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Dom Feb 09, 2020 2:43 pm por Timelady
Write me. Meet me.
Love me.
Love me.
LOS ÚNICOS HOMBRES BUENOS SON FICTICIOS.
Esas fueron las palabras que Amelia le gritó a su, desde aquel momento, ex-novio cuando la dejó en la puerta de su casa. Aunque más bien se lo había gritado al coche rojo que se alejaba después de que diera un portazo, dejándola con las ganas de pegarle una patada. Oliver no entendía nada, no comprendía su pasión por a escritura y por la historia que estaba creando e iba a ser la nueva gran saga literaria de la historia. Con un protagonista como Jared no podía ser de otra forma. No entendía cómo podía tener celos de un personaje que ella misma había creado... Bueno, era perfecto en todos lo sentidos y Oliver no se le parecía en lo más mínimo. Pero eso no era excusa para montarle una escena y terminar con su relación así.
Había empezado a llover y cuando entró estaba empapada, después de darse una ducha caliente aún estaba enfadada, por lo que cogió una botella de vino y decidió ponerse a escribir en el portátil. Si la vida no quería darle una relación de verdad con un gran romance, ella misma lo haría. Aunque solo fuera en un relato corto, alguien tan perfecto como Jared iba a enamorarse perdidamente de ella e iban a ser felices juntos.
Por desgracia, aquella lluvia era una tormenta eléctrica y a mitad de su relato hubo una subida de tensión que cortó la luz, incluyendo que se apagara el ordenador -cargar la batería está sobrevalorado- y que hasta le diera un pequeño calambre. Así que con otro motivo para enfadarse se tuvo que ir a dormir sin siquiera tener su romance ficticio.
Unos golpes en la puerta la despertaron al día siguiente.
Esas fueron las palabras que Amelia le gritó a su, desde aquel momento, ex-novio cuando la dejó en la puerta de su casa. Aunque más bien se lo había gritado al coche rojo que se alejaba después de que diera un portazo, dejándola con las ganas de pegarle una patada. Oliver no entendía nada, no comprendía su pasión por a escritura y por la historia que estaba creando e iba a ser la nueva gran saga literaria de la historia. Con un protagonista como Jared no podía ser de otra forma. No entendía cómo podía tener celos de un personaje que ella misma había creado... Bueno, era perfecto en todos lo sentidos y Oliver no se le parecía en lo más mínimo. Pero eso no era excusa para montarle una escena y terminar con su relación así.
Había empezado a llover y cuando entró estaba empapada, después de darse una ducha caliente aún estaba enfadada, por lo que cogió una botella de vino y decidió ponerse a escribir en el portátil. Si la vida no quería darle una relación de verdad con un gran romance, ella misma lo haría. Aunque solo fuera en un relato corto, alguien tan perfecto como Jared iba a enamorarse perdidamente de ella e iban a ser felices juntos.
Por desgracia, aquella lluvia era una tormenta eléctrica y a mitad de su relato hubo una subida de tensión que cortó la luz, incluyendo que se apagara el ordenador -cargar la batería está sobrevalorado- y que hasta le diera un pequeño calambre. Así que con otro motivo para enfadarse se tuvo que ir a dormir sin siquiera tener su romance ficticio.
Unos golpes en la puerta la despertaron al día siguiente.
Jared Lewis 28 años — Personaje — Aaron Taylor Johnson — Freyja | Amelia Hallow 32 años — Autora — Felicity Jones — Timelady |
Original — Fantasía — 1X1
- Post de Rol:
- Código:
<center><link href="https://fonts.googleapis.com/css?family=Tomorrow&display=swap" rel="stylesheet"><div style="width: 300px; height: auto; background-color: #2d4b85; padding:10px;"><div style="color: #fff;font: 20px 'Tomorrow', sans-serif;;text-transform: uppercase; font-weight: 700; padding:10px;"> TÍTULO AQUÍ</div><div style="height: 140px; width: 140px;background: url(IMAGEN AQUÍ); background-size:cover; border: 5px solid #fff; border-radius: 100%;position: relative;"></div><div style="border: 10px solid transparent; border-bottom-color: #fff; margin-left: 10px; margin-right: 10px; margin-bottom: -5px; width: 260px;"></div><div style="width:240px; line-height: 125%; padding: 20px; background: #fff; color: #222; font: 11px 'arial', sans-serif; text-align: justify; margin-top:5px; margin-bottom:5px;">POST AQUÍ</div><div style="border: 10px solid transparent; border-top-color: #fff; margin-left: 10px; margin-right: 10px; margin-top: -5px;width: 260px;"></div><div style="color: #fff;font: 10px 'Tomorrow', sans-serif;;text-transform: uppercase; font-weight: 400; padding:10px;"> QUIEN — DÓNDE — CON QUIEN</div></div><div style=" Width: 300px; margin-top:0px; font-size:8px;font-family: arial; text-align: right;"><a href="https://treeoflife.foroactivo.com/u3">Maru ~</a></div></center>
Última edición por Timelady el Dom Ene 09, 2022 2:01 pm, editado 2 veces


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Dom Feb 09, 2020 6:24 pm por Freyja
The awakening
¿Dónde estoy?
Despertó sobresaltado por el sonido del trueno. Sentía como si un rayo hubiera caído justo a sus pies. Estaba tirado en un callejón, con la espalda apoyada sobre los ladrillos vistos de las estrechas paredes que le rodeaban. Un techo de latón impedía que se pusiera empapado por la lluvia, pero la cantidad de agua era tal que se estaban generando pequeños riachuelos en el suelo que llegaban hasta él y le empapaban los pantalones.
Confuso, miró hacia los lados. Su moto se encontraba tirada a pocos pasos de él. No había nadie, absolutamente nadie allí. Era noche cerrada. ¿Dónde estaba? ¿Cómo se había quedado dormido en mitad de la calle? ¿O estaba inconsciente?
Y lo más importante, ¿dónde estaba Amelia? O, más importante aún... ¿quién era Amelia y por qué necesitaba desesperadamente encontrarla?
Se cerró la chaqueta de cuero, pues el frío comenzaba a metérsele en el pecho, y sacó la capucha de su sudadera para cubrirse la cabeza. No sabía dónde debía ir, pero no podía quedarse allí. Corrió hasta su moto, se puso el casco y se dirigió al hotel más cercano. Sentía que conocía las calles de esa ciudad como si el mapa estuviera dibujado a la perfección en su mente, aunque sería incapaz de ponerle nombre a donde se encontraba. Todo era muy confuso y, a la vez, tenía claro su destino.
Entró en la recepción del Hotel Thenardier empapado. Se quitó el casco bajo las miradas de desaprobación de los presentes por haber ensuciado todo el hall. Sin mediar palabra, se dirigió hacia el mostrador y sacó dinero de su bolsillo. ¿Wifi? Preguntó simplemente. No sabía para qué lo quería, pero un pálpito le decía que era importante. De hecho, si había ido al hotel era más por internet que por refugio, aunque no tuviera claro para qué lo iba a usar. El recepcionista, escéptico, le pasó un papel con la clave. Con un gesto de la cabeza, Jared agradeció los servicios y subió a su habitación.
Se dio una ducha de agua caliente para librarse del frío y, justo después, introdujo la clave del Wifi en su teléfono móvil. Cuando lo tuvo en la mano se percató de lo extraño que le resultaba ese dispositivo. No recordaba haberlo comprado, no recordaba haberlo usado nunca. Y solo tenía un contacto registrado: Amelia. Tuvo la tentación de llamarla, pero no lo hizo. No sabría por donde empezar. No, debía buscarla.
Pero, al abrir el contacto del móvil, vio una frase escrita en la tarjeta de contacto, bajo su número.
Rydell Street 78
Su dirección. Por eso había pedido wifi. No sabía exactamente donde estaba esa casa, pero con un rápido vistazo a un mapa por internet podría llegar en moto sin problemas. Se estudió bien el camino y se tumbó en la cama, boca arriba, con la mirada clavada en el techo. Sentía una gran desazón en el pecho que le impedía quitar su expresión de ceño fruncido. ¿Por qué no recordaba nada anterior a esa noche? ¿Cómo había llegado a ese callejón? ¿Quién era Amelia y por qué pensaba que era la única persona que podía ayudarle?
Despertó cuando los rayos de sol se filtraron por la ventana y fueron a parar a sus ojos directamente. Se había quedado dormido apenas unas horas. Se lavó la cara, tratando de nuevo de recordar sin ningún éxito. Cogió su móvil, el casco de la moto y, dejando las llaves de la habitación en la recepción, salió de allí. No tenía un minuto más que perder.
Llegó a su destino en apenas veinte minutos. Se quitó el casco, lo dejó en la moto y miró desde ella la entrada de la casa. Le resultaba ligeramente familiar, pero juraría que jamás había estado allí. Al menos, no fuera, ¿habría estado dentro? No, eso no tenía sentido. Pero podía sentir como Amelia estaba allí. Necesitaba respuestas, estaba seguro de que ella podía dárselas. Debía ser así, de lo contrario se volvería loco.
Respiró hondo antes de llamar a la puerta, pasándose las manos por el pelo rizado. ¿Por dónde iba a empezar? Bueno, por donde fuese, bueno sería. No podía esperar ni un segundo más. Alzó el puño y golpeó la puerta, tratando de contener su intranquilidad. Con el corazón en la garganta pidiéndole a gritos que Amelia abriese la puerta.
Jared — Lugar desconocido — Solo

