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Rising Sun
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Fuente Mágica, Fuerza Mística
Inspired| 1x1| Power Rangers| Fuerza Mística| Series TV
Hace 20 años, en un universo paralelo lleno de magia, las Fuerzas de la Oscuridad se hacen con el poder y se desarrolla una lucha entre el bien y el mal a la que llaman la Gran Batalla. Un ejército de monstruos, dirigidos por un poderoso guerrero llamado Morticon, se despliegan por todas partes, con la intención de conquistar el mundo mágico, el mundo humano y más allá, pero tienen que enfrentarse a una legión de magos y magas. Los Místicos lucharon contra los monstruos, a pesar de que les superaban en número, hasta que lograron expulsarles del mundo humano. El más poderoso de los magos, Leanbow, lanzó un hechizo que mandó a los villanos al inframundo, y después hizo que el guardián de la puerta la sellara por toda la eternidad. Así, los magos ganaron la guerra, pero perdieron a Leanbow en el proceso, ya que para asegurarse de que el mal no escapara, se encerró junto a ellos. Los humanos no se enteraron de que sucedió esta batalla, y así pasó el tiempo.
En la actualidad, un terremoto sacude la ciudad de Briarwood y rompe el sello, permitiendo a los villanos escapar para lanzarse a la conquista de la Tierra una vez más. La hechicera Udonna, al saber que los villanos han escapado, busca a los cinco guerreros que mencionaba una leyenda, cinco jovenes de Briarwood. Esos cinco jones eran Nick, Maddison, Chip, Vida y Xander, y junto a ella se convirtieron en Power Rangers, quienes recibieron la tarea de enfrentarse al Maestro del Inframundo y sus huéstes.
Chip Thorn
20 años |
Ranger Amarillo |
Christopher Uckermann |
Shooting Star
Vida Rocca
20 años|
Ranger Rosa|
Dulce María |
Rising Sun
Nick Russell/Bowen
21 años|
Ranger Rojo |
Theo James|
Rising Sun
Madison Rocca
19 años |
Ranger Azul|
Selena Gomez |
Shooting Star
Theo
Hace 20 años, en un universo paralelo lleno de magia, las Fuerzas de la Oscuridad se hacen con el poder y se desarrolla una lucha entre el bien y el mal a la que llaman la Gran Batalla. Un ejército de monstruos, dirigidos por un poderoso guerrero llamado Morticon, se despliegan por todas partes, con la intención de conquistar el mundo mágico, el mundo humano y más allá, pero tienen que enfrentarse a una legión de magos y magas. Los Místicos lucharon contra los monstruos, a pesar de que les superaban en número, hasta que lograron expulsarles del mundo humano. El más poderoso de los magos, Leanbow, lanzó un hechizo que mandó a los villanos al inframundo, y después hizo que el guardián de la puerta la sellara por toda la eternidad. Así, los magos ganaron la guerra, pero perdieron a Leanbow en el proceso, ya que para asegurarse de que el mal no escapara, se encerró junto a ellos. Los humanos no se enteraron de que sucedió esta batalla, y así pasó el tiempo.
En la actualidad, un terremoto sacude la ciudad de Briarwood y rompe el sello, permitiendo a los villanos escapar para lanzarse a la conquista de la Tierra una vez más. La hechicera Udonna, al saber que los villanos han escapado, busca a los cinco guerreros que mencionaba una leyenda, cinco jovenes de Briarwood. Esos cinco jones eran Nick, Maddison, Chip, Vida y Xander, y junto a ella se convirtieron en Power Rangers, quienes recibieron la tarea de enfrentarse al Maestro del Inframundo y sus huéstes.
20 años |
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- Código:
<div class="thewatch"><titulo><i class="far fa-bolt"></i>
<hh>Titulo del Tema</hh><sb>Capitulo I</sb></titulo>
<div class="guard"><txt>Lorem ipsum <i>dolor sit amet</i>, consectetur adipiscing elit. <u>Suspendisse varius</u>, ante vitae congue pharetra, mauris <strike>nisi gravida ex</strike>, sed sagittis orci urna ac sem. <a href="">Sed ut magna massa</a>. Sed ultrices est ullamcorper scelerisque aliquam. Morbi convallis quis metus sit amet tempor. <b>Phasellus sed orci felis.</b> Donec hendrerit, nibh sit amet viverra finibus, odio leo sollicitudin nulla, eu rutrum nisl mi interdum mi. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Suspendisse varius, ante vitae congue pharetra, mauris nisi gravida ex, sed sagittis orci urna ac sem.
Sed ut magna massa. Sed ultrices est ullamcorper scelerisque aliquam. Morbi convallis quis metus sit amet tempor. Phasellus sed orci felis. Donec hendrerit, nibh sit amet viverra finibus, odio leo sollicitudin nulla, eu rutrum nisl mi interdum mi. Lorem ipsum dolor sit amet, consectetur adipiscing elit. Suspendisse varius, ante vitae congue pharetra, mauris nisi gravida ex, sed sagittis orci urna ac sem. Sed ut magna massa. Sed ultrices est ullamcorper scelerisque aliquam. Morbi convallis quis metus sit amet tempor.</txt></div>
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<datos>Información del tema, tipo lugar u otra cosa</datos>
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Con lo que no contaba era el toparme con mi hermana. - Estoy bien. El anciano es por el anciano. - Le decía a mi hermana que llegó de la nada, también Xander y además de un moreno con una cara de incrédulo que no se la quitaba nadie. Por cierto, noto muy cariñosa a mi hermana... le brillan los ojitos. ¿Acaso ese era el famoso Nick? Buena pregunta.
No tenía tiempo para ponerme metiche porque digamos que al parecer el mundo se estaba por acabar. Que todo dependía de nosotros y que seríamos... - Espera. ¿Qué? - pregunte algo confundida. Pues todo parecía sacado de una de las historias de Chip. Lo más sorprendente había sido esas manifestaciones alrededor de nosotros. Había literalmente un tornado alrededor de mí... aunque no entiendo por qué rosa. ¡Los tornados no son rosa! ¿Power Rangers? ¿Gente común y corriente como nosotros? Genial! - Bien, bien, eso suena genial, pero... - estaba por cuestionar el color, por cuestionar porque el incrédulo debía de ser el líder cuando todo se puso tenso de verdad.
Un enorme mounstro apareció asustando a las pobres criaturas que salían despavoridas. - Ha llegado su momento de ser probados. Solo crean en la magia y ella hará el resto por ustedes. - dijo el anciano con una sonrisa. - Yo me encargaré de él, aún no están preparados para combatirlo. - dijo refriéndose a la sombra que parecía estar al fondo. De pronto el anciano se convirtió en una mujer vestida de blanco dando a entender que era su verdadero rostro, tenía una capa y una varita de madera con una un copo de nieve en la punta. - Esto es para ustedes denles buen uso. - añadió haciendo aparecer una de esas varitas en las manos de cada uno. La mía tenía una mariposa rosada, la de mi hermana una cola de sirena, la de Chip un águila amarilla, no había alcanzado a ver la de Xander o el otro chico. Pero eran verde y roja.
Otro rugido de la criatura. - Confió en ustedes son los elegidos. - añadió la mujer. - Recuerden, todo está en creer y en la unión. - añadió para girarse, hacer un gesto con su varita. - ¡Fuente Mágica! ¡Fuerza Mística! - exclamo al cielo y pronto le apareció una armadura de Ranger color blanca. La mujer se marchó a combatir aquella sombra. Lo peor del caso es que ahora estábamos 5 parados con esas varitas en las manos sin saber qué hacer. La bestia seguía rugiendo y las pobres criaturas todas aterradas. Estaban también fastidiando a las criaturas del bosque. - Supongo que hay que hacer algo. ¿Chip? ¿Alguna idea? - porque bueno, era el experto en el tema.
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—¡¿Está hablando en serio?! — Chip en vez de asustarse lo encontró grandioso, completamente maravilloso. Porque eso significaba que todas esas historietas y libros eran reales. Su mirada se iluminó completamente, y escuchaba con verdadera atención y concentración al hombre que dictaban que eran Power Rangers, él hasta Superman habría sido. — ¡Yo le creo! ¿Qué es lo que tenemos que hacer? — Ninguno de sus amigos se sorprendería de su actitud, era un sueño convertido en realidad, y eso lo hacía demasiado feliz. Más encima, lo rodeaban truenos amarillos y era completamente genial.
