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Rising Sun
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Recuerdo del primer mensaje :
SIRIUS BLACK Ben Barnes — Shooting Star REMUS LUPIN ANDREW GARFIELD — RISING SUN | A veces cuando una conexión es demasiado fuerte ni siquiera magos oscuros puede destruirla. Por el contrario, siempre busca la forma de volver a conectar. De encontrarse con ese ser amado. Aun cuando se vive en un Mundo Mágico, el cual los había cubierto de una inmensa obscuridad. La vida podía ser un misterio difícil de comprender. El cómo y porque sucedían las cosas era una pregunta latente, pero que rara vez tenía respuesta. Luego de morir a manos de Sirius morir a manos dementores y Lupin de hacerlo en batalla contra los magos obscuros, una inmensa obscuridad, los cubrió. Sin embargo, cuando parecía que sería su fin y no se volverían a ver, lamentando no haber aprovechado mejor el tiempo que estuvieron juntos, cuando todo esto pasó por sus mentes antes de morir lograron ver la luz. Era como si todo se reiniciaría y volver a nacer, ya que solo despertaron. Pero no paso en cualquier lugar, sino que despertaron unos cuantos años antes de todos estos eventos, cuando eran unos adolescentes de 16 años, volvían a casi finales de los 70. Esto se podía confirmar al notar una hoja de periódico que había volado con el viento donde marcaba la fecha más reciente. Más no solo eso, sus rostros volvían a tener esa expresión juvenil que tanto había cautivado al otro. Más había algo que no había cambiado… su mente, podían recordar todo lo ocurrido. La vida les daba una segunda oportunidad de recomponer las cosas entre ellos, pero eso no quería decir que podrían cambiarlo todo. Solo que eso lo tendrían que descubrir por su cuenta. |
INSPIRED — LIBROS — ONE ON ONE
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#02 | Un pasado que enfrentar |
La realidad es que se habría quedado todo el día con Remus en el baño de prefectos y hacer que se sintieran plenos. Que no todo estaba perdido y que tenían una nueva oportunidad para estar juntos porque sabía que estaba irremediablemente enamorado de él.
Se había vuelto más juguetón, más positivo porque recordaba como solía ser en esos años y si, Remus por mucho tiempo no pudo superar ni siquiera el tema de la licantropía pues durante esos años ni siquiera tenían una poción que pudiera aliviar más sus dolores y volverlo más pacifico, ellos en su forma lobuna lo volvieron pacifico tan solo en su forma animal pero eso no quería decir que sus dolores - tal como los cruciatus que él recibía en casa - era tortuoso. — Tenemos que aprovechar a fondo los momentos más felices que en estos años sea como sea no lo pasamos bien. Poco a poco voy recordando y de verdad voy a necesitar una libreta para no perderme ningún detalle es como si estuviéramos en una película que sabemos lo que va a pasar pero somos nosotros mismos los dueños de guiar nuestro destino. — murmuró atrayéndolo para darle un abrazo, su Remus en esos años lo había pasado tan mal y él mismo había sido un idiota por no haberse dado cuenta que estaba enamorado. Ahora sería completamente diferente. — Capaz que se da cuenta solo y nos va a llamar...— dijo por Dumbledore. Era el mago más poderoso de la época y se sabía que ese villano le tenía miedo. Por algo se había unido sin dudas a él después.
— Te entiendo... y debemos contenernos. Fingir que sabemos lo esencial. ¿Qué era lo que me costaba más a mi? ¡Pociones! ¿Cuántos calderos explote a propósito? ¡Muchos! — Estaba completamente dispuesto que lo raptara para la biblioteca. Muy probable era que si los descubrían iban a recibir un castigo, solo que valía la pena el castigo porque iba a poder continuar al lado de su Moony. Le gusto como agarraba su brazo y caminaron hacia el lugar con tranquilidad hasta que escucharon esa voz.
Al verlo al frente si que parecía un chico de 16 años común. Sin tanto talento como ellos que sin darse cuenta brillaban de una manera que todo el mundo estaba pendiente de ellos. La verdad es que Peter era el más normal y no destacaba en nada. ¿Habría sido eso que hizo que se uniera a las filas de los malvados? ¿Se había sentido poderoso al haber entregado a James?
Trataba de contener la rabia y dejo que Remus que sabía salir bien de las situaciones conflictivas hablar con él. No sabía que expresión traía pero supuso de inmediato que no una muy buena cuando lo miró con cierto temor. Fue el momento que apretó más el brazo de su chico y decidió hablar. — O sea... sabes que no tengo alguno de mal influenciarte pero Remus tiene razón, él que más saldrá perdiendo eres tú porque no tienes el permiso. ¿Por qué no quieres ir a clases? — Se dio cuenta que eso haría quedarse cerca de ellos y él no se sentía preparado todavía para enfrentarlo porque cualquier opinión y comentario le parecía aborrecible. No podía perdonarlo, había confiado en él suponiendo que era muy cercano a James que con sinceridad lo adoraba y siempre estaba preocupado por él para que le pagara de ese modo. Y Lily. Jamás lo había tratado mal. No, no podía perdonarlo. — No pienses mal de James. — dijo severo al escucharlo decir que lo encontraba extraño en el último tiempo. Luego solo comentó:
— Me siento indispuesto y solo quiero que Remus me acompañe. La realidad sin ofender y no quiero que te sientas mal, pero en estos momentos solo quiero estar con él. ¿No es obvio? — Atrajó a Remus más para si mismo para que se percatara que entre ellos dos había algo. Esto era otra diferencia que hacía. Jamás los había juzgado pero si que había sido el más sorprendido y quién se dio cuenta un poco antes que Prongs. Seguro se moría de ganas de decirle solo que no lo hizo, James se lo habría dicho.
Se había vuelto más juguetón, más positivo porque recordaba como solía ser en esos años y si, Remus por mucho tiempo no pudo superar ni siquiera el tema de la licantropía pues durante esos años ni siquiera tenían una poción que pudiera aliviar más sus dolores y volverlo más pacifico, ellos en su forma lobuna lo volvieron pacifico tan solo en su forma animal pero eso no quería decir que sus dolores - tal como los cruciatus que él recibía en casa - era tortuoso. — Tenemos que aprovechar a fondo los momentos más felices que en estos años sea como sea no lo pasamos bien. Poco a poco voy recordando y de verdad voy a necesitar una libreta para no perderme ningún detalle es como si estuviéramos en una película que sabemos lo que va a pasar pero somos nosotros mismos los dueños de guiar nuestro destino. — murmuró atrayéndolo para darle un abrazo, su Remus en esos años lo había pasado tan mal y él mismo había sido un idiota por no haberse dado cuenta que estaba enamorado. Ahora sería completamente diferente. — Capaz que se da cuenta solo y nos va a llamar...— dijo por Dumbledore. Era el mago más poderoso de la época y se sabía que ese villano le tenía miedo. Por algo se había unido sin dudas a él después.
— Te entiendo... y debemos contenernos. Fingir que sabemos lo esencial. ¿Qué era lo que me costaba más a mi? ¡Pociones! ¿Cuántos calderos explote a propósito? ¡Muchos! — Estaba completamente dispuesto que lo raptara para la biblioteca. Muy probable era que si los descubrían iban a recibir un castigo, solo que valía la pena el castigo porque iba a poder continuar al lado de su Moony. Le gusto como agarraba su brazo y caminaron hacia el lugar con tranquilidad hasta que escucharon esa voz.
Al verlo al frente si que parecía un chico de 16 años común. Sin tanto talento como ellos que sin darse cuenta brillaban de una manera que todo el mundo estaba pendiente de ellos. La verdad es que Peter era el más normal y no destacaba en nada. ¿Habría sido eso que hizo que se uniera a las filas de los malvados? ¿Se había sentido poderoso al haber entregado a James?
Trataba de contener la rabia y dejo que Remus que sabía salir bien de las situaciones conflictivas hablar con él. No sabía que expresión traía pero supuso de inmediato que no una muy buena cuando lo miró con cierto temor. Fue el momento que apretó más el brazo de su chico y decidió hablar. — O sea... sabes que no tengo alguno de mal influenciarte pero Remus tiene razón, él que más saldrá perdiendo eres tú porque no tienes el permiso. ¿Por qué no quieres ir a clases? — Se dio cuenta que eso haría quedarse cerca de ellos y él no se sentía preparado todavía para enfrentarlo porque cualquier opinión y comentario le parecía aborrecible. No podía perdonarlo, había confiado en él suponiendo que era muy cercano a James que con sinceridad lo adoraba y siempre estaba preocupado por él para que le pagara de ese modo. Y Lily. Jamás lo había tratado mal. No, no podía perdonarlo. — No pienses mal de James. — dijo severo al escucharlo decir que lo encontraba extraño en el último tiempo. Luego solo comentó:
— Me siento indispuesto y solo quiero que Remus me acompañe. La realidad sin ofender y no quiero que te sientas mal, pero en estos momentos solo quiero estar con él. ¿No es obvio? — Atrajó a Remus más para si mismo para que se percatara que entre ellos dos había algo. Esto era otra diferencia que hacía. Jamás los había juzgado pero si que había sido el más sorprendido y quién se dio cuenta un poco antes que Prongs. Seguro se moría de ganas de decirle solo que no lo hizo, James se lo habría dicho.
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#02 | Un pasado que enfrentar |
Rememorar esos momentos era una experiencia única, pues no se limitaba simplemente recordarlo en pensamientos. También estaban teniendo la oportunidad de vivirlo nuevamente. Tal vez había cosas que deseaban no volver a vivir, pero al menos esto sí valía la pena repetirlo. Si hubiera la posibilidad hasta se quedaría más rato en aquel baño, pero no, debían investigar, luego igual podían volver. Porque algo era cierto, al menos hoy esperaba no tener que ir a clases. Y con decir esperaba se refería a que los cacharan alguno de los profesores y no les creyeran sus excusas. Pero bueno, eran buenos actuando, así que esperaban que creyeran eso de que se sentían mal.
— Exacto, rememorar los momentos felices e incluso añadir nuevos. Así poco a poco inclinamos la balanza a nuestro favor para tener un mejor año. No podemos desperdiciar las oportunidades. — aseguro el licántropo. — Descuida que yo te consigo una, ya sabes. Nerd al fin las compro por puro vicio. Me gusta tener donde escribir. — Añadió, además, sería un regalo de su parte. ¿Por qué un regalo? Bueno, solo porque sí, por tenerlo de vuelta. — Sí, reescribamos la historia. — Decía ahora más esperanzado que nunca sintiendo ese cálido abrazo. Tal vez había más soluciones y cambios de los que incluso ellos podían imaginar. Es que incluso una vida que lograran cambiar para bien ya era un gran logro. — Es muy posible, ojalá y sea así. — comento respecto al director, si el mismo se percataba, las posibilidades de creerles serían más altas.
Remus rió al escuchar lo de los calderos. — Sí, debes retomar las explosiones de calderos. Se te dan bien. — le respondió de forma juguetona. Iban de lo más contentos por aquel pasillo hasta que llego Peter. La expresión en sus rostros se habían ensombrecido, rápido. Menos mal que estaban de espalda y no lo pudo notar, y que de paso servía para justificar la próxima mentira que estaban por decir… “Se encontraban enfermos.”
Ahí estaba Pettigrue dándoles alcance. ¿En qué momento se volvió malvado? Es que Remus lo pensaba y lo pensaba y no lograba visualizar al chico de esa forma. Pero sabía muy bien como termino la historia, como desperdicio su vida y de paso arruino la del resto. Era muy triste. Quizás no le dieron la atención que necesitaba, tal vez se sintió solo en algún momento, echado de codos. Debió haber alguien que lo mal influenciara. Más en estos momentos Lupin solo tenía en su mete su traición y no podía pensar en otra cosa. Intentaba mantener la calma, porque si él la perdía entonces Sirius la perdería aún más pronto y ahí sí que terminarían por arruinar todo. Así que actuó de la manera más serena posible.
— Es que eso implicaría que si tenemos un trabajo en grupo… que me parece que es el caso… no tendría con quién hacerlo. Saben bien que si no es con uno de ustedes no me hacen caso los demás. — dijo en un tono hasta algo nervioso. — Bueno, pero de verdad Peter. No es por dejarte solo… pero no nos sentimos bien. — comento el licántropo. — Tú puedes. ¿Quién dijo que no podías? Además, no creo que quieras un cero por puro chiste o sí. — intentaba cómbeselo.
— Bueno, yo nada más decía. Quizás solo tontea por ahí nada más. — Parecía conforme con esa respuesta. Abrió grande los ojos al escuchar la admisión de Sirius, porque en cierto modo, ni siquiera metía, era la realidad. — Oh… entiendo… o eso creo. — Respondió el chico. — Haber comenzado por ahí. — Añadió, aunque sí se había puesto rojo de la impresión, a saber, qué había pasado por su mente. — Es que no queríamos causarte una gran impresión. — comento Mooney quien ahora sujeto fuerte de la cintura al Black. — Está bien, está bien. Oigan, pero deja y los acompaño hasta la sala común… voy a buscar unas cosas y me desaparezco. Lo prometo. — Añadió, al parecer no sería tan fácil deshacerse de él, al menos por un rato. Más que entendiera, la indirecta era un avance.
— Exacto, rememorar los momentos felices e incluso añadir nuevos. Así poco a poco inclinamos la balanza a nuestro favor para tener un mejor año. No podemos desperdiciar las oportunidades. — aseguro el licántropo. — Descuida que yo te consigo una, ya sabes. Nerd al fin las compro por puro vicio. Me gusta tener donde escribir. — Añadió, además, sería un regalo de su parte. ¿Por qué un regalo? Bueno, solo porque sí, por tenerlo de vuelta. — Sí, reescribamos la historia. — Decía ahora más esperanzado que nunca sintiendo ese cálido abrazo. Tal vez había más soluciones y cambios de los que incluso ellos podían imaginar. Es que incluso una vida que lograran cambiar para bien ya era un gran logro. — Es muy posible, ojalá y sea así. — comento respecto al director, si el mismo se percataba, las posibilidades de creerles serían más altas.
Remus rió al escuchar lo de los calderos. — Sí, debes retomar las explosiones de calderos. Se te dan bien. — le respondió de forma juguetona. Iban de lo más contentos por aquel pasillo hasta que llego Peter. La expresión en sus rostros se habían ensombrecido, rápido. Menos mal que estaban de espalda y no lo pudo notar, y que de paso servía para justificar la próxima mentira que estaban por decir… “Se encontraban enfermos.”
Ahí estaba Pettigrue dándoles alcance. ¿En qué momento se volvió malvado? Es que Remus lo pensaba y lo pensaba y no lograba visualizar al chico de esa forma. Pero sabía muy bien como termino la historia, como desperdicio su vida y de paso arruino la del resto. Era muy triste. Quizás no le dieron la atención que necesitaba, tal vez se sintió solo en algún momento, echado de codos. Debió haber alguien que lo mal influenciara. Más en estos momentos Lupin solo tenía en su mete su traición y no podía pensar en otra cosa. Intentaba mantener la calma, porque si él la perdía entonces Sirius la perdería aún más pronto y ahí sí que terminarían por arruinar todo. Así que actuó de la manera más serena posible.
— Es que eso implicaría que si tenemos un trabajo en grupo… que me parece que es el caso… no tendría con quién hacerlo. Saben bien que si no es con uno de ustedes no me hacen caso los demás. — dijo en un tono hasta algo nervioso. — Bueno, pero de verdad Peter. No es por dejarte solo… pero no nos sentimos bien. — comento el licántropo. — Tú puedes. ¿Quién dijo que no podías? Además, no creo que quieras un cero por puro chiste o sí. — intentaba cómbeselo.
— Bueno, yo nada más decía. Quizás solo tontea por ahí nada más. — Parecía conforme con esa respuesta. Abrió grande los ojos al escuchar la admisión de Sirius, porque en cierto modo, ni siquiera metía, era la realidad. — Oh… entiendo… o eso creo. — Respondió el chico. — Haber comenzado por ahí. — Añadió, aunque sí se había puesto rojo de la impresión, a saber, qué había pasado por su mente. — Es que no queríamos causarte una gran impresión. — comento Mooney quien ahora sujeto fuerte de la cintura al Black. — Está bien, está bien. Oigan, pero deja y los acompaño hasta la sala común… voy a buscar unas cosas y me desaparezco. Lo prometo. — Añadió, al parecer no sería tan fácil deshacerse de él, al menos por un rato. Más que entendiera, la indirecta era un avance.
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#02 | Un pasado que enfrentar |
Todo había sido positivo hasta ahora y la verdad es que tenían mucho que planear para cambiar algunas cosas. No todas. Por algunas supusiciones que tenían pero ahí con una libreta verían cuanto podrían salvar como la vida miserable de ellos mismos luego de todo lo que hizo Peter y no tanto por su culpa, era lo que generaba ese maldito de Lord Voldemort, ni siquiera así iban a poder contra él, se suponía que ahora eran unos magos de 16 años y menores de edad. Se preguntaba si tendrían las mismas habilidades que esos años, solo que aquello lo podrían averiguar en la biblioteca donde planeaban ir a juguetear un poco y a informarse, idear.
