Su semana había empezado de forma accidentada e inesperada. Ese mismo lunes salió, incluso antes que el sol, para trotar antes de regresar a su casa a darse una ducha e iniciar su mañana. El tiempo se pasó para él mas rápido de lo que esperaba, para cuando escuchó la alarma de su reloj supo que lo mejor sería coger algo rápido para desayunar en uno de los puestos del parque. Algo de yogur con fruta y un cruasán... Que acabó en la boca de un perro que iba pasando por ahí sin su dueño.

El animal, bastante cómodo y conforme con su elección de desayuno, se sentó a su lado en un banquillo para comer y solo entonces vio a un chico corriendo en su dirección llamando su nombre. Menos mal no había alcanzado a llamar a alguna protectora para que se lo llevaran.

Quizá se había arriesgado demasiado, pero el animal era demasiado adorable como para dejarlo pasar, así que cuando le dio su tarjeta a su dueño para que lo llamara, estaba esperando que las estrellas se alinearan y que el hombre levantara el teléfono.

El miércoles llegó, y Ashton ya había llegado a la conclusión de que no llamaría. Hasta que lo hizo. Una voz femenina sonaba por detrás, como si le estuviera dictando un guion mientras aceptaba la entrevista para ser el protagonista de su campaña publicitaria.

Ashton le puso una cita, y no se quejó cuando dijo que vendría acompañado. Para cuando llegó la mañana del viernes, todo estaba preparado para recibirlos y darles la mejor impresión posible. El accidente a inicios de la semana lo había inspirado, y le costaba no obsesionarse cuando algo llamaba su atención.

Había tenido que hacer unos cuantos malabares con los turnos de la tienda, pedir un par de favores personales que le costarían caros en el futuro, pero ahí estaba, como un clavo, acompañando a Val a aquella entrevista y oferta de empleo.
No se podía negar que necesitaban un ingreso extra si querían vivir un poquitín más relajados. Y al menos aquella empresa no era necesariamente de las peor valoradas ecológicamente, aunque tenía clientes cuestionables. Porque sí, la había investigado, un poco.
Y a él le habían ofrecido algo muy bonito, productos para mascotas. Así que toda la familia iba a visitar las oficinas de aquella empresa de publicidad que tanto imponía a su amigo.

Había algo más que movía a Jess en todo aquello, bueno, la mayor parte era por apoyar a Val, claro, como siempre. Pero no podía negar que había aceptado sin pensarlo también con algo de curiosidad por el "publicista macizo". Le llamaba así en su mente porque no recordaba su nombre, aunque no lo decía en voz alta claro, no quería avergonzar a su compañero de piso, pero por cómo había hablado de él y su encuentro en el parque, rescate perruno incluido, solo podía estar segura de que merecía darle un repaso al menos.

Entraron por la puerta, llamando visiblemente la atención de los presentes, era evidente que desentonaban un poco en aquel mundo de trajes y corbatas. La recepcionista les miró arrugando la nariz, pero cuando confirmó que tenían una cita, llamada a la secretaria del tal Ashton -intentaría acordarse del nombre- de por medio, les indicó el ascensor que tenían que coger para llegar.
La secretaria les esperaba cuando se abrió la puerta, estaba bien eso de que no dejaran a la gente perderse por el camino en un laberinto de cubículos como aquel, aunque ellos iban directamente a un despacho.

- Hola... Encantado de volver a verte, esta es mi compañera de piso, Jess, espero que no te importe que haya venido. -Se apresuró a decir Valentine, presentándola de paso y excusándose.

- ¿Qué tal? Tú debes ser Ashton. -Pues sí que estaba bueno, sí.- Prometo no molestar, estoy aquí solo como apoyo moral, ya sabes. -Le dedicó una sonrisa encantadora al chico y un pulgar hacia arriba.

El publicista no estaba seguro de lo que esperaba de aquella reunión, teniendo en cuenta el intercambio telefónico. Era el problema de contratar a alguien que no había tocado aquella industria, pero no sería con el primero de su estilo con el que trabajaba y delante de las cámaras consiguió que se soltara lo suficiente como para ser un éxito en televisión.