Lo que sí le dio miedo fue ver que apareció aquel Monstruo de la nada y que pensaba atacarlos. No podía quedarse así, lo que había entendido que tenía poderes referentes al trueno y a la electricidad, y algo tenía que hacer al respecto. Todo era tan rápido, que ante eso hasta el anciano resultó ser una hermosa mujer que parecía un elfo del Señor de los Anillos hasta con un toque de bruja bondadosa. — ¡Guau! ¡Impresionante! — No podía dejar de decir, tomando su varita con seguridad y contemplándola absorto porque era muy parecido a Harry Potter. No entendía muy bien que sería pero si era bastante parecido a un mago superhéroe ¡Fantástico!
Se quedo maravillado contemplando a la mujer que fue a la lucha, viendo muy bien como se transformaba y siguiendo todos sus movimientos. Escuchó las palabras de Vida — ¿Cómo es que preguntas eso? No creo que esté mintiendo. ¿Cómo era? ¡Ah!— Y con atrevimiento levantó su varita diciendo a lo alto, quizás como un loco de remate, pero estaba tan convencido que esto era real que solo había dicho. — ¡Fuente Mágica! ¡Fuerza Mística! — Y resultó. De la nada, comenzó a rodear por todo su cuerpo aquel poder de la electricidad y sin tantos minutos de espera, todo su cuerpo fue cubierto de un traje amarillo impresionante.
—¡Por los relámpagos y centellas! ¡Esto es real! ¡Vida, inténtalo! — La animó. Porque quería ir con ella a luchar. — No tengo idea que hacer, pero supongo que la mujer nos guiara ¿No? ¡Porque sí tenemos que ayudarla! — Ahí se confundió un poco. Lo que sí, es que se sentía tan fuerte y dispuesto a todo, una fuerza interior lo hacía sentir seguro, a lo mejor solo era el entusiasmo y luego se acobardaría.
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Me encontraba desconcertado. Todo era tan extraño. ¿Cómo es posible que esto esté ocurriendo? Por más que Maddie me pidiera mantener la calma, no podía dejar de sentir esa sensación de que todo esto estaba fuera de sitio. No debía de ser. El anciano por lo visto nos había engañado para meternos a este bosque. Ahora la pregunta era. Él era de los buenos o de los malos. Digo por qué, ya que vamos a meternos en lo que parece un mundo de fantasía, siempre hay dos bandos, los buenos y los malos. Aunque a veces suele haber un tercero... los que le importa un divino lo que pase a su alrededor y son indiferentes. Para mi desgracia, por más incrédulo que pudiera ser, no estaba en ese grupo de indiferentes. Tampoco pienso que sea mala persona. Por lo cual imagino que quizás somos los buenos.
- Me está queriendo decir que al que más trabajo le dio convencer de que le creyera. ¿Es a quien se le ocurrió poner de líder? - pregunte atónito. Si hasta le hice a lo Santo Tomás, ver para creer. Mientras que Maddie le creyó de la primera, y bueno, los otros no parecen estar tan incrédulos como yo. Es más siento que hasta están emocionados. A veces no entendía la lógica que tenían las personas 'sabías'. Solo que cuando añadió la parte del porqué lo había hecho me sentí bien estúpido. ¿Por qué no lo deje tan siquiera terminar la frase? Ay Nick... - Oh... pero yo no hice eso esperando un reconocimiento, ni un premio. Solo no podía dejarla entrar sola en un bosque como este, y tampoco podía dejar a su suerte a una persona mayor de edad. - comente, porque no pretendía ninguno reconocimiento. Es más, aún, no estaba seguro de que pudiera ser un buen líder. La misma Madison había notado que suelo ser un lobo solitario. Así que ni idea de como podría ser líder de cuatro chicos que ni conozco, al menos a Maddie la conozco un poco. Pero no al resto.
Sin embargo, no podía ponerme a hacer cuestionamientos porque de que nos dijo que éramos Power Rangers, a que se pusieron las cosas más feas aun después del segundo terremoto, fueron dos cosas iguales. Trate de ocultar mi sorpresa al darme cuenta de que lo del anciano era solo un disfraz. Pues debajo de eso había una mujer misteriosa, cuya mirada se me hacía tan extraña y al mismo tiempo familiar.
El rubio parecía ser el más entusiasta con esto. Mientras yo aceptaba la responsabilidad porque era lo correcto, aunque ya incluso comienzo a dudar de si estaré despierto. Todo se ve tan irreal... Quizás luego de un rato despierte. Lo único malo de eso seria que realmente no me habría encontrado de nuevo con Madison.
Mire que hacían los demás, que al parecer seguían las instrucciones del chico en amarillo. - Esto es una locura... - murmure mientras intentaba recordar lo que el resto había hecho. - ¡Fuente Mágica! Fuerza Mística! - me sentía incluso algo ridículo haciendo esto. Sin embargo, momentos después sentía como aquella luz roja me envolvía y de un momento a otro tenía aquel traje y armadura roja puesta. - No puede... ser... - dije sorprendido. Mire a Maddie. - Te sienta bien ese color. - le murmure solo para ella.
- ¿Ah, pero que tenemos aquí? Un grupo de niños jugando a los superhéroes. - dijo con voz ronca y soltando más gruñidos enfadados. - Oh no... no. ¿A quién llamas niños? - dije fastidiado. Sí, algo me molestaba era que nos subestimara. Bien podría estar incrédulo, podía estar algo inseguro de si sería un buen líder o no, pero no significaba que no lo intentaría. Podía haberme dado la media vuelta y no lo hice.
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Su hermana no sabía que hacer y le pidió opinión a Chip, que sabiendo como solía ser, era el más entusiasta con todo esto, creyendo con fuerza vio como lo rodeaban truenos a su alrededor y luego aparecía con un traje amarillo todo espectacular. — ¡Impresionante! — Quería hacerlo y ya había escuchado las palabras "Solo hay que creer con fuerza" Pensó, y fue en ese momento, tomando esa extraña varita azul y alzándola solo dijo:— ¡Fuente Mágica! Fuerza Mística!— Un torrente de agua como si fueran olas la rodearon, sintiendo toda esa sensación de un furioso mar o incluso río torrencial. La magia fluía por todo su cuerpo de manera especial y se sintió la mujer más valiente del planeta, fue ahí que creyó más que no se trataba de un sueño, había sido elegida también como una power ranger. De pronto, se vio con un traje azul, justo al momento que Nick se transformaba a la vez, había sido el último lo que hizo que negara con la cabeza y sonreír.
— Ya era hora. — Lo molestó divertida sintiendo ese rubor en sus mejillas - que por suerte no notaría - cuando le dijo que lucía bien con el traje. —Tú también. — Sin embargo, la power ranger azul no sabía que hacer, o sea, era muy claro que tendría que controlar el agua, solo suposiciones pero imaginaba que la bruja iba a decirles que tenían que hacer. ¿Todo se guiaría por la imaginación? Tomó el brazo de Nick, sin poder evitarlo, cuando aquel monstruo horrible les habló.
No dijo nada, pero ahí se quedo mirando en una posición que estaba dispuesta a luchar porque no dejaría a ninguno de sus amigos, Vida y mucho menos a Nick. — ¡Señora! ¡¿Qué es lo que tenemos que hacer?! — Trate de llamarla para que se diera cuenta que claro éramos una clase de héroes pero si no éramos lo suficiente fuertes y más unos ignorantes que no sabían que hacer, serían presa fácil. Sin más, levantó la varita, quizás un ataque en conjunto funcionaría.
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Maddie igual siempre tuvo más imán que yo para los chicos. Supongo que es su forma adorable de ser. Yo por mi parte pienso que los terminó espantando por ser un poco brusca. Bueno menos Chip, a veces siento que me tiene en un pedestal que no merezco. Él es el que debería estar en uno, solo que no sé sí se fijaría en mí o simplemente me quiere mucho. Y Xander creo que me tiene algo de miedo, pero igual es buen amigo. Pero nada más.
Volviendo a Chip... lo veía tan contento y emocionado, aun cuando no se había dado cuenta de que este igual implica que se podría acabar el mundo, que la verdad me sacaba una sonrisa, se veía tan lindo y adorable... Tuve que sacarme de mis pensamientos, despierta Vi que nos mata el monstruo.