Era lo que pensaban hacer si no hubiera sido por la interrupción de Peter que tenía solamente ganas de golpear pero que sabía que no podían hacerlo porque hasta el momento - si su memoria no le fallaba - no les había hecho nada. Y era lo que pasaba: Jamás les hizo algo que los hiciera sospechar o alejarse hasta que dio el paradero de James, Lily y Harry como guardián. Si, en ese entonces su amigo sabía que estaba siendo buscando por el innombrable y querían que fuera él. Se arrepentía, se arrepentía tanto en haber dejado a Peter a su cuidado pues era imposible ser encontrado bajo el hechizo fidelio, solo ellos y Peter sabían el paradero y nada más. Era lógico cuando supiera la razón cuando llegó ahí que Peter era un traidor.
Por suerte, Hagrid había llegado demasiado pronto no dijo nada y quizás eso fue un error pero lo único que importaba que se llevara a Harry con Dumbledore y le paso su motocicleta. Rápidamente se había ido donde Remus, que no le creyó ninguna palabra por el dolor también al enterarse que tanto James y Lily estaban muertos, Sirius se había marchado de ahí dispuesto a encontrarlo.
Esa imagen apareció latente en su memoria al momento que trataban de sacar a Peter de encima. De verdad no lo quería cerca porque iba a incriminarse contra él ¿Pero era lo adecuado? Ni Harry quiso hacerlo porque James no hubiera querido y más no que sus mejores amigos se volvieran unos asesinos, así que no debían actuar de esa forma. — James ya lo sabe... y está dispuesto a darnos nuestro espacio. Tal como deberías hacerlo tú... no queremos traumarte. Hazle caso a Remus, jamás se equivoca... además que no somos tus únicos amigos ¿O sí? — Lo miró analizadoramente. Estaba seguro que por ahí debería tener una muy mala influencia y la verdad es que lo vigilaría bastante cerca.
La rata insistió y él hizo una mueca. —Wormtail es demasiado terco no nos va hacer caso, así que vale... te dejamos en la sala común y nos vamos. ¿De acuerdo? — Sin más, el chico tomó la mano de Remus, le dedicó una mirada y se dirigieron a la sala común, sinceramente no tomó mucho en cuenta lo que decía Peter, realmente admiraba a Remus de como se podía contener y tener tanta paciencia. Y finalmente llegaron y para él fue paz.
— Remus ve a buscar el mapa del merodeador. — Siseó. Hizo un gesto que lo hiciera rápido — Me adelantaré a la biblioteca...— Dijo el chico. Solo esperaba que el chico de puro aburrido se apareciera ahí. Y tal vez iban a tener un cambio de planes. Lo quería lejos de su vista, por ahora, hasta que pudiera tolerarlo y saber que hacer.
Era lo que pensaban hacer si no hubiera sido por la interrupción de Peter que tenía solamente ganas de golpear pero que sabía que no podían hacerlo porque hasta el momento - si su memoria no le fallaba - no les había hecho nada. Y era lo que pasaba: Jamás les hizo algo que los hiciera sospechar o alejarse hasta que dio el paradero de James, Lily y Harry como guardián. Si, en ese entonces su amigo sabía que estaba siendo buscando por el innombrable y querían que fuera él. Se arrepentía, se arrepentía tanto en haber dejado a Peter a su cuidado pues era imposible ser encontrado bajo el hechizo fidelio, solo ellos y Peter sabían el paradero y nada más. Era lógico cuando supiera la razón cuando llegó ahí que Peter era un traidor.
Por suerte, Hagrid había llegado demasiado pronto no dijo nada y quizás eso fue un error pero lo único que importaba que se llevara a Harry con Dumbledore y le paso su motocicleta. Rápidamente se había ido donde Remus, que no le creyó ninguna palabra por el dolor también al enterarse que tanto James y Lily estaban muertos, Sirius se había marchado de ahí dispuesto a encontrarlo.
Esa imagen apareció latente en su memoria al momento que trataban de sacar a Peter de encima. De verdad no lo quería cerca porque iba a incriminarse contra él ¿Pero era lo adecuado? Ni Harry quiso hacerlo porque James no hubiera querido y más no que sus mejores amigos se volvieran unos asesinos, así que no debían actuar de esa forma. — James ya lo sabe... y está dispuesto a darnos nuestro espacio. Tal como deberías hacerlo tú... no queremos traumarte. Hazle caso a Remus, jamás se equivoca... además que no somos tus únicos amigos ¿O sí? — Lo miró analizadoramente. Estaba seguro que por ahí debería tener una muy mala influencia y la verdad es que lo vigilaría bastante cerca.
La rata insistió y él hizo una mueca. —Wormtail es demasiado terco no nos va hacer caso, así que vale... te dejamos en la sala común y nos vamos. ¿De acuerdo? — Sin más, el chico tomó la mano de Remus, le dedicó una mirada y se dirigieron a la sala común, sinceramente no tomó mucho en cuenta lo que decía Peter, realmente admiraba a Remus de como se podía contener y tener tanta paciencia. Y finalmente llegaron y para él fue paz.
— Remus ve a buscar el mapa del merodeador. — Siseó. Hizo un gesto que lo hiciera rápido — Me adelantaré a la biblioteca...— Dijo el chico. Solo esperaba que el chico de puro aburrido se apareciera ahí. Y tal vez iban a tener un cambio de planes. Lo quería lejos de su vista, por ahora, hasta que pudiera tolerarlo y saber que hacer.
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#02 | Un pasado que enfrentar |
Remus veía todo esto como algo bueno. Pues no solo podían volver a estar juntos, también tenían la oportunidad de reescribir sus historias. Claro que habría cosas que no podrían tocar, pero quizás podían cambiarla lo suficiente como para que el sufrimiento fuera menor y eso siempre era algo bueno. El volver a verse jóvenes, pero aun con los recuerdos de su futuro, podría jugarles a su favor. Pues los verían como inexpertos aún, cuando en realidad eran magos experimentados. Eso no quería decir que tenían todas las de ganar, pues el Señor Tenebroso no dejaba de ser muy poderoso. Más aún para estas fechas en las que se encontraba en todo su apogeo. Pero sí tenían a su favor la carta de la subestimación.
Los chicos tenían que planear bien de como llevarían todo esto, eso era un hecho. No podían ir improvisando por ahí sabiendo que cualquier cosa podía cambiar algo del futuro. Por eso quería saber más, ir planeando y también al mismo tiempo ir adaptándose nuevamente a su vida colegial, pues era importante que continuaran con sus estudios. Pero todo se fue al trasto cuando Peter decidió hacer su entrada por aquel pasillo. Era tan difícil para ellos contener esa fea sensación que traían por dentro hacia él. ¿Como no con todo lo que había hecho? O mejor dicho, con todo lo que haría.
Algo debió de haber ocurrido con Peter para que desperdiciara su vida de esa manera y entregara a sus amigos ante un ser tan cruel como era Voldemort. Lupin solía tener algo más de calma y paciencia, por lo que aún no había dejado que esa rabia lo delatara y terminara por decirle unas cuantas cosas al rubio, pero sobre todo había evitado caer en las ganas de pegarle. Pero sabía que a Sirius no se le hacía tan sencillo y debía de estar hirviendo por dentro cuál chimenea para evitar que un golpe se escapara hacia su cara. Así que el chico calmaba al animago apretando suave sus manos para que se concentrara en eso y no el otro chico.
— Sigue consejo, Peter. No queremos ser los causantes de tus traumas. — afirmaba el licántropo. — Así es, ya él lo sabe y ahora tú también. Nos hicieron trampa para descubrirlo jumm… terminamos por soltárselos antes de tiempo. Ustedes nos dan nuestro espacio y cuando sea necesario igual les daremos el suyo… ¿Ya quedo claro? No quiero dramas luego. — Añadió ahora en tono serio y con una ceja alzada.
— Espacio, está bien. Entendido. No del todo, pero más o menos. — comento en un murmuro. — Yo… bueno si tengo, pero… no es lo mismo. — Respondió, encantó a lo de los amigos. — Pero está bien, yo haré eso. Los acompaños, busco lo que iba a buscar y me voy. — Decía convencido de que le creerían, y quizás era porque ya tenían esa desconfianza que incluso para algo tan tonto como eso era difícil de creerle.
Entrelazo las manos con las de Sirius y comenzaron a caminar. No podía evitar mirar al otro chico de reojo, como si esperara que en cualquier momento los tomara por sorpresa y les diera la puñalada por la espalda. La verdad iban a tener que hacer algo para controlar esas emociones porque no sería bueno. No podía ser siempre así. Sin embargo, todo era tan reciente que con que se estuvieran conteniendo de pegarle ya habían logrado lo imposible.
— Perfecto, te alcanzo luego. — Respondió dándole un rápido beso antes de ir por el mapa. Remus trato de ser lo más rápido posible para así reunirse con el Black. Miro que Peter ya estuviera un poco lejos de ellos y para así salir tomando consigo así el mapa. Cuando caminaba al encuentro de Padfoot se lo encontró con un mal semblante. Que le ocurrirá. — ¿Estás bien? — Dijo el chico masajeando su espalda, hasta que noto aquella sustancia pegajosa en el suelo.
Los chicos tenían que planear bien de como llevarían todo esto, eso era un hecho. No podían ir improvisando por ahí sabiendo que cualquier cosa podía cambiar algo del futuro. Por eso quería saber más, ir planeando y también al mismo tiempo ir adaptándose nuevamente a su vida colegial, pues era importante que continuaran con sus estudios. Pero todo se fue al trasto cuando Peter decidió hacer su entrada por aquel pasillo. Era tan difícil para ellos contener esa fea sensación que traían por dentro hacia él. ¿Como no con todo lo que había hecho? O mejor dicho, con todo lo que haría.
Algo debió de haber ocurrido con Peter para que desperdiciara su vida de esa manera y entregara a sus amigos ante un ser tan cruel como era Voldemort. Lupin solía tener algo más de calma y paciencia, por lo que aún no había dejado que esa rabia lo delatara y terminara por decirle unas cuantas cosas al rubio, pero sobre todo había evitado caer en las ganas de pegarle. Pero sabía que a Sirius no se le hacía tan sencillo y debía de estar hirviendo por dentro cuál chimenea para evitar que un golpe se escapara hacia su cara. Así que el chico calmaba al animago apretando suave sus manos para que se concentrara en eso y no el otro chico.
— Sigue consejo, Peter. No queremos ser los causantes de tus traumas. — afirmaba el licántropo. — Así es, ya él lo sabe y ahora tú también. Nos hicieron trampa para descubrirlo jumm… terminamos por soltárselos antes de tiempo. Ustedes nos dan nuestro espacio y cuando sea necesario igual les daremos el suyo… ¿Ya quedo claro? No quiero dramas luego. — Añadió ahora en tono serio y con una ceja alzada.
— Espacio, está bien. Entendido. No del todo, pero más o menos. — comento en un murmuro. — Yo… bueno si tengo, pero… no es lo mismo. — Respondió, encantó a lo de los amigos. — Pero está bien, yo haré eso. Los acompaños, busco lo que iba a buscar y me voy. — Decía convencido de que le creerían, y quizás era porque ya tenían esa desconfianza que incluso para algo tan tonto como eso era difícil de creerle.
Entrelazo las manos con las de Sirius y comenzaron a caminar. No podía evitar mirar al otro chico de reojo, como si esperara que en cualquier momento los tomara por sorpresa y les diera la puñalada por la espalda. La verdad iban a tener que hacer algo para controlar esas emociones porque no sería bueno. No podía ser siempre así. Sin embargo, todo era tan reciente que con que se estuvieran conteniendo de pegarle ya habían logrado lo imposible.
— Perfecto, te alcanzo luego. — Respondió dándole un rápido beso antes de ir por el mapa. Remus trato de ser lo más rápido posible para así reunirse con el Black. Miro que Peter ya estuviera un poco lejos de ellos y para así salir tomando consigo así el mapa. Cuando caminaba al encuentro de Padfoot se lo encontró con un mal semblante. Que le ocurrirá. — ¿Estás bien? — Dijo el chico masajeando su espalda, hasta que noto aquella sustancia pegajosa en el suelo.
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#02 | Un pasado que enfrentar |
No podía. No podía tolerar a Peter. En esos años siempre lo había encontrado inofensivo, simpático y temeroso. Siempre había necesitado ayuda y sinceramente era parte del grupo siendo como era, daba sus ideas y se reían con sus chistes, por mucho que sus favoritos eran Remus y James, lo apreciaba. Pero el maldito roedor los había traicionado a todo sin piedad alguna, sin arrepentimientos. Había gritado en esa calle que era él el culpable de la muerte de James y Lily. Remus no confiaba en él, y seguramente eran solo las cizañas de Peter que empezó hablar mal de él, tal como había pasado con Remus, al último hasta desconfiaron del licántropo pensando que era el espía de la Orden del Fenix. Creyeron en Peter y se habían equivocado rotudanmente nunca fue Remus. Nunca fue él.
Realmente lo que quería en ese momento era pescarlo del cuello y ahorcarlo, para luego tirarlo al suelo para comenzar a golpearlo. ¡No podía ni debía! Y era frustrante porque su ira se acumulaba demasiado con simple verlo. No dijo palabra alguna se sentía extraño y la verdad, prefería hacer oídos sordos para escuchar la patosa voz del rubio. No iba a poder tratarlo de la misma manera, ya desde hace mucho tiempo que Peter no era sus amigos y volver al pasado luego de morir aunque traía muchos beneficios también traía desafíos muy negativos como era este. Es que de verdad tenía que hacer algo antes que actuara de esa manera. Contaban con esa ventaja, no tenía idea que carajos hacer que le revolvía el estómago.
Se alegraba que ahí estuviera Remus que siempre fue su calma. Sí, tenía que tomar esa excusa que era su pareja para que Peter no se acercara mucho a ellos, sin embargo, con James ahí presente iban a tener que aprender a tolerarlo y controlar todas esas emociones de ira contra ese sujeto.
Asintió, se despidió de los dos y volvió a salir de la Sala común donde comenzó a caminar hacia la biblioteca para que Remus no lo perdiera de vista, y se comenzó a sentir bastante mal, todo el desayuno que había consumido por la mañana quedó contra el suelo de aquel piso de piedra al no poder contener esas ganas de vomitar repentinos. Se sujetó en la pared y comenzó a sudar frío, escalofríos recorrían por todo su cuerpo y terminó sentado en el suelo viendo lo asqueroso que era su vomito. — Quiero matarlo, Remus. Traiciono a James y a Lily. Fue el culpable que me envio a esa porquería de prisión donde estuve 13 años, Moony ¿Y cómo es que se puede mostrar tan pacifico y simpático? ¡No es justo! — Se sentía mal. Volvió a vomitar solo que esta vez era apoyado por Remus que lo sujetaba de la espalda.
— No quiero volver a la sala común y mucho menos quiero ir a la biblioteca donde nos puede encontrar. No quiero verlo, Remus. No puedo verlo sin esas ganas de asesinarlo, siempre fue el espía y nos engañó a todos. — Exclamó con los ojos llorosos y se sentía a la vez, pésimo porque jamás le había gustado mostrarse así de debilucho. Era fuerte. Sin embargo, ya no tenía eso que mantenía en su adolescencia que sufría por todo el asunto de su tortuosa familia ahora lamentaba que en un futuro cercano era Colagusano quien había entregado tanto a James como Lily a Voldemort. ¡¿COMO EVITARLO?! Ni siquiera sabía que hacer.
Realmente lo que quería en ese momento era pescarlo del cuello y ahorcarlo, para luego tirarlo al suelo para comenzar a golpearlo. ¡No podía ni debía! Y era frustrante porque su ira se acumulaba demasiado con simple verlo. No dijo palabra alguna se sentía extraño y la verdad, prefería hacer oídos sordos para escuchar la patosa voz del rubio. No iba a poder tratarlo de la misma manera, ya desde hace mucho tiempo que Peter no era sus amigos y volver al pasado luego de morir aunque traía muchos beneficios también traía desafíos muy negativos como era este. Es que de verdad tenía que hacer algo antes que actuara de esa manera. Contaban con esa ventaja, no tenía idea que carajos hacer que le revolvía el estómago.
Se alegraba que ahí estuviera Remus que siempre fue su calma. Sí, tenía que tomar esa excusa que era su pareja para que Peter no se acercara mucho a ellos, sin embargo, con James ahí presente iban a tener que aprender a tolerarlo y controlar todas esas emociones de ira contra ese sujeto.
