Comenzaban a caer tiempos oscuros una vez más en Hogwarts, el aire era pesado en el colegio y los Slytherin estaban cada vez más seguros de que tenían espalda para comenzar a poder planear lo que querían que fuera el colegio a futuro. El mensaje que llegaba de fuera el colegio era muy claro, tenían que esperar un poco más, planear todo meticulosamente y en el momento que la guerra estallara terminarían haciendo su parte como correspondía.

Ambos estaban en bandos completamente opuestos y, especialmente, muy lejos el uno del otro para mejor. Aun así, Orion no podía evitar sentir curiosidad por todo aquello que hablaban por lo bajo de Quinn y que él no tenía certeza. Porque él no sabía si realmente era un chico o una chica, esas cosas raras no se veían en el mundo mágico y ella era algo que le daba mucha curiosidad. Aún así, mientras se mantiene centrado está lejos y se limita a dejar que los demás la pongan en su lugar, pero, quizás, eso no se siente tan bien. La guerra se avecina, ambos lo saben, elegir un bando jamás había sido tan complicado porque no solo sus pensamientos estaban en juego en aquel momento.