2 participantes
Página 1 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
M
Wild Forbidden Love
Original - Realista - One x One
Esta historia es la historia de un amor inesperado que se da en medio la hostilidad de ambos protagonistas. Dos veterinarios especializados en animales exóticos que se conocen en Trønso, Noruega, mientras estudiaban en la universidad y trabajan en la Reserva Natural del país. Su atracción fue inmediata. Pero eran tan parecidos que en un comienzo no se toleraban.
Su primer encuentro fue en un bar en Noruega, tanto Thomas como Lorena no tenía idea de que ambos estudiarían en la misma universidad. Es que la Norges Europeiske Veterinær Universitetera, era una universidad conocida como una de las mejores en su industria. Más cuando se trataba de especialidades en animales exóticos y en peligro de extinción. Fue un encuentro algo turbulento, se atraían, pero no se soportaban. Sin embargo, fue ese mismo imán que parecía juntarlos que hizo que terminaran teniendo un desliz en pleno callejón atrás del bar.
Mientras mas pasaba el tiempo mas se complicaba la relación entre ellos dos. Pero todo se volvió mas complicado cuando descubrieron que asares del destino sus madres eran hermanas. Cosa que hacia que terminaran siendo primos aun cuando ninguno se conocía de antes. Un detalle irrelevante si nunca se hubieran enterado. Pero que ahora les causaba conflictos familiares. Decidir entre el amor y la familia. ¿O tal vez se podían las dos? Esa era la gran pregunta. Tendrán que enfrentar las consecuencias de sus decisiones, estar dispuestos aceptar todo lo que les venga como resultado de esta relación. Queda en ellos tomar esa difícil decisión. Y una vez tomada igual no será un camino fácil. Pero al final deben pensar en él resultó. Ser feliz...
Su primer encuentro fue en un bar en Noruega, tanto Thomas como Lorena no tenía idea de que ambos estudiarían en la misma universidad. Es que la Norges Europeiske Veterinær Universitetera, era una universidad conocida como una de las mejores en su industria. Más cuando se trataba de especialidades en animales exóticos y en peligro de extinción. Fue un encuentro algo turbulento, se atraían, pero no se soportaban. Sin embargo, fue ese mismo imán que parecía juntarlos que hizo que terminaran teniendo un desliz en pleno callejón atrás del bar.
Mientras mas pasaba el tiempo mas se complicaba la relación entre ellos dos. Pero todo se volvió mas complicado cuando descubrieron que asares del destino sus madres eran hermanas. Cosa que hacia que terminaran siendo primos aun cuando ninguno se conocía de antes. Un detalle irrelevante si nunca se hubieran enterado. Pero que ahora les causaba conflictos familiares. Decidir entre el amor y la familia. ¿O tal vez se podían las dos? Esa era la gran pregunta. Tendrán que enfrentar las consecuencias de sus decisiones, estar dispuestos aceptar todo lo que les venga como resultado de esta relación. Queda en ellos tomar esa difícil decisión. Y una vez tomada igual no será un camino fácil. Pero al final deben pensar en él resultó. Ser feliz...
Participantes
Tomás Sánchez Håland
Edad: 21 años
Ocupación: Estudiante de Veterinario
Nacionalidad: Latino-Noruego
PB: Jacob Elordi
User: Shooting Star
Ocupación: Estudiante de Veterinario
Nacionalidad: Latino-Noruego
PB: Jacob Elordi
User: Shooting Star
LorenaCalderón Håland
Edad: 20 años
Ocupación: Estudiante de Veterinario
Nacionalidad: Latina-Noruega
PB: Becky G
User: Rising Sun
Ocupación: Estudiante de Veterinario
Nacionalidad: Latina-Noruega
PB: Becky G
User: Rising Sun
Mariano Centamore
Edad: 22 años
Ocupación: Fotógrafo
Nacionalidad: Italiano
PB: Tanner Buchanan
User: Shooting Star
Ocupación: Fotógrafo
Nacionalidad: Italiano
PB: Tanner Buchanan
User: Shooting Star
LivPeletier
Edad: 20 años
Ocupación: Estudiante de Enfermería
Nacionalidad: Estadounidense
PB: Dove Cameron
User: Rising Sun
Ocupación: Estudiante de Enfermería
Nacionalidad: Estadounidense
PB: Dove Cameron
User: Rising Sun
Capítulos
01Unexpected
02You again
03 The arrival of conflicting news
04 A Night to Forget
05 The Art of Veterinary
02You again
03 The arrival of conflicting news
04 A Night to Forget
05 The Art of Veterinary
code by emme
- Código:
<div class="OUK"><div class="inOUK" style="background: linear-gradient(-150deg, #1fb8ba 0%, #a4d8d8 90%); color: #a4d8d8;"><img src="https://i.imgur.com/a6TfHTy.jpg?2" class="imOUK"><div class="iiOUK" style="background: #009d9f;">M</div><div class="ttOUK" style="color: #009d9f;">Título o Nombre Aquí<div class="ssOUK">dato - dato - dato</div></div></div><img src="https://mikekimdvm.com/wp-content/uploads/2016/02/logo-main.png" class="dooOUK"><div class="xxOUK"><b style="color: #a4d8d8;">T</b>offee lemon drops cotton candy muffin. Dragée chocolate wafer. Chupa chups gingerbread cake sesame snaps tart halvah. Sweet roll topping cookie sweet roll.
Fruitcake sweet candy bear claw lollipop dragée pudding cake dragée. <b style="color: #009d9f;">Así luce la negrita.</b> Pudding cheesecake liquorice muffin caramels. Lollipop powder lemon drops lemon drops tiramisu chocolate bar fruitcake candy tootsie roll. Sweet chocolate bar jelly marzipan.
Sugar plum toffee pastry sugar plum brownie. Gingerbread chocolate bar apple pie chocolate chocolate cake jelly-o jelly sesame snaps. Toffee marzipan wafer lemon drops cupcake bear claw chocolate cake. Tart candy canes chocolate cake.</div>
<a href="https://emmescodes.tumblr.com/" class="miOUK" style="background: #1fb8ba;color: #a4d8d8 !important;"><span style="background: #009d9f;">code by emme</span></a></div>
<link href="https://fonts.googleapis.com/css?family=Roboto+Slab|Source+Sans+Pro" rel="stylesheet"><style> .OUK, .OUK * {box-sizing: border-box;} .OUK {width: 400px; background: url(https://i.imgur.com/VBDOe8M.png), #D5D5D5; margin: auto; background-blend-mode: screen;} .inOUK {padding: 50px; text-align: center; clip-path: polygon(0% 0%, 0% calc(100% - 50px), 100% 100%, 100% 0%); position: relative;} .inOUK * {position: relative;} .inOUK::before {content: ""; background: url(https://i.imgur.com/VBDOe8M.png); width: 100%; height: 100%; position: absolute; top: 0; left: 0; mix-blend-mode: color-burn; opacity: .3;} .imOUK {width: 150px; height: 150px; border-radius: 50%; border: 5px solid;} .iiOUK {width: 40px;border-radius: 50%;position: absolute;font: 16px/40px Roboto Slab;animation: tumtum .5s linear infinite alternate;top: 200px;left: 50%;transform: translateX(-50%)translateY(-50%);} .dooOUK {display: block; margin: -10px auto 10px; max-height: 60px; mix-blend-mode: multiply; opacity: .8;} .ttOUK {font: 20px Source Sans Pro; margin: 20px;} .ssOUK {font-size: 12px; mix-blend-mode: multiply;} .xxOUK {color: #777; font: 14px Source Sans Pro; padding: 10px 70px 0; text-align: justify;} .xxOUK::first-letter {font: 100px/36px Roboto Slab; margin: 0 0 0 -20px; display: inline-block; vertical-align: text-bottom;} .xxOUK b {font: 13px Roboto Slab;} .miOUK {display: block; text-align: center; border-top: 10px solid; margin-top: 20px;} .miOUK span {display: block; padding: 40px 00px 10px; margin-top: -20px; clip-path: polygon(0% 0%, 0% 100%, 100% 100%, 100.00% 50px); font: bold 8px Roboto Slab; text-transform: uppercase; letter-spacing: 2px;} @keyframes tumtum {0% {width: 40px; line-height: 40px;} 100% {width: 46px; line-height: 46px;}}</style>
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
1. Unexpected
Tomás Sánchez -- Finales de Marzo - Tromsø
Tomás despertó esa mañana de mala gana ante los reclamos de su madre que debía ser más responsable con el negocio familiar. Detestaba con su vida que su hermano Guillermo se hubiera ido a Puerto Rico a expandir el negocio y ahora no tenía escapatoria para alejarse de todo ese asunto administrativo tedioso, cuando en realidad, el era un chico a terreno y muy apasionado a su carrera.
La reserva tenia variadas especies y quería encargarse en todo aquello solo que su madre insistía que la administración era mejor opción o comercio, en vez de veterinaria. Sin hacer caso a lo que decía solo se dio un baño pensando que tendría que volver a la universidad. Quizás se salvaba con los últimos exámenes y bien si tocaba repetir el principal así lo haría. No quedaba de otra, era su culpa no haber sido más responsable en su segundo curso.
Había terminado con una chica y no estaba del todo bien, se estaba escondiendo de ella porque era una loca obsesa y él mismo se consideraba un idiota, debía volver porque era parte de su futuro, tampoco es que fuera el estudiante más malo. Salió del baño, tomó algo de jugo y sacó pan para ir caminar por aquel paisaje, donde solo se dejaba sumergir por el poder de las maravillas de la naturaleza. Saludó a unos cuantos trabajadores que lo miraban con respeto, solo por ser hijo de la dueña y siguió caminando.
Era como si estuviera en su propio mundo. Podía pasar horas mirando el cielo, recostado en el césped, observando a unas cuantas criaturas, aunque por supuesto, el mejor espectáculo y su favorito; era presenciar las auroras boreales de Tromsø. Mientras más lejos estuviera de su madre, estaría mejor. Solo que algo pasó, de repente, vio caminar a unos ciervos y una morena se acercaba a ellos con pasos sigilosos.
Últimamente había mucha gente que se colaba y entraban sin pagar, hacían daño a los pobres animales y más encima, se atrevían a destruir la flora de la reserva, así que levantándose con el ceño fruncido llegó hasta a ella, donde metió ruido a propósito para que los ciervos escaparan. — No debería estar aquí, señorita. Solo los trabajadores y veterinarios deben estar al tanto de los animales de la reserva. Así que por favor, sígame hasta la salida. —señalaba en noruego aún con una expresión seria, pues si se había fijado en su pecho en búsqueda de la credencial y ella, no la tenía. No tenía algún nombre, ni nada y bien, él tampoco, pero aquí todos lo conocían así que no habrían problemas con el mismo.
La reserva tenia variadas especies y quería encargarse en todo aquello solo que su madre insistía que la administración era mejor opción o comercio, en vez de veterinaria. Sin hacer caso a lo que decía solo se dio un baño pensando que tendría que volver a la universidad. Quizás se salvaba con los últimos exámenes y bien si tocaba repetir el principal así lo haría. No quedaba de otra, era su culpa no haber sido más responsable en su segundo curso.
Había terminado con una chica y no estaba del todo bien, se estaba escondiendo de ella porque era una loca obsesa y él mismo se consideraba un idiota, debía volver porque era parte de su futuro, tampoco es que fuera el estudiante más malo. Salió del baño, tomó algo de jugo y sacó pan para ir caminar por aquel paisaje, donde solo se dejaba sumergir por el poder de las maravillas de la naturaleza. Saludó a unos cuantos trabajadores que lo miraban con respeto, solo por ser hijo de la dueña y siguió caminando.
Era como si estuviera en su propio mundo. Podía pasar horas mirando el cielo, recostado en el césped, observando a unas cuantas criaturas, aunque por supuesto, el mejor espectáculo y su favorito; era presenciar las auroras boreales de Tromsø. Mientras más lejos estuviera de su madre, estaría mejor. Solo que algo pasó, de repente, vio caminar a unos ciervos y una morena se acercaba a ellos con pasos sigilosos.
Últimamente había mucha gente que se colaba y entraban sin pagar, hacían daño a los pobres animales y más encima, se atrevían a destruir la flora de la reserva, así que levantándose con el ceño fruncido llegó hasta a ella, donde metió ruido a propósito para que los ciervos escaparan. — No debería estar aquí, señorita. Solo los trabajadores y veterinarios deben estar al tanto de los animales de la reserva. Así que por favor, sígame hasta la salida. —señalaba en noruego aún con una expresión seria, pues si se había fijado en su pecho en búsqueda de la credencial y ella, no la tenía. No tenía algún nombre, ni nada y bien, él tampoco, pero aquí todos lo conocían así que no habrían problemas con el mismo.
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
1. Unexpected
Lorena Calderón - Finales de Marzo - Tromso
Lorena se había despertado de bastante buen humor. Le encantaba tener buena cara y ánimo a esas horas porque debía de ir hoy a trabajar en la reserva natural. Era su lugar favorito en todo Noruega así que nada, ni nadie podría cambiarle el buen humor. Al menos eso era lo que esperaba. La mejor parte es que no tenía que preocuparse por tener tarea pendiente al volver a casa. La morena tenía esa parte de ella que era bastante estofona así que nunca dejaba nada para última hora. Cosa que realmente era una bendición que fuera así porque su carrera de veterinaria era muy demandante y podía llegar a causar mucho estrés.
Desayuno con toda la calma del mundo. Aún se encontraba a tiempo. Mientras se ponía a leer el periódico para ver qué cosas nuevas traía el día a día. Por desgracia a veces solía ser más de lo mismo, guerras, tragedias.. gente que de verdad parecía que protestaban hasta por respirar. Bueno él pan nuestro de cada día de cualquier sociedad. Algunas cosas eran justificadas como ciertas protestas, otras no como la violencia. Pero igual no dejaba de ser cansino leer lo mismo todas las mañanas. Mas ya cuando casi se rajaba con el periódico por no encontrar una noticia interesante, se topó con el descubrimiento de los fósiles de un nuevo dinosaurio. Una sonrisa se dibujó en el rostro de la chica haciendo que se concentrará en leer la noticia. Se distrajo tanto que había dejado de comer... claro hasta que volvió en sí. No era tan temprano como creía. - Rayos. - protesto dejando a un lado el periódico luego de ver el reloj. Comenzó a comer a toda prisa. Aún podría llegar a tiempo si le ponía el turbo a terminar de alistarse.
La suerte le sonríe a Lorena, al menos un poco porque no del todo. Había logrado terminar de prepararse para trabajar. Incluso llegó a la reserva algunos minutos antes de la hora de entrada. No era su primer día allí, por lo que su rostro era conocido en el lugar. Al menos para muchos. Por lo que nadie le pidió credencial al llegar. Menos mal porque la chica no se había fijado que lo había dejado junto al periódico esta mañana por andar con prisa.
La morena se encontraba atendiendo un pequeño grupo de ciervos. Los encontré adorables en especial a los pequeños con sus patitas delgadas que parecían palillos de dientes. Tenía que revisar que su crecimiento estuviera siendo normal. Se encontraba en esas hasta que escucho la voz de un chico hablarle. - ¿Disculpa? ¿Es conmigo? - una pregunta que se respondía sola pero que en realidad se lo decía dejando ver su incredulidad por estar interviniendo con ella.
Notó su mirada recorrerla, y alzó una ceja. - No iré a ninguna parte con usted, menos después de esa mirada. Además trabajo aquí. - fue donde notó que se le había quedado su credencial. Pero al mismo tiempo vio que aquel alto y fornido chico tampoco traía la suya.
Desayuno con toda la calma del mundo. Aún se encontraba a tiempo. Mientras se ponía a leer el periódico para ver qué cosas nuevas traía el día a día. Por desgracia a veces solía ser más de lo mismo, guerras, tragedias.. gente que de verdad parecía que protestaban hasta por respirar. Bueno él pan nuestro de cada día de cualquier sociedad. Algunas cosas eran justificadas como ciertas protestas, otras no como la violencia. Pero igual no dejaba de ser cansino leer lo mismo todas las mañanas. Mas ya cuando casi se rajaba con el periódico por no encontrar una noticia interesante, se topó con el descubrimiento de los fósiles de un nuevo dinosaurio. Una sonrisa se dibujó en el rostro de la chica haciendo que se concentrará en leer la noticia. Se distrajo tanto que había dejado de comer... claro hasta que volvió en sí. No era tan temprano como creía. - Rayos. - protesto dejando a un lado el periódico luego de ver el reloj. Comenzó a comer a toda prisa. Aún podría llegar a tiempo si le ponía el turbo a terminar de alistarse.
La suerte le sonríe a Lorena, al menos un poco porque no del todo. Había logrado terminar de prepararse para trabajar. Incluso llegó a la reserva algunos minutos antes de la hora de entrada. No era su primer día allí, por lo que su rostro era conocido en el lugar. Al menos para muchos. Por lo que nadie le pidió credencial al llegar. Menos mal porque la chica no se había fijado que lo había dejado junto al periódico esta mañana por andar con prisa.
La morena se encontraba atendiendo un pequeño grupo de ciervos. Los encontré adorables en especial a los pequeños con sus patitas delgadas que parecían palillos de dientes. Tenía que revisar que su crecimiento estuviera siendo normal. Se encontraba en esas hasta que escucho la voz de un chico hablarle. - ¿Disculpa? ¿Es conmigo? - una pregunta que se respondía sola pero que en realidad se lo decía dejando ver su incredulidad por estar interviniendo con ella.
Notó su mirada recorrerla, y alzó una ceja. - No iré a ninguna parte con usted, menos después de esa mirada. Además trabajo aquí. - fue donde notó que se le había quedado su credencial. Pero al mismo tiempo vio que aquel alto y fornido chico tampoco traía la suya.
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
1. Unexpected
Tomás Sánchez -- Finales de Marzo - Tromsø
Tomás se queda mirando a la chica de mala gana considerando que era una insolente en su forma de responder. La morena se veía algo confusa e incrédula.— ¿Hay alguien más aparte de ti en este lugar?— Antes que dijera algo, agregó. — Y los ciervos no cuentan. — Prefirió hacerlo por la sencilla razón, que la morena se veía cercana a los animales tal como él, quizás hasta era invitada de su madre pero tenía que confirmar dicha información y sí, estaba equivocado iba a pedir las disculpas correspondientes. Sin embargo, primero debía asegurarse que no fuera una impostora, ladrona o una colada fanática que a veces se daban con esos derechos naturalistas. Muchos profesionales venían al recinto por su cantidad de animales exóticos y que claramente estaban en peligro de extinción. La seguridad debía encargarse más en los accesos y sí llegaba a ser el heredero de todo este recinto cambiarían muchas cosas que no eran del todo de su agrado.
El moreno era bruto y se había olvidado de toda formalidad al no confiar en ella. Alzó la ceja ante su respuesta, más encima era replicona. No entendió mucho a lo que se refería hasta que comprendió que se trataba de su mirada hacia su pecho. Negó con la cabeza y una sonrisa burlona se dibujo en sus labios. — Buscaba su credencial que generalmente sí lucen en ese sector del cuerpo. — Exclamó sin rodeos, volviendo a mirarla y más encima, señalándola. Había dicho esto, con mucha paciencia que pronto llegaría a su límite porque no era alguien que fuera compasivo, era muy impulsivo y con bastante carácter, no se intimidaba con nada ni nadie. Se parecía a su padre que hace años había muerto a causa de un asesinato, que aún no se sabía quién era el culpable, pero fue en esta misma reserva. Por ello, era tan desconfiado para este tipo de situaciones. — No crea que estoy coqueteando ni nada, además que esa remera no le asienta muy bien. — Replicó descarado y con una sonrisa de suficiencia.