—¡No hay problema! Gracias por venir, Jess, el apoyo moral siempre se agradece— dijo, extendiendo su mano para poder apretarla antes de indicarles que se sentaran en las sillas que había dispuesto para ellos delante de su escritorio.

Preparó una carpeta para cada uno, con información acerca de los productos. Estaban trabajando con una marca nueva de productos ecológicos y pienso libre de grano. Su idea cuando la presentó a su jefe era bastante moderna, una aproximación enfocada hacia las redes sociales más que los medios de comunicación tradicional.

—Después de nuestro encuentro en el parque, creo que la gente se sentiría muy identificada con la situación, y me encantaría contar con vosotros para la idea que tengo en mente— comentó, abriendo lo que había dibujado junto con sus apuntes justo al lado para poder guiarles a través de su visión.

—La idea sería grabar el anuncio como si fuera una historia para instagram. Un chico haciendo algo de ejercicio por el parque con su perro, mientras le cuenta a su público dónde está. Hasta que el perro escapa detrás de unas palomas y cae al lago— dijo, señalando las imágenes y asegurándose de que mantenía su atención.

Aunque ella siempre prefería el trato más informal, no le importó estrechar la mano de Ashton y sonreír a sus palabras. Parecía muy atento, de verdad que sí. Era de lo más curioso.

Se sentaron y Jess se sorprendió de que también ella tuviera una carpeta. Eso era muy guay. Un detalle de estos que te hace sentir importante. Sonrió a Val mientras pasaba hojas para mirarlo todo por encima. Los dibujos eran muy interesantes, pero también se fijó en la marca, esa la tenían en la tienda y era de lo mejorcito.

Los dos atendieron a la explicación, parecía una historia sencilla y bastante bonita. Miró de nuevo los documentos para entender algo.- ¿Va a ser una especie de historia por capítulos? -Preguntó creyendo que era lo que pretendía.- La gente se va a morir de ganas por ver qué es lo que pasa. -A todo el mundo le gustaba ver al perrito siendo rescatado, claro, aunque fuera evidente que iba a pasar eso.

Valentine, a su lado, parecía un poco más nervioso.- La verdad es que no sé si saldrá del todo bien... creía que serían solo unas fotos. -Jess se giró a él y cogió su mano.

- Claro que lo harás bien, eres muy natural, y Lou-Lou va a estar contigo frente a las cámaras. -Sonrió, intentando darle ánimos.

La chica parecía más atenta a los detalles, mientras que su compañero se mostró inmediatamente tenso al escuchar la idea. Aquella era una mala señal, y Ashton estaba bastante acostumbrado a fijarse en esas, al final fijarse en el lenguaje no verbal de la gente hacía parte de su trabajo. No quería permitir que la oportunidad se le escapara, por lo que el apoyo moral era su mejor opción.

—¡Justamente! Una historia grabada por capítulos, y será interactiva de la misma manera, para que la gente tenga que ir pulsando para ver lo que ocurre a continuación— comentó, esperando que a la chica siguiera llamándole la atención, le daba la impresión de que sería la única manera de convencer a su amigo.

—En realidad, aparte de la cámara que llevarás para grabar tu perspectiva, es una producción bastante informal. No habrá excesivas cámaras, ya que todo será grabado desde tu punto de vista, solo... Tendrás que meterte un poco en el papel de influencer— explicó, esperando que eso último no lo hiciera tirarse más para atrás —. Podríamos hacer un par de pruebas, por vuestra comodidad y la de tu mascota— comentó, esperando que eso hiciera que el chico se relajara un poco —. Tal vez podrías acompañarle— dijo, en dirección a Jess.

Jess no podía bajar su nivel de entusiasmo fácilmente. La verdad es que rara vez conseguía hacerlo cuando algo le interesaba de verdad. Y aquello de la campaña de publicidad rompedora, para una marca que realmente era conocida por su compromiso con el planeta y los animales, generaba un nivel muy alto de emoción.

