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It's time to be happy ONE ON ONE. INSPIRED. LIBROS: AU HP/ONE DAY
Aunque se vieron esos años en Hogwarts nunca se hablaron por sus grandes diferencias, todo quedo en miradas de curiosidad y nada más. Todo cambia en el día que egresan y es él, demasiado popular y brillante, sin importar ser un alumno destacado porque tenía lo demás se fija en ella. Muy amiga. Muy dulce y esforzada y decidida a ser psicóloga para poder interactuar desde siempre en los dos mundos. Cuando hablan se dan cuenta de la fuerte química que sienten del uno con el otro. ¿Pero todo debía terminar así? Pues ella quería que hubiera una diferencia. Y lo logra. Porque pasan los años y siempre se encuentran y viven sucesos el mismo día, que aunque siendo amigos, unos muy distintos del otro van construyendo lentamente su historia y forjando más sus sentimientos. Ella estaba consciente de cuan enamorada estaba y él se daba cuenta de que la morena sentía aquello, sabiendo que se sentía atraído, amaba mucho más su libertad. |
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso'. 15 de junio 1977 |
El tiempo había pasado volando. Azriel no podía creer que ya sería la última noche en el castillo de Hogwarts. Que ya se habían graduado y que se encontraba en la fiesta de egreso. La última fiesta del Slytherin. De ahora en adelante muchos de sus compañeros tomarían sus propios rumbos y quizás ni se veían. O tal vez sí, quién sabía. Nada estaba escrito en piedra, ni siquiera las profecías. Así que decidió que está fiesta la disfrutaría al máximo. No es que no lo hiciera antes. Claro que él era experto en eso. Pero ahora ni siquiera se tenía que preocupar por el qué dirán los profesores. ¿Para qué molestarse con él sí tomaba hasta por las orejas, si ya mañana no le volverían a ver ni el pelo?
Tenía bastante aguante con el alcohol como para no andar dando tumbos o quedarse dormido. Aún seguía con sus cinco sentidos funcionales. Lo que sí estaba evidentemente más expresivo, más alegre y conversador de lo normal. El chico solía ser popular, era normal que siempre se le viera con una y con otra. Las ataduras no eran lo suyo. Ya se había despedido de algunas de sus “amigas” pero ahora sus ojos se habían posado en Mary McDonald.
Esa chica Gryffindor dulce que solía mirarlo, pero sin decir palabra alguna. Había bastado con eso para llamar su atención. No podía despedirse de Hogwarts sin antes, al menos intentarlo. Pues debía de reconocer que la chica era linda, llamaba su atención. Así que aprovecho eso de que se encontraba endulzado por los efectos del alcohol y se acercó a la mesa en la que se encontraba la muchacha. Bien podía rechazarlo y posiblemente no surtiría mucho efecto en molestarlo, pues se habría al menos quitado esa espinita de la curiosidad de acercársele. Estaba consiente que él no era chico para una muchacha como ella, aun así, eso no evito que quisiera acercarse de todos modos.
— ¿Te molesta si me siento aquí? — Cuestionó señalando el espacio con el asiento vacío a su lado. Azriel había cargado con su trago por lo que le dio un sorbo antes de quedársele viendo por un momento. — Es increíble. ¿No? De mañana en adelante Hogwarts quedará atrás. — comento como si nada, como si estuvieran acostumbrados a hablarse durante todo el tiempo que estudiaron en dicho colegio. — Este está dulce… deberías probarlo. — Sugirió comento mostrándole el trago. — Están en la otra mesa. Te puedo conseguir uno. — comento encogiéndose de hombros, no le molestaba ponerse en pie para buscarle uno.
Tenía bastante aguante con el alcohol como para no andar dando tumbos o quedarse dormido. Aún seguía con sus cinco sentidos funcionales. Lo que sí estaba evidentemente más expresivo, más alegre y conversador de lo normal. El chico solía ser popular, era normal que siempre se le viera con una y con otra. Las ataduras no eran lo suyo. Ya se había despedido de algunas de sus “amigas” pero ahora sus ojos se habían posado en Mary McDonald.
Esa chica Gryffindor dulce que solía mirarlo, pero sin decir palabra alguna. Había bastado con eso para llamar su atención. No podía despedirse de Hogwarts sin antes, al menos intentarlo. Pues debía de reconocer que la chica era linda, llamaba su atención. Así que aprovecho eso de que se encontraba endulzado por los efectos del alcohol y se acercó a la mesa en la que se encontraba la muchacha. Bien podía rechazarlo y posiblemente no surtiría mucho efecto en molestarlo, pues se habría al menos quitado esa espinita de la curiosidad de acercársele. Estaba consiente que él no era chico para una muchacha como ella, aun así, eso no evito que quisiera acercarse de todos modos.
— ¿Te molesta si me siento aquí? — Cuestionó señalando el espacio con el asiento vacío a su lado. Azriel había cargado con su trago por lo que le dio un sorbo antes de quedársele viendo por un momento. — Es increíble. ¿No? De mañana en adelante Hogwarts quedará atrás. — comento como si nada, como si estuvieran acostumbrados a hablarse durante todo el tiempo que estudiaron en dicho colegio. — Este está dulce… deberías probarlo. — Sugirió comento mostrándole el trago. — Están en la otra mesa. Te puedo conseguir uno. — comento encogiéndose de hombros, no le molestaba ponerse en pie para buscarle uno.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 (18 años) |
Estaba contenta porque al fin había terminado las clases, estaba segura que le había ido bien en las EXTASIS y ahora solo esperaba que si quedaba en San Mungo para estudiar psicología, se había informado demasiado porque era un hecho que lo más relevante para ella era si podía también trabajar con el mundo muggle, claro que era lo suficiente habilidosa para ser un aporte para ambos mundos. La guerra mágica estaba en su mayor eslabón y ahí también tenía que cuidarse, solo que ya con sus amigos estaban preparados para enfrentar cualquier dificultad. Solo que esa noche era para divertirse y sí, se había atrevido a beber con la mal influencia de sus amigos, Lily estaba mucho más atrevida desde que andaba con James, y era lo que pasaba porque ahí en su grupo que tanto quería y nunca iba a juzgar todos andaban en pareja.
Se estaba tomando una cerveza en el momento que estaban en la mesa buscando algún aperitivo, cuando de la nada misma y por una extraña razón y que la confundía, Azriel llegó a su lado como si nada que hizo que quedará muy perpleja, con una sonrisa boba en el rostro, porque aunque la verdad debía detestarlo, él jamás se había metido con ella así que imaginaba que era de aquellos sangre pura que preferían no involucrarse tanto, sinceramente sentía que nunca la tomó en cuenta al ser hija de muggles. Pero ahí estaba, todo alegre y ese toque pícaro que llamaba la atención de cualquier mujer.
Incluso ella.
No estaba enamorada por supuesto, pero sería una tonta en decir que no era increíblemente apuesto y llamaba demasiado la atención de las serpientes y que se acercara a ella, era totalmente para no creer. Miró disimuladamente a Marlene y Lily, y fue la rubia que escondió su cerveza que ya ni sabía que decir. — Perdona... no me molesta — Lo bueno es que tenía buena memoria y logró recordar todo lo que dijo. — Tampoco puedo creerlo, ya comienza otra etapa de nuestras vidas — De por si era amable y lo que sí dudaba es que esto se tratara de una broma. ¿Para qué? Si no se iban a ver más. — No soy mucho de beber aunque esta noche lo intente... es mejor que sea más dulce —. Recibió un suave codazo de Lily, los chicos ya se estaban acercando así que era mejor salir de ahí, es que muy que estuvieran en pareja tendían mucho en protegerla. — Puedo ir contigo si quieres —Señaló con una sonrisa dulce. Era para no creer así que tampoco podía desaprovechar la única y última oportunidad de entablar conversación con el popular Azriel Mulciber.
Se estaba tomando una cerveza en el momento que estaban en la mesa buscando algún aperitivo, cuando de la nada misma y por una extraña razón y que la confundía, Azriel llegó a su lado como si nada que hizo que quedará muy perpleja, con una sonrisa boba en el rostro, porque aunque la verdad debía detestarlo, él jamás se había metido con ella así que imaginaba que era de aquellos sangre pura que preferían no involucrarse tanto, sinceramente sentía que nunca la tomó en cuenta al ser hija de muggles. Pero ahí estaba, todo alegre y ese toque pícaro que llamaba la atención de cualquier mujer.
Incluso ella.
No estaba enamorada por supuesto, pero sería una tonta en decir que no era increíblemente apuesto y llamaba demasiado la atención de las serpientes y que se acercara a ella, era totalmente para no creer. Miró disimuladamente a Marlene y Lily, y fue la rubia que escondió su cerveza que ya ni sabía que decir. — Perdona... no me molesta — Lo bueno es que tenía buena memoria y logró recordar todo lo que dijo. — Tampoco puedo creerlo, ya comienza otra etapa de nuestras vidas — De por si era amable y lo que sí dudaba es que esto se tratara de una broma. ¿Para qué? Si no se iban a ver más. — No soy mucho de beber aunque esta noche lo intente... es mejor que sea más dulce —. Recibió un suave codazo de Lily, los chicos ya se estaban acercando así que era mejor salir de ahí, es que muy que estuvieran en pareja tendían mucho en protegerla. — Puedo ir contigo si quieres —Señaló con una sonrisa dulce. Era para no creer así que tampoco podía desaprovechar la única y última oportunidad de entablar conversación con el popular Azriel Mulciber.
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso. 15 DE JUNIO 1977 |
Había tenido una buena experiencia en el colegio, no todo el que pasaba por los pasillos de aquel castillo tenía la dicha de llamarse uno de los populares de su clase y justamente fue lo que el chico había sido. Para bien o para mal, Mulciber sería recordado en especial entre las filas de los Slytherins aun cuando ya se hubiera graduado.
Ahora solo quedaba disfrutar de esa última noche, de aquella fiesta que celebrara los logros de todos los que egresaban en ese año. Y allí estaba él dispuesto a vivirlo al máximo como si fuera el último día también de su vida. Usando como lema: “esto es algo que ocurre una vez en la vida.” Por lo mismo como no sabía si luego tendría alguna otra oportunidad de acercarse a Mary no se lo pensó más y simplemente lo hizo. No tenía nada que perder, y si mucho que ganar si al final aceptaba su compañía.
Noto la sonrisa de la chica, era evidente que se sentía atraída por él, Azriel por su parte aun cuando sus intenciones no eran para nada serio tenía que reconocer que sí igualmente le atraía. De otra forma no hubiera hecho acercamiento alguno. El chico sonrió y solo negó cuando la escucho decirle que la perdonara. — ¿Perdonarte qué? No tengo nada que perdonar, descuida. — al parecer la había puesto un tanto nerviosa y eso le parecía adorable. Menos mal de todos modos la conversación fluyo. — Oh sí, a mí aún me parece que fue ayer que tenía el sombrero seleccionador en la cabeza. — comentaba negando. Parecía una conversación boba, pero igual alimentaba un tanto la nostalgia que se daba cuando llegaba ese momento de decir adiós a algo. — Yo aún lo recuerdo muy bien. — señalo.
Azriel tomo otro sorbo de su trago mientras la escuchaba. No se le hizo para nada extraño que lo de tomar no fuera lo suyo. — Si le tienes ganas, no veo porque no intentarlo. A fin de cuentas será nuestra última noche de aquí. Es la despedida de todos nosotros a este viejo castillo. Será mejor no quedarse con las ganas de hacer algo antes de marcharse. — le alentó, al menos era ese su pensar, porque claro, él solía ser todo un temerario que se lanzaba a todas.
Noto como algunos de los chicos Gryffindor se acercaban. Llevarse bien con Potter y sus amigos no era la palabra más indicada. Siempre había existido esa rivalidad entre los leones y las serpientes. Así que como no tenía ganas de arruinar el momento, pues la estaba pasando muy bien, acepto la propuesta de la chica. — Por mi perfecto, vamos así sirve y te estiras un poco. Igual tampoco está tan lejos. — dijo sonriendo mientras le ofrecía la mano para que lo acompañara. Una vez en la mesa de las bebidas el mismo le sirvió una de las mismas que él tenía. — Aquí tienes. Como dije es dulce, no lo sentirás tan fuerte. — le comento, quizás hasta podían bailará luego.
Ahora solo quedaba disfrutar de esa última noche, de aquella fiesta que celebrara los logros de todos los que egresaban en ese año. Y allí estaba él dispuesto a vivirlo al máximo como si fuera el último día también de su vida. Usando como lema: “esto es algo que ocurre una vez en la vida.” Por lo mismo como no sabía si luego tendría alguna otra oportunidad de acercarse a Mary no se lo pensó más y simplemente lo hizo. No tenía nada que perder, y si mucho que ganar si al final aceptaba su compañía.
Noto la sonrisa de la chica, era evidente que se sentía atraída por él, Azriel por su parte aun cuando sus intenciones no eran para nada serio tenía que reconocer que sí igualmente le atraía. De otra forma no hubiera hecho acercamiento alguno. El chico sonrió y solo negó cuando la escucho decirle que la perdonara. — ¿Perdonarte qué? No tengo nada que perdonar, descuida. — al parecer la había puesto un tanto nerviosa y eso le parecía adorable. Menos mal de todos modos la conversación fluyo. — Oh sí, a mí aún me parece que fue ayer que tenía el sombrero seleccionador en la cabeza. — comentaba negando. Parecía una conversación boba, pero igual alimentaba un tanto la nostalgia que se daba cuando llegaba ese momento de decir adiós a algo. — Yo aún lo recuerdo muy bien. — señalo.
Azriel tomo otro sorbo de su trago mientras la escuchaba. No se le hizo para nada extraño que lo de tomar no fuera lo suyo. — Si le tienes ganas, no veo porque no intentarlo. A fin de cuentas será nuestra última noche de aquí. Es la despedida de todos nosotros a este viejo castillo. Será mejor no quedarse con las ganas de hacer algo antes de marcharse. — le alentó, al menos era ese su pensar, porque claro, él solía ser todo un temerario que se lanzaba a todas.
Noto como algunos de los chicos Gryffindor se acercaban. Llevarse bien con Potter y sus amigos no era la palabra más indicada. Siempre había existido esa rivalidad entre los leones y las serpientes. Así que como no tenía ganas de arruinar el momento, pues la estaba pasando muy bien, acepto la propuesta de la chica. — Por mi perfecto, vamos así sirve y te estiras un poco. Igual tampoco está tan lejos. — dijo sonriendo mientras le ofrecía la mano para que lo acompañara. Una vez en la mesa de las bebidas el mismo le sirvió una de las mismas que él tenía. — Aquí tienes. Como dije es dulce, no lo sentirás tan fuerte. — le comento, quizás hasta podían bailará luego.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 |
Era para no creer y aún así pensaba que no debía desaprovechar esa oportunidad, es que bueno no era tímida pero si era la chica que la veían más amiga que de otra forma. Y que Azriel Mulciber se fijara en ella entre todas las chicas que seguramente querían estar con él esa noche, era algo inexplicable. ¿Era por que había dejado arreglar por sus amigas en esa noche? Las miró y lo cierto es que eran las más entusiasmadas y que luego iban a pedir todas las novedades al respecto, porque dentro del grupo nunca la habían visto con algún ligue ni nada parecido, es que si había estado con chicos pero algunos de su mundo; muggles. Amigos de su barrio y ahora no estaba en nada, era bastante tranquila en ese aspecto para enfrentarse a eso, así que tampoco podía cagarla. Y lo más importante era tranquilizarse y mantenerse calmada.— Sí, ese día no se olvida. Recuerdo muy bien mis nervios, la curiosidad que sentía por todo lo que veía y fue lindo como fui adaptándome. No es por nada pero sí extrañare Hogwarts, fueron muy buenos años. — Reconoció la chica atreviéndose a conversar con él. Notaba que estaba más "alegre" de lo normal y reconocía que haber estado tomando unas cervezas también había logrado que se mostrará más desinhibida.
— Lo hago... solo que de manera social y esta noche es importante. Imagina ya son más de las doce y continua la fiesta — Lo cierto es que todos estaban muy animados, algunos caídos, otros ligando y la verdad es que la mayor parte se estaba divirtiendo así que esa noche era para brillar por haber logrado su objetivo: ya todos eran magos y brujas. Unos que ya tenían que aprender afrontar lo que sería su futuro.
Estaban hablando muy bien hasta que notó que se acercaban sus amigos y aunque los quería con su vida sabía que se iban acercar más de la cuenta sin permitirle más porque se suponía que eran enemigos, esa rivalidad entre Gryffindor y Slytherin estaba desde siglos. y aunque si lo creyó nunca quiso entrar en algún conflicto, solo miraba mal y contestaba cuando alguno se atrevía llamarla sangre sucia, que encontraba que era lo más mala clase que podía mostrar un estudiante. Mulciber nunca lo hizo así que por esa razón le había llamado la atención.
No contestó y solo tomó su mano para llegar a la otra mesa donde habían bebidas, era un hecho que no permitían alcohol y algunos se habían asegurado de entrar bebidas más fuertes que bueno los profesores accedieron mientras que no se formara conflicto y que fuera con responsabilidad, es que muy poco podían hacer ya que era su último día y ahí solo habían alumnos de séptimo, hasta podían ir a Hogsmeade, una tradición dada si se lo ganaban. Ella misma había escuchado como Sirius la había llamado y supuso que se calló solo porque Remus se lo dijo, aún así podía sentir la mirada de todos en su nuca. — Ya sé que me dijiste que no me disculpara así de la nada, pero preferí sacarte de ahí pues era obvio que no iban a dejar que hablara contigo. —Señaló al recibir el trago dulce que desde el primer sorbo lo encontró exquisito. —Normal.... entre Gryffindor y Slytherin nunca nos hemos caído bien. ¿Qué ha hecho que te acerques? Quiero creer que no se trata de una broma o apuesta de último día. — Alzó la ceja y bebió un poco más del trago. Lo cierto es que también tenía carácter como solían ser los leones. — Y por supuesto, Azriel Mulciber se acerca a otro tipo de chicas. ¿No es cierto? — Bromeó y como desafiandolo. ¿La estaría cagando? Esperaba que no, solo que no podía evitar ser más frontal.
— Lo hago... solo que de manera social y esta noche es importante. Imagina ya son más de las doce y continua la fiesta — Lo cierto es que todos estaban muy animados, algunos caídos, otros ligando y la verdad es que la mayor parte se estaba divirtiendo así que esa noche era para brillar por haber logrado su objetivo: ya todos eran magos y brujas. Unos que ya tenían que aprender afrontar lo que sería su futuro.
Estaban hablando muy bien hasta que notó que se acercaban sus amigos y aunque los quería con su vida sabía que se iban acercar más de la cuenta sin permitirle más porque se suponía que eran enemigos, esa rivalidad entre Gryffindor y Slytherin estaba desde siglos. y aunque si lo creyó nunca quiso entrar en algún conflicto, solo miraba mal y contestaba cuando alguno se atrevía llamarla sangre sucia, que encontraba que era lo más mala clase que podía mostrar un estudiante. Mulciber nunca lo hizo así que por esa razón le había llamado la atención.
