¿Cuántos días habían pasado? Regulus calculaba que como cuatro que estaba en un nuevo hogar junto a su hermano y novio Remus. Se veía bastante estable a comparación de como era cuando se marchó con sus padres, una mala decisión que nunca pensó que sería para tanto hasta que se vio ahí y no pudo mal, querían influenciarlo en malos actos y con sinceridad era lo que menos podía tolerar, mucho más que se habían enterado por una carta de un pretendiente que era gay y fue el escandalo de la vida, la mejor opción era tomar esa beca y volver a Inglaterra.

Quién le había dado su número al contactarla fue Andrómeda así que luego de varios momentos de indecisión llamó a su hermano que se preocupo de inmediato al momento que lo escuchó tan deprimido. Sinceramente sentía que no lo merecía, no sabía quien de los dos era el error pero la realidad es que consideraba que eran sus padres ese gran error y ellos  no supieron como manejarlo.

Ahora estaba en paz y aunque Sirius insistía que podía quedarse todo lo que quisiera y a su vez, Remus se aseguraba en todo momento para hacer que se sintiera en casa sabía que no podía abusar en demasía, eran pareja, era probable que estuvieran en la mejor parte de la relación así que lo menos que quería era interrumpir.  Serían solo dos meses en realidad luego viviría en el campus solo que siendo como era igual sentía vergüenza.

Al que no había visto era a James.  Su hermano le había contado que se caso con Lily y que estaban esperando a su pequeño hijo, destacando eso sí que su relación no había funcionado y estaban en trámites de divorcio, Remus en ese instante también destacó que era mejor así porque ellos dos eran los mejores amigos así que funcionarían de manera sana luego que naciera Harry. Tenía ganas de verlo, o sea los coqueteos en la preparatoria siempre estuvieron fue como se percató por primera vez que sentía atracción hacía los hombres y la razón era James Potter. Solo que nunca paso nada quedaron como grandes amigos pero que al momento de marcharse todo acabo de manera muy rápida.

Los chicos habían ido al supermercado se sentía tan cero aporte en esa casa que insistió en dar algo de dinero para la mercadería del mes que algo de dinero había logrado sacar del banco aunque la mayoría aún tenía que cambiarlo. Era lo que más podía hacer,  estaba en el sofá leyendo porque debía reconocer que su cuñado tenía un gusto exquisito en la lectura, cuando escuchó el sonido del timbre. Quizás se habían olvidado de algo importante,  ya que hace tan solo hace 10 minutos que habían salido.

Con ese semblante serio abrió la puerta donde Sirius pasaría por su lado en busca de lo olvidado aún le costaba mirarlo a la cara pero al ver que se había quedado de pie alzó la mirada. Pero no era Sirius sino que James. ¿Por qué era tan impactante verlo? Gracias a Dios que siempre era reservado para expresar sus emociones y en el exterior se mostraba neutral solo que en el interior era una explosión de emociones porque claro que sabía que se iban a volver a encontrar, solo que nunca tan  pronto.

Tragó saliva. Tenía que ser cordial y en realidad solo esperaba que no estuviera disgustado con él era tan adolescente que no tenía remedio que obedecer a sus padres cuando se fue.— Hola James — saludó con seriedad — Los chicos no están, hace unos minutos que fueron al supermercado — Informó, no había visto el mensaje de su hermano que avisaba de la visita. Dudaba que quisiera quedarse ahí ni siquiera tenía idea donde vivía también sabía que estudiaban todos en la misma universidad que iría y que estaban en su último año. El tendría un año más de lo poco que pudo convalidar así que era un hecho que era como estar en primer año.

Habían pasado muchas cosas en los últimos años de la vida de James. Recordaba, aun cuando aún era un colegial, el hecho que le gustaba Regulus. El hermano menor de su mejor amigo. Sin embargo, aquello no había resultado en algo más que una ilusión. Pues llego a pensar que tal vez no era correspondido, más cuando el Black había decidido marcharse sin más ni menos. Había sido una lástima, pero la vida continuaba. Decían por ahí que si lo quieres dejarlo ir y si no vuelve entonces no era para ti.

Sin embargo, el tiempo paso y no tuvo más noticias, al menos no de forma directa. Así que Potter entro en una relación con la joven Lily Evans. Una hermosa y talentosa pelirroja que había capturado su atención. No era Regulus, pero la chica era linda y buena, además le correspondía. Por eso fue que terminaron casados. Más al darse cuenta de que no estaba funcionando. ¿Es que como iba a funcionar una relación cuando en el fondo aún tenía a otra persona en el corazón? Lamentaba no haber podido corresponder como la chica merecía y por lo mismo es que terminaron por poner fin a esa relación. Agradecía profundamente que Lily siguiera siendo su amiga porque eso ayudaría muchísimo a la hora de criar al hijo que esperaban. Pues eso no se le olvidaba. Separarse de la madre, no implicaba separarse del hijo. No sería mal padre. Más la relación de ellos no había dado para más.

Había quedado completamente sorprendido cuando Sirius le contó que su hermano volvía y que vendría a vivir con él. La verdad es que Potter se puso en plan ver para creer. No porque no creyera en la palabra de su amigo, sino porque no podía creer que el chico realmente volviera. Así que no lo viera con sus propios ojos, no lo creería.

El muchacho había salido hacer unas diligencias, pero luego de ello había enviado un mensaje a los chicos de que los visitaría. Tal vez podían tomar algunas cervezas y pasar el rato. No se encontraba muy lejos de su casa cuando recibió respuesta de que no se encontraban, pero que podía entrar en confianza. Siempre habían tenido esa confianza, solo que esta vez sería distinto porque había quien lo recibiera. James se quedó perplejo. ¿De verdad Regulus estaba ya aquí? Sintió una sensación de emoción en el pecho, pero trato de controlarlo. Actuar lo más normal posible. Sí, eso era lo que debía de hacer.

Al menos ya estaba advertido, así que cuando toco a la puerta no lo tomo por sorpresa su presencia allí. Más eso no quería decir que no se hubiera quedado de pie viéndolo por unos instantes. Pues lo que sí le sorprendió fue el cambio que había dado. Si cuando eran adolescentes le había gustado. Como no lo haría ahora que estaba hecho todo un guapo joven adulto. Un escalofrío recorrió su cuerpo de solo pensarlo.

— Hola. Discúlpame, es que hace tanto tiempo. Que mucho has crecido Reggie. — dijo con una sonrisa en el rostro. Aún no se le quitaba la costumbre de llamarlo así. — Oh, descuida. Lo sé, me avisaron cuando dije que vendría a visitarlos. Pero me dijeron que podía pasar, que tenían un muy buen anfitrión. — aseguro el castaño de ojos azules. No había sido exactamente así el mensaje, pero para él solamente el hecho de volverlo a ver lo hacía querer quedarse. ¿Por qué sentía ese cosquilleo? Sencillo… no lo había olvidado.  

— Entonces… ¿Puedo pasar? Traje cervezas. Sé que están en el supermercado. Pero bueno… ya las traje. — dijo divertido mostrándole el paquete de cervezas que traía en la mano.

Es que sabía que en el fondo se iba a volver a reencontrar con James. Suponía que seguía siendo el mejor amigo de Sirius y Remus. No conocía demasiado bien a Peter porque fue con el que menos interactuó en el colegio pero que todavía se frecuentaban, solo que estaba más distante a ellos porque no había quedado en la misma universidad, sin duda, tenía que reconocer que él que más le interesaba era James. Porque había sido su primer amor y aunque todo quedo en una ilusión porque luego se marchó antes de llevar a cabo algo, ahora el reencuentro era inminente.  

Estaba frente a él y esa mirada que  le dedicó lo hizo reflexionar mucho y costaba demasiado mantenerse serio.  Sus emociones lo traicionaban porque la realidad al igual que su hermano lo había extrañado y su vida en esos años no había sido lo mismo.  Quedó algo perplejo por lo que le explicaba pues Sirius no le había dicho nada así que sacó el celular de su bolsillo y vio tanto la llamada perdida y los mensajes de su hermano que James estaba por llegar a su casa que si no le importaba recibirlo que si iban a demorar que tenían que comprar todo para el mes. Respondió con un simple ok y volvió alzar la mirada hacia el castaño. Regulus no sonrió porque se encontraba relativamente incomodo. — Descuida, mala mía. Acabo de darme cuenta de los mensajes de mi hermano. No tenía idea que ibas a venir — fue cuando recién pudo articular palabras y soltó un suspiro de alivio de poder hacerlo, a comparación de James y Sirius siempre había sido más reservado e incluso tímido como solía ser Remus. — Sí, ha pasado mucho tiempo  y veo que tú también estás muy cambiado — correspondió a la conversación tratando de mantener la mirada fija en el Potter y así demostrar que no pasaba nada. Seguro que hasta lo había superado.

—Adelante, pasa. Sirius me ha dicho que van a demorar porque están haciendo las compras del mes y también he pedido algunos cosas necesarias. — Indicó y lo dejo pasar sabiendo que James seguro conocía la casa de memoria por todas las veces que había venido. — Creo que te vas a tener que conformar con las cervezas o sino seguro te habría ofrecido un té. —Siseó con calma mientras seguía sus pasos sintiéndose muy cohibido que estaba solo con él en la casa de su hermano. Bueno y las mascotas, porque Regulus se había traído a su gato llamado Kreacher.

No sabía que decir. Solo atinó a sentarse en el sofá donde estaba leyendo y cerró su portátil.  Quería pedirle una cerveza ya que nunca habían compartido una ya que a esa edad estaba relativamente entre los 14 y 15 años. Todo un jovenzuelo que apenas sabía de la vida y tan reprimido, había cambiado bastante pero claramente que con James Potter siempre sería igual de vergonzoso y tímido. Eso no pasaba en Rusia donde se marchó donde se decidió actuar por sí mismo y se había percatado que estuvo muy equivocado tratando de seguir la intachable reputación de sus padres, unos empresarios famosos y de mucho dinero que no permitían errores sin importarle sobrepasar al resto, se había cansado de eso.

Aún lo recordaba como aquel chiquillo que había llamado su atención en el colegio y que tendía a proteger. Tenía algo que siempre había capturado su atención y es que el Black era más de lo que incluso dejaba ver. A veces se preguntaba que hubiera ocurrido si nunca se hubiera ido. ¿Habría logrado ganarse su corazón? ¿Estarían juntos? ¿O quizás solo habría sido una ilusión pasajera? De eso último no estaba tan convencido porque sabía que aún había sentimientos hacia él porque de lo contrario su historia con Lily posiblemente hubiera funcionado. Así que quisas todo lo que había pasado y el que estuviera de vuelta podría llegar a ser un nuevo comienzo.

Tenerlo frente a frente, era como tener una visión, un sueño. Pero no, era real. De verdad había regresado. Ahí estaba frente a él, con la mirada agachada y sin moverse de la entrada. Al menos por ese instante hasta que James abrió su boca para hablarle. — Ya iba a regañarlos por no avisarte. No pretendía agarrarte por sorpresa. — Admitió, igual en el fondo, si le gusto sorprenderlo. Fue como… “Hola estoy aquí. Soy James. ¿Me recuerdas?” Algo así.

— Oh, sí, también. Ya sabes, llega un punto en la adolescencia en el que terminas de dar el estirón y desarrollarte. Luego, cuando ya eres más adulto, comienzas a preocuparte más por hacer ejercicio. Más si haces deporte en la universidad. — comento el joven. Era parte de crecer y la vida a Reggie lo estaba tratando muy bien en ese aspecto.

