EL PODER
DEL AMOR

ONE ON ONE| Sci-Fi | ORIGINAL

El mundo se encontraba en guerra, el bien y el mal estaban enfrentándose y el epicentro lo era la ciudad de Tecno Nova. Todo el caos se había desatado cuando la Liga Obscura comandada por el gran villano Diomed fue asesinado, o al menos eso decían, en medio de una misión cuando se disponían a atacar los cuarteles de la Liga del Resplandor, lugar al cual pertenecían y eran entrenados todos los que nacían con superpoderes y decidían estar de parte del bien. Había sido un ataque caótico, y no les había ido bien a los villanos esa vez. Los héroes se distinguían por jamás actuar a las espaldas, ellos tenían un gran sentido del honor. Pero ese día, cuando Gorgon el mejor amigo Diomed, segundo al mando y padrino de Ciara llego al cuartel con el cuerpo de Diomed en brazos con una gran herida por la espalda. Lo que nadie supo es que Diomed nunca acompaño a su grupo de villanos en aquella misión, por el contrario, se había encontrado haciendo otra en solitario, una secreta. Así que la verdadera versión de su muerte nadie la conoce.

Ciara fue entrenada y criada bajo la tutela de Gorgon quien le reclamaba que era a ella que le correspondía vengar a su padre. No solo desatar el mar por completo en Tecno Nova, sino también darle en donde más le duele a la Líder de la liga del Resplandor, su hijo. Es aquí donde la vida de Ciara y Ronan se cruzan.

Ronan siempre creyó que no todos los villanos debían de desaparecer, que algunos no habían tenido la opción de escoger un bando, pues habían crecido en un mundo obscuro en el cual el mal era lo único que conocían. ¿Serían realmente malos del todo? Mientras que Ciara vivía odiando a personas inocentes que nada habían tenido que ver con la muerte de su padre sin darse cuenta de que solo se estaban aprovechando de sus poderes, los cuales eran los más poderosos de toda la liga de Villanos por poder controlar los elementos a su antojo a diferencia de otros que solo tenían una sola habilidad incluyendo a Gorgon. En el caso de Ronan gozaba de supervelocidad aunque según su maestro tenía aún más por desarrollar.

¿Podría esta mujer conquistar el mundo y completar su venganza? ¿O el corazón le jugaría una mala pasada terminando siendo ella la conquistada? ¿Podría este chico confiar en alguien lleno de odio y ver algo bueno en ella? Aquí era donde se podía ver que no importaba cuan poderosos fueran, el mayor poder de todos era el amor.

A veces era difícil explicarse los misterios de la vida. Desde aquel encuentro, Ronan ya no podía sacarse de la mente a la castaña. No estaba exagerando cuando le dijo que la veía como su alma gemela. Es que del momento uno ya se sentía esa conexión profunda entre ambos. Como si hubieran estado destinados a conocerse. Nunca antes le había ocurrido algo así, había tenido amantes, era cierto. Pero nada serio y aunque no le tenía un nombre aun a lo de Ciara, definitivamente no se trataba de algo de una noche. Podría sonar algo cursi, pero sí le hacía ilusión aferrarse a la posibilidad de una relación sería con ella. Claro está que su faceta como héroe podría ponerla en el blanco como su punto débil, así que por eso la protegería con todas sus fuerzas. Pues aunque bien Ciara tiene sus habilidades, los villanos podían ser muy creativos y actuar muchas veces en grupo en donde quedaría en desventaja. Así que él no iba a dejar que le hiciera nada malo.

Por supuesto que se siguieron frecuentando. Sin embargo, en estos últimos días no habían podido encontrarse. Claro que igual se comunicaban. A Ronan le encantaban esos mensajes provocadores que la chica le enviaba y que evidentemente él no dudaba en responder. " Yo igual, ya muero por volver a tenerte en mis brazos… acariciarte…” Aseguraba en uno de los tantos mensajes que intercambiaron. Era cierto, la verdad la extrañaba.

Había más cosas que hacer, no podía andar todo el día pensando en ella. Aunque la realidad es que si le preguntaban diría que sí podía. Pero bueno, había trabajo que hacer, por lo que el chico se preparó con su indumentaria de superhéroe, incluyendo un antifaz y capucha para así ocultar su identidad. Se había reportado un incidente en el centro comercial con los villanos. Ronan negó preguntándose si no tenían nada más productivo que hacer en la vida que estar atormentando a civiles solo por diversión. Porque eso eran este tipo de ataque para ellos, diverción.

Al llegar al área se encontró con un corre, y corre. El epicentro de las fechorías se encontraba en el local de la joyería. Para variar parecía que la policía no había logrado hacer nada. A veces se preguntaba para qué tenían guardias si ellos al final terminaban haciendo todo el trabajo. Ronan corrió a toda velocidad para sacar de aquel círculo de fuego antes de que lo alcanzara, quien parecía ser apenas un cadete inexperto que acompañaba a los policías. Escucho como los villanos se percataban de que ellos llegaron al lugar.

Una sonrisa de medio lado se apareció en el rostro del chico, agarro uno de los extintores contra incendio y comienzo al rededor del círculo a una velocidad increíble para así terminar por apagarlo. Noto como la única chica del grupo lanzaba un boomerang de agua en dirección a donde ellos estaban, se podía ver como lo disfrutaba. — Lamento interrumpir la fiesta, pero creo que ya se acabó. — él con su rapidez lo pudo esquivar, no así su compañera de equipo que lo acompañaba.  — Iba a decir que podíamos intentar esto por las buenas, pero ya veo que quieres que sea por las malas, linda. — Añadió dirigiéndose específicamente a ella.
 

Entre el amor y el odio, está la línea del perdón. Cruzarla significa darle vida a esta pasión.

Por un momento, tan solo por un pequeño momento, Ciara deseó ser una ciudadana con responsabilidades mundanas. Encontrarse con Ronan le apetecía mucho más luego de recibir aquel mensaje que respondió con un guiño. Ella también deseaba lo mismo, era increíblemente encantador y no se dejaban llevar totalmente por lo físico también conversaban mucho, sabía que el chico se estaba transformando en una clase de debilidad que nunca pensó tener,  ya que la verdad es que tenía que estar libre de emociones y solo existía la venganza en su sistema, nada más. Necesitaba hacerlo, ya le había arrebatado lo más importante de su vida y no quería que volverían a repetirlo, ya que si algo le pasaba algo a Ronan ahí si iba a explotar y destruiría todo.

Esta misión servía para canalizar todo aquello. Incluso era divertido porque también se trataba de un juego para ver quién ganaba, los malditos héroes por lo general eran quienes ganaban casi todo el tiempo, pero que agrado dejarlos débiles. Por eso tenían que actuar rápido para que al menos uno saliera huyendo y así conseguir esas joyas que tanto querían para obtener luego el dinero.  Aún así, no siempre sería fácil, los malditos civiles eran asustadizos y ella juraría que amaban informar cuando había algún problema para presenciar las batallas, claramente la prensa era la primera en estar ahí, por ello, todos tenían que ser sigilosos; habían muy pocos villanos que se mostraban cuando la verdad les daba lo mismo causar temor y en cierto modo, solían ser los líderes de grupo.

Era demasiado joven e inexperta para llegar a eso, era mucho mejor mantener el misterio.

