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Mar Feb 14, 2023 11:11 pm por Juno
Recuerdo del primer mensaje :

Where the dead man called out for his love to flee?
INSPIRED
BOOKS
The Hunger Games
Aaron Mason se convirtió en el primer vencedor del Distrito Siete al ser el último en quedar en pie durante los 40° Juegos del Hambre. Ganar los juegos también lo convirtió en Mentor, en un producto empacado y hecho a medida de las masas del Capitolio, que estaban encantados con él por ser el primer vencedor de su distrito. Aaron tenía sólo dieciséis años recién cumplidos y desconocía de antemano las reglas del Capitolio y todo lo que involucraba ser realmente un vencedor, pero le quedó bastante claro que estaba atrapado en una jaula de oro luego de la Gira de la Victoria.

En sus andares en el Capitolio, de ser solicitado en fiestas de personas cuyo nombre y rango casi siempre ignoraba, conoció a Flavius. La extraña combinación entre lo que estaba prohibido con una insaciable curiosidad, convirtió su relación en una danza de complicidad que sólo sonaba cuando estaban juntos.

Aaron ganó experiencia como mentor al mismo tiempo que Flavius se adentraba en el mundo de las apuestas y pujas por los tributos durante los juegos. Ninguno de sus allegados confiaba en apostar por el Distrito Siete, porque era una pérdida de dinero segura, pero el año que Flavius decidió apostar en contra de las posibilidades, consiguió que uno de los tributos de Aaron quedara entre los cinco últimos sobrevivientes. Al año siguiente, sin ninguna estrategia particular ni mucho menos un plan maestro, Flavius patrocinó al tributo ganador de esa edición, Karl,  procedente del Distrito Siete.

Después de una vibrante Gira de la Victoria, Karl fue solicitado para una infinita lista de fiestas en el Capitolio. Debía estar de regreso en el Distrito Siete para las próximas Cosechas, pero nunca regresó a casa. La noticia de su fallecimiento en un trágico accidente de tránsito en el Capitolio llegó a todo Panem y durante tres días pasaron noticieros sobre su vida y reproducciones de sus momentos de gloria en los Juegos del Hambre. Pero con la próxima Cosecha, no se volvió a mencionar su nombre y su legado quedó enterrado en los bosques del Distrito Siete, sin que nadie le diera más importancia.

Nadie, por supuesto, excepto Aaron, quien aceptó con impotencia la pérdida de un chico que había estado a su cargo y por quien había hecho lo imposible porque sobreviviera. Para Aaron estuvo siempre claro que no se trató de un accidente y culpó al Capitolio de su desgracia, pero también a Flavius, a quien no volvió a dirigirle la palabra, ni tampoco acudió a ninguno de sus innumerables llamados a lo largo de los años. La última vez que cruzaron miradas fue en una fiesta de la que Aaron se fue temprano, sin que le importaran las consecuencias de ello.

Ahora, durante la 71° edición de los Juegos del Hambre, Aaron vio cumplir una de sus peores pesadillas al ver cómo su única sobrina, hija de su fallecido hermano, fue cosechada como tributo. Para salvar a Johanna, Aaron estará dispuesto a cualquier cosa, incluso si eso significaba hacer un trato con la única persona a quien preferiría no volver a ver en su vida.

× × × × × × × × × × × × × × × × × × × × × ×


Aaron Mason
Mentor D7 — 47 años — Pedro Pascal — Minerva

Flavius Dovecote
Capitolio  — 42 años — Oscar Isaac — Juno







Post de rol:


Última edición por Juno el Mar Jul 25, 2023 6:35 pm, editado 5 veces




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Dom Jul 23, 2023 11:06 pm por Minerva
III. A long time ago
El Capitolio
0.30hrs
Aaron

Le alegró ver que Flavius tomaba un poco más, pero recuperó la botella de sus manos para tomar de nuevo. El chico era verdaderamente dulce, un tipo de persona que no habría creído que existiera en el Capitolio. No había exagerado al llamarlo su salvador. Aaron iba a atesorar esa noche toda la vida.

Le sorprendió la exhibición de estrellas. Era muy convincente, aunque no alcanzara la belleza de una noche estrellada real. Notó que Flavius las veía extasiado y por un momento, Aaron observó con atención su perfil iluminado por las estrellas. Sonrió para sí y dio otro trago a la botella de vino, antes de pasársela de nuevo.

Estás dispuesto a que no olvide esta noche, ¿verdad?—preguntó, mientras se acostaba mejor, apoyando la cabeza en Flavius.

