Decir que tenía el corazón roto en ese momento sería subestimar el asunto, si no fuera porque sentía que seguía respirando estaría segura que había muerto tanto de vergüenza como de dolor por partes iguales. Había sido una tonta en pensar que Nick podía hacerle caso, que podía siquiera pensar en ella como una mujer, como una pareja. Ya no era una niña, pero él no le dejaba demostrárselo, había terminado diciendo que era como su hermana cuando estaban muy lejos de serlo, nada tenía sentido y realmente no sabía cómo actuar ante eso, ante la sensación de su pecho doliendo como en ese momento.

Se sentó en una banca solitaria en uno de los pasillos cercanos a las mazmorras y se secó las lágrimas, nadie la buscaría allí y los Slytherins no solían meterse en lo que no los llamaban, por lo menos no con “niños” como ellos los consideraban. Si tan solo no le hubiera hecho caso a Rosie no se sentiría así, pero lo había hecho y era tarde, tenía el corazón roto y no sabía que hacer para dejar de llorar como una niña tonta.
 

09.11.19 - Pasillos

Estaba escuchando a aquel idiota hablar por los codos, quejándose de él por haberse acostado con su novia y montando un circo bastante particular. Joe apenas estaba prestando atención dirigiéndole un par de sonrisas toscas y negando por su lloriqueo intenso. Si su novia le había puesto los cuernos, por algo sería.

—Venga que sí, vete a tomar por culo payaso— Joe salió de mal humor de su propia sala común. De vez en cuando había algún príncipe que creía que tenía derecho a soltar alguna tontería simplemente por creerse superior. Normalmente ni le hubiese molestado, pero las últimas semanas habían estado siendo bastante irritables.

Le molestaba de sobre manera que Tony le estuviese ignorando. Siempre con ese porte digno como si fuese un santo que no hubiese hecho nada, con sus amiguitos de casa riéndole las gracias. Era una situación incómoda, si esos mismos amiguitos supiesen como le había suplicado en verano no le verían con los mismos ojos.  Tenía que poner freno y ver como hablaba con él, porque se negaba a que siguiese jugando a ese juego, no tendría Hogwarts para defenderlo toda la vida.

Estaba caminando, esperando encontrar algún tipo de distracción cuando sus ojos cayeron en la joven sentada en uno de los bancos. Las manos sobre su regazo, sus hombros hundidos, su nariz ligeramente roja. Sin duda aquella chica había estado llorando. Silbo por lo bajo, no podía evitar sentirse atraído hacia lo fácil, lo manipulable.

—¿Te encuentras bien princesa? — Preguntó, de manera amable, pidiendo permiso para sentarse con la mirada.
 

09.11.19 - Pasillos

Patética, no había otra palabra que cruzara por su mente en ese preciso momento cuando pensaba de sí misma. Era jodidamente patética por pensar así fuera un simple segundo que Nicholas iba a corresponderle, era claro que el chico solo la veía como la hermanita menor de su mejor amigo y no como algo más, como la supuesta mujer que era. Todo el mundo le decía que estaba creciendo, que se estaba convirtiendo en una mujer y finalmente cuando se concentraba en la persona que necesitaba que la viera de esa manera esta la humillaba. Su padre estaría muy decepcionado de su debilidad si se enterase.

Cuando escucho la voz de alguien más se apresuró a secarse las lágrimas, ya era lo suficientemente patética la situación como para que alguien más la viera llorar. Odiaba mostrar debilidad, quizás era uno de los únicos aspectos en los cuales se parecía a su padre, eso no estaba permitido para una Blythe. – Tengo alergia y he tenido un día de mierda. – Dijo simplemente, terminando por negar y mirarlo con disculpa. – Lo siento, no soy así de maleducada siempre. Soy Ellie. – Murmuro, sin saber realmente si el chico estaba interesado o no en cómo se llamaba, pero queriendo ser cordial luego de cómo había dicho aquello.

Por lo menos era de su casa, eso era un problema menos, no quería que Mark la viera con alguien que considerara una plasta porque no estaba de humor para una escena de su hermano.
 

09.11.19 - Pasillos

La sonrisa de Joe se amplio casi sin que pudiese controlarla, ver a una chica como ella limpiarse las lágrimas de esa manera le indicaba que estaba sentado en el sitio correcto. Podía ver debilidad en ella, de la misma forma que carácter y si tenía que ser sincero ya estaba pensando cuatro pasos más allá. Esperaba que debajo de ese uniforme estuviese tan bien formada con lo afilada que acababa de tener la lengua.

—No te preocupes, todos tenemos días de mierda, gritarle a un desconocido a veces ayuda— respondió, soltando una carcajada divertida. No le importaba que le hablase así, siempre y cuando no se marchará. Estaba ahí para despertar interés. La mayoría de personas en su curso lo conocían, pero eso no significaba que no hubiese momentos de debilidad, para cursos inferiores era casi más divertido.

Asintió suavemente, tomándose la libertad de dejar un mechón de cabello detrás de su oreja.