- Suena a algo en lo que yo caería, sí. -Respondió, animada, porque sí que le gustaba eso de pulsar cositas en las stories.

Pero intentaba disimular porque notaba la tensión de Val y que aquello empezaba a generarle más dudas. Y aunque le encantaba aquello, tampoco iba a forzarle.
Hacer el intento sonaba bien, si no se veía no pasaba nada, no habían firmado ningún contrato aún.

- Lo de las pruebas... quizá sea buena idea, sí. -Aceptó, algo dubitativo, pero queriendo intentarlo. Además, eso de que no habría muchas cámaras seguro que había ayudado. Val era ese tipo de persona que se cohíbe ante extraños, pero ya sabía ella que querría participar para hacer algo bueno.
No había duda de que les gustaba participar en cualquier manifestación o campaña por las buenas causas. Aquello era una oportunidad de participar en el cambio de forma aún más activa. No la podían desaprovechar.

Despegó la vista de su amigo cuando Ashton dijo que podría acompañarle.- ¡Por supuesto! No pienso perdérmelo. Aunque tenga que vender mi alma para cambiar el turno. -Que podía sonar melodramático, pero es que no conocía a algunas de sus compañeras.- ¿Cuándo podemos empezar? -Preguntó animada, le encantaba ser parte de aquel plan.

- Bueno, no sé si antes hay que firmar algo o tener un guion... -Comentó Val, buscando al otro hombre con la mirada.- Me vendría bien prepararme con antelación, creo. -Dudó de nuevo.- Lo siento, es que nunca he hecho nada de eso. No sé si os iría mejor con un profesional.

Ashton era el primero en reconocer que contratar a alguien que no tenía ningún tipo de experiencia era un reto, pero consideraba que era un riesgo que deseaba correr por el hecho de perseguir esa naturalidad con la que quería que se vieran las cosas. Alguien con una relación auténtica con su animal, replicando una situación que él mismo vio ocurrir. Le parecía un concepto entretenido, y no parecía ser el único.

—Esperemos que no tengas que vender tu alma— comentó, con una sonrisa educada mientras sacaba el material. Un storyboard para que pudiera ver la imagen de lo que se esperaba de él —. No tenemos un guion preparado aun, la idea es... Bueno, bastante fresca y aun lo estamos reproduciendo. Sin embargo, esta es la visión que tenemos y podría preparar un borrador para enviártelo mañana. Podríamos empezar las pruebas la próxima semana... No haría falta demasiado, tan solo firmar un acuerdo de confidencialidad donde te comprometes a no compartir esta información con la competencia— explicó, si decidía participar en la campaña, entonces podrían hablar del contrato.

—Si quieres venir, puedo pedir que nos impriman otro acuerdo— comentó, mandando un mensaje a su asistente para que trajera dos de estos. Se encontraron en su escritorio en cuestión de minutos, con un bolígrafo listo para firmar —. Sigo creyendo que eres nuestra mejor opción para enseñar algo auténtico, tómatelo con calma— sugirió, esperando que no decidiera echarse para atrás ahora que había empezado a sentir que lo convencía.

Val estaba empezando a menospreciarse de nuevo. Y ella le cogió la mano para seguir dándole ánimos. Aunque la soltó cuando Ashton enseñó el storyboard y se acercó para verlo mejor. Le encantaban los dibujos.
- No, a ver, tampoco hay prisa. No es que quiera daros más trabajo. -Su amigo empezaba a pasarse la mano con la nuca, casi al borde de la disculpa al escuchar que había pedido algo que aún no tenían.

- Claro, firmaremos lo que haga falta. -Aseguró ella, interrumpiendo a Val- Aparte de dar nuestra palabra. -Bromeó haciendo una cruz sobre el corazón a modo de juramento infantil.- Salvo que prefieras el sagrado pacto de meñiques. -Se rio un poco más.
- Yo también creo que Val es la mejor opción. Estoy segura de que va a salir guapísimo. ¡Verás cuando te vea tu madre en los anuncios! -Añadió, dándole unas palmadas en el brazo, entre divertida y emocionada, porque ya se imaginaba la clase de fiesta que iba a ser eso.