La quietud del penthouse los envolvió a ambos. Por un momento no se atrevió a romper el silencio. Era el primer momento de paz que tenía en el Capitolio. Nunca podría agradecerle bastante a Flavius por eso. No quería regresar a su residencia esa noche y afrontar las consecuencias de su huida si había sido descubierta.

Pero si lo había descubierto, habría valido la pena.

En el distrito siete las estrellas se ven hermosas —comentó un rato después, aunque lo hizo en un susurro, como si pudieran perturbar a alguien más—. Los árboles las esconden, pero si uno encuentra en descampado para acostarse puede verlas en todo su esplendor. Ojalá pudieras ir a verlas algún día. Te encantarían.

Estaba tan seguro de que le gustarían como seguro estaba de que un chico adinerado del Capitolio nunca pondría un pie en un Distrito después del Dos. Pero valía la pena soñar. ¿Por qué no?

Gracias, Flavius, de verdad—dijo, y estiró una mano hacia la del chico para estrecharla con suavidad. —¿Nos terminamos esta botella?

La propuesta salió divertida entre sus labios, aunque la verdad no necesitaría tampoco otro botella más. Una noche con solo dos botellas de licor compartidas era un gran avance. Eso se lo debía a Flavius también.

Era una lástima que no fueran a volverse a ver.






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Mar Jul 25, 2023 6:33 pm por Juno
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius
Flavius no había dejado de pensar en Aaron desde esa noche. Para su fortuna, su padre no se dio ni por enterado que se escapó esa noche de casa. Aunque estaba desesperado, tuvo que dejar que pasaran unos cuantos días para sacar el tema de Aaron con su padre. La oportunidad perfecta se le presentó una cena familiar, en que Amaranta, su hermana mayor, tenía de fondo la televisión. Estaban pasando un especial dedicado a los Vencedores de los últimos años y sus hermanas estaban obsesionadas con Elliot Thorpe, que se robó todas las miradas y aplausos por ser el primer vencedor del Distrito Diez. Cuando el rostro de Aaron apareció en la pantalla, Flavius supo que era el momento que estuvo esperando.

Así fue como le prometió a su padre las mejores calificaciones en la Academia, sacarse la puntuación máxima, si él le permitía unas horas a solas con el brillante Vencedor del Distrito Siete. La expresión que le dedicó su padre fue la confirmación a sus mayores temores: todo lo que dijo Aaron esa noche, era verdad. Por suerte, su madrastra aligeró la conversación. La mujer solía ser muy complaciente con Flavius, lo cual a veces lo ponía muy nervioso, pero esta vez no la contradijo ni una sola vez, pues fue ella quien hizo que la balanza se inclinara a su favor.

Lo único que había hecho Flavius los últimos días era levantarse temprano, ir a la Academia, quedarse más tarde para hacer clases extras y luego llegar a casa para seguir estudiando. Sus amigos estaban convencidos de que se había vuelto loco. Plutarch hasta lo había regañado porque, por supuesto, como el único que se tomaba las notas en serio, no debía hacerle gracia que alguien pudiera rivalizar en calificaciones con él.

Su padre parecía complacido y esa mañana le dijo, antes de despedirse, que quizás estaba a punto de obtener una recompensa. Aunque Flavius se sintió emocionado, de camino a la Academia siguió pensando en las palabras de su padre. Un premio. Él sólo quería volver a ver a Aaron, pero su padre quería darle un premio. Aaron no era un objeto, era una persona, pero él parecía ser el único que lo veía así.

Cuando regresó a casa, vio que había dos coches aparcados en la entrada. En la puerta estaban dos tipos de seguridad de su padre que Flavius ya conocía. En cuanto puso un pie dentro de su casa, el mayordomo le dijo, con un gesto muy solícito, que lo que había pedido estaba en la sala. Flavius frunció el ceño y sintió un puño en el estómago cuando tuvo un presentimiento que no sabía si quería que fuera verdad.

Flavius se quedó en el umbral de la puerta cuando reconoció a Aaron, que estaba de espaldas a él. La puerta corrediza que daba al jardín interior estaba abierta y Aaron debía de estar mirando tanto la fuente, que podía verse sin problemas desde allí, y los rosales que tanto adoraba su madrastra.

¿Aaron? —lo llamó, mientras daba un paso al frente, acercándose a él.








Última edición por Juno el Sáb Jul 29, 2023 12:47 am, editado 1 vez




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Sáb Jul 29, 2023 12:38 am por Minerva
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius

Al inicio, Aaron no le había prestado particular atención a la asignación de ese día. Otro ricachón más que iba a conocer. Iría, haría su trabajo y, con suerte, si lo hacía beber lo suficiente, se dormiría temprano y lo dejaría en paz. Era un buen plan. Al menos hasta que escuchó que lo llevaban a la residencia de los Dovecote.

