Si bien ya de por sí era complicado vivir en una época donde las familias teñían un gran poder sobre sus hijos, utilizándolos como marionetas a su antojo para así tener beneficios de otras familias poderosas. Era aún más complicado cuando resultas ser una bruja dentro de una familia de aristócratas ingleses era aún peor. Ese era el caso de Sophie Marshall, una joven que, a pesar de ser una buena chica, a pesar de siempre hacer todo de manera correcta y aparentar ser feliz, tenía que lidiar con la doble cara de su familia. Para la sociedad era una señorita de sociedad perfecta para un compromiso con algún conde de buena familia. Pero dentro de su familia, quienes ocultaban su realidad mágica, la trataban como si fuera algo extraño, fuera de lo normal, un fenómeno. La única razón por la que la pintan como una chica perfecta, aun cuando piensan que no lo es, se debe a que no quieren perder la oportunidad de sacar algún beneficio de un compromiso con ella. Pues si se riega la verdad antes de su casamiento, todo se puede ir por la borda.

Por otro lado, estaba Kyle Zabini, un joven sangre pura criado para creer que los puros son la más alta estirpe del mundo mágico. Decidido y seguro de sí mismo. De los que ven por encima de los hombros, a los que son hijos de muggles. Unos sangres sucias que solo manchan la reputación de las grandes familias mágicas. Sin embargo, al estar tan ensimismado en su círculo, no ha tenido la oportunidad de en realidad conocer algún hijo de muggle como para sacar conclusiones por su propia cuenta. Todo lo que tiene en su mente es producto de los prejuicios que le inculcaron. Al igual que las familias aristócratas, en el mundo mágico las familias de sangre pura suelen hacer el mismo tipo de acuerdos matrimoniales, usando a sus hijos como moneda de cambio, todo con tal de mantener la pureza de la sangre y por supuesto adquirir más prestigio y poder.

A pesar de las negativas, Sophie logro estudiar en el colegio de Hogwarts, siendo sorteada en la casa de Hufflepuff. Aunque, a decir verdad, si la casaban con un muggle esa iba a ser la única experiencia que tuviera como bruja, a menos que su marido resultara ser más abierto de mente que sus padres. Cosa que era casi como un sueño. Por otro lado, Kyle fue a parar en Slytherin como muchos habían imaginado por su forma de ser purista. En todos los años que estuvieron en el colegio ambos se encontraban sumidos en su propio mundo sin prestar atención al otro. Pero todo cambio llegando el último semestre del séptimo curso. Fue ahí donde todo se complicó, pues, aunque la conexión fue instantánea, sus realidades eran opuestas. Ninguna familia aceptaría al otro, Kyle era muy purista su y sentía que debía lealtad a su familia. Por otro lado, la familia de Sophie no le interesaba que ella fuera feliz, más bien que no arruinara sus planes, poniéndola también en una encrucijada.

¿Sería posible dejar las diferencias a un lado, seguir solo su corazón y sentimientos, olvidándose de sus deberes como hijos y los prejuicios? ¿O ganaría el orgullo y la banalidad?

Sophie entendía y empatizaba totalmente con la conversación que tenían respecto a sus familias. Si que no habían muchas diferencias con la excepción de la magia. En casa uno tenía que seguir reglas, ordenes. La mujer necesitaba comprometerse, ojala que con un hombre de bien y titulo para luego tener hijos que seguirían ese circulo. La verdad ella viviendo con el aprendizaje de la magia si quería ser totalmente independiente y ya con solo ser hija de muggles se aseguraba de esa libertad porque no venía de una familia de sangre pura que tenía que aceptar lo que querían para su vida. Ella lo miró sorprendida justamente porque el chico no parecía demasiado conforme y estaba totalmente de acuerdo con esas reglas, y se daba esas libertades cuando podía hacerlo.

Es lo que nos toca vivir. Así es la sociedad no se puede hacer mucho pero hay momentos que hay más libertad.

Le gusto que fuera en parte rebelde y que se fuera en contra en ocasiones contra a esos ideales. De todos modos, era un camino peligroso aunque ella estaba conforme y asumida que serían solo momentos y lo que más podía pedir de Kyle Zabini era una amistad, nada más. Una amistad secreta apenas se enterara que era hija de muggles. ¿Lo supondría? Esa era su duda. Y la verdad es que le daba miedo en lo que diría después.

Solo que lo veía tan dispuesto a quedarse con ella y la verdad es que si le placía porque conversar con él era un verdadero encanto se limitó a decir que si era afortunada de quedarse ahí con él para pasar la velada que era muy linda.

Concuerdo mucho con usted, mi lord. Uno siempre está preocupado de sus amigos pero son ellos mismos quienes toman sus decisiones, la idea si es que no nos involucren. Por mi parte, dudo que mis amigas se metan en problemas y bueno... para que negarlo, es grato tener su compañía. Siento que a pesar de conocernos poco, congeniamos mucho y tenemos ese gusto hacia los animales, el arte y la pintura.

Sophie quedó maravillada de los obsequios que le hacía Kyle a Saturno. Que se lo imaginaba todo gordito y luciendo orgulloso su nuevo collar cada año. Quería verlo con el collar de cascabel y como lo hacía sonar. Le había caído muy en gracia porque sabía que los kneazles podían ser severos pero con ella, Saturno se había mostrado muy amable y tal como decía Zabini, le había hecho caso con rapidez.

