Había sido todo un deleite para el Black ver a Potter jugar futbol. La verdad es que desde que era un adolescente que se manejaba en el deporte y por eso eran rivales porque él pertenecía al otro equipo al ser el menor que él, y ahora corría la probabilidad que por primera vez jugaran en el mismo equipo. Además que se concentraba demasiado y si se estaba tentando en tener esta actividad extra, para ver que conseguía y si se ganaba la beca para el año entrante.

Tenía que conseguir un trabajo, porque tampoco quería que Sirius tuviera que tener todos los gastos con Remus, aunque este le decía que no se preocupara por nada.

Cuando llegó a su lado mantuvo ese semblante serio que lo destacaba y empezaron a charlar.— Todavía no asumo que vine pero no pierdo y sé que soy bueno en esto.. he perdido un poco la práctica pero sé que no del todo — Normal que el pelinegro lo elogiara por su buena condición y talento en la cancha, era divertido verlo feliz y entusiasmado. — El esfuerzo da recompensas y tu no te detuviste, era lógico que ibas a mejorar, y sí vine lo más pronto desde el mensaje que dejaste — Exclamaba con calma notando a las chicas que contemplaban la escena curiosas sabiendo que era imposible para el Potter ser popular, tenía carisma desde que era un niño y era demasiado atractivo.

¿Sabrían que ya era papá y estaba en otra onda?

— Vale — Dijo negando con la cabeza mientras que les dirigía una mirada divertida a las chicas que no dudaron en susurrar entre ellas y quizás que comentaban. — No, a mi no me secuestrarían porque yo no dejaría que lo hicieran, tu sí — Bromeó el Black mientras se levantaba para ir con él para ir a las instalaciones, no quiso decir nada por su comentario que lo había dejado algo avergonzado.

Fue cuando llegaron y se podía notar que era limpio a pesar de que cuando estuviera lleno se iba a volver asqueroso con tanto olor y cuerpos desnudos cambiándose por doquier. Reconocía que no le gustaba estar demasiado en grupo y con mucha gente. — ¿Cuándo debo empezar? ¿Serás tu quién me va a evaluar como capitán? — Imaginaba que el entrenador también y al estar a solas solo comenzó a cambiarse, y aunque lo dudo por un momento imagino que no había nada de malo. Se quito la camisa y se puso la polera, luego se sentó para quitarse las zapatillas y los pantalones para ponerse el short que traía.

— ¿Crees que seguiré siendo un buen centrocampista? — Le preguntó cuando ya estuvo listo.

— No te preocupes por eso, estoy seguro de que es algo que te corre por la sangre. Quizás te sientas algo oxidado, pero verás que en esa memoria muscular sigue ahí. — le comento respecto a las audiciones. Era como el andar en bicicleta, no se olvidaba. Solo era cuestión de volver agarrarle el ritmo.

— Pues siempre es bueno que se lo recuerden a uno, sirve de motivación. — Reconoció el joven. — Sirvió el mensaje entonces. — Respondió divertido. Fuera por el partido de futbol o fuera por verlo jugar, o por ambas cosas, no importaba. Lo que importaba es que había llegado y ya estaba a un paso más de ser parte del equipo.

Las muchachas no perdían tiempo en arremolinarse. Pero según llegaban y se alborotaban solas, así mismo tenían que irse quedándose con la curiosidad porque no lograban conseguir algo más allá de la sonrisa picara que solía tener Potter en el rostro. Evidentemente en estos momentos sus intereses eran otros y su atención estaba completamente centrada den el Black.

— Pues que lo intenten igual no significa que lo logren. Ya no sucumbo fácil. — le admitió el chico. Era sabido de la fama que solía tener James en el colegio, pero luego de verse en esa encrucijada de confusión de si era a Lily o Regulus a quien quería, de un matrimonio fallido y de estar de vuelta en la soltería le había hecho replantearse muchas cosas. Como el enfocarse solo en lo que quería, si estuviese con alguien sería porque realmente lo deseaba, no para juegos, en especial porque ahora también tenían a Harry, así que debía velar por su bien. No quería a cualquiera al lado de su hijo. Por otro lado, ahí estaba Regulus nuevamente en su vida. Quizás era una señal, ya lo descubriría.

