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Sáb Dic 03, 2022 1:26 pm por Shooting Star
Recuerdo del primer mensaje :


Había llegado Diciembre y en la Juguetería “Los Duendes de Navidad” Derek White y Diana Bakken trabajaban como nunca porque era la época donde habían más compras y diversión. Pues obvio ¡Se acercaba Navidad! No era que les fuera tan bien, la juguetería llevaba muy poco así que aún se podían considerar emprendedores y seguir con el negocio familiar, pues su abuelitos siendo tan amigos eran los verdaderos dueños así que hacerse cargo era una ilusión y todo un sueño.
Por otra parte, en el Reino Norteño Tailandell, un lugar invernal y muy grato en realidad, aprovechaban Diciembre como el mes más esperado de todos, las celebridades eran grandes y aquello ya lo sabían los reyes y sus respectivas familias para contentar al reino y ellos mismos se integraban, sin embargo, igual tendrían que estar al tanto de la próxima boda real que se realizaría en tan solo unos meses. La princesa Ingrid y el príncipe Jerome aunque no discutían entre sí, desde lejos se veía que no estaban de acuerdo con esta unión y cuando lo dejaron ver de todas la formas nada pudieron hacer.
La navidad es magia. Secretos serán revelados y el amor aparecerá de una manera inesperada.

Derek White
24 años
Dueño de Juguetería
Douglas Booth
Rising Sun

Principe Jerome
24 años
Principe heredero de Tailandell
Douglas Booth
Shooting Star

Princesa Ingrid
22 años
Princesa de Krystalwood
Elle Fanning
Rising Sun

Diana Bakken
23 años
Dueña de Juguetería
Emma Watson
Shooting Star
by emme
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COMO DOS GOTAS DE AGUA
Inspired - Películas - One on one
Había llegado Diciembre y en la Juguetería “Los Duendes de Navidad” Derek White y Diana Bakken trabajaban como nunca porque era la época donde habían más compras y diversión. Pues obvio ¡Se acercaba Navidad! No era que les fuera tan bien, la juguetería llevaba muy poco así que aún se podían considerar emprendedores y seguir con el negocio familiar, pues su abuelitos siendo tan amigos eran los verdaderos dueños así que hacerse cargo era una ilusión y todo un sueño.
Por otra parte, en el Reino Norteño Tailandell, un lugar invernal y muy grato en realidad, aprovechaban Diciembre como el mes más esperado de todos, las celebridades eran grandes y aquello ya lo sabían los reyes y sus respectivas familias para contentar al reino y ellos mismos se integraban, sin embargo, igual tendrían que estar al tanto de la próxima boda real que se realizaría en tan solo unos meses. La princesa Ingrid y el príncipe Jerome aunque no discutían entre sí, desde lejos se veía que no estaban de acuerdo con esta unión y cuando lo dejaron ver de todas la formas nada pudieron hacer.
La navidad es magia. Secretos serán revelados y el amor aparecerá de una manera inesperada.

Derek White
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Tiramisu sesame snaps oat cake candy jelly-o brownie. Lemon drops dessert danish fruitcake topping dragée wafer lemon drops cake. Chocolate candy tart bonbon.
Chupa chups dessert chupa chups toffee. Lemon drops chupa chups tiramisu macaroon bonbon cake biscuit cake. Biscuit donut brownie jelly ice cream apple pie sugar plum tiramisu pastry.</div><a href="https://emmescodes.tumblr.com/" class="miUYT" style="color: #9da9b6;">by emme</a></div>
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Última edición por Shooting Star el Jue Ene 26, 2023 8:25 pm, editado 2 veces



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Miér Feb 01, 2023 7:10 pm por Rising Sun

2. REGALANDO SONRISAS
Princesa Ingrid- Orfanato - 4 de Diciembre
Ella pretendía ser una futura reina diferente, una que la gente no tuviera queja alguna de ella, la muchacha entendía que su puesto era para servir a su pueblo y no para darse lujos, vivir del pueblo. Así que el que la juguetera la viera con esa sonrisa le daba ánimos para seguir haciendo esas cosas. Porque le dejaba saber que lo hacía bien, que iba por buen camino. Ni que decir cuando viera la de los niños. Eso sí, no tendría precio alguno.
A pesar de si entusiasmo y de todo lo que significaba para ella, el evento no podía evitar la tristeza y frustración de no poder tener a Jerome con ella. El príncipe solía apoyarla aún en un evento como este. Él tal vez podría lucir serio y elegante, pues era un príncipe. ¿Qué esperaban? Tal vez no era infantil como para lanzarse al suelo a jugar con los niños. Pero eso no quitaba su buen corazón, y deseo de verlos felices. Por eso, lamento demasiado que no pudiera estar hoy con ella. Que la otra chica le indicara que su socio pasaba por lo mismo podía ser solo coincidencia. Tal vez algo en el ambiente. No lo sabía. Pero no dejaba de ser curiosa y al mismo tiempo frustrante la coincidencia. —Que desafortunado que ambos se pierdan de un evento tan hermoso como este. —
Diana le transmitía confianza y parecía estar pasando por lo mismo que ella. Cosa que la había llevado actuar tan espontáneamente con ella. Hasta el punto de haberla tuteado. — Gracias, a veces tanto protocolo también es exhausto. — admitió la rubia.
— Sí, es más por eso. Por precaución nunca está de más. Igual si falta no pasa nada. Se busca solución rápida. — confiaba en que todo estuviera en orden. Solo era por precaución, pues estarían tratando con niños y no quería romper el corazoncito de ninguno.
Ingrid no dudó en preguntar si le ocurría algo. Sentía que Diana debía de estar pasando por las mismas frustración que ella. Podía entender que se enfermaran, pero era extraño que fuera el mismo día y que para colmo actuaran de forma extraña. Ya era demasiada coincidencia. — ¿Se comporta raro? — Preguntó ahora intrigada. — ¿Desde cuándo? Perdón que sea curiosa. Pero es demasiada coincidencia… — Se paró cerquita a la castaña y le susurro como si se tratara de un secreto. — El príncipe Jerome también está raro. — Le Confesó.
Notó como la juguetera se desahogó de forma tan espontánea que parecía que conocieran de toda la vida. Por lo que Ingrid solo soltó una risita y negó. — Descuida, comprendo el sentimiento, aunque no lo diga en voz alta. — Le comento mientras, revisaba los regalos. — ¿Sabes? Tal vez aún no lo somos, pero no veo porque no serlo. La verdad a veces me cuesta encontrar amistades que vean el mundo como yo. Que no piensen solo en la vanidad, quien es mejor y que le dé importancia a lo que realmente es importante. — aseguro la muchacha, siendo así una invitación a que no se contuviera con ella. Podría tener título, podría tener una forma peculiar de ser. Pero no dejaba de ser una joven que necesitaba de amistades verdaderas.
by emmeA pesar de si entusiasmo y de todo lo que significaba para ella, el evento no podía evitar la tristeza y frustración de no poder tener a Jerome con ella. El príncipe solía apoyarla aún en un evento como este. Él tal vez podría lucir serio y elegante, pues era un príncipe. ¿Qué esperaban? Tal vez no era infantil como para lanzarse al suelo a jugar con los niños. Pero eso no quitaba su buen corazón, y deseo de verlos felices. Por eso, lamento demasiado que no pudiera estar hoy con ella. Que la otra chica le indicara que su socio pasaba por lo mismo podía ser solo coincidencia. Tal vez algo en el ambiente. No lo sabía. Pero no dejaba de ser curiosa y al mismo tiempo frustrante la coincidencia. —Que desafortunado que ambos se pierdan de un evento tan hermoso como este. —
Diana le transmitía confianza y parecía estar pasando por lo mismo que ella. Cosa que la había llevado actuar tan espontáneamente con ella. Hasta el punto de haberla tuteado. — Gracias, a veces tanto protocolo también es exhausto. — admitió la rubia.
— Sí, es más por eso. Por precaución nunca está de más. Igual si falta no pasa nada. Se busca solución rápida. — confiaba en que todo estuviera en orden. Solo era por precaución, pues estarían tratando con niños y no quería romper el corazoncito de ninguno.
Ingrid no dudó en preguntar si le ocurría algo. Sentía que Diana debía de estar pasando por las mismas frustración que ella. Podía entender que se enfermaran, pero era extraño que fuera el mismo día y que para colmo actuaran de forma extraña. Ya era demasiada coincidencia. — ¿Se comporta raro? — Preguntó ahora intrigada. — ¿Desde cuándo? Perdón que sea curiosa. Pero es demasiada coincidencia… — Se paró cerquita a la castaña y le susurro como si se tratara de un secreto. — El príncipe Jerome también está raro. — Le Confesó.
Notó como la juguetera se desahogó de forma tan espontánea que parecía que conocieran de toda la vida. Por lo que Ingrid solo soltó una risita y negó. — Descuida, comprendo el sentimiento, aunque no lo diga en voz alta. — Le comento mientras, revisaba los regalos. — ¿Sabes? Tal vez aún no lo somos, pero no veo porque no serlo. La verdad a veces me cuesta encontrar amistades que vean el mundo como yo. Que no piensen solo en la vanidad, quien es mejor y que le dé importancia a lo que realmente es importante. — aseguro la muchacha, siendo así una invitación a que no se contuviera con ella. Podría tener título, podría tener una forma peculiar de ser. Pero no dejaba de ser una joven que necesitaba de amistades verdaderas.