— Ya imagino, terminarán casi por comprar el supermercado entero. Por eso se tardan tanto. — bromeo el moreno de ojos claros, es que cuando se comenzaba con las tareas de adultos el ir al súper podía ser casi como ir a la feria. Lo querías todo, claro, hasta luego de par de idas al lugar y darte cuenta de que trabajas para comer porque te exageras con lo que compras en comida. — Tranquilo, con la cerveza estaría bien por ahora. Quizás podemos pedir algo de comida si hace falta. Qué igual dudo que luego de hacer la compra alguno de ellos quiera meterse a la cocina a cocinar. — Sugirió Potter con una sonrisa.

En otras palabras, con esto le estaba dando a entender que pretendía quedarse allí hasta que ellos volverán. Así que Regulus tendrá que compartir ese momento con él. Esperaba que no le molestara su presencia en el sitio, pues él sí que estaba muy contento de volverlo a ver. James se sentó en el sofá de la sala y dejo las cervezas sobre la mesita del café. Miro de reojo a Reggie quien estaba en su computadora. — ¿Mucho trabajo? — pregunto curioso. No sabía si continuaba la universidad en línea, o si estudiaría ahora aquí igual que ellos. O si simplemente tenía un trabajo y solo se estaba dedicando a eso. Sería interesante saber.

— ¿Esta vez piensas quedarte de manera definitiva? ¿O es temporal? — pregunto mientras tomaba una botella de cerveza dándole un sorbo lento y coqueto mientras miraba en su dirección. — Oh mala mía. Mala mía. Es que bueno, ya sabes. La última vez que nos vimos no podía ofrecerte alcohol. Eso no estaba bien… Pero bueno. Ahora sí. ¿Quieres una cerveza? — pregunto mientras le extendía una botella para que se acercara a tomarla.  

Quiso decir que seguro que sorprenderlo le había gustado pero se lo quedo mirando porque sabía que fue su error. El mensaje de Sirius era de hace cinco minutos.  En el fondo, igual le gusto que fuera una sorpresa aún cuando su corazón estaba acelerado por lo sucedido. Y James Potter seguía tan charlatán como siempre, en ese aspecto no había cambiado ni un poco que recordaba bien que se lo había ganado por cansancio al sacar tantos temas y fue como se fue enredando en esa relación de amigos que tuvieron.— No los regañes, están haciendo mucho por mi y no tenían porque — Se sentía muy agradecido que su hermano sin ni siquiera dudarlo de inmediato le dijo que sí, que podía venir y que se quedara el tiempo que quisiera. Remus también lo había hecho sentir en casa y comprendían la situación, ambos ya estaban enterados del porque había regresado y aunque omitió detalles sabía que Sirius era él que más sabía que realmente había pasado solo que no tan extremo tal como le había ocurrido a él a los  16 años.

— Bueno.. seguí practicando futbol — Reconoció el chico — Pero veo que tu sigues siendo más alto que yo y tu cabello cada vez luce más desordenado — Y eso que Regulus era muy alto y delgado a comparación de él, en ese aspecto era muy parecido a Sirius y aunque el estilo los diferenciaba en cuanto a lo físico si podían decir directamente que eran hermanos más que ahora el chico se había dejado el cabello más largo de lo que usaba así que si parecían bastante. Solo tenía los ojos más claros como su padre.

Quería decir más pero aún seguía impactado por la sorpresa y sabía que iba a tener que mantenerlo ahí con conversa porque los chicos llegarían mucho después así que se fue al sofá esperando que James lo siguiera. — Muy probable que demoren y sí, no es mala idea si la compras tu que no tengo ni la más mísera libra — No pudo evitar lanzar su comentario negativo porque sí que le iba a costar, estaba acostumbrado a tener todo y ahora mismo era todo un pobretón. —Sí, seguro. Avísales y pides la comida que siempre comen, deben tener una favorita ¿no? — se encogió de hombros y alzó la ceja con su siguiente pregunta. — ¿Los chicos no te han contado nada?Si es que así no te hagas el desentendido— preguntó curioso y a la vez, adivinó que era muy probable que sí que vaya que se contaban casi todo como viejas chismosas. — Nada por el momento, solo haciendo trámites para entrar a la universidad. Por este año gane una beca pero debo mantenerla con las calificaciones, seguiré negocios solo que no pude convalidar mucho. Me dijeron que también vas  ahí — Pero no les había preguntando en que carrera, igual los tres eran uña y mugre así que seguro que estudiaban lo mismo solo para no separarse.

— Nunca más volveré con mis padres sí es que puedo ya llamarlos así — murmuró en tono amargado y expresión sombría, James casualmente había tocado ese lado suyo que lo tenía amargado y aunque se sentía intimidado recordaba los viejos tiempos donde el muy maldito sabía como sacar sus mayores secretos y vaya que sabía que siempre se sintió reprimido con su familia, mucho más que Sirius de hecho, porque en parte si se había sentido muy abandonado por su hermano mayor a esa edad al dejarlo solo con ellos. Lo bueno es que aquello había quedado atrás. — Vale, creo que la necesito. Ha sido un tema tenso... — dijo tomando la cerveza y notando esa mirada pícara que hizo que sus mejillas se sonrosaran al instante. Lo confundía ese gesto le hacía ilusionarse pero a la vez sabía que Potter era encantador con todo el mundo. — Como decía... supongo que después viviré en una habitación universitaria con un compañero y ya. Por ahora solo me queda quedarme aquí — se encogió de hombros y tomó una de las cervezas tomándose un gran trago de una. Allá se había acostumbrado a tomar mucho vodka y la cerveza en comparación no era nada.

Podían pasar los años, pero James seguía siendo igual en cuanto a personalidad. No dejaba de ser aquel chico carismático que el Black había llegado a conocer en el colegio. Aunque en lo que sí había cambiado era físicamente, ahora estaba más en forma, siempre había sido un chico deportista, pero ahora que ya estaba bien desarrollado se notaba más. Otra cosa que no cambiaba era el buen sentido del humor. — Tal vez, pero ellos son los anfitriones, es su trabajo. — dijo riendo. Realmente lo decía en broma, aunque igual hacia sentido. Si alguien iba a tu casa y no estabas, al menos lo correcto era avisar a quien sí se encontraba en la casa para que lo recibiera y no lo tomara por sorpresa.

— Que bueno saberlo. Tenías mucho futuro en el futbol. Quizás podemos echarnos un día una partida de futbol. — recordaba los años del colegio, cuando compartían equipo. Claro, para él Reggie siempre sería el pequeño rookie del equipo al cual había que proteger a toda costa. En especial porque el Black era muy habilidoso. Así que le alegraba saber que continuaba con aquello.

— Bueno, supongo que es de familia lo de la altura. En cuanto el cabello, quería tener un nuevo estilo para esta nueva etapa de mi vida. — Admitió el muchacho mientras lo miraba de reojo. Es que definitivamente sí que había crecido. — A ti también te va ese estilo de cabello. — aseguro el castaño.

Lo podía notar sorprendido, y aunque no lo dijera esa expresión, siempre le había gustado. Como lo miraba con cierta timidez, pero al mismo tiempo le prestaba tanta atención como si fuera el ser más importante que había en el lugar.

Menos mal que había traído consigo aquellas cervezas o de lo contrario no hubieran tenido con que entretenerse mientras volvían. Al menos en cuanto a alimentos se referían. Porque bien que ellos tenían muchas cosas de las cuales poder hablar luego de haber pasado tanto tiempo sin saber del otro. Claro, no es que Potter no supiera nada de nada, porque Sirius lo mantenía al día. Pero no era lo mismo. — Descuida, no te preocupes por eso. Yo fui el de la idea, así que yo invito. — señalo el muchacho. — Sí, les enviaré un mensaje y ya depende de lo que digan pido de comer. — así todos estarían contentos con algo que les gustara a todos.

— Deberían contarme? — pregunto curioso. Acaso lo veía que le iba a preguntar a Sirius por él. La respuesta era sí, pero le daba curiosidad que lo pensara así. ¿Aún quedaba algo de lo que una vez fue en él? No quería ilusionarse, una cosa a la vez. Pero no podía evitar hacerse esas preguntas. — Bueno, me ha contado algunas cosas. Pero nada así en concreto. Además, no es lo mismo que me lo cuentes de tu propia boca. — afirmo dando una guiñada mientras proseguía a beber nuevamente de su cerveza.

Se sintió satisfecho al ver que le respondía, así que se quedó viéndole atentamente escuchando su explicación. Una amplia sonrisa apareció en su rostro cuando menciono lo de la universidad. — ¡Genial! Porque sí, estás en lo correcto. Ya sabes, es prácticamente imposible separarnos. — afirmo entusiasmado James. — ¿Piensas continuar con lo del futbol allí? ¿Porque si es así te anuncio que adivina quién podría ser tu compañero de equipo? — no dijo nombre, pero se señaló el mismo.

James negó, el tema de los padres de los Black era más complejo de lo que parecía. No lanzaría más leña al fuego, pero sí se alegraba de que pudiera alejarse de allí. — Lo importante es que ya estás lejos de ellos. Ya verás que aquí las cosas serán diferentes. Un nuevo comienzo. — aseguro el Potter. Regulus podría ser reservado para sus cosas, pero por alguna razón con James se abría a contarle sus cosas y eso le gustaba.

— Ten, está buena. Las tenía en el refrigerador antes de llegar aquí, así que están bien frías y refrescantes. — aseguro el castaño. No dijo nada para no incomodar más, pero le encanto notar como sus mejillas se sonrojaban. — Claro, poco a poco. Los cambios toman su tiempo y estoy seguro de que Sirius y Remus están feliz de poder ayudar. — afirmo, tal vez llegaron a tener sus diferencias, pero a él le constaba cuanto adoraba a su hermano, por lo que le tendería la mano siempre que pudiera. Como el tema parecía incomodar un poco decidió dirigir más la conversación a sus aspiraciones, y dejar a un lado por qué tuvo que regresar. — Imagino que ya sabes que especialidad estudiaras. ¿No? Porque que recuerde eras de los mejores de tu año. Y hay varias carreras relacionadas con empresas. — Recordó con nostalgia, el mismo estaba en ese departamento así que podría darle sus recomendaciones... claro, si quería.

Regulus sabía que los chicos siempre actuarían de un buen modo con él. Recordaba bien como trataron de persuadirlo para que se alejara de su familia sin éxito a esa corta edad que tenía mucho miedo e igual creía que sus padres actuaban con razones. Todo se había vuelto un lío cuando Sirius se marchó de casa por las malas y brutal pelea, donde solo duró un año en Inglaterra luego de eso porque tenían todas las de perder al estar ahí ahí por el maltrato que le causaron así que se exiliaron ellos mismos llevándoselo. Nada pudo hacer, en ese momento creía en ellos y les encontraba razón. Había sido un completo tonto solo que tampoco es que dejaran de ser sus padres y fuera como fuera no podía odiarlos, ni siquiera ahora.

De todas maneras, nunca había sido una familia que transmitiera cariño y eran muy fríos con ellos. La única muestra de cariño que tuvo en su infancia había sido de Sirius y por eso cuando se fue se sintió abandonado, antes igual no había sido tan grato con esas discusiones y porque su madre lo tenía harto preguntando que su hermano hacía pues a él no le dirigía la palabra más que discutir. Ciertamente habían sido unos años angustiosos donde no disfruto del todo parte de su niñez y adolescencia. Y los chicos lo trataban con tanta familiaridad transmitiendo ese calor que nunca tuvo.

