No era falta de confianza entre quienes trabajaban allí, pero sabía que cualquiera podía caer en la tentación, así que se incluían ese tipo de cláusulas para asegurarse que nadie participara de actividades delictivas de ese tipo mientras estuvieran bajo su mando.
- Una vez hecho esto podré acompañarle en un pequeño tour por las instalaciones y hasta el que será alojamiento mientras esté con nosotros, soy consciente de que tras un viaje tan largo tendrá necesidad de descansar. -Emmerald era una persona extremadamente eficiente, tanto que tendía a saltarse la necesidad de recibir respuestas de los demás antes de dar por sentado algo. Estaba acostumbrada a hablar de sus objetivos con tanta vehemencia que rara vez se le hacía ninguna clase de comentario. Lo que podía chocar un poco a quien no la conocía de antes.
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Dom Ago 09, 2020 9:03 pm por Freyja
Menos mal que no lo tenía, porque habría dado muy mala impresión si la mujer entra al despacho y lo descubre jugando con una de las pequeñas bolas de fuego de su dragoncito, o haciéndole cosquillas en la barriga. Como echaba de menos sus cosas... En plena divagación nostálgica estaba cuando la oyó llegar. Sonrió y abrió la boca para presentarse, pero se detuvo en seco. La mujer estaba redactando un mensaje a vuelapluma bastante largo, elaborado, pomposo y que incluía su nombre. Sonrió en ese momento. "Sí, Charles Weasley. El mismo que tienes delante". Arqueó una ceja, algo divertido. Tocaba esperar a que la mujer terminara, que remedio...
Cuando lo hizo volvió a sonreír y estrechó su mano. Oh, no se preocupe, estoy bien. Si esa mujer supiera la de días que se había pasado en mitad de un barrizal sin comer ni beber nada... No le daría tanta importancia a esa "bienvenida desconsiderada", él ni se había dado cuenta. Tomó asiento con una sonrisa cortés.
Pero, al igual que antes, no pudo hablar, solo abrir la boca y quedarse así, escuchando todo su largo discurso. Qué manera de hablar... Ni su madre hablaba tanto. Cuando le dijera eso a sus hermanos no le iban a creer, pero allí estaba, como un pasmarote y una expresión algo confusa en su rostro. Lo que le faltaba a su Jet Lag, una oleada de información. Bajó la mirada al contrato cuando se lo extendió y siguió escuchando con la mayor atención que pudo. Que su cansancio le permitía, más bien.
Fue asintiendo a lo que la mujer le narraba sobre su puesto de trabajo, tomando nota mental de algunos de los datos que le iba diciendo. Todo iba medio normal (aunque le intrigaba eso de la colonia que pretendía asentarse por allí, por no hablar de lo de "adaptarse al modo de trabajo") hasta que dijo lo del delito. Abrió mucho los ojos. Descuide, por supuesto. Dijo tratando de quitarle hierro al asunto aunque ligeramente impactado. Quiero pensar que no habrá delitos a mi alrededor... ¿Son muy frecuentes por aquí? Se le ocurrían mil delitos relacionados con cuidados de criaturas, más aún tratándose de dragones. Lo que no le cabía en la cabeza es que una reserva de semejante prestigio y meticulosidad tuviera a gente así entre sus filas...
Lo del tour le iba gustando más... Pero al parecer, este no iba a empezar hasta que no firmase el contrato. Lo miró, lo leyó como pudo teniendo en cuenta lo mucho que le escocían los ojos y le dio algunas vueltas entre sus manos. Demasiadas letras, demasiadas páginas. Miró a su alrededor. Demasiado aséptico... Antes de firmar... Lo dejó de nuevo sobre la mesa con suavidad y miró a la mujer con una sonrisa tranquila. Querría... Conocer un poco sobre la metodología de trabajo. Eso de "adaptarse al modo de trabajo" le había dado escalofríos. Debo reconocer que no soy hombre de metodologías fijas, me adapto a lo que la criatura demanda de mí, y hasta ahora me ha ido bien. Digamos que no hay un modo estándar de tratar con los dragones. Tenéis que... Conoceros, respetarle y hacer que te respete. Se mojó un poco los labios. ¿En qué consiste vuestra metodología exactamente? Dejó escapar una risa suave y bromeó ligeramente. Lo digo por que sería mi primer equipo de trabajo de humanos, y algunos son más difíciles de tratar que los dragones... Rió. Pero el ambiente se ve que no estaba muy de reírse. Se aclaró la garganta. Como le decía... Ponte serio, esto es serio. Me gustaría saber, por ejemplo, cuántos seremos en el equipo y si se siguen algunas directrices específicas. Y si vengo en sustitución de alguien o este es un equipo de nueva creación. Por saber los pasos marcados por mi predecesor.
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Sáb Ago 15, 2020 2:00 pm por Timelady
Pero había programado cierto tiempo para las posibles dudas. Previsión nunca estaba de más.
- No, señor Weasley, no hay delitos en nuestro entorno. -Respondió con una ligera sonrisa.- Pero somos conscientes de que trabajamos con criaturas mágicas y cómo son tratadas por algunos magos o nomajs. Comprenderá que seamos previsores. -No pensaba poner en peligro a esas criaturas que algunos trataban como meros objetos de colección o como fuente de materiales.
Le dejó un momento para firmar mientras repasaba la ruta que iban a tomar para enseñarle la isla al nuevo miembro del equipo, cogió su pluma para corregir cierto punto, dado que la colonia de snidgets se movía cuando el viento cambiaba de dirección como aquel día, aunque eso implicaba que quizá se acercaran demasiado a la zona de juego de Lungur.
Levantó la vista al escucharle hablar de nuevo sobre algunas dudas que parecía tener. Le extrañó, creía que todo era muy claro. Unió sus manos delante de ella y escuchó con la atención necesaria y expresión neutral y, por supuesto, no se rió cuando hizo aquel intento de broma.
- Su equipo está formado por 5 personas de momento. Dos de ellos draconólogos como usted y los otros tres aprendices. Si vemos necesario contar con más miembros se buscarán a las personas adecuadas. De momento no se había hecho necesaria la presencia de un supervisor, pero el señor Hammonest ha insistido en que usted cubría el perfil más que de sobra, algo con lo que concuerdo después de ver su trabajo. -Y eso podía considerarlo un cumplido.