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Miér Feb 01, 2023 9:36 pm por Shooting Star
2. REGALANDO SONRISAS
Diana Bekker - Orfanato - 4 de Diciembre
Era muy extraño que tanto su socio como el príncipe Jerome estuvieran enfermos, quizás había un virus que estaba provocando aquello y bueno, sí se sintió un poquito mal por no creer en él ya que podía ser que sí se sentía mal y por eso se sintió incapaz de venir. — Es que sí, es un evento hermoso del cual estaba muy entusiasta pero bueno nada que hacer puedo sola. — Exclamó algo avergonzada al respecto solo que se veía que al menos la princesa comprendía.
La princesa Ingrid era un encanto. La simpatía y bondad andante, estaba muy feliz de ser parte de su reino y anhelaba que algún día se convirtiera en una reina porque realmente lo merecía. Hasta la había tuteado y ni rastro de enojo. Suspiró aliviada.
Empezaron a contar los regalos mientras conversaban aunque igualmente concentradas para no perder la cuenta. — Sí, sí puede contar después sí eso desea, princesa. Sé que debe asegurarse que esté todo en orden. —Era un hecho que la chica encontraba ese gesto muy bueno, era detallista y se quería asegurar porque claramente si faltaba uno tendría que haber corrido hacia la juguetería a buscar otro. Pero menos mal que ese no fue el caso.
—Hace unos pocos días…— Optó por contarle a la princesa tal como se lo había dicho a sus padres e incluso a su abuelo. — Simplemente es como si fuera la persona de siempre, sé que hay cambios repentinos pero por ejemplo; era un muy mal decorador, se enredaba con las luces navideñas y de la noche a la mañana es un experto. Más que no sonríe mucho. No entiendo que pasa — La miró. Es que sabía que todo parecía una locura y podría no creerle, y pensar que estaba exagerando pero solo decía más que la verdad.
Derek estaba actuando raro.
—¿En serio? ¿Por qué? — Cuestionó al escuchar que el príncipe estaba en las mismas. Vaya, era muy extraño todo. ¿Sería una buena moda y tontería de Tik Tok? Es que ni siquiera estaban en edad para actuar así, solo que Derek siempre había sido así de infantil.
Lo cierto es que Diana comenzó a desahogarse olvidando por completo el protocolo y actuó como si fuera una amiga más. No se esperaba que le contestara de tal modo, sonrió. Era adorable. — ¿De verdad? ¡Qué injusto, con lo tierna que es! Sí quiere puedo intentar ser su amiga pero entiendo que la realeza es estricta ¿Podríamos?— Al menos con ello olvidó el tema de Derek, esto sí que era mucho más importante.
by emmeLa princesa Ingrid era un encanto. La simpatía y bondad andante, estaba muy feliz de ser parte de su reino y anhelaba que algún día se convirtiera en una reina porque realmente lo merecía. Hasta la había tuteado y ni rastro de enojo. Suspiró aliviada.
Empezaron a contar los regalos mientras conversaban aunque igualmente concentradas para no perder la cuenta. — Sí, sí puede contar después sí eso desea, princesa. Sé que debe asegurarse que esté todo en orden. —Era un hecho que la chica encontraba ese gesto muy bueno, era detallista y se quería asegurar porque claramente si faltaba uno tendría que haber corrido hacia la juguetería a buscar otro. Pero menos mal que ese no fue el caso.
—Hace unos pocos días…— Optó por contarle a la princesa tal como se lo había dicho a sus padres e incluso a su abuelo. — Simplemente es como si fuera la persona de siempre, sé que hay cambios repentinos pero por ejemplo; era un muy mal decorador, se enredaba con las luces navideñas y de la noche a la mañana es un experto. Más que no sonríe mucho. No entiendo que pasa — La miró. Es que sabía que todo parecía una locura y podría no creerle, y pensar que estaba exagerando pero solo decía más que la verdad.
Derek estaba actuando raro.
—¿En serio? ¿Por qué? — Cuestionó al escuchar que el príncipe estaba en las mismas. Vaya, era muy extraño todo. ¿Sería una buena moda y tontería de Tik Tok? Es que ni siquiera estaban en edad para actuar así, solo que Derek siempre había sido así de infantil.
Lo cierto es que Diana comenzó a desahogarse olvidando por completo el protocolo y actuó como si fuera una amiga más. No se esperaba que le contestara de tal modo, sonrió. Era adorable. — ¿De verdad? ¡Qué injusto, con lo tierna que es! Sí quiere puedo intentar ser su amiga pero entiendo que la realeza es estricta ¿Podríamos?— Al menos con ello olvidó el tema de Derek, esto sí que era mucho más importante.