Recordaba ese apellido demasiado bien.

Había intentando no pensar demasiado en Flavius. Aquella noche era un recuerdo que atesoraba en la memoria. La mejor noche de su vida. Pero intentaba no pensar demasiado en ella porque tenía la impresión de que gastaría el recuerdo, hasta que no pudiera recuperarlo con claridad.

Temía ensuciar aquel recuerdo, pero ahora el padre de Flavius iba a hacerlo por él.

Lo llevaron escoltado hasta su casa. Una parte de él se preguntaba si el padre de Flavius siempre hacía estas cosas y el chico solamente vivía en la ignorancia. No era tarde, ¿estaría Flavius en la casa? ¿Lo vería antes o después de pasar por la cama de su padre? era una perspectiva terrible.

Intentó esconder su nerviosismo a los escoltas, con los cuáles bromeó como si fuera no estuviera muerto del susto. Cuando lo dejaron solo se dio cuenta que no era una habitación, y no supo cómo sentirse al respecto. Una parte de él se sentía tranquilo de que no pasarían al sexo de una vez, pero otra se sintió inquieta, pensando en si Flavius aparecería por ahí.

Como si lo llamara con la mente, de repente escuchó la voz de Flavius detrás de él. Se giró con sobresalto, deseando que fuera su imaginación, pero no era así.

Flavius —dijo con el aliento contenido. Miró a su alrededor con inquietud, pensando que el padre aparecería en cualquier momento. Se restregó las manos, nervioso sobre qué decir. Finalmente optó por ser sincero. —Yo... ya ves. Me llamaron a hacer una visita acá.

Una visita. El mayor eufemismo de su vida. Tal vez Flavius no se lo tomaría tan mal. Si antes estaba en la ignorancia tal vez ahora también lo estaría.






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Sáb Jul 29, 2023 11:25 pm por Juno
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius
Flavius se sintió un poco estúpido porque, luego de llevar días pensando en él, ahora que tenía a Aaron frente a frente, no sabía bien qué decirle. Se quedó en silencio un instante, tan sólo observándolo. La noche en que lo conoció, a pesar del accidente con la botella en casa de Cornelius, estuvo convencido que Aaron estaba pasándola bien. Que tan sólo se aburrió de la fiesta y por eso decidió pedirle ayuda para salir de allí.

Pero ahora, después de saber toda la verdad, tenía la sensación de que estaba mirándolo con claridad por primera vez. Aaron lucía tenso, podía darse cuenta por la manera en que su labio inferior temblaba al hablar y por cómo se estaba frotando las manos, una contra otra. Flavius se sintió culpable, no se suponía que este reencuentro iba a ser así. Hubiera preferido él mismo darle la bienvenida a su casa, en lugar de que Aaron estuviera pensando en que estaba allí gracias a su padre.

Flavius se sintió mareado, pero decidió dar un paso al frente y colocó una mano sobre las de Aaron. Tenía la sensación de que ambos necesitaban sostenerse desesperadamente de algo. De alguien.

Lo siento, Aaron, no pensé que iban a traerte así. Nuestros guardaespaldas a veces se toman su papel demasiado en serio. ¿Te trataron bien? —preguntó con interés, pero luego se dio cuenta de que no era eso lo que quería decir. Sonrió con nerviosismo, mirando a Aaron a los ojos—. Papá y yo hicimos un acuerdo. Si me convertía en el hijo ejemplar que quería que fuera, aceptaría que… que nos conociéramos. Es sólo que él no sabe que ya nos conocimos, porque guardé el secreto —confesó al final, avergonzado y con las mejillas ardiéndole, por la cercanía de Aaron y también por los recuerdos de esa noche en que se conocieron—. Lo que quiero decir, es que estás aquí porque se lo pedí a papá. Quería verte de nuevo.

Cuando terminó su discurso, Flavius se dio cuenta de que eso había sonado increíblemente egocéntrico. Quizás Aaron no quería verlo de nuevo, no podía saberlo con exactitud. Tal vez esa noche Aaron sólo fue amable con él y no quería volver a verlo. Quizás no quería estar aquí, en esta casa. O estuviera pensando que Flavius quería usar su tiempo como el resto de la gente que pagaba por él. Se avergonzó de sólo pensarlo.










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Mar Ago 01, 2023 12:24 am por Minerva
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius

Uno de los mayores temores de Aaron era que Flavius no resultara tan maravilloso como en su recuerdo. Había sido una noche perfecta. Tanto que a veces dudaba de que hubiera sido real. Que alguien como Flavius existiera en el Capitolio parecía una mentira. Pero ahora que lo tenía inesperadamente al frente era exactamente como en sus recuerdos.