No parecía hacer caso y aún se quedaba en su lugar. Así que sin importar nada, solo la tomo del brazo y la atrajo hacía a él para que comenzara a caminar. — No creo que trabaje aquí porque sí portaría el uniforme y a la vez, tendría su credencial. Yo aquí soy el hijo de la dueña así que mi palabra es ley. — Sentenció de un modo egocéntrico que caía mal. No era que fuera el ser más sociable del planeta, tenía amigos pero estos eran contados con los dedos y para negarlo, ninguna amiga porque siempre terminaba liado con las mujeres. —Por lo tanto, sí compruebo que es una mentirosa todo será por los malas, este recinto es privado y no entra cualquiera. Sígame, le conviene. — Masculló al final sin soltar su mano que mantenía presionada para que no escapará. Era capaz de llevarla él mismo - sería fácil tomarla - en brazos, si no obedecía y no le importaría ningún reclamo ni gritos.
El moreno era bruto y se había olvidado de toda formalidad al no confiar en ella. Alzó la ceja ante su respuesta, más encima era replicona. No entendió mucho a lo que se refería hasta que comprendió que se trataba de su mirada hacia su pecho. Negó con la cabeza y una sonrisa burlona se dibujo en sus labios. — Buscaba su credencial que generalmente sí lucen en ese sector del cuerpo. — Exclamó sin rodeos, volviendo a mirarla y más encima, señalándola. Había dicho esto, con mucha paciencia que pronto llegaría a su límite porque no era alguien que fuera compasivo, era muy impulsivo y con bastante carácter, no se intimidaba con nada ni nadie. Se parecía a su padre que hace años había muerto a causa de un asesinato, que aún no se sabía quién era el culpable, pero fue en esta misma reserva. Por ello, era tan desconfiado para este tipo de situaciones. — No crea que estoy coqueteando ni nada, además que esa remera no le asienta muy bien. — Replicó descarado y con una sonrisa de suficiencia.
No parecía hacer caso y aún se quedaba en su lugar. Así que sin importar nada, solo la tomo del brazo y la atrajo hacía a él para que comenzara a caminar. — No creo que trabaje aquí porque sí portaría el uniforme y a la vez, tendría su credencial. Yo aquí soy el hijo de la dueña así que mi palabra es ley. — Sentenció de un modo egocéntrico que caía mal. No era que fuera el ser más sociable del planeta, tenía amigos pero estos eran contados con los dedos y para negarlo, ninguna amiga porque siempre terminaba liado con las mujeres. —Por lo tanto, sí compruebo que es una mentirosa todo será por los malas, este recinto es privado y no entra cualquiera. Sígame, le conviene. — Masculló al final sin soltar su mano que mantenía presionada para que no escapará. Era capaz de llevarla él mismo - sería fácil tomarla - en brazos, si no obedecía y no le importaría ningún reclamo ni gritos.
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
1. Unexpected
Lorena Calderón - Finales de Marzo- Tromso
Todo pintaba a que iba a ser un día tranquilo. Un buen día para Lorena en la reserva. Pero de un momento a otro todo se volvió un caos cuando casi llega tarde por entretenerse con el periódico. La morena creía que había logrado solucionar eso porque llego a tiempo. Sin embargo cuando ya mas tranquila se encontraba apareció este chico con infulas de grandeza. Eso no le hizo nada de gracia a la muchacha y como no era de las que se les fuera a quedar callada a nadie por eso se puso rápido a la defensiva. - Pues bien podías haber estado hablando con alguien mas. No tengo ojos en la espalda para haberme dado cuenta rápido de que llegabas solo. - y es que igual ella se había concentrado mucho en lo que hacía que bloqueaba sin darse cuenta todo lo que ocurría a su alrededor. Ella era de las que se enfocaba bien en lo que estaba haciendo. Para Lorena el cuidado de las criaturas merecía de una perfecta atención. Pues los animales no eran como las personas que podían quejarse mediante el hablar. No, se debía de estar atentos a lo que ocurrían con ellos, a las señales que enviaban a sus cuidadores.
La latina noruega le miraba con brazos cruzados y con cara de fastidio. No entendía porque tenia que ser tan brusco y mal educado. Así que si la iba a tratar así que no esperara que ella le pusiera la alfombrar roja porque no lo iba hacer. - Ah, el señorito buscaba la credencial. Curioso para alguien que tampoco porta una. - le señalo el pequeño pero no insignificante detalle. - Vaya, realmente crees que me interesa coquetear con alguien que ni siquiera se a dignado de preguntarme el nombre antes de intervenir conmigo - le dijo manteniendo la ceja levantada. - Oh, no le agrada. Bueno me asegurare de la próxima vez venir con una mas a su gusto su majestad. A ver sí sigue opinando lo mismo. - le dijo con sarcasmo solo por ver su reacción y así saber si realmente era coqueteo o simplemente era un mal humorado.
- Mi palabra es ley... - le repitió en tono chillón. - A ver. ¿Porque debería igualmente yo creerte que eres hijo de la dueña? Si tu dudas de mi, tengo el mismo derecho de dudar de ti. Soy estudiante, quizás debí aclarar eso desde un principio. Pero que importa verdad? Si de todos modos estas terco que no me crees. Pregunta a los supervisores y veras que digo la verdad. Si trabajo aquí. - le dijo toda sería. - Obligarme. El que va a quedar mal eres tu. - señalo. - No te vas atrever... -
La latina noruega le miraba con brazos cruzados y con cara de fastidio. No entendía porque tenia que ser tan brusco y mal educado. Así que si la iba a tratar así que no esperara que ella le pusiera la alfombrar roja porque no lo iba hacer. - Ah, el señorito buscaba la credencial. Curioso para alguien que tampoco porta una. - le señalo el pequeño pero no insignificante detalle. - Vaya, realmente crees que me interesa coquetear con alguien que ni siquiera se a dignado de preguntarme el nombre antes de intervenir conmigo - le dijo manteniendo la ceja levantada. - Oh, no le agrada. Bueno me asegurare de la próxima vez venir con una mas a su gusto su majestad. A ver sí sigue opinando lo mismo. - le dijo con sarcasmo solo por ver su reacción y así saber si realmente era coqueteo o simplemente era un mal humorado.
- Mi palabra es ley... - le repitió en tono chillón. - A ver. ¿Porque debería igualmente yo creerte que eres hijo de la dueña? Si tu dudas de mi, tengo el mismo derecho de dudar de ti. Soy estudiante, quizás debí aclarar eso desde un principio. Pero que importa verdad? Si de todos modos estas terco que no me crees. Pregunta a los supervisores y veras que digo la verdad. Si trabajo aquí. - le dijo toda sería. - Obligarme. El que va a quedar mal eres tu. - señalo. - No te vas atrever... -
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
1. Unexpected
Tomás Sánchez -- Finales de Marzo - Tromsø
Omitió el comentario de intento de justificación de la chica aunque no se pudo quedarse callado al notar esas insolencias hacia su persona que se suponía que mandaba ahí. Era gracioso, que siendo tan pequeña ponía esa cara de fastidio y se cruzaba de brazo parecía uno de esos pitufos de la serie animada, enojado.
— Yo no tengo porque portar la credencial todos me conocen desde hace mucho — pero para evitar este tipo de problemáticas al ser algo perfeccionista empezaría hacerlo, solo que no asumiría su error frente a ella.
Su semblante se mantenía serio y tranquilo como si nada afectara y en realidad era así, no le afectaba.
—No me interesa conocerte porque igual te sacaré de aquí —Sin darse cuenta había olvidado sacar el formalismo en la forma de expresarse. — Y tranquila, creo que ya notaste que no eres nada mi tipo para hacer el más mínimo gesto de coqueteo — señala sincero sabiendo que estaba siendo más vulgar de la cuenta porque sí era guapa solo que una posible ladrona (o fuera lo que fuera)
—No habrá una próxima vez — Parecía estar muy segura con sus palabras y que decía la verdad en cuanto que trabajaba allí. — Así que quédate tranquila en cuanto a tu historial de remeras —contestó con calma y paciencia que lentamente estaba perdiendo, casi la mutila con la mirada cuando dijo su majestad, solo que daba igual porque era alguien que no volvería a ver a su vida y no tenía porque enojarse con la gente insignificante.
Se llevó las manos a sus oídos al escuchar ese tono chillón. —¿Te estás burlando de mí? — cuestionó, notando que era una pregunta estúpida. — Oh, sí que lo haces — agregó, estaba al tanto de las ironías y el sarcasmo, solo que cuando uso ese tono ya notó más su entonación notando así sus rasgos y características latinas. — Niña loca — replicó en español, pero más para sí mismo.
— Aquí no hay ni un solo supervisor así que de todos modos tengo que llevarte a la salida y preguntar a seguridad, está bien, tendrás una oportunidad si hay una pequeña posibilidad de que realmente trabajas aquí — Había notado que todo lo dicho había sido de un modo serio así que suponía que estaba diciendo la verdad, solo que igual la llevaba precisamente al sector de seguridad para que la revisaran si tan solo por si acaso no se había robado algo.
Provocar a Tomás Sánchez nunca sería una buena idea y ella cometió ese error porque no lo conocía, así que solo basto aquello para así y tomarla como si fuera un costal de papas – vaya que era muy delgada y no pesaba nada – llevándola para que al menos se sujetara en sus hombros ante las quejas de la chica.
Comenzó a caminar a zancadas y llegó al sector donde había otros trabajadores y nadie se atrevió a decir nada porque quizás que expresión traía. — Solo te salvas porque eres una mujer pero tu historia habría sido otra de no serlo — afirmó llegando al sector de seguridad que habían solo dos de ellos, es que como se trataba del horario de entrada seguramente ya habían coordinado los sectores de vigilancia — Buenos días — saludó cordialmente mientras bajaba a la chica y la dejaba en el suelo. — Bien, encontré a esta mujer en el sector de los ciervos sin uniforme ni credencial, dice que es un estudiante así que quiero comprobarlo — masculló. Uno de los más jóvenes de seguridad, viendo en el lío que se encontraba la morena solo dijo al reconocerla. — ¿Lorena? — pregunta logrando que Tomás alzara ambas cejas y se ladeara a mirarla.
— Yo no tengo porque portar la credencial todos me conocen desde hace mucho — pero para evitar este tipo de problemáticas al ser algo perfeccionista empezaría hacerlo, solo que no asumiría su error frente a ella.
Su semblante se mantenía serio y tranquilo como si nada afectara y en realidad era así, no le afectaba.
—No me interesa conocerte porque igual te sacaré de aquí —Sin darse cuenta había olvidado sacar el formalismo en la forma de expresarse. — Y tranquila, creo que ya notaste que no eres nada mi tipo para hacer el más mínimo gesto de coqueteo — señala sincero sabiendo que estaba siendo más vulgar de la cuenta porque sí era guapa solo que una posible ladrona (o fuera lo que fuera)
—No habrá una próxima vez — Parecía estar muy segura con sus palabras y que decía la verdad en cuanto que trabajaba allí. — Así que quédate tranquila en cuanto a tu historial de remeras —contestó con calma y paciencia que lentamente estaba perdiendo, casi la mutila con la mirada cuando dijo su majestad, solo que daba igual porque era alguien que no volvería a ver a su vida y no tenía porque enojarse con la gente insignificante.
Se llevó las manos a sus oídos al escuchar ese tono chillón. —¿Te estás burlando de mí? — cuestionó, notando que era una pregunta estúpida. — Oh, sí que lo haces — agregó, estaba al tanto de las ironías y el sarcasmo, solo que cuando uso ese tono ya notó más su entonación notando así sus rasgos y características latinas. — Niña loca — replicó en español, pero más para sí mismo.
— Aquí no hay ni un solo supervisor así que de todos modos tengo que llevarte a la salida y preguntar a seguridad, está bien, tendrás una oportunidad si hay una pequeña posibilidad de que realmente trabajas aquí — Había notado que todo lo dicho había sido de un modo serio así que suponía que estaba diciendo la verdad, solo que igual la llevaba precisamente al sector de seguridad para que la revisaran si tan solo por si acaso no se había robado algo.
Provocar a Tomás Sánchez nunca sería una buena idea y ella cometió ese error porque no lo conocía, así que solo basto aquello para así y tomarla como si fuera un costal de papas – vaya que era muy delgada y no pesaba nada – llevándola para que al menos se sujetara en sus hombros ante las quejas de la chica.
Comenzó a caminar a zancadas y llegó al sector donde había otros trabajadores y nadie se atrevió a decir nada porque quizás que expresión traía. — Solo te salvas porque eres una mujer pero tu historia habría sido otra de no serlo — afirmó llegando al sector de seguridad que habían solo dos de ellos, es que como se trataba del horario de entrada seguramente ya habían coordinado los sectores de vigilancia — Buenos días — saludó cordialmente mientras bajaba a la chica y la dejaba en el suelo. — Bien, encontré a esta mujer en el sector de los ciervos sin uniforme ni credencial, dice que es un estudiante así que quiero comprobarlo — masculló. Uno de los más jóvenes de seguridad, viendo en el lío que se encontraba la morena solo dijo al reconocerla. — ¿Lorena? — pregunta logrando que Tomás alzara ambas cejas y se ladeara a mirarla.
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
1. Unexpected
Lorena Calderón - Finales de Marzo- Tromso
La morena estaba muy fastidia por la actitud de aquel chico. Lo encontraba arrogante, prepotente. Si creía que por tener semejante tamaño y ella ser toda una maldita enana, le tendría miedo, que la iba a intimidar, estaba muy pero muy equivocado. Lore era chiquita pero repondona. Podía tener el encanto y la ternura de un chihuahua y también su mal humor y agresividad. Así que se estaba topando con alguien que no iba a ceder ni por miedo ni por encanto. Porque aún cuando lo encontrara guapo todo eso no era suficiente para que ella diera su brazo a torcer.
- Pues podrás haber notado que ni tanto. No todos te conocen. Si fiel caso, del cual igualmente no tienes evidencias como yo... ¿Qué clase de patrono eres que no conoces todo tu personal? Digo porque tal vez se podría entender por parte de tu madre. - si se que le decía la verdad o solo farfarroneaba. - Porque no puede estar todo el tiempo en la reserva, pero si eres de los que se pasa metido aquí era para saberlo. - Le reprochó. Se podía entender la descifianza de su parte. Porque ella por lo visto era totalmente ajena a sus ojos. Nunca la había visto. Pero igualmente se podía decir lo mismo de ella. Capaz solo era uno de esos mismos locos que se colgaban en la reserva y se hacía pasar por el hijo de la dueña para engañarla.
- ¿Y sigues con lo mismo verdad? Pues no me voy de aquí. No me sacaras. - le aseguraba aún manteniendo los brazos cruzados y el semblante retador que decía.
"A ver si te atreves." - Si la va a ver y te vas a dar cuenta cuando veas el error que cometes. - le respondía mientras se acomodaba la camiseta en el area del pecho con toda la mala intención del mundo. Sabía que podría ser gruñon pero no era ciego.
- La duda de si me estoy burlando hasta ofende. Por supuesto que sí. - le contesto sin importar que el mismo ya se había respondido. Puso la boca en forma de O, cuando escucho que la llamo loca, porque lo había entendido perfectamente bien. Pues sabía hablar perfectamente bien el español como lo hacía con el noruego. - Aquí el único loco eres tu. - Le reclamo también en español para que viera que lo había entendido.
-Oh, no, no. Pedazo de patán. Bajame, exijo ver al supervisor. Te estás pasando por el arco del triunfo todo protocolo. - decía mientras gritaba pataleando y golpeando su espalda con sus puños. - ¡Bajame!- seguía reclamando. Fue entonces que al llegar al área de seguridad uno de los guardias la reconoció. - Dile, Esben. Cuéntale que desde hace rato le estoy diciendo que trabajo aquí y en vez de simplemente preguntar a recursos humanos. Ni siquiera me ha pedido el nombre. - añadió molesta. Esperando la reacción del chico.
- Pues podrás haber notado que ni tanto. No todos te conocen. Si fiel caso, del cual igualmente no tienes evidencias como yo... ¿Qué clase de patrono eres que no conoces todo tu personal? Digo porque tal vez se podría entender por parte de tu madre. - si se que le decía la verdad o solo farfarroneaba. - Porque no puede estar todo el tiempo en la reserva, pero si eres de los que se pasa metido aquí era para saberlo. - Le reprochó. Se podía entender la descifianza de su parte. Porque ella por lo visto era totalmente ajena a sus ojos. Nunca la había visto. Pero igualmente se podía decir lo mismo de ella. Capaz solo era uno de esos mismos locos que se colgaban en la reserva y se hacía pasar por el hijo de la dueña para engañarla.
- ¿Y sigues con lo mismo verdad? Pues no me voy de aquí. No me sacaras. - le aseguraba aún manteniendo los brazos cruzados y el semblante retador que decía.
"A ver si te atreves." - Si la va a ver y te vas a dar cuenta cuando veas el error que cometes. - le respondía mientras se acomodaba la camiseta en el area del pecho con toda la mala intención del mundo. Sabía que podría ser gruñon pero no era ciego.
- La duda de si me estoy burlando hasta ofende. Por supuesto que sí. - le contesto sin importar que el mismo ya se había respondido. Puso la boca en forma de O, cuando escucho que la llamo loca, porque lo había entendido perfectamente bien. Pues sabía hablar perfectamente bien el español como lo hacía con el noruego. - Aquí el único loco eres tu. - Le reclamo también en español para que viera que lo había entendido.
-Oh, no, no. Pedazo de patán. Bajame, exijo ver al supervisor. Te estás pasando por el arco del triunfo todo protocolo. - decía mientras gritaba pataleando y golpeando su espalda con sus puños. - ¡Bajame!- seguía reclamando. Fue entonces que al llegar al área de seguridad uno de los guardias la reconoció. - Dile, Esben. Cuéntale que desde hace rato le estoy diciendo que trabajo aquí y en vez de simplemente preguntar a recursos humanos. Ni siquiera me ha pedido el nombre. - añadió molesta. Esperando la reacción del chico.
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
1. Unexpected
Tomás Sánchez -- Finales de Marzo - Tromsø
Tomás estaba muy molesto. “Pero que chica más insufrible” Pensaba el moreno alzando una ceja y viendo como era capaz de contestar de esa forma mostrando así todo su carácter de mierda. ¿Cómo sería capaz de mantener un trabajo siendo así? Le recordaba un poco a él, que siempre defendía lo que creía sin problema alguno si se ganaba enemigos o no. — Porque soy hijo de la dueña, no el patrón ni nada de ese estilo pero cuido este lugar porque de igual forma es mío y voy hacerle honor a mi padre — contestó de mala gana que sonó más como un gruñido al ser tan entrometida y lanzar suposiciones realmente muy estúpidas, lo peor de todo es que sabía que iba a salir con algo por muy tonto que fuera para contestar y no quería perder más tiempo con ella.
Solo siguió diciendo ridiculeces y hasta notó que era latina al igual que él. Seguro su madre había quedado encantada con ella por el mero hecho de serlo y nada más, porque la población latina era poca en estos sectores pero bien, solo si estaba diciendo la verdad. Y por ello, no podía perder más tiempo. Solo la dejo hablar y apenas sacó su peor insulto, fue cuando la tomó tal costal de papas aún con sus quejas, gritos y pataletas. — Pierdes tu tiempo, porque no te bajare. Además que tus patadas son masajes para mi, pitufa gruñona —Exclamó mientras la llevaba a ese sector pues pudo llevarla a Recursos Humanos pero lo cierto es que quería asegurarse mejor con los de Seguridad para dejar en claro que no le gustaba que anduviera sin credencial ni uniforme. ¿Qué se creía la chica? No, no iba a durar ahí si decía la verdad.