Asintió, se despidió de los dos y volvió a salir de la Sala común donde comenzó a caminar hacia la biblioteca para que Remus no lo perdiera de vista, y se comenzó a sentir bastante mal, todo el desayuno que había consumido por la mañana quedó contra el suelo de aquel piso de piedra al no poder contener esas ganas de vomitar repentinos. Se sujetó en la pared y comenzó a sudar frío, escalofríos recorrían por todo su cuerpo y terminó sentado en el suelo viendo lo asqueroso que era su vomito. — Quiero matarlo, Remus. Traiciono a James y a Lily. Fue el culpable que me envio a esa porquería de prisión donde estuve 13 años, Moony ¿Y cómo es que se puede mostrar tan pacifico y simpático? ¡No es justo! — Se sentía mal. Volvió a vomitar solo que esta vez era apoyado por Remus que lo sujetaba de la espalda.
— No quiero volver a la sala común y mucho menos quiero ir a la biblioteca donde nos puede encontrar. No quiero verlo, Remus. No puedo verlo sin esas ganas de asesinarlo, siempre fue el espía y nos engañó a todos. — Exclamó con los ojos llorosos y se sentía a la vez, pésimo porque jamás le había gustado mostrarse así de debilucho. Era fuerte. Sin embargo, ya no tenía eso que mantenía en su adolescencia que sufría por todo el asunto de su tortuosa familia ahora lamentaba que en un futuro cercano era Colagusano quien había entregado tanto a James como Lily a Voldemort. ¡¿COMO EVITARLO?! Ni siquiera sabía que hacer.
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#02 | Un pasado que enfrentar |
El asunto con Peter era terrible, es que no podía encontrar la manera de verlo como antes. Quizás necesitarían consejos de alguien sabio, alguien con más experiencia que ellos aun cuando estuvieran años atrás. Por eso en el fondo deseaba que de una forma u otra Dumbledor sospechara de que algo raro ocurría con ellos dos y les sirviera para aclararse. No les diría que hacer, pero sus consejos siempre eran bienvenidos. Porque por sus propios pensamientos ya hubieran dejado a cola de gusano hecho papillas y eso que Remus era bastante calmado, solía ser quien le bajaba las revoluciones al Black.
Por ahora era mejor mantener la distancia, cosa que iba a ser difícil tomando en cuenta que el chico solía ser muy unido a ellos. Cada que tenía la oportunidad iba a parar a su lado. Sería difícil quitárselo de encima. Peor aún sería cuando James estuviera, porque sabía que el otro muy inocentemente le pediría seguramente que los acompañara y no podrían negarse. ¿Qué excusa le darían? Él te traicionará, morirás por su culpa. No… No podían decirle algo como eso.
De los dos, el que la estaba pasando más mal era Sirius. Cosa que era totalmente comprensible, pues, aunque Lupin también sufrió por su culpa, los había separado, los había enemistado por un momento. Pero había sido Black quien se había llevado la peor parte al haber pasado grandes y valiosos años de su vida en Azkaban. — Fregoteo… — murmuro el licántropo para que el otro chico no tuviera que estar sentado al lado de su propio vómito, para luego el también sentarse a su lado. — No es justo, lo sé muy bien. A mí también se me pasan pensamientos violentos por mi mente, que hasta me asustan. Pero… ni siquiera sé qué pensar. ¿Realmente en él ahora tendría esos pensamientos? ¿O sería alguien que luego lo corrompió? Son muchas preguntas. Ah… que rabia, qué impotencia. — dijo soltando un suspiro de frustración al recordar precisamente los años de prisión del su chico. — No merecías haber pasado por eso… y la verdad si tan solo no tuvieras que… — Comenzó a acariciar su cabello para calmarlo. No sabía cuánto eso podría ayudar, pero debía intentarlo.
La mano del licántropo se volvió a posar en su espalda dando suaves masajes mientras el chico volvía a vomitar otra tanda. — Está bien, está bien. No vamos a volver. Yo… yo realmente no sé cuánto más pueda aguantar la compostura tampoco… y no me gusta verte así. — murmuro para ahora rodearlo con sus brazos por la cintura, abrazándolo recostando su cabeza en su espalda. — ¿Quieres que vayamos a Hogsmade? Usamos el mapa para asegurarnos que nadie note que nos escapamos. — murmuro mientras dejaba un suave beso sobre su espalda. — Si luego los chicos preguntan… podemos decir que simplemente queríamos privacidad. — cosa que no era una mala excusa, pues dentro del colegio era muy poca la que podían tener, con cuartos compartidos, baños compartidos… todo compartido. — De paso te consigo algo para ese malestar. No puedes seguir vomitando así Padfoot. ¿Cómo te voy a besar si estás con vómitos? Eso no puede ser. — intento soltar la broma para animarlo un poco.
Por ahora era mejor mantener la distancia, cosa que iba a ser difícil tomando en cuenta que el chico solía ser muy unido a ellos. Cada que tenía la oportunidad iba a parar a su lado. Sería difícil quitárselo de encima. Peor aún sería cuando James estuviera, porque sabía que el otro muy inocentemente le pediría seguramente que los acompañara y no podrían negarse. ¿Qué excusa le darían? Él te traicionará, morirás por su culpa. No… No podían decirle algo como eso.
De los dos, el que la estaba pasando más mal era Sirius. Cosa que era totalmente comprensible, pues, aunque Lupin también sufrió por su culpa, los había separado, los había enemistado por un momento. Pero había sido Black quien se había llevado la peor parte al haber pasado grandes y valiosos años de su vida en Azkaban. — Fregoteo… — murmuro el licántropo para que el otro chico no tuviera que estar sentado al lado de su propio vómito, para luego el también sentarse a su lado. — No es justo, lo sé muy bien. A mí también se me pasan pensamientos violentos por mi mente, que hasta me asustan. Pero… ni siquiera sé qué pensar. ¿Realmente en él ahora tendría esos pensamientos? ¿O sería alguien que luego lo corrompió? Son muchas preguntas. Ah… que rabia, qué impotencia. — dijo soltando un suspiro de frustración al recordar precisamente los años de prisión del su chico. — No merecías haber pasado por eso… y la verdad si tan solo no tuvieras que… — Comenzó a acariciar su cabello para calmarlo. No sabía cuánto eso podría ayudar, pero debía intentarlo.
La mano del licántropo se volvió a posar en su espalda dando suaves masajes mientras el chico volvía a vomitar otra tanda. — Está bien, está bien. No vamos a volver. Yo… yo realmente no sé cuánto más pueda aguantar la compostura tampoco… y no me gusta verte así. — murmuro para ahora rodearlo con sus brazos por la cintura, abrazándolo recostando su cabeza en su espalda. — ¿Quieres que vayamos a Hogsmade? Usamos el mapa para asegurarnos que nadie note que nos escapamos. — murmuro mientras dejaba un suave beso sobre su espalda. — Si luego los chicos preguntan… podemos decir que simplemente queríamos privacidad. — cosa que no era una mala excusa, pues dentro del colegio era muy poca la que podían tener, con cuartos compartidos, baños compartidos… todo compartido. — De paso te consigo algo para ese malestar. No puedes seguir vomitando así Padfoot. ¿Cómo te voy a besar si estás con vómitos? Eso no puede ser. — intento soltar la broma para animarlo un poco.
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#02 | Un pasado que enfrentar |
Sirius escuchaba a Remus aunque no lo miraba a los ojos. Es que con sinceridad le habría encantado tener el egocentrismo que solía tener a los 16 años, donde se sentía el dueño del mundo y de Hogwarts, algo así se habría desvanecido enseguida y ni siquiera tendría lágrimas como las tenía ahora. Del puto asco había vomitado, porque realmente no podía tolerar a esa escoria después de lo que hizo. Era una inmundicia, un cobarde y un traidor. Se había pasado como su amigo y al final los había golpeado fuerte, sobre todo a James que siempre confío en él.
Era lo negativo de saber que pasaría en un futuro hasta que recordó que podía cambiarlo. Tenía que hacerlo, simplemente no podía permitir que ese bastardo se saliera con la suya. Lo que decía Remus y que también lo pensó en un momento de debilidad es que quizás la rata antes de lo ocurrido si era un amigo. — No sé... es que no deja de ser un traidor. ¿Qué tal si ya era así en estos años? Empezaré a vigilarlo te lo juro... siempre confiamos tanto en él porque supusimos que era tranquilo que se nos paso. Todos desconfiamos de todos menos en él y era la peor calaña que pudo existir. ¡Hasta me hizo desconfiar de ti, Remus! Merece todo lo malo... no puedo ser su amigo de nuevo — Exclamó el pelinegro que de por sí era mucho más terco e impulsivo que su mejor amigo que era la calma y un cable a tierra. Sabía que también estaba enojado con Peter pero no entendía como podía tolerarlo quizás porque él no había ido 13 años a Azkaban aunque esa idea se esfumó de la cabeza porque en todo ese tiempo suponía que había estado muy solo.
Y ahí estaba su lobo tratando que se recompusiera como siempre lo hacía. No sabía de donde sacaba tanto para calmarlo y claro que aunque fuera un gesto sencillo y una actitud tan suave como tocar su mano ya lo tranquilizaba. Suspiró ante ese beso en su espalda. —Mmm... no tengo ganas de salir quiero quedarme por ahí solo contigo y nada más. Otro día vamos a Hogsmeade, promesa. — Al menos ya Remus se había asegurado de limpiar el vomito del suelo e hizo una mueca.
Apoyó la cabeza en su hombro y sabiendo que no se iban a quedar ahí solo se acomodo un poco y flexionó las piernas porque pretendía levantarse. — Es solo del asco y la presión que vomite. Supongo que traje conmigo ese pesar que tenía en la prisión y que antes no tenía. No es exageración, Rem...— Hizo un puchero. — No... no pensaba besarte por mucho que me cueste. ¿Sabes que quiero hacer? Recostarme, dormir abrazado contigo. Eso quiero —Dijo con una carita de perrito abandonado y que apenas movía su colita. Por supuesto que estaba al tanto que a esa carita Remus Lupin no se podía resistir.
Era lo negativo de saber que pasaría en un futuro hasta que recordó que podía cambiarlo. Tenía que hacerlo, simplemente no podía permitir que ese bastardo se saliera con la suya. Lo que decía Remus y que también lo pensó en un momento de debilidad es que quizás la rata antes de lo ocurrido si era un amigo. — No sé... es que no deja de ser un traidor. ¿Qué tal si ya era así en estos años? Empezaré a vigilarlo te lo juro... siempre confiamos tanto en él porque supusimos que era tranquilo que se nos paso. Todos desconfiamos de todos menos en él y era la peor calaña que pudo existir. ¡Hasta me hizo desconfiar de ti, Remus! Merece todo lo malo... no puedo ser su amigo de nuevo — Exclamó el pelinegro que de por sí era mucho más terco e impulsivo que su mejor amigo que era la calma y un cable a tierra. Sabía que también estaba enojado con Peter pero no entendía como podía tolerarlo quizás porque él no había ido 13 años a Azkaban aunque esa idea se esfumó de la cabeza porque en todo ese tiempo suponía que había estado muy solo.
Y ahí estaba su lobo tratando que se recompusiera como siempre lo hacía. No sabía de donde sacaba tanto para calmarlo y claro que aunque fuera un gesto sencillo y una actitud tan suave como tocar su mano ya lo tranquilizaba. Suspiró ante ese beso en su espalda. —Mmm... no tengo ganas de salir quiero quedarme por ahí solo contigo y nada más. Otro día vamos a Hogsmeade, promesa. — Al menos ya Remus se había asegurado de limpiar el vomito del suelo e hizo una mueca.
Apoyó la cabeza en su hombro y sabiendo que no se iban a quedar ahí solo se acomodo un poco y flexionó las piernas porque pretendía levantarse. — Es solo del asco y la presión que vomite. Supongo que traje conmigo ese pesar que tenía en la prisión y que antes no tenía. No es exageración, Rem...— Hizo un puchero. — No... no pensaba besarte por mucho que me cueste. ¿Sabes que quiero hacer? Recostarme, dormir abrazado contigo. Eso quiero —Dijo con una carita de perrito abandonado y que apenas movía su colita. Por supuesto que estaba al tanto que a esa carita Remus Lupin no se podía resistir.
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#02 | Un pasado que enfrentar |
La verdad es que ahora mismo tenían un tremendo dilema. Por un lado, era bueno y daba esperanzas de un mejor futuro, de una segunda oportunidad, aquello de haber vuelto a revivir en sus años de juventud. Pero por otro, el conocer todo lo que paso también tenía ese lado que les complicaba la existencia. Toda esa paz que tenían para esa época no existía, pues ahora no podían ver a todos de la misma manera que antes. Podía comprender muy bien el sentir de Sirius.
— Pues no es mala idea estar al pendiente de lo que hace. Quizás eso nos podría aclarar las dudas y quién sabe qué cosas podríamos evitar con ello. — comento para luego soltar un suspiro con el comentario del Black. — Lo sé, y eso me molesta tanto. Porque entiendo perfectamente el sentimiento. Yo también desconfié y… ah… parecía tan inocente y tan… tan tonto incapaz de hacer algo así. — Decía negando, le frustraba porque todo aquello lo había hecho dudar de Sirius y por ende desperdiciar tiempo que pudo permanecer a su lado.
Remus a pesar de todo al ser más paciente y centrado, se tomaba su momento para pensar antes de actuar. Pero conocía a su querido padfood, podía dejarse llevar por las emociones mucho más fácil que él. Así que estaría ahí para él, estaría ahí para ser quien mantuviera su calma.
— Descuida, solo era para sacarte de este ambiente. Pero si así lo prefieres por mí no hay problema, yo no pienso ir a ninguna parte si ti. Aquí me quedo contigo. Aunque no me molesta que me debas una salida a Hogsmade. — le aseguro mientras acariciaba su cabello.
— Tal vez tengas razón. Pero asegúrame que ya estás bien y no tienes más ganas de vomitar. Que si no, vuelo a buscar una poción para eso. Sé muy bien que no es exageración. Hay cosas que uno no puede controlar. — Decía ahora jugando con sus manos y sonrió al verlo hacer el puchero, por lo que apretó su mejilla. — A mi igual me cuesta como no tienes idea. — le aseguro. — Bueno, mejor vallamos de vuelta a la habitación. Estaremos mejor allí, nadie nos molestará a estas horas. Así descansamos también. — Añadió ahora dejando un beso, pero en su frente y poniéndose de pie. — Arriba! — le dijo extendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse. Al menos si Potter volvía antes de tiempo a la sala común no sospecharía nada, pues los encontraría justo donde los dejo. — Pero te lavas la boca antes de ir a la cama… porque si quiero beso antes de dormirnos. — molesto un poco soltando una suave risa para intentar animarlo.
— Pues no es mala idea estar al pendiente de lo que hace. Quizás eso nos podría aclarar las dudas y quién sabe qué cosas podríamos evitar con ello. — comento para luego soltar un suspiro con el comentario del Black. — Lo sé, y eso me molesta tanto. Porque entiendo perfectamente el sentimiento. Yo también desconfié y… ah… parecía tan inocente y tan… tan tonto incapaz de hacer algo así. — Decía negando, le frustraba porque todo aquello lo había hecho dudar de Sirius y por ende desperdiciar tiempo que pudo permanecer a su lado.
Remus a pesar de todo al ser más paciente y centrado, se tomaba su momento para pensar antes de actuar. Pero conocía a su querido padfood, podía dejarse llevar por las emociones mucho más fácil que él. Así que estaría ahí para él, estaría ahí para ser quien mantuviera su calma.
— Descuida, solo era para sacarte de este ambiente. Pero si así lo prefieres por mí no hay problema, yo no pienso ir a ninguna parte si ti. Aquí me quedo contigo. Aunque no me molesta que me debas una salida a Hogsmade. — le aseguro mientras acariciaba su cabello.
— Tal vez tengas razón. Pero asegúrame que ya estás bien y no tienes más ganas de vomitar. Que si no, vuelo a buscar una poción para eso. Sé muy bien que no es exageración. Hay cosas que uno no puede controlar. — Decía ahora jugando con sus manos y sonrió al verlo hacer el puchero, por lo que apretó su mejilla. — A mi igual me cuesta como no tienes idea. — le aseguro. — Bueno, mejor vallamos de vuelta a la habitación. Estaremos mejor allí, nadie nos molestará a estas horas. Así descansamos también. — Añadió ahora dejando un beso, pero en su frente y poniéndose de pie. — Arriba! — le dijo extendiéndole la mano para ayudarlo a levantarse. Al menos si Potter volvía antes de tiempo a la sala común no sospecharía nada, pues los encontraría justo donde los dejo. — Pero te lavas la boca antes de ir a la cama… porque si quiero beso antes de dormirnos. — molesto un poco soltando una suave risa para intentar animarlo.
