2 participantes
Página 1 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5
Juno
Unicorn
Link del mensaje
People fear
what they don't understand
Los hermanos Miller heredaron la hermosa mansión victoriana de sus abuelos maternos en Savannah, Georgia. Ninguno de los dos parecía especialmente interesado en mudarse allí, estaban interesados en vender la propiedad y repartirse la herencia familiar. Sin embargo, no esperaban encontrarse con tantos baches para la venta de la casa: llevan meses discutiendo con la agente de bienes raíces porque ningún comprador parece interesarse finalmente en iniciar la compraventa.
Por teléfono, la agente les habló de múltiples averías que aparecían de repente, de objetos que temblaban de pronto y sonidos inexplicables que alejaban a cualquier comprador. Los hermanos Miller sólo deseaban acabar con este tema lo más pronto posible, pero todo parecía indicar que había algo extraño con esa mansión.
Fue por eso que Jane Miller, egresada de la universidad tecnológica de Georgia, movió todos sus contactos para que enviaran a algún experto a investigar qué podía estar pasando con su casa. Jane estaba convencida de que había una especie de hongo o parásito desconocido en su casa, por eso deseaba que lo identificaran lo antes posible para darle una solución a este asunto. Pero William Miller, en cambio, conversó sobre sus esotéricos contactos, quienes lo convencieron de que seguramente la mansión de sus abuelos debía de estar embrujada.
Fue así como entraron en escena Jack Kim, estudiante estrella de Georgia Tech, y Rebecca Wolfe, la menor de una familia de mediums. Los dos llegaron a Savannah bajo el acuerdo de una buena paga a cambio de resolver el problema de la mansión Miller. El problema fue que los dos tenían maneras completamente distintas de abordar la situación, Jack estaba convencido que allí debía haber algún ente biológico no descubierto, mientras que Rebecca, nada más poner un pie en la casa, supo que estaba frente a un fenómeno sobrenatural.
Trabajar juntos no era una opción, en especial cuando Jack no quería escuchar nada sobre fantasmas o espíritus, mientras que Rebecca estaba tratando de salvaguardar la integridad física de su compañero, además de perseguir fantasmas. Jack era un hombre de ciencia, que tan sólo era capaz de creer cuando vieran sus ojos de manera cuantificable y medible. Rebecca, en cambio, había aprendido desde muy pequeña que las cosas verdaderamente importantes no podían verse a simple vista. El problema es que aquellos dos puntos de vista tan opuestos, no estaban destinados a entenderse.
Por teléfono, la agente les habló de múltiples averías que aparecían de repente, de objetos que temblaban de pronto y sonidos inexplicables que alejaban a cualquier comprador. Los hermanos Miller sólo deseaban acabar con este tema lo más pronto posible, pero todo parecía indicar que había algo extraño con esa mansión.
Fue por eso que Jane Miller, egresada de la universidad tecnológica de Georgia, movió todos sus contactos para que enviaran a algún experto a investigar qué podía estar pasando con su casa. Jane estaba convencida de que había una especie de hongo o parásito desconocido en su casa, por eso deseaba que lo identificaran lo antes posible para darle una solución a este asunto. Pero William Miller, en cambio, conversó sobre sus esotéricos contactos, quienes lo convencieron de que seguramente la mansión de sus abuelos debía de estar embrujada.
Fue así como entraron en escena Jack Kim, estudiante estrella de Georgia Tech, y Rebecca Wolfe, la menor de una familia de mediums. Los dos llegaron a Savannah bajo el acuerdo de una buena paga a cambio de resolver el problema de la mansión Miller. El problema fue que los dos tenían maneras completamente distintas de abordar la situación, Jack estaba convencido que allí debía haber algún ente biológico no descubierto, mientras que Rebecca, nada más poner un pie en la casa, supo que estaba frente a un fenómeno sobrenatural.
Trabajar juntos no era una opción, en especial cuando Jack no quería escuchar nada sobre fantasmas o espíritus, mientras que Rebecca estaba tratando de salvaguardar la integridad física de su compañero, además de perseguir fantasmas. Jack era un hombre de ciencia, que tan sólo era capaz de creer cuando vieran sus ojos de manera cuantificable y medible. Rebecca, en cambio, había aprendido desde muy pequeña que las cosas verdaderamente importantes no podían verse a simple vista. El problema es que aquellos dos puntos de vista tan opuestos, no estaban destinados a entenderse.
× × × × × × × × × × ×
C A P Í T U L O S
I. A Tiny Truce
II. The Basement
III. Really Bad Weather
IV. Miller Manor
V. Ghosts Around Us
VI. Deliver Us From Evil
II. The Basement
III. Really Bad Weather
IV. Miller Manor
V. Ghosts Around Us
VI. Deliver Us From Evil
Jack Kim 25 años — Estudiante — Park Hyungsik— Minerva | Rebecca Wolfe 23 años — Médium — Antonia Gentry — Juno |
ONE ON ONE — ORIGINAL — FANTASY — MINERVA & JUNO
- Post de rol:
- Código:
<center><div id="milg"><div class="negcube"></div><div class="rojcube"></div><div id="dropgor"><div id="dropgorim" style="background:url(IMAGEN 150X150)center; background-size:cover;"></div></div><div class="titledrag" style="background-color: #000000;background-image: linear-gradient(0deg, #3C3E49 0%, #104242 75%);">TÍTULO<div class="minititledrag">SUBTÍTULO</div></div><div class="textcu">POST AQUÍ</div><div class="subtitledrag">HORA — LUGAR — W/ JUANITO</div><div class="negcube2"></div><div class="rojcube2"></div></div><div style=" Width: 500px; margin-top:0px; font-size:8px;font-family: arial; text-align: center;"><a href="http://treeoflife.foroactivo.com/u3">~</a></div></center>
<style>#milg {width:500px; height:auto;background-color:#fff;border: #ededed 1px solid; padding:5px;} .negcube {width:380px; height:100px;background-color:#0D3939;background: linear-gradient(45deg, #0D3939 80%, transparent 20%); position:relative; float:left; } .rojcube{width:290px; height:100px;background-color: #3C3E49; position:relative; float:right;background: linear-gradient(245deg, #3C3E49 80%, transparent 20%);margin-top:-100px;}#dropgor{width:150px; height:150px; border:#0D3939 5px solid; border-radius:100%; position:relative; overflow:hidden; margin-top:110px; margin-bottom: 10px; padding:5px;} #dropgorim {width:150px; height:150px; border-radius:100%; position:relative; overflow:hidden;border:#0D3939 1px solid;}.titledrag{width:480px; font-family: Fredericka the Great; font-weight: 700;text-transform: uppercase; line-height: 45px; letter-spacing: 2px; -webkit-background-clip: text; color: transparent; font-size:35px;}.minititledrag {width:480px; font-family: urbanist; font-weight: 300;text-transform: uppercase; line-height: 45px; letter-spacing: 6px; -webkit-background-clip: text; color: #3C3E49; font-size:20px;margin-top:-25px;}.textcu {width: 420px;height: auto;text-align: justify;line-height: 100%;font-family: arial;font-size: 13px;color: #151313;padding: 10px;margin-left: 10px;overflow:auto; margin-bottom: 5px;} .textcu b {color: #0D3939; font-weight: 600;} .textcu i {color: #0D3939; font-weight: 600;} .subtitledrag {width:480px; font-family: urbanist; font-weight: 300;text-transform: uppercase; line-height: 45px; letter-spacing: 6px; -webkit-background-clip: text; color: #3C3E49; font-size:10px;}.negcube2 {width:380px; height:20px;background-color:#3C3E49;background: linear-gradient(45deg, #3C3E49 80%, transparent 20%); position:relative; margin-left:-120px; } .rojcube2{width:290px; height:20px;background-color: #0D3939; position:relative; float:right;background: linear-gradient(245deg, #0D3939 80%, transparent 20%);margin-top:-20px;}</style><link href="https://fonts.googleapis.com/css2?family=Fredericka+the+Great&family=Urbanist:wght@100&display=swap" rel="stylesheet">
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
Rebecca no tenía el número de William Miller en su celular, así que no entendió bien quién era cuando él se identificó como “Bill, soy conocido de tus padres”. Le tomó unos minutos darse cuenta que era familiar de Scott Miller, ese tipo extraño que parecía convencido que su misión en el mundo era acabar con la población de wendigos de todo el país. Bill, al parecer, no tenía nada que ver con los negocios de su tío, pero estaba lo bastante enterado como para tener contactos en su teléfono.
Al parecer, había contactado primero con ella porque no consiguió localizar directamente a su tía, que era la experta en estos asuntos. Rebecca decidió tomar el caso, sin pensárselo dos veces. Sólo cuando estaba en la carretera recibió una llamada de su querido primo mayor, quien le preguntó en qué estaba pensando en lanzarse a una potencial casa embrujada sola.
“¿Acaso crees que no puedo hacerlo?” se había reído Rebecca, pero dos días después se arrepintió de sus palabras. Cuando puso un pie en la casa, supo que no estaba lidiando con una sola presencia sobrenatural. Allí había, como mínimo, dos fantasmas. No le resultaba raro que no hubieran podido vender la casa.
El problema era que Rebecca creyó, ingenuamente, que iba a trabajar sola. Se sorprendió cuando la agente de bienes raíces la llevó a conocer, en el jardín interior de la casa, a Jack Kim. Rebecca nunca había trabajado con otro médium antes y su primer instinto fue emocionarse, pero cuando Jack dijo que era estudiante de bioingeniería, ella se quedó a cuadros. ¡Un estudiante! Al parecer, Jane, la hermana de Bill Miller, estaba convencida de que allí había un hongo no identificado que estaba dándole problemas a la vieja mansión. No ayudó en nada que Jack la mirara con el ceño fruncido cuando la agente de bienes raíces, dijo con una sonrisa que ella era una médium.
La discusión de ambos fue tan terrible, que Rebecca pasó una pésima noche.