No contestó y solo tomó su mano para llegar a la otra mesa donde habían bebidas, era un hecho que no permitían alcohol y algunos se habían asegurado de entrar bebidas más fuertes que bueno los profesores accedieron mientras que no se formara conflicto y que fuera con responsabilidad, es que muy poco podían hacer ya que era su último día y ahí solo habían alumnos de séptimo, hasta podían ir a Hogsmeade, una tradición dada si se lo ganaban. Ella misma había escuchado como Sirius la había llamado y supuso que se calló solo porque Remus se lo dijo, aún así podía sentir la mirada de todos en su nuca. — Ya sé que me dijiste que no me disculpara así de la nada, pero preferí sacarte de ahí pues era obvio que no iban a dejar que hablara contigo. —Señaló al recibir el trago dulce que desde el primer sorbo lo encontró exquisito. —Normal.... entre Gryffindor y Slytherin nunca nos hemos caído bien. ¿Qué ha hecho que te acerques? Quiero creer que no se trata de una broma o apuesta de último día. — Alzó la ceja y bebió un poco más del trago. Lo cierto es que también tenía carácter como solían ser los leones. — Y por supuesto, Azriel Mulciber se acerca a otro tipo de chicas. ¿No es cierto? — Bromeó y como desafiandolo. ¿La estaría cagando? Esperaba que no, solo que no podía evitar ser más frontal.
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso. 15 DE JUNIO 1977 |
El chico no había perdido más tiempo. Se encontraba justamente donde deseaba estar en aquellos momentos. Quizás la chica hasta podía cuestionar la veracidad de sus intenciones, pero realmente estaba allí sentado junto a ella porque quería estarlo. Antes no había hecho ningún movimiento así porque bueno, siempre era más fácil dejar que las chicas llegarán a él. Cosa con la que nunca tuvo problemas, siempre había alguna interesada. Mary no era así, y en el fondo eso era bueno que fuera distinta. Pero por lo mismo le había hecho pensárselo más de dos veces, pues ella seguro buscaría algo más que él no le iba a poder dar. Más ahora era el último día, seguro ni se volvían a ver. ¿Por qué al menos no darle un momento inolvidable? No le haría daño a nadie.
— Yo no creía tener tantos nervios, más bien recuerdo que estaba mal humorado, tenía hambre, solo quería volver a la mesa a comer. — admitió el Slytherin. — Solo que ya estando al frente con todos, ahí si me temblaron las piernas. — comento soltando una risa. Podía sonar algo vergonzoso, pero a él le daba igual. Era un niño en aquel momento, ni la sombra de lo que luego se volvió con el pasar de los años. — Creo qué sí, igual lo extrañaré. Excepto los TIMOS y las EXTASIS. — Reconoció. ¿Quién extrañaría tomar esos exámenes? Incluso para los más sabelotodo eran una gran presión.
Asintió ante sus palabras. De veras que estaban extrañas complacientes los profesores esta noche. Pero claro, igual seguro celebraban que no tendrían que verlos la cara a unos cuantos de ellos. — Sí, es increíble que nos estén dejando vivir nuestro momento. — Le aseguró el muchacho. Probablemente, lo mejor que pudo hacer fue que se fueran de aquella mesa porque de lo contrario era posible que los hubieran interrumpido y quizás no de la forma más amable posible. Iba a ser inevitable sacar esa rivalidad entre las casas una última vez. Por fortuna no pasó y ahora se encontraba llevándola de la mano al área donde estaban las bebidas.
— No me intimido tan fácil como para evitar hablarte solo porque ellos no quieran. — respondió con sinceridad, aunque de forma tranquila. — De todas formas iguales es la última noche, los pleitos están de más. Fue mejor evitarlo. — comento encogiéndose de hombros. Estaba de un humor demasiado bueno como para algo así. — ¿Apuesta? Para nada. Solo soy un chico que le llamo la atención una chica y simplemente se acercó. — Le comento en un tono coqueto, dejándole entender que lo hacía porque había cierto interés en ella. Aunque fuera solo por atracción, pero lo había. Nadie lo había mandado acercarse.
Le miro a los ojos con una ceja alzada antes de darle otro sorbo a su trago. — Azriel tampoco es ciego, para no notar a otro tipo de chicas. Esas de sonrisa en contadora que le cuesta dar el primer paso de acercarse ¿Por qué piensas que no podrías haber ganado genuinamente mi atención? — Cuestionó, si hubiera sido un chico más sensato, más responsable de sus actos, incluso hubiera estado de acuerdo en que era el tipo de chica con la que se debía estar feliz de tener una relación seria. Quizás la única razón por la que él solía buscar otro tipo de chicas. Para no darle falsas esperanzas a las que no merecían un corazón roto. Solo que en estos momentos ni siquiera estaba pensando en eso. Estaba muy enfocado en el ahora, en dejarse llevar y tener esa noche con ella.
— ¿Por qué no mejor bailas conmigo? — Le dijo dejando el trago sobre la mesa y volviendo a tomar sus manos. — Anda, vamos a la pista de baile. — Le sugirió con una encantadora sonrisa en el rostro.
— Yo no creía tener tantos nervios, más bien recuerdo que estaba mal humorado, tenía hambre, solo quería volver a la mesa a comer. — admitió el Slytherin. — Solo que ya estando al frente con todos, ahí si me temblaron las piernas. — comento soltando una risa. Podía sonar algo vergonzoso, pero a él le daba igual. Era un niño en aquel momento, ni la sombra de lo que luego se volvió con el pasar de los años. — Creo qué sí, igual lo extrañaré. Excepto los TIMOS y las EXTASIS. — Reconoció. ¿Quién extrañaría tomar esos exámenes? Incluso para los más sabelotodo eran una gran presión.
Asintió ante sus palabras. De veras que estaban extrañas complacientes los profesores esta noche. Pero claro, igual seguro celebraban que no tendrían que verlos la cara a unos cuantos de ellos. — Sí, es increíble que nos estén dejando vivir nuestro momento. — Le aseguró el muchacho. Probablemente, lo mejor que pudo hacer fue que se fueran de aquella mesa porque de lo contrario era posible que los hubieran interrumpido y quizás no de la forma más amable posible. Iba a ser inevitable sacar esa rivalidad entre las casas una última vez. Por fortuna no pasó y ahora se encontraba llevándola de la mano al área donde estaban las bebidas.
— No me intimido tan fácil como para evitar hablarte solo porque ellos no quieran. — respondió con sinceridad, aunque de forma tranquila. — De todas formas iguales es la última noche, los pleitos están de más. Fue mejor evitarlo. — comento encogiéndose de hombros. Estaba de un humor demasiado bueno como para algo así. — ¿Apuesta? Para nada. Solo soy un chico que le llamo la atención una chica y simplemente se acercó. — Le comento en un tono coqueto, dejándole entender que lo hacía porque había cierto interés en ella. Aunque fuera solo por atracción, pero lo había. Nadie lo había mandado acercarse.
Le miro a los ojos con una ceja alzada antes de darle otro sorbo a su trago. — Azriel tampoco es ciego, para no notar a otro tipo de chicas. Esas de sonrisa en contadora que le cuesta dar el primer paso de acercarse ¿Por qué piensas que no podrías haber ganado genuinamente mi atención? — Cuestionó, si hubiera sido un chico más sensato, más responsable de sus actos, incluso hubiera estado de acuerdo en que era el tipo de chica con la que se debía estar feliz de tener una relación seria. Quizás la única razón por la que él solía buscar otro tipo de chicas. Para no darle falsas esperanzas a las que no merecían un corazón roto. Solo que en estos momentos ni siquiera estaba pensando en eso. Estaba muy enfocado en el ahora, en dejarse llevar y tener esa noche con ella.
— ¿Por qué no mejor bailas conmigo? — Le dijo dejando el trago sobre la mesa y volviendo a tomar sus manos. — Anda, vamos a la pista de baile. — Le sugirió con una encantadora sonrisa en el rostro.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 |
Lo había mirado. No pudo evitar hacerlo porque sí que le parecía un chico tan atractivo y a la vez, tan imposible. Sabía bien que no destacaba del todo en los estudios, pero sí que era un alumno promedio que destacaba en algunas materias a diferencia de ella que era toda una nerd aunque sí estaba detrás del grupo de amigos que eran demasiado inteligentes. Jamás se atrevió acercarse porque era un hecho que miraba otro tipo de chicas, de aquellas que eran preciosas y mucho más atrevidas, y aunque ella se encontraba en una belleza promedio no destacó nunca y estaba más tildada a ser más amigas, claro que se enfocó a sus estudios y formar amistades.
Y esa noche todo recaía que iba a ser distinta y por eso debía mantener la calma. La conversación estaba fluyendo muy bien entre ellos y eso le agradaba un montón, quizás era justamente porque los dos estaban más desinhibidos y había una fuerte química entre los dos, es que lo sentía pero sabía que no había disimulado nada con su sonrisa embobada, es que simplemente no podía creerlo. — ¿Crees que fue porque sabías que ibas a caer en Slytherin? Es que para mi todo era tan nuevo, mis padres son muggles y aunque me habían explicado las casas te juro que pensaba que no iba encajar en ninguno, de hecho pensé que sería Hufflepuff, pero me equivoque y ya fue al tiempo que me sentí toda una leona, supongo que fue por esa razón que me sentía con tantas ansias y nervios. — Le explicó. Y sinceramente le daba exactamente lo mismo decir sus orígenes porque la verdad es que ni se avergonzaba, ella ahora era una bruja desde que había cumplido la mayoría de edad así que sí se sentía parte de los dos mundos. Por eso también había elegía esa carrera porque quería aportar a ambos mundos. — Estuve estudiando meses o sino no me hubiera sentido segura, Si que fueron tediosos. ¿Te fue bien? — Preguntó tratando de sacar más conversación mientras que trataba de ignorar a sus amigas que estaban tan atentas a ellos que incluso la llegaban sentir incomoda, aunque también que la estaban protegiendo y cualquier equivocación si que iban a salir con algo para salvarla.
— Me lo he pasado excelente—Reconoció y esperaba que la noche se volviera mucho mejor. Fue cuando ocurrió el asunto de sus amigos y huyo junto a Azriel para que no se pusieran tan preguntones porque aunque los adoraba si que solían ser muy molestos. —Estoy suponiendo que no... te vi un par de veces peleando junto a tu grupo de amigos con ellos, fea rivalidad — Dijo sincera, aunque luego se hizo la loca porque literal le estaba confesando que lo había mirado desde antes solo que igual podría dar la excusa que le preocupaba el actuar de sus amigos. —La verdad es que sí... de alguna manera nos habrían separado — Murmuró tomando de sorbitos, pero el trago estaba tan rico que sabía que iba a terminar el vaso rápido.
—¿Te llame la atención? Vaya... Muy directo — Señaló con una sonrisa y sintiendo como sus mejillas sonrojadas, agradeció que en ese momento estaba oscuro con algunas luces al estar cercanos a la pista. En parte, sabía que el chico quería algo solo para una noche y ahí estaba Mary entre la espada y la pared, meditando con el deber y querer ser, con una absoluta curiosidad que iba a pasar si se quedaba con él y bueno, estaban egresando era seguro que no se verían más. ¿Cómo desaprovechar tal oportunidad?
Ambos eran directos y más encima él solía ser juguetón, le agradó que fuera contestón solo que ella tampoco se dejaba. — ¿Estás suponiendo que llamaste mi atención y que esto es genuino? Cuanta seguridad en tí mismo, pero vale no te romperé el corazón porque así es... no voy a negar lo evidente. Solo que igual me sorprende porque estás mandando a la mierda todo lo que dicta en la actualidad la sociedad. — Era un hecho que entre brujos tan distintos no se juntaban, era cierto que los polos opuestos se atraían solo que en esos años era muy poco probable a menos que fuera una jugarreta, y por eso que meditaba bastante pues quería algo más que eso, pero a la vez si no seguía su juego quizás ya nunca iba a pasar, por lo que siguió allí, disfrutando de aquella sonrisa coqueta y esa mirada cautivadora que la hipnotizaba.
Era demasiado perfecto.
Lo había visto bailar antes y lo hacía muy bien, pero igual ella se manejaba bastante así que terminó accediendo. — Estaba esperando que lo pidieras. — Afirmó más su mano y solo bailó con él al compás de la música, sonriendo de vez en cuando al chico que no la dejaba de mirar y por ende, hacía lo mismo. Era como si se estuvieran comunicando con las miradas — ¿Dónde aprendiste a bailar tan bien? — Lo elogio — No quiero caer en un prejuicio pero sabes que los hombres suelen ser más tiesos — Dijo mientras bailaban en sincronía un buen tecno pop.
Y esa noche todo recaía que iba a ser distinta y por eso debía mantener la calma. La conversación estaba fluyendo muy bien entre ellos y eso le agradaba un montón, quizás era justamente porque los dos estaban más desinhibidos y había una fuerte química entre los dos, es que lo sentía pero sabía que no había disimulado nada con su sonrisa embobada, es que simplemente no podía creerlo. — ¿Crees que fue porque sabías que ibas a caer en Slytherin? Es que para mi todo era tan nuevo, mis padres son muggles y aunque me habían explicado las casas te juro que pensaba que no iba encajar en ninguno, de hecho pensé que sería Hufflepuff, pero me equivoque y ya fue al tiempo que me sentí toda una leona, supongo que fue por esa razón que me sentía con tantas ansias y nervios. — Le explicó. Y sinceramente le daba exactamente lo mismo decir sus orígenes porque la verdad es que ni se avergonzaba, ella ahora era una bruja desde que había cumplido la mayoría de edad así que sí se sentía parte de los dos mundos. Por eso también había elegía esa carrera porque quería aportar a ambos mundos. — Estuve estudiando meses o sino no me hubiera sentido segura, Si que fueron tediosos. ¿Te fue bien? — Preguntó tratando de sacar más conversación mientras que trataba de ignorar a sus amigas que estaban tan atentas a ellos que incluso la llegaban sentir incomoda, aunque también que la estaban protegiendo y cualquier equivocación si que iban a salir con algo para salvarla.
— Me lo he pasado excelente—Reconoció y esperaba que la noche se volviera mucho mejor. Fue cuando ocurrió el asunto de sus amigos y huyo junto a Azriel para que no se pusieran tan preguntones porque aunque los adoraba si que solían ser muy molestos. —Estoy suponiendo que no... te vi un par de veces peleando junto a tu grupo de amigos con ellos, fea rivalidad — Dijo sincera, aunque luego se hizo la loca porque literal le estaba confesando que lo había mirado desde antes solo que igual podría dar la excusa que le preocupaba el actuar de sus amigos. —La verdad es que sí... de alguna manera nos habrían separado — Murmuró tomando de sorbitos, pero el trago estaba tan rico que sabía que iba a terminar el vaso rápido.
—¿Te llame la atención? Vaya... Muy directo — Señaló con una sonrisa y sintiendo como sus mejillas sonrojadas, agradeció que en ese momento estaba oscuro con algunas luces al estar cercanos a la pista. En parte, sabía que el chico quería algo solo para una noche y ahí estaba Mary entre la espada y la pared, meditando con el deber y querer ser, con una absoluta curiosidad que iba a pasar si se quedaba con él y bueno, estaban egresando era seguro que no se verían más. ¿Cómo desaprovechar tal oportunidad?
Ambos eran directos y más encima él solía ser juguetón, le agradó que fuera contestón solo que ella tampoco se dejaba. — ¿Estás suponiendo que llamaste mi atención y que esto es genuino? Cuanta seguridad en tí mismo, pero vale no te romperé el corazón porque así es... no voy a negar lo evidente. Solo que igual me sorprende porque estás mandando a la mierda todo lo que dicta en la actualidad la sociedad. — Era un hecho que entre brujos tan distintos no se juntaban, era cierto que los polos opuestos se atraían solo que en esos años era muy poco probable a menos que fuera una jugarreta, y por eso que meditaba bastante pues quería algo más que eso, pero a la vez si no seguía su juego quizás ya nunca iba a pasar, por lo que siguió allí, disfrutando de aquella sonrisa coqueta y esa mirada cautivadora que la hipnotizaba.
Era demasiado perfecto.
Lo había visto bailar antes y lo hacía muy bien, pero igual ella se manejaba bastante así que terminó accediendo. — Estaba esperando que lo pidieras. — Afirmó más su mano y solo bailó con él al compás de la música, sonriendo de vez en cuando al chico que no la dejaba de mirar y por ende, hacía lo mismo. Era como si se estuvieran comunicando con las miradas — ¿Dónde aprendiste a bailar tan bien? — Lo elogio — No quiero caer en un prejuicio pero sabes que los hombres suelen ser más tiesos — Dijo mientras bailaban en sincronía un buen tecno pop.
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso. 15 DE JUNIO 1977 |
Aquella noche se estaba volviendo más interesante de lo que incluso imagino. El haberse acercado a Mary y estar teniendo una conversación amena se le estaba haciendo interesante. ¿Se preguntaba porque no lo había hecho antes? Luego recordaba muy bien el porqué, era muy distintos. Ambos pertenecían a mundos totalmente opuestos aun cuando hubieran compartido en el mismo colegio. Pero sobre todo, los intereses solían ser distintos. Él era un alma libre, y ella se podía notar que era una romántica que soñaba con el príncipe azul. Sin embargo, nada de eso en estos momentos estaba importando, Azriel se estaba dando la oportunidad de conocer mejor a Mary McDonald.
— Es posible, ya es como tradición de familia. Posiblemente, si hubiera ido a parar alguna de las otras casas hubiera sido toda una sorpresa. — y suponía que luego el miedo repentino que le había dado se debió solo al haber estado expuesto frente a todos en aquel salón. Cosa que luego cambio por supuesto, pues ahora gustaba de ser el centro de atención, eso era evidente. La escucho, no era secreto que sus orígenes, pero tampoco evidentemente era algo de lo que hubieran hablado. Bueno, en realidad ahora es que realmente hablaban. — Imagino que sí, lo nuevo suele asustar. En especial cuando se es niño. Tuvo que ser un cambio demasiado radical en tu vida. ¿Crees que lograste adaptarte? ¿O aún hay algo que te cuesta? — comento, evitando entrar en el tema que solía ser la orden del día entre los magos y brujas, el estatus mágico. No era necesario arruinar el momento con cosas controversiales. En especial porque la Gryffindor había sabido ganarse su lugar en el colegio como toda una bruja.
— Pues sí, no me fue mal. En realidad, me fue mucho mejor de lo que esperaba. — le confesaba, pues él no era el más estudioso. No había sido por eso que había sobresalido en el colegio. Sin embargo, había caído en cuenta de que necesitaba salir lo suficientemente bien en esos exámenes si quería tener aspiraciones en su futuro. — Supongo que valió la pena intentar hacer el esfuerzo. — comento a la chica. — Ya imagino que te fue extraordinariamente. — Añadió el muchacho.
La noche estaba siendo amena, y ese alcohol en su cuerpo lo tenía de un ánimo increíble. Estaba que si algunas de las profesoras le pedía que bailaran con ellas lo hacía. Aunque definitivamente con quien único en estos momentos le interesaba hacerlo era justamente con la muchacha que tenía frente a él. — Es parte de la experiencia de haber estudiado en Hogwarts, supongo. Se ha vuelto incluso como una especie de tradición. Pero ahora ya nos vamos, así que no veo la necesidad de seguir. — igual esperaba que no provocaran, porque ahí si no se quedaría de brazos cruzados. Solo lo decía porque esperaba que no arruinaran la noche. Ahora que lo pensaba, que viera sus peleas significaba que había estado atenta a él no dijo nada, pero en su interior hizo que se sintiera aún más seguro de lo que estaba haciendo.
Dibujo una sonrisa y se encogió de hombros con su comentario. Sí, es que era demasiado seguro de sí mismo que ni siquiera lo podría negar. — Oh… sí, tienes razón en eso. Pero te digo una cosa. Hay algo más que me caracteriza y es que soy rebelde, no me rigió por lo que me digan. Así que técnicamente solo estoy siendo yo mismo. — Respondió manteniendo la sonrisa picará. Por un lado, era cierto que su familia y también sus amigos vería con recelos el que se interesara por una hija de muggles, fuera de la forma que fuera. Y era muy posible que Azriel no hubiera dado importancia a ello por el simple hecho de que no era como que le estuviera proponiendo matrimonio. Solo era un acercamiento adolescente, por atracción, porque igual le simpatizaba la muchacha. Y eso no se lo iban a impedir, les gustará o no. — La sociedad no me va a mandar en cuanto a quién me acerco o a quien no. Y tú Mary McDonald me interesas, me agradas. No veo porque no hacerlo. — finalizo.