Eran tres también por eso ya sabía de aquellos civiles molestos que quería quemar con sus propias manos. Se entretuvo pensando en esa tortura en su mente hasta que uno llamó su atención, porque claro, lo más lógico habría sido luchar chica con chica ¿no? Soltó una carcajada, su voz no sonaba por aquella máscara que simulaba ser incluso ser otra persona, su cabello estaba teñido de verde por los mismos poderes que le entregaba la oscura naturaleza —. ¿No te da vergüenza enfrentarte con una mujer?— siseó divertida. Claro que la estaba subestimando, seguro que el muy desgraciado pensaba que se iría por lo más fácil —  ¿Crees que será fácil? No me subestimes que igual puedo darte batalla—.  Y sin más lo azotó formando un látigo eléctrico, solo que el muy rápido era muy rápido, espléndidamente veloz. "Como Ronan" Pensó. Aunque claro ese pensamiento tenía que desvanecerlo rápido ya que en ese instante, uno de sus colegas salió a enorme velocidad con un saco de todas las joyas hacia la salida.
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“Quien eres tú que entre nocturnas sombras sorprendes de este modo mis secretos.”

Ronan deseaba poder estar mejor pasando un buen rato enfrascado en besos y caricias con Ciara. Realmente le comenzaba a hacer falta. Necesitaba pronto poder encontrarse con ella. Pero no, aquí estaba, en medio de un pleito con los villanos que al parecer encontraban divertido atormentar a la gente que simplemente quería hacer algunas compras. ¿Es que ni eso se podía hacer ya tranquilamente? La respuesta siempre era no. En Tecno Nova siempre había algo ocurriendo para bien o para mal. Esta ciudad siempre era una caja de sorpresas.

Que prefirieron estar con Ciara en un lugar tranquilo y lejos de todas las presiones que podría implicar ser un superhéroe, no quería decir que no le gustaba lo que hacía. Para nada, Ronan siempre daba lo mejor de sí y hasta disfrutaba de las rivalidades. Los piques. Aunque por supuesto, por su parte, él si veía que esos jueguitos ponían en riesgo a los civiles, cortaba de inmediato e iba directo al grano. Pero mientras tanto lo disfrutaba. Como ahora con esta villana que sentía algo familiar en ella, pero no logro descubrir el que. Solo sabía que encontraba interesante la forma en que actuaba. Se veía que tenía poder.

— ¿Por qué me tendría que dar vergüenza? — preguntó. — El superhéroe más poderoso de Tecno Nova es una mujer. — con eso solo le daba a entender que no la escogió como blanco por verla débil, más bien por verla como un reto. A veces no podía comprender a las mujeres pedían igual, pero solo en lo que les convenía. Porque dudaba mucho que una chica como ella realmente pensara que él era más fuerte. — La que se subestimó fuiste tú por creer que me enfrento a ti por eso. El género no determina el poder. — pero no pudo decir nada más porque aquel látigo de electricidad lo tomó por sorpresa. Bueno que le pasara por caer en el juego de la chica.

— Como gustes. — era diferente porque era electricidad, pero ese calor se sentía familiar, como la sensación que dejaba Ciara en su piel. Por supuesto, hora era un contexto totalmente distinto y también era otra chica. Podrían tener poderes similares, pero estaba seguro de que su preciosa Ciara si quisiera barrería el piso con ella porque no había que ser un genio para saber que tenía unas habilidades poderosas, la castaña. — Eso apenas me dejo un rasguño. — reto poniéndose velozmente en pie en apenas un parpadeo.

Ya era momento de poner las cosas serias. De ahí no se marcharía hasta que no estuviera todo devuelto en su lugar. — Oh, no, ¡No crean que van a huir con los bolsillos llenos de lo que no les pertenece! — amenazó y comenzando a caerle atrás al tipo que parecía tener unas habilidades parecidas a las suyas. De no ser por la chica, que estaba siendo un obstáculo para que el corredor alcanzara al otro, ya le hubiera dado alcance. Así que lo mejor era encargarse de ella primero. Por lo que, en vez de esquivarla, corrió derecho a ella, agarrándola por la cintura y acorralándola contra una pared. — ¿Vas a seguir siendo una molestia? — murmuro, no sabía por qué esa respiración… ese calor corporal, aun cuando no pudiera ver el rostro se le hacían extrañamente familiar. — No me gustaría hacerte daño, pero sí insistes… — y nada tenía que ver con verla débil, estaba claro que no lo era y por eso sí había ido contra ella. Solo que él prefería solucionar las cosas de otra manera que no fuera hiriendo a la gente. Pero sí se ponía difícil, no quedaría de otra.
 

Entre el amor y el odio, está la línea del perdón. Cruzarla significa darle vida a esta pasión.

Lo peor de todo es que aquel superhéroe era de aquellos que no quedaba callado y amaba provocar. Sin duda alguna, eso la enfadaba mucho más así que no estaba muy contenta con su comentario con respecto a las mujeres aunque si le agrado que las considerará y que no era el típico héroe machista que pensaba que las mujeres tanto heroínas como villanas podían ser muy capaces de luchar. — Al menos no eres de esos machistas, aunque esa superheroína esta vieja y seguro que no vive mucho para contarlo. Era aquella con quién tenía que enfrentarme — señaló a la chica que esta vez ya luchaba con un hombre y a pesar que estaba a la par contaba con cierta desventaja en definitiva le hubiera dado más pelea.

Lo atacó. Y aunque su ataque lo alcanzó así su cabello comenzó a elevarse hacia arriba por el enojo que sintió que todo había sido rasguño. — No lo creo — Murmuró la chica con enojo, su voz cambiaba a través de la máscara porque su identidad siempre era un secreto tal como aquel chico que estaba cubierto lo único que podían saber es que se estaban enfrentando un hombre y una mujer.

Sin más, uno de los villanos logró hacer un buen movimiento y salió huyendo con lo que había robado. Tenía las mismas habilidades con que el luchaba y sin duda,  no podía darle esa satisfacción para que lo pillará. Lo cierto es que no supo como corrió para darle alcance y si no fuera por ese látigo que agarró su tobillo muy probable que lo hubiera alcanzado. No pudo mantenerlo demasiado ya que al instante estaba acorralada en una pared por él. Lo miró de manera intimidante. — Que formas tienes para acaparar a alguien, ¿no? Debo decirte que no eres nada mi tipo — El  sujeto que huyo había causado una explosión pero igual habían dos de esos estúpidos que lo enfrentaban mientras iban por su ayuda, lo malo es que ella no podía hacer nada porque estaba con él.

—Adelante, que me da igual. Te voy a dar pelea de igual manera ya me tienes cansada — Lo empujó y sintió una punzada en su cintura. Eso no la hizo flaquear por nada y al instante ya lanzaba una tornado con cierta electricidad hacia el tipo que seguro no le llegaba directo por lo rápido que era. Se parecía a Ronan, pero claro que los héroes y los villanos tenían habilidades parecidas, ella podía manipular algunos elementos sobre todo el aire y la electricidad, él manejaba la supervelocidad y quizás algo más por lo que se tenía que ir con mucho cuidado. Lo importante aquí es que la pelea continuaba e iba durar lo que tenía que durar.

Debía confesar que de igual manera se sentía entretenida porque estaba teniendo una verdadera pelea y el nivel de los dos era bastante parecido así que no se sabía quién iba a ser el ganador.  Las batallas se formaban en aquel gran local, la policía no se iba aparecer hasta que todo hubiera acabado y que tuvieran atrapados a los culpables, ella por supuesto que iba a huir si su cometido tan solo era la destrucción para que TecnoNova tuviera más acción. La paz no existía.