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Jue Mar 02, 2023 9:28 pm por Rising Sun

2. REGALANDO SONRISAS
Princesa Ingrid- Orfanato - 4 de Diciembre
La princesa se decía a sí misma que su prometido se estaba perdiendo aquel hermoso momento. Era una experiencia muy bonita. Realmente era una verdadera lástima que no se tuviera que enfermar justo ese día. Verdaderamente lamentable. — Tal vez no tienen culpa de no poder venir. Pero aun así ellos se lo pierden. Porque de verdad es una experiencia única. — Decía intentando motivar a la otra chica. Aun así, era difícil no sentirse frustradas por todo aquello. Al menos sí podía decir que ambas se comprendían mutuamente.
¿Como enojarse con Diana por tratarla como a cualquier chica si había sido de las pocas veces en las que se sentía que podía ser una persona normal y eso le gustaba? Además de que no había sido para nada con mala intención. A veces los protocolos y formalismos solían ser demasiado exagerados. Ingrid creía que después que hubiera respeto lo demás salía sobrando, eran puros adornos. Claro que igual estaba consciente que como princesa debía de cumplir con cierto perfil y no le molestaba, solo que a veces se sentía bien no tener esa presión.
— Sí, sí. No suelo ser tan exagerada. Pero por los niños, que ninguno se me escape, es que lo hago. De todos modos, sé que si alguno faltara cuento con que saldrías a nuestro rescate. — aseguro la muchacha, confiaba en el trabajo de la juguetera y sabía que no le fallaría.
Al menos la cuestión de los regalos parecía estar completamente en orden. Lo que no lucia muy en orden era las circunstancias con los chicos. Por más que los intentaran disculpar, ellos estaban actuando extraños. Ingrid no podía evitar tener ese pensamiento, realmente no entendía que era lo que le ocurría a Jerome, pues no era algo que viniera solo de hoy. — Vaya que es curioso. El príncipe… bueno, sé que no debería estar hablando de él así. Ni mucho menos cuando podrían ser solo especulaciones mías… pero siento que confió en ti… — rio, pues le estaba gustando tutearla, le hacía sentir que tenía una amiga. Aunque eso no quito por completo la sensación de preocupación. — Ha sido todo lo contrario, por lo general suele ser muy serio o más bien no ser mucho de sonreír. Pero últimamente lo he visto hacerlo solo que cuando nota que lo estoy viendo se pone nervioso. Además de que no sé qué le ha pasado a su postura. — eso entre otras cosas raras que últimamente andaba haciendo. Pero lo más que le inquietaba era la parte de que se pusiera nervioso cuando lo notaba.
Le comenzaba a hacer ilusión tener una nueva amiga. Por lo que cuando le menciono que podía ser amiga los ojitos le brillaron. — ¡Claro que sí! Yo encantada. — Respondió de inmediato. — Bueno, es que, aunque lo disimulen bien, siempre hay mucha envidia y malas intenciones entre las chicas allegadas a la corte. Eso no me gusta, por eso prefiero alejarme de ellas y conseguir una amiga de verdad. Que pueda ser confidente y hablar sin miedo. Y eso es lo que me has inspirado Diana. — afirmo la muchacha. — Pueden ser estrictas, pero tampoco ya son como en los años de antaño. No pueden prohibirme tenerte de amiga. Tampoco es como si fuera permitir que me lo prohibieran. Donde me ves toda tierna, saco mi carácter cuando es necesario. — le dijo con seguridad. Se quedó pensativa por un momento y luego hablo. — ¿Luego de la actividad la invito comer galletas y te? — le pregunto, tal vez así tendrían luego más tiempo para hablar.
by emme¿Como enojarse con Diana por tratarla como a cualquier chica si había sido de las pocas veces en las que se sentía que podía ser una persona normal y eso le gustaba? Además de que no había sido para nada con mala intención. A veces los protocolos y formalismos solían ser demasiado exagerados. Ingrid creía que después que hubiera respeto lo demás salía sobrando, eran puros adornos. Claro que igual estaba consciente que como princesa debía de cumplir con cierto perfil y no le molestaba, solo que a veces se sentía bien no tener esa presión.
— Sí, sí. No suelo ser tan exagerada. Pero por los niños, que ninguno se me escape, es que lo hago. De todos modos, sé que si alguno faltara cuento con que saldrías a nuestro rescate. — aseguro la muchacha, confiaba en el trabajo de la juguetera y sabía que no le fallaría.
Al menos la cuestión de los regalos parecía estar completamente en orden. Lo que no lucia muy en orden era las circunstancias con los chicos. Por más que los intentaran disculpar, ellos estaban actuando extraños. Ingrid no podía evitar tener ese pensamiento, realmente no entendía que era lo que le ocurría a Jerome, pues no era algo que viniera solo de hoy. — Vaya que es curioso. El príncipe… bueno, sé que no debería estar hablando de él así. Ni mucho menos cuando podrían ser solo especulaciones mías… pero siento que confió en ti… — rio, pues le estaba gustando tutearla, le hacía sentir que tenía una amiga. Aunque eso no quito por completo la sensación de preocupación. — Ha sido todo lo contrario, por lo general suele ser muy serio o más bien no ser mucho de sonreír. Pero últimamente lo he visto hacerlo solo que cuando nota que lo estoy viendo se pone nervioso. Además de que no sé qué le ha pasado a su postura. — eso entre otras cosas raras que últimamente andaba haciendo. Pero lo más que le inquietaba era la parte de que se pusiera nervioso cuando lo notaba.
Le comenzaba a hacer ilusión tener una nueva amiga. Por lo que cuando le menciono que podía ser amiga los ojitos le brillaron. — ¡Claro que sí! Yo encantada. — Respondió de inmediato. — Bueno, es que, aunque lo disimulen bien, siempre hay mucha envidia y malas intenciones entre las chicas allegadas a la corte. Eso no me gusta, por eso prefiero alejarme de ellas y conseguir una amiga de verdad. Que pueda ser confidente y hablar sin miedo. Y eso es lo que me has inspirado Diana. — afirmo la muchacha. — Pueden ser estrictas, pero tampoco ya son como en los años de antaño. No pueden prohibirme tenerte de amiga. Tampoco es como si fuera permitir que me lo prohibieran. Donde me ves toda tierna, saco mi carácter cuando es necesario. — le dijo con seguridad. Se quedó pensativa por un momento y luego hablo. — ¿Luego de la actividad la invito comer galletas y te? — le pregunto, tal vez así tendrían luego más tiempo para hablar.