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#02 | Un pasado que enfrentar |
Sirius escuchaba a Remus aunque no lo miraba a los ojos. Ya no sentía ganas de vomitar pero no se sentía bien para salir ni nada parecido. Quería estar recostado junto a Rem y menos mal que le había pedido el mapa para darse cuenta que Peter estuviera lejos de ellos. Porque iba a ser imposible, en esos años se suponía que era su mejor amigo y no el traidor que mató a James, Lily y lo llevo a Azkaban. Aquel que hablo muy mal de Remus cuando los hizo desconfiar de él creyendo en sus palabras y que pensó que era el espía. — Era un idiota, nos hizo creer que era un idiota cuando estaba jugando a nuestras espaldas con ese demente. Y no sé, Remus... merece el peor de los martirios... lamentablemente no somos con él. Quizás tengas razón y podamos cambiar ese destino pero no quiero que sea feliz luego de los que no hizo a todos. ¿Dejarse manipular por Voldemort después de todo lo que le entregamos? — Soltó un suspiro. — Hablo pestes de nosotros y sobre todo de ti... nunca pude decírtelo completamente pero perdóname por haber creído en él. Sé que te sentiste una porquería en esos años y nosotros dos no hicimos nada porque confiamos en él. — Quizás eso Remus no lo sabía y Sirius no se podía perdonar. Era la razón porque Remus nunca lo fue a visitar a Azkaban ni nada, quedo completamente solo mientras él se pudría en la cárcel.
—Es muy difícil esto, ¿sabes? Saber lo que va a suceder no sé cuanto se podrá cambiar y no tenemos idea de nada. Pero yo no vuelvo a ese lugar y vamos a tener que aprender a tolerarlo. —Escupió el suelo y lo miró a los ojos. — No será tan sencillo, en estas fechas yo todavía soy un pobre diablo que se escapó de casa y no tiene nada, solo el apoyo de los Potter. Y tú... amor... no tienes la poción, en este año no existe y tendrás que soportar todos esos dolores de la licantropía que quedaron en tu adolescencia. ¡Ni siquiera ha muerto tu madre! Tendremos que soportar todo por doble. —Le confesó. Sirius estaba siendo demasiado realista para que se diera cuenta a lo que se enfrentaban y aunque estaban juntos no iba a ser tan sencillo porque tendrían que revivir vivencias que no querían.
Le estaba haciendo entender a Remus que se venía todo muy complicado de ahora en adelante. Podían cambiar pero algunas experiencias eran imposibles y necesitaban un guía que entendiera todo esto. ¿O serían ellos mismos? ¡Maldita sea! Sí, deseaba que Remus entendiera que no todo era él y también tendría que enfocarse en su realidad.
— Cuando este de mejores ánimos iremos a Hogsmeade ahora mismo quiero estar acostado durante toda una puta semana. — Le dijo. Sentía cierta lástima en no ser tan positivo como lo salía ser antes pero eran consecuencias de haber estado 13 años en Azkaban y a la vez, haberlo perdido todo. Podía cambiar la historia pero antes tenía que asumirlo y preparar todo como para hacerlo.
— Vale, vale.. me lavaré los dientes y la boca para darte besos en tu cama. ¿Solo piensas en eso, verdad? — Se burló cuando ya estaba de pie y le desordenaba el cabello. —¿Ya no está en la sala común? ¿Dónde se encuentra? —Preguntó. La realidad es que antes nunca se habían fijado mucho en él y en lo que hacía ahora era totalmente diferente. Descubrirían en que pasos andaba, solo que no empezarían ahora sino que más adelante porque lo único que deseaba en ese instante era llegar a la habitación y recostarse.
—Es muy difícil esto, ¿sabes? Saber lo que va a suceder no sé cuanto se podrá cambiar y no tenemos idea de nada. Pero yo no vuelvo a ese lugar y vamos a tener que aprender a tolerarlo. —Escupió el suelo y lo miró a los ojos. — No será tan sencillo, en estas fechas yo todavía soy un pobre diablo que se escapó de casa y no tiene nada, solo el apoyo de los Potter. Y tú... amor... no tienes la poción, en este año no existe y tendrás que soportar todos esos dolores de la licantropía que quedaron en tu adolescencia. ¡Ni siquiera ha muerto tu madre! Tendremos que soportar todo por doble. —Le confesó. Sirius estaba siendo demasiado realista para que se diera cuenta a lo que se enfrentaban y aunque estaban juntos no iba a ser tan sencillo porque tendrían que revivir vivencias que no querían.
Le estaba haciendo entender a Remus que se venía todo muy complicado de ahora en adelante. Podían cambiar pero algunas experiencias eran imposibles y necesitaban un guía que entendiera todo esto. ¿O serían ellos mismos? ¡Maldita sea! Sí, deseaba que Remus entendiera que no todo era él y también tendría que enfocarse en su realidad.
— Cuando este de mejores ánimos iremos a Hogsmeade ahora mismo quiero estar acostado durante toda una puta semana. — Le dijo. Sentía cierta lástima en no ser tan positivo como lo salía ser antes pero eran consecuencias de haber estado 13 años en Azkaban y a la vez, haberlo perdido todo. Podía cambiar la historia pero antes tenía que asumirlo y preparar todo como para hacerlo.
— Vale, vale.. me lavaré los dientes y la boca para darte besos en tu cama. ¿Solo piensas en eso, verdad? — Se burló cuando ya estaba de pie y le desordenaba el cabello. —¿Ya no está en la sala común? ¿Dónde se encuentra? —Preguntó. La realidad es que antes nunca se habían fijado mucho en él y en lo que hacía ahora era totalmente diferente. Descubrirían en que pasos andaba, solo que no empezarían ahora sino que más adelante porque lo único que deseaba en ese instante era llegar a la habitación y recostarse.
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#02 | Un pasado que enfrentar |
Comprendía todo lo que Sirius le decía, habían sido decisiones que les habían costado mucho a ellos, y no tanto a Peter. Quizás ahora ni siquiera era el momento adecuado para hablar de aquello. Estaban con las emociones a flor de piel. ¿Pues si bien era cierto que luego de lo que pasó ni merecía ser feliz, como cambiar el destino de ellos si no cambiaban el del otro? Dejarlo cometer los mismos errores no era una opción si querían cambiar los dolores que pasaron por su causa. — Pues claro que no lo merece, yo sigo sin comprender como fue posible que todo esto ocurriera prácticamente en nuestras narices. — resoplo el castaño. — Pero aunque no lo merezca si es la única forma de evitar nosotros pasar por todo ese mal abra que intentarlo. Solo que ahora es prácticamente imposible tratar de actuar “normal” delante de él cuando solo dan ganas de golpearlo y reclamarle todo. — Dijo frustrado. Lupin intentaba mantener la calma, ser razonable, pero sabiendo todo costaba el querer ser pacífico.
Le miró con ternura y soltó otro suspiro al escuchar sus palabras. Es que de verdad había sido un tiempo de la misma mierda para los dos. — Yo también pido perdón. Deje que te quedaras en aquella prisión, solo. Permití que lo que sentía me nublara el pensamiento y no pensará más allá de la situación. Debí de notar que algo no estaba bien, que todo había sido un maldito engaño. — sus palabras se podía sentir la frustración, pues lo peor de todo es que aquel distanciamiento entre ellos ni siquiera lo habían provocado ellos mismos, era la parte más triste de todo.
Lupin trago saliva frustrado de solo recordarlo. Revivir en esta época sería algo complicado. Implicaba volver a pasar los malos momentos, los momentos dolorosos tanto los eventos tristes ocurridos como pasar por la etapa más dura de su licantropía. Era cierto que no todo era malo, lo tenía devuelta con él, también a sus amigos. Pero el resto sería complicado. Más algún propósito debían de tener para vivir esto. ¿No? — Lo sé, de verdad que lo sé. Es una completa tortura pasar de nuevo por ello. De solo pensarlo se me encoge el corazón en especial con lo de mi madre más que la misma licantropía. Sirius, será un camino difícil, empedrado y la pasaremos mal, pero solo nosotros podremos hacer alguna diferencia. Esto no puede estar pasando solo porque sí. Debe tener un porqué. Solo te pido que no me sueltes cuando llegue ese momento porque sé que aun sabiendo perderé la calma cuando pase, y reviviere también ese dolor físico que no recordaba. — aseguro, pues jamás había vuelto a ser tan fuerte como cuando aún no había la poción. — No estaré tranquilo y lo sé. Eres el único que me puede dar esa tranquilidad cuando llegue el momento. Yo prometo que siempre estaré ahí cuando flaquee, cuando sientas que no puedes más. — Dijo sincerándose acariciando su mano. Aunque definitivamente iban a necesitar ayuda de alguien sabio, debían encontrar el momento justo para dialogar con Dumbledore.
— Ha sido mucho para digerir. — comento mientras llegaba a la sala común. — Así que está bien iremos en otro momento. No es que tenga tampoco muchas ganas solo era para cambiar el panorama. Pero prefiero pasar aquí todo él dia contigo. — Dijo encogiéndose de hombros mientras se sentaba a su lado.
Soltó una suave risa con su pregunta. — Oye no. Pero es de las pocas cosas buenas de revivir estos momentos. — Le aseguró mientras lo veía alejarse a lavarse la boca. Remus tomó el mapa y se tendio en la cama mientras lo revisava y asi ver por donde andaba Peter. — Ya no está, parece que está bajando la Torre… creo que al final si va a clases. Bueno espero que no se salte ninguna y permanezca así todo el día. — lo bueno es que por buen rato no le verían la cara, pero lo mantendrían vigilado. Algo le decía que había algo o alguien más involucrado en todo esto.
Le miró con ternura y soltó otro suspiro al escuchar sus palabras. Es que de verdad había sido un tiempo de la misma mierda para los dos. — Yo también pido perdón. Deje que te quedaras en aquella prisión, solo. Permití que lo que sentía me nublara el pensamiento y no pensará más allá de la situación. Debí de notar que algo no estaba bien, que todo había sido un maldito engaño. — sus palabras se podía sentir la frustración, pues lo peor de todo es que aquel distanciamiento entre ellos ni siquiera lo habían provocado ellos mismos, era la parte más triste de todo.
Lupin trago saliva frustrado de solo recordarlo. Revivir en esta época sería algo complicado. Implicaba volver a pasar los malos momentos, los momentos dolorosos tanto los eventos tristes ocurridos como pasar por la etapa más dura de su licantropía. Era cierto que no todo era malo, lo tenía devuelta con él, también a sus amigos. Pero el resto sería complicado. Más algún propósito debían de tener para vivir esto. ¿No? — Lo sé, de verdad que lo sé. Es una completa tortura pasar de nuevo por ello. De solo pensarlo se me encoge el corazón en especial con lo de mi madre más que la misma licantropía. Sirius, será un camino difícil, empedrado y la pasaremos mal, pero solo nosotros podremos hacer alguna diferencia. Esto no puede estar pasando solo porque sí. Debe tener un porqué. Solo te pido que no me sueltes cuando llegue ese momento porque sé que aun sabiendo perderé la calma cuando pase, y reviviere también ese dolor físico que no recordaba. — aseguro, pues jamás había vuelto a ser tan fuerte como cuando aún no había la poción. — No estaré tranquilo y lo sé. Eres el único que me puede dar esa tranquilidad cuando llegue el momento. Yo prometo que siempre estaré ahí cuando flaquee, cuando sientas que no puedes más. — Dijo sincerándose acariciando su mano. Aunque definitivamente iban a necesitar ayuda de alguien sabio, debían encontrar el momento justo para dialogar con Dumbledore.
— Ha sido mucho para digerir. — comento mientras llegaba a la sala común. — Así que está bien iremos en otro momento. No es que tenga tampoco muchas ganas solo era para cambiar el panorama. Pero prefiero pasar aquí todo él dia contigo. — Dijo encogiéndose de hombros mientras se sentaba a su lado.
Soltó una suave risa con su pregunta. — Oye no. Pero es de las pocas cosas buenas de revivir estos momentos. — Le aseguró mientras lo veía alejarse a lavarse la boca. Remus tomó el mapa y se tendio en la cama mientras lo revisava y asi ver por donde andaba Peter. — Ya no está, parece que está bajando la Torre… creo que al final si va a clases. Bueno espero que no se salte ninguna y permanezca así todo el día. — lo bueno es que por buen rato no le verían la cara, pero lo mantendrían vigilado. Algo le decía que había algo o alguien más involucrado en todo esto.
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#02 | Un pasado que enfrentar |
Aunque quisiera le era imposible actuar normal con alguien que era un traidor, que se había pasado toda la amistad por la mierda cuando él mismo sentía que eran los mejores amigos, era cierto que se desvivía con James y Remus pero a Peter igual lo consideraba y bastante, creyó que lo admiraba, eran necesarios sus elogios para que de la noche a la mañana, tratará de convencerlos que el traidor era Remus cuando la realidad nunca fue esa, lo habían dejado a un lado.— Es completamente difícil, porque también sufriste consecuencias, nunca fuiste tu como lo creímos y te hicimos a un lado, ,mientras él se reía de nosotros, termino alejándote, entregó a James y Lily que terminaron asesinados, y a mi me condenó a 12 años en Azkaban. No puedo perdonarlo aunque hayamos vuelto al pasado. — No podía y sería difícil volver hablar con él con normalidad, pues lo odiaba, había rencor y sinceramente si a Remus se le hacía un poco más fácil iba a tener que ayudarlo a cambiar las cosas.
— Hace tiempo que acepté tus disculpas, Remus. Fuimos unas víctimas, el tiempo estaba mal para todos, no se podía confiar en nadie pero ahora sí ya sabemos que tenemos al menos los dos una nueva oportunidad, y no dejaré que nadie te aparte de mi. — Le cargaba mostrarse amargado con su Remus Lupin que era lo que más atesoraba junto a James, como quería a su hermano y volver a verlo era asombroso.
No le gustaba ser razonable y saber todo lo que iba a pasar, porque en parte también perjudicaba mucho a Remus sobre todo con el tema de la licantropia que tanto ocultaba, volvería a sentir esos tortuosos dolores que tanto le afligían y tenía que asumirlo, era los contra de volver y lo pasaría mal con él. — Tranquilo, estaré contigo cada luna llena como tu gran perro negro que no le haces absolutamente nada. — Besó con suavidad su mejilla sabiendo que tenía olor a vomito. — Perdona, sé que tengo que lavarme los dientes antes de volver a besarte pero es que no lo puedo evitar. —Y mucho más era de esa manera porque sabía que era su control y cable a tierra. Sin él no sería nada.
—Disculpa mi mal humor, cuando estoy tenso pienso en solo tonterías y me cuesta recibir cariño, claro que siempre quiero tus besos, pero espera que ya me lavaré los dientes en la habitación. — Ya con todo lo que le había dicho se había tranquilizado, ahora se sentía más que nada fatigado y cansado, declinando con la idea de ir a Hogsmeade que habría sido genial, solo que no tenía ganas.
—Perfecto, entonces volvamos a la sala común, quiero dormir contigo. — No se refería a que lo terminarían haciendo ya que solo quería dormir abrazado a él para recuperar energías. — Si nos encuentra así no querra interrumpir, lo sé. — Adolorido se puso de pie y se encaminó hacia la sala junto a él, sabía que esto no era suficiente para ir a la enfermería. Ya más tarde si seguía sintiendo mareado y con náuseas pediría una poción allí.
Cuando llegaron a la sala común lo primero que hizo fue ir al baño y tomó el cepillo y la pasta de dientes que con mucho detalle y preocupación se lo había entregado Remus. Cuando terminó sin importarle el mundo y los alumnos que se encontraban allí lo besó con profundidad. — Bueno, vamos… que de verdad necesito recostarme. — Tomó su mano y fueron hasta la habitación, Sirius estaba muy pálido así que tenía la excusa de justificar su inasistencia de clases ese día.
Mañana sería otro día.
— Hace tiempo que acepté tus disculpas, Remus. Fuimos unas víctimas, el tiempo estaba mal para todos, no se podía confiar en nadie pero ahora sí ya sabemos que tenemos al menos los dos una nueva oportunidad, y no dejaré que nadie te aparte de mi. — Le cargaba mostrarse amargado con su Remus Lupin que era lo que más atesoraba junto a James, como quería a su hermano y volver a verlo era asombroso.
No le gustaba ser razonable y saber todo lo que iba a pasar, porque en parte también perjudicaba mucho a Remus sobre todo con el tema de la licantropia que tanto ocultaba, volvería a sentir esos tortuosos dolores que tanto le afligían y tenía que asumirlo, era los contra de volver y lo pasaría mal con él. — Tranquilo, estaré contigo cada luna llena como tu gran perro negro que no le haces absolutamente nada. — Besó con suavidad su mejilla sabiendo que tenía olor a vomito. — Perdona, sé que tengo que lavarme los dientes antes de volver a besarte pero es que no lo puedo evitar. —Y mucho más era de esa manera porque sabía que era su control y cable a tierra. Sin él no sería nada.
—Disculpa mi mal humor, cuando estoy tenso pienso en solo tonterías y me cuesta recibir cariño, claro que siempre quiero tus besos, pero espera que ya me lavaré los dientes en la habitación. — Ya con todo lo que le había dicho se había tranquilizado, ahora se sentía más que nada fatigado y cansado, declinando con la idea de ir a Hogsmeade que habría sido genial, solo que no tenía ganas.
