Su último pensamiento fue que tenía que proteger a Harry porque debía cuidarlo como si fuera su propio hijo como padrino.  Solo vio venir ese destello y luego todas las imágenes de su vida empezaron a revolotear por su cabeza, sobre todo los más recientes junto al pequeño Potter quién sin verlo mucho se había encariñado y luego el de todos sus amigos: James y su Remus siempre serían sus favoritos.

Sin embargo, Sirius sabía que esto significaba algo y era que ya no estaría en tierra y que había fallecido dejando a la gente que quería destrozados y eso dolía. Todo se volvió oscuro y de repente cuando creyó que todo acabaría ahí por obra de magia - si nunca imagino que en más allá habría magia - hubo luz que sin ni siquiera acercarse lo cubrió despertando con la respiración entrecortado en una cama y todo sudado. Lo más extraño fue cuando se llevo las manos a su rostro no vio las secuelas de Azkaban, piel amarillenta debido a la inmudicia y tampoco esos tatuajes de runas que hacía para perder el tiempo, esas parecían unas manos jóvenes.

Quedó absorto y no supo que hacer por varios segundos cuando se vio interrumpido. Una voz. Esa voz que casí ya tenía olvidada. Una energética que hace años lo hacía sonreír y al voltearse se encontró con nadie menos que James Potter, su Prongs. — ¡Esto debe ser una broma! — exclamó el chico — Cállate que despertaras a Moony que no la he tenido muy linda esta semana. Demasiado tarde ya despertó — dijo James negando con la cabeza mientras que Sirius miraba y veía a Remus igual que exaltado que él. Su Moony. Aquel que era tanto su mejor amigo y amor verdadero que lo había logrado ver cuando escapó de Azkaban pero que ya nada era lo mismo habían pasado 12 años donde lo culparon de algo que no hizo: ¡Peter! Pensó en ese maldito, sin embargo, en ese instante solo miró a Rem sin saber que decir algo había pasado. — Por casualidad... ¿Qué día es hoy? — cuestionó algo temeroso. Era muy chocante ver a sus dos mejores amigos allí.

Había recordado ver como todo se le iba en negro. Como si su fin hubiera llegado. En ese momento solo tenía un objetivo, y era el proteger al hijo de sus grandes amigos Potter. Era la esperanza para el mundo mágico y también era lo único que quedaba de aquellas personas tan queridas para él. No podía permitir que el que no debía ser nombrado tuviera la victoria.

En todo esto recordaba haber visto a personas queridas morir. Pero de todos el que más le había dolido había sido ver cómo le cegaron la vida a Sirius. Siempre hubo sentimientos el uno por el otro. Un amor que se había distanciado por todas las circunstancias y malos entendidos que habían tenido en su vida. Fue lamentable que ya no había podido enmendar esos errores, el haber creído esa mentira. Y aunque ya esa parte la habían llegado a subsanar. El tiempo para recuperar el perdido se había terminado. Aunque parecía que quizás ahora que él también moría podrían reencontrarse en el más allá. Quería pensar eso para que fuera menos doloroso. Que aunque fuera pudiera ver una última vez antes de cerrar por completo sus ojos el rostro del Black. Como si lo acompañara en su camino al descanso eterno.

Todo estaba oscuro, pero de pronto comenzó a sentir esa sensación de cuando entraba el rayo de sol al amanecer por la ventana haciendo que despertaras quisieras o no. Pero Lupin no despertó aún. Se removió sin darse cuenta en la cama en donde reposaba. Pero cuando escuchó voces, unas voces totalmente conocidas, pero que al mismo tiempo hacía tiempo no escuchaba. Pues era la de James… y Sirius quien ahora tenía un ligero tono más juvenil que hacía años no le escuchaba. Pensó que era parte de estar muerto. Más cuando al fin abrió los ojos, los vio de la manera menos esperada posible. Hechos unos jovencitos y en la sala común de Gryffindor.

— Pero qué demonios… — nada le estaba haciendo sentido, pues hasta sentía un dolor en el cuerpo justo donde había pegado el hechizo, pero también pudo notar maracas en sus brazos como las que se hacía cuando había luna llena. No recordaba que ese entonces hubiera estado cercano a la luna llena, por lo que algo tenía que ver el comentario de Potter de que él había tenido una mala semana. ¿Pero cómo? — Lo mismo me gustaría saber. — secundo a Sirius mientras se incorporaba aún atónito y se sentaba al borde de la cama. No podía dejar de verlos ahí… tan vivos. Sintió un vuelco en el corazón, sus ojos le brillaban, pero no logro decir nada. Todo esto en especial por Black, quería lanzarle encima. Pero bueno, todo era tan extraños que no podía actuar más allá de lo perplejo que ahora mismo se encontraba. Se suponía que estuvieran muertos… todos ellos, y eso que aún no veía a Peter en la habitación o ya hubiera salido de su perplejidad y se le hubiera lanzado, pero no precisamente abrazarlo.

Ver a su querido amigo James ahí y vivo, unos años más joven antes de morir a los 21 años junto con Lily era muy impactante. Porque nunca lo había dejado ir era un gran dolor que llevaba en su corazón y que no supo como pudo resistir ese dolor en Azkaban  quizás solo el hecho de que él era inocente y que algún día iban a saber que el verdadero culpable era Peter. Y luego que se volvió a reencontrar con su ahijado que ya no era un bebé sabía que gracias a él había mucha esperanza además que era la copia exacta de su mejor amigo, recordaba bien en aquella lucha como había llamado a su ahijado: James. ¡Y ahí estaba!

James estaba absorto porque el pelinegro lo miraba incredulo sin ni siquiera musitar palabra porque sinceramente lo único que quería era lanzarse a sus brazos y abrazarlo, asegurarse que era real. No entendía nada, era como tomar un gira tiempo pero nunca lo tuvo así que no sabía lo que ocurría.  Y fue cuando vio a Remus, reconocía que tenía un amor fraternal muy fuerte hacia Potter pero por Moony sentía amor, un amor verdadero y reciproco que había empezado en sexto curso cuando se había dado cuenta que no podía evitar mirarlo con cualquier expresión que hacía lo consideraba tan perfecto y ahora mismo que lo veía podía notar que era exactamente lo mismo. — Moony — Y se preguntó que había hecho cuando había muerto porque murió justamente frente a las dos personas que en ese momento más apreciaba en la vida. También lo notó absorto y tan contrariado como estaba él. ¿Serían las secuelas de luna llena? ¿Por qué lo miraba así? ¿Por qué preguntaba por el día?

—¿Qué les pasa? ¿No durmieron bien? ¿Bebieron una poción  extraña sin mi? Me miran como si fuera un verdadero extraño— cuestionó James mientras se acercaba a Sirius y le desordenaba el cabello y luego a Lupin para darle una barra de chocolate en el escritorio. — Ambos están muy pálidos y asustados. No entiendo — Decía el chico mientras se pasaba la mano por el cabello. — ¡Aquí está! Vean el Profeta. 5 de Noviembre de 1976 — Señaló el chico y Sirius tuvo que quitarle el diario de las manos para fijarse en tal detalle. ¡Que carajos! Eran muchos antes porque el exactamente había muerto en 1996. — ¡Que demonios! — No se aguantó en expresar. — ¿Y tú? ¿Por qué traes esa cara? — le dijo a Moony que estaba tan asustado y absorto que él mientras que James los miraba a ambos como si se hubieran vuelto completamente locos. ¡Que carajos sucedía!

¿Como no espantarse? ¿Como no asustarse? ¿Y como al mismo tiempo no sentir una montaña rusa de sentimientos cuando jurabas que no volverías a ver más a esas personas y te habías resignado haberlos perdido? ¿Cómo? Esas eran las preguntas que circulaban en la mente de Remus. Sentía que el corazón le latía a toda velocidad de la misma impresión.

Sirius parecía actuar de una forma similar a él. ¿Pero Potter? No, James los veía como si hubieran perdido la cabeza. ¿Acaso serían ellos los únicos actuando raro? Es que nada le hacía sentido. Era como un déjà vu. Pero no era un déjà vu. Él estaba consciente de que murió, podía recordarlo todo. Incluso ahora que veía nuevamente el rostro de James confirmaba que Harry era aún más parecido a su padre de lo que él había llegado a recordar.  

Su mirada se dirigió al animado cuando lo llamo en ese tono, como si sospechara lo mismo que él. Pero no le dijo más. — Es difícil de explicar… — murmuro ante las quejas de James. No estaba seguro de si debería decir en voz alta la verdad. Había muerto y resucito años antes. Pensarían que estaba loco, o drogado, o de plano, que le había pegado muy fuerte la luna llena la noche anterior.

— No sé si deba decir lo que me está pasando por la mente. ¡Van a creer que enloquecí! — exclamo. — ¿Saben qué? Creo que solo tuve una pésima noche. Ya desvarío. — comento negando. Aún estaba consternado, pero necesitaba hablar con el Black antes de meter a Potter en todo esto. Pues si sus sospechas eran ciertas y él tal vez estaba pasando por algo similar implicaba tener en su poder información del futuro que podría trastocarlo si hablaban más de la cuenta delante del resto. Esto iba a ser muy difícil.

— ¿Prongs, podrías hacerme un favor? Me podrías buscar un poco de jugo de calabaza. Necesito azúcar, algo para componerme. Por favor. — Pidió al pelinegro de ojos azules para poder hablar sin que estuviera presente.

El licántropo se sentó al lado de Sirius, y se le quedó viendo una vez más. — ¿Te está pasando lo mismo que yo? ¿Recuerdas? —  dijo poniendo una mano sobre la del otro chico. Ni siquiera podía creer que lo tenía nuevamente frente a frente, vivo.

¿Se podía llamar así mismo Rey del Drama? ¡Claro que sí! Y todo esto era como caer en la locura - mucho más de lo creyó tener en Azkaban - y  era todo tan dramoso. No entendía lo que estaba sucediendo pero tampoco era difícil captarlo: Había vuelto al pasado después de morir solo que no sabía que año exactamente solo que era un adolescente, la mejor época de vida. ¿Por qué? La verdad no entendía lo que estaba sucediendo y si esto era una oportunidad de cambiar toda la tétrica historia que vivieron luego de acabar del colegio lo haría.

Realmente él que los miraba como si se estuvieran volviendo locos era James. ¿Y cómo no? ¡Lo tenía al frente! ¡Su hermano estaba vivo! Y no tenía idea como se estaba conteniendo para abrazarlo y no soltarlo jamás. No veía a Peter y prefería no hacerlo porque lo único que quería era matarlo. Literal. Con sinceridad nunca se confió que un chico tuviera tanta simpatía y que lo estuviera siguiendo a todas partes lo cansaba. Iba hablar más hasta que Moony tomó la palabra antes de él, por supuesto que siempre tenía algo que decir. Ahora sabían en que día se encontraban y el año. Sirius estaba impactado.

