Odiaba la noche anterior a navidad.

Sus padres tendían a ser los más acaramelados, como si su padre no se pasara todo el puto año fuera de casa — seguramente follándose a cuatro señoras diferentes aparte de su madre— y a su madre le encantaba fingir que no pasaba nada. Quedaban con la madre de Tony, para sacarla de su miseria solitaria, y decirle que no pasaba nada porque estuviera completamente sola. Eran familia, sus putos vecinos eran familia porque ella y su madre habían sido amiguitas desde que estaban en Hogwarts y la madre de Tony no podía superar que su marido la hubiese dejado.

Lo peor, no podía decir que se piraba. Si fuese por Joe buscaría cualquier excusa para simplemente darse el piro, seguro que alguno de sus ligues le ofrecía cobijo y un poco más que una cena incomoda. Aparte de todo, Tony le hartaba.

Allí estaba, siendo el puto hijo perfecto, dándole la mano a su madre y sonriéndole como si fuese el más bonito de todos. Si su madre supiera la verdad, si supiese como su maravilloso hijo gemía cuando lo ponía a cuatro padas o se arrodillaba a comerle la polla. Si, seguro que entonces esa sonrisa orgullosa se borraba, vería a su marido en él, lo que había heredado del hombre que la abandonó.

De repente la idea cruza su cabeza, se relame los labios. Recordaba su obsesión con Pandora, la forma en la que la chica tenía que pertenecerle, como odiaba que se fuese con otros, pero lo de Tony es peor. Pandora lo hacía por provocarlo, él quiere fingir que no le interesa, pero Joe es consciente de la mentira.

Espera paciente, casi como si hubiese estado contando los vasos de agua y vino que el chico se ha estado tomando, sus padres están entretenidos hablando del pasado, contándole a su asqueroso padre historias de un colegio que jamás conocerá. Y entonces lo ve levantarse, ir al baño. Se excusa al mismo tiempo, sacando el paquete de tabaco y viendo como su madre niega resignada, no tiene intención de irse a fumar, tan solo que lo piensen. Hace sonar la puerta y se mueve en sigilo, esperando en la puerta del baño.

Cuando Tony sale coloca su mano sobre la boca de este, evitando el grito y cerrando la puerta tras de sí, no solo asegurando el pestillo, sino usando su varita para que el sonido no se escape claro que esa información no se le da a Tony.

—Buena cena, ¿verdad? — Pregunta, tirando de él para pegar su cuerpo al suyo— ¿Qué tal si jugamos a un juego? — y sus ojos están llenos de maldad, está bastante seguro que Tony se imagina lo que Joe quiere, y no solo lo imagina, sino que lo desea.
 

24.12.19 + Casa de Tony

Las fiestas siempre eran la peor época para su madre, no era como si el resto del año la pasara bien en algún momento, pero en las fiestas especialmente era que notaba como los demás tenían aquella familia que a ella le habían arrebatado. Tony intentaba hacerle ver que no había problema alguno con ello, que realmente no necesitaban a su padre en su vida de ninguna manera, pero ella solo se aferraba al pasado de una manera bastante dolorosa y tediosa. Él intentaba ser el hijo perfecto, como siempre, pero había algunos días que aquello se hacía mucho más complicado de lo que debería ser.

Había estado bebiendo un par de vasos de vino, en medio cortándolos con uno que otro de agua para no emborracharse. Ni siquiera eso podía hacer cerca de su madre, independientemente que fuera ya bastante mayor ella parecía ver en cada pequeño gesto de Anthony a su padre y eso lo frustraba enormemente, lo frustraba porque no había manera de que se sintiera de manera diferente teniendo en cuenta que era lo único que solía decirle en ocasiones. “No seas como tu padre, hijo.” Y lo había repetido tantas veces, con tanto desprecio, que quizás a lo único a lo que él realmente le tenía miedo era a terminar siendo como su progenitor.

