Turno de Jay. Cuando este lance los dados, se publicará el siguiente post de masterización con el mensaje del tablero

Ronda 2 | Turno de Jayden | Garaje | 17:30

Corrió junto a todos todo lo rápido que pudo, teniendo cuidado ya que portaba un hacha en sus manos, no quería que por alguna torpeza acabase clavada en alguna parte de su cuerpo.

Al llegar al riachuelo pensó en cruzar por el puente, pero al ver que su hija se tiraba directamente al agua miró hacia atrás, las hormigas se les estaban echando prácticamente encima, así que quizás era mejor solución, cuanto antes cayesen al agua antes se morirían ahogadas.

Avanzó por el agua, sintiéndola helada entre sus huesos, al principio apenas cubriéndole, hasta que le llegó más o menos hasta los muslos y esa parecía ser toda la profundidad que tenía.

—Cariño, tranquila, son hormigas ¿vale? No pueden avanzar por el agua, se ahogarán, aunque lo intenten y floten ya estarán muertas— aunque intuía que a su hija le daría lo mismo, si uno de sus cadáveres se acercaba a su pequeño cuerpo también se pondría a gritar asustada.

La imitó zambulléndose por completo, solo por si acaso alguna de ellas había conseguido llegar hasta él, aunque lo dudaba y cuando salió del agua vio como las hormigas llegaban justo hasta la orilla, la suerte estaba echada, ahora comprobarían si habían hecho bien o no.

De todas formas no iba a quedarse para descubrirlo, así que agarró la mano de su hija y tiró un poco de ella para seguir avanzando hacia el otro lado —id con cuidado, no sabemos si en algún momento  puede cambiar la profundidad— no sabía como funcionaba en los ríos, pero en el mar cuando menos te lo esperabas de repente te cubría hasta la cabeza, esperaba que no fuese el caso y que pudiesen llegar a la otra orilla simplemente andando.

Ronda 2 | Turno de Jayden | Garaje | 17:30

Ronda 2 | Turno de Jayden | Garaje | 17:30

Bueno, pues en cuanto su madre dejó la manguera echaron a correr en la dirección que marcaba Jazz, que iba la primera y no dejaba de recordarles lo que tenían que hacer. Correr sin parar y no caerse por el campo, era sencillo. Lo sería más sin la presión de una masa gigante de hormigas persiguiéndote.

- Creo que puedes soltar tacos, mamá. -Le recordó cuando pidió perdón por insultar a las hormigas. En serio, tenía que haber algún momento en que estuviera permitido decir palabrotas, y... aquel tenía que ser uno de esos.

Por fin llegaron al río y aunque Scott se paró un momento, terminó con todos metido en el agua y tratando de cruzar por allí. No les cubría del todo, pero Jay tenía razón en decir que tuvieran cuidado porque el suelo podía ser inestable. Las zapatillas se le quedaban algo atascadas en el barro del fondo, así que le costaba andar, pero al final llegó al otro lado.
Desde la orilla se veía a las hormigas en la otra, algunas cayendo al agua y yéndose con la corriente, mientras que otras bordeaban el río o se alejaban. Pero el caso es que el camino de hormigas no terminaba, como si todavía hubiera algunas saliendo de la casa.

- ¿Qué hacemos ahora? -Preguntó dudando, porque Jazz había dicho algo de que la vecina era una anciana, pero tampoco podían quedarse ahí con la ropa mojada y sin saber qué sería lo siguiente en aparecer.- Igual puede ir solo uno o dos de nosotros a pedir ayuda desde el teléfono de la vecina esa... porque le va a dar algo si nos ve llegar así. -No conocía a la mujer, pero si sabía lo que parecían ellos en aquel momento.

Ronda 2 | Turno de Jayden | Garaje | 17:30

Pues mira tú, habían llegado a unas aguas más frías que el corazón de su ex marido, de verdad que era lo que hacía falta para mejorar ese día, pero sin duda era mejor opción que los bichos a su espalda. Ella por suerte no les tenía ese pánico que la  niña, pero podía comprender perfectamente su estado, cuando había una fobia no era fácil de llevar. Hizo una mueca mientras intentaba pasar por el agua, levantando el juego para que no se mojara no sabía ni por qué.

