2 participantes
Sáb Abr 08, 2023 2:22 am por Rising Sun
Siempre fuiste tu
Original · Épocas Pasadas · OneXOne
El destino tiene misterios inexplicables. Hace que encuentres el verdadero amor después de tantos años, teniéndolo frente a tus propias narices. Como si algo hubiera estado obstruyendo la vista para que dieras miles de tropezones antes de llegar a la persona correcta que terminaba siendo ese amigo, el alma gemela que siempre esperaste y siempre estuvo a tu lado.
Todo comienza en el Londres Victoriano. Dos jóvenes que habían sido desde muy pequeños amigos. Sin embargo, el ser algo más nunca había cruzado por sus mentes, es más, parecía que era algo hasta imposible. No eran para nada iguales, se trataban de polos opuestos. Amber era una chica rebelde que no le gustaba dictarse por los estándares de la sociedad, todo lo cuestionaba, nunca se quedaba callada. Sin embargo, como toda señorita de alta sociedad, tenía que regirse, por lo que su padre dijera, así que, aunque a veces se saliera con la suya, otras veces no corría con la misma suerte. En especial cuando se trataba de asuntos serios.
Por otro lado, tenemos a Philippe, todo un caballero elegante y educado. El sueño de cualquier doncella. Y aunque se le conoció algunos amoríos, el joven siempre fue recto y obediente a lo que su familia esperaba de él. Por lo que pronto buscaban casarlo con una joven de una de las mejores familias de la ciudad. Quien fuera su futura esposa debía de estar a su nivel. Fue por esto mismo que cuando llego la sorpresiva noticia de un compromiso, la chica lo creyó toda una muy mala broma. Como podría ser ella, si su hermana era la que siempre había sido delicada y fina. La que estaba preparada para ser toda una señora. Si se iba a fijar en alguien sería la hermana y no en Amber.
¿Pero cómo llegaron hasta este punto? Es una muy buena pregunta. ¿Lograrán ser felices? Esa también es otra pregunta muy válida.
Todo comienza en el Londres Victoriano. Dos jóvenes que habían sido desde muy pequeños amigos. Sin embargo, el ser algo más nunca había cruzado por sus mentes, es más, parecía que era algo hasta imposible. No eran para nada iguales, se trataban de polos opuestos. Amber era una chica rebelde que no le gustaba dictarse por los estándares de la sociedad, todo lo cuestionaba, nunca se quedaba callada. Sin embargo, como toda señorita de alta sociedad, tenía que regirse, por lo que su padre dijera, así que, aunque a veces se saliera con la suya, otras veces no corría con la misma suerte. En especial cuando se trataba de asuntos serios.
Por otro lado, tenemos a Philippe, todo un caballero elegante y educado. El sueño de cualquier doncella. Y aunque se le conoció algunos amoríos, el joven siempre fue recto y obediente a lo que su familia esperaba de él. Por lo que pronto buscaban casarlo con una joven de una de las mejores familias de la ciudad. Quien fuera su futura esposa debía de estar a su nivel. Fue por esto mismo que cuando llego la sorpresiva noticia de un compromiso, la chica lo creyó toda una muy mala broma. Como podría ser ella, si su hermana era la que siempre había sido delicada y fina. La que estaba preparada para ser toda una señora. Si se iba a fijar en alguien sería la hermana y no en Amber.
¿Pero cómo llegaron hasta este punto? Es una muy buena pregunta. ¿Lograrán ser felices? Esa también es otra pregunta muy válida.
Sir Philippe Cavendish Douglas Booth · 22 años· Shooting Star | Amber Fairchild Anna Popplewell · 19 años · Rising Sun |
- Tablilla de Post:
- Código:
<center><link href="https://fonts.googleapis.com/css2?family=Eczar&family=Oswald&family=Special+Elite&display=swap" rel="stylesheet"><div id=fleabagpost1><div style="width: 160px; height: 160px; background:url(LINK IMAGEN DE POST) left; background-size: cover; border: 3px solid #303030; margin-top: 30px; margin-bottom: -35px;"></div><div id=fleabagpost2>TÍTULO</div><div id=fleabagpost3>SUBTÍTULO</div><div id=fleabagpost4>TU POST DE ROL AQUÍ</div><div id=fleabagpost6>DATO · DATO · DATO</div></div><a href="https://www.treeofliferpg.com/u1119">✵</a></center>
<style type="text/css">#fleabagpost1 {width: 400px; height: auto; background-color: #F0F0F0; border: 1px double #DCDCDC;} #fleabagpost2 {font-family: Special Elite; font-size: 30px; font-weight: bold; line-height: 30px; text-transform: lowercase; padding: 35px; color: #303030; margin-top: 20px;} #fleabagpost3 {font-family: Oswald; font-size: 12px; text-transform: uppercase; letter-spacing: 1px; opacity: 0.9; margin-top: -30px; color: #303030;} #fleabagpost4 {font-family: Eczar; font-size: 15px; text-align: justify; line-height: 14px; margin: 25px 45px 25px 45px; color: #303030;} #fleabagpost5 {width: 160px; height: auto; font-family: Special Elite; font-size: 20px; font-weight: bold; text-position: center; text-align: center; text-transform: lowercase; margin-top: -15px; margin-bottom: 7px; color: #303030;} #fleabagpost6 {width: 400px; height: auto; font-family: Eczar; font-size: 10px; text-align: center; line-height: 90%; margin-top: 15px; margin-bottom: 15px; color: #303030;}</style>