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Lun Feb 10, 2020 7:52 am por Timelady
The awakening
Definitivamente no sabía cuál era la principal causa de su dolor de cabeza, pero había unos cuantos sospechosos.
En primer lugar, seguía enfadada con el imbécil de Oliver, y eso puede llevar a que te duela la cabeza por no aguantar tanta gilipollez.
En segundo, igual no fue buena idea beberse esa botella de vino sola sin apenas haber comido por culpa de la primera razón.
En tercero, el calambrazo que le dio el ordenador cuando se apagó.
Finalmente, ese incesante golpeteo a su puerta.
Daba igual realmente cuál fuera la causa, pero le dolía la cabeza y estaba de mala leche, así que quien quiera que estuviera detrás de la puerta no iba a encontrarse con su mejor faceta. Por no hablar de que a pesar de que realmente no era tan tarde, acababa de salir de la cama y eso era más que evidente en su pijama y en su pelo.
Lo único que podría aplacarla, que se le ocurriera en aquel momento, es que fuera ese paquete que se le había retrasado unos cuantos días y que estaba esperando. Aunque si era el cartero empezaba a pensar que necesitaba un perro grande que lo espantara como en los dibujos.
- Ya he abierto... ¿¡Qué!? -Preguntó al tío que había allí plantado, que claramente no era el cartero, aunque en seguida se arrepintió de que eso fuera lo primero que le había dicho nunca, porque lo cierto es que era el tío más bueno que se había cruzado en mucho, por no decir en su vida. Y curiosamente había algo en él que le resultaba terriblemente conocido. Se quedó un rato mirándole y pensando en lo que decir, hasta que sus neuronas hicieron conexión y le recordaron la situación.- ¿Puedo... hacer algo por ti? -Pregunto, esta vez en un tono mucho más educado y amable.
En primer lugar, seguía enfadada con el imbécil de Oliver, y eso puede llevar a que te duela la cabeza por no aguantar tanta gilipollez.
En segundo, igual no fue buena idea beberse esa botella de vino sola sin apenas haber comido por culpa de la primera razón.
En tercero, el calambrazo que le dio el ordenador cuando se apagó.
Finalmente, ese incesante golpeteo a su puerta.
Daba igual realmente cuál fuera la causa, pero le dolía la cabeza y estaba de mala leche, así que quien quiera que estuviera detrás de la puerta no iba a encontrarse con su mejor faceta. Por no hablar de que a pesar de que realmente no era tan tarde, acababa de salir de la cama y eso era más que evidente en su pijama y en su pelo.
Lo único que podría aplacarla, que se le ocurriera en aquel momento, es que fuera ese paquete que se le había retrasado unos cuantos días y que estaba esperando. Aunque si era el cartero empezaba a pensar que necesitaba un perro grande que lo espantara como en los dibujos.
- Ya he abierto... ¿¡Qué!? -Preguntó al tío que había allí plantado, que claramente no era el cartero, aunque en seguida se arrepintió de que eso fuera lo primero que le había dicho nunca, porque lo cierto es que era el tío más bueno que se había cruzado en mucho, por no decir en su vida. Y curiosamente había algo en él que le resultaba terriblemente conocido. Se quedó un rato mirándole y pensando en lo que decir, hasta que sus neuronas hicieron conexión y le recordaron la situación.- ¿Puedo... hacer algo por ti? -Pregunto, esta vez en un tono mucho más educado y amable.
Amelia — Casa — WTF?


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Lun Feb 10, 2020 6:02 pm por Freyja
The awakening
La puerta se abrió tan súbitamente que casi da un paso atrás, apareciendo tras ella una mujer que estaba claramente recién despertada y malhumorada. Parecía enfadada con él, o con la persona que esperaba encontrar al otro lado de la puerta. Pero eso no era lo importante.
¿Amelia? Preguntó, simplemente. Sabía que era ella, podía sentirlo. No la conocía, no la había visto jamás... Y, sin embargo, sentía que estaban extrañamente conectados. Sentía que ella era la única que podía darle sentido a todo lo que le estaba pasando. Sentía que... La necesitaba, por alguna razón.
Con el ceño fruncido y clavando sus ojos en los de ella, dio un paso hacia delante. ¿Quién eres? ¿Por qué me han guiado los pasos hasta aquí? Fue consciente de que eso podía sonar extraño y amenazador. Estaba totalmente seguro de que no era un desconocido para esa mujer, de que ella sabía perfectamente quién era. Eso era lo que había venido a averiguar. La situación, sin embargo, no dejaba de ser ligeramente violenta.
Por ello, no avanzó más pasos por el momento, y destensó ligeramente los músculos. No recuerdo nada. Solo sé que debía buscarte, y que estarías aquí... Necesito que me ayudes. Hizo una pausa, sin dejar de clavar sus ojos en ella, y aclaró el dato que faltaba. Soy Jared Lewis.
Jared — Casa de Amelia — Con Amelia

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Mar Feb 11, 2020 7:33 am por Timelady
The awakening
- ¿Sabes mi nombre? -Respondió a su pregunta con otra. Aunque en verdad acababa de reconocer que sí, ella se llamaba Amelia, aunque no sabía si la Amelia a la que quien quiera que fuera el tío bueno de su puerta estaba buscando. Que le gustaría, pero esas cosas solo pasan en los libros y las películas.
El tío parecía algo perdido, y por muy guapo que fuera cuando dio un paso en su dirección ella dio otro hacia atrás y aferró bien el pomo de la puerta, por si tenía que cerrarla rápido. Además, decía cosas muy extrañas, preguntas que no tenían ningún sentido para ella. ¿De qué pasos estaba hablando? ¿La había buscado a ella? ¿PRECISAMENTE A ELLA?
Estaba a punto de decirle que por muy guapo que fuera no iba a conseguir estafarla y que llamaría a la policía si no empezaba a hablar claro, pero no dejaba de sentir que le había visto en alguna parte, o que le conocía de algo... Si tan solo fuera capaz de recordar de qué. Además, parecía tan desesperado por saber qué ocurría, incluso más que ella misma.
Una no debería sentir pena por posibles timadores, pero no podía evitar sentirse así.
Aunque fue cuando dijo su nombre que los ojos de Amelia se abrieron como platos.- ¡¿QUÉ?! -Casi fue un chillido y no le cerró la puerta en la cara de milagro.- No puede ser, Jared Lewis no existe. Bueno, puede que haya algún Jared Lewis en alguna parte del mundo, pero no ese Jared Lewis... y tú... ¿tú eres ESE Jared Lewis? -Hablaba demasiado rápido, al mismo tiempo que su mente empezaba a hilar ideas, ideas imposibles porque su Jared Lewis no podía estar ahí, delante de ella. Pero era él... era exactamente el mismo, tal y como le había imaginado, incluso tenía esas pequeñas manchitas en los ojos y... su chaqueta tenía un bordado de una marca que se había inventado.- No puedes ser mi Jared Lewis. -Se apartó de la puerta y dejó de mirarle porque no podía ser real. Tenía que pensar bien en lo que estaba pasando, pero no podía dejar de hablar, soltando todo lo que pasaba por su mente.- Esto es culpa del calambrazo de anoche, o del vino, ahora estoy teniendo alucinaciones, ¿debería ir al hospital? ¿estaré muerta? La otra vida es curiosamente demasiado realista, salvo por lo del tío perfecto en mi puerta...
El tío parecía algo perdido, y por muy guapo que fuera cuando dio un paso en su dirección ella dio otro hacia atrás y aferró bien el pomo de la puerta, por si tenía que cerrarla rápido. Además, decía cosas muy extrañas, preguntas que no tenían ningún sentido para ella. ¿De qué pasos estaba hablando? ¿La había buscado a ella? ¿PRECISAMENTE A ELLA?
Estaba a punto de decirle que por muy guapo que fuera no iba a conseguir estafarla y que llamaría a la policía si no empezaba a hablar claro, pero no dejaba de sentir que le había visto en alguna parte, o que le conocía de algo... Si tan solo fuera capaz de recordar de qué. Además, parecía tan desesperado por saber qué ocurría, incluso más que ella misma.
Una no debería sentir pena por posibles timadores, pero no podía evitar sentirse así.
Aunque fue cuando dijo su nombre que los ojos de Amelia se abrieron como platos.- ¡¿QUÉ?! -Casi fue un chillido y no le cerró la puerta en la cara de milagro.- No puede ser, Jared Lewis no existe. Bueno, puede que haya algún Jared Lewis en alguna parte del mundo, pero no ese Jared Lewis... y tú... ¿tú eres ESE Jared Lewis? -Hablaba demasiado rápido, al mismo tiempo que su mente empezaba a hilar ideas, ideas imposibles porque su Jared Lewis no podía estar ahí, delante de ella. Pero era él... era exactamente el mismo, tal y como le había imaginado, incluso tenía esas pequeñas manchitas en los ojos y... su chaqueta tenía un bordado de una marca que se había inventado.- No puedes ser mi Jared Lewis. -Se apartó de la puerta y dejó de mirarle porque no podía ser real. Tenía que pensar bien en lo que estaba pasando, pero no podía dejar de hablar, soltando todo lo que pasaba por su mente.- Esto es culpa del calambrazo de anoche, o del vino, ahora estoy teniendo alucinaciones, ¿debería ir al hospital? ¿estaré muerta? La otra vida es curiosamente demasiado realista, salvo por lo del tío perfecto en mi puerta...
Amelia — Casa — WTF?