—Tranquila, Lorena. No deberías hablarle así al hijo de la dueña. Disculpe, Señor Sánchez. — El chico sí hablaba en noruego y al ver que el castaño le permitía hablar a él y no a la chica que solo se quejaba, siguió. — Pero es cierto, Lorena Calderón está trabajando aquí por un ¿mes o dos? — preguntó a la morena mientras verificaba en la ficha de inscripción de la entrada porque también tenían también los documentos de todos los trabajadores. Más rápido sería si lo verificaba.
— Como sea, yo no pretendo disculparme, y creo en tus palabras. Sé que no dejarías entrar a nadie sospechoso y usted tampoco Señor Johansen — exclama decidido. Tampoco iba a leer todo el historial de los nuevos — Mi queja es principalmente porque no anda con uniforme y con la credencial, así cualquiera se puede confundir y no quiero que suceda nunca más lo que paso hace unos años. — indicó, fastidiado e ignorando olímpicamente a la chica que no tenía clase y sabiendo que su madre lo iba a mandar al carajo igual probablemente se quedaría de todos modos era él quién lo estaba ayudando en estos meses que hasta no le permitía seguir su carrera universitaria así que algo debía quedarle. Sí, no estaba Gunnar para ayudarle ya. — ¿Todo en orden? — pregunta justamente sí habían conseguido los datos y aunque tenían gran parte de la información para el chico no era suficiente.
Ambos asintieron con la cabeza.
—Sí requiere más información puede ir recursos humanos, señor. — Tomás negó con la cabeza. — Prefiero ir hablar directamente con mamá y me la llevo, porque así aprenderá modales y actitudes de respeto. — Tomás era bruto pero tenía buena relación en general con los trabajadores de la reserva así que ese tipo de actitudes no le gustaban para nada y sí deseaba que la echaran de este lugar.
Con un gesto en la cabeza, pidió que lo siguiera pues le convenía aunque ni se dieron cuenta que apenas llegaban a la casa donde se quedaban su madre había salido por la otra entrada por lo que cuando entraron no había nadie.
Solo siguió diciendo ridiculeces y hasta notó que era latina al igual que él. Seguro su madre había quedado encantada con ella por el mero hecho de serlo y nada más, porque la población latina era poca en estos sectores pero bien, solo si estaba diciendo la verdad. Y por ello, no podía perder más tiempo. Solo la dejo hablar y apenas sacó su peor insulto, fue cuando la tomó tal costal de papas aún con sus quejas, gritos y pataletas. — Pierdes tu tiempo, porque no te bajare. Además que tus patadas son masajes para mi, pitufa gruñona —Exclamó mientras la llevaba a ese sector pues pudo llevarla a Recursos Humanos pero lo cierto es que quería asegurarse mejor con los de Seguridad para dejar en claro que no le gustaba que anduviera sin credencial ni uniforme. ¿Qué se creía la chica? No, no iba a durar ahí si decía la verdad.
—Tranquila, Lorena. No deberías hablarle así al hijo de la dueña. Disculpe, Señor Sánchez. — El chico sí hablaba en noruego y al ver que el castaño le permitía hablar a él y no a la chica que solo se quejaba, siguió. — Pero es cierto, Lorena Calderón está trabajando aquí por un ¿mes o dos? — preguntó a la morena mientras verificaba en la ficha de inscripción de la entrada porque también tenían también los documentos de todos los trabajadores. Más rápido sería si lo verificaba.
— Como sea, yo no pretendo disculparme, y creo en tus palabras. Sé que no dejarías entrar a nadie sospechoso y usted tampoco Señor Johansen — exclama decidido. Tampoco iba a leer todo el historial de los nuevos — Mi queja es principalmente porque no anda con uniforme y con la credencial, así cualquiera se puede confundir y no quiero que suceda nunca más lo que paso hace unos años. — indicó, fastidiado e ignorando olímpicamente a la chica que no tenía clase y sabiendo que su madre lo iba a mandar al carajo igual probablemente se quedaría de todos modos era él quién lo estaba ayudando en estos meses que hasta no le permitía seguir su carrera universitaria así que algo debía quedarle. Sí, no estaba Gunnar para ayudarle ya. — ¿Todo en orden? — pregunta justamente sí habían conseguido los datos y aunque tenían gran parte de la información para el chico no era suficiente.
Ambos asintieron con la cabeza.
—Sí requiere más información puede ir recursos humanos, señor. — Tomás negó con la cabeza. — Prefiero ir hablar directamente con mamá y me la llevo, porque así aprenderá modales y actitudes de respeto. — Tomás era bruto pero tenía buena relación en general con los trabajadores de la reserva así que ese tipo de actitudes no le gustaban para nada y sí deseaba que la echaran de este lugar.
Con un gesto en la cabeza, pidió que lo siguiera pues le convenía aunque ni se dieron cuenta que apenas llegaban a la casa donde se quedaban su madre había salido por la otra entrada por lo que cuando entraron no había nadie.
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
1. Unexpected
Lorena Calderón - Finales de Marzo- Tromso
Para Lorena tener esa actitud era sinónimo de no dejar que le pasara por encima. Es que la podían ver ahí toda pequeña e inofensiva y eso podría hacer pensar que podían mangonearla a su antojo, que la podrían intimidar de forma fácil. No señores, no, están muy lejos de la realidad si se creyeron ese cuento. La morena era de armas tomar, no le importaba soltar lo que tuviera que soltar sin importar de quien se tratara. En especial cuando se trataba de chicos odiosos y pesados como el que tenía ahora mismo frente a ella. Igual sabía hasta dónde llegar, tampoco era tonta. Sabía que había ciertos casos que era mejor ser precavida. Pero ahora al menos podía culpar al hecho del desconocimiento tal como el propio moreno lo hacía para querer echarla a patadas del lugar. - Pues igual insisto en que no tienes tampoco pruebas de comprobar que eres quien dices ser. Podrías ser un impostor que solo intenta justificar el no traer tampoco la credencial. - le aseguro aun manteniendo su actitud de sí tu me dices yo igual te respondo.
- Podría haber hasta suspirando de ternura con eso de querer hacer honor a tu padre, de no ser por como te has comportado. No creo que sea la mejor forma de hacer honor a la gente, echando empleados sin corroborar nada. - admitía de que si realmente llegaba hacer el hijo de la dueña, cosa que igual seguía manteniendo en el lado de la duda, que quisiera honrar a su padre era un gesto noble y admirable. Pero ahí entraba en el detalle de su falta de tacto para manejar los problemas laborales que hacían que la chica perdiera su paciencia y terminara actuando de la misma forma que él. Ya le caía mal y ni siquiera llevaban diez minutos de conversación. Si es que se podía llamar conversación a eso.
Fue raro darse cuenta de que supiera español. No tanto porque fuera se tes clara. Los latinos vienen en todos los colores, que la gente se meta eso en la cabeza. Pero más bien era porque la población en Noruega de latino era bien escasa por lo que toparse con uno era como ganar la lotería. Solo que en este caso Lore hubiera preferido no ganar nada por muy guapo que estuviera era un patán. ¿Cómo se atrevía agarrarla de esa forma? - Caya, no son formas de tratar a la gente. ¿No conoces del espacio personal? ¡Bajame! - porque tampoco usaría la carta de ser mujer y hacerse la victima. No, pero si que a nadie le gustaba que lo agarren cual costal de papas y lo carguen en contra de su voluntad por eso menciono a la gente en general. Así que continuo pegandole más fuerte esta vez. - Ah, a ver si sigues diciendo que no te duele. Mole gruñona- refunfuño, y si le llamaría pitufa entonces ella lo llamaría la mole como el de los 4 Fantásticos por lo enorme que era.
- Son, dos. Dos meses ya llevo aquí. - aseguro cuando al fin gracias al guardia de seguridad le demostraba que en todo momento dijo la verdad. No tenía porque haberla sacado de allí. Tan tranquila y contenta se encontraba con los ciervos. Ahora ese trabajo se había quedado a medias por su culpa. Era esa la parte que a final de cuentas más le preocupaba. La chica puso en blanco los ojos cuando mencionó que confiaba en que no dejarían pasar a un extraño. ¿Entonces porque el arrebato con ella?
Entendía la parte de los requerimientos, normal. Por lo general solía usar todo como mandaba pero había sido un momento de apuro. Era eso o no llegar y dejar el trabajo tirado por un rato. Al final valió madres porque siempre y si se quedó tirado. - Hoy fue un día mañana ajetreada así que logre llegar y fue lo único que me importó. Ahora sí quieres ellos mismos le pueden confirmar que siempre llevo todo en orden. - le decía con las manos en la cintura. - Sí, pues espero que igual le cuentes tus actitudes de respeto hacía el prójimo. Del como me llevaste al área de seguridad. Supongo que igual tendrá algo que comentar al respecto. - le rebatio, porque aún cuando ella cometió errores no dejaría que se hiciera el loco y contará la ocurrido solo del lado que le convenía. Dudaba que su señora madre aprobará esos tratos. - Ni se te ocurra ponerme un solo dedo encima de nuevo. Yo puedo caminar, gracias. - advirtió. Le valía tres pepinos que de verdad llegara a ser el hijo de la dueña. No dejaría que la volvería a llevar cual costal de papas a ninguna parte. La dignidad ante todo. Por suerte solo le hizo un gesto de que se moviera por lo que la morena solo lo siguió.
Cuando llegaron al lugar notaron que allí no había nadie. - ¿Y ahora? No creo que sea buena idea esperar aquí cuando hay mucho trabajo por hacer. Aquellos ciervos aún esperan por mi. - Le aseguró, si quería volvían luego pero ahora que la dejara trabajar en paz. Y eso que le estaba dando el beneficio de la duda porque los guardias parecían muy seguros de que era el hijo de la dueña porque si hubiera decidido que la llevaría primero a su casa y se topaba con que no estaba pensaría que le estaba mintiendo.
- Podría haber hasta suspirando de ternura con eso de querer hacer honor a tu padre, de no ser por como te has comportado. No creo que sea la mejor forma de hacer honor a la gente, echando empleados sin corroborar nada. - admitía de que si realmente llegaba hacer el hijo de la dueña, cosa que igual seguía manteniendo en el lado de la duda, que quisiera honrar a su padre era un gesto noble y admirable. Pero ahí entraba en el detalle de su falta de tacto para manejar los problemas laborales que hacían que la chica perdiera su paciencia y terminara actuando de la misma forma que él. Ya le caía mal y ni siquiera llevaban diez minutos de conversación. Si es que se podía llamar conversación a eso.
Fue raro darse cuenta de que supiera español. No tanto porque fuera se tes clara. Los latinos vienen en todos los colores, que la gente se meta eso en la cabeza. Pero más bien era porque la población en Noruega de latino era bien escasa por lo que toparse con uno era como ganar la lotería. Solo que en este caso Lore hubiera preferido no ganar nada por muy guapo que estuviera era un patán. ¿Cómo se atrevía agarrarla de esa forma? - Caya, no son formas de tratar a la gente. ¿No conoces del espacio personal? ¡Bajame! - porque tampoco usaría la carta de ser mujer y hacerse la victima. No, pero si que a nadie le gustaba que lo agarren cual costal de papas y lo carguen en contra de su voluntad por eso menciono a la gente en general. Así que continuo pegandole más fuerte esta vez. - Ah, a ver si sigues diciendo que no te duele. Mole gruñona- refunfuño, y si le llamaría pitufa entonces ella lo llamaría la mole como el de los 4 Fantásticos por lo enorme que era.
- Son, dos. Dos meses ya llevo aquí. - aseguro cuando al fin gracias al guardia de seguridad le demostraba que en todo momento dijo la verdad. No tenía porque haberla sacado de allí. Tan tranquila y contenta se encontraba con los ciervos. Ahora ese trabajo se había quedado a medias por su culpa. Era esa la parte que a final de cuentas más le preocupaba. La chica puso en blanco los ojos cuando mencionó que confiaba en que no dejarían pasar a un extraño. ¿Entonces porque el arrebato con ella?
Entendía la parte de los requerimientos, normal. Por lo general solía usar todo como mandaba pero había sido un momento de apuro. Era eso o no llegar y dejar el trabajo tirado por un rato. Al final valió madres porque siempre y si se quedó tirado. - Hoy fue un día mañana ajetreada así que logre llegar y fue lo único que me importó. Ahora sí quieres ellos mismos le pueden confirmar que siempre llevo todo en orden. - le decía con las manos en la cintura. - Sí, pues espero que igual le cuentes tus actitudes de respeto hacía el prójimo. Del como me llevaste al área de seguridad. Supongo que igual tendrá algo que comentar al respecto. - le rebatio, porque aún cuando ella cometió errores no dejaría que se hiciera el loco y contará la ocurrido solo del lado que le convenía. Dudaba que su señora madre aprobará esos tratos. - Ni se te ocurra ponerme un solo dedo encima de nuevo. Yo puedo caminar, gracias. - advirtió. Le valía tres pepinos que de verdad llegara a ser el hijo de la dueña. No dejaría que la volvería a llevar cual costal de papas a ninguna parte. La dignidad ante todo. Por suerte solo le hizo un gesto de que se moviera por lo que la morena solo lo siguió.
Cuando llegaron al lugar notaron que allí no había nadie. - ¿Y ahora? No creo que sea buena idea esperar aquí cuando hay mucho trabajo por hacer. Aquellos ciervos aún esperan por mi. - Le aseguró, si quería volvían luego pero ahora que la dejara trabajar en paz. Y eso que le estaba dando el beneficio de la duda porque los guardias parecían muy seguros de que era el hijo de la dueña porque si hubiera decidido que la llevaría primero a su casa y se topaba con que no estaba pensaría que le estaba mintiendo.
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
1. Unexpected
Tomás Sánchez -- Finales de Marzo - Tromsø
Realmente no le gustaban las mujeres que creían que podían tener el mundo a sus pies y así de agresivas. ¿Era conveniente para la reserva? No. Tal vez habría sido buena para Seguridad pero no para otra cosa si es que decía la verdad porque no creía en sus palabras hasta tener una prueba contundente.
Decidió ignorar todo lo que decía, sí que parecía una pitufina solo que no era la bonita sino que una mezcla de esta con el pitufo gruñon, primero por su tamaño y segundo, por su carácter que dejaba mucho que desear, pero Tomás le tenía noticias, él podía ser mucho peor y ya tramaría algo.
Por esas cosas donde se enojó porque la morena no hacía caso alguno, la había tomado y solo caminaba con ella donde los demás no eran capaces de decir nada, no tenía un título como tal sí que era uno de los hijos de la dueña así que había un gran respeto de los trabajadores del recinto aún cuando sabían que no eran las formas, solo que había una ventaja, la tipa venía gruñendo.
Otro golpe más y escogió una zona que le hizo hacer un gesto adolorido con su expresión y hablar ante aquel seudónimo. — Más encima eres una tonta ¿Solo por ser más alto? Te tengo noticias, estás en Noruega la mayoría de los hombres somos altos. — Jodió y no se detuvo hasta que llegaron a la oficina de Seguridad donde comprendió al fin que la locaria no mentía.
Dejo que se defendiera, poniendo los ojos en blanco y comentando por lo bajo: ¿Cómo es posible que mi madre no sepa escoger a la gente? Por lo que seguía ignorando todo lo que decía donde luego solo tomo la determinación de ir a hablar con su madre.
Normal que pensara que solo deseaba echarla del trabajo porque consideraba que su actitud no era la mejor como aprendiz de veterinaria más encima pues Tomás había tomado el documento aunque nunca vio su segundo nombre ni apellido, aunque sí verifico que era latina como él. Su madre adoraría eso por algo se había enamorado de uno. — Maldición, parece que no se encuentra. — Replicó cuando llegaron a la casa y al llamarla ella no salió de ninguna parte, soltó un suspiro.
—¿Por qué crees que estás aquí? No pretendo dejarte con los ciervos al ver tu comportamiento, no dejaste de faltar el respeto y no creo que mi madre quiera tener alguien así en el trabajo. — Tomó el intercomunicador y al momento que le contestó uno de los veterinarios dijo — Los ciervos deben ser evaluados y no hay nadie en el sector E58 — Miró a la chica y tuvo que comentar cuando dejo de dar el mensaje.
— Bueno creo que puedes tener tu oportunidad sí pides una disculpa. — Nada de tonterías, la chica era una simple trabajadora y no podía estar con esa actitud ¿Qué pasaría si venían aprendices peores y ella con su mala actitud los mandaba a todos a la mierda? No señor. No quería tenerla en la reserva, solo que sí consideraba que una disculpa podía decir bastante de uno.
Decidió ignorar todo lo que decía, sí que parecía una pitufina solo que no era la bonita sino que una mezcla de esta con el pitufo gruñon, primero por su tamaño y segundo, por su carácter que dejaba mucho que desear, pero Tomás le tenía noticias, él podía ser mucho peor y ya tramaría algo.
Por esas cosas donde se enojó porque la morena no hacía caso alguno, la había tomado y solo caminaba con ella donde los demás no eran capaces de decir nada, no tenía un título como tal sí que era uno de los hijos de la dueña así que había un gran respeto de los trabajadores del recinto aún cuando sabían que no eran las formas, solo que había una ventaja, la tipa venía gruñendo.
Otro golpe más y escogió una zona que le hizo hacer un gesto adolorido con su expresión y hablar ante aquel seudónimo. — Más encima eres una tonta ¿Solo por ser más alto? Te tengo noticias, estás en Noruega la mayoría de los hombres somos altos. — Jodió y no se detuvo hasta que llegaron a la oficina de Seguridad donde comprendió al fin que la locaria no mentía.
Dejo que se defendiera, poniendo los ojos en blanco y comentando por lo bajo: ¿Cómo es posible que mi madre no sepa escoger a la gente? Por lo que seguía ignorando todo lo que decía donde luego solo tomo la determinación de ir a hablar con su madre.
Normal que pensara que solo deseaba echarla del trabajo porque consideraba que su actitud no era la mejor como aprendiz de veterinaria más encima pues Tomás había tomado el documento aunque nunca vio su segundo nombre ni apellido, aunque sí verifico que era latina como él. Su madre adoraría eso por algo se había enamorado de uno. — Maldición, parece que no se encuentra. — Replicó cuando llegaron a la casa y al llamarla ella no salió de ninguna parte, soltó un suspiro.
—¿Por qué crees que estás aquí? No pretendo dejarte con los ciervos al ver tu comportamiento, no dejaste de faltar el respeto y no creo que mi madre quiera tener alguien así en el trabajo. — Tomó el intercomunicador y al momento que le contestó uno de los veterinarios dijo — Los ciervos deben ser evaluados y no hay nadie en el sector E58 — Miró a la chica y tuvo que comentar cuando dejo de dar el mensaje.
— Bueno creo que puedes tener tu oportunidad sí pides una disculpa. — Nada de tonterías, la chica era una simple trabajadora y no podía estar con esa actitud ¿Qué pasaría si venían aprendices peores y ella con su mala actitud los mandaba a todos a la mierda? No señor. No quería tenerla en la reserva, solo que sí consideraba que una disculpa podía decir bastante de uno.
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
1. Unexpected
Lorena Calderón - Finales de Marzo- Tromso
No se podian quedar cayados ni un solo segundo. ¿Verdad? Definitivamente no era posible y vaya que los dos resultaron ser bastante bruscos y toscos. El llevándosela cual costal de papas y ella yéndose a los golpes contra su espalda intentando zafarse. Eran como un par de animalitos salvajes. No lo sabían pero tal vez esos conflictos que tenían se debían a una simple cosa. Eran tan parecidos que por eso sus reacciones terminaban chocando unas con otras. - Tonto tu, en todo caso por llamarme pitufa. Te tengo también una noticia, las latinas por lo general somos bajitas... y rabiosas. - dijo añadiendo esto ultimo casi como un gruñido. Es que en realidad tampoco es que se lo tuviera que decir porque era algo de lo que posiblemente ya se había dado cuenta.
