Empezó en Navidad.

La fiesta navideña del Arsenal FC era una tradición que llevaba celebrándose desde prácticamente la fundación del club. Este año en particular había más alegría que la acostumbrada porque el equipo estaba haciendo una buena campaña y había grandes expectativas para ganar la liga inglesa.

Darien, defensa titular desde hacía varias campañas, estaba en su elemento. Las fiestas parecían su hábitat natural y sus compañeros siempre coincidían en que era el alma del equipo. Incluso si habían perdido un partido, Darien siempre hallaba la manera de mantener los ánimos en alto. Sin embargo, para esta fiesta en particular, su favorita en todo el calendario liguero, su cita le canceló al último momento. Incapaz de conseguir en menos de veinticuatro horas un reemplazo, Darien decidió asistir a la fiesta de navidad completamente solo, aunque eso significaría someterse un poco a las burlas del resto de sus compañeros. Ese era el precio a pagar por ser el más bromista de todos: nadie iba a perder la oportunidad de hacerlo blanco de burlas e ironías por unas horas.

Eleanor, en cambio, llegó directo de Escocia dos días antes de la fiesta para ayudar a un amigo. Ella y Neil Carter, portero titular del Arsenal, se conocían desde hacía mucho tiempo y el chico le pidió que por favor le hiciera compañía en la fiesta de Navidad. Eleanor no conocía todos los detalles, sólo que Neil no estaba pasando por un buen momento sentimental y a ella no le molestaba ponerse un lindo vestido, sonreír para las cámaras y pasarlo bien por una noche. Ella había nacido en el ojo público y ahora se dedicaba al deporte ecuestre, estaba acostumbrada, así que no veía por qué algo tenía que salir mal.

En esa fiesta de Navidad, Darien conoció a la mujer más hermosa que hubiera visto antes y Eleanor apenas podía creer que ese hombre hablara tantas palabras por minuto. Él sólo quería saber más de ella, mientras que ella tan sólo esperaba que la noche terminara.

Ninguno de los dos tenía idea de qué les tenía preparado el destino.

	Eleanor Grosvenor
	Jinete Ecuestre - 29 años - Lucy Boynton - Juno

Darien Boka
Futbolista - 27 años - Daniel Kaluuya - Minerva

One on One - Original - Realista - Juno & Minerva

Eleanor estaba preciosa. Era un sol a mediodía, radiante, iluminando lo que hasta ahora había sido una pésima semana. Aunque Darien se esforzaba en mantener el buen humor, no había sido nada fácil. Redmayne estaba enojado con él. Aunque era un entrenador justo y no hizo nada extremo como enviarlo a entrenar con la reserva, era evidente que estaba enojado cada vez que le daba una instrucción escupiendo su apellido más que diciéndolo.

Sus compañeros tampoco estaban muy felices con él, en especial sus compañeros de la línea de defensa. Entendía su aprensión a cómo ser parte de una noticia así podía afectar la percepción de los árbitros. Nadie sabía mejor que ellos que nunca eran objetivos realmente.

Y luego estaba la prensa, tanto la rosa como la deportiva, siguiéndolo e importunándolo todo el rato. Lo odiaba.

Las palabras de Eleanor eran un bálsamo, una luz... Extendió una mano hacia ella, tenía la sensación de que, si podía tocar su mano se sentiría un poco mejor.

—No tienes que disculparte por nada—le recordó, como ya se lo había dicho varias veces. —Esos hombres fueron los culpables de todo.

Debía admitir que no había seguido su propio consejo y había leído las redes sociales, así que sabía que lo de la comunidad ecuestre era cierto. Había gente que creía que había sido caballeroso de su parte saltar a defender a Elle. Pero no todo el mundo lo veía así. Ahora, también sabía que debido a eso había muchas especulaciones.

—¿Cómo has estado tú?—le preguntó, aunque habían hablado esos días no era lo mismo preguntar en persona. —¿Te está molestando mucho la prensa? Es lo que más me preocupa de todo esto, haberte puesto en la mira.

Por un momento había pensado que el incidente arruinaría las cosas entre ellos, pero ahora Eleanor estaba ahí para verlo y hablarle, tras hacer que Neil la llevara hasta su centro de entrenamiento... Así que tal vez las cosas no iban tan mal como había temido.

Con Eleanor - London Colney - Abril - 13.00hrs

Estaba segura de que Darien le había dicho al menos una docena de veces que lo sucedido no era su culpa. Ella sabía que en teoría tenía toda la razón, Eleanor no tenía la culpa ni era responsable de cómo se habían comportado esos hinchas que bien podían protagonizar la secuela de Hooligans. Sin embargo, sí que fue su idea ir hasta ese pub porque pensó que podían pasarlo bien. Tenía que poner en perspectiva que la fama de Darien era mucho más amplia que la suya y que, además, en temporada de fútbol bien podía ser una persona indeseada fuera del norte de Londres.

Cuando sostuvo la mano de Darien, dio un par de pasos al frente y empinó los pies para que sus frentes chocaran por un instante.

Sí que lo había extrañado.

—He estado bien, estuve en Escocia unos días, no sé si te había dicho pero la madre de Willow volvió a dar a luz. No siempre puedo, pero me encanta estar con los veterinarios al momento del alumbramiento. ¡Fue un macho! Es idéntico a Willow, pero tiene una mancha blanca en la frente, es precioso, luego te muestro fotos… —Eleanor se sintió apenada cuando se dio cuenta de que estaba hablando demasiado.

Pero así le pasaba cuando hablaba de sus caballos. La madre de Willow había sido una yegua maravillosa en su momento de gloria y estaba segura de que su legado se transmitiría a su descendencia. Acarició la mano de Darien, deseando poder llevarlo a Escocia cuando hubiera la oportunidad. ¿No viajaban por todo Reino Unido para la FA Cup? Tendría que interrogar fervientemente a Neil al respecto.

—No te preocupes por la prensa, la verdad. Eso sí, debo decir que no alcancé a dimensionar el poderío del fútbol. ¡Hasta gané seguidores en Instagram! En general no le pongo mucha atención, pero son cuentas fan del Arsenal… —Eleanor soltó una risita nerviosa pues supo cómo sonaba aquello. Cuando le echó los brazos al cuello de Darien, agradeció que estuvieran en un recinto cerrado y que no hubiera gente dispuesta a tomarle fotos—. Ya no vas a poder deshacerte de mí.