— Pues el momento es ahora. — Había logrado sacarla a bailar, y para sorpresa de la morena Azriel tenía buen movimiento en los pies. Pero lo más que tenían sincronizado eran las miradas. Noto su sorpresa al darse cuenta de que no tenía dos pies izquierdos a lo que Mulciber rio. — Te sorprenderá saber que me gusta la música. Y bueno, de niño me obligaron a tomar clases de baile. Aunque este tipo de música evidentemente lo aprendí… ’Clandestinamente’. — comento refiriéndose a que lo había aprendido mientras iba a fiestas improvisadas e ilegales de su casa. — Ya vez, no todos somos tiesos. — molesto. La música era divertida y alegre. El chico no podía parar de reír mientras bailaban. Hasta que en una para complacer a las parejitas que estaban modo romance se les ocurrió poner una balada. — ¿Y esta? Crees que la sepa bailar. — le reto mientras se acercaba un poco más a ella conectando miradas.
— Es posible, ya es como tradición de familia. Posiblemente, si hubiera ido a parar alguna de las otras casas hubiera sido toda una sorpresa. — y suponía que luego el miedo repentino que le había dado se debió solo al haber estado expuesto frente a todos en aquel salón. Cosa que luego cambio por supuesto, pues ahora gustaba de ser el centro de atención, eso era evidente. La escucho, no era secreto que sus orígenes, pero tampoco evidentemente era algo de lo que hubieran hablado. Bueno, en realidad ahora es que realmente hablaban. — Imagino que sí, lo nuevo suele asustar. En especial cuando se es niño. Tuvo que ser un cambio demasiado radical en tu vida. ¿Crees que lograste adaptarte? ¿O aún hay algo que te cuesta? — comento, evitando entrar en el tema que solía ser la orden del día entre los magos y brujas, el estatus mágico. No era necesario arruinar el momento con cosas controversiales. En especial porque la Gryffindor había sabido ganarse su lugar en el colegio como toda una bruja.
— Pues sí, no me fue mal. En realidad, me fue mucho mejor de lo que esperaba. — le confesaba, pues él no era el más estudioso. No había sido por eso que había sobresalido en el colegio. Sin embargo, había caído en cuenta de que necesitaba salir lo suficientemente bien en esos exámenes si quería tener aspiraciones en su futuro. — Supongo que valió la pena intentar hacer el esfuerzo. — comento a la chica. — Ya imagino que te fue extraordinariamente. — Añadió el muchacho.
La noche estaba siendo amena, y ese alcohol en su cuerpo lo tenía de un ánimo increíble. Estaba que si algunas de las profesoras le pedía que bailaran con ellas lo hacía. Aunque definitivamente con quien único en estos momentos le interesaba hacerlo era justamente con la muchacha que tenía frente a él. — Es parte de la experiencia de haber estudiado en Hogwarts, supongo. Se ha vuelto incluso como una especie de tradición. Pero ahora ya nos vamos, así que no veo la necesidad de seguir. — igual esperaba que no provocaran, porque ahí si no se quedaría de brazos cruzados. Solo lo decía porque esperaba que no arruinaran la noche. Ahora que lo pensaba, que viera sus peleas significaba que había estado atenta a él no dijo nada, pero en su interior hizo que se sintiera aún más seguro de lo que estaba haciendo.
Dibujo una sonrisa y se encogió de hombros con su comentario. Sí, es que era demasiado seguro de sí mismo que ni siquiera lo podría negar. — Oh… sí, tienes razón en eso. Pero te digo una cosa. Hay algo más que me caracteriza y es que soy rebelde, no me rigió por lo que me digan. Así que técnicamente solo estoy siendo yo mismo. — Respondió manteniendo la sonrisa picará. Por un lado, era cierto que su familia y también sus amigos vería con recelos el que se interesara por una hija de muggles, fuera de la forma que fuera. Y era muy posible que Azriel no hubiera dado importancia a ello por el simple hecho de que no era como que le estuviera proponiendo matrimonio. Solo era un acercamiento adolescente, por atracción, porque igual le simpatizaba la muchacha. Y eso no se lo iban a impedir, les gustará o no. — La sociedad no me va a mandar en cuanto a quién me acerco o a quien no. Y tú Mary McDonald me interesas, me agradas. No veo porque no hacerlo. — finalizo.
— Pues el momento es ahora. — Había logrado sacarla a bailar, y para sorpresa de la morena Azriel tenía buen movimiento en los pies. Pero lo más que tenían sincronizado eran las miradas. Noto su sorpresa al darse cuenta de que no tenía dos pies izquierdos a lo que Mulciber rio. — Te sorprenderá saber que me gusta la música. Y bueno, de niño me obligaron a tomar clases de baile. Aunque este tipo de música evidentemente lo aprendí… ’Clandestinamente’. — comento refiriéndose a que lo había aprendido mientras iba a fiestas improvisadas e ilegales de su casa. — Ya vez, no todos somos tiesos. — molesto. La música era divertida y alegre. El chico no podía parar de reír mientras bailaban. Hasta que en una para complacer a las parejitas que estaban modo romance se les ocurrió poner una balada. — ¿Y esta? Crees que la sepa bailar. — le reto mientras se acercaba un poco más a ella conectando miradas.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 |
Estaba viviendo una escena de aquellas novelas románticas que tanto leía solo para tener una emoción bonita al vivenciar la historia, pero ahora esto se hacía real y sinceramente era para no creer, pues dudaba que un chico tan popular como él se acercara a ella con otras intenciones que no fuera por amistad, que claro el grupo de merodeadores era extremadamente popular pero ella sentía que no entraba completamente en ese grupo al menos en ese aspecto, pues eran demasiado increíbles.
Que comenzará hablar de su vida no era algo que le sorprendiera tanto. Pues claro que siempre lo imagino como el chico pretencioso, hijo de papá y mamá, y que seguramente tenía asegurado su futuro con solo tener una calificación promedio pero necesario a un puesto que seguramente le conseguiría su padre. Pero no estaba para envidiarlo porque la vida era distinta para cada uno y simplemente algunos eran más afortunados que otros. — Imagine que seguían una tradición familiar. — Murmuró la chica — La verdad cuando me llegó la carta a Hogwarts todo fue sorprendente conocía algo de la magia porque venía una bruja que trataba de controlar el poder que fluía solo como muestras pero es muy distinto estar en un lugar que estaba recubierto de magia, fue impactante ver el castillo, cruzar el lago y estoy segura que debe haber mucho más, pero conozco tan solo esto. — Exclamó sabiendo que algún día con mucho esfuerzo iba a cumplir todos los sueños que tenía. ¿Y cómo no? Había tenido muy buenas calificaciones durante todos los años y lo cierto es que se sentía segura de los buenos resultados de sus EXTASIS. — Fue fácil porque quede con Lily que pasaba lo mismo que yo y nos sorprendíamos de todo juntas. Después comenzamos a conocer a los demás y todo fluyo muy bien—Le contó. Aunque igual lo miró pues antes igual era ella amiga de Severus que era Slytherin y hace como dos años la había tratado muy mal frente a todos ellos.
¿Sería correcto estar con Azriel? ¿Sería como Snape? Lo que sí pudo notar es que Lily se sintió muy animada cuando el chico se acercó, es que bueno había sido ella quién había escuchado las cuantas veces que dijo que Azriel era guapo y digno de mirar.
— Me alegro por eso —Dijo omitiendo lo que realmente quería decir que era que no lo necesitaba porque seguro tenía el trabajo asegurado, pensó que lo estaba juzgando porque la verdad tampoco era que lo conociera realmente. Asintió. —Eso creo, el esfuerzo debe valer la pena. O sea, estoy segura que ni supere a mis amigos que casi son como estrellas de lo expertos que son pero ahí les sigo —Señaló con una sonrisa sincera ya que no le molestaba ni un poco, además que todos la habían ayudado, mejores amigos que ellos no podía tener.
—Eso esta muy bien es parte de la madurez también porque si esa rivalidad es bastante idiota si me permites decirlo, prefiero alejarme de la violencia tanto física como psicológica, porque si ocurrieron cosas muy feas. Hasta yo sufrí bullyng cuando era más niña así que si se me sale un comentario al respecto no me culpas, suelo ponerme muy sincera con un poco de alcohol — Exclamó, percatándose que estaba hablando más de la cuenta y luego negó con la cabeza porque Mulciber andaba en las mismas, así que suponía que solo debía omitir detalles, es que igual le hacía preguntas que le gustaba profundizar.
— Uy, así que rebelde... eso esta muy bien. — Enfatizó porque si esto era efectivo era un hecho que le agradaba más. Claramente no era una chica conflictiva y si estaba dispuesta a ver como salía todo después de esto. De todas maneras, era consciente que no se iba a ser ilusiones porque seguro era una más para su colección y que luego le contaría esa anécdota a sus amigos. — Así que imagino que quieres pasar lo que queda de la fiesta conmigo — Siseó con suavidad tomando otro trago y notando que el vaso quedaba a la mitad, estaba muy rico.
Quedo impresionada que supiera su nombre.
¿Y para que negarlo? Fue muy feliz que supiera bailar. Maldito fuera Azriel Mulciber que le gustaban los chicos que supieran guiarla y formar un buen complemento porque también adoraba bailar. —Se aprende clandestinamente... aunque en mi familia se baila de todo, supongo que es por eso que me manejo. — Señaló divertida. Igual ahora que se acordaba pasaría parte del verano con ellos y luego se mudaría según lo que pasaría en San Mungo, a un sector más cercano. Claro que esos planes los tenía con Lily, aunque estaba consciente que no duraría mucho porque su relación con James era fantástica y era muy probable que se casarían a los años de egresar, es que se veían muy enamorados.
— Insisto que lo haces muy bien....— Señaló contenta mientras bailaban al compás hasta que llegó esa balada. Se intimido un poco pero se dejo llevar por esos movimientos. — Está te la sabes a la perfección — Señaló con suavidad apoyando su cabeza cerca de su hombro, era más alto que ella pero la altura era perfecta. Después rodeó su cuello y se quedó bailando así sin decir ni una palabra, solo mirándolo con una sonrisa en los labios. Con sinceridad dudaba que dejaran de bailar por un buen rato, ambos parecían disfrutar mucho ese encuentro y lo cierto es que estaban dispuestos a conocerse.
Que comenzará hablar de su vida no era algo que le sorprendiera tanto. Pues claro que siempre lo imagino como el chico pretencioso, hijo de papá y mamá, y que seguramente tenía asegurado su futuro con solo tener una calificación promedio pero necesario a un puesto que seguramente le conseguiría su padre. Pero no estaba para envidiarlo porque la vida era distinta para cada uno y simplemente algunos eran más afortunados que otros. — Imagine que seguían una tradición familiar. — Murmuró la chica — La verdad cuando me llegó la carta a Hogwarts todo fue sorprendente conocía algo de la magia porque venía una bruja que trataba de controlar el poder que fluía solo como muestras pero es muy distinto estar en un lugar que estaba recubierto de magia, fue impactante ver el castillo, cruzar el lago y estoy segura que debe haber mucho más, pero conozco tan solo esto. — Exclamó sabiendo que algún día con mucho esfuerzo iba a cumplir todos los sueños que tenía. ¿Y cómo no? Había tenido muy buenas calificaciones durante todos los años y lo cierto es que se sentía segura de los buenos resultados de sus EXTASIS. — Fue fácil porque quede con Lily que pasaba lo mismo que yo y nos sorprendíamos de todo juntas. Después comenzamos a conocer a los demás y todo fluyo muy bien—Le contó. Aunque igual lo miró pues antes igual era ella amiga de Severus que era Slytherin y hace como dos años la había tratado muy mal frente a todos ellos.
¿Sería correcto estar con Azriel? ¿Sería como Snape? Lo que sí pudo notar es que Lily se sintió muy animada cuando el chico se acercó, es que bueno había sido ella quién había escuchado las cuantas veces que dijo que Azriel era guapo y digno de mirar.
— Me alegro por eso —Dijo omitiendo lo que realmente quería decir que era que no lo necesitaba porque seguro tenía el trabajo asegurado, pensó que lo estaba juzgando porque la verdad tampoco era que lo conociera realmente. Asintió. —Eso creo, el esfuerzo debe valer la pena. O sea, estoy segura que ni supere a mis amigos que casi son como estrellas de lo expertos que son pero ahí les sigo —Señaló con una sonrisa sincera ya que no le molestaba ni un poco, además que todos la habían ayudado, mejores amigos que ellos no podía tener.
—Eso esta muy bien es parte de la madurez también porque si esa rivalidad es bastante idiota si me permites decirlo, prefiero alejarme de la violencia tanto física como psicológica, porque si ocurrieron cosas muy feas. Hasta yo sufrí bullyng cuando era más niña así que si se me sale un comentario al respecto no me culpas, suelo ponerme muy sincera con un poco de alcohol — Exclamó, percatándose que estaba hablando más de la cuenta y luego negó con la cabeza porque Mulciber andaba en las mismas, así que suponía que solo debía omitir detalles, es que igual le hacía preguntas que le gustaba profundizar.
— Uy, así que rebelde... eso esta muy bien. — Enfatizó porque si esto era efectivo era un hecho que le agradaba más. Claramente no era una chica conflictiva y si estaba dispuesta a ver como salía todo después de esto. De todas maneras, era consciente que no se iba a ser ilusiones porque seguro era una más para su colección y que luego le contaría esa anécdota a sus amigos. — Así que imagino que quieres pasar lo que queda de la fiesta conmigo — Siseó con suavidad tomando otro trago y notando que el vaso quedaba a la mitad, estaba muy rico.
Quedo impresionada que supiera su nombre.
¿Y para que negarlo? Fue muy feliz que supiera bailar. Maldito fuera Azriel Mulciber que le gustaban los chicos que supieran guiarla y formar un buen complemento porque también adoraba bailar. —Se aprende clandestinamente... aunque en mi familia se baila de todo, supongo que es por eso que me manejo. — Señaló divertida. Igual ahora que se acordaba pasaría parte del verano con ellos y luego se mudaría según lo que pasaría en San Mungo, a un sector más cercano. Claro que esos planes los tenía con Lily, aunque estaba consciente que no duraría mucho porque su relación con James era fantástica y era muy probable que se casarían a los años de egresar, es que se veían muy enamorados.
— Insisto que lo haces muy bien....— Señaló contenta mientras bailaban al compás hasta que llegó esa balada. Se intimido un poco pero se dejo llevar por esos movimientos. — Está te la sabes a la perfección — Señaló con suavidad apoyando su cabeza cerca de su hombro, era más alto que ella pero la altura era perfecta. Después rodeó su cuello y se quedó bailando así sin decir ni una palabra, solo mirándolo con una sonrisa en los labios. Con sinceridad dudaba que dejaran de bailar por un buen rato, ambos parecían disfrutar mucho ese encuentro y lo cierto es que estaban dispuestos a conocerse.
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso. 15 DE JUNIO 1977 |
Él, a pesar de que estaba acostumbrado a hacer todo picaflor, esta experiencia estaba siendo un tanto diferente. Probablemente, porque se trataba de una chica totalmente distinta a la que estaba acostumbrado a coquetearles. No era engreída, pretenciosa, aunque sí era directa en sus comentarios. Lo que hacía que le diera esa pisca interesante y atrayente. Todo hacía que estuviera más inmerso en esa conversación, que le interesara saber un poco más sobre su persona. Porque evidentemente no sabía mucho de ella más allá de lo que se veía a simple vista. Quizás ella pensaba que nunca antes la había notado y solo la veía como una más del grupo de los Merodeadores. Pero Azriel sí le había echado el ojo desde que se dio cuenta de que la adolescencia le había hecho una hermosa chica. Nada más no se había acercado porque su interés en ella no era para una relación seria. Y había preferido evitar ser malo, o no malo, pero sí poco comprometido con alguien que merecía más que una noche. Pero aquí estaba ahora, con alcohol en el sistema. Sin poder evitar la tentación. Mandándose él es ahora o nunca.
— Lo es, no es que no existan sus excepciones a la regla, pero la verdad estaba muy seguro de a donde me colocarían. — Le comento, había una que otro que llego a estar en Ravenclaw. Pero más allá de eso, jamás hubieran visto a Gulliver en Gryffindor. Sí llegaba a caer en la casa de los leones, la archienemiga de Slytherin lo desheredaban. Eso era un hecho. — Interesante, no sabría imaginar la impresión que tuviste. Pero imagino que no a de ser muy distinta a cuando se ve algo por primera vez. Sin importar lo que sea, si nunca lo has visto suele dejar una primera impresión de sorpresa. — él mismo si lo llevaran a ver un lugar completamente muggle con todo aquello que llamaban aparatos eléctricos quedaría sorprendido también. — Es genial toparse con alguien que te acompañe los sentimientos. Me paso un tanto similar con Evan, los primeros días nos juntamos y ya luego nos volvimos buenos amigos. — y ahí igual él le soltaba un poco más de su vida.
— Lo imposible es pasarlos con una buena calificación. ¿No? Además, quien sabe. Tal vez saliste incluso mejor de lo que esperabas. Puede que hasta rebases algunos. — Le comentó, si había sido tan aplicada y estudiado tanto, no veía él porque ni podría dar la sorpresa. Por muy sabelotodo que se pintaran sus amigos.
— Puede que sí, pero son etapas de ir creciendo, y ya luego darse cuenta. —Las peleas y rivalidades las veía más como una etapa de la vida. Tal vez era la edad, la dinámica del colegio que también se prestaba para ello. Pero todo terminaba y esa no era la excepción.
— Lamento eso, a veces algunos se excedían. Lo llevaban más allá de las casas, lo hacían personal. — decía negando, sabía bien que había cierto rechazo hacia los hijos de muggle. Por no decir bastante. Que muchas familias sangre pura no deseaban mezclar su sangre con ellos. Pero si nada de eso les agradaba. ¿No era más fácil simplemente alejarse de esas personas y listo? Cada cual con su vida. Más no, ahí estaban usando el bullying como deporte nacional. Y no es que él fuera un santo, pero meterse con alguien que no les había hecho nada, solo existir lo veía excesivo.
— Muy rebelde soy. — le aseguro con una guiñada. Continuaban los tragos y la sonrisa de Azriel era cada vez más amplia. — Creo que eso está bastante claro. ¿No? — pues desde que se acercó a ella no había hecho nada más que prestarle solo atención a ella.
Habían puesto a bailar de chico, estaba demostrando para sorpresa de Mari sus dotes como bailarín. — ¿De todo? Eso sería interesante de descubrir. — Le insinuó, pues, por él, encantado de bailar todas las piezas que ella quisiera. Y por supuesto que no desaprovecho la oportunidad de aquel baile pegado, todo fuera mucho más personal. — Muchas gracias También ayuda tener una buena pareja de baile — Dijo como cumplido a la chica. Noto como recostaba su cabeza en su hombro. Azriel mantuvo la sonrisa mientras se movían al compás de la música. De un lado para el otro. — ¿A caso hago algo mal? Es broma, es broma. — decía negando, podía ser bastante confiado en sí mismo, aunque ahora mismo estaba demasiado relajado y bromeaba. Le dio una pequeña vuelta haciendo que quedará pegada de espaldas contra él. — Hola de nuevo. — Le Murmuró al oído soltando una risita para luego volver a la posición original mientras seguían bailando. — Podría estar así toda la noche Mary McDonald. Hacía tiempo que aunque te sorprenda, no tenía una pareja de baile que no me pisará. — reconoció, pues no eran solo los chicos los tiesos, había algunas sangre puras con una sazón desabrida que las hacían igual o peor de tiesas.