Para desgracia cuando al fin llegaron al área de seguridad todo apuntaba a que el moreno posiblemente si era el hijo de la dueña o al menos alguien que no era ajeno a este lugar. No, no era un loco impostor por lo visto. Aunque lo de loco se lo seguía cuestionando. Pero impostor no, eso sí ya comenzaba a quedarle claro. Solo que igual no lo diría. No hasta que al menos él también reconociera que metió la pata con ella. Porque en ningún momento le mintió, nunca dijo ser lo que no era y aun así la trato como delincuente, y por lo visto aun sabiendo que trabajaba allí lo seguía haciendo.
Lorena no sabia si el que la mujer no se encontrara seria para bien o para mal. Porque si lo pensaba bien tal vez era mas para mal que bien. Pues esto daba el tiempo suficiente para que este mal humorado chico le fuera a contar las cosas a su manera y por supuesto, omitiría los detalles en los que él se comportaba como todo un patán. Así que claro, una vez con esas ideas metidas en la cabeza cualquier cosa que ella dijera seria nula. Le iba a creer a su hijo, así de simple. Sí bien que lo sabía. No necesitaba tener una bola de cristal para adivinar eso.
- ¿Mi comportamiento? Yo estaba de lo mas tranquila y contenta con ellos. Si hubieras prestado el mínimo de atención te hubieras dado cuenta que estaba haciendo bien mi trabajo. - le reprocho, seguiría de lo mas feliz atendiendo los animales de no ser porque el llegaba con su mal humor a confrontarla de la nada.
Pero el tema de los ciervos quedo aun lado cuando escucho lo de las disculpas. - ¿Estas loco verdad? ¿Tu me ultrajaste cargándome de un lugar a otro como si fuera un mueble y soy yo la que debo pedir disculpas? Ni lo sueñes. No, no... puedes buscarte un banquito porque te cansaras de esperar. - le aseguro negado y con los brazos cruzados. Le importaba poco que la echara ya a este punto, sus padres fácil podían conseguirle otro lugar donde hacer su practica. Pero jamas se iba a rebajar a complacerlo en eso. Si tan siquiera la disculpa hubiera sido reciproca, tal vez lo haría. De otra forma no.
La morena miro para un lado, miro para él otro. Esperando a ver si despertaba algo de cargo de conciencia del chico y reconociera que el también metió la pata, si lo hacia seguro igual recibiría sus disculpas, si no podría irse a freír espárragos. Así que la muchacha se sentó en el suelo con las piernas cruzadas cual india y recostó su barbilla de su mano, apoyando su brazo sobre uno de sus muslos poniendo su mejor cara de aburrida por tener que perder el tiempo gracias al moreno. Podría verse muy bien, pero vaya que ya le caía como bomba atómica. ¿Porque tenia que ser tan limón?
Para desgracia cuando al fin llegaron al área de seguridad todo apuntaba a que el moreno posiblemente si era el hijo de la dueña o al menos alguien que no era ajeno a este lugar. No, no era un loco impostor por lo visto. Aunque lo de loco se lo seguía cuestionando. Pero impostor no, eso sí ya comenzaba a quedarle claro. Solo que igual no lo diría. No hasta que al menos él también reconociera que metió la pata con ella. Porque en ningún momento le mintió, nunca dijo ser lo que no era y aun así la trato como delincuente, y por lo visto aun sabiendo que trabajaba allí lo seguía haciendo.
Lorena no sabia si el que la mujer no se encontrara seria para bien o para mal. Porque si lo pensaba bien tal vez era mas para mal que bien. Pues esto daba el tiempo suficiente para que este mal humorado chico le fuera a contar las cosas a su manera y por supuesto, omitiría los detalles en los que él se comportaba como todo un patán. Así que claro, una vez con esas ideas metidas en la cabeza cualquier cosa que ella dijera seria nula. Le iba a creer a su hijo, así de simple. Sí bien que lo sabía. No necesitaba tener una bola de cristal para adivinar eso.
- ¿Mi comportamiento? Yo estaba de lo mas tranquila y contenta con ellos. Si hubieras prestado el mínimo de atención te hubieras dado cuenta que estaba haciendo bien mi trabajo. - le reprocho, seguiría de lo mas feliz atendiendo los animales de no ser porque el llegaba con su mal humor a confrontarla de la nada.
Pero el tema de los ciervos quedo aun lado cuando escucho lo de las disculpas. - ¿Estas loco verdad? ¿Tu me ultrajaste cargándome de un lugar a otro como si fuera un mueble y soy yo la que debo pedir disculpas? Ni lo sueñes. No, no... puedes buscarte un banquito porque te cansaras de esperar. - le aseguro negado y con los brazos cruzados. Le importaba poco que la echara ya a este punto, sus padres fácil podían conseguirle otro lugar donde hacer su practica. Pero jamas se iba a rebajar a complacerlo en eso. Si tan siquiera la disculpa hubiera sido reciproca, tal vez lo haría. De otra forma no.
La morena miro para un lado, miro para él otro. Esperando a ver si despertaba algo de cargo de conciencia del chico y reconociera que el también metió la pata, si lo hacia seguro igual recibiría sus disculpas, si no podría irse a freír espárragos. Así que la muchacha se sentó en el suelo con las piernas cruzadas cual india y recostó su barbilla de su mano, apoyando su brazo sobre uno de sus muslos poniendo su mejor cara de aburrida por tener que perder el tiempo gracias al moreno. Podría verse muy bien, pero vaya que ya le caía como bomba atómica. ¿Porque tenia que ser tan limón?
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
1. Unexpected
Tomás Sánchez -- Finales de Marzo - Tromsø
El moreno no dejaba de mirarla ¿Por qué mierdas no entendía que no era por su trabajo sino porque no portaba el uniforme y la credencial? Sí, ahora entendía que era una aprendiz de ahí pero tenía que estar con lo adecuado como estudiante de la universidad porque cualquiera se podía confundir. Sabía que por su culpa probablemente igual iba a tener que ponerse el uniforme cuando retomara la práctica si es que podía dado que estaba bastante ocupado con el asunto de estar a cargo de la reserva junto a su madre. — No entiendes nada y ya estoy cansado de explicarte el motivo porque se nota que todo lo dices ya de manera intencional — Exclamó. No tenía porque ni tiempo para alegar y discutir con una tonta que solo estaba levantando una pared de terquedad que la haría pagar muy caro.
Espero una respuesta quizás si se hubiera disculpado sí lo hubiera hecho pero su respuesta de nuevo lo dejo descolocado sinceramente le estaba faltando olímpicamente el respeto y no tenía modales y seguía haciéndose la fuerte, tan mal, en su opinión no la había tratado y se mofaba de aquello porque solo la cargo hasta donde estaban los de seguridad. Alzó la ceja y boto el suspiro cansino de su garganta.
— De acuerdo — Sabiendo lo que tenía que hacer y ahora que su madre no estaba, solo quedaba llamarla así que saco el celular de su pantalón y por suerte, pudo ubicarla. — ¿Por qué no estás en la casa? Ah.. entiendo. Está bien, da igual. Oye, si me permites voy a despedir a una aprendiz muy falta de respeto de la reserva no ha dejado de contestarme y temo que sea así todo el tiempo con otros, además que solo es un aprendiz hay varios que quedaron en lista de espera. — Su tono de voz fue autoritario y demandante que incluso sorprendió a su madre que orgullosa escuchaba por el otro lado y quién dijo que él podía tomar esas decisiones como su hijo solo que dejo entender que todo el trámite tenía que hacerlo ella junto a recursos humanos.
La sonrisa de Tomás era satisfactoria pero no porque lo había logrado sino que sintió que al menos igual lo estaba considerado, pues siempre había estado bajo la sombra de su hermano lo cual era frustrante. Ella debía tener que la reserva era su vida solo que estaba enfocado mucho más en los animales.
Dejo de conversar y su mirada se dirigió a la morena que seguía sentada. — Está bien, todo solucionado: estás despedida. Tienes que pasar por la tarde o mañana por la mañana hacer todo el papeleo correspondiente con mi madre, generalmente está aquí, ya lo anoto en su agenda. — Murmuró dándole esas indicaciones y sobre la misma se dirigía la puerta, la abría y le permitía el paso para que saliera solo para aclarar más comentó con calma.
—Como aprendiz de veterinaria debes saber comportarte en el lugar donde te han ofrecido trabajo. Yo solo te cargue, diferente habría sido si te hubiera levantado la mano o golpeado, sí te sentiste pasada a llevar solo por ello, estás muy mal, más que no has dejado faltar el respeto cuando principalmente me he quedado callado así que hasta aquí queda tu trabajo, supongo que nos veremos en la universidad. Mi mamá puede dar buenas referencias en otro lugar para que no pierdas tu práctica — Dijo todo con calma pero era un hecho que no iba a tolerar a una chica así que solo formaría conflictos, era como si se fuera contra el director de la universidad. Estaba trabajando ahí y la morena tenía que saber comportarse no podía ser tan chula y con tan poco clase.
Lástima. Pero así eran las reglas en la reserva y ante todo se tomaba en cuenta el respeto, sin duda, tenía que bajar varias rayitas de su ira y descontrol. Igual para que negarlo el poder era así por eso siempre el otro debía saber negociar o hacer entender de una forma que estaba equivocado y además si mal no recordaba Lorena si lo había golpeado.
Espero una respuesta quizás si se hubiera disculpado sí lo hubiera hecho pero su respuesta de nuevo lo dejo descolocado sinceramente le estaba faltando olímpicamente el respeto y no tenía modales y seguía haciéndose la fuerte, tan mal, en su opinión no la había tratado y se mofaba de aquello porque solo la cargo hasta donde estaban los de seguridad. Alzó la ceja y boto el suspiro cansino de su garganta.
— De acuerdo — Sabiendo lo que tenía que hacer y ahora que su madre no estaba, solo quedaba llamarla así que saco el celular de su pantalón y por suerte, pudo ubicarla. — ¿Por qué no estás en la casa? Ah.. entiendo. Está bien, da igual. Oye, si me permites voy a despedir a una aprendiz muy falta de respeto de la reserva no ha dejado de contestarme y temo que sea así todo el tiempo con otros, además que solo es un aprendiz hay varios que quedaron en lista de espera. — Su tono de voz fue autoritario y demandante que incluso sorprendió a su madre que orgullosa escuchaba por el otro lado y quién dijo que él podía tomar esas decisiones como su hijo solo que dejo entender que todo el trámite tenía que hacerlo ella junto a recursos humanos.
La sonrisa de Tomás era satisfactoria pero no porque lo había logrado sino que sintió que al menos igual lo estaba considerado, pues siempre había estado bajo la sombra de su hermano lo cual era frustrante. Ella debía tener que la reserva era su vida solo que estaba enfocado mucho más en los animales.
Dejo de conversar y su mirada se dirigió a la morena que seguía sentada. — Está bien, todo solucionado: estás despedida. Tienes que pasar por la tarde o mañana por la mañana hacer todo el papeleo correspondiente con mi madre, generalmente está aquí, ya lo anoto en su agenda. — Murmuró dándole esas indicaciones y sobre la misma se dirigía la puerta, la abría y le permitía el paso para que saliera solo para aclarar más comentó con calma.
—Como aprendiz de veterinaria debes saber comportarte en el lugar donde te han ofrecido trabajo. Yo solo te cargue, diferente habría sido si te hubiera levantado la mano o golpeado, sí te sentiste pasada a llevar solo por ello, estás muy mal, más que no has dejado faltar el respeto cuando principalmente me he quedado callado así que hasta aquí queda tu trabajo, supongo que nos veremos en la universidad. Mi mamá puede dar buenas referencias en otro lugar para que no pierdas tu práctica — Dijo todo con calma pero era un hecho que no iba a tolerar a una chica así que solo formaría conflictos, era como si se fuera contra el director de la universidad. Estaba trabajando ahí y la morena tenía que saber comportarse no podía ser tan chula y con tan poco clase.
Lástima. Pero así eran las reglas en la reserva y ante todo se tomaba en cuenta el respeto, sin duda, tenía que bajar varias rayitas de su ira y descontrol. Igual para que negarlo el poder era así por eso siempre el otro debía saber negociar o hacer entender de una forma que estaba equivocado y además si mal no recordaba Lorena si lo había golpeado.
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
2. You again
Lorena Calderón - Comienzos de Abril- Discoteca - Outfit
Había sido desafortunado el incidente en la Reserva Natural. Su mal humor, pero andar en sus días del mes le habían jugado una mala pasada. Pero bueno, el chico tampoco fue muy simpático y cortes que digamos. En fin, los días pasaron y Lorena aprovecho simplemente de descansar. Sabía que en cualquier momento sus padres con sus contactos le ayudarían a encontrar otro lugar para hacer la práctica. Solo que en el momento no se los había dicho, estaba muy molesta con lo ocurrido, así que prefirió mejor no meter leña al fuego. Además unas pequeñas vacaciones no venían mal. Bueno, vacaciones o días libres. No importaba. Había aprovechado a ponerse al día... o más bien adelantar tarea de la universidad porque era una nerd. Pero ya era fin de semana, ya había pasado el trago amargo del periodo, así que como dirían por ahí. Hoy es viernes y el cuerpo lo sabe.
En la noche de hoy se iba a divertir. Tomaría, bailaría y si caía algún chico bueno... que pasara lo que tuviera que pasar. La morena era bastante abierta con ello, no es que fuera de las que dijera que jamás pensaría en meterse en una relación seria. Sin embargo, mientras no existiera ese que le moviera el suelo lo suficiente como para decir, este es el que quiero y no hay quien me lo quite, pues ella seguía aprovechando su soltería. Igual también era muy selectiva, tampoco es que se fuera con todos. Más bien, con aquel que encontrara interesante. Lorena lo pensaba y lo pensaba y se decía a sí misma que era realmente una verdadera lástima que hubiera conocido al tal Tomás en dichas circunstancias. Porque bueno, guapo lo encontraba, interesante también y tampoco iba a negar que podía llegar a ser algo masoquista de gustarle esas actitudes retadoras. Pero bueno, ese tema había muerto ahí. No creía que se lo cruzara nuevamente, aun cuando mencionara estar en la misma universidad.
La chica se maquilló, se peinó y se puso el atuendo más despampanante que encontró. Esta noche no pensaba pasar desapercibida. Tal vez era chiquita... pero picosa. Tomo su abrigo y decidió a ir a un bar nuevo que recién abrían en Tromso. Decían que había buena música, variada, y en especial extranjera. Para ser sinceros a la chica le gustaba más que la música noruega. Por alguna razón sentía que no era lo mismo. Le gustaba el lugar claro, pero en cuanto al ámbito musical prefería la latina y la música en inglés más que cualquier otra. Así que este sitio sonaba a ser perfecto para ella.
Sola así fue como llego la morena aspirante a veterinaria a la discoteca. Observo el lugar, ya comenzaba a tener ambiente. La música sonaba, pero aún no había tanta gente. Cosa que tal vez era algo bueno, así podría ver mejor a quienes llegaban allí. La muchacha se sentó en la barra, se quitó el abrigo y lo colgó del espaldar de la silla para luego voltearse al bartender a pedirle un martini. Algo suave, para comenzar.
En la noche de hoy se iba a divertir. Tomaría, bailaría y si caía algún chico bueno... que pasara lo que tuviera que pasar. La morena era bastante abierta con ello, no es que fuera de las que dijera que jamás pensaría en meterse en una relación seria. Sin embargo, mientras no existiera ese que le moviera el suelo lo suficiente como para decir, este es el que quiero y no hay quien me lo quite, pues ella seguía aprovechando su soltería. Igual también era muy selectiva, tampoco es que se fuera con todos. Más bien, con aquel que encontrara interesante. Lorena lo pensaba y lo pensaba y se decía a sí misma que era realmente una verdadera lástima que hubiera conocido al tal Tomás en dichas circunstancias. Porque bueno, guapo lo encontraba, interesante también y tampoco iba a negar que podía llegar a ser algo masoquista de gustarle esas actitudes retadoras. Pero bueno, ese tema había muerto ahí. No creía que se lo cruzara nuevamente, aun cuando mencionara estar en la misma universidad.
La chica se maquilló, se peinó y se puso el atuendo más despampanante que encontró. Esta noche no pensaba pasar desapercibida. Tal vez era chiquita... pero picosa. Tomo su abrigo y decidió a ir a un bar nuevo que recién abrían en Tromso. Decían que había buena música, variada, y en especial extranjera. Para ser sinceros a la chica le gustaba más que la música noruega. Por alguna razón sentía que no era lo mismo. Le gustaba el lugar claro, pero en cuanto al ámbito musical prefería la latina y la música en inglés más que cualquier otra. Así que este sitio sonaba a ser perfecto para ella.
Sola así fue como llego la morena aspirante a veterinaria a la discoteca. Observo el lugar, ya comenzaba a tener ambiente. La música sonaba, pero aún no había tanta gente. Cosa que tal vez era algo bueno, así podría ver mejor a quienes llegaban allí. La muchacha se sentó en la barra, se quitó el abrigo y lo colgó del espaldar de la silla para luego voltearse al bartender a pedirle un martini. Algo suave, para comenzar.
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
2. You Again
Tomás Sánchez - Principios de Abril - Discoteca - Outfit
El asunto de Lorena Calderón lo había dejado pasar aún cuando recibió un suave regaño de su madre que no podía tratar a los empleados así que se iban a espantar y podía pasar con cualquiera que tuviera carácter. De todos modos, estaba muy espantada por el arrebato de la chica, pero la mujer sabía como actuar y luego le comentó de su proceder, diciendo que su actuar era muy distinto.
Asumiendo que tenía que controlarse y buscar otra forma para tratar a los empleados solo se dedicó a mejorar y encargarse un poco en el negocio, sentía que había pocas posibilidades de volver a la universidad con todo lo que había que hacer que sin duda, lo tenía frustrado porque estaban limitando sus verdaderos sueños.
Durante ese par de días, estuvo de aquí para allá en la reserva donde muchas veces se quedaba mirando el proceder de algunos veterinarios de la zona, donde incluso algunos eran profesores de la facultad.
Fue como llegó el viernes y sabía que tendría que calentar su garganta con una bebida fuerte, escuchar de música más prendida como le gustaba a padre por sus genes latinos aunque sabía que no había sacado ese talento para bailar. Y bien, justo lo había llamado por teléfono una chica llamada Shelby, que era su compañera de universidad, una pelirroja fantástica y cero complicada en cuanto a su pensar que no le gustaba del todo el compromiso.
Había decidido salir con ella a aquella discoteca para ponerse al día y sabiendo como terminarían, estaba muy animado y dispuesto. La pelirroja estaba despampanante y lo estaba esperando afuera cuando llegó a las afueras de la disco que a esa hora todo estaba recién comenzando ni siquiera se escuchaba tanta música.
Solo que como era más tranquilo y no de aquellos que estarían bailando solo se fueron a un rincón a beber y comer. El ambiente estaba calmo y con una temperatura acorde, las paredes eran adornadas con una tenue luz verde como si fueran auroras boreales y el techo con más iluminación tenía un toque azul mar. S Hasta en ese momento, la música era tranquila aunque en español que hasta se podría considerar romántica. Era lógico, que la gente más motivada llegaba más tarde y por supuesto, fue como empezaron a pasar las horas.
Se había limitado en beber solo por Shelby y solo por unos instantes, creyó que no fue el mejor plan traerla a pesar de aquellos exquisitos besos que en ocasiones robaba y solo se dejaba guiar, correspondiendo uno por uno.