— Id con cuidado, esto está fangoso. — eso le daba muchísimo asco, no lo iba a negar, la sensación de que se le fueran a quedar las piernas atrapadas no le gustaba en absoluto, así que cuando lograron llegar al otro lado logró suspirar con alivio. Jay y su hija estaban totalmente mojados iban a pasar frío si no les conseguían un cambio de ropa o una manta, la idea de ir a casa de alguien parecía imperiosa pero al mismo tiempo tenían que acabar con todo aquello. Se mordió los labios — Podemos ir todos, pero tendríamos que esconder este ridículo arsenal que llevamos o infartaremos a la pobre señora. — ya había escuchado decir que al parecer era una anciana — Al menos podríamos pedirle alguna manta o algo para que os tapéis, no creo que sea bueno que estéis así, nosotros estamos menos mojados pero no nos vendría mal. — miró entonces hacia Jay — Pero creo que deberías volver a tirar de una vez, la idea es acabar lo antes posible, ¿no? Y en casa de otra persona no me parece bien meter...esto. — alzó el juego, con una mueca entre el asco y el miedo. Al final esperó a ver qué tenía que decir, todos en general, porque al final estaban los cuatro metidos hasta el cuello en ese fango de situación. La idea de ir con Jazz a por las mantas y algo de ayuda mientras Scott y Jay tiraban no le parecía mal pero separarse de ambos tampoco le agradaba, todas las opciones parecían viables y malas a la vez.

Ronda 2 | Turno de Jayden | Garaje | 17:30

Jazz cruzó el río, como hicieron todos, pero no salió de éste. se quedó mirando a las hormigas desde una posición segura más tiempo de lo que lo hicieron los demás.
Presionó sus labios porque, aunque muchas se habían ahogado, las demás se habían dispersado. Algunas en varias direcciones, pero no parecía que volver a la casa fuera una opción...
Al menos, ninguna había conseguido cruzar.

Se dio la vuelta para cruzar lo que le quedaba del río y salir, abrazándose a sí misma por el frío, que además, se había empapado entera.
Se sentó en una de las rocas, todavía observando las hormigas. Algunas habían ido en dirección al pueblo... ¿Y si hacían daño a alguien?
Esperaba que no se pudieran multiplicar o no aparecieran más... Después de todo, el juego no era muy claro respecto a su funcionamiento, pero si iban saliendo cosas...
Iban a poner a la gente en peligro si seguían jugando.

—¿Tirar de nuevo?—Por alguna razón, a Jazz no le pareció una buena idea. Estaban en mitad del bosque, empapados, no debía quedar mucho para que anocheciera y no podían volver a casa. Si ya en su casa parecía que el juego siempre iba por delante y no estaban preparados para nada, mucho menos solos en el bosque y con el atardecer a la vuelta de la esquina. ¿Y qué otra cosa podían hacer?
Separarse no sonaba a buena idea... Porque no tenían forma de comunicarse.

—Si nos separamos no sabremos si a los otros les ha pasado algo...—Porque no llevaban los walkies, ni si quiera móviles, que habrían quedado sumergidos en el río, así que casi que mejor.—Hemos empezado a jugar en la casa...Deberíamos acabar allí.—Se puso en pie sin dejar de abrazarse o tiritar.—Podemos ir a pedir ayuda a la vecina, quizá tenga algo que... nos ayude para volver. Las hormigas se han dispersado, quizá si todos tenemos algo podamos con las que queden en la casa...

Ronda 2 | Turno de Jayden | jardín | 18:00

Ronda 2 | Turno de Jayden | Río cercano | 17:45

Al salir del riachuelo sintió toda la ropa mojada pegándose a su cuerpo, hacía frío, pero le preocupó más que Jazz estaba en la misma situación, al menos Lizz y Scott tenían la parte de arriba seca.

No pudo evitar acercarse a su hija y abrazarla para darle calor, frotando su espalda con suavidad, mientras escuchaba las opciones.

Desde que había empezado aquella pesadilla no parecía haber una opción buena, si iban hacia un lado ocurría algo malo y si iban hacia el otro, también, todo lo que habían hecho había desembocado en consecuencias pésimas y no sabía qué hacer.