Se excusó para ir al baño, quizás por la cantidad de alcohol que había ingerido mezclada con el agua que no habían sido muy buena idea. Había pasado toda la noche, como desde el regreso a casa, ignorando a Joe. Era lo mejor que podía hacer, para los dos, aunque él no lo viera. Cuando estaban cerca era como si un volcán explotara y no quería más eso, especialmente teniendo en cuenta lo incorrecto que era. Cuando salió y se encontró de bruces con el dueño de sus pensamientos se puso a la defensiva, tragando saliva fuertemente mientras lo miraba, fingiendo entereza, aunque sus piernas temblaban patéticamente. – No quiero jugar ningún juego contigo, así que apártate que tengo que volver con mi madre.
 

24.12.19 + CASA DE TONY

 

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Las cosas se habían puesto bastante raras, porque en un primer momento había creído que Joe se dejaría de tantos juegos y simplemente lo follaría como había querido hacerlo, al parecer su retorcida mente no funcionaba si no se hacía un poco el difícil. En otra situación se hubiera puesto a pensar que era un tanto preocupante ese tipo de pensamientos, pero en ese momento, con los pantalones bajos, la bala en su mano y la polla erecta por el haber pensado que por fin iba a follarselo simplemente no podía ser el tipo más racional del mundo. Lo único que atino fue a fruncir el ceño mientras apretaba aquella bala dentro de su mano.

Se subió los pantalones y negó, aquello era claro que había sido un error y aún peor de su parte había sido el hecho de haberse regalado de aquella manera al joven Slytherin. Desde ese momento, Joe no le tendría ningún tipo de respeto ni haría caso a sus constantes negativas. Se odiaba por haber cedido en medio de la desesperación de todo lo que sentía por lo vivido constantemente con su madre, también por el deseo que este le provocaba, pero intentaba ver eso en el último lugar de todas las cosas que podía llegar a pensar.

Luego de acomodarse la ropa guardo las cosas en el bolsillo del pantalón y se fue a la mesa una vez más. Se sentó con todo el mundo y bebió un poco de la copa permitida que tenía por su madre aquel día, manteniendo la sonrisa encantadora y la distancia con Joe por su propio bien. El alcohol no ayudaba a que todo fuera mejor, pero por lo menos lo hacía más aceptable para él. mordiéndose el labio inferior, al momento de llevar a su madre a casa en un estado completamente jodido, simplemente sonrió a los demás y se la llevo. La recostó y se fue a su habitación.

Se recostó en la cama mirando el techo mientras jugaba con aquella bala en su mano y el correspondiente mando, dudando de que hacer, si iba no habría vuelta atrás y ser consciente de eso era más jodido que cualquier otra cosa.

 

24.12.19 + CASA DE TONY

 

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El olor a humo lo hizo fruncir ligeramente el ceño, se giró y lo vio, con los ojos entrecerrados, algo adormilado por la intensidad de la situación y porque luego del placer que había sentido no podía estar de otra manera. – ¿Puedo quedarme aquí? – Murmuro, sin saber bien si debía levantarse e irse o quedarse ahí estaría bien para él. nunca sabía que podía hacer o no con Joe.

 

24.12.19 + CASA DE TONY

La pregunta hizo que Joe observase a Anthony en silencio acompañada de una larga calada a su cigarro. Soltó el humo despacio, dándose tiempo a responder o simplemente queriendo tensar a su compañero. Podría decir que se marchara, que había cumplido su parte y seguro su bendita madre lo echaba de menos, pero no había gracia en ese intercambio. Joe había probado un punto y esperaba que aquellas vacaciones estuviesen llenas de esos intercambios, que Anthony aprendiese a bajar la cabeza y levantar la cadera cuando él lo pidiese. Siempre dispuesto, preparado y dócil.

— Puedes quedarte — dijo finalmente, extendiendo la mano para coger su teléfono y entrando en una de sus redes sociales sin realmente prestar atención de si Anthony se quedaba dormido o decidía marcharse. No iba a negar que la satisfacción de tenerlo a su lado estaba cosquilleando, era suyo y estaba marcado, pero al mismo tiempo era mejor dejarlo estar.

Era su juguete, no su novio.

Joe se sacó una foto, poniendo un texto un tanto críptico que los más avispados entenderían. Las capturas siempre había que celebrarlas de una forma u otra. Llegaría el momento en el que todo estallaría, pero por el momento tenía su premio y nadie se lo iba a arrebatar, ya empezaba a tener ganas de lo que estaba por venir.

24.12.19 + Casa de Tony