Y en estaba en pleno beso, cuando vio pasar a unos metros de él, una morena fascinante que había hecho voltear a unos cuantos cuando paso como si nada hasta el bar. Detuvo el beso, y como estaba bien posicionado para poder mirarla, solo empieza a analizarla con la mirada hasta que se voltea y todo ese deseo se desvanece al comprobar que era la irritante Lorena. Suponiendo que estaba mejor o venía quitar las penas por el despido hace unos días, solo que vaya que era una sorpresa y ahora si tenía un outfit que sí motivaba contemplar. Totalmente diferente a como la conoció.
—¿Pasa algo? Te noto distraído — Fue la pregunta de Shelby que lo distrajo. Niega con la cabeza y su mirada se centra en ella. — Nada, solo creí que había visto a alguien conocido, pero me equivoque — Masculló, prefería dejar todo ahí y que la morena no notara su presencia, sin embargo, fue demasiado tarde para pensarlo porque sus miradas se cruzaron.
Asumiendo que tenía que controlarse y buscar otra forma para tratar a los empleados solo se dedicó a mejorar y encargarse un poco en el negocio, sentía que había pocas posibilidades de volver a la universidad con todo lo que había que hacer que sin duda, lo tenía frustrado porque estaban limitando sus verdaderos sueños.
Durante ese par de días, estuvo de aquí para allá en la reserva donde muchas veces se quedaba mirando el proceder de algunos veterinarios de la zona, donde incluso algunos eran profesores de la facultad.
Fue como llegó el viernes y sabía que tendría que calentar su garganta con una bebida fuerte, escuchar de música más prendida como le gustaba a padre por sus genes latinos aunque sabía que no había sacado ese talento para bailar. Y bien, justo lo había llamado por teléfono una chica llamada Shelby, que era su compañera de universidad, una pelirroja fantástica y cero complicada en cuanto a su pensar que no le gustaba del todo el compromiso.
Había decidido salir con ella a aquella discoteca para ponerse al día y sabiendo como terminarían, estaba muy animado y dispuesto. La pelirroja estaba despampanante y lo estaba esperando afuera cuando llegó a las afueras de la disco que a esa hora todo estaba recién comenzando ni siquiera se escuchaba tanta música.
Solo que como era más tranquilo y no de aquellos que estarían bailando solo se fueron a un rincón a beber y comer. El ambiente estaba calmo y con una temperatura acorde, las paredes eran adornadas con una tenue luz verde como si fueran auroras boreales y el techo con más iluminación tenía un toque azul mar. S Hasta en ese momento, la música era tranquila aunque en español que hasta se podría considerar romántica. Era lógico, que la gente más motivada llegaba más tarde y por supuesto, fue como empezaron a pasar las horas.
Se había limitado en beber solo por Shelby y solo por unos instantes, creyó que no fue el mejor plan traerla a pesar de aquellos exquisitos besos que en ocasiones robaba y solo se dejaba guiar, correspondiendo uno por uno.
Y en estaba en pleno beso, cuando vio pasar a unos metros de él, una morena fascinante que había hecho voltear a unos cuantos cuando paso como si nada hasta el bar. Detuvo el beso, y como estaba bien posicionado para poder mirarla, solo empieza a analizarla con la mirada hasta que se voltea y todo ese deseo se desvanece al comprobar que era la irritante Lorena. Suponiendo que estaba mejor o venía quitar las penas por el despido hace unos días, solo que vaya que era una sorpresa y ahora si tenía un outfit que sí motivaba contemplar. Totalmente diferente a como la conoció.
—¿Pasa algo? Te noto distraído — Fue la pregunta de Shelby que lo distrajo. Niega con la cabeza y su mirada se centra en ella. — Nada, solo creí que había visto a alguien conocido, pero me equivoque — Masculló, prefería dejar todo ahí y que la morena no notara su presencia, sin embargo, fue demasiado tarde para pensarlo porque sus miradas se cruzaron.
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
2. You again
Lorena Calderón - Comienzos de Abril- Discoteca - Outfit
Hoy era viernes y el cuerpo lo sabía. Así que no habría posibilidad alguna de pasarlo mal. No señores, hoy Lorena estaba decidida a tener una gran noche. Con algo de suerte ni siquiera saldría de este lugar sola. No, para nada y con esa pinta que se dio aseguraba eso. Sensualidad ante todo, sexy, coqueta pero sin exagerar con la vulgaridad. Así era la morena. Por eso igual le había picado tanto cuando Tomás señaló que no le sentaba bien aquella playera. ¿Qué diría de la de ahora sí la viera? ¿Pensaría igual? No lo creía, porque para su entender aquel bustier a lo Selena Quintanilla le sentaba de maravilla. Si hasta se podría atrever pararse en la tarima de karsoke y entonar una de sus canciones para hacer homenaje a su look. Además si que había notado que varios habían volteado a verla.
Ese Martini estaba en su punto, ni muy cargado pero tampoco con poco alcohol. Jugaba con su cabello mientras observa la gente llegar sentada desde el área de la barra. Tal vez podría encontrar a su "víctima ". Pero no podía ser cualquiera. Debía de ser alguien interesante. No sé fijaría en cualquier pela gatos de por ahí. Que incluso le podían resultar irritantes.
La chica quería bailar por ende le hubiera gustado que ya estuviera sonando una canción movida. De todos modos tampoco se hubiera quejado de bailar una suave. ¿Porque no? Un baile muy apretado no estaba mal tampoco. Pero bueno, igual ella estaba aún en su búsqueda. Sus ojos se comenzaban a enfocar en el área de las mesas. Había una pareja que parecía que de tanto en tanto se besaban. Solo que noto que era la chica la que insistía en algo de atención. De hecho el chico se le hizo familiar. Es más podría jurar que llego a mirarla. Por un momento se detuvo a verlo, le intrigaba esa sensación de conocerlo. Hasta que dio con quién era al momento de que sus miradas se cruzaron. Nada más y nada menos que Tomás. La vida a veces daba curiosas sorpresas.
Una sonrisa apareció en su rostro. Quizás podría presentar un gran reto y eso le gustaba. Porque sabía que después de lo ocurrido en la reserva seguro la vería feo de buenas a primeras. Pero podía algo le decía que podía hacerlo cambiar de parecer. Que conociera a la verdadera Lorena. Así que sin importar su compañía porque igual no parecía estar completamente satisfecho, la morena se puso en pie. Acomodo su cabello, se aseguró de tener el labial bien, y acomodo bien su busto en aquella diminuta prenda. Tomo su martini y camino hacia su dirección.
- Buenas noches Tomás. - saludó. -¿Interrumpo algo? Ummm, creo que no. - se respondió ella misma. - Tu tienes cara de querer bailar. Probablemente lo haces muy, pero muy bien. Lastima que ella no tiene cara de eso se le tanto.- Comentó divertida y en tono algo retante para la chica. Oh sí, sería igual divertido hacer un duelo de baile.
Ese Martini estaba en su punto, ni muy cargado pero tampoco con poco alcohol. Jugaba con su cabello mientras observa la gente llegar sentada desde el área de la barra. Tal vez podría encontrar a su "víctima ". Pero no podía ser cualquiera. Debía de ser alguien interesante. No sé fijaría en cualquier pela gatos de por ahí. Que incluso le podían resultar irritantes.
La chica quería bailar por ende le hubiera gustado que ya estuviera sonando una canción movida. De todos modos tampoco se hubiera quejado de bailar una suave. ¿Porque no? Un baile muy apretado no estaba mal tampoco. Pero bueno, igual ella estaba aún en su búsqueda. Sus ojos se comenzaban a enfocar en el área de las mesas. Había una pareja que parecía que de tanto en tanto se besaban. Solo que noto que era la chica la que insistía en algo de atención. De hecho el chico se le hizo familiar. Es más podría jurar que llego a mirarla. Por un momento se detuvo a verlo, le intrigaba esa sensación de conocerlo. Hasta que dio con quién era al momento de que sus miradas se cruzaron. Nada más y nada menos que Tomás. La vida a veces daba curiosas sorpresas.
Una sonrisa apareció en su rostro. Quizás podría presentar un gran reto y eso le gustaba. Porque sabía que después de lo ocurrido en la reserva seguro la vería feo de buenas a primeras. Pero podía algo le decía que podía hacerlo cambiar de parecer. Que conociera a la verdadera Lorena. Así que sin importar su compañía porque igual no parecía estar completamente satisfecho, la morena se puso en pie. Acomodo su cabello, se aseguró de tener el labial bien, y acomodo bien su busto en aquella diminuta prenda. Tomo su martini y camino hacia su dirección.
- Buenas noches Tomás. - saludó. -¿Interrumpo algo? Ummm, creo que no. - se respondió ella misma. - Tu tienes cara de querer bailar. Probablemente lo haces muy, pero muy bien. Lastima que ella no tiene cara de eso se le tanto.- Comentó divertida y en tono algo retante para la chica. Oh sí, sería igual divertido hacer un duelo de baile.
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
2. You Again
Tomás Sánchez - Principios de Abril - Discoteca - Outfit
Tomás se sintió un verdadero idiota en pensar que nunca más volvería a verla. Como ya no estaba en la universidad las palabras de la única vez que se encontraron y todo había ido mal, fueron vacías y claro, por supuesto, que seguiría en Noruega y frecuentando el único lugar latino de Tromsø pues el otro estaba en Reinen.
Eran pocos latinos en Noruega, solo que el moreno había vivido allí desde que era un niño aunque visitaba mucho a sus abuelos todo el tiempo era una forma también de honrar la memoria de su papá a quién extrañaba todos los días. Alza la ceja, cuando nota que se había percatado de su presencia y aunque debía mantener su atención en la otra chica, era imposible con ese caminar tan sensual y atrevido ¿Es qué acaso estaba siendo seductora a propósito?
Solo se limita a mirarla cuando llega a donde se encontraban y le pedía bailar. Hace tiempo que no lo hacía, sus movimientos no eran tan sueltos como los de su padre que era un experto llevando todo lo de América Latina en la sangre aunque debía reconocer que lo hacía mucho mejor que Guillermo. Sin embargo, solo se preguntó que esperaba en sacarlo a bailar y siendo tan desconfiado como era imaginaba que quería volver al trabajo y estaba usando una estrategia de seducción para que cambiara su opinión.
Tampoco le gusto que pasara a llevar a Shelby de esa forma cuando la chica no estaba haciendo nada, solo estar con él y disfrutando del ambiente. Era lógico que la tenía solo para los momentos apasionados y ningún sentimiento más fuerte que una amistad con algunos beneficios habían sido generados hacia a ella. Suponía que Shelby pensaba lo mismo porque jamás se había quejado de ciertos rechazos y sobre todo, cuando pasaba mucho más tiempo con Liv y con quién hasta su madre creía que se iba a casar pues a pesar de ser su mejor amiga desde el colegio también era su mejor amante.
Presentía que Lorena había llegado a su vida a solo revolver todo lo que tenía pensado y se preguntó si hizo bien en despedirla, quizás lo mejor que pudo hacer fue dejarla y ya, cero atención, cada uno por su lado. — Hola, Lorena ¿Qué tal te va en estos días libres? — Imagino que los tendría libres aunque ni idea, porque también era posible que hubiera encontrado trabajo y por ello también quería quitar ese estrés un viernes por la noche. Lo había tomado desprevenido pero aún así tenía que rechazarla. — Me parece que…— No alcanza a responder nada porque fue Shelby que enojada y entendiendo que quería sacarla del camino, le respondió. — ¿Cuál es tu problema? ¿Es que acaso no notas que estamos ocupados y solo estás perdiendo tu tiempo? — cuestionó, dedicándole una mirada arrasadora y amenazadora. Jamás la había visto así. — ¡Y por supuesto que sé bailar! — Con osadía, Shelby tomó el brazo de Tomás que algo sorprendido solo se deja guiar por la pelirroja y le lanza una mirada a Lorena encogiéndose de hombros. Esperaba que Shelby no se estuviera tomando más ventajas de las que contaba así que debía buscar el momento para hablar con ella.
Fue cuando la música bailable comenzó y Shelby se apega a él, dejándolo estático, cerquita estaba Lorena con otro tipo que sí termino por aceptar su baile. Maldición, igual lo había deseado solo que ya no sería así
Eran pocos latinos en Noruega, solo que el moreno había vivido allí desde que era un niño aunque visitaba mucho a sus abuelos todo el tiempo era una forma también de honrar la memoria de su papá a quién extrañaba todos los días. Alza la ceja, cuando nota que se había percatado de su presencia y aunque debía mantener su atención en la otra chica, era imposible con ese caminar tan sensual y atrevido ¿Es qué acaso estaba siendo seductora a propósito?
Solo se limita a mirarla cuando llega a donde se encontraban y le pedía bailar. Hace tiempo que no lo hacía, sus movimientos no eran tan sueltos como los de su padre que era un experto llevando todo lo de América Latina en la sangre aunque debía reconocer que lo hacía mucho mejor que Guillermo. Sin embargo, solo se preguntó que esperaba en sacarlo a bailar y siendo tan desconfiado como era imaginaba que quería volver al trabajo y estaba usando una estrategia de seducción para que cambiara su opinión.
Tampoco le gusto que pasara a llevar a Shelby de esa forma cuando la chica no estaba haciendo nada, solo estar con él y disfrutando del ambiente. Era lógico que la tenía solo para los momentos apasionados y ningún sentimiento más fuerte que una amistad con algunos beneficios habían sido generados hacia a ella. Suponía que Shelby pensaba lo mismo porque jamás se había quejado de ciertos rechazos y sobre todo, cuando pasaba mucho más tiempo con Liv y con quién hasta su madre creía que se iba a casar pues a pesar de ser su mejor amiga desde el colegio también era su mejor amante.
Presentía que Lorena había llegado a su vida a solo revolver todo lo que tenía pensado y se preguntó si hizo bien en despedirla, quizás lo mejor que pudo hacer fue dejarla y ya, cero atención, cada uno por su lado. — Hola, Lorena ¿Qué tal te va en estos días libres? — Imagino que los tendría libres aunque ni idea, porque también era posible que hubiera encontrado trabajo y por ello también quería quitar ese estrés un viernes por la noche. Lo había tomado desprevenido pero aún así tenía que rechazarla. — Me parece que…— No alcanza a responder nada porque fue Shelby que enojada y entendiendo que quería sacarla del camino, le respondió. — ¿Cuál es tu problema? ¿Es que acaso no notas que estamos ocupados y solo estás perdiendo tu tiempo? — cuestionó, dedicándole una mirada arrasadora y amenazadora. Jamás la había visto así. — ¡Y por supuesto que sé bailar! — Con osadía, Shelby tomó el brazo de Tomás que algo sorprendido solo se deja guiar por la pelirroja y le lanza una mirada a Lorena encogiéndose de hombros. Esperaba que Shelby no se estuviera tomando más ventajas de las que contaba así que debía buscar el momento para hablar con ella.
Fue cuando la música bailable comenzó y Shelby se apega a él, dejándolo estático, cerquita estaba Lorena con otro tipo que sí termino por aceptar su baile. Maldición, igual lo había deseado solo que ya no sería así
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
2. You again
Lorena Calderón - Comienzos de Abril- Discoteca - Outfit
Tomando en cuenta el lugar no debería de parecerle a ninguno de los dos extraño el encontrarse al otro en un lugar como este. Menos un día viernes, día en el cual por lo general los más jóvenes les gustaba utilizar para salir y divertirse. Pues solía ser el último día laboral para la mayoría y por ende si se amenecian no pasaba absolutamente nada. Igual Lorena sabía que debía de aprovechar ahora que solo era una estudiante y tenía ese privilegio llamado fin de semana porque una vez obtuviera su título de veterinaria a menos que tuviera su propia clínica donde imponer sus reglas y horarios tendría que adaptarse al de otros. Además como dirían por ahí, las emergencias no avisan. Por algo son emergencias así que debía de estar disponible para cuando ocurriera. Pero nada, ahora no debía de preocuparse por eso. Mucho menos cuando ni siquiera estaba trabajando en estos momentos cortesía de cierto moreno que ahora pasaba sus ojos en ella aunque luego quisiera negarlo.
La morena era muy decidida cuando quería algo y más si se trataba de chicos. En estos momentos muy poco le importaba el hecho de que hubieran tenido ese incidente en la Reserva Natural. Ella quería hacer que lo olvidara. Buscaría la forma de hacer como si no paso y comenzar de nuevo. Nada que ver con el trabajo. Lore podía ser orgullosa así que no le pediría ningún favor a cambio. De regresar porque siendo sinceros aunque dijera que podría facil buscar otro lugar, ella quería ese. No por nada fue su primera elección. Por lo que todo lo que ahora hacía era más por su orgullo y capricho de mujer. Tomás le había fascinado y eso era lo le importaba. Sí, Lorena podía ser muy perra con otras chicas si sentía que eran un obstáculo. Como lo era el caso de la pelirroja que lo acompañaba y que unl de sus sentidos le decía que no era realmente su pareja. Pues la estudiante de veterinaria era muy observadora.
Si pensaba que lograría irritarla con la pregunta para que recordará el incidente y se fuera no lo lograría. Hoy venía muy relajada y tal como declaró antes de salir aquel antro, nada estropearia su noche. Por el contrario, solo podía ponerse más interesante. - Me han sentado de maravilla. ¿No lo vez? - decía jugando con el cabello. - Creo que vivía muy ajetreada, siempre es bueno para un detente y pensar en una misma. - aseguro sin borrar la sonrisa del rostro. Cuando la otra chica hablo la morena solo alzó una ceja cruzando los brazos pero manteniéndose serena. Cosa que de seguro tomaría a Tomás por sorpresa comparado a su pleito con él. Pero debían entender, eso fue el resultado de un cúmulo de cosas. Era un caso totalmente diferente. - No estés tan segura de estar perdiendo el tiempo. No soy ciega. Quizás es otra la que no se da cuenta de estar perdiendolo. Pero bueno que le vamos hacer. - añadió tranquila llevando sus manos a las caderas.
- Bueno, perfecto. Esto incluso puede ser divertido. A ver quién baila mejor. - le dijo lamzando un beso a la chica solo por fastidiar. Cuando la pelirroja arrastró a un sorprendido Tomás a la pista. La morena aprovechando de que Tom no fue el único en voltear a verla arrastro con sigo a uno de los tipos que le miro y sabía no se negaría a bailar con ella. - Veremos quien tiene mejor ritmo de las dos. - le aseguro ahora viendo al noruego y dándole una guiñada. Algo le decía que no saldría de esa disco sin él. Como era de esperarse la música latina movida comenzó cosa que Lorena aprovecho al máximo dándole movimiento a sus caderas de la manera más sensual posible. Veía difícil que una noruega pura logrará igualar el sabor latino.
La morena era muy decidida cuando quería algo y más si se trataba de chicos. En estos momentos muy poco le importaba el hecho de que hubieran tenido ese incidente en la Reserva Natural. Ella quería hacer que lo olvidara. Buscaría la forma de hacer como si no paso y comenzar de nuevo. Nada que ver con el trabajo. Lore podía ser orgullosa así que no le pediría ningún favor a cambio. De regresar porque siendo sinceros aunque dijera que podría facil buscar otro lugar, ella quería ese. No por nada fue su primera elección. Por lo que todo lo que ahora hacía era más por su orgullo y capricho de mujer. Tomás le había fascinado y eso era lo le importaba. Sí, Lorena podía ser muy perra con otras chicas si sentía que eran un obstáculo. Como lo era el caso de la pelirroja que lo acompañaba y que unl de sus sentidos le decía que no era realmente su pareja. Pues la estudiante de veterinaria era muy observadora.