 

“Quien eres tú que entre nocturnas sombras sorprendes de este modo mis secretos.”

El chico podía ser, de todo, menos machista. Tampoco aplaudía el feminismo, era neutral. Cada cual que fuera, como quisiera… claro, había límites. Como el hacerles daño a otros. Eso sí, no le agradaba. Por algo era un héroe, estaba allí para servir y proteger. No para hacer de la vida del resto una miseria. No le parecía justo. — Créeme, no quieres meterte con esa “vieja”. Nunca subestimes la sabiduría de los años. —

Estaba tentado a decirle cuidado con meterte con mi madre, no te lo recomiendo. Pero se contuvo. No tenía por qué darle detalles personales a una completa desconocida. Mucho menos a una villana. Además, seguro le decía vieja de manera despectiva solo porque la odiaba. Pues la mujer tenía su edad, pero se conservaba bien. Sin contar que muchas veces los más jóvenes solían subestimar a los mayores por creer que están obsoletos, restándoles mérito a su experiencia.

Comenzaron a enfrentarse, aquella chica sí que era una brava y le daría muchos dolores de cabeza. De eso estaba muy consciente. No podía negar que su personalidad se le hacía un poco conocida, esos poderes. Pero nunca de los nunca iba a poder encajar las piezas del rompecabezas de que era que se encontraba detrás de aquella máscara. Para él solo era una simple coincidencia.

Cuando la joven villana se pensó que se había salido con la suya, Ronah la logro acorralar. No sabía por qué, pero esto ya se le estaba haciendo algo personal. — Ya quisieras que fuera tu tipo… Créeme… no necesito de ti… tengo a una chica con la que me basta y me sobra, nada que envidiarte. — entre la villana y Ciara, para Ronah, Ciara siempre sería mejor. Aunque en el fondo esta mujer misteriosa lo estaba haciendo flaquear de una forma que no tenía explicación. Quizás era el tenerla tan cerca.

— No eres quien único se encuentra casado de esta estupidez. — reprocho. Era increíble como hacían la maldad y luego se quejará de las consecuencias. El tornado con electricidad que provoco hizo que Ronah tuviera que intentar esquivarlo, solo que como estaba enfrascado en sus pensamientos lo tomo desprevenido y como no estaban tan lejos hizo que siempre recibiera algunos corrientazos en el proceso, lo cual habían dolido horrores, eso seguro dejaría huellas.

El chico frunció el ceño. — ¿Crees que eres la única que puede hacer tornados? — había una sonrisa en su rostro, aunque no la pudiera ver. Él, de manera literal, no podía sacar de sus manos uno ya formado. Pero sí podía ir tan rápido en círculos, haciendo que el aire se encerrara en un espacio reducido, haciendo que se levantara en forma de espiral y que volaran algunas cosas a su alrededor. — Podemos estar todo el día si quieres. — le decía ahora que había hecho que los dos quedaran encerrados dentro del círculo. Al final de cuentas lo de él era atraparla, no lastimarla. —  ¿Ahora para donde piensas correr? — reto, aunque estuviera aun sintiendo la corriente del tornado anterior por su cuerpo.
 

Entre el amor y el odio, está la línea del perdón. Cruzarla significa darle vida a esta pasión.

La villana sonrió con maldad ante lo dicho de la superheroína más destacada de la ciudad y del mundo seguramente. Le daba igual. Ella iba a derrotarla y le encantaba molestar al héroe porque parecía ser muy cercano a ella. — Solo te lo estoy advirtiendo no quiero que luego... bueno en parte sí — murmuró con malicia — porque terminarás llorando en su funeral cuando la derrote— Amenazó muy segura de sí misma. Así era el ciclo la vida de un héroe e incluso un villano, se moría uno pero llegaban más.

Le pareció muy apasionado la verdad porque sinceramente no la quería dejar ir.  Y la forma que hablaba de su chica hizo que pensará que era una mujer afortunada, una suertuda que seguramente lloraría por todas las heridas que le iba a dejar. — Confieso que ya no hay hombres así, pero el amor es un sentimiento que te va hacer débil porque cualquier villano te la va encontrar y  te dolerá demasiado si le hacen daño, no debiste decirme. Que ganas de conocer a esa tonta— dijo como si nada solo para provocarlo porque en ese mismo instante no tenía ningún interés en ir por ella, ni siquiera sabía bien del superhéroe que se estaba enfrentando y lo investigaría en la base si llegaba a salir de esta. Debía salir, ella quería volver a encontrarse con Ronan en algún momento y por eso no tenía que pasar una temporada en la cárcel. Ya había estado unos días ahí y no era tan lindo, lo bueno es que era tan fácil salir de ahí porque los policías eran insignificantes. Los únicos que podían mantenerlos a raya en ese sentido eran los propios héroes.

Ciara logró escapar formando un tornado para sacárselo de encima, pero el muy maldito no se quedaba atrás y con su super velocidad hizo que cayera con brusquedad al suelo y que algo la golpeara. No tenía salida, era mucho más bueno de lo que pensó. Se levantó mientras lo miraba con ira.

— ¡Cállate! — Su ataque esta vez fue directo y como ella controlaba habilidades de los elementos el golpe iba con fuego. Fue como se mantuvieron a veces lograba alcanzarlo tal como ocurrió con ella. Los golpes iban y venían, no había cansancio en ninguno de los dos, tenía que ocurrírsele algo rápido antes que llegara la policía aún se encontraba en el mugroso centro comercial y tenía que salir de ahí. Esperaba que su compañero pudiera llevarse lo que habían robado o la misión sería un completo fracaso. A veces solo por aburridos formaban grupos y juntaban puntos de quienes habían logrado la misión o no. Los grupos variaban y como todo estaba resultando no iban a tener ningún estúpido punto. — ¿Realmente no te cansas? — Mientras que en ese entonces estaba a una distancia prudente y le lanzaba otra llamarada de fuego.

 

“Quien eres tú que entre nocturnas sombras sorprendes de este modo mis secretos.”

A Ronan no le había hecho para nada gracia que se metiera con su madre. La mujer solo había buscado proteger a la ciudad, mantener al margen a los villanos. Claro, hubo un tiempo en el que las cosas estaban intensas y entre ambos bandos, ocurrieron cosas feas. Pero ella nunca había llegado a los extremos. Si estaba buscando algo que fuera personal, estaba apuntando a la persona incorrecta. Aunque claro, quizás al ser una mujer tan poderosa, la joven la veía como ese blanco a vencer para así poder consolidarse entre su comunidad de villanos y ser respetada. No la culpaba por eso, él siempre igual había querido buscar la forma de sobresalir entre los héroes por sus actos, no por ser el hijo.

— Estás tirando muy alto. Cuidado no te estrelles y termines siendo la que llora. — Advirtió. Tenía carácter, no lo iba a negar, y eso era algo bueno porque podía sacar mucho potencial. Realmente era una lástima que todo eso lo utilizara por la causa incorrecta. Quizás por esa misma razón era que insistía en atraparla precisamente ella. La veía como un reto para sí mismo, sabía que al tipo lo podía capturar fácilmente, pero ella… esta chica… le estaba dando pura candela.

— Querida de tonta nada tiene, más tonta eres si crees que lo es y puedes con ella. Oh, sí… y también si crees que porque sea un héroe, puedes hacerle daño sin que te perseguiría hasta el mismo infierno. — la chica estaba tentando su paciencia. Primero su madre, ahora Ciara, se estaba anotando en la lista negra. Ronan era algo impulsivo en ese sentido y aunque luego hiciera algo de lo que se arrepintiera no cambiaria nada.

