Olvidarse de todo por un rato era sencillo. Cuando estaba con Orion la vida parecía pasar a un ritmo diferente y desde el hechizo que habían hecho Lise era incapaz de no ver a Rosie con los mismos ojos. Sus emociones le confundían y al mismo tiempo eran intensas. En ocasiones se veía a sí misma desde fuera, viendo como ellos interactuaban y temiendo estorbarles, mientras que otros no podían evitar sentirse completamente atraída hacia ellos. Eran una unión, difícil de entender, pero sobre todo de romper.

Por eso volver a casa se le hacía tan rato. Había estado en un lugar seguro, con dos personas que la protegían y quería como era. Ahora estaba de vuelta en aquel lugar, lo más cercano que podía considerar una jaula. Su padre siendo él, como de costumbre, buscando el futuro de su apellido, asegurándose de que nadie rompiese lo que tantos años llevaba trabajando.

Dolía, porque era consciente de que Orion había sido su salvación, pero si no hubiese sido por el chico su padre no hubiese dudado en utilizarla como carta de cambio con cualquiera que le hubiese dado más estima al apellido. Entrar en aquel lugar se sentía frío, pero lo hacía por su hermano, porque nadie entendería al pequeño como lo hacía ella.

Ver las maletas organizadas hizo que un mal presentimiento se asentará en su ser y al preguntar la noticia cayó como un ladrillo sobre ella. Apretó los labios, fingiendo que no se sentía consternada y caminando directamente hacia el estudio de su padre.

—¡¿HAS CAMBIADO A GREGORY DE ESCUELA?! — La indignación en su voz era obvia, por pocas cosas gritaría Anelise, pero la seguridad de su hermano era una de ellas. Si lo que le habían dicho era verdad Gregory tendría un camino aún más difícil, su padre no comprendía hasta que punto su hermano era diferente.

02.01.20 +  Casa Winter

Su padre lo enseñó a tomar decisiones difíciles, y tras él su abuelo había enseñado a su progenitor a hacer lo mismo. La meta de la familia Winter había pasado en las recientes generaciones, y la única meta de Anthony era cultivarla también en sus hijos. Lamentablemente, él no lo había tenido tan fácil.

Gregory debería haber sido criado a su imagen y semejanza, y en su lugar tenía a un niño al que cada vez veía más incapaz de interactuar en la sociedad con la misma fluidez que él a su edad. Necesitaba fortalecer su personalidad, por ello interrumpir su educación en Hogwarts era el paso a seguir.

Tal vez debería estar más preocupado por su capacidad de adaptarse al cambio, que siempre había demostrado era nula, pero él deseaba soluciones y resultados rápidos a sus problemas. En especial ahora que el compromiso de Anelise estaba finiquitado, solo tenía una preocupación que quitarse de encima antes de continuar con su trabajo.

Debería haberse imaginado que al regresar, Anelise se convertiría en una tormenta. Sin embargo, no llegó a prever la falta de respeto que tocó su puerta. Anthony se giró inmediatamente al escuchar su voz, enarcando una ceja y dedicándole una mirada que habría podido congelar el infierno.

—¿Quién te crees que eres para entrar en mi despacho gritando de esa manera?— preguntó, observando a su hija de pies a cabeza. Un padre en condiciones le habría preguntado dónde había pasado las últimas dos noches, pero Anthony tenía suficiente imaginación, y sus teorías no le disgustaban —. Siéntate— ordenó, señalando la silla delante de su escritorio y esperando que su hija no rechistara.

02.01.20 +  CASA WINTER

La indignación que movía a Anelise era mucho más grande que el miedo o respeto que pudiese sentir por su padre. Ella entendía su papel, lo que representaba en aquella familia que llevaba generaciones intentando despegar. El sudor de sus antepasados le había dado privilegios que muchos otros soñaban con ostentar, esa pequeña obsesión que venía de alguien que no había tenido tantos recursos como los magos de alta gama estaba dando sus frutos.

Le importaba poco, porque se trataba de su hermano. Aquel que quería por encima de todo y deseaba poder ayudarlo a alcanzar sus metas. Su mente brillante y ganas de comprender el mundo lo hacían un objetivo fácil. En aquel estúpido colegio no tendría a nadie para vigilarlo, sería sencillo que alguien le dijese que introducirse a las artes oscuras era la manera en la que comprendería mejor el mundo y Gregory iría de cabeza.

—¡Una hermana preocupada por su hermano y la condición que padece! — Casi gritó en dirección de su padre, pero el tono de este hizo que se moderase. Tomó aire, apretando los puños y haciendo el camino hasta quedarse frente a su escritorio. No se sentó, estaba demasiado enfadada como para hacerlo —. ¿Eres consciente de lo que estás haciendo? Enviarlo allí no hará que cambie, ni lo convertirá en lo que tu quieres que sea — escupió, notando que tenía que controlar el veneno mucho más de lo que lo estaba haciendo.