— Cuando desees tomar algo para refrescar me avisas. — Le comentaba mientras continuaba con él bailé. Esta noche solo estaba centrado en ella.
— Lo es, no es que no existan sus excepciones a la regla, pero la verdad estaba muy seguro de a donde me colocarían. — Le comento, había una que otro que llego a estar en Ravenclaw. Pero más allá de eso, jamás hubieran visto a Gulliver en Gryffindor. Sí llegaba a caer en la casa de los leones, la archienemiga de Slytherin lo desheredaban. Eso era un hecho. — Interesante, no sabría imaginar la impresión que tuviste. Pero imagino que no a de ser muy distinta a cuando se ve algo por primera vez. Sin importar lo que sea, si nunca lo has visto suele dejar una primera impresión de sorpresa. — él mismo si lo llevaran a ver un lugar completamente muggle con todo aquello que llamaban aparatos eléctricos quedaría sorprendido también. — Es genial toparse con alguien que te acompañe los sentimientos. Me paso un tanto similar con Evan, los primeros días nos juntamos y ya luego nos volvimos buenos amigos. — y ahí igual él le soltaba un poco más de su vida.
— Lo imposible es pasarlos con una buena calificación. ¿No? Además, quien sabe. Tal vez saliste incluso mejor de lo que esperabas. Puede que hasta rebases algunos. — Le comentó, si había sido tan aplicada y estudiado tanto, no veía él porque ni podría dar la sorpresa. Por muy sabelotodo que se pintaran sus amigos.
— Puede que sí, pero son etapas de ir creciendo, y ya luego darse cuenta. —Las peleas y rivalidades las veía más como una etapa de la vida. Tal vez era la edad, la dinámica del colegio que también se prestaba para ello. Pero todo terminaba y esa no era la excepción.
— Lamento eso, a veces algunos se excedían. Lo llevaban más allá de las casas, lo hacían personal. — decía negando, sabía bien que había cierto rechazo hacia los hijos de muggle. Por no decir bastante. Que muchas familias sangre pura no deseaban mezclar su sangre con ellos. Pero si nada de eso les agradaba. ¿No era más fácil simplemente alejarse de esas personas y listo? Cada cual con su vida. Más no, ahí estaban usando el bullying como deporte nacional. Y no es que él fuera un santo, pero meterse con alguien que no les había hecho nada, solo existir lo veía excesivo.
— Muy rebelde soy. — le aseguro con una guiñada. Continuaban los tragos y la sonrisa de Azriel era cada vez más amplia. — Creo que eso está bastante claro. ¿No? — pues desde que se acercó a ella no había hecho nada más que prestarle solo atención a ella.
Habían puesto a bailar de chico, estaba demostrando para sorpresa de Mari sus dotes como bailarín. — ¿De todo? Eso sería interesante de descubrir. — Le insinuó, pues, por él, encantado de bailar todas las piezas que ella quisiera. Y por supuesto que no desaprovecho la oportunidad de aquel baile pegado, todo fuera mucho más personal. — Muchas gracias También ayuda tener una buena pareja de baile — Dijo como cumplido a la chica. Noto como recostaba su cabeza en su hombro. Azriel mantuvo la sonrisa mientras se movían al compás de la música. De un lado para el otro. — ¿A caso hago algo mal? Es broma, es broma. — decía negando, podía ser bastante confiado en sí mismo, aunque ahora mismo estaba demasiado relajado y bromeaba. Le dio una pequeña vuelta haciendo que quedará pegada de espaldas contra él. — Hola de nuevo. — Le Murmuró al oído soltando una risita para luego volver a la posición original mientras seguían bailando. — Podría estar así toda la noche Mary McDonald. Hacía tiempo que aunque te sorprenda, no tenía una pareja de baile que no me pisará. — reconoció, pues no eran solo los chicos los tiesos, había algunas sangre puras con una sazón desabrida que las hacían igual o peor de tiesas.
— Cuando desees tomar algo para refrescar me avisas. — Le comentaba mientras continuaba con él bailé. Esta noche solo estaba centrado en ella.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 |
Era obvio que sus vidas en cuanto a muchas cosas eran muy distintas. El desde un principio sabía lo que era la magia y estaba seguro que iba a quedar en la misma casa que toda su familia. Ella en cambio, era la primera bruja de su familia, suponía que si llegaba a tener hijos iban a seguir el legado pero bueno tampoco era para pensar en aquello.
Solo asintió y la conversación entre ellos fluyó como si nada yéndose hacia sus mejores amigos. La verdad es que los consideraba absolutamente a todos pero Lily era especial porque le pasaba lo mismo que a ella y aún así había demostrado que era la mejor bruja y experta en pociones, incluso superando a los Slytherin. La admiraba y sí, estudiaban juntas, no fue difícil seguirla en cuanto a esto solo que sus motivaciones y planes del futuro eran propias y diferentes. Cada una tenía su identidad y siendo brujas ya con la mayoría de edad seguirían juntas. Le gusto que mencionará a Evan, otro chico muy parecido a él, engreído y fiestero, que no se intimidaba por nada respecto a sus particulares gustos.— Con amigos todo se hace más fácil y te adaptas bien a un lugar. De hecho, si tengo planes de mudarme con ella y no importa que tenga novio, definitivamente sé que será por un tiempo y luego se va a casar, están muy enamorados. — Seguro que eran la comidilla de rumores porque James era todo un sangre pura (por mucho que fuera distinto) y ella una hija de muggles, no todos estaban de acuerdo solo que la verdad ese era su problema.
— Supongo que cada uno es bueno en lo que quiere. Igual sé que me fue muy bien porque estudie demasiado y ahora dependerá de mi si puedo mantener en el trabajo. Quiero ser psicóloga por lo que si tengo que tener esa plaza en San Mungo, desde un principio no fue fácil — Murmuró la chica con suavidad ya que igual sentía la confianza de hablar de todo con él. Quizás solo hablarían un día ¿y por qué no? Todo se estaba dando así, le gustaba eso porque así podrían demostrar al mundo que perfectamente podían congeniar. ¿Pero sería distinto sin alcohol? Realmente esperaba que no.
— Definitivamente no eres como ellos. Creo que te quedabas callado y secundabas solo para sentirte integrado — Nuevamente dejaba en claro que ya lo conocía solo por estar observándolo. Sabía que no estaba enamorada de él pero si reconocía que le llamó la atención y se sintió demasiado atraída apenas lo vio y no tan solo por su atractivo sino que también por su personalidad. — ¿Cierto? Nunca lo entendí, solo me quedo aprender a defenderme por mi propia cuenta y ahí acabo todo. — Sus amigos también habían ayudado pero si lo sentía de verdad por la gente más introvertida, eso definitivamente tenía que acabar.
Era excesivamente coqueto, se veía que era como un jugador de quidditch que sabía que tenía el partido ganado. Negó con la cabeza, riendo. — Eres muy especial, Azriel Mulciber — Señaló divertida mientras bailaban y se movían al compás de la variada música que comenzaban a tocar. Podía sentir unas miradas pero era lo de menos porque ella estaba disfrutando. — Estoy segura que sí, nadie es perfecto. A veces a algunas personas se le facilita todo por la vida que lleva mientras que otros para conseguir metas tiene que esforzarse más. No lo arruines lo tienes todo, solo que uno no sabe como gira la vida con los años — Señaló siendo muy sabia, era cada uno que tomaba sus decisiones por lo tanto un paso equivocado podría ser el caos. Nuevamente comenzó a reír por lo que decía, no podía negar que se sentía cohibida por tanto elogios, era evidente que quería conseguir más de un baile y la verdad es que como se estaban llevando no le importaba. —Tal vez tu tenías la culpa. Tienes una mirada que suele intimidar — Lo molestó con una sonrisa en los labios, sintiendo sus mejillas ardiendo porque realmente decía la verdad que uno se intimidaba al mirarlo mucho, simplemente irradiaba sensualidad y coqueteo de una manera que hacía volver a la otra persona torpe. Solo que ella no quería mostrarse así.
Bailaron un poco más y al rato escuchó su pregunta. — Vale... creo que seguiré bebiendo lo mismo, no hay nada peor que mezclar. ¿Dónde quieres ir? — Preguntó. La pista de baile estaba abarrotada de gente por lo que vio un sector de la escalera donde estaba libre. — Vamos allí. — Sugirió con calma mientras esperaba su respuesta, estaba segura que seguirían conversando por un buen rato y dudaba que los interrumpiera. Es que estaba al tanto que al menos los chicos no lo iban hacer porque sus amigas no se lo iban a permitir.
Solo asintió y la conversación entre ellos fluyó como si nada yéndose hacia sus mejores amigos. La verdad es que los consideraba absolutamente a todos pero Lily era especial porque le pasaba lo mismo que a ella y aún así había demostrado que era la mejor bruja y experta en pociones, incluso superando a los Slytherin. La admiraba y sí, estudiaban juntas, no fue difícil seguirla en cuanto a esto solo que sus motivaciones y planes del futuro eran propias y diferentes. Cada una tenía su identidad y siendo brujas ya con la mayoría de edad seguirían juntas. Le gusto que mencionará a Evan, otro chico muy parecido a él, engreído y fiestero, que no se intimidaba por nada respecto a sus particulares gustos.— Con amigos todo se hace más fácil y te adaptas bien a un lugar. De hecho, si tengo planes de mudarme con ella y no importa que tenga novio, definitivamente sé que será por un tiempo y luego se va a casar, están muy enamorados. — Seguro que eran la comidilla de rumores porque James era todo un sangre pura (por mucho que fuera distinto) y ella una hija de muggles, no todos estaban de acuerdo solo que la verdad ese era su problema.
— Supongo que cada uno es bueno en lo que quiere. Igual sé que me fue muy bien porque estudie demasiado y ahora dependerá de mi si puedo mantener en el trabajo. Quiero ser psicóloga por lo que si tengo que tener esa plaza en San Mungo, desde un principio no fue fácil — Murmuró la chica con suavidad ya que igual sentía la confianza de hablar de todo con él. Quizás solo hablarían un día ¿y por qué no? Todo se estaba dando así, le gustaba eso porque así podrían demostrar al mundo que perfectamente podían congeniar. ¿Pero sería distinto sin alcohol? Realmente esperaba que no.
— Definitivamente no eres como ellos. Creo que te quedabas callado y secundabas solo para sentirte integrado — Nuevamente dejaba en claro que ya lo conocía solo por estar observándolo. Sabía que no estaba enamorada de él pero si reconocía que le llamó la atención y se sintió demasiado atraída apenas lo vio y no tan solo por su atractivo sino que también por su personalidad. — ¿Cierto? Nunca lo entendí, solo me quedo aprender a defenderme por mi propia cuenta y ahí acabo todo. — Sus amigos también habían ayudado pero si lo sentía de verdad por la gente más introvertida, eso definitivamente tenía que acabar.
Era excesivamente coqueto, se veía que era como un jugador de quidditch que sabía que tenía el partido ganado. Negó con la cabeza, riendo. — Eres muy especial, Azriel Mulciber — Señaló divertida mientras bailaban y se movían al compás de la variada música que comenzaban a tocar. Podía sentir unas miradas pero era lo de menos porque ella estaba disfrutando. — Estoy segura que sí, nadie es perfecto. A veces a algunas personas se le facilita todo por la vida que lleva mientras que otros para conseguir metas tiene que esforzarse más. No lo arruines lo tienes todo, solo que uno no sabe como gira la vida con los años — Señaló siendo muy sabia, era cada uno que tomaba sus decisiones por lo tanto un paso equivocado podría ser el caos. Nuevamente comenzó a reír por lo que decía, no podía negar que se sentía cohibida por tanto elogios, era evidente que quería conseguir más de un baile y la verdad es que como se estaban llevando no le importaba. —Tal vez tu tenías la culpa. Tienes una mirada que suele intimidar — Lo molestó con una sonrisa en los labios, sintiendo sus mejillas ardiendo porque realmente decía la verdad que uno se intimidaba al mirarlo mucho, simplemente irradiaba sensualidad y coqueteo de una manera que hacía volver a la otra persona torpe. Solo que ella no quería mostrarse así.
Bailaron un poco más y al rato escuchó su pregunta. — Vale... creo que seguiré bebiendo lo mismo, no hay nada peor que mezclar. ¿Dónde quieres ir? — Preguntó. La pista de baile estaba abarrotada de gente por lo que vio un sector de la escalera donde estaba libre. — Vamos allí. — Sugirió con calma mientras esperaba su respuesta, estaba segura que seguirían conversando por un buen rato y dudaba que los interrumpiera. Es que estaba al tanto que al menos los chicos no lo iban hacer porque sus amigas no se lo iban a permitir.
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso. 15 DE JUNIO 1977 |
Antes de acercarse no pensó que tal vez la conversación entre ellos iba a resultar tan fluida. Pero paso, estaba siendo fácil conversar con Mary. Y le agradaba esa actitud directa de decir las cosas. En cierto modo, eso le presentaba todo un desafío para él. Aunque sí había notado que ella tenía cierto interés en su persona. Si no fuera el caso, no podría saber tanto sobre él tomando en cuenta de que apenas habían cruzado algunas palabras antes. Quería decir que lo había estado observando. — Claro, siempre es mejor con un amigo. Tener ese confidente, esa persona que conoce las cosas que a nadie más le dices. — comento al respecto. — Yo por mi parte tengo planes de viajar primero. — Le contaba una parte sus planes a corto plazo, ya que ella igual lo había hecho.
— Sí, ya imagino que será por un tiempo. Cuando menos lo esperes te darán la noticia del casamiento. De verdad se nota qué te quieren por cómo no les importa lo que el resto diga. — Sabía que la pelirroja había atrapado a James. Se preguntaba de si él podría caer también. Lo dudaba, aunque bien se decía que había un roto para cada desconocido. El tiempo diría por qué por ahora él no se veía teniendo algo serio con nadie. Ni siquiera con alguien tan adorable como Mary. Lo cual era una lástima porque era una chica fantástica.
— Interesante, yo quisiera irme por la rama de las comunicaciones. Aunque estoy claro de que mi padre tiene en mente otra cosa. — seguro pondría el grito en el cielo. Tenía la capacidad de hacerse de una profesión de más provecho y que le beneficiará a los Mulciber también. — Seguro esa plaza a de estar esperando por ti. ¿Pero por qué psicología sí se puede saber? — preguntó curioso.
No contribuía a lo que hacían con los hijos de muggle, pero sí estaba presente. Quizás era cierto, solo estaba allí como un deber, por ser parte del grupo. Lo que hacía que volviera a su mente el hecho de que lo observaba, y más de lo que imagino. — Vaya, lo notaste. Pues tal vez eso no me hacía mejor que ellos, lo sé. — reconoció. — No fue lo mejor, pero igual se me hubiera hecho muy fácil el ser partícipe directo, más me retuvo de ello. — añadió encogiéndose de hombros. De algo debía de servir. — Con el pasar del tiempo es que note que igual eso no estaba bien. El hacerse de la vista gorda. — añadió. — Ya imagino, a veces ni queda de otra. — Finalizó cuando menciono el tener que aprender a defenderse sola.
Cuando estuvieron en la pista de baile fue cuando en realidad comenzó a aumentar la coquetería. El baile estaba siendo el instrumento propicio para que el chico le mostrará todos sus encantos. Con sus movimientos, con sus miradas y susurros en medio de la pista era difícil de ignorar al chico que tenías frente a ti. La sonrisa vanidosa, pero alegre de escuchar sus palabras, no se quitaba del rostro de Azriel. Lo que sí no comprendo mucho lo que le trataba de decir cuando menciono que no lo arruinara. Es que al tenerlo todo se le hacía difícil imaginar cómo sería su vida de perder todo lo que tenía. — Suenas igual que mi madre mientras negaba con una sonrisa. — reconoció. — Siendo sincero, aunque nos gustaría decir que lo somos. No somos perfectos. Yo voy una cosa a la vez. Pero lo tomaré como consejo. — comento, aunque no tenía ni idea de cómo aplicarlo. Siempre había sido más relajado que la Gryffindor para esas cosas.
Ya le había dejado claro que quería seguir bailando con ella. Y aprovechaba los momentos que la tenía cerquita para murmurarle esos comentarios coquetos que ya podía notar que le hacían fluir la sangre. — No sabía que mi mirada podía intimidar. Al contrario, pensé que podía atraer. — la tenía tan cerca que podía oler muy bien su perfume. Le daba tentación de deslizar su nariz por su cuello para poder disfrutar mejor de ese olor. Pero se aguantó la tentación o de lo contrario si la iba a intimidar y esa no era lo que quería.
Contubernio bailando hasta que le menciono lo de los tragos. — Por lo general suelo decir esa frase ya al otro día después de haber hecho la mezcla. — comento riendo. — Pero definitivamente tienes razón. Podemos algún rincón tranquilo y sentarnos allí a tomar el trago, descansar un poco los pies. — Le señaló. Fue ahí cuando estuvieron un rato conversando al pie de unas escaleras que la chica había visto que estaban despejadas.
Cuando menos lo esperaron ya se había terminado la fiesta y los comenzaban a echar del comedor. Azriel miró a Mary y sonrió. — No quería que se acabará la noche… aunque igual podría acompañarte hasta tu sala común, asegurarme que llegues bien. — Le sugirió. — A si de paso no tenemos por qué despedirnos tan pronto. Porque no es que tenga muchas intenciones de despedirme. — con eso le decía que de ser por él permanecía lo que restaba de la noche con ella.
— Sí, ya imagino que será por un tiempo. Cuando menos lo esperes te darán la noticia del casamiento. De verdad se nota qué te quieren por cómo no les importa lo que el resto diga. — Sabía que la pelirroja había atrapado a James. Se preguntaba de si él podría caer también. Lo dudaba, aunque bien se decía que había un roto para cada desconocido. El tiempo diría por qué por ahora él no se veía teniendo algo serio con nadie. Ni siquiera con alguien tan adorable como Mary. Lo cual era una lástima porque era una chica fantástica.
— Interesante, yo quisiera irme por la rama de las comunicaciones. Aunque estoy claro de que mi padre tiene en mente otra cosa. — seguro pondría el grito en el cielo. Tenía la capacidad de hacerse de una profesión de más provecho y que le beneficiará a los Mulciber también. — Seguro esa plaza a de estar esperando por ti. ¿Pero por qué psicología sí se puede saber? — preguntó curioso.
No contribuía a lo que hacían con los hijos de muggle, pero sí estaba presente. Quizás era cierto, solo estaba allí como un deber, por ser parte del grupo. Lo que hacía que volviera a su mente el hecho de que lo observaba, y más de lo que imagino. — Vaya, lo notaste. Pues tal vez eso no me hacía mejor que ellos, lo sé. — reconoció. — No fue lo mejor, pero igual se me hubiera hecho muy fácil el ser partícipe directo, más me retuvo de ello. — añadió encogiéndose de hombros. De algo debía de servir. — Con el pasar del tiempo es que note que igual eso no estaba bien. El hacerse de la vista gorda. — añadió. — Ya imagino, a veces ni queda de otra. — Finalizó cuando menciono el tener que aprender a defenderse sola.