Cuando se separó de él, le dio un toquecito al automóvil de Darien, haciéndole señas para que fuera un caballero y le abriese la puerta.

Con Darien - London Colney - Abril - 13.00hrs

Eleanor irradiaba calidez, o al menos eso le parecía porque verla y escucharla hablar tan radiante le estaba haciendo sentir mejor de lo que se había sentido en toda la semana. El entusiasmo con el que hablaba de sus caballos era contagioso. Se sentía aliviado de solo tomar sus manos y sentir que su mirada estaba fija en él.

Le habría gustado seguir escuchando de sus caballos y su vida, pero empezó a hablar de los fanáticos y las redes sociales.

—Estoy evitando las redes sociales por ahora, mi representante dijo que era lo mejor—confesó. No era el tipo de persona que se sentía afectada fácilmente por lo que decían otros, pero todos le habían dicho que no eran lo mismo comentarios aislados que una masa de gente atacando, y sabía que no todo el mundo se había tomado a bien sus acciones.—Pero me alegra que sacaras algo bueno de todo esto. Los gunners son muy fieles.

Sus últimas palabras, sin embargo, lo encandilaron. Tiró de sus manos, para acortar el espacio entre ellos.

—¿Realmente se te ocurre algún contexto en el que quisiera deshacerme de ti?—preguntó con un tono ligeramente de broma. —Eso es lo mejor que podrías haberme dicho.

Inclinó la cabeza para acercar su frente a la de ella y apoyarse ahí una vez más. Elanor era lo mejor que le había pasado desde que había ido a vivir a Inglaterra, y eso que casi todo lo bueno que le había pasado en la vida le había pasado en Londres.

Con Eleanor - London Colney - Abril - 13.00hrs

A Eleanor le dio pensar saber que Darien estaba evitando las redes sociales. Aunque ella desde pequeña estaba acostumbrada a las cámaras, pues sabía que el título nobiliario de su padre los ponía tanto a ella como a su hermano en el radar, no tenía absolutamente nada que ver con el lío mediático que tenía Darien al ser un jugador de fútbol. Ella ya había tenido un acercamiento a la locura que podía ser desde que invitó a Darien a ese pub y no se imaginaba lo que sería vivir lo mismo día a día.

Eleanor quiso decirle algo más, pero Darien apoyó su frente contra la suya y ella se quedó callada un instante. Apretó los labios y cerró los ojos, concentrándose en ese momento.

—Anda, ya no estamos en un pub en mitad de la nada, ni voy a volver a cometer una locura así, lo prometo. ¿Tienes tiempo? Pensaba que podíamos comer y así pasar algo de tiempo juntos. Todavía tengo una temporada en Londres… —Eleanor no quería decir que así podían aprovechar el tiempo, tampoco quería parecer una chica desesperada.

Si Darien decía que sí, tenía unas cuantas ideas de adónde podían ir. Quizás, si la velada se prolongaba lo suficiente, ella estaba dispuesta a invitarlo a casa. Eleanor era una mujer ocupada y no invitaba a cualquier persona a su casa, ese era su recinto sagrado, reservado sólo para personas de su círculo cero. Si invitaba a Darien a su casa, estaba segura de que eso significaría que no había vuelta atrás.

Estaba preparándose para que sus amigas continuaran acosándola y metiéndose con ella hasta el infinito.

—¿Qué dices? —volvió a preguntar, balanceándose sobre los talones, esperando ansiosa la respuesta de Darien.

Con Darien - London Colney - Abril - 13.00hrs

A pesar de lo difícil de los últimos días y de venir de un cansado entrenamiento, de repente Darien se sentía lleno de ánimo y energía. Sin pensarlo mucho, rodeó la cintura de Eleanor con ambos brazos y la atrajo hacia él. Era lo mejor que le había pasado en la vida.

No era la primera vez que pensaba eso.

—Por supuesto que tengo tiempo para estar contigo—declaró con seguridad. Si hubiera tenido algo, lo habría cancelado. —¿Pero estás segura de que quieres correr el riesgo? Los paparazzi pueden seguirnos donde vayamos. No me importa, pero no quiero que sea otra experiencia desagradable para ti: no quiero que después no quieras repetir lo de salir conmigo.

En ese momento seguían en el ojo de la noticia, así que era una preocupación válida. A él le daba igual que Redmayne lo regañara de nuevo por distraerse y distraer al grupo... Si era por Elle valía la pena.

—Igual tengo mucha curiosidad por qué tienes en mente—añadió. —Nuestra última cita fue uno de los momentos más acontecidos de mi vida.

Usó un tomo ligeramente bromista, pero cálido, abrazándola contra él. También ahí podían sacarles una fotografía y reventar las redes. Pero no le importaba.

Si algo le había quedado claro con todo esto era lo mucho que quería esta relación con Eleanor, le costara lo que le costara. Que lo hubiera ido a buscar ahí le daba esperanzas de que ella quisiera lo mismo.

Con Eleanor - London Colney - Abril - 13.00hrs

En otro tipo de circunstancias, Eleanor se hubiera ofendido ante la pregunta de Darien. O, por lo menos, hubiera fingido ofenderse. ¡Por supuesto que estaba dispuesta a tomar riesgos! Pero después de lo que había pasado, quizás era mejor dejarse de sarcasmos o de medias tintas y decir las cosas directamente. Así que se puso de puntitas, porque Darien era unos cuantos centímetros más alto que ella, y le tocó el rostro con ambas manos. Eleanor le regaló una sonrisa.

—Por supuesto que quiero correr riesgos. Vine hasta aquí, ¿no? A pesar de que sé que no es tan buena idea eso de hacer alborotos en la vía pública. Pero Neil me dijo que tus compañeros sabían ser discretos, así que me arriesgué —dijo, sin perder la sonrisa en ningún momento.

La verdad era que la otra ocasión había sido un poco impulsiva, dejándose llevar por cómo haría ella las cosas naturalmente. Sin embargo, después del fiasco que se habían llevado, Eleanor no estaba dispuesta a tropezar dos veces con la misma piedra, sería bastante cuidadosa. Sabía serlo, y no quería que Darien siguiera en el ojo del huracán por su culpa.

Cuando estuvieron los dos en el auto, Eleanor lo miró con una sonrisa cómplice.