— Yo... solo tuve un mal sueño y del cual quería despertar. Lo siento James pero estabas ahí y era desesperante perderte — señaló. Algo le decía que Remus sabía lo que estaba sucediendo porque por una extraña razón estaba teniendo la misma reacción que él. — ¡Ahhhh! Entonces que es eso... tranquilo Padfoot, estoy aquí — se acercó cariñosamente y le desordenó el cabello, un simple gesto que hizo que Padfoot se levantara y le diera ese abrazo que tanto tenía reprimido. —Es tan solo que no quiero volver a tener nunca esta pesadilla y bueno debe ser por lo que pase en el verano que estaré más idiota que de costumbre — le explicó ya que recordó que ese año se había ido de casa y no había estado nada bien y a la vez porque veía que James se estaba preocupando por los dos y claro se sabía por el giratiempos que era mejor no hablar del futuro ni del pasado que era malo que todo cambiará así que presintió que no debía decirle nada a nadie. Miró de soslayo a Remus ¿Por qué sentía que era la única persona que lo iba a entender?

Prefirió seguir lo que decía el chico — Yo también y me siento enfermo creo que me quedaré todo el día en cama si no te molesta, o quizás vaya a la próxima clase, no mejor no... hoy no me siento bien. Ya mañana será otro día — Es que ni siquiera se sabía bien el horario ¿cómo carajos recordaba eso? Si que estaba desvariando. James soltó un suspiro — Mejor quédense los dos y yo les traigo algo de desayuno, Peter se levantó temprano y se fue a terminar la tarea a la biblioteca, así que vuelvo luego. — le dijo a los dos mientras se acercaba a Remus y le desordenaba el cabello también. Y fue cuando se quedaron a solas.

Sirius lo miró a los ojos y parpadeó varias veces pero no fue hasta que miró su muñeca que notó que tenía una marca. De una fecha y volvió hacia la mirada hacia a él como si fuera posible miró su propia mano y tenía lo mismo que en otra fecha. — Creo que estamos pasando por lo mismo, Moony — No quería que lo encontrara un loco. — Siento que te lo puedo decir a ti pero no a los demás ¿Decimos lo que paso al mismo tiempo? ¿Crees que pase algo malo? — Siseó. Y no le soltaba la mano era como volver a esos años donde más lo quiso y se enamoró completamente de él.

Aún seguía sin comprender qué rayos había ocurrido. Nada tenía sentido. Nunca que recordara, al menos, había escuchado de alguien que volviera a la vida. Al menos no de esta forma. Sí, había oído historias de gente decir que eran la reencarnación de alguien más. Pero revivir en tu propia vida algunos años atrás, eso sí, era algo nuevo. Más ahí estaba, y el dolor en su cuerpo se le acordaba.

Estaba vivo, de lo contrario no le estaría doliendo nada. Potter los veía con de forma extraña y él no estaba seguro de si debía de decirle la verdad o no. Así que opto por guardársela, al menos hasta saber qué rábanos estaba ocurriendo. Pues esto no era tema de una conversación casual.

El Black había notado que había sido con un propósito el que el chico mandó a su amigo por el jugo de calabazas y el porqué dijo que todo su exabrupto había sido solo por el asunto de la mala noche por la luna llena. Él también lucía desorientado, fuera de sí. Como si algo realmente le perturbara y le sorprendiera. Así que también había dado su mejor excusa. Por suerte el de los ojos claros pareció creer en la palabra de sus amigos. — Sí, es solo eso. No te preocupes. Aunque sí agradecemos que nos traigas el desayuno.  — Respondió con una sonrisa que intentaba ocultar todo lo que llevaba por dentro.

Era demasiada casualidad que el animago también estuviera comportándose de manera similar a él. Por lo que concluyó que tenía que ser cierto. Eso al menos le hacía sentir menos solo… menos loco. Reconfortaba saber que lo tenía ahí y que podía al menos compartir aquello con él.

Las miradas se cruzaron, sentía una emoción en su pecho de tenerlo nuevamente frente a frente. Había llegado a creer que todo estaba perdido. Que no lo volvería a ver jamás. — Yo igual siento que solo a ti lo puedo contar por el momento. — Murmuró, no tenía idea de cómo podía afectar lo que estaba a su alrededor si hablaba más de la cuenta. — De acuerdo digámoslo al mismo tiempo. — sus manos no se separaban, dictaban el tiempo que estuvieron alejados, separados.

— También me ocurrió algo malo… yo sé que morí, que no tenía esta edad y que tú, James… tampoco ya estaban aquí… — Lo soltó de golpe sin pensarlo mucho, quería salir de eso y simplemente decirle cuánto lo había extrañado el tiempo que no estuvo presente en su vida.

— No estoy loco, no tienes idea de cuanto me he contenido para no demostrar frente a James lo mucho que los extrañe… que te extrañe. — aseguró aún con la mirada fija en la ajena. Jugo con sus manos y fue cuando noto lo de las marcas con las fechas. — No puede ser… esto… Es la fecha de cuando… ¿Como puede ser posible? — pregunto, atónito, sabía que igual el otro chico no tendría respuesta a su pregunta.

No quería alejar a James porque le daba miedo que esto fuera solo por un momento y que luego se fuera donde realmente debía estar ¿O la vida era así después de la muerte? ¿Qué todo era de esa manera o simplemente era un caso especial? Sabía que James había muerto mucho antes pero quizás le había tocado otra vida, mucho de sus amigos en la guerra habían muerto y por lo que tenía entendido solo Mary era la sobreviviente. ¿Habrían tenido derecho a otra vida como él? ¿Qué marcaba la diferencia? ¡Eran muchas dudas que tenía en su cabeza!

Sin embargo,  tener a Remus le transmitía calma y de que cierta manera lo comprendía aunque fuera una sensación extraña de que había pasado exactamente que él. No se sintió solo y tampoco tan loco de lo que ya estaba porque estar en esa maldita prisión tuvo sus consecuencias y todo había mejorado en parte cuando escapó. Que se acercara fue un alivio por una parte igual quería saber que no había pasado lo mismo pero lo confirmó cuando entrelazaron sus manos, se miraron e intercambiaron palabras. Temía que pasara algo malo que decirlo arruinará todo el momento y que los llevaría a otra vida pero parecía que no. Hablo al mismo tiempo que él. — Yo también morí en la cámara de los Misterios y no sé que hago aquí, y no entiendo porque tu estás aquí ya que supondré que moriste ¿después? — Es que sí recordaba perfectamente que Remus había ido con él cuando supo que Harry se había aventurado ir con sus amigos al ministerio producto de ese engaño. — Vaya... entonces si pasamos por lo mismo. — No paso absolutamente nada y presintió que estaba seguro y más reconfortado que en esto no había quedado solo.

No soltaba la mano de Remus y sintió un poco de nervios porque recordaba perfectamente todas las cosas que habían pasado ese año como había caído en el amor por su lobo. Él. Sirius Black, que no le gustaba el compromiso, Remus solo lo había mirado con intensidad y ya estaba perdido. — Cuando vi a James casi me vuelvo loco y por eso dije lo de la pesadilla porque sí murió primero junto con Lily — ahora solo si se dejaba llevar con la conversación con menos miedos y temores.

—Ahhh no sé Moony.... esto no deja de ser complicado ¡Sabemos lo que va a pasar! ¿Es qué acaso podremos impedir algunos sucesos? ¿En qué estabas cuando... m-moriste? — Era doloroso saberlo de igual manera porque pensó que era el único capaz que encontraría a Peter y lo exterminaría para tomar venganza de los dos. Pero no había sido así y él no había estado ahí.

—No vayamos a clases hoy, creo que hay mucho que averiguar, suponer y conversar — siseó el chico que sabía que de igual forma necesitaba un baño. — ¿Qué tal si vamos al baño de prefectos luego? Necesito un baño urgente — Ambos estaban claros que debían esperar a James que como fuera iba aparecer ahí siempre había velado por el bienestar de todos por eso luego hizo tanta falta.

Saber que todo esto se suponía hubiera pasado hace ya muchos años, tener aún fresca en su mejoría todos los hechos vividos posteriores a sus años de adolescente, donde la mayor preocupación era no ser reprendidos por los profesores, era algo totalmente de locos. ¿Cómo no se sentiría así? Sí, estaba viendo a todos sus amigos vivos. ¡Vivos! Y él sabía que morirían, bueno todos sabemos que en algún momento moriremos. Pero Remus sabía cuando y como morirían, eso le hacía que se le encogiera el corazón. Dolía y mucho. Porque de todos él fue el último en morir, quien tuvo que ver como todos los demás perecían. ¿Acaso la vida le daba una segunda oportunidad? ¿Podría acaso salvarlos?

Miles de ideas surgieron en su mente, pero prefirió disiparlas. Ahora solo quería tenerlos cerca. En especial Black, estos años a los que habían vuelto, le recordaba los mejores momentos de su vida juntos. Ese amor que había sentido por él no había sido pasajero, había sido real. Pero luego murió, y toda promesa que pudieron haberse hecho se fue con el viento. Más ahora lo tenía de vuelta frente a él, y parecía también recordarlo todo. Por lo que era una señal más de que esta tal vez era una segunda oportunidad.

A Potter lo quería abrazar, apapachar y revolcarle el cabello. Hacía tiempo que no lo hacía. Solo que debía de actuar normal o comenzaría a sospechar que algo ocurría. No quería tener que contarle todo lo que sabía. Eso sería horrible. Además de que no estaba seguro de si era lo correcto. Algo le decía que no.

Cuando comenzó a contar lo que para él había ocurrido no se sorprendió al escuchar la respuesta similar de Padfoot. Es más, sentía un inmerso alivio. Al menos no estaba solo en esto. Más no dejaba de ser confuso, no entendía que exactamente pasaba y mucho menos porque había ocurrido. — Lo sé… es algo que no podría olvidar. Nunca. — aún podía sentir ese momento, no quería recordarlo porque había sido como una puñalada a su propio corazón.

— Yo morí mucho después. Hubo una gran batalla en Hogwarts, Padfoot. Morí luchando y creo… que aún siento el dolor de la herida que causo mi muerte. ¿No te sucede? — ¿Pregunto algo desconcertado? ¿Sería esa la señal de que nada de esto era un sueño y de que ambos estaban en el pasado, pero con recuerdos del futuro? Sus manos no se soltaban, como si con eso no se fueran a volver a perder el uno al otro.

— Me paso lo mismo, quería correr, abrazarlo, pero sería raro y sospechoso. — Admitió. — Por eso también puse de excusa lo de la luna llena. Ni siquiera me siento mal, solo estoy desorientado aún. — Añadió el castaño. — Sí, tenemos un gran problema de frente si de verdad estamos estancados en este año. Hay cosas que definitivamente no me gustaría tener que volver a vivir. — aseguro, claro, que se refería a las cosas malas. ¿Pasar nuevamente por ver a sus amigos, perece por culpa del señor obscuro? Definitivamente, no era algo que deseara. — Pero hay otras que no me molestaría repetir. — Añadió ahora al fin dibujando una sonrisa que dejaba atrás todo aquel miedo que había sentido por no saber qué estaba pasando.