Se sintió muy culpable y fue por eso que citó a Jack al día siguiente, a una cafetería bastante pintoresca que estaba a dos cuadras del hotel donde ella se estaba quedando. Llegó puntual, dispuesta a poner su mejor cara y a tratar de convencerlo que no tenía nada que hacer allí. Ella acabaría el trabajo, Jack Kim y sus aparatejos tecnológicos no tenían nada que aportarle. En todo caso, si la situación se complicaba, llamaría a Neil o a Derek: sus primos siempre estarían dispuestos a ayudarla.
Cuando lo vio llegar, ella sonrió y le hizo un gesto para que se acerca.
—Gracias por venir, de verdad. Empezamos bastante mal ayer y creo que… —carraspeó, tratando de parecer amable—. Creo que es mejor si hablamos con tranquilidad, lejos de esa casa.
Al parecer, había contactado primero con ella porque no consiguió localizar directamente a su tía, que era la experta en estos asuntos. Rebecca decidió tomar el caso, sin pensárselo dos veces. Sólo cuando estaba en la carretera recibió una llamada de su querido primo mayor, quien le preguntó en qué estaba pensando en lanzarse a una potencial casa embrujada sola.
“¿Acaso crees que no puedo hacerlo?” se había reído Rebecca, pero dos días después se arrepintió de sus palabras. Cuando puso un pie en la casa, supo que no estaba lidiando con una sola presencia sobrenatural. Allí había, como mínimo, dos fantasmas. No le resultaba raro que no hubieran podido vender la casa.
El problema era que Rebecca creyó, ingenuamente, que iba a trabajar sola. Se sorprendió cuando la agente de bienes raíces la llevó a conocer, en el jardín interior de la casa, a Jack Kim. Rebecca nunca había trabajado con otro médium antes y su primer instinto fue emocionarse, pero cuando Jack dijo que era estudiante de bioingeniería, ella se quedó a cuadros. ¡Un estudiante! Al parecer, Jane, la hermana de Bill Miller, estaba convencida de que allí había un hongo no identificado que estaba dándole problemas a la vieja mansión. No ayudó en nada que Jack la mirara con el ceño fruncido cuando la agente de bienes raíces, dijo con una sonrisa que ella era una médium.
La discusión de ambos fue tan terrible, que Rebecca pasó una pésima noche.
Se sintió muy culpable y fue por eso que citó a Jack al día siguiente, a una cafetería bastante pintoresca que estaba a dos cuadras del hotel donde ella se estaba quedando. Llegó puntual, dispuesta a poner su mejor cara y a tratar de convencerlo que no tenía nada que hacer allí. Ella acabaría el trabajo, Jack Kim y sus aparatejos tecnológicos no tenían nada que aportarle. En todo caso, si la situación se complicaba, llamaría a Neil o a Derek: sus primos siempre estarían dispuestos a ayudarla.
Cuando lo vio llegar, ella sonrió y le hizo un gesto para que se acerca.
—Gracias por venir, de verdad. Empezamos bastante mal ayer y creo que… —carraspeó, tratando de parecer amable—. Creo que es mejor si hablamos con tranquilidad, lejos de esa casa.
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
Jack estaba entusiasmado con este trabajo. Desde que tenía memoria, había querido hacer ciencia y ayudar al mundo. Hasta ahora, tan solo había podido hacer ciencia en muy diversas formas en su largo recorrido por la academia, y había logrado ser parte de diversos proyectos de investigación. Pero esta era la primera vez que tenía un trabajo por sí solo. Un encargo real, en el mundo real.
Algo estaba destruyendo esa casa y él iba a averiguarlo.
Su clienta le había advertido que el supersticioso de su hermano creía que se trataba de que la casa estaba embrujada. Era normal que la gente creyera en explicaciones esotéricas cuando carecían de otras opciones para entender la realidad. O cuando les daba consuelo sentir que había algo más que el mundo meramente material.
También era fácil que cayeran presa de estafadores que se aprovechaban de su ignorancia o de su ingenuidad.
Sin embargo, la chica que había llegado el día anterior a la mansión cuando él ya estaba trabajando no le había dado el tipo de estafadora. Podía serlo, por supuesto, y no sabía qué era peor: un farsante o un verdadero creyente.
Cuando lo contactó para hablar con él, se había pensado si ignorarla pero lo había descartado de inmediato. El hermano te su clienta tenía tanto derecho como ella a tener a alguien trabajando en la casa, así que iban a tener que encontrar la manera de convivir. Así que había decidido ir a verla con el propósito de sacar la bandera blanca y llegar a un acuerdo.
No veía por qué razón uno tenía que dificultar el trabajo del otro. Cada uno podía presentar a su cliente sus conclusiones y cobrar por su trabajo. Era un buen trato. Si la chica era una persona razonable tenía que aceptarlo.
—Gracias por contactarme —dijo con una de sus mejoers sonrisas sociales—. Sí, creo que es bueno que hablemos. Tal vez conociéndonos un poco podamos trabajar mejor.
La cafetería era encantadora, y Jack ya se estaba imaginando el capuccino que se iba a comprar. Quería acompañarlo con alguna de la deliciosa repostería que se veía en la vitrina. Le gustaba muchísimo el dulce.
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
A Rebecca, en general, no le molestaba que la gente no creyera en la existencia de fantasmas. ¿Cómo podía culparlos? Si no habían tenido experiencias sobrenaturales, era difícil creer que existían monstruos debajo de la cama, o espíritus dispuestos a volverse vengativos en cualquier momento. Ella había vivido en una familia muy peculiar, con una tía que hablaba con los muertos y con unos abuelos que cazaban criaturas sobrenaturales por un módico precio. Su padre tenía una librería llena de libros esotéricos y ella siempre había imaginado que acabaría regentando ese intrincado negocio familiar.
Su vida no había sido normal, ella no podía medir al resto del mundo por las reglas de la familia Wolfe. Por eso suponía que no podía pedirle, de buenas a primeras, a Jack Kim, un estudiante modelo, que aceptara que la casa de los Miller estuviera embrujada. Pero tampoco dejaría que él la insultara, ni que se pusiera en peligro. Tenía que ser muy estratégica si no quería que se repitiera una discusión como la de ayer.
—¿Te parece si pedimos algo? Hay unos pastelitos de chocolate que se ven deliciosos, también unas galletas con crema que lucen muy bien. En mi familia siempre decimos que los postres ayudan mucho a las conversaciones incómodas… —comentó de pronto mientras llamaba a la mesera que amablemente le había ofrecido un menú cuando llegó—. Bill me dijo que estás estudiando en Georgia Tech, eso suena increíble. Sé que mucha gente se pelea por ser aceptados allí. ¿Qué es lo que estás estudiando?
Tal vez si se mantenía neutra, sería mejor. En realidad no le interesaba en lo más mínimo saber qué estaba estudiando Jack, porque nada de lo que le enseñaran en Georgia Tech serviría en lo más mínimo para esa casa. Ella había estudiado periodismo, pero tenía su carrera en pausa por el momento. Habían pasado unas cuantas cosas en San Francisco que le habían hecho replantearse muchas cosas sobre sí misma, así que dudaba que algo que tuviera que ver con la vida universitaria les permitiera tener algo en común.
Pero tenía que sonar amable, quizás le gustaba la misma música que a ella, o se divertía viendo las mismas series de TV ridículas que le gustaban a Rebecca de vez en cuando. Si le encontraba al menos una cualidad redimible, quizás Rebecca no estaría constantemente enfadada.
Su vida no había sido normal, ella no podía medir al resto del mundo por las reglas de la familia Wolfe. Por eso suponía que no podía pedirle, de buenas a primeras, a Jack Kim, un estudiante modelo, que aceptara que la casa de los Miller estuviera embrujada. Pero tampoco dejaría que él la insultara, ni que se pusiera en peligro. Tenía que ser muy estratégica si no quería que se repitiera una discusión como la de ayer.
—¿Te parece si pedimos algo? Hay unos pastelitos de chocolate que se ven deliciosos, también unas galletas con crema que lucen muy bien. En mi familia siempre decimos que los postres ayudan mucho a las conversaciones incómodas… —comentó de pronto mientras llamaba a la mesera que amablemente le había ofrecido un menú cuando llegó—. Bill me dijo que estás estudiando en Georgia Tech, eso suena increíble. Sé que mucha gente se pelea por ser aceptados allí. ¿Qué es lo que estás estudiando?
Tal vez si se mantenía neutra, sería mejor. En realidad no le interesaba en lo más mínimo saber qué estaba estudiando Jack, porque nada de lo que le enseñaran en Georgia Tech serviría en lo más mínimo para esa casa. Ella había estudiado periodismo, pero tenía su carrera en pausa por el momento. Habían pasado unas cuantas cosas en San Francisco que le habían hecho replantearse muchas cosas sobre sí misma, así que dudaba que algo que tuviera que ver con la vida universitaria les permitiera tener algo en común.
Pero tenía que sonar amable, quizás le gustaba la misma música que a ella, o se divertía viendo las mismas series de TV ridículas que le gustaban a Rebecca de vez en cuando. Si le encontraba al menos una cualidad redimible, quizás Rebecca no estaría constantemente enfadada.
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
Le sorprendió que la chica supiera sobre él y donde estaba estudiando. Ese día parecía de mejor talante que el día anterior que había llegado a imponerse a la casa. Había tenido la impresión de que ella creía tener derecho a estar ahí y él no, lo que era injusto porque a ambos los habían contratado.
Pero si ahora quería sacar una bandera blanca, él podía hacer otro tanto y comer un delicioso pastelillo de los que tenían en la vitrina. Si iba a tener lo que ella llamaba una conversación incómoda, no tenía por qué ser a secas en un lugar así.
—Me antojé de los pastilillos tan solo entrar, en especial el de chocolate —comentó mientras miraba el menú—. Mi madere siempre me dice que tengo que tener cuidado con el dulce porque subo demasiado fácil de peso, pero creo que un buen pastel bien amerita unas mejillas más grandes.
Le sonrió, aunque se temía que, como siempre, había compartido demasiado. Nunca había sido muy hábil tratando con las personas. Siempre fue el nerd de las clases, así que muchas personas no tenían interés en compartir con él más que para pedirle las respuestas de las tareas o evaluaciones.
