-Sabes bien cuando lo has sido, no me hagas repetir las veces. – Murmuro por lo bajo, sonriendo mientras escondía su rostro en su cuello por unos segundos. Todo lo que él le hacía sentir dudaba que alguien más se lo hiciera sentir algún día.

Se acomodó con él para dormir, escondiendo su rostro en su cuello y bostezando. – Solo debes confiar en mí, no tengo ojos para nadie más. – Murmuro, intentando no quedarse dormida pero luego del día largo que había tenido le estaba costando enormemente no hacerlo.

Jazz amaneció aquel día con dolor de cabeza por el alcohol que había tomado pero nada que un te y un Ibuprofeno no solucionaran. Le encantaba poder despertar abrazado a Destiny, pero tenía muchas cosas que hacer, como ir por sus cosas a lo del gordo y buscar algún laburo para safar por el momento. El gordo iba a ayudarlo con eso.

Al salir y hacer un par de metros se había cruzado con su padre y cuando este le reconoció y le gritó que volviera, que iba a arrepentirse no le alcanzaron las piernas para correr hasta la parada del colectivo, temblando. Todo el camino siguió muy tenso, por suerte el gordo tenía buenas noticias para él. Tenía los documentos, algo de dinero y las fotografías de su madre. El lo abrazó con fuerza, porque eso era un favorazo.  

Pero eso no era todo, le había comentado que en el galpón que habían ido a ver rapear también se organizaban luchas libres y había un buen entrenador, los ojos le brillaron al saber aquello, iban a ir al otro día a ver qué se podía hacer, sabía que con aquello se ganaba mucha guita.

Le mandó un mensaje a Dest diciéndole que iba a buscarla al laburo, de paso veía algo de ropa para ponerse para lo entrenamientos. De seguro ella iba a estar feliz por él, al menos era lo que deseaba.

Cuando el despertador sonó busco con su mano a Jazz a su lado, pero al no sentirlo simplemente frunció el ceño. Se sobo los ojos y al levantarse para ver la hora, dio un salto. Debía darse una ducha demasiado rápida para llegar al trabajo, no se había dado cuenta que en algún momento había pospuesto la alarma y era evidente que iba a terminar llegando tarde.

Para su suerte pudo llegar a tiempo, pero recién entrado el mediodía pudo enviarle un mensaje a Jazz, diciéndole que se alegraba por él, que se veían en la noche porque estaba tapada de trabajo. El día había sido demasiado intenso en el trabajo y cada vez tenía más ganas que las cosas funcionaran para poder tener su papel y poder dejar ese trabajo.

“Recién salgo del trabajo ¿Compro algo para cenar?” si él había estado todo el día fuera seguramente no tendría ganas de cocinar y ella no tenía ganas tampoco de hacerlo luego del día que había tenido.

Destiny no había querido que le pasara a buscar por el trabajo por lo que Jazz tuvo que cambiar la dirección y pasó por el hospital Martinez para hablar de su tratamiento con la médica que seguía su caso. Le daba algo de vergüenza escucharla hablar de su cuerpo y como éste comenzaría a cambiar. No se sentía preparado, con todo lo que había sucedido, era normal le habían dicho y nadie le apuraría en nada.

Tenía un short y una musculosa nueva cuando llegó a casa de Destiny. Pero realmente no le gustaba como le quedaba mirándose en el baño.

- Puedes traer un poco de fideos para hacer o lo que quieras amor.. - le mandó un audio recostado en la cama, sin demasiado ánimo de comer en realidad.

Compro unos fideos caseros y algo de carne para hacer con salsa, se le antojaba aquella noche y más luego del día tan largo que había tenido. Al llegar entro, dejo las cosas en la heladera y fue en su búsqueda, encontrándolo en la cama y mirándolo con una sonrisa. – ¿Por qué tenes cara como si te hubiera pasado un tren por encima? – Bromeaba, claro estaba, aunque intentaba siempre quitarle un poco de dramatismo a toda la situación que vivían.

Se acercó a él y se sentó en la cama, al lado de donde se encontraba y paso sus dedos por su mejilla, acariciándola suavemente mientras lo miraba. – ¿Cómo te fue hoy? ¿Día muy largo?

Él se había puesto los auriculares para escuchar algo de música mientras esperaba a su novia, pero lo cierto es que estaba de mal humor y debería intentar dormir para no arruinar la relación pero al verla llegar hacia él y mimarlo no pudo hacer más que moverse para abrazar su cintura.