- En cuanto a nuestro trabajo, buscamos la eficiencia en la creación de entornos seguros para las criaturas a las que queremos dar un hogar. Sé que usted es experto en la doma, pero nuestra principal preocupación es que estén en un ambiente lo más natural posible, con todo aquello que puedan necesitar, controlados de acuerdo a los protocolos de seguridad. Mi ayudante le hará llegar una copia de la guía. -Añadió finalmente, ya que no tenía ninguna en su escritorio.- El objetivo final de la reserva es que la población de criaturas mágicas deje de menguar y que aumente en aquellas especies que se encuentran en peligro. -Aunque había quienes les acusaba de estar llevando a cabo ese proyeto con fines políticos o económicos.- Nuestros ingresos provienen de inversores que quieren participar y donar para mantener la reserva, aunque se espera que en breve el entorno sea seguro para poder abrir al público y permitir que los magos de todo el mundo puedan acercarse un poco más a las magníficas criaturas a las que cuidamos. -Lo que sí, conlleva unos ingresos extra, pero no era lo más importante.- Al contrario de lo que parte de la prensa insinúa, no nos beneficiamos de las criaturas. Los materiales que se obtengan de ellos de forma natural, como por ejemplo las plumas de las aves serán donadas para estudio o a organizaciones afines. -Quizá la explicación excedía sus posibles dudas, pero quería ser clara en los aspectos más importantes y adelantarse a las posibles preguntas que pudieran venir después.
- ¿Algo más que necesite saber?
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Lun Ago 31, 2020 8:18 pm por Freyja
Y mejor se escondía las risitas porque esa mujer parecía no tener ganas de bromas, o quizás no era el sitio. Él estaba acostumbrado a ambientes bastante distendidos y... Sí, a tratar con más dragones que personas, por qué no reconocerlo. Tendría que aprender a comportarse como un... Aburrido técnico de reserva natural. Le bostezaba el cerebro solo de pensarlo.
Muchas gracias. Respondió, añadiendo un asentimiento con su cabeza y sonriendo, aunque sutil y educadamente. Le consideraban lo suficientemente preparado para ser el supervisor del equipo, eso debía ser obvio, no le habrían trasladado hasta allí de lo contrario. Pero siempre estaba bien agradecer la puntualización. Por otro lado, para su gusto era un equipo demasiado grande. No sabía con cuántos ejemplares contaba la reserva, pero seis personas (los cinco integrantes de su equipo y él), tres de las cuales eran inexpertas, le parecían demasiada. Que Charlie era un hombre sociable y no le importaba tener a un aprendiz con él, él mismo había sido aprendiz al principio, pero... En fin, que prefería a las criaturas. Pero era parte del trabajo, qué se le iba a hacer.
La mujer comenzó una explicación que le resultó bastante aprendida y automática, y entre el tono monocorde y el cansancio tuvo que hacer un esfuerzo para que no se le fuera la atención. Algunas cosas ya las sabía, otras... Le daba la sensación de que tenían letras pequeñas. Esperaba no haberse delatado a sí mismo frunciendo el ceño en ciertos momentos, a veces era demasiado trasparente.
Solo una última. Que aún ni había firmado. Prefería dejar las cosas claras antes de hacerlo. En mis conversaciones con el Señor Hammonest dejé claro que yo era un dragonologista de campo, como bien dice usted, más dedicado a la doma que a aspectos teóricos. Esbozó una sonrisa amable. Agradezco enormemente la confianza depositada, pero... Temo que el puesto de supervisor, con un equipo amplio, me deje con unas competencias de trabajo más... Como lo diría... Burocráticas. Se llevó una mano al pecho. Su proyecto me parece maravilloso. Lo cierto es que le veía alguna que otra laguna, pero no iba a tirar por ahí tan pronto. Ya se enteraría cuando estuviese metido. Pero si buscan alguien con mente empresarial, o que aporte ideas que sean beneficiosas a nivel de empresa... No sé si soy la persona adecuada. Se mojó un poco los labios pero no perdió la sonrisa tranquila, ni el tono. Lo mío es... Estar con las criaturas. Los despachos no son lo mío, ni siquiera sé si se me da bien explicar cosas relacionadas con... Eficiencia de los entornos, o protocolos de seguridad... Tengo los conocimientos, sí, pero sobre todo tengo instinto. Actúo con los dragones por delante. Los despachos... No son mi entorno natural, como usted dice. Rió un poco. Vale, hemos dicho que menos bromas. Lo que quiero decir es, que me gustaría antes de firmar tener la seguridad de que mi trabajo será eminentemente de campo. Estoy dispuesto a ayudar en la reserva aportando mis conocimientos, pero para ello necesito primero hermanarme con las criaturas. Y eso lleva su tiempo.
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Sáb Sep 05, 2020 4:53 pm por Timelady
Si bien, más que una duda, parecía una aclaración sobre su campo de ejercicio y forma de trabajo que una duda sencilla que respoder. No obstante, Emmerald se mantuvo atenta y escuchando sus palabras, sintiendo necesidad de cortarle en algún momento dado que empezaba a entender lo que quería decir. Por lo visto para el señor Weasley había más problemas que facilidades con el método de trabajo que podía tener. Primero le molestaba tener un equipo de personas y ahora parecía no estar dispuesto a hacer informes...
Se ahorró el bufido al escuchar lo de trabajar por instinto. El instinto no siempre servía, había que ser prácticos y conocer el funcionamiento y organización. Seguir un plan.
De todos modos, cuando terminó, Emmerald no tardó en dejar que su expresión se suavizara ligeramente y para mostrar una sutil sonrisa.- Creo que puedo tranquilizarle en ese aspecto, señor Weasley. -Concedió.- Entre sus funciones habrá algunas burocráticas, claro, se esperará que se mantenga un registro de las criaturas para poder estar al tanto de cualquier incidencia, enfermedad o problema de adaptación. Además de algún informe cada cierto tiempo. Pero imagino que también en el Santuario de Rumanía tenía que hacer ese tipo de cosas. -Había que tener un control sobre las criaturas con las que se trataba y los trabajos realizados con ellas.- Pero en principio no se le requerirá en un despacho ni en ninguna reunión. Todo lo que quiera tratar sobre su equipo lo hará conmigo y yo me encargaré de informar si es menester al señor Hammonest o la junta. -No creía que fueran a pedirle a él directamente que explicara ningún tipo de cosa. El programa lo dirigía ella precisamente para evitar ese tipo de cosas.- Si alguno de ellos tiene una duda sobre las criaturas, seré yo quien le pregunte y después explique, Como ve, al burocracia es mi campo de trabajo. -Amplió su sonrisa un poco. Sí, precisamente eso que él veía como una carga era su especialidad.
