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Sáb Abr 16, 2022 7:53 pm por Rising Sun
Recuerdo del primer mensaje :
∞
FIGHT THE DEAD, FEAR THE LIVING.
En un mundo donde se esparció rápidamente un virus que hace volver a caminar a los muertos. Los sobrevivientes tienen que lidiar con los nuevos obstáculos que la nueva realidad les impone. Luchar contra los muertos y contra los vivos que adoptan una conducta egoísta. Amelia Robinson, una cadete adscrita a la comandancia de King County en el estado de Atlanta, en un intento de buscar municiones para su propia supervivencia, regresa a las localidades de la comandancia donde laboraba. Allí se encuentra con Ryan, un chico que hacía unos días había sido detenido por manejar en estado de ebriedad y quien no tenía el dinero suficiente para pagar su fianza. Quienes laboraban allí lo habían mantenido vivo los primeros días, pero no había sido quienes de dejarlo salir. Como si alguien los fuera a regañar por soltar a un detenido, cuando en realidad el mundo y el gobierno que conocían ya no existía. Sin embargo, eso fue lo único que lo mantuvo vivo. Estar detrás de los barrotes. Pero Ryan Harrison no era un vago sin oficio, como muchos decían. Muerto de hambre si, pero vago no. Pues era estudiante de enfermería. Ahora, tanto la cadete Robinson como Ryan deben hacer equipo para intentar sobrevivir y llegar al refugio más cercano. ¿Las diferencias serán un problema? ¿O podrán complementarse? Más vale que sea lo último porque su supervivencia podría depender de ello. Un AU de la serie de TV de AMC, The Walking Dead. Donde los supervivientes coexisten en el mismo universo que los personajes canon, teniendo contacto con alguno de ellos en ocasiones pero formando su propio destino y ruta de supervivencia.
Cronología
Inspired | 1x1 | The Walking Dead—Series TV
Última edición por Rising Sun el Dom Sep 11, 2022 1:29 pm, editado 7 veces
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Mar Mar 14, 2023 4:22 pm por Rising Sun
5. No entren a la ciudad
¿Qué hubiera pasado de llegar algunos minutos después? Sé que hubiera luchado hasta lo último y es posible que al final terminara sacándomelo de encima. Más era probable que hubiera terminado con alguna mordida de manera inevitable. Había sentido como la vida se cruzaba frente a mí. Recordando los momentos felices de mi niñez, cuando aún seguía bien con mis padres. Incluso también los primeros momentos en el que conocí a Amy. Recordaba ese instante en el que vi su rostro aparecer frente a mi celda. En ese momento también me había sentido perdido, que era el final. Una vez más la tenía frente a mí salvando mi vida.
— Lo siento, no fue mi intención. Intente responder, pero fue imposible. Trataré de tener más cuidado. Lo prometo. — Le aseguré mientras tomaba su rostro en mis manos para poder ver sus ojos. Se veía sobresaltada y asustada por lo ocurrido. Tal como yo. Yo no quería haberle dado ese susto. Sé que mi promesa no es una que pueda asegurar. Pues no, todo está en mis manos. Pero si haré hasta lo imposible por cumplirla.
Estaba seguro de que no, aunque nunca estaba de más la revisada. Pero yo no sentía ardor o dolor de ese tipo. Así que más allá del momento tenso y el susto, estaba bien. — Yo no siento mordida de nada. Creo que adicional al mal rato, y el miedo que todo lo ocurrido generará en mí, estoy bien. — aseguré. Era mejor salir de allí. No debíamos tentar más nuestra suerte estando en este lugar que sin lugar a dudas parecía una trampa mortal.
No teníamos más que buscar en este lugar. Al menos no nos íbamos con las manos vacías. Sin contar que Amy había logrado hablar con su madre. Eso no era algo menor. Por el contrario, aminoraba esa frustración que sentía por no haber encontrado el refugio prometido que tanto aseguraba tendríamos. — Menos mal dejo algo bueno todo esto. Creo que esto igual es recordatorio para que realmente intente contactar a mis padres. — Le admití. Solté una suave risa por las cosquillas de Wanda al lamerme. Me hubiera quedado tirado ahí para que siguiera de no ser por el lugar y las circunstancias. — Esta ruta estaba en las mismas. Me enredé con unas cajas. Y bueno, el resto ya lo sabes. Quisieron hacer barricadas por lo visto, pero las hicieron mal. De seguro les estorbo tanto a los muertos como a ellos al intentar escapar. — negué mientras comenzaremos a salir de allí rápidamente. Oh Amy, que hasta se preocupaba de limpiar el polvo que me había caído encima.