- Fue largo, los chicos sacaron mis documentos y algo de dinero de casa, compré algo de ropa y el resto te lo dejé en el cajón. No quiero ser un mantenido así que conseguiré un trabajo.. - no podía dejar que ella se hiciera cargo sola de traer dinero a casa, ya le debía demasiado.

- Y la ropa me queda horrible, odio mis tetas.. - mascullo poniendo la cabeza en su regazo. Jazz resoplo. - Y mi novia aún no me da un beso.. - siguió con su cantinela, haciéndole ojitos para que se compadezca de él.

Acarició su cabello con ternura mientras lo escuchaba, podía ser un día eterno y tedioso pero cada vez que estaba con Jazz simplemente sentía que todo iba a mejorar eventualmente. Juntos podían salir adelante, siempre lo habían hecho cuando eran amigos, como pareja debería ser aún más sencillo. – Quiero que esa plata la uses para vos, no para mí. Si andamos bien con mi laburo y si todo sigue piola dentro de poco vamos a andar más holgados. Dale, no seas orgulloso. – Pidió, sabiendo que podía ser complicado para él verlo de esa manera.

Sonrió levemente por sus palabras y, antes de hablar, se inclinó para besar sus labios suavemente por unos segundos antes de separarse. – Todo eso tiene solución, lo último ya está, lo otro sabes que tenes que tener un poco de paciencia y que el proceso no es tan rápido. – Sabia que la mastectomía era complicada y no quería que se pusiera en riesgo.– Y decis giladas, si todo te queda lindo a vos. – Se inclinó y lo beso un poco más profundamente, queriendo distraerlo un poco más.

Quería pensar en positivo, que todo iba a ser mejor con ella, que podían progresar e irse lejos de allí, dónde ya no tendría que ver la cara horrible de su padre y sus amigos nunca más. Él suspiró, no iba a gastar ese dinero, pero iba a usarlo para tener más comida y algunas cosas de higiene para ambos.

Le correspondió el beso cambiando su gesto a una media sonrisa, porque besarla siempre le alegraría el día.

- Si que tengo suerte, el minon que tengo en frente.. - susurró mientras acariciaba su cintura, quería que su cuerpo cambiara pero todo era demasiado pronto luego del aborto.

- Te amo.. te amo.. - jugó con ella dándole pequeños besos en su mejilla y su cuello. Aún no le decía lo del boxeo, no creía que ella lo tomara a bien si eso exigía que lo golpearan, pero en algún momento tenía que hablarlo.

Soltó una risa por lo que le decía, muchas veces varios chicos habían intentado levantarla diciéndole algo por el estilo, pero ninguno definitivamente había logrado hacerle sentir lo que él le hacía sentir cuando se lo decía. Cuando habían sido amigos lo había visto, aunque siempre había sido bastante reacia a aceptar ese tipo de cumplidos. – Eso porque me queres, aunque bueno, no me voy a quejar si así te quedas conmigo. – Bromeo con una media sonrisa.

Sonreía por los besos, abrazándolo con fuerza. – Te amo. – Repitió, buscando sus labios y besándolo profundamente por unos momentos hasta que llego la necesidad de respirar, separándose un poco agitada pero sonriente. – Si seguimos acá no vamos a comer nada. – Bromeo, dejando un beso en su mejilla y luego rozando su nariz con la ajena. – El finde parece que tengo libre por un franco que me debían, podríamos irnos a la laguna a pasar el día con la carpa.

- Siempre me voy a.. quedar con vos mi amor.. - le dijo sonriendo contra sus labios, le encantaba poder pasar tiempo con ella de esa manera y si le preguntaban a él podía dejar pasar una cena por besarla y mimarla de esa manera.

- Hay que comer? - se quejó haciéndole un puchero fingido mientras se levantaba y volvía a pegarla a su cuerpo para robarle otro beso.

- Me gusta la idea, cualquier cosa por irme de este barrio.. - ni bien salía a la puerta podía ver a alguien relacionado con su padre y aquello le hacía tener náuseas.

Jazz miró las comprar y puso el agua a calentar para los fideos. - El gordo consiguió que me den clases de defensa personal en el galpón donde canté la otra vez.. quien te dice quizás tengas un novio boxeador en algún momento.. - el sonrió mientras le echaba sal al agua y revolvía un poco.