- Me sorprende que te atreverías a entrar al bosque. - Le espeté en broma... pero en verdad al mismo tiempo a Xander. Porque no me salga con que es valiente. En fin, esto que estaba pasando parecía que estaba siendo real. Así algo habría visto de especial en nosotros el anciano que ya no es anciano sino una mujer mística. Y la cual le confirmaba a Chip que lo decía en serio.
- Bueno, es que aún estoy sorprendida. - Le aseguré a mi mejor amigo. - Bien, aquí vamos...- Al igual que el resto, imite lo que Chip hacía. - ¡Fuente Mágica! ¡Fuerza Mística! - de pronto un remolino rosado me cubrió para terminar transformada en una Ranger al igual que el resto. - ¡Oh! ¿Pero por qué rosa? - dije al fin en voz alta disgustada. Era como si se tratara de una broma con toda la intención del mundo. Yo era la tomboy, mi hermana la delicada. - Aunque se siente genial.- igual admití porque podía sentir cómo todo ese poder que ni dea de como usarlo, corría por mi cuerpo.
- Como les dije, solo deben creer para que la magia fluya por ustedes. Utilicen sus varitas para invocar la ayuda de sus elementos naturales. - señaló la mujer misteriosa a mi hermana, pero sin dejar de combatir aquel ser sobrio que igual parecía estar al control del monstruo que teníamos de frente. Este era solo un lacayo más por lo visto. Solo que no dejaba de ser atemorizante. - Ustedes pueden, yo me encargaré luego de pulirlos. Pero por ahora que esto les sirva como su primera prueba. - aseguro la mujer de blanco.
- Bueno... no se diga más... - me decía a mi misma. Escuchaba al monstruo como nos retaba y Nick, porque tenía que ser él, no dudaba en también retarlo. Claro, como igual yo era un poco voluntariosa, no dude en abrir mi bocotá. - Oh, no, no... podré estar de rosa, pero no por eso soy menos inofensiva. - le dije molesta. Hice un movimiento con esa varita unas alas de mariposa salieron de mis espaldas y comenzaron abatir fuertemente lanzando rocas hacia el monstruo. Solo que no estaba tan bien posicionada y no todas llegaron a su objetivo. Sin embargo el monstruo estaba muy molesto por estar siendo retado y saco un enorme y pesado tentáculo que me llevo enredada tirándome sobre uno de los arboles haciendo que sintiera como se me iba el aire y sacándome un quejido de dolor. - ¿Van a seguir tentando su suerte? ¿Quien es el siguiente? -
Lanzare 4 dados para ataque y 4 dados para defensa.
El orden de los resultados serian así:
Primer grupo de dados :
dado #1 - ataque de Vi - 3
dado #2 - ataque de Chip - 8
dado #3 - ataque de Nick - 10
dado #4 - ataque de Maddie - 3
Segundo grupo de dados:
dado #1 - daño a Vi - 8
dado #2 - daño a Chip - 4
dado #3 - daño a Nick - 10
dado #4 - daño a Maddie - 1
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El miembro 'Rising Sun' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados
#1 'Numérico 10' : 3, 8, 10, 3
--------------------------------
#2 'Numérico 10' : 8, 4, 10, 1
#1 'Numérico 10' : 3, 8, 10, 3
--------------------------------
#2 'Numérico 10' : 8, 4, 10, 1
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Observó como los demás lo hacían, fijándose más por cuestiones lógicas en Vida, él mismo quedo impresionado que su traje fuera rosa, justo el color que no le gustaba, solo que en el fondo él sentía que era un color que le venía, dado que era muy dulce. Así que, ante su alegato, tuvo que decirle. — Para mí luces increíble con ese color, te viene… ¿Qué sentiste? — Preguntó curioso y aunque ella no podía ver su sonrisa, si estaba sonriendo abiertamente que justo ese fuera su color y quería saber. Sin embargo, no podían desconcentrarse dado que la batalla con ese monstruo tenía que comenzar, sin duda, no sabía qué hacer y necesitaba una clase de entrenamiento para manipular y manejar mucho mejor ese poder, fue Madison quién hizo la pregunta cuando iban de camino a luchar. ¡Eso monstruo era horrible! No podía negar que lo intimidaba un poco, dejándolo perplejo.
Ahora solo quedaba escuchar a la bruja que, de manera inteligente, iba ayudarlos y no dejarlos ahí de forma ignorante y sin nada que hacer, estuvo todo el tiempo muy atento a sus palabras, no podía hacer otra cosa, tenía que concentrarse. Debía confíar en ella porque quería creer que era la buena de la historia. De su nueva historia que ahora era real.
—¡Entendido! — Alzó la voz ante las palabras de la bruja. Lo cierto es que solo tenía que pensar en todas esas historietas y películas que se había visto y recordar que clase de poder podría tener. Igual era como si la bruja se hubiera apoderado de su mente en ese momento, así que se imaginó un bastón que era una clase de cañón que daba golpes de electricidad. Así que solo movió la varita y dijo —Vamos a derrotarte ¡Magi Staff! — Tal como se había imaginado el bastón se formó, y buscando una roca del suelo hizo que este formara electricidad para que fuera contra el monstruo. Este fue tan rudo que el maligno flaqueó y gritó, comenzó a humear. — ¡Hay que seguir! — Por supuesto, que ese horripilante se quiso vengar, atacándolo y aunque le hizo daño, el chico se alcanzó a proteger para que el golpe no fuera tan duro. Se moría de nervios y adrenalina, sentía sus piernas como gelatina, sin embargo, sabía que no tenía que apartarse de ahí porque entre todos podían derrotarlos, tenía que confiar en ellos.
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Era inesperado, extraño. ¿Cómo no podía estar aún desconcertado? De un momento para otro me enteraba de que existían las hadas y duendes. Cuando yo juraba que solo se trataba de cuentos para niños. Para rematar parecía alguien quería acabar con el mundo, y la cereza del pastel era he hecho sé que al parecer el destino o lo que fuera dictaba en que nosotros debíamos salvarlos. Un grupo de jóvenes que ni idea de lo que estábamos haciendo, excepto tal vez por el rubio que no sé si realmente sabe lo que hace o simplemente está tan emocionado con la idea que hace parecer que sí.
Las palabras de Maddie me daban valor para asumir la responsabilidad. Aunque igual sentía una enorme presión. No quería ser la decepción de todos, en especial de ella. Era un gran peso y responsabilidad que me habían lanzado sin tan siquiera presentarme si quería. Pero aquí estábamos. No había marcha atrás. Teníamos una criatura repugnante frente a nosotros y si no hacíamos nada de seguro terminaría por aplastarnos. Así que no era momento de ponerme a cuestionar el porqué de las cosas. Más bien era la hora de actuar. Una sonrisa en mi rostro desconcertado apareció en agradecimiento a su apoyo. - Buscaré la forma de serlo. - le aseguré. Por falta de intento no seria. Tal vez no era lo mío, pero tampoco podía ver como se hacían injusticias y vidas inocentes peligraban.
Cuando al fin lo intente sentía aquella sensación extraña recorrer mi cuerpo al hacer la morfosis. De un momento para otro ya llevaba aquel traje con capa y casco de color rojo que me protegería y daría poderes, al parecer, para luchar contra aquella extraña criatura arrogante. Por supuesto que no había podido evitar sonreír de forma coqueta al escuchar las palabras de la morena en azul. Sin embargo, el estar tapado el rostro con aquel casco imposibilitaba que pudiera ver los gestos de mi rostro. La verdad que si logramos salir con vida de esta pelea necesito esa cita con ella. De veras. - Sí salimos vivos. Tú, yo... cita… - Le dije por lo bajo.
Note como la otra chica aun con un buen intento de ataque no le resultaba del todo haciendo que aquel monstruo terminara por arremeter contra ella. El otro muchacho parecía definitivamente saber más lo que hacía. Me preguntó por qué no termino siendo el líder. Pues es que seamos sinceros, el de amarillo se veía que sabía lo que hacía. Aunque muchas veces se necesitaba más que eso para ser líder.
Sentía preocupación de cómo saldría todo esto. El corazón acelerado porque realmente se trataba de algo completamente nuevo para mí. Necesitaba calmarme. Canalizar todas mis fuerzas, pero sobre todo bloquear todos esos pensamientos que me indicaban que la magia no podía ser real. Pues necesitaba creer en estos momentos de que realmente si lo era. Tenía que serlo.