James no era la excepción, claro que fueron amigos pero de cierta forma igual lo había abandonado y ahora estaba como si nada como si se hubieran dejado de ver ayer mismo. El chico se mantenía con una ceja alzada costaba creerlo y aunque era mucho más de escuchar, James lo provocaba a hablar en todo momento, siempre fue así y el fondo se alegraba que eso no hubiera cambiado. Solo asintió que tenían ser buenos anfitriones y lo eran, respecto a esa invitación de jugar el chico dudó — No están los ánimos, Potter — siseó Regulus mientras se encogía de hombros — Quizás más adelante — prometió.  Es que amaba el futbol y sabía que era bueno en ello el problema es que todo era demasiado reciente y estaba asumiendo sabía que estaría unos días así hasta acostumbrarse.

El hermano menor de los Black lo miró con atención es que reconocía que seguía igual de atractivo e incluso mucho más. Suponía que también se había atesorado de ir al doctor para ver lo de su vista porque no usaba anteojos así que aprovechaba de mirar los detalles que habían cambiado — Sí, sigue siendo estando peor de desordenado imagino que puedes hacerte hasta una coleta — reconoció el chico sonriendo más para si mismo porque de todas maneras podía notar ese interés que transmitía James hacía a él como si fuera el sujeto más importante de la vida.

Lo dejo hablar por un buen rato pues era mucho más bueno escuchando que hablando; una gran diferencia que era notable entre los dos que a Potter no lo callaba nada cuando se ponía a conversar. Que trajeran comida preparada lo había animado bastante aunque no sabía cuanto iba a tener que esperar porque era cierto que podrían traerse el supermercado entero ahora que tenían visitas. Regulus al sacar el tema a flote se ensombreció y solo pensaba en ello y tanto que se estaba desahogando con Potter que seguro sabía bastante del tema por Sirius y Remus que podían ser viejas cotorras.  Solo se encogió de hombros sabía que el tema iba a salir en algún momento solo que contar detalles lo consideraba todavía demasiado personal.

Agradeció que hablara de otros temas para quitar esa mala racha de ánimos que tenía. — Supongo que veré cuando este ahí. Por el momento lo más importante es pensar que todo saldrá bien porque aunque soy estudioso si tengo que esforzarme para no bajar las notas — siseó el chico que por lo menos ahora era su único objetivo que tenía en Inglaterra, también sentía que debía buscar un trabajo pues necesitaba tener sus cosas y no podía abusar de la amabilidad de Sirius en todo pues sabía que su hermano lo iba a estar ayudando en lo posible, ya se lo había dicho.

Finalmente había dicho que ni siquiera podía llamarlos padres y soltó un suspiro al escucharlo. Era un nuevo comienzo lo tenía más que claro pero...— No deja de ser difícil. No dejan de ser mis padres aún cuando no hubieran sido amables como los tuyos ¿cómo se encuentran? — Tenía que reconocer que Euphemia y Fleamont Potter siempre le habían caído bien partiendo que ni dudaron en aceptar a Sirius y aunque los chicos no lo sabían si le mandaban cartas a Hogwarts o le enviaban regalos para el colegio cuando era navidad de alguna manera indirecta habían estado con él también sabían que los Black estaban podridos.

Regulus tomó la cerveza y muy pronto comenzó a beberla tenía sed y el tema era tenso. Solo asintió en cuanto a los chicos que estaba muy agradecido porque no lo habían dejado solo o sino muy probablemente habría ido con Andrómeda que aunque no tenían una relación fuerte si sabía que no iba a dejarlo en la calle, pero los chicos ahí estaban y algún día les pagaría todo lo que habían hecho por él.  Lo miró curioso que cambiara de tema de nuevo y enfocándose en la carrera de Negocios y Comercio. — ¿Por qué hablas de la carrera con tanta fluidez? — preguntó y agregó con una ceja alzada — ¿Es qué acaso estudias lo mismo que yo? — Eso Sirius no se lo había dicho pero era un hecho que Potter podría estudiarlo para administrar también los negocios de las empresas de la familia Potter así que seguro tenía el trabajo asegurado pero asegurarse de tener la formación. Su corazón comenzó a latir porque lo tendría cerca y molestándolo todo el tiempo.  Se llevó la mano a la nuca y negó. — Aún no tengo idea en que me voy especializar necesito saber mucho más del tema, hay algunas áreas que me atraen como otras que me disgustan pero todavía no sé. Alguna que genere más dinero esa esa la realidad, ahora estoy solo y tengo que surgir de alguna manera. — La verdad es que sabía que no estaba solo pero claramente no era lo mismo que estar con los Black que siempre le habían dado todo, pero prefería ser un pobre diablo que estar con ellos.

Volvió a mirarlo. Le incomodaba que Potter estuviera especialmente contento y eso era incorrecto cuando estaba casado (por separarse sí) y pronto a ser padre. Eso lo pensó en voz alta. — Supe que vas a ser padre... Enhorabuena — Felicitó el chico solo por cordialidad, costaba imaginar a James con un hijo se lo imaginaba un chiquillo pelirrojo y con ojos tan claros como los de él solo que su parecido sería más de Lily. Realmente no sabía porque no había funcionado cuando la realidad es que si lucían como una pareja feliz y perfecta.

El chico estaba feliz de haberse podido reencontrar con Regulus. Era algo que no se había planteado, James pensaba que quizás hasta ni lo volvía a ver. Al menos no de forma ten seguida porque siempre espero que al menos pudiera haber tenido su encuentro con su hermano. Pero la sorpresa fue mayor al darse cuenta de que el chico parecía querer quedarse por más tiempo de lo que imaginaba. Lo cual le hacía ilusión, porque sabía perfectamente que ese sentimiento que siempre le tuvo nunca se había desaparecido.

— Bueno, normal apenas estas en un proceso de cambio. En proceso de adaptación, trámites, etcétera. Pero si, considéralo, por favor nos vendría bien un jugador como tú. — aseguro el chico. Estaba seguro de que cuando se sintiera preparado no se arrepentiría de querer jugar en su equipo. Sería divertido, además de que solían dar becas deportivas, así no tendría que preocuparse de estar en deuda con sus padres si es que al menos se dignaron en pagarle la universidad.

— Cierto, hay más versatilidad teniéndolo así. De todos modos, siempre me ha gustado experimentar con los estilos. —comento el muchacho. — Pero se sinceró. Me va o no me va el estilo. — pregunto con una ceja alzada y una sonrisa en el rostro. Esa era otra cosa que deseaba saber. ¿Le seguiría gustando? Algo le decía que sí.

James siempre era un hablador. Siempre que se juntaban por lo general solía ser el más parlanchín. Aunque igual por alguna razón, el Black solía abrirse un poco más con él. Conversar más, a diferencia como solía ser con el resto. Se preguntaba si aún seguía teniendo ese mismo efecto en el chico. Ya al menos sabía que pasarían un buen rato juntos. Solo esperaba que los chicos les dieran el visto bueno de lo que querían comer para así pedir la comida. Mientras tanto aprovecharían de tomar de las cervezas que el mayor de los dos había traído para compartir.

Sabía que había ciertos temas que generaban incomodidad, a lo que prefirió no indagar más en que exactamente lo había traído hasta aquí. Por otro lado, como le intrigaba su regreso y si sería por un largo tiempo, prefirió irse mejor por el tema académico. Quien sabe. Tal vez hasta podrían coincidir en algo. — Esa es la actitud. Es un nuevo comienzo mi querido Reggie, así que estoy seguro de que podrá brillar en lo que sea que te propones estudiar. — comento para animarlo. Claro que para Potter era imposible no tratarlo con tanta familiaridad. Aún se sentía emocionado de tenerlo de vuelta.

— Tienes razón, pero recuerda que aquí tienes gente que te apoya. — aseguro ahora viéndole seriamente. Podía siempre contar con él, y sabía perfectamente que también podía hacerlo con Sirius y Remus. — Mis padres están de lo más bien, con sus achaques por su puesto. Los años no pasan en vano, pero nunca perdieron esa chispa, te lo aseguro. — Los Potter solían ser amables, gentiles, siempre lo habían llenado de amor. No se podía quejar de sus padres. Lamentaba que Regulus y Sirius tuvieran que tener aquellos ogros por padres.

El chico sonrió ampliamente y dejo la cerveza sobre la mesa. — Bueno, porque también estoy en el departamento de empresas en la universidad. — le informo con entusiasmo. — Así que sí, en efecto. Y puedo ayudarte para que te decidas en especializarte si así lo quieres. — se ofreció. Pues tal como lo imaginaba, Regulus no estaba seguro de que camino escogería. — Te cuento. Todo depende de que es lo que esperas lograr con la carrera. Si deseas tener tu propio negocio, la mejor opción es Desarrollo Empresarial. Ahora si lo que te gusta son las promociones, volver popular un negocio, hacerlo brillar. Entonces Mercadeo. Contabilidad o finanza si te van más el área de los números. — le contaba alguna de sus opciones.

La conversación iba de lo más animada y girando en torno a la universidad hasta que el chico saco el tema de su paternidad. James, que había tomado un nuevo sorbo de cerveza, casi lo escupe por la forma en que se lo dijo. No se lo esperaba, y no sonaba muy contento con la noticia. — Oh… sí, gracias. La verdad es todo un reto, pero sé que no se me dará tan mal… eso espero. — comento ahora viéndolo a los ojos. — Lo bueno es que a pesar de que nuestra relación no resulto como esperábamos. Al menos logramos seguir siendo amigos, lo cual es bueno para el niño. Saludable. — comento, dejando claro que el que fuera a ser padre no tenía nada que ver con cómo iban las cosas con Lily. Imaginaba que debía de saber que ya estaban por divorciarse. Sí, no, ahora lo sabía. Muy mal por Sirius si no le dio la información completa, ese detalle era importante.

El muchacho tenía que reconocer que se veía tentado en participar en el futbol ya que sabía que tenía las capacidades y habilidades para jugarlo bien.  Negó con la cabeza. Seguro James seguía siendo un muy buen líder como siempre y aquello le parecía gracioso. — Apuesto que hasta eres el capitán. Recuerdo esos años en el colegio y siempre guiaste a tu equipo muy bien, un buen rival en todo caso aunque claramente no te dejamos ganar en varias oportunidades — recordó los buenos tiempos y notando que de verdad la relación entre ellos seguía siendo la misma de siempre que iba a ser inevitable conversar. Era muy callado pero tenía que reconocer que James siempre le sacaba palabras por muy amargado que estuviese.

Y seguía siendo todo un coqueto y egocéntrico. Estaba más que seguro que pensaba que se veía a él mismo como increíble y que siempre lucía bien con ese atractivo y gran personalidad. Ni siquiera sabía bien porque se lo preguntaba. — Si... luces bien. Pero no sé porque me preguntas si lo tienes muy claro — dijo aún con sus mejillas sonrosadas porque notaba que había cierto interés hacía su persona desde el momento uno que se lo quedo mirando como estático, solo que no iba a generarle problemas a Sirius después de todo lo que estaba haciendo y la situación se vería rara. Mucho más por esos asuntos que tenía el Potter.

¿Es qué acaso le había dicho mi querido Reggie? James nunca dejaba de sorprenderlo en todos los sentidos y lo hacía sentir con confusión y bien. Soltó un fuerte suspiro porque la verdad se iba hacia el tema de conversación de lleno. — Espero que sí... al menos siempre he sido bueno en los estudios y no será tan complicado... supongo... lo que pasa es que no están los ánimos. Por lo que espero que dentro de estas semanas vaya mejorando para entrar enfocado a la universidad. — dijo Regulus con tranquilidad y tratando de no mirarlo mucho mientras tomaba con calma su cerveza.