Estando en los camerinos, Regulus comenzó hacerle preguntas, mientras que James procedía a responderlas mientras secares el sudor con más calma y posiblemente se lanzara una fugaz ducha para no apestar. Pero antes quería responderle al chico. — Las audiciones son en… media hora. — dijo señalando un reloj que había en la pared. — Ya tú estás aquí así que serias de los primeros. Pero eso es bueno, así evitas que te entren más nervios. Simplemente, sale de ello y ya. — comento. — Pues por supuesto que seré uno de ellos, además del entrenador, su asistente y alguno que otro jugador veterano que escogemos al azar. — le explicaba al otro chico.

— Yo creo en tus habilidades. Es normal tener nervios después de estar un tiempo fuera del campo. No se puede olvidar ser el mejor mediocampista de tu edad tan fácilmente. ¿O sí? — cuestiono Potter dándole una palmadita en la espalda. — Dame cinco minutos y estoy contigo otra vez. — le advirtió para así poder ducharse y estar listo. Fue algo rápido, solo no quería parecer aún salido del campo iba a evaluar jugadores debía de verse presentable.

— ¡Listo! Si quieres mientras todos se preparan te puedo llevar de vuelta al campo para que calientes un poco. ¿Qué te parece? Aún faltan quince minutos. — dijo volviendo a señalar el reloj.

Sí, reconocía que estaba muy oxidado en el juego y eso que en la academia entrenaba todos los días desde que era muy pequeño. Imaginaba que aquello iba hacer que no estuviera tan mal, pero en el último tiempo solo había jugado un par de ocasiones y ahí nada más. Confiaba en sus habilidades e imaginaba que con el tiempo se iba a adaptar más según el entrenamiento. — Sé que tendré que poner el triple esfuerzo no he sido constante, jugué partidos por allá solo que muy a lo lejos. — Dijo mientras se encogía de hombros, solo tenía que creer en él y poner más empeño de lo normal, es que volver a esto igual lo ilusionaba más de la cuenta porque estaba volviendo a sus inicios, definitivamente aquí se sentía más libre.

Confiaba a la vez que James no lo abandonaría y que gracias a él mejoraría. No podía abusar de su tiempo pero si el quería tampoco iba a quejarse, ya que esto igual era importante, su beca podía ser completa así que si o si tenía que ser un buen jugador. Estaba consciente que no sería la estrella como lo solía ser James Potter. — ¿Qué dijiste? — Alzó la ceja porque sinceramente no le había entendido ninguna palabra y eso hizo que sonriera con algo de burla.

— Y eso esta bien porque ahora ya eres padre y debes dar el ejemplo. — Dijo negando con la cabeza con respecto a las chicas, pero lo cierto es que tampoco era que fuera demasiado libertino como su hermano, lo seguía pero ante todo era más sociable y amigo, andaba de relajado y ligando de vez en cuando, le había gustado desde siempre su espontaneidad pues era alguien que jamás sería él, y que gustaba de observar.

Como James había insistido tanto que fuera la práctica de selección había ensayado algo en casa de su hermano y Remus. Y no venía con nada, igual había visto videos y era eso, ahora solo quería que sus nervios no lo tracionaran, que James no se pusiera tan molesto y eso lograra intimidarlo. Siempre había intentado hacerse el serio y el sarcástico, y aunque en la actualidad no le nacía serlo tanto, era un hecho que era mucho más serio que él. Estaba lejos de ser tímido así que no le gustaba para nada mostrarse vulnerable.  ¿Cómo era posible que hablara tanto? Nuevamente sintió deseos de reír, se parecía mucho más a su hermano de lo que quería asimilar, lo cierto es que le gustaba mucho más la seriedad de su cuñado, era con él que se parecía más. — Gracias, James. Por toda la información, no me siento nervioso ahora. Me preocupa más el momento — Explicó. Es que no quería sentir la presión en sus hombros.

— Demora lo que quieras...— Dijo mostrándose desinteresado aún cuando sabía que se iba a comenzar a desvestir. — Te espero afuera — Murmuró saliendo como si nada hacia afuera y solo espero que se bañara. Le había llamado la atención que sería uno que tendría que elegirlo, esperaba eso sí que si lo hacía mal no fuera elegirlo porque podía intentarlo perfectamente el año entrante si fallaba. Quizás cuantos necesitaban esa beca más que él.

