Apreciaba el hecho de que Harmony quisiera mantener tanto las apariencias como él, pero tenían una conversación pendiente donde esperaba que la Gryffindor fuera mucho más honesta de lo que él ya sabía que iba a serlo. No podía decirle la verdad a la chica, no iba a contarle que ya sabía acerca del compromiso y que los últimos meses habían sido una estrategia. Su verdadera actuación empezaba ahí, porque necesitaba convencer a Harmony de que su unión era lo correcto. Por lo que le había contado su padre, el único punto débil del señor Haydeen era su hija y Thomas necesitaba ganarse su confianza.

La invitó a su casa, su padre estaba trabajando en el ministerio, y su madre no los molestaría mientras conversaban. Su única preocupación era Asa, pero dudaba que fuese a meterse en medio de una charla seria entre Thomas y su prometida. Ambos debían admitir la realidad por mucho que costara.

Esperó a que los elfos le indicaran que la chica estaba en casa para salir de su habitación, les pidió que prepararan la estancia de los jardines que se encontraba aclimatada con magia para que el frío del invierno no los afectaran mientras tomaban el té en privado.

—Bienvenida— dijo, acercándose para dejar un beso en su mejilla antes de mover la silla para ella. Se sentó a su lado, sirviendo algo de té caliente para los dos y dejando a un lado la caja de galletas que guardaba para los visitantes —. Puede que mi madre se acerque en algún momento a saludar, pero le he pedido que nos deje a solas por un rato, si te parece bien— comentó, esperando a que fuera ella quien aceptara aquello antes de continuar con la parte difícil de la conversación.  

02.01.20 — Casa Berrefjord

Agradecía la educación que le había dado su padre por momentos como esos, donde tenía que fingir una felicidad que no sentía en lo absoluto. Ante los señores Berrefjord se comportaba como la nuera ideal, como una que esperaba ansiosa el matrimonio e inclusive se sonrojaba cuando ellos le decían algo con respecto al mismo. Especialmente cuando mencionaban la parte de los nietos que esperaban que tuvieran pronto salieran de Hogwarts, como si no fuera importante para ella su propio crecimiento personal y todo lo que podía llegar a querer para su vida. Era claro que a ellos no les importaba y, al parecer en ocasiones, a su padre tampoco.

Era sencillo fingir, pero no por eso era menos agotador, cada momento en soledad donde permitía que la amargura que sentía se manifestara, era terrible. Había inclusive cometido la locura de escribirle algunas cartas a Tess desde allí, pero nunca había obtenido respuesta y dudaba que lo hiciera, ella debía estar herida y quizás hasta pensaba que Harmony tenía conocimiento de lo sucedido. No la culparía, no sabía cómo estaría en su lugar, pero por su parte sentía que no podía hacer nada por cambiarlo.

Cuando quedo con Thomas se arregló por lo menos un poco, dejando en la habitación como siempre aquella amargura que sentía y dirigiéndose a su encuentro. — Gracias. — Miro lo que había preparado para ellos y opto por sentarse, sonriendo levemente ante el beso en su mejilla, aunque la sensación que había en su estómago lo hacía demasiado complicado. — Me parece bien, creo que luego de tantos días rodeados de gente necesitamos un momento a solas. — Creía que hablar de su compromiso era algo que tendrían que hacer y, mientras antes lo hicieran, antes podría dejar en claro aquello aunque suponía que Thomas se había dado cuenta de su sorpresa.
 

02.01.20 — CASA BERREFJORD

—Opino de la misma manera— respondió, haciendo un gesto para que se sirviera por si quería té o tal vez un par de galletas —. Estás como en tu casa— agregó, a sabiendas de que aquello era más cierto de lo que debería, ahora Harmony era de su familia, hacía parte de ellos tanto como cualquier otro debido a la unión futura y a menos que esta se rompiera antes de consumarla, Thomas debía tratarla como tal.

—¿Qué tal has pasado estos últimos días? ¿Te recibe bien el año?— preguntó, consciente de que tal vez habría preguntas, pero queriendo pasar primero por los temas de conversación convencionales antes de pasar a la parte dura en la que debía convencerle de que aquello era una buena idea a pesar de que sus padres hubieran llevado a cabo el compromiso a sus espaldas.

—Debo decir que por aquí ha habido todo tipo de emociones— dijo —. Muchas novedades ahora que tanto mi hermana como yo estamos prometidos, mi madre está emocionada.— ¿Los demás? No tanto. Thomas admitía su deber y lo hacía gustoso, pero aun no terminaba de estar convencido acerca de querer ceder a su hermana, aunque no tuviera mas remedio.  

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—Gracias, con un té estaré bien. — Se sirvió y le dio un pequeño trago, no tenía apetito en lo absoluto y mucho menos con toda la tensión que tenía sobre los hombros los últimos días. La veracidad de que estaba como en su casa la golpeo un poco, estar prometidos para las familias era casi lo mismo que estar casados, simplemente faltando un mero trámite pero habiendo dado la palabra ante todo.