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Vie Mar 10, 2023 11:24 pm por Shooting Star
2. REGALANDO SONRISAS
Diana Bekker - Orfanato - 4 de Diciembre
Lo más extraño de todo es que aunque eran personas por completo diferentes estaban pasando por algo similar con sus respectivos compañeros, en su caso, con una relación mucho más fuerte porque eran prometidos.
La chica contó lo que ocurría y no pudo evitar mostrar una expresión de sorpresa cuando ella le dijo que el príncipe ahora andaba más sonriente, parecía como si se hubieran intercambiado. ¿Sería algo del aire? ¿Se habían dejado llevar por las redes sociales o simplemente cambiaron de la noche a la mañana? Ahí mientras contaban los regalos se estaban contando lo que ocurría. — ¿Sabe? Esto es muy extraño, princesa. Pienso que puede ser una nueva moda ¿Es que las personas cambiamos de la noche a la mañana? Claro, uno cambia de actitud pero lleva tiempo. No es por nada, pero a mi me dan ganas de vigilar a Derek para descubrir lo que está pasando. ¿Le está pasando? Es que le juro, Der quería venir a este evento y sí habría venido incluso estando enfermo si es tan solo un resfriado, se pone una mascarilla y ya ¿No cree? — Le decía la chica con suavidad tratando de expresarse bien porque no dejaba de ser la princesa a la que se debía respeto.
Por lo cual, se sintió muy honrada que quisiera ser su amiga, que le contara que no sentía que había muchas amistades en la corte, que ella quería una amiga de verdad, claramente no sentía que podría ser la adecuada para eso pero sí era leal y amable con sus amigos ¿Por qué con ella no? — No crea que es por interés, también me da la sensación que podríamos ser muy buenas amigas a pesar de nuestras diferencias dentro de la sociedad y claro, cuando quieras podemos juntarnos ¿Sería dentro del palacio o puede venir a mi casa? ¡Por qué estaría más que invitada! Muchos deberes imagino que aburren, podríamos ir variando, quizás sea difícil ir a tomar un helado pero podemos relajarnos en mi casa mientras algunos por la aplicación. Sé que la prensa es algo pesada. — Le dijo sincera. La verdad parecía ser rudo ser de la realeza en esos años, estaban pendientes de todos sus pasos, y ellos siempre se tenían que comportar ante todo, no cometer ni una sola falta para mantener su imagen, y claro cuando sacaban su carácter por su cansancio la misma prensa jodía más, a veces siendo justos y muchas veces que no.
— Me encantaría, Ingrid. Oh, ya está por empezar, vamos, vamos. — Le dijo sonriente mientras se hacían a un lado donde la dueña del orfanato comenzaba hablar del lindo evento que era realizado hace mucho tiempo y dando los respectivos agradecimientos, Diana aplaudió cuando llamaron adelante a la princesa, siempre le habían agradado sus lindos discursos, sin duda, estaba hecha para serlo.



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Sáb Abr 22, 2023 7:31 pm por Rising Sun