O tal vez mejor.

Se sorprendió mucho al escucharlo hablar. Tardó un momento en procesar lo que estaba escuchando, y sintió que le quitaban un peso de encima, pero no terminaba de creerlo.

¿Me estás diciendo que estoy aquí para verte a ti? ¿No a tu padre?—realmente necesitaba confirmarlo.

Una ligera sonrisa empezó a formarse en sus labios, y los ojos le brillaron. Se había sentido muy aprensivo con esta visita, y de repente se le presentaba un horizonte brillante. Por supuesto, un momento después dudó de si Flavius ya empezaba a entender cómo funcionaba esto. ¿De verdad un padre estaba dispuesto a pagar por él a su hijo?

Miró a su alrededor, como si esperaba encontrar la trampa.

¿Así que querías verme de nuevo? —Era la primera vez que se sentía halagado al escuchar eso, en lugar de asqueado. Se acercó hacia Flavius y extendió las manos hacia él. —¿De nuevo vamos a hablar nada más, o tienes algo más en mente?

Le guiñó un ojo. Quería aligerar el momento, relajarse y botar la tensión de la espera. Y quería hacer este encuentro agradable para Flavius, fuera lo que fuera que tuviera en mente. Se lo debía por la mejor noche de su vida.






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Sáb Ago 05, 2023 10:44 pm por Juno
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius
Flavius contuvo la respiración hasta que se dio cuenta en el cambio de expresión de Aaron. Parecía aliviado de saber que no estaba allí para ver a su padre. Flavius no pudo evitar preguntarse si se veía así de angustiado constantemente. Toda la gente en el Capitolio lo idolatraba desde que ganó sus juegos, pero nadie parecía importarle cómo se sentía Aaron. La imagen que Aaron presentaba en los videos que salían en el Capitolio o en las marquesinas de publicidad no tenía nada que ver con el Aaron que estaba ahora frente a él.

Sí. Estás aquí porque… —Flavius se tragó sus palabras, pues no quería decir que estaba allí por él. Aunque sabía que era cierto, sonaba espantoso. Flavius nunca tuvo la misma facilidad que sus hermanas mayores para aceptar los regalos caros que le hacía su madrastra. Quizás porque tuvo bastante claro que sólo lo hacía por ganárselo, porque se sintiera un poco menos culpable cuando ésta lo obligaba a llamarlo “mamá” en público—. Es por mí, no por papá. Perdón si pensaste otra cosa.

Flavius se sentía ridículo e incómodo, tenía la sensación de que estaba pisando un terreno de cristal que se caería a sus pies en cualquier momento. ¿Era así como Aaron se sentía siempre que venía al Capitolio? Debía ser una pesadilla.

No pudo evitar una oleada de compasión, en especial cuando Aaron le preguntó qué quería hacer. Entonces se quedó su mente en blanco, pues no había pensado con claridad hasta este momento. Tan sólo quería volver a ver a Aaron, pero no pensó en qué podían hacer. Confiaba en que nadie los iba a molestar, pero si llegaban sus hermanas eso iba a ser complicado. Quizás lo mejor sería que salieran de casa, tan sólo para evitarle a Aaron un mal momento.

Claro que quería verte de nuevo —comentó, mordiéndose el interior de la mejilla, mientras miraba a Aaron a los ojos—. La verdad es que no pensé bien qué podríamos hacer. No sé… no sé qué te gusta. Puede que la mitad de los lugares que me gusten a mí te parezcan aburridos, pero puedo intentar. ¿No te gustaría salir?

Flavius se había quedado con la impresión de que Aaron apenas conocía el Capitolio de verdad. De sólo pensar que sólo se la pasaba de fiesta en fiesta, amarrado a quienes pagaban su tiempo, lo llenaba de angustia. Era una situación terrible, pero a nadie le parecía mal.










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Lun Ago 14, 2023 12:55 am por Minerva
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius

La confirmación de que no estaba ahí por el padre de Flavius lo llenó de alivio. Sintió sus hombros relajarse y se atrevió a sonreír con más soltura. Era fácil escuchando al chico hablar con esa sinceridad ingenua que lo había cautivado el primer día. Al parecer, no había sido el alcohol el que había dulcificado sus recuerdos. Quizá incluso los había atenuado. Flavius era más adorable aún de lo que recordaba.

Miró a su alrededor con interés ahora que no lo ahogaba la aprensión de qué sería lo que le esperaba. La casa parecía grande y opulenta, muy acorde con alguien poseedor de un penthouse como en el que habían estado. Sin embargo, la propuesta de Flavius de salir le hizo pegar un respingo.