Aunque no era que Jack lo resintiera: no disfrutaba particularmente a las personas. La mayoría le solían parecer poco inteligentes y era un poco frustrante intentar tener una conversación racional con ellas.
—Me parece un excelente escenario para que pongamos nuestros trabajos sobre la mesa y encontremos la manera de cumplir ambos con lo que nos han solicitado. Ahora estoy estudiando bioingeniería, pero he hecho estudios de todo un poco: ingeniería, biología, farmacia... Soy un entusiasta de las ciencias en general. Por eso he tardado tanto en la universidad, lo quiero estudiar todo.
Empezaba a tener un buen presentimiento de esta conversación, aunque le seguía causando duda que ella la hubiera llamado "incómoda".
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
Se le escapó una sonrisa cuando lo escuchó decir que estaba antojado del pastel de chocolate. Rebecca también tenía debilidad por el chocolate. Recordaba que, cuando era niña, solía meterse con su primo Derek porque este siempre prefería las tartas de vainilla y era las que pedía para su cumpleaños. Ella, dos años mayor, le decía que no se podía ser más insulso que una tarta de vainilla. En más de una ocasión hizo rabia al pobre de Derek, ahora se lo recuerda cuando quiere meterse con él.
—Las calorías que nos hacen felices, no cuentan. Estoy convencida de eso —dijo con firmeza, deleitándose con sus palabras y la reacción de Jack. Al menos el comentario de los dulces había aplacado uno poco la extraña situación en que estaban sumidos los dos.
Ella lo escuchó con atención cuando empezó a recitar todas las cosas que había estudiado. Rebecca se preguntó si acaso le había quedado algo de vida además de ser estudiante. Tuvo que morderse la lengua para no comentar, pues sabía que no había forma de que se lo tomara a bien, aunque ella intentara ser amable.
—Supongo que ya entiendo por qué Jane te contactó, veo que sabes un montón… —Bill había hablado pestes de su hermana. Sobre todo porque, según él, Jane también estaba al tanto a lo que se dedicaba Scott. Pero seguro que Jane pensaba que Scott Miller era un loco fanático que deliraba sobre cazar wendigos en Colorado. Rebecca sólo había visto un wendigo en su vida, un cadáver, y fue suficiente para saber que no los quería en su camino. Aunque, si lo pensaba con detenimiento, quizás un wendigo habría sido más sencillo para Jack: al menos era un monstruo corpóreo—. Cuando Jane te llamó, ¿qué fue exactamente lo que te dijo sobre la casa? Supongo que ya sabes que a mí me llamó Bill, él… bueno, digamos que es conocido de mi familia. De hecho, estoy segura que anotó mi número por error, porque tiene dos cifras muy parecidas a las de mi tía Christine, así fue como acabé yo aquí. Creo que te lo dije ayer, pero… ninguno de los dos estaba muy receptivo.
Rebecca estaba exagerando: ayer se habían peleado como si estuvieran en el patio de la escuela, discutiendo sobre quién usaría la cancha de baloncesto primero. Fue horrible. No se enorgullecía de eso.
—Las calorías que nos hacen felices, no cuentan. Estoy convencida de eso —dijo con firmeza, deleitándose con sus palabras y la reacción de Jack. Al menos el comentario de los dulces había aplacado uno poco la extraña situación en que estaban sumidos los dos.
Ella lo escuchó con atención cuando empezó a recitar todas las cosas que había estudiado. Rebecca se preguntó si acaso le había quedado algo de vida además de ser estudiante. Tuvo que morderse la lengua para no comentar, pues sabía que no había forma de que se lo tomara a bien, aunque ella intentara ser amable.
—Supongo que ya entiendo por qué Jane te contactó, veo que sabes un montón… —Bill había hablado pestes de su hermana. Sobre todo porque, según él, Jane también estaba al tanto a lo que se dedicaba Scott. Pero seguro que Jane pensaba que Scott Miller era un loco fanático que deliraba sobre cazar wendigos en Colorado. Rebecca sólo había visto un wendigo en su vida, un cadáver, y fue suficiente para saber que no los quería en su camino. Aunque, si lo pensaba con detenimiento, quizás un wendigo habría sido más sencillo para Jack: al menos era un monstruo corpóreo—. Cuando Jane te llamó, ¿qué fue exactamente lo que te dijo sobre la casa? Supongo que ya sabes que a mí me llamó Bill, él… bueno, digamos que es conocido de mi familia. De hecho, estoy segura que anotó mi número por error, porque tiene dos cifras muy parecidas a las de mi tía Christine, así fue como acabé yo aquí. Creo que te lo dije ayer, pero… ninguno de los dos estaba muy receptivo.
Rebecca estaba exagerando: ayer se habían peleado como si estuvieran en el patio de la escuela, discutiendo sobre quién usaría la cancha de baloncesto primero. Fue horrible. No se enorgullecía de eso.
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
Que no estaban receptivos era una forma ligera de decirlo. Jack no se enorgullecía de cómo se había portado el día anterior. Si había algo que no soportaba, era que la gente dudara de su capacidad profesional. Sabía que no tenía las mejores habilidades sociales, ni el mejor don de negociación, pero era inteligente y sabía mucho.
Por primera vez le dejaban demostrarlo y ganarse un dinero merecido con sus conocimientos, y de repente había salido esa chica de la nada hablando tonterías sobre espíritus, intentando quitarle su oportunidad. Claro que no había estado receptivo.
Ahora intentaba estarlo, pero la verdad le estaba resultando difícil seguir el hilo de lo que Rebecca intentaba decirle. No sabía quién era la tía ni acababa de entender su relación con el hermano de su clienta.
—Mira, entiendo que Bill te contrató para que abordes el problema de la casa desde tus... conocimientos —hizo una pausa porque no sabía bien qué palabras usar para no atacarla pero tampoco validar su pensamiento mágico—. Creo que ambos podemos ser profesionales y dejar al otro trabajar. La casa es muy grande y la afectación está en varios lugares a la vez, ni siquiera tenemos que chocar entre nosotros ahí. Cada uno podrá responderle a su cliente y que ellos decidan lo que harán.
Lo había pensado mucho y no veía que tuviera que ser una complicación mayor si ambos se comportaban. Así que hizo además una pequeña reverencia, doblando la cintura sin levantarse de su asiento.
—Me discuplo por mi actitud de ayer y espero que podamos trabajar en armonía en el espacio que nos corresponde sin afectarnos el uno al otro
Luego le sonrió. Estaba siendo sincero, considerado y directo. Se suponía que esto debía funcionar.
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
Rebecca inspiró hondo cuando escuchó con qué tono dijo “conocimientos”. Hizo un esfuerzo por ignorar ese tono condescendiente que conocía muy bien. Jack no tenía la culpa, era ignorante del mundo sobrenatural y un escéptico. No era el primero con el que se cruzaba, sin embargo, el ignorar la situación o creer que no existían los fantasmas, no impedía que se pusiera en peligro.
El problema era que, si se lo decía así, Jack se iba a ofender una vez más. Al menos cuando la mesera llegó con el pedido y Rebecca pudo concentrarse en el pastelito con relleno de fresa que había frente a ella, se sintió mejor. Dio un mordisco y el dulce acabó por estallarle en el paladar y ponerla de buen humor de manera instantánea.
¿Jack quería que trabajaran juntos? Le parecía perfecto. Siempre y cuando no estorbara. De hecho, se le ocurrió una idea mucho mejor.
—No tengo ningún problema en dejarte trabajar, de verdad. ¿Te importaría que me dejaras ver la casa a mí sola mañana? —Quizás Rebecca estaba pecando de orgullosa, porque ni siquiera sabía si podría resolver el problema en veinticuatro horas, sin ayuda. Había detectado una energía vengativa muy poderosa cuando puso un pie en la casa y una sesión de invocación estaba descartada. Rebecca no quería lidiar con espíritus vengativos poseyendo su cuerpo, sólo había sucedido una vez y prefería ahorrárselo—. Quiero decir, quizás luego de eso pueda dejarte trabajar cuanto tiempo quieras. ¿Cuál es tu teoría sobre lo que pasa con la casa?
Si Jack pensaba que los cimientos estaban viejos, si había un microorganismo o un ente alienígena en la casa, a ella le daba igual. Si acababa con los fantasmas, él podría quedarse allí haciendo cuantos estudios quisiera. Rebecca sólo quería impedir que los fantasmas se salieran de control. De verdad que nunca había tenido una experiencia como aquella, había una energía negativa muy fuerte alrededor de esa casa. ¿Qué habría pasado allí realmente? No había tenido tiempo de investigar a fondo.
—¿Qué me dices? De cualquier forma, acepto tus disculpas. A pesar de lo que viste ayer, no me gustan los conflictos. Vengo de una familia donde casi todos mis primos son hombres, siempre vivía evitándolos mientras peleaban —comentó, encogiéndose de hombros, para después dar otro bocado a su pastelito. Realmente estaba delicioso.
El problema era que, si se lo decía así, Jack se iba a ofender una vez más. Al menos cuando la mesera llegó con el pedido y Rebecca pudo concentrarse en el pastelito con relleno de fresa que había frente a ella, se sintió mejor. Dio un mordisco y el dulce acabó por estallarle en el paladar y ponerla de buen humor de manera instantánea.
¿Jack quería que trabajaran juntos? Le parecía perfecto. Siempre y cuando no estorbara. De hecho, se le ocurrió una idea mucho mejor.
—No tengo ningún problema en dejarte trabajar, de verdad. ¿Te importaría que me dejaras ver la casa a mí sola mañana? —Quizás Rebecca estaba pecando de orgullosa, porque ni siquiera sabía si podría resolver el problema en veinticuatro horas, sin ayuda. Había detectado una energía vengativa muy poderosa cuando puso un pie en la casa y una sesión de invocación estaba descartada. Rebecca no quería lidiar con espíritus vengativos poseyendo su cuerpo, sólo había sucedido una vez y prefería ahorrárselo—. Quiero decir, quizás luego de eso pueda dejarte trabajar cuanto tiempo quieras. ¿Cuál es tu teoría sobre lo que pasa con la casa?