Rising Sun
Rising Sun

Rising Sun

1464Mensajes :
668Reputación :
Sáb Abr 08, 2023 6:21 am por Shooting Star
1. Cruzando miradas
Yo no buscaba a nadie y te vi
Sus padres hace tiempo que lo estaban forzando a casarse, con sus 22 años cumplidos hace tan solo un mes consideraban que era el tiempo adecuado. Es que era simple; tenía que estar casado un tiempo para asumir el titulo de duque que le esperaba y para ello, ahí estaba siendo ofrecido vilmente. Philippe obedecería y no se negaría a nada, el problema es que aún consideraba que era demasiado joven y que estaba pasando un buen momento con las féminas que lo pretendían para que toda esa libertad que fuera arrebatada de la noche a la mañana.
Su madre aseguraba que no sería complicado encontrar una buena mujer pero ante todo tenía que ser su decisión, que había sido bien enseñado y que iba a encontrar la correcta, que se dejará llevar por mujeres de familia solo que ante todo hubiera atracción de por medio, que no había nada más bonito que estar casado con amor de por medio, que ella había sido una mujer afortunada al respecto. Su padre por su parte declaraba unas cuantas familias que eran de su interés y Philippe no sorprendió nada que a los Fairchild, que tenían costumbres y modales muy parecidos a los suyos y que ante era conveniente para los negocios. De hecho, encontraba fascinante a Emma que podría ser una excelente esposa, era una chica exquisita y con gustos refinados, hasta que su hermano menor declaró una noche que no se fijará en ella porque era quién la pretendía desde un principio.
La verdad es que ni siquiera pensó en su amiga Amber, en realidad, no quería mezclar la amistad con el amor y claro, que sus recuerdos con ella eran agradables con respecto a los buenos amistosos que vivieron durante su infancia, eso sí, coincidiría siempre que no tenían nada en común. Es que sí, eran el vivo ejemplo que fueron alguna vez amigos y vaya que habían escuchado que la chica se involucraba en constantes problemas y era una clase de dolor de cabeza para la familia. — En una semana van a celebrar el cumpleaños número 15 del pequeño Corey y es un momento perfecto para ir a visitarlos. — Philippe suspiró sin voltearse mirando la chimenea así que luego solo se volteó para decir que no había otra alternativa que hizo que su padre bufara. Por supuesto, también habrían fiestas, se sabía que las dos chicas se habían presentado en sociedad y todavía ninguna estaba comprometida.
El día del cumpleaños de Corey llegó mucho más rápido para poder asimilarlo, por supuesto, comenzaron rumores de inmediato al momento que supieron que Philippe estaba en búsqueda de esposa por los sectores que los Fairchild vivían solo que ya con el hecho de presentarse ahí en el cumpleaños era que la familia Fairchild era la ganadora. Mejor, así no molestarían tanto.
Cuando llegaron, toda la familia menos Amber lo saludaron y estaba a punto de preguntar por ella cuando la chica bajó por las escaleras. El rubio quedó impactado ¿Cómo era que Amber Fairchild había cambiado tanto en tan solo unos años? Debía reconocer que estaba muy bonita y recién pudo reaccionar ante el golpe en su brazo de su hermano. ¿Es qué acaso había sido muy evidente?
Su madre aseguraba que no sería complicado encontrar una buena mujer pero ante todo tenía que ser su decisión, que había sido bien enseñado y que iba a encontrar la correcta, que se dejará llevar por mujeres de familia solo que ante todo hubiera atracción de por medio, que no había nada más bonito que estar casado con amor de por medio, que ella había sido una mujer afortunada al respecto. Su padre por su parte declaraba unas cuantas familias que eran de su interés y Philippe no sorprendió nada que a los Fairchild, que tenían costumbres y modales muy parecidos a los suyos y que ante era conveniente para los negocios. De hecho, encontraba fascinante a Emma que podría ser una excelente esposa, era una chica exquisita y con gustos refinados, hasta que su hermano menor declaró una noche que no se fijará en ella porque era quién la pretendía desde un principio.
La verdad es que ni siquiera pensó en su amiga Amber, en realidad, no quería mezclar la amistad con el amor y claro, que sus recuerdos con ella eran agradables con respecto a los buenos amistosos que vivieron durante su infancia, eso sí, coincidiría siempre que no tenían nada en común. Es que sí, eran el vivo ejemplo que fueron alguna vez amigos y vaya que habían escuchado que la chica se involucraba en constantes problemas y era una clase de dolor de cabeza para la familia. — En una semana van a celebrar el cumpleaños número 15 del pequeño Corey y es un momento perfecto para ir a visitarlos. — Philippe suspiró sin voltearse mirando la chimenea así que luego solo se volteó para decir que no había otra alternativa que hizo que su padre bufara. Por supuesto, también habrían fiestas, se sabía que las dos chicas se habían presentado en sociedad y todavía ninguna estaba comprometida.
El día del cumpleaños de Corey llegó mucho más rápido para poder asimilarlo, por supuesto, comenzaron rumores de inmediato al momento que supieron que Philippe estaba en búsqueda de esposa por los sectores que los Fairchild vivían solo que ya con el hecho de presentarse ahí en el cumpleaños era que la familia Fairchild era la ganadora. Mejor, así no molestarían tanto.
Cuando llegaron, toda la familia menos Amber lo saludaron y estaba a punto de preguntar por ella cuando la chica bajó por las escaleras. El rubio quedó impactado ¿Cómo era que Amber Fairchild había cambiado tanto en tan solo unos años? Debía reconocer que estaba muy bonita y recién pudo reaccionar ante el golpe en su brazo de su hermano. ¿Es qué acaso había sido muy evidente?
Philippe · Fiesta de cumpleaños · con Amber y la familia Fairchild




