Ready, camera, Love!

ONE ON ONE | ORIGINAL | REALISTA

Una pelirroja canadiense de 18 años,  luego de salir del colegio solo persigue sus sueños. Desde sus 14 años donde es descubierta por una mujer que la llevo a la fama. Madura rápido y se enfrenta a todo lo que tiene que ver con la fama, lo positivo y negativo. Sin embargo, muestra sus dotes de actriz y modelo durante esos años. Aun así desea que todo se tiene que dar de una forma más profesional y decide asistir a una de las mejores academias de artes y teatro de Toronto. Alejándose un poco de la fama, quiere cumplir con aquel desafío, superarse y luego volver.

Como su madre es canadiense vuelve donde ella,  con una nueva familia, con la cual tiene que convivir y cuesta adaptarse, todo vuelve a ser normal para ella y es como comienza el primer día en la Academia topándose con un muchacho que choca fuertemente con ella. ¿Día de mala suerte? Tal vez.

Por otro lado, un chico de 20 años tiene muchas aspiraciones y sueños de ser artista, solo que no es el mejor en aquel talento. Siempre admiro a Melodie Grenier, y su sueño es aparecer en escena en algún momento con ella. De todos modos, que su entrada la Cotizada Academia de Teatro y Artes de Toronto es  solo por ser el hijo de uno de los senadores del distrito, ni siquiera habría sido admitido si no es el caso.

Al menos el muchacho tiene las ganas y las buenas intenciones de dar lo mejor de sí, aun siendo algo torpe. Aunque ahora se encuentra soñando despierto al notar que su amor platónico piso el mismo lugar donde estudia.

Henry no podía creer que ya había llegado el día. Ahí estaba ya, sobre aquel escenario, frente a todas esas personas que lo observaban y juzgaban, pues al final de cuenta ese era el trabajo de los jueces. Juzgar el desempeño de los actores. Pero se habían preparado para esto, habían puesto mucho de su parte para poder estar hoy aquí.

Ese tiempo que habían pasado juntos y que subían sus prácticas a las redes sociales había hecho que la gente le tomara cariño a la pareja. Melodie ya era conocida, pero ahora también el moreno comenzaba a ganarse los corazones del público y eso era bueno dado que él también era aspirante a actor. Pero, por otro lado, también daba algo de presión. No quería decepcionar. Aunque más que decepcionar al público, no quería decepcionarse él, ni decepcionar a Melodie. Por lo que tan pronto comenzó el primer acto, aun con todos los nervios, recordó cada uno de los concejos de la chica.

El beso… o el beso, había quedado de maravilla. Seguro que algunos luego les felicitaban por lo creíble que se veían, pero en realidad era porque, aunque según ellos estaban actuando aquel beso había sido de verdad. ~ She swam by me, she got a cramp, He ran by me, got my suit damp… I saved her life, she nearly drowned… ~ el chico continuaba cantando. Hasta el mismo se había sorprendido de cómo había logrado mantener la compostura. Le dio una sonrisa tierna a Mel en un momento que quedo de espaldas al público y los jueces. Una sonrisa de… ¡Lo estamos haciendo!

Otra pequeña escena ocurría antes de la siguiente canción. Ambos se encontraban en el escenario, pero cada cual por su lado como si estuvieran en su casa. Mostrando de esta forma la conexión que tenían entre ambos. Melodie comenzó a cantar, para luego Henry, recostado del borde de la ventada que simulaba la habitación de Danny, comenzó también a cantar mirando al cielo como si ambos pudieran ver el reflejo del otro a través de la luz de la luna. ~ But now there’s nowhere to hide. Since you pushed my love aside. I’m out of my head.  Hopelessly devoted to you… ~ cantaba el chico para luego cantar en sincronía con la muchacha. ~Hopelessly devoted to you. Hopelessly devoted to you… ~

La verdad es que Henry ni siquiera tenía que fingir tanto esa carita de amor, porque, aunque no lo había admitido en voz alta, era obvio cuanto le gustaba la chica. También el que la quería, y mucho. Había sido una escena muy tierna, y dulce aquella canción. Que contrastaba con el inicio que, aunque había sido también meloso, también había tenido su toque divertido. Pero ahora con la última escena venía la parte en donde Sandy se revolucionaba y apareció frente a él en aquella chaqueta de cuero intentando lucir cuál rebelde. Mientras que Danny se encontraba conversando con sus amigos de cómo se sentía enamorado y encantado con ella. — ¡Sandy! — exclamo mientras le miro sorprendido.  Cuando comenzó a sonar la musica.