- Aquí ninguno se rinde, así que ni intentes amedrentarnos. ¡Magi Staff! - amenacé, podría ser lo que quisiera, pero no nos trataría como cobardes. La varita se había convertido en una espada que ahora estaba envuelta en un torbellino de llamas. Por supuesto que debía de acercarme para poder dar un golpe contundente. Tomé impulso dando una carrera desde donde estaba hasta llegar cerca del monstruo para así dar un salto y lanzarle el golpe con la espada en llamas.
Había sido uno también contundente. Sin embargo, la suerte no me sonrió tanto, pues aunque había sido un buen golpe, había estado demasiado cercano a la criatura, por lo que le dio tiempo de volver a sacar los tentáculos dándome con ellos como si se tratara de un enorme látigo justo por el área de la espalda lo cual había provocado que por un instante sintiera que se me habían removido todos los órganos internos, por aquello de exagerar, pero así se sentía. Un enorme ardor había arropado mi espalda entera. Y eso que el traje protegía, pues ni siquiera se había roto. - Ya casi lo tenemos...- solté casi ahogado por el dolor pero dispuesto a seguir.
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Había soltado una pequeña risa al ver a su hermana con un traje rosa y sentía que se veía increíble. Y la cosa es que todos se habían puesto a pelear con aquel malvado monstruo por lo que tenía que dejar sus miedos atrás. En ese momento, escuchó las palabras de Nick que no perdió ni tiempo y que hizo que se sonrojaran sus mejillas. Realmente nunca antes le había gustado un chico como pasaba con él y podría intentarlo así que con timidez y bajito solo dijo. —Sí. Cuando gustes. — Y no quería distraerse. Trato de ayudar en lo que pudo a Nick cuando le llegó ese feroz ataque y viendo que igual tenía que aportar soltó un suspiro y solo se dio valor para actuar.
La energía por todo su cuerpo como si fuera un mar o un río furioso seguía. La idea era imaginar, escuchaba una voz interna que ella pensaba que era la misma bruja que lo hacía como si fuera una clase de guía. Su mente se volvía mucho más imaginativa y por lo tanto, solo le toco actuar.
Alzó la varita que se transformó en un bastón pero el monstruo se percató por lo que aunque alcanzó a lanzar un chorro de agua no fue potente, el ataque entre los dos se retuvo pero pudo llevar agua hacía su feo rostro porque se llevó sus manos quejándose. Era el turno de Xander y la bruja, al menos ella no sentía dolor pero si le había llegado en menos potencia el golpe del monstruo. — ¿Estás bien? Sí… casi lo tenemos. ¡El último golpe! — Siseó con todas fuerzas para que aquel villano desapareciera pero si esto era tan igual como las historias y comics de Chip suponía que tan solo era el comienzo.
Los nervios estaban apoderada de ella y sinceramente quería aprender más. Recordó aquella cita y de nuevo se sonrojó. ¿Cómo acabaría todo? El monstruo se veía bastante débil y enojado, buscó como pudo algún objeto que en este caso eran puras rocas o ramas para lanzar otro chorro de agua solo por si acaso. — ¿Y sé puede atacar a la vez todos juntos? Nick... ¿Podrías ayudar? — Le dijo al grupo solo por sugerencia es que podría servir aún se sentía bastante novata en esto. Se mantenía al lado de Nick es que parecía el más adolorido pero es que se había dado cuenta porque estaba más cerca y a su lado.
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No podía verle la cara a mi amigo; sin embargo, en el tono de su voz podía asegurar que estaba demasiado de feliz de haber sido elegido para algo como esto. Era su sueño hecho realidad y miren como son las cosas de la vida. Ahora todos éramos parte de ello. Incluso el chico que le gusta a mi hermana. Oh sí, porque esos dos se les sale por los poros que se gustan. A mí que no me lo nieguen, para notar eso me pinto sola… bueno cuando se trata de otras personas. Incluso el cobarde Xander estaba sacando algo de agallas. Quizás lo subestimamos.
Los chicos hicieron sus intentos. Yo como pude me levante de donde el tentáculo me lanzo. Notando como era precisamente Chip quien lograba darle uno de los golpes más certeros. - ¡Eso, demuéstrale quien manda Chip! - le exclame para motivarlo. Escuchaba la sugerencia de mi hermana. Por suerte no había sido muy dañada o seria yo la que se podía volver un monstruo. - Creo que mi hermana tiene razón. Siempre tiene ideas sensatas. - mire a Chip. - Activamos la magia todos juntos, ¿no? - dije mientras me alineaba con el resto para lanzar un último y gran ataque. - Magi Staff! - un remolino de viento salió a la par que mis compañeros lanzaban su hechizo... ¿Si hechizo? ¿No? Eso parece. Formándose una gran tormenta de elementos en dirección de la criatura. No lo había notado, pero la bruja blanca ahora nos observaba como si nos estuviera evaluando. Como si quisiera ver si había hecho una buena elección.
- Oh, Chip, Chip. Me tendrás que enseñar todo lo que sabes si logramos salir de aquí. - le dije con una sonrisa aun cuando no la pudiera ver. Pues parecía que a pesar de todo íbamos encaminados a una victoria. Por otro lado, mi querida Maddie tiene mucho que contarme sobre el ya famoso ranger rojo que la pretende. Tiene que soltar toda la sopa.
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Algunos también habían severos daños como Nick y Xander, no le gusto nada que Vida también lo hubiera recibido. No tenían tiempo para curarse había que derrotar muy pronto a esa cosa para así entender y asimilar lo que estaba realmente sucediendo. — ¡Vale! — Siguió la sugerencia de Madison activando de nuevo el poder y gritando: — Magi Staff!!— Fue impresionante como cada poder se complementó hasta llegar al monstruo que fue derrotado al hacerlo todos juntos.
Fue cuando recién sintió el relajo en todo su cuerpo y fue hasta Vida. — ¿Te encuentras bien? ¿Dónde te dañó? ¿El traje será seguro? Es que a mi no me dejo de doler. — Preguntó preocupado hacía a su amiga notando que igual estaba exhausto y dolorido, como sí mil camiones lo hubieran molido. — Lo derrotamos, pero.. pero... no puedo responder a tu pregunta, yo no tengo idea como enseñarte. Creo que cada uno tendrá que hacerlo por su propia cuenta y con la ayuda de la señora. — Miró a la mujer al fin. Que los estaba evaluando, el humo no molestaba realmente por el traje que llevaban y fue una fortuna que se mantuviera pues de un momento a otro cuando el humo desapareció ya no tenía el traje, estaba con la misma ropa de antes.
—De verdad no entiendo nada. ¡¿Cómo están todos?! — Preguntó en un grito y callándose al instante cuando la señora hechicera comenzó hablar con ellos.
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Al fin, al fin podría tener un modo a solas con Maddie después de lo que pasó en aquella fiesta. No había sido su culpa. Sin embargo, se había quedado como algo que anhelaba y no había podido ser. Pero tal parecía que nuestra suerte estaba cambiando. No sé si era la adrenalina del momento o que, pero en medio de la propia batalla ya me había dicho que sí saldría conmigo. Lo cual era otro motivo más para acabar con esto. - Pues así será. - le respondí bajito solo para que ella me escuchara. Sonreía aun cuando no lo pudiera notar por el casco. Siento que eso, igual, me motivo aún más para terminar de una vez por todas con este monstruo.
Poco a poco logramos ir debilitando al monstruo. Solo necesitaba un último golpe, pero que fuera uno contundente, así podríamos terminar con todo esto de una vez por todas. ¡Tenía una cita en agenda con Maddie! Nadie lo iba a poder impedir. Nadie, ni siquiera esa cosa deforme. - Muy bien. ¡Magi Staff! - miré a los demás, pues para que negarlo de todos era el más inexperto en esto por ser el más escéptico en creer en la magia y, sin embargo, la misteriosa mujer insistía en que fuera el líder. Pero esas dudas podían esperar, lo importante era terminar con esto. Una llamarada de fuego salió de la varita y se unió al golpe de poder de los otros elementos que los demás rangers lanzaban al unísono, creando un impacto letal en la criatura.