—Yo te guiaré —anunció, alzando ambas cejas—. Te prometo que será un lugar muy discreto. Suelo ir a comer allí desde hace mucho tiempo y la dueña es amiga de mi madre. Es un restaurante tailandés, pero tiene una terraza en la azotea. Está techada, así que incluso si Londres decide hacernos una mala pasada.

Había hablado con Giulia, la dueña, quien le dijo que no estaba en el país pero que había dejado instrucciones expresas para dejarlos entrar por la puerta que era habitualmente para el personal. Eleanor lo tenía todo más planeado, sobre todo porque no se le escapaba el comentario de Darien sobre lo acontecida de su última cita.

—Me habría gustado que me acompañaras a una exposición de arte ecuestre que hay en el centro, pero no sé si dejarnos ver en público sea buena idea. Pero la exposición es hasta fin de mes, si esta cita sale bien, quizás quieras repetir… —comentó bromeando, usando la palabra cita como lo que era.

Porque estaban saliendo, por supuesto. Eleanor no iba a negarlo a estas alturas, aunque pensó que en principio se estaba diciendo que esto no iba tan serio.

Con Darien - London Colney - Abril - 13.00hrs

Eleanor era maravillosa.

Al oírla no podía dejar de sonreír. Una parte de él temía que todo este escándalo la hiciera replantearse la idea de ellos dos. Sabía que ella era una mujer mediática, pero no sufría habitualmente el nivel de persecución que él como jugador de fútbol en activo atraía. Todo lo sucedido en el bar había sido muy fuerte, así que habría entendido perfectamente si ella hubiera querido retroceder.

Pero estaba más que feliz de que no fuera así.

Subió al auto junto a ella con la sensación de que esta vez nada podía salir mal. Y no sería tan terrible si los paparazzi los captaban porque ambos lo habían aceptado ya como una posibilidad. Tampoco sería el fin del mundo.

Eso le hacía sentir más que nunca que esto era real.

—Espero que la comida sea muy buena, después de entrenamiento siempre me estoy muriendo de hambre—declaró con sinceridad. Además, estar de buen humor también le abría el apetito más que en los últimos días. —Y lo de la exposición podemos verlo a lo largo del mes. No sé nada de arte pero valdrá la pena la compañía. Seguro que me lo explicas todo muy bien.

Así que estaban hablando de su siguiente cita. Adoraba la forma tan natural en que habían pasado de mantenerse en el momento a pensar en el futuro. No había estado seguro de que ese momento llegaría, pero le daban ganas de restregarse las manos de felicidad de ver que así era.

—Tengo que salir del país un par de semanas por la fecha FIFA—señaló. —Pero a mi regreso quedará todavía una semana del mes.Fijo encontramos hueco para ir.

Salir con Elanoer de las instalaciones fue una de las mejores sensaciones que habría podido imaginar. Se puso los anteojos oscuros y sonrió mientras el sol les daba en la cara. Tenía un buen presentimiento de todo esto.

Con Eleanor - London Colney - Abril - 13.00hrs

Eleanor no se podía creer que estaba en un palco, con sus dos mejores amigas, en el Emirates Stadium. Creía que había aprendido más de fútbol en los últimas semanas que en toda su vida. Su padre todavía no se podía creer que su hija estaba en un estadio rival, con una camiseta gunner y encantada de la vida tomándose fotos con Sophie y Ronnie.

También había aprendido la importancia de este partido porque estaban en la jornada número treinta y dos, faltaban pocas fechas, el Arsenal iba tercero en la liga pero sólo estaba a cuatro puntos de la cabeza de la tabla. Darien le había dicho en broma que, además de buen deportista, todo futbolista tenía que ser experto en matemáticas para saber cuánto tenían que hacer para quedarse con los puertos altos de la clasificación.

—Todavía no me creo que te pusiste la camiseta —dijo Sophie, quien había venido con una camiseta de Santiago Gutiérrez, que había comprado específicamente para ese partido—. ¡Ya no puedes negar que estás saliendo con él!

—Pobre de ti como no me acompañes a todos los eventos del club, así voy a tener con quién conversar mientras Neil se ponga pesado con sus compañeros —comentó Ronnie, quien también llevaba una camiseta, aunque de su querido Neil. Eleanor se sintió un poco menos avergonzada al ver que sus amigas también llevaban camisetas del equipo. La hacía sentirse menos ridícula, aunque había gritado como nadie mientras salió la alineación del equipo.

Aunque todo el mundo parecía coincidir que el Arsenal era favorito, Eleanor había leído hasta lo imposible sobre el Aston Villa. Estaba en sexta posición y todo el mundo se desvivía en honores para el equipo y su entrenador.

Después del primer tiempo, estaban empatados a un gol cada uno. Habían pasado tan sólo diez minutos del segundo cuando el estadio se estremeció con un gol que encajó Santiago Gutiérrez desde media distancia. Eleanor no recordaba haberse sentido tan eufórica por un deporte que no fuera la equitación. Le parecía que había algo mágico en la energía que había en el estadio, no creía que sus emociones pudieran contenerse.

O eso creía, hasta varios minutos después, cuando el graderío enmudeció al ver cómo la defensa del Arsenal se cerraba contra una entrada del rival. Eleanor soltó un respingo al ver a Darien en el suelo. No era ni la primera vez que lo veía caer en un partido, pero supo que algo no andaba bien cuando pasaban los segundos y Darien seguía recostado en el suelo.

Se removió donde estaba, asustándose cuando vio al equipo médico entrar en el campo. Eleanor miró a sus amigas, quienes parecían igual de incómodas que ella. Darien salió del campo casi cojeando, como si de verdad le doliera cada paso que daba. Eso no podía ser bueno.

—¿Y si intento…? —Eleanor sabía que no podría con la angustia y Darien no le iba a contestar el teléfono. Ronnie trató de disuadirla, pero Eleanor había nacido en una familia privilegiada como la suya para creer que iban a cerrarle las puertas tan fácilmente. Se giró hacia Ronnie, tirando de ella con firmeza—. Tú conoces esto mejor que yo y la seguridad te conoce, ¿no? Llévame, quiero verlo.

Con Darien - Emirates Stadium - Abril - 16.00hrs

Darien había tenido una carera bastante sana, no era dado a las lesiones, mucho menos a que los médicos tuvieran que entar por él a la cancha o tener que ser sustituido. Esto era realmente mala suerte en un partido tan importante y, para colmo, Eleanor había venido a verlo.