~ I got chills, they’re multiplying and I’m losing control. 'Cause the power you’re supplying. It’s electrifying. ~

Todo estaba resultando mucho mejor de lo que esperaba. Pudo sentir que Henry se había relajado enormemente con aquel beso, que lo cierto, no era actuado, era de lo más real que hasta sintió como sus mejillas se sonrojaban al mirarse, por supuesto, Sandy era una chica de bien y delicada, no tenía nada de eso asi que estaba demostrando todos sus dotes de actriz. También correspondió a la sonrisa, le guiñó un ojo, lo estaban haciendo y muy bien, había algunos de la primera fila que se encontraban muy atentos mirando.

La puesta de escena también era espectacular, ahí contaban ayuda de la misma universidad y estaban haciendo un excelente trabajo, sonrió con estilo, actuaban ambos con destreza y lo mismo cuando bailaban. La canción romántica dio comienzo y aunque no interactuaban del todo juntos porque cada uno estaba en diferentes lados, mirando el cielo o caminando, ella misma quedó sorprendida aunque no pudo demostrarlo, escuchar el tremendo solo de Henry que hizo que algunos se levantaran y rompieran en aplausos.

¡Que voz!

Tenía que felicitarlo cuando todo acabara. Entre una que otra escena corta, llegó el momento de la canción final donde tenían que vestirse rápido porque era por completo un cambio de ropa rotundo y más maquillaje, donde se veía más impactante y divina, sintió los chiflidos que se juntaron de los que provenían del escenario, más aplausos. Quería sonreír a Henry pero no podía, era la parte final y faltaba tan poco. Solo esperaba salir bien. — Dímelo a mi, guapo. —Tenía el cigarrillo en su boca y no lo dejaba de mirar, oh sí, hasta imaginaba que era verdad donde solo planeaba conquistarlo y lo que tuvo que hacer desde un principio, la mirada sorprendida de Henry era tan real que quedo cautivada.

La música comenzó a resonar y empezaba a moverse, y ella se quitaba con lentitud la chaqueta. Cuando acabo, mirando el público con incredulidad - que era parte de la canción- piso el cigarrillo y lo empujó con el pie, yendose a otro lado, sabiendo que Henry la seguía.  —You better shape up, 'cause I need a man. And my heart is set on you — Iban en demasía sincronía luego se devolvió poniendo la mano en su hombro y de verdad era increíble lo bien que lo hacía, se mantenía seria y cantando.

You better shape up, you better understand
To my heart I must be true

Siguieron hasta el final. Vaya, que había de todo en esa parte y no se podían perder por nada. Hubo como una clase de tregua, donde ambos quedaban bien y seguían en aquel canto donde volvían a juntar sus voces, al final se daban un pequeño besito y se iban detrás del escenario, se despidieron de la gente, y ya cuando estuvieron fuera, por un momento, Melodie pudo respirar. Los aplausos comenzaron a resonar y tuvieron que volver para dar una reverencia.

Al alejarse fue cuando pudo expresarse que de verdad había quedado impactada.


— ¡Lo hicimos! ¡LO HICISTE! — Se lanzó a él con toda la adrenalina del mundo quedando como un koala por la emoción que sentía en el momento. — ¡Estuviste increíble, Henry! Ese solo estuvo fantástico, deja deja ver el celular. — Temblaba de la emoción cuando se bajó de él, cuantas ganas tenía que besarlo otra vez, pero justo encontró su celular. Alguien los había grabado y las ¡Redes sociales habían explotado! — Normal, sabía que nos iban a shippear más. — Dijo juguetona mientras le mostraba el video.

Esto era un sueño hecho realidad. Una oportunidad increíble que no pensaba desperdiciar. Tal como había dicho Melodie, iban a divertirse y a dar lo mejor de sí. Si ganaban eso ya era más como un reconocimiento extra a todo su esfuerzo.