Ni siquiera estaba seguro de cómo habíamos logrado hacer todo esto. Sin embargo, aquí estábamos derrotando a estos monstruos. Era increíble pero real. Jamás pensé que lo pudiera reconocer. Nick Russell diciendo que la magia y los monstruos eran reales. Pero lo eran. ¿Cómo seguir negándolo cuando tenía como evidencia lo que mis propios ojos habían visto?
¿Acaso sería así de fácil las victorias? No lo creo, pero por ahora quería creer que sí. De la nada ya volvía a verme como yo, con mi vestimenta habitual. Fui hasta donde Madison. - Umm lo admitiré. Siempre tuviste razón en todo. - Le aseguré con una sonrisa a la chica. - Ya podemos ir pensando en esa cita. - le susurré mientras caminaba junto a ella. - Imagino que esa a de ser tu hermana, y el novio… y bueno. El otro chico igual lo conoces. ¿No? - le pregunté curioso.
Quería al fin ya terminar y poder hablar con Maddie con calma conocer a sus amigos. Pero en eso apareció frente a nosotros la mujer misteriosa. - Muy bien, Rangers han demostrado ser buenos trabajado en equipo. Pero les advierto. Esto solo es el comienzo, han despertado muchos terrores que amenazan la estabilidad del mundo Mágico y la paz de la Tierra. El mundo está en sus manos. - aseguro la mujer. - Con el tiempo aprenderán a usar al máximo sus poderes y arsenal. Incluyendo sus formas Zords los cuales juntos forman al Megazord un robot gigante que les ayudará a estar a la par de criaturas con la capacidad de ser gigantescas o encantadas para que así lo sean. Además de conocer las reglas básicas para utilizar la magia. Y sí, ustedes, a diferencia de rangers del pasado, tendrán como vehículo escobas mágicas. - aseguró la bruja con una sonrisa. - Ahora vayan a sus hogares y su vida cotidiana. Estaré en contacto con ustedes. Y recuerden mantener en anonimato sus identidades. - culminó.
- Eh una pregunta. Está genial y todo tener una varita mágica pero. ¿No cree que llamaría mucho la atención? Difícil mantener el anonimato así. - comenté al ver mi varita de madera con el fénix rojo en la punta. - Bueno, tienes un punto. - a punto con su varita las nuestras y lanzó un hechizo, pronto todos teníamos en nuestras manos un teléfono celular con la insignia de nuestro emblema grabada. - ¿Mucho mejor? - pregunto. - Supongo que sí. - culmine, la mujer desapareció, pero antes dijo algo de que la salida estaba en los árboles. - ¿Alguien sabe quiso decir que la salida está en los árboles? - les pregunte al resto algo confundido. Pero contento, tenía esa cita con Maddie.
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No pudieron hablar mucho más porque la Bruja se acercó y comenzó hablar al respecto, aclarando dudas y que eran una clase de superheroes en este mundo, eso significaba que podían volver. No hizo una sola pregunta, es que tenía que creer solo que aún costaba asimilarlo, de todos el más contento que parecía y fiel creyente era Chip, porque aún veía a Nick sin creer mucho al igual que ella.
Vio como su varita se transformaba en un celular de color azul con su emblema. Todo era muy extraño. — ¿Por qué nosotros? — Se le escapó. Pero la hechicera se había ido. Soltó un suspiro y solo fue hacía un árbol, el cual tocó para ver que pasaba y lo más increíble que paso es que se formó un círculo que reflejaba donde vivían, era como si estuvieran en otra dimensión. — Que loco ¿no? Bueno me atreveré... no sacó nada en quedarme aquí —Y un poco atrevida tomó la mano de Nick para que pasaran por el árbol juntos. La misma sensación y luego vacío, en su ciudad solo seguía siendo Madison Rocca, ahí estaba junto al moreno como si no pasara nada.
Muy pronto aparecieron a su lado; Vida, Chip y Xander que lucían igual de contrariados de ella.
Lo mejor era volver a casa, solo que ella se quedó hablando con el moreno al respecto a la cita. Concordó que ese día mejor descansaran, además que tenían que volver a trabajar y notando la hora de sus relojes ni había pasado el tiempo, así que tenían que irse corriendo. La cita había quedado para el otro día. Aún sentía la mirada de su hermana sobre ella.
Y esa había sido su primera aventura. Todos suponían que en algún momento iban a ser nuevamente llamados para ir a salvar el otro mundo y sí, también el suyo, aquel terremoto era provocado por el mal de esas fuerzas extrañas que tenían que vencer.
Fin del capítulo III
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Sin embargo, mientras tanto hubo cosas que no cambiaron. Como, por ejemplo, tener que ir a la tienda y escuchar los quejidos de Toby cada vez que veía a Xander reclinado en el sofá “supervisando” el trabajo de los demás. Oh, el tener que recoger el desmadre que se formó después del terremoto. Héroes o no, necesitábamos el trabajo, así que eso implicaba organizar la tienda… por cuadragésima vez… Seguíamos siendo jóvenes, haciendo cosas de jóvenes.
La que si se notaba algo cambiada y no me parece que sea necesariamente por ser una Ranger. Es a mi hermana. Anda demasiado contenta, y hoy se metió a bañarse hace un rato, lo que me dio la oportunidad de ver el bonito atuendo que dejo sobre la cama para cuando saliera. - Hermanita. ¿Podría saber para donde iras con este atuendo tan bonito? - pregunte curiosa, mientras me encontraba sentada en el filo de su cama al lado de la ropa hablando lo suficientemente en voz alta como para que me escuchara.
A mí no me engaña algo, me dice que es por ese Nick, será muy nuestro Ranger Rojo, el líder y que sé yo. Pero es al único que no conozco. Así que me vale… rábanos. Tengo que asegurarme que no sea un aprovechado, y si no es él con más razón aún. Y creo que sé quién me puede ayudar a espiarlos. Igual sabía que se iba a quedar atónita cuando me viera portando felizmente el color rosa en mi atuendo. No mentira, no es cierto. Pero según Chip es tradición vestir de tu color ranger, así que ni modo.
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La ducha duró más de lo previsto y salió con su toalla para secarse y ya se había puesto su ropa interior cuando su hermana la acorraló. Sabía que no era nada tonta y ya sospechaba, pero no creía que iba hacer mucho así que solo atinó a decirle algo nerviosa, esperaba que no se pusiera tan sobreprotectora pues tenía derecho a tener una cita. — Pues... voy a salir con Nick. Llegaré temprano, no te preocupes. Y hermana, necesito arreglarme. ¿Puedo tener un poco de privacidad? — Lo dijo en un tono avergonzado porque sí que se quería arreglar por sí misma, y aún necesitaba vestirse, peinarse y maquillarse. El tiempo se le iba a pasar volando.
Y así mismo fue. Cuando estuvo lista estaba a veinte minutos de la hora acordada así que tomó su cartera, terminó por echarse perfume y no vio a Vida por ninguna parte, seguro que había salido con Chip, aquellos dos tenían algo según ella, pasaban mucho tiempo juntos y parecían más novios que mejores amigos.
La chica apresuró sus pasos al escuchar el sonido de la moto de Nick y salió afuera. Sin duda alguna, se veía increíble ya que fuera como fuera siempre se veía guapo. — ¡Hola! ¡Al fin podemos salir! Y sé que te lo he dicho muchas veces pero ahhh trabajo y más trabajo. ¿Ya encontraste alguno? — Lo cierto es que ya se sentía en más confianza con él porque no habían dejado de hablar por teléfono. Espero que le entregara el casco para subirse tras de él total si tenía unas panties puestas.
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Tengo una cita con Madison, una después de creer que no la iba a volver a ver. A veces ni sé qué pensar. No era de los que creía en magia o en el destino. Más ahí iba la vida a darme una bofetada en la cara. Pues no solo me había encontrado nuevamente a la chica, sino que resultaba que si tenía el mismo interés por mí, pero para rematar ocurrió lo más inesperado de todo. Me había convertido en un superhéroe que combatía las fuerzas del mal, nada más y nada menos que con magia. Era lo más extraño e inesperado que pudiera haber imaginado al Briarwood.
Desconozco si los lugares de comer que conocí de niños aún siguen en la misma localización. Hice mente, tenía que llevarla a un sitio que fuera bonito y decente. Nada de antros porque bien que ella se notaba ser una chica tranquila. Que de seguro se sabía divertir, pero que no parecía de excesos. Así que una deliciosa cena, tal vez una película y un helado al salir, estaría bien.