Oh, es que en realidad Saturno es un kneazle maravilloso y muy juguetón. Me alegra mucho que sea de su agrado, creo que los kneazles notan rápidamente las malas intenciones y eso mismo me hace pensar que no soy una mala persona. Muy bien que haga ejercicio, es que se va a dar cuenta solo después que no podrá correr ni jugar bien si está obeso.

Decía la chica con una sonrisa y sin importarle que hablaran de Saturno, la realidad es que era un gran tema de conversación y por eso le pidió que si algún día podía dibujarlo por mucho que fuera un atrevimiento. Kyle terminó por aceptar.

Sinceramente dudo que se ponga de mal humor, pero si siento que podría estar algo inquieto por lo que su presencia ayudaría mucho para que se mantuviera tranquilo. No me importa que este usted, mi lord. Si es lo que le acomoda.


Señaló toda amable porque también entendía esa clase de protección ella tampoco habría dejado sola a su mascota (que no tenía porque no podía llevarla a casa) con alguien apenas conoces. Ingenua ni pensó en que era también para estar con ella. Fueron hasta la mesa de bebidas y los elfos estaban sirviendo canapés a todos de diversos sabores y diseños que se veían muy bonitos y elegantes.  Terminó por disculparse por empezar a comer porque la realidad se moría de hambre.

Si, es que tuve que arreglarme. Debía lucir presentable para el evento y ni importaba si no tenía pareja en realidad, simplemente es algo de las mujeres supongo... que en un evento así tienes que venir bonita, y si que me llevo bastante tiempo peinar mi cabello.


Dijo en una pequeña risa dando a entender porque se había saltado el almuerzo. La belleza en la mujer era algo duro y ella si que había educada con esos términos, que aceptaba y lo consideraba como una normalidad. Al escuchar a Kyle siguió comiendo con lentitud, porque así se ingería mejor y también porque era demasiado elegante para demostrar que comía rápido, y bebió del ponche que le había ofrecido Kyle. No era con alcohol por lo que su sabor estaba exquisito.

Lo malo  fue precisamente que comenzaron los murmullos y los susurros que iban directamente hacia a ellos, haciéndola sentir cohibida y dejando el canapé a medio comer.

Creo que somos la novedad y porque no imaginaban que estaríamos juntos en en el baile. Es de muy mala educación, pero es inevitable supongo...

Expresó su opinión mientras que sentía que sus mejillas ardían de la vergüenza, no le gustaba sentirse expuesta.  Más se sentía con pocas ilusiones que algún día llegaran a ser algo, pero tal como pensaba ojala que al menos en el resto del año que quedaba pudieran ser amigos porque por sus vidas tan distintas no creía que se cruzarán cuando salieran del colegio.

¿Realmente quiere bailar? Pues yo no estoy muy segura... quizás cuando empiecen a agruparse, un baile conjunto. ¿Esta de acuerdo?

Cuestionó y volvió a tomar un poco de ponche. Las miradas seguían y tristemente hasta parecía más de algunas mujeres. Está bien, ahora entendía más la popularidad del Zabini y algo le decía que deseaba provocarlas por su mala educación, ella no tenía muchas ganas de entrar en ese juego. No era de ese estilo.

Ciertamente, Zabini conocía de sus deberes, lo que sus padres esperaban de él. Lo comprendía muy bien y esperaba poder cumplirlo. Pues tal como Sophie decía, era lo que les había tocado vivir. Sin embargo, le gustaba él, al menos tener cierto control de su vida. Se creía completamente capaz de tomar decisiones por su cuenta y no tener que depender de sus padres para ello. Además, había esos momentos en la vida que simplemente se podía relajar y dejar a un lado las presiones sociales. Ser rebelde, aunque eso no le quitaba su esencia de caballero.

— Exacto, por eso hay que no desperdiciar esos momentos. —

La joven parecía ser todo lo que buscaba. No solo por su apariencia, pues la encontraba muy horrible, sin necesidad de ser exagerada como muchas. Elegante, tenía interés en común con él, denotaba ser una chica agradable y dulce. ¿Qué podía salir mal?

— Me gustaría decir que podría asegurar que los míos no se meterán en líos, pero bueno es correcto eso. Si se meten en problemas iguales deben tener la madurez para salir de ellos, nosotros por nuestra parte estaremos bien. Me alegra saber que también le es agradable la compañía. Es que es cierto, aunque no ha sido tanto tiempo, tenemos interese en común y es evidente que tenemos una buena… como decirle… una buena energía cuando compartimos, agradable, grata. —

Era cierto que las apariencias engañan, pero también es cierto que cuando te detienes por un momento y prestas atención a la otra persona puedes notar cuando hay buena química, compatibilidad. Eso precisamente le pasaba con Sophie, por lo que le apetecía seguir conociendo más sobre la encantadora joven.

— Así es, Saturno es especial. No es una mascota cualquiera. Un día con calma le cuento como fue que llegó a mí, no fue que lo compre.  Y sí, los kneazles suelen pueden tener buen instinto con las personas, a veces fallan en juzgar a otros, pero es muy común. —

Los animales solían ser más sensibles a las emociones, por eso suponía que los ayudaba a reconocer alguien que desbordaba maldad y alguien quien, por el contrario, desbordaba bondad. Por supuesto, siempre que siempre había que juzgar por uno mismo, pues las personas eran los seres más complejos que caminaban sobre la Tierra.

