Turno de Lizz. Los primeros post podéis aprovecharlos para hablar entre vosotros, en el mismo punto en el que os quedáisteis en el post anterior, recién llegados a la cocina. Cuando Lizz lance los dados, se publicará el siguiente post de masterización con el mensaje del tablero

Ronda 1 | Turno de Lizz | Cocina | 16:30H

Apretó con más fuerza a Jazz en sus brazos al ver como el gorila aporreaba la puerta de la cocina, por unos instantes temió que no fuese suficiente para contenerlo y que acabaría devorando a su familia, pero por suerte se cansó pronto y se marchó, intuía que a la habitación principal donde se encontraban, las que estaba seguro, que eran sus crías.

Suspiró y asintió con la cabeza, estaba de acuerdo en que tenían que salir de allí, no tenía pensado esperar a que llegase la policía, ahora mismo lo importante era que todos se pusiesen a salvo, ya darían explicaciones más tarde, testificaría lo que hiciese falta, pero ahora tenían que marcharse de allí. Estuvo a punto de negarse a llevar el juego, pues si los chicos tenían razón y era el causante de todo aquello, no le parecía buena idea llevárselo allá donde fuesen, para que todo volviese a empezar, pero Lizz habló antes que él y quizás tenía razón y era lo mejor, hasta que descubriesen que era todo aquello, así que no dijo nada y siguió a su familia hasta el coche.

—Iremos a un hotel cercano, desde allí volveremos a llamar a la policía y— abrió la puerta del coche mientras hablaba y nada más hacerlo se encontró a la serpiente de frente, era igual o incluso más grande que la anterior que habían matado, aquello era una auténtica pesadilla —¡joder!— gritó cerrando la puerta de un portazo y dejando a Jazz en el suelo para apartarla del coche —hay otra maldita serpiente dentro— se revolvió el pelo, que a aquellas alturas ya era un amasijo horrible —vale, bien, no podemos coger el coche de Lizz— no se veía con fuerzas para intentar matar a otro bicho de esos —miraré en el mío, si hay, otro bicho de esos, tendremos que ir a pie o llamar un taxi, coger un autobús o lo que sea, pero no vamos a quedarnos en esta casa por más tiempo, ¿de acuerdo?— dicho esto entró en el garaje, encendió todas las luces, cogió una linterna y sin abrir el coche empezó a alumbrar hacia el interior del mismo para ver si veía algo.

ronda 1 | turno de Lizz | cocina | 16:30

No le importó nada seguir en los brazos de su padre mientras decidían qué hacer. Permaneció abrazándole porque se había asustado de verdad...
Todo había pasado muy deprisa... Tenía el pecho agitado y solo podía recordar a ese gorila mirando a su padre, estar aterrada, a Scott sujetando su mano, los gritos, abrazar a su padre y la carrera...
Todo era una locura y no le importaba parecer una niña, solo quería abrazar a su padre.

Cuando por fin decidieron irse, Jazz no tenía nada que objetar... Aunque miró la casa con el ceño fruncido, apenada... Era la casa de su madre. Adoraba esa casa por todas las historias que su padre le había contado sobre ella y le gustaba imaginarse cada rincón como si de verdad ella estuviera allí...
Que hubiera un gorila y flores gigantes destrozándole le producía cierto... Dolor. Y era muy confuso...

Suspiró hasta que llegaron al coche... Aunque le apenara dejar la casa la supervivencia iba primero. Y gritó en cuanto vio esa serpiente de nuevo dentro del coche.
Su padre cerró rápido y la dejó en el suelo, apartándola. Ella se quedó a su espalda hasta que decidió ir al garaje.

—¿Cómo ha podido entrar eso en el coche?—Aunque en realidad no era tan difíci, casi era más extraño que hubiera entrado en la casa...
—Papá...— No creía que fuera idea volver a entrar en la casa, aunque fuera en el garaje. Si... sus locuras tenían razón...
Esas cosas iban a ir... ¿Apareciendo? Porque ya habían matado a una serpiente y había aparecido otra... ¿En qué consistía exactamente ese juego?

Se acercó a Scott, aunque un tanto avergonzada porque... Bueno, había ido a buscarla cuando el gorila y se había quedado con ella... ¿Debería agradecerle...?

—Déjame... déjame ver las instrucciones del juego otra vez...—Le pidió, tal vez algo bajito para que no lo escucharan los demás.—Si eso es del juego... tiene que haber algún objetivo, algo que hacer más que salir corriendo... ¿No?

ronda 1 | turno de Lizz | fuera de la casa | 16:30

Ronda 1 | Turno de Lizz | Jardín | 16:30H

Vale, todos estaban de acuerdo en que había que largarse y él también creía que había que llevarse el juego, aunque solo fuera para asegurarse de que nadie tirase los dados, o para seguir con aquella locura, o ... bueno, para algo.
Lo que no esperaba era ver otra maldita serpiente en el coche de su madre. ¿Qué demonios hacía ahí dentro? ¿Es que no era solo una? ¿Cuántas serpientes habían salido de la nada?

Había dado un paso atrás y solo estaba esperando a que los adultos dijeran algo, porque a él ya no le quedaban ideas, si habían entrado en los coches no podrían bajar de forma segura y ni siquiera podían saber si no se encontrarían más de aquellos bichos por el camino.
Vio que Jay iba al garaje para mirar su coche, igual no debería ir solo otra vez, por si aparecía alguna otra cosa.

Pero no dijo nada porque escuchó la voz de Jazz y le pasó el juego, abriendo la parte de las instrucciones, que era lo que quería ver. Las había leído en la cocina y recordaba donde estaba lo que le había hecho pensar que todo aquello podría ser cosa del tablero.- Aquí dice que las consecuencias del juego desaparecerán cuando uno llegue a la casilla del centro. -Le contó, tampoco demasiado alto.- Si eso es cierto... -Había que seguir jugando.- Te tocaría a ti. -Lo dijo de forma que solo ella lo escuchara.

ronda 1 | turno de Lizz | cocina | 16:30