Le dedicó una suave sonrisa y asintió al escuchar que tenía gente que lo apoyaba aquí y que los Potter estuvieran bien.  Ellos estaban entrados en edad y podría ser que tuvieran algún problema de salud mucho más con ese virus horripilante que estaba acechando a nivel mundial en el último tiempo y creía que menos se había largado de Rusia justo a tiempo que todo se volviera peor. — Me alegra saber que están muy bien, las pocas veces que los vi me trataron muy bien — señaló el chico y muy pronto ahí quedo completamente sorprendido que James - porque era lógico que sí pero no lo pensó - estudiará negocios justamente por las empresas de sus propios padres era lógico que era el heredero y que tenía que hacerse cargo. Un diamante en bruto desde que había nacido. Tal como pudo ser él si no habrían habido demasiadas presiones.

— Imagino que me daré cuenta con el tiempo y en lo que soy más bueno. Aún queda mucho, pero de todos modos gracias por guiarme, Potter. Será más fácil así. — señaló, quedando aún con esa sorpresa que tuvieran gustos muy similares y algún momento pensó que se iría de lleno al deporte pero no se veía que seguía todo a un nivel profesional tal como lo hacía a él. Y como se estaba sintiendo demasiado a gusto con él decidió hacer ese comentario para que se detuviera un poco y le entrara a la cabeza que no tenía que estar muy entusiasmado, era incorrecto a su parecer.

Vio como se le desconfiguró su cara con solo su mención. — Sí algo supe, y lo lamento mucho porque no debe ser una situación fácil. De todos modos creo que ustedes dos no hacían una mala pareja a menos que solucionaran esos malos entendidos que tenían en el pasado. Que mal que no funcionó. ¿Cuándo nace su pequeño? ¿Ya le tienen nombre? — De todos modos creía que era bueno que llevaran una relación de amigos y también por el pequeño que no tenía la culpa que sus padres se estaban separando incluso sin nacer. Lo importante es que el niño fuera feliz y que tuviera mucho amor. Algo que nunca tuvieron con Sirius ya que las familias tóxicas siempre perjudicaba a los más inocentes y se notaba después cuando era uno más adulto. Esperaba que ellos dos en verdad lo hicieran bien a pesar de su situación.

El chico no podía evitar sentir esa sensación de emoción por tenerlo ahí, frente él nuevamente. Deseaba que se quedara por un buen tiempo. Eso era lo que esperaba. Así quizás, y solo quizás podrían ahora si intentar tener lo que no llegaron a tener antes. Ya al menos eran adultos, más maduros y con una visión de lo que querían hacer con su vida. Eran otros tiempos distintos.

— Sí, tienes razón. Aunque no creas, recién es que he tomado la capitanía. Hay mucha competencia. Pero ahí vamos encaminando al equipo. — aseguro Potter, pues aún sentía que le faltaba algo más para que el equipo fuera lo mejor de lo mejor y la verdad tenía la sensación de que el Black era eso que les faltaba. Pero claro, no lo iba a presionar. Cuando estuviera listo lo recibiría con los brazos abiertos. — Lo recuerdo muy bien, siempre me encanto esa competitividad tuya. Es lo que hace que valga la pena los partidos. — afirmo el moreno de ojos claros.

Era cierto que James podía ser un poquito vanidoso por decirlo de alguna forma. No se podía culpar, de verdad era guapo. Pero en estos momentos lo decía solo por qué quería escuchar la opinión de Regulus, era importante, aunque pensara que no. — Oye, quería saber tu opinión. Siempre estoy abierto a escuchar sugerencias. Ya sabes, en confianza me puedes decir… oye James… no, yo creo que te queda este estilo mejor. Considéralo. — Añadió con una guiñada. — Además de que aquí el señor Black tampoco se está quedando atrás en cuanto a estilo. — le alago. Vaya que verlo tan crecido, le había movido el piso. Si antes le gustaba, ahora le gustaba más.

— Ánimo con eso, Reggie. Si necesitas ayuda para lo que sea, no dudes en pedírmela. Estoy para lo que pueda ayudarte. — aseguro Potter, de verdad quería ayudarlo a que se adaptara y no se sintiera tan agobiado por tanto cambio.

— Gracias. Les diré que preguntaste por ellos. Seguro se alegrarán de tener noticias tuyas. — afirmo el chico. Sus padres siempre se preguntaron como el más joven de los Black podía aguantar a sus progenitores. Lo hubieran querido ayudar si tuvieran la oportunidad como lo hicieron con su hermano.

— Claro, comienza por lo básico. Ya luego te especializas. Qué igual se pueden hacer varias especializaciones. Así que ahora mismo lo importante es tener la base. — seguro que igual él podría ayudarlo en aquello, buscaría ver cuáles eran sus planes a futuro y así darle algunas opciones que le convengan. No era consejero académico claro está, pero estaba en la misma carrera algunos años adelante, así que podía usar su experiencia en ello. — No hay de que, puedo ser una especie de… umm como se llama. ¡Mentor! Sí, puedo ser tu mentor. — comento entusiasmo con la idea. Tal vez se estaba emocionando más de la cuenta.

Aunque el entusiasmo y la sonrisa se le borró cuando trajo al tema a Lily, y no porque fuera un tema del que no quisiera hablar. Como le dijo, al final terminaron las cosas bien. Pero… bueno, era Regulus quien lo traía a la conversación. — En un comienzo no negaré que fue complicado, dado las circunstancias. Tuvimos muchas preguntas. Pero luego nos dimos cuentas de que fue lo mejor. — le admitió. — Tal vez, pero no era justo que no pudiera ofrecer a cambio lo mismo que ella, me di cuenta de que aún tengo sentimientos que aún no supero. Así que lo mejor era quedar como amigos, porque el cariño sí está. No quería perder eso, pero me di cuenta de que eso era lo que sentía por ella. Cariño, no amor del romántico. — Añadió el chico. No lo dijo, pero esos sentimientos de los que hablaba era precisamente de los que tenía por el Black. Era cierto que en su momento la pelirroja le llego a gustar, le había atraído. Eso no se podía negar, y como le tenía cariño, además de estar en unas circunstancias vulnerables por la partida precisamente de Regulus. Pues había terminado por confundirlo con amor.

— Ya pronto, la verdad le falta muy poco para nacer. Así que posiblemente para finales de este mes o comienzos del siguiente. — no podía ser muy exactos, con los embarazos de primerizas nunca sé sabia. Decían que estaba para el 31 de julio, pero nada lo garantizaba. Pero de que estaba pronto por llegar el bebé, estaba por llegar. — Pues sí, lo llamaremos Harry. Está bonito, ¿no? — decía ilusionado. Porque eso sí, su matrimonio no funciono. Pero sí que le daba emoción poder tener a su pequeño hijo en sus brazos.

Regulus tenía que reconocer que era bastante tentador pertenecer en el equipo de futbol que guiaba Potter. Sabía que lo estaba tentando porque justamente era bueno y en esos años de colegio habían sido rivales al pertenecer en diferentes cursos — Lo pensaré. no suena tan mal — terminó por decir y vaya que había tiempo para pensarlo. El futbol siempre había sido un deporte que le quitaba el estrés y donde sentía que era talentoso. Solo asintió, era grato recordar esos tiempos donde fueron amigos y aunque hubo sentimientos de su parte jamás hizo nada hasta que se marchó con sus padres.

Una media sonrisa se dibujo en sus labios porque James Potter seguía siendo egocéntrico y necesitaba la opinión del resto para seguir brillando como el sol. Regulus sabía que era excepcional solo que no iba a decirlo en voz alta, era demasiado serio y tímido para decirlo. Sintió arder más sus mejillas cuando le escuchó decir nuevamente que él había cambiado para bien. Lo cierto es que con todo lo que había pasado no se encontraba como en sus mejores días en Rusia. No dijo nada y solo se encogió de hombros. Demasiados elogios.

La conversación prosiguió entre ellos y era agradable que contara con él. Sabía que Potter tenía ese algo protector con todo el mundo, sabía perfectamente que Sirius era cercano a él precisamente porque siempre sintió su apoyo, al igual que Remus y Peter.  Igual que él. Estaba al tanto que tomó una buena decisión en venir a Inglaterra a estar con personas que realmente protegían y estaban al tanto de lo que hacía, estaría bien. Al fin.

Si es que sus padres no se involucraban.

En algún momento también se quería acercar a los Potter para agradecer esos años y al menos le entregaron un poco de luz. Solo que de primeras no lo iba hacer tenía que pasar algo de tiempo y luego cuando se diera la oportunidad iría a visitarlos.

Podía ver que Potter al estar estudiando lo que pretendía - que era lo más lógico de ser el único hijo de grandes empresarios - iba a ser de bastante ayuda. Claro que si era posible quería especializarse en lo más factible, una pequeña risa se le escapó que podría ser una clase de mentor y ahí al menos estaba interesado porque siempre era bueno tener un guía  en los estudios o un tutor para que no fuera tan complicado. — Eso si te acepto no quiero llegar de ignorante tampoco en la carrera,  no es lo que sea porque estudie en Rusia solo que como dije no fue posible convalidar las asignaturas así que es como empezar de nuevo. Así que la ayuda viene de maravillas más que tu sabes mucho del tema.— Lo escuchó con atención con lo que decía respecto a las especialidades de Negocios y bueno solo eran tres años así que sabía que luego estaría mucho más clarificado.

No pudo evitar sacar el tema. Tal como creía sentía que ellos eran como la pareja perfecta, pues James siempre le hablaba de ella cuando se juntaban y si había una fuerte atracción al parte de él. Así que si le parecía todo bastante ilógico y que ahora le dijera que había alguien que siempre tuvo en mente. Lamentaba que terminaran porque cuando se fue pensó siempre que se iba a reunir con ella.  Y lo hizo, se casaron y ahora estaban divorciándose con un hijo que estaba a punto de nacer. — Igual te ha dejado ir por muy fácil ¿no? Quizás si había cariño pero no del amor romántico entre los dos, dudo que la hayas dejado devastada. Lo lamento, siempre pensé que eran una clase de pareja épica, pero ya veo que en ese sentido y que nunca lo habría imaginado que son Sirius y Remus esa pareja perfecta. Al menos todo ha quedado bien entre ustedes pues sí debe ser así con el pequeño en camino. — Ese tema le tocaba más porque si que era hijo de  unos padres tóxicos que jamás le dieron el suficiente amor y un amor entre primos que nunca se amaron y que todo fue presionado. Así que en estas separaciones siempre eran perjudicados los niños, no dudaba que Harry no tuviera amor en ese caso tenía a demasiadas personas a su alrededor. Sabía que al menos Sirius estaba vuelto loco porque era el padrino.

Una sonrisa sincera fue dedicada a James cuando finalmente vio se enorgullecía y estaba feliz de ser padre. Era ese el chico del que se había enamorado, siempre tan entregado y bueno con la gente que estaba a su alrededor que fue todo un gusto oírlo de nuevo. — No falta nada, los días pasan volando. Y sí... tengo entendido que sí... más que se puede adelantar por ser el primero. ¿Ha sido un embarazo tranquilo? —Supuso que James no la dejaba sola y siempre estaba a cargo de todo lo que necesitara. — Es un muy buen nombre, me gusta. ¿Harry James Potter? — cuestionó. Es que sonaba increíblemente bien y lo cierto es que ya lo estaba imaginando muy parecido a él. Tomó  con tranquilidad otro trago de cerveza.