Si Jack pensaba que los cimientos estaban viejos, si había un microorganismo o un ente alienígena en la casa, a ella le daba igual. Si acababa con los fantasmas, él podría quedarse allí haciendo cuantos estudios quisiera. Rebecca sólo quería impedir que los fantasmas se salieran de control. De verdad que nunca había tenido una experiencia como aquella, había una energía negativa muy fuerte alrededor de esa casa. ¿Qué habría pasado allí realmente? No había tenido tiempo de investigar a fondo.
—¿Qué me dices? De cualquier forma, acepto tus disculpas. A pesar de lo que viste ayer, no me gustan los conflictos. Vengo de una familia donde casi todos mis primos son hombres, siempre vivía evitándolos mientras peleaban —comentó, encogiéndose de hombros, para después dar otro bocado a su pastelito. Realmente estaba delicioso.
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
Le alegraba que Rebecca aceptara sus disculpas. A él tampoco le gustaban los conflictos. Terminaba metido en ellos por su falta de don de gentes y por lo irracionales que podían ser otras personas cuando no querían aceptar que se equivocaban en algo.
Este no parecía ser totalmente ninguno de los dos casos, pero peligraba en girar en alguna de las dos direcciones, porque lo que Rebecca le estaba pidiendo no tenía sentido alguno. Arqueó ambas cejas, extrañado genuinamente por su propuesta.
—Mi teoría es que algo está afectando la estructura de la casa, debo hacer algunos análisis —declaró. Ya había mandado algunas muestras a un laboratorio, pero le faltaban más—. Eso lleva tiempo, y no puedo durar toda la vida en este trabajo. Tengo plazos que cumplir, el laboratorio está esperando otras muestras mañana... La casa es muy grande. Podemos trabajar en diferentes secciones a lo largo del día, sin estorbarnos el uno al otro. Pero no puedo perder un día completo de trabajo...
No podía quedarse en este lugar para siempre. Tenía que volver a la universidad a cumplir entregas y plazos de estudiantes también. Además, ¿cómo le iba a justificar a su cliente que estuviera un día entero ahí en la ciudad sin hacer nada?
—Es más, te dejo todo el primer piso en la mañana, yo necesito tomar muestras en el segundo... No importará mucho desde qué lado de la casa empieces, ¿no?
Realmente quería que llegaran a un acuerdo.
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
Jack sonaba muy seguro de sí mismo cuando dijo que “algo” estaba afectando la estructura de la casa. En realidad, sí que sonaba muy bien, de seguro que era una respuesta que a Jane Miller le encantaría escuchar. Era una casa vieja y de seguro que allí había estructuras que necesitaban limpieza o un buen mantenimiento. Sin embargo, Rebecca sabía que el verdadero problema tenía que ver con las presencias sobrenaturales que sintió nada más entrar.
Estaba convencida de que era más que una, lo cual haría todavía más difícil su trabajo. Quería regresar para hacer una mejor investigación, pero temía que la presencia de Jack empeorara todo.
—Algo… ¿Como qué? —preguntó por curiosidad. Era una curiosidad genuina, pues ella no podía pensar en otra posibilidad que la de los fantasmas. Necesitaba interactuar con los espíritus antes de catalogarlos de otra forma, pero, una vez más, sería difícil si Jack estaba presente—. Es una pregunta verdadera, ¿tienes alguna sospecha de qué puede ser lo que está afectando a la casa?
Tal vez si comprendía cómo Jack iba a investigar, podría ayudarlo en caso de que las cosas se salieran de control. Jack estaba dispuesto a dejarle la primera planta, que era un buen espacio para que ella empezara. Si encontraba algún objeto personal que estuviera atado a cualquier fantasma, tendría pistas para empezar.
—Cualquier espacio es bueno para mí, puede que tenga que echar un vistazo al sótano pero… —Rebecca odiaba los sótanos, eran muy cliché, pero solían ser un cementerio de pistas que siempre eran útiles.
En una ocasión, una vieja amiga de su padre tenía un espíritu rondando el sótano de su casa. Era el espíritu de su primer esposo, que se había vuelto violento y les demoró varios días exorcizarlo por completo. Rebecca sólo tenía trece años y había insistido en acompañar a su padre, porque su madre ni siquiera estaba en la ciudad. El resultado fue que su padre quedó con una herida considerable en la frente y ella con una cicatriz que todavía estaba en su muslo izquierdo.
Aunque toda su familia le decía que no, que apenas se veía a estas alturas, para Rebecca la cicatriz era espantosa, por eso no le gustaba usar ni pantalones cortos, ni tampoco vestidos.
Estaba convencida de que era más que una, lo cual haría todavía más difícil su trabajo. Quería regresar para hacer una mejor investigación, pero temía que la presencia de Jack empeorara todo.
—Algo… ¿Como qué? —preguntó por curiosidad. Era una curiosidad genuina, pues ella no podía pensar en otra posibilidad que la de los fantasmas. Necesitaba interactuar con los espíritus antes de catalogarlos de otra forma, pero, una vez más, sería difícil si Jack estaba presente—. Es una pregunta verdadera, ¿tienes alguna sospecha de qué puede ser lo que está afectando a la casa?
Tal vez si comprendía cómo Jack iba a investigar, podría ayudarlo en caso de que las cosas se salieran de control. Jack estaba dispuesto a dejarle la primera planta, que era un buen espacio para que ella empezara. Si encontraba algún objeto personal que estuviera atado a cualquier fantasma, tendría pistas para empezar.
—Cualquier espacio es bueno para mí, puede que tenga que echar un vistazo al sótano pero… —Rebecca odiaba los sótanos, eran muy cliché, pero solían ser un cementerio de pistas que siempre eran útiles.
En una ocasión, una vieja amiga de su padre tenía un espíritu rondando el sótano de su casa. Era el espíritu de su primer esposo, que se había vuelto violento y les demoró varios días exorcizarlo por completo. Rebecca sólo tenía trece años y había insistido en acompañar a su padre, porque su madre ni siquiera estaba en la ciudad. El resultado fue que su padre quedó con una herida considerable en la frente y ella con una cicatriz que todavía estaba en su muslo izquierdo.
Aunque toda su familia le decía que no, que apenas se veía a estas alturas, para Rebecca la cicatriz era espantosa, por eso no le gustaba usar ni pantalones cortos, ni tampoco vestidos.
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
Podría haberse extendido con sus diferentes hipótesis para lo que ocurría en la casa, porque la verdad tenía varias, pero no quería ser poco profesional.
—Tengo que esperar a que lleguen los resultados de laboratorio de las muestras que mandé, pero pedí análisis de hongos en especial, hay tipos de moho que causan fallas estructurales. También pedí de insectos, no he encontrado huevos ni cadáveres pero algunos se desplazan con mucha velocidad por las estructuras y puede que estén ya en la parte alta de la casa.
El comentario de Rebecca del sótano lo hizo torcer el gesto.
—Si vas a ir al sótano, lleva abrigo —le sugirió—. Es increíblemente húmedo y frío. Además, sería bueno que les preguntaras si encontraron la llave de la parte que está clausurada. Quería tomar muestras ahí pero no hubo forma humana de abrir la puerta y me dijeron que no sabían dónde estaría la llave.
No había quedado invitado en su experiencia en el sótano. El lugar le había parecido muy lúgubre, así que había tomado sus muestras y había seguido con el resto de la casa.
—Pero entonces podemos quedar en eso, ¿no crees? Yo trabajo el segundo piso y tú el primero... y el sótano, si quieres, la parte que puedas acceder.
Le parecía un trato más que justo, considerando que él había llegado antes a la casa pero así no tenía que quedarse un día ocioso en el lugar.
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
Rebecca tuvo que contener su expresión lo mejor que pudo, utilizar su mejor sonrisa nerviosa para no reírse cuando escuchó a Jack decir que todo se debía a un moho. Ella no dudaba ni por un instante que en esa casa tan vieja de seguro que había espacio para que crecieran todas las especies de moho de Estados Unidos, así como unas cuantas alimañas. Sin embargo, eso no era lo que estaba pasando con la casa. El moho no se ensaña con las personas, ni los insectos o alimañas tampoco, simplemente buscan sobrevivir de la mejor manera.
Los fantasmas, en cambio, eran los que parecían estar ensañados con esa casa. Rebecca estuvo a punto de decírselo, pero entonces escuchó el comentario del sótano y se quedó a cuadros. Por lo general, los fantasmas con los que Rebecca trataba, no representaban un peligro real para las personas, más allá de unos cuantos accidentes desafortunados.
Sin embargo, los que estaban en la mansión Miller no parecían agradables. Eran, como mínimo, dos, y le preocupaba que Jack hubiera encontrado algo en el sótano que escapara de su conocimiento y se hubiera metido en líos.
—¿Dices que hay una puerta clausurada en el sótano? —Rebecca se alarmó de sólo pensarlo. Bill no le había comentado nada de alguna llave extraviada, así que era posible que ni siquiera lo estuvieran tomando en consideración—. Iré al sótano, entonces. Es posible que… bueno, es posible que allí haya algo importante que yo necesite. Por lo demás, puedes usar el espacio de la casa que quieras, pero si ya revisaste el sótano, puedes mantenerte alejado de allí. Te prometo que tomaré fotos si encuentro cualquier cosa parecida a moho o musgo, o presencia de insectos.
“Pero ni se te ocurra volver” quiso advertirle, pero se guardó sus palabras por temor a causar justo el efecto contrario.
Rebecca quería revisar el sótano, si era necesario, tendría que forzar la cerradura. No sería la primera vez que lo hiciera, necesitaba saber a qué se estaba enfrentando. Hasta ahora no quería pensar en la posibilidad de pedir ayuda, por eso primero necesitaba un panorama más amplio de dónde estaba parada.
Y alejar a Jack cuanto antes.
Los fantasmas, en cambio, eran los que parecían estar ensañados con esa casa. Rebecca estuvo a punto de decírselo, pero entonces escuchó el comentario del sótano y se quedó a cuadros. Por lo general, los fantasmas con los que Rebecca trataba, no representaban un peligro real para las personas, más allá de unos cuantos accidentes desafortunados.