- Si todo está claro, creo que puede firmar y acompañarme para comenzar el tour. -Seguro que lo preferiría, a estar allí en su despacho.
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Jue Sep 17, 2020 5:31 pm por Freyja
Siguió escuchándola y asintió, pronunciando una sonrisa algo tensa ante su último comentario. Ya veo. Sí, la burocracia era totalmente su campo de trabajo. Otro motivo que le hacía pensar que con aquella mujer iba a tener más choques que acercamientos. Era la jefa del proyecto, sí... Pero no parecía una dragonologista, mucho menos alguien de campo, reconocido por ella misma. No se iban a entender, lo estaba viendo venir. Menos mal que Charlie tenía un mínimo de don de gentes... Pero aún así, no hacía milagros...
Tomó un poco de aire, llenando el pecho y soltándolo por la boca mientras miraba el contrato. ¿Estaba haciendo bien? Era una oportunidad de oro, todos se lo habían dicho... Y siempre tendría las puertas del Santuario de Rumanía abiertas por si aquello fallaba y quería volver... Esperaba estar haciendo lo correcto.
Eso era como cuando tenías que quitarte una escama de dragón que se te había clavado en la piel: mejor del tirón y sin pensar. Agarró la pluma y firmó, dejándola de nuevo en su sitio y mirando a la mujer con una sonrisa. Hecho. Soy oficialmente todo suyo. ¿Qué habíamos dicho de las bromas? Se mojó los labios. De su equipo, me refiero. Había hablado con cuadros con más registro emocional que esa mujer. Frunció los labios en una sonrisa algo avergonzada por su propia tontería, tratando de aparentar seriedad de nuevo. Pues, cuando usted quiera... Estoy deseando iniciar el tour.
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Lun Sep 21, 2020 12:55 pm por Timelady
Miró el reloj un momento y se levantó, cogiendo la carpeta con el itinerario que seguirían.- Sígame, es hora de que conozca nuestra reserva. -Anunció, algo más alegre, abriendo la marcha para dirigirse a la salida del edificio, donde su ayudante ya les esperaba con un vehículo dispuesto.
Una vez a bordo, su ayudante se encargaba de conducir mientras ella hablaba.- Como puede ver, la Isla goza de un excelente clima para la mayoría de las criaturas que acogemos. Además, creamos ambientes controlados para aquellas que requieran unas condiciones especiales para la supervivencia y cría. -Algo que estaba dentro de sus funciones para con los dragones, crear los mejores entornos para su bienestar.- Aún no tenemos tantas colonias como quisiéramos, pero tenemos una mayoría de especies terrestres y acuáticas, pero también alguna voladora. ¿Jugaba usted al Quidditch, señor Weasley? -Preguntó por un instante, ya que eso no aparecía en su expediente.- Conseguimos rescatar una bandada de snidgets que podrá ver más adelan... -Se cortó en su frase porque vio algo por el rabillo del ojo.- ¡Para! -Indicó a su ayudante y se volvió al pelirrojo cuando estuvieron detenidos.- Discúlpeme un momento.
Sin mediar más palabra bajó y avanzó por el sendero que estaban siguiendo, cruzándose de brazos al comprobar que no se había equivocado, había visto moverse unos árboles a la derecha, seguramente les habría dado con la cola.- Lungur... te he dicho que no puedes jugar a ponerte en los caminos. -Desde fuera, seguramente parecería que le estaba hablando a la nada. Pero Emmerald sacó su varita e hizo que empezase a brillar con color verde, moviéndola como un bengala en sentidos circulares, notando cómo ante ella iba apareciendo el pelaje verde del dragón desde la nariz a los ojos y extendiéndose al resto del cuerpo.- ¿Quieres jugar? -Preguntó con una ligera sonrisa. Lungur era un enorme dragón de color verde, con pelo en lugar de escamas y el comportamiento de un cachorrito. De la luz de su varita comenzó a formarse una gran bola que terminó lanzando hacia el lado haciendo que el dragón se marchase volando a buscarla.
Emmerald arregló su ropa y se giró para regresar al vehículo.- Podemos continuar. -Imaginaba que había alguna pregunta, si es que su ayudante no le había contado algo mientras esperaban, pero era mejor continuar el camino mientras hablaban.
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Sáb Oct 17, 2020 4:34 pm por Freyja
Eso sí le gustaba. A la mujer no sabía, pero a él ya se le habían iluminado los ojos y esbozado una sonrisa de oreja a oreja cuando vio el vehículo y se sintió al aire libre. Por fin iba a ver naturaleza, por fin iba a ver lo que realmente le importaba: la reserva, el entorno, los dragones. Su verdadero despacho.
La estaba escuchando, pero se había quedado ligeramente abstraído como un perro asomándose por la ventanilla del vehículo para observar todo a su alrededor. Oh. Metió la cabeza para dentro cuando escuchó el tono de pregunta, con una sonrisita ilusionada. Sí, sí que jugaba. Era capitán del equipo de mi casa, Gryffindor. Atendió a la curiosidad sobre los snidgets (ahora le veía sentido a la pregunta sobre el Quidditch, temía haberse perdido algo), pero dio un sobresalto cuando la mujer gritó y el vehículo dio un brusco frenazo. La miró con los ojos muy abiertos y siguió su recorrido con la mirada.
No habremos atropellado nada, ¿verdad? Temió. No pudo ni esperar a la respuesta del conductor porque rápidamente se bajó él del vehículo también y se puso delante. No, afortunadamente no habían atropellado nada, y... Emmarauld no estaba por allí. Frunció el ceño y miró alrededor, para verla descender por un sendero. Debería volver al coche y esperar... Debería. Obviamente, no lo iba a hacer. Si aquello era una criatura, quería verla. Y, sobre todo, quería ver quién o qué había sido el causante de que esa mujer tan protocolaria provocara un frenazo tan brusco.