2. REGALANDO SONRISAS
Princesa Ingrid- Orfanato - 4 de Diciembre
Era realmente extraño que tanto el príncipe como el juguetero estuviera actuando de manera rara. Como si no fueran ellos mismos. Cosa que tenía a las chicas estaban muy preocupadas y desanimadas. Es que se sentía como si estuvieran ocultando algo. Nada hacia sentido. El príncipe Jerome no era el de siempre y siendo sinceros ella quería saber por qué. Por lo visto Diana también quería lo mismo, pues el otro chico por lo que le contaba estaba teniendo las mismas actitudes extrañas. Aunque en sentido opuesto.
— Concuerdo. Es demasiado extraño. Aunque si hace sentido su suposición no sé, creo que el príncipe sea de los que sigue ese tipo de tendencias. — Soltó un suspiro, porque al decir esto solo estaba descartando otra posible respuesta a lo que les ocurría. — Así es, y es que… incluso si hubiera sido algo de un día. Pues tal vez podría pasarse por alto. Pero al menos al menos en lo que a mí me consta el príncipe Jerome lleva así de extraño desde hace cuatro días. — igual no puedo evitar sentirse avergonzada. Qué pensaría la otra chica de ella si le tenía bien contaditos los días al príncipe de cuánto tiempo llevaba raro. — No vaya a pensar que me gusta estar sacándole la cuenta a todo, es solo que debido a las circunstancias me está haciendo tomar este tipo de medidas. Siendo sincera… a mí también me da ganas de hacer lo mismo. Solo que no se si pudiera hacerlo sola... quizás podríamos ayudarnos. Aunque no se si eso este bien. — termino por admitirle la rubia, tal vez si los vigilaban descubrirían el misterio.
La verdad estaba contenta de que quisiera ser su amiga. Realmente necesitaba una amiga sincera. Por lo que a pesar de todo lo ocurrido con los chicos, eso le había alegrado el día. — Claro que no es por interés. Créeme, a estas alturas puedo leer muy bien a la gente cuando se acercan a mí y lo hacen por interés. Con el tiempo y las malas experiencias una aprende. — Admitió la princesa. — ¡En las dos! ¡A veces en la mía, a veces en la tuya! Yo feliz de verdad. — Respondió entusiasmada. — Sí es que aunque mis padres son los reyes, a mí suelen darme mucha responsabilidad, soy como la cara del pueblo. Amo ser princesa, pero a veces puede ser solitario, aunque estés rodeada de gente. — confeso la rubia. — Oh, sí tienes razón, es mejor pedir, así nos evitamos malos ratos. — admito, la prensa podía ponerse pesada algunas veces.
— Perfecto. ¡Luego haremos eso! Bueno, Diana, supongo que ya es momento de comenzar. — afirmo con una sonrisa. Al menos todo esto le había servido para ponerse de mejor humor y ahora que entraba en aquella habitación llena de niños se contagiaba aún más de alegría. Le gustaría claramente que Jerome estuviera con ella, pero ya con eso no podía hacer nada. Así que no dejara que se apañara la actividad por ello.
— Saludos a todos, damas y caballeros, niños y niñas… — Comenzó a saludar la princesa. Luego de tales saludos y todos los protocolos oficiales, la chica continuó con lo que importaba aquí. Los regalos para los pequeños. — Bueno, aquí tengo una persona especial su nombre es Diana y ha sido de gran ayuda para poder traer todos esos regalos directitos del polo norte. Ella es amiga de Santa Claus y los duendes. Diana, por favor, saluda a los pequeños. — dijo presentando a la juguetera mientras comenzaban a poner a los chiquillos en fila para hacerles llegar sus regalitos.
by emme— Concuerdo. Es demasiado extraño. Aunque si hace sentido su suposición no sé, creo que el príncipe sea de los que sigue ese tipo de tendencias. — Soltó un suspiro, porque al decir esto solo estaba descartando otra posible respuesta a lo que les ocurría. — Así es, y es que… incluso si hubiera sido algo de un día. Pues tal vez podría pasarse por alto. Pero al menos al menos en lo que a mí me consta el príncipe Jerome lleva así de extraño desde hace cuatro días. — igual no puedo evitar sentirse avergonzada. Qué pensaría la otra chica de ella si le tenía bien contaditos los días al príncipe de cuánto tiempo llevaba raro. — No vaya a pensar que me gusta estar sacándole la cuenta a todo, es solo que debido a las circunstancias me está haciendo tomar este tipo de medidas. Siendo sincera… a mí también me da ganas de hacer lo mismo. Solo que no se si pudiera hacerlo sola... quizás podríamos ayudarnos. Aunque no se si eso este bien. — termino por admitirle la rubia, tal vez si los vigilaban descubrirían el misterio.
La verdad estaba contenta de que quisiera ser su amiga. Realmente necesitaba una amiga sincera. Por lo que a pesar de todo lo ocurrido con los chicos, eso le había alegrado el día. — Claro que no es por interés. Créeme, a estas alturas puedo leer muy bien a la gente cuando se acercan a mí y lo hacen por interés. Con el tiempo y las malas experiencias una aprende. — Admitió la princesa. — ¡En las dos! ¡A veces en la mía, a veces en la tuya! Yo feliz de verdad. — Respondió entusiasmada. — Sí es que aunque mis padres son los reyes, a mí suelen darme mucha responsabilidad, soy como la cara del pueblo. Amo ser princesa, pero a veces puede ser solitario, aunque estés rodeada de gente. — confeso la rubia. — Oh, sí tienes razón, es mejor pedir, así nos evitamos malos ratos. — admito, la prensa podía ponerse pesada algunas veces.
— Perfecto. ¡Luego haremos eso! Bueno, Diana, supongo que ya es momento de comenzar. — afirmo con una sonrisa. Al menos todo esto le había servido para ponerse de mejor humor y ahora que entraba en aquella habitación llena de niños se contagiaba aún más de alegría. Le gustaría claramente que Jerome estuviera con ella, pero ya con eso no podía hacer nada. Así que no dejara que se apañara la actividad por ello.
— Saludos a todos, damas y caballeros, niños y niñas… — Comenzó a saludar la princesa. Luego de tales saludos y todos los protocolos oficiales, la chica continuó con lo que importaba aquí. Los regalos para los pequeños. — Bueno, aquí tengo una persona especial su nombre es Diana y ha sido de gran ayuda para poder traer todos esos regalos directitos del polo norte. Ella es amiga de Santa Claus y los duendes. Diana, por favor, saluda a los pequeños. — dijo presentando a la juguetera mientras comenzaban a poner a los chiquillos en fila para hacerles llegar sus regalitos.


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Mar Mayo 02, 2023 9:57 pm por Shooting Star
2. REGALANDO SONRISAS
Diana Bekker - Orfanato - 4 de Diciembre
La situación del juguetero y del príncipe era muy extraña, así que entendía que la princesa estuviera preocupada por su prometido, más cuando señalaba cuando no era de ese tipo de comportamiento, sonrió un poco al pensar en Derek, y para justificar su risita adelante de la princesa Ingrid se justificó — Bueno… Derek si es capaz de seguir por completo esas tendencias es un loco, así que lo veo muy capaz, pero ahí ¿por qué? Ni idea. Debe tener alguna razón —, dijo la chica negando con la cabeza porque si que Derek era bastante especial, lo que no entendía era porque le había mentido y porque razón no había venido cuando era el más entusiasmado en todo esto, se esmeraba en estos eventos y sobre todo, cuando tenían que ver con el orfanato y niños, además que amaba la navidad.
— ¿Cuatro días? Que raro, Derek también —. La miró algo asustada y sorprendida. ¿Qué estaba sucediendo? Todo era muy sospechoso, solo que quizás no era nada y solo estaba pensando cosas que no eran, en fin, ella ya estaba aquí y no quería pensar nada más que tener bien organizado los regalos para que ningún niño quedará sin algún obsequio, no obstante, estos habían cuadrado a la perfección e incluso habían sobrado dos, esperaba que fuera solamente porque lo habían adoptado. Que lindo hacer aquello, eso era una ilusión para los pequeñitos huérfanos.
La charla con la princesa era interesante y asintió, prestando atención a todo lo dicho —. ¿La verdad? No es del todo correcto, si quiere puedo ayudarla y para que salga de esa intriga, yo estoy en las mismas, sería alocado si ambos estuvieran metidos en un lío ¿Te imaginas? —. Siseó, ni siquiera bromeaba a veces en el mundo pasaban cosas alocadas que no tenían ninguna explicación lógica. Debía sacar de esa incertidumbre a la princesa que veía que le afectaba al igual que ella misma.
Al final quedaron en salir y tener juntas. Era completamente loco, Diana jamás imaginó que lograría congeniar con ella, pero resultaba que sí tenían química y la realidad es que era muy amable. — En nada, te doy mi número para que podamos contactarnos ¿De acuerdo? Será divertido —. Exclamó sonriente notando que todo daría comienzo, dio el visto bueno luego de Ingrid y solo se dispuso ponerse a un lado del escenario, contemplando a veces la alegría e ilusión de los niños y niñas.
Era muy delicada y carismática, entendía muy bien como todo el mundo la quería, tenía ese ángel y hasta parecía uno, realmente se sentía afortunada que quisiera ser su amiga, pues entendía bien que era un deber que tenía pero que no dejaba de ser solitario. Aplaudió cuando terminó viendo que los demás también hacían lo mismo, sonrió abiertamente cuando la llamó, agradeciendo lo que también había hecho, sintió sus mejillas sonrojadas pero lógicamente que iba a seguir el juego. — Muchas gracias, todo es con mucho gusto y es verdad lo que dice, pero sé muy bien princesa Ingrid que usted también conoce mucho a Santa Claus ¿no? Sabemos que este año se han portado todos muy bien así que por eso serán recompensados. Oh… ¿Han oído? ¿Ha escuchado eso, princesa? —. De pronto, se comenzó a escuchar un jo jo jo. Y de la nada, apareció Santa Claus, un hombre bonachón y anciano que siempre se disfrazaba de Papa Noel. Los pequeños gritaron de emoción y por supuesto, ahí abrazó a algunos mientras pasaba y se sentaba en la silla donde se encontraba el árbol de navidad, ellas también iban ayudar en la entrega de regalos.