Llevo la mano que tenía libre a su mentón, poniéndose pensativo por un momento. — Tal vez… puede ser. ¿Quizás sería ese el propósito? Pero cuáles serían las consecuencias… — solo despertaba más preguntas, pero algo era seguro, ellos iban a intentar salvarlos.

— Creo que esa es buena idea. Además, no necesito ir a clases. Ya me sé todo eso. Recuerda soy profesor. — dijo guiñando un ojo. — O lo seré. — Añadió divertido. — ¿Oh… quieres que te acompañe al baño? Eres un pervertido. — molesto en un tono coqueto. Cuanto había extrañado poder ser así nuevamente con él. — Por supuesto que sí… pero antes… — ya no lo pudo contener más. Lo había aguantado mucho, ya no se conformó con solo sostener su mano. Por lo que se inclinó para inclinar los labios del otro, separándose luego de algunos momentos para verle con una sonrisa. — ¿Bueno, me quedan bien los tatuajes ahora no? ¿Quién lo iba a decir? Yo con uno. — dijo señalando la marca donde tenía la fecha de su fallecimiento.

— Espero Prongs no tarde mucho. — murmuro jugando con su mano, la verdad ya quería escaparse a solas con Sirius.

Agradecía a la vida que hubiera muerto primero porque cuando se murió James una parte de su vida se había ido con su hermano y bastante ya que estaba deprimido por la muerte de su hermano que había dejado de ver luego de salir del colegio y que jamás encontraron su cuerpo, lo dieron por muerto, él sabía que lo estaba. Dos muertes que sinceramente lo habían vuelto loco, luego Marlene y muchos otros amigos  y lo cierto es que no habría podido vivir más si le hubiera ocurrido a Remus, claro que mucho después había adjuntado a Harry que era como tener a James y Lily juntos: Un gran muchacho. No lo volverían a ver más ahora que estaban viviendo una nueva vida porque era lo que era, esto era una nueva oportunidad cuando comenzaron a comprobarlo y viendo que estaban pasando por lo mismo, si esto se trataba de un sueño largo donde él estaba durmiendo le gustaba que estuviera conectado con su Lupin.


—Yo no pude evitarlo, lo cierto es que tenía presente el día que lo encontré inerte en su casa destruida fue la imagen que me siguió por largos años y ahora está aquí. ¡Aquí, Remus!  — Señaló. Era lógico que no tenía que levantar sospechas pero muy probablemente que sería mucho más atento y cariñoso con su mejor amigo. — Lo lamento todos los merodeadores morimos a excepción de Peter que no sé... no supe mucho de él desde que escapó como la rata que era. — Ahí quedo. No imaginaba que Remus estuviera casado o con hijos, siempre había sido un solitario y se mantenía muy independiente por solo ese temor a sus demonios y a la maldición. —Sí,  me duele... y recuerdo bien la cara de esa desquiciada — que no se lo quería encontrar porque más odio le había tomado al saber que lo había matado sin ninguna culpa ni piedad solo por su Señor Tenebroso.

Seguía acariciando su mano que hizo que olvidara el detalle que Remus también tenía aquel tatuaje con la fecha de su muerte más que luego que hizo ese gesto coqueto perdió todo uso de razón. El licantropo cuando quería ser atrevido no se andaba con rodeos pero vaya que le había costado conquistarlo en esos tiempos al ser tan ligón y no darse cuenta a tiempo,  la iniciativa había sido de ambos hubo un momento que ni siquiera pudieron evitarlo. —  Siento que algunos sucesos podemos cambiarlos, pero no todo.  No sé, Moony. La realidad es que no tengo idea que va a pasar pero todo cambio debe tener sus consecuencias habrá que comprobarlo con algo para así guiarnos —  analizó la situación y vaya que comprendió a lo que se refería y sonrió ladino, su expresión aún le impactada, el gran Sirius Black se había enamorado tanto de su Remus en ese entonces y volvía a vivir lo mismo. ¿Cómo no aprovechar si lo veía tan dispuesto? —  ¿Me extrañaste mucho, mi lobito? —  preguntó en un tono jocoso. — Estoy suponiendo que te referías a eso...—  Siseó y luego se carcajeó que se sabría todo de memoria porque era profesor, igual contaba con esa ventaja al contrario de él que estuvo tanto tiempo sin varita y sin hacer ni siquiera magia, le venía bien unas cuantas clases para recordarlas.

—  ¿Por qué asumes que haremos algo en el baño, pervertido? Solo esperaba bañarnos y hablar con más tranquilidad ahí. Pero bueno no me negaré si quieres...—  Sirius se sonrojó cuando Remus se acercó a él y depositó ese suave beso en sus labios donde soltó un suspiro y abrió los ojos cuando se separaron siempre lo dejaría impresionado. De hecho, si quedo impactado por unos minutos que solo seguía sus movimientos con una tonta sonrisa. —  Cierto, cierto... que tonto.. lo olvide... así que todo es real porque es la fecha cuando morimos —  murmuró con una sonrisa —  No se te ve tan bien deberías dibujarte una estrella con una S—  señaló muy atrevido y fue cuando lo jaló hacía a él para taparse ahí en su cama y quedar recostados mientras su frentes y narices se rozaban, si le placía estar así con Remus. —  Calculó que demorara 20 minutos—  decía mientras depositaba suaves besos en su mejillas mientras se mantenían así de cerca  —  Tenemos que esperarlo. Por cierto, ¿en qué estábamos en estas fechas? — preguntó el Black — ¿Recuerdas bien que sucedió este año?— Sirius trataba de hacer memoria al momento que acariciaba la espalda de su castaño.

Habían pasado muchas cosas en ese entremedio en el que Sirius falleció y cuando Remus también murió. Siempre le había dicho que si algo le ocurría que siguiera adelante, que no se retuviera por él y eso había hecho. Tampoco podía decir que no había querido a Dora, porque sí la quiso, aunque no había sido lo mismo, jamás lo iba a ser sin él. Más ese era un asunto, el cual no era momento de hablar. Ahora solo necesitaba entender bien lo que estaba ocurriendo con ellos y también poder aprovechar esta oportunidad. Este momento. Es que sin duda era una segunda oportunidad. Que nadie le diera que no lo era.

Sintió un escalofrío de escuchar sus palabras. No quería recordar esos momentos, pero era inevitable. Y eso que él no había estado con Sirius en ese instante, pero sí llego a ver al animago morir frente a sus propios ojos y la única razón por la que se tuvo que contener fue porque debió proteger a Harry a toda costa. — Yo no sé cómo pude, siento que tal vez fue la misma impresión de sorpresa que me paralizo de hacerlo. — comento el castaño. Pero ya buscaría una excusa tonta para abrazar a su amigo.

— Por favor no me lo recuerdes o soy capaz de encerrarlo en la misma habitación que yo una noche de luna llena. — en otras instancias hubiera hecho el comentario como broma. Pero ahora que sabía que había sido capaz de tanto, no podía perdonarlo, y era difícil porque ahora mismo el Peter que tenían frente a ellos aún no era aquella rata miserable en la que se convirtió. Más había causado demasiados daños, no lo querría en su vida sabiendo cuanta cambiaria, cuanto mal les haría.

— Con esa loca es otra que no sé cómo podremos contenernos de no hacer alguna tontería. — negaba, les esperaba un arduo camino por delante en esta nueva vida. Pero no se podía quejar del todo, al menos estaban de vuelta juntos. — Desafortunadamente, creo que tienes razón. ¿Pero cómo sabremos cuáles sí, y cuáles no? — le comenzaba a invadir las preguntas. — Me hace lógica, es que no hay otra forma de averiguarlo. Tenemos que intentarlo. Aunque sea un poco de sufrimiento que podamos evitar, ya sería ganancia. — Admitió el licántropo.

¿Que si lo extraño? Por supuesto, y por lo mismo ya no sabía cuanto más se iba a aguantar de tenerlo frente a él y solo sostener su mano. — Demasiado, hasta ofende la pregunta. — murmuro cerca del oído del otro. Por lo mismo fue que ya no aguanto más y lo sorprendió con aquel beso. Como si no hubiera pasado el tiempo. Como si nada los hubiera alejado el uno del otro. — No te burles. — Decía riendo, cuando hizo el comentario de ser profesor.

— ¿Oh, entonces solo querías hablar? Qué decepción. — molesto haciéndose ahora el falsamente ofendido. No pudo evitar seguir riendo. Se sentía tan bien volver a reír. — Por supuesto que, si no te niegas, yo tampoco me negaré. — Añadió con una guiñada. Ya no se contuvo más, y al fin le dio aquel beso. Miles de recuerdos se despertaron en su mente con un solo beso y se sentía bien. Muy bien.

Una sonrisa tonta permanecía en su rostro cuando se separaron. — Exacto, tenemos las fechas… las cicatrices… porque creo que la puedo sentir. — toco su costado por encima de la camiseta. — Sí… está ahí. Luego la vez si quieres. — molesto. — Ah, quieres que me tatué tu inicial. ¿Quieres marcar territorio o qué? — provoco con una sonrisa. — Lo tomaré en cuenta. — Añadió.

Cuando lo jalo con él se puso cómodo. Podrían estar así por un buen rato porque Potter no llegaría tan pronto a interrumpir. — Bueno… — comenzaba a acariciar el cabello ajeno. — Creo que ya te fuiste de tu casa… oh… detalle importante que por algo anda de tan buen humor, Prongs… tu hermano… ya sabes. Que no se dé cuenta que sabemos. — no pudo evitar reír, aunque sabía que eso no podía ser. Necesitaban un Harry Potter.

En realidad aunque estaba asustado igual tenía sentimientos encontrados de felicidad al volver a una nueva vida aunque fuera un sueño o un mundo paralelo, Sirius en esta época, alejando lo que había pasado con sus padres y la mala relación que tenía con Regulus había sido muy feliz. En Hogwarts siempre había podido ser él mismo sin ataduras ni nada. Y tenía la dicha que había llegado en un momento que también ya ocurrió lo de su mudanza con los Potter donde todo cambió para bien hasta que la guerra acechó más.

Ver a James nuevamente era la felicidad misma porque una parte de su vida se había ido con él y luego lo que paso con Regulus. Solo le había quedado Remus y por poco tiempo, porque ahora comprendía porque no le creyó, solo que las circunstancias eran demasiado diferentes sabía que el gran responsable de todo esto era Peter, un traidor que no sabía como se iba a llegar a contener cuando lo volviera a ver con esa sonrisa falsa, y la realidad era que no sabía cuando se había unido a Voldemort por miedo, por quién había sido influido, si había cierta envidia, había tanto que pensar. —Es que sé que encontrarás la excusa perfecta para poder abrazarlo además que es tan cariñoso que seguro te recibe con los brazos abiertos. A veces creo que nos cuidaba mucho más que nosotros a él, ahora tiene que ser diferente — explicó Sirius. Porque sí reconocía que ese año había sido de la misma mierda con la expulsión de la no honorable casa Black y Remus siempre se estaba lamentando por su maldición, quizás hasta Peter se había aprovechado de eso y por eso James confiaba plenamente en él. Era tan bueno que cayó en sus redes y llevo a la misma Lily.