Asintió, manteniendo la sonrisa y alejándose un poco de él porque sino no iban a comer nada. – Hey, basta, dije que hay que comer. – Bromeo, aunque más que nada quería reírse en ese momento por la situación. Ya tendrían tiempo para estar juntos, en ese momento tenían otras preocupaciones como comer y luego ver que iban a hacer. – Dale, le voy a pedir al gordo la carpa entonces así nos vamos. Tengo que averiguar bien el horario de los micros así nos tomamos uno. – Le parecía mucho más cómodo que andar tomando muchos transportes y, por las pocas veces que salían, creía que podrían permitírselo.

Su ceño se frunció ligeramente, de manera inevitable, ante lo que le comentaba. Primero iba a matar al gordo por hacerlo ir ahí cuando no era una buena idea, especialmente porque a ella no le gustaba para nada la idea de que estuviera dando vueltas en un lugar donde podrían golpearlo continuamente. – Pero…ser boxeador implica que te estén golpeando y eso ¿No? – Cuestiono mientras se apoyaba en la mesada y lo miraba, intentando que no se le notara demasiado que no le agradaba la idea, a pesar de todo, era la vida ajena y no la suya aunque si compartían una vida juntos de alguna manera.

Jazz termino de cocinar los fideos y los emplato cuidadosamente, había visto algunos vídeos de tik tok y siempre intentaba imitarlos aunque no tenía muchos ingredientes para que se vieran tan buenas.

Jazz sonrió al escucharla, quería ese pequeño viaje a la laguna, hacía mucho tiempo no iba allí, creía que antes de que su madre muriera.

- Me pegaran si, pero podré defenderme si algo llegara a pasar, no quiero más abusos en mi vida mi amor.. - le dijo y sabía que no sería fácil, muchos no entendían lo que le pasaba y en la villa solo se dejaban llevar por eso, era alguien diferente.

- Quiero ser boxeador.. sabes que no me aceptaran en un trabajo de vendedor o algo por el estilo. No es lo mío.. - y los prejuicios seguían allí, Jazz quería aceptar esa oportunidad de poder valerse por sí mismo.

Comió un poco de fideos y la miró con una sonrisa. - Seré el mejor.. - le dijo, queriendo tranquilizarla con eso. - Los haré cagar a todos.. - le dijo riendo antes de limpiarse la boca con una servilleta, completamente seguro de lo que iba a hacer.

Asintió, entendía que no quisiera más abusos luego de todo lo que había tenido que pasar, pero al mismo tiempo no podía negar que le daba miedo de que alguien lo golpeara mal o que su padre justamente se aprovechara de la situación para que hacer que algo malo le sucediera. – Lo entiendo y sabes que jamás te diría nada con respecto a eso, simplemente…tengo miedo de que alguien te golpee. – Le dedico con una media sonrisa mientras se encogía de hombros, intentando dejar de pensar tanto en todo aquello.

Se sentó a la mesa con él, comiendo un poco de fideos mientras lo escuchaba. – No es que ilusione mucho pero sabes que si esa es tu decisión yo voy a apoyarte. – Se lo dejo en claro porque, ante todo, lo quería tanto que no le importaría apoyarlo en el camino que tomara a pesar de que no estuviera del todo de acuerdo.

Giro los ojos con una sonrisa, tragando los fideos y apuntándolo con el tenedor. – No quiero que hagas lo que te han hecho, la venganza no es buena. No te conviertas en un bravucón. – Dejo en claro, porque confiaba en él pero con todo lo que le habían hecho no dudaba que podía ceder un poco a aquellos bajos instintos.

Asintió, dejando un corto beso en sus labios mientras acariciaba sus mejillas. No quería pensar mal, quizás estaba tan acostumbrada a que todo les fuera complicado y por eso mismo tenía miedo que las cosas terminaran complicándose por lo menos un poco más. – Esta bien, pero no pasara nada malo por lo que no tienes porque defenderme. – Dejo en claro, no quería meterlo en problemas por su causa.

Una vez que estuvo listo asintió, yendo a cambiarse por algo más cómodo y luego saliendo con él, tomando su mano para que salieran de la casa. – Va a ser un largo camino. – Bromeo, yendo a la parada y jugueteando con sus dedos mientras esperaban el colectivo.

Una vez llego el colectivo se subieron, se sentó con él detrás de todo y entrelazo sus dedos con los de él, acariciándolos mientras miraba por la ventana. – En el tren si queres arrancamos con el mate. – Bromeo, aunque seguramente estaba lleno todavía.