- Tesoros de una estrella fugaz:
Shooting Star
Shooting Star

Shooting Star

2724Mensajes :
986Reputación :
Sáb Abr 08, 2023 11:53 pm por Rising Sun
1. Cruzando miradas
Yo no buscaba a nadie y te vi
Pronto su pequeño hermano estaría cumpliendo años. Estaba muy feliz por él. A la morena de ojos claros le agradaban las fiestas como a cualquier otro. Sin embargo, lo que no le gustaba era que le dijeran como debía de comportarse y vestir en ellas. Así que no le había hecho para nada gracia el que su madre a fuerza de peleas le hiciera ponerse el vestido más brillante y llamativo que tenía. Llenarla de joyas y arreglar bien su cabello. — Pero madre. ¿Cuál es su empeño? Mejor es que vaya a ver que Corey se esté poniendo sus mejores galas. Él es el cumpleañero. — protesto la joven al notar la insistencia de su madre.
— ¿Acaso piensas que no me he encargado ya de eso? Por supuesto que sí. — afirmo la mujer. — Sin embargo, señorita, usted también debe lucir lo más elegante y brillante posible. Las mejores familias fueron invitadas al cumpleaños de tu hermano, por tanto, habrá jóvenes y apuestos caballeros que están pronto a casarse. — comento la señora Fairchild.
— ¿Y eso qué? Yo voy a celebrar el cumpleaños de mi hermano. No a buscar marido. — aseguro la joven. — Claro que celebraras con tu hermano, pero también intenta llamar la atención de algún chico. Amber, sabes que tanto tu hermana como tú ya están edad de casarse. Así que nada de peros. Nada de quejas. Te pondrás el vestido que te pedí y te dejaras arreglar como te dije. Sin excusas. Que además estarán presente los Cavendish, una muy buena familia y te llevabas muy bien con uno de los hijos… tal vez… — la chica la detuvo antes de que dijera algo. — Madre, solo somos amigos e incluso ya hace tiempo que no lo veo. Además, seguro si se fija en alguna de nosotras será en Emma y no digas nada sabes que es verdad. — la madre se marchó negando y no muy contenta con su actitud.
A pesar de aquello, la chica soltó un suspiro y le hizo caso. Lo menos que necesitaba era que le echaran una pelea cuando bajara a la fiesta. Por lo que tardo incluso un poco más de lo esperado. Cuando bajo las escaleras al salón algunos invitados habían ya llegados. Fue cuando noto a su viejo amigo Philippe, a quien hacía algunos años que no lo veía. El chico, al igual que ella había cambiado con el tiempo, estaba más guapo. — ¡Phill! — exclamo al verlo, pues a pesar de lo hablado con su madre le entusiasma volverle a ver. Sin embargo, Amber por muy bien que estuviera luciendo no dejaba de ser ella, así que justo llegando al último escalón piso su traje haciendo que tambaleara y aunque no cayó por fortuna si aterrizo prácticamente a los brazos del chico. — Hay cosas que no cambian. — dijo con una sonrisa porque para nada era penosa.
— ¿Acaso piensas que no me he encargado ya de eso? Por supuesto que sí. — afirmo la mujer. — Sin embargo, señorita, usted también debe lucir lo más elegante y brillante posible. Las mejores familias fueron invitadas al cumpleaños de tu hermano, por tanto, habrá jóvenes y apuestos caballeros que están pronto a casarse. — comento la señora Fairchild.
— ¿Y eso qué? Yo voy a celebrar el cumpleaños de mi hermano. No a buscar marido. — aseguro la joven. — Claro que celebraras con tu hermano, pero también intenta llamar la atención de algún chico. Amber, sabes que tanto tu hermana como tú ya están edad de casarse. Así que nada de peros. Nada de quejas. Te pondrás el vestido que te pedí y te dejaras arreglar como te dije. Sin excusas. Que además estarán presente los Cavendish, una muy buena familia y te llevabas muy bien con uno de los hijos… tal vez… — la chica la detuvo antes de que dijera algo. — Madre, solo somos amigos e incluso ya hace tiempo que no lo veo. Además, seguro si se fija en alguna de nosotras será en Emma y no digas nada sabes que es verdad. — la madre se marchó negando y no muy contenta con su actitud.
A pesar de aquello, la chica soltó un suspiro y le hizo caso. Lo menos que necesitaba era que le echaran una pelea cuando bajara a la fiesta. Por lo que tardo incluso un poco más de lo esperado. Cuando bajo las escaleras al salón algunos invitados habían ya llegados. Fue cuando noto a su viejo amigo Philippe, a quien hacía algunos años que no lo veía. El chico, al igual que ella había cambiado con el tiempo, estaba más guapo. — ¡Phill! — exclamo al verlo, pues a pesar de lo hablado con su madre le entusiasma volverle a ver. Sin embargo, Amber por muy bien que estuviera luciendo no dejaba de ser ella, así que justo llegando al último escalón piso su traje haciendo que tambaleara y aunque no cayó por fortuna si aterrizo prácticamente a los brazos del chico. — Hay cosas que no cambian. — dijo con una sonrisa porque para nada era penosa.
Amber · Fiesta de cumpleaños · con Philippe y la familia Fairchild