Y apenas había recorrido la mitad del camino cuando lo vio. Se tuvo que contener porque no era muy del profesional que todos decían haber contratado, pero estuvo a punto de salir corriendo hacia él como un niño pequeño. Ese dragón era... Diferente, muy diferente a otros que hubiera visto. Había oído hablar de ese tipo de dragones, los peludos, pero no había tenido la suerte de ver nunca ninguno. Pero la mujer había creado una pelota con un encantamiento y la criatura se había ido corriendo a jugar. Emmerald ya se estaba volviendo y el dragón había corrido lejos, pero eso no iba a disuadir a Charlie ni muchísimo menos. ¿Eso era un dragón lanudo? Preguntó, cortando el camino de la mujer mientras señalaba al ser que... Un momento, ¿dónde estaba? Sí que lo es. Dijo con ilusión, abriendo mucho los ojos. Porque juraría que acababa de desaparecer. Tienen la habilidad de la invisibilidad. ¡Qué emoción! Le encantaría trabajar con un dragón así, llevaba buscándolos toda la vida. Se frotó un poco la barbilla con las manos para contener los nervios, con la mirada puesta en el lugar en el que había desaparecido el dragón, esperando verle de nuevo. ¿Suele salirse de los límites de la reserva? Porque en ese caso habría que tener cuidado con los vehículos. ¿Tienen más? He oído que están en peligro de extinción. ¿Han creado un entorno para la cría de dragones lanudos aquí?
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Dom Oct 18, 2020 4:49 pm por Timelady
Escuchó las diferentes preguntas y suspiró. Intentando organizarlas en su cabeza para irlas respondiendo.- No, aún no tenemos un hábitat para los dragones lanudos, aunque será usted el primero en saberlo llegado el momento. -Después de todo era de lo que se iba a ocupar.- Y Lungur no es exactamente uno de ellos, es... único en su especie. -Contó mientras empezaba a caminar hacia el vehículo.- Es una de las razones por las que nuestro trabajo es tan importante, no le tomará por sorpresa que existen magos que tratan de experimentar con las criaturas mágicas. Hasta donde sabemos uno de esos experimentos terminó en un pequeño dragón verde y peludo con la habilidad para hacerse invisible. -Era triste pensar que fuera abandonado o se escapase por no estar a la altura de lo esperado o no querer sufrir los abusos de un mago malvado- Los nomags de la zona llaman a este lugar la isla de Yurlungur, por las leyendas sobre los dragones y peligros que la habitan. Pero lo cierto es que puede que él fuera la primera criatura de la reserva y por eso su nombre es Lungur.
- No suele causar problemas, pero este es su hogar, así que no hay forma de confinarle en ninguna de las zonas. -Ni ella quería hacerlo, si aquel lugar era para que pudieran estar tranquilos, ese dragón más que ninguno merecía poder campar a sus anchas. Normal que a veces la tacharan detener favoritismos.- A pesar de su tamaño sigue comportándose como un cachorro y le gusta jugar con los cuidadores cuando se acercan. Supongo que aprenderá a distinguirlo en el entorno con el paso del tiempo.
Un viento cálido vino desde su izquierda, despeinándoles a ambos un poco. Emmerald sonrió y estiró la mano para acariciar el morro del dragón que volvió a hacerse visible para recibir caricias.- Y le gusta hacer eso.
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Sáb Nov 07, 2020 9:10 pm por Freyja
Por supuesto. Corroboró pensativo cuando la mujer dijo que ese era su hogar y no se le podía confinar. Él no era partidario de confinar a ningún dragón, de hecho, fuera cual fuera. Aunque era cierto que había que mantener ciertas distancias de seguridad entre unas especies y otras, no todos eran compatibles entre sí en sus caracteres y eso podía originar problemas. Sonrió con calidez cuando la mujer dijo que era como un cachorro y frunció el ceño con curiosidad y una sonrisa divertida, apuntillando lo siguiente. ¿Juega usted mucho con él? Porque eso sí que sería digno de ver. Esperaba que al menos, si lo hacía, se pusiera ropa más cómoda.
Y entonces se materializó ante ellos. Abrió mucho los ojos, alucinado y lleno de ilusión. Impresionante. Susurró. Había aparecido de la nada, ni se había dado cuenta. Hola, Lungur. Se presentó con suavidad, aproximándose lentamente con una amplia sonrisa y mostrando las palmas de sus manos para indicarle que era inofensivo. Me llamo Charlie. Con precaución y sin dejar de mirarle y sonreírle, fue dirigiendo una de sus manos al bolsillo de su pantalón. ¿Quieres una chuche? El animal siguió con la mirada la dirección de su mano y echó aire por la nariz antes de que se la metiera en el bolsillo. Charlie se detuvo. Solo si quieres. Si no, puedo comérmela yo. Dijo, llevándose una mano al pecho. A Charlie le gustaba conversar con los dragones como si fueran niños. Están muy ricas. Lo dudaba, estaban hechas de animales triturados cuyo origen prefería no saber, pero eran nutritivas y a los dragones les encantaban. Lungur se quedó expectante y Charlie, sin quitarle la mirada de encima, volvió a sonreír y sacó con tranquilidad la chuche de su bolsillo. El animal no tardó en acercarse a olerla. El hombre le acercó la chuche al hocico y, tan pronto vio como se abría, la lanzó suavemente en el aire para que la cogiera al vuelo. Eso hizo que, mientras masticaba, se dejara acariciar un poquito. Que suave es. Comentó impresionado. Los dragones eran ásperos, sus escamas tenían un tacto reptiliano muy particular, pero acariciar a Lungur era como envolverse en una manta. Vamos a ser buenos amigos tú y yo, ¿a que sí?
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Dom Nov 15, 2020 4:28 pm por Timelady
Dejó que las hiciera todas y fue respondiendo.- Sí, hasta donde sabemos Lungur nació de la experimentación de dragones, intuimos que implicaron también demiguises, pero aún se investiga. -Y ya hacía bastante tiempo, la verdad.- Hasta donde sabemos puede que la experimentación se hiciera en esta isla o que le abandonaran aquí cuando no les interesó el resultado. -Lo que desde cualquier punto de vista era una crueldad.- Está sano. Y posee todas las características propias de un dragón, a excepción de las escamas, como ya ha visto. Crea fuego, vuela... aunque hemos notado que no suele acercarse a las playas ni el océano. -Daba la impresión de que por miedo, lo que dejaba en evidencia indicios de un posible maltrato o ataque producido desde allí.- Estimamos que tiene más de 20 años. Cuando se le encontró debía tener cerca de 5, lanzaba fuego pero su nivel de comunicación era muy deficiente, por haber crecido aislado de sus semejantes. Ha seguido creciendo desde entonces por lo que todavía está en una etapa infantil o preadolescente. -Por asemejarlo al sistema de años humano.