Arqueó ambas cejas mientras lo miraba con sorpresa.

¿Quieres salir de aquí conmigo?—preguntó incrédulo.

Hasta ahora, ninguna de las personas que había pagado por su tiempo lo había hecho en público. Todos buscaban tiempo en privado con él. Sexo. Algunos querían hablar, sí, pero entre las sábanas antes y después de que hiciera para ellos lo que le pedían. Algunos querían la ilusión de que él realmente quería estar con ellos. Aaron hacía lo que le correspondía.

Pero aunque algunos habían hecho la pantomima de preguntarle qué quería, Aaron siempre había tenido claro que no tenía opción.

Aquí, en cambio, estaba seguro de que la pregunta de Flavius era sincera. Seguro que no había pensado las consecuencias de lo que le proponía.

¿Sabes lo que implica que la gente te vea conmigo? Van a saber que estás pagando por mi tiempo y van a creer que tú y yo... —se mordió el labio inferior, mirándolo con toda la intención de que le entendiera sin palabras. —Tal vez sea mejor un plan más discreto.

No quería que Flavius atrajera malas intenciones sobre él de otros que pagaban por su tiempo, o se hiciera una reputación. Estaba muy joven. No comprendía todavía lo que hacía. Porque tenía la impresión de que Flavius tampoco estaba pensando en pedirle sexo ese día.

Era tan joven. Aaron moría de curiosidad por él. Se acercó un poco, y extendió una mano para tomar la suya, aunque dudó al último momento si era un gesto de demasiada confianza para lo poco que se conocían. Pero con él, le nacía tocarlo, como no le había pasado nunca en esos encuentros.





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Dom Ago 20, 2023 5:04 pm por Juno
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius
Flavius arrugó los labios, ahogando un mohín, pues la pregunta de Aaron le hizo darse cuenta, una vez más, de que en realidad seguía siendo un niño. Aaron parecía ansioso por el hecho de salir fuera de esta casa y hasta ahora Flavius no había pensado en lo que eso podía significar. Flavius estaba acostumbrado a que la gente hablara de él. En este momento ya la gente no le prestaba tanta importancia, pero cuando llegó a vivir con su padre, Flavius estuvo en boca de todos.

Como siempre tuvo el cariño de su madre mientras vivieron juntos, nunca comprendió lo que significaba que sus padres no estuvieran casados. Las primeras semanas fueron difíciles, Flavius no quería salir siquiera de su habitación, pero con el paso del tiempo la gente pareció aceptar el hecho de que Flavius siempre vivió en el seno de la perfecta familia Dovecote.

Quiso decirle eso a Aaron en un impulso, pero en casa había sirvientes y no quería que hubiera la mínima posibilidad de que alguien le comentara a su padre, o a su madrastra, que estuvo hablando de su madre. No quería problemas.

Podemos… podemos hacer lo que tú quieras, Aaron. Si quieres quedarte aquí, también está bien. Te puedo mostrar toda la casa, pero no sé si eso te va a aburrir. Tenemos una piscina en la parte de atrás, ¿quieres verla? También hay un invernadero, pero no estoy seguro de si se gusten tanto las plantas como a mis hermanas. A mí antes me daba mucha alergia, pero ya me acostumbré —Flavius le regaló una sonrisa, justo cuando Aaron le tomó de la mano.

Flavius sintió un cosquilleo en todo el cuerpo. Las manos de Aaron eran muy diferentes a las suyas, que se sentían resecas al tacto. Recordó la primera noche que se conocieron, todo lo que Aaron le contó sobre su casa y de cómo se ganaba la vida antes de hacerse con la victoria en los Juegos del Hambre. Tenían vidas muy diferentes, pero Flavius se aferró a la idea de que no se habían conocido por casualidad.

¿Qué dices? —preguntó, encontrando sus miradas de nuevo.










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Sáb Sep 02, 2023 1:00 am por Minerva
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius

Aaron sonrió al escuchar a Flavius y ver su expresión. ¡Era tan joven e ingenuo todavía! Le causaba una sensación de lo más agradable en el pecho. Un cosquilleo que no conocía y que le daban ganas de tirar de él y hacerle cosquillas hasta hacerlo reír. Hasta hacerlo feliz.

Le dio pena que se pusiera así ante su comentario, y tiró de su mano con suavidad, acariciándole con el pulgar el reverso de la mano.

Es tu tiempo, se supone que hagamos lo que tú quieras—le recordó.

Aunque sí que le seducía más la idea de quedarse con él lejos de los ojos curiosos de la gente, también tenía curiosidad de qué quería enseñarle. ¿Qué pensaba la gente del Capitolio que valía la pena de su ciudad?