— Mejor ni hablemos de esos bastardos y por favor, sé mi consciencia antes de irme contra a ellos a golpearlos. — Igual sonrió con la idea de que encerraran a Peter con Lupin convertido. Cuanto había cambiado con los años, la soledad lo había hecho pensar más y meditar que no era tan terrible ser hombre lobo cuando tenía amigos al lado, ahí si lamentaba todo el tiempo que se mantuvieron separados creyendo que Sirius era un asesino y por su parte, él mismo lamentando esa tortura de que no recibió el apoyo que buscaba del amor de su vida  ¡Y ni siquiera podía decírselo! Fue doloroso sentir su odio antes que lo capturara la justicia siendo completamente inocente.

—Creo que ya estamos cambiando bastante cosas ya que sepamos que volvimos al pasado. Lo sabemos los dos y por una extraña razón tenemos esta oportunidad, no sé tú pero quiero cambiar detalles de los cuales me arrepentí pero creo que hay cosas que serán inevitables y eso es lo que tenemos que descubrir... juntos — exclamó mientras acariciaba su mano sintiendo ese cariño que tampoco fue tan fuerte cuando volvieron a verse porque él se tenía que mantener huyendo, recién en Grimmauld Place se volvieron a encontrar teniendo un nuevo reencuentro .

Podía notar esa mirada que siempre le había dedicado con tanta ternura a él. Lo miraba con amor y que era el único chico con él que podía estar, sinceramente habían sido esos recuerdos aparte de los lindos que recordaba con James que hizo que soportara Azkaban. —Igual nos vimos después solo que no tuvimos mucho tiempo pero entiendo todo esto no es lo mismo ahora somos los que solíamos ser, cuando estábamos más contentos — dictaba con esa mirada deseosa de tenerlo frente a él y no había nadie más que ellos en la habitación de sexto, cosa que era muy tentable.

El beso fue con ganas y vaya cuanto lo había necesitado ahora sí quería ir al baño de prefectos para recuperar todo el tiempo perdido, sinceramente no se iba a contener con Remus. — Por supuesto que sí, yo tenía una luna en Azkaban que me hacía recordar todo el tiempo en ti pero se me ha borrado solo que eso no deja de decir que me duele todo el cuerpo, las cicatrices al parecer quedan aparte que ya tenía por mi "querida familia" — indicó antes de llevarlo contra la cama y quedar frente a frente para seguir conversando entre caricias, le gustaba sentir su aroma cerca y su respiración. Sin duda en ese momento era el cachorro de perro negro que era al sentir esas caricias en su cabello, hacía lo mismo porque también era un lobito.

— Sí.. sé que este verano me había ido de casa. Luego me enteré que Prongs estaba de novio con mi hermano y no sabía como decírmelo, que fui el último en enterarme. — golpeó con suavidad su frente porque Remus sabía de mucho antes — En defintiva los encontraré y haré un escandalo dramático. Y... también... que este año empezamos a salir aunque nos dimos cuenta tarde. Ah... y sí.... que casi tenemos un quiebre por esa broma a Snape. Quizás sea eso lo que podamos evitar. Yo no quiero tener ninguna discusión contigo...— Siseó despacio. Lo que sí no iban a poder hacer porque era un hecho que Harry tenía que volver a sus vidas, era mucho el cariño que sentían por ese adolescente que seguramente en la otra vida había quedado muy desecho. Sirius de pronto se sintió mal: No había cumplido esa promesa de irse a vivir juntos. —Harry...No podemos perder a Harry— susurró.

Todo esto era increíble, sorprendente. Posiblemente, se pudiera decir que eran afortunados. Pues no todos tenían una oportunidad tal cual ellos la estaban teniendo. Tenían el chance de reescribir su historia, resarcir errores, aun cuando posiblemente los detalles más relevantes no fuera posible cambiarlos porque podría alterar de manera drástica la historia y poner en peligro el futuro de personas que aunque en estos momentos tal vez aún no llegaban a su vida, pero que en el futuro serían importantes.

— Definitivamente, porque necesito hacerlo. — afirmo en cuanto el abrazar a James, deseaba poder darle un buen apretón a su amigo, pero sentía que debía buscar el momento adecuado para hacerlo, así no levantaría sospechas o al menos no le diría algo… ¿A caso quieres un favor que andas tan cariñoso? Bueno, la verdad es que de todos modos ellos solían ser muy unidos y, por tanto, las muestras de afecto eran normal en ellos.

El solo pensar en que se tendría que topar tanto con Peter como con Bella en el colegio le revolvía el estómago. Le hacía pasar miles de pensamientos por la cabeza y todos peor que el anterior. Eso que él se supone es el más sensato del grupo, pero… sabía cuanto daño habían hecho, cuanto él y los demás tuvieron que sufrir por culpa de ese par que no podía evitar tener ese tipo de pensamientos en su mente. — Lo intentaré, pero no creas que siento que esta vez a mí también me costaría contenerme. Así que tienes razón, mejor dejarlo así por el momento y ni mencionarlos. No vale la pena amargarnos desde ya. — aseguro el castaño.

— Es cierto, solo ese hecho hace que todo sea diferente. Lo que me hace pensar que debe tener un propósito. Detalles, sí, quizás eventos pequeños se puedan cambiar, pero algunos que marcaron un antes y un después no estoy seguro. Pero no quiere decir que no quiera intentarlo. — si fuera por él no dejaría que los Potters murieran, además de ellos y mucha gente más, por supuesto. — Será interesante descubrirlo, espero tengamos más suerte ahora. — Añadió.

— No importa, ahora hay que aprovechar la segunda oportunidad de la vida. — de todos modos fueran poco o mucho tiempo, siempre que habían estado distanciados quedaba ese anhelo de reencuentro. Habían sido momentos tristes de los cuales no deseaba ponerse a pensar ahora. En estos momentos solo quería estar tranquilo, junto al Black y recordar lo contentos que estaban en estos momentos.

Escucho lo de la luna, que la tenía cuando estaba en Azkaban y que le recordaba a él. Cosa que le hizo pensar en una idea. — ¿Se me ocurre algo, aunque no sé si nos dejen… posiblemente tenga que ser de forma clandestina porque con estas caras quien imaginara que ya hemos vivido toda una vida? — no pudo evitar reír al caer en cuenta de aquello. — A lo que voy, es que tal vez podríamos de verdad hacernos esos tatuajes. Un símbolo. — Sugirió el licántropo. ¿Por qué esperar?

Estar juntos, tranquilos, recostados, sin que nadie los molestara, era reconfortante. Hacía demasiado tiempo que no estaban así. Aun cuando se supone que para estas fechas ellos estaban juntos, y no se despegaban. — Bueno, no fue mi culpa. ¿Qué querías que hiciera? Tenía que ser él quien sacara el valor y te dijera. Y vaya que se lo comente en muchas ocasiones. — pero claro, para ese entonces había sido un tema complicado.

Soltó una carcajada cuando contó su plan para hacerse el indignado. Parecía justamente eso, dramático y hasta berrinche de niño. Pero ahora, qué sabía toda la verdad que James era con Lily con quien estaba destinado a estar, no podían dejar que el pequeño Black arruinara la existencia de Harry, eso sería catastrófico tomando en cuenta el papel crucial que tenía en el futuro. Sin contar qué bueno, ambos ya le habían tomado mucho cariño al niño. — Sí, estoy seguro de que ahora quedara mucho mejor el escándalo que hagas. Demuestra tus dotes de actuación. — molesto dando una guiñada.

— Bueno, nosotros ya conocemos el contexto de las cosas. Así que tranquilo… no creo que pelee contigo. Al menos no por algo que ya sé… pero sí, esas cosas, esos disgustos entre ambos, tal vez podríamos lograr evitarlos sin mayores consecuencias. — comento mientras seguía jugando con su cabello.

Soltó un suspiro. No podían perder a Harry, eso era un hecho. Pero… Podrían evitar que fuera huérfano. Debian intentarlo, aunque fuera uno de ellos los que sobreviviera. — Crees que sea posible evitar que… ya sabes. Evitar que quede huérfano. La idea es tentadora, no te lo voy a negar. — ¿pero sería lo correcto? Más aún. ¿Realmente funcionaria? ¿O de todos modos solo postergarían lo inevitable y ocurría más adelante cuando menos lo esperaran?

Sirius pensaba que Moony lo único tenía que hacer era abrazar a James cuando pudiera que buscara el momento porque no tenía la misma relación que él que vivía abrazándolo y también, que no valía la pena empezar a despotricar contra Bellatrix y Peter que de alguna manera iban a tener su merecido sin  hacer mucho, eran expertos bromeando así que algo se le iba a ocurrir para salirse con la suya. Es que sabía que con Peter le iba a costar más porque era un falso, un cobarde y un traidor. Todos habían creído en él y así les había pagado por su señor Tenebroso, se preguntaba si habían hecho algo que hizo que la rata tomará esa decisión.

Reflexionó a la vez en todo esto y sabía que tendrían que aprender a ver todos los detalles y bien porque contaban con la ventaja que era como un viaje del pasado, solo deduciendo que habían cosas que no iban a poder evitar a pesar del sufrimiento pero muchas otras que si podían cambiar, es que ya se lo imaginaba como su mundo y el cual quería vivir con Remus.  Asintió con la cabeza y jugó con sus manos, era tan grato estar de vuelta  y a su lado. — Debe ser parecido al giratiempos que sé yo... jamás use uno, que si los hubiera tenido en mis manos me largo de casa apenas cuando caí en Gryffindor — dijo como chiste pero esperaba que se entendiera.

Sin lugar a dudas, era una oportunidad que debían aprovechar para ser felices y no disgustarse, aprovechar nuevamente a sus seres más queridos e intentar que no fuera todo caos, era lo quería el Black. La idea de los tatuajes era genial así que asintió varias veces y completamente de acuerdo si hubiera estado convertido habría movido su colita — Que bah, yo pensaba hacerme una luna con tu inicial hubieras querido o no. Imagino que en una salida de Hogsmeade podríamos ir — murmuró el chico tratando de recordar si había dejado su moto en una de las casas del pueblo para irse mucho más lejos cuando quería.


Depositaba suaves y pequeñas caricias mientras conversaban y vaya que el tema de que su hermano y mejor amigo estuvieron un buen tiempo juntos sin saberlo si que había sido polémico, el asunto es que lo sabía todo el mundo menos él. ¡QUERÍA MATARLO! Recordaba que hasta lo había tomado de la túnica mientras que Regulus trataba de apaciguar las cosas y luego estuvo dos semanas que ni le hablaba hasta que se dio cuenta que era imposible estar peleado con él y se los perdonó, tenían derecho de hacer lo que quisieran solo que tal como pensó su hermano terminó siendo manipulado por sus padres y se hizo la marca, eso desilusionó a James y se alejó. A su vez, también se alejó de Regulus luego al tiempo  su mejor amigo estaba con Lily. Suspiró, siempre se preguntó si James aún le dolía ese tema que con el tiempo por no mencionarlo él creía que habían usado ambos una poción del olvido.— Todas las historias son tristes ¿no? Porque al final ambos terminaron muertos... bueno es lo que supuse de Regulus porque nunca lo encontraron a veces digo que siguió vivo alejado del todo el mundo. —Es lo que quería creer porque la verdad ignoraba bastante al respecto.