Rising Sun
Rising Sun

Rising Sun

1464Mensajes :
668Reputación :
Dom Abr 09, 2023 5:37 am por Shooting Star
1. Cruzando miradas
Yo no buscaba a nadie y te vi
El heredero de la familia Cavendish aún quería gozar de la libertad y el buen momento que pasaba con las mujeres, sabía que era atractivo y muchas lo pretendían no representaba un gran problema, el asunto también era que ya había estado enamorado y por temas familiares no pudieron hablar ni siquiera de un compromiso, había estado varios años de Marie pero ahora ella ya estaba comprometida y a punto de casarse así que ese tema ya era historia, disfrutaría hasta donde pudiese ese era su plan, sin embargo, su familia quería otra cosa para él y ya teniendo la carga de ser el primogénito no podía desobedecer.
Sabía que muy probablemente pasaría de la familia Fairchild pues por lo que había dicho su hermano Jeremy pasaba por completo de Emma pues no podía pretender la chica que le gustaba a su hermano y dudaba que tendría esa atracción por Amber que era su amiga, de todos modos, sería todo un placer pasar tiempo con ella porque era encantadora, tenía una personalidad arrasadora y muy energética, muy probablemente seguiría igual por los rumores que habían llegado “Pero es hija del vizconde Fairchild” decía su padre y los demás tenían que asentir.
Sin embargo, todos pensamientos de negación se desvanecieron al momento que la vio bajar de las escaleras, se había vuelto una mujer preciosa con el tiempo y se preguntaba cómo los hombres no se habían dado cuenta de tal detalle, quizás era su personalidad el problema pero en realidad era mínimo cuando él ahora mismo la encontraba bonita.
Sus mejillas se sonrosar en un tono rosa suave al escuchar como se fijó en él y lo llamó por su nombre con tanta espontaneidad que solo se limitó a sonreír, dando unos pasos hacia adelante para sujetarla del brazo cuando pisara el último escalón de manera educada. Sinceramente pensó que la torpeza había quedado atrás, pero aún continuaba siendo así, justo a tiempo logró sujetarla, sonrió. — Al parecer no, pero dejame decirte que estás muy hermosa. Había pasado tiempo que no nos habíamos visto, Amber.— Dijo mientras le ofrecía el brazo para que lo sujetara porque ya pretendía pasar el resto de la fiesta junto a ella, solo que de todos modos lo aclaró. — ¿No será molestia para usted que quiera ser su acompañante en el cumpleaños de su hermano? — Declaró esperando su respuesta. Fue cuando desvió la atención hacia sus padres, a su madre y hermana se le habían iluminado los ojitos, su padre lo miraba con orgullo y por supuesto, Jeremy ya compartía palabras con Emma.
Sabía que muy probablemente pasaría de la familia Fairchild pues por lo que había dicho su hermano Jeremy pasaba por completo de Emma pues no podía pretender la chica que le gustaba a su hermano y dudaba que tendría esa atracción por Amber que era su amiga, de todos modos, sería todo un placer pasar tiempo con ella porque era encantadora, tenía una personalidad arrasadora y muy energética, muy probablemente seguiría igual por los rumores que habían llegado “Pero es hija del vizconde Fairchild” decía su padre y los demás tenían que asentir.
Sin embargo, todos pensamientos de negación se desvanecieron al momento que la vio bajar de las escaleras, se había vuelto una mujer preciosa con el tiempo y se preguntaba cómo los hombres no se habían dado cuenta de tal detalle, quizás era su personalidad el problema pero en realidad era mínimo cuando él ahora mismo la encontraba bonita.
Sus mejillas se sonrosar en un tono rosa suave al escuchar como se fijó en él y lo llamó por su nombre con tanta espontaneidad que solo se limitó a sonreír, dando unos pasos hacia adelante para sujetarla del brazo cuando pisara el último escalón de manera educada. Sinceramente pensó que la torpeza había quedado atrás, pero aún continuaba siendo así, justo a tiempo logró sujetarla, sonrió. — Al parecer no, pero dejame decirte que estás muy hermosa. Había pasado tiempo que no nos habíamos visto, Amber.— Dijo mientras le ofrecía el brazo para que lo sujetara porque ya pretendía pasar el resto de la fiesta junto a ella, solo que de todos modos lo aclaró. — ¿No será molestia para usted que quiera ser su acompañante en el cumpleaños de su hermano? — Declaró esperando su respuesta. Fue cuando desvió la atención hacia sus padres, a su madre y hermana se le habían iluminado los ojitos, su padre lo miraba con orgullo y por supuesto, Jeremy ya compartía palabras con Emma.
Philippe · Fiesta de cumpleaños · con Amber y la familia Fairchild