Sin embargo, los que estaban en la mansión Miller no parecían agradables. Eran, como mínimo, dos, y le preocupaba que Jack hubiera encontrado algo en el sótano que escapara de su conocimiento y se hubiera metido en líos.
—¿Dices que hay una puerta clausurada en el sótano? —Rebecca se alarmó de sólo pensarlo. Bill no le había comentado nada de alguna llave extraviada, así que era posible que ni siquiera lo estuvieran tomando en consideración—. Iré al sótano, entonces. Es posible que… bueno, es posible que allí haya algo importante que yo necesite. Por lo demás, puedes usar el espacio de la casa que quieras, pero si ya revisaste el sótano, puedes mantenerte alejado de allí. Te prometo que tomaré fotos si encuentro cualquier cosa parecida a moho o musgo, o presencia de insectos.
“Pero ni se te ocurra volver” quiso advertirle, pero se guardó sus palabras por temor a causar justo el efecto contrario.
Rebecca quería revisar el sótano, si era necesario, tendría que forzar la cerradura. No sería la primera vez que lo hiciera, necesitaba saber a qué se estaba enfrentando. Hasta ahora no quería pensar en la posibilidad de pedir ayuda, por eso primero necesitaba un panorama más amplio de dónde estaba parada.
Y alejar a Jack cuanto antes.
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
A Tiny Truce
Chapter I
Jack torció el gesto antes la idea de que Rebecca fuera a meterse al sótano. A su parecer era un lugar horrible y si a la chica no le interesaba estudiar las bases del edificio no tenía mucho sentido meterse en ese espacio húmedo y frío. Pero parecía que estaban llegando a una tregua, así que no quería volver a discutir.
—Como quieras, pero hazme caso con lo del abrigo. El frío es horrible ahí. Si quieres, puedo dejar café en la cocina para que te sirvan cuando subas, te caerá bien.
Tal vez podían hacer esto. Si Rebeca quería creer en cosas sobrenaturales, ¿qué podía hacer él? Parecía una chica, no parecía estar intentando hacer una estafa. Además, hacía un clima precioso ese día y la caferería tenía una pastelería deliciosa.
Podía acabar de comer en paz, y ya al día siguiente estaría atento por si oía ruidos extraños desde el sótano y la chica necesitaba ayuda. Todo allí parecía a punto de colapsar.
—Supongo que acostumbras trabajar sola, pero ya verás que tampoco es tan malo que estemos en el mismo lugar mientras nos organicemos para no estorbarnos, ¿no crees? —preguntó con mucho más optimismo que con el que había llegado al café.
Este encuentro había salido mejor de lo que creía. El día anterior Rebeca se había enojado muchísimo y él también. Nunca había discutido así de fuerte con alguien y, aunque en el momento había sido desagradable, ahora sentía que había sido hasta emocionante.
No tenían por qué discutir de nuevo, todo iba a salir bien.
—Aquí, toma uno de estos pastelillos de chocoalte, estan deliciosos.—le ofreció.
¿Por qué no? Una ofrenda de paz.
2PM — Cafetería — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
The basement
Chapter II
Rebecca se había presentado en la Mansión Miller a la mañana siguiente con la intención de cumplir con su trabajo. Recibió una llamada de Bill, que demoró aproximadamente veinte minutos, en los que el hombre se desvivió en disculpas en honor a su hermana. Pudo deducir por la conversación que los hermanos Miller no se llevaban especialmente bien. Ella no quería extrapolar esa tensión a su relación con Jack, ya habían llegado a un buen acuerdo, así que no tenía por qué pasar nada malo.
Cuando llegó a la vieja mansión y subió las escaleras del pórtico, volvió a tener la misma sensación de la primera vez. Allí había más de un fantasma, eso sólo empeoraba la situación, pero quería tener fe de que podía solucionarlo sola. Había escrito a sus padres, quienes parecían un poco preocupados, pero parecieron convencerse de que ella podía manejarlo. O quizás sólo fingieron hacerlo, porque tenía varias llamas perdidas de sus primos que no pensaba contestar todavía. Tal vez eran ellos los que vendrían a ofrecer su ayuda.
—Buenos días, Jack… —Rebecca extendió hacia él un capuchino que había comprado esa mañana, en la misma cafetería que se vieron ayer. Le regaló una sonrisa e hizo un gesto para que lo tomara sin problema—. Siempre es buena idea comenzar el día con cafeína. Dime, ¿dónde me dijiste que ibas a trabajar hoy?
Rebecca dejó su capuchino en una repisa que encontró en la sala. Inspiró hondo, mientras prestaba atención a su alrededor. Allí había un montón de energía incómoda, que le hacía difícil respirar con tranquilidad, pero hizo su mejor esfuerzo por disimular. Si empezaba a respirar entrecortadamente, Jack de seguro haría preguntas incómodas y era muy temprano para discutir.
—¿Esos son tus instrumentos de trabajo? —preguntó por genuina curiosidad, señalando un par de maletas que vio acomodadas perfectamente sobre el viejo sofá. La mansión tenía poco mobiliario, lo que ayudaba a no darle un aspecto completamente tétrico.
Cuando llegó a la vieja mansión y subió las escaleras del pórtico, volvió a tener la misma sensación de la primera vez. Allí había más de un fantasma, eso sólo empeoraba la situación, pero quería tener fe de que podía solucionarlo sola. Había escrito a sus padres, quienes parecían un poco preocupados, pero parecieron convencerse de que ella podía manejarlo. O quizás sólo fingieron hacerlo, porque tenía varias llamas perdidas de sus primos que no pensaba contestar todavía. Tal vez eran ellos los que vendrían a ofrecer su ayuda.
—Buenos días, Jack… —Rebecca extendió hacia él un capuchino que había comprado esa mañana, en la misma cafetería que se vieron ayer. Le regaló una sonrisa e hizo un gesto para que lo tomara sin problema—. Siempre es buena idea comenzar el día con cafeína. Dime, ¿dónde me dijiste que ibas a trabajar hoy?
Rebecca dejó su capuchino en una repisa que encontró en la sala. Inspiró hondo, mientras prestaba atención a su alrededor. Allí había un montón de energía incómoda, que le hacía difícil respirar con tranquilidad, pero hizo su mejor esfuerzo por disimular. Si empezaba a respirar entrecortadamente, Jack de seguro haría preguntas incómodas y era muy temprano para discutir.
—¿Esos son tus instrumentos de trabajo? —preguntó por genuina curiosidad, señalando un par de maletas que vio acomodadas perfectamente sobre el viejo sofá. La mansión tenía poco mobiliario, lo que ayudaba a no darle un aspecto completamente tétrico.
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
The basement
Chapter II
Jack había llegado temprano. Desde joven había sido mdarugador, le gustaba aprovechar las primeras horas de la mañana para avanzar con sus cosas. Había decidido aprovechar las primeras horas del día mientras llegaba Rebecca. Todavía tenían que probar ese sistema de trabajar ambos en la casa. Quería ser optimista de que era lo suficientemente grande para ambos, pero nunca había tenido que compartir demasiado.
—¡Buenos días, Rebecca! —la saludó mientras tomaba el café—. No le diré que no a otra dosis de cafeína
Le parecía muy bonito de su parte haberle traído café. También tenía buena voluntad. Seguro que harían esto funcionar.
—Voy a estar en el segundo piso —Le recordó, aunque sospechaba que ella no lo había olvidado y solo quería confirmar que la dejaría sola.
Le inquietó un poco el interés en su instrumental, pero en el fondo no podía evitar estar orgulloso de todo lo que tenía. Se rascó la nuca, mientras pensaba que tal vez era mejor saciar su curiosidad ahora, no fuera que después tuviera curiosidad de ver todo por su cuenta.
—¡Sí, tengo un muy buen equipo!—presumió finalmente, acercándose a levantar la tapa de la maleta —¿Quieres verlo? Te puedo explicar qué es todo, pero no te puedo dejar tocarlo. Son herramientas delicadas y algunos químicos son peligrosos.
Esperaba que no se lo tomara a mal, mientras veía con emoción todo su equipo. Realmente estaba listo para este tipo de trabajos, tenía todo lo necesario. Tal vez después de este tendría más.
Aunque no sabía si Rebecca sabría apreciarlo.
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
The basement
Chapter II
Rebecca no se esperaba este giro extraño de acontecimientos. No podía decir que estaba enfadada, ni mucho menos, pero se quedó sin palabras al ver que Jack no sólo le aceptaba el café, sino en lo entusiasmado que se veía con su pregunta. Parecía haberse transformado en una persona completamente diferente cuando le preguntó por sus instrumentos de trabajo.
Estaba preparada para que Jack fuera evasivo con ella y le respondiera puntualmente algunas cosas, pero no esto. Parecía dispuesto a mostrarle hasta lo último que había allí y ahora Rebecca no podía cómo zafarse de ello. No quería parecer grosera y creía que no le haría daño que Jack le mostrara todo, parecía feliz y orgulloso. Rebecca no pudo evitar sentir un resquicio de envidia porque sabía que Jack no le ofrecería el mismo interés si fuera al revés.
Intentó no pensar en ello cuando sonrió y asintió con un gesto, acercándose lo suficiente para verse interesada, pero manteniendo la distancia para que Jack no creyera que iba a romper sus instrumentos.
—Sí, claro, puedes contarme. De todas formas se supone que estemos aquí todo el día, ¿no? Puedes contarme lo que quieras, así terminarás ese café y luego podremos trabajar con calma. Bill me llamó anoche y creo que están dispuestos a venir a Georgia a finales de la semana, tenemos mucho tiempo —Rebecca confiaba en tener suficiente información para tranquilizar a Bill para ese entonces.
De hecho, confiaba con ser lo bastante diestra como para haber terminado ya la situación. Tan sólo esperaba que nada se saliera de control y que Jack se mantuviera a salvo.