Padfoot se acercó un poco más a él para besarle el cuello y a la vez, rozar con su nariz aquella zona mientras acariciaba con suavidad su cintura. —No, no por favor.. no peleemos así perdemos mucho tiempo — decía con voz terciopelada y ronca,  incitándolo que se acercara más para que se enredaran en un nuevo beso que los dejo sin respiración. Y ahí estaba también el asunto de Harry. Como sea tenía que nacer, porque era el elegido y temió por James y Lily a la vez, solo que faltaba tanto que prefería ni pensarlo, es que quizás tenían que hacer algo. — Debo reconocer que voy a extrañar que no este con nosotros por un buen tiempo — Eso sí. Que ganas de que su destino fuera diferente, no ir a Azkaban que fuera Peter quién terminará en la prisión para estar con Harry. Nada podía cambiar y creía que mucho menos cuando había otra vida.

Sin poder resistirlo mucho se encaramó encima de él y lo atrajo para que quedara medio sentado. — Me distraes, hace tiempo que quería tenerte así, mi Moony — Y lo empujó hacía atrás otra vez. No era el lugar indicado pero que en esos instantes nada importaba. Solo él.

Serían muchos los retos que tendrían que pasar de ahora en adelante. Se podría decir que aún más que cuando vivieron esta vida antes. Contenerse a no desbordar más de la cuenta, sus emociones sería complicado. Al menos en cuanto a James, no tanto porque solo deseaba expresarle cariño, recuperar ese tiempo en el que se lo arrebataron a sus amigos. Pero con Peter, si sería otro cantar, no podía perdonar la traición tan baja que había hecho. Es que ni siquiera había sido obligado, no había sido forzado a nada. Simplemente, solo pensó en él y en nadie más. Eso le costó la vida a los Potter y también la distancia entre él y Sirius. Peor que la distancia, el que este último tuviera que pasar largos y tortuosos años en Azkaban.

Pero mejor era no pensar en esas cosas. Esto también era una oportunidad de reencontrarse. De recuperar tiempo, de cambiar algunas cosas. Debía de enfocarse en los aspectos positivos de haber vuelto a la vida en el pasado.

— Puede ser, al menos, en el aspecto de que volvimos al pasado. No dudo que lo hubieras hecho. — comento soltando una risita al escuchar que se hubiera largado antes de su casa si hubiera tenido uno. — Lo que me intriga más que el viaje en el tiempo, es que morimos. Eso es lo peculiar más extraño de nuestro caso… ¿Sería por alguna maldición? — muchas preguntas sin respuestas.

— ¿A sí? — Murmuró de forma coqueta. — Pero no me negarás que es mucho mejor hacernos juntos los tatuajes. — añadió con una sonrisa pícara.

Hacía tanto tiempo que no se encontraban así, tan acaramelados. Juntos. Extrañaba esto. — Sí, no terminaron bien. Es que había demasiada maldad a su alrededor. — Murmuraba aún con sus dedos en los cabellos ajenos. No quiso arruinar las ilusiones del chico. Remus no tenía pruebas, pero lamentablemente las posibilidades de que Regulus hubiera sobrevivido eran muy escasas. Más no era momento de ponerse melancólicos, no ahora que se daban cuenta de las posibilidades de suavizar las cosas y disfrutar de la presencia del otro una vez más.

Con solo esos gestos pequeños de afecto ya se sentía mejor de ánimos. Era revitalizante después de haber despertado asustado al ver que estaba en el pasado. De por sí podía sentir su aroma desde la distancia al ser licántropo, así teniéndolo tan cerca su olor había inundado todos sus pulmones. — Tienes razón, gastamos mucho tiempo y energía en peleas cuando lo podemos gastar en algo más provechoso. — Murmuró coqueto antes de que se enfrascaran en aquel nuevo beso.

— Sí, extrañaré a ese chiquillo. Se siente hasta raro mencionarlo porque ahora mismo tenemos la misma edad que él. — más o menos, igual, debían de tener cuidado de que no se les escapara nada sobre Harry antes de tiempo.

Antes re que el lican pudiera hacer alguna de sus movidas. Porque la verdad no sé, estaba aguantando nada de tenerlo tan cerca, el animago fue más rápido quedando sobre él. — ¿Yo te distraigo? — preguntó en un tono coqueto. — Pero bien que te gusta… y a mí también. — molesto mientras lo atraía hacia él acariciando su espalda. — ¿Te gusta estar aquí arriba, verdad? OH… estás decidido a tener esta vez el control. No me voy a quejar… solo porque te extrañe. — Dijo al sentir como lo volvía a empujar sobre la cama. — Aunque… Ven aquí. — lo jalo de la camiseta y lo atrajo hacia él para besarlo nuevamente, esta vez con más pasión mientras sus manos acariciaban de arriba abajo la espalda del Black.

Tremendo riesgo el que corrían estando en una habitación compartida. Estaba tan envuelto que aun cuando sus oídos escucharon pasos a lo lejos, no les presto atención. Por tanto, ni se enteró cuando Potter se quedó por un instante pasmado, viéndolos frente a la puerta con la bandeja del desayuno en la mano. Carraspeo.  — Les recuerdo que no es solo su cuarto. — Decía negando intentando verse serio. — Para eso me querían lejos. ¿Verdad? — comento el chico.

Padfoot quedo meditativo un momento pues que fuera una maldición era probable ya que esto debía tener una explicación. Quizás los mismos dioses mágicos o el propio Merlín tenía elegidos. O simplemente el poder del universo mismo que esto siempre había existido solo que habían elegidos para esto y lo cierto es que fueran ellos dos suponía que era para cambiar también su tétrico futuro. — Estoy en las mismas que tú, Remus — siseó al respecto. — No tengo idea porque ha pasado esto pero algo me dice que tenemos la posibilidad de cambiar como fue nuestra vida tal vez como un efecto mariposa, no sé...— siseó el pelinegro que esto todavía lo tenía con muchas dudas y verían que tal iba a todo ya que recién todo estaba comenzando.

Por el momento el tema quedo en el olvido porque los coqueteos empezaron a fluir entre ellos. Inevitable. Es que sabían lo que iba a pasar con solo el mero de saberlo aunque Sirius sabía que si hubiera llegado por sí solo al pasado de inmediato hubiera ido a conquistarlo porque vaya que había demorado y darse cuenta que realmente estaba enamorado de Remus. Por mismo, al saberlo los dos no tenía porque desperdiciar el tiempo y veía que su Moony, tampoco. — Ya me di cuenta que deseas citas y momentos a solas conmigo, así que iremos hacernos tales tatuajes — murmuró divertido — Puede ser parte del brazo o en el pecho — sugirió. Seguiría también la opinión del licantropo que podía notar que seguía con aquella maldición de la licantropía por sus heridas que recordaba perfectamente bien y en sus tiempos hasta trataba de curar. Quedaba tan lastimado.

— Es lo malo...— Tristemente podía ver que en el Diario que había dejado James todo era igual. La guerra continuaba,  Voldemort estaba en su mejor momento tomando aliados y eliminando a los que estaban en su contra para causar el temor. Eso era lo mayor que debían preocuparse, suponía que tenían que ser muy cautelosos en como actuar porque igual podrían terminar muertos si eran muy impulsivos, suspiró. Pues no dejaba de pensar también en su hermano.

No quería deprimirse con lo fantástico aunque también temible que estaba sucediendo. Ahora lo único a que quería tomarle importancia era a su Remus que estaba tan dispuesto como él, y eran jóvenes. Añoraba tanto esos tiempos. —Realmente veo que me echaste de menos y reconozco que seguro no te apetecía después de esas consecuencias en mi belleza por Azkaban — molestó continuando con aquel beso sin importar que fuera una habitación compartida de todos los alumnos de Gryffindor de sexto curso.

—Sea como sea tiene que nacer — Por eso había que actuar con cuidado para que Harry estuviera en un tiempo más con ellos. Igual no era que faltara tanto porque Harry solo nacería en los años ochenta. — Pues yo quiero darle mejor vida a él y que no se quede con sus tíos. Nunca hable mucho con él al respecto pero sé que no estaba contengo con los Dursley —enfatizó. Es que recordaba su expresión al decirle que cuando fuera inocente supuestamente podrían ir a vivir juntos. Y no lo pudo cumplir, eso le dolía.

— Oh sí — siseaba coqueto el pelinegro — siempre serás motivo de mis distracciones. — El moreno se dejo llevar por él y sin palabras, solo actos comenzaron a acariciarse y besarse como si no hubiera un mañana. Lo había extrañado tanto que solo necesitaba sus cuantas dosis de él y era tan reciproco.

No alcanzaron hacer mucho en realidad pues de repente se escuchó como alguien reclamaba y el sujetando el cuello de Remus se percató que ahí los contemplaba James que estaba más que impactado. ¡Era un nuevo cambio! Esto no había sido así los había pillado pero mucho después cuando la mayoría lo sabía en séptimo curso. — ¡Prongs, no! — Fue su primer grito de la impresión hasta que se percató que debía seguir con ese juego — Bueno.. en parte sí... más o menos. Aunque te juro que aún estoy con lo de mi pesadilla y no me siento tan bien.. una cosa llevo a la otra y ya sabes...— se mordió el labio mientras se alejaba de Remus algo sonrojado.

— ¡Estás mal influenciando a la ternura de Remsie! ¡Sabes que te quiero pero te mataré si le haces daño! ¿Te ha obligado, Rem? Este es una maquina de la conquista— Inculcó el Potter que tomaba el brazo de Remus y lo ponía detrás de él porque jugaba que Sirius era una amenaza. — Oh, me rompes el corazón—dijo Sirius en una risita  en la cama— ¿De verdad me crees tan pícaro, pervertido y malo? No voy hacerle daño, a mi me gusta Remus — se sinceró, sabiendo que esa parte del pasado ya estaba cambiando aunque no por mucho solo habían intervenido algo en el tiempo cuando realmente paso.

La verdad no se podía descartar ninguna de las posibilidades del cómo llegaron hasta este punto. Quizás durante el trayecto irían descubriendo esos misterios. Además, siendo como era Remus seguro comenzaría a investigar y buscar información que los ayudara. No por nada era el nerd del grupo, el estudioso, el que le buscaba hasta las cinco patas al gato.