—Me llamo Joe y creo que eres demasiado bonita para estar llorando— respondió, porque no iba a negar que la chica era bastante guapa, pero por como estaba encorvándose nadie se lo decía muy a menudo—. Dicen que contarle tus problemas a un extraño a veces funciona, si quieres desahogarte no diré nada, lo prometo—le guiñó un ojo, estirándose un poco en el banco para que se marcase su camisa.

Si uno tenía buen cuerpo era mejor utilizar todas las armas en el mejor momento.  
 

09.11.19 - Pasillos

Eso era un buen punto, generalmente no era una persona poco cordial, de hecho, muchas veces lo era en exceso por como la había educado su padre, pero en ese momento no se sentía en ánimos para serlo. Intentaba no hacer mala cara en ningún momento, aunque le costase horrores, pero su humor no ayudaba y aquel chico no tenía la culpa de nada. Inclusive no recordaba cuando un chico la había tratado tan bien en el último tiempo, debería comportarse un poco mejor con alguien que lo estaba haciendo bien con ella.

Miro atentamente como se sentaba a su lado, intentando no mirar su cuerpo, pero era llamativo como su camisa se marcaba, creía que ni siquiera a Nick se le marcaba de esa manera realmente. — Solo...supongo que me decepciona que me sigan viendo como una niña cuando ya no lo soy. Me frustra mucho y termino llorando como una tonta. — explicaba eso vagamente, porque realmente no consideraba que fuera lo más coherente del mundo para ella decir algo distinto, no podía hablarle de lo que sentía por Nick, a nadie.

—Pero no quiero molestarte con mis problemas ¿De qué año eres? — consultó con cierta curiosidad, porque no recordaba mucho haberlo visto en la sala común y eso era raro, generalmente entre serpientes se conocían por lo menos de vista o, simplemente, estaba demasiado perdida en su propia vida como para darse cuenta del chico guapo cerca.
 

09.11.19 - Pasillos

Aquella conversación sonaba a corazón roto y no podía haber llegado en un mejor momento. Joe adoraba ese tipo de víctimas, siempre era más sencillo llevarlas por donde uno quería. Podía hablarle con dulzura y sabría que había ganado sin esfuerzo. Además, cuando se trataba de alguien menor muchos tardaban en ver potencial, él veía a una mujer hermosa, digna de estar en su lista de capturas.

—Quien no vea que eres una mujer hermosa, es un necio— respondió Joe, con una sonrisa comprensiva en los labios—. ¿En que curso estás? Si me dices que menos de sexto no podría creérmelo— si nadie la halagaba estaría ahí para hacerlo, le parecía que la chica era muy guapa y era imposible que estuviese en sexto, pero era lo que ella tenía que creer.

Hizo un gesto para quitarle importancia.

—Ni te preocupes, no puedo ver a una chica tan guapa llorando y no venir a decir algo, iría en contra de mi código— aunque la única razón por la que se había acercado era para tener un poco de diversión—. Estoy en séptimo y aunque lo pueda parecer no soy un repetidor— ni mucho menos.
 

09.11.19 - Pasillos

Sonrió algo sonrojada por sus palabras, porque que un chico tan guapo como él le dijera aquello era algo a lo que definitivamente no estaba acostumbrada en lo absoluto. En parte, además, no podía llegar en mejor momento porque él le hacía ver que ella no era el problema, sino que Nick había sido simple y sencillamente un tonto. — Gracias, estoy en quinto aún. — Se sonrojo al decirlo, relamiéndose los labios y bajando el rostro una vez más con cierta vergüenza. No podía creer que tuviera tanta suerte de sentirse así aquel día luego de lo que había sucedido.

—Vaya, si pareces más mayor. — replico asombrada, preguntándose si conocería a su hermano Mark aunque seguro que era así. — Lo siento, sé que seguramente parecí una tonta pero a veces me frustro mucho y cuando eso me sucede lloro. — Admitió, porque no le gustaba la sensación de que estaba quedando como una niña delante de todo el mundo. — ¿Qué estás haciendo aquí? Lamento si te estoy robando tiempo, seguro tienes cosas más importantes que hacer. — Murmuro torpemente, sonriendo de lado de manera nerviosa mientras lo miraba y luego bajaba la mirada avergonzada.
 

09.11.19 - Pasillos

Quinto era un buen año. Si la chica le hubiese dicho que estaba en cuarto habría tenido que dar un paso hacia atrás. No porque no pudiese hacerlo con ellas, sino porque cuando eran tan pequeñas prefería hacerlo con las que estaban dispuestas. Engañar a alguien tan pequeño podría considerarse manipulación y problemas, pero en quinto estaba bien. La niña debería tener cabeza suficiente para darse cuenta de lo que un chico mayor podía querer de ella.

—Es por mi físico— bromeó, aunque agradecía ser lo guapo que era. Si no fuese por su cara bonita y la bendición de cuerpo que cuidaba seguramente no habría tenido tanto éxito entre hombres y mujeres—. No hay nada de malo en frustrarse, ni mucho menos en llorar, pero creo que necesitabas a alguien que te dijese la realidad, a veces es difícil verla cuando estás obcecado en lo que otros te han dicho—y Joe se estaba labrando el terreno para que la pequeña Eleanor cayera en sus brazos antes o después.