- Tesoros de una estrella fugaz:
Shooting Star
Shooting Star

Shooting Star

2724Mensajes :
986Reputación :
Lun Abr 10, 2023 12:12 am por Rising Sun
1. Cruzando miradas
Yo no buscaba a nadie y te vi
En un comienzo Amber no había estado contenta de estar allí. No porque no quisiera celebrar el cumpleaños de su hermano, tampoco porque odiara las fiestas. Más bien por la insistencia de su madre en que luciera presentable para ver si conseguía pretendiente. ¿Para qué un pretendiente? A ella no le interesaba eso ahora mismo. Quizás cuando Emma ya estuviera casada podía considerarlo, pero ahora no. ¿Qué le costaba esperar? No estaba diciendo que no lo haría. ¿Acaso no era más sencillo comenzar con la que estaba más dispuesta por hacerlo? A veces pensaba que lo hacían para disciplinarla, para ver si dejaba de ser tan rebelde e impulsiva.
Ahora que se había decidido a bajar, comenzaba a cambiar de opinión. De solo ver a Philippe desde la distancia sintió mucha emoción. Recordando todos los buenos momentos de niños que vivieron. Había sido una época muy linda. El chico siempre sacándola de problemas, cuidándola y ella por igual siempre estando a su lado para incluso espantarle a dos o tres que no venían con buenas intenciones. La morena tenía bastante buen ojo para notar a las personas maliciosas. Habían sido un buen equipo. Solo que antes nunca lo había visto con otros ojos más allá de ese gran amigo, ahora que notaba como había cambiado después de la adolescencia. Estaba de un buen ver y eso le hizo sentir algunas cosas extrañas en el estómago. Por supuesto, no les presto atención. No se podría a pensar en cursilerías. Mucho menos cuando eso era preciosamente lo que sus padres querían. ¿Darles ese gusto tan fácil? Ese no era el plan.
Amber era muy espontánea. No le importaba que los demás la estuvieran viendo. Según lo sintió así se expresó con toda la emoción al ver al chico, incluso saltándose todo el protocolo y formalidad para llamarlo por el apodo que le tenía de niños. Cosa que demostraba que ese afecto que sentía por él aún seguía intacto. Sonrió cuando noto que el chico no la dejo caer. Solía ser bastante torpe, pero eso no le quitaba el sueño. Pobrecito del que se intentara reír o burlar de ella. — Gracias. Aunque admito que no es de mis ajuares favoritos. — Respondió tranquilamente mientras lo observaba. — Tú tampoco estás nada mal, los años te han tratado bien. — aseguro acomodando un poco el cuello de su camisa. Ella tímida no era así que no iba a mentir ni disimular que le había agradado como lucia en estos momentos.
— Oh sí. Qué mal que tuviera que pasar tanto tiempo. ¿No? Tengo que admitir que si te extrañe. ¿Dónde estuviste metido todo este tiempo? — pregunto con curiosidad. Trato de ignorar las miradas y los murmullos que venían de sus padres. Eso le molesto, pero no dejaría que eso le amargara el lindo momento. — Por supuesto que sí. ¿Quieres ir por algo de tomar? Mi padre mando a pedir para la ocasión los vinos más finos que encontró. — pregunto siendo ella la que le ofrecía el brazo con una sonrisa juguetona en el rostro.
Ahora que se había decidido a bajar, comenzaba a cambiar de opinión. De solo ver a Philippe desde la distancia sintió mucha emoción. Recordando todos los buenos momentos de niños que vivieron. Había sido una época muy linda. El chico siempre sacándola de problemas, cuidándola y ella por igual siempre estando a su lado para incluso espantarle a dos o tres que no venían con buenas intenciones. La morena tenía bastante buen ojo para notar a las personas maliciosas. Habían sido un buen equipo. Solo que antes nunca lo había visto con otros ojos más allá de ese gran amigo, ahora que notaba como había cambiado después de la adolescencia. Estaba de un buen ver y eso le hizo sentir algunas cosas extrañas en el estómago. Por supuesto, no les presto atención. No se podría a pensar en cursilerías. Mucho menos cuando eso era preciosamente lo que sus padres querían. ¿Darles ese gusto tan fácil? Ese no era el plan.
Amber era muy espontánea. No le importaba que los demás la estuvieran viendo. Según lo sintió así se expresó con toda la emoción al ver al chico, incluso saltándose todo el protocolo y formalidad para llamarlo por el apodo que le tenía de niños. Cosa que demostraba que ese afecto que sentía por él aún seguía intacto. Sonrió cuando noto que el chico no la dejo caer. Solía ser bastante torpe, pero eso no le quitaba el sueño. Pobrecito del que se intentara reír o burlar de ella. — Gracias. Aunque admito que no es de mis ajuares favoritos. — Respondió tranquilamente mientras lo observaba. — Tú tampoco estás nada mal, los años te han tratado bien. — aseguro acomodando un poco el cuello de su camisa. Ella tímida no era así que no iba a mentir ni disimular que le había agradado como lucia en estos momentos.
— Oh sí. Qué mal que tuviera que pasar tanto tiempo. ¿No? Tengo que admitir que si te extrañe. ¿Dónde estuviste metido todo este tiempo? — pregunto con curiosidad. Trato de ignorar las miradas y los murmullos que venían de sus padres. Eso le molesto, pero no dejaría que eso le amargara el lindo momento. — Por supuesto que sí. ¿Quieres ir por algo de tomar? Mi padre mando a pedir para la ocasión los vinos más finos que encontró. — pregunto siendo ella la que le ofrecía el brazo con una sonrisa juguetona en el rostro.
Amber · Fiesta de cumpleaños · con Philippe y la familia Fairchild