Si pensaba que lograría irritarla con la pregunta para que recordará el incidente y se fuera no lo lograría. Hoy venía muy relajada y tal como declaró antes de salir aquel antro, nada estropearia su noche. Por el contrario, solo podía ponerse más interesante. - Me han sentado de maravilla. ¿No lo vez? - decía jugando con el cabello. - Creo que vivía muy ajetreada, siempre es bueno para un detente y pensar en una misma. - aseguro sin borrar la sonrisa del rostro. Cuando la otra chica hablo la morena solo alzó una ceja cruzando los brazos pero manteniéndose serena. Cosa que de seguro tomaría a Tomás por sorpresa comparado a su pleito con él. Pero debían entender, eso fue el resultado de un cúmulo de cosas. Era un caso totalmente diferente. - No estés tan segura de estar perdiendo el tiempo. No soy ciega. Quizás es otra la que no se da cuenta de estar perdiendolo. Pero bueno que le vamos hacer. - añadió tranquila llevando sus manos a las caderas.
- Bueno, perfecto. Esto incluso puede ser divertido. A ver quién baila mejor. - le dijo lamzando un beso a la chica solo por fastidiar. Cuando la pelirroja arrastró a un sorprendido Tomás a la pista. La morena aprovechando de que Tom no fue el único en voltear a verla arrastro con sigo a uno de los tipos que le miro y sabía no se negaría a bailar con ella. - Veremos quien tiene mejor ritmo de las dos. - le aseguro ahora viendo al noruego y dándole una guiñada. Algo le decía que no saldría de esa disco sin él. Como era de esperarse la música latina movida comenzó cosa que Lorena aprovecho al máximo dándole movimiento a sus caderas de la manera más sensual posible. Veía difícil que una noruega pura logrará igualar el sabor latino.
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
2. You Again
Tomás Sánchez - Principios de Abril - Discoteca - Outfit
Tomás aún estaba muy sorprendido. ¿Qué carajos? Lo confundía. No entendía para nada esa nueva personalidad, se preguntaba sí era bipolar o algo así porque era totalmente distinta a como la había conocido de esa manera tan arrasadora y contestona, al punto, que lo golpeo por haberla tomado en brazos ¿Estaba bebida o drogada? No, no lo parecía.
Solo se limitaba a mirarla con esa expresión confusa en su rostro y tratando de mantener la calma porque tampoco iba a dejarla con las palabras en la boca cuando no estaba siendo desagradable. Aún no se confiaba esto solo podría ser parte de un juego, sin embargo, quería ser parte y quería entrar para comprobar con qué iba a salir. Total, luego iba a devolvérsela y terminaría ganando.
Inconscientemente y esta vez no de tal manera que estaba buscando su nombre en una piocha o algo así; su mirada se deslizo por su escote porque ahora sí que mostraba más de la cuenta y hasta tenía que reconocer que era la blusa la cual no entonaba bien en ella. Volvió a subir la mirada a sus ojos esperando casi un reclamo solo que ella seguía sonriendo.
— Entonces sí te hice un gran favor, estás mucho más sonriente. Ojalá te hubiera conocido así. — Terminó por reconocer, evidentemente, todo hubiera sido completamente distinto y en todos los aspectos, así que también se ponía a pensar sobre eso, dado que también era de los tipos que le gustaba tomar la iniciativa. — Eso sí lo creo, maldito estrés. — Solo bastó una sonrisa de su parte para que Shelby se enojara con Lorena y él, sacando un lado de su persona que no le agrado del todo, porque se suponía que a ella tampoco le gustaba el compromiso y esas clases de cursilerías para que mostrara celos inútiles donde iba a salir perdiendo. No conocía las palabras celos en su vocabulario.
Así que verse involucrado en una competencia de baile donde por supuesto que ganaría la morena fue divertido y desagradable a la vez para el moreno.
Había que decir que Shelby no bailaba nada bien y se veía que solo hizo esto por agrandada y precipitada, Lorena la estaba hundiendo con aquellos movimientos de cadera y de un lado para otro. La forma que sonreía y mostraba candela ya tenía unos cuantos babosos que solo la contemplando a ella. — Te está destrozando. — No podía hacer mucho pero la guiaba de un lado para otro, sabiendo que podría llevar mejor a Lorena porque el otro tipo tampoco lo hacía bien.
Terminó la música y la victoria fue evidente. Shelby avergonzada terminó por largarse del local y aunque quiso decirle que se fuera con ella, ya Tomás tenía esa mirada de: Mejor aléjate.
El noruego se llevó la mano a la frente ahora se había quedado sin acompañante y aunque sería fácil encontrar a una no le apetecía. Por lo tanto, se fue a la barra, pidió un par de shot de tequila que se los tomó a golpe uno por uno, marchándose a fumar al sector trasero. No sin antes de lanzarle una mirada a la latina, y si lo seguía iba a entrar a ese juego que quería ver como terminaba. En el fondo, tuvo un presentimiento que estaba jugando con fuego solo que lo ignoró.
Solo se limitaba a mirarla con esa expresión confusa en su rostro y tratando de mantener la calma porque tampoco iba a dejarla con las palabras en la boca cuando no estaba siendo desagradable. Aún no se confiaba esto solo podría ser parte de un juego, sin embargo, quería ser parte y quería entrar para comprobar con qué iba a salir. Total, luego iba a devolvérsela y terminaría ganando.
Inconscientemente y esta vez no de tal manera que estaba buscando su nombre en una piocha o algo así; su mirada se deslizo por su escote porque ahora sí que mostraba más de la cuenta y hasta tenía que reconocer que era la blusa la cual no entonaba bien en ella. Volvió a subir la mirada a sus ojos esperando casi un reclamo solo que ella seguía sonriendo.
— Entonces sí te hice un gran favor, estás mucho más sonriente. Ojalá te hubiera conocido así. — Terminó por reconocer, evidentemente, todo hubiera sido completamente distinto y en todos los aspectos, así que también se ponía a pensar sobre eso, dado que también era de los tipos que le gustaba tomar la iniciativa. — Eso sí lo creo, maldito estrés. — Solo bastó una sonrisa de su parte para que Shelby se enojara con Lorena y él, sacando un lado de su persona que no le agrado del todo, porque se suponía que a ella tampoco le gustaba el compromiso y esas clases de cursilerías para que mostrara celos inútiles donde iba a salir perdiendo. No conocía las palabras celos en su vocabulario.
Así que verse involucrado en una competencia de baile donde por supuesto que ganaría la morena fue divertido y desagradable a la vez para el moreno.
Había que decir que Shelby no bailaba nada bien y se veía que solo hizo esto por agrandada y precipitada, Lorena la estaba hundiendo con aquellos movimientos de cadera y de un lado para otro. La forma que sonreía y mostraba candela ya tenía unos cuantos babosos que solo la contemplando a ella. — Te está destrozando. — No podía hacer mucho pero la guiaba de un lado para otro, sabiendo que podría llevar mejor a Lorena porque el otro tipo tampoco lo hacía bien.
Terminó la música y la victoria fue evidente. Shelby avergonzada terminó por largarse del local y aunque quiso decirle que se fuera con ella, ya Tomás tenía esa mirada de: Mejor aléjate.
El noruego se llevó la mano a la frente ahora se había quedado sin acompañante y aunque sería fácil encontrar a una no le apetecía. Por lo tanto, se fue a la barra, pidió un par de shot de tequila que se los tomó a golpe uno por uno, marchándose a fumar al sector trasero. No sin antes de lanzarle una mirada a la latina, y si lo seguía iba a entrar a ese juego que quería ver como terminaba. En el fondo, tuvo un presentimiento que estaba jugando con fuego solo que lo ignoró.
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
2. You again
Lorena Calderón - Comienzos de Abril- Discoteca - Outfit
Todos tenían sus días malos, y si se cruzaban con alguien que tampoco era tan manso que digamos podrían sacar lo peor de la persona. Era por esto que la personalidad de Lorena en el bar contrastaba con la que tuvo en la reserva. Ella podía ser muy agradable cuando se lo proponía y también una maldita cuando lo deseaba. Hoy estaba relajada y se daba cuenta de que aquel chico se le hacía más interesante de lo que había visto hacía unos días atrás. La noche apenas comenzaba, así que ni siquiera se trataba de que se encontrara borracha. Para nada, ella sabía perfectamente lo que estaba haciendo. Necesitaba pasar una buena noche y se aseguraría de que así fuera.
Evidentemente que el moreno se encontrara confundido. La noruega lo pudo notar en la expresión de su rostro. Pero ella le mostraría como era divertirse de verdad y sobre todo como era que se podía comenzar desde cero con alguien. ¿Por qué no? Mientras no se tratara de algo grave, algo así era posible. Porque eso era otro detalle, ella tampoco era de las que perdonara tan fácil, a menos que se tratara de alguien a quien apreciaría demasiado y que no fuera algo imperdonable. A Tomás no lo conocía como para caer en la categoría de alguien a quien apreciar demasiado, pero si en la parte de que no era algo imperdonable. ¿Un empleo de menos? No era motivo para echarse a morir. Ella no era una muerta de hambre que su vida dependía de ello para sobrevivir. Así que como dirían por ahí, lo que paso... paso.
Lorena no dijo nada al sentir su mirada posada sobre su busto. A ver si ahora sí pensaba que le sentaba mal la playera. Era demasiado obvio que había llamado toda su atención. La pelirroja comenzaba a quedar en un segundo plano. Podrían llamarla maldita, podrían llamarla perra... pero no podían llamarla ladrona. Porque desde que el chico la vio entrar, toda la atención termino sobre ella. Por tanto, la otra chica no podía demandar que llego hasta ellos para robarle la atención de Tomás porque ya desde hace rato la había perdido. Incluso desde antes que la propia estudiante de veterinaria se diera cuenta de que Tom la estaba viendo. - Sí. ¿Acaso no me ha sentado mejor? ¿No crees? Ya te lo dije, fue un mal día... ni modo. Pero igual siempre se puede comenzar de nuevo. - seguía ella hablándole olvidando a la otra chica. No la estaba tratando mal en el sentido de que le dijera cosas feas, pero sí era como si tuviera un fantasma a su lado. Claro, hasta que la pelirroja se enojó y arrastró al chico a la pista.
Vergüenza ajena era lo que daba la pelirroja bailando. Para Lore era todo tan natural moverse, con un encanto que envolvía a cualquiera. Era como un don que no todas podían tener, en especial las de este hemisferio. No era por juzgar, pero definitivamente no era su lado noruego el que estaba saliendo a flote en estos momentos. Una sonrisita apareció al notar como la otra volaba de allí. Se lo había buscado. Por lo que Lorena ahí se fue de la pista, tenía a unos cuantos detrás de ella, pero la morena solo los despacho. Ella tenía otros intereses, noto como Tomás se había alejado hacia la barra y tomaba un trago para luego hacerle una seña. La chica mordió su labio inferior coqueta y sutilmente salió detrás de él.
- Fue una lástima que no nos dejaran bailar. Hubiera sido más divertido si hubiéramos sido únicamente nosotros. - le decía mientras se recostaba de la pared jugando con el cabello. - Como te decía hace un rato. ¿Qué tal si comenzamos otra vez? - le pregunto en un tono coqueto, acercándose a él, jugando con el cuello de su camisa mientras lo miraba a los ojos batiendo las pestañas. - Hola... soy Lorena Calderón. - poniéndose en puntitas se lo decía al oído. - ¿Aun te sigue pareciendo que me sientan mal las playeras? no creas que no lo note. - añadió con una guiñada.
Evidentemente que el moreno se encontrara confundido. La noruega lo pudo notar en la expresión de su rostro. Pero ella le mostraría como era divertirse de verdad y sobre todo como era que se podía comenzar desde cero con alguien. ¿Por qué no? Mientras no se tratara de algo grave, algo así era posible. Porque eso era otro detalle, ella tampoco era de las que perdonara tan fácil, a menos que se tratara de alguien a quien apreciaría demasiado y que no fuera algo imperdonable. A Tomás no lo conocía como para caer en la categoría de alguien a quien apreciar demasiado, pero si en la parte de que no era algo imperdonable. ¿Un empleo de menos? No era motivo para echarse a morir. Ella no era una muerta de hambre que su vida dependía de ello para sobrevivir. Así que como dirían por ahí, lo que paso... paso.
Lorena no dijo nada al sentir su mirada posada sobre su busto. A ver si ahora sí pensaba que le sentaba mal la playera. Era demasiado obvio que había llamado toda su atención. La pelirroja comenzaba a quedar en un segundo plano. Podrían llamarla maldita, podrían llamarla perra... pero no podían llamarla ladrona. Porque desde que el chico la vio entrar, toda la atención termino sobre ella. Por tanto, la otra chica no podía demandar que llego hasta ellos para robarle la atención de Tomás porque ya desde hace rato la había perdido. Incluso desde antes que la propia estudiante de veterinaria se diera cuenta de que Tom la estaba viendo. - Sí. ¿Acaso no me ha sentado mejor? ¿No crees? Ya te lo dije, fue un mal día... ni modo. Pero igual siempre se puede comenzar de nuevo. - seguía ella hablándole olvidando a la otra chica. No la estaba tratando mal en el sentido de que le dijera cosas feas, pero sí era como si tuviera un fantasma a su lado. Claro, hasta que la pelirroja se enojó y arrastró al chico a la pista.
Vergüenza ajena era lo que daba la pelirroja bailando. Para Lore era todo tan natural moverse, con un encanto que envolvía a cualquiera. Era como un don que no todas podían tener, en especial las de este hemisferio. No era por juzgar, pero definitivamente no era su lado noruego el que estaba saliendo a flote en estos momentos. Una sonrisita apareció al notar como la otra volaba de allí. Se lo había buscado. Por lo que Lorena ahí se fue de la pista, tenía a unos cuantos detrás de ella, pero la morena solo los despacho. Ella tenía otros intereses, noto como Tomás se había alejado hacia la barra y tomaba un trago para luego hacerle una seña. La chica mordió su labio inferior coqueta y sutilmente salió detrás de él.
- Fue una lástima que no nos dejaran bailar. Hubiera sido más divertido si hubiéramos sido únicamente nosotros. - le decía mientras se recostaba de la pared jugando con el cabello. - Como te decía hace un rato. ¿Qué tal si comenzamos otra vez? - le pregunto en un tono coqueto, acercándose a él, jugando con el cuello de su camisa mientras lo miraba a los ojos batiendo las pestañas. - Hola... soy Lorena Calderón. - poniéndose en puntitas se lo decía al oído. - ¿Aun te sigue pareciendo que me sientan mal las playeras? no creas que no lo note. - añadió con una guiñada.
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
2. You Again
Tomás Sánchez - Principios de Abril - Discoteca - Outfit
El moreno no lograba entenderla ¿Cómo una chica podía cambiar tanto de un día para otro? ¿Lo estaba engañando? O simplemente ¿Quería remendar su error? Pues para que vamos andar con cosas, su comportamiento había sido insufrible y termino despedida de la reserva donde el respeto era vital.
La mira con una ceja alzada sin saber que decir y con toda la osadía de ambas ahí termino en una competencia de baile que no valía la pena, pues era un hecho que la morena quién iba a ganar porque era la que tenía la candela en la sangre al ser de Latino América. Ni idea de donde y fue como lo demostró con sus movimientos de cadera y esa flexibilidad que no podía dejar de contemplar.
Sentía demasiada curiosidad de volver a conversar con ella y hacer todo bien, muy probable, que estuviera entrando en un juego peligroso donde la chica iba a querer volver a su lugar de trabajo pero bueno, también creía que las segundas oportunidades eran vitales, solo que no sería fácil a menos que terminara bien convencido.
Su acompañante, frustrada, se terminó largando pero sabía que era posible que después otro día volviera diciendo que no sabía lo que le había pasado. Mientras todo no fuera por celos injustificados estaría bien.
Todo se estaba dando de un modo bastante especial y fácil. Solo basto una mirada y un pequeño gesto para que ella obedeciera y eso que ni se sentía como el dominante por el gran carácter que la morena se gastaba.
En ese sector del pub donde nadie iba y que daba a uno de los tantos bosques de Tromsø era bueno para fumar un cigarrillo. No lo hacía con frecuencia, era fumador social y en estas oportunidades de fiesta, solía hacerlo seguido. Alcanza a prenderlo con el encendedor que traía y solo botaba el humo cuando la morena ya llegaba a su lado. Mantenía apoyada la espalda en la pared.
Correspondió con una sonrisa cautivante a sus palabras, sacando sus cigarros y dándole un golpe suave para que uno estuviera a su alcance. — ¿Fumas? — Espero su respuesta y solo siguió haciéndolo. Estaba siendo descarada y muy atrevida, seguía insistiendo con el tema de la playera.
—Al parecer te dolió que dijera que tu polera anterior no lucía en ti — Dijo, levantando ambas cejas y una sonrisilla de burla en sus labios. Luego, negó con la cabeza yéndose de lleno a todo lo que había dicho antes. Botó otra bocanada de humo mientras dejaba caer las cenizas al suelo. — Reconozco que te hubiera guiado mucho mejor que el otro, y no tengo para que decirte que bailas muy bien. ¿De qué parte de América del Sur eres? — Quiso saber, interesado y mirándola fijamente a los ojos.
Soltó una pequeña carcajada ante a la nueva presentación. Que estuviera cerca hasta jugando con su camisa y ese sector del cuello, hace que el moreno termine por apagar el cigarrillo y pisarlo aún cuando ni llevaba la mitad. La sujeta por la cintura y termina por presentarse. — Soy Tomás Sánchez, un placer. — Se presentó, ya rendido pero sin dejar las cosas así, ella también caería y no lograría olvidarlo así de fácil.
—Y aunque luces realmente despampanante esta noche, creo que me gustaría verte más de otra forma. — También podía ser descarado y lógico, la estaba probando con la divertida provocación que sabía usar. No se podía quitar de la cabeza que esto solo era un juego por parte de los dos y nada serio.
La atrajo más hacía a él con su mano aunque seguía quedando chiquita ante su altura. Así que termino inclinándose un poco. Un movimiento más y sus labios podrían rozarse.
La mira con una ceja alzada sin saber que decir y con toda la osadía de ambas ahí termino en una competencia de baile que no valía la pena, pues era un hecho que la morena quién iba a ganar porque era la que tenía la candela en la sangre al ser de Latino América. Ni idea de donde y fue como lo demostró con sus movimientos de cadera y esa flexibilidad que no podía dejar de contemplar.
Sentía demasiada curiosidad de volver a conversar con ella y hacer todo bien, muy probable, que estuviera entrando en un juego peligroso donde la chica iba a querer volver a su lugar de trabajo pero bueno, también creía que las segundas oportunidades eran vitales, solo que no sería fácil a menos que terminara bien convencido.
Su acompañante, frustrada, se terminó largando pero sabía que era posible que después otro día volviera diciendo que no sabía lo que le había pasado. Mientras todo no fuera por celos injustificados estaría bien.
Todo se estaba dando de un modo bastante especial y fácil. Solo basto una mirada y un pequeño gesto para que ella obedeciera y eso que ni se sentía como el dominante por el gran carácter que la morena se gastaba.
En ese sector del pub donde nadie iba y que daba a uno de los tantos bosques de Tromsø era bueno para fumar un cigarrillo. No lo hacía con frecuencia, era fumador social y en estas oportunidades de fiesta, solía hacerlo seguido. Alcanza a prenderlo con el encendedor que traía y solo botaba el humo cuando la morena ya llegaba a su lado. Mantenía apoyada la espalda en la pared.
Correspondió con una sonrisa cautivante a sus palabras, sacando sus cigarros y dándole un golpe suave para que uno estuviera a su alcance. — ¿Fumas? — Espero su respuesta y solo siguió haciéndolo. Estaba siendo descarada y muy atrevida, seguía insistiendo con el tema de la playera.