— Al menos el que se mueva para hacer sonar su cascabel funciona como algo de ejercicio. Poco a poco irá dejando la holgazanería. —

Comento dejando escapar una risa de solo recordar lo feliz y al mismo tiempo gracioso que se veía Saturno haciendo uso de su regalo. Una imagen que de seguro la Hufflepuff podría recrear muy bien, pues había recordado los dibujos que le había mostrado. Moría de curiosidad por ver como se vería su kneazle como protagonista del dibujo de Sophie. Asintió al escuchar que no le molestaría que estuviera presente. Siempre lo dejaba más tranquilo el estar presente donde estuviera Saturno.

— Pues lamento que no tuviera tiempo de comer, pero si debo manifestarle que el tiempo que invirtió valió toda la pena, pues se ve espléndida. —

Kyle veía con buenos ojos que fuera así. Le gustaba cuando tenían valor propio y no que buscarán insistente su aprobación. No era por decirlo, simplemente le nacía de verdad porque era lo que pensaba. Y sin duda la Hufflepuff había deslumbrado esta noche. Cuando comenzaron los murmullos no pudo evitar su comentario. Estaban siendo mal educados, era de mal gusto.

— Tal vez sea inevitable. Pero es de muy mal gusto que murmuren. Están siendo chismosos, eso es de cobardes y una total falta de respeto. —

No era del típico que buscaba pelear, pero tampoco se quedaba callado. Y estaba muy seguro de que eso mismo que murmuraban a lo lejos no se atreverían a decirlo de frente. No dejaba de ser de una familia de prestigio, por tanto, no les convenía caer en la lista negra del Zabini.

— Por mí no hay problema que sea más luego. Porque de verdad me apetece tener la oportunidad de bailar con usted, mi Lady. Con una me conformo. —

No le importaba esperar a que hubiera más en la pista, siempre podía parecer algo intimidante el ser los primeros en entrar en escena. Además de que él ni siquiera había llegado pensando en bailar, solo que al ver a Sophie cambio de opinión.

— ¿Ya vio las figuras de hielo o el laberinto que también hicieron con hielo? Dicen que al final del laberinto hay un árbol de navidad sorpresa. —

La rubia escuchaba con calma al chico y no le parecía raro que sus amigos fueran algo más problemáticos porque los slytherin solían ser de esa manera todo el tiempo, como que no eran muy apegados a las normas, así que comprendía que estuviera preocupado. Más se enfocó en cuanto que opinará al igual que ella en los gustos e intereses en común; el arte era maravilloso y se podían tener muchos temas de conversación solo por un interés similar y genuino.

Opino igual que usted, mi lord. Me siento muy bien en su compañía. Todo es más tranquilo aunque debo reconocer que pensé que usted sería diferente, ya sabe... por su apellido.

Lo miró. La realidad es que no quería ofenderlo pero tenía que recalcarlo porque si los sangre pura se mostraban más creídos, con ese aire de superioridad y se sentían mucho mejores que un mestizo o un hijo de muggles, lo cual era triste porque si estaban ahí era porque todos sabían hacer magia, e incluso algunos alumnos eran superiores haciéndola y eso los llenaba de celos.


Disculpe mi descortesía pero me imagino que sabe a lo que me refiero. Además que es poco común que un Slytherin y una Hufflepuff tengan en gusto en común. Somos la excepción a la regla y es agradable.

Los ojitos color miel de Sophie nuevamente se iluminaron  porque con sinceridad se moría de curiosidad de saber como había llegado a él. Eso significaba que no era comprado como en un principio pensó y eso hizo que encontrará mucho más encantador a Kyle. A la vez, esto ya quería decir que se volverían a ver de nuevo y tal como ella quería, serían amigos.

Ya quiero escuchar aquella historia y créame que sí, se dará cuenta solito que con mucho peso estará limitado hacer muchas cosas. Solo hay que dejárselo ver.

Dijo toda fascinada por el tema de conversación porque sentía que Saturno realmente lo valía y de verdad quería dibujarlo. Quizás hasta pintarlo si conseguía los materiales necesarios.

Nuevamente se puso roja por su elogio. Sabía como hacerlos en el momento exacto y le regaló una dulce sonrisa. Realmente era muy caballero y entendía mucho más porque era tan popular entre las chicas.

Gracias, muy agradecida por su elogio, mi lord.

Señaló con elegancia y dulzura porque la realidad es que tenía todo el porte de un conde o un duque y con magia. ¿Qué mejor? Solo que esperaba no ilusionarse porque venían de mundos totalmente distinto, trataba de mantener ese pensamiento firme pues no quería ilusionarse y que luego todo fuera un sueño donde tendría que despertar de golpe por la realidad.

Con mucha tristeza cuando dejo de comer dado que igual había quedado algo llena rechazó la oferta de ir a bailar porque se sintió muy observada y no tan de buena manera. Prefería hacerlo cuando comenzarán a bailar en grupo porque todos lo hacían y nadie tendría derecho de dar su opinión cerca de ella, es que ese era el problema: siempre sería menos que él. Notó que Kyle pareció entenderlo y se sintió más aliviada. Soltó un suspiro.

Es una promesa, bailare con usted. Ahora mismo me siento muy observada pero sé que habrá un momento que no será así,  por lo que será esa la oportunidad.