Había respondido a sus preguntas una por una, no dejándose nada en el tintero, con la intención de así poder continuar con todo lo previsto. Aunque por lo visto había otras más.- Sí, suelo jugar con él cuando mi tiempo me lo permite... o él decide que mi trabajo no es tan importante. Cuando llegué a la reserva para hacer mis prácticas era una de mis funciones, así que siempre me ha relacionado con esa actividad. -Y eso había creado un vínculo bastante fuerte entre ella y el dragón.
Como ya había dejado patente, Lungur no siempre respetaba sus horarios y programas, y cuando vio cómo aquel hombre interactuaba con él sin ningún tipo de remordimiento por lo que tenían previsto por hacer empezó a ver cierta similitud con la criatura.
Les vio hacer aquello de las golosinas para dragones, esperaba que no intentara malacostumbrar a los dragones con esas cosas. La dieta debía ser estricta para mantenerlos sanos.
Cuando por fin terminó y acarició el pelaje simplemente asintió.- Especialmente suave, pero un pequeño problema cuando muda, cada tres años. -Teniendo en cuenta que se movía por la isla, se encontraban montones de pelo por todas partes. Lo bueno es que se usaban para los nidos de algunas criaturas.- Confio en que se lleven bien. Ahora, si me permite, tengo que recordarle que tenemos un programa que seguir. -Intervino.- No se preocupe, tendrá tiempo de sobra de seguir creando vínculo con Lungur y el resto de criaturas. Pero intente racionar las chuches. -Advirtió con cierto tono distendido.- Y no tema, si quiere, nos seguirá. -Empezó a encaminarse hacia el vehículo, esperando que la siguiera sin más interrupciones.
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Miér Dic 02, 2020 3:06 pm por Freyja
Asintió a lo siguiente sin perder el interés. Estaban ante un dragón bastante joven, eso abría muchas posibilidades, pues a más joven tomaras a la criatura, más plástico era su cerebro y más receptiva estaba a trabajar con ella. Aunque algo llamó la atención. ¿Se relaciona con los demás dragones? Los dragones solían ser bastante territoriales y celosos de criaturas que no fueran ellos mismos, y Lungur era claramente especial. Si además era joven y con déficits, debió ser todo un logro que se relacionara con ellos. ¿Con cuales? ¿Ha sido espontáneo o planeado? ¿Tenéis un lugar especial para la interacción de los dragones? Ya se estaba entusiasmando, se le notaba en la cara y en la postura corporal. Por cierto, ¿cuál es la raza cruzada? Parece un hocicorto, pero el color es llamativo. ¿Podrían haberlo alterado? Ah, vale, sí, perdón, ya me ha dicho que la investigación está parada. ¿Y cuál es su dieta? ¿La propia de un dragón, la de un demiguise? Y podría seguir hasta el infinito.
Pero la respuesta a su última pregunta le pareció, cuanto menos, curiosa. Se le escapó una sonrisilla. "Cuando mi tiempo me lo permite". Charlie no veía nada mejor en lo que invertir el tiempo que en jugar con un dragón. "O él decide que mi trabajo no es tan importante", es que no lo es, pensó, al menos no en comparación con pasar el tiempo con un dragón, más con ESE dragón. Otro dato, era juguetón. Y listo. Bien, ya se iba haciendo su propio esquema mental sobre Lungur. Pero claro, la mujer no había terminado. "Era una de mis funciones, así que siempre me ha relacionado con esa actividad". Arqueó un poco las cejas, con una sonrisa fruncida algo artificial. Suena a que tenéis una relación muy cálida. ¿Se había notado mucho la ironía? Lo suyo era que se llevasen bien. ¡Pero por todos los dragones! ¿"Mis funciones"? ¿"Relacionado con esa actividad"? ¿Qué era esa mujer? ¿Una armadura animada?
Siguió acariciando a la criatura y susurrándole moñerías, como hacía él siempre con los dragones. Ya se había hecho amigo de Lungur, ya se había olvidado de la mujer. La recordó cuando volvió a escucharla hablar, girando la cabeza hacia ella con la expresión de quién se pregunta "oh, ¿sigues aquí?". Bueno, cada tres años es bastante soportable, ¿verdad, colega? Contestó dirigiéndose al dragón directamente. Rió, sin dejar de mirarle. Y tan bien. Pero, ah, ahí se acababa la diversión. Volvió a mirarla con el ceño fruncido totalmente extrañado. ¿Programa? ¿Qué programa? Parecía que estaba pensando. ¿Pero acaso no era ese dragón más importante que el maldito protocolo? ¿Qué más le quedaba por ver? ¡Ya lo iría conociendo! Llevaos bien, Charlie. Se repitió mentalmente, echando un poco de aire por la nariz. Claro. Contestó de nuevo con una sonrisa falsa y se volvió a Lungur, a tiempo para escuchar lo de racionalizar las chuches. Ahí sí que no pudo evitar rodar los ojos, menos mal que no podía verle desde su posición. La señora no quiere que comas muchas chuches, ¿eh? Le susurró a la criatura mientras le revolvía un poco el pelo, moviendo este la cabeza con alegría. Suspiró como si se estuviera despidiendo de un amigo para siempre, metiéndose las manos en los bolsillos. Está bien, vam... Y cuando se giró a la mujer vio que ella ya iba de camino al coche. Arqueó una ceja. Lo que me espera... Miró a Lungur con complicidad, le guiñó un ojo y la siguió.
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Sáb Dic 05, 2020 11:33 am por Timelady
- Me encargaré de que le llegue un informe con todo lo que necesite saber, señor Weasley. Incluyendo los programas para la interacción entre dragones, que por ahora están en diseño, dado que no tenemos demasiados ejemplares todavía... cosa que cambiará gracias al entorno del que hablamos antes. -Y hasta ahí el tema de conversación.
Alzó una ceja cuando notó la ironía en su comentario sobre la relación que mantenía con Lungur. Sí, era cálida, aunque él no supiera apreciarlo, Emmerald prefería no hablar de asuntos personales en horario laboral, así que no iba a ponerse a contarle lo mucho que apreciaba a aquel dragón en particular.