Habían sido días relativamente tranquilos a diferencia de esa bienvenida que me dieron al pueblo con monstruo incluido. Sin embargo, aún no había podido ser lo de la cita con Maddie. Todo hasta hoy, es que igual ya no quería esperar. Ya al menos me había aceptado bien nuevamente en Briarwood y la verdad quizás sea bueno incluso buscar un empleo aquí. Aunque sea temporero, pues algo me dice que tal vez decida permanecer más tiempo del esperado aquí. Antes no tenía tantos motivos para quedarme. Ahora no estoy seguro de si me quiera ir.
Ya había llegado la hora de la verdad. Encendí mi moto y fui a encontrarme con la ranger azul. Sonreí al verla. Se veía demasiada hermosa, más de la cuenta. - Hola. Ya sé, yo igual había estado ocupado instalándome. No, aún nada. Pero espero encontrar pronto. Me urge. - aseguré, más que todo, porque no quería sentirme como vago, pues en cuanto finanzas aún tenía mis ahorros. - Aún tengo para algunas semanas, así que Descuida por esa parte. Solo que si quiero sentirme útil. - Le aseguré. Aunque claro. Técnicamente igual teníamos una gran responsabilidad… mantener este pueblo en paz.
- Por cierto, te ves hermosa. - Le aseguré. Pues no me había pasado para nada por desapercibido ese hermoso vestido que llevaba.
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Sin embargo, ya llevaban unos cuantos días en la rutina y se estaba aburriendo porque era cierto que él ya se sentía un superhéroe, el trabajo lo encontraba tedioso pero cumplía. Lo bueno es que ahora ya no quedaba como idiota al estar hablando bajito o más fluido con Xander o Vida al respecto.
Tal día, se encontraba en su habitación recostado y leyendo un comic, cuando escuchó su celular y vio que se trataba de Vida. Inevitable que sus mejillas se sonrojaran con solo ver su nombre. Tragó saliva, no podía hacerla esperar así que se llevo el celular a su oreja. Lo bueno es que con esto se podían comunicar más.— Hola, Vida. ¿Aún nada? Buuu. — Decía con suavidad y enterándose por ella misma que le contestaba algo nerviosa que no era por eso que lo llamaba. Hizo una mueca. ¿Cuándo ocurriría algo interesante? Después, se reclamó a él mismo porque inconscientemente estaba llamando a la desgracia.
Escuchaba con paciencia a su amiga. Negó con la cabeza, la verdad es que no le veía nada de malo que Madison y Nick quisieran salir en una cita o algo así. Eso sí que entendía a Vida porque tendía a protegerla y aunque Nick fuera el líder era al que menos conocían. Chip respetaba mucho eso, era el líder y si la hechicera lo había elegido era porque tenía razón ya que se suponía que era la sabia y quién tenía todos esos conocimientos algo en especial tenía Nick que era mejor que el resto, solo que se notaba que aún tenía que descubrirlo pues actuaba más bien como un lobo solitario. — Dudo que pase algo malo pero si te deja más tranquila, iré. ¿Te parece si nos juntamos en el sector de restaurantes? Bueno... es que si yo...— El rubio se comenzó avergonzar con lo que estaba a punto de decir, pero no sacaba nada en omitirlo era lo que haría y posiblemente que hiciera Nick. —... es que si yo quisiera tener una cita la llevaría a un restaurante. Tú tranquila, el pueblo no es grande los encontraremos. Nos vemos allá. — Cortó. El problema es que estaba con la polera sucia así que saco la primera amarilla que encontró en el closet - había convertido ese color en su favorito - con un emoticon de smile.
Vida estaba apurada así que hizo todo lo posible para llegar rápido. Apenas la encontró hasta que pudo notar unos mechones rosas ocultándose. ¿Ahora se creía espía? Vaya, si que esto le había dado fuerte. De todos modos, igual estaba en él ser todo un detective, así que fue bueno haber tomado un gorro antes de salir de la casa. — Hola... ¿Ya los viste? Espero que mi suposición fuera bueno es posible que igual la llevará a su casa si es que tiene no hablo con él pero no parece un mal chico, por algo es el líder ¿no? — Murmuró, mirando a su amiga y se colocaba a su lado. No estaba muy de acuerdo solo que siempre estaría ahí para apoyarla, pues era lógico que todo esto era por asegurarse y que se encontraba preocupada.
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De todos modos, insistía, no me podía confiar. Tenía que asegurarme que la llevara algún lugar decente. Nick es muy buena onda y todo, pero de todos es el que menos conocemos y por más que Udonna lo escogiera como ranger rojo mi deber de hermana era asegurarme que igualmente fuera una buena elección para Maddie.
Me había marchado a mi cuarto pero no resignada. Sabía muy bien quien me ayudara con esto. Por lo que lo primero que hice fue marcarle a Chip. — ¿Aún nada de que Chip? No… no hablaba de eso. Todavía no hay que salvar a nadie… ¡Me refiero a Maddie… y Nick! — le aclaré, ya con ello debía de imaginar por donde iba el asunto. Estaba un poco nerviosa, esto para mí era una llamada de vida o muerte y no podía dejar que se me adelantaran mucho o de lo contrario aun siendo un pueblo pequeño tardaríamos por encontrarlos.
Le expliqué la situación, y que era lo que pretendía hacer. Por lo que cuando pareció tener idea de por donde comenzar puse atención. — Suena lógico… — se quedó pensativa por un instante. — Espera… ¿Acaso ya has pensado en llevar a alguien allí? — pregunté, no me veía, pero tenía una ceja alzada. No era posible que tuviera una novia de la que no me hubiera enterado, y si es así, creo que eso me ofendería, que no me dijera… no, no me ofendería… me molestaría. ¿Qué dices Vi, porque te molestaría que tenga novia? No estoy segura… Quizás… no, no… mejor olvidemos eso por favor. — Está bien, allí te espero. —
No perdí mucho tiempo y casi volé, si eso fuera posible, hasta donde me encontraría con Chip. Por supuesto que había hecho todo lo posible por “ocultarme” y simular mi presencia. Claro que con el color de atuendo que me cargaba igual era algo… difícil. — Ah… pero qué sigiloso. Me asustaste. — le dije al ver como aparecía casi como fantasma a mi lado. Por lo visto era más discreto que yo. — Pues sí, bueno, más o menos. Creo que esa es la moto de Nick. — asegure señalando hacia la carretera. — Entonces si se la lleva luego para otro lado… ¡Entonces tiene otras intenciones! — exclame con la suposición de Chip, sé que solo quería ayudar, pero igual había que ver la otra cara de la moneda. — Bien, sí, por algo lo es. Pero no lo puedo evitar. Es mi única hermana. — le dije haciendo pucheros con cara de: “¿Me entiendes verdad?”. — ¿No me dirás nada? Ando de rosa. Gracias por acompañarme. — añadí dejándole un beso en la mejilla.
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No había querido contestar más a su hermana solo mencionó un "no te preocupes estaré bien" y ya. No era una niña de 15 años para que se preocupara tanto, además que Nick era un buen chico - al menos con ella - así que no temía ni nada, dudaba que la dejara plantada así que por ello también se esmero en arreglarse, casi nunca lo hacía más que en una fiesta, cumpleaños o alguna actividad familiar.
La verdad es que Madison estaba muy ilusionada con aquella cita que tenía con Nick y cuando lo vio en su moto se veía increíble. Quizás el moreno no se percataba de lo guapo que era con ese lindo rostro y buen físico, sinceramente se sentía muy afortunada de que estuviera interesado en ella, no tenía tanta autoestima y seguridad en sí mismo respecto a su físico así que un chico se fijara en ella era significativo.
Además que no dejaba de ser galán en todo momento y se sentía cómoda a su lado. Sonrió con ternura, le gustaba que la tratara de ese modo más que atrevido como algunos lo hacían lo cual no era tan lindo. — ¿Y aún así me quieres llevar una cita? Espero que el lugar no sea tan costoso, de verdad hasta me conformó con una hamburguesa y papitas fritas. — Dijo con ternura, mientras se subía a la moto y se ponía el casco, era lo otro que le gustaba: andar en moto. Era algo nuevo para ella y le producía una sensación distinta de adrenalina. — ¿Te gustaría trabajar en nuestra tienda? Estaríamos todos juntos y así aprovecharías de conocer más a los demás. Mi hermana aún no se confía mucho de ti, me cuida mucho. — Lanzó como broma al final, pero en cuanto lo demás era una propuesta que podría tomar ya así conocería a los chicos y a su hermana para empezará a ser mejor líder, conocerlos era primordial para que supiera los movimientos en batalla. Tenía que tomar su puesto muy en serio y lo quería ayudar, estaba al tanto que era un chico solitario.