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Mar Feb 11, 2020 10:14 am por Freyja
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Al menos ya había solventado una duda: la mujer le conocía. Estaba casi seguro de ello cuando llamó a su puerta, pero no estaba de más la confirmación teniendo en cuenta su estado de desorientación. Aunque el hecho de que la joven pareciera haber entrado en crisis al conocer su nombre no facilitaba demasiado las cosas.
Puso cara de extrañeza, incluso sacudiendo la cabeza por un momento. ¿Cómo que no existía? Tenía muchas dudas, pero desde luego de que existía estaba bastante seguro. Pero antes de que pudiera protestar, la mujer siguió con la perorata. Aunque hubo un comentario que le hizo alzar una ceja y soltar una carcajada muda con los labios cerrados. Bueno, me alegro de haber pasado de no existir a ser "tuyo". Es un avance. Bromeó con una sonrisa torcida.
La mujer se apartó de la puerta y empezó a hablar sola y a decir cosas que no entendía, entre otras cosas porque no tenían sentido. Jared frunció el ceño. Estaba muy desconcertado, pero el mosqueo que traía cuando llamó a esa puerta empezaba a disiparse ante lo cómico de la situación. La tal Amelia parecía un poco excéntrica, pero era graciosa. Solo esperaba que esa excentricidad no le llevara a la ruina, porque si esa mujer era su tabla de salvación y tenía él que evitar que ella se ahogase, iban por mal camino.
Dio un par de pasos hacia dentro de la casa y cerró la puerta suavemente tras él. La mujer estaba un poco fuera de sí y él no dejaba de ser un desconocido en el barrio (o no, no tenía ni idea). Los vecinos no tenían por qué enterarse de lo que estaba pasando. A ver, vamos a hacer una prueba... Estiró el brazo y, con el dedo índice, dio un pequeño y leve empujoncito en el hombro de la mujer. Estupendo. Ya hemos comprobado que existo, que no soy una alucinación y que no estás muerta. ¡Hurra! Añadió alzando cómicamente el puño. Y ahora, Amelia, por favor. ¿Quién eres? ¿Qué está pasando? Su expresión divertida se había desdibujado y de nuevo mostraba desazón. No sé qué estoy haciendo aquí.
Jared — Casa de Amelia — Con Amelia

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Mar Feb 11, 2020 11:53 am por Timelady
The awakening
Mientras divagaba escuchó la voz, esa voz que tenía irresistible, y levantó el índice para pedir silencio.- Shhh, no lo entiendes. -No es que hubiera pasado de no existir a ser suyo, es que no podía existir porque era suyo. Pero era algo muy complicado de explicar, porque ni ella misma comprendía como era posible que eso pasara.
Pero seguía a lo suyo sin darse cuenta de que estaba caminando en círculos por el salón y que él había entrado y cerrado la puerta, en aquellos momentos no estaba para pensar en que pudiera ser peligroso, si era su Jared no le haría daño, bueno, se suponía.
El hombre la tocó en el hombro como si eso demostrara que era real.- Yo no estaría tan segura de eso... ¿quién te ha dicho que en la otra vida no se puede tocar? Nadie sabe lo que pasa cuando mueres. -Como que tu personaje de ficción del que podrías estar o no ligeramente enamorada se presente en tu vida.
Pero entendía que si era él de verdad estaba tan perdido como ella. Intentó calmarse un poco y tras un largo suspiro le señaló el sofá.- Vale, a ver, siéntate, por favor. -Cuando lo tuvo sentado ahí frente a ella volvió a mirarlo y era demasiado perfecto para ser real.- No sé lo que sabes de mí, aparte de mi dirección aparentemente. Pero... soy escritora. Bueno, lo intento. -Aclaró, ya que salvo los relatos cortos que colgaba de cuando en cuando, no le habían publicado nunca.- Llevo bastante tiempo trabajando en una novela, y el protagonista es... Jared Lewis. -Le miró intentando ver su reacción.- Y bueno, él es... ¿tú?
Pero seguía a lo suyo sin darse cuenta de que estaba caminando en círculos por el salón y que él había entrado y cerrado la puerta, en aquellos momentos no estaba para pensar en que pudiera ser peligroso, si era su Jared no le haría daño, bueno, se suponía.
El hombre la tocó en el hombro como si eso demostrara que era real.- Yo no estaría tan segura de eso... ¿quién te ha dicho que en la otra vida no se puede tocar? Nadie sabe lo que pasa cuando mueres. -Como que tu personaje de ficción del que podrías estar o no ligeramente enamorada se presente en tu vida.
Pero entendía que si era él de verdad estaba tan perdido como ella. Intentó calmarse un poco y tras un largo suspiro le señaló el sofá.- Vale, a ver, siéntate, por favor. -Cuando lo tuvo sentado ahí frente a ella volvió a mirarlo y era demasiado perfecto para ser real.- No sé lo que sabes de mí, aparte de mi dirección aparentemente. Pero... soy escritora. Bueno, lo intento. -Aclaró, ya que salvo los relatos cortos que colgaba de cuando en cuando, no le habían publicado nunca.- Llevo bastante tiempo trabajando en una novela, y el protagonista es... Jared Lewis. -Le miró intentando ver su reacción.- Y bueno, él es... ¿tú?
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Mar Feb 11, 2020 1:06 pm por Freyja
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Ladeó la cabeza y la miró con una ceja arqueada. ¿Qué? ¿En serio pensaba que estaba muerta de verdad? ¿Entonces él también? Vale, eso no tenía ningún sentido. Loca a la vista. Le iba a costar trabajo enterarse de lo que estaba pasando. Maldita sea, ¿quién le había dado tal golpe en la cabeza como para desmemoriarlo de esa forma?
Le hizo pasar al salón y le pidió sentarse en el sofá. Jared no podía quitar la vista de la mujer, con el ceño ligeramente fruncido. Se movía a pasos lentos y cautelosos, como si estuviera entrando en la cueva de un oso. Todo era demasiado desconcertante: esa mujer en sí; el hecho de solo recordar su propio nombre y el de ella; el verse en esa casa cuando ni siquiera sabía donde estaba la suya propia; no recordar nada... Todo.
Se sentó en el sofá lentamente, sin quitar los ojos de ella. Parecía que intentaba autocalmarse para decir lo que tenía que decir. Se le aceleró ligeramente el pulso, pues a pesar de su aparente histeria, estaba bastante seguro de que Amelia tenía las respuestas que necesitaba. Y parecía estar reuniendo en ese momento el valor para decírselo. La miró con atención y escuchó cada palabra que dijo como si le fuera la vida en ello.
Y no entendió nada. Seguía con el ceño fruncido, y después de ese ¿tú?, el cual no lograba procesar dentro de la conversación, simplemente se quedó en silencio, mirándola con ojos de interés y necesidad de información. Como si esperara que añadiera algo más. Pero al ver que no lo hacía, repasó mentalmente sus palabras y dijo. Sí, yo me llamo así. No entendía nada. Volvió a pensar en lo que había dicho sílaba por sílaba. Ah, vale. Dijo entonces relajando un poco la expresión. Ahora entiendo tu... ya sabes. Hizo una mueca de miedo con la cara y rió con suavidad. Me llamo igual que tu personaje. Las casualidades de la vida. Se encogió de hombros. Pero me temo que eso responde a tu desconcierto pero no a mis preguntas.
Y, entonces, cayó en una posibilidad. A no ser... Se llevó una mano a la barbilla, con la mirada perdida en un punto indefinido, pensando. Que alguien se enterara de lo de tu personaje y me diera tu dirección para que me pusiera en contacto contigo. ¿Pero por qué? ¿Y por qué no recuerdo nada? La miró con extrañeza. Sigue sin tener sentido. ¿Sabes algo? Su tono se ensombreció ligeramente con un atisbo de miedo. No estarás metida en algo raro, ¿no?
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Miér Feb 12, 2020 8:06 am por Timelady
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Obviamente no esperaba que la creyera, después de todos era una situación de locos, surrealista, que ni en su mejor momento creativo podría haber llegado a imaginar. Porque en su pequeño fanfic de la noche anterior ella era quien estaba en el mundo de la novela y no al revés.
Y claro, aquí su personaje pensaba que le habían metido en a saber qué tipo de historia rara con ella.
- ¿Algo raro? ¿Tengo pinta de estar metida en mafias o lo que quiera que estés pensando? -Preguntó intentando hacerle razonar que no, no estaba metida en nada raro. Aunque ya se imaginaba que pensaría que estaba loca de atar, ella también empezaba a estar convencida de ello.- Además, aunque me gustaría creer que esto es una broma y que solo te han hecho venir porque te llamas igual que mi personaje... Eso no explica lo otro. -Y claro, ¿qué era lo otro?- Eres exactamente idéntico a como te escribí, los ojos, el físico... hasta la voz sonaba igual en mi cabeza. Es imposible que no seas el Jared de mi libro porque yo en mi vida me había cruzado contigo. Me acordaría. -Añadió por lo bajo.- Mira tu ropa, no existe la marca del bordado de tu chaqueta, ni la de ninguna otra prenda que llevas. Puedes buscarlo.
Fue cuando dijo que podía buscarlo, al pensar en utilizar el móvil cuando se le ocurrió que la mejor forma de demostrar lo que decía era enseñárselo por sí misma en el ordenador.- Espera. Sé qué te lo puede demostrar... -Se sentó a su lado rápidamente y cogió el portátil que aún estaba en la mesita del café.
Estaba enchufado y cuando le dio al botón... no funcionaba. Le dio una vez y otra, cada vez más frustrada.- No puede ser. -Tenía ganas de tirarlo por la ventana, pero al mismo tiempo le tenía cierto cariño.- No puede ser que la tormenta lo haya roto. -Y también iba teniendo ganas de llorar, porque el trabajo de tanto tiempo estaba ahí metido (las copias de seguridad no estaban actualizadas desde la semana pasada y aunque fueran detalles algo había avanzado). Y también porque era su única esperanza de explicarlo.- ¿Y ahora cómo te lo demuestro?
Y claro, aquí su personaje pensaba que le habían metido en a saber qué tipo de historia rara con ella.
- ¿Algo raro? ¿Tengo pinta de estar metida en mafias o lo que quiera que estés pensando? -Preguntó intentando hacerle razonar que no, no estaba metida en nada raro. Aunque ya se imaginaba que pensaría que estaba loca de atar, ella también empezaba a estar convencida de ello.- Además, aunque me gustaría creer que esto es una broma y que solo te han hecho venir porque te llamas igual que mi personaje... Eso no explica lo otro. -Y claro, ¿qué era lo otro?- Eres exactamente idéntico a como te escribí, los ojos, el físico... hasta la voz sonaba igual en mi cabeza. Es imposible que no seas el Jared de mi libro porque yo en mi vida me había cruzado contigo. Me acordaría. -Añadió por lo bajo.- Mira tu ropa, no existe la marca del bordado de tu chaqueta, ni la de ninguna otra prenda que llevas. Puedes buscarlo.
Fue cuando dijo que podía buscarlo, al pensar en utilizar el móvil cuando se le ocurrió que la mejor forma de demostrar lo que decía era enseñárselo por sí misma en el ordenador.- Espera. Sé qué te lo puede demostrar... -Se sentó a su lado rápidamente y cogió el portátil que aún estaba en la mesita del café.
Estaba enchufado y cuando le dio al botón... no funcionaba. Le dio una vez y otra, cada vez más frustrada.- No puede ser. -Tenía ganas de tirarlo por la ventana, pero al mismo tiempo le tenía cierto cariño.- No puede ser que la tormenta lo haya roto. -Y también iba teniendo ganas de llorar, porque el trabajo de tanto tiempo estaba ahí metido (las copias de seguridad no estaban actualizadas desde la semana pasada y aunque fueran detalles algo había avanzado). Y también porque era su única esperanza de explicarlo.- ¿Y ahora cómo te lo demuestro?
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Vie Feb 14, 2020 10:36 am por Freyja
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¡No, no! Dijo alzando las manos en señal de indefensión cuando la mujer le espetó si tenía pinta de estar en algo raro. Él sí que estaba en algo raro, pero la mujer parecía igual o más confusa que él por lo que prefería no alterarla más.
Ya le estaba sonando raro y provocando escalofríos el que le dijera que era idéntico a... ¿un personaje de su libro? Y aseguraba que no podía ser una coincidencia, que tenía que ser él. La escuchaba con el ceño fruncido, con incredulidad. Pero no fue hasta que hizo referencia a la marca de su ropa cuando se le cortó la respiración de verdad. No podía ser verdad lo que le estaba diciendo, esa mujer estaba loca, ¿cómo no iba a existir? Instintivamente, bajó la mirada a su chaqueta y, pellizcando con una mano, levantó el lugar del pecho en el que la marca estaba bordada. Lo cierto es que no recordaba haberse comprado esa chaqueta. Ni el resto de su ropa. Ni su moto... No recordaba nada.
Se mantuvo en un incómodo silencio, con el corazón a punto de salírsele de la garganta y su inamovible expresión de incredulidad. Entonces la mujer se levantó y fue a coger el portátil. Él aprovechó el momento para, lentamente, sacar su teléfono móvil y teclear la marca de la chaqueta... Y, efectivamente, no salía nada.
Se quedó paralizado por unos instantes. Notaba como se le dilataban las pupilas y empezaba a sudarle la frente. Rápidamente, tan pronto notó que la mujer volvía a sentarse a su lado guardó el móvil en su bolsillo, tragando saliva. No, no podía ser cierto. Tenía que haber una explicación, cualquier otra explicación menos esa. ¡Era absolutamente demencial! ¿Cómo iba a ser un personaje de un libro?
Casualmente, el portátil que sería la prueba definitiva de todo se había roto. Su expresión pasó del ceño fruncido a una ceja arqueada, y miró a Amelia con cara de circunstancias. Vaya... Muy oportuno. Respiró hondo. Mira, si esto es una broma, debo admitir que es muy original. Pero no tiene gracia. Se acercó un poco a ella y le cogió la mano, mirándola directamente a los ojos. Amelia, por favor. No recuerdo nada. Necesito que me cuentes la verdad, ya sé que debe de ser muy confuso que me parezca a tu personaje pero tengo que saber qué hago en tu casa y por qué no recuerdo nada. Ayúdame, por favor, empiezo a asustarme... Y en cuanto a lo de la marca de ropa... Bueno, ya lo miraré detenidamente más tarde.
Jared — Casa de Amelia — Con Amelia