Lo miró a los ojos cuando volvió asentir. — No es una mala idea, estoy motivado de volver a jugar. Es como volver al colegio, esos años eran lo mejor. —Es que la realidad es que ese deporte lo libertaba de su maldita rutina, la presión que cargaba en sus espaldas, solo existía el futbol y aunque no intentaba ser el mejor si ponía todo el talento para ayudar a su equipo, de a poco se fue haciendo popular y ni le importaba, solo le gustaba el juego. ¿Sería aquí parecido? Había pasado tiempo.

Era cuestión de volver a caer en tiempo. Había cosas que no se olvidaban como sus habilidades y las jugadas. Quizá lo que más le podría costar era volver, agarrar velocidad y un tanto la coordinación si hacía tiempo que no jugaba. Pero de que sabía lo que necesitaba hacer, seguro que lo sabía. Por eso es que James estaba confiado en que le iría bien en aquella audición.

— Oye no te burles. — comento riendo. — Qué motivo el querer ver el partido para que llegaras antes. Eso es todo. — Decía negando, intentando obviar la parte en la que pensaba que igual podía ser el verlo a él, otra motivación para estar allí. — Yo doy el ejemplo, por supuesto que sí. — le respondió con una sonrisa pícara, pero fuera de broma, si intentaba llevar una vida menos descontrolada que antes, ya se estaba comportando. No era el mismo del colegio.

James era muy conversador, y probablemente Regulus ya lo comenzaba a recordar. Pero no lo podía evitar, estaba en su forma de ser. Allí en los camerinos pretendía ser lo más veloz posible, no quería perder mucho tiempo. Además de que tenían luego las audiciones y aunque el que iba a participar era Reggie, en su caso le tocaba evaluar. Así que debía de estar también presente.

— Me alegra poder ayudar. — Respondió el chico antes de irse a las duchas. — Sí, sí… me limpiaré bien. — aseguro desde antes de que se marchara.

Potter había vuelto donde se encontraba Regulus para encontrarse con él mientras esperaban que fuera el momento de la demostración.  — Siendo así. ¡Vamos allá! — le señalo para caminar en dirección al campo de juego. No sin antes agarrar de los estantes un par de balones y unos guantes. — ¿Qué tal unos penales para hacer el calentamiento? Puedes ir lanzándome balones desde distintos ángulos para así ver que tanta puntería te queda. — le sugirió. — Tú lánzame con todo. — le indico.

La idea era justamente que James no tuviera la oportunidad de detener el balón y lograra marcarle el gol. Así de paso el chico sabía que sus compañeros se detendrían a mirar en lo que era el momento de las audiciones y si lograba llamar su atención desde ahora sería un punto más a favor de Regulus. Sabía que era algo que le haría bien, no solo por la beca, también para poder volverse a sentir pleno. Hacer las cosas que te gusta ayuda a tener un mejor día, y cuando eso pasa las demás cosas también comenzaban a mejorar.

— Me avisas cuando te encuentres listo. Yo ya lo estoy. — le anuncio con una sonrisa. — Siempre estoy listo. — Añadió con ese tono pícaro que le caracterizaba. Sabía que ese puesto sería de Reggie, y no porque él estuviera en vuelto en la elección, sino porque sabía que tenía las herramientas para ganárselo por mérito Procopio. De aquello no tenía la más mínima duda, es más a veces sentía que él estaba más seguro de ello que el propio Regulus.

Regulus sonrió y negó con la cabeza. Ciertamente al haber estado casados no creía que Potter era el mismo don Juan que había conocido en el colegio. Más que ni siquiera tenía que seguir a Sirius, que por lo que se veía estaba muy estable con Lupin, y por como se llevaban dudaba que mirara para el lado.  — No lo sé... no llevo mucho aquí para comprobarlo además que ahora estás libre así que perfectamente puedes a volver a ser como eras, aunque claro es más complicado que en el pasado — Regulus no era celoso por todo lo que había visto y lo tanto que se reprimió. Por ahora lo más importante era conseguir ese puesto para que la beca fuera una completa al ser deportista y siempre en el futbol le había ido bien.

