No había abierto la boca desde la "conversación" con Marcus. Tampoco era extraño, porque después de despedirse de Darren ya no había tenido contacto con nadie más, ni tenía mucha intención de hacerlo.
No durmió, pero no se movió de su cama desde que entrara por la tarde del día anterior, ni en toda la noche, ni en la mañana siguiente...
Iba a verse con el Hufflepuff, si, pero todo lo demás podía omitirlo.

No durmió ni cerró los ojos porque cuando lo hacía, le venía la cara del idiota de su hermano. Casi podía escucharlo y todo decir que no iba a estar en el futuro de Lex y Darren y que así se ahorraría el tener que preocuparse porque le leyera la mente. En realidad meter al tejón ahí en medio cuando lo único que le preocupaba era su cabeza, era demasiado ruin incluso para su hermano.
Quería pensar que solo lo había hecho porque estaba ofendido pero... No sería él quien fuera a preguntar.

Se sentó en la cama, se sentía algo mareado así que presionó el borde de ésta con cierta fuerza. En realidad... Las cosas no cambiaban. Siempre había sabido que estaba solo... Y ahora tenía a Darren... O algo así. Tal vez solo fuera algo de adolescentes pero...
Tal vez no, nadie iba a juzgar eso...

Se levantó para ducharse y vestirse. Aquello no iba a jorobar su segunda cita con el Hufflpeuff. Todo seguía en pie. La cena, el ver películas de terror—un plan muy muggle y poco mágico— y comer dulces hasta que les explotara el estómago...
Ese era el plan y, esperaba que la sala de los menesteres ayudara con eso. Lo demás... en realidad no cambiaba nada. Si hubiera conocido el año anterior al tejón, ni habría hablado con Marcus de nada, solo... Parecían haberse acercado algo en los últimos tiempos pero...
Debió imaginarlo.

Esperó con la cabeza gacha en la puerta del gran salón. La cita empezaba por cenar, y siempre había cena especial esa noche.

Estaba claro que era un tema que no le gustaba y no le iba a gustar en ningún momento, pero su abuela solía decir que cuanto más incómodo fuera el tema que querías tratar más agradable debías intentar que fuera la situación. Darren suspiró y se giró despacio, mucho más despacio de lo que se solía mover, hasta quedar de costado hacia él, pasándole las piernas por encima de la de él y apoyando su hombro contra el pecho ajeno, dejando descansar ahora el bol en sus su propio regazo.

— No es verdad. — se atrevió a contradecirle. No sabía por qué estaba tan envalentonado. Tal vez por lo que acababan de compartir, quién sabe. Agarró una golosina alargada con forma de gusano y mordió una punta, sonriéndole y acercándose a su boca para que agarrara el otro lado y comer hasta que llegó a darle un beso suave, con cuidado de no hacerle daño en la herida. Aprovechó para llevar la mano a su mejilla y acariciarle con mimo, disfrutando de su cercanía — Marcus es parecido a mi, Lex. En el fondo lo sabes. No somos iguales pero sí parecidos. Y si te has...— frunció un poco ceño, apretando los labios y pensando en lo que iba a decir — Si te has fijado en mi, es porque estás acostumbrado a su forma de ser, no te desagrada tanto como piensas. — sonrió con suavidada, jugueteando con los dedos a darle golpecitos en la barbilla — ¿Por qué no intentas mirar un poco en tu interior y eres sincer conmigo? Aquí...solo estamos nosotros.

Y eso significaba que podía abrirse con tranquilidad, o así se sentía él al menos. Darren sentía que con el menor podía abrirse por completo, en cuerpo y alma, de alguna manera se sentía cuidado y protegido, como si nada pudiera hacerle daño dijera lo que dijera. Ya se sentía parecido antes, pero era cierto que después de haber estado tan expuesto algo se removía en su interior de forma diferente.

Lex entrecerró los ojos porque estaba viendo, o eso creía, lo que hacía el tejón... se estaba poniendo de lado y acurrucándose en su pecho para poder verle, le hablaba de forma melosa, le daba dulces acompañados de sus labios...
Estaba allanando el terreno para mantenerlo tranquilo y sacarle toda la información que quisiera... ¿Cierto? Tejón astuto... no podía negar que era una táctica que funcionaba.
Aunque no le gustara que dijera que no era cierto lo que había dicho.