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Vie Feb 14, 2020 11:27 am por Timelady
The awakening
Estaba totalmente desesperada por encontrarle algo de sentido a aquello, aunque empezaba a rendirse a la idea de que estaba pasando, su personaje había cobrado vida de la noche a la mañana y estaba allí. Pero obviamente era una locura en la que no tenía que meter a nadie más.
Sus ojos se abrieron un poco más al mirarle tan de cerca, pidiéndole de aquella manera que le diera sentido a lo que estaba pasando y le ayudara.
- Si es una broma, alguien se lo está pasando muy bien a costa de los dos, puedes creerme. Yo no tengo nada que ver en esto. -Dijo algo apenada, pasándose al mano que le quedaba libre por el pelo.- Me gustaría ayudarte, de verdad, pero no sé cómo. -No soportaba ver esa expresión en sus ojos o que le dijera que estaba asustado.- Es una locura pensar que seas ese personaje, pero no hay forma de que nadie supiera cómo era de forma tan exacta y con tantísimos detalles. Ojalá esa no fuera la única explicación que tuviera, porque no es que me haga ilusión terminar en un psiquiátrico. -Que era lo que iba a pasar si le contaba a alguien sobre esa situación.- Se me ocurrió que si abría el ordenador y leía lo que había escrito, encontraría algo que demostrara que esto no era real, o que sí lo era. No lo sé... No tengo ni idea de cómo solucionar esto y hasta el lunes no puedo llevar el ordenador para que intenten rescatar los archivos. -Pensó en voz alta, y eso solo contando con que fuera posible hacerlo.
- ¿De verdad que no recuerdas nada? Ni de dónde eres, tu familia... las cosas que te gustan... -Quizá con eso pudieran hacer algo, encontrar las diferencias, demostrar que no era lo que estaba ocurriendo.
Sus ojos se abrieron un poco más al mirarle tan de cerca, pidiéndole de aquella manera que le diera sentido a lo que estaba pasando y le ayudara.
- Si es una broma, alguien se lo está pasando muy bien a costa de los dos, puedes creerme. Yo no tengo nada que ver en esto. -Dijo algo apenada, pasándose al mano que le quedaba libre por el pelo.- Me gustaría ayudarte, de verdad, pero no sé cómo. -No soportaba ver esa expresión en sus ojos o que le dijera que estaba asustado.- Es una locura pensar que seas ese personaje, pero no hay forma de que nadie supiera cómo era de forma tan exacta y con tantísimos detalles. Ojalá esa no fuera la única explicación que tuviera, porque no es que me haga ilusión terminar en un psiquiátrico. -Que era lo que iba a pasar si le contaba a alguien sobre esa situación.- Se me ocurrió que si abría el ordenador y leía lo que había escrito, encontraría algo que demostrara que esto no era real, o que sí lo era. No lo sé... No tengo ni idea de cómo solucionar esto y hasta el lunes no puedo llevar el ordenador para que intenten rescatar los archivos. -Pensó en voz alta, y eso solo contando con que fuera posible hacerlo.
- ¿De verdad que no recuerdas nada? Ni de dónde eres, tu familia... las cosas que te gustan... -Quizá con eso pudieran hacer algo, encontrar las diferencias, demostrar que no era lo que estaba ocurriendo.
Amelia — Casa — WTF?


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Vie Feb 14, 2020 1:40 pm por Freyja
The awakening
La mujer parecía cada vez más convencida y toda aquella locura cada vez más real. No podía ser, simplemente no podía ser.
Emm... No, no recuerdo... Dijo con cierta dificultad, con la mirada casi conmocionada clavada en el suelo. No recordaba... Nada. No sabía si tenía familia, ni dónde nació. No tenía claro ni quién era. Todo era muy confuso y empezaba a dolerle la cabeza.
¿Podía ser verdad? Había despertado de repente y no tenía absolutamente ningún recuerdo previo a esa noche, a esa tormenta. Su única conexión con el mundo real era la mujer sentada frente a él, que aseguraba ser su autora... Porque él no era más que un personaje ficticio. Su ropa era ficticia, su moto era ficticia, hasta su propio cuerpo y su voz eran ficticios.
Se levantó súbitamente, agobiado. Amelia... Yo... Se pasó la mano por el pelo, respirando con fuerza. Necesito tomar aire. Se dio media vuelta y se dirigió a grandes zancadas hacia la puerta. Sentía dejar a Amelia ahí tirada, pues ella también tenía sus propios motivos para estar confundida, si es que todo lo que decía era verdad. Pero estaba demasiado en shock para pensar en algo que no fuera intentar que no le diera un ataque de ansiedad.
Salió de la casa y se montó en su moto. Antes de colocarse el casco miró hacia la puerta y vio a la mujer mirándole desde ella. Volveré en unas horas, resolveremos esto juntos. Te lo prometo. Se puso el casco, arrancó la moto y la condujo a lo largo de toda la calle, sin rumbo fijo.
Jared — Casa de Amelia — Con Amelia

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Sáb Feb 15, 2020 1:26 pm por Timelady
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No había hecho nada por detenerle, aunque le había seguido hasta la puerta. No sabía lo que hacer, ni lo que estaba pasando, así que prácticamente se había quedado paralizada. Pero cuando él, desde la moto le había dicho que solucionarían aquello juntos, le dio un vuelco el corazón. Era algo tan propio de una película... o del personaje de su libro.
Le vio marcharse y volvió dentro.
Durante las horas que él estuvo fuera, aprovechó para asearse y utilizar el móvil para investigar tanto como pudo sobre alucinaciones, especialmente entre escritores, pérdidas de memoria y cómo recuperarla también. Había tomado algunos apuntes incluso, que había dejado sobre la mesa, con preguntas que se suponía que ayudaban a recordar y alguna técnica para que al menos no siguiera pasando. Obviamente buscó a Jared Lewis por todo internet, pero no encontró nada, ni redes sociales ni nada que se le pareciera, convenciéndose un poco más de la disparatada posibilidad que estaba manejando.
Cuando se acercaba la hora de comer se preguntó si volvería pronto, de todos modos se decantó por pedir una pizza, si sobraba porque Jared no volvía simplemente se la terminaría en la cena.
Justo cuando iba a llamar para hacer el pedido, Oliver la llamó. Le colgó sin más, lo último que necesitaba es que alguien supiera de su locura "posiblemente transitoria" y se lo echara en cara. Además, habían roto, ¿qué podía querer?
Tampoco pudo darle muchas vueltas, ni quiso hacerlo, simplemente pidió su pizza.
Le vio marcharse y volvió dentro.
Durante las horas que él estuvo fuera, aprovechó para asearse y utilizar el móvil para investigar tanto como pudo sobre alucinaciones, especialmente entre escritores, pérdidas de memoria y cómo recuperarla también. Había tomado algunos apuntes incluso, que había dejado sobre la mesa, con preguntas que se suponía que ayudaban a recordar y alguna técnica para que al menos no siguiera pasando. Obviamente buscó a Jared Lewis por todo internet, pero no encontró nada, ni redes sociales ni nada que se le pareciera, convenciéndose un poco más de la disparatada posibilidad que estaba manejando.
Cuando se acercaba la hora de comer se preguntó si volvería pronto, de todos modos se decantó por pedir una pizza, si sobraba porque Jared no volvía simplemente se la terminaría en la cena.
Justo cuando iba a llamar para hacer el pedido, Oliver la llamó. Le colgó sin más, lo último que necesitaba es que alguien supiera de su locura "posiblemente transitoria" y se lo echara en cara. Además, habían roto, ¿qué podía querer?
Tampoco pudo darle muchas vueltas, ni quiso hacerlo, simplemente pidió su pizza.
Amelia — Casa — con Jared