—Sino... espero que tengas suerte. — Le dijo animada, sintiendo como sus mejillas se acaloraban y sonreía sin poder evitarlo. — Gracias, tú también luces muy lindo... bueno siempre lo estás. — Murmuró lo último casi en un susurro y partieron donde la iba a llevar. El pueblo no era tan grande y disfrutó de mantenerse sujeta a su espalda, olía muy bien que en un momento deseó no tener el casco para apoyar su cabeza en ella.
No demoró en llegar. Era lo malo de que fuera un lugar tan pequeño y tampoco es que fueran con mucha velocidad. De todos modos, seguro que iba a ver conocidos y luego responder preguntas. Eso la ponía nerviosa, espero que la sujetara para contemplar donde la había traído, sinceramente no importaba donde era. Estaba con él.
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En cuanto a lo personal, era cierto que ya me iba urgiendo tener un trabajo. Pues no eran eternos los ahorros que había traído conmigo. Solo que eso no iba a ser un impedimento para esta cita. Tenía todo fríamente calculado. Nada impediría que tuviéramos esta velada. — Por supuesto que sí. Nada va a impedir que te lleve hoy a una cita. Además, no es que esté en la bancarrota. Solo no quiero llegar a ese punto y por eso ahí aún sigo buscando. — Le aclaro para que ni se fuera a preocupar. Todo estaba controlado. — Descuida, comerás de esas pero de las más sabrosas. Te lo aseguro. — mataré a Xander si las hamburguesas y papas del lugar que me recomendó no están buenas. Cualquier cosa para la próxima mejor le pregunto a Chip.
Espere a que estuviera lista y con el casco asegurado para al fin partir. — ¿No crees que exista algún problema con tu jefe de contratar a alguien adicional? Porque de no haber lío yo me apunto. — aseguré, era la mejor propuesta de trabajo que posiblemente encontraría. Ella estaría allí, estaría también con el grupo y bueno, si había que salir de emergencia era menos dolorosa la reprimenda del jefe si era a todos en vez de que una sola persona. Sería más fácil cubrirnos la espalda. Reí al escuchar lo de su hermana. — ¿Siempre es así? Ya imagino que te cuida mucho, pero a… tal vez lo que necesita es una cita para ella, así entiende como te sientes. — me preguntaba a veces como era posible que Vida no notara como Chip le brillaban los ojitos por ella.
— Gracias, de todos modos seguiré buscando por las dudas. No sabemos si me contratan o no. Pero de nuevo gracias. — le aseguré, lo importante era que tuviera alguna entrada de ingreso y agradecía grandemente la ayuda. Más no quería decir que por ello me quedaría de brazos cruzados. Maddie no podía verlo, pero una sonrisa se dibujó en mi rostro al escuchar sus palabras. La chica sin duda no solo me gustaba, sino que también la encontraba adorable.
El viaje en moto estaba siendo ameno. Pero como todo lo bueno, siempre termina rápido. Así que ya me encontraba aparcando la moto frente al establecimiento. Era como una terraza con unas lindas mesas con sombrillas y un hermoso jardín. — ¿Qué te parece? ¿Te gustaría luego ver una película? — Le pregunté para así ir pensando cuál mientras comíamos. — Bienvenidos a la Terraza de Briarwood. Les dejo el menú, mi nombre es Cindy y seré su mesera. Cuando estén listos para ordenar me avisan. — aseguro la mesera de manera amable para luego darnos nuestro espacio. — Vaya, no solo la comida. Los postres se ven deliciosos. Hay que probarlos. — Insistí, nada de pena. Había que ver que tal estaban. Además, teníamos que compensar por la vez que fuimos interrumpidos.
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Una pequeña sonrisa burlona apareció en su rostro cuando la asustó. Había notado su vestimenta rosa y se veía linda como siempre, estar así de cerca no ayudaba demasiado, aunque prefirió enfocarse con el tema principal que eran: Nick&Maddie. Tenían que averiguar que pasaba y así impedir que hubieran malas intenciones. — La verdad...— Se llevó un dedo al mentón aún cuando peligraba en recibir reclamos. — es que dudo que le haga daño y no creo que tenga otra intención por ahora cuando todo va en la conquista. Además confía en tu hermana, no la veo de ese tipo es demasiado adorable. — No tenía idea porque se había vuelto con mente alcantarilla y creyó que era porque Nick era uno de los mayores y el cual seguro tenía más experiencia, cuando comenzará hablarle más a menudo iba a pedirle consejos de como podía llamar la atención de una chica pues nunca nada, ni siquiera un beso. Los besos con sus heroínas y Vida solo ocurrían en sus sueños y luego era lamentable fijarse que eso había sido. Todo un sueño.
— Es que entiendo... pero está grande. Siento que deberías fijarte más en ti, no es por nada... veo que llegarán a ser novios y tú vas a tener que aprender hacerte un lado, lo único que te queda es apoyarla y escucharla. Si comete un error, bien.. ella tendrá que solucionarlo y ahí si le reclamas a Nick. — Trataba de aconsejarla, solo que sentía que no habría caso alguno porque ya veían la moto estacionada de Nick en uno de los restaurantes del pueblo. Uno muy bueno por cierto había ido con su familia aunque también iban parejas. Nick sabía mucho de esto. ¿Le habría pedido ayuda a Xander?
Un sonrojo cubrió sus mejillas ante la mención que estaba vestida de rosa. —Tampoco me dijiste nada por andar de amarillo. Pero sí, luces muy bien. — Dijo dándole un toque en la nariz de manera amistosa y sonriendo.— No hay de que. Siempre voy hacerlo. — Exclamó muy seguro porque no pensaba defraudarla. Es que sabía que ella con algún problema también sería un rayo para llegar a su casa y agradecía siempre de cuanto lo había defendido cuando niño e incluso de adolescente. Solo que esos tiempos habían quedado atrás ahora era un Power Ranger. — ¿Crees que podamos ver todo por aquí? ¿Algún plan? — Bien. Seguiría las indicaciones de la chica en todo momento por mucho que no estaba de acuerdo.
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Cuando me fui al lugar de encuentro por un momento había olvidado esa idea de Chip saliendo con alguien y me había concentrado demasiado en esperar que mi hermana y Nick llegaran al lugar. Claramente, el sigilo de mi amigo era demasiado bueno como hasta para asustarme. — En ella sí, y porque sé que es demasiado adorable Chip, por eso estoy aquí. Vamos, seamos sinceros. Me cae bien, te cae bien, a todos nos cae bien Nick. Pero… la verdad casi no lo conocemos, es muy reservado y misterioso. No digo que sea malo, pero no me confió, no aún. Tengo que verlo con mis propios ojos. — le, asegure al rubio, decidía a seguir espiando.
— Quizás, y no me molesta Chip, no me molesta. Pero sabes que siempre he tenido ese mal que quiero proteger a los que me importan demasiado. — le aclaré, era algo que era nato en mí, y tal vez exageraba lo sé. Era cierto que debía de darse sus coscorrones sola; sin embargo, si podía evitárselos. ¿Por qué no hacerlo?
No tengo idea porque se sonroja cuando le pido que me mire, pero la verdad es que mira el que habla de adorables. Si Chip es lo más adorable y tierno que existe en todo Briarwood. — Tienes razón, igual te sienta muy bien ese color. Aunque a ti sí te gusta el amarillo. — le aseguré con una sonrisa. — Eres como un lindo pollito. — le aseguré apretando una de sus mejillas. — Lo sé, aunque por un momento pensé que mejor te ibas con tu cita… pero luego me dije no Vi, Chip no te dejaría plantada. — por alguna razón cada que recordaba ese detalle, algo se me atragantaba en la tráquea. ¿Celos? No, yo no puedo estar celosa.