Se lo prometió porque notaba que realmente estaba interesado y tampoco quería rechazarlo del todo por lo que dirían,  ella si gustaba mucho de bailar y sabía hacerlo tanto los mágicos como muggles.

No. No he visto. Me gustaría ir a ver ese árbol de navidad y recorrer el laberinto...

Se atrevió a sacar una pequeña empanada dulce y fue con este pequeño cóctel que ya se sintió muy satisfecha. Esperaba ir con él a observar el árbol por el laberinto de hielo. Aquí era libre de hacerlo, claro que en su mundo sería todo un escandalo si se escapaban juntos.

— Despreocúpese. Sé que muchos por el apellido nos ven… ¿Orgulloso? ¿Distantes? Todo solo por la reputación. Y no está muy lejos porque muchos de los miembros de la familia suelen calcar las actitudes entre ellos. Pero a mí me gusta tener mi propia forma de ser. No digo que no siga consejos, que no siga normas. Sin embargo, yo soy yo, así que actuaré de la forma más correcta que me parezca. —

El moreno sabía que tenía una reputación su familia y con el hecho de también ser de la casa de las serpientes, eso ayudaba a que pensaran que se trataba de alguien que no solía mezclarse con cualquiera. Para Kyle no era tan así, tenía sus pensamientos puristas, era cierto, pero no era de los que le huyera a compartir con los demás, como si el no ser de los suyos fuera alguna clase de enfermedad contagiosa que se pegaba si era amigo o al menos amable con algún hijo de muggles.

— Supongo que sí, posiblemente somos la excepción a la regla. Muchos de mis amigos de igual forma no comprenden el valor que tiene para mí el arte. A diferencia suya que no solo lo comprendió, sino que se interesó. Por eso creo que quizás no fue casualidad que nos encontráramos. —

El chico respondió encogiéndose de hombros. Las cosas solían pasar por alguna razón, aunque aún no estaba seguro de cuál sería. Pero sí notaba que había atracción hacia la chica, incluso admiración por su pación al arte tal como la que él tenía. Le parecía una chica que pudiera valer la pena para él.

— Claro que sí, en algún momento con calma le contaré. Puede ser incluso cuando lo vaya a dibujar. Así de paso mientras lo hace puede conocer un poco de la historia de Saturno. —

El chico sugirió, así podrían pasar un momento de calidad con el felino. Sabía que al kneazle le encantaría ser el centro de atención. No le cabía la menor de las dudas.

Kyle detestaba a los que les gustaba andar hablando a espaldas de otros. Se creían mucho, pero al mismo tiempo no tenían las agallas de venir y hacer los comentarios de frente. Eso incluía también algunas de las chicas que veían con desdén a la rubia. El moreno negó, no merecían de su atención. Era mejor hacer como si no existieran. Por lo que asintió ante las palabras de Sophie. Bailarían sí, pero mejor que fuera en un lugar más privado. Después de todo lo más que le interesaba era pasar un momento grato y al parecer hacerlo en la pista de baile con todos, observándolos haría del momento uno más que grato, incómodo.

— Pues venga conmigo entonces. Vamos a ver ese árbol. Además de que ahí nos libraremos de esas miradas incómodas. —

El joven le ofreció el brazo a la chica y se encaminó a la entrada del laberinto. En las frías paredes se podían ver como bonitas luces prendían y apagaban como si estuvieran congeladas dentro del hielo macizo y aun así funcionaran. Había un rastro verde, otro amarillo, uno rojo y otro azul, los colores de las casas. Pero todos llegaban al mismo lugar. Al fondo un enorme y hermoso árbol de navidad. Mientras se podía ver como caía una suave nieve que desaparecía al caer al suelo.

— ¿Le gusta? Esta perfecto para una fotografía.  —

La chica comprendió a lo que se refería porque la realidad es que ella misma lo juzgaba por su apellido y no por su persona. Lamentablemente en general solían a ser así y daba para pensarlo. Lo mismo si se enteraban que eran hijos de muggles y ella se aterraba con solo pensar que diría el resto cuando se enterará que lo era. ¿Cómo saberlo? Sinceramente a sus amigos puffos se le podría escapar sin una intención que lo era dado que ella no era popular. De todos modos, no quería ocultárselo quizás se lo decía esa misma noche.

Es bueno saber que usted no sigue un prototipo de persona que suele seguir al resto, mi lord. Está muy bien que siga su propia esencia porque lo cierto esto de los linajes solo separa el mundo mágico y si muchos están estudiando en Hogwarts es porque tienen las habilidades para ser brujas o magos.

Fue su opinión al respecto para sacar algo de tema respecto a eso y enterarse de lo que pensaba realmente. De todos modos, ella estaba segura que nunca la tomaría en serio precisamente porque no era una sangre pura y eso ya debía suponerlo por su modo de ver la vida, no era de círculo.

Es muy grato habernos encontrado aquí y más porque hemos congeniado mucho.

Ella lo asumía. Nunca pensó que conversaría tanto con un Slytherin en como solían ser y comportarse. O sea, de algún modo sentía que se remarcaría la diferencia y no todos seguirían el prototipo, quizás ser una pareja, quererse más sería imposible pero quería tener la esperanza que pudieran ser amigos. Sophie tenía muchas ganas de conocer la historia de Saturno cuando lo pintara le parecía lindo que no lo hubiese comprado eso hacía que fuera un buen chico mucho mejor de lo que pensó.