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Dom Feb 16, 2020 8:22 am por Freyja
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Condujo hasta no supo donde, cerca de una colina, una zona elevada desde donde se veía toda la ciudad. Allí dejó la moto, se quitó el casco y se sentó en el suelo, respirando. Miraba esa ciudad y, a pesar de que sabía que era su ciudad, no la sentía familiar. Era una sensación extraña y desconcertante. Al alejarse de Amelia de nuevo se había sentido perdido en el mundo y con necesidad de volver... Aun sabiendo que, cuando lo hiciese, volvería a pasar lo ocurrido minutos antes: un absoluto caos.
Lo que ella decía no tenía razón de ser, pero empezaba a resultarle la única explicación posible. Había sacado su móvil de nuevo y buscado por la red durante casi media hora la marca de su cazadora, la del resto de su ropa y la de su moto. Había buscado hasta su propio nombre. En su cartera apenas tenía dinero: ni una documentación, ni una foto, ni siquiera alguna tarjeta que le diera pistas sobre en qué podía estar metido, fuera bueno o malo. Nada. Se sentía como un fantasma.
Era peor que un fantasma: no era nadie. ¿Qué se suponía que debía hacer a continuación? ¿Acaso tendría una vida efímera y desaparecería en un par de horas tan misteriosamente como había aparecido? No quería morir, pero tampoco sabía cómo vivir. Ni qué hacer.
Pasó allí al menos dos horas, sentado en la colina, respirando el aire puro de fuera de la ciudad y tratando de ordenar sus pensamientos. No podía prolongar la situación por más tiempo, puesto que aunque se pasase días pensando la situación no iba a cambiar. Se levantó entonces, volvió a ponerse el casco y se subió a la moto para volver a casa de la mujer que, quería pensar, tenía la clave del sentido de su vida.
Al arrancar la moto se dio cuenta del hambre que tenía, de lo cual no había sido consciente hasta ahora. Afortunadamente encontró una pizzería de camino a casa de la mujer. Después del susto que le había dado, lo menos que podía hacer era comprarle una pizza... Creía, al menos. Sí, eso sí lo sabía de sí mismo: le gustaba la pizza. Quizás esa fuera la forma de refrescar sus recuerdos. Quizás al ir recorriendo la ciudad, viéndose frente a frente con las cosas, se descubriría a sí mismo. Pero en ese momento tenía tanta hambre que solo podía pensar en esa pizza que, acababa de descubrir, tanto le gustaba.
Compró una tamaño familiar bastante grande y luego se dio cuenta de lo difícil que era transportar una pizza de esas dimensiones en una moto. Pero la casa de Amelia apenas estaba a diez minutos de allí, así que dejó la moto en la pizzería y se fue andando. Cuando llegó a la puerta, se pasó la mano por el pelo rizado y respiró hondo antes de llamar al timbre.
Cuando la mujer abrió, esbozó una sonrisa entre tímida y arrepentida por haberse marchado tan abruptamente. Levantó ligeramente la caja para enseñársela. He traído pizza. Torció una sonrisa y se encogió de hombros. Era lo menos que podía hacer... Es de calabacín y pepperoni. Se mordió el labio, ligeramente avergonzado. Es una mezcla un poco rara pero espero que te guste.
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Dom Feb 16, 2020 10:57 am por Timelady
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Cuando sonó el timbre, Amelia estaba a mitad de su pedido, pizza familiar, grande... Pidió a la encargada de pedidos que la esperase un momento y con el teléfono aún en la oreja abrió la puerta.- Hola... -Saludó con cierta timidez a Jared que había vuelto y con una pizza en la mano. Sorprendida primero por la coincidencia en la elección de comida y segundo por la combinación, lo que el chico pareció notar porque le contó que era una mezcla rara.- En realidad... es mi preferida. -Confesó.
La mujer en el teléfono reclamó su atención con insistencia. La verdad es que se había olvidado de que estaba llamando.- Pasa, pasa... -Indicó a Jared antes de volver a hablar con la mujer.- Perdona las molestias, pero me acaban de traer algo de comer. Anula el pedido, por favor. -La mujer parecía algo molesta por la pérdida de tiempo, supuso. Pero terminó despidiéndose.- Gracias. -Dijo antes de colgar.
Aún miraba con cierta extrañeza tanto a Jared como a la pizza, ¿de verdad era solo coincidencia que los dos pensaran en lo mismo? Lo del tipo no le extrañó, después de todo era una de las pocas cosas en las que le había hecho coincidir con ella. Que a tu personaje le guste la misma combinación extraña de pizza que a ti te hace sentir menos sola, o eso pensó en el momento en que lo decidió.- Voy a... poner la mesa. ¿Quieres beber algo? -Ofreció, mientras sacaba un par de platos, diferentes, porque no tenía ni un juego completo.
La mujer en el teléfono reclamó su atención con insistencia. La verdad es que se había olvidado de que estaba llamando.- Pasa, pasa... -Indicó a Jared antes de volver a hablar con la mujer.- Perdona las molestias, pero me acaban de traer algo de comer. Anula el pedido, por favor. -La mujer parecía algo molesta por la pérdida de tiempo, supuso. Pero terminó despidiéndose.- Gracias. -Dijo antes de colgar.
Aún miraba con cierta extrañeza tanto a Jared como a la pizza, ¿de verdad era solo coincidencia que los dos pensaran en lo mismo? Lo del tipo no le extrañó, después de todo era una de las pocas cosas en las que le había hecho coincidir con ella. Que a tu personaje le guste la misma combinación extraña de pizza que a ti te hace sentir menos sola, o eso pensó en el momento en que lo decidió.- Voy a... poner la mesa. ¿Quieres beber algo? -Ofreció, mientras sacaba un par de platos, diferentes, porque no tenía ni un juego completo.
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Dom Feb 16, 2020 4:58 pm por Freyja
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¿De verdad justo estaba pidiendo una pizza por teléfono cuando él llegó? Parece que estaban más que conectados. No sabía si eso era bonito, si era buena señal o si era altamente siniestro... Era, dejémoslo ahí. Vaya, pensé que era el único raro. Dijo con una sonrisa al comentario de la mujer. Una pizza de calabacín y pepperoni, de entrada, era difícil que fuera la favorita de nadie. Más aún que fuera la favorita de dos personas. Más aún que esas dos personas se conocieran. Más aún que una de esas dos personas tuviera como única referencia a la otra.
Sacudió la cabeza para alejar los pensamientos o saldría corriendo de la casa otra vez. Entro y dejó la pizza sobre la mesa. En lugar de sentarse, se fue hacia la chica. Te ayudo. Dijo espontáneamente y sacó del mueble un par de vasos al tiempo que la joven sacaba los platos. Se encogió de hombros. Me da igual, lo que bebas tú. Añadió con modestia.
Ya con la mesa puesta se sentaron. Él se colocó frente a ella, abrió la caja de la pizza y se dispuso a partir los trozos. Luego se quedó mirándola, esperando a que se sirviera. A pesar de haber llegado hasta la casa muerto de hambre, sentía como si de repente los nervios le hubieran cerrado el estómago. Se armó de valor e inició la temida conversación que, por un lado, quería evitar con todas sus fuerzas, y por otro necesitaba urgentemente resolver. Perdona por marcharme así, necesitaba tomar aire. Respiró hondo y añadió. He estado... Buscando por internet cosas sobre mí: mi nombre, las marcas de mi ropa... Hizo una mueca con la boca. Y, efectivamente, parece que nada de eso existe... Parece que no existo.
Alzó entonces la mirada hacia ella. Sus ojos claros se clavaron en los enormes orbes de la mujer, y en ambos se notaba que estaban llenos de preguntas. Amelia... Creo que sabes más de lo que me cuentas. Intentó esbozar una leve sonrisa por encima de su rostro de preocupación. No tienes que temer por mí, de verdad. Dime lo que tengas que decir. Todo esto... Es muy raro. Pero podré soportarlo... Tendré que soportarlo. No me queda de otra, ¿no?
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Lun Feb 17, 2020 8:24 am por Timelady
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Sonrió aceptando su ayuda para preparar la mesa, aunque se ponía nerviosa cuando se acercaba. Daba igual que tuviera aquella fuerte sensación de conocerle de toda la vida, de estar unida a él, porque la única posibilidad que le quedaba explicaba aquello, dado que ella misma lo había creado y eso era terriblemente inquietante.
Sacó una botella de refresco de la nevera porque teniendo en cuenta que aquello podría ser efecto del vino de la noche anterior -que no estaba en mal estado, lo había comprobado- prefería no arriesgarse por el momento.
Ya en la mesa y tras llenar los vasos se sirvió un trozo de pizza, aunque no lo probó aún. Tener a aquel hombre delante hacía que no quisiera hacer nada más que mirarlo, lo que era aún más siniestro si cabía. Y cuando se había decidido a probar bocado, Jared habló.- No, no te disculpes. -Dijo, obviando el hecho de que por un instante había deseado que no volviera, como una buena aparición debería hacer.
Le escuchó hablar, asintiendo cuando dijo que se había buscado y que nada de lo que tenía parecía existir, ni él mismo. El problema es que le pedía respuestas a ella, que estaba allí mirándole con una leve mueca de pena. Todo lo que les pasaba era más que extraño, pero ninguno de los dos parecía poder solucionar nada.- Yo... lo siento, pero no sé cómo hacer eso. No sé más que tú de todo esto.
Se levantó para coger la libreta en la que había ido apuntando todo lo que había estado buscando en esas horas.- Yo también he intentado encontrar algo en Internet. Empezando por la posibilidad de que seas una alucinación, lo siento. -Se disculpó, porque entendía que no era agradable que pensaran eso de uno.- He encontrado que algún autor había pasado por algo semejante, hablar con sus personajes y esas cosas... pero solo ellos podían verlos y tú has comprado una pizza, así que es evidente que no eres producto de mi imaginación. Al menos eso es una buena noticia, ¿no? -Sonrió con un poco de nerviosismo.- Lo que no quita que pueda estar experimentando algún tipo de locura, porque la única posibilidad lógica que encuentro sea que el personaje de mi libro ha cobrado vida, perdón. -Se disculpó de nuevo, porque era otra posibilidad que uno no querría escuchar de sí mismo.
- Pero ... como también cabe la posibilidad de que seas real y alguien haya provocado esto por cualquier motivo retorcido que escapa a mi imaginación. -Porque era demasiado elaborado que alguien hubiera hackeado su ordenador, conseguido el texto, leyéndolo al detalle para conseguirle al tío perfecto para encarnar a su personaje, vestirlo con ropa que no debería existir y lavarle el cerebro para que no recordase nada salvo lo que su personaje sabría.- Y que estés experimentando problemas de memoria, he encontrado una lista de preguntas personales aleatorias que igual te podrían ayudar... imagino que algo como lo que ha pasado con la pizza. Podríamos probarlo si quieres, tú responder lo que recuerdes y yo con la respuesta que daría el Jared Lewis de mis libros. -Y si coincidían, sería una locura completamente.
Sacó una botella de refresco de la nevera porque teniendo en cuenta que aquello podría ser efecto del vino de la noche anterior -que no estaba en mal estado, lo había comprobado- prefería no arriesgarse por el momento.
Ya en la mesa y tras llenar los vasos se sirvió un trozo de pizza, aunque no lo probó aún. Tener a aquel hombre delante hacía que no quisiera hacer nada más que mirarlo, lo que era aún más siniestro si cabía. Y cuando se había decidido a probar bocado, Jared habló.- No, no te disculpes. -Dijo, obviando el hecho de que por un instante había deseado que no volviera, como una buena aparición debería hacer.
Le escuchó hablar, asintiendo cuando dijo que se había buscado y que nada de lo que tenía parecía existir, ni él mismo. El problema es que le pedía respuestas a ella, que estaba allí mirándole con una leve mueca de pena. Todo lo que les pasaba era más que extraño, pero ninguno de los dos parecía poder solucionar nada.- Yo... lo siento, pero no sé cómo hacer eso. No sé más que tú de todo esto.
Se levantó para coger la libreta en la que había ido apuntando todo lo que había estado buscando en esas horas.- Yo también he intentado encontrar algo en Internet. Empezando por la posibilidad de que seas una alucinación, lo siento. -Se disculpó, porque entendía que no era agradable que pensaran eso de uno.- He encontrado que algún autor había pasado por algo semejante, hablar con sus personajes y esas cosas... pero solo ellos podían verlos y tú has comprado una pizza, así que es evidente que no eres producto de mi imaginación. Al menos eso es una buena noticia, ¿no? -Sonrió con un poco de nerviosismo.- Lo que no quita que pueda estar experimentando algún tipo de locura, porque la única posibilidad lógica que encuentro sea que el personaje de mi libro ha cobrado vida, perdón. -Se disculpó de nuevo, porque era otra posibilidad que uno no querría escuchar de sí mismo.
- Pero ... como también cabe la posibilidad de que seas real y alguien haya provocado esto por cualquier motivo retorcido que escapa a mi imaginación. -Porque era demasiado elaborado que alguien hubiera hackeado su ordenador, conseguido el texto, leyéndolo al detalle para conseguirle al tío perfecto para encarnar a su personaje, vestirlo con ropa que no debería existir y lavarle el cerebro para que no recordase nada salvo lo que su personaje sabría.- Y que estés experimentando problemas de memoria, he encontrado una lista de preguntas personales aleatorias que igual te podrían ayudar... imagino que algo como lo que ha pasado con la pizza. Podríamos probarlo si quieres, tú responder lo que recuerdes y yo con la respuesta que daría el Jared Lewis de mis libros. -Y si coincidían, sería una locura completamente.
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Mar Feb 18, 2020 1:16 pm por Freyja
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Se llevó un trozo de pizza a la boca mientras la miraba levantarse y coger la libreta. Tenía los ojos bien abiertos para no perder detalle de cada movimiento y cada palabra de la mujer, mientras masticaba la pizza lentamente. Tragó justo al tiempo en que la mujer volvió a insinuar lo de la alucinación y arqueó una ceja. En cambio, la dejó terminar. Cuando hubo explicado por qué no era un mero producto de su imaginación, reprimió una carcajada muda, esbozando una sonrisa. Muy buena, sí. Levantó el trozo de pizza como quien brinda con una copa. Me alegro de haberla comprado entonces. Y de que ni el pizzero ni tú esteis locos. Añadió y, acto seguido, dio otro bocado. Tendría que tomárselo con cierto sentido del humor, ¿qué iba a hacer si no? Al fin y al cabo, estaba tan convencido de ser una persona de carne y hueso que sabía que lo de ser una alucinación caería bajo su propio peso tarde o temprano, y al parecer ya lo había hecho.
Ante lo siguiente no dijo nada. Se limitó a bajar la mirada con cierta tristeza hacia su trozo de pizza y seguir comiendo lentamente. Estaba muy seguro de existir, sí, pero no tanto de su origen. ¿Podría ser realmente el personaje de un libro? Le parecía una auténtica locura, pero todo ese día, desde que la tormenta le despertase, había sido una locura igualmente al fin y al cabo. Y ambos parecían empezar a quedarse sin más explicaciones posibles. Al menos ver que la mujer se tomaba tantos esfuerzos en ayudarle a encontrarse a sí mismo, en cierto modo, le reconfortaba. Le hacía sentirse menos solo y perdido en ese caos.
Pero lo tercero que dijo sí que le pareció interesante. Se detuvo en seco de comer, a pesar de que apenas le quedaba un pedazo de corteza del trozo que había cogido, y la miró fijamente. Sí... Sí, eso me parece buena idea. Dijo tras una pausa en la que valoró sus opciones. Si realmente era producto de la imaginación de Amelia ella debía saberlo todo de él, tal y como Jared en el fondo intuía. Y si no era así, ya sabían que tenían que buscar fuera.
Se llevó el pedazo a la boca y, mientras lo masticaba, se sacudió las manos para limpiárselas. Con permiso. Dijo agarrando la libreta que Amelia tenía entre las manos, arrancando un par de hojas y devolviéndosela. Vale... Empezó a decir concentrado. Como sabes no recuerdo mucho, prácticamente nada, pero creo que hay cosas que puedo contestar por mera intuición... Como mi pizza favorita, por ejemplo. Creo que esto podría funcionar. Miró a los lados. ¿Tienes otro bolígrafo?
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Miér Feb 19, 2020 11:08 am por Timelady
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Al menos se tomaba las noticias con buen humor, aunque no debería extrañarle, Jared lo habría hecho. Era demasiado extraño pensar que era él, pero se comportaba del mismo modo y aquello no ayudaba a que tuviera muy buena opinión de sí misma, la verdad.
También pareció entusiasmarse con la idea de las preguntas, era lo único que se le había ocurrido para intentar ayudarle. Le dejó el cuaderno y le vio arrancar las hojas para devolvérselo luego.- Sí, un momento. -Se levantó de nuevo y cogió otro bolígrafo de su lapicero, bueno, de la taza que usaba como tal.- Ten. -Volvió a sentarse.- Bueno, como sabemos que no recuerdas mucho, me voy a saltar las preguntas demasiado personales o que tengan que ver con recuerdos para pasar a las que pueden ser más intuitivas, ¿de acuerdo? Con suerte recordando las cosas pequeñas podrás recordar otras más importantes. -Y con suerte no respondería lo mismo que ella.
Dio un sorbo al refresco y se preparó para las preguntas, aquello tenía pinta de uno de esos concursos de "¿Cómo de bien conoces a tu pareja?", pero decidió dejar de lado la idea para ir soltando preguntas y después compararían respuestas:
También pareció entusiasmarse con la idea de las preguntas, era lo único que se le había ocurrido para intentar ayudarle. Le dejó el cuaderno y le vio arrancar las hojas para devolvérselo luego.- Sí, un momento. -Se levantó de nuevo y cogió otro bolígrafo de su lapicero, bueno, de la taza que usaba como tal.- Ten. -Volvió a sentarse.- Bueno, como sabemos que no recuerdas mucho, me voy a saltar las preguntas demasiado personales o que tengan que ver con recuerdos para pasar a las que pueden ser más intuitivas, ¿de acuerdo? Con suerte recordando las cosas pequeñas podrás recordar otras más importantes. -Y con suerte no respondería lo mismo que ella.
Dio un sorbo al refresco y se preparó para las preguntas, aquello tenía pinta de uno de esos concursos de "¿Cómo de bien conoces a tu pareja?", pero decidió dejar de lado la idea para ir soltando preguntas y después compararían respuestas:
- Preguntas random:
- 1. ¿Cuál es su nombre completo?
2. ¿Tiene algún apodo?
7. ¿Dónde vive actualmente?
8. ¿A qué se dedica? ¿Cómo se gana la vida?
10. ¿Tiene alergias, debilidades físicas, miembros atrofiados o enfermedades?
14. ¿Tiene tics, manías, hábitos extraños u otras características que le definan?
15. ¿Tiene algún objeto, herramienta o instrumento que lleve consigo a todas partes?
23. ¿Está actualmente enamorado de alguien?
24. ¿Qué clase de personas le simpatizan más?
25. ¿Qué clase de personas aborrece?
50. ¿Prefiere el orden o el caos?
53. ¿Le importa lo que los demás piensen de él o ella?
55. ¿Qué valores aprecia en sí mismo y en los demás?
56. ¿Qué le gusta hacer en su tiempo libre?
57. ¿Cuál es su color favorito?
57.5. ¿Cuál es su animal favorito?
58. ¿Y su comida favorita?
59. ¿Qué libro o película le define mejor?
60. ¿Qué es lo que mejor sabe hacer?
61. ¿Y lo que peor se le da?
62. ¿Qué tres palabras le definen mejor?
63. ¿Qué tres palabras describen mejor su personalidad?
64. ¿Con qué tres palabras le describirían quienes le conocen?
Amelia — Casa — con Jared