— En definitiva, es una oportunidad para los cambios. Créeme, que descifraremos ese enigma. Ya sabes como soy, me gusta saberlo todo. Además, nos tenemos el uno al otro. — dijo con una sonrisa seguida de una guiñada. Como un… confía en mí, descifraremos esto… juntos. Pues la verdad es que por fortuna podían decir que estaban juntos en esto. Porque de lo contrario, seguro sentiría que simplemente estaba perdiendo la cabeza. Que se había vuelto loco.

Pero ahora lo que lo traía loco era volver a tenerlo cerca, las muestras de afecto no se habían hecho esperar. Era imposible que no fuera así después de todo el tiempo que habían pasado alejado.  — Muy bien que te vayas dando cuenta de ello. De lo contrario iba a tener que obtener esas citas por las malas… raptándote. — dijo con una sonrisa maliciosa para luego soltar una carcajada.

Ambos coincidían en el hecho de que muchas de las cosas por las que vivieron momentos tan difíciles es porque simplemente habían vivido en una época donde el terror de Voldemort estaba rampante. En todo su apogeo. Que era muy fácil para algunos dejarse seducir, y muy peligroso para el resto el oponerse. Cualquiera de las dos opciones solo terminaba por traer dolor y desgracia a la vida de los magos. A veces se preguntaba si todo sería igual hubieran vivido en otra época. Era por lo mismo que debían intentar ayudar a mitigar el daño, en especial ese que incluso entre ellos mismos se habían provocado por las dudas y los engaños de terceros.

— Deja de ser bobo… solo no nos dieron tiempo suficiente. Ya no vuelvo a cometer ese error. — afirmo el licántropo. No iba a dejar que el enojo los invadiera nuevamente y buscaría la manera de evitar que terminara allí… y si no podía sacarlo de Askaban, al menos le recordaría que no estaba solo en ello. Sellaba aquel comentario con el beso que recordaba cuanto se habían extrañado.

Tenían que asegurarse de que así fuera. No podían perder a Harry. — Esa gente… no merecen tenerlo cerca. Un chico tan lleno de amor y talentoso, merece una niñez mejor que la que tuvo. — Coincidió. El chico no tenía por qué aguantar esos maltratos y humillaciones por parte de sus tíos. Esa podría ser una de las otras cosas que también podrían cambiar sin que se alterara tanto el destino. Pues Sirius solo le estaría dando una mejor calidad de infancia de lograrlo.

Tuvieron que pausar la conversación porque la realidad es que ahora solo quería esos besos, caricias… vaya que no recordaba cuanto había pasado desde la última vez.  — Pues yo te distraigo con gusto. — Murmurar coquetamente cerca de su oreja. Las manos de Remus habían comenzado a pasearse por el cuerpo ajeno desesperadamente. Incluso había llegado a colarlas por debajo de la camiseta. Estaban tentando su suerte. Porque si llegaban a ser descubiertos se buscarían un gran lío. ¿Luego como le explicarían a Dumblerdor que simplemente se extrañaron y no lo pudieron evitar? Porque para empezar. Extrañarse de que, si de seguro, habían sido visto durante toda la semana de arriba para bajo por el castillo juntos.

Menos mal, que no había llegado a mayores. También menos mal, que quien hizo su entrada a la habitación era Potter. Igual no dejaba de ser un momento incómodo. — Sí… yo tampoco me siento bien aún. Necesitaba un poco de terapia… y pues… — no termino de hablar cuando ya el de los ojos claros lo había jalado y puesto tras él. ¿El inocente? Esa no se la creía ni el mismo. Pero le hacía mucha gracia.

— Ah… no discutan por mí que sigo aquí. — molesto. — Ya sabes que es una máquina de conquista mi querido Prongs, pero este que está aquí. Aunque no lo creas, también tiene sus mañas. — aseguro entre risas. No podía creer que tuvieran ahorita mismo esta conversación. — Tranquilo amigo, créenos. Todo está genial, está siendo sincero cuando lo dice. Lo sé, porque es recíproco. — termino por confesar mientras le daba una cálida sonrisa a su animago favorito.

Confiaba plenamente que Remus iba a encontrar una respuesta concisa incluso antes que él porque su lobito era muy inteligente y cuando algo se le metía a la cabeza, no se detenía hasta lograrlo, además que ahí iba a estar para ver que sucedía realmente. Esto era magia de la antigua aunque no tenía idea si oscura o de luz. Siempre había pensado que en cada persona había luz y oscuridad y había que tener cuidado adentrarse al camino de la venganza pues contaban con la ventaja de saber quienes eran los malos y para peor, uno que creían que era su amigo anteriormente resultó ser un traidor así que costaría mucho encajar con él.  — Vamos a descubrirlo y haremos todo lo posible para no joder mucho lo que vendrá — Necesitaban tantas respuestas donde temía que iban a tener que deducirlas solos.

Sobre la misma, al haberse reencontrado y descubrir que estaban pasando por lo mismo era demasiado perfecto y debían aprovechar. No quería cometer los mismos errores de antes con él y solo estar juntos, sentía que habían perdido demasiado tiempo, igual lo notaba con una actitud muy diferente que lo llamaba a ser más coqueto. — Uhmm..— dijo en un tono jocoso y sensual — Yo por ti me dejaría raptar todos los días — atinó a decir con una sonrisa ladina mientras se mantenía muy cerca de él que ya estaba sintiendo toda esa adrenalina de atraerlo más hacía a él y solo pecar.

El asunto era que el pasado había quedado atrás y ahora mismo era un presente que tendrían que construir con cuidado, Sirius tenía muy claro lo que quería hacer y ahí estaba Harry que por si fuera poco era el elegido y el único capaz de derrotar a Lord Voldemort, con sinceridad como había muerto antes no sabía en como había quedado todo desde que murió pero confiaba plenamente en él y definitivamente tenía que estar en un futuro. En definitiva, tenía que impedir a toda costa quedar como el culpable de un asesinato  que nunca fui y darle mejor vida si es que no podía evitar la muerte de James y Lily. — ¿Te imaginas si lo educamos juntos en pareja? Tendría a dos papás. Se parecería a nosotros dos...en su momento tendremos que hablar con Dumbledore — Bromeó un poco,  desordenando su cabello y luego solo dejándose llevar por esa necesidad que tenían de acariciarse y transmitirse amor por todo el tiempo perdido. Que se habían vuelto a encontrar pero en definitiva siendo un prófugo no tuvieron muchas oportunidades.

En fin, era inevitable que se dejaran enredar mientras los besos y las caricias proseguían sin importar que estuvieran en el dormitorio compartido con varios compañeros de Gryffindor de sexto curso.  Y vaya que este no era el lugar adecuado pues fueron interrumpidos por nada menos que su mejor amigo James que seguro que estuvo como loco buscando el desayuno adecuado y medicina para que ellos se sintieran mal, entendía el shock. Lo que hizo que reprimiera las risas porque podía notar que Prongs hablaba totalmente en serio era justamente que por supuesto era un chico que no le gustaba el compromiso y andaba con todas las chicas y uno que otro chico si eso le placía, sin embargo, era distinto, Sirius amaba a Remus y eso iba a tener que cambiar y hacerlo entender también en Hogwarts que imaginaba que no iba a ser sencillo mostrarse pues no era tan bien visto pero al menos no era un problema que tendría James.

James se quedó mirando completamente perplejo a  Remus pues nunca pensó que le diría algo así — Maldición ya te has hechizado, cosa que entiendo, Sirius siempre ha sido una delicia — molestó dedicándole una sonrisa divertida. — Me cuesta creerlo porque ayer mismo lo vi besándose con Mary y unas cuantas de Hufflepuff ¿Están hablando en serio, verdad? — James los miraba perplejos y Sirius asintió mientras miraba a Remus que no se podía levantar todavía de la cama o sino ahí Prongs quedaba traumado pues se habían provocado un montón antes que llegara. — Es muy mutuo y debo decir que sí... es un tema que cuesta asumirlo por eso me estaba besando con ellas ayer — No le gustaba mentirle así que prefería dejar todo como lo quería ahora para borrar esos rastros de mentira por muy blancas que fueran. — Pero quién me tiene atrapado desde ya hace un tiempo atrás es Remus... sabía que me coqueteaba también que no te dejes llevar que inocente no es — dijo soltando una risa al final mientras que James miraba a Rem y luego soltaba una carcajada — solo que  no fue hasta hoy que asumimos que si queremos estar juntos. ¿No es un problema para ti, verdad? — Preguntó. En el fondo sabía que no. Siempre los iba aceptar como grandes amigos por algo era el sol que iluminaba sus vidas.

Estaba claro que el chico no estaría conforme hasta lograr conseguir todas y cada una de las respuestas a sus interrogantes. Quizás eso era demasiado pedir, pero al menos quería encontrar tan siquiera la mayoría de ellas. Eso era un hecho. No quería que al final por intentar hacer un bien terminará haciendo un mal. Pues era evidente que las intenciones de ellos eran buenas, quería evitar momentos tristes y dolorosos. Pero todo acto tiene su consecuencia. ¿Cuáles serían las consecuencias de todo esto? ¿Lograrían su cometido? Remus tenía la esperanza de que así fuera y que pudieran tener la esperanza de que este nuevo futuro sería menos cruel que el ya vivido.

Ya tendría la oportunidad de comenzar a investigar todo aquello. Ahora mismo solo quería reencontrarse con Sirius, revivir todos esos momentos que pasaron juntos y evitar también esas discusiones o enfrentamientos tontos que todo adolescente podría llegar a tener, evitando así el perder tiempo valioso peleado. Tiempo que podía ser utilizado para pasarlo juntos.

— No me tientes que de seguro lo termino de hacer de verdad. — aseguro el licántropo cuando el moreno admitió qué felizmente se dejaría raptar por él. Al menos el estar en este tiempo les permitía poder ponerse a soñar con un sin número de posibilidades de las cosas que harían distintas. Sin duda el darle una mejor vida a Harry sería una de ellas. — Hubiera sido lo ideal, lo mejor. Así Harry estaría con quienes lo quieren. No dejaríamos que pasara por maltrato y tendríamos mucho que enseñarle. — algo muy lindo, como un sueño.

Las emociones estaban a flor de piel entre ellos dos en estos momentos. Había pasado tantas cosas que ahora solo quería dejarse llevar por todo lo que sentía. Olvidando donde estaban, no le había prestado importancia. Así que el chico se dejó llevar por esas emociones que recorrían su cuerpo y continuaron aquellos besos… aquellas caricias. Y Lupin estaba seguro de que de no haber sido interrumpidos, posiblemente hubieran hecho de las suyas allí mismo. Pero… bueno… llego Potter.

— Estamos hablando en serio. — dijo con una ceja alzada y tratando de poner su cara más sería, aunque la verdad no le estaba saliendo para nada. Aunque lo decía con sinceridad, solo que las circunstancias hacían que todo fuera entre incómodo, pero al mismo tiempo gracioso. — Solo lo se besaba con ellas para no admitirlo… pero bueno, ya lo ves. — aseguro el castaño.