Tengo muchas ganas de conocer su historia y bueno que sea una que lo ayudo ya dice lo buen hombre que es usted y que se preocupa de los animales y de las demás personas.

Que estuvieran mirando y comentando mucho hasta la incomodó y tanto que no quiso bailar. Por supuesto que sabía hacerlo, no se diferenciaba mucho con los bailes de sociedad muggles solo tenían una pizca de magia y nunca fue muy dificil aprenderlo habían habido otras fiestas en esos 7 años.  Que propusiera ir a ver el árbol de navidad fue mucho mejor, pues cruzaron el laberinto de cristal y llegaron al árbol que lucía de una manera preciosa.

Sí, es muy hermoso. Me encanta

Declaró con los ojos brillantes y con una sonrisa encantadora mientras contemplaba lo maravilloso que se veía.

Lástima que no podamos sacarle una fotografía...

Ni una fotografía juntos tendrían ella no la portaba y dudaba que la tuviera él.

A veces se juzgaba a la ligera a las personas sin darles la oportunidad de conocerlas. Kyle podía comprender que hubiera muchas costumbres, tradiciones y valores que preservar. ¿Pero por qué era necesario menos preciar a otros solo para sentirse superior? Esa no era la manera correcta de demostrarlo, más bien era caer bajo. Pues en realidad las cosas se demostraban haciendo que el resto vieran tus cualidades. Lamentablemente, muchos sangre pura no daban la talla, podían ser mal educados, groseros y arrogantes. Había una diferencia entre ser orgulloso y arrogante. Y el Slytherin era lo primero, más no lo segundo.

— Siento que muchos se dejan llevar por su arrogancia como para dictar quién debe o no estar aquí. Si tienen magia, evidentemente es porque son magos y brujas. No hay derecho de privarles de una educación. Aunque los linajes tengo entendido que no es solo cosa de magos. También los hay en los muggles pertenecientes a la nobleza. Es como todo mi Lady, son tradiciones que no se irán fácil. Pero no por eso uno debe tratar al resto como si fuera de menor categoría. —

Para el moreno las personas valían por lo que eran, por toda su esencia. No por su sangre. Estaba consciente que a él no le permitirían estar con alguien que no compartiera sus ideales. ¿Pero hasta qué punto sería capaz de mantenerse firme en sus costumbres? De todos modos, no por ello encontraba bien la forma de tratarlos. Como si tuvieran una enfermedad contagiosa o algo parecido. Sabía perfectamente que había grandes potenciales en algunos de estos magos y brujas.

— En efecto, ha hecho que la noche sea por mucho más agradable y no resultara en una tortura. —

Pues aunque él era firme en lo que decía, no iba a poder sacarse de encima algunas de sus “amigas” que insistían en ser su centro de atención cuando claramente había dicho que no llevaría a nadie al baile. Que si bailaba sería porque él lo decidió y no porque alguien estuviera de insistente.

— Vaya, gracias. Hago lo que puedo. La verdad no me interesa el reconocimiento. Pero si me interesa que estas criaturas puedan tener un hogar seguro y amoroso. Solo que no es fácil hacerlo cuando no recibes ayuda. —

El chico admitía que le agradaba ayudar a las criaturas mágicas menos afortunadas. No se veía dedicándose a eso como una carrera, pero sí como parte de una labor social que tenía como buen mago. Sin embargo, muchos de sus compañeros veían aquello como algo sin importancia, por lo que rara vez le ayudaban con ello. Cuando lo hacían era de mala gana o por conseguir algo a cambio.

Aquel laberinto le daba un toque misterioso a que se toparían al final del mismo para luego sorprenderlos con aquel enorme árbol navideño. Pudo notar como la chica miraba encantada el árbol y al escuchar sus palabras la corrigió con una sonrisa en el rostro.

— ¿Quién dijo que no podríamos tomar una foto mi lady? —

El muchacho señaló a la pared de hielo frente al árbol. Si observaba con detenimiento, los encargados de la decoración habían incrustado una cámara fotográfica en la pared de hielo para que sacaran sus fotos. Era imposible cargar con una cámara tan enorme de un lado para otro, así que les habían facilitado las cosas a los chicos.

— Entonces. ¿Qué me dice? ¿Desea la fotografía? Por supuesto que el baile no lo olvido. —

Ahora que estaban solo ellos y no tenían esas arpías hablando a sus espaldas, podían bailar sin sentir esa presión sobre sus hombros. Kyle realmente deseaba bailar, aunque fuera una pieza con Sophie, con eso se conformaba. Pero por ahora quería complacerla con una bonita foto del recuerdo.

La rubia quedo perpleja con lo que escuchaba. ¿Estaba oyendo bien? ¿Zabini no era realmente purista o solo la quería elogiar para tenerla? Había escuchado rumores y aunque no eran de él, que habían sangre pura que jugaban con las hijas de muggles solo para experimentar porque amaban lo prohibido. ¿Sería uno de ellos? ¿No estaba siendo falso? Muchas dudas pasaron por su mente en ese instante y como no quería arruinar el momento solo lo dejo pasar como buena dama.