- Sí, bueno. Cuando salga se lo diremos. No antes. -Le pidió él. Le notó más animado y eso la hizo sentir victoriosa.- ¿Hay que firmar todos los folios o solo el último? -Preguntó, mientras miraba el contrato de confidencialidad, leyéndolo por encima. Algo que Jess no haría porque le costaba un poco entender toda la jerga legal. Siempre se bloqueaba con esas cosas. Además, no había nada de malo en confiar en las personas, o en dejar que Val lo leyera todo por ella. Era parte de su codependencia.

- Entonces, firmamos esto y... ¿ya está? ¿Es siempre tan rápido todo? -Preguntó mientras tanto, curiosa. Porque en las películas siempre es como una puja, todo muy serio y formal y le había encantado que no hubiera sido así.

A Ashton le gustaba la energía de la chica, casi parecía que era el combustible de su amigo para ceder un poco a las cosas. Él no quería presionarlo, porque si aceptaba a regañadientes estaba convencido de que se trasladaría a la pantalla y no daría la imagen que necesitaban dar. Sin embargo, tenía tiempo suficiente para permitirle pensarlo.

—El sagrado pacto de meñiques es la verdadera promesa inquebrantable— dijo, estirando su meñique para que la chica lo rodeara, intentando distender la conversación —. Aunque debo decir que el abogado no estaría de acuerdo, así que os pediré el autógrafo de todas maneras— aseguró, enviando un mensaje en su ordenador para que su asistente le trajera dos acuerdos que pudieran firmar.

La mujer posó los papeles en el escritorio y Ashton se lo agradeció antes de regresar con las dos personas frente a él.

—Esto sería todo por el momento, plantearemos un contrato de manera más oficial cuando regreséis para las pruebas, si finalmente decidís aceptar. Con el contrato de confidencialidad solo me aseguro de poder compartir el storyboard y el guion sin problemas legales— dijo —. Aunque lo de los meñiques ya es vinculante, espero que lo sepáis— afirmó, con una sonrisa levantando las comisuras de sus labios —. Te enviaré la invitación para la prueba por correo, si decidís acompañarnos hablaremos de la compensación y horarios de grabación— explicó, sin tener ni idea de todo lo que cambiaría cuando se presentaran a la prueba.

Jess lanzó una sonora carcajada al aire cuando el empresario le ofreció el meñique y no dudó en rodearlo con el suyo mientras escuchaba lo del tema legal.- Lo abogados han perdido los valores. -Bromeó.

Apoyó la mejilla en la mano cuyo codo había apoyado en el escritorio con total confianza y escuchó los pasos que seguirían con todo aquello. Estaba claro que no era tan rápido como firmar un papelito. Desgraciadamente las cosas importantes de la vida se habían vuelto así de aburridas, todo era burocracia.
Cuando vio que Val empezaba a firmar, empezó a hacerlo ella, estaba claro que todo era seguro. Solo levantó la cabeza para guiñarle un ojo a Ashton ante la mención a los meñiques.

- ¿Con cuánto tiempo llegará la invitación? Tengo que pedir permiso en el trabajo si no coincide con mi día libre... -Val la miró de reojo.- Y Jess también. -Ella le dedicó una sonrisa de ánimo, porque no había titubeado al pensar que ella le acompañaría. Estaría encantada de hacerlo, de apoyarle y animarle en todo el proceso.

- Y como la compensación sea interesante, me tendréis por aquí pidiendo trabajo. -Bromeó ella alegre, sin imaginar que eso podría ser una posibilidad real.- No me molestaría renunciar a alguno de mis trabajos extra. -Que eran muchos y variados, porque no había encontrado aún su pasión y era de las que prefería seguir buscando hasta dar con ella en lugar de asentarse en algo que le robase el alma.

- Bueno, supongo que entonces ya... deberíamos irnos. -Mencionó Val, tímidamente, como si estuviera molestando.- Seguro que tienes más reuniones y citas importantes.