—Perfecto, entonces volvamos a la sala común, quiero dormir contigo. — No se refería a que lo terminarían haciendo ya que solo quería dormir abrazado a él para recuperar energías. — Si nos encuentra así no querra interrumpir, lo sé. — Adolorido se puso de pie y se encaminó hacia la sala junto a él, sabía que esto no era suficiente para ir a la enfermería. Ya más tarde si seguía sintiendo mareado y con náuseas pediría una poción allí.
Cuando llegaron a la sala común lo primero que hizo fue ir al baño y tomó el cepillo y la pasta de dientes que con mucho detalle y preocupación se lo había entregado Remus. Cuando terminó sin importarle el mundo y los alumnos que se encontraban allí lo besó con profundidad. — Bueno, vamos… que de verdad necesito recostarme. — Tomó su mano y fueron hasta la habitación, Sirius estaba muy pálido así que tenía la excusa de justificar su inasistencia de clases ese día.
Mañana sería otro día.
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#02 | Un pasado que enfrentar |
La situación sería muy complicada. No se podía decir a ciencia cierta que saldría de todo esto. Era difícil estar allí y tener en la mente de manera fresca todas aquellas cosas que estaba por ocurrir. No eran visiones del futuro, eran recuerdos de su pasado, lo que hacía todo aún peor. Pues había llegado a ocurrir, no era una simple predicción, lo habían vivido, lo habían sufrido.
Dolía pensar, en esos momentos, había sido la peor etapa de su vida. Esos primeros años, luego de la muerte de James y Lily, había sido horrible. Ni siquiera podía compararlo con la tortura y el dolor que era su licantropía. Porque ese dolor que genero toda aquella situación entre ellos no era uno físico, era uno del corazón. — Sí, es cierto, y duele pensarlo. Eso sí, va a estar más difícil… el perdón. — y es que aun cuando hicieran todo por cambiar el futuro, incluyendo evitar que Peter se desviara, el perdón era un tema muy delicado y que posiblemente no cambiaria. ¿Sería posible enfrentarlo luego que pasara el peligro? ¿Cuestionarle que cosas tenía en su mente para tan siquiera considerar traicionarlos? Quizás ahora no era buena idea, pero vaya que le gustaría.
Le dejaba más tranquilo el saber que al menos entre ellos no quedaban remordimientos. Habían sido momentos en los que habían estado engañados, lejos de la realidad. Por tanto, no había manera de reaccionar de forma coherente y eso había provocado que se lastimaran. — A pesar de todo, me causa una tranquilidad que tuviéramos la oportunidad de reivindicar todo lo que ocurrió entre los dos. No va a volver a pasar, tampoco lo permitiré. — aseguro el castaño. Eran errores de los que ya había tenido su lección y no tropezaría con la misma piedra nuevamente. No volverían a poner distancia entre ambos. Ya no más, jamás.
Era un golpe a la realidad, lo de la licantropía, por más que quisiera tomárselo de la mejor manera. Ya casi se había olvidado de lo que era eso y pensar que tendría que pasar por ello le daba escalofríos. Claro, no tanto como los traumas sicológicos que luego sucederían, pero no dejaba de ser angustiante. — Eso me agrada, es una ventaja que puedas acompañarme en esos momentos. Así, al menos estoy tranquilo de que nada te haría por accidente. — es que de no ser por su animagia no lo dejaría permanecer cerca en esos momentos. Sería muy peligroso.
— La verdad es que no me molesta. — Sonrió al sentir el beso en la mejilla. — No hay nada que perdonar, todos tenemos nuestro humor… y momentos en que simplemente no queremos nada. Lo único que me importa es que no me alejes de ti. — afirmo el licántropo. — Ya quiero que te termines de lavar para poder hacerlo como manda. — Añadió. Acariciando su mano.
Lo mejor que hacían era volver a la sala común y así poder descansar un rato… o toda la tarde… lo que fuera necesario pero juntos. — Exacto, además de que ya estaba advertido. — luego no se podía quejar, aunque lo único que haría serían encontrarlos a los dos dormidos y abrazados.
Ignorando al mundo, recibió aquel beso y tomo su mano. — Lo necesitas, de verdad que sí. Y creo que yo también. — él tampoco es que se sintiera bien del todo, tenía bastante estrés acumulado y mucho que procesar. Cuando llegaron a la habitación se encaramó junto a Sirius en la cama y le abrazo. — Descansa. — le anuncio para así aprovechar de cerrar sus ojos y poder dormir junto a él olvidando el resto del mundo.
Dolía pensar, en esos momentos, había sido la peor etapa de su vida. Esos primeros años, luego de la muerte de James y Lily, había sido horrible. Ni siquiera podía compararlo con la tortura y el dolor que era su licantropía. Porque ese dolor que genero toda aquella situación entre ellos no era uno físico, era uno del corazón. — Sí, es cierto, y duele pensarlo. Eso sí, va a estar más difícil… el perdón. — y es que aun cuando hicieran todo por cambiar el futuro, incluyendo evitar que Peter se desviara, el perdón era un tema muy delicado y que posiblemente no cambiaria. ¿Sería posible enfrentarlo luego que pasara el peligro? ¿Cuestionarle que cosas tenía en su mente para tan siquiera considerar traicionarlos? Quizás ahora no era buena idea, pero vaya que le gustaría.
Le dejaba más tranquilo el saber que al menos entre ellos no quedaban remordimientos. Habían sido momentos en los que habían estado engañados, lejos de la realidad. Por tanto, no había manera de reaccionar de forma coherente y eso había provocado que se lastimaran. — A pesar de todo, me causa una tranquilidad que tuviéramos la oportunidad de reivindicar todo lo que ocurrió entre los dos. No va a volver a pasar, tampoco lo permitiré. — aseguro el castaño. Eran errores de los que ya había tenido su lección y no tropezaría con la misma piedra nuevamente. No volverían a poner distancia entre ambos. Ya no más, jamás.
Era un golpe a la realidad, lo de la licantropía, por más que quisiera tomárselo de la mejor manera. Ya casi se había olvidado de lo que era eso y pensar que tendría que pasar por ello le daba escalofríos. Claro, no tanto como los traumas sicológicos que luego sucederían, pero no dejaba de ser angustiante. — Eso me agrada, es una ventaja que puedas acompañarme en esos momentos. Así, al menos estoy tranquilo de que nada te haría por accidente. — es que de no ser por su animagia no lo dejaría permanecer cerca en esos momentos. Sería muy peligroso.
— La verdad es que no me molesta. — Sonrió al sentir el beso en la mejilla. — No hay nada que perdonar, todos tenemos nuestro humor… y momentos en que simplemente no queremos nada. Lo único que me importa es que no me alejes de ti. — afirmo el licántropo. — Ya quiero que te termines de lavar para poder hacerlo como manda. — Añadió. Acariciando su mano.
Lo mejor que hacían era volver a la sala común y así poder descansar un rato… o toda la tarde… lo que fuera necesario pero juntos. — Exacto, además de que ya estaba advertido. — luego no se podía quejar, aunque lo único que haría serían encontrarlos a los dos dormidos y abrazados.
Ignorando al mundo, recibió aquel beso y tomo su mano. — Lo necesitas, de verdad que sí. Y creo que yo también. — él tampoco es que se sintiera bien del todo, tenía bastante estrés acumulado y mucho que procesar. Cuando llegaron a la habitación se encaramó junto a Sirius en la cama y le abrazo. — Descansa. — le anuncio para así aprovechar de cerrar sus ojos y poder dormir junto a él olvidando el resto del mundo.
Fin del capitulo
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#03 | No soporto verte sufrir |
Había pasado una semana después de que habían vuelto de su adultez, de un futuro triste que querían olvidar. Solo que ahora tenían una nueva oportunidad y quizás tendrían la posibilidad de cambiar ciertas cosas, ambos sabían que en algún momento tendrían que hablar con Dumbledore al respecto, porque no tenían idea que cambiar o no, pero tal como un giratiempos al menos unos detalles podrían variar ¿no?. Lo peor de todo es que esa mañana de aquel fin de semana donde podían ir a Hogsmeade vio a Remus bastante cabizbajo, no entendió mucho el porque hasta que James le confirmó que era normal que estuviera así cuando muy pronto se acercaba la luna llena. ¿Cómo tan tonto? Claro que no se acordaba de memoria el calendario lunar de esos años y estaba calculando el anterior.
— ¿Tienes el calendario lunar, no? Perdí el mío. — James asintió prometiendo que luego se lo pasaba. Se sintió más tranquilo y fue hasta donde estaba su novio, lo abrazo por atrás y apoyo su mentón en el hombro ajeno. — Ya sabía que empezarías con los dolores pero no recordaba cuando. ¿Es tolerable? — Preguntó donde luego masajeaba los hombros, claro que Sirius antes no hubiera actuado de esa forma, muy probable que habría estado más alejado y solo se habría quedado como un perro en su cama mientras que su amigo se lamentaba, pero ahora era un chico de 16 años con una mentalidad de 30, bastante traumado porque había estado en Azkaban, y comprendía que su amigo en esos años pasaba mucho dolor porque no existía la poción. Volver a vivirlo sería fuerte.
— Hoy toca ir a Hogsmeade por eso te pregunto, que podríamos ir y así disfrutes un rico chocolate caliente que por supuesto voy a invitarte.— Luego se acordó que no tenía una pizca de dinero. — Bueno que James nos va a invitar, sé que si le digo me dará unos galeones. — Dijo con una sonrisita y le acarició el cabello. No le gustaba que Remus estuviera así y vivenciar el dolor que tenía en el pasado y que volvía a repetir. Si algunas cosas no podían cambiarlas iban a tener que solo soportar y eso lo tenía claro, tendría que anotar todo en un diario e ir hablar pronto con el director, que según los dos sería el único que los entendería.
— ¿Tienes el calendario lunar, no? Perdí el mío. — James asintió prometiendo que luego se lo pasaba. Se sintió más tranquilo y fue hasta donde estaba su novio, lo abrazo por atrás y apoyo su mentón en el hombro ajeno. — Ya sabía que empezarías con los dolores pero no recordaba cuando. ¿Es tolerable? — Preguntó donde luego masajeaba los hombros, claro que Sirius antes no hubiera actuado de esa forma, muy probable que habría estado más alejado y solo se habría quedado como un perro en su cama mientras que su amigo se lamentaba, pero ahora era un chico de 16 años con una mentalidad de 30, bastante traumado porque había estado en Azkaban, y comprendía que su amigo en esos años pasaba mucho dolor porque no existía la poción. Volver a vivirlo sería fuerte.
— Hoy toca ir a Hogsmeade por eso te pregunto, que podríamos ir y así disfrutes un rico chocolate caliente que por supuesto voy a invitarte.— Luego se acordó que no tenía una pizca de dinero. — Bueno que James nos va a invitar, sé que si le digo me dará unos galeones. — Dijo con una sonrisita y le acarició el cabello. No le gustaba que Remus estuviera así y vivenciar el dolor que tenía en el pasado y que volvía a repetir. Si algunas cosas no podían cambiarlas iban a tener que solo soportar y eso lo tenía claro, tendría que anotar todo en un diario e ir hablar pronto con el director, que según los dos sería el único que los entendería.
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#03 | NO SOPORTO VERTE SUFRIR |
Si bien era cierto que tenía sus cosas buenas, el poder volver al pasado, como intentar evitar sus trágicos futuros. También había cosas malas, y es que su época de adolescentes tampoco había estado falta de desventuras. Fue para ese tiempo en el que había terminado como licántropo y lo peor de todo es que en ese momento no tenía la poción mata lobos que tanto le había ayudado durante toda su adultez. No dejaba de ser algo doloroso, pero jamás llegaba a los niveles de una luna llena sin tomarla. Además, incluso había momentos que hasta podía evitarla. Pero ahora era distinto, no la tenía y para su desgracia ese momento de luna llena le había llegado más pronto de lo que hubiera querido.
Remus estaba hecho un ovillo en su cama pasando los primeros síntomas del malestar. Aunque no solo eran los dolores, cambien era esa sensación de no querer pasar por todo esto nuevamente, lo que lo tenía de capa caída. Por un momento se levantó para mirar por la ventana, perdiéndose en sus propios pensamientos. Sabiendo que esta noche no la iba a pasar en el calor de las paredes de su habitación en el castillo. Fue ahí cuando sintió aquel abrazo reconfortante. — Yo tampoco estaba seguro… aún sigo un tanto perdido en cuanto al tiempo. Pero desde ya, volveré a llevar la cuenta. — y es que sabía que no podía darse el lujo de que estas cosas lo tomaran por sorpresa. — Por ahora sí. — le respondió cuando menciono si era tolerable. — Mucho mejor. — comento con una sonrisa al sentir el masaje.
— Está bien, creo que lo necesito, así no pienso mucho en ello. — quedarse en la cama sería mucho peor. — No puedo decir que no a un chocolate… más si lo va a pagar James. — Añadió en broma ahora un poco más animado. — Gracias. — murmuro recostando ahora su cabeza en su hombro. — Dame un momento en lo que me pongo los zapatos. — le anuncio para sentarse al borde de la cama y aunque con dificultad por el dolor, termino por ponérselos. — Ya estoy listo. — le anuncio, intentaba mantener la sonrisa, aunque a veces el dolor se la borraba. Más no quería darle importancia, necesitaba esto. Necesitaba su mente en otra parte, pues no quería preocupar al su amado.
Remus estaba hecho un ovillo en su cama pasando los primeros síntomas del malestar. Aunque no solo eran los dolores, cambien era esa sensación de no querer pasar por todo esto nuevamente, lo que lo tenía de capa caída. Por un momento se levantó para mirar por la ventana, perdiéndose en sus propios pensamientos. Sabiendo que esta noche no la iba a pasar en el calor de las paredes de su habitación en el castillo. Fue ahí cuando sintió aquel abrazo reconfortante. — Yo tampoco estaba seguro… aún sigo un tanto perdido en cuanto al tiempo. Pero desde ya, volveré a llevar la cuenta. — y es que sabía que no podía darse el lujo de que estas cosas lo tomaran por sorpresa. — Por ahora sí. — le respondió cuando menciono si era tolerable. — Mucho mejor. — comento con una sonrisa al sentir el masaje.
— Está bien, creo que lo necesito, así no pienso mucho en ello. — quedarse en la cama sería mucho peor. — No puedo decir que no a un chocolate… más si lo va a pagar James. — Añadió en broma ahora un poco más animado. — Gracias. — murmuro recostando ahora su cabeza en su hombro. — Dame un momento en lo que me pongo los zapatos. — le anuncio para sentarse al borde de la cama y aunque con dificultad por el dolor, termino por ponérselos. — Ya estoy listo. — le anuncio, intentaba mantener la sonrisa, aunque a veces el dolor se la borraba. Más no quería darle importancia, necesitaba esto. Necesitaba su mente en otra parte, pues no quería preocupar al su amado.
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#03 | No soporto verte sufrir |
Ver sufrir a Remus era uno de sus peores temores, ya con todos esos años de la adolescencia era muy fuerte, por él se habían convertido en animagos incluso de manera ilegal para que se sintiera cercano a ellos, era su muestra de apoyo y porque jamás lo dejaban solos. Ya luego tuvieron la dicha de presenciar como todo se calmaba cuando estaban entre los 19 y 20 años, ya que fue a los 21 que todo fue caos y él mismo cayo en Azkaban por la traición de Peter, que aún no podía ver y que prefería mantenerse apartado.
No le gustaba verlo así pero ya se había anticipado en decirle solo que no había calculado bien la noche de luna llena, y claro se acercaba, sería en dos días según el calendario lunar y eso significaba que el pobre Remus estaría con dolores antes y luego de la conversión. Esperaba que pudiera tolerar ir a Hogsmeade solo que sentía que iba a ser peor si habría sido después. Trataba de animarlo, mientras le hacía masajes por si se le quitaba el dolor. — Podríamos pasar antes a la enfermería para que te den algo y así resistas más el dolor. ¿Son dolores musculares, no? — Nunca se olvidaría, siempre había estado demasiado pendiente y él en esa celda podía ver desde su ventana cuando era luna llena, y pensaba en él. En como estaría, si la poción había mejorado con el tiempo, esperando también que estuviera en compañía, no quería que estuviera solo como lo estaba él. Muchas veces le gustaba imaginar que estaba hablando con alguien y eso era lo que lo hacía estar bien, porque de su forma animaga pudo haber escapado antes solo que no lo hizo precisamente porque no había podido salvar a James y Lily, todo el tiempo estuvo en su propia prisión.
Por eso no le había resultado tan difícil escapar de allí.