Rising Sun
Rising Sun

Rising Sun

1464Mensajes :
668Reputación :
Jue Abr 13, 2023 6:01 am por Shooting Star
1. Cruzando miradas
Yo no buscaba a nadie y te vi
Philippe recordaba bien los viejos tiempos. Por así decir Amber era una mujer auténtica, que se alejaba de las formalidades y del protocolo, era afortunada de nacer en una buena familia donde no pasaría necesidades, así puedo aprender a leer y escribir, sin embargo, él como su amigo estaba al tanto que siempre había aspirado a más quizás hasta estudiar en una universidad pero no podía hacerlo por el mero hecho de ser mujer. Recordaba lo cómplices que solían ser todo el tiempo, como reían de las tonterías de los demás y alejaba a los chicos que venían por ella solo porque la encontraban extraña, amaban compararla con Emma y eso no era adecuado. Así que al ser un poco más mayor le decía que era lo más correcto y la salvó de varias, no obstante, no era que hubiera hecho absolutamente todo pues era tan graciosa y espontánea que sentía más rebelde, y reír con tantas ganas que se le escapaban las lágrimas de los ojos por sus tonterías. Eran uno para el otro, en definitiva, esa amistad había sido preciosa en todo sentido en su infancia y parte de la adolescencia.
— ¿Ah no? Pues debería serlo, la ilumina. — Dijo por su vestido, su peinado e incluso su maquillaje, es que realmente lucía esplendida y tanto que había quedado asombrado de él mismo que quería llamar su atención. Todo había sido tan fácil que quizás nunca había notado que Amber era la mujer correcta para él, y porque siempre estuvo consciente que era su amiga y nada más. — Supongo que sí, somos afortunados de que los años no hicieron estragos con nosotros. — Le dedicó una sonrisa antes de sugerir si podía pasar el cumpleaños junto a ella, como se sentía observado no podía ser él mismo así que por eso igual le estaba pidiendo que se alejaran un poco, ojala que hubiera entendido la indirecta. — Yo también te extrañe y mucho, recuerdo siempre cuando éramos niños. Mala memoria ¿eh? Creí haber dicho que me iba a estudiar fuera y bien, proseguí mis estudios allí, acabo de llegar hace un año pero no habíamos tenido la oportunidad de venir. — Dictó. En realidad, es que como familias vivían demasiado lejos de la una a la otra, así que no siempre se podían dar ese gusto, claramente habían otras obligaciones y responsabilidades y ahora era la oportunidad. — Estaré encantado de beber vino, aunque me temo que igual tengo hambre. — Trató de reprimirse la carcajada y en un movimiento fue colocó su mano en su brazo para que la chica no tuviera ningún regaño por parte de su familia.
Se alejaron de ellos y fue recién que se sintió más libre.— Nos estaban observando mucho y estaban tan atentos a nuestros movimientos que no sabía qué decir. Ahora en serio, me alegra volver a verte ¿Cómo ha ido todo para ti? Pensé que ya estarías casada... — Fue más informal ahora que estaban alejados de sus padres, de todos modos, iban a estar contentos que no se despegarán por nada y bien que seguramente estarían pendientes de su hermano con Emma.
— ¿Ah no? Pues debería serlo, la ilumina. — Dijo por su vestido, su peinado e incluso su maquillaje, es que realmente lucía esplendida y tanto que había quedado asombrado de él mismo que quería llamar su atención. Todo había sido tan fácil que quizás nunca había notado que Amber era la mujer correcta para él, y porque siempre estuvo consciente que era su amiga y nada más. — Supongo que sí, somos afortunados de que los años no hicieron estragos con nosotros. — Le dedicó una sonrisa antes de sugerir si podía pasar el cumpleaños junto a ella, como se sentía observado no podía ser él mismo así que por eso igual le estaba pidiendo que se alejaran un poco, ojala que hubiera entendido la indirecta. — Yo también te extrañe y mucho, recuerdo siempre cuando éramos niños. Mala memoria ¿eh? Creí haber dicho que me iba a estudiar fuera y bien, proseguí mis estudios allí, acabo de llegar hace un año pero no habíamos tenido la oportunidad de venir. — Dictó. En realidad, es que como familias vivían demasiado lejos de la una a la otra, así que no siempre se podían dar ese gusto, claramente habían otras obligaciones y responsabilidades y ahora era la oportunidad. — Estaré encantado de beber vino, aunque me temo que igual tengo hambre. — Trató de reprimirse la carcajada y en un movimiento fue colocó su mano en su brazo para que la chica no tuviera ningún regaño por parte de su familia.
Se alejaron de ellos y fue recién que se sintió más libre.— Nos estaban observando mucho y estaban tan atentos a nuestros movimientos que no sabía qué decir. Ahora en serio, me alegra volver a verte ¿Cómo ha ido todo para ti? Pensé que ya estarías casada... — Fue más informal ahora que estaban alejados de sus padres, de todos modos, iban a estar contentos que no se despegarán por nada y bien que seguramente estarían pendientes de su hermano con Emma.
Philippe · Fiesta de cumpleaños · con Amber y la familia Fairchild