Pienso exactamente lo mismo. Los prejuicios están hasta el mundo muggle. Las sociedades son difíciles al igual que las personas. No hay que dejarse llevar por ello pero en un mundo así es complicado, imagino que sabe a lo que me refiero porque si uno no se adapta significa un problema.

Tenía que reconocer que era sumamente agradable que Zabini quisiera pasar el tiempo con ella y que encontrara que estaba pasando una buena noche en el baile a pesar de todo. Sonrió, no podía hacer otra cosa porque lo menos que quería que esto significara una tortura para él, solo que igual se mantenía algo reacia porque era demasiado encantador y perfecto para ser real.

Se derritió aún más cuando dijo que su kneazle era rescatado y que respetaba a las criaturas como si fueran personas, dándole una buena vida al tierno minino regordete que seguramente era muy feliz.

Estoy muy segura que sigue haciendo aquello hasta puede construir un refugio de animales y los magos y brujas que lo respetan muy probable que comenzarán adoptarlos, ya que estoy convencida que hay mucha gente que respeta a las criaturas mágicas. Siempre he dicho que tienen ese algo que uno debe respetarlos y criarlos como si fueran personas.

Siseó con los ojos brillantes porque tanto como el arte y la pintura, Sophie disfrutaba mucho saber de las criaturas mágicas. Si entraba a estudiar era posible que se iría a esa área de la medimagia y si era mucho, era posible que se iría a la reserva mágica. Ya vería que esperaba de ella el futuro, le gustaban tantas cosas que aún no se decidía, incluso cuando estaba en su último año. Decidieron marcharse del baile en sí y empezaron a caminar por aquel laberinto.  Cuando llegaron al árbol, la chica estaba muy ilusionada de sacarse una foto y como no tenían cámara era triste, hasta que de la nada la sacó.

¿Es qué acaso usted gusta de sorprenderme siempre?

Preguntó con una gran sonrisa en los labios que ni se había percatado de ese detalle. No solo era Kyle sino que Hogwarts que jamás la dejaba de sorprender al ser tan auténticos con sus ideas.

No me había dado cuenta de la cámara incrustada en el hielo. ¡Es maravilloso!

Manteniendo la sonrisa fue imposible decir que no a su pregunta.

¿Podemos sacarnos dos? Me gustaría mucho conservar una...

Terminó por decir mientras se ponía a su lado y suponía que solo tenían que sonreír a la cámara y ya. El  flash apareció por obra de magia y de la nada apareció la fotografía.

Realmente está muy bonita y no se preocupe que yo tampoco olvido el baile.

Finalizó completamente maravillada. Pasar el tiempo con Kyle Zabini era perfectamente increíble.

— Por lo mismo me gusta tratar bien a la gente, parecerá que es un detalle pequeño e insignificante. Pero si todos lo hiciéramos el cambio fuera notorio. —

Había a muchos que los humillaban, hacían bromas pesadas, les ponían sobre nombres. ¿Cuál era la necesidad de eso? No le agradaba para nada, él tenía clase, elegancia y sobre todo educación. Nada de lo anterior era compatible con lo que él era. Por otro lado, le agradaba que Sophie fuera una chica que tenía claro sus pensamientos. Las que parecía perder la clase cada vez que abrían la boca eran las supuestas chicas que decían ser amigas de Kyle. Era evidente que todo lo hacían por envidia, porque no estaban obteniendo la atención del moreno que les hubiera gustado. Por eso fue mejor alejarse de esa área.

— Esa es muy buena idea. Claro es un proyecto a largo plazo, pero cuando se trata de este tipo de cosas hay que pensar en grande si se quiere hacer un impacto verdadero. También ayudaría a crear conciencia a los dueños de mascotas. Que puedan ellos necesitan de nuestros cuidados, que son parte de nuestras familias. Deben verlo así antes de comprar o adoptar alguno. —

Las criaturas eran maravillosas y era triste cuando las abandonaba. Eran como niños que necesita de cuidados y amor. La idea de Sophie parecía ser muy buena, sin duda si llegaba a materializar algo no dudaría en darle crédito. Al llegar al árbol de navidad que estaba al fondo del laberinto de hielo pudo notar el rostro de sorpresa y emoción de la rubia. En especial cuando menciono que de todos modos podían sacarse una foto.

— Supongo que sí. Debería ver su cara, se iluminó al saberlo. Pero bueno, no puedo darme todo el crédito más allá de ser observador y notar la cámara. —

Era un buen lugar para plasmar un recuerdo. A Kyle le estaba pareciendo muy grata la compañía de la Hufflepuff. Todo se sentía que fluía de forma suave, y natural. No como las que querían metérsele hasta por los ojos.

— Por mí no hay problema alguno. Yo también quiero tener un recuerdo de esta noche. Así que serán dos entonces. —

Guardaría bien aquella foto, había algo en la chica. Un ángel que provocaba que se sintiera prendado de ella. Seguía sin comprender como la notaba hasta ahora. Pero sin duda, de ahora en adelante no le volvería a pasar desapercibida.

— Excelente, porque creo que ahora sí podremos bailar. ¿Me permite? —

El chico extendió su mano para que la tomara y así poder comenzar el baile. Coloco la otra con respeto y cuidado de no ser intrusivo en la cintura de la chica, pues así era que se sujetaba una dama para danzar un vals. Mientras ahora comenzaba a dar pasos suaves que parecían que flotaban frente al árbol. Kyle le regalo una sonrisa a la rubia mientras se detenía por un momento a darle una pequeña vuelta.