—Bien, algo ansiosa por volver a Hogwarts porque mi padre ha estado trabajando mucho y estuve bastante sola en casa. ¿Por aquí como ha estado todo? — Imaginaba que un poco más entretenido, por lo que había notado en el tiempo que había estado allí, eran muy unidos o especialmente él lo era con su hermana. La cual no le caía bien pero tampoco tenía muchos ánimos de tratar en lo absoluto.

—Imagino que queriendo planear absolutamente todo, me ha dicho mi padre que tu madre le ha pedido especialmente encargarse de todo de nuestra boda. — Entendía que debería hacerlo con su propia madre si la tuviera, pero ante la falta de la misma y no queriendo involucrar a un hombre en la organización, había preferido que no fuera así. — Debí haberlo adivinado cuando comenzamos a frecuentar tanto tu casa pero realmente no pensé que mi padre quisiera prometerme.
 

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—Mis padres están bastante nerviosos, en especial mi madre, preparar dos bodas al mismo tiempo no va a ser fácil para ella— dijo, con una pequeña sonrisa. El comportamiento de su madre lo enternecía, pero también era consciente de que estaría mucho más involucrada de lo normal, teniendo en cuenta que la madre de Harmony no estaba en la fotografía y sus padres definitivamente no iban a encargarse de los pormenores —. Estoy seguro de que te querrá invitar a comer para que le hables de tu visión, cuando estés preparada, claro— agregó, como si darle espacio fuera una posibilidad, aunque ambos sabían que no sería así.

—Puede que sea complicado, pero también cabe la posibilidad de que tengas que pasar más tiempo con Asa, mamá estará con sus preparativos también— comentó, por la experiencia que tenía de ellas juntas en el festival no tenía demasiadas expectativas, pero a ninguna de las dos le quedaría más remedio que convivir o matarse y Thomas estaba seguro de que dado el caso, su hermana las tenía todas con ella.

Thomas asintió con la cabeza, todavía debía cumplir ese papel de completa ignorancia, aunque hubiera sabido desde el principio que aquel era el plan.

—Para mi también fue una sorpresa, no puedo decir que no llegara a pensarlo, pero... Creí que mi padre me involucraría en la decisión— dijo, decepcionado. Había practicado su reacción tantas veces en el espejo, que se creería a sí mismo viéndolo desde fuera —. ¿Ha sido una mala noticia para ti?— preguntó, esperando honestidad de su parte.

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—Seguramente se estresara mucho, pero supongo que la de tu hermana será más sencilla porque es algo que ha soñado toda su vida para ella. — Suponía que era normal que las madres tuvieran ese tipo de cosas medianamente planeadas al ser la única hija mujer. Lo normal hubiera sido que su propia madre se hiciera responsable de su boda, pero como eso no podía suceder, la mujer se veía atrapada en medio de las dos. — Seguro aunque realmente no tengo mucha idea de nada, no esperaba que se concretara un compromiso. — Sus ganas tampoco estaban por ningún lado, pero no podía decírselo realmente.

Pasar tiempo con Asa no era algo que la ilusionara en lo absoluto y seguramente él lo sabía, especialmente luego del pequeño show que habían dado en el callejón. — Seguramente tenga que hacerlo, supongo que en algún punto lograremos llevarnos mejor. — Especialmente si tenían que convivir todo el tiempo que se suponía que lo harían. Tenía que ser una buena chica, Tess sino no sería su amiga, pero simplemente no le caía bien y dudaba que lo hiciera eventualmente.

Hizo apenas una mueca de una sonrisa, por lo menos Thomas estaba en la misma sintonía que ella, la había sorprendido toda la situación y lamentablemente ninguno tenía poder de decisión en todo eso. — Ellos supongo que han hecho lo que consideraron mejor para nosotros. — No lo creía así realmente, pero se esforzaba en pensar que esa había sido la razón de su padre. — Sinceramente no pensaba casarme. — Suspiro, terminando por mirarlo a los ojos. — Pero en medio de todo esto eres el único en que confió, así que no del todo. — No había otro chico en que confiara tanto para eso, por lo menos no de los posibles prospectos de su padre. — ¿Y tú como lo has tomado?
 

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Si fuera por su hermana, seguramente tendría la boda completamente vestida de negro y con un par de ratas muertas colgando del techo. Su madre no querría nada similar, y esa era la mayor preocupación en casa de los Berrefjord en ese momento: ¿cómo las pondrían de acuerdo? Thomas no estaba seguro, pero había decidido que ya no era su problema.

—¿No eres de las que soñaba con casarse?— preguntó, porque aunque el compromiso fuera reciente, Thomas tenía la errónea idea de que toda mujer debía tener una idea, desde siempre, de cómo deseaba que fuera su matrimonio con el hombre correcto.

—Espero que si, ahora vais a ser familia— comentó, fingiendo estar animado. La verdad era que él no podía terminar de verlo así, porque aceptar que Harmony sería parte de su familia, significaba aceptar también al chico con el que iban a casar a su hermana y aun no estaba convencido. No porque dudara de Leo... Sino porque dudaba de sí mismo. Nunca había tenido que compartir a Asa con nadie.