Era imposible que no estuviera algo intraquilo porque quería ser seleccionado al menos como suplente y así de a poco demostrar sus habilidades. James no era el entrenador del todo aunque sí el capitán así que por lo menos tenía una buena recomendación. Y claro que tenía que ser ahora porque como estaba avanzando ese virus era probable que quizás ni iban a poder jugar pero siendo jugador no creía perder la beca por nada.

Terminó por agradecer. James lo estaba ayudando mucho más de lo que había esperado, no sentía rencor por él y se comportaba como alguien decente que si lo considero siempre su amigo y ahora que había vuelto no le echaba nada en cara, al igual que su hermano. Eran personas mucho mejores que él.

Se marchó cuando se fue a bañar y no demoró casi nada. Trato de recordar en esos momentos que tenía que hacer en cada posición aunque lo suyo siempre había sido de centro, tenía buena vista y quería ver si seguía siendo igual de rápido. Aunque sabía que igual se le daba ser delantero para anotar.

El castaño con cabello alborotado no demoro demasiado no salió tan tarde de la ducha y lo llevó al campo de juego. Era como volver a casa, sintió mucha nostalgia al recordar esos días del colegio e incluso cuando fue seleccionado siendo solo un alumno pequeño de 12 años cuando lo dejaron como titular. ¿Por qué en esta ocasión tenía que ser diferente? Dio un sobresalto al escuchar a James — Perdona, recordaba el día que fue seleccionado en el colegio — Señaló mientras asentía a lo que había planeado, un pre entrenamiento antes de la prueba final no estaba nada mal, más que quería que empezará con los penales. —Está bien, de acuerdo. No es mala idea — Se posiciono adelante de él con el balón bajo sus pies y evaluó a que lado podía tirar la pelota. — Estoy listo — Solo que en ese momento no fue cuando iba a lanzar así que buscando donde no iría lanzó con fuerza y para su sorpresa lo logró — ¡Gol! — Celebró aquello dando un salto  muy contento la verdad es que no estaba tan mal y anotar a la primera lo había llenado de ánimos, la verdad es que era una meta, ya no contaba con la ayuda de sus padres así que tenía que lograrlo.

El tiempo cambiaba a las personas, se maduraba. Pero eso sí, sin perder la esencia. James siempre había tenido ese toque coqueto y pícaro. Eso no cambiaría, pero sí sus prioridades. No era tanto el hecho del matrimonio fallido porque las cosas con Lily a pesar de ello estaban muy bien, sino que de ahora en adelante tenía que estar consciente de que con quién se involucraría tendría que aceptar a su hijo y, por tanto, no podía ser cualquiera. — No veo fallas en lo que dices. Pero recuerda, ser papá lo cambia todo. Al menos para alguien que quiere hacer las cosas bien. Antes buscaba solo diversión, ahora estabilidad. Algo que dure. — Le aseguró, pero seguro tendría que demostrárselo. A veces las palabras no bastaban, pero el tiempo lo diría.

Ahora había que centrarse en lo que sería las audiciones para que Regulus entrara al equipo. La verdad James no tenía idea de por cuánto tiempo podrían seguir teniendo entrenamientos y partidos por culpa de los rumores que se habían esparcido de aquel contagioso virus, pero después que el Black estuviera dentro daba igual si tendría que esperar. Ya sería parte del equipo y podría tener su beca, si no podía jugar mucho no sería su culpa.

Era ahora o nunca, había llegado el momento de la verdad para Reggie. Cuando Potter se acercó a él luego de salir de las duchas noto su sobresalto. Por lo visto lo había tomado por sorpresa. ¿En qué tanto estaría pensando? Fue cuando habló que la sonrisa en el rostro de James se enganchó. — ¿Como olvidar? Fuiste toda una sensación. El talento te corre por las venas Regulus Black. Por eso no dudo del resultado de hoy. — y en el resultado él nada tendría que ver porque todos podrían ver el mismo talento que Potter vio en el chico durante todos esos años. — Excelente, a darle con todo. —

Ambos bajaron al campo. Era como rememorar viejos tiempos. Cuando aún estaban en el colegio. Desde aquel entonces había algo en él que le atraía el Black. Siempre amo su competitividad, determinación y talento. Esa sonrisa que no mostraba a todo mundo. Cuando se marchó pensó que aquella idea, aquel sentimiento se desaparecería. Incluso creyó que lo que sentía por Lily podía llegar a ser lo suficientemente fuerte para dejar aquello en el pasado. Pero ahora que estaba de vuelta se daba cuenta de cuánto se había equivocado. Aquello no había desaparecido, aún seguía en sí corazón.