El asunto con la chica iba en serio, no la dejaría ir así porque sí. Por lo que buscaba la manera de rebatirle cada intento que hacía de atacarlo. Claro, ser velos, ayudaba, pero no implicaba que pudiera evadirlos todos. Solo bastaba con que tuviera un golpe de suerte si lanzaba varios a la vez y alguno de ellos le iba a alcanzar. Pues ya de por sí, el anterior le había llegado a rozar un poco y no había sido una sensación agradable para el chico.  Ella atacaba y él también, de esta forma pasaron un rato y ninguno parecía estar cansado. Aun cuando al menos Ronan estaba consciente de que ya tenía varias heridas por su cuerpo y dolían. Más no se quejaba ni un poco, tenía la adrenalina a tope en estos momentos como para prestarles atención.

— La verdad no, así que tienes que ser más creativa… o bueno, no. Porque esa te la doy, creativa eres… precisa más bien diría yo… — le reto antes de que viera como había invocado la furia de la chica que lanzaba ahora una llamarada de fuego hacia él a una distancia no muy lejos, lo cual provoco que tuviera un impacto más preciso haciendo que el chico rodara por el suelo derribándolo. Quizás podía celebrar que al fin le había dado un buen golpe al velocista, lo que no se había percatado es que mientras estaban distraídos su compañero no estaba corriendo la misma suerte y era justo él quien tenía el botín. — ¿Crees que vas a ganar con eso? — le pregunto mientras movía sus manos por encima de su ropa de forma veloz para apagar el fuego de que había quedado en su ropa.
 

Entre el amor y el odio, está la línea del perdón. Cruzarla significa darle vida a esta pasión.

El héroe le causaba emociones encontradas porque la hacía reír y a la vez le causaba lástima por lo iluso que solía ser. Se enojaba con demasiada más rapidez y sinceramente más le daba ganas de encontrarse con la superheroína vieja estrella para enfrentarla - no importaba como saliera - y hacerle daño a la chica que estaba enamorado. Quizás no las vería nunca pero vaya que era entretenido molestarlo. — Tengo que verlo en el momento, pero no deja de ser un buen desafío. Es en las batallas donde todo puede pasar y quizás es ella quién se va a estrellar. — Soltó una carcajada estridente en cómo defendía a su chica y luego la amenazaba de vuelta. —Uhh pero eso no es un comportamiento tan de héroe que digamos, cuidado que te puedes volver malo… interesante. Siempre me ha encantado contemplar las metamorfosis de los héroes cuando se convierten. — Y bien sabía que pasaba y a caso contrario también donde los villanos se enamoraban o encontraban la luz podrían ser buenas personas por mucho que tuvieran un pasado oscuro.

Lo más terrible es que el chico  era fuerte y no se dejaba vencer. Ciara no estaba dando todo lo de sí pero igual trataba con todas sus fuerzas sacárselo de encima porque tenía que escapar dado que no quería pasar con los policías y que descubrieran su rostro, era gajes que los villanos

Le estaba haciendo perder tiempo tratando de detenerla. También tenía habilidades poderosas que la dejaban cansada y en momentos sin energía. No lo estaba subestimando, la verdad es que era un buen enemigo con quién luchar en diferentes oportunidades, ella estaba dando también todo lo que sí. ¿Es qué acaso tendría que ser más ruda? Suponía que sí.

— ¡Me cansas! ¿Siempre hablas tanto? — Gruñó. Es que era imposible no sentirse frustrada porque le había lanzado un buen ataque de fuego y el muy maldito con su rapidez había logrado evitar gran parte.

Aprovechó cuando se quitaba parte del fuego, porque tenía que escapar por la gran desventaja que estaba contando el grupo de villanos. Sabía que no contaba con mucha energía pero era suficiente para hacer un ataque de luz cegadora para joder su vista de forma momentanea.

Fue cuando logró escapar y zafarse al fin de su lado. Solo que eso no fue todo porque algo ocurrió con ella que la hizo quedar débil y como pudo ya saliendo del centro pudo esconderse. Al mismo tiempo vio como su compañero era rodeado y le quitaban el botin, todo mal para los villanos ese día pero ella al menos había logrado salir de ahí.

 

“Quien eres tú que entre nocturnas sombras sorprendes de este modo mis secretos.”

¿Acaso no le importaba nadie en su vida como para no comprender lo que se era capaz de hacer por proteger a quienes quería? Que no lo subestimara pensando que por ser un héroe no la haría pagar si le hacía daño a Ciara o a su madre. El chico tenía su límite y aunque era del bando de los de la luz, no quería decir que era tendría con pasión de ella si llegaba a hacer alguna estupidez. Así que mejor que tuviera cuidado con lo que hacía porque si algo llegaba a ocurrir ya sabría por dónde empezar a buscar al culpable o mejor dicho la culpable.

— Luego no digas que no te lo advertí, te estás metiendo en aguas profundas. Y ya es hora de que te des cuenta de que no todo es completamente negro o blanco. Proteger a quienes quiero, no es lo mismo que dañar y provocar caos por placer. Somos mucho más complicadas que eso, la diferencia la hace el motivo por el cual luchamos. — reprochó el velocista. — No te voy a dar ese gusto. Pero oye, quién sabe. Quizás existe un corazón debajo de todo eso. — y aunque pareciera que lo había hecho solo por llevarle la contraria, la verdad es que así él sí creía en la redención. Pues muchas veces muchos de esos villanos realmente eran por haber sido incomprendidos.

Si era cierto que mucho habían hablado, pero también al momento de enfrentarse no fueron solo palabras. Se habían dado con todo, ambos eran demasiado fuertes como para que fueran una pelea fácil de ganar para alguno de los dos. Aunque también influía la tenacidad y hasta cierto punto terquedad que tenían los dos. Eran cortados por la misma tijera y ni siquiera se habían dado cuenta, lo peor del caso es que idea de qué la persona con la que peleaba era justamente la persona que menos daño le harían. Ese era el efecto de las máscaras de guardar secretos. Sin embargo, sería una lección que la vida les daría, estaba en ellos si aprendían de la misma.

Una media sonrisa que no podía la chica ver, pero que él sabía que tenía en el rostro. Apareció cuando dijo que la tenía cansada. Pues a final de cuentas era justo lo que él quería. Su intención siempre fue capturarla, no hacerle daño, que tuviera su momento de reflexión.

La chica intentó sacárselo de encima de todas las formas posibles, pero no estaba siendo tan fácil, pues el muchacho buscaba la manera de rebatir todo lo que le lanzaba. Pero aunque la velocidad era su amiga y le ayudaba a esquivar los golpes. No siempre lograba hacerlo a tiempo. Ronan buscaba apagar ese último fuego que le había lanzado, y debido a esta distracción no se percató cuando la villana lanzó una luz tan intensa hacia donde él se encontraba que hizo que sus ojos pasaran a ver solo un resplandor que pronto paso a ser todo negro.  — ¡Maldición! Alcáncenla no dejen que escape. — Decía sin poder moverse. Había agarrado un escombro de los tantos que había en el suelo sin tener idea de que era solo lo sintió y lo lanzo con fuerza y velocidad al área donde creía que estaba la chica. Maldecía a sus adentros, porque estaba seguro de que ahora si lograría escapar. Sus compañeros eran fuertes, pero no creía que pudieran ser lo suficientemente rápidos para alcanzar alguien tan escurridiza como ella.

