¡Lex! ¡¡Lex!! Salió como un rayo del aula, mirando desesperado hacia los lados, y de refilón consiguió ver su túnica girando en una de las esquinas. Echó a correr tras él sin dejar de llamarle. ¡¡Lex!! ¡¡Espera!! Tuvo que derrapar con las pocas fuerzas, lucidez y control que tenía y casi se mata doblando la esquina, pero logró agarrar a su hermano de la manga a lo justo para casi dejarse caer y ponerse delante suya, cortándole el paso mientras se apoyaba en sus brazos. Lexlexlex. Estaba ahogado, tanto que tuvo que doblar el tronco para respirar. Pero al menos le había detenido.

Se pasó unos instantes agarrado a las mangas de su hermano y tratando de recuperar la respiración. Joder... Como... Corres... Entre la excitación de hacía segundos, el susto y la carrera, demasiado que podía hablar sin desmayarse. Por fa... Vor... Le soltó, colocando una mano en su costado. No... Sé que... Has visto... Pero... Así no iba a ninguna parte. Espera... Inspiró profundamente hasta llenarse los pulmones de aire y trató de modular la respiración, cerrando los ojos. Porque así no había quién le entendiera.

Cuando consiguió recuperarla más o menos se mojó los labios y, tragando saliva, miró a su hermano. Lex... Soltó un poco de aire de nuevo. ¿Podemos... Ir a un sitio más... Privado, para hablar? Sabía que había muchas probabilidades de que su hermano le mandara a la mierda. Lo único que podía utilizar era una expresión de súplica en su rostro. Por favor.

Sus pasos no podían ir más rápidos. Tenía los puños apretados y cruzaba el pasillo de las mazmorras casi como si estuviera volando en su escoba, intentando focalizarse en el maldito prefecto de Slytherin por haberle hecho aquello, sobretodo para que no se le viniera esa imagen a la cabeza.
Que a ver, no era un mojigato—desde hacía unos días más allá del pensamiento—y justamente era él quien solía meterse con su hermano sobre masturbarse y así, y Marcus se escandalizaba... ¡Y el tío iba metiéndose mano con chicas por las aulas! ¡Las aulas de slytherin! ¡Don perfecto!
Cerró los ojos queriendo golpearse mentalmente por pensar en aquello. El prefecto. Ese cabrón que le había enviado allí...
Quería saber por qué.

Y en cuanto escuchó esa voz... Sus piernas se movieron más rápido de forma instintiva... No quería hablar con Marcus. No quería ver a Marcus. Dios no quería explicaciones ni hablar del tema, ni recordarlo, ni volver a verlo claro... ¡Solo quería que desapareciera! ¿¡Iba a tener que arrancarse los ojos?!

—Ay...—Frunció el ceño cuando le agarró, que seguro que no se había lavado las manos... ¡Y a saber lo que había tocado!
Así que cuando se detuvo por el agarre del mayor se sacudió un poco la túnica.—Mejor no me toques...—Dijo alzando un poco sus manos, queriendo formar una barrera, distancia segura, eso mismo.

—¿Hablar? ¿En serio? ¿Es necesario?—Se llevó la mano a la cara, restregándosela un poco. Bueno, debían ser ese tipo de conversaciones que podías tener con tu hermano de forma... normal. Pero por Merlín no quería tenerla... Que allí no estaba Darren para sujetarle la mano por debajo de la mesa o darle palmaditas al acabar.—Ag, vale... Buscar lugares privados suele ser... ya sabes, muy útil en ciertas... ocasiones.—Aunque él también había hecho cosas que no debía en aulas...
¡Pero no era Marcus, prefecto de Ravenclaw!

Al final entró en la primera aula que encontró y desvió la mirada resoplando un poco. Pues nada, ya estaban en un lugar más privado...
Y Lex no podría mirarle a los ojos... Al menos por un rato.

Alzó las palmas de las manos cuando el otro se sacudió. Cuando Lex estaba así de cabreado no era sensato ponerse delante suya, pero pensaba correr el riesgo. No podía dejarle irse así, había sido una metedura de pata por su parte y acababan de arreglar las cosas después de casi una semana sin hablarse. No estaba el momento como para más tensión entre ellos.