Jess se levantó, para que Val no tuviera que hacerlo el primero, sabía que incluso eso podía causarle algo de vergüenza, por si no era el momento indicado o algo. Por un momento miró a Ashton, preguntándose si debería hacer que su amigo se adelantara para hablar con él sobre lo mucho que tenía que cuidarle si iba a trabajar con él, para que ella no se enfadase... pero prefirió dejarlo para cuando todo estuviera más avanzado. Después de todo, iban a verse más veces.

Asintió con la cabeza, pero la risa que se le escapó dejaba claro que esa conversación no estaba hecha para que se la tomaran demasiado en serio. Él creía en el valor de la palabra, jamás daría la suya sin fundamento. Sin embargo, también sabía que su empresa no iba a quedarse con una promesa de meñiques, así que tenía que seguir con las formalidades hasta el final.

—Os avisaremos con antelación suficiente esta semana, y en caso de que no podáis venir tan solo necesito que me aviséis con al menos cuarenta y ocho horas de antelación para cancelar las horas del equipo de grabación— pidió, siendo bastante flexible con el tiempo porque estaban en esa etapa en la que necesitaba ganárselos. También quería ofrecerles las mejores condiciones porque sabía que no eran las personas que estaban dedicando todo su tiempo a esperar una oferta, sin importar qué tan pequeña, para hacer de actores.

Ashton sonrió a la chica y le regaló otro asentimiento, no quería poner nada sobre la mesa que no pudiera asegurar por el momento, pero tenía tanto carisma que casi podía imaginársela en las oficinas o en el set de grabación haciendo algo distinto a ser acompañante moral.

—Os agradezco mucho por vuestro tiempo— dijo, rodeando su escritorio para caminar hasta la puerta y abrirla para ellos. Su asistente se levantó al verlos e hizo un gesto para acompañarlos hasta el ascensor —. Si tenéis cualquier pregunta, por favor llamadme. Estaré encantado de despejar cualquier duda— aseguró, sin perder la sonrisa. Tenía grandes expectativas de aquello.

Siguieron un poco como siempre durante unos días, aunque Jess estaba más pendiente del teléfono que nunca. Casi parecía que iba a ser ella la imagen del anuncio y es que le hacía una ilusión enorme que Val tuviera una oportunidad para brillar así. Esperaba que le sirviera para darse cuenta de lo muchísimo que valía.

Cuando por fin llegó la esperada llamada de Ashton, apuntó todo en su desastrosa agenda y en unos veinte post-it para no olvidarse. Y trató en lo posible de buscar un modo de cuadrar los turnos para tener ese día libre y poder acompañar a su amigo a la sesión, tal como él le había pedido. No pensaba dejarle solo.

Bajaron del metro lo más cerca que pudieron y pasearon por la calle para calmar los nervios. Se cogió del brazo de Val para infundirle ánimos, dado que todavía le veía a punto de dar media vuelta. Se separó de él cuando llegaron para preguntar a alguien hacia dóden tenían que dirigirse. Se topó con un señor entrajetado, bastante mayor y serio.
- Perdone, ¿no sabrá donde es la sesión de la campaña para mascotas? -Le preguntó. Ojalá se lo dijera porque estaba segura de que llegaba tarde. Pero entonces la secretaria de Ashton apareció detrás de él y puso cara de asombro al verla.- Oh, no pasa nada, ya han venido a rescatarnos. Gracias igual.

Se despidió del señor mayor y fue a por Val para seguir a la secretaria hasta el estudio. La mujer les contó que se acababan de topar con el jefe de todo aquello. Oops, esperaba no haber metido la pata por pedir una simple indicación.

Ashton sabía bien que estaba corriendo un riesgo al hacer aquella campaña con alguien completamente nuevo, con ninguna experiencia alrededor de las cámaras y que además parecía estar también bastante nervioso. Esa primera prueba era importante porque confirmaría esa teoría que había presentado ante todo el mundo: era mejor que la campaña fuera natural, para que se viera tan cercana como fuera posible a las personas a las que querían venderle el producto.