Sus padres no comprendían realmente lo que pasaba con Gregory, ni entendían que habría una forma de tratarlo si no estuviesen tan cerrados a lo que los muggle eran capaces de hacer. Ella lo había visto, había escuchado lo que Sophia tenía que decirle y la información que ella le llevo. Encajaba con Gregory, pero los magos estaban demasiado obsesionados con su propio modo de hacer las cosas, por la idea que eran la perfección puesta en la tierra cuando no era así.

02.01.20 +  Casa Winter

Anthony se aseguró de cerrar la puerta con magia con un movimiento de su varita, y silenció la habitación desde su interior. Lo último que deseaba era que su conversación llegara a oídos equivocados, o que alguien se cuestionara el motivo por el cual no estaba dándole una bofetada a su hija por su falta de respeto. Le dedicó una mirada gélida, mientras se sentaba detrás de su escritorio para observarla.

—¿Preferirías que te enviara con él?— preguntó, aunque ambos sabían que aquella era una amenaza vacía. Anthony necesitaba a Anelise allí, cumpliendo su deber y satisfaciendo a su futuro marido. Su posición no estaba al lado de su hermano en Durmstrang, ambos tenían roles diferentes que cumplir y él, bajo ningún concepto, permitiría que pisotearan sus planes ahora que estaba a las puertas de ver sus sueños hechos realidad.

—Debería haber tomado esta decisión mucho antes, en el momento mismo en el que me di cuenta de que tu madre había parido a un heredero imbécil— dijo, cortante —. Gregory necesita disciplina, una educación fuerte que no le permita seguir desviándose. Tenemos esta oportunidad ahora, y no voy a pasarla por alto— afirmó, allí no había espacio para el debate, la decisión había sido tomada desde que Anthony se dio cuenta de la clase de hombres que salían de Durmstrang.

—¿Qué se te ocurre a ti, Anelise, que sería lo mejor para él?— preguntó, con una sonrisa casi burlona adornándole el rostro, como si pensara que su hija era incapaz de ideas y soluciones brillantes como las que él necesitaba para que Gregory estuviera capacitado para representar a su familia —. Todo está arreglado según lo que necesita, terminará su educación en Durmstrang y volverá a casarse con una señorita de una familia respetable.— Y entonces su deber sería cultivar también el apellido, y esperar que la siguiente generación saliera con un poco más de luces.  

02.01.20 +  CASA WINTER

Una pregunta que en otro momento habría hecho que se encogiese, pero que en ese hizo que se quedase erguida. No podía perderla, tenía que ser la perfecta muñeca de porcelana para su prometido, lo que significaba que cualquier daño podría ser reportado y hacer que quedase mal. Sin darse cuenta su pulgar repaso la marca que tenía, la unión que la mantenía unida a ellos dos.

«Si me hace daño, lo sabrán» pensó para si misma, estando confiada en que vendrían, sin dudarlo irían a buscarla.

— Ambos sabemos que lo que intentas es alejarlo de mi, porque yo le doy una seguridad que no crees que merece, que por eso no está siendo el hombre que tú quieres que sea — respondió, si hubiese querido ir con él su padre no lo hubiese permitido. Lise no era tan tonta como para no saber que su padre estaba buscando una forma desesperada de que Gregory fuese lo que él era.

Y ese era el gran problema, uno que su padre no podía concebir porque su mente era tan cerrada que no veía los problemas que tenía su hijo. Gregory no estaría mejor en ese ambiente, su cerebro se bloquearía todavía más porque no comprendería porque no puede hacer ciertas cosas y nadie estaría ahí para ayudarlo a entenderlas.

—¡La disciplina no va a ayudarlo a cambiar! — Respondió, nuevamente en un tono que normalmente nunca usaba con su padre —. Gregory necesita cosas diferentes papá, se estresa cuando no entiende algo, tiene rutinas que le importan más que nada y ese tipo de ambientes va a hacer que se sienta incómodo, que no vea cuando están siendo cruel con él, lo volverán inseguro, lo atraparan en su cabeza y puede que no vuelva a casa — sentía que todas las necesidades de su hermano eran pasadas por alto porque su padre necesitaba tener a su perfecto heredero.

Soltó el aire por la nariz y sin poder evitarlo puso las manos sobre la mesa, un golpe que nadie excepto su padre podía escuchar. Si quería alzar la varita y dañarla le importaba poco, lo aguantaría, haría que ellos supiesen el peligro que existía en la casa de los Winter y si tenía que alejar a todos del sueño de su padre por su hermano, lo haría.

— ¿Has intentando pensar que el problema que tiene Gregory es algo más? ¿Algo no mágico? — Preguntó, sabiendo que esas palabras eran como veneno —. O tienes tanto miedo de lo que puede significar que prefieres mandar a tu hijo a un infierno para decepcionarte más tarde — y si no fuese imposible su cabello podría haber empezado a arder de un segundo para otro de la rabia que sentía.