En el auto ya al fin seguros escuché sus palabras. Cada vez sentía más esa sensación en el pecho que me aceleraba el corazón que me indicaba que los sentimientos por aquella cadete de la policía que rescato al enfermero irresponsable encerrado en una celda, era real. Una forma extraña de conocer a esa persona especial. Pero lo era y aunque ya se lo había dicho, sentía que cada vez me era más difícil controlarlo. — Yo igual me alegro de verte sana y salva. — acaricie la mano que tenía sobre mi mejilla.
Emprendimos el viaje, pero mi mente y mi corazón seguían dándole vueltas al asunto. Sentía que ya no podía más. Si me quería regañar que lo hiciera. Si quería pegarme, adelante. Pero no podía seguir haciendo como si no sintiera nada cuando casi pierdo la vida y pensé que no la volvería a ver.
Cuando detuvo el auto en aquella abandonada carretera lleve mi mano a la suya. Fueron muy pocas las palabras que emití, fueron más las acciones. — Lo siento Amy, no lo puedo soportar más. — Le dije casi en un murmuro mientras ahora llevaba mis manos a su rostro y prácticamente ya estaba más en el área del conductor que del pasajero cuando la vi a los ojos y comencé a besarle. Un beso con una profunda necesidad de expresar todo lo que sentía. Hasta que termine por dejarme ir hacia atrás jalando hacia mí para que quedara sobre mi regazo. — Tal vez… tal vez no es la mejor época, pero… fue la que tocó. Y yo sin darme cuenta me he enamorado como un loco de ti. — Confesé volviendole a besar, sin poder apartarme de ella. Esto marcaría un antes y un después, no me arrepiento de ello.
— Lo siento, no fue mi intención. Intente responder, pero fue imposible. Trataré de tener más cuidado. Lo prometo. — Le aseguré mientras tomaba su rostro en mis manos para poder ver sus ojos. Se veía sobresaltada y asustada por lo ocurrido. Tal como yo. Yo no quería haberle dado ese susto. Sé que mi promesa no es una que pueda asegurar. Pues no, todo está en mis manos. Pero si haré hasta lo imposible por cumplirla.
Estaba seguro de que no, aunque nunca estaba de más la revisada. Pero yo no sentía ardor o dolor de ese tipo. Así que más allá del momento tenso y el susto, estaba bien. — Yo no siento mordida de nada. Creo que adicional al mal rato, y el miedo que todo lo ocurrido generará en mí, estoy bien. — aseguré. Era mejor salir de allí. No debíamos tentar más nuestra suerte estando en este lugar que sin lugar a dudas parecía una trampa mortal.
No teníamos más que buscar en este lugar. Al menos no nos íbamos con las manos vacías. Sin contar que Amy había logrado hablar con su madre. Eso no era algo menor. Por el contrario, aminoraba esa frustración que sentía por no haber encontrado el refugio prometido que tanto aseguraba tendríamos. — Menos mal dejo algo bueno todo esto. Creo que esto igual es recordatorio para que realmente intente contactar a mis padres. — Le admití. Solté una suave risa por las cosquillas de Wanda al lamerme. Me hubiera quedado tirado ahí para que siguiera de no ser por el lugar y las circunstancias. — Esta ruta estaba en las mismas. Me enredé con unas cajas. Y bueno, el resto ya lo sabes. Quisieron hacer barricadas por lo visto, pero las hicieron mal. De seguro les estorbo tanto a los muertos como a ellos al intentar escapar. — negué mientras comenzaremos a salir de allí rápidamente. Oh Amy, que hasta se preocupaba de limpiar el polvo que me había caído encima.
En el auto ya al fin seguros escuché sus palabras. Cada vez sentía más esa sensación en el pecho que me aceleraba el corazón que me indicaba que los sentimientos por aquella cadete de la policía que rescato al enfermero irresponsable encerrado en una celda, era real. Una forma extraña de conocer a esa persona especial. Pero lo era y aunque ya se lo había dicho, sentía que cada vez me era más difícil controlarlo. — Yo igual me alegro de verte sana y salva. — acaricie la mano que tenía sobre mi mejilla.