Se dejó llevar en la camilla, y no fue hasta que estuvieron dentor del túnel que empezó decirle al doctor que no podía ser nada grave, que por favor le dijera que iba a estar bien. Lo último que podía oír en ese momento era que se perdería el resto de la temporada.

La repuesta de que tuviera paciencia y esperara a que le hicieran pruebas no lo consoló nada. Lo dejaron acostado en la camilla después de ponerle anestesia local para que el dolor en la pierna cediera. Temía mucho por su rodilla y sus ligamentos, pero como nunca había tenido esa lesión no podía estar seguro de cómo se sentía.

Cuando uno de los asistentes abrió la pueta para decirle que tenía una visita se temió que hubieran expulsado a alguien del campo por pelearse con el jugador que había chocado con él. Santi era un buen candidato para ello, y estar ahí para amenazarlo de que no podía lesionarse y dejarlos con un hueco en la defensa para el final de la temporada.

Lo último que esperaba era ver entrar a Eleanor.

Cuando la vio se incorporó de inmediato, no quería ue lo viera así postrado, pero no podía ponerse de pie, solo sentarse en la camilla y mirarla, extendiendo las manos hacia ella.

—¿Qué haces aquí? —preguntó fascinado por su presencia—. Justo lo que necesitaba para que se me pasara el dolor, gracias por venir.

Tiró de ella para darle un abrazo. La verdad estaba muy asustado.

Con Eleanor - Emirates Stadium - Abril - 16.00hrs

Eleanor sabía bien que tenía que agradecerle a Ronnie eternamente, pues su amiga se comportó como si ella fuera la dueña del equipo. Sí era verdad que se conocía todos los pasillos y a todo el personal, no por nada llevaba acompañando a Neil desde que estaba en las divisiones inferiores del Arsenal. Así que para ella no le costó más que un par de sonrisas, unas cuantas súplicas y también una que otra promesa para que las dejaran pasaran.

Sophie la tomó de la mano todo el tiempo, ella estaba un poco más nerviosa. Eleanor tenía un nudo en la garganta, mientras pensaba qué podía significar para Darien una lesión. Sabía muy bien que cuando sacaban a un jugador del campo, tenía que pintar muy mal. No quería ni imaginarse lo preocupado que tenía que estar él en este momento. Por eso tenía que verlo, no podía esperar ni un segundo.

Cuando la puerta se abrió, Eleanor cruzó miradas con él y su primer instinto fue extender las manos, aferrarse a Darien y suspirar con congoja. Sus palabras la hicieron sonreír, era una lástima que no bastara su presencia para garantizar una rápida recuperación.

—¡Me asusté un montón cuando te vimos caer! —exclamó, mientras le tocaba el rostro y le besaba las mejillas—. ¿Ya te revisaron bien? ¿Te duele? ¿Dónde fue? ¿Es la pierna o el pie? Quiero que sepas que Santiago casi se agarra a golpes con el que te lesionó. ¡Sólo le pusieron una amarilla! Ronnie dice que es un maldito suertudo.

Eleanor hablaba demasiado a prisa porque le estaban ganando los nervios. No estaba segura si a Darien le interesaría saber qué estaba pasando en el partido después de que se fue. Le mostró el teléfono, con una sonrisa angustiada.

—¿Quieres que me fije cómo va? Aunque no se escuchan muchos gritos, no creo que haya más goles por el momento —trató de decir, el Arsenal iba arriba en el resultado, pero luego de lo sucedido, se creía que podía pasar cualquier cosa.

Con Darien - Emirates Stadium - Abril - 16.00hrs

No se podía creer la presencia de Eleanor ahí.

Suponía que había ido con la amiga de Neil que se movía por el lugar como si fuera su casa, pero igual no hubiera pensado que bajaría hasta allí por verlo salir lesionado. Parecía genuinamente preocupado y la idea le hizo sentir una calidez en el pecho.

Eleanor le gustaba desde el primer día, pero esto ya era algo más.

Besó una de sus manos que estaba sosteniendo.

—No te preocupes, me sacaron a tiempo: es la rodilla —respondió—. Necesito exámenes para saber si hay algún ligamente afectado, pero por ahora me van a inmovilizar la pierna seguro.

Era un fastidio pensar que lo inmovilizarían, estaría convertido en un inútil por unos días, nunca se le habían dado bien las muletas. Ojalá los exámenes descartaran todo. No estaba acostumbrado a las lesiones.

Puso los ojos en blanco al escuchar lo de la tarjeta de Santiago.

—Me avisarán del resulado si algo cambia, no te preocupes. Que Santiago se condicionara con una amarilla es mala noticia, Redmayne lo va a regañar por eso, no puede dejar al equipo más vulnerable después de que un defensa saliera lesionado.

Su amigo tenía mala cabeza, lo sabía bien, pero también era muy leal y se asustaba mucho con las lesiones de sus amigos. Seguro que Neil había tenido que correr a su lado a detenerlo.

Por suerte al menos él lo controlaba.

—Te vas a perder el resto del partido si te quedas aquí —comentó, mientras tiraba de ella para que se agachara y darle un beso.

Estaba casi seguro de que el resto del partido no le interesaría tanto, por lo que sabía no era una gran aficionada, era apenas su primera visita al Emirates, a pesar de su amistad co Neil.

Con Eleanor - Emirates Stadium - Abril - 16.00hrs

Eleanor estaba acostumbrada a las lesiones, ella también era una deportista, pero llevaba años sin lesionarse de gravedad. Ya era una experta montada sobre el lomo de su querido Zeus, aunque ahora era un poco más precavida porque estaba entrenando a una yegua joven, pero no se imaginaba estar en la posición de Darien. Si ella se lesionaba, afectaría únicamente sus progresos o se vería imposibilitada de participar en competiciones. Pero si Darien estaba lesionado, también podía afectar el rendimiento del equipo. ¿Cuántas fechas le habían dicho que faltaba para terminar la temporada? Creía recordar que eran pocas.

Cuando colocó despacio una mano sobre la rodilla de Darien, ahogó un suspiro de tristeza. En verdad lo lamentaba, sobre todo porque de seguro era muy pronto para determinar cuánto tiempo necesitaba de recuperación.