Estaba seguro que los problemas vendrían en algún problema, tenían un largo camino que recorrer y aún no se iban de la villa, su padre seguía cerca y sus amigos. Jazz no quiso contestarle por no arruinar el problema por lo que se puso un bermuda y su musculosa de boca y salió con ella, con su mano entrelazada. Le encantaba pasear con ella de esa manera, mientras no los conocieran estaba bien y podían disfrutar del viaje. Jazz acomodo su cabeza en el hombro de ella, medio recostado contra ella.

- Por mi podemos empezar ya con el mate.. - se rió el porque después de comer siempre aceptaba unos verdes.

Tomó este y lo preparó como le gustaba a su novia, pasándolo y abrazando al termo mientras la mirada.

- A veces no puedo creer la suerte que tengo.. - le dijo con media sonrisa, porque tenerla era demasiado importante para él. - Vas a acompañarme al hospital la semana próxima? Tengo una reunión con la doctora.. - le dijo, algo entusiasmado con su proceso.

Mientras algunas personas después de comer tenían que esperar bastante tiempo para tomar mate, él siempre los aceptaba casi instantáneamente y la verdad era que a ella no le molestaba en lo absoluto. Con el tiempo se había acostumbrado a tomar mate todo el tiempo, culpa de Jazz, claro estaba. – No sé para que te pregunto si sé lo que vas a responder. – Bromeo sonriendo, mirando por la ventana mientras él preparaba el mate.

Tenían un buen rato hasta que llegaran donde tenían que tomar el tren, así que acepto el mate que le daba, sonrojándose ligeramente por sus palabras. – Sabes que la suerte la tengo yo. – No lo dudaba, en su vida había conocido una persona tan buena como él, siempre lo había creído y desde que estaban juntos todo era mucho mejor. – Si, decime bien el horario y veo si me puedo escapar del laburo de alguna manera. – Faltaba poco para que pudiera renunciar, pero, si era necesario, pasaría parte de enferma para poder acompañarlo a la cita con la doctora. – ¿Qué tenes que hablar con la doctora?

Le encantaba tomar mate y viajar, aunque fuera en ese viejo colectivo de línea. Jazz sonrió apoyando su cabeza en su hombro y dejando un beso allí. La suerte la tenían ambos, por tenerse a si mismos en ese lugar que a veces era tan difícil.

- Tengo la última revisión.. - contesto, el chequeo para dejarles tranquilos que todo estaba en orden con su cuerpo luego de casi morir desangrado por ese maldito aborto clandestino.

- Quiero estar bien e informarme de todo, como estar con vos, sentirme bien y no se, comenzar el proceso? No estoy muy seguro de eso pero.. - se encogió de hombros, allí les dirían si era lo ideal a su edad.

Con ella la disforia de género parecía que se esfumaba, porque lo comprendía y amaba por como era. Hizo un poco de ruido de mate y miró hacia afuera, volviendo a servirle a ella.

Asintió, lamentablemente no podía acompañarlo por el tema del trabajo, pero intentaría encontrar la manera para poder escaparse. – Ojalá pueda escaparme para poder acompañarte, voy a hacer lo posible. – Aunque dudaba por como estaba la situación en su trabajo, pero intentaría hacerlo de la mejor manera posible para poder ir con él. No quería que tuviera que pasar por todo aquello solo, aunque seguramente entendería que era por trabajo y no por otra cosa.

Ladeo el rostro mirándolo con atención. Entendía aquello. – Te tenes que sacar todas las dudas, aunque creo que el tratamiento viene de lo más bien ¿No? Tendrías que preguntarle el tema del deporte que vas a empezar a hacer. – Porque suponía que iba a tener que ver como estaba su estado físico y tratamiento para poder hacer un deporte de tanto contacto. – Estaría bueno que si vas a arrancar eso posta te hagas los estudios para saber que todo va bien. – Compartió, agarrando el mate y bebiendo un poco del mismo.

Todavía no había comenzado con el tratamiento de hormonas y aún así cada vez que lo pensaba se sentía nervioso, no sabía cuánto quería que su cuerpo cambiara, ni si estaba preparado. Sonrió mirando a Destiny y apoyando su nariz en la suya.

- Vos no te preocupes de nada, que yo voy y vuelvo derechito a la casa.. - le dijo dejando un beso cariñoso en los labios de su novia. Ella tenía razón, debía preguntar todo, y si el boxeo necesitara estudios lo haría, sabía que era un tema complicado aquel porque no le dejarían competir contra otros hombres, mucho menos cis, que sería una lucha, pero al comenzar solo quería aprender y eso no se lo iban a negar.