¡Sí! Contestó a lo de si era necesario hablar, volviendo a esbozar una expresión suplicante. Por favor. Respiró con alivio cuando Lex aceptó, bajando la cabeza como si acabaran de quitarle un peso de encima. Aunque volvió a subirla con expresión sarcástica cuando añadió esa frase. Vale. Indirecta captada. Quería una conversación en son de paz así que haría todos los esfuerzos del mundo por rebajar el tono, porque si con el cabreo que traía y las habilidades sociales de Lex encima Marcus se le ponía chulito, aquella conversación no iba a durar ni medio minuto.

Cerró la puerta tras él cuando entraron en el aula y buscó tomar asiento. A ver. Se aclaró la garganta. Joder, qué calor tenía, aún no se le había pasado y la carrera y la tensión no favorecían nada que recuperase un estado normal. Sé que... Has visto... Se mojó los labios. ¿Qué? ¿Qué había visto? ¿Qué estaba pasando? Porque estaba tan ido que ni él mismo sabía por dónde iba cuando entró Lex. Miró hacia arriba y empezó a echar un poco de aire, inflando los mofletes y haciendo ruiditos por la boca. Aquello era incómodo hasta decir basta.

Bajó la cabeza de nuevo y negó. Siento... Siento que hayas tenido que ver eso. Ha... No sé como ha pasado, ¿vale? Lo siento. No podía mirarle directamente, solo soltarlo y ya está. Había... Alguien se dejó una Amortentia en un caldero y... En fin. Supongo que ya sabes el efecto que tiene. O debería, que en sexto era cuando se estudiaba. Se rascó la cabeza sin levantar la mirada. Eemm... Bueno, emm... Supongo que hay algunas cosillas... Que no te he contado. Bajó ambas manos y se frotó un poco las rodillas con nerviosismo. Alice y yo... Solo somos amigos, ¿vale? Tú lo sabes, somos amigos desde el primer día de colegio, tenemos una relación muy estrecha. Toda su familia tenía una relación estrecha con los Gallia, eso no debía de pillar de nuevas a Lex. Pero... Han pasado... Algunas cosas, a veces. Y... Bueno...

Pues él también sentía haberlo visto... No solo por... aquello en sí, si no por todo lo demás. Marcus, el perfecto prefecto haciendo esas cosas en un aula... Próxima a la sala de slytherin. Con la de sermones que iba soltando... Pues no era algo que se hubiera planteado nunca que podría pasar así que le había dejado un poco en shock...
Que era un poco difícil de asimilar y eso... Y más si su hermano reaccionaba así.
Que a ver, él era el primero que se burlaba de Marcus con verle tocándose al hacer legeremancia... Pero eran bromas, bromas...
De eso a verlo en esa actitud de verdad... Menos mal que no había visto nada en realidad... con detalle.

—¿Una amortentia?—Pues no, aún no había llegado a eso pero le hizo fruncir el ceño, porque si en clase iban a ponerse todos en ese plan iba a ser como... Raro. No en serio, ¿Eso hacía? Porque... como que no le parecía lo mejor para una escuela...
Pero en fin, tampoco iba a ponerse a darle vueltas, aunque sí le inquietaba un poco la clase que tuvieran que estudiarla.

Si que miró a su hermano cuando dijo que había cosillas que no le había contado... ¿En serio? Porque pensaba que era por la amortentia...
Pero al parecer no.—Así que... sois amigos... pero a veces... Wow...—Dijo abiendo los ojos y pasando su mano por su boca como si pudiera quitarse algo de allí que no había. Entonces frunció el ceño.—Espera... Espera... Tu me la liaste con lo de Darrren porque no te lo había dicho...—Le miró casi de forma acusatoria, entrecerrando los ojos, pero luego relajó la expresión.—Mira lo que hagas con tus amigas no es cosa mía... Pero el prefecto de Slytherin me dijo que me habías llamado y su cara se la voy a partir.—Dijo algo enfurruñado y se sentó en una de las mesas.

De todos modos... Aquello hizo que no pudiera evitar pensar en lo que acababa de mencionar. Él sabía por qué no le había contado lo del tejón pero...—¿Por qué no me dijiste de Alice?—Aunque bien pensado... Ahora iba a ser más incómodo encontrársela todavía...
—Y en un aula... ¿Y si no hubiera entrado yo? Os habrían pillado...—Vale, igual se estaba emocionando pero las ocasiones en las que podía reprender a su hermano eran muy escasas, de hecho igual era la primera y no podía dejarlo pasar...
Y no le faltaba razón en lo que decía.