— Es que con esta cara. ¿Como pensar que no soy inocente? — murmuro dando su mejor sonrisa e interpretación de inocencia. Que le salía muy bien aun cuando ya tenía algunas cicatrices. La verdad también había extrañado esa cara de niño bueno que solía tener. Aunque si se movía de donde estaba bien que notaria que de inocencia solo la cara. Que aquello no llego a más porque James apareció inesperadamente en la habitación. Pero vamos, si no hubiera sido Potter pudo haber sido cualquier otro gryffindor.

— El que ambos nos sintiéramos mal esta mañana nos ayudó a querer desahogarnos y por ende terminamos por soltar los sentimientos. Supongo que por el momento de vulnerabilidad. Pero sí, fuera de relajo, y de lo hilarante que pudiera resultar la escena, hablamos en serio. — y ahí iba Lupin saliendo con sus palabras de domingo. No dejaba de ser un maldito nerd ni un reencarnando.

— Es más para que veas que es enserio. ¿Dime… acaso crees que se veía así de contento cuando besaba a Mary o alguna otra puffa?  — dijo con una sonrisa traviesa aprovechando el descuido de Sirius y plantándole un beso para luego reír. Podía sentir una mezcla de emociones entre alegría, nostalgia y en el fondo tristeza. Sabía lo que pasaría y no podía decirle nada.

Estar así junto a Remus era increíble. No se comportaba tan tímido ni serio como antes porque contaban con la ventaja de como había sido su relación en el pasado. Todo fue a su debido tiempo donde le costó aceptar que le gustaba y cuando lo supo simplemente se dejo llevar por el amor sin importar nada hasta que tuvo que terminar por esas consecuencias terribles que jodieron por completo su vida por varios años. No, aquello no se podía volver a repetir por nada del mundo era una nueva oportunidad para los dos, fuera lo que fuera era una nueva vida donde tenían que recompensar todo entre ellos y salvar una que otra vida inocente — Hazlo cuando quieras, Moony — lo provocó mientras se enredaban en ese beso que fue demasiado genial que prometía que sería uno de muchos.

La vida de Harry no tenía porque ser miserable suponía que Dumbledore había tenido que tomar decisiones precipitadas porque él no estaba. El era de primeras el responsable de hacerse cargo de Harry pero fue por Peter y paso lo que  llevo esa condena por todos esos años. También había tratado de hablar con Remus pero él no le creyó pensando que era el culpable. Ya no era así. —  Vamos hacerlo. Supongo que no hay nada que interfiera ¿no? Podemos encargarnos de Harry los dos. — Pues no tenía idea como había sido la vida de Remus, él había muerto primero y supuso que continuó con su vida. Ante todo si nada cambiaba con Voldemort ahí estarían para protegerlo y ayudarlo. ¿Y moriría? Quizás. No quería pensarlo pero al menos estaría con Harry. No estaba seguro si podían salvar a James y Lily por esa profecía. ¿Qué tanto podían cambiar?


La verdad es que habrían terminando haciendo el amor en el dormitorio de los chicos sin ninguna vergüenza. Pero fue James quién interrumpió todo y la verdad es que en vez de enojarse la situación le daba risa porque era como volver a los viejos tiempos y entendía que no confiara del todo en él por la sencilla razón que había sido bastante mujeriego. Tal como él. ¿Qué le pasaba? Bueno.. por las fechas ya estaba enterado que salía con su propio hermano y la verdad por su parte, no quería cambiarlo. — Si no me crees a mi, créele a este angelito que no es tan angelito porque hasta me amenazo con raptarme.  Con eso te digo todo... yo soy el más inocente aquí — dijo entre risas pero lluego se puso serio pues James lo miraba como diciendo: ¡Es imposible! ¡Estás enamorado! y Sirius solo le tocó sonreír con sinceridad y asentir.

Las nuevas palabras de Remus hicieron entrar a razón a James. Mucho más cuando Remus le plantó un beso de la nada que Padfoot correspondió y sonrió como un verdadero idiota —¡¿Viste?! ¡Te lo dije! — dijo entre risas el Black. En ese instante fue cuando James habló, Sirius ya mantenía abrazado de la cintura a Remus.— Buenooooooooooooo estaaa bieeen. Les creo jamás lo había visto sonreír como un tonto es tan como yo... —Se calló y se hizo el loco. Sirius solo levantó una ceja y luego le guiñó un ojo. — ¡Lo único que voy a pedir que no me hagan sentir mal tercio! ¡Ni a Peter! ¿eh? Seguimos siendo los Merodeadores. — Y con esto último vaya que le costó mantener la sonrisa porque la realidad es que no quería nada con el rubio ni mucho menos Remus. Solo que tocó aguantarla pues James no debía enterarse de nada.

Las cosas de ahora en adelante cambiarían, ya no desperdiciaría momentos, buscaría hacerlas mejor. Eso era un hecho. Algo bueno tendría que salir de todo esto, realmente necesitaban que fuera así. Porque tener que vivir un calvario nuevamente no era justo. Pues si bien tuvieron lindos momentos, había muchos que prefería quedaran en el olvido. Ya los sabían, así que al menos en ese sentido no podía ser igual.

— Cuenta con eso, a la mínima oportunidad lo hago. — afirmo el licántropo de manera coqueta. Esto, por ejemplo, era de las cosas que pretendía mejorara, el poder tener más tiempo para ellos. Necesitaba más momentos así, por lo que pretendía incluso crear nuevos si era necesario.

En cuanto a Harry, el pobre niño no merecía todo lo que había pasado. Había crecido en desdicha y para colmo luego se le puso un peso sobre él muy grande. Así que aunque no pudieran quitarle esa responsabilidad de sus hombros, tan siquiera querían ayudar a como sería su vida. Lo que no se esperaba Lupin fue que le preguntara por su vida luego de su muerte. Sintió miles de emociones por dentro. No se olvidaba de ellos, por supuesto, de que no. Dora y Teddy habían sido parte de su vida y agradecía que le hubieran dado un poco de felicidad en medio de todo aquel caos después de tanta perdida. Después de haber perdido a Sirius. Sabía que eso sería un tema entre ellos, no quería pensar en el futuro. Es que vamos, Dora apenas era una criatura de brazos ahora mismo. — Podemos intentarlo. Lo merece. — porque igual no tenían idea de cuan posibles eran esos cambios. — Igual hay cosas que debo contarte… pero… no ahora. — Añadir poniendo un dedo en sus labios antes de que se le ocurriera ponerse a preguntar y se arruinara el momento.

Menos mal que el tema no continuo porque ahora Remus solo quería estar con él, pensar en él. Quererlo a él. Lástima que no pudieron llegar más lejos, ansiaba ese momento. Pero aquí Prongs les bajo un poco la calentura. Aunque estaba seguro de que luego en aquel baño de Prefectos no habría quien los detuviera. Igual estaba feliz de escuchar su voz interrumpiendo. Extrañaba demasiado a su amigo, incluso cuando resultaba ser un inoportuno.

— ¿Oh, yo… amenazar? — dijo en un tono de falsa indignación seguido de una risa. — Bueno, sí, lo amenacé con raptarlo. Eso es correcto. — termino por admitir. Pero lo que termino por dar el puntillaso a que todo esto iba en serio fue el beso sorpresivo del chico lobo. — Acaso esa expresión podría mentir. — Añadió con una ceja levantada y una sonrisa en el rostro.

Ahora Remus sostenían las manos del Black que lo abrazaban por la cintura mientras ambos seguían con la sonrisa tonta. Sonrisa que casi se borra cuando menciono Potter a Peter. Pero Lupin intento mantenerla y soltar su chiste ante el asunto para aliviar la tensión. Incluso apretó un poco las manos del Black. Sabía que esto no iba a ser fácil, pero no podían levantar sospechas. — Tranquilo, no encontrarás otra escenita de estas. Al menos eso espero. No es mi culpa que no sepan tocar la puerta… a espera… verdad que este cuarto lo compartimos todos. — comento el chico. — Como sea, tranquilo. Nuestra relación no cambiará las cosas. — no sería culpa de que estuvieran juntos lo que cambiaría a los Merodeadores, sería más bien culpa de lo que Pettigrew estaba por hacer en el futuro. — Vamos desayunemos. — Pidió cambiando el tema, dejando un beso en la mejilla de Sirius antes de proceder con la comida.

Sirius supo y presintió que algo había pasado con Remus después de que se murió. Pues claro... siempre le había dicho que siguiera con su vida y que no podía permitir deprimirse solo que no sabía el qué. El chico solo asintió solo porque notó que no era el momento de hablarlo pues estaban en una situación comprometedora donde solo querían besarse y llenarse de abrazos. — Está bien. Hablaremos de eso luego...— dijo con una sonrisa y se mostró sincero. No creía que algo de Remus lo hiciera enojar tanto y lo cierto, es que tampoco quería enfadarse con él ahora con esta oportunidad donde revivirían y volverían mucho mejores sus recuerdos. A su vez, se sintió muy contento con lo de Harry ya que era una promesa que harían lo posible para darle mejor vida a él. ¿Sería el elegido otra vez?

Fue imposible enojarse con James que hubiera interrumpido el momento que tanto querían tener. Podía notarlo aún atónito y se percató que iba a ser imposible recordar lo que había hecho el día anterior porque su alma ahora estaba conectada de lo había vivido más bien un presente muchos años después. Tendría que aprender a ser un adolescente de nuevo y olvidar lo mal que lo paso, donde tenía que mantener solo los bonitos momentos aprovechar de estar con ese excelente hermano de vida y Remus. Que era su amor  de adolescencia y también de la adultez (porque fue imposible olvidarse de él en Azkaban). Prefirió enfocarse en la conversación y era gracioso como Remus se mostraba y era mucho más directo que antes (que siempre podían justificarlo con la confianza que se tenían) sinceramente ambos a tener que comportarse como adolescentes de 16 años. — Me tiene loco y tanto como yo lo tengo a él — siseó sincero y divertido por todo lo que decía.

Lo mantuvo abrazado mientras hablaban con James. Notó como Remus presionaba su mano más fuerte solo con la mención de Peter. Una situación que seguro sería como una prueba de fuego porque iban a tener que controlarse y que ganas de vengarse. ¿Caería en eso? En ese instante ni siquiera pudo responder esa pregunta. Se dejo llevar al final con lo que decía Rem. — Yo sé que tenemos que aprender a controlarnos pero claro que es muy difícil. Tranquilo, no vamos hacer que se sientan incomodos y mientras nos acepten seremos los mismos de siempre. Imposible que lo hagamos a un lado, supongo que algunas veces vamos a querer tener nuestra privacidad solo que nada del otro mundo— le guiñó un ojo. Sabía que James los comprendía más de la cuenta porque estaba pasando lo mismo con Regulus y sabía que quería decírselo pero no sabía como. Mientras ambos estuvieran felices no le importaba nada. Es que sabía en el fondo que era Prongs una de las mejores influencias para su hermano que pensándolo bien era un hecho que ni siquiera se le iba a acercar por lo que había pasado en casa. Tendría que indagar  mucho más en su memoria y hasta el más mínimo detalle.