— Me alegra de haber asistido al baile al final de cuentas. —

Debo reconocer que usted es un Slytherin muy particular.

Reconoció la chica que no pudo dejar de decírselo porque era muy común que las serpientes se expresarán de otra manera, y ante su otra respuesta también quedó anonadada. Es que era bueno en físico y en carácter, personas así faltaban en el mundo mágico aunque dudaba que querría ser tildado como un traicionero de sangre.

Le gustó su respuesta sobre como llevaría el refugio de animales mágicos. Podía ver a Kyle muy empoderado cuando saliera de Hogwarts, muy exitoso y ayudando al resto. Era excelente lo que podría lograr hacer más si tenía los recursos para lograr construir un refugio que seguro tendría muchos empleados.

Me gusta mucho como piensa, siento que lograra grandes cosas luego que egrese de Hogwarts.


Lo elogió porque tenía que hacerlo, ella misma creía que las criaturas fantásticas y mágicas tenían que ser respetadas porque muchos magos y brujas se aprovechaban de sus poderes y eso era solo un acto de superioridad cuando ellos tenían derecho a la armonía y estar en su naturaleza. Entendía que los núcleos eran necesarios pero ya era crueldad el tráfico de animales por ejemplo, que en esos años se estaba dando mucho porque creían que podrían hacer todo, lo malo es que también habían pocas leyes en su defensa lo cual estaba muy mal.

Ella no se había fijado en la cámara incrustada en el hielo lo que encontró que era absolutamente maravilloso e ingenioso. Estaba contenta, le gustaba la compañía de Kyle.

Es muy probable que nunca me hubiera dado cuenta. Así que sí tiene gran parte del crédito


Dijo con una sonrisa que se convirtió en una risa cantarina. Ahora mismo solo quería dos fotos para poder conservar una y así reconocer que tenía un amigo Slytherin pues estaba consciente que nunca llegaría a ser más de eso, en esos instantes solo estaba siendo amable y educado con ella.

Terminaron por sacarse las fotos y estas desaparecieron a su debido tiempo seguro que por una clase de un extraño encantamiento aparecieron las dos en diferentes momentos.  Se sorprendió que después de eso le pidiera bailar y lo cierto es que ya no importaba nada pues tenían la privacidad necesaria y no podrían pecar de indecorosos, es que claro al ser mestizos e hijos de muggles costaba salir de las normas aristocráticas y de sociedad que había tanto en la nobleza y la realeza.

Solo que sintió que no habría problema y quería darle acceso a un buen baile para que quedara marcado en el recuerdo. ¿Por qué tenía que ser tan guapo? La hacía dudar y sentirse más atraída y no tan solo por su físico sino que también por ser caballero con ella. ¿Estaría interesado? Tampoco quería ilusionarse.

Bailo el vals con tranquilidad con él, sintiendo ese molesto cosquilleo en su estómago y rubor en sus mejillas que al menos seguro la hacían lucir más femeninas.

A mi también,  nunca pensé que lo pasaría tan bien y bueno... ha sido gracias a usted. Quizás estoy exagerando pero me encantaría que durará gran parte de la noche, me siento muy relajada cuando estoy con usted, poco a poco nos estamos volviendo amigos

Reconoció la rubia dedicándole una suave sonrisa y siguiendo con la danza.

¿Volvemos a la fiesta? No quiero que mal piensen y saquen suposiciones que no son

Afirmó la chica al momento que termino el vals y con delicadeza tomaba su brazo para camino de vuelta. Todos eran mal pensados y lo cierto es que temía que dijeran algo más de ella como que era una sangre sucia y que ni siquiera merecía estar con él. Solo que en instante se aferró a la idea que Zabini era diferente, por lo tanto, solo disfruto de su compañía.

Kyle tenía sus convicciones, sus costumbres e ideales. Sin embargo, era alguien racional que buscaba no ser el típico arrogante que creía que la vida giraba alrededor suyo. Aun cuando tenía una gran popularidad, el estatus y la clase para serlo sin que nadie se atreviera a cuestionarlo. Su moral iba por encima de esas cosas. Humillar a otros por creerlos menos no era correcto para él. Así que, sí, era posible que lo viera como alguien diferente a los de su casa, al menos en ese aspecto. ¿Por qué ser igual a todos cuando se puede ser único en su clase? De paso evitar hacerle la vida un infierno a los más indefensos.

— Muchas gracias, usted igual. Tiene todo para tener un futuro brillante. —

Y es que a su parecer la chica tenía calidez, elegancia, delicadeza y también arte. Era talentosa y hermosa. Amante de la naturaleza y los animales. Realmente era del tipo de joven que le querías presentar a tus padres.

Que aquella cámara estuviera allí les vino como anillo al dedo. Porque realmente quería inmortalizar un recuerdo de esa noche. Y el escenario en aquel laberinto hielo era el lugar perfecto para que se sacaran una foto y así tener vivo ese recuerdo del último baile de Navidad en Hogwarts. Le agradaba ver su alegría por todo aquello La sonrisa que tenía posiblemente esta foto sería una de sus favoritas de todas las que se había sacado Durante cada año que se celebró el baile.