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Lun Mayo 15, 2023 7:01 pm por Rising Sun

2. REGALANDO SONRISAS
Princesa Ingrid- Orfanato - 4 de Diciembre
Ingrid muchas veces no podía entender eso de las tendencias y retos de las redes sociales. Sí, era cierto que tenía que estar al día con esas con las redes, pues era figura pública, el pueblo siempre añoraba tener contacto con los monarcas. En su caso, al ser joven se esperaban que también tuviera ese contacto a través de los medios digitales. Pero eso era una cosa y otra era muy diferente las ocurrencias con las que salían las personas que luego se ponían hacer y agravarse para que todos lo vieran. Ahí sí que ella estaba bien atrás en ello. Posiblemente en parte porque tenía muy pocas amistades cercanas como para que la influenciaran en cosas como aquellas. — No sé por qué, pero por cómo está actuando ahora me daría la impresión de que el príncipe sería capaz de hacer una cosa de esas. Pero como dije, no es de los que lo hace… cosa que pone todo más raro aún esta situación. — negaba. Era todo un completo misterio.
— Cada vez me parecen más extrañas las coincidencias. Si fuera porque no se conocen… hasta donde sé… diría que se pusieron de acuerdo. — comento mientras dejaba salir un suspiro frustrada. La idea sabía que tal vez no era la mejor o más bien la más correcta. Pero al mismo tiempo sentía que el príncipe algo le estaba ocultando y ella merecía una explicación. ¿Además si Diana igual estaba en las mismas con Derek entonces porque no salir de dudas? No es que fueran hacer una escena frente a ellos si descubrían algo extraño. Por supuesto que no, Ingrid era demasiado elegante y refinada como para hacer algo así. Pero de todos modos podría saber a qué atenerse. — Ay… gracias de verdad. Pues yo lo único que quiero es salir de la duda de que le está pasando. Por todo lo que me has dicho capaz y hasta es cierto que se conozcan y se pusieran de acuerdo… pero porque entonces sería la pregunta. — esto era de locos y así lo reconocía la princesa.
Si bien había estado triste porque se Jerome no la acompaño en este evento tan importante, ahora estaba contenta porque había conseguido una amiga de manera inesperada. Hasta habían quedado en salir, y espiar a los chicos. Oh sí, pero boca cerrada con eso último, era un secreto de las dos. — Me parece perfecto. ¿Sabes? Esta conversación contigo me ha mejorado mucho el ánimo. — Admitió la rubia. Luego fue cuestión de simplemente intercambiar los números de teléfono, así podrían estar en contacto más tarde.
El evento comenzó y la muchacha estaba emocionada de ver las caritas felices de aquellos niños. Hacía que todo valiera la pena, que fuera satisfactorio. Ingrid fue quien primero hablo, esos aplausos al final mostraban el gran cariño que el pueblo le tenía a la princesa. Pero ella no hubiera podido hacer nada sin la ayuda de la juguetera, por lo que luego de presentarla le cedió la palabra. — ¡Es Santa Claus niños! — exclamo con emoción mientras tomaba en brazos a uno de los más pequeños para que no se lo llevaran atropellado los demás. Una pequeña niña se detuvo al lado de Diana dando un par de jalones a su ropa y viéndole con ojos grandes. — Creo que quiere que la cargue. — dijo soltando una risita. — Vamos a acercarnos. — le dijo a Diana para comenzar a caminar hacia el área donde estaba el hombre vestido con traje rojo y que comenzaba a entregar regalos. — Solo espera a que les den chocolate caliente se pondrán más traviesos de lo que son. Pero es lindo verlos contentos. — expreso en un tono melancólico. Estos niños necesitaban de mucho amor, cariño, y muchas cosas más.
by emme— Cada vez me parecen más extrañas las coincidencias. Si fuera porque no se conocen… hasta donde sé… diría que se pusieron de acuerdo. — comento mientras dejaba salir un suspiro frustrada. La idea sabía que tal vez no era la mejor o más bien la más correcta. Pero al mismo tiempo sentía que el príncipe algo le estaba ocultando y ella merecía una explicación. ¿Además si Diana igual estaba en las mismas con Derek entonces porque no salir de dudas? No es que fueran hacer una escena frente a ellos si descubrían algo extraño. Por supuesto que no, Ingrid era demasiado elegante y refinada como para hacer algo así. Pero de todos modos podría saber a qué atenerse. — Ay… gracias de verdad. Pues yo lo único que quiero es salir de la duda de que le está pasando. Por todo lo que me has dicho capaz y hasta es cierto que se conozcan y se pusieran de acuerdo… pero porque entonces sería la pregunta. — esto era de locos y así lo reconocía la princesa.
Si bien había estado triste porque se Jerome no la acompaño en este evento tan importante, ahora estaba contenta porque había conseguido una amiga de manera inesperada. Hasta habían quedado en salir, y espiar a los chicos. Oh sí, pero boca cerrada con eso último, era un secreto de las dos. — Me parece perfecto. ¿Sabes? Esta conversación contigo me ha mejorado mucho el ánimo. — Admitió la rubia. Luego fue cuestión de simplemente intercambiar los números de teléfono, así podrían estar en contacto más tarde.
El evento comenzó y la muchacha estaba emocionada de ver las caritas felices de aquellos niños. Hacía que todo valiera la pena, que fuera satisfactorio. Ingrid fue quien primero hablo, esos aplausos al final mostraban el gran cariño que el pueblo le tenía a la princesa. Pero ella no hubiera podido hacer nada sin la ayuda de la juguetera, por lo que luego de presentarla le cedió la palabra. — ¡Es Santa Claus niños! — exclamo con emoción mientras tomaba en brazos a uno de los más pequeños para que no se lo llevaran atropellado los demás. Una pequeña niña se detuvo al lado de Diana dando un par de jalones a su ropa y viéndole con ojos grandes. — Creo que quiere que la cargue. — dijo soltando una risita. — Vamos a acercarnos. — le dijo a Diana para comenzar a caminar hacia el área donde estaba el hombre vestido con traje rojo y que comenzaba a entregar regalos. — Solo espera a que les den chocolate caliente se pondrán más traviesos de lo que son. Pero es lindo verlos contentos. — expreso en un tono melancólico. Estos niños necesitaban de mucho amor, cariño, y muchas cosas más.