No sabía como le iban a hacer después de aquel beso. Es que de verdad que había sido uno real. Había sido un beso lleno de sentimiento real. Sin embargo, había sido ese impulso que faltaba para continuar. Las escenas comenzaban a transcurrir sin el menor de los tropiezos. Se podía notar la dedicación que habían tenido y el cariño que le habían puesto a este proyecto. Henry y Mel estaban dejando el corazón sobre el escenario.

Las voces de ambos se armonizaban de maravilla, y aunque tenían elementos de la película, ellos le había dado su propio toque. Como el de haber cantado ambos la canción de Hopelessly Devoted To You. Pero el momento cumbre fue esa canción final en donde ambos cantaban y bailaban invitando al otro acercarse. De una forma más picará y atrevida.

Al final la ovación del público dejó un buen sabor de boca en el chico, aun cuando los jueces permanecían con la expresión seria. El chico siguió los pasos de Melodie e hizo una reverencia hacia ellos.

— ¡Sí! ¡Lo hicimos! ¡Lo hice! ¡No me enrede! — Exclamó todo emocionado. Esto sin duda era un enorme logro para el moreno. Recibió a la pelirroja con los brazos abiertos. Menos mal estaba bien parado, por lo que no cayeron ambos al sueño cuando la muchacha se le colgó como koala sobre él. — Fue increíble. De verdad que lo fue. —  Decía con los ojitos brillantes de la emoción.

La chica se bajó, y Henry no entendió a que se refería cuando menciono que quería ver qué había en las redes. Se preguntaba que estarían pensados. — ¿Qué dicen? — preguntó el muchacho. — Oh vaya… —  se puso rojo, pero en el fondo le gustaba que los “shipearan” pues es que él realmente le gustaba a Melodie. — Piensan que nos vemos bien juntos… —  le dio una mirada tierna. La verdad quería darle un beso, pero uno de verdad que no tuviera nada que ver con ensayar.

Henry tomó la mano de la pelirroja. — Mel… yo de verdad quería hacer esto pero sin la excusa de estar actuando… —  Murmuró el joven mientras se acercaba inclinándose hacia el rostro de la muchacha, dejando un beso suave en los labios de Mel.

Mientras ellos ya estaban tras bambalinas, participaba la última pareja. Por lo que luego de un rato comenzarían a anunciar los ganadores.

— Damas y caballeros. Estaremos por anunciar los ganadores. Pedimos a las parejas participantes que estuvieron participando. —  se escuchó por los micrófonos. Henry miró a Melodie y tomó su mano antes de salir. Podía sentir la tensión, pues fueron muy buenas las presentaciones. Podía ser la victoria para cualquiera. — Estoy seguro de que lo hicimos bien. Eso me tiene desde ya feliz. Sin importar el resultado. — Le dijo mientras caminaban a su lugar en el escenario. Ya habían mencionado las primeras posiciones. Ahora solo quedaban los primeros cinco. Pero de los cinco, solo los primeros dos eran los que llevaban premiación.  La tensión se sentía en el ambiente y mientras esperaban Henry no soltaba la mano de Melodie.

La presentación superó todas sus expectativas, estaba increíblemente contenta con el resultado porque Henry había podido enfrentar sus temores y hasta ese solo al cantar fue inolvidable,  pudo lograrlo y conectaron, solo actuaron, bailaron y cantaron en total sincronía que ya lo creía que era uno de sus mejores espectáculos.  Las redes sociales habían explotado y consideraban que lo hicieron divino, sinceramente eso importaba demasiado y tal como dijo;  ya creían que eran una pareja. Y por supuesto, ella quería estar junto a él, aquellos besos que se dieron en el escenario fueron verdaderos aún cuando era una escena más y estaba feliz,  quería confesar sus sentimientos y decirle que se sentía muy atraída hacía a él, que la disculpará que no había podido evitarlo pero que era el chico más increíble que había conocido, que necesitaba estar con él.

Mel asintió. Quería que se diera cuenta que si lo veían los demás podía verlo él. Que sí lucían bien era por algo, era más tímido y comprendía que iba a tener que dar el primer paso, solo que prefirió esperar. Se separaron para poder hidratarse hasta que Henry tomó su mano, y ante solo su mirada lo comprendió. Esa mirada decía mil palabras.