Cuando estuvieron en la pista de baile fue cuando en realidad comenzó a aumentar la coquetería. El baile estaba siendo el instrumento propicio para que el chico le mostrará todos sus encantos. Con sus movimientos, con sus miradas y susurros en medio de la pista era difícil de ignorar al chico que tenías frente a ti. La sonrisa vanidosa, pero alegre de escuchar sus palabras, no se quitaba del rostro de Azriel. Lo que sí no comprendo mucho lo que le trataba de decir cuando menciono que no lo arruinara. Es que al tenerlo todo se le hacía difícil imaginar cómo sería su vida de perder todo lo que tenía. — Suenas igual que mi madre mientras negaba con una sonrisa. — reconoció. — Siendo sincero, aunque nos gustaría decir que lo somos. No somos perfectos. Yo voy una cosa a la vez. Pero lo tomaré como consejo. — comento, aunque no tenía ni idea de cómo aplicarlo. Siempre había sido más relajado que la Gryffindor para esas cosas.
Ya le había dejado claro que quería seguir bailando con ella. Y aprovechaba los momentos que la tenía cerquita para murmurarle esos comentarios coquetos que ya podía notar que le hacían fluir la sangre. — No sabía que mi mirada podía intimidar. Al contrario, pensé que podía atraer. — la tenía tan cerca que podía oler muy bien su perfume. Le daba tentación de deslizar su nariz por su cuello para poder disfrutar mejor de ese olor. Pero se aguantó la tentación o de lo contrario si la iba a intimidar y esa no era lo que quería.
Contubernio bailando hasta que le menciono lo de los tragos. — Por lo general suelo decir esa frase ya al otro día después de haber hecho la mezcla. — comento riendo. — Pero definitivamente tienes razón. Podemos algún rincón tranquilo y sentarnos allí a tomar el trago, descansar un poco los pies. — Le señaló. Fue ahí cuando estuvieron un rato conversando al pie de unas escaleras que la chica había visto que estaban despejadas.
Cuando menos lo esperaron ya se había terminado la fiesta y los comenzaban a echar del comedor. Azriel miró a Mary y sonrió. — No quería que se acabará la noche… aunque igual podría acompañarte hasta tu sala común, asegurarme que llegues bien. — Le sugirió. — A si de paso no tenemos por qué despedirnos tan pronto. Porque no es que tenga muchas intenciones de despedirme. — con eso le decía que de ser por él permanecía lo que restaba de la noche con ella.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 |
Mary creía que tener amigos era lo mejor del mundo, siempre estuvo tranquila en el colegio cuando comenzó a conocerlos más, había sido complicado los dos primeros años hasta que empezó a tomar fuerza al conocer a los merodeadores y forjar de manera más fuerte la amistad que tenía con Lily y Marlene. Incluso a veces Dorcas se les unía, y ahora que egresaban esperaba que se siguieran juntando y que nada cambiara. —No me quejo, suelo ser sociable — Respondió con una sonrisa, aunque luego esta se borró cuando este dijo que tenía planes para viajar. Terminó por hacer un puchero —. Lástima. ¿Dónde te vas y por cuanto tiempo? — Ya con eso le quedaba claro que aquello solo sería una aventura, así que como era una chica que pensaba con la mente ya al menos tenía la alternativa de no ilusionarse —. Ojalá pudiera viajar. Me gustaría conocer Italia y Francia... pero ¿tengo que partir con Inglaterra? Dime... pareces un experto en viajes — Comentó risueña, dejando ver que no era tan relevante que se fuera de viaje pues pensaba que sería solo por un tiempo pues el otro año debía comenzar a estudiar.
— Bueno a mi amiga le costó mucho darse cuenta... solo fue el último año que comenzaron a salir. Siempre me gusto verlos juntos, así que fui muy feliz cuando se juntaron — señaló divertida —. ¡Es que son una pareja muy romántica! Son afortunados. — Agregó mientras los saludo desde la distancia que ellos también se habían puesto a bailar.
— ¿Comunicaciones? Vaya... creo que ibas a ser inefable o te ibas a ir al área de comercio. ¿Por qué te gusta tanto? — Señaló sorprendida. No se veía muy seguro porque en parte se veía que se estaba yendo en contra a lo que querían sus padres para él, y si se corría el riesgo que se salieran con la suya. Luego fue su turno y asintió. — Me gusta saber de la mente y el comportamiento humano, además que es una carrera que se acerca mucho a los dos mundos. Pretendo escribir libros al respecto también... con historias que tengan un contexto psicológico que luego pueda explicar — Mary tenía todo muy claro y sabía que lo haría bien, pero era un camino difícil no era la única que se había fijado en ello y por lo cual tenía que destacar. Por eso a la vez, quería escribir.
— Supongo que no tuviste otra alternativa. Nada que hacer... caíste en el mismo saco pero a la vez, igual intentarse no ser señalado como violento — Dio su punto de vista y se encogió de hombros. — No me quedo de otra que forjar carácter — Aquello lo dejaría en el pasado porque o sino no iba a poder avanzar, ella se sentía una excelente bruja, tenía magia y se sentía auténtica, es que los sangre pura no entendían por nada que el mestizaje avanzaba y ya no estaban en tiempos de antaño donde esto se debía cumplir, se juntaban entre puros y no había otra posibilidad, todo continuaba de manera parecida solo que no tanto como en esos tiempos. Eso la hizo pensar como sería una vida entera con Azriel, si realmente la terminaba por aceptar.
Fue en el baile donde la coquetería y la química entre ellos aumentó. Todo estaba siendo divertido, ella asintió cuando dijo que tomaba su consejo y sí que fue directa en decir que su mirada intimidaba — Tienes un rostro y una mirada con la que puedes conquistar el mundo, pero el problema es que justo por eso que se pueden tomar mucho en serio, una mujer inteligente sabe lo que puede pasar — Señaló sabiendo perfectamente que con esas palabras podía alejarlo, pero era demasiado honesta y sincera, y ella tenía claro que lo más que podría lograr con él sería una amistad. Ojalá. Pero no se ilusionaría del todo.
Sonrió divertida y luego negó con la cabeza.
— Vamos un rato... la conversación está muy interesante y me sorprende, jamás pensé que en mi última noche en Hogwarts iba a terminar hablando contigo y que tú te hayas acercado — Señaló al momento que se iban a sentar, hicieron bromas y siguieron bebiendo entre risas como si solo existieran ellos dos.
Solo que todo lo bueno tiene que terminar y la fiesta acabo. Pensó que todo se detendría ahí, pero Azriel Mulciber era todo un caballero. — No es mala idea. Necesito saber como llegaste ese día después de la fiesta. — Comentó accediendo que la fuera a dejar a la sala común — El camino es largo así que tendremos tiempo —En el fondo no se quería alejar de él, sin lugar a dudas, era buena compañía, su mirada era muy coqueta y ella no tenía idea si correspondía a lo mismo aunque era lógico que igual se sentía nerviosa, a ambos se le notaba sus segundas intenciones.
— Hasta aquí...— Dijo cuando llegaron a un pasillo antes de llegar a la sala común. Ella se quedo de pie y lo miró a los ojos. — Realmente lo pase muy bien contigo, no lo esperaba y supongo que tu tampoco. El alcohol causa estragos, y bueno supongo que esta será la primera y última vez que nos vemos. ¿Cierto? — Por mucho que había sido coqueta igual seguía siendo poco atrevida y no iba a ser que iba a dar la iniciativa, eso estaba muy lejos de su identidad.
— Bueno a mi amiga le costó mucho darse cuenta... solo fue el último año que comenzaron a salir. Siempre me gusto verlos juntos, así que fui muy feliz cuando se juntaron — señaló divertida —. ¡Es que son una pareja muy romántica! Son afortunados. — Agregó mientras los saludo desde la distancia que ellos también se habían puesto a bailar.
— ¿Comunicaciones? Vaya... creo que ibas a ser inefable o te ibas a ir al área de comercio. ¿Por qué te gusta tanto? — Señaló sorprendida. No se veía muy seguro porque en parte se veía que se estaba yendo en contra a lo que querían sus padres para él, y si se corría el riesgo que se salieran con la suya. Luego fue su turno y asintió. — Me gusta saber de la mente y el comportamiento humano, además que es una carrera que se acerca mucho a los dos mundos. Pretendo escribir libros al respecto también... con historias que tengan un contexto psicológico que luego pueda explicar — Mary tenía todo muy claro y sabía que lo haría bien, pero era un camino difícil no era la única que se había fijado en ello y por lo cual tenía que destacar. Por eso a la vez, quería escribir.
— Supongo que no tuviste otra alternativa. Nada que hacer... caíste en el mismo saco pero a la vez, igual intentarse no ser señalado como violento — Dio su punto de vista y se encogió de hombros. — No me quedo de otra que forjar carácter — Aquello lo dejaría en el pasado porque o sino no iba a poder avanzar, ella se sentía una excelente bruja, tenía magia y se sentía auténtica, es que los sangre pura no entendían por nada que el mestizaje avanzaba y ya no estaban en tiempos de antaño donde esto se debía cumplir, se juntaban entre puros y no había otra posibilidad, todo continuaba de manera parecida solo que no tanto como en esos tiempos. Eso la hizo pensar como sería una vida entera con Azriel, si realmente la terminaba por aceptar.
Fue en el baile donde la coquetería y la química entre ellos aumentó. Todo estaba siendo divertido, ella asintió cuando dijo que tomaba su consejo y sí que fue directa en decir que su mirada intimidaba — Tienes un rostro y una mirada con la que puedes conquistar el mundo, pero el problema es que justo por eso que se pueden tomar mucho en serio, una mujer inteligente sabe lo que puede pasar — Señaló sabiendo perfectamente que con esas palabras podía alejarlo, pero era demasiado honesta y sincera, y ella tenía claro que lo más que podría lograr con él sería una amistad. Ojalá. Pero no se ilusionaría del todo.
Sonrió divertida y luego negó con la cabeza.
— Vamos un rato... la conversación está muy interesante y me sorprende, jamás pensé que en mi última noche en Hogwarts iba a terminar hablando contigo y que tú te hayas acercado — Señaló al momento que se iban a sentar, hicieron bromas y siguieron bebiendo entre risas como si solo existieran ellos dos.
Solo que todo lo bueno tiene que terminar y la fiesta acabo. Pensó que todo se detendría ahí, pero Azriel Mulciber era todo un caballero. — No es mala idea. Necesito saber como llegaste ese día después de la fiesta. — Comentó accediendo que la fuera a dejar a la sala común — El camino es largo así que tendremos tiempo —En el fondo no se quería alejar de él, sin lugar a dudas, era buena compañía, su mirada era muy coqueta y ella no tenía idea si correspondía a lo mismo aunque era lógico que igual se sentía nerviosa, a ambos se le notaba sus segundas intenciones.
— Hasta aquí...— Dijo cuando llegaron a un pasillo antes de llegar a la sala común. Ella se quedo de pie y lo miró a los ojos. — Realmente lo pase muy bien contigo, no lo esperaba y supongo que tu tampoco. El alcohol causa estragos, y bueno supongo que esta será la primera y última vez que nos vemos. ¿Cierto? — Por mucho que había sido coqueta igual seguía siendo poco atrevida y no iba a ser que iba a dar la iniciativa, eso estaba muy lejos de su identidad.
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso. 15 DE JUNIO 1977 |
Había tenido la confianza de comentarle del viaje tampoco es que fuera un secreto y fuera un secreto, pero, ya que estaban hablando con tanta fluidez no veía porque no contarle lo que pensaba hacer durante el resto del año punto después de todo La leona no parecía de ser las personas de las cuales deberías desconfiar. Al contrario, era posible que si de los dos le dieran escoger en quién desconfiaría, más probablemente se elegiría el mismo. — Uh. ¿Acaso me extrañarías? — preguntó con sonrisa pícara al escuchar que era una lástima el que se fuera de viaje. — Es solo por este año. Iremos a Francia. De haberlo sabido antes te hubiera invitado. — Señaló al descubrir que le hubiera gustado ir a Francia. Por su parte, a Ariel le haría bien el año sabático, así quizás sus padres se les olvide que estaban en desacuerdo con lo que él planeaba estudiar. — Ya luego entonces comenzaré a estudiar. — Finalizó.
Escucho, como hablaba de su amiga y el novio de esta, sin duda Mary McDonald era una completa romántica. Otra diferencia con él que si bien era coqueto no estaba seguro de si el romance era muy lo suyo. Aunque igual, nunca había tenido el interés de intentarlo. De todos modos le agradaba escuchar con la emoción que lo decía. — Más vale tarde que nunca, dicen. — comentó respecto a Lily y James, pues aunque se tomó su tiempo, ahora parecía que había valido la pena la decisión.
— ¿Tengo cara de inefable o empresario? Comienzo a creerlo porque mis padres piensan lo mismo. — reconoció el Slytherin. — Solo que para mí parecer, eso no es lo mismo. Creo que me iría bien frente al público. Supongo que tengo el suficiente carisma para ello. — Expresó el joven. Creía que era algo que le pegaba a su persona, por eso le llamaba la atención. Escucho con la pasión que hablaba de su futura carrera, ojalá él tuviera la misma pasión, así quizás sus padres se convencían más de que eso era lo que debía de hacer. — ¿Un libro? No soy de leer, aunque si es escrito por ti quizás me gane la curiosidad. — comento el otro tema si era un tanto incómodo, pues la verdad no pretendía hacerle mal, a ninguno la verdad. Pero bien, se lo decía que caía en el mismo saco, así que ya lo hecho, hecho estaba. No había marcha atrás. Al menos en ese aspecto había madurado, aunque quizás en mucho de los otros seguía siendo ese hijo de papá que tiene todo por sentado y que no necesita esforzarse. — Lo has hecho bien, debo reconocer. — Le comento en cuanto a su carácter.
Mientras bailaban la coquetería fluía aún más, era inevitable. Ser coqueto era parte de Azriel y más cuando terminaban demasiado cerca por culpa de los movimientos que hacían al compás de la música. No saldría corriendo, indignado, u ofendido por su comentario. El Slytherin sabía bien de la pata que cojeaba y por lo visto ella también. Más, sin embargo, ella seguía ahí frente a él. — Bien, me has dado duro con esa. — reconoció, pero sin quitar la sonrisa pícara del rostro.
A pesar de aquello, la conversación siguió entre ellos. — Yo también, pero aquí estamos. Supongo que son de las gratas sorpresas de la vida. — Sabía que no pretendía algo serio con Mary porque ella merecía algo mejor en ese sentido, pues él no tenía intenciones de desprenderse de su libertad. Pero si podía verde como su amigo, era fácil hablar con ella. Se sentía cómodo aún con toda lo directa que fuera.
— Siendo así, te acompaño. — aseguró mientras comenzaba a caminar a su lado. — Un tanto ebrio es lo único seguro. — comentó riendo. Comenzaron a caminar hacia la sala común, solo que se detuvieron antes. Escucho sus palabras — Tienes razón y también la pasé bien… — Le dijo mirándola a los ojos y luego enfocándose en sus labios, estaba muy relajado por el alcohol que ni siquiera estaba ya pensando mucho en que se suponía se debían despedir. A estas alturas solo tenía ganas de besarla, atraería hacia él. — Quizás sea la última, quizás no. Nunca se sabe. — Murmuró mientras se acercaba casi en cámara lenta hacia ella, inclinándose para encontrar sus labios con los ajenos y darle un beso.
Escucho, como hablaba de su amiga y el novio de esta, sin duda Mary McDonald era una completa romántica. Otra diferencia con él que si bien era coqueto no estaba seguro de si el romance era muy lo suyo. Aunque igual, nunca había tenido el interés de intentarlo. De todos modos le agradaba escuchar con la emoción que lo decía. — Más vale tarde que nunca, dicen. — comentó respecto a Lily y James, pues aunque se tomó su tiempo, ahora parecía que había valido la pena la decisión.
— ¿Tengo cara de inefable o empresario? Comienzo a creerlo porque mis padres piensan lo mismo. — reconoció el Slytherin. — Solo que para mí parecer, eso no es lo mismo. Creo que me iría bien frente al público. Supongo que tengo el suficiente carisma para ello. — Expresó el joven. Creía que era algo que le pegaba a su persona, por eso le llamaba la atención. Escucho con la pasión que hablaba de su futura carrera, ojalá él tuviera la misma pasión, así quizás sus padres se convencían más de que eso era lo que debía de hacer. — ¿Un libro? No soy de leer, aunque si es escrito por ti quizás me gane la curiosidad. — comento el otro tema si era un tanto incómodo, pues la verdad no pretendía hacerle mal, a ninguno la verdad. Pero bien, se lo decía que caía en el mismo saco, así que ya lo hecho, hecho estaba. No había marcha atrás. Al menos en ese aspecto había madurado, aunque quizás en mucho de los otros seguía siendo ese hijo de papá que tiene todo por sentado y que no necesita esforzarse. — Lo has hecho bien, debo reconocer. — Le comento en cuanto a su carácter.
Mientras bailaban la coquetería fluía aún más, era inevitable. Ser coqueto era parte de Azriel y más cuando terminaban demasiado cerca por culpa de los movimientos que hacían al compás de la música. No saldría corriendo, indignado, u ofendido por su comentario. El Slytherin sabía bien de la pata que cojeaba y por lo visto ella también. Más, sin embargo, ella seguía ahí frente a él. — Bien, me has dado duro con esa. — reconoció, pero sin quitar la sonrisa pícara del rostro.
A pesar de aquello, la conversación siguió entre ellos. — Yo también, pero aquí estamos. Supongo que son de las gratas sorpresas de la vida. — Sabía que no pretendía algo serio con Mary porque ella merecía algo mejor en ese sentido, pues él no tenía intenciones de desprenderse de su libertad. Pero si podía verde como su amigo, era fácil hablar con ella. Se sentía cómodo aún con toda lo directa que fuera.
— Siendo así, te acompaño. — aseguró mientras comenzaba a caminar a su lado. — Un tanto ebrio es lo único seguro. — comentó riendo. Comenzaron a caminar hacia la sala común, solo que se detuvieron antes. Escucho sus palabras — Tienes razón y también la pasé bien… — Le dijo mirándola a los ojos y luego enfocándose en sus labios, estaba muy relajado por el alcohol que ni siquiera estaba ya pensando mucho en que se suponía se debían despedir. A estas alturas solo tenía ganas de besarla, atraería hacia él. — Quizás sea la última, quizás no. Nunca se sabe. — Murmuró mientras se acercaba casi en cámara lenta hacia ella, inclinándose para encontrar sus labios con los ajenos y darle un beso.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 |
Era un creído y eso mismo le causaba gracia porque se daba cuenta que realmente eran increíblemente opuestos. — No puedo decir que te extrañaré si nos estamos recién conociendo — reconoció la chica que sabía que igual iba a extrañarlo mucho más ahora que decía que se iba por un año a Francia. Estaba totalmente despreocupado de entrar directo a un trabajo y tener otro aprendizaje como pasante —, pero te vas por un año así que puede que sí —Terminó por molestar siguiendo ese juego de la coquetería de mirarse y aunque uno decía una cosa podía significar otra —. Francia debe ser muy bonito y sí eso hubiera pasado probablemente te habría dicho que no porque si quiero estudiar si me va bien ya tendré tiempo de viajar en las vacaciones — Explicó la chica con una sonrisa porque si que era una nerd, tal vez no tanto como Lily y Remus, y mucho más esforzada que James o Sirius que no movían ni un dedo y eran muy inteligentes.
—Demoraron un montón siempre es mejor disfrutar el ahora — Comentó siendo directa. De todos modos, sabía que su amiga apenas cuando comenzó a gustarle se acercó un poco más y empezaron a salir, solo que James había tenido que esperar un montón.
Mary casi bota de la boca todo lo que estaba bebiendo de su vaso en ese momento cuando dijo que tenía el carisma para comunicador — Perdona... pero eres tan creído. Tienes suerte que sea buena amiga de Sirius y James o sino me habría dado vuelta y adiós. No soy de esa manera — enfatizó riendo —,pero en cuanto a lo otro si tienes la pinta de empresario o inefable, te educaron para serlo solo que tienes tus propias metas — Murmuró la morena que creía que eso le gustaba de Azriel que no se estaba dejando llevar por lo que querían de él y se iba por lo que quería ser el mismo.