Se aseguró de que estuviera todo preparado, de que la luz fuera la adecuada aunque no tuviera idea de dirección de fotografía. Sentía que estaba volviendo a todo el mundo un poco loco, pero era su proyecto más grande hasta la fecha y necesitaba que saliera bien.

Ver a Val fue como perder un peso de los hombros, en especial al ver que había conseguido venir acompañado.

—¡Que alegría veros!— dijo, saludando a ambos —. Hemos reservado una de las salas del estudio para el maquillaje y vestuario de la prueba, y si no habéis desayunado todavía podéis coger lo que queráis de la mesita de comida— agregó, señalando el despliegue de sándwiches y bollitos que había pedido para pasar la mañana allí —. ¿Qué tal estáis?— preguntó, cogiendo la infusión que se había preparado, si consumía cafeína acabaría por saltar por una ventana.

Siguieron a la secretaria y subieron en el ascensor. El pobre Val estaba preocupado por lo que el jefazo máximo hubiera podido pensar de ellos y Jess solo podía encogerse de hombros. Ni que le hubiera insultado en la cara.
Cuando llegaron al estudio, la chica se fijó en todo lo que tenían allí preparado, era increible, nunca había estado en un rodaje de nada.

Ashton apareció con su increíble sonrisa y explicándoles todo lo necesario.
- Bien. -Respondió Val a su pregunta.

- Bueno, Val está un poquito preocupado ahora, porque al entrar le he preguntado a tu jefe hacia dónde teníamos que ir, antes de que tu secretaria nos rescatara. -Le contó haciendo una pequeña mueca.- La buena noticia es que si está preocupado por eso, no lo estará tanto por las pruebas. -Sonrió animada al final, ganándose un pequeño codazo.

Se llevaron a Val a la sala reservada para vestuario y maquillaje y se quedaron solos.- Lo va a hacer bien, en serio. Es solo que es muy muy tímido. -Le contó a Ashton queriendo tranquilizarle y que no pensara que su amigo iba a hacer un mal trabajo.- ¿Te importa si cojo un bollito? Tienen muy buena pinta y con las prisas apenas he desayunado hoy. -Prisas porque se había distraído en algún momento y cuando se había querido dar cuenta, ya era tarde.

Se llevaron a Ashton a la habitación de maquillaje y vestuario. Había pedido que no hicieran nada complejo, tenía que parecer relajado y natural, y tan solo corregir algunos brillos para que la cámara lo pillara bien y no pareciera que brillaba con luz propia. Sin embargo, se imaginaba que para alguien que nunca había hecho un trabajo así, sería intimidante de cualquier forma.

—No hay nada de qué preocuparse.— Lo había, pero sobre todo quien tenía que preocuparse era él, que estaba poniendo su trabajo un poco en la línea —. Y si, claro que puedes coger un bollito, la comida está para todos los que estamos aquí— explicó, haciendo un gesto para que tomara lo que quisiera mientras él cogía una de las pastas.

En cuestión de poco el amigo de su acompañante salió de la sala de maquillaje, si se fijaba bien podía ver el ligero temblor en sus manos. Lo acomodaron rápidamente delante de las cámaras para la prueba, su perro parecía bastante tranquilo a pesar de la repentina fama, pero él... Bueno, parecía un venado al que le estaban apuntando las farolas de un coche yendo a toda velocidad.

—¿Hay algo que podamos hacer para que parezca menos... rígido? Tal vez si te pones a su lado para el primer intento se sentirá mejor— comentó, por decir algo que pudiera salvarle el culo.

Asintió relajada cuando Ash le dijo que no tenía que preocuparse. Si él, que era el experto, lo decía, ella no iba a darle más vueltas. Las cosas podían ser sencillas de ese modo.
- Gracias -Dijo en cuanto le dio permiso para coger uno de los bollitos. Estaba buenísimo, relleno de crema de almendras. Se lo comió en tres bocados grandes y ya había cogido otro cuando Val apareció.