— Pudiste tolerarlo antes así que podrás ahora, no estás solo — Susurró mientras dejaba un beso en su mejilla. Que Sirius era tan distinto antes que no sabía como transmitir lo que sentía pero algo más maduro porque era un hombre de mentalidad de 30 por lo sucedido se podía dar el gusto de ser más cariñoso. — Entonces le pediré dinero a James — Comentó el chico con una sonrisa. — Que en algo anda, como si no supiera el qué — Dijo entre risas — Así que si no lo atrapo no podremos beber chocolate caliente — Dijo con un puchero y gritó su nombre para que viniera con ellos mientras que Remus se cambiaba.
James ni dudo en pasarles dinero e incluso les dio de sobre, disculpandose que ese día no iba a poder ir y que tenía otros planes que ellos sabían que tenía un nombre: Regulus. — ¡Perfecto! — Exclamó el chico porque era probable que iban a pasar a la enfermería primero, les tomaría algo de tiempo y luego podrían ir a Hogsmeade, dejo que tomara su brazo. —Vamos a pasarlo bien... no te invito a Madame Tudipié que es demasiado cursi. — A él no le importaba mostrarse pero igual respecto a la época si no era tan sencillo mostrarse como pareja a excepción de sus conocidos. Siempre la mejor opción era Las Tres Escobas, y claro como tenían más dinero de lo que pensaban hasta podían ir a Honeydukes.
No le gustaba verlo así pero ya se había anticipado en decirle solo que no había calculado bien la noche de luna llena, y claro se acercaba, sería en dos días según el calendario lunar y eso significaba que el pobre Remus estaría con dolores antes y luego de la conversión. Esperaba que pudiera tolerar ir a Hogsmeade solo que sentía que iba a ser peor si habría sido después. Trataba de animarlo, mientras le hacía masajes por si se le quitaba el dolor. — Podríamos pasar antes a la enfermería para que te den algo y así resistas más el dolor. ¿Son dolores musculares, no? — Nunca se olvidaría, siempre había estado demasiado pendiente y él en esa celda podía ver desde su ventana cuando era luna llena, y pensaba en él. En como estaría, si la poción había mejorado con el tiempo, esperando también que estuviera en compañía, no quería que estuviera solo como lo estaba él. Muchas veces le gustaba imaginar que estaba hablando con alguien y eso era lo que lo hacía estar bien, porque de su forma animaga pudo haber escapado antes solo que no lo hizo precisamente porque no había podido salvar a James y Lily, todo el tiempo estuvo en su propia prisión.
Por eso no le había resultado tan difícil escapar de allí.
— Pudiste tolerarlo antes así que podrás ahora, no estás solo — Susurró mientras dejaba un beso en su mejilla. Que Sirius era tan distinto antes que no sabía como transmitir lo que sentía pero algo más maduro porque era un hombre de mentalidad de 30 por lo sucedido se podía dar el gusto de ser más cariñoso. — Entonces le pediré dinero a James — Comentó el chico con una sonrisa. — Que en algo anda, como si no supiera el qué — Dijo entre risas — Así que si no lo atrapo no podremos beber chocolate caliente — Dijo con un puchero y gritó su nombre para que viniera con ellos mientras que Remus se cambiaba.
James ni dudo en pasarles dinero e incluso les dio de sobre, disculpandose que ese día no iba a poder ir y que tenía otros planes que ellos sabían que tenía un nombre: Regulus. — ¡Perfecto! — Exclamó el chico porque era probable que iban a pasar a la enfermería primero, les tomaría algo de tiempo y luego podrían ir a Hogsmeade, dejo que tomara su brazo. —Vamos a pasarlo bien... no te invito a Madame Tudipié que es demasiado cursi. — A él no le importaba mostrarse pero igual respecto a la época si no era tan sencillo mostrarse como pareja a excepción de sus conocidos. Siempre la mejor opción era Las Tres Escobas, y claro como tenían más dinero de lo que pensaban hasta podían ir a Honeydukes.
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#03 | NO SOPORTO VERTE SUFRIR |
Sabía que de esto no se libraría, no había manera. Solo le quedaba asumir e intentar de hacer que fuera lo menos doloroso e incómodo posible. Pero si era sincero, no podía compararlo con esa sensación de frustración al pensar en todo lo que estaría por pasar en el futuro. Aquello sí que había sido un gran dolor y no había sido físico, lo cual hacía que fuera mucho peor. Eso sí, estaban aquí, algo tendrían que hacer al respecto. ¿Pero qué? ¿Cómo? Muchas preguntas en su mente que en estos momentos ni siquiera podía detenerse a pensar con claridad por la forma en que se sentía.
En días como estos, por lo general, prefería pasarlo enroscado en la cama, porque sabía que luego se vendría esa noche, que estaría alejado de su caliente y cómoda habitación. Sin embargo, necesitaba distraer la mente, despejarse. Así que deseaba ir con Sirius a Hogsmade. — Sí, siento como si me estuvieran golpeando con blodgers. — Admitió el castaño. — Creo que es lo más sensato, así realmente surtirá un mejor efecto la salida y podre distraerme de verdad. — aseguro en cuanto a lo de ir un momento a la enfermería. Por supuesto que no iba a ser lo mismo que la posición Mata lobos, pero era mejor que nada.
Asintió ante sus palabras, tenía razón, podía sobrepasar esto. Ya lo había hecho cuando de verdad era solo un crío que aún descifraba como lidiar con la licantropía y aunque ahora tenía la apariencia de ese mismo chico, seguía teniendo los recuerdos de su vida pasada, así que tenía idea de qué cosas le ayudaban y que no. — Sé que sí, no lo dudo. Y bueno, tendré más cuidado con las fechas la próxima vez. — Respondió Lupin asegurando que no habría segunda vez que lo tomara por desprevenido. Claro que en esta ocasión había pasado así por el hecho de que estaban recién llegando a esta época y habían perdido por un instante la noción del tiempo en el que se encontraran. Además, sabía que contaba con él, así que esa parte no le preocupaba, al contrario, le calmaba.
Remus sonrió, porque sabía que debían de disimular y hacer que no sabían en las que Potter andaba. — Sí, lástima que debamos hacer como que no sabemos. — Soltó una risita. — Seguro se aparece al instante intentando ser discreto y no levantar sospechas. No te preocupes, tomaremos ese chocolate. — y esperaba que así fuera porque ahora que lo pensaba ambos estaban con los bolsillos vacíos. Salvo que hubieran dejado algo guardado en alguno de los cajones.
— Gracias, te debemos una. — comento Lupin cuando James apareció al rescate. La verdad no le molestaba que dijera que no podía, pues en este momento prefería estar a solas y tranquilo con Sirius. No tardaron en ir a la enfermería por aquella poción y luego partieron a Hogsmade. — No te preocupes, a donde me lleves estará bien. Solo quiero distraer la mente, tomarme ese chocolate y pasar tiempo juntos. — Llevaba su brazo agarrado, con la poción no sentía tanto dolor, al menos podía caminar bien, aunque le molestaran los músculos. Ya no estaba encorvado. — ¿Pero entonces a donde iremos? — pregunto el chico que la verdad, a pesar de que no fueran a Madame Tupie le apetecía algo dulce. —¿Sabes? Es lo único que me gusta de esto. Tenerte ahí cuidándome. — Añadió el lican.
En días como estos, por lo general, prefería pasarlo enroscado en la cama, porque sabía que luego se vendría esa noche, que estaría alejado de su caliente y cómoda habitación. Sin embargo, necesitaba distraer la mente, despejarse. Así que deseaba ir con Sirius a Hogsmade. — Sí, siento como si me estuvieran golpeando con blodgers. — Admitió el castaño. — Creo que es lo más sensato, así realmente surtirá un mejor efecto la salida y podre distraerme de verdad. — aseguro en cuanto a lo de ir un momento a la enfermería. Por supuesto que no iba a ser lo mismo que la posición Mata lobos, pero era mejor que nada.
Asintió ante sus palabras, tenía razón, podía sobrepasar esto. Ya lo había hecho cuando de verdad era solo un crío que aún descifraba como lidiar con la licantropía y aunque ahora tenía la apariencia de ese mismo chico, seguía teniendo los recuerdos de su vida pasada, así que tenía idea de qué cosas le ayudaban y que no. — Sé que sí, no lo dudo. Y bueno, tendré más cuidado con las fechas la próxima vez. — Respondió Lupin asegurando que no habría segunda vez que lo tomara por desprevenido. Claro que en esta ocasión había pasado así por el hecho de que estaban recién llegando a esta época y habían perdido por un instante la noción del tiempo en el que se encontraran. Además, sabía que contaba con él, así que esa parte no le preocupaba, al contrario, le calmaba.
Remus sonrió, porque sabía que debían de disimular y hacer que no sabían en las que Potter andaba. — Sí, lástima que debamos hacer como que no sabemos. — Soltó una risita. — Seguro se aparece al instante intentando ser discreto y no levantar sospechas. No te preocupes, tomaremos ese chocolate. — y esperaba que así fuera porque ahora que lo pensaba ambos estaban con los bolsillos vacíos. Salvo que hubieran dejado algo guardado en alguno de los cajones.
— Gracias, te debemos una. — comento Lupin cuando James apareció al rescate. La verdad no le molestaba que dijera que no podía, pues en este momento prefería estar a solas y tranquilo con Sirius. No tardaron en ir a la enfermería por aquella poción y luego partieron a Hogsmade. — No te preocupes, a donde me lleves estará bien. Solo quiero distraer la mente, tomarme ese chocolate y pasar tiempo juntos. — Llevaba su brazo agarrado, con la poción no sentía tanto dolor, al menos podía caminar bien, aunque le molestaran los músculos. Ya no estaba encorvado. — ¿Pero entonces a donde iremos? — pregunto el chico que la verdad, a pesar de que no fueran a Madame Tupie le apetecía algo dulce. —¿Sabes? Es lo único que me gusta de esto. Tenerte ahí cuidándome. — Añadió el lican.
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#03 | No soporto verte sufrir |
Se quedó escuchando y asintiendo a todo lo que decía. Sabía que su Remus sufría mucho por su licantropía en su adolescencia y habían vuelto al pasado por una extraña razón, suponiendo que podían cambiar parte de su vida y que no fuera la dolorosa que tuvieron. Pero para eso tenían esas desventajas lo que era horrible sobre todo para su chico, y que se lo había advertido antes, porque era algo parecido al odio que sentía por Petigrew, quería averiguar que había sido el detonante para traicionarlos, si se dejo influenciar por alguien o que la verdad nunca fue su amigo.
Acariciaba con suavidad su cabello mientras hablaba, no estaba muy seguro ya de ir a Hogsmeade, se sentía muy pálido y que lo vieran así podría hacer que se sintiera peor. Le pidieron ayuda a James y entre eso que le paso dinero, asegurando que cuando salieran del colegio iba a pagarle todo por su buena voluntad y amistad, se le ocurrió una idea. — ¿Qué te parece si mejor vamos a comprar ese chocolate caliente, con unos ricos pasteles y nos vamos a la casa de los Gritos? Siento que te sentirás mejor ahí y puedes recostarte mientras yo te hago cariño — Susurró porque creía que al estar con tanta gente se podía sentir más mal, siempre presintió que Remus no se aceptaba del todo, más fuerte era en su adolescencia y la gente tampoco ayudaba mucho.
— Sé que era muy idiota, pero siempre te ayude. ¿Tiene que ser diferente ahora? No. Estaré acompañándote estos días feos en lo que queda hasta que mencionen la poción matalobos. ¿Está bien? — Le tomó la mano y fueron hacia a la enfermería para que no tuviera esas dolencias, ambos le explicaron a la enfermera que querían salir pero que se sentía mal por motivos lógicos, así que le dio una dosis de poción que iba a lograr que sintiera un poquito mejor, mientras caminaban hacia el carruaje comenzó a notar que tenía un mejor semblante.
— Y bien… sé que quieres el chocolate caliente. ¿Pero por cuáles dulces te irás? ¿Quieres pasar a Madame Tudupie o a Honeydukes? — Le preguntó mientras se subían a un carruaje donde irían justamente los dos. Nada de interrupciones.
Acariciaba con suavidad su cabello mientras hablaba, no estaba muy seguro ya de ir a Hogsmeade, se sentía muy pálido y que lo vieran así podría hacer que se sintiera peor. Le pidieron ayuda a James y entre eso que le paso dinero, asegurando que cuando salieran del colegio iba a pagarle todo por su buena voluntad y amistad, se le ocurrió una idea. — ¿Qué te parece si mejor vamos a comprar ese chocolate caliente, con unos ricos pasteles y nos vamos a la casa de los Gritos? Siento que te sentirás mejor ahí y puedes recostarte mientras yo te hago cariño — Susurró porque creía que al estar con tanta gente se podía sentir más mal, siempre presintió que Remus no se aceptaba del todo, más fuerte era en su adolescencia y la gente tampoco ayudaba mucho.
— Sé que era muy idiota, pero siempre te ayude. ¿Tiene que ser diferente ahora? No. Estaré acompañándote estos días feos en lo que queda hasta que mencionen la poción matalobos. ¿Está bien? — Le tomó la mano y fueron hacia a la enfermería para que no tuviera esas dolencias, ambos le explicaron a la enfermera que querían salir pero que se sentía mal por motivos lógicos, así que le dio una dosis de poción que iba a lograr que sintiera un poquito mejor, mientras caminaban hacia el carruaje comenzó a notar que tenía un mejor semblante.
— Y bien… sé que quieres el chocolate caliente. ¿Pero por cuáles dulces te irás? ¿Quieres pasar a Madame Tudupie o a Honeydukes? — Le preguntó mientras se subían a un carruaje donde irían justamente los dos. Nada de interrupciones.
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#03 | NO SOPORTO VERTE SUFRIR |
Con el pasar de los años ya casi ni recordaba como realmente se sentía pasar a puro pulso las noches de luna llena. En realidad no es que lo olvidara, pero no sabía si era porque se había malacostumbrado a la poción o porque en realidad era un hombre adulto en el cuerpo de un adolescente, que hacía que se estuviera sintiendo así de mal. ¿O realmente siempre fue así? Como fuera, al menos el tener a Sirius cerca le reconfortaba.
El tema de Peter y James lo tendrían que resolver. Algo se podría evitar. ¿No? Quería pensar que podían cambiar algunas cosas o de lo contrario quien quiera que los enviara aquí entonces lo había hecho para torturarlos haciéndolos vivir traumas pasados. Pero de verdad esperaba que fuera lo primero, que hubieran vuelto con la posibilidad de crear un futuro menos obscuro y triste.
Remus le dio una pequeña sonrisa ante su sugerencia. — Sí, por favor. Eso me gusta más. Que estar todo el rato sentado. Solo necesito de tu compañía. — aseguro el castaño, así también tendrían más privacidad. Y de verdad iba a necesitar de esos cariños. El Black estaba pensando hasta en el más mínimo detalle de como hacerlo sentir mejor.
— Oye, no seas duro contigo. No eras un idiota. Terco y cabeza dura, eso sí. — Le admitió mientras tomaba su mano. — Está bien, yo tampoco quiero que esa parte cambie. — afirmó el muchacho. Era de las cosas buenas que tenía el haber regresado a esta época.
Por fortuna no tardaron tanto en ir a la enfermería para luego estar camino a Hogsmeade. Se puso pensativo ante la pregunta de los dulces. Quería algo que realmente le tuviera ganas. — Bueno, tomando en cuenta de que lo compraremos para llevar. Creo que de Madame Tudupie, quiero algunos pastelitos vendrían bien con el chocolate. — Sugirió. — Así no nos quedamos con las ganas. — añadió, que entendía bien por qué sería difícil que se quedarán allí, atraerían las miradas y no solo por el aspecto desmejorado de la salud. También porque no verían con buenos ojos a dos chicos involucrados románticamente. — Sabes que los de chocolate son míos. — Bromeó, es que siempre tuvo un amor especial por los mismos.
Al menos mientras estaban en el carruaje se acomodó a su lado, recostando su cabeza del hombro del otro. Mientras cerraba un rato los ojos. — Despiértame cuando lleguemos. Solo cerraré los ojos, pero igual sabes que duermo fácil y como tronco, así que por las dudas. — Murmuró porque siempre solía tener cansancio acumulado de las noches que no lograba descansar, y ahora estaba con aquella poción que lo relajaba un poco. Se acomodo mientras abrazaba su brazo. Lo bueno es que allí solo estaban ellos dos, lo malo es que el viaje no era uno largo. Pero al menos se sentía cómodo mientras comenzaba a hacerle efecto la poción que Madame Pomfrey le había administrado.
El tema de Peter y James lo tendrían que resolver. Algo se podría evitar. ¿No? Quería pensar que podían cambiar algunas cosas o de lo contrario quien quiera que los enviara aquí entonces lo había hecho para torturarlos haciéndolos vivir traumas pasados. Pero de verdad esperaba que fuera lo primero, que hubieran vuelto con la posibilidad de crear un futuro menos obscuro y triste.
Remus le dio una pequeña sonrisa ante su sugerencia. — Sí, por favor. Eso me gusta más. Que estar todo el rato sentado. Solo necesito de tu compañía. — aseguro el castaño, así también tendrían más privacidad. Y de verdad iba a necesitar de esos cariños. El Black estaba pensando hasta en el más mínimo detalle de como hacerlo sentir mejor.