Miró a su alrededor. En las casas que había estado había conocido diferentes estancias, pero nunca con un chico entusiasmado en mostrársela, sino gente que quería tener sexo con él en distintos lugares. No tenía buenos recuerdos de las piscinas que había conocido, por ejemplo.

Tu casa parece interesante, no me aburriría aquí, pero no quiero que te quedes encerrado si lo que realmente quieres es salir —añadió. —Solo lo dije por tu bien, para que te lo pienses.

Levantó una mano y le acarició la punta de la barbilla con un gesto cargado de juego, y decidió ser sincero.

Me parece que me saqué la lotería quedando a tu disposición una tarde. Gracias

De una extraña manera, Flavius lo ponía de buen humor.






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Lun Sep 04, 2023 11:49 pm por Juno
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius
Aaron volvió a insistirle en que este era su tiempo, así que Flavius decidió no llevarle la contraria. Supuso que era comprensible que no quisiera ceder y, además, Aaron debía estar acostumbrado a que el resto de la gente decidiera por él. Flavius podía comprenderlo, al menos hasta cierto punto, cuando se mudó a casa de su padre ya no pudo tomar ninguna decisión por sí mismo: lo cambiaron de colegio, le compraron ropa nueva y no volvió a comer su comida favorita nunca más.

Se preguntó qué pensaría Aaron de él si se lo decía, que era el hijo ilegítimo de su padre, contaba con que hubiera oportunidad para contárselo. Su padre le prometió que volvería a complacerlo si continuaba siendo un hijo ejemplar y sacaba buenas notas. Flavius estaba dispuesto a matarse estudiando y a complacer todos los caprichos de su madrastra si eso significaba volver a ver a Aaron. Estuvo convencido de ello cuando sintió la mano de Aaron tomar la suya con cuidado.

Salgamos solo un rato, no tiene que ser muy lejos. Hay un lugar que me gustaría mostrarte, mis hermanas me llevaron cuando era niño y desde entonces se volvió uno de mis lugares favoritos. Ahora ya no van conmigo, porque tienen muchas cosas que hacer como pensar en chicos o comprar maquillaje nuevo. ¡Se les acaba cada semana! —Flavius se encogió de hombros y buscó la chaqueta tornasol que descansaba en uno de los brazos del sofá.

Por suerte, donde quería llevar a Aaron sólo quedaba a una cuadra de su vecindario, podían ir caminando y los escoltas no tendrían reparo en dejarlos en paz. Cuando salieron de la casa, Flavius pronunció la sonrisa y le hizo una seña a Aaron para que lo siguiese.

El lugar al que quería llevarlo era una pista de hielo artificial. A esta hora no debía haber mucha gente, porque era mucho más concurrida por las noches. Estaba seguro de que tendrían el lugar casi solo para ellos.

Efectivamente, cuando llegaron, tan sólo había un grupito de niños que no hacía más que caerse sobre la pista. Flavius le sonrió a Aaron cuando pagó por dos pares de zapatos, uno para cada uno.

Como te digo, hace mucho que no vengo, pero intentaré no quedar en mucha vergüenza y enseñarte un poco. Mi hermana mayor me enseñó a mí, espero haber sido buen estudiante —comentó con una sonrisa mientras le extendía sus patines—. Ponte estos.










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Dom Sep 10, 2023 2:03 am por Minerva
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius

Debía admitir que sí que tenía curiosidad por el exterior del Capitolio, así que se dejó arrastrar por Flavius donde quería llevarlo. De camino, iba devorando todo con la mirada. Por lo general no ponía demasiada atención cuando lo llevaban de un sitio a otro, demasiado ocupado en no pensar lo que venía o en olvidar lo que había tenido que hacer.

Sin embargo, junto a Flavius se sentía diferente. No se sentía preocupado, ni ansioso, ni asqueado consigo mismo. Todo se veía distinto, y por primera vez en su vida, sentía que podía disfrutar algo en el Capitolio.

No se había esperado para nada que lo llevara a patinar. Aaron nunca había estado en una pista como aquella. En el Distrito 7 los ríos no se congelaban lo suficiente como para patinar.

Más te vale haber sido buen estudiante, pero sobre todo ser buen maestro: no sé hacer esto—contestó, mientras le sonreía y se ponía los patines.

Temía un poco hacer el ridículo. No sabía si los niños lo reconocerían, pero no quería que Flavius se avergonzara de él. Sin embargo, se limitó a sonreírle en un principio.

¿Crees que puedas enseñarme? —preguntó, estirando una mano hacia él.