—Ahg... no Darren... ¿Qué acabas de decir?—En seguida puso cara de asco. ¡Menuda cosa había dicho! Que se parecía a su hermano... ¡Pero si no se parecían en nada!
Por Merlín, que guarrada acababa de decir el Hufflepuff... No quería ni considerarlo, porque era preocupante, como si estuviera saliendo con una especie de versión de su hermano... le dieron escalofrío.—¡Eso si que es siniestro!—Añadió, y la verdad que iba en serio.
Que estuviera acostumbrado a ese tipo de carácter... podía ser. Pero no se parecían en nada, Marcus era un prepotente sabelotodo y Darren una cosita preciosa... Sacudió un poco sus hombros todavía del repelús.

—Ahm... ¿Ser sincero en qué? Ya lo viste. Él es un tío que cree que lo mejor es estudiar y aspira a ser el mejor mago del mundo, está siempre rodeado de gente y le encanta ser el mejor en todo, aunque eso implique estar noches sin dormir para aprender algo que ni le tocaría... Y yo... me alejo de todos porque es más fácil estar solo que aguantar gente así que... no tenemos nada que ver. Él es el hijo perfecto y yo... el desastre que preferirías no decirle al mundo que es tu hijo...—Aunque eso fuera por méritos propios, no era que Marcus tuviera la culpa, aunque no le iria mal que no fuera tan perfecto siempre...

Sonrió un poco porque no podía evitar que le hiciera gracia cuando la gente se ponía tan a la defensiva con eso de que las personas que buscaban se parecían a sus familiares, pero era cierto. Su padre era un hombre bastante distante pero en el que podías confiar ciegamente, un hombre que no iba a venir a darte cariño corriendo pero que si tomabas su mano no te la iba a soltar porque sabía que lo necesitabas, ¿no suena de algo? Al final todo el mundo buscaba cosas conocidas por mucho que le pesara. Marcus era sociable hasta el tuétano igual que lo era él, eso lo tenían en común. Puede que otros aspectos no pero...en fin, no insistió. Solo le miró, apretando los labios por sus palabras. Lo agarró por ambas mejillas y lo miró con el ceño fruncido, como si le fuera a echar una bronca.

— ¡Pues...que sepas que eres el novio que a mi me encantaría gritarle al mundo entero que tengo! — aseguró, un poco dolido porque pensara así, porque solo pensar que pudiera ser verdad le hacía daño. ¿Quién podría sentirse así con Lex? Era diferente, estaba claro que era muy distinto a Marcus pero eso no le hacía menos valioso o  interesante, solo había que dedicarle un poco más de tiempo. Chasqueó la lengua, fastidiado con esas palabras — Mira yo no puedo hablar por tus padres y tampoco por tu hermano, pero estuve allí con vosotros y no me dio la sensación de que a él le dieras precisamente igual. Creo que de alguna manera le importas, aún no entiendo muy bien cómo funciona lo vuestro pero...no sé.

Y de verdad que se moría de ganas por entenderlo. Tan centrado estaba en todo eso que hasta había pasado por alto que por primera vez había dicho la palabra novio con toda la seguridad de su alma. Estaba empeñado en que Lex tenía que ver que los demás le apreciaban, porque era imposible que no lo hicieran, y si no lo hacían es que eran idiotas, no había otra explicación posible.

Lex miró a Darren casi como un besugo, pues el tejón mantenía sus mejillas apretadas mientras decía que... era el novio que le gustaría decir a todo el mundo que tenía...
El Slytherin no pudo evitar sonrojarse un poco y sentir un escalofrío cuando escuchó aquello... además de sentirse algo culpable por la discreción que le había pedido tener...
Aunque ahora que se había enterado Marcus tal vez diera igual y sus padres acababan enterándose...

—A Marcus solo le importa Marcus y lo que se opine y se vea de Marcus. Estaba indignado porque no voy pregonando que soy O’Donnell, pero Darren, no hay ni un muggle en mi familia, ni uno, ni hijo de muggle, nada... mi bisabuela tenía... contacto con las artes oscuras, por llamarlo de algún modo, si se enteraran igual me sacaban de Hogwarts...—O peor, intentarían echar a Darren.
Aunque no estaban hablando de su familia, hablaban de Marcus.

—Estaba molesto porque no le conté, pero intenté hacerlo, es solo que... no sabía qué decir... no es que me importe lo que piense especialmente pero quería evitar lo de... ayer...—Y bajó la cabeza. Porque aunque Marcus tuviera sus cosas y siempre hubieran estado medio peleando, era el único que no le había mirado con decepción, por muchas cosas que no compartiera con él.
Pero no importaba mucho ya...