— Oye, no seas duro contigo. No eras un idiota. Terco y cabeza dura, eso sí. — Le admitió mientras tomaba su mano. — Está bien, yo tampoco quiero que esa parte cambie. — afirmó el muchacho. Era de las cosas buenas que tenía el haber regresado a esta época.
Por fortuna no tardaron tanto en ir a la enfermería para luego estar camino a Hogsmeade. Se puso pensativo ante la pregunta de los dulces. Quería algo que realmente le tuviera ganas. — Bueno, tomando en cuenta de que lo compraremos para llevar. Creo que de Madame Tudupie, quiero algunos pastelitos vendrían bien con el chocolate. — Sugirió. — Así no nos quedamos con las ganas. — añadió, que entendía bien por qué sería difícil que se quedarán allí, atraerían las miradas y no solo por el aspecto desmejorado de la salud. También porque no verían con buenos ojos a dos chicos involucrados románticamente. — Sabes que los de chocolate son míos. — Bromeó, es que siempre tuvo un amor especial por los mismos.
Al menos mientras estaban en el carruaje se acomodó a su lado, recostando su cabeza del hombro del otro. Mientras cerraba un rato los ojos. — Despiértame cuando lleguemos. Solo cerraré los ojos, pero igual sabes que duermo fácil y como tronco, así que por las dudas. — Murmuró porque siempre solía tener cansancio acumulado de las noches que no lograba descansar, y ahora estaba con aquella poción que lo relajaba un poco. Se acomodo mientras abrazaba su brazo. Lo bueno es que allí solo estaban ellos dos, lo malo es que el viaje no era uno largo. Pero al menos se sentía cómodo mientras comenzaba a hacerle efecto la poción que Madame Pomfrey le había administrado.
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#03 | No soporto verte sufrir |
Era agradable que Remus siguiera sus ideas, es que sabía que no le iba a gustar estar tan expuesto todo adolorido así que era mejor pasar por la casa de los gritos que era como el hogar de Lupin y que esperaba que continuara igual porque bien que habían llegado al pasado y todo podía cambiar solo por su llegada, era algo que imaginaba.
— Sí estarás muy cómodo y mejor allí. Y yo no estoy tan inquieto como antes… hasta si quieres dormir te dejaré. — La verdad solo se conformaba en recostarse a su lado y acariciar su cabello mientras lo contemplaba, claro ya era todo un hombre de 30 y tantos no se podía comportar del todo como un niño de 16 años.
— Que bah, me di cuenta demasiado tarde y eso hizo que no tuviéramos el tiempo que merecíamos.— Señaló con una sonrisa y jugó con sus manos. —Aunque también pudiste haberme dicho ¿eh? — Lo regaño en broma, sabía que en su juventud había sido demasiado idiota, pero lo que menos se perdonaba era el hecho que no creyó en sus palabras cuando comenzaron las dudas de quién era el traidor, había sido un completo estúpido haber creído al falso de Peter.
— Vale, será en Madame aún cuando sientas ganas de vomitar con tanto romance, me gusta ser romántico pero solo contigo no exponernos tanto. — Claro que era solo una parada que elegirían pasteles y quizás uno que otro refresco antes de escaparse de nuevo hacia la casa de los gritos.
Fueron por la poción que la enfermera le tenía para que no sintiera tanto dolor en estos casos y le comentaron que solo sería una vuelta corta para que se quedara tranquila. Luego estaban en el carruaje, y Sirius acarició su cabello con suavidad. — No sé si te conviene dormir porque son solo unos minutos y luego tendrás sueño. Pero anda… relajate un poco que yo te cuido. ¿Estás seguro que no quieres ir directo a la Casa de los Gritos? Puedo ir yo a comprar, conozco bien tus gustos, a lo más te puedes quedar sentado en un sitio. — Le propusó porque ciertamente no le gustaba verlo así y sin duda, vivenciaron este presente que no dejaba de ser su pasado y era triste, la poción ni siquiera existía en ese año.
— Sí estarás muy cómodo y mejor allí. Y yo no estoy tan inquieto como antes… hasta si quieres dormir te dejaré. — La verdad solo se conformaba en recostarse a su lado y acariciar su cabello mientras lo contemplaba, claro ya era todo un hombre de 30 y tantos no se podía comportar del todo como un niño de 16 años.
— Que bah, me di cuenta demasiado tarde y eso hizo que no tuviéramos el tiempo que merecíamos.— Señaló con una sonrisa y jugó con sus manos. —Aunque también pudiste haberme dicho ¿eh? — Lo regaño en broma, sabía que en su juventud había sido demasiado idiota, pero lo que menos se perdonaba era el hecho que no creyó en sus palabras cuando comenzaron las dudas de quién era el traidor, había sido un completo estúpido haber creído al falso de Peter.
— Vale, será en Madame aún cuando sientas ganas de vomitar con tanto romance, me gusta ser romántico pero solo contigo no exponernos tanto. — Claro que era solo una parada que elegirían pasteles y quizás uno que otro refresco antes de escaparse de nuevo hacia la casa de los gritos.
Fueron por la poción que la enfermera le tenía para que no sintiera tanto dolor en estos casos y le comentaron que solo sería una vuelta corta para que se quedara tranquila. Luego estaban en el carruaje, y Sirius acarició su cabello con suavidad. — No sé si te conviene dormir porque son solo unos minutos y luego tendrás sueño. Pero anda… relajate un poco que yo te cuido. ¿Estás seguro que no quieres ir directo a la Casa de los Gritos? Puedo ir yo a comprar, conozco bien tus gustos, a lo más te puedes quedar sentado en un sitio. — Le propusó porque ciertamente no le gustaba verlo así y sin duda, vivenciaron este presente que no dejaba de ser su pasado y era triste, la poción ni siquiera existía en ese año.
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#03 | NO SOPORTO VERTE SUFRIR |
— Es mejor, allí no tendremos a nadie de curioso. Ni tan poco preguntando por qué traigo esta cara. ¿Me veo demacrado no es cierto? — Cuestionó mientras negaba. — Posiblemente, te tome la palabra de dormir un rato. Pero eso luego de que comamos. — aseguro, pues le vendría bien.
— Hubo errores de ambas partes es cierto. Pero aquí estamos, intentando enmendarlos. Hagamos que ahora sea mejor. — esperaba haber aprendido de ellos, así no caer en los mismos errores. A estas alturas debía tener madurez suficiente para darse cuenta de lo ciego que fue al creer en las palabras de Peter. Pues por muy que siempre hubiera sido analítico cuando más debió serlo no lo fue. Se dejó llevar por las emociones. Ahora hubiera querido evitar tantas cosas que se le salieran de las manos y quizás el estar devuelta aquí era el momento de enmendar el pasado.
Se le escapó una risa ante la mención vomitar por el romance que se podía oler a kilómetros en Madame Tupie. — Creo que puedo resistir con tal de probar esos deliciosos postres. No me molesta que lo seas, también me gusta… pero sí, definitivamente en privado es mejor. — es que sabía bien que la gente hablaba y a veces era mejor no exponerse. Además, solo le interesaba tener la atención del Black. No del resto de los allí presentes.
Ya iban de camino a Hogsmeade, esperaba que pronto hiciera algo de efecto lo que la enfermera le había dado. Igual no esperaba que le quitara todo, apenas era solo para calmarlo y aliviar un poco el dolor. — Intentaré solo cerrar los ojos y no dormirme. — reconoció, pues por como se sentía, más la brisa y si le sumamos las caricias en el cabello era una mezcla perfecta para que se durmiera.
— Pues no es por terquedad, bueno quizás un poquito, pero prefiero la segunda opción, te espero sentado en un rincón afuera. Me hará bien el aire fresco. Quiero esperarte para irnos juntos hasta la casa de los gritos. — Le Murmuró aún con los ojos cerrados. Pero si quitar la atención a lo que el moreno le decía. — Gracias, el solo gesto es importante para mi. — aseguro el castaño. Cuando al fin llegaron al pueblo busco un rincón bajo sombra donde había una banca y se acomodó allí. — Aquí te espero. — Le dijo regalándole una sonrisa aunque un tanto débil.
— Hubo errores de ambas partes es cierto. Pero aquí estamos, intentando enmendarlos. Hagamos que ahora sea mejor. — esperaba haber aprendido de ellos, así no caer en los mismos errores. A estas alturas debía tener madurez suficiente para darse cuenta de lo ciego que fue al creer en las palabras de Peter. Pues por muy que siempre hubiera sido analítico cuando más debió serlo no lo fue. Se dejó llevar por las emociones. Ahora hubiera querido evitar tantas cosas que se le salieran de las manos y quizás el estar devuelta aquí era el momento de enmendar el pasado.
Se le escapó una risa ante la mención vomitar por el romance que se podía oler a kilómetros en Madame Tupie. — Creo que puedo resistir con tal de probar esos deliciosos postres. No me molesta que lo seas, también me gusta… pero sí, definitivamente en privado es mejor. — es que sabía bien que la gente hablaba y a veces era mejor no exponerse. Además, solo le interesaba tener la atención del Black. No del resto de los allí presentes.
Ya iban de camino a Hogsmeade, esperaba que pronto hiciera algo de efecto lo que la enfermera le había dado. Igual no esperaba que le quitara todo, apenas era solo para calmarlo y aliviar un poco el dolor. — Intentaré solo cerrar los ojos y no dormirme. — reconoció, pues por como se sentía, más la brisa y si le sumamos las caricias en el cabello era una mezcla perfecta para que se durmiera.
— Pues no es por terquedad, bueno quizás un poquito, pero prefiero la segunda opción, te espero sentado en un rincón afuera. Me hará bien el aire fresco. Quiero esperarte para irnos juntos hasta la casa de los gritos. — Le Murmuró aún con los ojos cerrados. Pero si quitar la atención a lo que el moreno le decía. — Gracias, el solo gesto es importante para mi. — aseguro el castaño. Cuando al fin llegaron al pueblo busco un rincón bajo sombra donde había una banca y se acomodó allí. — Aquí te espero. — Le dijo regalándole una sonrisa aunque un tanto débil.
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#03 | No soporto verte sufrir |
Sirius no estaba seguro que esa salida le haría bien pero estaba tan estusiasmado y él recordaba que antes que Moony se limitaba tanto por su condición que veía que esta vez quería que fuera diferente, era lo malo de volver al pasado porque iba a revivir ese dolor que paso cuando era un niño y un adolescente. El comprendía y los chicos también, la verdad es que no estaba seguro si Peter lo sentía en ese instante porque ciertamente aún no sabía que había sido lo que había conllevado a que se alejara y que se fuera como aliado a Voldemort, pero de que había estado ahí lo estuvo y suponía que lo comprendía.
Lo escuchó con atención, mientras que lo sostenía del brazo. Ya luego en el carruaje se había sentido mejor y en ningún momento lo abadono, nada que ver como antes que nunca estuvo claro de sus sentimientos y sin darse cuenta como adolescente se dedicaba a ligar, a hacer travesuras. Solo que ahora era todo muy diferente porque era un hombre de 30 y tantos años que había vivido esa tortura de arrebatarle su vida al estar en un carcel siendo completamente inocente. Pudo haber escapado, pero solo la culpa, la tristeza de haber perdido a James y Lily, de haber creído que Remus era el traidor que no le permitieron salir, no quería volver a eso.
—Ya estaremos en la casa de los Gritos y podrás disfrutar de los dulces mientras descansas. Pronto es luna llena así que tendrás que soportar los dolores no hay otro remedio sabes que la poción en este año aún no ha sido inventada pero falta poco. Siempre fuiste fuerte, si pudiste antes más podrás ahora —Señaló mientras le hacía cariño en el pelo y dejaba que reposara todo el trayecto en su hombro.
Ya cuando estuvieron en el pueblo lo dejo sentado y besó su frente. — Quédate aquí no demoro nada. ¿Sí? Los dulces lo valen — Acarició por ultima vez su mejilla y se fue a comprar un rico pastel de chocolate y no le importo demasiado que tuviera corazones dulzones a su alrededor, lo importante era el chocolate y también pidió unas bolsitas de té y unos vasos. Por supuesto, también vio unas barras de chocolate que fue imposible no comprar aunque no se quedara con nada de dinero.
Cuando salió supo que había perdido varios minutos pero ahí estaba.— ¿Cómo estás? — Ni le importó que un grupo de chicas se lo quedara mirando y curiosas de que tuviera tanta cercanía con su mejor amigo. No le importaba. Le ofreció el brazo, ahora si podían ir tranquilos hacia la casa de los gritos.
Lo escuchó con atención, mientras que lo sostenía del brazo. Ya luego en el carruaje se había sentido mejor y en ningún momento lo abadono, nada que ver como antes que nunca estuvo claro de sus sentimientos y sin darse cuenta como adolescente se dedicaba a ligar, a hacer travesuras. Solo que ahora era todo muy diferente porque era un hombre de 30 y tantos años que había vivido esa tortura de arrebatarle su vida al estar en un carcel siendo completamente inocente. Pudo haber escapado, pero solo la culpa, la tristeza de haber perdido a James y Lily, de haber creído que Remus era el traidor que no le permitieron salir, no quería volver a eso.
—Ya estaremos en la casa de los Gritos y podrás disfrutar de los dulces mientras descansas. Pronto es luna llena así que tendrás que soportar los dolores no hay otro remedio sabes que la poción en este año aún no ha sido inventada pero falta poco. Siempre fuiste fuerte, si pudiste antes más podrás ahora —Señaló mientras le hacía cariño en el pelo y dejaba que reposara todo el trayecto en su hombro.
Ya cuando estuvieron en el pueblo lo dejo sentado y besó su frente. — Quédate aquí no demoro nada. ¿Sí? Los dulces lo valen — Acarició por ultima vez su mejilla y se fue a comprar un rico pastel de chocolate y no le importo demasiado que tuviera corazones dulzones a su alrededor, lo importante era el chocolate y también pidió unas bolsitas de té y unos vasos. Por supuesto, también vio unas barras de chocolate que fue imposible no comprar aunque no se quedara con nada de dinero.
Cuando salió supo que había perdido varios minutos pero ahí estaba.— ¿Cómo estás? — Ni le importó que un grupo de chicas se lo quedara mirando y curiosas de que tuviera tanta cercanía con su mejor amigo. No le importaba. Le ofreció el brazo, ahora si podían ir tranquilos hacia la casa de los gritos.
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#03 | NO SOPORTO VERTE SUFRIR |
Remus intentaba verle el lado bueno a todo esto, tenían muchas oportunidades de arreglar ciertas cosas. Sin embargo, la triste realidad era que había otras en las que no podía hacer nada. Como, por ejemplo, sus malestares por la licantropía. Pues no tenía la poción aún. No había nada que pudiera hacer al respecto. Salvo buscar los otros remedios que le ayudaran aplacar todo. Igual mentalmente, al menos podía resistirlo más. Ya no era aquel muchachito que en ocasiones hasta se le escapaban las lágrimas por el dolor. Tenía al menos la fuerza emocional para soportarlo más que antes. Afortunadamente, aún tenía a su lado a Sirius, quien nunca lo había dejado en momentos como estés. Claro, hasta que paso lo que paso. Pero eso no tenía por qué volver a ocurrir.
— Lo sé, ya me resigné a que debo volver atravesar por esto. Al menos mentalmente puedo resistir esto mejor que antes. — le aseguro el castaño. — Los dulces siempre ayudan al ánimo también. — al menos eso lo ponía de buenas. ¿A quién no? Las golosinas siempre animaban a cualquiera sin importar la edad.
Los cariños en su cabello lo habían hecho relajarse durante el camino. Remus le dio una sonrisa luego de que besara su frente y acariciara su mejilla, aunque se podía notar una expresión un tanto cansada en sus ojos. — No me moveré de aquí. No te preocupes. Aquí estaré. — le aseguro el muchacho para que no se preocupa. Antes no había sido de los que hacía tonterías como para irse a merodear por ahí por su cuenta en ese estado, así que ahora mucho menos lo haría que tenía más madures, al menos mental.
Lupin se quedó esperando sentado mientras que observaba a su alrededor. Se había puesto a contar cuantos estudiantes pasaban frente a él cargando algún tipo de comestible. No pretendía hacer un análisis de las ventas de alimentos y bebidas en Hogsmade, en realidad solo estaba buscando con que distraer la mente para ver si así podía ignorar un poco el dolor manteniendo su cerebro entretenido contando. Por suerte Sirius no tardo en regresar donde él.