—Al parecer te dolió que dijera que tu polera anterior no lucía en ti — Dijo, levantando ambas cejas y una sonrisilla de burla en sus labios. Luego, negó con la cabeza yéndose de lleno a todo lo que había dicho antes. Botó otra bocanada de humo mientras dejaba caer las cenizas al suelo. — Reconozco que te hubiera guiado mucho mejor que el otro, y no tengo para que decirte que bailas muy bien. ¿De qué parte de América del Sur eres? — Quiso saber, interesado y mirándola fijamente a los ojos.
Soltó una pequeña carcajada ante a la nueva presentación. Que estuviera cerca hasta jugando con su camisa y ese sector del cuello, hace que el moreno termine por apagar el cigarrillo y pisarlo aún cuando ni llevaba la mitad. La sujeta por la cintura y termina por presentarse. — Soy Tomás Sánchez, un placer. — Se presentó, ya rendido pero sin dejar las cosas así, ella también caería y no lograría olvidarlo así de fácil.
—Y aunque luces realmente despampanante esta noche, creo que me gustaría verte más de otra forma. — También podía ser descarado y lógico, la estaba probando con la divertida provocación que sabía usar. No se podía quitar de la cabeza que esto solo era un juego por parte de los dos y nada serio.
La atrajo más hacía a él con su mano aunque seguía quedando chiquita ante su altura. Así que termino inclinándose un poco. Un movimiento más y sus labios podrían rozarse.
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
2. You again
Lorena Calderón - Comienzos de Abril- Discoteca - Outfit
Lorena sabía que traía todas las miradas hacia ella. Tenía muchos admiradores, eso era un hecho. Sin embargo, su interés particular era Tomás, y no otro. Era ese del cual deseaba tener toda la atención en este momento. Lo estaba consiguiendo, eso es necesario aclarar. Increíblemente, porque luego de aquel altercado en la reserva, cabía la posibilidad de que no le prestara la más mínima atención o que se pusiera más bien a buscarle problemas. Pero no, no había ocurrido ninguna de las dos cosas. La morena consiguió la forma de seducirlo y hacer que dejara todo aquel evento en el olvido. Al menos por el momento.
La chica no iba a negar haber disfrutado de cómo hizo trizas a su competencia en aquella batalla de baile. Había sido divertido, ella vivía de ser osada y de no dejarse intimidar por nada del mundo. Ella había sido quien dio la primera movida, así que no se iba a cohibir por nada. En cambio, la otra chica cometió el error al caer en su juego y retarla. Ella sólita se hacía caer en vergüenza. Así que ni siquiera podían decir que era culpa de Calderón porque a todas estas ella solo había hecho un simple comentario. Uno que le sentó como balde agua fría a la pelirroja, pero comentario al fin. Fue la tal Shelby la que se metió en el lío sólita. Así que Lorena se lavaba las manos como Pilatos ante la vergüenza que la otra chica pasaba. Nada más la vio con una sonrisa descarada de... "Te lo dije".
Una vez en a fuera de aquel local, la noruega latina no dudo en seguir su instinto. Estaba consiguiendo lo que deseaba, tenía toda la atención del moreno en sus manos, así que no la dejaría pasar. Pondría en uso todas sus tácticas de seducción, pero de que seria él con quien pasaría la noche, lo sería. No se iría de aquel lugar sin la compañía de Tomás. - Bueno... ¿Por qué no? Creo que el momento lo a merita. - le decía mientras le recibía un cigarrillo y daba una calada. Alzo una ceja cuando le comento lo de su polera. - ¿Qué puedo decir? Por supuesto que sí. A las chicas nos importan esas cosas. Claro, a menos que seas una descuidada que no te importa como te ves. Eso ya es cuento aparte. - Lorena continuaba jugando con su cabello, manteniendo una distancia con el chico peligrosa.
- Es por eso que lo decía. Yo pretendía sacarte a bailar, si no hubiera sido tan celosa tu amiga, quizás bailábamos y listo, seguía ella contigo. Pero bueno, opto por hacer lo que hizo. - comento la muchacha asiéndose la inocente, porque la realidad es que de igual modo no lo hubiera dejado ir. Aunque siempre podían dejarle el beneficio de la duda. - ¿De veras quieres saber? - le dijo mirándolo atentamente a los ojos. - Bueno, tengo mi aire tropical. Soy de Argentina, cariño. Porque crees que tengo tanto sabor. - sí, tenía raíces latinas, pero aunque de buenas a primeras no se notara, tenía también noruegas. Solo que aquí, en Noruega, eso no era un dato interesante. Todos eran noruegos, su sabor latino era lo que la hacía destacar.
La nueva presentación estaba siendo todo un éxito. - Un gran placer. A veces no se puede uno dejar llevar por la primera impresión. - le decía ya sintiéndose apresada por los brazos del chico, que era justamente lo que quería la morena. - ¿Oh sí? ¿Me quieres ver de otra forma? Déjame adivinar... ¿Te da curiosidad ver que esconde mi atuendo, no? - le decía con los ojos entrecerrados y una sonrisa pizpireta. Comenzaba a sentir el roce de sus labios, aun cuando traía tacones, el chico seguía llevándole bastante en altura. Aunque eso no fue problema para que Lorena aprovechara la cercanía para atrapar sus labios. Ella no se conformaba solo con un simple roce. Enrollo sus brazos en el cuello de Tomás y se impulsó para terminar encaramada con las piernas alrededor de su cintura. - ¿Te gusta la adrenalina? - le dijo deteniéndose por un instante mientras miraba para ambos lados de aquel solitario y obscuro callejón. - Porque a mi sí. No sé si me entiendes. - le decía con una cara de malicia total, poco le importaba que los cacharan allí, ella era muy capaz de hacerlo allí mismo.
La chica no iba a negar haber disfrutado de cómo hizo trizas a su competencia en aquella batalla de baile. Había sido divertido, ella vivía de ser osada y de no dejarse intimidar por nada del mundo. Ella había sido quien dio la primera movida, así que no se iba a cohibir por nada. En cambio, la otra chica cometió el error al caer en su juego y retarla. Ella sólita se hacía caer en vergüenza. Así que ni siquiera podían decir que era culpa de Calderón porque a todas estas ella solo había hecho un simple comentario. Uno que le sentó como balde agua fría a la pelirroja, pero comentario al fin. Fue la tal Shelby la que se metió en el lío sólita. Así que Lorena se lavaba las manos como Pilatos ante la vergüenza que la otra chica pasaba. Nada más la vio con una sonrisa descarada de... "Te lo dije".
Una vez en a fuera de aquel local, la noruega latina no dudo en seguir su instinto. Estaba consiguiendo lo que deseaba, tenía toda la atención del moreno en sus manos, así que no la dejaría pasar. Pondría en uso todas sus tácticas de seducción, pero de que seria él con quien pasaría la noche, lo sería. No se iría de aquel lugar sin la compañía de Tomás. - Bueno... ¿Por qué no? Creo que el momento lo a merita. - le decía mientras le recibía un cigarrillo y daba una calada. Alzo una ceja cuando le comento lo de su polera. - ¿Qué puedo decir? Por supuesto que sí. A las chicas nos importan esas cosas. Claro, a menos que seas una descuidada que no te importa como te ves. Eso ya es cuento aparte. - Lorena continuaba jugando con su cabello, manteniendo una distancia con el chico peligrosa.
- Es por eso que lo decía. Yo pretendía sacarte a bailar, si no hubiera sido tan celosa tu amiga, quizás bailábamos y listo, seguía ella contigo. Pero bueno, opto por hacer lo que hizo. - comento la muchacha asiéndose la inocente, porque la realidad es que de igual modo no lo hubiera dejado ir. Aunque siempre podían dejarle el beneficio de la duda. - ¿De veras quieres saber? - le dijo mirándolo atentamente a los ojos. - Bueno, tengo mi aire tropical. Soy de Argentina, cariño. Porque crees que tengo tanto sabor. - sí, tenía raíces latinas, pero aunque de buenas a primeras no se notara, tenía también noruegas. Solo que aquí, en Noruega, eso no era un dato interesante. Todos eran noruegos, su sabor latino era lo que la hacía destacar.
La nueva presentación estaba siendo todo un éxito. - Un gran placer. A veces no se puede uno dejar llevar por la primera impresión. - le decía ya sintiéndose apresada por los brazos del chico, que era justamente lo que quería la morena. - ¿Oh sí? ¿Me quieres ver de otra forma? Déjame adivinar... ¿Te da curiosidad ver que esconde mi atuendo, no? - le decía con los ojos entrecerrados y una sonrisa pizpireta. Comenzaba a sentir el roce de sus labios, aun cuando traía tacones, el chico seguía llevándole bastante en altura. Aunque eso no fue problema para que Lorena aprovechara la cercanía para atrapar sus labios. Ella no se conformaba solo con un simple roce. Enrollo sus brazos en el cuello de Tomás y se impulsó para terminar encaramada con las piernas alrededor de su cintura. - ¿Te gusta la adrenalina? - le dijo deteniéndose por un instante mientras miraba para ambos lados de aquel solitario y obscuro callejón. - Porque a mi sí. No sé si me entiendes. - le decía con una cara de malicia total, poco le importaba que los cacharan allí, ella era muy capaz de hacerlo allí mismo.
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
2. You Again
Tomás Sánchez - Principios de Abril - Discoteca - Outfit
Ahí quedo el cigarrillo en la caja porque termino tomando el que tenía. Ya Tomás notaba que no era de fumar así que lo mejor era dejarlo a un lado, solo que dejaría que lo disfrutara pues sabía hacerlo, pues en algún momento creyó que empezaría a toser solo por hacerse la atrevida y audaz.
Era muy sensual y no dejaba de provocar al moreno que no dejaba de mirarla por la poca luz que daba ese apartado rincón de aquel local más cerca del bosque que adentro donde todos seguro ya disfrutaban del ambiente y el baile. — Pero está bien que fueras con blusas o poleras que no acentúen tu figura. Hubieran estado muy distraídos por tus encantos —. Jodió a la vez, porque en eso se había equivocado porque sí que igual la había provocado al creer que se trataba de una ladrona o alguien que traficaba animales — Tengo mi historia del porque actué así —. Confirmó el muchacho con tranquilidad mientras le quitaba el cigarrillo y en esta ocasión lo botaba porque ya no sentía deseos de fumar.
— Olvidemos ese tema ¿sí? No vale la pena, no deja de ser mi amiga — Enfatizó en un tono tranquilo que no le gustaba hablar mal de sus amigos, seguro Shelby estaría molesta con él por unos días pero ya se las arreglaría para hacer las paces. Era así con sus amigos pero ni hablar con sus enemigos y ella había sido el ejemplo de aquel día.
Asintió. Sabía que era de América del Sur algo se lo decía, aunque caía la posibilidad de ser más del Centro donde solían ser más latinos en todo caso, pero haber atinado los acercaba más porque también era de ese sector de América. — Así que seguramente también sabes bailar un buen tango. — Era pésimo con el argento pero sí había conocido un par cuando anduvo por Colombia en la casa de sus abuelos y primos por parte de su padre. — Yo soy de Colombia, de Santa Marta — Explicó aun cuando no se lo había preguntado. — Y no es que lo conozca mucho, solo voy en vacaciones. Ya sabes, la típica historia de un padre viajero que llegó a Noruega, conoce a una chica que lo dejo tan cautivado que se quedó aquí. — Añadió en español. Porque lógico que conocía varios modismos y sabía hablar el español muy bien con ese toque gracias a su padre que los hizo que aprendieran ese idioma como también dejando en prioridad el inglés debido al negocio.
Ya después de conocerse un poco, sobre todo en los aspectos de esas coincidencias al ser de América del Sur, todo se dio de manera rápida y atrevida. Fue ella, quién corto la distancia y eso le encanto porque igual se dejaba cautivar más por las chicas atrevidas, solo que la sensación fue diferente. El beso tenía una química tan fuerte que solo se dejó llevar y agarró bien sus muslos pensando que se podría caer. Correspondió con la misma intensidad, soltando un gruñido cuando se separaron y quedando incluso entrecortado. Había sido un beso espectacular y del cual quería continuar solo que con más.
—La adrenalina es mi segundo nombre —. Señaló, mordiendo su labio inferior y completamente cautivado con ella que había olvidado hasta la desconfianza, nada que decir, se rendía ante el encanto de las mujeres. — Claro que te entiendo y estamos lejos, tranquila. — Ante cualquier ruido solo podrían entrar a una sala cercana y ya, no había de que preocuparse, era así de relajado y ya el tema de ser descubiertos lo ponía bastante. Así que dejando a Lorena de nuevo en el suelo dieron comienzo a ese atrevimiento.
**
Ya había hecho cosas así, pero estar de esa forma con ella lo dejo fascinado. Había notado que tenían una fuerte conexión, era como si ella adivinara sus pensamientos de manera inmediata, sin ni siquiera decírselo había captado sus puntos más débiles y eso que falto tiempo. No, no quería seguir ahí, debía llevarla a un hotel. Jadeante, y con una sonrisa atontada mientras se abrochaba el pantalón, terminó por decir. — ¿Vamos a otro lado? — Dijo, sin poder contenerse a devorar nuevamente sus labios. — Quiero continuar — Finalizó, tenía el presentimiento que iba a decir que sí. No podía negarse a una noche que iba a ser espectacular para ambos.
Era muy sensual y no dejaba de provocar al moreno que no dejaba de mirarla por la poca luz que daba ese apartado rincón de aquel local más cerca del bosque que adentro donde todos seguro ya disfrutaban del ambiente y el baile. — Pero está bien que fueras con blusas o poleras que no acentúen tu figura. Hubieran estado muy distraídos por tus encantos —. Jodió a la vez, porque en eso se había equivocado porque sí que igual la había provocado al creer que se trataba de una ladrona o alguien que traficaba animales — Tengo mi historia del porque actué así —. Confirmó el muchacho con tranquilidad mientras le quitaba el cigarrillo y en esta ocasión lo botaba porque ya no sentía deseos de fumar.
— Olvidemos ese tema ¿sí? No vale la pena, no deja de ser mi amiga — Enfatizó en un tono tranquilo que no le gustaba hablar mal de sus amigos, seguro Shelby estaría molesta con él por unos días pero ya se las arreglaría para hacer las paces. Era así con sus amigos pero ni hablar con sus enemigos y ella había sido el ejemplo de aquel día.
Asintió. Sabía que era de América del Sur algo se lo decía, aunque caía la posibilidad de ser más del Centro donde solían ser más latinos en todo caso, pero haber atinado los acercaba más porque también era de ese sector de América. — Así que seguramente también sabes bailar un buen tango. — Era pésimo con el argento pero sí había conocido un par cuando anduvo por Colombia en la casa de sus abuelos y primos por parte de su padre. — Yo soy de Colombia, de Santa Marta — Explicó aun cuando no se lo había preguntado. — Y no es que lo conozca mucho, solo voy en vacaciones. Ya sabes, la típica historia de un padre viajero que llegó a Noruega, conoce a una chica que lo dejo tan cautivado que se quedó aquí. — Añadió en español. Porque lógico que conocía varios modismos y sabía hablar el español muy bien con ese toque gracias a su padre que los hizo que aprendieran ese idioma como también dejando en prioridad el inglés debido al negocio.
Ya después de conocerse un poco, sobre todo en los aspectos de esas coincidencias al ser de América del Sur, todo se dio de manera rápida y atrevida. Fue ella, quién corto la distancia y eso le encanto porque igual se dejaba cautivar más por las chicas atrevidas, solo que la sensación fue diferente. El beso tenía una química tan fuerte que solo se dejó llevar y agarró bien sus muslos pensando que se podría caer. Correspondió con la misma intensidad, soltando un gruñido cuando se separaron y quedando incluso entrecortado. Había sido un beso espectacular y del cual quería continuar solo que con más.
—La adrenalina es mi segundo nombre —. Señaló, mordiendo su labio inferior y completamente cautivado con ella que había olvidado hasta la desconfianza, nada que decir, se rendía ante el encanto de las mujeres. — Claro que te entiendo y estamos lejos, tranquila. — Ante cualquier ruido solo podrían entrar a una sala cercana y ya, no había de que preocuparse, era así de relajado y ya el tema de ser descubiertos lo ponía bastante. Así que dejando a Lorena de nuevo en el suelo dieron comienzo a ese atrevimiento.
**
Ya había hecho cosas así, pero estar de esa forma con ella lo dejo fascinado. Había notado que tenían una fuerte conexión, era como si ella adivinara sus pensamientos de manera inmediata, sin ni siquiera decírselo había captado sus puntos más débiles y eso que falto tiempo. No, no quería seguir ahí, debía llevarla a un hotel. Jadeante, y con una sonrisa atontada mientras se abrochaba el pantalón, terminó por decir. — ¿Vamos a otro lado? — Dijo, sin poder contenerse a devorar nuevamente sus labios. — Quiero continuar — Finalizó, tenía el presentimiento que iba a decir que sí. No podía negarse a una noche que iba a ser espectacular para ambos.
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
2. You again
Lorena Calderón - Comienzos de Abril- Discoteca - Outfit
Esto no era algo que solía hacer muy frecuente, pero ahí iba Lorena siempre de intrépida. No era de decir que no, a menos que notara que algo no andaba bien y no le convenía. Porque tampoco era tonta, era de analizar las circunstancias. Bastante calculadora a la hora de hacer sus movimientos. Aunque claro, a veces cuando le ganaba el mal humor, como cuando pasó el incidente en la Reserva, podía a tender a no tomar las mejores decisiones. Bueno, era parte de la vida, todo mundo tenía sus pro y sus contras.
La morena intentó disimular que casi se ahoga con la calada del cigarrillo. - Viéndolo de ese modo, supongo que tienes razón. Deben poner toda su atención en los animales. - le respondió con un tono coqueto. Menos mal que pronto Tomás se deshizo del cigarrillo porque no quería arruinar el momento por no saber tomar pequeñas caladas. Total, tenían una conversación más interesante a la cual ponerle atención. - Yo igual, recuerdo muy bien porque actué así. Cosas de mujeres. - le comento sin abundar mucho, pues ya qué más daba. Lo que paso, paso como diría Daddy Yankee… O lo pasado a pasado como diría José José, si se quieren ir más retro. Así que ya ni siquiera era necesario entrar en el tema. ¿Para qué? Ya la estaban pasando muy bien y eso era lo que importaba. Al menos en estos precisos momentos. Además, que para un chico siempre es complicado entender las acciones de las chicas cuando las agarra el mal humor de la menstruación.
- Como quieras. Igual es más interesante hablar de nosotros. O mejor aún... no hablar y solo actuar. - Le respondió en cuanto al asunto de Shelby con ese tono coqueto arrasador que la caracterizaba. Ella no dejaba de jugar con su camisa mientras se encontraba cerca de él de forma peligrosa. Lorena podía llegar a ser una bomba de tiempo y Tomás parecía estar dispuesto a que estallará sobre él.
Una amplia sonrisa coqueta apareció en su rostro cuando mencionó lo del tango. - Hasta la duda ofende, boludo. Cuando gustes te puedo demostrar lo bien que se me da el tango argentino. El tango es uno de los bailes más sensuales. - Le aseguró dándole una guiñada en español. - Soy de la capital. Buenos Aires. Al menos la familia de mi padre inmediata es de allá. Pero tenemos familiares esparcidos por toda la región. A veces es imposible conocerlos a todos. - comentó, si tan solo supiera que no eran solo sus familiares argentinos los que les faltaba por conocer... - Uh, Colombia. Entonces algo has de saber bailar vallenato. Me gustan las canciones de Carlos Vives. Tal vez podamos en algún momento darnos ese baile con alguno de esos dos géneros musicales, o tal vez los dos. - Le comento dándole a entender que igual estaba dispuesta a tener un baile de esos con él. - Vaya, sí me suena conocida la historia. Tu padre y el mío están cortados por la misma tijera. Siempre cayendo por la tentación de la novedad. El mío dijo esa chiquilla extranjera inocente será para mí. - le contó. Tenían muchos paralelismos. Pero jamás por la cabeza de Lorena pasó que esas dos chicas, o sea sus madres, eran en realidad hermanas. Ya al menos sabían un poco de cada uno, eso era más que suficiente para seguir aquel juego peligroso que comenzaron. Nada que hacer, el fuego fue instantáneo. Aquel beso solo era el encendedor de aquella mecha, que no se iba a pagar hasta explotar. - Eso me gusta. - le aseguró en un tono agitado mientras volvía con más besos, dejándole saber que ese atrevimiento le encantaba. Así que sin importar nada, aprovechando que era un lugar solitario y que la iluminación no era la mejor, se entregó por completo al noruego colombiano en pleno callejón. Se había asegurado de que olvidara ese encuentro por nada del mundo...