James de verdad esperaba que Regulus tomara en consideración en algún momento lo del futbol. No quería que su talento se desperdiciara, porque de verdad era muy bueno y sería una pieza excelente para el equipo. Pero sí, primero tenía que instalarse, sentir que tiene todas las cosas en orden, ya luego piensa en ello. Más el Potter, al menos ya había sembrado la idea en su mente.

El Potter solía tener una autoestima alta, demasiada a veces. Los chicos hasta lo molestaban por eso mismo. ¿Había algo que lo hiciera sentirse inseguro? Bueno, por ahora no, al menos no fisicamente hablando. En otros ámbitos sí, no las había llevado todas consigo mismo en cuanto las relaciones y eso a veces lo ponía a pensar en que estaba fallando. Pero bueno, ahorita mismo solo hablaban de como lucia su cabello, así que eso no contaba.

James agrandó su sonrisa cuando lo escucho aceptar su ayuda con las clases. Realmente esperaba ser de ayuda, tenía más experiencia que el Black, así que podría ayudarlo a guiarse por la ruta más adecuada a sus aspiraciones en el mundo de las empresas y negocios. — No se diga más, me declaro oficialmente tu tutor de empresarismo. — afirmo dando otro sorbo a la cerveza. — Es una lástima que no se pudiera. Pero de todos modos puedes con eso y ahí iremos viendo cuál camino es el que te conviene. — aseguro el chico, finalizando así con el tema de las asignaturas. Sería una responsabilidad que se tomaría muy en serio.

El tema de su matrimonio a menudo era difícil de explicar, porque ni él mismo con certeza sabía como hacerlo. Posiblemente, muchos idealizaron tanto esa relación que al final termino haciendo que no funcionara. Pues se había creado al rededor del hecho de todos creer que eran la pareja perfecta. Sí, era cierto que se llevaban bien, tenían cierta química y que habían tenido atracción. Pero el amor, tal, parecía que el amor al final no había resultado ser uno de los románticos. Porque si se querían, eso no se negaría, pero no estaban enamorados. — Oye… no me ayudes tanto. — Negó cuando le menciono que lo dejo por fácil. — Creo que es justo eso, que hubo amor, pero romántico. Supongo que nos vivimos el cuento de ser una pareja idealizada y al final era solo eso, una imagen. — Decía mientras rascaba su nuca y se ponía pensativo.

— A veces los que menos uno se imagina terminan siendo la pareja ideal. — murmuro encogiéndose de hombros. La vida era rara, e inesperada. Quizás ni era necesario buscarle tanta vuelta al asunto porque al menos a diferencia de otras parejas que se divorcian que viven como perros y gatos, ellos no serían así. Lo cual era bueno, pues su hijo merecía una relación sana entre sus padres, aunque no fueran un matrimonio. La pregunta en su mente permanecía. ¿Que hubiera pasado si hubiera sido Regulus en vez de Lily? ¿Habría funcionado? Aun cuando antes no habían llegado a mucho sí, esos sentimientos lo seguían rondando.

Le encanto ver como sonreía al escucharlo hablar de su hijo. Hacía tiempo que no veía esa hermosa sonrisa. — Eso me dicen todos, que puede que sea antes de lo previsto. Yo no sé mucho de eso. Supongo que es cuestión de esperar. — comento entusiasmado. Ya lo quería conocer. — Al comienzo tuvo esos malestares mañaneros bastante seguidos. Pero mamá dijo que era normal. — aclaro el chico. — Después ha estado todo bastante tranquilo, el pequeño se ve que será un chico sano y fuerte. — aseguro orgulloso. — No es por nada, pero también me gusta como suena. Harry James Potter. Le da más estilo tener segundo nombre. Suena bien, suena bien. — seguro se lo comentaría a Lily, y que constes que no es por vanidad… pero si se escuchaba bien la combinación de nombres.

— Oye, aquel par parece que vaciaron el supermercado en el carro de compras. Si no llegan pronto comemos primero y les guardamos su porción. ¿Qué te parece? Es que de lo contrario moriremos de hambre. Espero no te moleste solo cenar conmigo.  — bromeo el chico.

No podía negar esa ayuda para sus clases. Era bastante independiente en ese sentido y le gustaba apañárselas solo, sin embargo, sabía lo inteligente que era James Potter. En el colegio siempre destacó como deportista, pero a la vez, un excelente alumno que costaba creer que con poco estudio - jamás lo vio en la biblioteca - destacara tanto porque él si que era un devorador de libros y muy estudioso, y no tan solo por la presión que tenía por su familia. — No creo que tenga muchas dudas,  pero serás el primero a quién preguntaré cuando las tenga. En Rusia no era tan fácil como pensé así que aquí debe ser similar, tendré que estudiar el triple porque ahora si que dependo de una beca. — Comentó el chico que la verdad solo era una parte de la beca y de alguna manera quizás hasta le pedía ayuda a Sirius para que lo ayudará, iba a devolverle todo ese dinero apenas fuera un profesional, también tendría que trabajar y esperaba que esa pandemia que estaba achechando en todas partes lo impidiera porque cada día se ponía peor.

Hablar de su relación era un poco complicado porque sabía que siempre se había sentido atraído por él. Y era un poco chocante que corriera tras de Evans apenas se fue. Pero la realidad es que si estaba consciente que eso pasaría, pues Potter desde que lo conoció seguía a Lily, luego se empezó a juntar con él y hubieron ciertos coqueteos que lo dejaban sin respiración, y claro todo se fue al carajo cuando tuvo que irse con sus padres sin llegar a nada. Tenían una historia de amor que no pudo ser al menos de su parte: James era la razón del haberse dado cuenta que era gay y luego hubo otros, pero nadie olvida tan fácil a su primer amor.

Pero Potter hablaba tan en serio del asunto de su relación con Lily que no pudo ser y que estaban a punto de divorciarse lo hizo sentir bien en un sentido que estaba esa confianza de esos años en el colegio y era un hecho, que si debía ponerse serio y darle consejos. Lo veía decidido y parecía que Lily también estaba en las mismas que él y por eso preferían que su relación quedará de un modo amistoso, pero sin dejar de ser los padres de Harry. Serían muy buenos padres y de eso estaba seguro. — Lo positivo es que se dieran cuenta, todo habría sido muy tóxico sin amor en realidad. Solo piensa en mis padres que nunca se amaron y la verdad quienes sufríamos éramos nosotros. Vivían discutiendo, aparentando algo que no eran realmente, y como ellos no eran felices con o sin intención nos jodieron la vida a Sirius y a mi, solo porque buscaban la perfección. — Siseó Regulus nostálgico  porque recordar esos años le hacía mal y por sobre todo, los maltratos hacia Sirius, donde nunca hizo nada y ahora su hermano mayor lo recibía con los brazos abiertos porque siempre supo que él no era como ellos y que solo tenía miedo.

— Claro... su historia de por si seguro habría sido diferente es un hecho. — Es que pudieron haberlo intentado por Harry y seguro todo habría salido bien porque ambos eran personas buenas y no tenían la oscuridad que llevaban los Black dentro. — Me alegro que todo haya ido bien con su embarazo. No es una mala chica me gustaría verla con pancita — Inquirió. Tendría que adaptarse al círculo de su hermano y quería empezar con el pie derecho aún cuando sintiera tristeza y frustración en su interior por todo lo que paso con sus padres. — Ni se te ocurra ponerle Harry James Potter solo porque yo lo dije, tiene que ser una decisión de los dos. — Bufó mientras tomaba de su cerveza, reconociendo que sí en definitiva tenía hambre, dado que los chicos demoraban mucho más de lo esperado. —Vale, sí. ¿Qué quieres pedir? — Seguro pedía por delivery.

No le molestaba nada estar con Potter. Sentía que nada había cambiado ya que habían sido amigos en el pasado. Por supuesto, era un hecho que el actuaba como una amarga estrella y James, como un resplandeciente sol. Siempre sería igual.

Al James llevar algún tiempo más que Regulus en la universidad podía servirle de ayuda con el tema de sus clases. Sabía que el proceso de adaptación no iba a ser uno de la noche a la mañana o sencillo, así que si podía colaborar un poco lo haría.  — Claro, el ser aplicado podría igual hacerte ganar una beca por ser del cuadro de honor… y bueno, no es que sea insistente, sé que me dijiste que eso luego. Pero igual por deportes dan becas. — comento el muchacho, sabía que ahora una beca le caería bien, pues ya no tenía el apoyo de sus padres y aunque de seguro Sirius le podía tender un poco la mano no era lo mismo. — Me alegra poder ser de ayuda, aunque sea un poco. — le aseguro al otro chico, quizás no fuera mucho, pero ponía su granito de arena para hacerle la vida más sencilla.

Potter aún se había quedado con esa pregunta de: "¿Qué hubiera pasado sí…?” Pues, aunque siempre hubo esa atracción y coqueteo, nunca llego a ser algo mayor. No hubo tiempo para eso, lamentaba que se hubiera tenido que ir y por como pintaban las cosas hasta pareció en su momento que era una ida, sin vuelta. Por lo que James al final decidió seguir con su vida. Todos pintaba su relación con Lily como ideal, perfecta y, ya que optó por formalizar. Una cosa llevó a la otra, y terminaron casados, esperando un hijo. Llego a creer que funcionaria, pero evidentemente no fue así. Quizás apresuraron mucho las cosas. Pero aquí estaba a punto de ser un padre divorciado. Bueno, tampoco podía decir que se arrepentía porque aun cuando no funciono fue un momento bonito de su vida, y ese pequeño que estaba por nacer lo llenaba de emoción. Aún no lo veía y ya sabia que amaba a su pequeño. Pero definitivamente su futuro lo pintaría de forma diferente, más aún cuando la vida le daba la sorpresa de poner nuevamente a Regulus en su camino.

— Oh, tienes toda la razón. No quiero eso para el pequeño. Necesita crecer en un ambiente sano, con amor. Que no estemos juntos no significa que no podamos ser buenos padres. — aseguro Potter. — Yo lamento que ustedes tuvieran que pasar momentos tan complicados por culpa de sus padres. Si tan solo hubiera podido ayudar más… — había podido ayudar a Sirius, pero en el caso de Reggie todo siempre fue más complejo, pues lo tenían aún más vigilado.

Sonrió al escuchar sus palabras, es que aun así no llegarían al extremo de los Black. — Gracias, tal vez. Pero a la larga viviríamos una farsa y eso no sería justo para ninguno. —

A pesar de que era un tema complicado, estaba fluyendo bastante bien. Reggie tenía algo que le hacía bajar las revoluciones a James, que solía ser más impulsivo y enérgico. Lo calmaba, así que igual en cierto modo expresar todo eso lo hacía sentir mejor. — Oh, seguro la podrás ver en estos días, no vive muy lejos de aquí. Le enviaré saludos de tu parte si la veo antes que te la encuentres. — No estaba enamorado de ella, pero seguía siendo su amiga y la madre de su hijo, así que estaría en su vida de todos modos. En el fondo que el otro chico la viera de esa manera le alegraba.

Termino por reír ante su regaño. — Está bien, está bien, no lo haré por eso. Aunque insisto en que suena bien. Así que si se lo comentare a Lily a ver si tiene la misma opinión. Quien quita y le guste la idea también. — aseguro con una guiñada. — Vale, vale, genial. Deja ver… ¿Has probado la comida Mexicana? — pregunto levantado una ceja mientras lo miraba. — ¿O tal vez comida japonesa? ¡Ya sé! Conozco un lugar que fusionan las dos. — agarro el teléfono para pronto hacer el pedido. — Mientras llegan. ¿Qué tal si me acompañas a ver el partido? — le dijo mientras señalaba para que se sentara más cerca de él, sí, James andaba como si se encontrara en su propia casa.