Ella se acercó y correspondió con suavidad a aquel breve beso y susurró. — Yo también....— No obstante, no pudo decir mucho más porque la otra actuación había acabado demasiado pronto y todos los concursantes tuvieron que partir al escenario. Ella se sentía encantada, no necesitaba ganar porque la realidad es que ya habían ganado mucho, aún tenía el rubor de sus mejillas por aquel gesto de atrevimiento del pelinegro, aún podía sentir la calidez en su boca porque hace tan solo unos segundos los labios de Henry se habían posado sobre los suyos, y quería más.

Las palabras del presentador la tenía concentrada mientras sostenía la mano de su compañero. Comenzaron los lugares y eso significaba que quedaban entre los tres primeros lugares. No fue sorpresa, que la otra pareja quedará en tercer lugar. Vio a sus rivales, la verdad reconocía que eran suficiente buenos los había visto actuar antes y no eran malos, así que bueno tocaría lo que tenía que pasar, ni se ilusionó, acarició más la mano de Henry. — ¡Y el primer lugar es para Caroline y Stephen! Pero eso no significa que Melodie y Henry no tendrán su premio solo fue un voto de diferencia tan solo fueron detalles... ¡Un aplauso para todos! — Segundo lugar.  Y la rubia no se sintió para nada defraudada, muy agradecida sonrió y buscó la mirada de Henry que esperaba que no fuera de frustración, en la vida no siempre se ganaba y este solo era el comienzo ¡Solo había sido un voto de diferencia! — La verdad para mi es como si hubiésemos ganado el primer lugar—. Susurró, sujetándolo de la chaqueta y atrayéndolo hacia a ella, mientras se ponía de puntitas y rodeaba con sus brazos el cuello del pelinegro, fue ahí que lo besó con ganas sin importar que el público se los quedará mirando.

Henry ahora si iba a tener que aprender a sobrellevar la oleada de comentarios de los seguidores en las redes sociales, pues junto con la chica se había ganado su cariño. La verdad es que tanta atención se sentía mejor de lo que esperaba. Sin embargo, ahora mismo el muchacho solo quería la atención de alguien en especial. Esa misma chica que lo había llevado de la mano por todo este recorrido, Melodie. Sentía miles de emociones correr por su cuerpo luego del beso tras bambalinas que nada tenía que ver con ensayos, lo había hecho porque realmente quería besarla. El chico sonrió cuando tuvieron que separarse para ir a escuchar los resultados. Sus mejillas estaban rosadas, pero era más por emoción y no por vergüenza. Pues realmente quería aquel besó y se sintió feliz de saber que ella también.

Aún sostenía su mano mientras esperaban el resultado final. No podía creer que estuviera entre los primeros. Este día no podría estar yendo mejor. Quedaron en segundo lugar e incluso fue por lo mínimo. Así que Henry para nada se frustró. Al contrario. Se encontraba demasiado contento. Esto había que celebrarlo. — Para mí también lo es. Ha sido un logro demasiado grande. ¿Y viste? Igual fue por muy poquito. — no pudo abundar más porque pronto Melodie lo había sujetado de la chaqueta y comenzó a besarlo delante de todos.

El pelinegro estaba tan emocionado y quería tanto sentirla cerca, sentir ese calor que desbordaba al tenerla junto a él que tampoco le importó la gente alrededor. Era como si estuvieran en su propia burbuja. La rodeó por la cintura con su brazo, atrayéndola más hacia él, mientras que el otro reposaba en la mejilla ajena al paso que se daban aquel profundo y apasionado beso que lo terminó por dejar con la respiración entrecortada.

— No me la creo aún… pero me gusta. — Murmuró sobre sus labios soltando una ligera risa de lo contento que se encontraba.

Henry la levantó del suelo y la cargó para llevársela fuera del escenario. Por supuesto que el público se había vuelto loco y era mejor que ni prestara atención porque arruinaría el momento que tanto había deseado. No podía dejar de sonreír. — Yo solo quiero celebrar contigo, sin ti no lo hubiera logrado. — Le dijo acariciando su mejilla una vez estuvieron fuera de la vista de la gente. Que Melodie le correspondiera era el mejor premio de todos los que pudieran darle.