—Espero que no sea grave. Pero más te vale seguir todas las indicaciones que te den. No te lo tengo que decir, pero estas cosas se toman en serio o luego a la larga puede ser un daño mayor —dijo, sin preocuparse por sonar como una madre demasiado encimosa o estricta.

Soltó una carcajada cuando Darien mencionó el asunto de Santiago. Eleanor no lo conocía muy a fondo, pero sí le parecía que era el tipo de persona que se enfadaba rápido, sobre todo si se metían con sus amigos. A ella le caía bien, era el tipo de persona con quien seguro se podría entender muy bien porque para Eleanor era exactamente igual: si alguien se metía con los suyos, ella entraba en modo ataque.

—¿El partido? —Eleanor parpadeó varias veces, como sin entender lo que Darien quería decir. Por supuesto que Ronnie la iba a matar por haberla dejado en la estacada, al igual que Sophie, pero estaba segura que sus amigas la iban a entender—. Darien, no es que no me importe, pero tampoco me pidas que te deje solo. ¿Cómo se te ocurre? ¡Me pegaste un susto de muerte! Se veía feo desde las gradas, pensé que había sido algo realmente feo. Así que no pienso irme de aquí hasta que me echen los médicos. A menos que tú no quieras…

Agregó al final, mordiéndose el labio inferior. No estaba segura de lo que acababa de decir. Quizás Darien no la quería allí, pues necesitaba descansar. Eleanor se sintió un poco imprudente, pero esperaría que él se lo dijera. Si necesitaba descansar antes de que volvieran los médicos, ella lo entendería.

Con Darien - Emirates Stadium - Abril - 16.00hrs

Eleanor parecía realmente conmovida por su situación. Sonrió para sí cuando le puso una mano en la rodilla con suavidad. Eso era nuevo. Cuando le dijo que siguiera las indicaciones que le darían suspiró.

—Lo de seguir las indicaciones es más fácil de decir que de hacer —respondió—. Los médicos y los terapeutas parecen creer que tengo un grupo médico en casa que me ayude a hacer todos los ejercicios y actividades que mandan.

Era un poco frustrante. Por suerte, Darien no se lesionaba con frecuencia, así que cuando le pasaba solía costarle acomodarse a la terapia física y las demás indicaciones. Sabía que sus amigos lo iban a ayudar y a recordarle lo de las indicaciones también. Santiago no lo dejaría tener vida recordándole que lo necesitaban de vuelta lo antes posible.

Sin embargo, se temía que esto sería algo largo, no una lesión de un par de semanas. Tal vez se perdería lo que quedaba de temporada...

De solo pensarlo se sentía peor.

La reacción de Eleanor lo asustó. Le besó la mano que sostenía entre las suyas y negó.

—Claro que quiero que estés aquí, eres lo mejor que me ha pasado, Elanor, no esperaba que vinieras a verme en este momento... Pero significa mucho para mí.

Nunca había tenido alguien externo al equipo que se preocupara así por él en Londres.

—Estas cosas dan mucho miedo, así que no esperar solo es un gran alivio —añadió mientras la miraba con adoración.

Con Eleanor - Emirates Stadium - Abril - 16.00hrs

Eleanor se sentía abrumada.

Estaba segura que en cuanto saliera de aquí iba a tener que ir al pub con sus amigas, o por lo menos ir hasta la casa de Ronnie a beber como una desquiciada. Ella no era el tipo de persona que ahogaba sus penas en alcohol, pero también sabía que no era el tipo de persona que se comprometía de esa manera. Darien se había lesionado en medio de un partido y ella, en lugar de llamarlo o esperar noticias, se había precipitado a buscarlo.

No podía seguir negando por mucho más tiempo que quizás esto no era tan casual. De hecho, no era para nada casual, tan sólo estaba huyendo de la verdad.

—¿Miedo? —Eleanor se conmovió mucho al escucharlo hablar de ese modo. No tomaba a Darien por el tipo de persona temerosa, ni tampoco que se asustaba con facilidad. Si acababa de confesarle eso, significaba que quizás temía que su lesión sí fuera grave. Eleanor le tomó de nuevo de la mano y le regaló una suave sonrisa, cargada de una emoción mal contenida—. Supongo que… supongo que es normal. Pero quizás es mejor si no nos precipitamos a sacar conclusiones, seguro que tienen que hacerte muchos estudios, ¿sabes? Eso puede tomar un par de días. Si te llenas de angustia ahora, no vamos a ganar nada.

Eleanor no estaba segura si hablar en plural era gracias al nerviosismo o porque le salió natural. Cualquiera de las dos opciones la hacían sentir francamente al borde del abismo. Ella era una persona racional, eso de los sentimientos casi siempre quedaba en segundo plano, excepto si se trataba de su hermano pequeño, quien era su adoración.

Pero parecía que Darien estaba dispuesto a romper todos sus esquemas. Uno a uno.

—Me quedaré contigo —dijo, dándole un suave beso en la mejilla—. Mira, sea lo que sea, afrontaremos esto juntos, ¿te parece?

Eleanor no quería ni imaginarse la cara de sus amigas cuando les dijera esto. Pero ya no podía negarse la verdad. Darien no era algo casual.

Con Darien - Emirates Stadium - Abril - 16.00hrs

Hasta ahora, Darien se había preguntado en dónde estaban Eleanor y él. No era el tipo de persona que se torturara pensando mucho las cosas o dándole muchas vueltas, así que tampoco era una duda que le quitara el sueño mientras siguieran viéndose y hablando con frecuencia. Sin embargo, le había tomado por sorpresa que Eleanor viniera a verlo recién lesionado y le conmovieron mucho sus palabras.

Estaba hablando en plural. Juntos. Como una unidad.

Estrechó su mano con fuerza.

—Tienes razón, tenemos que esperar las pruebas, puede que sea menos grave de lo que parece... —la verdad le dolía muchísimo, mucho más que otras ocasiones que había tenido algún golpe—. Soy poco propenso a las lesiones, pero esta no se siente bien.

Tiró de su mano para apoyarla en su mejilla.

—Gracias, Elle... Gracias por estar aquí y estar conmigo en esto.

En ese momento el médico del equipo regresó. Traía unas compresas frías para poner en su rodilla y le dio una pastilla para tomar.

—Ah, Darien, tienes visita, muy bien. ¿Le puedes traer un vaso de agua por favor para que se tome esto? —le pidió a Elle. —Vamos a mandarte al hospital para que te hagan unos estudios. Señorita, ¿quiere viajar con él en la ambulancia?