Le había parecido buena idea ir a casa de la vecina para pedir ayuda desde allí, quizás la policía les creía si tenían testigos que los viesen hechos un desastre, pero en cuanto escuchó las sirenas frunció el ceño, ni una sola de ellas se dirigía hacia su hogar, abandonado tras sus espaldas, donde las plantas y las hormigas y seguramente las serpientes seguían campando a sus anchas, destrozándola, por no hablar del loco que podría seguir por allí.

—Creo que el juego no nos permite pedir ayuda— concluyó —somos nosotros cuatro, empezamos la partida juntos y del mismo modo la tenemos que terminar— no quería sonar brusco, pero si con la llamada de Lizz no habían acudido, estaba seguro de que ya no lo harían.

Se separó de Jazz y se acercó hasta el juego posado en una de las rocas, estuvo tentado de tirarlo al río, deshacerse de él para siempre, pero entonces nunca podría recuperar su casa y quien sabía si sus vidas, ¿aquellas cosas seguirían apareciendo de repente en cualquier momento? ¿estaban ligadas a ellos o a la casa?.

—Vale, creo que me toca otra vez— susurró mirando hacia el otro lado del río donde aún quedaban muchas de las hormigas que los perseguían —quizás el río nos sirva de nuevo para lo que sea que esté por llegar, si no correremos todo lo rápido que podamos, sin mirar atrás y nos resguardaremos en casa de la señora Parsons, desde allí decidiremos qué hacer— tirar los dados en casa de la pobre anciana no era una opción, pero al menos recuperarían fuerzas, se ducharían y desde allí podrían ir a la comisaría más cercana, quizás en persona les harían más caso.

—Allá vamos— suspiró y agarró los dados para volver a lanzarlos, leyendo el nuevo mensaje de la esfera —mira donde pisas y busca donde agarrarte. Si entras en pánico, te quedarás sin aire— el click en su cabeza fue instantáneo, pues eso sonaba demasiado a lo que ocurría en Indiana Jones, una de sus películas favoritas, ¿qué otra cosa podía ser sino? no pensaba quedarse a descubrir si estaba en lo cierto o no.

—Rápido, agarrad todas las cosas, tenemos que subirnos en algo, rocas, árboles, lo que sea— ahora el histérico parecía él, ¿sería hereditario? pero es que no sabía con cuantos segundos contarían antes de que el suelo se los tragase, literalmente.

Ronda 2 | Turno de Jayden | Garaje | 17:30

Ronda 2 | Turno de Jayden | Río cercano | 17:45

Su madre tenía razón, igual deberían ir a pedir ayuda y algo con lo que secarse al menos. Una muda seca y limpia sería lo ideal, pero tampoco se iba a poner delicado, aunque los bajos de los vaqueros se estuvieran acartonando. No quería ni imaginarse cómo estaban Jazz y Jay que se habían metido enteros.
Y sí, igual tirar de nuevo antes de ir a visitar a esa vecina era lo mejor, así podrían correr y esconderse en su casa de lo que quiera que saliera del maldito tablero. Y, de acuerdo, igual lo de separarse no era una genialidad, aunque eso significaba que habría dos personas menos corriendo peligro y prefería que su madre estuviera lejos de él...

- ¿Quieres que volvamos? -Preguntó abriendo mucho los ojos. Eso era una locura.- La casa está plagada de plantas carnívoras, serpientes que aparecen de la nada, un gorila que no sé qué ha pasado con él, más hormigas de las que he podido ver en toda mi vida y un psicópata armado que te busca. -Fue enumerando dejando para el final al loco que se sabía su nombre.- No podemos volver, no por ahora. -Eso lo tenía claro, él no pensaba meterse otra vez en la boca del lobo.

Pero antes de que pudiera dejarlo claro, escucharon las sirenas. ¡Por fin iban a venir a sacarles de aquella pesadilla! O no... porque ninguno de los coches que se escuchaban iba en dirección a la casa. Todo se dirigía al pueblo, ¿será que los gorilas, las hormigas o el loco de la escopeta habían hecho algo contra todo el mundo?
Jay tenía razón, parecía que el juego hacía algo para que no pudieran conseguir ayuda... menuda mierda.