Él sí que lo creía. Algo en su interior le decía que podía confiar en Flavius. Que el chico era probablemente la última persona en el Capitolio que querría hacerle algún mal. y Aaron estaba más que dispuesto a tomar eso a manos llenas aunque fuera solo por un instante.

Pensaba aprovechar al máximo esa tarde con él.

Solo te advierto que si me caigo, te llevaré conmigo.

Se rió de sus propias palabras. Flavius era el único que podía darle ganas sinceras de reír en aquel lugar.






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Sáb Sep 16, 2023 9:38 pm por Juno
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius
Flavius ni siquiera estaba esforzándose en disimular lo feliz que se sentía. No estaba seguro si esto era lo que su padre había pensado en cuanto compró el tiempo de Aaron, pero ni pensaba preguntárselo, y sabía que su padre sería lo bastante discreto para no indagar. Tan sólo indagaría escuetamente si lo había pasado bien, dándole pie a que Flavius pudiera darle respuestas ambiguas que los mantendrían a ambos contentos.

Por ahora, lo importante era que Aaron lucía también emocionado. Antes, Flavius no se había parado a pensar qué impresión tendría la gente en los distritos de los ciudadanos del Capitolio. Cuando había conocido a Aaron, esa respuesta se le atravesó de manera abrupta y ahora pensaba si, en los distritos, no los odiarían de manera genuina. Los Juegos del Hambre seguro que infundían miedo al gobierno, pero esto era diferente. El contraste de la vida que había llevado Flavius con respecto a Aaron, y eso que él ni siquiera había nacido en la élite del Capitolio. Tan sólo tuvo suerte porque su madrastra estaba obsesionada con la idea de tener un heredero varón.

Creo que puedo intentar enseñarte, pero más vale que me sostengas con mucha fuerza. —Flavius acabó de ponerse los patines y se puso de pie con cuidado. Se alegró que estuvieran bastante cerca de la pista porque aunque sabía mantener el equilibrio bajo el hielo, era diferente tener que caminar sobre otro tipo de superficie.

Sostuvo la mano de Aaron, llevándolo con cuidado. Había escuchado alto y claro que iba a caerse encima de él, pero Flavius no pretendía dejar que eso pasara. Cuando estuvieron en la pista de hielo, Flavius tomó a Aaron por ambas manos, aunque pudo darse cuenta enseguida que éste estaba haciendo un esfuerzo por no caerse. Le temblaban los brazos, pero Flavius patinó de espaldas, de forma que estaba quedando frente a Aaron. Le regaló una sonrisa, esperando que supiera que tenía todo bajo control.

Flavius hizo movimientos suaves, acercándose con cuidado al centro de la pista. Las chicas que estaban en una esquina ya los habían notado, pero ninguna se atrevía a acercarse. Por suerte, Flavius no las conocía, tuvo algo de aprehensión porque aquí venían sus compañeros de la escuela y algunas amigas de sus hermanas. Pero a Plutarch, el único amigo que lo conocía lo suficiente para acercarse en una situación así, no le gustaban estos sitios. Su mejor amigo consideraba que esas no eran más que diversiones mundanas para gente que no tenía nada bueno que hacer.

Por lo general, Flavius estaba en desacuerdo con él. Pero ahora más que nunca, sobre todo por la sonrisa de nerviosismo en labios de Aaron.

¿Ves? Creo que lo estás haciendo muy bien, estira los brazos un poco mejor para que puedas moverte mejor. Te prometo que no te voy a soltar… —dijo Flavius, sosteniéndolo con firmeza.










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Lun Sep 18, 2023 1:11 am por Minerva
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius

Aaron siguió a Flavius con la intención de hacerlo lo mejor posible, pero se sentía resbalar y tenía que sujetarse de él con mucha fuerza. Estaba haciendo lo posible por mantenerse, pero cada vez parecía más improbable.

Igual caerse no era tan malo, podía ser gracioso. O sexy. Si se traía a Flavius consigo...

Antes de que terminara de maquinarlo perdió la concentración y terminó cayendo, mientras tiraba de Flavius hacia él. En definitiva, no resultó como había empezaba fantasear. Cayó con estrépito, golpeándose el costado. Flavius cayó sobre él, y aunque era joven no era liviano. Soltó un quejido de dolor, y supo de inmediato que había quedado en ridículo.

No pudo más que reírse de su torpeza y su ingenuidad al pensar que habría una forma apropiada de caerse.

¡Lo siento!—dijo avergonzado, sosteniéndose el costado golpeado mientras se giraba para examinar a Flavius con la mirada. —'Esás bien? ¿Te lastimaste?

Nunca había lesionado a alguien del Capitolio en una de sus citas, así que de repente tuvo miedo de que ese fuera el caso. No sabía qué le harían en una situación así.