Lograron el segundo lugar y era más de lo que había esperado. El esfuerzo era recompensado y lo cierto es que no negaba que era como si hubiera ganador al notar que Henry había asumido corresponder a sus sentimientos, era lo exquisito porque en algún momento creyó que sería ella misma la de la iniciativa pero fue mutuo así que estaba muy contenta.

Solo se carcajeó cuando este la tomó en brazos y decía que iban a celebrar. No tenía idea donde la llevaría y tampoco le importó que la gente y fanáticos estuvieran impactados y exaltados de una buena manera hacia su nueva relación. Las redes sociales habían explotado y no dejaba de sonar su teléfono, pero para su salud mental y porque no deseaba ser interrumpida esa noche solo lo apagó y ya se encargaría más tarde de darle explicaciones a sus cercanos ahora lo único que deseaba era estar con Henry. —¿Te parece si pasamos a comprar? Tengo que reconocer que tengo ganas de beber y brindar. — Señaló. Esta vez ella estaba manejando y aunque fue toda una tortura si pasaron por un negocio para comprar una botella de champagne y comida preparada porque lo cierto es que no quería perder tiempo con Henry. Quería besar sus labios, abrazarlo, deslizar sus dedos por su cabello y contemplarlo. Es que era mucho más guapo que el mismo creía y ahora que estaba feliz y tomó cierta seguridad se veía completamente increíble.

Y ella era débil a sus encantos.

— Solo quiero estar contigo en la casa y sin interrupciones — declaró la rubia mientras le guiñaba un ojo y luego depositaba un beso en la mejilla de Hen. Cuando estuvieron a punto de llegar la chica acarició su mano y luego solo estacionó el auto. Ya nada importaba, de verdad sabía que era inocente y todo pero no estaba mal querer besarlo más de la cuenta, ¿o sí?

No le importaba quedar como la atrevida y estaba completamente segura así que apenas entraron ella dejo las cosas en la mesa y lo cierto, es que sin tener tanto apetito la chica se fue a sentar en el sofá mientras lo llamaba con uno de sus dedos para que se acercará. Cuando lo tuvo cerca lo rodeó con sus brazos y al fin probó sus labios de nuevo aunque fue uno breve — Debo confesarte que hace tiempo que quería estar así contigo pero no me atrevía por temor a espantarte — reconoció la chica muy cerca de él, tanto sus narices y frentes se rozaban. Soltó un suspiro, le agradaba su perfume y esa cercanía. No perdió mucho tiempo para acaparar nuevamente su boca.

Aun Henry sentía toda esa adrenalina que había generado en él la competencia. Tal vez no habían ganado el primer lugar, pero se sentía como todo un ganador. Había vencido sus miedos y aunque sabía que siempre había oportunidades para mejorar, que debía también pulir otras modalidades de la actuación, aun así, se sentía que estaba en su mejor momento. Pues lo principal que era su inseguridad en el escenario, que lo hacía mezclar el orden de los diálogos o quedarse frisado haciendo que todo resultara en un desastre, habían quedado atrás. Estaba demasiado contento con haber cumplido esa meta. Que en realidad solo era el comienzo hacia una carrera prometedora.

Pero la felicidad del pelinegro no era solamente por lo bien que les había ido en aquella competencia. También se trataba porque después de tanto contener esos sentimientos que se habían generado hacia Melodie se daba cuenta de que la chica le correspondía de igual manera. En un comienzo, cuando solo la conocía por su carrera, era cierto que le gustaba, le atraía y se podía decir que incluso la quería. Más ahora que la conoció como persona, que convivía con ella y que había visto todo lo que había estado haciendo por ayudarlo, como lo trataba y lo bien que se sentía junto a ella, se dio cuenta de que de verdad estaba generando sentimiento genuino por la chica.

— Para mí es más que perfecto. Es nuestro momento, hay que brindar por ello. — Estaba contento, quería celebrar. Más solo quería hacerlo con ella. Pues Melodie había sido la que estuvo todo ese tiempo con él. La que se dedicó ayudarlo a no tirar la toalla. Fue su apoyo. Además, que ahora que sabía que era recíproco solo quería besarla, sentirla cerca. Olvidar que eran ensayos porque ya no lo serían. Eran besos genuinos, deseados y aunque posiblemente los últimos, igual lo fueron, siempre habían estado disfrazados por el tema de la competencia. — Igual solo quiero compartir este momento contigo, en otro momento podemos hacerlo con los demás. — murmuro el muchacho.