De todo un poco, eso fue lo que pasó. La morena era muy efusiva y el chico no se quedaba atrás. Sin duda alguna había cierta química indudable entre ellos. Una que era imposible de negar. Incluso podía ser la misma razón por la que hubo aquel roce al comienzo. Más allá de las circunstancias, es que tenían también una forma de ser similar. Parecía que fueron cortados con el mismo molde. Eso a Lorena le gustaba, llamaba su atención, por eso no se conformaría con solo aquel encuentro bajo la luz de la lumbrera del callejón. Por lo que cuando le sugirió ir a otra parte lo agradeció en sobre manera. Había sido divertido tentar su suerte en aquel lugar, pero ahora quería toda la comodidad del mundo y posiblemente un buen baño donde seguro querría que la acompañara. - Claro que me apunto, yo igual quiero continuar... además darme un delicioso baño al cual estás invitado por supuesto. Conozco un buen lugar. - le contestó con un tono seductor mientras igualmente se terminaba de subir el pantalón y se acomodaba aquel sostén que llevaba por blusa para que no quedara nada expuesto... al menos en lo que llegaban al hotel. Había comenzado un juego peligroso, comenzaban a jugar con fuego y podrían provocar un incendio forestal con él.
La morena intentó disimular que casi se ahoga con la calada del cigarrillo. - Viéndolo de ese modo, supongo que tienes razón. Deben poner toda su atención en los animales. - le respondió con un tono coqueto. Menos mal que pronto Tomás se deshizo del cigarrillo porque no quería arruinar el momento por no saber tomar pequeñas caladas. Total, tenían una conversación más interesante a la cual ponerle atención. - Yo igual, recuerdo muy bien porque actué así. Cosas de mujeres. - le comento sin abundar mucho, pues ya qué más daba. Lo que paso, paso como diría Daddy Yankee… O lo pasado a pasado como diría José José, si se quieren ir más retro. Así que ya ni siquiera era necesario entrar en el tema. ¿Para qué? Ya la estaban pasando muy bien y eso era lo que importaba. Al menos en estos precisos momentos. Además, que para un chico siempre es complicado entender las acciones de las chicas cuando las agarra el mal humor de la menstruación.
- Como quieras. Igual es más interesante hablar de nosotros. O mejor aún... no hablar y solo actuar. - Le respondió en cuanto al asunto de Shelby con ese tono coqueto arrasador que la caracterizaba. Ella no dejaba de jugar con su camisa mientras se encontraba cerca de él de forma peligrosa. Lorena podía llegar a ser una bomba de tiempo y Tomás parecía estar dispuesto a que estallará sobre él.
Una amplia sonrisa coqueta apareció en su rostro cuando mencionó lo del tango. - Hasta la duda ofende, boludo. Cuando gustes te puedo demostrar lo bien que se me da el tango argentino. El tango es uno de los bailes más sensuales. - Le aseguró dándole una guiñada en español. - Soy de la capital. Buenos Aires. Al menos la familia de mi padre inmediata es de allá. Pero tenemos familiares esparcidos por toda la región. A veces es imposible conocerlos a todos. - comentó, si tan solo supiera que no eran solo sus familiares argentinos los que les faltaba por conocer... - Uh, Colombia. Entonces algo has de saber bailar vallenato. Me gustan las canciones de Carlos Vives. Tal vez podamos en algún momento darnos ese baile con alguno de esos dos géneros musicales, o tal vez los dos. - Le comento dándole a entender que igual estaba dispuesta a tener un baile de esos con él. - Vaya, sí me suena conocida la historia. Tu padre y el mío están cortados por la misma tijera. Siempre cayendo por la tentación de la novedad. El mío dijo esa chiquilla extranjera inocente será para mí. - le contó. Tenían muchos paralelismos. Pero jamás por la cabeza de Lorena pasó que esas dos chicas, o sea sus madres, eran en realidad hermanas. Ya al menos sabían un poco de cada uno, eso era más que suficiente para seguir aquel juego peligroso que comenzaron. Nada que hacer, el fuego fue instantáneo. Aquel beso solo era el encendedor de aquella mecha, que no se iba a pagar hasta explotar. - Eso me gusta. - le aseguró en un tono agitado mientras volvía con más besos, dejándole saber que ese atrevimiento le encantaba. Así que sin importar nada, aprovechando que era un lugar solitario y que la iluminación no era la mejor, se entregó por completo al noruego colombiano en pleno callejón. Se había asegurado de que olvidara ese encuentro por nada del mundo...
***
De todo un poco, eso fue lo que pasó. La morena era muy efusiva y el chico no se quedaba atrás. Sin duda alguna había cierta química indudable entre ellos. Una que era imposible de negar. Incluso podía ser la misma razón por la que hubo aquel roce al comienzo. Más allá de las circunstancias, es que tenían también una forma de ser similar. Parecía que fueron cortados con el mismo molde. Eso a Lorena le gustaba, llamaba su atención, por eso no se conformaría con solo aquel encuentro bajo la luz de la lumbrera del callejón. Por lo que cuando le sugirió ir a otra parte lo agradeció en sobre manera. Había sido divertido tentar su suerte en aquel lugar, pero ahora quería toda la comodidad del mundo y posiblemente un buen baño donde seguro querría que la acompañara. - Claro que me apunto, yo igual quiero continuar... además darme un delicioso baño al cual estás invitado por supuesto. Conozco un buen lugar. - le contestó con un tono seductor mientras igualmente se terminaba de subir el pantalón y se acomodaba aquel sostén que llevaba por blusa para que no quedara nada expuesto... al menos en lo que llegaban al hotel. Había comenzado un juego peligroso, comenzaban a jugar con fuego y podrían provocar un incendio forestal con él.
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Shooting Star
Light Guardian
Link del mensaje
T
3. The arrival of conflicting news
Tomás Sánchez - Finales de Abril - Hogar de Tomás - Outfit
El noruego había pasado una fascinante noche con Lorena porque luego de aquel bar se habían largado al hotel que este sugirió. Mucho más fuego, mucha más química que continuó a esas horas de la mañana cuando despertaron.
Lejos quedaba aquel conflicto entre los dos de un principio porque ahora sería por completo diferente. Notaba que ninguno quería algo serio y podría ser una buena aventura de algunos meses y ya. Lo que sí es que no podía volver al trabajo, que su propia madre creería que la estaba pescando para el tonteo y eso se lo había explicado a la morena en esos momentos que se ponían a conversar cuando el descanso o el hambre los invadía.
Esas horas al menos para el noruego habían sido perfectas y se vieron unas cuantas más ocasiones durante ese mes. Recibía varios mails de la universidad que decían que seguía conservando su lugar por el mero hecho que no dejaba de pagar pero que tenía que decidirse pronto si continuaba ahí o no. Quería hacerlo, pero había tanto trabajo que esas pocas ocasiones que se junto con Lorena las aprovechó al máximo y solo tenía que asumir que no lo haría. Su madre era tan terca y lógico que quisiera confiar solo en él ahora que no estaba su hermano. Solo que sí pensaba decirle que él pretendía ser veterinario y que asumiera que quisiera o no, iba a repetir incluso el curso el año que viniera porque esas eran sus metas.
Fue como llegaron a fin de mes, realmente si no se junto demasiado con Lorena era precisamente por la cantidad de trabajo que había allí. Y su madre ya lo tenía harto que había vuelto a conversar con su hermana, que no había visto hace tanto tiempo que solucionaron los problemas a través de una llamada por teléfono y siguieron conversando por chat. Que se vendría unos días a Tromso con su esposo dado que su hija estaba aquí pero que aún no conocía.
La hora de la cena semi-formal se acercaba y su madre se encontraba preparando lo último de la comida, cuando sonó la puerta, habían sido extremadamente puntuales. El chico ya estaba vestido de forma adecuada y le toco ir abrir la puerta.— Buenas noches ¿tíos? — Saluda al matrimonio y sonrió que fueran más bajos que él, siempre pasaba lo mismo. —Un gusto conocerlos al fin, soy Tomás. Mi madre viene en un minuto, adelante. —Ellos asintieron y solo se enfoco a saludarlos, mientras que al rato su mamá se unía. Ni siquiera se acordaba bien de ellos, un poco de la cara de la tía, pero nada más.
— Tan distraído, hijo. Aún no saludas a tu prima..— Dijo su mamá mientras este se llevaba la mano a la cabeza por la fatal distracción, había estado tan pendiente de los tíos que se le había pasado completamente por alto. Y al hacerlo, fue cuando quedó totalmente estático.
¡Era Lorena!
Lejos quedaba aquel conflicto entre los dos de un principio porque ahora sería por completo diferente. Notaba que ninguno quería algo serio y podría ser una buena aventura de algunos meses y ya. Lo que sí es que no podía volver al trabajo, que su propia madre creería que la estaba pescando para el tonteo y eso se lo había explicado a la morena en esos momentos que se ponían a conversar cuando el descanso o el hambre los invadía.
Esas horas al menos para el noruego habían sido perfectas y se vieron unas cuantas más ocasiones durante ese mes. Recibía varios mails de la universidad que decían que seguía conservando su lugar por el mero hecho que no dejaba de pagar pero que tenía que decidirse pronto si continuaba ahí o no. Quería hacerlo, pero había tanto trabajo que esas pocas ocasiones que se junto con Lorena las aprovechó al máximo y solo tenía que asumir que no lo haría. Su madre era tan terca y lógico que quisiera confiar solo en él ahora que no estaba su hermano. Solo que sí pensaba decirle que él pretendía ser veterinario y que asumiera que quisiera o no, iba a repetir incluso el curso el año que viniera porque esas eran sus metas.
Fue como llegaron a fin de mes, realmente si no se junto demasiado con Lorena era precisamente por la cantidad de trabajo que había allí. Y su madre ya lo tenía harto que había vuelto a conversar con su hermana, que no había visto hace tanto tiempo que solucionaron los problemas a través de una llamada por teléfono y siguieron conversando por chat. Que se vendría unos días a Tromso con su esposo dado que su hija estaba aquí pero que aún no conocía.
La hora de la cena semi-formal se acercaba y su madre se encontraba preparando lo último de la comida, cuando sonó la puerta, habían sido extremadamente puntuales. El chico ya estaba vestido de forma adecuada y le toco ir abrir la puerta.— Buenas noches ¿tíos? — Saluda al matrimonio y sonrió que fueran más bajos que él, siempre pasaba lo mismo. —Un gusto conocerlos al fin, soy Tomás. Mi madre viene en un minuto, adelante. —Ellos asintieron y solo se enfoco a saludarlos, mientras que al rato su mamá se unía. Ni siquiera se acordaba bien de ellos, un poco de la cara de la tía, pero nada más.
— Tan distraído, hijo. Aún no saludas a tu prima..— Dijo su mamá mientras este se llevaba la mano a la cabeza por la fatal distracción, había estado tan pendiente de los tíos que se le había pasado completamente por alto. Y al hacerlo, fue cuando quedó totalmente estático.
¡Era Lorena!
code by emme
- ✦ Shine like a star ✦:
5868Mensajes :
2538Honra :
Bajada de ActividadActividad :
Rising Sun
Dragon
Link del mensaje
L
3. The Arrival of Conflicting News
Lorena Calderón -Finales de Abril - Hogar de Tomás - Outfit
Había jugado con fuego esa noche en aquel bar sin importar lo que pasar. La chica había puesto sus ojos en el moreno. Poco había sido lo que recordó de lo ocurrido en la reserva. Ella sabía que ese momento podían dejarlo en el olvido. Siempre se podía comenzar de nuevo, y eso era lo que ahora mismo había hecho y de que manera... Sabía que su trabajo podría conseguirlo de cualquier otro modo. Pues ella estaba muy capacitada y era muy aplicada, podía recuperarlo por su cuenta. No necesitaba de ayudas para ello. Esto lo hacía por puro placer personal. Tomas la tenía fascinada, y sabía que ella lo traía de igual forma.
Esa noche les basto con haberse aventurado en el callejón, si no que lo siguieron en el hotel cercano que sugirió el noruego. Una y otra vez, hasta más no poder. Lo que comenzó como algo de una sola noche se comenzó a repetir en varias ocasiones durante ese mes. Era adictivo, y ninguno de los dos pretendía tener nada, serió. Los dos compartían esa filosofía de libertad. La pasaba de maravilla. Hacía tiempo que no tenía alguien con quien divertirse y pasarla tan bien, había acertado en aquello de buscar conquistar a Tomás. Sin embargo, cuando ya entraban en la recta final del mes ya no se estaban encontrando tanto. Posiblemente, producto de la vida ocupada que vivía el chico. Eso a ella no le molesto, porque sabía que ya luego se lo cobraría con creces.
Por ahora la muchacha se concentraba en la visita de sus padres, para sorpresa de ella su madre menciono aquella hermana con la que hacía tiempo no hablaban y que vivía en Noruega. Debió suponer que en cualquier momento querría ponerse en contacto con ella tomando en cuenta que Lorena estaba viviendo en ese país. Podía ser una buena excusa para reconectar con su hermana. La verdad es que la chica casi ni la recordaba, aunque imaginaba que sería muy parecida a su madre. Sabía que tenía algunos primos por ahí regados. Pero la verdad que de esos mucho menos se acordaba, ni siquiera los nombres. De todos modos, aun cuando recordara sus caras, no los podría reconocer. La única vez que cree haberlos visto estaba demasiado pequeña, lo cual quiere decir que con tantos años que han pasado todos han cambiado. Regla de vida.
Tal como imaginaba, la idea de ir a ver a la tía no se había hecho esperar y ahora toda su familia se dirigía a su casa para darle la visita. Su madre estaba muy entusiasmada, Lorena no tanto. No es que no quisiera conocerla, ni visitarla. Pero estas cosas le aburrían, no le hacía gracia estar en cenas familiares sin gente de su edad. Al menos esperaba que sus hijos estuvieran así, sería un poco más llevadero. Más la verdad hubiera deseado ir al encuentro de Tomás, ya le comenzaba hacer falta su dosis del moreno. Al llegar al lugar me mantuve detrás de mis padres, quienes se adelantaron a tocar el timbre.
Comenzaba a tener un mal presentimiento. ¿Acaso se equivocaron de casa? Esta casa se le hacía demasiado conocida. Cuando escucho la voz de quien abrió la puerta recordó porque. Había estado aquí la vez que fueron a buscar a la madre de Tomás luego del incidente en la reserva. Para rematar el escuchar la palabra 'tíos' le activo la alarma. ¿Entonces era su primo? Bueno, a disimular lo más posible. Hubiera preferido que no la saludara, que hiciera como si no la notara. Que la ignorara, así no se darían cuenta de que ya se conocían y bien que se conocían. Claro, todo hasta que escucho a su tía lo de saludar a su prima. - Oh, tía tranquila, ya sabes como son los hombres. Viven en una nube. - le comento a su tía mientras luego le hacía un gesto con la mirada al chico para que le siguiera el juego porque mejor que pensaran que eran de estos primos incordios, así no sospecharían nada. - Ahora sí, buenas noches. Y wow, que guapa tía. - elogio a la mujer con una sonrisa y de paso para restarle importancia a lo del saludo. - Bueno primo, no seas tímido, ven saluda a la prima. - le dijo acercándose a darle un abrazo mientras le dijo entre dientes y en un tono bajito. - Vamos a tener que disimular, que no sospechen... -
Esa noche les basto con haberse aventurado en el callejón, si no que lo siguieron en el hotel cercano que sugirió el noruego. Una y otra vez, hasta más no poder. Lo que comenzó como algo de una sola noche se comenzó a repetir en varias ocasiones durante ese mes. Era adictivo, y ninguno de los dos pretendía tener nada, serió. Los dos compartían esa filosofía de libertad. La pasaba de maravilla. Hacía tiempo que no tenía alguien con quien divertirse y pasarla tan bien, había acertado en aquello de buscar conquistar a Tomás. Sin embargo, cuando ya entraban en la recta final del mes ya no se estaban encontrando tanto. Posiblemente, producto de la vida ocupada que vivía el chico. Eso a ella no le molesto, porque sabía que ya luego se lo cobraría con creces.
Por ahora la muchacha se concentraba en la visita de sus padres, para sorpresa de ella su madre menciono aquella hermana con la que hacía tiempo no hablaban y que vivía en Noruega. Debió suponer que en cualquier momento querría ponerse en contacto con ella tomando en cuenta que Lorena estaba viviendo en ese país. Podía ser una buena excusa para reconectar con su hermana. La verdad es que la chica casi ni la recordaba, aunque imaginaba que sería muy parecida a su madre. Sabía que tenía algunos primos por ahí regados. Pero la verdad que de esos mucho menos se acordaba, ni siquiera los nombres. De todos modos, aun cuando recordara sus caras, no los podría reconocer. La única vez que cree haberlos visto estaba demasiado pequeña, lo cual quiere decir que con tantos años que han pasado todos han cambiado. Regla de vida.
Tal como imaginaba, la idea de ir a ver a la tía no se había hecho esperar y ahora toda su familia se dirigía a su casa para darle la visita. Su madre estaba muy entusiasmada, Lorena no tanto. No es que no quisiera conocerla, ni visitarla. Pero estas cosas le aburrían, no le hacía gracia estar en cenas familiares sin gente de su edad. Al menos esperaba que sus hijos estuvieran así, sería un poco más llevadero. Más la verdad hubiera deseado ir al encuentro de Tomás, ya le comenzaba hacer falta su dosis del moreno. Al llegar al lugar me mantuve detrás de mis padres, quienes se adelantaron a tocar el timbre.
Comenzaba a tener un mal presentimiento. ¿Acaso se equivocaron de casa? Esta casa se le hacía demasiado conocida. Cuando escucho la voz de quien abrió la puerta recordó porque. Había estado aquí la vez que fueron a buscar a la madre de Tomás luego del incidente en la reserva. Para rematar el escuchar la palabra 'tíos' le activo la alarma. ¿Entonces era su primo? Bueno, a disimular lo más posible. Hubiera preferido que no la saludara, que hiciera como si no la notara. Que la ignorara, así no se darían cuenta de que ya se conocían y bien que se conocían. Claro, todo hasta que escucho a su tía lo de saludar a su prima. - Oh, tía tranquila, ya sabes como son los hombres. Viven en una nube. - le comento a su tía mientras luego le hacía un gesto con la mirada al chico para que le siguiera el juego porque mejor que pensaran que eran de estos primos incordios, así no sospecharían nada. - Ahora sí, buenas noches. Y wow, que guapa tía. - elogio a la mujer con una sonrisa y de paso para restarle importancia a lo del saludo. - Bueno primo, no seas tímido, ven saluda a la prima. - le dijo acercándose a darle un abrazo mientras le dijo entre dientes y en un tono bajito. - Vamos a tener que disimular, que no sospechen... -
code by emme
3184Mensajes :
1791Honra :
ActivoActividad :
Página 1 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5