James ya estaba listo para recibir aquella pelota mientras le miraba con una media sonrisa con las manos listas para atrapar el balón. Regulus había tomado buen impulso y apuntado con precisión hacia el balón. Todo pasó muy rápido, la patada, el balón volando por los aires, haciendo que Potter lo viera pasar por uno de los costados de la portería en cámara lenta, haciendo que terminara por ser detenido por la red en vez de él. Aquello hizo que la sonrisa del mayor se ensanchara aún más. Podría besarlo allí mismo por tanta emoción e ilusión reflejada por el Black en aquel acto. Claro que no lo haría, no era correcto, pero sí paso por su mente. Por lo que solo fue a donde él y le dio una chocada de manos. — ¡Muy bien! Yo ya estoy comenzando a dudar que estés mohoso. — Bromeó. — Vamos un par más, antes de la hora de la verdad. — Le motivo. — Sí, logras esos goles corridos, invito las cervezas. — añadió para la motivación

Necesitaba de una beca completa ya que no tenía idea como iba a conseguir el dinero. La unica solución era trabajar pero...¿en qué? Nunca había trabajado en su vida y no tenía idea en que podría ser mejor. El deporte le gustaba así que era una gran posibilidad junto al trabajo porque tampoco podía depender de Sirius, solo tenía que buscar en que era bueno y aunque fuera lo más simple lo haría. No había sido malo en el colegio ni hacer cuentas, suponía que no era tan nervioso para ofrecer un producto ni en la tecnología así que algo tendría que haber para él.

Solo que ahora estaba por ver si cumplía lo de la beca completa en deportes y en este caso el futbol, gracias a la ayuda de James y tenía que dar todo lo de él. No podía fallar y sentirse  seguro de sí mismo, nunca había sido un problema pero reconocía que estaba algo ansioso.— Imagino que has madurado y dejaste de ser ese adolescente alocado que solías ser — Tenía más límites así que le creía que no tenía que ser del todo un mujeriego ya que ahora era padre y tenía que ser más responsable de acuerdo a eso aunque estuvieran separados, notaba que el Potter quería ser un padre presente y una buena influencia para el pequeño.

— Sí, lo sé. Sí que lo era... que tiempos — Murmuró recordando aquellos días y sonriendo cuando se presentaban en su mente aquellos momentos inolvidables de victorias y también derrotas donde se pudo levantar y mejorar. Volvió a sonreír, no podía salir mal ya que tenía mucha experiencia y todo era cuestión de mente. Se sintió mucho más tranquilo gracias a eso y feliz acepto para empezar a lanzar esos tiros al arco.

¡Y lo había logrado! Aquello hizo que se sintiera mucho más motivado y contento. — Practique un poco, supongo que igual es porque estás tu... se siente más familiar porque en cierta manera eras mi rival — Dijo con una sonrisa asintiendo para la nueva oportunidad.  Nuevamente allí, suspiró y solo tenía que pensar que no era nada del otro mundo. James no era un buen arquero y esa era su ventaja, sería más difícil en la posición que era suya donde seguramente hasta le iba a poder quitar el balón. Solo que no era la circunstancia, pensando en eso lanzó de nuevo y la pelota entró de nuevo allí, de manera precisa, James la había alcanzado a rozar pero no tuvo la oportunidad de atajarla. — ¡Me gusta que mantenga mi talento! — Enunció muy feliz y emocionado. — ¿Ahora cuál es el siguiente paso? Me siento preparado... — Suponía que se sentía tan bien allí que todo iba a salir de maravillas, aunque igual iba a tener que buscar un trabajo para sobrellevar también otros gastos, mudarse cuando fuera posible y bueno, no alejarse del todo de su hermano luego de todo lo que había hecho por él en esos meses. Le sonrió a James, lo cierto es que también el Potter había ayudado mucho.