James en ese instante dijo que desayunaría con ellos y al notar la bandeja traía lo justo para tres. Eso lo alegró en demasía por lo tanto entre conversaciones y risas desayunaron.  Su amigo los guió bastante en lo que decía así que quedaron bastante informados de lo que habían hecho. Al final igual los obligó a levantarse porque no debían dejar las clases. Asintió. Sirius recordaba que era muy fácil saltarse las clases pero por su parte solo que Remus era totalmente diferente así que sacó esa excusa que prometía que irían a la segunda clase, pues no olvidaba que tenían una cita en el baño de prefectos.

Fin del Capitulo 1

Una nueva oportunidad, un nuevo comienzo. Así que los chicos no dudaron en retomarlo donde lo habían dejado. Remus sentía inmensa curiosidad por saber cómo era que todo esto era posible, como habían llegado hasta aquí. Sin embargo, antes de ponerse todo modo nerd come libros solo querían pasar tiempo a solas con Sirius. Volver a sentir toda aquella montaña rusa de emociones que solía tener cada vez que lo tenía cerca. Siempre había sido su amor.

La verdad es que, si Potter no los hubiera interrumpido, ahí mismo habrían consumado las ganas que se traían, en pleno dormitorio de la sala común. Pero no lo culparía, era también su habitación. Además, estaban demasiado feliz de verlo como para poder enojarse con James. Lo extrañaron demasiado, y ver hasta su rostro de sorpresa era refrescante para el licántropo. Hasta eso lo ponía feliz. Por suerte las cosas quedaron claras, y todo estaba bien entre los amigos. Pero luego de eso, cuando llegaron al baño de prefecto, era evidente que continuarían lo que comenzaron y vaya que había sido gratificante.

— Ah, cuanto había extrañado estar así. — aseguro el castaño mientras daba un último beso al Black antes de acomodarse bien el uniforme para luego ir a acomodar la corbata de su chico. — Sé que te gusta lucir como el rebelde que eres. Pero vamos, te luce bien la corbata bien puesta también. — aseguro con una guiñada.

Froto un poco sus ojos y su frente. Mientras intentaba recordar que cursos tendrían en la tarde. Se le hacía difícil volver a caer en la línea temporal en la que ahora se encontraban. — Creo que habíamos quedado en que en realidad nos íbamos a saltar las clases de hoy. ¿Verdad? — pregunto, más para confirmarlo. — Así, al menos vamos redescubriendo nuestra rutina. — Añadir mientras caminaba hacia el pasillo. — Por ahora… quizás debamos ver si encontramos algo en la biblioteca. ¿No? Igual habrá que buscar la forma de contarle a Dumblerdor. — murmuro mientras caminaba agarrado de su brazo.

De pronto se detuvo en seco… Pues escucho como los llamaban de una forma bastante efusiva que intentaba a toda costa llamar su atención. — No puede ser… — murmuro entre dientes. Era Peter que sin saber el malestar que estaba causando los llamaba para que lo esperaran y poder seguir con ellos. — ¿Qué hacemos? ¿Lo ignoramos? ¿Hacemos como si no lo escuchamos? — prefería hacer eso porque luego sería aún más complicado. Pero las cosas no siempre salían como esperaban.

Que bien se sentía todo cuando uno estaba enamorado. La verdad había quedado con ganas de más pero igual podía decir que eso bastaba porque fue lo justo y necesario. Sirius se sentía con un excelente humor en el baño de los prefectos - que contaba con esa ventaja porque su Remus lo era  y bueno James (capitán) -, relajado y fascinado. Nada podía joder su buen humor.

Remus era detallista y muy cariñoso que de verdad tuvo que contenerse a no tomarlo de nuevo cuando empezó a ordenar su corbata que era cierto que le gustaba lucir rebelde y recordaba perfectamente que en el colegio siempre había sido así. ¿Pero como negarse a su Moony? — Solo porque me lo pides tu... recuerda que este estilo es el que me conocen así que tengo que seguir así. Me alegra que te guste de ambas formas. — correspondió al beso y lo intensificó aún más mientras agarraba con suavidad su trasero hasta que lo empujó suavemente o sino no saldrían nunca de ahí.

—Lo peor de todo es que no recuerdo el horario de las clases. No será difícil aprenderlo si seguimos a James. Supongo que siempre debemos traer una libreta para anotar lo más importante porque recuerdo mucho lo general pero detalles como este... se me complican — siseó el chico y no podían acercarse a la enfermera que creería que habían desmemorizados y seguirían siendo los mismos así que había que pensarlo bien. — Sí, es lo mejor que podemos hacer pero... solo por hoy. Se supone que eres un fanático a las clases... bien está bien asumiré la culpa. — Porque él no tanto. Era un excelente estudiante la magia no le costaba nada solo que nunca fue tan interesado en las clases y prefería estar haciendo alguna travesura con James. — Siempre buscando lugares solitarios para aprovecharme — molestó mientras dejaba que tomara su brazo. Le guiñó un ojo. —Mmmm... — pensó por Dumbledore — Sé que es un mago espectacular pero, ¿nos creerá? — Dudaba. Realmente dudaba.

De pronto, su chico se detuvo y entendió perfectamente porque lo hacía. Ahí estaba tratando de llamar su atención; Peter Petrigrew. Sintió odio, asco y no quería dirigirle la palabra pues con solo oír su voz le producía arcadas. — Va a venir a molestarnos de todas formas... y por favor te pido:  Evita que lo golpee. Por su culpa terminamos así y James....— su rostro se ensombreció porque es una cruda realidad y no sabía como actuar. Lo ideal era fingir pero no lo toleraba, de verdad que no así que por ello le pedía ese favor a Remus. — Sigamos con la historia que estamos algo enfermos... cualquier historia, solo tenemos que seguirnos el juego — exclamó justo al momento que lo llamaban de nuevo y el se volteaba encontrándose con el rubio que los miraba a ambos con gran admiración.

— Hola, Peter. ¿Qué ocurre? — No pudo evitar sonar seco y menos mal que Remus seguía sosteniendo su brazo porque era la única forma que se mantenía "tranquilo".

Esa sesión en el baño de prefectos lo había puesto de un humor más relajado, tranquilo. Sí, aun las interrogantes seguían allí y buscaría como responderlas. Sin embargo, el poder volver a compartir ese momento con él Black era algo gratificante. Algo que pensó que no iba a volver a vivir, a sentir.

La sonrisa boba no la podía quitar del rostro mientras le ayudaba con la corbata del uniforme.  — Lo sé, pero igual siempre puedes echarme la culpa. —  molesto contento. Termino por dar un pequeño salto al sentir la mano en su trasero.   — Oye que si no no salimos de aquí. —  advirtió devolviendo el gesto mientras soltaba la carcajada.

— Ni yo, y vaya que solía estar muy pendiente a eso. Pero fue hace tanto tiempo para nosotros, aunque para los demás fuera solo unas horas. Es un poco frustrante la verdad. — termino por admitir mientras salían.  — Pero tienes razón, es lo bueno de que siempre tuvimos todas las clases juntos. —  comento ahora más animado con el asunto. Iban a sacar esto adelante. Solo debían volver acostumbrarse a la época en la que ahora se encontraban y sobre todo tener mucha precaución en cuanto lo que decían, no fuera que hablaran más de la cuenta.

— Por supuesto, eso no ha cambiado. El problema es que ya me sé todo eso y sería aburrido volver a escuchar lo mismo. —  Dijo en un tonito presumido para luego volver a reír, pues evidentemente era broma lo de que le aburriera. Pues como buen nerd sabía que siempre había algo que pudiera aprender que se le habría quedado antes.  — Ya lo admito, solo me las pienso saltar para poder quedarme más rato contigo. —  comento mientras abrazaba más firmemente su brazo. Le hacía mucha gracia que dijera que lo incriminara por ello.  — Te dije que iba en serio lo del secuestro. —  aseguro en un tono coqueto.

Soltó un suspiro en cuanto a lo de contarle al director.  — No lo sé. ¿Pero acaso tenemos muchas opciones? No creo que podríamos confiar en alguien más para contarle esto. Igual si no nos cree, podemos poner alguna excusa tonta, como que era una broma, alguna apuesta. Aunque nos regañe.—  Pero algo le decía a Lupin que Dumbledore era demasiado perspicaz como para no creer que al menos algo raro pasaba con ellos.

Tenían que pensar bien como harían aquello, pero mientras meditaban eso tranquilamente por el pasillo, la voz de Peter lo hizo perder esa tranquilidad. ¿Por qué tenía que aparecer justo ahora? ¿Por qué no se pudo esperar aunque fuera hasta mañana? ¿Era necesario arruinar el momento? Más que arruinar el momento, lo que le perturbaba era el tener que recordar todo lo que hizo o más bien, todo lo que iba a hacer.  

Esto era muy complicado para ellos. Remus no quería ser injusto, porque bien que el chico que los llamaba ahora no era la misma rata que los traicionó. Pero iba a serlo, y eso era lo que les perturbaba más. Tenerlo de frente y no enfrentarlo porque no había nada que enfrentar.  — Lo sé, pero hay que intentar buscar una solución… no podemos acusarlo de algo que no ha pasado… aún. Terminaríamos siendo los villanos. —  Le decía acariciando su mano.

— ¡Hola! Pensé que no los iba a alcanzar. — decía un tanto fatigado Peter debido a que venía caminando apresurado por todo el pasillo intentando darle alcance.

Remus asintió en cuanto a seguir la corriente. De alguna forma tendrían que quitárselo de encima y quizás la sugerencia del Black de usar eso de que no habían amanecido bien podría funcionar.

— Oh, bueno. Solo los buscaba. Me había quedado solo. James ni idea de donde se metió. ¿No creen que está raro? Anda saliendo mucho. — comento, dando a entender que en otras palabras venía a querer quedarse como lapa pegada de ellos dos, por lo que restaba del día.  En otro momento no le hubiera molestado, es más, hasta le hubiera dado pena porque Potter seguro andaba por ahí con Regulus, él con Sirius y al final lo habían dejado solo. Pero ahora, nada de eso, solo necesitaba buscar como sacarlo de encima antes de que Sirius perdiera la paciencia… y él también.

— Ni idea, Peter. Nosotros solo salimos a dar una vuelta porque amanecimos algo enfermos, decaído. Para no estar toda la mañana encerrados en la habitación. — comento el lican.  — Así que no podemos mal influenciarte… a saltar las clases por nosotros. —  añadió.

— Oh, pero yo no tengo muchas ganas… — Lupin lo interrumpió antes de que continuará.  — Que no Peter, nosotros al menos tenemos la excusa. Mira yo, ya sabes… tuve mala noche. ¿Recuerdas? Y Padfoot, bueno, parece que le quiere dar gripa… ¿Que clase de amigos seriamos si dejamos que te quedes y terminas siendo el único castigado por no tener excusa médica? —  eso lo dijo con la sangre agitada, porque para él, la verdad ya no eran amigos.