El chico era incapaz de ver nada en estos momentos, aunque no creía que fuera permanente. Eso esperaba, pero por ahora le había cortado toda posibilidad de seguirla. Sus compañeros habían logrado capturar al otro villano; sin embargo, la chica se había salido con la suya, pero se había marchado con las manos vacías.

 

Entre el amor y el odio, está la línea del perdón. Cruzarla significa darle vida a esta pasión.

Hubo en algún momento en su vida que se dejaba llevar por los sentimientos y todo lo bueno, eso ocurrió cuando era niña pero cuando perdió todo comprendió que esto era solo para débiles. También habían héroes que al perderlo todo se volvían malvados por lo que nadie podía decir que eran buenos porque la maldad siempre estaba en uno. Y como le encantaba amenazarlo y molestar porque la realidad no era que se fuera directamente a ese heroína o a su novia, tenía misiones que cumplir para hacerlo, seguro el muy tonto se lo creía. — Eres tan sensible y emocional que eso mismo te hace débil. Quizás tus seres queridos estén contigo pero nadie dice que lo estarán para siempre por lo que igual deberías ser más frío de mente y no dejarte llevar tanto por eso, y tranquilo, sé que de igual manera no dejan que el caos se desate, eso nos diferencia. — La chica soltó una fuerte carcajada. — Por lo a mi me respecta desde hace mucho que no tengo corazón. — Soltó, dejando ver que ella iba por todos y si él se metía con ella era muy capaz de eliminarlo.

Aún así lo subestimó y en el último ataque por mucho que pudo escapar con heridas en su cuerpo sabía que la misión había sido un completo fracaso para los villanos que más encima no lograron su cometido y todos a excepción de ella, habían sido capturados.  

En un rincón alejado del centro comercial ella espero a que la mayoría se alejara para llamar a su guía para que viniera a buscarla más tarde. No podía mostrarse así, solo que en ese instante al menos la suerte la siguió y pudo ocultarse bien para no ser pillada.

En parte se sentía muy bien con ella misma de ser veloz y rápida, toda una fugitiva que podía enredarse junto a las sombras para no ser capturada. Lo malo es que estaba herida por lo que se tuvo que aguantar el dolor en silencio, también el hambre y luego el frío hasta que su guía llegó como un civil y la ocultó para sacarla de ahí en su auto. Sin duda, en el recinto de la organización tuvo que estar un par de días donde perdió toda comunicación con todos y así tener una buena recuperación.

Se vengaría de ese maldito héroe. Ya era personal.

Fin del Capitulo

 

“Quien eres tú que entre nocturnas sombras sorprendes de este modo mis secretos.”

Ya había pasado semana y media desde aquel asalto al centro comercial. Aún recordaba aquella mujer y le molestaba sobre manera que se hubiera salido con la suya. Era una atrevida, y peleaba muy bien la muy maldita. Ronan aún tenía una que otra herida que ya estaba cicatrizando y casi no se notaba. Pero vaya que esos primeros días sí había sentido los embates de la pelea. En especial el hecho de que aquella luz que lo había cegado temporalmente. Había sido todo un fastidio el no poder ver bien. Aunque ya a estos días se podía decir que sus ojos estaban como nuevos… o al menos casi nuevos.

De todo eso, además de no haber podido capturar a la ladrona, otra de las cosas que le había fastidiado esa semana era el no poderse encontrar con Ciara. Se le estaba haciendo mucho tiempo el estar lejos. Necesitaba verla. La extrañaba. Con ella había logrado hacer una conexión instantánea. Era especial para él, ninguna otra había hecho una tormenta de sentimientos en él, como lo había hecho Ciara. Recordar las amenazas de la villana hacia ella le hacía causar rabia, no dejaría que intentaran algo en su contra, o en contra de su madre. No porque creyera que ellas no podían superar a la del lado de la oscuridad, más bien porque su problema había sido con él, por tanto, si a alguien debía reclamar, atacar, era a él.

Ronan quería pasar tiempo con ella, relajarse. Así que podían dar una vuelta por la playa y luego ir a su departamento. Solo necesitaba verla, saber que estaba bien. Por lo que rápidamente le había enviado un mensaje en donde le dejaba saber que deseaba verla.

“Te he extrañado, espero que podamos vernos. Si es así, ven a verme bajo el árbol grande de las flores amarillas del bulevar. "

El chico se aseó y cambio de ropa, para luego mirar su teléfono, esperando una respuesta de parte de la chica. Solo que al ser amante de la velocidad solía ser un tanto desesperado. Por lo que opto por ir desde ya al lugar de encuentro a esperarla. Estaba recostado del árbol con los ojos cerrados mientras disfrutaba del aire fresco que acariciaba su rostro e imaginando el tenerla ya en sus brazos para así poder besarla. Sería lo primero que haría al verla.
 

Entre el amor y el odio, está la línea del perdón. Cruzarla significa darle vida a esta pasión.

Después del asunto del centro comercial había tenido que tomar reposo luego de esas heridas que había recibido de ese sopenco rubio héroe que se esmeró con ella. Y lo peor de todo es que ahí estaba retenida hasta que tuviera las mínimas heridas luego de recibir doble regaño porque sus demás compañeros habían quedado prisioneros, muy probable que sería a ella a quien enviarán en un grupo para rescatarlos de ahí.

Por suerte, ya se sentía mejor y la verdad es que solo quería ir a ver a Ronan. Lo extrañaba y quería pasar tiempo con él luego de pasar unos días aburridos y cansadores. Una que otra cicatriz  tenía pero su rostro se veía igual de impecable como siempre, claro que pensaba enviarle un mensaje pero fue él quien se adelantó, se sorprendió ella misma cuando notó el saltito de emoción que dio (luego miró ambos lados desconfiada que alguien la hubiera visto) y emocionada comenzó a leerlo. ¿Cómo era posible que un chico podía influir mucho en ella? Sintió asco pero sobre la misma mucha ilusión de que se iban a juntar. No tenía nada que hacer ese día.

"¿Puedes creer que hoy te iba a enviar un mensaje? ¡Te adelantaste! Por supuesto que nos podemos juntar, yo ya te extrañaba mucho. ¡Nos vemos allí!"

La chica se dio un baño luego de eso y se hecho su producto para el cabello para que este quedará envidiable y ante todo se esmeró bastante para lucir preciosa para él. Quizás hasta la reconocían pero ya no había vuelta que darle, no eran novios solo que si estaban saliendo y esa atracción era mucho más fuerte de lo que pensaba. Hizo todo lo posible para no demorar mucho, pero como era maldadosa no sintió preocupación de llegar unos cuantos minutos después, si la quería iba a esperarla.

Y ahí estaba cuando llegó al árbol de flores amarillas del bulevar. La sonrisa se ensanchó solo por contemplarlo y sin poder evitarlo, incluso como una niña tonta romántica que ella detestaba ser, lo llamó. — ¡Ronan! — Y se apresuró para llegar hasta a él. Sí, real que lo había extrañado muchísimo.
 

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Ya había reposado demasiado, quería volver a su vida normal. Quería ver a Ciara y la verdad, ya nada de lo que pasara ahora iba a impedir que lo hiciera. Extrañaba tenerla cerca, sus besos, su calor. Se sentía como nuevo, o casi nuevo. Así que ya no esperaría más. Fue por aquello que había decidió hoy enviarle aquel mensaje. ¿Lo extrañaría tanto como él a ella? Ya se lo dejaría saber su reacción cuando lo viera. Aunque tan pronto recibió la respuesta a su mensaje de texto, su pregunta fue contestada. Una sonrisa apareció en su rostro al saber que ella igual estaba pensando en él.