Emprendimos el viaje, pero mi mente y mi corazón seguían dándole vueltas al asunto. Sentía que ya no podía más. Si me quería regañar que lo hiciera. Si quería pegarme, adelante. Pero no podía seguir haciendo como si no sintiera nada cuando casi pierdo la vida y pensé que no la volvería a ver.
Cuando detuvo el auto en aquella abandonada carretera lleve mi mano a la suya. Fueron muy pocas las palabras que emití, fueron más las acciones. — Lo siento Amy, no lo puedo soportar más. — Le dije casi en un murmuro mientras ahora llevaba mis manos a su rostro y prácticamente ya estaba más en el área del conductor que del pasajero cuando la vi a los ojos y comencé a besarle. Un beso con una profunda necesidad de expresar todo lo que sentía. Hasta que termine por dejarme ir hacia atrás jalando hacia mí para que quedara sobre mi regazo. — Tal vez… tal vez no es la mejor época, pero… fue la que tocó. Y yo sin darme cuenta me he enamorado como un loco de ti. — Confesé volviendole a besar, sin poder apartarme de ella. Esto marcaría un antes y un después, no me arrepiento de ello.
Ryan K. Harrison ৬ Año 2010 ৬ Zona de Refugiados, Atlanta


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Vie Mar 17, 2023 8:40 am por Shooting Star
5. No entren a la ciudad
La idea de perder a Ryan solo hacía que me desesperara, tenía que asumir que no lo veía tan solo como un amigo y eran las circunstancias que hacían que me detuviera para algo más, pero el rubio tenía razón que se debía vivir el presente porque nadie sabía lo que iba a pasar. Hecho que fue demostrado con esto.
Era un apasionado y lograba percatarme como solía mirarme, quizás en una vida de la que teníamos nunca nos habríamos tomado en cuenta, pero esta la diferente y que nos unió desde un principio que lo encontré en esa celda y lo saque de ahí. Ahora nuevamente lo había salvado, no, no iba a dejar que lo mordieran. — Por favor, porque de verdad si te pasa algo te revivo y vuelvo a matarte. — Exclamé aún con nerviosismo mientras lo revisaba notando que no tenía nada, además que aseguraba que no pasaba nada. — Lo sé, estoy clara que me dirías inmediatamente. Yo también lo haría. — Señalé soltando un suspiro por el alivio que llegó a mi al asegurarme que estaba en perfectas condiciones.
Wanda también se había lanzado hacia a él porque le había echado de menos, era inteligente así que muy probable que se percatara que Ryan se había metido en ese problema, mi perro no dejaba de lamerlo con toda esa inquietud. — Creo que vas a tener que contactarlos para al menos dejar claro que estás bien. — Asentí soltando un suspiro, imaginaba el temible panorama que tuvieron que vivir los militares buscando miles de formas para impedir la muerte, viendo convertirse a sus amigos por montón, era una escena tétrica que por eso estaba lleno de cosas el camino porque a mi también me había costado salir, por algo Ryan a su vez igual había tropezado y los zombies lo habían alcanzado. — Gracias a Dios que no te paso nada. — Señalé, al momento que íbamos al auto, aún tenía mi corazón muy acelerado.
Fui más tierna de lo que solía ser en el auto, ante su respuesta solo sonreí con mis mejillas ardiendo porque la mirada de Ryan decía tanto, solo desee abrazarlo con más fuerza en un momento, hacerle notar que sí me atraía y fue cuando salimos de la ciudad por la misma calle que me detuve en un sector de la carretera que al menos estaba expedita.
Sentí su contacto y lo miré resignada, no me dio tiempo en decirle que no, además que no quería negarme así que en nada ya tenía sus labios sobre los míos y nos estábamos besando con tanta necesidad que por suerte no llevaba puesto el cinturón de seguridad.— No te disculpes… — Murmuré a un momento que quise tomar solo un poco de aire porque de inmediato volví a sus labios hasta que saciamos esas ganas de un buen beso. Mi sonrojo fue evidente. — Yo aún tengo mucho temor ¿sabes? Me asusta que me gustes tanto de lo que ya me gustas. Porque sí… no puedo negarlo, me atraes mucho que será fácil enamorarme de ti. —Ya estaba sobre él, al decir aquello por lo tanto en un movimiento hice que fuera Ryan que quedara sobre mi en el intento de esos besos apasionados, fue así que mejor pude acariciar su cabello y su espalda, disfrutando de su contacto y de su boca. Me encantaba y si tenía que morir así no me arrepentiría de nada, miré hacía donde estaba Wanda, ella seguía durmiendo en su rincón me aseguraría de no molestarla demasiado. — Ryan…— Susurré su nombre levantando su mentón y lo miraba a los ojos, maldita sea. Me gustaba demasiado, mucho más de lo que pensé.