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Sáb Jun 03, 2023 12:47 pm por Shooting Star
2. REGALANDO SONRISAS
Diana Bekker - Orfanato - 4 de Diciembre
Todo era sumamente extraño a decir verdad es que ni el príncipe ni Derek estaban actuando de manera común y todo calzaba. De todos modos, no quería estar de paranoica y pensar cosas que no debía, porque la verdad es que las personas tenían cambios repentinos, se preguntaba también si Derek había pasado algo fuerte que había hecho sucumbir ese cambio más serio, lo único es que no podía quedarse con los brazos cruzados.
Diana escuchó con mucha atención a la adorable princesa que quería ser su amiga - y ella con gusto aceptaba - que estaba igual de preocupada, sorprendida y extrañada como ella así que era lógico que tenían que actuar de alguna forma sin que hubiera sospechas, es que tampoco podía permitir que el príncipe se enojara con ella y dudaba que ella quisiera que el juguetero se enojara también, así que tenían que planear en algún momento cuando se juntaran porque ambas estaban dispuestas a juntarse. — Promesa que analizaremos todo e investigaremos a profundidad, eso sí tenemos que ser sigilosas y la idea es que no se den cuenta, cuando nos juntemos veremos toda, tal vez debí ser detective porque aquí algo extraño pasa, princesa. — susurró con suavidad mientras sujetaba su mano para que la rubia sintiera esa tranquilidad y no tanta preocupación es que había que decir que ellas no eran tontas y esto si que era demasiada coincidencia, así que les tocaba averiguar que ocurría.
Ahí quedó toda la conversación porque lo cierto es que el evento dio comienzo, la princesa Ingrid estaba siendo muy tierna con ella así que en su discurso igual le dedicó unas palabras de elogios porque lo cierto es que como princesa si que era excelente y por eso todo el mundo la quería.
Con la llegada de Santa Claus todo se volvió mucho más animado y era lindo contemplar las sonrisas de los niños que fueron directo hacía a él.— Parece que sí ¿puede hacerlo? — le preguntó la castaña es que a veces no entendía el protocolo que tenían pero imaginaba que no se iba a negar por nada. — Sí, sí vamos hacía a allá. — Ya habían encargados de dar chocolate caliente y los cocineros se estaban encargando de preparar bolsitas de dulces y rica comida para todos para que el evento fuera mucho más bonito. — ¿Quieres tomar chocolate caliente? — En ese momento tenían tiempo porque los niños eran llamados uno por uno así que podían conversar mucho más y ante todo, observar la linda escena.
—Oh, parece que nos quieren sacar a una foto o a usted. — La miró con cierta disculpa es que no la podía tutear del todo aún, Ingrid no deba a de ser la princesa de ese lugar así que le debía respeto a pesar que estaba sintiendo mucho cariño por la chica, tenían que conocerse más y sentía toda la motivación para que se pudiera lograr, es que aunque todo podía ver que la noble igual se sentía sola y era injusto, ella tenía todo el derecho de tener amor y muchos amigos no iba a dejar su titulo por tener más, ella podría adaptarse y porque claro, jamás sería una mala influencia para ella.
Después de esto solo tenían que coordinar para ver que pasaba con los chicos por lo cual, esto ya era asunto de las dos y no podían echarse para atrás.



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Vie Ago 25, 2023 6:17 pm por Rising Sun