Regulus lo miró a los ojos cuando escuchó que no solo bastaba ser aplicado para conseguir una beca y estar en el cuadro de honor, sino que por deporte también la daban. Sus ojos verdes se iluminaron porque la verdad es que sabía que era muy bueno en el futbol y era mucho más sencillo mantener una beca así. — En ese caso tendrás que informarme más al respecto con el futbol si que esta pandemia no lo impide. Dudo que podamos campeonatos si esto se vuelve peor, ¿no? — Señaló el chico que ahora esperaba que le contará como se manejaba el equipo porque era muy probable que al igual que el colegio, James era el capitán y un excelente líder. Maldito. Sabía muy bien como terminar convencer a los demás.

De todos modos, estaba agradecido con él y por toda la ayuda que le estaba brindando.

No le gustaban las familias tóxicas por experiencia y una pareja que no se amaba si podía llegar a eso. Dudaba que James y Lily llegaran a eso, pero si llegaban a pelear frente a Harry igual iba a ser complicado para el pequeño. Y aunque no se pelearan ni discutieran, si ambos iban a mostrar esa frustración en su mirada, iban a demostrar que no se amaban y si estaban juntos era solo por él. No valía la pena, así que sentía que habían tomado una buena decisión y así también serían mejores padres. Lo mejor de todo es que ambos estaban seguros de sus sentimientos y más se veían como amigos.

— Sí siento que es mejor así... y no te preocupes al menos hiciste mucho por Sirius. Yo sé muy bien que tuve la culpa y soy responsable de mi decisión de irme con ellos a pesar de que eran unos tóxicos. — Contestó el castaño para que no se sintiera mal porque si que James tenía ese complejo de guardián protector con los demás, brillaba fuertemente como el sol.

— Totalmente de acuerdo contigo, además que no están en un matrimonio forzado o por conveniencia. Creo que tomaron bien la decisión y fue por ambas partes. — Exclamó. En el fondo, sabía que eso lo llenaba de dicha porque James estaba soltero y disponible, y como era muy pensante no dejaba de pensar que si era posible que ellos dos algún día iban a poder tener algo. Solo que si no se atrevería y era más por Sirius que estaba haciendo mucho por él para desilusionarlo de esa forma, así que esos pensamientos los borró de inmediato de su mente.

— Genial — Sonrió. Le debía una gran disculpa a Lily porque cuando era adolescente era frío con ella solo por estar enamorado de él y realmente no se lo merecía. Siempre fue una chica de gran bondad y que en cierto modo nunca lo juzgo y trataba de sacarle conversación por mucho que el Black se negará. Nunca la trató mal porque no era de ese estilo, lo que pasa es que su círculo la miraba en menos por ser más pobre y venir de una familia alejada de los millonarios que solían ser algunas familias como la de James y él.

Al último se moría de vergüenza que le pusieran un segundo nombre por idea suya solo porque Harry James Potter sonaba bien al decirlo e incluso escribirlo. — ¡Es que es una decisión de los dos! ¡Yo no tengo porque tener que ver! — Bufó, porque lo encontraba tremendamente injusto. Todo aquello se calmó y decidió decir que si en cuanto de pedir comida ahora la suficiente para que los chicos comieran para cuando llegaran. — Me gustaría comida mexicana hace mucho que no como... de hecho recuerdo que solo lo hice cuando solíamos ser amigos. — Sí, culpaba demasiado a su tan buena memoria — ¿Cómo era que se llamaban? ¿Tacos? Si... esas masitas duras y blandas podías poner de todo y tenían muchas salsas, se me apetece. — Concordó mientras se le hacía agua a la boca. Bueno tampoco iba a quejarse si pedía comida japonesa, los sushi siempre eran un placer culpable.

— Vale... ¿Quién juega? — ¿Para qué negarlo? El futbol inglés era increíble así que se animaba en acompañarlo. Tal como había creido nada salió como pensó. Aún se sentía muy cómodo a pesar de los años estar con James Potter.

James le estaba brindando toda la información a Regulus que él creía podría ayudarle en esta nueva etapa de su vida. Sabía que no debía de haber sido fácil tomar la decisión que tomo y, por tanto, necesitaba de todo el mayor apoyo posible. Incluyendo también cualquier tipo de forma en la que pudiera ayudarle económicamente. Él conocía sobre las becas deportivas. Por lo mismo, tomando en cuenta lo bien que jugaba el chico al futbol, sabía que podía ser un buen candidato a obtener dicha beca.

— Bueno, mientras no les den con clausurar nada estaremos bien. No creo que ese virus llegue tan pronto a nuestra área. Así que aún hay tiempo de que hagas el equipo. Con que logres formar parte del equipo, aunque eso implique jugar un solo partido, es más que suficiente. Pues no es culpa de ninguno de nosotros si luego cancelan el campeonato. — era cierto que había un virus asechando la vida como ellos la conocían, pero por el momento en Inglaterra las cosas estaban tranquilas, solo que no sé sabía hasta cuándo. Así que por ahora era importante aprovechar el tiempo que tuvieran. — Tú preséntate la próxima semana a los entrenamientos. Se estarán haciendo audiciones para los nuevos. Me gustaría tenerte en mi equipo. — porque por supuesto era el capitán. Había cosas que no cambiaban.

Ahora que hablaban de su hijo por nacer, se sentía más tranquilo. Tal parecía que las cosas comenzaban a sonreír a su favor. Pues que Regulus le agradara, Lily era un punto más a su favor. Ya no serían marido y mujer, pero seguían siendo amigos y tenían un hijo en común, por tanto, sus vidas estaban ligadas. Pero era solo eso. Podían tener una relación de padres sana, sin necesidad de ser pareja. Porque Reggie tenía razón, no podían crear un ambiente tóxico, pues eran los hijos los que sufrían, y bien que los Black habían pagado esas consecuencias. — Tampoco te culpes tanto, ellos igual se aprovecharon de su condición de padres para persuadirte a que te quedaras con ellos. No se puede culpar a un hijo por querer estar con sus padres con la esperanza de que eso quizás ayudara a limar las asperezas. Aunque sabemos que lamentablemente en su caso, ellos no parecen tener remedio. — Decía negando. Todos merecían una segunda oportunidad. ¿Pero cuántas oportunidades les habrán dado a estas alturas sus hijos? La verdad no los merecían y lo mejor que hacían era estar muy lejos de ellos.

— Sí, fue lo mejor. Y lo más sano. — Asentía, hacía tiempo que no estaba tan seguro de alguna decisión. — Tranquilo, te aseguro que será decisión de los dos el nombre que le pongamos. — le dijo para que no se avergonzara, que, si bien le había encantado la idea, no pensaba en hacer nada sin tener la opinión de Lily de por medio.

Escucho su respuesta de la comida mientras sonreía. — ¿Cuándo solíamos ser amigos? — levanto una ceja. — Pues por los viejos tiempos. ¿Podemos volver a ser amigos? ¿No? — le pregunto con ilusión. Deseaba mucho retomar esa relación, y así quizás esta vez poder lograr ir más allá de solo una amistad. Ahora que ya eran adultos, que eran más maduros. Quizás antes simplemente no era el momento correcto. — Perfecto, ya se me agua la boca de solo pensar en esos tacos. Quizás lo otro podemos dejarlo para otra ocasión. — Añadió, para luego hacer rápido el pedido.

— Bueno, hoy hay banquete futbolero, mi querido Reggie. Dos de los mejores equipos de futbol del país. El Liverpool en contra del Manchester United. — Anunció con entusiasmo. — Así que menos mal podremos estar entretenidos por buen rato. Porque aquel par nos dejaron en completo abandono. — Decía negando soltando una risa. Pues a final de cuentas no le molestaba tener solo la compañía de Reggie. No había pasado tanto tiempo cuando la comida ya había llegado. — ¡Acaba de llegar la comida! Y Sirius y Remus nada que llegan. — como los iba a molestar cuando los viera. ¿Seguro que solo iban de compras? Quizás igual se dieron alguna escapadita. — ¿Hueles eso? Me trae muchos recuerdos. — aseguro mientras dejaba sobre la mesa de la sala la comida para que pudiera comer mientras continuaba el partido.

La realidad es que Regulus se sentía muy agradecido por James que no entendía porque lo estaba ayudando tanto. Se daba cuenta que no era para nada rencoroso y lo seguía apreciando para ser así con él, no lo merecía porque solo se largó con su familia sin más dejando a su suerte a Sirius y sobre la misma a él. Y los dos estaban actuando como verdaderos hombres a comparación de él que era un fiasco y que se dio cuenta demasiado tarde que no podía ser más una marioneta de sus padres. Ahora estaba sin nada, pero tenía la opción de volver a ser feliz, como aquellos tiempos de niñez que tuvo con Sirius y a la vez, en su adolescencia y como lo hacía reír James.

De algún modo tendría que pagarles y eso era siendo amable, esperaba serlo que igual tenía carácter y no podía evitar ser de esas personas que siempre creía tener razón en todo y contradecía todo lo que decían. No era tan inocente como se mostraba y lo cierto es que era realmente inteligente; le gustaba la perfección.

Recibir ayuda de quién fue su antiguo amor era un poco humillante pero le estaba ofreciendo tanta ayuda que era imposible negarse, no sabía como iría todo porque esa enfermedad que en esos tiempos tanto se mencionaba se expandía cada vez más y sentía que corrió suerte de escapar de Rusia antes de que ocurriera algo más terrible,  estaban cerca de todo así que había que tener cuidado quizás hasta era algo que lo hicieron las personas porque el contagio no podía ser tan expansivo. — Sí, me preocupa un poco porque se esta expandiendo demasiado rápido y no quiero pensar mal,  no quiero que arruine mi estadía aquí y todos los planes que tengo. ¡Quizás hasta no pueda trabajar! — Murmuró el muchacho que siempre se preocupaba más de la cuenta porque cuando se vino si que en China estaba muy severo todo. —Bueno... me sigue gustando el futbol no puedo negarlo y jugarlo sigue siendo de mi interés. Sería bueno si es posible — Prefería no esperanzarse.


Solo asintió con el asunto de sus padres ya había hablado suficiente de ellos y la realidad es que no quería volver a verlos a menos que llegaran arrepentidos y también aceptaran a Sirius en casa, la verdad es que tampoco quería volver con ellos, tenían que aceptar que necesitaba independencia y no ser controlado. Potter tenía razón no tenían remedio.

Se alegraba que con Lily fueran de esa forma y educarán a su hijo de una forma sana y armónica. El pequeño así aprendería que no era necesario estar casados para tener un padre o una madre, y mientras no hubieran peleas iba a aceptar como era su mundo, menos mal que se habían dado cuenta a tiempo, eso creía de sus propios padres que no se amaron nunca y eran bastante tóxicos entre ellos. Regulus solo se había limitado a escuchar siempre había sido el oyente, y James el que hablaba mucho.

— Dame tiempo para eso, James. Ya confórmate que te llame por tu nombre pero paso mucho tiempo y necesito adaptarme, y quizás ya con el tiempo volveremos a ser amigos, aún también tengo que aprender a ser hermano de Sirius. — No se lo negaba cuando le preguntó si eran amigos pero le costaba y sabía que aunque todo iría bien prefería no prometer nada. Soltó un suspiro y jugó con sus propias manos mientras pensaba en la comida mexicana y en esos tacos que hace mucho que no comía.