“Perfecto. Te espero.   "

La esperaba bajo aquel árbol, la brisa de mar podía sentirla en su rostro. El clima estaba perfecto, la atmosfera estaba perfecta. Hoy nada iba a impedir que se vieran. Se encontraba sumido en sus propios pensamientos, imaginando tenerla en sus brazos. Más sus pensamientos ya no tenían que ser solo eso, pensamientos, pues pronto escucho una voz que fue como melodía para sus oídos. Era la voz de Ciara. Una amplia sonrisa se dibujó en su rostro, incluso cuando aún no abría los ojos. Sabía bien que era ella.

Ronah miro en su dirección y se apresuró alcanzarla, haciendo que en un pestañear ya estuviera al lado de ella. — ¡Ciara! Los días se me hicieron eternos sin ti. — exclamo mientras la abrazaba por la cintura levantándola del suelo. Para luego bajarla. — También extrañé tus besos. — murmuro coqueto acercando su rostro al de la chica para atrapar en sus labios los ajenos, dejándose llevar en un apasionado beso que no pretendía romper hasta que no sintiera que no podían respirar.

Tal cual, cuando no pudo más fue que alejo su rostro del ajeno. Quito un mecho de cabello que le había caído sobre la cara a la chica para así poder apreciar sus hermosos ojos. — ¿Te gustaría caminar por la orilla de la playa, mientras cae el atardecer? Podemos luego nadar un poco, comer... e ir luego al departamento. — sugirio el chico, sonaba algo muy romántico. ¿No? Jamás pensó que le gustara alguien tanto como para querer hacer todo aquello. Pero ahí estaban. No quería pensar en las palabras de la villana, porque sabía bien que Ciara era muy hábil como para acabar con ella y defenderse bien. Mas de que la chica era una de sus debilidades, lo era.

 

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La villana jamás pensó que se sentiría así con un chico. O sea, normal que anduviera con uno y con otro, nada de emociones y sentimientos pero con Ronan inexplicablemente era todo muy diferente. Añoraba verlo, porque al igual que ella estaba ocupado con sus estudios y trabajo, por lo cual no se veían siempre. Para ella, aquello era mucho mejor precisamente por las situaciones que podía pasar como la que ocurrió donde termino muy herida por ese insolente héroe y logró escapar.  Tal vez no sería una relación de larga duración, ya que ¿Quién la iba a aguantar si podía desaparecer por días sin obtener respuesta alguna? Por suerte, parecía que estaban en sincronía y eso era lo mejor que podía esperar en una relación de amigos con derechos o andantes, ya que ni siquiera eran novios, ni siquiera estaba segura si iba a pasar.

Sin embargo, cuando lo vio todas sus dudas desaparecían y solo deseaba vivir el momento junto a él. Era atractivo, inteligente y amable, amaba  las habilidades que tenía ya que en la ciudad todos tenían poderes por eso se remarcaba tanto la diferencia de:  héroes - neutrales y villanos. Cada quien escogía que quería ser y se suponía que ella en ese mismo instante, era una chica neutral que tenía la capacidad de dominar un elemento y ya, claro que sabía que Ronan era un neutral que tenía la capacidad de tener una gran velocidad.

Fue muy gracioso como el chico llegó con rapidez a a ella y solo se limitó a sonreír. Lo había extrañado y no solo su lindo rostro, sino que sus cálidos abrazos como el de ahora y su rico perfume, y esa mirada que le entregaba hacia que se perdiera quedando por completo a su merced. No alcanzó a decir mucho porque el beso vino después y el cual correspondió con muchísimas ganas hasta que quedaron sin respiración, fue ahí que acarició con suavidad su mejilla y le dio un toque en su nariz. — Yo también te extrañe mucho, es triste que la universidad y el trabajo nos consuman tanto, pero... ¿sabes que? Es mejor, porque son mucho mejores los reencuentros. — Jamás pensó que entraría en el juego de la cursilería es que si se hubiera visto antes le habrían entrado ganas de vomitar, estaba incumpliendo aquello que los villanos no se podían enamorar porque si que iba a ser su perdición, solo es que con Ronan era imposible, simplemente cada día le gustaba cada vez más. — Te extrañe a ti por completo. — Dijo peligrosamente coqueta.

Soltó una risa ante su alocada idea. — Sí habría sabido que querías nadar traigo mi traje de baño. — Murmuró con un puchero, pero si le placía mucho andar con él por la arena y mojarse si era necesario. Más le fascinaba la idea de ir a su departamento. —Si te parece mejor podríamos comprar algo y cocinar juntos en tu depa luego de la playa. —Sugirió ella después mientras tomaba su brazo y se encaminaban hacia lo que era su primera cita formal. Lo pasarían bien y era algo nuevo que a ella le agradaba, no importaba nada y solo esperaba que nada ni nadie arruinará su día.  Había pasado tiempo y lo merecía.


 

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En su perspectiva había sido mucho tiempo el que no se habían podido ver. Ya fuera porque para él la vida siempre iba más a la ligera que la del resto o porque la comenzaba a extrañar demasiado. Posiblemente, había un tanto de cada una de las dos. Cuando fue a aquel bar sus planes nunca habían sido encontrar alguien para establecer una relación. Esa noche simplemente había quedado prendado y desde ahí las cosas entre ellos fueron volviéndose más de sentimiento, no solamente carnales.

Por supuesto que él sabía que como héroe tener un ser querido que no pintara nada con los bandos podía ser un punto de debilidad por decirlo de alguna manera porque buscarían como hacerle daño a través de esa persona. Lo que no contarían los villanos es que la chica aunque fuera neutral tenía buen poder y era para nada débil. Así que no dudaba que si la loca que lo amenazo intentaba algo contra ella se toparía con una no muy grata sorpresa para ella.

Ahora solo quería pensar en verla así que dejaría a un lado cualquier otro tipo de pensamientos que no fuera aquello. Cuando Ciara llego pudo notar que el entusiasmo por encontrarse era mutuo, cosa que lo lleno de felicidad. La había abrazado tan pronto la vi e inevitablemente no pudo evitar besarla. Volver a sentir el sabor de sus labios, el calor de su cuerpo… era justo lo que necesitaba para terminar por sentirse plenamente recuperado.

Solo cuando falto el aire falto habían roto aquel beso, Ronan sonrió mientras sentía las caricias en su rostro. — Sí, toman mucho tiempo. Así es la vida cotidiana, pero tienes razón. Porque este beso fue increíble. — le aseguro el muchacho. — Y este reencuentro apenas está empezado. — Añadió dándole ahora un pequeño beso de pico en los labios.

— Oh… me extrañaste completo. Yo también todita tú… cada pedacito de ti. — Decía mientras dibujaba un camino invisible por todo su brazo. Definitivamente, había sucumbido al amor, era un hecho. — Vaya, queda pendiente un nado entonces. Te regalaré uno… el más lindo y sexy de los trajes de baño. — le pico el velocista en un tono coqueto.