- Tesoros de una estrella fugaz:
Shooting Star
Shooting Star

Shooting Star

2724Mensajes :
986Reputación :
Dom Mayo 07, 2023 12:40 am por Rising Sun
1. Cruzando miradas
Yo no buscaba a nadie y te vi
Tenerlo de vuelta le llevaba a su mente tantos recuerdos hermosos que había hecho que se entusiasmara más de la cuenta. Por supuesto que no pudo evitar que se le notara. Incluso se le olvidó el pequeño, pero para nada poco importante detalle de que las intenciones de la fiesta, además de celebrar el cumpleaños de su hermano, era precisamente que pudieran encontrarle un candidato para comprometerla. Así que aun cuando originalmente había bajado con algo de mal humor, todo aquello había quedado a un lado cuando vio al joven. — Harás que me sonroje, aunque lo decía más por sentir que no es muy de mi estilo. — ella sabía que era hermosa, no era para nada fea. Solo se negaba aceptar que ese estilo le quedaba bien porque no quería asumir que si usaba más ese tipo de vestidos se vería de maravillas. Era más la rebeldía de llevarle la contra a sus padres. Sin embargo, que el chico le hiciera mención de aquello, la hacía ver el asunto desde otro punto de vista… el de un chico.
Soltó una risa al escuchar su comentario. — Menos mal, no todos pueden decir lo mismo. — Admitió. Porque sí sabia de alguna que otra amiga o más bien conocida de la infancia a la cual los años no la habían tratado bien. — ¿Mala memoria suya también? Que dejarme decir que lo de olvidadiza no se me ha quitado aún. — termino por admitir. Lo había olvidado de remate, solía ser así. Su madre decía que tenía que ponerle más seriedad a las cosas. Que por eso era que se le olvidaban. Más, sin embargo, Amber sentía que no era a propósito. Simplemente a veces si le daban mucha información a la vez, algo se le iba a terminar por escapar. — Bueno, lo importante es que estás de vuelta. Imagino que le fue muy bien con esos estudios. ¿No? — comento, sabía que era un chico muy inteligente, por eso no lo dudaba. Solo le apetecía saber un poco más sobre el asunto.
Como había extrañado a su amigo, la muchacha se le había ido por completo todo el protocolo. Y ahí estaba de lo más tranquila, acomodando su camisa, como si se tratara de su esposa, o hermana… alguien de la familia. Pero no, solo era su amiga y nada más, por tanto, un acto como ese atraía miradas. Había muchas cosas que las damas no podían hacer porque rápido podrían levantar habladurías. — Perfecto, no se diga más. Pues también podemos ir a la mesa de las botanas, así puede comer algo en lo que llega el momento de la comida. — Sugirió la joven. Noto el gesto que hizo con el brazo, recordatorio de que debió ser el quién se lo ofreciera y no al revés. Que mucho le costaba el protocolo, pero tenía que de vez en cuando al menos en eventos, así tratar de seguirlo lo más que pudiera.
Sitio un alivio que ya estuvieran fuera de la vista de tantos ojos. Incluso tener que hablarle de usted en público le costaba. — Sí, menos mal. Incluso el tener que estar tratándote como si tuvieras la edad de mi padre con él usted, me estaba desesperado. — termino por admitir soltando una risita. — Yo ni tengo que decirlo. De verdad me alegra que estés de vuelta. Muy poca gente me entiende como tú. — afirmo la chica. — Pues yo sé que debería estarlo, pero agradezco que eso aún no pasara. Aunque el tiempo se me está terminando. Pues ya mis padres están comenzando hacer sus movidas. Pese a que mi hermana sería la primera, pues es la más lista que está. Pero no, supongo que lo hacen antes de que haga alguna tontería. Así que ni te sorprenda si dicen algo hoy. — le contaba. — No sería lo más justo, es el cumpleaños de Corey, debería todo girar a su alrededor. Pero tengo la sospecha de que sí lo harán o al menos algo dirán al respecto. No por nada me hicieron usar este vestido. — finalizo negando.
Soltó una risa al escuchar su comentario. — Menos mal, no todos pueden decir lo mismo. — Admitió. Porque sí sabia de alguna que otra amiga o más bien conocida de la infancia a la cual los años no la habían tratado bien. — ¿Mala memoria suya también? Que dejarme decir que lo de olvidadiza no se me ha quitado aún. — termino por admitir. Lo había olvidado de remate, solía ser así. Su madre decía que tenía que ponerle más seriedad a las cosas. Que por eso era que se le olvidaban. Más, sin embargo, Amber sentía que no era a propósito. Simplemente a veces si le daban mucha información a la vez, algo se le iba a terminar por escapar. — Bueno, lo importante es que estás de vuelta. Imagino que le fue muy bien con esos estudios. ¿No? — comento, sabía que era un chico muy inteligente, por eso no lo dudaba. Solo le apetecía saber un poco más sobre el asunto.
Como había extrañado a su amigo, la muchacha se le había ido por completo todo el protocolo. Y ahí estaba de lo más tranquila, acomodando su camisa, como si se tratara de su esposa, o hermana… alguien de la familia. Pero no, solo era su amiga y nada más, por tanto, un acto como ese atraía miradas. Había muchas cosas que las damas no podían hacer porque rápido podrían levantar habladurías. — Perfecto, no se diga más. Pues también podemos ir a la mesa de las botanas, así puede comer algo en lo que llega el momento de la comida. — Sugirió la joven. Noto el gesto que hizo con el brazo, recordatorio de que debió ser el quién se lo ofreciera y no al revés. Que mucho le costaba el protocolo, pero tenía que de vez en cuando al menos en eventos, así tratar de seguirlo lo más que pudiera.
Sitio un alivio que ya estuvieran fuera de la vista de tantos ojos. Incluso tener que hablarle de usted en público le costaba. — Sí, menos mal. Incluso el tener que estar tratándote como si tuvieras la edad de mi padre con él usted, me estaba desesperado. — termino por admitir soltando una risita. — Yo ni tengo que decirlo. De verdad me alegra que estés de vuelta. Muy poca gente me entiende como tú. — afirmo la chica. — Pues yo sé que debería estarlo, pero agradezco que eso aún no pasara. Aunque el tiempo se me está terminando. Pues ya mis padres están comenzando hacer sus movidas. Pese a que mi hermana sería la primera, pues es la más lista que está. Pero no, supongo que lo hacen antes de que haga alguna tontería. Así que ni te sorprenda si dicen algo hoy. — le contaba. — No sería lo más justo, es el cumpleaños de Corey, debería todo girar a su alrededor. Pero tengo la sospecha de que sí lo harán o al menos algo dirán al respecto. No por nada me hicieron usar este vestido. — finalizo negando.
Amber · Fiesta de cumpleaños · con Philippe y la familia Fairchild