FInalmente había seguido con el programa sin darle más tiempo a discutir, preguntar o comentar nada. Le escuchó seguirla así que pudieron continuar con el paseo, pasando por las zonas de ciertas criaturas de especial interés y de los recintos para dragones, que se podían ver volando a lo lejos por el cielo. Mientras caminaban y aunque no había una sombra sobre ellos, Emmerald sabía que Lungur estaba volando sobre sus cabezas.
Llegaron a la cabaña que ocuparía Weasley, que se encontraba junto a las de los demás cuidadores en la zona para el personal.- Y este será su nuevo hogar. Tiene todas las comodidades, pero si hay algo que necesite, puede decirlo y se intentará proporcionarlo. -Y ahí apareció el dragón, intentando mirar por la ventana.
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Sáb Ene 16, 2021 12:49 pm por Freyja
Atisbar a los dragones volando a lo lejos le hacía sonreír. De verdad que estaba intentando escuchar a la mujer, y sí, se estaba quedando con la mayoría de las cosas... Creía. Pero lo cierto es que, mientras hablaba y explicaba el resto de la reserva que le quedaba por recorrer, él estaba identificando las razas de aquellas criaturas que volaban por encima de sus cabezas. Se recentró cuando llegaron al que describió como "su nuevo hogar".
Era una cabaña muy bonita, no demasiado acogedora para su punto de vista (todo estaba demasiado ordenado y pulcro para una persona que mañana estaría metido en un barrizal hasta el cuello) pero ya lo haría suyo, tenía potencial ese sitio. Muchas gracias, muy amable. Contestó con una sonrisa cordial y un respetuoso gesto de la cabeza, pero algo por la ventana captó su atención de nuevo. Eh. Saludó con una risa, dirigiéndose hacia esta, abriendo y acariciando el lanudo pelaje del dragón otra vez. Esto va a ser divertido. ¿Sueles jugar al escondite con la Señorita Sommers? No me digas. Giró la vista a la mujer y rio un poco, acercándose a la criatura y susurrando. Me vas a tener que enseñar a caerle bien. Porque algo le decía que no habían conectado mucho.
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Mar Ene 26, 2021 7:54 pm por Timelady
Otro objetivo de su lista diaria completado. Enseñar la reserva al nuevo y dejarlo en su cabaña.
Sin embargo, aunque era su momento de despedirse hasta que el trabajo hiciera necesario un reencuentro, la presencia de Lungur allí iba a demorarla. Como ya había dicho, aquel dragón tenía como divertimento personal desorganizar su agenda y su vida.
Y aquel hombre parecía también mucho más dispuesto para ello que para colaborar con un desempeño ordenado de sus tareas.
Pese a ello, no pudo evitar sonreír para sus adentros al ver que se llevaba bien con el dragón. Lungur era especialmente social, pero pocos se mostraban con él tan cercanos el primer día. Así que eso era algo que en cierto modo le hacía pensar que, a pesar de el desapego por la organización, se le daría bien el trabajo.
Escuchó por encima el comentario del pelirrojo hacia el dragón sobre ella y cómo le gustaba jugar al escondite con ella. De todos modos carraspeó sin haber escuchado los susurros, aunque había picado su curiosidad.- Bien, señor Weasley. -Reclamó la atención acercándose un poco- Creo que deberíamos dejarle descansar... aunque no puedo decir lo mismo de Lungur mientras sienta que su compañía es bienvenida. -Advirtió.- Ha sido un placer conocerle y confío en que trabajemos juntos por el bien de la reserva y sus criaturas. -Concluyó, ofreciéndole la mano para estrecharla a modo de despedida.
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Miér Feb 24, 2021 3:05 pm por Freyja
Continuación de este post
Si hubiera ido ella a avisarle, al menos, podrían haber tenido esa (tensa) conversación en su bungalow... En el cual estaba desayunando en el suelo, con un dragón sobre su alfombra y sin camiseta. No, definitivamente no quería que la Señorita Sommers viera eso. Pero el que enviara a un becario a avisarle ya de por sí pintaba mal, porque el chico tenía cara de susto, y no era precisamente por haberse encontrado un dragón en mitad de su humilde morada. Bueno, puede que un poco eso también.
La cuestión era que se había olvidado de la reunión, otra vez. Se vistió a toda prisa, prácticamente poniéndose los zapatos mientras saltaba a la pata coja hacia el exterior del bungalow, y salió corriendo hacia la sala de reuniones. Porque claro, una reserva gigantesca como esa con un edificio grandísimo en el que todos los pasillos eran iguales, tenía un hechizo protector a su alrededor por el cual no te permitían aparecerte. "Cuestiones de seguridad", vaya que de repente te aparecieras en mitad del nido de un dragón y ya, para qué querían más. Ah, y para evitar robos de huevos. Lo que fuera, pero no se podía aparecer, tenía que ir a pie. Igualmente todos los despachos le parecían iguales y no tenía ni idea de donde era la reunión, así que tampoco le iba a funcionar eso de la aparición si no visualizaba bien el sitio.
Intuyó donde era después de varias carreras cuando vio la puerta abrirse y una ristra de personas salir y mirándole con mala cara. Esbozó una sonrisa apurada. Oh, ¿ya ha terminado? Qué lástima, pensó. No recibió más respuesta que varios arqueos de ceja. Se mordió los labios y, contracorriente como los salmones, pasó a través de todos los que abandonaban la sala y entró. Y allí estaba la mujer, esperándole tras la larga mesa.
Se adentró un poco más en la sala con una muequecita de disculpa en la cara, sonriendo de lado, lentamente y con las manos en los bolsillos. Me parece que enviar a Lungur para que me avise de las reuniones no es del todo buena idea. Bromeó, riendo de su propia broma. Pero nada más verle la cara a Emmerald, carraspeó y dejó de reírse, fingiendo seriedad y que no había dicho nada. Lo siento, es que... Estaba ocupado con unos asuntos.
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Mar Mar 09, 2021 9:07 pm por Timelady
Y pese a eso, se le iba a impedir la entrada y tendría que esperar fuera. Que era lo que esperaba que hubiera pasado cuando, una vez terminado y con todos marchando a sus respectivas tareas, apareció por la puerta.
Aunque, sinceramente, que empezara con una de sus bromas no le ayudó en absoluto. Como tampoco la pobre excusa sobre sus asuntos.