— Bueno podemos caminar un poquito por la orilla. Al otro extremo de la playa hay un lugar donde venden mariscos y pescado fresco, así que podríamos comprar para preparar luego en mi departamento... entre otras cosas... Hace tiempo no como pescado fresco. — le respondió dejando que tomara su brazo. Se quitó sus zapatos para poder sentir la arena en sus pies mientras caminaban. — Muero de curiosidad de probar tus dotes culinarios… igual los míos no están mal. Te lo aseguro. — afirmo el chico quien ahora había tomado su mano mientras caminaban. — ¿Cómo estuviste esos días sin mí? — pregunto curioso.

 

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Era inolvidable volver a reencontrarse con él luego de tantos días sin verse. ¿Siempre sería así? Tal vez. Con su labor y la universidad su tiempo era demasiado escaso, y más encima, sobre todo cuando terminaba herida en las misiones ni siquiera se podía mostrar porque claramente podían sospechar de ella, era una suerte que nunca había recibido una  de tal gravedad que su identidad ya no sería secreta, era por lo general cuando descubrían a los villanos y solo los más temerarios seguían, otros  terminaban en la cárcel prefiriendo quedarse así o se retiraban de esto, volviéndose neutrales. Solo que ella no tenía ninguna posibilidad hasta cumplir con su venganza.

Sin embargo, se estaba dando la oportunidad de descubrir lo que era estar con alguien que te agradaba y ver que sucedía. Ella estaba segura que era neutral y quería creer totalmente que sí porque si que los héroes y villanos se hacían pasar por ellos para socializar y seguir su vida normal lejos de las misiones que siempre tenían. Y bien, ahora estaba con el chico que era irremediablemente guapo y que la derretía con sus besos intensos. Se sentía afortunada, nunca creyó que iba a estar así porque sí era de las típicas que salía, se aburría y luego si te he visto no me acuerdo. No de manera tan exagerada como solían ser sus amigas pero no podía negar que las villanas seguían ese estilo. ¿Cómo iban a poder aguantar la maldad de sus corazones? Por lo general, se emparejaban con villanos para ser bien vistos, pero eso ella lo encontraba excesivamente aburrido pues no había una diferencia. — Es que fue mucho tiempo. ¿Tres semanas? Ya ni sé... maldita universidad — Señaló con un puchero sabiendo que sus ojos brillando por ese nuevo piquito que le entregó, ella sujeto con suavidad sus manos era como estar en una historia romántica de una novela exitosa. Y claro... sentía que igual los villanos tenían derecho de ser felices también aunque fuera por un breve tiempo, es que si él no lograba aceptarla - sabía que no - se iba a tener que alejar y seguir con su vida rutinaria de la que estaba acostumbrada. — Te juro que me quedaría contigo hasta mañana si se puede, así recuperamos todo el tiempo perdido. — Lo dijo aunque sabía que no iba a poder abusar si estaba ocupado. Sin duda, el rubio llamaba a cometer locuras que no hacía sola.

— Totalmente y me gusta que sea mutuo. — Señaló ella con ese escalofrío suave que le produjo cuando hizo ese pequeño caminito y ella pinchaba con sus uñas el pecho. Exquisito.


— Uy, entonces no eres nada celoso para que quieras un traje de baño sexy ¿eh? No... me conformo con uno simple, además que perfectamente puede ser otro día. — Le gustaba la playa y siempre iba, así que tenía tanto bikinis como trajes de baño. — Nada mal, complementaste muy bien mi idea. Me gusta el pescado y los mariscos, vamos luego a una verdulería que no estaría mal acompañar el pescado con ensalada. ¿Te parece? — Sonrió coqueta. Es que era muy probable que después de regalonear bastante iban a recién a cocinar.

— Pues tuve que obligarme a cocinar — No le gustaba hablar mucho de su vida pero ya había alzado la voz así que solo le tocaba continuar — en estos años y bueno un poquito antes... ahora vivo sola así que no puedo morir de hambre. No me queda tan mal, aunque podría ser mejor — Decía mientras tomaba su brazo y musitó un upps por ese toque eléctrico que no podía controlar mucho más cuando se acercaba.  Apoyo su cabeza en su brazo al momento que caminaban hacia la playa donde seguramente conversarían y disfrutarían de la brisa y el sonido de las olas. — Muchos trabajos... igual fui una tonta porque me caí ¿Puedes creer? Soy media torpe siempre, parece que te extrañaba mucho y andaba más distraída de la cuenta. ¿Y qué tal tus días? — Quiso saber. No le importaría demasiado si aumentaba su velocidad para llegar pronto a la playa que no quedaba muy lejos , seguro que estaban ahí en un segundo.
 

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Aquel beso fue por los que no se pudieron dar durante el tiempo que estuvieron sin verse. Por supuesto que solo era el primero de muchos que pretendía darle, claro estaba. — Sí, y son más que suficientes para que se sienta como una eternidad. Desafortunadamente, hay cosas de las que no podemos zafarnos siempre. — Reconoció el velocista. Su compañía le hacía falta. A veces me entendía cómo era posible que se pudiera extrañar a alguien de esa manera.

Ciara no eras las que buscaba que la salvaran y que se volviera su héroe. Él no necesitaba eso, porque él ya era un héroe. Y no lo decía por arrogancia, sino que ese era su trabajo. Ronan lo que necesitaba era de una compañera, una par, alguien que lo complementara y lo hiciera crecer más como la persona compleja que se suponían que era. La vida no estaba diseñada para ser así, siempre había matices, grises. No había nadie que fuera cien por ciento bueno o cien por ciento malo.

Una amplia sonrisa y con un toque coqueto apareció en su rostro cuando menciono que si era posible se quedaba esa noche con él. — Luego de todos estos días merecemos esto. Así que por mi parte voto porque te quedes hasta mañana. En especial por ese calorcito mañanero que se siente al amanecer abrazados. — le recordó para incitarla más a que lo hiciera.

— Como debería de ser. — murmuro mientras seguía jugando, acariciando la piel ajena. Lo mejor de todo es que no eran simple cosa de él, nada más, ambos sentían algo por el otro. No era solo un espejismo y eso le gustaba. Caminaron mientras le comentaba lo de los trajes de baño, a lo que le dio una mirada coqueta. — Soy un tipo seguro, y está claro que lo de nosotros es mutuo. No tendría por qué ser celoso. — Ronan no era de ponerse celoso sin motivo alguno. — Quizás solo quiera dar un poco de envidia. — Añadió. — Por estar al lado de semejante hermosura. — comento con seguridad. — Sí, sí. Igual se puede quedar para otro día. Después de todo debemos recuperar todas esas semanas que perdimos alejados. — finalizo, era solo otra excusa para que salieran y pasaran tiempo juntos.

Podía comenzar a sentir la arena húmeda, rodear sus pies mientras se hundían, dejando un camino de huellas al borde de la playa. — Buena idea, así tenemos una cena más completa. Y si todo es fresco, mejor aún. — no lo malinterpretaran, no es que no comiera nada que no fuera fresco, pero sí había la posibilidad. ¿Por qué conformarse con menos? Escuchaba con atención cuando hablaba de su vida, mientras asentía. — Descuida, la mayoría pasamos por eso cuando decidimos independizarnos. Lo importante es justamente no morir de hambre y por lo que dices, estoy casi seguro de que solo estás siendo modesta. — señalo, es que cuando solían decir soy buena, pero… pero nada, seguro era excelente cocinera. — Aunque claro, siempre en todo hay cosas nuevas que aprender. — finalizo sintió una sensación de cosquilleo al sentir como recostaba su cabeza de su hombro. Como un calorcito agradable.