—Me imagino que tienes que ser algo así como un genio para poder manipular todas estas cosas tú solo —comentó, mirando los instrumentos de Jack con curiosidad. Rebecca no era una negada de la ciencia, por supuesto, era una de sus materias favoritas cuando iba a la escuela. Tan sólo sabía que había cosas que pertenecían a la ciencia y otras a leyes sobrenaturales que no podían explicarse ni con instrumentos ni con ecuaciones.
Estaba preparada para que Jack fuera evasivo con ella y le respondiera puntualmente algunas cosas, pero no esto. Parecía dispuesto a mostrarle hasta lo último que había allí y ahora Rebecca no podía cómo zafarse de ello. No quería parecer grosera y creía que no le haría daño que Jack le mostrara todo, parecía feliz y orgulloso. Rebecca no pudo evitar sentir un resquicio de envidia porque sabía que Jack no le ofrecería el mismo interés si fuera al revés.
Intentó no pensar en ello cuando sonrió y asintió con un gesto, acercándose lo suficiente para verse interesada, pero manteniendo la distancia para que Jack no creyera que iba a romper sus instrumentos.
—Sí, claro, puedes contarme. De todas formas se supone que estemos aquí todo el día, ¿no? Puedes contarme lo que quieras, así terminarás ese café y luego podremos trabajar con calma. Bill me llamó anoche y creo que están dispuestos a venir a Georgia a finales de la semana, tenemos mucho tiempo —Rebecca confiaba en tener suficiente información para tranquilizar a Bill para ese entonces.
De hecho, confiaba con ser lo bastante diestra como para haber terminado ya la situación. Tan sólo esperaba que nada se saliera de control y que Jack se mantuviera a salvo.
—Me imagino que tienes que ser algo así como un genio para poder manipular todas estas cosas tú solo —comentó, mirando los instrumentos de Jack con curiosidad. Rebecca no era una negada de la ciencia, por supuesto, era una de sus materias favoritas cuando iba a la escuela. Tan sólo sabía que había cosas que pertenecían a la ciencia y otras a leyes sobrenaturales que no podían explicarse ni con instrumentos ni con ecuaciones.
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
The basement
Chapter II
No había contado con que tendría que sacar tiempo esa mañana para explicarle a Rebecca sobre su intrumental, pero la verdad disfrutó mucho haciéndolo. Estaba muy orgulloso de todos sus instrumentos y el manejo que tenía sobre estos. El café se le enfrió un poco mientras terminaba de explicarle todo.
Sin embargo, cuando ella hizo el comentario de que si era una especie de genio, dudó. Muchas veces le habían dicho eso en tono de burla. No parecía en sí que Rebecca se estuviera burlando, pero de nuevo, no era muy bueno leyendo a la gente.
Sonrió de medio lado, incómodo sobre cómo reaccionar, y cerró la maleta de instrumental mientras apuraba su café.
—He estudiado mucho —respondió evasivamente.
No era una mentira. Había dedicado su vida a prepararse académicamente, así que debía todo el manejo que tenía a su propia educación y esfuerzo. Pero no sabía si Rebecca lo entendería.
Miró hacia arriba. Tal vez debía volver a lo suyo.
—Creo que iré regresando a mis cosas arriba—declaró —No quiero atrasarte más. Supongo que los dos tenemos muchas cosas que hacer.
Le sonrió, pero antes de girar sobre sí mismo para dirigirse hacia las escaleras, dudó. Sabía que iba a pecar de necio, pero no se iría tranquilo si no lo decía de nuevo.
—Ten cuidado en el sótano. Y si necesitas ayuda, no dudes en llamarme, estaré atento —le prometió.
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
The basement
Chapter II
Definitivamente, Jack parecía otra persona mientras le hablaba de sus instrumentos. Rebecca creía que incluso parecía que tenía la expresión brillante, lucía incluso guapo. Por supuesto que ella sólo entendió la mitad de lo que estaba diciendo, pero se mostró solícita todo el tiempo e incluso hizo un par de preguntas para parecer realmente interesada. No estaba segura si convenció a Jack, pero éste parecía feliz de haberle donado esos minutos de su vida para hablar de los instrumentos que traía consigo.
Esperaba que al menos hubiera en esa maldita casa un hongo o insecto que justificara que el pobre Jack trajera todo eso consigo. No dudaba que, si escarbaba lo suficiente, encontraría algo para justificar su trabajo y desmeritar todo lo que estaba haciendo Rebecca. Pero a ella eso, en el fondo, no le importaba. Estaba allí para deshacerse de los fantasmas y lo que hiciera Jack no tenía por qué afectarla.
Justo cuando parecía que Jack la iba a dejar sola, volvió a advertirle sobre el sótano. No estaba seguro si se lo decía porque la consideraba una incompetente, porque pensaba que sería imprudente o porque no pensara que una chica podría encargarse de todo por su cuenta.
—No te preocupes, creo que estaré bien. Pero sí, te prometo que si necesito ayuda te… avisaré —Rebecca se sintió particularmente fastidiada al decir eso con amabilidad. Sentía como si Jack estuviera siendo súper condescendiente con ella. Seguro que él no creía que necesitaría ayuda de una chica.
Decidió no pensar en eso más y empezar con el trabajo por el que le estaban pagando.
El aire en la planta baja era muy pesado, a tal punto que estaba agradecida que Jack no pudiera sentirlo. Mientras descendía al sótano, la sensación de asfixia no hizo más que acrecentarse. Rebecca encendió la luz, pero sólo había un foco arriba de su cabeza, así que tampoco había tanta visibilidad. Le parecía que el piso estaba más húmedo de la cuenta, pero no pensaba tocarlo para comprobarlo.
Inspiró hondo cuando vio la puerta trasera del sótano. Rebecca tenía un gancho para abrirla, esperaba que no le tomara mucho tiempo, pero cuando la examinó y se dio cuenta lo oxidada que estaba, no estuvo tan segura.
Había hecho esto antes, en situaciones más desesperadas que esta. Jack, su tío favorito, le había enseñado cómo hacerlo y, con el paso de los años, Rebecca se había vuelto más experta. Llevaba un par de minutos intentando forzar la cerradura, cuando lo sintió. Un escalofrío le recorrió la espalda y supo que, lo que sea que estuviera allí, no quería se abriera esa puerta.
Rebecca soltó un grito cuando la puerta empezó a temblar, pero se aterró de verdad cuando se dio cuenta de que no sólo era el sótano: toda la mansión estaba temblando.
Esperaba que al menos hubiera en esa maldita casa un hongo o insecto que justificara que el pobre Jack trajera todo eso consigo. No dudaba que, si escarbaba lo suficiente, encontraría algo para justificar su trabajo y desmeritar todo lo que estaba haciendo Rebecca. Pero a ella eso, en el fondo, no le importaba. Estaba allí para deshacerse de los fantasmas y lo que hiciera Jack no tenía por qué afectarla.
Justo cuando parecía que Jack la iba a dejar sola, volvió a advertirle sobre el sótano. No estaba seguro si se lo decía porque la consideraba una incompetente, porque pensaba que sería imprudente o porque no pensara que una chica podría encargarse de todo por su cuenta.
—No te preocupes, creo que estaré bien. Pero sí, te prometo que si necesito ayuda te… avisaré —Rebecca se sintió particularmente fastidiada al decir eso con amabilidad. Sentía como si Jack estuviera siendo súper condescendiente con ella. Seguro que él no creía que necesitaría ayuda de una chica.
Decidió no pensar en eso más y empezar con el trabajo por el que le estaban pagando.
El aire en la planta baja era muy pesado, a tal punto que estaba agradecida que Jack no pudiera sentirlo. Mientras descendía al sótano, la sensación de asfixia no hizo más que acrecentarse. Rebecca encendió la luz, pero sólo había un foco arriba de su cabeza, así que tampoco había tanta visibilidad. Le parecía que el piso estaba más húmedo de la cuenta, pero no pensaba tocarlo para comprobarlo.
Inspiró hondo cuando vio la puerta trasera del sótano. Rebecca tenía un gancho para abrirla, esperaba que no le tomara mucho tiempo, pero cuando la examinó y se dio cuenta lo oxidada que estaba, no estuvo tan segura.
Había hecho esto antes, en situaciones más desesperadas que esta. Jack, su tío favorito, le había enseñado cómo hacerlo y, con el paso de los años, Rebecca se había vuelto más experta. Llevaba un par de minutos intentando forzar la cerradura, cuando lo sintió. Un escalofrío le recorrió la espalda y supo que, lo que sea que estuviera allí, no quería se abriera esa puerta.
Rebecca soltó un grito cuando la puerta empezó a temblar, pero se aterró de verdad cuando se dio cuenta de que no sólo era el sótano: toda la mansión estaba temblando.
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
The basement
Chapter II
Jack tenía la impresión de que había vuelto a meter la pata con Rebecca, aunque no sabía cómo o por qué. De verdad estaba intentando ser un buen profesional aquí, incluso aunque no creía en el trabajo que ella hacía. La recomendación sobre el sótano había sido bien intencionada, el día que había estado allí le había parecido horrible.
Regresó a su trabajo en el segundo piso. Se preguntaba qué tipo de persona había vivido antes en esa casa. El segundo piso tenía habitaciones cerradas también, otras que parecían una bodega de muebles viejos, pero había un par que parecían museos, llenos de figuras e imágenes viejas y tenebrosas.
Si fuera él quien iba a heredar esa casa empezaría por hacer limpieza a fondo y mandar todoa un anticuario.
Retomó su recolección de muestras. Tenía la impresión de que el habitante anterior era acumulador clínico, lo que explicaría el montón de basura guardada en las habitaciones. Eso hacía que aumentaran las plagas y el moho. Todo calzaba.
Se preguntó cómo le estaría yendo a Rebecca abajo. Quizá debió haber correspondido su interés y preguntarle cómo trabajaba ella, pero, ¿podía escucharla seriamente hablar de espíritus? ¿Qué sería más falta de respeto? Le parecía que era una chica seria, que realmente creía en todo eso, no una simple estafadora. Era distinta a lo que se había imaginado inicialmente.
En fin, debía concentrarse en su tarea. Al menos eso hizo por varios minutos, hasta que de repente la casa empezó a temblar.