Una sonrisa casi auténtica se dibujó en sus labios al escucharla. Eso significaba que sus esfuerzos estaban dando resultado: se estaba ganando la confianza de la bruja.

—Me sorprendió, pero no para mal. Pensaba que mi padre lo consultaría conmigo... Pero, creo que si me lo hubiera preguntado, no me habría negado— dijo, con un gesto amable adornando su expresión —. El tiempo que hemos pasado juntos me ha enseñado que puedo confiar en ti, y tu también puedes confiar en mi. No voy a presionarte nunca— afirmó, manteniendo esa fachada de caballero perfecto.

02.01.20 — Casa Berrefjord

—Ni en la peor de mis pesadillas. — Quiso bromear, aunque tal vez su tono no salió tan feliz como debería, por lo que intento arreglar la situación lo antes posible. — Realmente no, siempre me ha interesado lograr algo importante por mí misma antes que el matrimonio. Entiendo mi obligación y la asumo con responsabilidad, pero eso no quita que no piense que quizás podría haber terminado Hogwarts y recién ahí pactar algo así. — No se sentía bien del todo mintiéndole de esa manera, pero no podía decir que buscaría la manera de eludir su responsabilidad como fuese.

La idea de que amabas se llevaran bien le parecía una locura, pero realmente intentaba no pensar demasiado en eso. Creía que podría resolver la situación antes que tuvieran que convivir demasiado tiempo. — Es mucho decir. — Podía jurar que se había sentido levemente ahogada ante la mención de una familia unida, por más que era lo obvio. Se llevó el té a los labios, bebiendo un poco y queriendo distraerse un poco con eso.

—Pensaba lo mismo, pero tal vez al ver lo bien que nos llevábamos pensaron que sería una grata sorpresa para ambos. — Por su parte su padre sabía que eso no la haría feliz, pero lo había considerado lo mejor para ella y lamentablemente hacerlo cambiar de opinión era prácticamente imposible. Aunque tuviera mil dudas e inclusive quisiera terminar con ese compromiso, sonrió por las palabras de Thomas, porque realmente creía en él y en que no iba a presionarla. Aunque, eventualmente quizás, si no lograba sacarse de encima ese compromiso debería ser totalmente sincera con él. — Claro que puedes confiar en mí. Estamos juntos en esto ¿No?
 

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Era evidente que la broma no le había salido, su voz sonaba más seria de lo que debería para alguien que intentaba hacer un chiste. A Thomas se le dio mejor disimular su sorpresa, puesto que hasta el momento Harmony no se había salido de ese molde perfecto diseñado para ella y la idea de que no quisiera casarse no lo alegraba demasiado. Se lo imaginaba, su padre le había advertido sobre ella y por eso Thomas se acercó desde un principio, pero eso no significaba que no se sintiera ligeramente decepcionado.

—Bueno, tampoco queda mucho para el final de Hogwarts, te prometo que no vamos a casarnos en las vacaciones de primavera— comentó, intentando relajarla. Tenían algo de tiempo para pensar, aunque sus familias ya estuvieran barajando ideas, Thomas tampoco quería casarse antes del verano.

Thomas intentó no quedarse en ese pensamiento. Sabía bien que Harmony estaba incómoda y él no estaba ahí para incomodarla más, simplemente para cumplir con esas convenciones sociales que dictaban que sus familias estaban unidas en ese momento.

Estiró una de sus manos, cubriendo el dorso contrario con esta sin esperar que quisiera que sus dedos se entrelazaran en un gesto que era más íntimo que un síntoma de complicidad.

—Claro que estamos juntos en esto— aseguró, con una sonrisa brillante y amable, consciente de que estaba dando los pasos correctos para que la chica frente a él confiara en él.

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Por lo menos saber que tenía un poco más de tiempo del que suponía la dejaba más tranquila, implicaba que tendría que resolver eso pero que podía pensar cómo hacerlo sin correr. Era claro que Tessa merecía una respuesta, necesitaba saber que iba a hacer aunque no se lo plantearía realmente para no lastimarla seguramente. La quería, pero la situación con su padre era algo que no podía manejar tan bien como le gustaría y siquiera sabía como plantearle que estaba enamorada de una chica, eso podía salir muy mal realmente. — Esta bien, me dejas más tranquila con eso. — Admitió, sentía que con Thomas podía hablar de todo pero el tema de Tess era algo demasiado privado y complicado para hacerlo, especialmente porque jamás le contaría a nadie nada sin su autorización y por alguna razón parecía que la morena no quería mucho a Thomas.

Se sorprendió por el toque ajeno y se vio tentada a quitar la mano, no le gustaba el contacto pero si lo hacía sería muy descortés y lo que menos quería era que alguien tuviera razones para quejarse con su padre de su educación. — Entonces veremos la manera de resolverlo juntos. — Le dedico una media sonrisa, no sabía si realmente Thomas quería “resolverlo” o no, pero esperaba que cuando supiera que ella si la acompañara en todo eso como el buen amigo que era.
 

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