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Miér Feb 19, 2020 1:28 pm por Freyja
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De acuerdo. Asintió con una sonrisa, cogiendo el bolígrafo que le daba. ¿Por dónde empezar? Se encontraba tan perdido que hacer un ejercicio de conocerse a sí mismo le costaba bastante. Las preguntas le fueron de gran ayuda.
Les echó un vistazo, haciendo una mueca pensativa con la boca. Vaaalee... Pensó en voz alta. Creo que podría con algunas de estas preguntas. Otras... No las tengo tan claras, la verdad. Levantó la vista de nuevo hacia la mujer y se encogió de hombros. Será divertido, supongo. Dijo con un suspiro. Eso podía ser un divertido juego, sí. Lástima que su vida, su historia y todo lo que era dependiera de ello. Así no se disfrutaban igual las cosas.
Escribió algunas respuestas en el papel, poniendo la mano detrás para que no se trasparentase. Vale... He escrito mi color y mi animal favorito. La miró con una ceja arqueada. ¿Cómo lo hacemos entonces? ¿Digo "una, dos y tres" y le damos la vuelta los dos a la vez? Esbozó una sonrisa de lado. Eso le parecía algo cómico, pero no veía mejor forma de hacerlo.
Y entonces tuvo una idea. Hay una pregunta que, si la supieras... Sería muy raro. Dijo con el ceño ligeramente fruncido. No... Es imposible que lo sepas... Añadió, desechando la idea con un gesto de la mano. Nadie lo sabe... Hizo una pausa. Entonces, miró de nuevo a la mujer con curiosidad. Sí que hay un objeto que siempre llevo conmigo... Pero ni siquiera yo sé por qué, así que... Volvió a pararse unos instantes. Bueno, mejor resolvemos estas preguntas, que son más fáciles. ¿A la de tres?
Les echó un vistazo, haciendo una mueca pensativa con la boca. Vaaalee... Pensó en voz alta. Creo que podría con algunas de estas preguntas. Otras... No las tengo tan claras, la verdad. Levantó la vista de nuevo hacia la mujer y se encogió de hombros. Será divertido, supongo. Dijo con un suspiro. Eso podía ser un divertido juego, sí. Lástima que su vida, su historia y todo lo que era dependiera de ello. Así no se disfrutaban igual las cosas.
Escribió algunas respuestas en el papel, poniendo la mano detrás para que no se trasparentase. Vale... He escrito mi color y mi animal favorito. La miró con una ceja arqueada. ¿Cómo lo hacemos entonces? ¿Digo "una, dos y tres" y le damos la vuelta los dos a la vez? Esbozó una sonrisa de lado. Eso le parecía algo cómico, pero no veía mejor forma de hacerlo.
Y entonces tuvo una idea. Hay una pregunta que, si la supieras... Sería muy raro. Dijo con el ceño ligeramente fruncido. No... Es imposible que lo sepas... Añadió, desechando la idea con un gesto de la mano. Nadie lo sabe... Hizo una pausa. Entonces, miró de nuevo a la mujer con curiosidad. Sí que hay un objeto que siempre llevo conmigo... Pero ni siquiera yo sé por qué, así que... Volvió a pararse unos instantes. Bueno, mejor resolvemos estas preguntas, que son más fáciles. ¿A la de tres?
- Respuestas:
- - Color: Naranja
- Animal: Tigre
- Objeto: Pequeña piedra de Ónix, regalo de alguien hace muchos años, no recuerda quien. Siempre la lleva en un bolsillo del pantalón.
Jared — Casa de Amelia — Con Amelia