¿Temblar? ¿En esta región del país temblaba?
No tenía tiempo de hacer memoria. El lugar se agitaba cada vez más y él estaba en un segundo piso. Tenía que bajar, las cosas iban a empezar a caerle encima y podían bloquearle la salida. Corrió escaleras abajo, golpeando con la pared un par de veces porque el movimiento de la estructura le hacía perder el equilibrio.
Una vez en el primer piso pensó en sacar todo su instrumental un momento, pero después se preguntó si Rebecca habría salido o seguía en el sótano. Tendría que comprobarlo. En el sótano cualquier cosa podía haberle caído encima.
—¡Rebecca! ¿Estás ahí abajo? ¿Estás bien? —gritó, mientras se acercaba a las gradas.
El temblor no parecía parar. ¿Acaso era que la estructura iba a ceder?
No podía quedarse a esperar respuesta, era una emergencia. Sin pensarlo más corrió escaleras abajo.
—¡Rebecca, vamos, tenemos que salir! ¿Puedes salir, necesitas ayuda?
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
The basement
Chapter II
Después del miedo inicial, Rebecca empezó a escuchar a través del temblor. Contuvo la respiración, dándose cuenta de que el espíritu quería decirle algo. Parecía desesperado por hacerle una advertencia, aunque para eso estuviera removiendo todos los cimientos de la mansión.
“¿Qué es lo que quieres?” pensó Rebecca, pero de pronto el temor desapareció. Ella se sintió mareada y tuvo que apoyarse en una pared para no quedar en el suelo. El silencio que sucedió a continuación era perturbador considerando que hasta hacía un instante toda la casa estaba retumbando.
Soltó un respingo cuando, al cabo de unos minutos, escuchó la voz de Jack. ¡Jack! Rebecca caminó con torpeza en medio de las cosas que se habían caído, para no caer al suelo. Por supuesto, el temblor también lo habría asustado. Además, el necio de Jack no tenía la más mínima idea de qué estaba pasando.
—¡Jack! —exclamó para llamar su atención—. ¡Estoy bien! —Imaginaba que, tal y como ella se había asustado, él pensaría que le habían caído un montón de cosas encima. En especial porque, en apariencia, Rebecca estaba en un espacio más vulnerable de la mansión. Pero no habían caído más que unas cuantas cosas, lo que la aterraba: eso sólo significaba que el espíritu era lo bastante fuerte para controlar qué removía y por qué.
Después de que Jack abrió la puerta del sótano, escuchó el chillido de las escaleras, un crujido incómodo que, lejos de asustarla, la alivió. Rebecca pronunció una sonrisa, le alegraba darse cuenta de que a Jack no le había pasado nada.
—Estoy bien, Jack, de verdad. ¿Y tú? ¿Estás bien? ¿No te pasó nada? —Rebecca no estaba segura de que el espíritu hubiera hecho otra cosa más que manifestarse, pero avanzó con seguridad hacia Jack. Le tomó el pulso, sintiéndolo tibio y natural, mientras que el llevó la otra mano libre hacia la frente. Su temperatura era normal y, cuando lo miró directamente a los ojos, no vio sus pupilas dilatadas. No parecía en absoluto poseído por ningún espíritu, y sonrió aliviada, pero luego se dio cuenta de lo que había hecho.
Por supuesto, estaba demasiado cerca de Jack y, no conforme con eso, lo había tocado dos veces. Rebecca carraspeó después de soltarlo.
—Lo siento, yo… quería comprobar que estabas bien —se excusó con una mueca nerviosa—. ¿El temblor causó estragos arriba?
“¿Qué es lo que quieres?” pensó Rebecca, pero de pronto el temor desapareció. Ella se sintió mareada y tuvo que apoyarse en una pared para no quedar en el suelo. El silencio que sucedió a continuación era perturbador considerando que hasta hacía un instante toda la casa estaba retumbando.
Soltó un respingo cuando, al cabo de unos minutos, escuchó la voz de Jack. ¡Jack! Rebecca caminó con torpeza en medio de las cosas que se habían caído, para no caer al suelo. Por supuesto, el temblor también lo habría asustado. Además, el necio de Jack no tenía la más mínima idea de qué estaba pasando.
—¡Jack! —exclamó para llamar su atención—. ¡Estoy bien! —Imaginaba que, tal y como ella se había asustado, él pensaría que le habían caído un montón de cosas encima. En especial porque, en apariencia, Rebecca estaba en un espacio más vulnerable de la mansión. Pero no habían caído más que unas cuantas cosas, lo que la aterraba: eso sólo significaba que el espíritu era lo bastante fuerte para controlar qué removía y por qué.
Después de que Jack abrió la puerta del sótano, escuchó el chillido de las escaleras, un crujido incómodo que, lejos de asustarla, la alivió. Rebecca pronunció una sonrisa, le alegraba darse cuenta de que a Jack no le había pasado nada.
—Estoy bien, Jack, de verdad. ¿Y tú? ¿Estás bien? ¿No te pasó nada? —Rebecca no estaba segura de que el espíritu hubiera hecho otra cosa más que manifestarse, pero avanzó con seguridad hacia Jack. Le tomó el pulso, sintiéndolo tibio y natural, mientras que el llevó la otra mano libre hacia la frente. Su temperatura era normal y, cuando lo miró directamente a los ojos, no vio sus pupilas dilatadas. No parecía en absoluto poseído por ningún espíritu, y sonrió aliviada, pero luego se dio cuenta de lo que había hecho.
Por supuesto, estaba demasiado cerca de Jack y, no conforme con eso, lo había tocado dos veces. Rebecca carraspeó después de soltarlo.
—Lo siento, yo… quería comprobar que estabas bien —se excusó con una mueca nerviosa—. ¿El temblor causó estragos arriba?
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
The basement
Chapter II
Todavía estaba falto de aliento cuando Rebecca salió a su encuentro en las gradas. Sintió alivio de verla bien, pero de repente ella le estaba tomando el pulso y tomándole la temperatura en la frente. No era alguien muy dado al contacto físico, porque en general no trataba con muchas personas, así que de repente tener a una chica tocando su rostro y tomándolo de la mano era algo inesperado que no sabía muy bien cómo tomar.
¿Por qué estaba haciendo eso? Parecía asustada. Pero un temblor podía tirarle algo encima, no darle temperatura.
Arqueó una ceja mientras intentaba comprender lo que sucedía. Pero no preguntó nada. Cada quien se asustaba a su forma, tal vez Rebecca solo estaba muy alterada por el temblor.
—Se cayeron muchísimas cosas, creo que hay muchas cosas quebradas en la cocina —replicó, obligándose a contestar.
Si Rebecca iba a ignorar que lo había tocado, tal vez él tenía que hacerlo también. Tal vez para ella era normal.
—¿No te cayó nada encima? Esto parecía a punto de colapsar incluso antes del temblor—añadió, intentando mirar hacia abajo, pero Rebecca le estaba bloqueando el paso.
Sacudió la cabeza. Ese no era el lugar para hablar. Los sismos tenían réplicas.
—Vamos, tenemos que salir de acá, en cualquier momento puede haber una réplica y no sabemos qué tan afectada estará la estructura.
Apenas salieran de ahí intentaría revisar algún reporte sismográfico, sospechaba que estaban muy cerca del epicentro. No lo pensó antes de extender el brazo hacia Rebecca para tomarla de la mano para salir de ahí.
Al parecer habían pasado la barrera del contacto físico, ¿no?
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
The basement
Chapter II
Jack parecía genuinamente angustiado por su bienestar y Rebecca se conmovió por ello. Quizás era un poco estirado y demasiado obtuso, pero aparentaba ser buena persona. Ella también se alegraba al darse cuenta de que no le había pasado nada malo.
Ahora que había pasado el peligro, Rebecca volvió la vista hacia la puerta del sótano que seguía cerrado. Le parecía que la presencia fantasmal se había evaporado temporalmente, después de someter toda su fuerza a remover los cimientos de la casa. Lo que acababa de pasar confirmaba su teoría de que allí había espíritus muy peligrosos y que no estaban seguros en esa casa. Era pésima idea que se siguiera con la venta de la mansión.
—Jack, escúchame… —se giró hacia él y procuró darle una sonrisa, aparentando más seguridad de la que tenía—. Voy a tener que abrir esa puerta del sótano, así que quiero que salgas de la casa cuanto antes.
Estaba segura de que él iba a preguntarle por qué quería hacer semejante cosa, o que pensaría que se había vuelto loca. Pero Rebecca sabía que allí dentro encontraría respuestas, las necesitaba para saber cómo proceder en este caso. Estaba obstinada en no pedir ayuda a menos de ser absolutamente necesario, todos en su familia eran autosuficientes, ella podía ser perfectamente competente.
—Yo voy a estar bien, pero necesito abrir el sótano para saber a qué nos atenemos. Escucha, sé que no me crees, pero quiero que te pongas a salvo. Si dices que sólo se cayeron cosas, quiere decir que realmente no pretendían hacernos daño. Así que tengo que actuar rápido, ¿entiendes? —Rebecca volvió a tomar a Jack del rostro, haciendo que sus miradas se encontraran—. Quiero pedirte un voto de confianza.
Estaba segura de que sonaba convincente, pero no sabía si eso sería argumento suficiente para Jack. El problema era que la alternativa era empezar a explicarle sobre espíritus y fantasmas, algo que a él le resultaría ridículo. No había tiempo para que empezaran a discutir, ella tenía que actuar cuanto antes.
Ahora que había pasado el peligro, Rebecca volvió la vista hacia la puerta del sótano que seguía cerrado. Le parecía que la presencia fantasmal se había evaporado temporalmente, después de someter toda su fuerza a remover los cimientos de la casa. Lo que acababa de pasar confirmaba su teoría de que allí había espíritus muy peligrosos y que no estaban seguros en esa casa. Era pésima idea que se siguiera con la venta de la mansión.
—Jack, escúchame… —se giró hacia él y procuró darle una sonrisa, aparentando más seguridad de la que tenía—. Voy a tener que abrir esa puerta del sótano, así que quiero que salgas de la casa cuanto antes.