—Oye que en la comunicación tienes que leer porque no debes quedar como ignorante — reclamó negando con la cabeza —, porque va a depender de lo que tengas que presentar. ¿Qué es lo quieres? ¿Periodista o animador? — Preguntó un poco curiosa y guardándose el hecho de que si seguían siendo amigos lo iba a obligar a leer su libro.
Mary sabía que hablaba más de la cuenta y alejaba a la gente cuando decía verdades, si las personas tenían autocritica y paciencia se quedaban y por ello, le sorprendió que Azriel se hubiera quedado. — Uhh eres mucho más fuerte de lo que pareces — Señaló la chica viendo que eran esos detalles que la conquistaban más.
— No está mal interactuar con gente distinta es como una clase de mundo nuevo y aprender del otro. — Comentó, aunque si podía profundizar o en comparar que Mulciber siempre sería el corazón, la libertad y el sol. Mientras que ella era la mente, la realidad y la luna. Muy opuestos y eso no dejaba de ser interesante.
Termino accediendo que la fuera a dejar a la sala común aún cuando el camino era largo, al pasar por pasillos y subir escaleras. Tenía claro que sus intenciones no era dejarla en su habitación sino que perderse en algún rincón para aprovechar el momento y el al ahora. Se dio más cuenta de ello cuando el chico entre sus frases y palabras miraba completamente sus labios y que hizo que lo mirara también, no se había dado cuenta lo perfectos que eran hasta en ese instante. No eran unos labios gruesos y si que tenía atractivo hasta en su perfil. No era tan solo el color de sus ojos, era todo. Por eso se creía tanto.
El beso llegó pero ella no correspondió. No porque era pesada sino porque estaba demasiado nerviosa que todo se diera así— Calma... sé que llevamos unas horas conociéndonos. ¿No crees que es demasiado pronto? — Preguntó Mary mientras lo apartaba poniendo su mano en su pecho aunque tampoco lo dejaba demasiado lejos —. ¿Y qué te hace pensar que soy la típica chica de una noche? — Creía haberlo dejado claro y aún así lo había hecho. Sabía que en el fondo igual quería, era un momento único pero la realidad es que si dudaba en tener sexo solo porque sí, para ella aquello era importante y mucho más cuando ignoraba tanto.
—Demoraron un montón siempre es mejor disfrutar el ahora — Comentó siendo directa. De todos modos, sabía que su amiga apenas cuando comenzó a gustarle se acercó un poco más y empezaron a salir, solo que James había tenido que esperar un montón.
Mary casi bota de la boca todo lo que estaba bebiendo de su vaso en ese momento cuando dijo que tenía el carisma para comunicador — Perdona... pero eres tan creído. Tienes suerte que sea buena amiga de Sirius y James o sino me habría dado vuelta y adiós. No soy de esa manera — enfatizó riendo —,pero en cuanto a lo otro si tienes la pinta de empresario o inefable, te educaron para serlo solo que tienes tus propias metas — Murmuró la morena que creía que eso le gustaba de Azriel que no se estaba dejando llevar por lo que querían de él y se iba por lo que quería ser el mismo.
—Oye que en la comunicación tienes que leer porque no debes quedar como ignorante — reclamó negando con la cabeza —, porque va a depender de lo que tengas que presentar. ¿Qué es lo quieres? ¿Periodista o animador? — Preguntó un poco curiosa y guardándose el hecho de que si seguían siendo amigos lo iba a obligar a leer su libro.
Mary sabía que hablaba más de la cuenta y alejaba a la gente cuando decía verdades, si las personas tenían autocritica y paciencia se quedaban y por ello, le sorprendió que Azriel se hubiera quedado. — Uhh eres mucho más fuerte de lo que pareces — Señaló la chica viendo que eran esos detalles que la conquistaban más.
— No está mal interactuar con gente distinta es como una clase de mundo nuevo y aprender del otro. — Comentó, aunque si podía profundizar o en comparar que Mulciber siempre sería el corazón, la libertad y el sol. Mientras que ella era la mente, la realidad y la luna. Muy opuestos y eso no dejaba de ser interesante.
Termino accediendo que la fuera a dejar a la sala común aún cuando el camino era largo, al pasar por pasillos y subir escaleras. Tenía claro que sus intenciones no era dejarla en su habitación sino que perderse en algún rincón para aprovechar el momento y el al ahora. Se dio más cuenta de ello cuando el chico entre sus frases y palabras miraba completamente sus labios y que hizo que lo mirara también, no se había dado cuenta lo perfectos que eran hasta en ese instante. No eran unos labios gruesos y si que tenía atractivo hasta en su perfil. No era tan solo el color de sus ojos, era todo. Por eso se creía tanto.
El beso llegó pero ella no correspondió. No porque era pesada sino porque estaba demasiado nerviosa que todo se diera así— Calma... sé que llevamos unas horas conociéndonos. ¿No crees que es demasiado pronto? — Preguntó Mary mientras lo apartaba poniendo su mano en su pecho aunque tampoco lo dejaba demasiado lejos —. ¿Y qué te hace pensar que soy la típica chica de una noche? — Creía haberlo dejado claro y aún así lo había hecho. Sabía que en el fondo igual quería, era un momento único pero la realidad es que si dudaba en tener sexo solo porque sí, para ella aquello era importante y mucho más cuando ignoraba tanto.
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso. 15 DE JUNIO 1977 |
Estaba claro que ambos eran demasiado contrarios. Pero se solía decir que los polos opuestos se atraían y quizás había algo de aquello, lo cual hizo que el Slytherin ahora estuviera ahí junto a ella. Que se hubiera interesado haciendo que se acercara. Era distinta a las demás y eso era nuevo e interesante para él.
No podía evitar ser coqueto y creído, estaba en su naturaleza. Por lo que ni siquiera lo había pensado bien, simplemente lanzo la pregunta como si fuera lo más normal, como si tuvieran una conexión tan fuerte que hiciera que lo extrañara. Cuando apenas y era ahora que lograban compartir con mayor profundidad. Aun así, siendo un tiempo extendido igual podía extrañarse, ya saben, el poder ver alguien, aunque fuera desde la distancia. Solo que el muchacho no lo había dicho por ello sino por pura picardía. — Está bien, aunque sea un poquito, está bien. Me conformo con esa posibilidad. — molesto con una sonrisa.
— Bueno, lástima. Hubiera sido divertido, la verdad. Pero ya me contarás cuando tengas la oportunidad de ir. — señalo divertido, como si pudiera asegurar el hecho de que no perderían el contacto. La verdad es que Azriel no podría decir que el tiempo en que Lily y James tardaron en formalizar fue mucho porque la verdad él ni siquiera había pensado en esas cosas, por lo que no tenía ni idea. Pero si Mary lo decía, suponía que era cierto. — Exacto, el pasado se quedó atrás, y el futuro es un misterio. El ahora es el que cuenta. — comentaba, aunque quizás él a veces se tomaba eso demasiado en serio a la hora de tomar sus decisiones y no siempre podía ser así.
Por un momento la miro un tanto confundido cuando vio que se rio. Que vaya que él si se creía sus propias palabras. Igual luego fingió falsa indignación. — ¿De verdad no lo crees? — y es que sí, era cierto si era amiga de aquel par igual podía soportarlo a él. Lo que sí tal vez sería toda una misión era ter a los tres juntos en una habitación pequeña. — Puede ser que tengas razón, pero no llama la atención. No me veo trabajando en ello, la verdad. — le comento con sinceridad. Capaz y terminaba haciéndolo, pero sería ya por presión de sus padres. Esperaba que no, la verdad.
— Ya sé, la verdad de eso no hay forma de escaparse, pero quizás no sea tan malo si se trata de algo que me interesa. — Admitió encogiéndose de hombros. Quizás no era la lectura lo que lo aburría, sino los temas de las lecturas. — Yo preferiría ser animador. — le respondió, porque claro, como animador sería el centro de atención, como periodista la atención mayormente caía en la noticia que presentaba.
La chica lo había leído demasiado bien sacando sus verdades. Aun así, no se había intimidado con sus comentarios tampoco molestados. A veces era bueno tener alguien que te dijera las cosas tal cual eran, aunque al final ni terminaras siguiendo los consejos, pero en cierto modo podían hacerte reflexionar tarde que temprano. — Soy una caja de sorpresas. — Respondía ante su comentario. Asintió ante su comentario. — Sí, de las conversaciones con gente totalmente distinta a ti es de donde salen los temas y discusiones más interesantes. — y tenía razón, siempre podían descubrir cosas nuevas gracias al otro. ¿Pero lograrían cultivar una amistad que durara lo suficiente para descubrir esas cosas?
Cuando iban de camino a las salas comunes luego de que la fiesta terminara, y que Azriel se ofreciera a llevarla hasta la torre de Gryffindor, el chico la verdad es que no tenía intensiones de llegar tan pronto hasta la torre. Fue cuando menciono que se detuvieran que había aprovechado de apreciar mejor el rostro de la muchacha, los grandes ojos café, las pecas sobre su nariz, pero sobre todo se había enfocado en sus labios.
El que de por sí se sentía atraído, porque no lo iba a negar por más que al final prefiriera quedar solo con una amistad, también estaba tomado y tenerla tan cerca, luego de la noche que tuvieron fue imposible no tentarse. Por lo que termino por dejarse ganar por los impulsos. La chica no correspondió, eso era algo nuevo para él. No reprocho, pero si se sintió algo extraño de que una chica le rechazara un beso. Lo curioso era que aun así Mary tampoco había salido corriendo, ni se había apartado de él. — Lo lamento, me dejé llevar por mis impulsos. Sé perfectamente que no eres como las demás… eso lo tengo muy claro. — aseguro. — Sin embargo, tú misma mencionaste que no sabemos si nos volvemos a ver, o hasta cuando nos volvemos a ver. Por lo que solo pensé en vivir el presente. No dejar pasar este momento que ha resultado mágico y eso es mucho decir tomando en cuenta que nos encontramos en una escuela de magia. — le comento aun sin apartarse.
No la obligaría a nada, por muy creído que fuera tenía sus límites, tampoco era un patán. Pero esperaba poder convencerla. — Un recuerdo que nunca se olvida. — murmuro suave mientras quitaba un riso de su cara y lo colocaba detrás de su oreja. Estaba siendo más suave y delicado con ella, sabía que no podía ser igual que con el resto a lo bruto y brusco. Solo haría que corriera de él y no quería eso.
No podía evitar ser coqueto y creído, estaba en su naturaleza. Por lo que ni siquiera lo había pensado bien, simplemente lanzo la pregunta como si fuera lo más normal, como si tuvieran una conexión tan fuerte que hiciera que lo extrañara. Cuando apenas y era ahora que lograban compartir con mayor profundidad. Aun así, siendo un tiempo extendido igual podía extrañarse, ya saben, el poder ver alguien, aunque fuera desde la distancia. Solo que el muchacho no lo había dicho por ello sino por pura picardía. — Está bien, aunque sea un poquito, está bien. Me conformo con esa posibilidad. — molesto con una sonrisa.
— Bueno, lástima. Hubiera sido divertido, la verdad. Pero ya me contarás cuando tengas la oportunidad de ir. — señalo divertido, como si pudiera asegurar el hecho de que no perderían el contacto. La verdad es que Azriel no podría decir que el tiempo en que Lily y James tardaron en formalizar fue mucho porque la verdad él ni siquiera había pensado en esas cosas, por lo que no tenía ni idea. Pero si Mary lo decía, suponía que era cierto. — Exacto, el pasado se quedó atrás, y el futuro es un misterio. El ahora es el que cuenta. — comentaba, aunque quizás él a veces se tomaba eso demasiado en serio a la hora de tomar sus decisiones y no siempre podía ser así.
Por un momento la miro un tanto confundido cuando vio que se rio. Que vaya que él si se creía sus propias palabras. Igual luego fingió falsa indignación. — ¿De verdad no lo crees? — y es que sí, era cierto si era amiga de aquel par igual podía soportarlo a él. Lo que sí tal vez sería toda una misión era ter a los tres juntos en una habitación pequeña. — Puede ser que tengas razón, pero no llama la atención. No me veo trabajando en ello, la verdad. — le comento con sinceridad. Capaz y terminaba haciéndolo, pero sería ya por presión de sus padres. Esperaba que no, la verdad.
— Ya sé, la verdad de eso no hay forma de escaparse, pero quizás no sea tan malo si se trata de algo que me interesa. — Admitió encogiéndose de hombros. Quizás no era la lectura lo que lo aburría, sino los temas de las lecturas. — Yo preferiría ser animador. — le respondió, porque claro, como animador sería el centro de atención, como periodista la atención mayormente caía en la noticia que presentaba.
La chica lo había leído demasiado bien sacando sus verdades. Aun así, no se había intimidado con sus comentarios tampoco molestados. A veces era bueno tener alguien que te dijera las cosas tal cual eran, aunque al final ni terminaras siguiendo los consejos, pero en cierto modo podían hacerte reflexionar tarde que temprano. — Soy una caja de sorpresas. — Respondía ante su comentario. Asintió ante su comentario. — Sí, de las conversaciones con gente totalmente distinta a ti es de donde salen los temas y discusiones más interesantes. — y tenía razón, siempre podían descubrir cosas nuevas gracias al otro. ¿Pero lograrían cultivar una amistad que durara lo suficiente para descubrir esas cosas?
Cuando iban de camino a las salas comunes luego de que la fiesta terminara, y que Azriel se ofreciera a llevarla hasta la torre de Gryffindor, el chico la verdad es que no tenía intensiones de llegar tan pronto hasta la torre. Fue cuando menciono que se detuvieran que había aprovechado de apreciar mejor el rostro de la muchacha, los grandes ojos café, las pecas sobre su nariz, pero sobre todo se había enfocado en sus labios.
El que de por sí se sentía atraído, porque no lo iba a negar por más que al final prefiriera quedar solo con una amistad, también estaba tomado y tenerla tan cerca, luego de la noche que tuvieron fue imposible no tentarse. Por lo que termino por dejarse ganar por los impulsos. La chica no correspondió, eso era algo nuevo para él. No reprocho, pero si se sintió algo extraño de que una chica le rechazara un beso. Lo curioso era que aun así Mary tampoco había salido corriendo, ni se había apartado de él. — Lo lamento, me dejé llevar por mis impulsos. Sé perfectamente que no eres como las demás… eso lo tengo muy claro. — aseguro. — Sin embargo, tú misma mencionaste que no sabemos si nos volvemos a ver, o hasta cuando nos volvemos a ver. Por lo que solo pensé en vivir el presente. No dejar pasar este momento que ha resultado mágico y eso es mucho decir tomando en cuenta que nos encontramos en una escuela de magia. — le comento aun sin apartarse.
No la obligaría a nada, por muy creído que fuera tenía sus límites, tampoco era un patán. Pero esperaba poder convencerla. — Un recuerdo que nunca se olvida. — murmuro suave mientras quitaba un riso de su cara y lo colocaba detrás de su oreja. Estaba siendo más suave y delicado con ella, sabía que no podía ser igual que con el resto a lo bruto y brusco. Solo haría que corriera de él y no quería eso.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 |
Habían conversado de muchísimos temas que quedarían en su mente porque hace mucho que no se lo había pasado tan bien con una chica, solía ser la amiga y demasiado enfocada en sus estudios sobre todo en los últimos cursos, se preocupaba de su aspecto y le gustaba vestir bien pero no era de salir con cada chico, lo que le era de su preferencia era socializar y formar buenas amistades, no se sentía del todo una chica solitaria y le interesaba formar buenas amistades que duraran toda la vida, porque tampoco era la típica conflictiva y que se enojaba por todo. Tendría que ser mucho para recién hacerlo.
No quería que la noche acabara solo con la fiesta, lo tenía presente desde el momento que Azriel le ofreció llevarla hasta su sala común donde quizás no llegarían. Estaba confusa, eso era más que un hecho porque una parte si quería pasar la noche con él porque eso quería, pero por otra no quería ser otra del montón y después si te he visto no me acuerdo. Sentía que habían congeniado tan bien que quería seguir viéndose con él, formar parte de su mundo y ver como lograba ser un animador. Estar presente de sus logros y fracasos, estar ahí como una buena amiga porque ciertamente ella estaba consciente que para él era todo meramente físico que seguro esa noche sería ella pero en Francia tendría muchas más porque ya había dejado claro que se daría un año sabático.
Y fue como se acercó para besarla, y en el fondo lo estaba esperando, pero no pudo corresponder como ella quería porque se encuentra pensando en todo aquello, como no se había alejado del todo pudo notar su mirada de desilusión, es que reconocía que era algo fría y le gustaba que la tomaran en serio, suponía que era una romántica empedernida y aunque Mulciber estuviera muy guapo no era alguien que le aseguraba estar en pareja por siempre, era como Sirius. Si llegaban a ser novios algún día seguro duraban una semana y no quería eso.
— Lo siento es que todavía lo pienso — Se justificó aún complicado con el deber y el querer ser. Ninguno se alejó del otro y ahí se quedó contemplándolo, era tan hermoso que era obvio que solía ser su apariencia que solía cautivar a cualquier persona, incluso a los chicos. —. Es que no sé si estoy segura que sea así, no soy de ese modo — Respondió antes de escuchar las palabras del castaño y joder, tenía tanta razón de algo que justo ella había dicho antes.
“Hay que vivir el presente, hay que vivir el ahora”
Solo se removió un poco más quedando a escasos centímetros, aún con ese escalofrío de nervios pero bueno que provocó cuando él colocó uno de sus rulos en la oreja. — Por favor, no hagas que me arrepienta sé que no te veré por un largo tiempo— Señaló y solo espero que el beso deseado al fin llegara y no importaba lo que iba a pasar después. Era tan solo un beso no tenía porque pensar tanto. No era su primer beso y dudaba que fuera uno de los últimos. ¿Por qué no dejarse llevar un poquito? Si en el fondo, si quería besar los labios del popular Azriel Mulciber.
No quería que la noche acabara solo con la fiesta, lo tenía presente desde el momento que Azriel le ofreció llevarla hasta su sala común donde quizás no llegarían. Estaba confusa, eso era más que un hecho porque una parte si quería pasar la noche con él porque eso quería, pero por otra no quería ser otra del montón y después si te he visto no me acuerdo. Sentía que habían congeniado tan bien que quería seguir viéndose con él, formar parte de su mundo y ver como lograba ser un animador. Estar presente de sus logros y fracasos, estar ahí como una buena amiga porque ciertamente ella estaba consciente que para él era todo meramente físico que seguro esa noche sería ella pero en Francia tendría muchas más porque ya había dejado claro que se daría un año sabático.
Y fue como se acercó para besarla, y en el fondo lo estaba esperando, pero no pudo corresponder como ella quería porque se encuentra pensando en todo aquello, como no se había alejado del todo pudo notar su mirada de desilusión, es que reconocía que era algo fría y le gustaba que la tomaran en serio, suponía que era una romántica empedernida y aunque Mulciber estuviera muy guapo no era alguien que le aseguraba estar en pareja por siempre, era como Sirius. Si llegaban a ser novios algún día seguro duraban una semana y no quería eso.
— Lo siento es que todavía lo pienso — Se justificó aún complicado con el deber y el querer ser. Ninguno se alejó del otro y ahí se quedó contemplándolo, era tan hermoso que era obvio que solía ser su apariencia que solía cautivar a cualquier persona, incluso a los chicos. —. Es que no sé si estoy segura que sea así, no soy de ese modo — Respondió antes de escuchar las palabras del castaño y joder, tenía tanta razón de algo que justo ella había dicho antes.