- Confío en que tuvieran que ver con su trabajo y no con su incapacidad para acostumbrarse a nuevos horarios. -Se limitó a responder, sin levantarse del asiento, únicamente organizando los documentos que tenía frente a sí. Al menos no había usado esa excusa de la hora, ya había tenido y mostrado bastante paciencia, si no era capaz de ponerse un reloj que le avisara de las cosas, no entendía cómo había llegado tan lejos.- De todos modos, la reunión ha sido rutinaria, a usted iba a atenderle personalmente después en cualquier caso. -Anunció.- Tome asiento aquí, por favor. -Señaló la silla a su diestra, abriendo una carpeta que había permanecido cerrada durante la reunión anterior.
- Se ha encontrado un nuevo dragón, herido, en una de las islas al sur del archipiélago. -Informó, acercándole el informe.- No se ha identificado la especie y tenemos que sea también fruto de una experimentación ilegal. Está causando problemas y llamando la atención de los nomaj. -Eso era aún más peligroso que el propio dragón.- Necesito saber si se ve dispuesto a ocuparse de este asunto personalmente.
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Vie Mayo 07, 2021 9:33 pm por Freyja
Arqueó las cejas. Oh, así que la reunión era "rutinaria" y a él "le quería atender en privado". Esbozó una sonrisilla pero se la guardó en seguida, adquiriendo una pose más seria (más o menos) y sentándose donde le indicaba. Se ahorraba lo que pensaba sobre las reuniones rutinarias, menos mal que no había ido. Le era mucho más productivo para su trabajo dormir bien, desayunar tranquilo y estrechar lazos con Lungur que estar metido en un despacho oyendo hablar de nada en absoluto, la verdad.
En honor a la verdad, lo que empezó a contar le interesaba bastante, así que frunció el ceño con interés mientras miraba sus papeles y escuchaba con atención. Tomó el informe y lo ojeó concienzudamente. Chasqueó la lengua. Eso era un problema, llamar la atención de los muggles, aunque sentía mucha lástima por aquella criatura que seguramente habría sido víctima de mucha tortura si habían estado experimentando con ella. Asintió decidido. Por supuesto. Siguió ojeando las páginas. Por las características que recogen aquí parece un hébrido negro, pero tiene otras... Que no son para nada de su especie. Es muy extraño esto. Comentó para sí, concentrado. Y los hébridos son dragones de clima frío, no se adaptarían bien aquí... Tendría que explorarlo en persona. Soltó el informe en la mesa y dijo. Bien. ¿Cuándo me voy? Porque si el dragón estaba herido, daba por hecho que era él quien tenía que moverse, no la criatura.
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Miér Mayo 19, 2021 9:13 pm por Timelady
Pero lo importante era el asunto que debía tratar sobre el dragón herido. Odiaba la idea de que la pobre criatura permaneciera mucho más tiempo abandonado en una isla perdida y sin los cuidados apropiados. Así que agradeció que al menos aquello fuera tomado con seriedad por el pelirrojo.
Asintió a su afirmación sobre la especie.- Precisamente, no debería estar en esta zona, por no hablar de las otras características. -Estuvo de acuerdo con lo que decía.- Debemos saber si éstas requieren de otro clima para aclimatar una zona apropiadamente para él o ella, además de asegurarnos de que no suponga un peligro para los otros o viceversa, mientras tratamos las posibles heridas que haya sufrido.
La disposición que demostró Weasley le pareció una muestra de esa competencia que apenas podía ver en las cuestiones administrativas, pero le gustaba que estuviera ahí cuando era necesaria.- Cuanto antes. -Dijo sin dudar.- Hemos preparado un módulo de traslado especial para que pueda traer al dragón a la isla y deben estarlo terminando. Al encontrarse en un lugar cercano, puede trasladarse en escoba, pero si cree que hay peligro de que los nomaj le atisben también tenemos dispuesta una embarcación pequeña. -En cuanto decidieran eso, podrían bajar a buscar el módulo, camuflado en forma de bolsa deportiva, para que no llamase la atención y pudiera trasladarlo fácilmente.
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Sáb Jun 26, 2021 5:45 pm por Freyja
Se quedó unos instantes pensativo, valorando las opciones que la mujer le ofrecía, mientras se mesaba la barbilla con la mirada perdida. Chasqueó la lengua. En líneas generales no suelo trasladarme en escoba cuando trabajo, ya sabe... Alzó una mirada graciosa a la mujer y arqueó las cejas. Eso de volar se les da a ellos mejor que a nosotros. Y los dragones eran tan fuertemente orgullosos que no les gustaba ver a otras especies dominando competencias propiamente suyas. No quería acabar cayendo en picado por culpa de una escoba chamuscada. ¿No disponen de trasladores? En el tiempo que llevaba allí ya debía haber entendido que, cuando la Señora Sommers proponía dos opciones, esas eran las dos opciones. No valía inventarse una tercera. Pero así era Charlie, iba por libre.
¿Y dónde tienen a la criatura ahora? Hizo un gesto de normalidad, aunque abrió mucho los ojos como si acabara de tener una idea excelente que solucionaría todos sus problemas de transporte. Puedo trasladarme yo hasta el lugar en el que se ha encontrado. ¿En qué condiciones está? Cayó entonces en algo. Módulo de traslado, "se ha encontrado", "podría ser peligroso"... Alzó la palma de una mano, con cautela, y preguntó. No estará enjaulado, ¿verdad? Mala idea enjaular a un dragón de origen desconocido y pretender después soltarlo en una isla. Muy mala idea. Déjenme acudir al lugar exacto. Podría valorar la mejor forma de trasladarlo y venir con él. Y desde allí podríamos trabajar sobre su ubicación.
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Mar Jul 13, 2021 8:08 pm por Timelady
Algunas cuestiones le parecían lógicas como lo de no querer volar cerca de dragones, era lo más sensato. Más de una historia había de algún mago devorado o quemado por haberse acercado demasiado.
De todos modos esperó a tener todas sus dudas para responder, porque él las soltaba conforme se le ocurrían y ella por su parte prefería ordenar la información.
- No tenemos una estimación exacta de la edad del dragón, pero no se le ha visto volar a gran altura, así que lo imaginamos joven o herido. -Si era fruto de la experimentación quizá con algún tipo de déficit incluso.- De modo que sigo recomendando la escoba, sabiendo que se le da bien, por ser el método más rápido. Los trasladores tienen problemas de funcionamiento en la isla. -Igual que no se permitía aparecerse. Pero en aquel caso era porque de algún modo siempre surgían accidentes o no se llegaba al lugar exacto. Viajando a una isla podría terminar en mitad del océano.