Cuando tomaron el tren Jazz tomó de la cintura a Destiny pues estaba demasiado lleno. - Sonará medio cursi pero siempre soñé ir con vos, a una cita, y lo estamos haciendo mi amor.. - le dijo, acariciando su mejilla.

Correspondió el beso sin dudarlo, sonriendo de lado apenas levemente mientras asentía, se quedaba más tranquila si era así pero no por él sino porque mientras siguieran en el barrio la verdad era que en cualquier momento el padre ajeno podía utilizar a los idiotas que siempre habían andado con él para poder dañarla. – Espero que sí eh, no me vaya a enterar yo que mientras andas trabajando andas con alguna minita eh. – dejo en claro con una sonrisa divertida, porque si había alguien en quien confiaba ciegamente era en él, más que en cualquier otra persona en el mundo.

Se pego bien a él, sonriendo y dejando un beso corto en sus labios, poco le importaba si la gente la veía o no aunque su representante le había hecho mención que debería bajar el perfil pero nadie la conocía, no podía pedirle simplemente que no estuviera con su novio normalmente. – Las citas improvisadas son las mejores del mundo ¿No te parece?

El no se imaginaba estando con nadie más que Destiny, era su primer amor, quien lo salvaba de su vida de abusos, quien estaba allí en todo lo que se presentaba, y además, las chicas no le gustaban, ni los chicos tampoco, solo Destiny, lo que concebía como relaciones amorosas no era lo que todos conocían. Para el era muy difícil siendo prostituido tantas veces por todos esos hombres.

- Solo voy a amarte a vos mi flaca.. - le dijo abrazándola fuerte mientras el tren se movía un poco más. Cuando frenó Jazz bajo con su novia de la mano.

- Las citas con vos.. - el le sonrió antes de correr para llegar a la laguna, le gustaba esa parte porque no había mucha gente y podían nadar sin problema.

Sonrió por sus palabras, porque en Jazz si confiaba y estaba segura que iba a ser así. Siempre habían estado destinados a estar juntos, eso era caro, en un primer momento como amigos y ya llegando a la adultez era claro que sus sentimientos habían ido mutando inevitablemente. – Más te vale, sino te fajo. – Le dijo jugando un poco, sonriendo y tirándole un beso como si nada. Para ella por lo menos era divertido pensar en ponerlo nervioso, disfrutaba todo eso nuevo que estaban descubriendo poco a poco juntos.

Sonrió y lo siguió hasta el borde de la laguna, sentándose en el pasto mientras se dedicaba a tomar el primer mate y después extendiéndole un mate para que lo tomara también. – Acá vamos a estar re tranqui, traje el off y lo tengo en la mochila por si queres antes que te llenes de ronchas. – Se conocían lo suficientemente bien como para saber que se iba a brotar todo si no se ponía off.

Jazz se rió al escucharle, estaba seguro que ella jamás le pagaría y solo estaba jugando, pero el recuerdo de su padre era latente. No iba a dejar que arruinada su cita con Destiny. - Vos y cuantos más? - preguntó mordiendo su hombro despacio.

Jazz se puso off en todos los sitios que siempre le picaban y se lo devolvió. - Siempre pensas en todo, te amo.. - le dijo antes de sacarle las zapatillas y hacer lo mismo con las suyas.

Jazz la jaló de la mano - Vamos al agua Dest.. - le dijo y no frenó antes de que ambos terminarán saltando al lago de la mano.

Por lo menos las cosas comenzaban a ir cada vez mejor, si todo salía bien Cristian ya le había dicho que iba a conseguirle un buen departamento, que solo faltaba ultimar detalles. Que él se encargaría al principio y con su primer cheque podía pagarlo, era una oportunidad que no podía desperdiciar teniendo en cuenta que no tendría otra así, sin contar que la convivencia con su madre realmente era cada vez peor y quería estar tranquila, especialmente tener tranquilidad para los dos con todo el mal momento que Jazz estaba pasando.

Le envió un mensaje para que la esperara en la parada como hacían siempre, que llevara el mate así podían ir a la plaza a tomar algunos y pasar un rato juntos. Últimamente con el tema de la novela no tenia tanto tiempo como siempre, pero quería aprovechar los pocos momentos que tenía para pasar con ella de la mejor manera posible. Además, tenia que hablar de la posibilidad real de que se mudara con ella y para eso necesitaba tranquilidad y que su madre no estuviera metiendo las narices donde no le importaba.