Amelia ৬ Año 2010 ৬ Carretera/Camioneta




- Tesoros de una estrella fugaz:
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Sáb Mar 18, 2023 5:54 pm por Rising Sun
5. No entren a la ciudad
— Lo sé, y de verdad. Intentaré tener más cuidado, te lo prometo. Sí… es lo mejor. No quiero arrepentirme luego de no haberlo hecho. — le aseguré, y es que era cierto también eso de mis padres, si no lo hacía ahora, quizás luego no podría tener otra oportunidad como esta. — Y gracias a Dios que me encontraste, si no… la historia sería otra. — afirme acariciando su barbilla.
Estábamos en un punto donde cada decisión en nuestras vidas tenía un peso demasiado grande, demasiado fuerte. Lo peor es que también era fácil tomar decisiones erróneas a la ligera. Por eso no podía esperar más. No quería que volviéramos a pasar otro susto como el de hoy para entonces decir… vaya. No debí de esperar tanto, y guardarme todo. Lo menos que deseaba era vivir con el dolor, en la conciencia de haber podido demostrar aquel amor y no hacerlo a tiempo. O morir y darme cuenta de que me lo llevaba conmigo. De las dos maneras era doloroso.
Durante todo el camino aún recordaba sus palabras hacía unos instantes cuando casi perdía la vida. “Si mueres, te revivo y te mato.” Sabía muy bien lo que quería decir aquella frase. Le importaba y mucho. Siento que ya no hay manera de que nos separemos el uno del otro. Al menos no por la cuenta propia. No volvería a cometer aquella estupidez nuevamente. Cuando ocurriera algo lo resolveríamos juntos, y si teníamos que escapar escalaríamos juntos.
Ya no le daría más vueltas al asunto. Era ahora o nunca. Así que no paso mucho tiempo cuando ya nos estábamos besando. Escuche por un momento el murmullo donde decía que no me disculpaba. Esta vez Amy si estaba dispuesta a dejarse llevar, a dejar salir lo que sentía y por supuesto que yo también lo estaba. — Yo también tengo miedo Amy de que luego no sepa vivir sin ti o de dejarte sola… ¿Pero sabes? Me da más miedo perderte y saber que no te di todo el amor que te quería dar por miedo al futuro. — le confesé mientras rozaba su nariz y la mía cariño. Ya de por sí los ojos me brillaban al escucharla decir que sería fácil enamorase.
No sabía cómo, pero había logrado quedar sobre ella. La verdad poco me importaba el pequeño espacio que había en el auto. Menos mal, Wanda estaba en el quinto sueño por todo el ajetreo anterior. Habíamos vuelto a los besos, casi sentía que me quedaba sin respiración, pero ahí agarraba un poco de aire y listo. Había esperado mucho por este momento. No se me olvidaba ese primer beso cerca al río. — Amy… — Respondí al quedar mirada contra mirada. — Quiero hacerte el amor. Que no olvidemos este momento. — murmuré mientras pegaba mi frente a la suya dándole un suave beso que bajo luego a la barbilla mientras mis manos se deslizaban suavemente por su cintura y se colaban por debajo de la tela de la blusa. Quizás en otras circunstancias, y con cualquier otra, simplemente se lo hubiera soltado a lo bruto. Pero no… era Amelia… mi Amy, y de verdad no sé si en el mundo normal me hubiera hecho caso, pero el destino nos puso en el camino del otro y se había convertido en la persona más especial que tenía en mi vida.
Sin pensarlo mucho me quite la camisa lanzándola al asiento del conductor y me le quede viendo por un instante desde arriba. — Eres hermosa. — añadí mientras jugaba en tentarme en también quitar aquella blusa.
Estábamos en un punto donde cada decisión en nuestras vidas tenía un peso demasiado grande, demasiado fuerte. Lo peor es que también era fácil tomar decisiones erróneas a la ligera. Por eso no podía esperar más. No quería que volviéramos a pasar otro susto como el de hoy para entonces decir… vaya. No debí de esperar tanto, y guardarme todo. Lo menos que deseaba era vivir con el dolor, en la conciencia de haber podido demostrar aquel amor y no hacerlo a tiempo. O morir y darme cuenta de que me lo llevaba conmigo. De las dos maneras era doloroso.