Levantó las manos en un digno de que no se preocupara. Había salido de la sala de Slytherin porque una desgraciada había empezado a hacer drama. Los adolescentes que creían que sus relaciones eran fuertes y duraderas cuando tan solo se estaban llevando a golpes entre todos.

—No te preocupes, estaba caminando sin rumbo, un poco para despejarme de la aglomeración, desde que no permiten ciertas actividades la gente anda irascible— aunque el no tenía problemas en responder de malas maneras.
 

09.11.19 - Pasillos

En eso tenía razón, un claro ejemplo era Altair. Sabía que a él le gustaba y, más allá del estatus de su sangre, simplemente había estado totalmente perdida en Nicholas y en la más mínima posibilidad de que él le hiciera caos. Generalmente no era algo que le molestara porque se había acostumbrado por mucho tiempo a pensar en Nick y solo en Nick, pero luego de lo que le había dicho era claro que tenía que pensar un poco más en todo. — Eso es verdad, pero lo importante es dejar de estar ciegos por eso ¿No? — Y ella lo había hecho, no volvería a dejar que Nick ni nadie la lastimara de aquella manera.

Hizo una mueca asintiendo, en el último tiempo en el colegio todo era problemas y ella no terminaba de entender bien porque, aunque Mark le había dicho que se mantuviera alejado de todo y ante cualquiera de ellos no dudara en acercarse a él. — Cada día están más raras las cosas. — murmuro, encogiéndose de hombros porque no lo entendía y verdaderamente tampoco era que le interesara entender cosas en que no estaba involucrada. — Lamentablemente también en la sala común también cada vez hay más, no nos dejan estar tranquilos.
 

09.11.19 - Pasillos

Veía el brillo en los ojos de la joven y no pudo evitar sonreír. No creía poder forzar aquel día ir un paso más allá, pero sin duda si podría empujarlo en otra ocasión. Había depositado una confianza en él que Joe no dudaría en aprovechar en el momento justo. Además, la chica se veía completamente virginal y echaba de menos esa sensación. Si, podía verse como un psicópata, pero la realidad es que era divertido y placentero pensarlo.  

—Debemos enfrentarnos al día a día como podamos, si nos dan limones habrá que hacer limonada, pero espero que no tenga que pasarte nada— comentó Joe, con una sonrisa tranquila en los labios—. Sería una tristeza que una chica tan guapa tuviese que llorar nuevamente, así que espero que pase lo que pase mantengas la cabeza arriba, porque solo he necesitado una conversación de unos minutos para saber que vales mucho—. Y que era una niña desesperada por atención a la que no le prestaban suficiente cuidado.
 

09.11.19 - Pasillos

Intentaba no sonrojarse, pero no entendía como las chicas no lo hacían cuando alguien le decía algo como eso. Joe parecía un buen chico, además de que la hacía sentir bien lo cual no era demasiado fácil en un momento como ese. Luego de lo de Nick, consideraba que había sido muy afortunada en encontrarse con alguien como él. — Gracias, en serio. — Intentaba poder mirarlo a los ojos, pero terminaba desviando la mirada, muy poco acostumbrada a que un chico mayor le hablara de esa manera o con tal confianza, con Mark cerca eso nunca era algo sencillo.

Miro algunos Slytherin pasar por la zona, la hora de la cena se acercaba y debía irse, además de que si Mark salía de la sala común y la veía hablando a solas con él se metería en un problema. Aquel día, especialmente, no estaba de humor para ningún tipo de escena de su hermano mayor. — Ahora mismo debo ir a cenar, pero…podemos hablar otro día ¿No? — Cuestiono, sin saber bien como hablar o no con él, no tenía experiencia alguna con chicos y mucho menos con mayores ni haciendo amigos fuera de su círculo especifico.
 

09.11.19 - Pasillos

Joe mostró una sonrisa tranquila, una que parecía inofensiva, pero no lo era en lo más mínimo. Detrás de sus acciones siempre había ciertos deseos y en ese momento estaba dando los pasos adecuados para que Eleanor cayera en sus brazos. Suficiente para él, había instaurado ciertas bases y con un poco de suerte nadie iría a decirle a la joven Slytherin que lo mejor que podía hacer era mantenerse alejada de un elemento como él.

—Claro, vamos hablando, cualquier cosa que necesites puedes venir, tampoco tendré problema en recordarte que eres realmente bella— terminó esa pequeña conversación, sonriendo suavemente y viendo como la joven se alejaba nuevamente hacia la sala común.

La mirada de Joe quedo durante unos segundos en el horizonte, estirándose sobre el banco en el que había llegado a sentarse. Bien, aquel día parecía haber terminado siendo productivo, solo quedaba trabajar un poco más por la recompensa.
 

09.11.19 - Pasillos