—Y... ya lo escuchaste. Que no iba a estar en mi futuro, Marcus no es de los que va de farol... aunque se arrepintiera de decirlo no va a venir a buscarme, y yo tampoco a él.— Así que no había demasiado que entender. Su hermano era víctima de un sistema que él detestaba, y poco más.
Y en realidad le dolía recordar lo que había pasado el día anterior, las cosas que dijo.

—A mi no me avergüenza que sea mi hermano... solo... no voy presentándome y se me olvidó. Aunque creeme que cansa cuando todos los profesores te dicen “pues no os pareceis en nada”—Y eso solo era un decir por no entrar en más detalles de el por qué no podía parecerse más a lo buen estudiante que era el mayor de los O’Donnell.

—¿Satisfecha tu curiosidad?

Escuchar aquellas cosas sobre su familia era perturbador. Sinceramente...¿cómo había acabado metido en ese lío? Mira que había gente en Hogwarts, chicos y chicas con familias como la suya o simples magos que no tenían esas tendencias tan oscuras y él iba a fijarse justamente en Lex. Suspiró, agachando un poco la mirada mientras le dejaba hablar. Dejó todo a un lado y agarró la manta, cubriéndose hasta la barbilla y acurrucándose casi en posición fetal contra el cuerpo ajeno, escondiendo la cara en su cuello.

— Sí, mi curiosidad sí. — pero una cosa era su curiosidad y otra muy diferente que se sintiera satisfecho con la situación. Le daba pena que se sintiera de esa manera tanto con Marcus como con la forma en la que la gente le trataba, en su familia y en el colegio. Se pasó la lengua por los labios, con la vista perdida en ninguna parte y acariciando su pecho con la mano que no sujetaba la manta — ¿Y si te lo pidiera yo? — terminó por murmurar, en principio sin mucha seguridad, pero tomó un poco más de fuerza y levantó la vista hacia él — Si te pidiera que intentaras hablar con él para arreglar las cosas, ¿lo harías por mi? — puede que estuviera haciendo eso de poner ojitos de cachorro como decía su madre que hacía cada vez que quería algo con mucha fuerza, pero lo hacía sin querer — Marcus está en mi curso, es muy incómodo si las cosas se quedan como están...¿crees que podrías al menos intentarlo, porfa?

Y lo cierto es que aunque le pidiera que lo hiciera por él en el fondo estaba seguro de que le haría mucho bien poder hablar con su hermano, tener una salida para todo lo que sentía y tal vez poner las cartas sobre la mesa. Algo le decía que ninguno había expresado nunca con sinceridad -y calma, sobretodo calma- cómo se sentía en esa relación y al final no hacían más que malentenderse el uno al otro.

Frunció un poco el ceño y se mordió el labio cuando vio la forma en la que Darren se acurrucaba y parecía esconderse. De pronto era como si hubiera menguado en tamaño y fuera tan pequeño que cualquiera podría hacerle daño...
El Sltytherin rodeó su cuerpo con fuerza, estrechándolo y acercándole aún más si era posible.
Le habría querido decir que si tenía miedo, no hacía falta. Su familia no le importaba, sabía que tarde o temprano querrían echarle de la familia por no llegar a los estándares intelectuales que tenían marcados así que... No iba a dejar que interfirieran en nada ahí...
Porque... tal vez Marcus tuviera razón pero él no podía ver aquello como algo que iba a durar tres días...

Volvió a fruncir el ceño algo confuso cuando el Hufflepuff le hizo esa pregunta. Si le pidiera él... ¿Qué? Lex retiró hacia atrás un poco su cabeza sin entender lo que estaba queriéndole decir el mayor. ¿Por qué le pediría algo así? No era asunto suyo, era decir, nada que le afectara directamente porque, por si no le había quedado claro, no estaba dispuesto a que su familia jodiera o tuviera que decir algo sobre aquello pero...
No había pensado en ese detalle.

Lex podía ignorar a Marcus, tampoco era tan difícil. Estaban en cursos y en casas diferentes y el castillo era muy grande...
Pero Darren compartía curso y por tanto, algunas clases, y Marcus podía ser un poco toca pelotas cuando quería... No de los que te empujaban y se reían de ti, pero si de los que intentarían quedar por encima o hacerle quedar por debajo.