James estaba seguro de que Regulus tenía la capacidad de ganarse por mérito propio un lugar en aquel equipo. Solo necesitaba botar un poco el golpe de haber estado tanto tiempo sin practicar al fútbol. Así que calentar un poco con él antes de que comenzaran las audiciones de manera oficial sería más que suficiente para el Black. Y más que merecido y necesario, pues estaba entrando a una nueva etapa en su vida donde de un momento a otro, todo ha cambiado. Haciendo que tuviera qué ser más independiente. Era ahora el mismo quien debía proveer su propio sustento. Pero justo porque James sabía lo que era esa responsabilidad, es que estaba dispuesto ayudarlo lo más que pudiera. Además de que dentro de su corazón aún seguía vivo aquel viejo sentimiento que en algún momento pensó que ya no estaba, pero que tenerlo de vuelta había hecho que se diera cuenta de que seguía ahí, más vivo que nunca.

— Así es, siempre queda un toque de eso. No es que todo desaparezca. Porque de lo contrario uno terminaría por perder la identidad. Sin embargo, uno va aprendiendo a tener prioridades, y hacerse cargo de las responsabilidades. — y también saber que cada acto tiene sus consecuencias. Por lo que sí algo ocurría había que igual tener la valentía de enfrentarlo.

Era lindo recordar viejos momentos, al menos los buenos momentos. Esos que se quedan impregnados en el alma para toda la eternidad. Sin importar lo que pasara. Para él, ese tiempo en el que compartió la cancha con Regulus era especial, había sido el tiempo en el cual se dio cuenta de que le gustaba. Admiraba ese enfoque y determinación que tenía para el deporte. Era perseverante.

Tal como imagino, el Black había logrado de su primer intento dominar el balón. Claro, James no era portero. Pero no era ajeno tampoco a la posición, y tenía buenos reflejos. Sin embargo, esto era muestra de que Regulus aún tenía ese toque para hacer goles. — Oh, entonces eso te motiva. ¿Aún me quieres ganar? Igual más luego podemos sacar un rato para echarnos un uno contra uno. Si quieres. — le aseguro divertido. Es que recordaba aquella rivalidad con cariño. — Esas prácticas vinieron muy bien, para nada pareciera que llevas tiempo sin jugar. — aseguro el castaño.

Lo confirmo aún más cuando se lanzó a intentar atrapar el segundo balón que lanzaba a la portería y solo logro aterrizar en el pasto apenas logrando rozarla. Esto era muy bueno, porque sabía que de seguro sus compañeros se habían detenido a ver. James se puso en pie y se sacudió un poco la grama de la ropa y sonrió. — Ahora llego el momento de la verdad. Lo primero será presentarte ante el panel evaluador. Luego hacer diversas demostraciones, ya sabes. Que vean el control que tienes con el balón, puedes recorrer un largo trayecto sin que se te escape. Mostrar los diversos ángulos en los que eres capaz de hacer goles y al final seguro alguno va a querer probarte haciendo un ejercicio parecido al que hicimos ahora. Pero con el portero. — le explicaba James con entusiasmo. — Ya estás listo, si te soy sincero. Gran parte de la demostración ya la disté sin saberlo. — dijo señalando con él mentó hacia las gradas donde estaban los otros chicos observando.

Se daba cuenta que era mucho más introvertido que James, así que solo se limitaba a escucharlo, sonreír de vez en cuando o asentir. Aunque no pudo negarle aquello que le propuso, estaba siendo muy bondadoso con él y eso se agradecía, los sentimientos hacia el Potter volvían a fluir, pero claro, que para él era un tema - por mucho que supieran que Lily y él estaban separados  - que todo fuera increíblemente rápido, así que tomaba su espacio y era reservado, sentía que lo mejor era que quedaran como amigos, muy buenos amigos. — Me gusta eso, servirá para entrar con más energía al juego si es que quedo, y claro, prometo que no te será muy fácil — Respondió divertido entregando esa confianza, el Potter era tan atrayente que era imposible tratarlo mal o con sarcasmo, esos tiempos habían quedado atrás.