Oh sí. Esas ligas futboleras eran lo mejor de lo mejor así que se entusiasmó bastante rápido con el partido donde estuvo entretenido mirándolo y comentando las jugadas junto a James. Era bastante cómodo estar con él y la comida llegó rápido, de los chicos nada de nada. — Seguro pasaron por ahí, no dejan de ser novios y como estaré aquí ni siquiera podrán tener del todo bien intimidad ¿No crees? Habría hecho lo mismo si tuviera novio. — Dijo distraído dejando en claro que le gustaban los hombres que eso era desde siempre, se había sorprendido bastante con Sirius que terminará con un chico cuando era él quien solía ser más homosexual de los dos. Como no se dio cuenta de aquello siguió la conversación. — Huele delicioso y de verdad si me trae recuerdos, es solo contigo que he comido tacos. Se me hace agua la boca, igual le dejaremos a los chicos ¿Verdad? ¿Es suficiente? Que me comeré todo... — Vaya que casi bota saliva cuando James abrió el paquete y los tacos ahí estaban bastante tentadores. Sin más sacó uno untándolo con queso y fue lo más maravilloso que probó en esos malditos años. La sonrisa de Regulus apareció encantadora disfrutando de la comida mientras veía el partido.

Tener a Regulus devuelta en su vida lo hacía feliz, no se iba a adelantar por nada. Sabía que las cosas se darían con el tiempo, pues habían ocurrido muchas cosas desde aquella vez donde pareció que pudieron llegar a tener algo, pero al final no se dio. Pero que estuviera devuelta en su vida era una señal de que realmente, aunque lo intentara, parecía que Regulus Black seguirían estando cerca en su vida.

La vida universitaria podía también ser una gran presión, en especial cuando aún te estabas adaptando. James le daría toda la ayuda, posible que pudiera porque no pensaba dejar que un estudiante tan brillante como Reggie no tuviera las herramientas necesarias. Por eso también le había mencionado lo de la posible beca deportiva si aceptaba ser parte del equipo de futbol. No estaba muy seguro de si lograría estar activo por mucho tiempo por el equipo, pues ya veía que aquel virus hacía que detuvieran muchas cosas. Sin embargo, si conseguía que al menos hiciera el equipo, ya con eso lo aseguraba. De suspender la temporada no tenía por qué afectarle con la beca porque ya formaría parte del programa y no era su culpa que algo así ocurriera. Como tampoco sería la de ninguno de sus compañeros.

— Es preocupante lo que está pasando. No quiero decirte que no, que todo estará a las mil maravillas porque estaría mintiendo. Pero buscaremos la forma.  — se puso pensativo cuando menciono lo de trabajar. — ¿Aún no has encontrado trabajo? ¿O Sí? Porque igual podríamos ver si te conseguimos un trabajo que sea en línea, ya sabes, o telefónico. Así pase lo que pase, estoy seguro de que esos seguirían operando. Tienes buena voz, quizás eso sirva para un cuadro telefónico. — Decía buscando opciones de cómo ayudarlo. Es que sabía que necesitaría ese dinero porque sabía que Reggie quería sentirse que se valía por sí mismo, no quería pedirle dinero a su hermano. Ya con eso y la beca podría tener con que manejarse y costear sus propios gastos. — Siendo así te espero en esa audición. — le alentó.

El tema de Lily había salido mejor de lo que imaginaba. Y es que había sido sincero con él. La pelirroja siempre sería una parte importante de su vida, solo que ya no de la manera que antes lo había sido y eso ella lo sabía muy bien. Potter procuró mantener la misma cara que tenía al momento en que le menciono que se conformara con ser llamado por su nombre de pila y no Potter. Porque si le había pegado saber que ni siquiera lo veía como un amigo, aunque fuera lejano. Más estaba decidido a volver a ganar terreno con él, por lo que no pretendía arruinar el momento. Qué igual no era que no entendiera sus razones, comprendía que habían pasado tantas cosas que hacía todo más complicado y era ahora que aquella maraña de cosas y sentimientos comenzaban a desenredarse. Porque no era solo con él aquel asunto, también traía dilemas con su propio hermano. — Está bien, entiendo. — dijo dándole una suave palmada en la espalda.

Ya era un hecho, tenía hambre. Al menos el futbol le entretenía mientras esperaban la comida. — Estoy muy seguro de que en efecto se dieron la escapada. Yo también haría lo mismo. — dijo negando. — Yo también haría lo mismo. — Su confirmación no tanto de que le gustaran los chicos, eso lo había descubierto el mismo, pero sí que afirmara no tener pareja, eso sí fue un alivio. Disimulo el no sonreír al pensar en eso y optó por pensar en la comida mientras veían el partido. Que por fortuna ya había llegado. — Podríamos dejarles, aunque eso depende si podemos resistir a no comer más. No nos podrían culpar por hacerlo con la hora que es. — dijo bromeando con una sonrisa. — ¡Gol! ¡Gol! — exclamo entusiasmado al ver que marcaban puntos. Al final estaba siendo una buena tarde a pesar de la espera. Había logrado conversar con Regulus después de tanto tiempo, y eso era un gran avance. Estaba contento, realmente lo estaba.

Sabía que habían sido amigos y uno que otro coqueteo de por medio que nunca llegó a nada, pero nunca imaginó que todo volvería a ser como antes porque claro que creyó que habría algo de rencor, por eso se mostraba reacio, bueno su personalidad era así pero reconocía que con James había marcado la diferencia. ¿Tendría que volver a ser igual? El otro que le sorprendía era precisamente Sirius y se daba cuenta de cuánto lo había extrañado.

El tema de los estudios no era tan complicado a diferencia del trabajo por lo que estaba pasando el mundo y ese virus, que estaba infectando a todos de una manera que asustaba, era de temer y no era para salir tanto, si algo de problemas había tenido en el aeropuerto solo que el brote estaba como recién comenzando, todos decían que era para cuidarse. — He buscado pero no estoy muy seguro en lo que soy bueno, si pensé que podría ser asistente en una librería pero no se podrá, sé que tendrá que ser online. ¿Qué podría ser? — Le preguntó con una sonrisa en sus labios porque él ya estaba bloqueado y no tenía idea que iba a poder tomar si la vida misma iba a ser complicada. — ¿Contestar llamados como un call center? No suena tan mal. ¿Harás lo mismo? ¿Realmente lo necesitas? — Lo miró, que igual James tenía la empresa de sus padres y muy seguramente lo ayudaban para que no se aburriera, muy distinto en su caso. — Haré lo posible. —Intentaría ir a la audición.

Hablar de que iba a ser padre no eran tan sencillo, pero igual le alegraba que al menos estuviera bien con Lily y así la chica no tuviera que ser madre a tiempo completo y James solo pagando y ya, eran unidos y eso era lo importante, el bebé que se iba a llamar Harry seguramente iba a ser muy feliz. Solo asintió y ahí quedó el tema.

Y nada que aparecían Sirius y Remus por lo que si ya suponían que se habían escapado por ahí porque claro que estando ahí igual le estaba quitando algo de su intimidad. — Lo menos que quiero es ser un estorbo. Jamás lo vi venir. ¿Sabes? Me quede que Sirius era muy mujeriego y bien creí que esas miradas que le daba a Remus eran de aprecio, ya veo que no. — Dijo con una pequeña risita quizás llevaban poco y ahí estaba interrumpiendo todo ese nidito de amor, solo que James se sabía todo así que seguro lo dejaba más claro, pues Sirius y Remus no habían dudado en recibirlo.— Sí, dejemos algo. Igual hay mucho, no creo que nos comamos todo. — Regulus solo se puso a ver el partido junto a James y se sobresaltó con el gol, es que como estaba nervioso lo estaba viendo en silencio, dándose cuenta que eso era imposible solo río y también celebró el gol, golpeando la lata de cerveza con la ajena.

Realmente se la estaban pasando bien.

Quizás ahora todo era muy pronto como para sacar conclusiones de como se llevarían ambos de ahora en adelante. Pasaron muchas cosas en él entre tiempo y, por tanto, era como volver a comenzar. James aun así tenía en mente eso de que quería ayudarlo, así que tal como había dicho, eso haría. Además de que al menos de su parte sí tenía la intención de intentar acercarse lo más que pudiera. Solo que debía de ser paciente para que las cosas salieran bien. Ya había pasado por matrimonio fallido y aunque todo entre él y Lily estaba bien, pues terminaron en los mejores términos. Volver a repetir lo mismo no era lo que James necesitaba. Él lo que quería es que esta vez fuera algo que durara, que no se arrepintiera a medio camino y, por tanto, debía tener paciencia.

— Esa hubiera sido una buena idea. Exactamente, hay muchas compañías que requieren de estos lugares de llamada. Yo le entraría también. Me gusta siempre hacerme con mi propio dinero. — afirmo, además de que no podía depender eternamente del dinero de sus padres, tenía un hijo en camino. Aunque claro, ellos lo hacían con gusto mientras terminaba sus estudios, por supuesto. — Además, servirá de distracción si les llegan a dar con cerrar la mayoría de los lugares. — eso le haría sentir que la vida seguía siendo un poco… normal.

— Excelente. Estaré al pendiente entonces. — afirmo el moreno con entusiasmo cuando menciono que intentaría ir a la audición. En verdad esperaba que al menos pudiera tener la oportunidad de jugar aunque sea un partido y que así viviera esa experiencia recordando esos viejos tiempos en el colegio.

James buscaría como ayudarle lo más que pudiera, no quería que se sintiera un estorbo como decía. Aunque lo comprendía. No hubiera sido lo mismo si fuera el caso de que Sirius viviera solo. Pero estando en pareja podía llegarse a sentir como el mal tercio, como si toda esa privacidad para hacer todo lo que les diera la gana en su hogar, se desvaneciera por tenerlo allí. Ya se le ocurrirá algo. Aunque ahora mismo no lo diría, tampoco quería espantarlo con cuanta idea se le ocurría. — Entiendo a lo que te refieres. Pero apenas estás llegando, ya verás que todo cae en su lugar. — afirmo Potter.

— Ah… es cierto. No te niego que al comienzo me sorprendieron también, luego me puse a pensar y me di cuenta de que igual las señales siempre estuvieron allí. Supongo que igual quizás pudieron pasar muchas por los brazos de Sirius. Pero al final fue Remus el que lo capturo a él. — no iba a cuestionar si era por aparentar, o si realmente había disfrutado su etapa como mujeriego. Era asunto de Sirius. De lo que sí tenía constancia era de entre toda la gente que se fijó en él, había sido Lupin quien encontró la llave de su corazón.

Potter sonrió mientras negaba. Eso de que no creía que no se fueran a comer todo lo diría por él, porque James si se entretenía con el partido y dejaban la comida frente a él, sin darse cuenta de los mismos nervios, terminaba comiéndosela. — Pues mejor será que la guarde en la cocina. Que yo no sé si tenta tanta fuerza de voluntad como tú. — Sugirió entre risas, para luego guardar la comida y volver a toda velocidad al salón donde se lanzó al sofá para seguir viendo el partido. Justo a tiempo para corear aquel gol con entusiasmo chocando las latas de su bebida con Reggie. Había extrañado esos momentos a solas con él y aunque no era lo mismo, al menos habían pasado una linda tarde. Para ser el comienzo de ese reencuentro había ido de maravilla.