Cuando estacionaron el junto en el garaje se dejó llevar por la muchacha hacia dentro de la casa. Tenía que reconocer que estaba sintiendo el corazón acelerado, era la primera vez que estaban allí solos, siendo consciente cuanto se gustaba el uno al otro. La comida quedó sobre la mesa porque ahora el moreno solo tenía ojos para la rubia que lo llamaba de manera sugerente para que la acompañara en el sofá. Henry acercó y dejo que atrapara su cuello con sus brazos sentándose al lado de ella, sus rostros estaban muy cerca y su olor muy presente en las fosas nasales del chico. — Yo… — se había puesto un poco rojo, pero eso no impidió que completara la frase. — Yo también siempre quise estar así contigo… tan cerca… tan… íntimo. — y ni que decir cuantas veces paso por su mente el estar con ella, que Melodie fuera la primera y si era posible la única.

Henry atrapó los labios de la chica con los suyos para darle un profundo beso, mientras que ahora rodeaba su cintura con los brazos atrayéndola de forma inconsciente hacia él, dejándola en su regazo para poder besarla con mayor facilidad. — No me voy a espantar. — murmuro riendo sobre sus labios. — De verdad quiero esto. — Añadió mientras besaba su mejilla de forma tierna para luego volver a su boca.

La muchacha ahora estaba feliz al lado de Henry. Es que sabía que le atraía desde que comenzó a compartir más con él y aunque estaba clara que era correspondida igual tenía el temor de espantarlo porque era demasiado tímido e inocente. Era como un niño grande y con demasiados buenos sentimientos que de alguna manera no quería lastimarlo nunca porque era muy frágil y se podía romper si esto no funcionaba. Pero tenía ganas y muchas a decir verdad, quería experimentar con él y enseñarle. Solo que no haría nada sin su permiso y era capaz de esperar.

Lo quería, deseaba y necesitaba.

No era como los chicos que ella solía frecuentar, muchos de ellos adinerados y famosos que luego de una escena de teatro era muy fácil quedar enredada y aún así estaba con ganas del hijo de un diplomático que resultó ser la persona más tierna y buena del planeta, esa misma bondad y amabilidad que le transmitía hacía que ella solo lo quisiera para ella. Le gusto escucharlo, y adoraba verlo con sus mejillas encendidas y diciendo que quería ese momento a solas. Por supuesto que tenían que brindar solo que estando así en el sofá, tan cerca, y juntos ya esa idea había quedado muy al lado. — Es que en cierta manera somos diferentes pero aún así me gustas y quiero pasar muchos momentos contigo y de todo tipo, nunca había estado con un chico tan romántico y atento— reconoció la rubia mientras acortaba la distancia y besaba sus labios. Quizás Henry actuaba por impulso o había visto escenas de películas que ahora lo llevaba a la práctica pues que le encantó que como una pluma la dejara en su regazo.  Fue el momento que ella se puso roja y perdió todo uso de razón.

— No te vas a arrepentir de esto — dijo acercándose más a él para que sus pechos también rozaran el ajeno. Acarició su cabello y volvió a besarlo, sintiendo más calor sabiendo que de un momento a otro la ropa iba a estorbar, es más tuvo la necesidad de quitarse la chaqueta que traía, esperaba que sus familiares supusieran bien que no querían ser interrumpidos porque no era el momento para nada. Ambos solos querían estar en privacidad en la intimidad de su hogar. Movió su cuello haciendo entender que quería que la besara allí y que sinceramente podía acariciar donde quisiera. ¿Se lo tendría que decir?

Ahora que habían tenido ese gran logro, Henry estaba que no cabía en sí mismo de lo feliz. Es que tenía fuertes razones para estarlo. Venció un miedo, le fue excelente en la competencia aun cuando no quedaran primero. La chica que le gustaba y por quien tenía sentimientos de amor le había correspondido. Quería celebrar, pero ahora lo quería hacer solo con ella. Ya luego tendría tiempo de contarle a sus padres y celebrar con ellos también.