Durante todo el camino aún recordaba sus palabras hacía unos instantes cuando casi perdía la vida. “Si mueres, te revivo y te mato.” Sabía muy bien lo que quería decir aquella frase. Le importaba y mucho. Siento que ya no hay manera de que nos separemos el uno del otro. Al menos no por la cuenta propia. No volvería a cometer aquella estupidez nuevamente. Cuando ocurriera algo lo resolveríamos juntos, y si teníamos que escapar escalaríamos juntos.
Ya no le daría más vueltas al asunto. Era ahora o nunca. Así que no paso mucho tiempo cuando ya nos estábamos besando. Escuche por un momento el murmullo donde decía que no me disculpaba. Esta vez Amy si estaba dispuesta a dejarse llevar, a dejar salir lo que sentía y por supuesto que yo también lo estaba. — Yo también tengo miedo Amy de que luego no sepa vivir sin ti o de dejarte sola… ¿Pero sabes? Me da más miedo perderte y saber que no te di todo el amor que te quería dar por miedo al futuro. — le confesé mientras rozaba su nariz y la mía cariño. Ya de por sí los ojos me brillaban al escucharla decir que sería fácil enamorase.
No sabía cómo, pero había logrado quedar sobre ella. La verdad poco me importaba el pequeño espacio que había en el auto. Menos mal, Wanda estaba en el quinto sueño por todo el ajetreo anterior. Habíamos vuelto a los besos, casi sentía que me quedaba sin respiración, pero ahí agarraba un poco de aire y listo. Había esperado mucho por este momento. No se me olvidaba ese primer beso cerca al río. — Amy… — Respondí al quedar mirada contra mirada. — Quiero hacerte el amor. Que no olvidemos este momento. — murmuré mientras pegaba mi frente a la suya dándole un suave beso que bajo luego a la barbilla mientras mis manos se deslizaban suavemente por su cintura y se colaban por debajo de la tela de la blusa. Quizás en otras circunstancias, y con cualquier otra, simplemente se lo hubiera soltado a lo bruto. Pero no… era Amelia… mi Amy, y de verdad no sé si en el mundo normal me hubiera hecho caso, pero el destino nos puso en el camino del otro y se había convertido en la persona más especial que tenía en mi vida.
Sin pensarlo mucho me quite la camisa lanzándola al asiento del conductor y me le quede viendo por un instante desde arriba. — Eres hermosa. — añadí mientras jugaba en tentarme en también quitar aquella blusa.
Ryan K. Harrison ৬ Año 2010 ৬ Zona de Refugiados, Atlanta


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Hoy a las 7:29 pm por Shooting Star
5. No entren a la ciudad
Simple. No podía negar lo que estaba sintiendo ya desde ese beso que había rechazado antes y sabía que era más bien por miedo a perderlo, porque no quería sufrir por haber involucrado por sentimientos, hasta que me di cuenta que era efectivo que podía perderlo al verlo bajo ese zombie y otro casi lo atacaba. Había sentido tanto miedo que solo lo ataque, no quería que me dejara sola y a la vez, no quería morir dejándolo todo triste. Podía conocer a otra después de mi, tenía el carisma y el encanto pero aún así sentía que iba a pasarlo mal por un buen tiempo si no estaba con él. Amigo o no, lo apreciaba demasiado.
Por eso detuve la camioneta en un lugar despejado y cercano a la carretera, había notado mi reacción y al poco tiempo ya nos estábamos besando, sus palabras llenaban mi alma, sabía que después de esto estaría perdida pero ya no había motivos para arrepentirse, esto no tan solo lo estaba haciendo por una necesidad sino porque lo quería mucho. — Tienes razón, Ryan. Es que solo me detuve porque tengo miedo pero hoy te vi así y sinceramente no me veo sola en esto, sin ti no podría. Siempre dices que soy tu ángel, pero creo que no podría sola. Nos necesitamos. — Exclamé siendo sincero mientras nos deteníamos con el beso y soltaba un suspiro al contemplar su intensa mirada brillante, es que era notorio que iba a terminar enamorandome como una tonta.
Amelia ৬ Año 2010 ৬ Carretera/Camioneta




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