Rising Sun
Rising Sun

Rising Sun

1464Mensajes :
668Reputación :
Mar Mayo 16, 2023 6:33 am por Shooting Star
1. Cruzando miradas
Yo no buscaba a nadie y te vi
— Encantado quedaré sí soy el causante de sus sonrojos — dijo de un modo cordial, era demasiado elegante y caballero para no elogiar además que su amiga le resultaba bonita y con ese vestido lucía maravilloso, el color del vestido resaltaba aún más el lindo color de sus ojos. Sin duda, a su opinión se veía mucho más hermosa que su hermana que la pretendiente de su hermano así que ahí no se iba a involucrar era todo un lío ya para el otro rubio ser el segundo.
Río junto a ella. Por supuesto, que no había olvidado que era muy olvidadiza había extrañado sus cartas si de todos modos la relación entre los dos estaba desde que eran unos niños, sin duda, estaba pensando que sería interesante casarse con ella porque tendrían desde un principio esa conexión y confianza, el amor llegaría mucho más abrazador cuando estuvieran casados, además que aunque amaba la libertad al menos con ella no se permitiría hacerle daño, no veía tampoco que fuera posesiva, no obstante, se trataba de Amber Fairchild, no podía ni siquiera tomarla como un trofeo o una hermosa flor ella tendría que saber sus intenciones desde un principio y permitiría que escogería, bastante era que tuviera un matrimonio concertado solo por la obligación de sus padres al estar desesperados - sobre todo sus madres - en su opinión, no había ninguna sola madre que no quisiera que sus hijos estuvieran casados, eran siempre las más entusiasmadas con todo esto. — Muy bien, enfocarse de lleno a los números, las cuentas y los negocios fortalece de inmediato mi futuro. Eso sí, extraño mucho estar solo que ahí solía ser tener más libertad — confesó. Algo que quizás no entendería su amiga porque la mujer no tenía esos derechos, debían ser buenas dueñas del hogar y dedicarse a los hijos.
Ofreció su brazo porque percibía las miradas insistentes de los adultos sobre ellos y así no tendrían privacidad, muy probable ya su madre murmuraba que se veían encantadoras, levantó la mirada para comprobarlo y sí efectivamente estaban pendientes a sus movimientos, su mirada se dirigió a su padre para que entendiera que podría solo y que no quería ser incomodado, por lo tanto, cuando Amber ofreció ir a servirse algún cóctel y bebida, ofreció su brazo para tener la excusa desde ya de estar lejos de ellos que ahora se fijaran en los otros dos.
— Es parte del protocolo debe ser así cuando se trata de un evento, baile en sociedad. Ya sabe que dependemos de la opinión de los otros y sobre todo cuando nuestros padres tienen títulos, tendrá que acostumbrarse porque es una carga que llevamos los dos para toda la vida. — La aconsejó. La entendía, para la mujer tampoco era muy sencillo aunque él creía que no era para ninguno de los dos, él al ser el primero ya debía seguir manteniendo todo lo que había hecho su padre e incluso mejorar. Era un gran peso que cargaba. —Pero sabes que a lo que a mi respecta, perfectamente me puedes llamar Philippe — Señaló divertido mientras la escuchaba con atención y sintiéndose más cómoda en aquella pequeña privacidad que le habían brindado solo por un momento — ¿Y no quieres casarte no? ¿Sigues con la idea que quieres casarte con tu amor verdadero? ¿Lo has encontrado o aún no encuentras alguien tan increíble como yo? — cuestionó divertido - siempre hacían bromas de ese tipo-, es que la conocía tan bien pero claramente podía entenderla él también quería contar con esa fortuna solo que era muy difícil.
— Comprendo. Espero que no se sienta incomodo igual hemos traído para él un gran obsequio que sé que le gustará — La gente comenzaba a llegar y al poco tiempo la música se escuchaba acorde y armoniosa que incentivaba el ambiente. — Yo también tengo que encontrar pronto una esposa ¿Crees que haya sido a propósito? Porque yo creo que sí...¿Qué piensas?— Soltó y la miró con suavidad manteniendo la copa entre sus manos, sin duda, hasta estaba siendo evidente que no le molestaría estar con ella.
Philippe · Fiesta de cumpleaños · con Amber y la familia Fairchild




- Tesoros de una estrella fugaz:
Shooting Star
Shooting Star

Shooting Star

2724Mensajes :
986Reputación :
Shadow
Shadow
Minerva
Minerva
Minerva
Shooting Star
Juno
Juno
Kathax
Haloway