02.01.20 +  Casa Winter

—Lo que has hecho al darle seguridad es convertirlo en un incapaz, Anelise— afirmó, sus palabras cargadas de crueldad. Ningún padre debería describir a sus hijos con semejantes adjetivos, pero ahí estaba él, consciente de que algo en el cerebro de su hijo fallaba y culpando a su hija y a su mujer por ello —. Así que sí, alejarlo de ti es lo mejor que puede pasarle, porque tendrá que aprender a valerse por sí mismo como el hombre que es— agregó, sin retirarle la mirada, pero poco a poco perdiendo la paciencia.

Puso los ojos en blanco ante la justificación de su hija. Gregory tenía muchos fallos, y aunque al principio había intentado mantener viva su curiosidad, rápidamente se había dado cuenta de que era un inepto social, y que con sus habilidades la familia jamás prosperaría. No podía permitir que diera la cara por los Winter, no cuando llevaba tantos años moviendo las fichas necesarias para darle a su apellido el estatus que se merecían.

Sin embargo, al escuchar el golpe sobre su mesa, Anthony se levantó y desenfundó su varita. Un rápido hechizo contuvo el ruido de la habitación en su interior. Se acercó a su hija, posando dos dedos debajo de su barbilla y obligándola a mirarlo.

—No espero que entiendas por qué es importante que tu hermano cumpla con su deber, eres solo una mujer y jamás vas a ver el mundo como nosotros— dijo, apartando su rostro de manera brusca —. La decisión está tomada, tu opinión nunca fue importante.— Lo realmente importante era poder asociar a Gregory a una familia que le diera poder, y deshacerse de su hija en una alianza conveniente —. Espero que recuerdes tu posición en esta casa, porque no tengo inconveniente alguno en recordártelo— agregó, su varita aun en su mano, dispuesta a hacerlo si continuaba usando aquel tono con él.

Recordaba a la perfección los castigos impuestos por su propio padre, las dos marcas en su espalda de las únicas veces que se atrevió a cuestionarlo. Se habría reservado aquellas intervenciones para el hombre que estaba intentando formar, pero si su hija deseaba manifestar su opinión, no iba a detenerse a la hora de recordarle que esta caería en saco roto.  

02.01.20 +  CASA WINTER

— Hacerlo sentir querido no es ninguna debilidad, es saber que tiene a alguien con quien contar y que estará ahí para él — respondió, conteniendo la rabia que parecía acumularse de manera obvia —. Al final, no tiene padres que hagan eso por él porque lo único que buscan es un reconocimiento que jamás tendrán, vives en fantasías padre — su apellido no brillaría, no llegaría al lugar que nadie había imaginado. Había tenido suerte con su matrimonio de alguna forma y lo sabía bien.

Verlo levantarse fue como un recordatorio que estaba frente a un titán, toda su vida había sido igual, pero sin percatarse sus hombros estaban cuadrados. A pesar de la tensión no bajó la mirada, ni dio un paso atrás. Se mantuvo exactamente en la posición que estaba, desafiando al hombre que nunca se había preocupado por ella. Para él, Anelise era lo que se podía llamar una moneda de cambio, esperó que su mujer la criase para que supiese abrir las piernas y casarse con quien más beneficio le diese.

— Adelante, haz lo que quieras, tortúrame, márcame, ponte por encima como el animal que estás demostrando ser — ya ni siquiera había respeto en su voz —. Recuerda, que ya hay un matrimonio anunciado, que has conseguido casarme en uno de los apellidos más fuertes del mundo mágico británico, pero recuerda también, que exactamente por eso puedo cerrar todas las puertas para ti — amenazó de la misma forma que lo estaba haciendo él —. Todas y cada una, me has puesto ahí para que sea más fácil encontrarle una esposa a tu hijo y perdurar tu estúpido apellido por encima de cualquier otra necesidad y te juro por todo que las truncaré, que haré lo posible porque te veas exactamente como el loco obsesionado que eres ahora mismo — y tenía que agradecer esa burbuja de ruido, porque solo él podía escuchar las amenazas que estaba haciendo.

02.01.20 +  Casa Winter

—Los dos sabemos que no son fantasías. Mi verdadero arrepentimiento es haber criado a alguien tan débil como tu, tan poco ambicioso...— dijo, y aunque en muchas ocasiones había intentado ocultar su asco detrás de la cordialidad para asegurarse de que Anelise se mantenía a su favor, en ese instante no se estaba molestando en ocultar la expresión de puro rechazo.

No permitió que su hija viera la semilla de la duda que había instalado en su cabeza mientras sonreía como alguien que no estaba mirando a su propia sangre. El rechazo no le importaba, le molestaba mucho más que quisiera interponerse entre él y el sueño de su familia. Sin embargo, era consciente de que no había un límite para lo que haría con tal de ganarse su lugar. Incluso aunque eso fuera matar a su propia hija una vez el matrimonio estuviera consumado.

02.01.20 +  CASA WINTER

02.01.20 +  Casa Winter

02.01.20 +  CASA WINTER