Te dije que era torpe —le recordó, todavía con una risa nerviosa.

Le dolía el costado, aunque sabía que no era nada grave, había estado herido de verdad otras veces. Esto era sobre todo un golpe a su orgullo.





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Miér Sep 20, 2023 10:28 pm por Juno
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius
Le parecía que no habían pasado más que un par de minutos desde que Aaron le advirtió que podía caerse, hasta que finalmente acabó sucediendo. Flavius perdió el equilibrio cuando sintió el tirón de Aaron y en cuestión de segundos acabaron ambos en el suelo. Soltó un gemido cuando sintió el golpe en la espalda y también en una de sus manos, que aterrizó mal en el hielo. Frunció el ceño, pero se fijó primero en Aaron, buscando sus pies, pues era usual que los primerizos se torcieran el tobillo.

Flavius recordaba con claridad que una ocasión, uno de los novios de su hermana, por querer impresionarla, hizo un movimiento demasiado peligroso y lo que iba a ser una cita acabó siendo una visita improvisada al hospital. Pero Aaron no parecía estar adolorido en los tobillos, así que no había sido más que una caída leve.

Negó suavemente cuando escuchó a Aaron preguntarle si se había lastimado. Flavius se arrodilló con cuidado sobre el hielo, mientras tanteaba ambas manos sobre la pista.

Estoy bien, no te preocupes. Más bien me alegro que tú estés bien, déjame levantarme a mí primero… —Flavius se puso de pie con cuidado, pues quería estar muy firme bajo el hielo antes de ofrecerle ayuda a Aaron. Cuando extendió ambas manos hacia él e intentó tirar para ponerlo de pie, fue más consciente que nunca de que Aaron era mucho más grande y pesado que él.

Aaron, por supuesto, también era mucho mayor que él. Flavius se avergonzó al pensar en ello, justo cuando Aaron consiguió ponerse de pie. Le dedicó una sonrisa nerviosa a Aaron, mientras volvía a sostenerlo con firmeza. Se tomó unos minutos, para evitar que Aaron siguiera temblando, sólo cuando sintió las piernas muy rectas, se atrevió a avanzar lentamente de nuevo.

Déjate llevar, prometo que te guiaré lo mejor que pueda… —Flavius lo miró con emoción mal contenida. Sentía las manos de Aaron cálidas, aferradas a él con firmeza—. ¿Te duele mucho el costado? Tuviste suerte, una vez un novio de mi hermana acabó en el hospital por hacerse el gracioso.

La verdad era que Flavius se había reído de él a sus espaldas, con su otra hermana, que también lo había definido como un “encimoso” y un “adulador”.










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Sáb Sep 23, 2023 11:46 pm por Minerva
IV. Someone I know
El Capitolio
11.15hrs
Flavius

Por supuesto que Aaron le dolía el costado, pero lo iba a disimular por su dignidad. Intentó esta vez concentrarse mejor en mantener el equilibrio, mientras dejaba que Flavius lo guiara. Sus manos eran fuertes, cálidas y reconfortantes. Se sentía seguro dejándose guiar por él. Sabía que era más chico y le constaba que no entendía muchas cosas, pero Aaron no podía dejar de sentir que si se abandonaba a sus manos, todo estaría bien.

Salí de la arena, Flavius—le recordó. —Una caída no es suficiente para lastimarme.

A veces hacía eso, bromear sobre la Arena como si no hubiera sido nada. De alguna forma le ayudaba a poner distancia entre la realidad y la historia que la gente del Capitolio compraba. Él sabía que no era un gran ganador. Había sido un chico desesperado por sobrevivir que había provocado la muerte de muchos otros como él.

Todavía en las noches solitarias en el Capitolio a veces se despertaba sintiendo las manos pegajosas de sangre.

Algunas de las personas que compraban su tiempo en el Capitolio querían que les hablara de eso. Le parecía morboso y asqueroso, pero no le quedaba más que cumplir con lo pedido. Eran el tipo de visitas que más odiaba.

Pero hasta ahora, Flavius no parecía tener interés en él por ser un campeón de los Juegos del Hambre. No parecía interesado en preguntarle cómo había sido ni en escucharlo contar su versión de las cosas.

Solo quería patinar con él. Aaron podía querer eso también.

Se desconcentró un momento al pensarlo y por un momento casi se cae, pero estrechó con fuerza las manos de Flavius y se sostuvo. Cuando notó que en definitiva no se había caído, le sonrió ampliamente.

¿Qué tal lo estoy haciendo? —preguntó, ansioso de recibir un halago.

Un halago por algo simple y mundano que realmente estaba haciendo bien. No por ser un asesino sobreviviente.






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