Asintió cuando dijo que le volvía a tocar, sí, había sacado doble, así que le tocaba... La pantalla volvió a mostrar las letras... Buscar algo a lo que agarrarse... Miró a los árboles y cogió el bate de béisbol.- Venga, vamos... ¡corred! -Por suerte se le daba bien aquello de subirse a los sitios, si había ramas bien colocadas y fue uno de los casos.- Venga, por aquí. -Animó a los demás, agarrándose bien y estirando la mano por si necesitaban ayuda, no era tan difícil.

Ronda 2 | Turno de Jayden | Garaje | 17:45

En vuestros próximos post, TODOS EXCEPTO JAY podéis realizar una de las siguientes acciones:
- Intentar salvar a Jay
- Intentar salvar el tablero
- Quedaros quietos/huir

Para la tercera acción solo tendríais que escribir un post de rol normal. Para la primera o la segunda, tenéis que lanzar un dado D10 y luego editar conforme al resultado. Las consecuencia son:
- 10 ó 9: Consigues salvar a Jay/El tablero
- 8-5: Te acercas mucho y aportas una pequeña ayuda, pero no llegas a salvarle. Puedes tirar de nuevo cuando te vuelva a tocar, con bonificación
- 4-2: Te acercas pero no consigues nada. Puedes tirar de nuevo cuando te vuelva a tocar, partiendo desde cero
- 1: Caes en las arenas movedizas

En el caso de Jay, deberá sí o sí realizar una tirada con un dado D10 y posteriormente editar el resultado:
- 10-4: Te quedas como estabas, la tierra no te engulle más
- 3-1: Te hundes un par de centímetros más

Ronda 2 | Turno de Jayden | Río cercano | 17:45

Daba igual la opción que se expusiera porque todas iban a ser malas. La policía no iba a servir de nada porque al parecer tenía mejores asuntos que atender y  no estaban en su casa, no era su llamada. Tal y como había dicho Jay estaban solos en eso y también estaba de acuerdo con su hijo, ella prefería no volver a esa casa que de por si aún no había llegado a acostumbrarse, así que tampoco era tan suya. Como fuera, su pareja volvió a tirar y antes de darse cuenta era momento de aterrorizarse por una nueva amenaza absurda.

En cuanto escuchó las advertencias buscó un árbol al que poder agarrarse pero no sin antes asegurarse de que los niños estuviera también a salvo, aunque al parecer no eran ellos de los que debían preocuparse.

— ¡Jay! — no lo pensó mucho, ¿qué había que pensar? El instinto actuó solo y se acercó rápidamente hacia su hijo, dejando todo para tomar el bate que este llevaba en las manos — Scott, dame eso. — en cuanto tuvo el bate en las manos se acercó al lugar en el que se estaba hundiendo para intentar que agarrara el otro lado, era lo primero que se le había pasado por la cabeza y ni siquiera sabía si serviría de algo — ¡Sujétate! — esperó a que hiciera lo que le había pedido antes de comenzar a tirar, apoyando las piernas abiertas para poder darse mejor impulso. No pesaba precisamente poco y la arena parecía tirar de él, era difícil pero más difícil era que le quitaran al único hombre que había encontrado y merecía la puñetera pena, ¡ni de broma! — ¡VAMOS! — y tiró con toda la fuerza que fue capaz. Al final cayó de culo en el suelo, tocando los hombros del contrario para asegurarse de que estaba fuera de la arena — Dios, vale, vale...

Ronda 2 | Turno de Jayden | Garaje | 17:45

En vuestros próximos post, TODOS podéis realizar una de las siguientes acciones:
- Intentar salvar el tablero
- Quedaros quietos/huir

Para la segunda acción solo tendríais que escribir un post de rol normal. Para la primera, tenéis que lanzar un dado D10 y luego editar conforme al resultado. Las consecuencia son:
- 10-8: Consigues salvar el tablero
- 7-4: Te acercas mucho y aportas una pequeña ayuda, pero no llegas a sacarlo. Puedes tirar de nuevo cuando te vuelva a tocar, con bonificación
- 3 ó 2: Te acercas pero no consigues nada. Puedes tirar de nuevo cuando te vuelva a tocar, partiendo desde cero
- 1: Caes en las arenas movedizas

La próxima en postear es Jazz. Si cuando llegue de nuevo su turno nadie ha conseguido salvar el tablero, este se hundirá un poco más en la tierra y será más complicado acceder a él.