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Jue Feb 20, 2020 10:57 am por Timelady
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Dejó que leyera las preguntas y decidiera cuáles quería responder, o sabía de momento. Sonrió levemente cuando dijo que sería divertido, aunque igualmente seguiría resultando inquietante si, tal y como le decía su instinto, resultaba que respondían lo mismo.
- Sí, podemos hacer eso, como en un concurso. -Asintió cuando propuso contar hasta tres y enseñar las respuestas al otro. De forma que no pudiera ver lo que ponía, también ella respondió a aquellas preguntas en su hoja.
Levantó la vista cuando dijo que había una pregunta que no podría saber ella. Algo que si supiera podría ser otro paso más para demostrar su teoría del personaje salido de la ficción. Pero realmente quería desmentir eso, así que podría servir. Asintió a la pregunta, cuya respuesta conocía antes de escribirla.
Color: naranja.
Animal: Tigre.
Objeto: Una piedra de ónix que le regaló su abuela.
Le pasó la hoja a Jared cuando decidieron darle la vuelta y, cómo no, las respuestas eran las mismas, solo que ella tenía más información sobre la piedra.- La abuela de Jared -No quería decir en voz alta que sería la suya.- era aficionada a los remedios naturales y el poder de las piedras, cuando era niño pensaba que era una especie de bruja buena que quería ayudar a todos. Le regaló esa piedra para atraer la buena suerte y de momento parece haber funcionado. Alguna vez ha pensado en convertirla en un colgante, pero nunca encuentra el momento. -e contó la historia de aquella piedra tal y como ella la había escrito. No sabiendo si eso tendría sentido para él o sería parte de sus recuerdos.
- Sí, podemos hacer eso, como en un concurso. -Asintió cuando propuso contar hasta tres y enseñar las respuestas al otro. De forma que no pudiera ver lo que ponía, también ella respondió a aquellas preguntas en su hoja.
Levantó la vista cuando dijo que había una pregunta que no podría saber ella. Algo que si supiera podría ser otro paso más para demostrar su teoría del personaje salido de la ficción. Pero realmente quería desmentir eso, así que podría servir. Asintió a la pregunta, cuya respuesta conocía antes de escribirla.
Color: naranja.
Animal: Tigre.
Objeto: Una piedra de ónix que le regaló su abuela.
Le pasó la hoja a Jared cuando decidieron darle la vuelta y, cómo no, las respuestas eran las mismas, solo que ella tenía más información sobre la piedra.- La abuela de Jared -No quería decir en voz alta que sería la suya.- era aficionada a los remedios naturales y el poder de las piedras, cuando era niño pensaba que era una especie de bruja buena que quería ayudar a todos. Le regaló esa piedra para atraer la buena suerte y de momento parece haber funcionado. Alguna vez ha pensado en convertirla en un colgante, pero nunca encuentra el momento. -e contó la historia de aquella piedra tal y como ella la había escrito. No sabiendo si eso tendría sentido para él o sería parte de sus recuerdos.
Amelia — Casa — con Jared


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Vie Feb 21, 2020 1:36 pm por Freyja
Decisions
En el fondo una parte de él quería que Amelia se equivocase, pues acertar supondría que él, efectivamente, no era más que una especie de personaje de cuento; pero por otro deseaba que acertara. Sabía que tenía una extraña conexión con ella y no quería que se rompiera, le hacía sentir seguro. Le hacía sentirse menos solo en ese mundo que le resultaba tan extraño.
Vio escrito su color y el animal, sonriendo mientras señalaba su propio papel con ambas respuestas... Pero entonces vio lo de la piedra. Una suave expresión de incredulidad se dibujó en su rostro, ligeramente teñida de melancolía. Él no había escrito lo de la piedra en su papel, se había limitado a las dos preguntas anteriores porque estaba seguro de que era totalmente imposible que Amelia acertase eso. Pero lo hizo.
En silencio, alzó la mirada hacia la mujer, con los ojos brillantes, mientras ella le contaba su propia historia sin que él pudiera recordarla... ¿O sí? "Una piedra negra pura, para que todas las fuerzas oscuras se metan dentro y tú, mi niño, siempre estés a salvo". Recitó. Las palabras habían acudido de forma automática a su mente, de repente. Sonaban en su cabeza con una voz de mujer. Pero no podía verle la cara, ni tampoco recordar el momento. Solo esas palabras. Eso fue lo que me dijo cuando me la dio... Lo recuerdo... Dijo con tono lúgubre y triste, sin quitar la mirada de la mujer frente a él. Bajó la mirada entonces a su pantalón y, del bolsillo, sacó la piedra. La dejó en la palma de su mano y, en silencio y mirando la brillante roca negra, se la enseñó a Amelia.
Tragó saliva tras un rato. Solo recuerdo eso... Me ha venido a la mente al decirlo tú. Levantó entonces la vista, con el ceño fruncido. Ya no se estaba divirtiendo tanto. ¿Cómo lo has... por qué sabes eso? Dijo. Sonó algo brusco y notaba como sus ojos cada vez le escocían más, quizás porque los estaba forzando demasiado para que no le traicionaran y mostrase lo que sentía por dentro. Las emociones se le empezaban a acumular. Y eso no tenía tanta gracia.
Suspiró entonces y volvió a guardar la piedra. Bueno... Dijo recomponiéndose. Vamos a seguir. Dijo en voz alta, tratando de convencerse a sí mismo de que no eran suficientes datos. Carraspeó. Voy a escribir... Mi comida favorita. Anotó en el papel, con la vista clavada en el mismo. Volvió a hacer una pausa y, entonces, se le ocurrió una idea algo... ¿Tramposa, podría decirse? Y también... Si estoy enamorado de alguien. Y, tras eso, fingió que escribía... Pero no apuntó nada.
- Respuesta:
- - Comida favorita: Pollo asado
- ¿Estás enamorado de alguien? ... Surprais madafaca
Jared — Casa de Amelia — Con Amelia