— Bueno, lo importante es que valió la pena descubrirla. —

Aquella risa sin duda era un sonido el cual estaría encantado de oír una y otra vez. Era como una suave música angelical. Ahora solo deseaba poder bailar con Sophie, antes las miradas de aquellas chicas habían vuelto el momento entre ellos todo incómodo. Pero aquí no tendrían quien los molestara. Además, era mejor así, porque solo estaban ellos dos. Se sentía muy bien como ambos se movían al compás de la música en movimientos suaves y delicados. Una danza armoniosa y agradable. Podía sentir hasta el olor de su perfume por la cercanía.

— Para nada es exageración. Pues yo por mi parte hace que no me arrepienta por nada de mi decisión de haber venido aun cuando no estaba decidido hacerlo. Ahora lo pienso si y si hubiera hecho caso a esos pensamientos, me hubiera privado de estos maravillosos momentos en su compañía. —

El joven le confesaba, y lo mejor es que se había mantenido firme de no llevar pareja porque de lo contrario se le hubiera hecho más difícil sacar tiempo para compartir con la joven Hufflepuff. Pues sabía que su pareja de baile exigiría toda su atención y aunque no era fanático de las mujeres manipuladoras y egocéntricas, tampoco era irrespetuoso como para hacerle un desplante. Kyle era demasiado educado y elegante para ello. Por suerte nada de eso fue necesario y la noche estaba siendo perfecta.

— Creo que sí, nos estamos volviendo amigos. Incluso tenemos pasatiempos en común, además es sencillo y refrescante conversar con usted. —

El moreno reconocía que Sophie ya no era solo la chica que conoció por accidente en la biblioteca. Era alguien que le agradaba y deseaba que permanecida en su vida. Igual reconocía que comenzaba a despertar en él cierta atracción.

— Por supuesto, es lo más correcto. Así igual podemos ir por algo de más de tomar o algún aperitivo. ¿Qué le parece? De todos modos, debo de aclarar, que me apetece pasar más tiempo con usted en lo que resta de la fiesta. Si eso no le parece mal, he disfrutado mucho de la compañía. —

El chico le sugería mientras le ofrecía su brazo para que pudieran volver al área principal donde todos se encontraban. Las demás se iban a tener que conformarse con mirar porque estaba claro que Kyle había hecho de Sophie su pareja para el baile durante toda la noche.

Kyle en definitiva era todo un caballero y se comportaba como tal sin importar el estatus de sangre, Sophie se comenzó a confiar al respecto que no era como todos los Slytherin y se sentía muy conmovida por ello.

Gracias, usted igual es muy diferente a como lo imaginaba. Siento que todas sus metas se van a cumplir si sigue asi

Totalmente se refería que si permitía a entrar más gente que fueran socios o clientes en su trabajo iba a triunfar porque no tan solo se iría a un grupo limitado. La cámara había venido como anillo al dedo y por lo tanto,  tenían un recuerdo de esa linda noche soñada, para Sophie si que lo era y nunca lo olvidaría. Solo se limitó a sonreír mientras sostenía con cariño la foto.

Lo más divertido es con tan solo atreverse a asistir esa noche todo formo un vuelco en sus vidas, eran dos estudiantes de distintas casas e ideales que por cuestiones de la vida y la magia habían congeniado mucho más en cuanto a sus actividades, ella era completamente feliz al escucharlo.

Soy muy honesta en decir que también he disfrutado de su compañía, como sabe que entre casas los grupos son muy cerrados y me agrada que hayamos roto esa barrera, mi Lord

Dijo con mucha elegancia y demostrando sobre todo que era una dama es que por muy hija de muggles que fuera tenía educación y modales. Estos se debían que cumplir en ambas partes.

Kyle tenía mucha razón de que compartían gustos y ambos disfrutaban de las conversaciones que tenían. Realmente ella se sentía muy cómoda a su lado dado que la trataba muy bien y era muy agradable compartir su tiempo con el Zabini.

De verdad espero que seamos amigos

Por suerte, se callo de inmediato porque ya se iba a poner a decir que una señorita no solía a estar a solas con una amistad del sexo opuesto porque se podía ver imprudente, y ahí habría dejado claro de donde provenía, Sophie ya había decidido en contarle aquello porque ahí recién vería si en verdad la iba a aceptar solo que si no quería cortar la química y la magia de esa noche.

Realmente es muy grato conversar con usted no suelo tener tantos amigos como quisiera y eso que me considero sociable generalmente estoy con los hufflepuff.

Señaló con una sonrisa al momento que llegaban a la fiesta y el ambiente era mucho más abierto y menos molesto que en un principio porque cada persona estaba en su mundo.  Lo que pasaba es que era Kyle quién llamaba la atención pero se sentía mucho más cómoda que en un principio y se la pasaron bien sacando fotografías.  

Siempre me ha encantado que las mesas  tienen todo el tiempo mucha comida. Esos dulces son mis favoritos. ¿Le gustan?

Preguntó mientras le ofrecía uno con lentitud, ella ya había aceptado pasar el resto de la fiesta con él ni necesito decirlo en palabras, solo fue un leve asentimiento pues era todo un honor. Y así fue cuando comenzó a pasar el tiempo y luego el director dio la fiesta por terminada, por suerte, ambos estaban en los pisos inferiores así que tan solo fue una leve caminata y quedaron en juntarse otra vez, esa semana no tenían muchos trabajos y sin duda, tenían mucho más tiempo.