2. REGALANDO SONRISAS
Princesa Ingrid- Orfanato - 4 de Diciembre
Algo tenía raro el príncipe y lo más raro era la coincidencia de que el juguetero también andaba en las mismas justamente para el mismo tiempo. La joven no podía creer que tendría que llegar al punto de ponerse a espiar, pero no había de otra. Los chicos no estaban actuando normal, así que era una justificación válida a sus ojos. ¿Pues y si le estaba ocurriendo algo malo que no pudieran decir? ¿Cómo ayudarlos? Quizás estaban exagerando, pero ellas merecían una explicación y no que les estuvieran dando la medida vuelta al asunto para evadir la respuesta.
En cierto modo le daba incluso un poco de emoción, no porque fueran a ir a espiarlos, pues de verdad la preocupación por su extraño comportamiento era genuina. Más bien su emoción iba por el hecho de hacer algo diferente, algo a lo que no estaba acostumbrada. La rubia había estado siempre rodeada de formalidades por su título de princesa, sin embargo, le gustaba la espontaneidad. Ser distinta al resto de la realeza que se sentía superior por su elegancia y protocolo que, aunque sabía tenía su razón de ser, no dejaba de ser tediosos en algunas ocasiones y que también hacía sentir al pueblo que estaban distantes, inaccesibles. Eso no le gustaba, por eso prefería las cosas más sencillas, aunque rara vez pudiera saltar todo eso. Además, había conseguido una nueva amiga, una amiga de verdad que la estaba entendiendo y que no se acercaba a ella solo por ser la princesa, ni para hablar frivolidades.
— Perfecto, así me quedo más tranquila, realmente siento preocupación, tal vez es nada, pero al mismo tiempo podrían tener algún problema y eso es lo que descubriremos. — Dijo más tranquila y contenta. — Seguro que sí, y me dices si no estoy siendo demasiado sigilosa. — es que la habían enseñado a ser el centro de atención que ir calladita era una misión. Menos mal que al menos era menuda de cuerpo, aunque alta, y con una voz suave, que de igual modo solo tenía que modular el volumen de su voz para no hacer tanto ruido mientras les observarán. — Estoy segura de que lo serías, serás mi maestra detectivesca. — Bromeó.
Prono comenzó la actividad con los niños, era gratificante y la verdad entre los niños y su nueva amiga la habían vuelto a poner de buenas y no triste como al comienzo se encontraba. Aunque sí le daba pena de que el príncipe Jerome no hubiera podido disfrutar de esto, pues realmente era una hermosa experiencia. Las chicas compartieron un poco con los niños, incluso cargando alguna de las pequeñas un rato en el área donde estaban los dulces. Todos se veían muy contentos y adorables. — Claro que sí, no podría decir no aún buen chocolate. — aseguro Ingrid. Además de que comenzaban a llamar a los pequeños para darle los obsequios, así que podían tomarlo con calma mientras admiraban tan dulce escena.
Alzó una ceja cuando le dijo usted, pero luego sonrió. Comprendía que no sería algo de un momento a otro el que se acostumbrará a tutearla. — Yo no sé si será a las dos o a mí. Pero a mi parecer lo correcto es que sea a las dos. Ambas pusimos nuestro granito de arena para que esto se llevara a cabo. — aseguro mientras la llevaba con ella para acercarse a que les tomarán la foto. — Lástima, los chicos se lo perdieron. Ellos también deberían de estar en esta foto… ya será para una siguiente actividad. Nos las deben. — Dijo decidida. Ingrid puso la sonrisa más cálida y tierna que tenía mientras posaba junto a su nueva amiga para la foto que de seguro estaría mañana en las portadas de los periódicos. — Más tarde planeamos bien, pero… ¿Crees que sea posible hacer aquello… en los próximos días? — preguntó refiriéndose a lo de investigar a los chicos. Pues la verdad es que mientas más pronto salieran de la duda mejor. De todos modos ellas se reunirán, así que allí con calma podían ver por donde comenzar.
by emmeEn cierto modo le daba incluso un poco de emoción, no porque fueran a ir a espiarlos, pues de verdad la preocupación por su extraño comportamiento era genuina. Más bien su emoción iba por el hecho de hacer algo diferente, algo a lo que no estaba acostumbrada. La rubia había estado siempre rodeada de formalidades por su título de princesa, sin embargo, le gustaba la espontaneidad. Ser distinta al resto de la realeza que se sentía superior por su elegancia y protocolo que, aunque sabía tenía su razón de ser, no dejaba de ser tediosos en algunas ocasiones y que también hacía sentir al pueblo que estaban distantes, inaccesibles. Eso no le gustaba, por eso prefería las cosas más sencillas, aunque rara vez pudiera saltar todo eso. Además, había conseguido una nueva amiga, una amiga de verdad que la estaba entendiendo y que no se acercaba a ella solo por ser la princesa, ni para hablar frivolidades.
— Perfecto, así me quedo más tranquila, realmente siento preocupación, tal vez es nada, pero al mismo tiempo podrían tener algún problema y eso es lo que descubriremos. — Dijo más tranquila y contenta. — Seguro que sí, y me dices si no estoy siendo demasiado sigilosa. — es que la habían enseñado a ser el centro de atención que ir calladita era una misión. Menos mal que al menos era menuda de cuerpo, aunque alta, y con una voz suave, que de igual modo solo tenía que modular el volumen de su voz para no hacer tanto ruido mientras les observarán. — Estoy segura de que lo serías, serás mi maestra detectivesca. — Bromeó.
Prono comenzó la actividad con los niños, era gratificante y la verdad entre los niños y su nueva amiga la habían vuelto a poner de buenas y no triste como al comienzo se encontraba. Aunque sí le daba pena de que el príncipe Jerome no hubiera podido disfrutar de esto, pues realmente era una hermosa experiencia. Las chicas compartieron un poco con los niños, incluso cargando alguna de las pequeñas un rato en el área donde estaban los dulces. Todos se veían muy contentos y adorables. — Claro que sí, no podría decir no aún buen chocolate. — aseguro Ingrid. Además de que comenzaban a llamar a los pequeños para darle los obsequios, así que podían tomarlo con calma mientras admiraban tan dulce escena.
Alzó una ceja cuando le dijo usted, pero luego sonrió. Comprendía que no sería algo de un momento a otro el que se acostumbrará a tutearla. — Yo no sé si será a las dos o a mí. Pero a mi parecer lo correcto es que sea a las dos. Ambas pusimos nuestro granito de arena para que esto se llevara a cabo. — aseguro mientras la llevaba con ella para acercarse a que les tomarán la foto. — Lástima, los chicos se lo perdieron. Ellos también deberían de estar en esta foto… ya será para una siguiente actividad. Nos las deben. — Dijo decidida. Ingrid puso la sonrisa más cálida y tierna que tenía mientras posaba junto a su nueva amiga para la foto que de seguro estaría mañana en las portadas de los periódicos. — Más tarde planeamos bien, pero… ¿Crees que sea posible hacer aquello… en los próximos días? — preguntó refiriéndose a lo de investigar a los chicos. Pues la verdad es que mientas más pronto salieran de la duda mejor. De todos modos ellas se reunirán, así que allí con calma podían ver por donde comenzar.


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Miér Sep 13, 2023 10:54 am por Shooting Star
2. REGALANDO SONRISAS
Diana Bekker - Orfanato - 4 de Diciembre
Quedaron en estar atentas a los chicos porque sin duda algo extraño estaba ocurriendo con ellos y si podían ayudarlos lo harían. Es que lo cierto que no debían tener excusas tan tontas para dejar de lado sus responsabilidades, era demasiada la coincidencia de que justo los dos estuvieran en los mismos quizás ocurría algo alrededor y era una nueva moda que hacía que actuarán diferente solo que Diana sentía que ya estaban bastante grandecitos para eso, por lo tanto era algo mucho mayor. Sí, ella asintió que tenían que coordinar un día para seguirlos y ver que se traían entre manos. Empezarían seguro por Derek que era más fácil porque con el príncipe era mucho más complicado. Era más perseguido y se dirigía a lugares que de por sí contaban con el doble de seguridad.
Pero quedaron para tres días más porque dejo que la princesa estuviera más libre y sin tanto que hacer.
El evento comenzó y fue una verdadera maravilla por la alegría de los niños. Además que sentía que se había hecho una nueva amiga en la princesa que sin duda, tal como decían era muy dulce, simpática y delicada.
— Me agrada mucho que siempre piense en el resto. Entonces si será una foto de las dos. ¿Nos puedes dar luego la fotografía? — Le preguntó al periodista que señaló que apenas saliera seguro que les sería enviada. Así que Diana posó con la princesa y se sintió muy orgullosa. — Espero que luego tengamos fotos más informales, Ingrid. Quiero decir ya sabes selfies o en salidas, espero que para los reyes no signifique un problema. — Comentó con cierto respeto, es que lamentablemente la vida de los reyes y príncipes, la nobleza en realidad era muy estricta y regida por muchas normas.
—Ya averiguaremos lo que pasa, lo prometo. Que aquí hay gato encerrado, algo muy extraño está sucediendo — Confirmó de nuevo pero le dedicó una sonrisa para que se tranquilizará porque lo iban hacer bien. — Sí, yo creo que usted me dijo en tres esta bien, cualquier cosa ya tiene mi teléfono y podemos atrasar o adelantar todo. Yo salgo generalmente a las 6 pero durante el horario del almuerzo igual tengo algo de tiempo, dado como es temporada de navidad si trabajamos a tiempo completo incluidos los fin de semana. — Ella también se encontraba ocupada así que se haría el tiempo para tratar de investigar lo que estaba ocurriendo con los dos chicos.
El evento siguió y se lo pasaron muy bien. Muy pronto la princesa tuvo que retirarse y se despidió con un suave abrazo que fue genuino entre las dos. Definitivamente quizás la amistad sería complicada por el tiempo y por las diferencias, sin embargo, Diana creía que se había hecho una amiga ese día.
Fin del Capítulo 2



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