“Hay que vivir el presente, hay que vivir el ahora”
Solo se removió un poco más quedando a escasos centímetros, aún con ese escalofrío de nervios pero bueno que provocó cuando él colocó uno de sus rulos en la oreja. — Por favor, no hagas que me arrepienta sé que no te veré por un largo tiempo— Señaló y solo espero que el beso deseado al fin llegara y no importaba lo que iba a pasar después. Era tan solo un beso no tenía porque pensar tanto. No era su primer beso y dudaba que fuera uno de los últimos. ¿Por qué no dejarse llevar un poquito? Si en el fondo, si quería besar los labios del popular Azriel Mulciber.
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso. 15 DE JUNIO 1977 |
Azriel no quería ser el causante de las penas ajenas, pero hoy simplemente no se había aguantado en intentar hacer un acercamiento un poco más allá. ¿Por qué se tenían que reprimir las ganas y esa atracción por pensar en lo que pasaría más adelante? El futuro podría cambiar por la más mínima cosa y si se ponía a pensar en las cosas que podían salir mal, que en realidad eran muchas, entonces no haría nada en la vida. Mulciber no era de los que le agarra miedo tan fácilmente a las cosas o al menos eso se hacía creer a sí mismo.
Mary le gustaba y eso era evidente. Solo que también era evidente que él no podía darle lo que ella buscaba en un chico. Simplemente, su compromiso no solía ser con las cosas que de verdad valían la pena comprometerse. Sí, en ese sentido, podía ser inmaduro. Era de los que debía darse el tropezón con la piedra muy fuerte para qué reaccionará, y como estaba acostumbrado a tenerlo todo a la mano. Esos momentos de “prueba” habían sido muy pocos en su vida.
Se seguía diciendo que era ahora o nunca, si no lo hacía seguro se arrepentirá más adelante de no haberlo intentado. Así que la había besado en aquel pasillo más el resultado no fue el que imagino. No porque le sorprendiera que fuera de las que reaccionaba así tomando en cuenta de que sabía que Mary era diferente a las demás. Si no más bien porque nunca antes se le había resistido a sus encantos. — Me sorprendió un poco, sí… pero no de mala forma. Te lo repito, estoy consciente de que no eres como el resto. No pasa nada. — dijo dejando ver que no estaba molesto por ello. De todos modos, lo que importaba es que aún seguían ahí los dos. No se habían apartado el uno del otro.
— Si bien, hay cosas de las que uno se arrepiente de haber hecho, también hay otras de las que uno se arrepiente de no haberlo hecho. — Le persuadió mientras mantenía su cintura sujeta. — Procuraré de todos modos que no sea él casó. — añadió, realmente esperaba que no se arrepintiera, pues realmente la estaba pasando bien. No podía garantizar no embarrarla, que era lo más probable, pero al menos el intento estaba.
Azriel se inclinó nuevamente hacia ella, aferrando aún más su cintura a sus brazos para así mantenerla más cerca. Atrapo sus labios y comenzó a besarla suave al comienzo, pero luego volviendo el beso en uno más intenso. Enredando sus dedos en su cabello. — Dulce... — Murmuro sobre sus labios al sentir su sabor. Sin tan siquiera pensarlo y sin soltarla se había movido junto con ella por aquel pasillo hasta llegar a un lugar vacío. Era más bien un almacén con muebles y de todo tipo de artículos curiosos. Posiblemente de esos que los estudiantes perdían, pero luego no reclamaban. De no ser porque estaba muy centrado en aquel beso que no quería cortar hasta sentir que no podía respirar, probablemente se hubiera puesto a curiosear lo que allí había. El Slytherin acariciaba suave su espalda mientras aún se besaban.
Mary le gustaba y eso era evidente. Solo que también era evidente que él no podía darle lo que ella buscaba en un chico. Simplemente, su compromiso no solía ser con las cosas que de verdad valían la pena comprometerse. Sí, en ese sentido, podía ser inmaduro. Era de los que debía darse el tropezón con la piedra muy fuerte para qué reaccionará, y como estaba acostumbrado a tenerlo todo a la mano. Esos momentos de “prueba” habían sido muy pocos en su vida.
Se seguía diciendo que era ahora o nunca, si no lo hacía seguro se arrepentirá más adelante de no haberlo intentado. Así que la había besado en aquel pasillo más el resultado no fue el que imagino. No porque le sorprendiera que fuera de las que reaccionaba así tomando en cuenta de que sabía que Mary era diferente a las demás. Si no más bien porque nunca antes se le había resistido a sus encantos. — Me sorprendió un poco, sí… pero no de mala forma. Te lo repito, estoy consciente de que no eres como el resto. No pasa nada. — dijo dejando ver que no estaba molesto por ello. De todos modos, lo que importaba es que aún seguían ahí los dos. No se habían apartado el uno del otro.
— Si bien, hay cosas de las que uno se arrepiente de haber hecho, también hay otras de las que uno se arrepiente de no haberlo hecho. — Le persuadió mientras mantenía su cintura sujeta. — Procuraré de todos modos que no sea él casó. — añadió, realmente esperaba que no se arrepintiera, pues realmente la estaba pasando bien. No podía garantizar no embarrarla, que era lo más probable, pero al menos el intento estaba.
Azriel se inclinó nuevamente hacia ella, aferrando aún más su cintura a sus brazos para así mantenerla más cerca. Atrapo sus labios y comenzó a besarla suave al comienzo, pero luego volviendo el beso en uno más intenso. Enredando sus dedos en su cabello. — Dulce... — Murmuro sobre sus labios al sentir su sabor. Sin tan siquiera pensarlo y sin soltarla se había movido junto con ella por aquel pasillo hasta llegar a un lugar vacío. Era más bien un almacén con muebles y de todo tipo de artículos curiosos. Posiblemente de esos que los estudiantes perdían, pero luego no reclamaban. De no ser porque estaba muy centrado en aquel beso que no quería cortar hasta sentir que no podía respirar, probablemente se hubiera puesto a curiosear lo que allí había. El Slytherin acariciaba suave su espalda mientras aún se besaban.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 |
Tenía mucha confusión al respecto a Azriel. Porque real había interactuado con él hace tres horas solamente en la fiesta de graduación y antes nada, porque sinceramente era muy difícil comunicarse con todos los prejuicios que habían y porque también no compartían todas las clases, eran de diferentes casas y bueno tenían todo para no encontrarse.
Hasta ese día.
Y lo cierto, es que Mary creía que habían tenido una conexión inexplicable que no quería arruinar todo con sexo. Sin embargo, sería exagerar si se negaba a un beso o a unos cuantos cuando él se marcharía muy pronto a recorrer el mundo por su situación tan acomodada que para ella era imposible.
Lo que había dicho Azriel y ella misma, en algún momento de la conversación era muy cierto: Tenían que vivir el ahora. No obstante, la vida igual se encargaba que no fuera de tal manera y la morena luego no quería arrepentirse, era ella la romántica empedernida que soñaba con una estabilidad en unos cuantos años y en todo aspecto, lamentablemente por lo que había alcanzado ver de Azriel, es que no iba a estar en esa ecuación. Solo que sí podría ser posible si se volvían amigos, una amistad siempre podía llegar a ser más duradera.
—Prefiero pensar con el corazón ahora mismo — Murmuró al estar relativamente cerca de él ya que tampoco podía dejar de mirar sus labios —. No te espantes, no lo estoy hablando en un sentido romántico sino que más bien de impulsos, porque si pensará con la mente en este momento no pasaría nada, y sí quiero que pase — Alcanzó a decir con suavidad al momento que se acercaban y tal como pensó, era el castaño de ojos verdes que tomaba la iniciativa. Mary finalmente, se entregó al beso que fue suave en un principio y que agradeció pues era sutil y delicado tal como le gustaban, era como si respetara su forma de ser. Pero claro, lentamente se volvió más profundo que la llenaba de deseo y adrenalina. — Arrasador — Respondió cuando se separaron solo un instante, todavía tenía los ojos entrecerrados disfrutando de su aliento y su boca tan húmeda que quería volver a empezar.
No pudo evitar reír nerviosa al entrar a aquella sala que estaba llena de objetos y que tenía un espacio para acomodarse, especial para hacerlo y olvidarse de todo.
Ella también acarició con lentitud su cabello y profundizaba el beso al momento que sus dedos hacían un camino por su ancha espalda, justamente siguiendo el recorrido de su columna vertebral. Soltó un suspiro. — Es triste que te vayas de viaje, supongo que será la primera y última vez que nos veamos— Soltó en un suspiro al momento que sentía la muralla helada en su espalda pues el vestido hacía que tuviera los brazos descubiertos. Volvió a mirarlo a los ojos y sonrió. Todo lo que había dicho estaba casi olvidado, esos besos estaban siendo demasiado apasionados y así apagar del todo su mente. Sabía besar, sabía tocarla y era un instante que estaba rendida completamente a él.
Hasta ese día.
Y lo cierto, es que Mary creía que habían tenido una conexión inexplicable que no quería arruinar todo con sexo. Sin embargo, sería exagerar si se negaba a un beso o a unos cuantos cuando él se marcharía muy pronto a recorrer el mundo por su situación tan acomodada que para ella era imposible.
Lo que había dicho Azriel y ella misma, en algún momento de la conversación era muy cierto: Tenían que vivir el ahora. No obstante, la vida igual se encargaba que no fuera de tal manera y la morena luego no quería arrepentirse, era ella la romántica empedernida que soñaba con una estabilidad en unos cuantos años y en todo aspecto, lamentablemente por lo que había alcanzado ver de Azriel, es que no iba a estar en esa ecuación. Solo que sí podría ser posible si se volvían amigos, una amistad siempre podía llegar a ser más duradera.
—Prefiero pensar con el corazón ahora mismo — Murmuró al estar relativamente cerca de él ya que tampoco podía dejar de mirar sus labios —. No te espantes, no lo estoy hablando en un sentido romántico sino que más bien de impulsos, porque si pensará con la mente en este momento no pasaría nada, y sí quiero que pase — Alcanzó a decir con suavidad al momento que se acercaban y tal como pensó, era el castaño de ojos verdes que tomaba la iniciativa. Mary finalmente, se entregó al beso que fue suave en un principio y que agradeció pues era sutil y delicado tal como le gustaban, era como si respetara su forma de ser. Pero claro, lentamente se volvió más profundo que la llenaba de deseo y adrenalina. — Arrasador — Respondió cuando se separaron solo un instante, todavía tenía los ojos entrecerrados disfrutando de su aliento y su boca tan húmeda que quería volver a empezar.
No pudo evitar reír nerviosa al entrar a aquella sala que estaba llena de objetos y que tenía un espacio para acomodarse, especial para hacerlo y olvidarse de todo.
Ella también acarició con lentitud su cabello y profundizaba el beso al momento que sus dedos hacían un camino por su ancha espalda, justamente siguiendo el recorrido de su columna vertebral. Soltó un suspiro. — Es triste que te vayas de viaje, supongo que será la primera y última vez que nos veamos— Soltó en un suspiro al momento que sentía la muralla helada en su espalda pues el vestido hacía que tuviera los brazos descubiertos. Volvió a mirarlo a los ojos y sonrió. Todo lo que había dicho estaba casi olvidado, esos besos estaban siendo demasiado apasionados y así apagar del todo su mente. Sabía besar, sabía tocarla y era un instante que estaba rendida completamente a él.
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso. 15 DE JUNIO 1977 |
Cuando llego esa noche a la fiesta la verdad es que no planeaba encontrarse en estas circunstancias. Estar junto a Mary McDonald, a solas y a un paso de los besos. Algo que no planeo, pero que ahora se decía a sí mismo que no se arrepentía de haber hecho el acercamiento. Lástima que no la hubiera tomado en consideración desde antes. Pero el detalle era que ambos eran de mundos tan distintos. Se movían en círculos sociales completamente diferentes que la verdad es que incluso el poder coincidir había sido complicado.
La chica le había atraído, y no solo eso, había resultado alguien con quien se sentía cómodo expresarse. Azriel evidentemente le huía al compromiso, pero sí, al final de todo esto podrían al menos tener una amistad. Eso no le desagradaba justamente por lo antes mencionado de que se sentía bien con ella alrededor. Pero ahora quería algo más, dejarse llevar.
— Ya, tranquila, entiendo a lo que te refieres. Dejarte llevar, olvidar lo que pueda pasar después. Solo vivir el momento. Aunque sea por este instante. — le murmuraba mientras la mantenía cerca de su cuerpo sin dejarla de ver con intensidad con esa mirada que según ella intimidaba, pero que él esperaba que más bien la atrajera. — No pienso cuestionarlo. — Añadió, pues no iba a dejar que luego se arrepintiera si se ponía a pedir demasiadas explicaciones del porqué. Solo le importaba estar en estos momentos con ella.
Pronto llego aquel beso que fue escalando en intensidad, alargándose a medida que aumentaba el deseo que crecía dentro de Azriel. El chico deseaba más y mientras ella no lo detuviera todo estaba bien. La sonrisa coqueta invadía su rostro al escuchar su comentario, pero luego siguieron el beso. No podía detenerse. Así que entre el beso y las ganas terminaron en aquel lugar.
En aquel lugar el chico deslizaba sus dedos por la parte descubierta de su espalda. Hasta llegar a la cremallera de su vestido mientras con la otra mano acariciaba su cintura. Se despegó por un instante para lanzar a un lado su chaqueta. — Es triste sí, porque es un viaje largo. Pero insisto. No necesariamente tendría que ser así. Piénsalo, quizás no sea necesario perder el contacto. — Sugirió el Slytherin. Poco a poco había comenzado a bajar y dejar besos sobre su hombro. Su mano jugaba acariciando la piel descubierta de la chica a quien llevo hasta aquel antiguo sofá lleno de cojines disparejos que de seguro los habían sido los discontinuados luego de que renovaran las decoraciones de las salas comunes. Quien sabe. Solo estaban allí, y eso les daba algo de comodidad. ¿Hasta dónde era capaz de dejarse llevar Mary? Porque al menos Azriel iría por todas si le daba la oportunidad.
La chica le había atraído, y no solo eso, había resultado alguien con quien se sentía cómodo expresarse. Azriel evidentemente le huía al compromiso, pero sí, al final de todo esto podrían al menos tener una amistad. Eso no le desagradaba justamente por lo antes mencionado de que se sentía bien con ella alrededor. Pero ahora quería algo más, dejarse llevar.
— Ya, tranquila, entiendo a lo que te refieres. Dejarte llevar, olvidar lo que pueda pasar después. Solo vivir el momento. Aunque sea por este instante. — le murmuraba mientras la mantenía cerca de su cuerpo sin dejarla de ver con intensidad con esa mirada que según ella intimidaba, pero que él esperaba que más bien la atrajera. — No pienso cuestionarlo. — Añadió, pues no iba a dejar que luego se arrepintiera si se ponía a pedir demasiadas explicaciones del porqué. Solo le importaba estar en estos momentos con ella.
Pronto llego aquel beso que fue escalando en intensidad, alargándose a medida que aumentaba el deseo que crecía dentro de Azriel. El chico deseaba más y mientras ella no lo detuviera todo estaba bien. La sonrisa coqueta invadía su rostro al escuchar su comentario, pero luego siguieron el beso. No podía detenerse. Así que entre el beso y las ganas terminaron en aquel lugar.
En aquel lugar el chico deslizaba sus dedos por la parte descubierta de su espalda. Hasta llegar a la cremallera de su vestido mientras con la otra mano acariciaba su cintura. Se despegó por un instante para lanzar a un lado su chaqueta. — Es triste sí, porque es un viaje largo. Pero insisto. No necesariamente tendría que ser así. Piénsalo, quizás no sea necesario perder el contacto. — Sugirió el Slytherin. Poco a poco había comenzado a bajar y dejar besos sobre su hombro. Su mano jugaba acariciando la piel descubierta de la chica a quien llevo hasta aquel antiguo sofá lleno de cojines disparejos que de seguro los habían sido los discontinuados luego de que renovaran las decoraciones de las salas comunes. Quien sabe. Solo estaban allí, y eso les daba algo de comodidad. ¿Hasta dónde era capaz de dejarse llevar Mary? Porque al menos Azriel iría por todas si le daba la oportunidad.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 |
Solo vivir el momento.
Aunque sea por este instante.
Esas frases habían quedado remarcadas en ella y en su corazón. No había nada de malo cuando una parte de ella si pensaba estar con él. Le gustaba. Era atractivo y tenía una personalidad que le parecía encantadora, no creía que estuviera mintiendo ya que solo se estaba dejando llevar por algo que quería hacer.
Era poco probable que se volvieran a encontrar cuando ni siquiera tenía su dirección para enviarle lechuzas y dudaba que tuviera un número de teléfono como los muggles y ella usaba. Eso sería solo por aquel día y por eso no tenía que desaprovechar esta oportunidad que se estaba dando y que estaba disfrutando. Ella se había dejado cautivar por sus halagos y ahora mismo solo estaba esperando un beso después de esas palabras.
Un beso que llegó y fue recubierto de química y conexión desde el primer momento, como si ellos fueran almas gemelas que habían estado predestinadas a encontrarse a algún día, exactamente un 15 de Julio y ya se vería, por una decisión mutua si se seguían viendo. El beso fue dulce pero poco a poco se fue intensificando y tanto así que se fueron a esa sala que incluso habían trancado la puerta para que nadie interrumpiera.
Ella jamás había hecho algo así y eso la intimido, pero se había olvidaba de todo por aquellos besos que solían ser muy adictivos y que llevaba a una sensación nueva de la adrenalina y el deseo. Sus caricias también causaban estragos. Cuando se quitó la chaqueta, ella comenzó a desabotonar su camisa dado que ya su vestido había caído en el suelo cuando bajo su cremallera. Fue como quedaron solo con ropa interior — Te creería todo si no supiera que ambos estamos algo alcoholizados más tú.... — Dijo soltando una risita y besando su boca ahí ya debajo de él. Le gustaba contemplarlo, tampoco era que estuviera acostumbrada a una situación así, aunque si tenía amigas que se lo habían explicado y como actuar en el caso. ¿Era su momento?
Suponía que sí. Hasta que se percató que no lo quería del todo.
Fue por la razón que sacó una pregunta. — Me dijiste que querías ser comunicador y animar era lo tuyo, y aún así te vas a dar un año sabático por todos los privilegios que te ha entregado la vida — Enunció sabiendo que con esto había cortado todo el momento, solo que igual depositó un beso en su mejilla —. Pero... ¿Cómo te ves a los 40 años? — Cuestionó queriendo saber más de él. Tenía una suposición al respecto por la impresión que le estaba dando. Azriel lo tenía todo y podría conseguir mucho si realmente se lo proponía, pero a la vez igual se podía perderse.
Al ver su expresión lo miró con suavidad y negó con la cabeza. — Lo siento, de verdad te pido una disculpa. Pero no quiero que mi primera vez sea de este modo y mucho menos en este lugar... no es recomendable— Igual en el fondo si quería que fuera su primera vez solo que en otras circunstancias. —¿Cuándo te vas a Francia? Quizás en estos días y que estamos de vacaciones podríamos vernos o pasar todo este día juntos partiendo desde ahora. — Ellos se sabían aparecer y desaparecer a su antojo, perfectamente podían ir la ciudad a buscar sus maletas durante la noche, porque tenían amigos que se la recogieran y ellos entrar al andén para ir en su busca, además que era un hecho que el tendría elfos, y bueno sus padres si la iban a estar esperando. El viaje en el tren era largo por lo que llegarían al atardecer.