Ronda 2 | Turno de Jayden | Río cercano | 17:45

Todavía estaba intentando asimilar lo que había pasado, mirando al otro lado del río y tratando se escurrir su ropa un poco, que su padre ya estaba con los dados...
¡Pero si ni les había dado tiempo de recuperar el aliento! Encima estaba empapada... ¿Cómo iba a correr como si no hubiera un mañana así?
Su padre no había corrido nunca con jeans mojados... ¿Cierto?

No tuvo tiempo de protestar, en cuanto vio lo que ponía en el tablero y escuchó a su padre, le faltó tiempo para dar un salto y correr hacia el árbol dónde estaba subiendo Scott. Estaba alzando su mano para alcanzar la del chico cuando escuchó a su padre.

— ¡Papá!—  Gritó histérica, otra vez... Dejó la intención de subirse al árbol, aunque no sabía qué hacer... Si tuvieran unas cuerdas o algo...
Por suerte, Lizz fue más rápida... Le quitó el bate a Scott y su padre lo aferró, ni si quiera supo dónde sacó la fuerza para tirar del hombre... Pero lo hizo, lo hizo...

— Papá...— Dijo aliviada, con intención de lanzarse a abrazarlo. Pero entonces vio el juego, hundiéndose. ¡Y ese no tenía manos para sujetarse a nada!

— ¡Sujétame!— Le gritó a Scott, estirando su mano para aferrarla de nuevo y dejándose caer hacia un lado, tratando de alcanzar el juego, estirándose todo lo posible.— Necesito... Un poco más...— Le dijo a Scott. Le miró unos segundos, sin soltar su mano, y se dejó caer un poco más.
Si no la sostuviera, caería de bruces en la arena. Casi de boca.— Casi lo tengo... casi lo tengo...— Dijo estirando un poco más su mano, tocando el lomo, empujándolo y...
Alcanzando uno de los bordes.— ¡Lo tengo! ¡Lo tengo!

Ronda 2 | Turno de Jayden | jardín | 18:00

Antes de que pudiese darse cuenta de lo que estaba ocurriendo sintió como la roca en la que se encontraba iba desapareciendo, junto con él, hasta que la arena cubrió sus piernas hasta las rodillas.

Por dentro estaba hecho un auténtico flan, pero recordaba todas las películas que había visto, siempre repetían lo mismo, incluso el juego había sido claro con ello, cuanto más se alterase, más rápido se hundiría, tenía que mantener la calma, fuese como fuese.

Cerró unos segundos los ojos y reguló su respiración, dentro y fuera, tal y como hacía antes de una operación peligrosa.

Los abrió despacio al escuchar la voz de Lizz, menos mal que la tenía a ella y a los niños, sabía que no dejarían que le ocurriese nada —sí— contestó agarrando el lado contrario del bate con todas sus fuerzas, poniendo todo de su parte para que ella no hiciese todo el trabajo, hasta que por fin estuvo fuera.

—Tranquila cariño, estoy bien, eh, estoy bien— le dio un pequeño beso y luego se aseguró de que Jazz y Scott también estaban a salvo, recordando que uno de ellos había mencionado en alguna ocasión que el que tiraba los dados tenía más posibilidades de ser atacado y lo habían comprobado una vez más.

Al ver que su hija estaba prácticamente tirándose a la arena abrió los ojos como platos y se lanzó a sujetarla, junto con Scott —¿Jazz qué haces?— preguntó, pero entonces se fijó en el tablero y lo comprendió todo, si no lo recuperaban, ¿alguna vez dejarían de acecharles todas aquellas cosas? —confía en nosotros, te tenemos— le dio ánimos y suspiró aliviado cuando por fin lo tuvo entre sus manos, tirando de ella con fuerza para separarla por completo de las arenas movedizas.

—Tenemos que salir de aquí— no sabía si la arena seguía expandiéndose, si en cualquier momento el suelo bajo sus pies podría desaparecer, tenían que avanzar, no podían quedarse simplemente allí.

Ronda 2 | Turno de Jayden | Garaje | 18:00

Ronda 2 | Turno de Jayden | Río cercano | 17:45