Estaba segura de que él iba a preguntarle por qué quería hacer semejante cosa, o que pensaría que se había vuelto loca. Pero Rebecca sabía que allí dentro encontraría respuestas, las necesitaba para saber cómo proceder en este caso. Estaba obstinada en no pedir ayuda a menos de ser absolutamente necesario, todos en su familia eran autosuficientes, ella podía ser perfectamente competente.
—Yo voy a estar bien, pero necesito abrir el sótano para saber a qué nos atenemos. Escucha, sé que no me crees, pero quiero que te pongas a salvo. Si dices que sólo se cayeron cosas, quiere decir que realmente no pretendían hacernos daño. Así que tengo que actuar rápido, ¿entiendes? —Rebecca volvió a tomar a Jack del rostro, haciendo que sus miradas se encontraran—. Quiero pedirte un voto de confianza.
Estaba segura de que sonaba convincente, pero no sabía si eso sería argumento suficiente para Jack. El problema era que la alternativa era empezar a explicarle sobre espíritus y fantasmas, algo que a él le resultaría ridículo. No había tiempo para que empezaran a discutir, ella tenía que actuar cuanto antes.
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
The basement
Chapter II
Jack abrió la boca al escuchar su petición. Era absurdo. ¿Para qué quería quedarse ahí a abrir esa puerta? Aparte de que estaba cerrada con llave, ¿qué pensaba hacer? ¿Violar la cerradura?
Sin embargo, parecía muy segura y determinada de lo que decía. Dudó. Se había dicho que iba a hacer el esfuerzo por no decirle que sus ideas eran una locura. Pero esto era una cuestión de seguridad.
—Pero Rebecca, cómo te voy a dejar aquí sola después de ese temblor. ¿Y si luego te cae algo encima? Es un riesgo posible, mira el estado de este lugar... —replicó, mirando a su alrededor, invitándola a apreciar las precarias condiciones del sótano.
Su vista se detuvo en la mentada puerta.
—Además, está cerrada con llave. No se puede abrir. ¿Acaso sabes hacer saltar cerraduras?—preguntó, aún sin compreder qué podía tener de importante aquella puerta.
Atrás estaría lleno de recuerdos y basura, eso era lo que guardaban las personas en los sótanos. Quizá también moho, animales y enfermedades. No parecía buena idea para nada.
Además, ¿a qué se refería con que no querían hacerles daño? Las placas tectónicas nunca querían hacerle daño a nadie, no funcionaba así. De repente comprendió.
—¿De verdad crees que esto no fue un temblor?
No pudo ocultar la incredulidad en su voz. O sea, sabía que ella creía en cosas sobrenaturales. Se había convencido de que no era una estafadora y creía en lo que decía. Pero era diferente pensarlo en el aire y otra era presenciar cara a cara que realmente creyera que un movimiento tectónico era obra de un espíritu o algo así.
Sacó su teléfono para buscar el reporte del sismo. Seguro si le enseñaba la magnitud y el epicentro dejaba de pensar que era algo que le había sucedido solo a ellos.
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Juno
Unicorn
Link del mensaje
The basement
Chapter II
Rebecca no podía decir que estuviera sorprendida por la reticencia de Jack. Sí era verdad que ese sitio parecía muy inestable. Pero Rebecca confiaba en sus instintos y sabía que no le pasaría nada. Además, lo peor ya había pasado, ella tenía que abrir la puerta de ese maldito sótano. Jack parecía realmente asustado, pero Rebecca no tenía cómo refutar sus preocupaciones sin iniciar otra discusión.
Se apenó cuando le preguntó directamente si sabía forzar cerraduras. La verdad era que sus padres, también sus primos, eran mucho más expertos que ella en ese tipo de cosas. Pero algo había aprendido de tanto acompañarlos a algunos de sus trabajos. Rebecca no era una experta, pero era recursiva. Cuando le mostró a Jack uno de los ganchos con los que pretendía forzar la cerradura, le regaló una sonrisa nerviosa.
—Intentaré forzar la cerradura. Voy a tener cuidado, lo prometo. Si al tercer intento no funciona nada, saldré de aquí. —Rebecca estaba dispuesta a cumplir su palabra. No quería gastar sus energías a la primera, si la cerradura quedaba cerrada, bien podía intentar una invocación, a pesar de que eso sí que la asustaba. Invocar espíritus podía hacer más estragos que un simple temblor.
Volvió a mirar a Jack, mientras daba un par de pasos en dirección a la puerta que parecía infranqueable. Después escuchó a Jack hablarle en un tono incómodo e incrédulo. Rebecca frunció el ceño, pues no tenía tiempo para tonterías. ¡Tenía que atacar esa cerradura cuanto antes!
En cuanto vio a Jack revisar su teléfono, se imaginó que estaba tratando de buscar noticias sobre el sismo. Rebecca se contuvo de poner los ojos en blanco. Sabía que Jack no encontraría nada, los fantasmas no podían causar enormes estragos.
En todo caso, ella sabía que existían deidades, seres más poderosos, con los que jamás se había cruzado, que sí eran capaces de crear otro tipo de cataclismos. Pero en esa casa sólo había fantasmas, así que no tenía preocupación alguna. Ese temblor que ambos habían percibido, sólo sucedió en la casa, ningún vecino, ni mucho menos algún ciudadano de Savannah hubiera podido sentirlo. No iba a aparecer en las noticias, ni en las redes sociales.
—Mira, hagamos un trato. Si tú encuentras noticias sobre el sismo, yo me voy contigo ahora mismo. Anda, busca en tu teléfono —Rebecca decidió que esa era una premisa más fácil de cumplir. No pensaba explicarle más de la cuenta, Jack no le iba a creer, así que habló con la seguridad de quien tenía la verdad de su lado.
Se apenó cuando le preguntó directamente si sabía forzar cerraduras. La verdad era que sus padres, también sus primos, eran mucho más expertos que ella en ese tipo de cosas. Pero algo había aprendido de tanto acompañarlos a algunos de sus trabajos. Rebecca no era una experta, pero era recursiva. Cuando le mostró a Jack uno de los ganchos con los que pretendía forzar la cerradura, le regaló una sonrisa nerviosa.
—Intentaré forzar la cerradura. Voy a tener cuidado, lo prometo. Si al tercer intento no funciona nada, saldré de aquí. —Rebecca estaba dispuesta a cumplir su palabra. No quería gastar sus energías a la primera, si la cerradura quedaba cerrada, bien podía intentar una invocación, a pesar de que eso sí que la asustaba. Invocar espíritus podía hacer más estragos que un simple temblor.
Volvió a mirar a Jack, mientras daba un par de pasos en dirección a la puerta que parecía infranqueable. Después escuchó a Jack hablarle en un tono incómodo e incrédulo. Rebecca frunció el ceño, pues no tenía tiempo para tonterías. ¡Tenía que atacar esa cerradura cuanto antes!
En cuanto vio a Jack revisar su teléfono, se imaginó que estaba tratando de buscar noticias sobre el sismo. Rebecca se contuvo de poner los ojos en blanco. Sabía que Jack no encontraría nada, los fantasmas no podían causar enormes estragos.
En todo caso, ella sabía que existían deidades, seres más poderosos, con los que jamás se había cruzado, que sí eran capaces de crear otro tipo de cataclismos. Pero en esa casa sólo había fantasmas, así que no tenía preocupación alguna. Ese temblor que ambos habían percibido, sólo sucedió en la casa, ningún vecino, ni mucho menos algún ciudadano de Savannah hubiera podido sentirlo. No iba a aparecer en las noticias, ni en las redes sociales.
—Mira, hagamos un trato. Si tú encuentras noticias sobre el sismo, yo me voy contigo ahora mismo. Anda, busca en tu teléfono —Rebecca decidió que esa era una premisa más fácil de cumplir. No pensaba explicarle más de la cuenta, Jack no le iba a creer, así que habló con la seguridad de quien tenía la verdad de su lado.
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Jack
3120Mensajes :
211Honra :
ActivoActividad :
Minerva
Werewolf
Link del mensaje
The basement
Chapter II
No podía creer lo irracional que estaba siendo Rebecca al insistir en quedarse allí y además, forzar una cerradura de una construcción qu eno sabía si estaba estable. Así que sus condiciones le parecieron buenas.
—¡De acuerdo!—acordó, mientras buscaba rápidamente en su teléfono.
Sin embargo, no encontró noticias de última hora sobre el sismo. Estaba bien que había ocurrido recién, pero las actualizaciones sobre sismos solían ser inmediatas. Pero no había nada en las redes sociales de los noticieros, ni tampoco de los medios oficiales de los institutos gobernamentales.
Frunció el ceño mientras movía los dedos con más rapidez sobre su dispositivo. Nadie estaba hablando del temblor.
Nadie
Levantó la mirada hacia Rebecca, quien parecía muy convencida de que no había encontrado nada. Jack no entendía qué estaba pasando pero suponía que ahora la chica no se iría con él.
Bajó el teléfono y la miró con el ceño fruncido.
—De acuerdo, no encuentro nada todavía, pero si eso significa que no hubo un temblor quiere decir que la estructura es inestable por sí sola —señaló.
Sin embargo, no le insistió en que saliera, el trato había sido que se quedaba. Pero tampoco podía darse vuelta y dejarla ahí. Resopló, disgustado con la situación pero sobre todo, preocupado.
—De acuerdo, si insistes con esa puerta voy a ayudarte. No podría con mi conciencia de dejarte sola aquí. Puedo ayudarte a forzarla, si insistes—añadió de mala gana.
No le hacía nada de gracia esta situación. Podían acabar los dos sepultados por una casa inestable llena de moho solo porque Rebecca no quería salir como era sensato, y en su lugar quería forzar una puerta de un sótano viejo, como si eso le fuera a decir algo.
Aquel día estaba resultando mucho más impredecible de lo que hubiera pensado cuando se planteó que trabajarían los dos al mismo tiempo en la casa.
10AM — Mansión — Savannah, GA — Con Rebeca
1465Mensajes :
93Honra :
ActivoActividad :
Página 1 de 5. • 1, 2, 3, 4, 5