- Estás guapísimo. No te doy uno porque seguro que estropeo el maquillaje. -Mencionó, en referencia al medio bollito que tenía en la mano. Sonreía animada, tratando de que él viera que todo estaba bien y no tenía que preocuparse de más. Había decidido hacer aquello, así que si podía ayudarle relajando el ambiente iba a hacerlo.

Trotó para quitarse de enmedio, volviendo junto a Ashton. La verdad es que Val seguía teniendo cara de susto. Pero no esperaba que el hombre le propusiera eso.- Oh... claro. -Respondió después de tragar y limpiarse las miguitas. Volvió junto a su amigo atusándose el pelo.- Mirame a mí, ¿vale? Solo vamos a divertirnos un poco con esta gente. -Después buscó al jefe.- ¿Tenemos que hacer algo o...? -Le había dicho que solo eran pruebas, pero no sabía si había algo que estuvieran buscando o alguna cosa así.

Sentía que había creado un entorno seguro para que el amigo de Jess estuviera cómodo. Sin embargo, a pesar del maquillaje Val tenía una expresión de acabar de ver a un fantasma que le estaba dando a su piel cierta palidez que casi parecía enfermiza. ¿Quizá era solo la luz? No... Estaban usando los focos de siempre y nadie parecía verse verde bajo la luz del mismo.

Estaba pensando que tal vez había tomado la decisión equivocada, pero Val pareció relajar un poco los hombros al ver que su amiga se acercaba. Podían repasar las escenas iniciales con ella en la toma para que él dejara de parecer enfermo.

—Vamos a hacer la primera toma así, como una prueba, ¿vale?— indicó a la gente de cámaras, que se acomodó para seguir sus indicaciones. Él se quedó fuera del plano y miró a Jess —. La primera toma es bastante sencilla, la idea es que estáis en el parque, jugando un poco con el perro y disfrutando del buen clima... Tiene que verse natural, así que podéis hacer lo que haríais normalmente y os avisamos.— Esperaba que esa fuera la toma mas sencilla teniendo en cuenta que solo tenían que hacer lo que hacían en el parque con el animal.  

Ashton le explicó lo que quería para aquella escena, que actuaran como si estuvieran en el parque, con Lou, que hicieran lo de siempre. Jess hizo una pequeña mueca, era un poquitín artificial en su opinión, porque lo normal para ellos era simplemente "estar" y no iba a salir bien hacer eso.
- No es del todo fácil hacer que estar en un parque sin estar en un parque, ¿verdad, Val? -Comentó ella, con la idea de relajarle un poco con la broma tan cutre.- Pero lo vamos a intentar. -Sonrió y dejó de mirar a los demás.

Le puso a Lou en el regazo a Val, para que empezara a acariciarlo y así se relajara. También buscó en el bolso una barrita energética y la abrió, porque siempre le daban ganas de picar algo en el parque.- ¿Te he contado lo de Phil y Miles, de la clase de cerámica? Esos que te dije que eran adorables, porque estaban empezando a hablar ahora y Miles se ponía muy muy nervioso... creo que rompió como tres platitos en una misma clase.

No era lo mejor del mundo, pero el cotilleo siempre consigue que la gente se relaje y hable un poco, Val no era la excepción.- Deberías dejar de shippear a gente real. -Aunque fuera para regañarla.

- ¡Pero es que son adorables! Y el otro día tuvieron la primera cita... Dime que vas a venir conmigo el jueves para ver cómo ha salido todo. -Le hizo un pucherito para intentar convencerle. La verdad es que no estaba improvisando, todo aquello era cierto. Pero dudaba que nadie allí conociera a Phil y Miles.- O... puedes venir solo a recogerme, con Lou, y yo te lo cuento todo. Claro que ya sé que fueron al cine para ver esa película tan divertida que alguien les recomendó.

- ¿Alguien que se llama Jess y a quien le gusta meterse donde no la llaman? -Jess le dedicó una sonrisa amplia y encantadora, que hizo que Val se riera olvidándose por fin de que estaban rodeados de desconocidos.