Siendo sinceros, la única razón por la que este par se había contenido demasiado en ir más allá, y no caer en la tentación era porque el canadiense siempre había sido muy… inocente. Al punto de que nunca había dado un buen beso y por ende había sido justamente Melodie quien le había enseñado a besar. Así que evidentemente de ahí nunca habían pasado. Pero él ahora quería, y no era simplemente por curiosidad o por la fogosidad del momento. Más bien porque era un momento especial entre ellos dos, y sentía que por ende era el momento indicado. Que fuera ella la primera, la única. Por muy cursi y ridículo que sonara a palabras de sus amigos, por supuesto porque para él no lo era.  

— Tal vez somos diferentes… pero eso ha hecho que aprendamos del otro y al mismo tiempo valorarlo. Yo admiro demasiado tu dedicación y esa presencia que impones. — murmuro el muchacho. — Pero también lo paciente, atenta que siempre has sido conmigo. — Añadió acariciando su mejilla, dejándose llevar luego por aquel beso que la muchacha depositaba en sus labios. Cuando menos lo esperaba el impulso de atrevimiento, el tenerla tan cerca y el realmente desear estar con ella lo habían hecho hacer aquella movida que la vía dejado sobre él.

— Sé que no. — mientras comenzaba a tantear un poco bajando un poco dejando besos por su barbilla. Noto como la chica se quitaba la chaqueta, tenerla tan cerca y sobre él lo estaba volviendo loco. Quizás solo debía dejar salir sus instintos. ¿Su cuerpo sabría como reaccionar no? Parecía que sí, pues al ver su cuello descubierto comenzó a dejar besos por ahí de forma suave.

Comenzaba a acariciar su cintura y se topó con el filo de su blusa. Se vio tentado a agarrarlo para alzarla y quitársela. Pero era nuevo en esto, la verdad le daba penita hacerlo sin preguntar si quería. — ¿Puedo? — pregunto en un murmullo mientras le veía a los ojos, viéndole un poco sonrojado. No quería hacer nada que le incomodara. Solo necesitaba que le dijera que sí… que no tuviera pena. Incluso el mismo tomó una de las manos de la chica y la llevo a su camisa dando a entender que por más rojo que estuviera quería esto, estaba listo. Ya no le daría pena que lo viera desnudo.

Definitivamente era un príncipe azul.

Siempre comprendió que Henry era especial. Un hombre totalmente honesto, sensible y adorable con quienes apreciaba. Ella se sentía totalmente afortunada de haberlo conocido y aunque en un principio solo quería matarlo por haber manchado su blusa favorita, desde el minuto uno había fluido muy bien entre ellos. Se habían besado ya por el tema de los ensayos y lo cierto es que siempre quedaba con esa sensación que notara que eran reales y no solo una actuación. No quería espantarlo porque ella era completamente diferente a él en personalidad y mucho más expuesta por su fama, ahora contaba con más tiempo al estar en la universidad, pero se debía a su carrera y en algún momento iba a volver. ¿Era capaz de seguirla?

Muchas dudas pasaban pero de lo que sí se sentía segura que la atracción y enamoramiento entre ellos dos había fluído con el tiempo. No solía involucrarse con fanáticos solo que ahora Henry no lo era. Se habían logrado conocer, vivían juntos, lo sentía un excelente amigo y al quería cuidar, por algo también siempre ponía fotos de ellos.  Y estaban a punto de cometer un acto que quizás cambiaría todo, porque se estaban entregando a algo mucho más fuerte en cuanto a los sentimientos y ahí si, Melodie no tenía ninguna duda.

Para Henry este momento era muy especial. Realmente se alegraba de haber tenido paciencia, de haber esperado a que fuera el momento correcto, con la persona correcta. De saber que se encontraba preparado. Él no tenía por qué seguir la misma corriente que los demás chicos de su edad, que para estas alturas la mayoría tenían mucha experiencia. Bien por ellos, pero el moreno de los ojos claros se alegraba de haberse guardado para alguien especial.

Melodie era demasiado importante para él y conocer que sus sentimientos estaban siendo correspondidos había sido una alegría aún mayor que el mismo segundo lugar en la competencia y eso que ese segundo lugar lo había dejado muy feliz. Pues se podía ver el crecimiento artístico que Western estaba teniendo. Poco a poco se desenvolvía más en el escenario, el pánico escénico y el saltarse o intercambiar las líneas, eso ya estaba quedando en el pasado.