- Lo pensaré... pero no creo que te moleste, ¿Vale? - Porque aunque fuera cínico, seguía siendo inteligente y no querría tener problemas con él, o eso esperaba.
Porque si tenía que partirle la cara... Pues se la partiría igual que a los demás que intentaran joder a Darren.

La verdad es que él no creía que Marcus le fuera a molestar, no parecía de esos en absoluto pero sí temía los momentos incómodos, la tensión, las miradas y los silencios. Eran esas cosas las que no llevaba nada bien y prefería evitar a como diera lugar. Pero en ese momento prefirió no insistir más, había dicho que lo pensaría y le parecía que eso era mucho viniendo de Lex.

Sonrió ampliamente y asintió, volviendo a besarle de forma suave, acariciando su rostro con mimo. Su corazón latía despacio pero con fuerza, tenía una calidez difícil de explicar y no era porque se la diera la manta. Realmente nunca se había sentido de esa manera con nadie, era como si pudiera dejar cualquier miedo o preocupación en manos de otra persona y simplemente descansar. Se separó un poco, moviendo la cabeza para que sus labios acariciaran los contrarios.

— Lex...— se mordió el suyo propio, mirando a algún punto entre sus ojos y su nariz, ahora su corazón había comenzado a acelerarse — Te...— quería hacerlo, no sabía por qué pero quería. Era muy pronto, seguro que le iba a incomodar y eso estropearía el ambiente, no podía ser tan descuidado, aunque estuviera en ese momento acurrucado, después de su primer vez, era perfecto pero no quería ser el idiota que había soltado algo así llevado por el momento y luego tenía que avergonzarse porque dejaba a su chico sin palabras o no sabía qué decir y se volvía todo incómodo. Se pasó la lengua por los labios secos — Te-tengo el mando en el culo. — protestó, llevando la mano debajo de la manta y moviéndose un poco para sacar el mando del televisor y moverlo frente a ellos, soltando una pequeña risa incómoda. Caray, ¿por qué tenía que darle tantas vueltas? A él le gustaba demostrar sus sentimientos sin embargo le asustaba en ese momento. Dejó el mando a un lado y volvió a esconder la cara en su cuello, sabía que se había puesto rojo y se tapó hasta la nariz.

Estuvo un rato pensativo, con el ceño algo fruncido. Seguía relajado porque Darren estaba sobre él, pero estaba preocupado.
Porque de verdad creía que su hermano pues... Le apoyaría en eso. Que al verle con alguien, sin importar quién, se sentiría animado, como cuando le contó que sospechaba que alguien podía gustarle. Que se alegraría por él, por ser más "humano". Pero solo había montado en cólera por una gilipollez del apellido, centrándolo en él, diciendo que... no iba a estar en su futuro...
Si Marcus, con el único que contaba para que le entendiera, había reaccionado así... ¿Qué no harían sus padres? Le preocupaba... y aumentaba cuanto más abrazaba a Darren porque... Porque no quería que durara "tres días".

Le miró cuando le llamó, de nuevo sintió todo su cuerpo temblar al escuchar ese "Te..." y mirarle a los ojos, casi entendiendo qué iba a decir y al mismo tiempo no haciéndolo...
Y... cuando volvió a decir "Te..." se sintió expectante, notando cierto revoloteo por su vientre y... Oh, el mando. El mando en el culo.

—Tienes tendencia a clavarte cosas...— Bromeó un poco, tal vez por disimular que... Estaba esperando algo que ni sabía qué era.
Como el Hufflepuff se acurrucó, él lo aprovechó para echarse más en la cama, llevándose con él el cuerpo del tejón.

Fue agradable... Estuvieron abrazados todo el tiempo, con Darren sorprendentemente quieto. Estuvieron no viendo la película, que estaba de fondo y que miraba de vez en cuando, pero prefería mirar al mayor... Sobretodo cuando empezó a dormitarse pero aún así, entre cerrar y cerrar los ojos, le daba besos.
Era tierno... y adorable... Y de verdad que no pensaba que eso se pudiera decir de un chico.
Lex también le besó, incluso cuando ya estaba prácticamente dormido besaba su frente. Darren si empezó a moverse algo dormido, pero solo para buscar pegarse más al cuerpo del Slytherin, abrazarse más fuerte. Estaban tan enredados que era difícil distinguir qué parte del cuerpo pertenecía a quién...