—Es que tenía que hacer algo o me aburría, al menos por allí hice amigos porque no es tan genial solo estar con mis padres que me mandoneaban por todo —Explicó el Black, por mucho que los echaba de menos y estaba triste porque sabía que no le dirigirían la palabra por meses  si es que no era para siempre, si los conocía más que a Sirius y tenían corazón, no dejaba de ser su hijo.

La ansiedad volvió cuando el equipo se comenzó a reunir y entre ellos todo el plantel. Sinceramente tenía tantas ganas de estar allí jugando y como veía que necesitaban jugadores, lo único que quería era entrar y tenía la seguridad de hacerlo bien. ¿Cómo no? Era perfeccionista, y el fútbol era un deporte que llevaba en la sangre desde que era pequeño en el colegio, era algo que lo jugaba con pasión y una actividad que se tomaba muy en serio.

— Estoy tranquilo, y tal como dices, creo que sirvió dar esa demostración, gracias — Porque la verdad todo había sido gracias al Potter. — Pues andando — Comentó cuando el entrenador llamo a James, sabiendo que era el momento de presentaciones y ver como saldría todo, tomó aire.

Tenía que salir bien.

A pesar de todo lo que había pasado James, estaba seguro de las decisiones que había tomado. Afortunadamente, había hecho las cosas de manera correcta y evitado de esta forma de que en algún momento terminara dañado a su amiga por no poder corresponderle de la forma que había creído en un comienzo. La sinceridad ante todo, era por esto que ambos seguían llevando una buena relación volviendo a los inicios donde solo eran amigos. Con Regulus de vuelta se daba cuenta de que despertaban sentimientos que habían quedado guardados y la verdad aunque no quería precipitarse sí que no podía evitar sentirse a gusto cuando estaba en su compañía. Momentos como este en donde tenía la oportunidad de ayudarlo y al mismo tiempo revivir viejos momentos, hacía que se sintiera bien.

— Excelente, porque ese es el Reggie que necesito en el equipo. El Reggie competitivo, que quiere ganar. — Respondió con una sonrisa. — Oh, sí, sí. Pero quiero que me lo demuestres con hecho, no palabras. — molesto el muchacho, aunque sabía bien que él otro era muy capaz de lograrlo. No por nada él mismo era el que le estaba alentando a audicionar. Sabía de lo que era capaz.

Potter asintió ante sus palabras, era bueno que se desenvolviera y conociera a más personas. Eso le hacía bien, imaginaba cuanta opresión debía de haber tenido por culpa de sus padres que lo quisieron idealizar tanto que le habían puesto un gran peso sobre sus hombros. En especial luego de lo ocurrido con su hermano Sirius. — Así se hace, tienes derecho de tener vida social y de conocer gente. Estoy seguro de que igual te ganaras tu lugar en el círculo del equipo. — le comentaba, es que, aunque aún no estuviera dentro James estaba seguro de que sería seleccionado.

Ya faltaba poco para la hora de la verdad. Luego de aquel calentamiento exitoso que había tenido el Black era momento de que se lo mostrara de forma oficial a los evaluadores de los prospectos. Pero aquel momento en la cacha con Potter le había servido para llamar la atención, crear intriga hacia su persona y eso era bueno. — Tú lo has dicho, solo sé tú mismo. Confía en lo que sabes, tienes esto gano. — aseguro dándole una palmadita en el hombro seguido de una guiñada traviesa.

James tomo su lugar junto al entrenador y sus otros compañeros que estarían evaluando y comenzaron a llamar a los chicos. Pronto fue el turno de Regulus. — Regulus Black. — llamó el entrenador. — Buenas tardes, joven. Este es tu momento de lucirte. Yo todo lo observo y créame, que ha llamado mi atención. Pero necesito algo más que me haga decir este es el muchacho que quiero en mi equipo. Así que adelante, intentara hacer una anotación esta vez con nuestro verdadero portero. Y luego quiero que intente atajar un balón a uno de mis jugadores. Eso es todo. ¿Algo que desee comentar? Adelante, la cacha es suya. — Comenzó el entrenador a darle indicaciones para que comenzara.