— Como si me hubiera apachurrado un dragón. — Admitió el licántropo negando. Miraba con el rabillo del ojo a las muchachas. — Creo que nos ganamos algunas admiradoras. — murmuro bajito soltando una risita suave antes de ponerse en pie y tomaba su brazo. Que la verdad es que le costaba mantenerse en pie por mucho rato sin sentirse adolorido. — Trajiste de chocolate. ¿Verdad? — le dijo haciendo la pregunta obvia. — Ya quiero probarlos. — Añadió. Por suerte ahora irían a la Casa de los Gritos. — Sabes no extraño este maldito dolor. Pero sí extrañaba el que siempre estabas ahí. — le confesó. Pues sabia había sido triste luego de aquel distanciamiento que al final ni siquiera había sido culpa de ellos.
— Lo sé, ya me resigné a que debo volver atravesar por esto. Al menos mentalmente puedo resistir esto mejor que antes. — le aseguro el castaño. — Los dulces siempre ayudan al ánimo también. — al menos eso lo ponía de buenas. ¿A quién no? Las golosinas siempre animaban a cualquiera sin importar la edad.
Los cariños en su cabello lo habían hecho relajarse durante el camino. Remus le dio una sonrisa luego de que besara su frente y acariciara su mejilla, aunque se podía notar una expresión un tanto cansada en sus ojos. — No me moveré de aquí. No te preocupes. Aquí estaré. — le aseguro el muchacho para que no se preocupa. Antes no había sido de los que hacía tonterías como para irse a merodear por ahí por su cuenta en ese estado, así que ahora mucho menos lo haría que tenía más madures, al menos mental.
Lupin se quedó esperando sentado mientras que observaba a su alrededor. Se había puesto a contar cuantos estudiantes pasaban frente a él cargando algún tipo de comestible. No pretendía hacer un análisis de las ventas de alimentos y bebidas en Hogsmade, en realidad solo estaba buscando con que distraer la mente para ver si así podía ignorar un poco el dolor manteniendo su cerebro entretenido contando. Por suerte Sirius no tardo en regresar donde él.
— Como si me hubiera apachurrado un dragón. — Admitió el licántropo negando. Miraba con el rabillo del ojo a las muchachas. — Creo que nos ganamos algunas admiradoras. — murmuro bajito soltando una risita suave antes de ponerse en pie y tomaba su brazo. Que la verdad es que le costaba mantenerse en pie por mucho rato sin sentirse adolorido. — Trajiste de chocolate. ¿Verdad? — le dijo haciendo la pregunta obvia. — Ya quiero probarlos. — Añadió. Por suerte ahora irían a la Casa de los Gritos. — Sabes no extraño este maldito dolor. Pero sí extrañaba el que siempre estabas ahí. — le confesó. Pues sabia había sido triste luego de aquel distanciamiento que al final ni siquiera había sido culpa de ellos.
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#03 | No soporto verte sufrir |
Lamentaba que Remus tuviera que pasar de nuevo por ese feo martirio de los fuertes dolores de la licantropia. La poción mata lobos habia llegado a finales de su último curso y sinceramente con la fortuna que le dejo el tio Alphard logró comprar unos cuantas para ayudarlo en esos meses sabia que James había ayudado demasiado a la vez, y después claro en el segundo año de egresados habían bajado los precios porque los hombres lobos no era que tuvieran mucho dinero. Después se enteró por murmullos de la cárcel que uno de ellos solo tenia que ir a sus controles a San Mungo y se la daban gratis, pero claro que para eso faltaba mucho y ahora solo tendría que tolerar ese maldito dolor que de verdad hasta consideraba como propio.
—Solo tienes que resistir, mi Moony —Exclamó Sirius mientras acariciaba su cabello por la preocupación que tenía en ese momento es que lo entendía pues literal habían pasado años desde que no sentía ese dolor y era como atravesar una nueva primera vez. —Los chocolates siempre te ayudaron muchísimo — Agregó recordando aquellos días pues sabia que esa era la gran razón porque los comía.
El Black apenas llegaron a Hogsmeade no demoro nada en hacer las compras donde agrego más encima unas barras de chocolate para que tuviera en esos días. James había sido generoso en el préstamo y sabía que aunque si quisiera devolverlo, su amigo no iba a aceptarlo de vuelta. Recordaba que cuando volvió a ser rico los llenaba a todos con regalos.
No le importo que tuviesen admiradoras, divertido por la situación les lanzó un beso y siguió abrazando a su Remus pues era el único que le importaba. —Todo lo que traje tiene chocolate porque se que te hace sentir mucho mejor — Señaló divertido jugando con sus manos apenas dejó de abrazarlo. — Sé que era atento pero ahora seré el doble porque en verdad lo necesitas, además que ahora es diferente. Soy tuyo — Le robo un beso sin más y tomo su mano para ir pronto a la casa de los Gritos, luego de hacer varias maniobras y que nadie lo notase que esa casa era para Remus y literal no habían fantasmas como decían, sino que eran los gritos del castaño, se adentraron a la casa que seguía desordenada pero ahí estaba su cama impecable— Recuéstate un rato mientras yo saco los dulces y el refresco caliente... Se nota que estas cansado — Noto que lamentablemente que tenía más caliente la cabeza de lo normal al apoyar su mano en la frente — Creo que tendrás que quedarte aquí hoy. ¿De verdad quieres comer?— Remus a pesar de todo si que era muy tolerante al dolor y si estando incluso mal siempre de daría tiempo para un chocolate. Tal vez esa vuelta había logrado que se agotara más de la cuenta.
—Solo tienes que resistir, mi Moony —Exclamó Sirius mientras acariciaba su cabello por la preocupación que tenía en ese momento es que lo entendía pues literal habían pasado años desde que no sentía ese dolor y era como atravesar una nueva primera vez. —Los chocolates siempre te ayudaron muchísimo — Agregó recordando aquellos días pues sabia que esa era la gran razón porque los comía.
El Black apenas llegaron a Hogsmeade no demoro nada en hacer las compras donde agrego más encima unas barras de chocolate para que tuviera en esos días. James había sido generoso en el préstamo y sabía que aunque si quisiera devolverlo, su amigo no iba a aceptarlo de vuelta. Recordaba que cuando volvió a ser rico los llenaba a todos con regalos.
No le importo que tuviesen admiradoras, divertido por la situación les lanzó un beso y siguió abrazando a su Remus pues era el único que le importaba. —Todo lo que traje tiene chocolate porque se que te hace sentir mucho mejor — Señaló divertido jugando con sus manos apenas dejó de abrazarlo. — Sé que era atento pero ahora seré el doble porque en verdad lo necesitas, además que ahora es diferente. Soy tuyo — Le robo un beso sin más y tomo su mano para ir pronto a la casa de los Gritos, luego de hacer varias maniobras y que nadie lo notase que esa casa era para Remus y literal no habían fantasmas como decían, sino que eran los gritos del castaño, se adentraron a la casa que seguía desordenada pero ahí estaba su cama impecable— Recuéstate un rato mientras yo saco los dulces y el refresco caliente... Se nota que estas cansado — Noto que lamentablemente que tenía más caliente la cabeza de lo normal al apoyar su mano en la frente — Creo que tendrás que quedarte aquí hoy. ¿De verdad quieres comer?— Remus a pesar de todo si que era muy tolerante al dolor y si estando incluso mal siempre de daría tiempo para un chocolate. Tal vez esa vuelta había logrado que se agotara más de la cuenta.
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#03 | NO SOPORTO VERTE SUFRIR |
Esperaba que el tener que pasar por todo esto nuevamente valiera la pena. Algo bueno debían de sacar de todo esto. Era una nueva oportunidad para enmendar errores, para contestar preguntas. Solo esperaba que realmente ese fuera el propósito de su vuelta a la vida, y no resultara ser solo para torturarlos al hacerlos vivir aquellos momentos difíciles de su vida. Ahora más que nunca podía valorar la utilidad de aquella poción. Cuanto deseaba tener una de ella en estos momentos. Sin embargo, aún faltaba para que eso ocurriera, así que no le quedaba de otra que aguantarse. Por suerte, al menos la experiencia de vida le ayudaba a no entrar en desesperación por el dolor, aun cuando no lo pudiera evitar.
— Lo haré, no es fácil, pero lo haré. — Le aseguró, Sirius se veía preocupado mientras acariciaba su cabello tratando de reconfortarlo. Sabía que en cierto modo intentaba recuperar ese tiempo en el que estuvieron alejados. — Sí ayudaron, no creo que ahora sea diferente. — Le comento sobre los chocolates que siempre lo solían poner de buen ánimo.
En Hogsmeade Remus intentaba resistir lo más que podía mientras esperaba. A pesar de su estado, una pequeña sonrisa apareció en su rostro al notar como el Black le lanzaba beso a las chicas que se les quedaban viendo. — Por los viejos tiempos. — Murmuró por lo bajo en broma. Antes seguro aquel acto le conflictuaba porque ellas tenían más su atención que él en ese sentido, pero ahora sabía que era al revés y aunque no estuviera en el mejor estado de ánimo, no le dejaba de parecer divertido.
Habían seguido abrazados su camino hacia la casa de los Gritos mientras le contaba sobre todo lo que había comprado. — Vaya, sí qué tomates todas las precauciones. — comento con una sonrisa cuando le mencionó que todo tenía chocolate.
— Te creo, te creo. Por eso no me preocupo de que les lanzaras besos a esas admiradoras. — aseguro el castaño, lo que no se esperó fue que le robará aquel beso. Uno que a pesar de la sorpresa le devolvió con gusto. Pues lo hacía sentir bien. — ¡Me sorprendiste! Pero no es queja. — aclaro el licántropo.
Menos mal tenían aquel lugar para pasar aquellos momentos. Pues sabía que según se fuera acercando el momento, todo se volvería más doloroso y peor para él. Así nadie molestaría ni lo descubrirían.
— Ya mismo me recuesto. — decía mientras se quitaba los zapatos. Remus intentaba mantenerla lo más alerta y tolerante que podía. Pero poco a poco su salud desmejoraba. Ya comenzaba a tener calentura y eso Sirius lo noto al tocar su frente. — Me temo que sí tendré que quedarme. Pero tranquilo, si quiero comer. Quizás me está costando ya a estas alturas mantenerme de pie, pero si me lo llevan a la cama… además no hay manera de que evites el que me coma mi dosis de chocolate. Te lo advierto. — Le aclaró, pero fuera de bromas, igual era algo que le levantaba el ánimo, así que por más que se sintiera como la mierda de seguro lo animaría algo dulce. — ¿Y tú te quedarás, verdad? — Le preguntó, aunque era más una afirmación de que quería que lo hiciera.
— Lo haré, no es fácil, pero lo haré. — Le aseguró, Sirius se veía preocupado mientras acariciaba su cabello tratando de reconfortarlo. Sabía que en cierto modo intentaba recuperar ese tiempo en el que estuvieron alejados. — Sí ayudaron, no creo que ahora sea diferente. — Le comento sobre los chocolates que siempre lo solían poner de buen ánimo.
En Hogsmeade Remus intentaba resistir lo más que podía mientras esperaba. A pesar de su estado, una pequeña sonrisa apareció en su rostro al notar como el Black le lanzaba beso a las chicas que se les quedaban viendo. — Por los viejos tiempos. — Murmuró por lo bajo en broma. Antes seguro aquel acto le conflictuaba porque ellas tenían más su atención que él en ese sentido, pero ahora sabía que era al revés y aunque no estuviera en el mejor estado de ánimo, no le dejaba de parecer divertido.
Habían seguido abrazados su camino hacia la casa de los Gritos mientras le contaba sobre todo lo que había comprado. — Vaya, sí qué tomates todas las precauciones. — comento con una sonrisa cuando le mencionó que todo tenía chocolate.
— Te creo, te creo. Por eso no me preocupo de que les lanzaras besos a esas admiradoras. — aseguro el castaño, lo que no se esperó fue que le robará aquel beso. Uno que a pesar de la sorpresa le devolvió con gusto. Pues lo hacía sentir bien. — ¡Me sorprendiste! Pero no es queja. — aclaro el licántropo.
Menos mal tenían aquel lugar para pasar aquellos momentos. Pues sabía que según se fuera acercando el momento, todo se volvería más doloroso y peor para él. Así nadie molestaría ni lo descubrirían.
— Ya mismo me recuesto. — decía mientras se quitaba los zapatos. Remus intentaba mantenerla lo más alerta y tolerante que podía. Pero poco a poco su salud desmejoraba. Ya comenzaba a tener calentura y eso Sirius lo noto al tocar su frente. — Me temo que sí tendré que quedarme. Pero tranquilo, si quiero comer. Quizás me está costando ya a estas alturas mantenerme de pie, pero si me lo llevan a la cama… además no hay manera de que evites el que me coma mi dosis de chocolate. Te lo advierto. — Le aclaró, pero fuera de bromas, igual era algo que le levantaba el ánimo, así que por más que se sintiera como la mierda de seguro lo animaría algo dulce. — ¿Y tú te quedarás, verdad? — Le preguntó, aunque era más una afirmación de que quería que lo hiciera.
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#03 | No soporto verte sufrir |
Sirius sabía que su Remus era reservado para ciertas cosas pero le encantaba así, no pudo evitar reír de manera prudente para que no se sintiera mal y que se percatara que en realidad reía porque estaba contento — Bueno es una nueva oportunidad. ¿No? Y siento que tuvimos poco tiempo para expresar lo que realmente sentíamos así que ya no me reservaré y cuando quiera besarte lo haré — Lo volvió a besar de nuevo, aunque sin ser exagerado ni tan apasionado porque sabía que se sentía enfermo y habría sido como presionarlo, solo quería expresar cuanto lo quería y que deseaba aprovechar cada instante ahora que habían vuelto ser jóvenes, había que tomar en cuenta todo lo positivo de esos años ya que quería acostumbrarse a lo que era tener 16 años.
Solo que ya allí en la casa de los Gritos todos esos elogios quedaron atrás porque la prioridad era atenderlo. —Me ofendes, obvio que me quedaré contigo — Comentó ante su pregunta mientras acomodaba las cosas y la dejaba en la cama, le extendió el chocolate para que empezará a comerlo y se quedó sentado aún cuando quería recostarse con él pero necesitaba espacio y él podría hacerlo después, la idea era comer tranquilos.
—Solo espera que coma y te doy calor — Podía sonar mal pero sabía que Moony entendería y que no se refería en un asunto sexual - ni loco estando Remus en ese estado cuando lo más quería era descansar o eso creía él- sino más bien, que se convertiría en ese gran perro negro que esperaba no tuviera ninguna pulga. Suponía que las malditas siempre estuvieron en esa casa. Y como picaban las condenadas.
— ¿Está rico? — El optó por comerse un dulce de chocolate porque las barras eran de él y no las tocaría por nada del mundo. Luego tomó el refresco caliente que en ese día nublado le dio más calorcito en el interior. Lo disfrutó de verdad, tal como gozaba las comidas en Hogwarts, había pasado tanto tiempo en Azkaban que tener dulce y comida era todo un gusto. Porque claro luego que escapo y estuvo en Grimmauld Place principalmente con él la comida igual fue escasa a excepción cuando dejo esa casa como guarida y lugar secreto para los de la Orden, y donde por lo general, Molly Weasley hacía una comida casera deliciosa. — Por favor, evita que suba tanto de peso, sé que me vendrán bien unos cuantos kilos pero estoy comiendo como desquiciado — Dijo con una risa juguetona, la verdad es que a pesar del contexto se sentía muy bien ahí y su misión ante todo era animarlo para que se olvidará un poco del dolor.
Solo que ya allí en la casa de los Gritos todos esos elogios quedaron atrás porque la prioridad era atenderlo. —Me ofendes, obvio que me quedaré contigo — Comentó ante su pregunta mientras acomodaba las cosas y la dejaba en la cama, le extendió el chocolate para que empezará a comerlo y se quedó sentado aún cuando quería recostarse con él pero necesitaba espacio y él podría hacerlo después, la idea era comer tranquilos.
—Solo espera que coma y te doy calor — Podía sonar mal pero sabía que Moony entendería y que no se refería en un asunto sexual - ni loco estando Remus en ese estado cuando lo más quería era descansar o eso creía él- sino más bien, que se convertiría en ese gran perro negro que esperaba no tuviera ninguna pulga. Suponía que las malditas siempre estuvieron en esa casa. Y como picaban las condenadas.
— ¿Está rico? — El optó por comerse un dulce de chocolate porque las barras eran de él y no las tocaría por nada del mundo. Luego tomó el refresco caliente que en ese día nublado le dio más calorcito en el interior. Lo disfrutó de verdad, tal como gozaba las comidas en Hogwarts, había pasado tanto tiempo en Azkaban que tener dulce y comida era todo un gusto. Porque claro luego que escapo y estuvo en Grimmauld Place principalmente con él la comida igual fue escasa a excepción cuando dejo esa casa como guarida y lugar secreto para los de la Orden, y donde por lo general, Molly Weasley hacía una comida casera deliciosa. — Por favor, evita que suba tanto de peso, sé que me vendrán bien unos cuantos kilos pero estoy comiendo como desquiciado — Dijo con una risa juguetona, la verdad es que a pesar del contexto se sentía muy bien ahí y su misión ante todo era animarlo para que se olvidará un poco del dolor.
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