— Vaya, no soy el único que hizo torpezas durante estos días. Yo justamente cocinando me quema unas cuantas veces. Ya sabes, por andar pensando y no estar atento a lo que hacía. Pero lo que me mantuvo alejado fue una fuerte conjuntivitis, horrible, casi ni podía abrir los ojos. Así que imaginaras que no podía exponerte a eso. Eso además las tareas que luego se me acumularon. — fue lo que se le ocurrió para justificar sus lesiones, sus ojos aún se podían notar un tanto resecos por cómo fueron afectados por la luz que le había lanzado aquella mujer. — No veía la hora de que todo esto pasara y poder verte. — señalo. — ¿Sabes qué? — se detuvo y la agarra por la cintura echándosela al hombro para terminar de correr lo que restaba del camino y llegar al puesto de los pecados y mariscos.

— Llegamos. — le dijo sonriente dejándola en el suelo y plantándole otro beso sin importar que el encargado estuviera viéndolos. — ¿Qué tipo de pescado te gusta más? — pregunto señalando los pescados que tenían en la vitrina.

 

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— Lamentablemente estamos ocupados — exclamó la chica con un puchero y limpiaba sus labios porque los había dejado con rush—, talvez antes la historia habría sido distinta —aclaró, pensaba que siendo más jóvenes habrían tenido más tiempo para salir porque no tenía tantas responsabilidad, en esta ciudad ser villana costaba y tenías que vivir siempre con la adrenalina aunque claro con aquel rubio sabroso se hacía la neutral, nunca debería levantar sospechas.

No le importaba ser atrevida y lanzarse a la vida por esta nueva oportunidad, la chica sabía que no podía andar con novio a menos que fuera un villano porque el chico que tenía al frente era de los buenos que tristemente era para el rato porque nunca entendería que fuera una villana sabia que cuando se aburriera lo iba a dejar y ya, dudaba enamorarse lo que quería era disfrutar, sin embargo, era tan encantador que  era inevitable no sentirse atraída — Perfecto, entonces con más ganas me quedo hace tiempo que no tenía este tipo de relación —Que ella perfectamente podía llamar un amigos con derechos, no le gustaba el compromiso y aunque ella era leal en muchos sentidos y sería capaz de destruir el mundo por esa persona faltaba mucho para averiguarlo.

No lo veía desesperado sino más bien cautivador y seductor frente a todo. Apasionado y entusiasta, conforme de ir a algo que se vería si resultaba en el camino. —Tenemos que recuperar el tiempo perdido así que sí debemos quedar para otro día ¿Algún plan en mente? Supongo que te podría gustar ir al parque de diversiones—Propuso para otro día que en este solo quería pasear por la playa e ir al puerto a comprar marisco y pescados.

Ambos se habían independizado y con eso venían muchas cargas como ser autosuficientes —Es que pronto te das cuenta que no puedes pedir comida chatarra para siempre, te juro que ya me acostumbre a la comida liviana como ensalada y eso, mucha verdura. Es más fácil de hacer— Murmuro la muchacha aunque entendía que los hombres no eran así necesitaban comer más. Volvió a asentir si que había mucho que aprender.

—Pobrecito si que pasaste por mucho —Dijo audaz mientras entrelazaba los brazos por el cuello y le daba un pequeño topón en los labios —. Pero ya paso así que es tiempo de regalonear fue genial que justo enviaras el mensaje me estaba muriendo de aburrimiento  —Atino a decir mientras lo soltaba aunque ahora sujetaba su mano si que solía ser muy de piel. Ella se extrañaba actuar de tal modo tan natural porque era la perfecta mentirosa y no le costaba nada fingir pero con Ronan era todo diferente y siendo hazaña todo salía tan espontáneo que las sensaciones eran diferentes.

Incluso llegaba a ser peligroso.

Río cuando la tomó de la nada y como un relámpago ya sentía el olor a mar y esa caleta donde vendían su comida — Ya me estoy acostumbrando aunque creo que aún siento electricidad en mi — Dijo soltando una risa mirando los distintos pescados —Mientras sea merluza, congrio o salmón por mi esta bien. Elige tu... Aunque igual depende como lo prefieres,  si al horno o frito. — Señaló aunque igual quería mariscos —Podríamos ir a comprar papas y ensalada también para llenar el plato— Jamás pensó que tendría una conversación tan de rutina con su nueva conquista.
 

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La realidad es que ambos sabían bien jugar su juego para mantener las identidades ocultas. Ronan prefería que fuera así, porque ya veía que aquella mujer estaría dispuesta hacerle daño a Ciara a como diera lugar y eso no se lo podía permitir. Por más que estuviera capacitada para vencerla, porque sí que lo estaba. Pero no podía perdonarse ser la razón por la que ella tuviera que enfrentarse alguien tan desagradable como aquella prepotente villana. — Lamentablemente, es lo que ocurrió. Y es posible, la historia sería distinta. Pero quizás no sería tan emocionante como ahora. A veces las cosas suceden en cierto momento por algo. — le aseguro el rubio a la chica, pues sinceramente le emocionaba mucho lo que estaban teniendo.

Aquella coquetería era natural entre ambos, era lindo lo que estaban teniendo entre ambos. — Yo tampoco, pero la verdad me agrada mucho la idea. — ¿Acaso aquello podría llegar a ser algo más serio? La verdad aquello le gustaría, pero sería complicado. No era fácil tener que balancear su vida personal con lo de ser héroe. Solo el tiempo le diría, pero ahora quería disfrutar de ese momento con ella. Estaba viviéndolo al máximo. — No se diga más, será una noche maravillosa. Ya lo verás. — murmuraba coqueto acariciando su rostro.

Le miro con una sonrisa al escuchar sus sugerencias. — Esa me parece fantástica idea. ¿Cómo supiste que me gustaría un parque de diversiones? ¿Es que acaso me veo como alguien que le gusta la adrenalina? — cuestiono el muchacho. Era terapéutico el caminar por la orilla del mar entre la arena y el agua.

El ser independiente le había cambiado la vida. Había tenido que adaptarse, era siempre un reto. Pero todo era más fácil cuando buscaban las técnicas que más les simplificaban la vida. — Exacto, hay que buscar las opciones. No es bueno hacerlo siempre. Además, es menos costoso. — Afirmo el chico respecto a la comida. — La ensalada y las verduras además son saludables. — Añadió el velocista.

No le agradaba tener que inventarle historias, pero no le quedaba de otra. Por suerte había sido bastante congruente con sus lesiones. — Pero definitivamente ahora estoy mejor. Y con esos cariños aún más. ¿Quién no? — respondió al recibir aquel corto beso. — Estamos conectados linda. Creo que nos llamamos con el pensamiento. — aseguro mientras dejaba un beso en la mano que le sujetaba. A Ronan le gustaba la velocidad, así que el chico no dudo en darle esa dosis de adrenalina al ir a toda velocidad el tramo que les faltaba. En un abrir y cerrar de ojos ya estaban en el puesto. — Yo igual me acostumbre al calor que desprendes, se siente tan bien contra mi piel. — comento con una sonrisa coqueta mientras miraba los pescados. — Pues creo que en ese caso me iré por el salmón. ¿Lo has probado a la plancha? — le pregunto, antes de hacer los pedidos.

— Vamos por esas papas. Se unas buenas recetas de ensaladas que te encantaran. — afirmo antes de ir por el próximo puesto. — Ya quiero probar todo esto, pero sobre todo pasar tiempo a solas. — finalizo tomándola por la cintura.
 

Entre el amor y el odio, está la línea del perdón. Cruzarla significa darle vida a esta pasión.