Darien supo que esto se iba saber en todo el equipo ahora, no había forma de que el equipo médico no lo comentara.

Con Eleanor - Emirates Stadium - Abril - 16.00hrs

Eleanor sintió un vuelco en el corazón cuando escuchó a Darien decir que esta lesión en particular no se sentía bien. Ella también era deportista, conocía bastante bien su cuerpo, estaba seguro que a Darien le pasaba igual. No pudo evitar acercarse a él para darle un suave beso en la frente. Era una lástima, porque sabía que no había nada que pudiera hacer para animarlo de verdad.

Era angustiante tener que saber que la única opción, por ahora, era esperar. De nada valía preocuparse de antemano, era mejor esperar resultados médicos para saber cómo actuar. En eso, Eleanor era bastante buena, sabía cómo adecuarse con lo que tenía y ejecutar un plan de ataque. Si Darien le permitía estar con él, de seguro que sería capaz de ayudarlo.

Tal y como se lo acababa de prometer, no pensaba dejarlo solo.

Suponía que ya podía hacer una cita para esa conversación pendiente con sus queridas amigas. Sophie y Ronnie iban a burlarse de ella eternamente. Cuando la puerta se abrió, por un momento se temió que podría tratarse de ellas de nuevo, pero, para su tranquilidad, fue alguien del cuerpo médico.

Eleanor alzó ambas cejas, sorprendida porque le hubieran ofrecido ir con Darien en la ambulancia. No había estado preparada para semejante propuesta, había asumido que tendría que irse por su cuenta, pero podría tomarlo como un golpe de suerte. Cuando le acercó a Darien el vaso, como si fuera una experta enfermera, tenía muy claro qué era lo que iba a decir.

—Claro que me voy con él en la ambulancia. ¿Sabe bien a qué hospital vamos? Es para avisarle a unas amigas, vine con ellas y quiero que al menos sepan hacia dónde vamos. ¿Va a poder recibir visitas? —dijo, mirando de soslayo a Darien, con una sonrisa—. Ellas de seguro van a querer a echar un vistazo, también se llevaron un susto de muerte.

Con Darien - Emirates Stadium - Abril - 16.00hrs

Darien estaba encantado por el giro de los acontecimientos. Una lesión era lo peor que le podía pasar, pero al menos le había permitido ver esta cara de Eleanor. Esta preocupación por él y este apoyo que le había tomado por sorpresa pero le hacía sentir muy bien.

Se alistó para dejarse llevar en la camilla hasta la ambulancia que lo llevaría al hospital, y extendió una mano hacia Eleanor. Quería estrechar su mano mientras avanzaban.

—Tus amigas tendrán que esperar a que el médico me de luz verde —contestó él, adelantándose al médico del equipo. Conocía el protocolo—. Pero me encantará conocerlas, a pesar de las circunstancias.

Creía entender que una era Ronnie, la sempieterna +1 de Neil en las actividades del equipo. Muchos creían que eran novios pero Darien no lo tenía tan claro, no les veía ese tipo de química... Le parecía más bien que acompañaba a Neil solo para que no fuera solo.

Pero tampoco iba a preguntar al respecto.

Avanzaron hacia el pasillo que les llevaba al parqueo, donde la ambulancia esperaba. Odiaba este camino, tan solo lo había hecho una vez antes, pero siempre les encogía el corazón en la cancha saber que se llevaban a algún compañero por ahí. Tan solo esperaba que nadie perdiera la cabeza en el terreno de juego. Necesitaban los puntos de este partido.

—Gracias, Elle... —repitió.

Quisiera poder incorporarse y besarla, o abrazarla, pero no podía hacer más que dejarse llevar y rogar porque los doctores del hospital tuvieran una respuesta pronto. Y una favorable.

—Una cita en el hospital es lo peor que puedo ofrecerte, pero espero que mi estancia ahí sea breve —comentó. —Te compensaré luego, lo prometo.

Con Eleanor - Emirates Stadium - Abril - 16.00hrs

Cuatro meses.

Los doctores habían dicho que Darien tenía cuatro meses para recuperación, lo que eso significaba que se perdería el resto de los partidos de esa temporada. Eleanor sabía que eso era terrible para todo el equipo, pero ella estaba más enfocada en que Darien se recuperara por completo. Sabía que era imposible pedirle que no estuviera pendiente de sus compañeros de equipo, sobre todo porque estaban luchando por el campeonato, pero tenía que cumplir con sus terapias y mantenerse animado.  

Ella estaba comprometida con él, así que decidió no instalarse en Edimburgo como lo tenía planeado y quedarse en Londres un par de semanas más. Sus caballos todavía estaban en Londres, así que podía practicar allí sin ningún problema. Ronnie le había dicho, con una sonrisa maliciosa, que estaba reajustando sus planes por amor.

"No doy declaraciones" fueron sus palabras, pero le regaló un gesto cómplice a su amiga.

Eleanor llegó justo al final de las sesiones de rehabilitación, pues había quedado de pasar por él. No tenían planes específicos después, pero la prioridad que tenía era que Darien no se sintiera solo o deprimido. El doctor había sido enfático en que el estado de ánimo era primordial para una pronta recuperación.

—¿Cómo está el paciente el día de hoy? —Eleanor saludó a Jim, el fisioterapeuta, con una sonrisa. Ya se conocían y el hombre la trataba con mucha familiaridad—. Espero que te hayas portado bien, porque sino te llevo directo a tu casa y regreso a practicar, Zeus está celosísimo porque te estoy dando demasiada atención los últimos días.

Eleanor le sabía mal alterar sus horas de práctica, porque sus caballos eran animales de rutina, pero confiaba en que cuando el proceso de rehabilitación estuviera más adelantado, pudiera reajustar de nuevo sus horarios.

Con Darien - Hospital - Abril - 10.00hrs

Darien tenía problemas para conciliar en su cabeza que aquel estaba siendo uno de los peores y los mejores momentos de su vida. La lesión era algo terrible. Cuatro meses implicaban perderse el final de temporada y la pretemporada. Pero por otro lado, no había esperado que Eleanor se dedicara a cuidarlo como lo estaba haciendo. Disfrutaba muchísimo su compañía y sus esfuerzos para mantenerlo de buen humor.

Por otro lado, el dolor y verse limitado para jugar y entrenar lo estaban matando, lo que hacía que su humor no fuera el mejor siempre.