- Sígame, por favor. -Indicó, esperando que se levantase para continuar.- Nuestros trabajadores están manteniendo al dragón en un espacio limitado de la isla, donde no hay peligro para ella. Nunca se nos ocurriría enjaularla. -Advirtió casi consternada de que se le hubiera pasado por la cabeza que harían tal cosa con alguna criatura.- Únicamente la alejan de los límites con algún tipo de señal o cebo que la devuelva a su zona. -Confiaba plenamente en que seguirían el protocolo de seguridad estipulado y no harían nada que le causara daño alguno.
Finalmente llegaron a uno de los laboratorios, donde ya estaban terminando el módulo de traslado. Una bolsa deportiva como cualquier otra, con uno de esos equipos de fútbol nomaj que no llamase la atención si tenía que mezclarse con ellos.
- Lo trasladará aquí. -Señaló.- Intuyo que no está acostumbrado a este tipo de módulos, permita que se lo enseñe. -Una de las ayudantes lo colocó en el suelo, abierto y Emmerald simplemente introdujo un pie para dar con el escalón, después el otro y se fue introduciendo, mirando hacia atrás para que Wesley la siguiera.
Al bajar la escalera se abría ante ellos un espacio natural de enormes dimensiones, que permitiría a cualquier criatura moverse libremente.- Como le he dicho, no acostumbramos a usar simples jaulas. -Comentó cuando el hombre ya estaba allí observando la zona.- Los módulos permiten crear un ambiente adecuado para cualquier criatura, mientras hacemos lo mismo con una zona del parque, de modo que están seguras y cuidadas.
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Dom Ago 15, 2021 12:25 pm por Freyja
Siguió a la mujer mientras la escuchaba, pero algo de lo que dijo le hizo detenerse en seco. - Espere, espere. - Interrumpió, acompañando sus palabras con un gesto de las manos. - ¿Ella? ¿Es hembra? - Pues lo que le faltaba. - Eso no estaba en el informe. - Y luego decían que él era temerario y negligente. ¿Cómo se les ocurría hacer un informe y no resaltar que se trataba de una dragona hembra? Eso era de suma importancia.
Ah, pero esa mujer autómata seguía hablando de sus cosas y sus protocolos y él solo pudo rodar los ojos y seguirla. Ya volvería a la carga con lo del sexo de la dragona, ya. Acabaron el recorrido en un laboratorio con mucho más aparataje del que se necesitaba si realmente iba a volar en escoba, y él aún no podía quitarse de la cabeza las implicaciones de tener un dragón hembra, posiblemente en edad fértil, posiblemente herido, y desde luego no casualmente hembra siendo fruto de la experimentación, volando por ahí. Asintió cuando la mujer abrió el equipo y se fue introduciendo dentro, tras dedicar un saludo cortés a la ayudante. Sería mucho más simpático si su mente no estuviera imaginando ya una plaga de dragones fruto de la experimentación asolando esa isla.
Tenía que reconocer que le había sorprendido lo que vio a continuación. - Wow. - Se asombró, dedicando unos minutos simplemente a observar el entorno. Para ser artificial, estaba muy bien conseguido, y desde luego que no era una jaula. - Es ciertamente impresionante... - Y esperaba que temporal, porque por muy bien conseguido que estuviera, cualquier dragón lo detectaría pasado un tiempo. Eran demasiado listos. - Entonces... El protocolo es que yo traslade este equipo en escoba, vuele hasta donde se encuentra LA dragona. - Hizo énfasis en el artículo, porque aún no había terminado con ese tema. - Y la traslade aquí por medio de este módulo. ¿Correcto? - Se mojó los labios, se giró hacia la mujer y se cruzó de brazos. Se iba a ahorrar el pensamiento de que le veía lagunas a ese plan. Lo dicho, mucha parafernalia, muy bonito y moderno todo, pero su experiencia profesional le decía que aquello era utópico, temerario y poco práctico. - Me va a permitir que insista en una cosa: ¿hembra? - Ladeó la cabeza hacia el otro lado. - Se sigue un protocolo más cauto para las hembras. Si no está en celo o embarazada ya, no pasa nada, pero si lo está, seremos pasto de las llamas con una probabilidad bastante alta como entremos así, dando por hecho que es un dragón corriente. Una hembra fértil no es un dragón corriente. - Y esperaba que el por qué fuera obvio, porque si no... Vaya empresa especialista en draconología en la que había ido a aterrizar.
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Dom Oct 17, 2021 7:28 pm por Timelady
Y por eso pasaron al sistema de contención.
Trató de disimular la satisfacción de haberle impresionado con sus avances en cuando a los módulos temporales para las criaturas que debían trasladarse. Y esperó las preguntas que sabía que llegarían.
- Así es, utilizamos estos módulos para trasladar a las criaturas hasta el recinto de forma segura y contenerlas hasta que el hábitat está preparado para que no tengan problemas de adaptación. -Explicó, creyendo que con eso no se dejaba ningún detalle en el tintero.
Pero la preocupación de Weasley iba en otra dirección, una que no podía juzgar, por supuesto.- El sexo del dragón no estaba en el informe porque es un dato que ha llegado durante la reunión que usted se ha perdido. -Expuso sin tapujos.- Ya le he dicho que nos llega la información de la situación con cuentagotas, pero de momento no ha mostrado ningún tipo de comportamiento agresivo con el equipo que ya se encuentra en la zona, así que no veo por qué iba a hacerlo con usted. Es, después de todo, el mejor experto que tenemos. -Lo que implicaba que debía saber desenvolverse en ese tipo de situaciones peligrosas.- El equipo de la isla estará a su disposición y la comunicación es constante si cree necesitar alguna otra cosa, crearemos una niebla desde aquí para poder cubrir su desplazamiento hasta un punto seguro. -Anticipó, dado que no era la idea que sobrevolara la zona donde se encontraba el dragón.- Confío en usted para que traiga a ese dragón a salvo, señor Weasley, dígame si puedo ayudarle en algo más. -Aquella frase salió cargada de más emoción de la que había expresado en toda la mañana, pero era cierto que lo único que pretendía era proteger a esa criatura, pues era la misión última de aquella isla. Algo en lo que seguía creyendo a pesar de la burocracia en que se veía sumergida.
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