El verano paso y se había adaptado bien con los chicos. También el 31 de Julio había nacido el pequeño Harry James Potter, Regulus no podía creer que hubieran aceptado su sugerencia aún y aunque se avergonzó el muchacho lo termino por aceptar. Lo cierto es que un bebé siempre traía alegrías, le agradaba ver como si había puesto Sirius con solo el hecho de ser el padrino, vivía comprando cosas para el pequeño que se parecía demasiado a James pero que había heredado los grandes ojos verdes de Lily, si... tuvo muchas oportunidades para ir a verlos y juntarse con ellos, sin lugar a dudas, todos ellos lo aceptaban como uno más olvidando en parte el triste pasado.

Por suerte, también había obtenido la beca y aunque las noticias eran graves como estaba arrasando aquella pandemia, en Inglaterra aún no pasaba nada por lo que la universidad se abrió y él comenzó a estudiar en Septiembre. Tenía que reconocer que estaba muy agradecido de James porque sin él se habría perdido bastante, igual lo veía contento como padre a pesar que su matrimonio había fracasado, en su opinión lucían mucho mejor como amigos. Era una relación bastante sana y el pequeño crecía con el mayor del mundo.

Después de redactar una parte del informe y hacer arder su cabeza con tantos números, recibió un mensaje de James que esa parte comenzarían las postulaciones para su equipo y que no podía faltar, pero que antes de eso jugarían un partido por lo que podría llegar a cierta hora sin problema pero que fuera puntual cuando tocará seleccionar.  — "Iré, no te preocupes" — Respondió por mensaje.

Como no tenía ganas de seguir estudiando y quería quitar ese dolor de cabeza de encima, solo se tomó una pastilla y partió a la gran cancha donde los universitarios formaban el equipo,  se sentó en un asiento justo cuando empezaban a jugar, todos estaban concentrados que ni siquiera se fijaron en el público y Regulus solo aprovechó de contemplar las habilidades de James. Nada que decir, lucía increíblemente atractivo como siempre, era un excelente capitán como lo fue en esos años y seguía cada uno de sus movimientos. —"Oh... oh.... esto es igual que antes". —Pensó el muchacho mientras suspiraba  y lo miraba con una suave sonrisa.

Las cosas estaban dando un buen giro. Quizás su matrimonio no había funcionado, pero la amistad entre ambos sí, lo cual era genial y posiblemente no muchos tenían dicha oportunidad. Más ahora que su hijo había nacido. Estaba tan contento de tenerlo en sus brazos, no se podía dudar que sería un buen padre. Era joven, sí. Pero estaba siendo responsable y dedicado con ello. Igual no dejaba de hacer sus cosas. Se podía hacer de todo en su debido momento.

Por otro lado, la otra cosa que lo traía feliz era el regreso de Regulus en Inglaterra y también en su vida. Recordaba sus palabras aquel día, y por eso había estado decidido a recuperar esa amistad. Para sí tener posibilidades de esta vez poder intentar algo más. Los sentimientos seguían allí. El Black le seguía gustando y a decir verdad ahora que era todo un joven adulto le gustaba más. Además, sabía que necesitaba todo el apoyo posible en esta nueva etapa. Que no se sintiera solo, que sintiera que podía contar con él para lo que fuera. Por lo que cuando le menciono lo de las audiciones para el equipo realmente esperaba que lo considerará e hiciera presencia cuando llegará el momento. Sabía que sería uno de los elegidos.

Hablando de aquello, esas audiciones eran justamente hoy. Por supuesto que le había enviado un recordatorio a Reggie, realmente lo quería en su equipo. No solo porque deseaba tenerlo cerca, sino porque él era realmente muy buen jugador. Necesitaban alguien como él. Además de ser una forma de ayudarle con sus gastos, pues implicaba también obtener la beca deportiva. Sonrió al ver la respuesta afirmativa del chico. “Genial, nos vemos en el campo de juego. “Respondió al mensaje.

James ya no le había puesto tanta atención a lo del misterioso virus, tal parecía que estaba en un lugar lejos. ¿Llegaría a ellos? Parecía improbable, pero nunca se sabía. Por lo pronto él seguía con su rutina normal. Como ese partido que sería antes de las audiciones. Lo hacían de esta forma para que los aspirantes pudieran ver lo que les esperaba y también lo que esperaban de ellos. Había entrado al campo de juego con esa seguridad que lo caracterizaba. Parecía muy concentrado en lo que hacía. Pero eso no evito que cuando miro por un momento a las gradas, lo viera. Una sonrisa pícara apareció en su rostro. No dijo nada en voz alta, pero sí lo pensó. “Este gol es para ti Regulus. " Justo cuando el balón estaba ya frente a sus pies. Corrió habilidosamente al área donde estaba la portería contraria. Frunció el ceño poniendo cara de concentración y tomando impulso desde atrás le dio una buena patada al balón logrando colarlo en la portería. — ¡Gol! — Exclamó con entusiasmo dando un salto para luego mirar al público con una sonrisa, haciendo que momentáneamente cruzara miradas con Regulus. El partido avanzó, cuando el mismo término el chico tomó una toalla para secarse la cara sudada y se acercó al Black. — Me alegra de verte aquí. Aunque ya quiero verte allá. — afirmó señalando al campo de juego. [color=#d69200]— ¿Cómo estás? — Preguntó. — Lo sé, necesito un baño. Pero quería saludar primero. — añadió dando un sorbo a la botella de agua que tenía en la otra mano.

Ahí sentado en el asiento observando a los chicos jugar, la mirada grisácea de Regulus estaba únicamente dirigida a Potter. No podía decir que eran amigos aún pero en esos meses durante el verano se habían acercado más y se sentía especialmente contento con la llegada del pequeño Harry. Le gustaba ver la relación que tenía con Lily, lo cierto es que su actitud no era una romántica sino que amabilidad y respeto mutuo. Lily había sido muy dulce con él y lo hizo sentir bienvenido cuando fue a su casa, suponía que el trato que tenía era justamente porque él mismo se había mostrado más amable a comparación de su adolescencia, que claro que un poco la había mirado en menos al ser de bajos recursos, solo que eso ero lo de menos, y los pensamientos de su niñez eran una porquería ya que se había convertido en una gran mujer.

También se había acercado mucho a su hermano que en cierta manera eran los dos un par de idiotas que a veces no sabían como actuar cuando se encontraban en algún sector de la casa, pero era Remus quién los unía, sacando algún tema o sacando alguna idea de algún juego donde se divertían los tres y en una que otra ocasión llegaba James. Las visitas a la casa de Lily también eran constantes por lo que el verano de Regulus había sido más mágico y con ese calor familiar que nunca tuvo antes. Inolvidable. Por supuesto, que ni pensaba volver con sus padres que habían tratado de convencerlo que volviera donde se negaba rotundamente. No quería su sucio dinero ni nada, quería libertad que ya había logrado con solo escapar. Era su madre la más negada y que no asumía que había perdido a su pequeño retoño, solo que ya tenía 19 años y tenía todo el derecho de rehacer su vida.

Y ahí estaba en la universidad y a punto de audicionar para cualquier puesto para jugar en el equipo de futbol de la universidad que sería bastante bueno porque también gracias a eso podría obtener una beca completa. Era una oportunidad que no podría desaprovechar y era todo gracias a James que lo había convencido que no era malo jugando. Y ahí mirándolo, era inevitable no encontrarlo tan sexy hasta en el más mínimo movimiento, se mantuvo así sin despegar su vista de encima, donde sus miradas en ocasiones se encontraban y lo alentaba con solo esta, porque no era de aquellos se levantaban y gritaban para animar. Allí un grupo de chicas gritaban alocadas: James, James. Potter, Potter te amamos.

Eso lo hizo soltar una risa divertida justo al momento que metía el gol y él celebraba internamente aquello. Claro que en sus pensamientos formaba toda una escena que el gol había sido dedicado a él. El partido terminó y trato de mantenerse serio cuando lo vio venir hasta donde estaba, se levantó con elegancia para saludarlo cuando lo hizo. — Descuida, alguien me convenció demasiado para que viniera y aquí estoy dispuesto a jugar. — Señaló tratando de mantener la compostura que el muy maldito hasta lucía bien con sudor y su cabello todo revoltoso. Veía como las chicas se querían acercar a este pero bueno tendrían que aguantarse porque se mantenían conversando. — Muy bien, fue un gran juego y felicidades por ese gol. Te has superado... juegas mucho mejor que antes. — Lo terminó por felicitar porque siempre prefirió hacerlo en privado en vez de animarlo.

—También tengo que cambiarme la ropa deportiva. ¿Vamos? — Señaló. La verdad es que no tenía otra intención que cambiarse y ya, pero de igual manera todo podría sonar mal. — Bueno solo es el short creo que perfectamente me puedo cambiar aquí... al menos cuando esas chicas se vayan.... nada cambia. — Se burló de él mientras también las miraba, se había volteado a verlas un poco antes solo que ahora si les mantuvo la mirada y las chicas sonrieron también. El solo negó con la cabeza.

Todo estaba mejorando con Regulus. Incluso hasta ya se llevaba con Lily, no es que fueran amigos, pero se podía notar la diferencia. El pequeño Harry igual había tenido mucho que ver. Pues era imposible no derretirse ante tanta ternura que hacía que se creara en el ambiente un aura linda y agradable para todos. Agradecía que fuera así, porque pasará lo que pasara, él ahora era padre y tenía que velar por el bien del pequeño. De eso el Black lo sabía muy bien e incluso lo alentaba a buscar lo mejor para el niño. Sin duda agradecía demasiado que estuviera de vuelta en su vida.

Potter siempre había tenido fanaticada, aunque él no le prestara atención. No es que las ignoraba, pero sin dudas para él era solo eso, seguidoras, admiradoras. Ninguna que tuviera posibilidad alguna. En su vida solo había dos personas que lograron despertar un interés genuino en el chico para ser algo más serio. Y esos habían sido Lily y Regulus, y con la primera ya lo había intentado, pero no había resultado. Lo cual le decía que quien realmente se había apoderado de sus sentimientos había sido el chico. Aun cuando con él no había llegado a mucho.

Había quedado emocionado con el gol, momentos así eran importantes para su carrera. Algún día le contaría al Black que aquel gol había sido para él. Algún día… Sonrió de medio lado al escuchar su respuesta. — ¿Oh sí? Hizo muy buen trabajo convenciéndote entonces. — afirmo divertido. — Esa es la actitud. — Añadió restándole importancia al murmullo de las chicas que parecían retarse la una a la otra, cuál era la primera en atreverse acercarse. Es que sabía que no lo hacían por admiración como jugador, muchas de ellas ni siquiera entendían el futbol. Solo que si les parecía atractivo ahí iban como las moscas.

— ¡Gracias! La verdad es que he practicado mucho para así ir mejorando. Me alegra saber que se ha notado. Es muy buena señal, significa mucho. — él se tomaba esto tan en serio como su carrera. — Que bueno que incluso pudiste llegar a ver el partido. — comento, pues bien había podido venir solo para las audiciones. Más el tenerlo en las gradas había sido lindo.

— Oh, sí, mejor vamos. Antes de que nos secuestren. — dijo haciendo una seña con los ojos al grupo de muchachas. Ahora tal vez era solo a él, pero estaba seguro de que cuando Reggie comenzara igual tendría un grupo así detrás de él. También era muy guapo. Intento no sonreír, es que igual la forma en que había dicho lo de cambiarse de ropa parecía más una invitación a hacerlo juntos. Que, si bien era normal, pues solían compartir los camerinos, dado al historial entre ellos podía sonar algo más. — Créeme, no se van a ir. Así que al menos que les quieras hacer un striper, pues adelante. No creo que les moleste. — dijo negando. — Anda, para eso están los camerinos. Así de paso vez las instalaciones. Sígueme — le dijo señalándole el camino.