—Yo siempre me porto bien —replicó con una sonrisa inocente que no engañaba a nadie. El propio Jim podía decir que no siempre hacía todos sus ejercicios ni era tan estricto como debería con su dieta—. En especial para ti.

No tenía cómo pagrle a Elle lo que estaba haciendo por él. Había cambiado sus planes para quedarse en Londres con él y lo cuidaba como nadie lo había hecho antes.

Darien era por lo general muy sano, pero como cualquiero jugador profesional había tenido lesiones previas. Por lo general en los periodos de lesión su ánimo decaía bastante: el dolor, no poder entrenar con el equipo... era difícil.

Santi lo había estado visitando y le contaba todo lo que pasaba en los entrenamientos. Las quejas de Redmayne, los apuros que pasaba la defensa sin él. Le agradaban sus visitas, pero no dejaba de sentirse mal por no estar ahí.

No sabía cómo le sentaba a Elle las visitas de sus compañeros, excepto cuando venía Neil, con quien evidentemente se llevaba muy bien.

Con Elle - Hospital - Abril - 10.00hrs

Eleanor y Jim intercambiaron una mirada suspicaz cuando Darien fue tan enfático al decir que siempre se portaba bien. Eleanor ahora tenía a Jim en sus contactos y a veces le escribía cuando ella no podía llegar a tiempo a las terapias de Darien. Cuando se lo contó a sus amigas, ellas no se lo podían creer. Hasta tuvo que recibir una llamada de Tony, su mejor amigo, quien estaba viviendo en Canadá, para preguntarle qué tan cierto era que ahora estaba de novia con un futbolista.

"¿Ese no era el tipo que se la pasaba de fiesta en fiesta? Salía en todos los tabloides, Eleanor. ¿A qué estás jugando?".

Eleanor supo que situación era crítica porque Tony nunca la llamaba por su nombre de pila. Ella no había querido darle más explicaciones, lo que provocó que Tony no le escribiera desde entonces. Su hermano, Phillipe, también ya le había preguntado si era cierto que estaba de novia con uno de "los compañeros de Neil", como él mismo lo llamó.

¿Por qué últimamente toda la gente quería meterse en su vida? Eleanor no andaba por ahí metiéndose en la vida de otros.

—De hecho, estaba pensando si podía llevarte hoy de paseo, aunque supongo que tenemos que escuchar qué dice Jim al respecto —explicó Eleanor, girándose hacia Jim, quien la estaba mirando con curiosidad—. Estaba pensando si podía llevármelo a la escuela de equitación. ¡No lo voy a subir a un caballo! Pero hoy Zeus y Willow tienen revisión veterinaria, y la verdad es que nunca falto a esas cosas. ¿Hay posibilidad de que Darien vaya conmigo? Estará pisando grama y tierra, pero nada particularmente empinado.

Eleanor trató de explicarse lo mejor posible, aunque luego se sintió un poco ridícula porque ni siquiera le había preguntado a Darien si le interesaba. Sabía que ahora, después de las terapias, su calendario estaba un poco holgado. Que supiera, tenía que reportarse siempre con el entrenador, pero no siempre tenía que ser en persona.

Con Darien - Hospital - Abril - 10.00hrs

Era muy consciente de que Jim adoraba a Elle y no le negaría nada con facilidad. Así que por supuesto que aceptó que podía ir con ella, siempre y cuando no subiera a un caballo ni hiciera ejercicio físico.

Darien suspiró y miró a Elle, analizando su plan.

—Cómo no voy a querer ir a la escuela de equitación contigo —respondió finalmente—. Te pasas aquí metida conmigo, y sé lo importantes que son tus caballos para ti. Vamos.

No sabía qué pintaba él en una revisión veterinaria, pero al menos podría distraerse. En su apartamento no podía más que recrearse en contar los días que llevaba fuera de las canchas y los que le faltaban. O llamar a sus amigos que no hacían más que hablarle sobre los entrenamientos.

Necesitaba más amigos fuera del fútbol.

Suspiró y extendió las manos hacia ella.

—Iré contigo donde quieras—añadió, por si había alguna duda.

Tomaría fotos de los caballos y se las mandaría a sus amigos. Neil en particular creía que le parecería muy bien que se distrajera. Santi iba a preguntarle si Jim le había dado permiso de esa actividad y si no afectaría su recuperación.

Menos mal que tenía a Elle para cuidar de él, si Santi se hubiera encargado no lo habría dejado hacer nada de nada.

—Veremos si le caigo mejor a Zeus ahora que estoy limitado por mi lesión—añadió, porque seguía con la idea de que aquel caballo temperamental de Elle no lo quería.

Con Elle - Hospital - Abril - 10.00hrs

Aunque la verdad era que a Elle le fascinaba la idea de enseñarle a montar a Darien, sabía que tenía que dejar esa fantasía para después. No solamente Jim la mataría, sino que el entrenador Redmayne sería capaz de declararla persona non grata en los entrenamientos y hasta en el estadio si eso sucedía. Por supuesto que no, Elle cuidaría de Darien, los cursos de equitación tendrían que quedar para el futuro. Además, jamás dejaría que Darien se subiera en Zeus, su purasangre no se dejaba montar por cualquiera y parecía tener cierto recelo con Darien en particular.

"Creo que Zeus sabe que le llegó competencia" fue lo que dijo Michelle, su veterinaria de confianza, la primera vez que había visto a Darien interactuar con el caballo.

—Te prometo que voy a cuidarlo, querido Jim —dijo Elle, mientras tiraba de Darien y se despedía del fisioterapeuta con la mano alzada. Mientras caminaban por los pasillos del hospital, Elle sabía que las miradas estaban sobre ellos. Nunca le había molestado la fama o que la gente la reconociera, pero estaba empezando a darse cuenta que con Darien a su lado, era otro nivel de atención al que le estaba costando acostumbrarse—. Acomoda bien el asiento, Darien, porque va a ser un viaje largo.

Elle no arrancó el carro hasta que vio que Darien estaba cómodo y que arrastraba lo bastante el asiento del copiloto para estirar bien sus piernas. Había seguido las indicaciones de Jim para que éste no estuviera en una posición incómoda, no pensaba saltarse ni una sola de sus recomendaciones.