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Vie Feb 21, 2020 5:03 pm por Timelady
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Sus labios se partieron ligeramente al escuchar lo que su abuela le había dicho al darle aquella piedra. Las palabras exactas que era imposible que nadie más supiera, excepto ella y... ¿él?
Aunque lo más preocupante, o curioso es que fueron sus palabras lo que desataron el recuerdo, como si leer aquello que había escrito fuera el detonante. Pero no podían ser sus recuerdos, ¿verdad? porque él no era el Jared del libro.
Y él tenía aquellas mismas dudas y las expresaba como podía, llevado por la emoción de aquel momento con cierta brusquedad, porque no era normal que alguien supiera ese tipo de cosas, demasiado personales. Demasiado exactas. Especialmente porque su texto seguía asegurado en su ordenador y en varias copias de seguridad.- Yo... -Boqueó un par de veces. No quería decirle aquello porque no sabía cómo se lo podía tomar.- Yo lo escribí.
Pero decidió seguir con las preguntas y ella asintió, escuchando las que quería probar a continuación. Por un momento, Amelia estuvo tentada de mentir, solo para dejarle pensar que era algo más que un producto de su imaginación, pero fuera quien fuera y lo que fuera, merecía saberlo. Si había salido de su libro tenía que saberlo. Ambos tenían que saberlo.
Así que escribió las respuestas.
- Comida favorita: El pollo asado.
- Enamorado: Nunca de verdad.
En realidad, a segunda pregunta era algo difícil de definir. En el texto que respondía al libro Jared nunca se había enamorado de verdad de nadie, no hasta el punto de dejarlo todo por esa persona. Sin embargo, en lo que estaba escribiendo la noche anterior... Prefería no pensar en aquella parte de la que prefería que él no supiera nada.
Aunque lo más preocupante, o curioso es que fueron sus palabras lo que desataron el recuerdo, como si leer aquello que había escrito fuera el detonante. Pero no podían ser sus recuerdos, ¿verdad? porque él no era el Jared del libro.
Y él tenía aquellas mismas dudas y las expresaba como podía, llevado por la emoción de aquel momento con cierta brusquedad, porque no era normal que alguien supiera ese tipo de cosas, demasiado personales. Demasiado exactas. Especialmente porque su texto seguía asegurado en su ordenador y en varias copias de seguridad.- Yo... -Boqueó un par de veces. No quería decirle aquello porque no sabía cómo se lo podía tomar.- Yo lo escribí.
Pero decidió seguir con las preguntas y ella asintió, escuchando las que quería probar a continuación. Por un momento, Amelia estuvo tentada de mentir, solo para dejarle pensar que era algo más que un producto de su imaginación, pero fuera quien fuera y lo que fuera, merecía saberlo. Si había salido de su libro tenía que saberlo. Ambos tenían que saberlo.
Así que escribió las respuestas.
- Comida favorita: El pollo asado.
- Enamorado: Nunca de verdad.
En realidad, a segunda pregunta era algo difícil de definir. En el texto que respondía al libro Jared nunca se había enamorado de verdad de nadie, no hasta el punto de dejarlo todo por esa persona. Sin embargo, en lo que estaba escribiendo la noche anterior... Prefería no pensar en aquella parte de la que prefería que él no supiera nada.
Amelia — Casa — con Jared


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Vie Feb 21, 2020 8:14 pm por Freyja
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Realmente, ni siquiera él sabía responder a esa pregunta... Tenía tantas emociones acumuladas que no podía diferenciarlas bien, y el no tener recuerdos en los que basarse no ayudaba. Sin embargo, había hecho intencionalmente la pregunta porque sabía que podía ser compleja de responder, y a la vez dar muchas pistas. Saber los sentimientos de alguien era complicado, solo alguien que hubiera diseñado a una persona a su manera sabría lo que esta siente. Si dudaba, quedaría en evidencia que no era un personaje de su historia, que eso era una auténtica locura. Si estuviera emparejado con alguien (y enamorado de ese alguien) y Amelia lo supiese, habría una persona más en el mundo a la que recurrir y, por tanto, también se descartaría la hipótesis del personaje, pues debería haber dos personajes en ese caso... Empezaba a confundirse con su propia estrategia, era todo demasiado intrincado. Simplemente, esperó a su respuesta.
Y solo mirando a Amelia a los ojos, frunciendo el ceño para analizar sus expresiones, supo rápidamente que ella mentía. Había acertado con la comida, pero se le notaba en la cara que había improvisado la segunda. O que ocultaba algo. Pero, ¿el qué?
Puso su papel en la mesa con un golpe seco, boca abajo para que no se viera que no había respondido a su propia pregunta, con una expresión entre desafiante y decepcionada. Te has equivocado. Sentenció. Fingiendo sentirse orgulloso de haber demostrado que era un hombre con su propia historia y no un simple personaje, cogió un trozo de pizza y, reclinándose en la silla, se lo comió con tranquilidad, en silencio. Evitaba mirar a Amelia, y en su lugar tenía la vista puesta en la rodaja de calabacín de su trozo. Pero claro, el trozo no le iba a durar eternamente.
Cuando acabó, soltó aire por la nariz y, sin mirarla aún, dijo. Sí que estoy enamorado de alguien. Y eso es algo que mi autora debería saber, ¿no? La miró, esta vez directamente a los ojos. Quizás lo que iba a decir no era prudente, sensato o, incluso, verdad. Pero le iba a salir, y le iba a salir sin pensar. Y que fuera lo que Dios quisiera. Sobre todo si de quien estoy enamorado es de ella.
Jared — Casa de Amelia — Con Amelia

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Sáb Feb 22, 2020 7:27 am por Timelady
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Amelia observó la respuesta de Jared, sabiendo que algo ocurría al instante, aunque no se imaginaba el qué. Y lo de que se había equivocado la tomó por sorpresa.- ¿Cómo? No. No me he equivocado, sé lo que he escrito y tú lo podrás comprobar cuando el técnico me repare el ordenador o me deje acceder a los archivos. -Quizá fue un poco a la defensiva y dando por hecho que era su personaje, pero sabía lo que había escrito, lo que Jared debería sentir...
Sin embargo, él no dijo nada más y siguió comiendo. Amelia también dio un bocado o dos a su pizza, sin dejar de mirarle, intentando encontrar alguna respuesta. Pero cuando él volvió a hablar y aseguró que estaba enamorado de ella de forma tan categórica palideció y el trozo de pizza que quedaba cayó de su mano al plato rompiendo el silencio con su sonido.
Amelia miró hacia el plato y luego de nuevo a Jared.- Ya no tengo hambre. -Se levantó y cogió su plato para llevarlo al fregadero y abrir el grifo dejando correr el agua.
Toda esa situación acababa de dejar de tener gracia y se daba cuenta ahora de que era ella a la que le estaban tomando el pelo. Se giró, algo enfadada para encarar al tal Jared.- Mira, si esto es algún tipo de broma cruel no tiene ni chispa de gracia. Y es mejor que te vayas. -Señaló la puerta, pero no podía quedarse sin obtener respuestas.- ¿Quién te ha metido en todo esto? ¿Ha sido Oliver? ¿No tenía bastante con romper conmigo en mitad de un restaurante que encima tiene que jugármela de esta forma? ¿Por eso ha llamado esta mañana? ¿Para saber si su plan estaba funcionando? -Su mente iba a mil y las preguntas salían de su boca de la misma forma con tono acusatorio.- ¡Dios! ¿Cómo he podido ser tan tonta? Te lo he puesto todo en bandeja para seguir con este juego, ¿verdad? Pues espero que te hayas divertido.
Sin embargo, él no dijo nada más y siguió comiendo. Amelia también dio un bocado o dos a su pizza, sin dejar de mirarle, intentando encontrar alguna respuesta. Pero cuando él volvió a hablar y aseguró que estaba enamorado de ella de forma tan categórica palideció y el trozo de pizza que quedaba cayó de su mano al plato rompiendo el silencio con su sonido.
Amelia miró hacia el plato y luego de nuevo a Jared.- Ya no tengo hambre. -Se levantó y cogió su plato para llevarlo al fregadero y abrir el grifo dejando correr el agua.
Toda esa situación acababa de dejar de tener gracia y se daba cuenta ahora de que era ella a la que le estaban tomando el pelo. Se giró, algo enfadada para encarar al tal Jared.- Mira, si esto es algún tipo de broma cruel no tiene ni chispa de gracia. Y es mejor que te vayas. -Señaló la puerta, pero no podía quedarse sin obtener respuestas.- ¿Quién te ha metido en todo esto? ¿Ha sido Oliver? ¿No tenía bastante con romper conmigo en mitad de un restaurante que encima tiene que jugármela de esta forma? ¿Por eso ha llamado esta mañana? ¿Para saber si su plan estaba funcionando? -Su mente iba a mil y las preguntas salían de su boca de la misma forma con tono acusatorio.- ¡Dios! ¿Cómo he podido ser tan tonta? Te lo he puesto todo en bandeja para seguir con este juego, ¿verdad? Pues espero que te hayas divertido.
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