Entre una cosa y otra, por un momento olvidé nuestro objetivo Maddie y Nick, quienes ya habían llegado a lugar y se encontraban en la terraza. — Umm. Tal vez… tengo una idea. Y si vamos al negocio que está al otro lado de la calle. ¿Aún tienes gorras regadas por todo el auto? No servirán para ataparnos además de la carta del menú. — le sugerí al ranger amarillo. Parecía de locos, pero no podíamos quedarnos ahí tan cerca o nos iban a descubrir. Al menos que nos vieran ‘comiendo’ en un negocio cercano, no sería tan sospechoso como si nos atraparan dentro de los arbustos.
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El pobre Nick estaba solo en el pueblo. Todos los gastos corrían por su cuenta, era todo un chico independiente que sabía lo que era ser adulto y eso que solo era unos años mayor que ellos se veía que podía hacerlo. De todos modos, a Maddie le preocupaba eso así que no quería nada de lujos, más bien le gustaba ser sencilla ya cuando consiguiera un trabajo podrían hacer más por ahora solo le conformaba estar con él. — Lo pasaremos bien. — Aseguró con una sonrisa tierna y solo esperando que tuvieran una buena cita, podía comprender que el interés estaba entre los dos por lo tanto solo tocaba descubrir que tal iba a todo y si eran compatibles. Hasta el momento todo iba bien porque sí que era todo un galán y amable.
Fue genial que considerara el trabajo de la tienda donde todos trabajaban juntos. — Siempre falta personal, y llevar los encargos con tu moto podría ir bien. Hablaré con él, también le diré a los chicos que traten de convencerlo, pero solo si quieres. — Siseó. Porque el jefe era un poco estricto así que no podían decir una cosa y luego otra. — Lo es, imagino que es porque soy la menor y porque siempre he sido más tímida que ella, tiende a cuidarme demasiado y no solo a mi sino que también a Chip. Tiene ese tipo de personalidad, te va costar ganártela, tiene mucho carácter. — Le advirtió. Solo que si llegaban a estar juntos y se veían bien era probable que los dejará en paz, pues cada persona tenía su vida y tenía que tomar sus propias decisiones y uno mismo tenía que enfrentar las equivocaciones, y lo cierto es que quería seguir así con Nick, no era una chica enamoradiza y con él sentía que había algo especial, una conexión fuerte.
El viaje en moto fue tranquilo y llegaron a un lindo restaurante. Esa terraza era preciosa ya había venido antes con su familia así que sabía que la comida era deliciosa, igual estaba un poco apenada porque la iban a reconocer pero ya estaba todo dicho, en cierta forma si estaba comenzando a salir con Nick y aunque sería la novedad de primeras luego todo se calmaría. Le sonrió a Cindy cuando se sentó y tomaba el menú.— Me gusta mucho la idea. ¿Cuál te gustaría ver? ¿Alguna de acción o de aventuras? — Simplemente no iba a entrar el cliché de ir por una de romance aunque si hubiera sido especial porque si que era muy romántica.
Tomó el vaso de agua que le trajeron a los dos y comentó. — Ya había venido antes, la verdad es muy popular aquí y la comida es exquisita. También los postres, te recomiendo ese. — La verdad es que Madison ya tenía su elección en todo, siempre fijándose en lo económico para que no fuera presionante para su bolsillo. Sin más, extendió una de sus manos para tomar la ajena y viendo lo grande que eran. Madison era así de dulce y de piel, ya esperaba que en algún momento se abrazaran y ojala más tarde, besarse. Su mente no dejaba de pensar en lindas escenas, es que estaba muy feliz y aún se sentía muy afortunada que un chico como aquel se fijara en ella. Además que tenían gustos muy parecidos y siempre eran agradables entre ellos, bien sabía que algún defecto podría haber y en ambos, pero tendrían que ver como afrontarlos así que solo quedaba aprovechar esos momentos de felicidad.
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Por ahora, a lo que vinimos, a tener un grato momento. — Seguro que sí. — le respondí, la pasaríamos bien. Nada iba a estropear nuestra velada. Después de lo de la primera vez me aseguraré de que no se vuelva a repetir y no es por nada, esta vez si espero poder dar ese beso.
Madison era demasiado atenta e incluso muy considerada. Conocida muy bien mi situación actual y no quería causar inconvenientes. Sin embargo, como bien le había dejado claro, no era el caso. De todos modos, sí que agradecía lo de la propuesta o sugerencia en realidad de trabajar en la tienda de música. Me caería muy bien, sí me dan la oportunidad. — Vaya, tienes razón, también podría sé algo extra para motivarlo a que me dé empleo. — comente acerca a lo de llevar pedidos en la moto. — Claro que quiero, si no existe inconveniente alguno, yo me apunto. Te lo agradezco demasiado. — Insistí, así que con más razón aún quería que pasara una velada extraordinaria. La ranger azul era muy linda y dada a otros que no merecía menos.
— Puede ser, tal vez se piensa que podría robarme tu cariño o algo así. Eso no va a pasar, eres su hermana y eso nunca cambiaria. — le comenté. — Lo he notado, que también cuida mucho a Chip. Cuando los vi la primera vez creí que eran novios, y ahora me doy cuenta de que tu hermana en realidad está tan enfocada en cuidar a otros que no se da cuenta de que ese chico babea por ella. ¿Lo has notado? — le comenté, porque igual tal vez era solo suposición mía, pero creo que era bastante evidente, solo que parecía que Vida era la única que no se daba cuenta o tal vez no lo admitía. — Con todo y su carácter encontraré la forma. Puede que sea más aterrador enfrentarse a una hermana celosa que a un monstruo, pero si se puede. — le dije con seguridad.
— Pues recién comenzó la nueva película de Piratas del Caribe. Acción… aventura. Dos por uno. — le comenté, igual si quería ver otra cosa por mí no había problema. El restaurante era sencillo pero agradable y bonito. Por lo que me alegre de haber tomado una buena decisión. Más sabiendo que la propia Maddie aprobaba la comida del lugar. — Pues confiaré en tu sugerencia. Que bueno tener la seguridad de que sirven buena comida. Admito que eso me preocupaba un poco. — le dije admitiendo que nunca había probado nada de aquí. Aunque eso era bastante obvio. Cuando la chica tomo mis manos las cubrí con las mías, eran pequeñas y se perdían. Daban esa sensación de querer protegerla, ahí comprendía mucho a Vida en ese aspecto. Sin embargo, había que recordar bien lo buena que era la morena controlando el agua. Era muy capaz de defenderse, no se podía subestimar para nada.
— ¿Quién iba a decir que podríamos volver a estar así? — le asegure mientras me inclinaba sobre la pequeña mesa que nos separaba para contemplar de más cerca sus ojos. — Quizás fue necesaria aquella interrupción la otra vez. — asegure mientras quitaba un mecho de su cabello que se había corrido hacia el área de sus ojos.
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Ya luego de escucharla, el rubio supo que no habría forma de convencerla y así alejarla de la escena del crimen. Lo pensaba como crimen ya que lo veía como una investigación y claro que ellos iban a ser los cuerpos si es que Madison se llegaba a enterar que Vida estaba siendo demasiado infantil y que no le estaba dando esa libertad para estar con una chico. . — Ay, Vi. Sí sabes que siempre voy a estar para ti aunque está vez estes equivocada, sinceramente no creo que pase mucho ¿Qué van hacer ahí? ¡Solo comer! — Y bueno. Quizás un par de besos, aunque ahí si se estaba preguntando si Madison accedería, porque para Chip el chico misterioso y que era el Power Ranger líder rojo, tenía mucha experiencia con mujeres, si con Xander siempre hablaban que era el típico prototipo popular que las chicas babeaban, a veces, sentía que era por ello que Xan estaba celoso. Necesitaba pedirle consejos.
—¿¡Cita!? ¿Qué cita? — Preguntó confundido y haciendo una mueca. — ¿Qué yo tengo una? — Negó con la cabeza. Ya se había olvidado de la llamada por teléfono.
El Power Ranger amarillo prefirió seguir un plan de la chica pues no tenía idea que hacer, solo que su amiga era lo bastante creativa así que ya tenía una idea apenas a los segundos que se lo preguntó. — No sé si sea buena idea, nos puede ver y la que más tendrá problemas vas a ser tú, pero bueno te sigo. A ver, vuelve a repetir lo que quieras hacer que lo único que entendí bien fue lo de las gorras. — Optó por seguirla. Ahora mismo ya le estaba bajando la ansiedad esto no era como una pelea con un monstruo del otro mundo.
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