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso. 15 DE JUNIO 1977 |
Al final terminaron por dejarse llevar por aquello de vivir el momento. La verdad es que el chico no tenía la menor de las ideas, le como terminaría todo esto. Pero aquí estaba, en una de las habitaciones, el almacén, el colegio a solas, cómo con Mary. Era evidente que la actitud y el comportamiento de ambos al final fue influido en parte por los niveles de alcohol en su cuerpo. Aunque eso no quería decir que el chico estando sobrio no le hubiera llamado la atención la morena. Aquella noche estaba especialmente deslumbrante. Solo que de seguro las cosas se hubieran dado de manera distinta y era posible que ni siquiera hubiera tenido el mismo resultado.
El beso estaba siendo correspondido, estaba algo que parecía necesitar ambos desesperadamente porque no se despegaron en buen rato. Tanto habían deseado aquel beso que sin decir nada, solo actuar entre el beso y las caricias habían terminado en ropa interior. — No te burles, lo dices como si tuviera mala memoria… bueno quizás un poco sí. — le respondió antes de dejar que fuera ella quien esta vez atrapara sus labios.
Azriel había continuado luego de aquello, dejando besos por los hombros de Mary y acariciando su cintura. Parecía que al final ambos querían aquello, que iba a pasar. Se acostaría con Mary McDonald… Lo que sí es que luego de un momento la chica pregunto hacer preguntas raras, al menos raras, tomando en cuenta de que no era el momento en el cual por lo general la gente hacía ese tipo de preguntas. — Supongo que para ya ese entonces he de ser lo suficientemente famoso como para poder jubilarme y vivir frente al mar donde no molesten. — comento el chico, aunque con una expresión aún confundida por las preguntas.
Ya comenzaba a creer que en realidad no pasaría nada. Pero fue cuando la chica volvió hablar de que lo confirmo. El chico miró a su alrededor. A sus ojos el lugar no tenía nada de malo. Pero claro, él tenía más experiencia y sobre todo atrevimiento que ella, por lo que no era raro que fuera capaz de hacer estas cosas en lugares que si él mismo podía reconocer que no eran recomendables porque fácil los podían cachar.
Azriel aun así simplemente comprendió que no estaba preparada independiente de cuál fuera el motivo. Así que simplemente se enderezó para quedar sentando en el sofá y quitarse de encima de ella. — Está bien. Lo comprendo. — comento al respecto. En realidad, no lo comprendía del todo, pero no la iba a obligar, no era de esos. Así que quería que estuviera tranquila con eso. — En algunos días es el viaje, el otro fin de semana para ser exactos. — le explicaba a la chica, no era algo que sería pronto, así que al final si podían pasar juntos esos días si quería. — Me agrada la idea, de veras. Que te lo estoy diciendo, no estoy bromeando cuando digo lo de mantenernos en contacto, aunque no me creas. — Sabía que no conseguiría más que eso, pero igual no le importo mucho, ya tenía claro que de todos modos una amiga como Mary no le haría mal en su vida. Podría inventarle cualquier excusa a sus padres para que lo dejaran unos días más.
Aun con que planeaba encontrarse de nuevo con ella, Mulciber creyó que al menos por esta noche no tenía más que hacer allí. Por lo que había tomado la ropa del suelo para comenzar a vestirse. Durante el día podrían verse, pero ahora era evidente que no ocurriría nada más. Así que tan pronto se vistiera se disponía a despedirse para marcharse.
El beso estaba siendo correspondido, estaba algo que parecía necesitar ambos desesperadamente porque no se despegaron en buen rato. Tanto habían deseado aquel beso que sin decir nada, solo actuar entre el beso y las caricias habían terminado en ropa interior. — No te burles, lo dices como si tuviera mala memoria… bueno quizás un poco sí. — le respondió antes de dejar que fuera ella quien esta vez atrapara sus labios.
Azriel había continuado luego de aquello, dejando besos por los hombros de Mary y acariciando su cintura. Parecía que al final ambos querían aquello, que iba a pasar. Se acostaría con Mary McDonald… Lo que sí es que luego de un momento la chica pregunto hacer preguntas raras, al menos raras, tomando en cuenta de que no era el momento en el cual por lo general la gente hacía ese tipo de preguntas. — Supongo que para ya ese entonces he de ser lo suficientemente famoso como para poder jubilarme y vivir frente al mar donde no molesten. — comento el chico, aunque con una expresión aún confundida por las preguntas.
Ya comenzaba a creer que en realidad no pasaría nada. Pero fue cuando la chica volvió hablar de que lo confirmo. El chico miró a su alrededor. A sus ojos el lugar no tenía nada de malo. Pero claro, él tenía más experiencia y sobre todo atrevimiento que ella, por lo que no era raro que fuera capaz de hacer estas cosas en lugares que si él mismo podía reconocer que no eran recomendables porque fácil los podían cachar.
Azriel aun así simplemente comprendió que no estaba preparada independiente de cuál fuera el motivo. Así que simplemente se enderezó para quedar sentando en el sofá y quitarse de encima de ella. — Está bien. Lo comprendo. — comento al respecto. En realidad, no lo comprendía del todo, pero no la iba a obligar, no era de esos. Así que quería que estuviera tranquila con eso. — En algunos días es el viaje, el otro fin de semana para ser exactos. — le explicaba a la chica, no era algo que sería pronto, así que al final si podían pasar juntos esos días si quería. — Me agrada la idea, de veras. Que te lo estoy diciendo, no estoy bromeando cuando digo lo de mantenernos en contacto, aunque no me creas. — Sabía que no conseguiría más que eso, pero igual no le importo mucho, ya tenía claro que de todos modos una amiga como Mary no le haría mal en su vida. Podría inventarle cualquier excusa a sus padres para que lo dejaran unos días más.
Aun con que planeaba encontrarse de nuevo con ella, Mulciber creyó que al menos por esta noche no tenía más que hacer allí. Por lo que había tomado la ropa del suelo para comenzar a vestirse. Durante el día podrían verse, pero ahora era evidente que no ocurriría nada más. Así que tan pronto se vistiera se disponía a despedirse para marcharse.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 |
Siempre entraba en ese estado de confusión cuando se trataba de Mulciber, pero sentía que debía creerle pues no creía que fuera un juego cuando la realidad era que este era el último día. La había visto a ella entre todas las demás y eso era asombroso, porque nunca pensó que un chico como él se iba a fijar en alguien tan simple como ella, tan normal. No era que tuviera tan mala autoestima - un poco sí - pero estaba acostumbrada que brillaran más los demás y aunque no lo juzgaba si estaba acostumbrada a ser parte del montón y así y todo, uno de los chicos más populares de Slytherin - y sin importar que pasara con todas las chicas que quisiera - se había fijado en su persona tanto en físico como en personalidad.
Era imposible que dejara pasar esta oportunidad. Solo que cuando se comenzó a intensificar el calor, los besos se volvieron más desesperados y quedaron en ropa anterior es que se dio cuenta que aún no se sentía preparada y con él, no sabía porque pero creía que había hecho tal conexión que volverían a verse. Bueno, era normal que pensará que solo había sido deseo lo que hizo que la buscará y nada más.
Sacó la pregunta más loca para apagar el momento y resultó. Notó su expresión de extrañeza y sinceramente en algún momento creyó que no iba a responder por nada. Soltó un suave suspiro y tuvo que decir. — Quizás ya en esos años la jubilación vaya mucho más allá así que supongo que seguirás trabajando. Yo te veo divorciado de tu tercera mujer y en pareja con una de 20 años, claro lleno de dinero y aburrido porque ya conoces todas las partes del mundo. Todo muy superficial, la verdad— Soltó sabiendo que había abierto la boca más de la cuenta y con toda la intención de acabar de todo, tanto así fue que terminó por disculparse pues no esperaba que él le hiciera esa pregunta lo veía demasiado contrariado ahí encima de ella sin seguir nada.
— Entonces tienes una semana antes que te vayas de viaje. Algún día tendremos si gustas... No soy de Londres pero puedo hacer el intento de ir si hay posibilidad de juntarnos— En su mente era suficiente aunque ni pensaba que Azriel se había sentido lo suficiente incomodo, la morena se comenzó a dar cuenta de eso cuando el chico empezó a recoger su ropa mientras decía que si le gustaría pasar el día con ella.
Mary también tomó su vestido que mantuvo en sus rodillas sin saber mucho que decir y se mordió el labio. Ya podía notar la intención de Azriel de largarse — De verdad me gustaría pasar todo el día completo contigo, escaparnos antes de ir al tren... pero recordé que estamos en Escocia y hasta es peligroso desaparecer de país en país. Nos tocaría solo compartir un vagón los dos, avisar a nuestros padres cuando estemos a punto de llegar para volver solos a casa más tarde, es que llegaríamos casi de noche — Murmuró la chica, no era el gran panorama pero algo era algo.
— ¿Ya te vas? — Le preguntó directa mientras se levantaba algo nerviosa, se lo quedo mirando a los ojos —. Mi intención nunca fue que te marcharás yo no pretendo irme, solo dije que no quiero que esto se de así, Azriel. Me disculpo por haberme dejado llevar y arrepentirme — Exclamó pero aún seguía clara y ahora muy segura que simplemente que esto era más profundo para arruinarlo con sexo de una noche.
— Escapa, si quieres. Quizás en el camino te encuentres a otra que te dirá que sí. Yo creí que no había nada de malo si nos quedábamos charlando aquí en el sofá y dormir abrazados cuando nos de sueño — declaró. No quería que se fuera del almacén porque lo único que iba a pensar que en algo la había jodido pero a la vez él, solo demostraría que era un tipo que solo buscaba aventuras de una noche, sin compromiso en toda aquella que se fijará. —No es el mejor panorama de lo que estás acostumbrado pero es diferente. Ya después puedes seguir igual como siempre haces. — Es que fuera como fuera Mary creía que habían logrado esa sincronía y química, que había atracción y no tenían que apresurarse en nada. Y bien, si no funcionaba tal como pensaba si podían llegar a ser grandes amigos.
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1. A night to remember Azriel. Fiesta de Egreso. 15 DE JUNIO 1977 |
Aún se seguía preguntando del porqué de aquella pregunta. Sí, la verdad es que ni el mismo se había planteado lo que ocurriría con él en 40 años. Porque claro, el chico era de los que se preocupaba únicamente por el presente y no estaba pendiente hacer planes a largo plazo, como debería de ser. Pues no siempre se podía vivir del impulso, había ocasiones en el que se debía que tomar las cosas con seriedad y trazar el plan para poder tener tu vida en orden. Así te asegurabas de no tener un caos cuando pasaran los años y que luego no pudieras resolverlos por no haber previsto para la ocasión.
— Interesante teoría. — respondió un tanto extrañado por su comentario. ¿Realmente sería para siempre el picaflor, y el que no se toma nada en serio? Podía madurar en algún momento. ¿No? Bueno, eso es lo que su madre esperaba. — Está bien tranquila, sé que a veces no aparento ser el más ser de los que aprecian los pequeños detalles. No te puedo culpar de pensar así. — era lo que solía mostrar a la gente. ¿Como pensar otra cosa si era la cara que enseñaba?
De todos modos, al final siempre y se terminó cortando la pasión del momento. — Sí, tengo todavía tiempo disponible antes de marcharme así qué planeamos algo. Así que perfecto. — Mulciber terminó por convencerse a sí mismo de que no ocurría nada entre ellos dos esa noche. Así que al menos podían pasar un rato entretenido antes de que se tuviera que ir de viaje. Solo que eso no evitaba que en el momento se sintiera todo un tanto incómodo por las circunstancias. — Es cierto, será mejor que envíe una lechuza. — aunque no estaba seguro de si llegaría a tiempo, pero llegaría que es lo que importa. — ¿Algún lugar en especial que quieras visitar? — Le preguntó, su interés en saberlo era genuino.
Iría con ella a visitar donde quisiera, pero en estos momentos sentía que quizás por los nervios o la vergüenza, la chica no estaba cómoda con su presencia allí. Así que Azriel no quería insistente con el tema, quizás era mejor esperar a que se volvieran a encontrar y que así ya hubieran olvidado el momento incómodo. Más no se esperó su reacción al verlo recoger sus cosas.
El chico se detuvo por un momento mientras escuchaba sus planteamientos. Por lo cual negó al escucharla decir que escapara si quería. — No escapaba, pero creí que quizás estabas incómoda… por lo que pasó o más bien no pasó. — admitió encogiéndose de hombros. — Así que no quería que te sintieras presionada por mi presencia o incómoda. Y tienes razón podría escurrirme a buscar alguien más por ahí. Sin embargo no tengo intensiones de eso. Así que si no en realidad no deseas que me vaya… — Mulciber volvió a dejar las cosas en el suelo y se volvió a acercar al sofá.
— Déjame un hueco. — Le señaló para acomodarse junto a ella en aquel sofá, quedando frente a frente, mientras deslizaba un brazo por sí cintura para abrazarla. — Lo sé, es diferente y no me disgusta. No todo siempre tiene que ser igual. — Murmuraba mientras la miraba a los ojos. — ¿Comida favorita? — preguntó antes de soltarla una risita. — Lo lamento, mis preguntas no son como para reflexionar. ¡Pero, aunque parezca una pregunta tonta es útil! En especial, si pasaremos el día juntos y seguir en contacto, es del tipo de cosas que hay que saber del otro. — reconoció el muchacho. Sabía que podían llegar a ser buenos amigos, y los amigos solían conocer esas cosas.
— Interesante teoría. — respondió un tanto extrañado por su comentario. ¿Realmente sería para siempre el picaflor, y el que no se toma nada en serio? Podía madurar en algún momento. ¿No? Bueno, eso es lo que su madre esperaba. — Está bien tranquila, sé que a veces no aparento ser el más ser de los que aprecian los pequeños detalles. No te puedo culpar de pensar así. — era lo que solía mostrar a la gente. ¿Como pensar otra cosa si era la cara que enseñaba?
De todos modos, al final siempre y se terminó cortando la pasión del momento. — Sí, tengo todavía tiempo disponible antes de marcharme así qué planeamos algo. Así que perfecto. — Mulciber terminó por convencerse a sí mismo de que no ocurría nada entre ellos dos esa noche. Así que al menos podían pasar un rato entretenido antes de que se tuviera que ir de viaje. Solo que eso no evitaba que en el momento se sintiera todo un tanto incómodo por las circunstancias. — Es cierto, será mejor que envíe una lechuza. — aunque no estaba seguro de si llegaría a tiempo, pero llegaría que es lo que importa. — ¿Algún lugar en especial que quieras visitar? — Le preguntó, su interés en saberlo era genuino.
Iría con ella a visitar donde quisiera, pero en estos momentos sentía que quizás por los nervios o la vergüenza, la chica no estaba cómoda con su presencia allí. Así que Azriel no quería insistente con el tema, quizás era mejor esperar a que se volvieran a encontrar y que así ya hubieran olvidado el momento incómodo. Más no se esperó su reacción al verlo recoger sus cosas.
El chico se detuvo por un momento mientras escuchaba sus planteamientos. Por lo cual negó al escucharla decir que escapara si quería. — No escapaba, pero creí que quizás estabas incómoda… por lo que pasó o más bien no pasó. — admitió encogiéndose de hombros. — Así que no quería que te sintieras presionada por mi presencia o incómoda. Y tienes razón podría escurrirme a buscar alguien más por ahí. Sin embargo no tengo intensiones de eso. Así que si no en realidad no deseas que me vaya… — Mulciber volvió a dejar las cosas en el suelo y se volvió a acercar al sofá.
— Déjame un hueco. — Le señaló para acomodarse junto a ella en aquel sofá, quedando frente a frente, mientras deslizaba un brazo por sí cintura para abrazarla. — Lo sé, es diferente y no me disgusta. No todo siempre tiene que ser igual. — Murmuraba mientras la miraba a los ojos. — ¿Comida favorita? — preguntó antes de soltarla una risita. — Lo lamento, mis preguntas no son como para reflexionar. ¡Pero, aunque parezca una pregunta tonta es útil! En especial, si pasaremos el día juntos y seguir en contacto, es del tipo de cosas que hay que saber del otro. — reconoció el muchacho. Sabía que podían llegar a ser buenos amigos, y los amigos solían conocer esas cosas.
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1. A night to remember Mary. Fiesta de Egreso. 15 de Junio 1977 |
No se quejó a pesar que sintió que fue pesada con su comentario. Seguro que ya estaba lo suficientemente cabreado por detener todo en la mejor parte, pero no podía hacerlo de esta manera con alguien que había conocido solo hace unas horas y a pesar que era como una clase de amor imposible porque sí se había fijado en él. Nunca se acercó por las grandes diferencias que solían tener, el circulo que solían frecuentar y todo estaba tildado para no conocerse, y ahí estaban como dos imanes que se atraen sin poder evitarlo. No se disculpó, pero sí sentía que algún día iba a madurar y se centraría más a tener responsabilidades, ya decía mucho de él que se quería dar un año sabático. Solo que aquellos igual eran lujos que no todos se podían dar y Azriel sí.
Agradeció que quisiera salir con ella al llegar a Londres. Iban a llegar tarde pero al menos tendrían algunas horas para seguir conociéndose y aprovechar esa semana antes que él partiera a Francia. — ¿Algún lugar favorito en Londres? — Preguntó la chica —¿O solo visitas sitios mágicos? —Ya comenzaba a sentir frío porque la temperatura había disminuido por su culpa, pero no se arrepentía no iba hacer algo que no quería por el momento. No en esa circunstancia, quería conocerlo aún más. — Mmm... en realidad a mi me gusta mucho Londres y tendré que acostumbrarme si soy seleccionada en San Mungo así que cualquier sitio me parecería genial, incluso los muggles — Señaló sincera y motivada que eso se pudiera dar. No tan esperanzada porque podía notar que Azriel se podría olvidar y seguro que igual estaba ocupado, por lo tanto, se conformaría con ese día que ya para ella era especial. Un 15 de Junio que esperaba que se repitiera por el resto de los días.
— No, estoy más incómoda por ti. Me culpo por haberte darte dado esperanzas de tener una noche más apasionada. Solo que estoy segura que no quiero. Es que no me place que sea de esta manera solo nos conocimos hace unas horas y no importa que nos hubiéramos visto antes en clases, te juro que habría sido muy distinto si hubiéramos formado una historia desde antes — Inculcó la morena que de verdad lo menos que quería que se marchara. No quería que todo terminaría allí cuando tan solo no deseaba tener sexo. ¿No podía ser un poco más serio? — No, no quiero que te vayas — Dijo con un ligero puchero y con los ojos brillantes.
Al ver que aceptaba quedarse ella dijo. — Espera, solo dame un momento — Con patudez tomó su camisa y se la colocó porque de verdad sentía frío, la sala era helada y no tenían como cubrirse tendrían que conformarse con la ropa y algunos abrazos. Se la colocó con rapidez y recién le dio espacio, soltando una risita cuando la abrazo, se acomodo muy bien, es que la realidad caían perfectamente los dos en el sofá.— Nada del otro mundo, de hecho es muy común. Soy adicta al Fish & chips. Las papas fritas siempre serán mi perdición en cualquier plato. ¿Y la tuya? — Preguntó disfrutando de su cercanía y disfrutando de ese calorcito que emanaban sus cuerpos al estar cerca, de hecho se relajaba aún más. — ¿Cuál es tu color favorito? Y no digas que es el color verde ¿eh? —Jugueteó mientras se volteaba para quedar frente a frente de él. La realidad quedaban demasiado cerca, la respiración y los latidos de su corazón eran próximos y ella se contagiaba con facilidad, también sus narices se estaban rozando.
Soltó un suspiro. Ganas sentía de seguir besando sus labios, pero el problema es que eso solo haría llegar más lejos y ella tenía sus límites, así que se reprimió. ¿Para que negarlo? Pensaba en las circunstancias, pero Mulciber era la tentación misma. Jamás en su vida se había sentido tan confusa, solo que por más que meditaba creía que había más posibilidades de ser grandes y mejores amigos.
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