La escuela de equitación quedaba en las afueras de Londres y era probablemente el segundo lugar favorito de Eleanor, después de la campiña escocesa, donde tenían la cría de purasangre. Iba allí con tanta frecuencia que conocía a todos de nombre y los consideraba casi de su familia. Lo mejor de todo, era que podía contar con la discreción de todos los trabajadores y que no había ningún indiscreto tomando fotos donde no debería.

—Se me había olvidado decirte —comentó de pronto, justo cuando cruzaban la entrada de la escuela—. Mi mejor amigo viene de visita el próximo mes. Él dice que quiere ver cómo está todo y que está preocupado porque el abuelo de nuestro Neil está enfermo, pero ese idiota no me engaña. Sé que espera que te lo presente.

Cuando Elle estacionó, soltó un suspiro al pensar en ello. Tony Weston podía pasar de un querubín amoroso a un ángel vengador en cuestión de segundos. No estaba segura si quería que él y Darien se conocieran.

Con Darien - Hospital - Abril - 10.00hrs

Darien agradecía este cambio en la rutina. Estar lesionado era de lo más aburrido que había. La rutina diaria era puras terapias de rehabilitación y regresar a su apartamento. Para alguien como él acostumbrado a viajar todas las semanas para jugar, dos partidos por semana, ruedas de prensa, actividades de publicidad... esos días tan lentos eran una tortura.

Así que ir a la escuela de equitación de Elle sería un consuelo. Se divertiría y se distraería por ese día, además de que pasaría el día con ella, que era lo mejor de todo.

Fue admirando el paisaje e intentando aprenderse la ruta para llegar a uno de los lugares más importantes para Eleanor.

Su comentario sobre la visita del siguiente mes llamó mucho su atención.

—¿Tu mejor amigo? —repitió—. ¿Y tú me lo quieres presentar?

A Darien le encantaba la idea de ir conociendo a más personas del círculo de Elle, porque le daba la sensación de que eso implicaba que cada vez estaba más implicado en su vida, y era tood lo que Darien quería.

—Yo estaría encantado de conocerlo, siempre lo mencionas, y quiero conocer a todas las personas importantes de tu vida. Por ahora conozco a algunas de tus amigas y a tus caballos —dijo haciendo recuento.

Luego le sonrió.

Darien estaba más que dispuesto a que fuera Elle quien marcara el ritmo de su relación. Él solo quería seguir con ella, para siempre. Sus amigos le decían que finalmente había perdido la cabeza por una mujer, y tenían razón.

¿Para qué iba a negarlo?

Con Elle - Hospital - Abril - 10.00hrs

Eleanor se estacionó en la sección que estaba reservada para ella y, antes de salir del carro, sopesó bien la pregunta de Darien. Por supuesto que su primer instinto era decir que sí, claro que quería que Tony y él se conocieran. Pero, en realidad, Tony era especial. Su mejor amigo a veces se comportaba peor que un esposo y no creía que pudiera explicarle a Darien por qué. Quizás Darien lo comprendería desde el punto de vista machista y ridículo en el que los hombres tenían que ser protectores con las mujeres. A pesar de las mujeres podían defenderse por su cuenta.

Tony, quien se la pasaba diciendo que era un hombre de mundo, que en teoría creía en el amor sin ataduras y un montón de otras cosas ridículas y liberales, podía comportarse como un león en celo si alguien se acercaba demasiado a sus hermanas con dudas intenciones. Claro, como él sabía bien lo que era portarse mal con una mujer, creía que todos los demás eran así. En más de una ocasión espantó chicos que querían acercarse a Ronnie. Claire se había salvado porque era mayor e ignoraba las extravagancias de Tony.

Pero ella, en cambio, no había podido deshacerse de él.

—Sí quiero que lo conozcas, Darien. Pero te tengo que advertir que Tony es especial. Es hermano de Ronnie, ¿te lo dije? Bueno, fuimos juntos al internado y pues… no es como Neil —Eleanor soltó una risita porque no estaba segura si era una buena manera de describir a Tony, pero era la que se le había ocurrido. Neil provenía de una de las familias más ricas del país, era el nieto mayor de Alfred Carter y un completo encanto. Tony, en cambio, era un presumido—. Cuando lo conozcas vas a recordar que soy una esnob.

Eleanor se bajó del carro por fin y condujo a Darien por la portezuela secundaria que llevaba a los establos. Lo tomó del brazo, regalándole una sonrisa. Aflojó el paso, porque no quería que su novio se esforzara más de la cuenta.

—Todavía faltan unos minutos para que llegue el veterinario. Te dejaré alimentar a Zeus, es detrás de la reja, así que no te preocupes, no es peligroso —comentó, mientras se acercaban. Zeus imponía con su gran tamaño a todo el mundo, pero por lo general era amigable. Con Darien, sin embargo, parecía estar enfadado siempre.

Con Darien - Hospital - Abril - 10.00hrs

Hermano de Ronnie...

Darien hizo nota mental de preguntarle a Neil sobre él. Su amigo a fuerza tenía que conocerlo. Tal vez podría darle alguna idea de cómo tratarlo.

Sabía bien lo importante que era una buena relación con los amigos de la novia y este sonaba difícil.

El comentario de que era una snob lo hizo sonreír.

—El fútbol está lleno de divas, Elle, sabré manejarlo —le aseguró. —Y me niego a llamarte snob, eres adorable.

Quería besarla, pero en el establo le parecía mala idea, en especial donde Zeus estuviera cerca. Más si, a como le estaba diciendo, tenía que acercarse a alimentarlo.

—No creo que Zeus me encuentre aceptable por más comida que le de, es demaisado listo para ser sobornable—opinó, temeroso de qu eel caballo decidiera demostrar de alguna forma cuánto la desgradaba. —¿Qué tengo que hacer? Nunca he alimentado a un caballo antes.

Estaba dispuesto a hacer lo que Eleanor le pidiera, aunque pudiera terminar con una dentellada de un caballo. Al menos ahí no podía golpearlo. Así que empezó a imitar lo que ella le decía.

Esperaba lograr algún progreso. Zeus era demasiado importante para ella como para no intentarlo.

—Bueno, si crees que puedo mejorar mi relación con Zeus, también tal vez pueda ganarme a tu amigo Tony, ¿no crees?—preguntó con curiosidad.

Darien sabía que era encantador, siemper podía ganarse hasta a los compañeros más exigentes.

Con Elle - Hospital - Abril - 10.00hrs